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Qué es
La anemia es una afección por la cual la cifra de hemoglobina está
disminuida en los glóbulos rojos. Estos glóbulos son los que se
encargan de suministrar el oxígeno a los tejidos. Esta hemoglobina es
la proteína rica en hierro que le da a la sangre el color rojo y al mismo
tiempo permite a los glóbulos rojos transportar el oxígeno de los pulmones
al resto del cuerpo.
Fisiopatología
La clasificación fisiopatológica (según su mecanismo de producción) de una
anemia se basa en la capacidad de la médula ósea para adaptarse al
descenso de la concentración de hemoglobina en sangre. El recuento de
reticulocitos (que son las células precursoras de los glóbulos rojos), indica
cuál es la capacidad de respuesta de la médula ósea frente a la anemia. La
disminución de la concentración de hemoglobina en sangre siempre origina
un aumento compensador de la eritropoyesis por aumento de la Epo. Por
ello, cuando la médula presenta una capacidad regenerativa normal,
siempre debe existir una relación inversa entre disminución de hemoglobina
y aumento del número de reticulocitos (anemia regenerativa).
Por el contrario, cuando la anemia no se acompaña de un aumento
proporcional del número de reticulocitos, es que la capacidad regenerativa
de la médula ósea se halla disminuida (anemia arregenerativa).
Algunas de las causas más frecuentes de anemia se exponen a
continuación:
A. REGENERATIVAS
Pérdida aguda de sangre.
Anemia aguda después de una hemorragia.
ARREGENERATIVAS
Alteración de la célula germinal o precursora de glóbulos
rojos:
Aplasias medulares.
Síndromes mielodisplásicos.
Infiltración de médula ósea.
Defectos de los factores hematopoyéticos (necesarios para
formar la hemoglobina):
Algunos ejemplos:
Diagnóstico
Para alcanzar un diagnóstico de la anemia el experto médico se fijará tanto en los signos
que presente el paciente y la forma de presentación de la anemia, y podrá recurrir a
diversas pruebas de laboratorio para confirmar sus sospechas.
Síntomas
Síntomas comunes de la anemia:
Fatiga.
Falta de energía.
Debilidad.
Dificultad al respirar.
Mareos.
Palpitaciones.
Palidez.
Síntomas de la anemia severa:
Dolor de pecho.
Angina de pecho.
Infarto de miocardio.
Signos que pueden indicar que el paciente tiene anemia:
Cambios en el color de la piel.
Presión arterial baja.
Respiración acelerada.
Piel fría y pálida.
Si la anemia se debe a una disminución de los glóbulos rojos: ictericia (hace
que la piel y las partes blancas se pongan amarillas).
Soplo cardiaco.
Causas
Existen tres causas principales de la anemia:
Pérdida de sangre (hemorragia).
Falta de producción de glóbulos rojos.
Mayor velocidad de destrucción de los glóbulos rojos.
Estas causas pueden ser consecuencia de varias enfermedades,
problemas de salud o factores de otro tipo: en el caso de la pérdida de
sangre, puede estar causada también por la disminución de las plaquetas
o de algún factor de coagulación; la falta de producción de glóbulos rojos
puede venir motivada por una enfermedad crónica o renal y, en el caso de
la destrucción rápida de estos glóbulos, la causa puede ser, entre otras,
una esferocitosis hereditaria, enfermedad en la cual los glóbulos rojos
son demasiado frágiles debido a un problema genético en una proteína de
su estructura.
Aunque los glóbulos rojos se producen en varias partes del cuerpo, la
mayor parte de su producción la lleva a cabo la medula ósea, tejido blanco
que se encuentra en el centro de algunos huesos y que genera las células
sanguíneas.
Los glóbulos rojos que se consideran sanos duran entre 90 y 120 días,
periodo después del cual algunas partes del cuerpo se encargan de
eliminar las células sanguíneas. La eritropoyetina es la hormona producida
en los riñones que se encarga de dar la señal a la medula ósea para que
produzca más glóbulos rojos.
