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El niño se llenó de fobia por los ratas o musofobia (miedo excesivo, aversión y
rechazo a las ratas o ratones), debido a que de una u otra forma lo llenaron de
miedo y aunque no fue afectado directamente pero por los diferentes medios de
comunicación y por la misma sociedad se encargaron de crear otro punto de
vista, otra imagen y otros pensamiento al niño.
Los niños o las personas que tienen fobia a las ratas experimentan terror y
repulsión ante la presencia real o imaginada de éstas. Además, su miedo es
desproporcionado e irracional respecto al peligro real que suponen estos
animales.
A esto se le suman las variables socioculturales que tienen gran peso en el caso
de las ratas. Esto es porque las ratas suelen despertar una preocupación racional
acerca de la contaminación de los alimentos y la transmisión de enfermedades.
Por lo que es normal que prácticamente en todos los tiempos, lugares y culturas
exista un rechazo generalizado hacia ellas.
Por otro lado, se puede aprender el miedo a las ratas a través de la observación.
Por ejemplo, ver a tus padres aterrorizados ante la presencia de una rata u
observarlo en una película.
En casos más graves, estas reacciones aparecen, aunque algo más suaves, ante
la imaginación de la rata, o la visualización de un vídeo o una foto donde aparece.
Por ejemplo, una persona puede tener miedo exclusivamente a tener una rata
cerca suya. Más adelante, puede sentir ansiedad con sólo ver una foto o imaginar
su presencia. Incluso es frecuente que al cabo del tiempo los síntomas aparezcan
ante otros roedores similares.
También se sabe que, evitar los lugares donde puede haber ratas, huir de ellas, o
no ver vídeos o fotos donde aparezcan; se consideran conductas que magnifican
el miedo y que aumentan el proceso de generalización de la fobia.
Sin embargo, es importante que las fobias se traten porque si no, es posible que
se generalicen o se hagan cada vez más fuertes.
Referencias