El cuerpo necesita vitaminas, minerales y nutrientes como el hierro, la
vitamina B12 o el ácido fólico para producir glóbulos rojos. La falta de ellos
viene motivada por cambios en el estómago o los intestinos en
el proceso de absorción de los nutrientes (celiaquía, por ejemplo),
alimentación insuficiente, pérdida lenta de sangre o una cirugía en la que
se extirpe parte del estómago o los intestinos.
Las posibles causas de anemia también pueden ser:
Determinados medicamentos: En algunos casos, un medicamento
puede hacer que el sistema inmunitario crea erróneamente que los glóbulos
rojos son agentes extraños y peligrosos. El cuerpo responde creando
anticuerpos para atacar a sus propios glóbulos rojos. Dichos anticuerpos se
adhieren a estos glóbulos rojos y hacen que se destruyan demasiado
temprano. Los fármacos que pueden causar anemia son
las cefalosporinas(un tipo de antibióticos), la penicilina y sus derivados,
algunos antiinflamatorios no esteroideos o la quinidina.
Consecuencias
Tienen poca energía durante el día
Los niños con anemia suelen estar cansado y sentir fatiga. Ellos no tienen
el mismo nivel de atención que otros niños, afectando en su vida diaria.
Están en mayor riesgo a tener alguna enfermedad infecciosa.
Las defensas suelen estar bajas en los niños con anemia, haciendo que
estos niños tengan enfermedades con mayor frecuencia en comparación a
otros que no tienen anemia.
Afecta su desarrollo cerebral
Los niños con anemia van a tener menos capacidades de sociabilización,
menos desarrollo psicomotor, además, estos tendrán deficiencia de
atención y concentración.
Tienen un bajo rendimiento escolar.
Debido a las consecuencias en el cerebro de la anemia en los niños, estos,
al iniciar su etapa escolar, pueden tener bajo rendimiento. Es muy
importante, entonces, prevenir la anemia desde muy temprana edad.
Tratamientos
El tratamiento de la anemia depende del tipo, la causa y la gravedad de la
enfermedad. Los tratamientos pueden consistir en cambios en la
alimentación, la administración de suplementos nutricionales, medicinas o
intervenciones quirúrgicas para hacer frente a la pérdida de sangre.
Cambios en la alimentación o suplementos adicionales: aumentar el
consumo de hierro (a través de alimentos como las espinacas u
hortalizas similares, lentejas, garbanzos, frutos secas o cereales y
pan), de vitamina B12 (presente en los huevos, carnes y pescados), de
ácido fólico (gracias al pan, la pasta, las judías o los plátanos) o de vitamina
C (que se encuentra en los kiwis, las fresas o el melón).
Etiología de la anemia
La anemia es una disminución de la cantidad de eritrocitos, del Hto o del
contenido de Hb.
Prevención
Para prevenir episodios de ciertos tipos de anemia, especialmente los que
se deben a la carencia de hierro y vitaminas, se pueden llevar a
cabo cambios en la alimentación o recurrir a los suplementos
alimenticios.
Cuidados de Enfermería
La labor de la enfermera es brindar un cuidado al paciente con principios científicos por
lo cual al saber todo lo referente con la anemia se puede realizar las intervenciones cuando
la persona se encuentra hospitalizada como:
Por lo tanto es importante conocer acerca de la anemia y debido a esto en los siguientes
artículos se expone acerca de esta patología y de los tipos más comunes.
La Diarrea
Qué es
Se denomina diarrea al aumento en la frecuencia de las
deposiciones (más de tres veces al día) acompañada de
una disminución de la consistencia de éstas. A veces la diarrea puede
contener sangre, moco, pus y alimentos no digeridos.
Dependiendo de la persona, esta patología puede ser leve y desaparecer
en pocos días o durar más tiempo.
En algunos grupos de riesgo, como los niños y los bebés conviene vigilar
al enfermo puesto que en ellos puede derivar a una enfermedad grave.
fisiopatología
FISIOLOGÍA INTESTINAL
Los mecanismos que rigen los movimientos del agua y los electrólitos en el intestino
son los que permiten una absorción casi total de los volúmenes hídricos provenientes
de la ingestión de líquidos, del agua contenida en los alimentos y de las secreciones
digestivas. Cuando estos mecanismos se alteran por una infección u otro fenómeno,
el agua y los electrólitos son mal absorbidos o no se absorben, lo que implica su
pérdida considerable mediante las heces que se fugan por las diarreas. La terapia de
rehidratación oral tiene como base funcional la fisiología de mucosa intestinal y los
trastornos digestivos derivados.4,5
ANATOMÍA DEL INTESTINO Y DE LA SUPERFICIE DE ABSORCIÓN
El intestino constituye una gran superficie de absorción de agua, electrólitos y otros
nutrientes. Al igual que los demás segmentos del tubo digestivo, la pared del intestino
delgado está compuesta, del exterior al interior, por 5 capas: la serosa, que es una
extensión del peritoneo; la musculosa, que está formada por 2 capas de fibras
musculares lisas, una externa longitudinal y otra interna circular; la submucosa,
formada por un tejido conjuntivo denso que contiene células dispersas, así como las
glándulas de Brünner en el duodeno; la muscularis mucosae, que está constituida
por una capa delgada de fibras musculares; y la mucosa, formada por un epitelio de
una sola capa que recubre un tejido conjuntivo denominado lámina propia. Es a nivel
de la mucosa donde se ubican los principales mecanismos que controlan la absorción
del agua y los electrólitos4 (fig. 1).
FIG. 1. Estructura de las capas del intestino delgado y del intestino grueso.
El intestino posee una superficie de absorción que se multiplica por varios sistemas:
las válvulas conniventes, las vellosidades y las microvellosidades.
La mucosa es una membrana completa formada por una capa luminal, el epitelio
basal y capilares sanguíneos; sin embargo, se le considera como una membrana con
poros pequeños cargados de líquido, a través de los cuales pasan agua, iones y
solutos.4,8,11,12
Causas
Existen muchas causas que originan la diarrea. Sin embargo, la más común
es la gastroenteritisvírica epidémica, muy frecuente en niños.
Otras situaciones que pueden propiciar la enfermedad son la ingesta de
determinados alimentos o agua que contienen determinados tipos de
bacterias que provocan la diarrea y así como intoxicaciones alimentarias.
Además, algunos medicamentos, como antibióticos, fármacos
quimioterápicos o laxantes con magnesio pueden causar diarrea como
efecto secundario.
Por último, está vinculada a una serie de patologías como las
enfermedades inflamatorias del intestino, principalmente como son la colitis
ulcerosa y la enfermedad de Crohn; la insuficiencia del páncreas o
el síndrome del intestino irritable o la ansiedad y situaciones
estresantes, entre otras.
Síntomas
Aunque el hecho fundamental es el aumento en el número de deposiciones
y la disminución de la consistencia, no es infrecuente que se asocien otros
síntomas como la presencia defiebre, intolerancia a la comida
acompañada de náuseas y vómitos y dolor abdominal. Si la diarrea es
muy cuantiosa puede aparecer deshidratación por pérdida excesiva de
líquidos.
Prevención
Hay dos tipos de diarrea que se pueden prevenir:
Comer verduras y frutas que se puedan pelar. Además, conviene que esos
productos los pele usted mismo.
Etiología
Normalmente, el intestino delgado y el colon absorben el 99% del líquido
resultante de la ingesta oral y de las secreciones del tubo digestivo: una
carga total de líquidos de alrededor de 9-10 L diarios. Por lo tanto, aun
prequeñas reducciones (es decir, 1%) de la absorción intestinal de agua o
aumentos de secreción pueden incrementar lo suficiente el contenido de
agua como para provocar una diarrea.
CUIDADOS DE LA ENFERMERÍA :