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1.1. Definición
Se puede deducir que si el desplazamiento se hace en línea recta y sin retorno (en una
sola dirección y sentido), la rapidez y la velocidad son la misma cosa. Si los
desplazamientos se hacen en ida y vuelta, teóricamente, según la definición de la Física,
el valor de la velocidad será muy distinto al de la rapidez. Esta distinción, según los
casos, puede no tener importancia en el deporte o tener un significado práctico: un
jugador puede ser muy rápido moviéndose (cambios de dirección, aceleraciones,
paradas, fintas...) pero no avanzar en la dirección de la puerta contraria, es decir, su
rapidez es muy alta pero su velocidad muy baja, pues tarda mucho tiempo en llegar a su
destino, en desplazarse (cambiar de posición) a la puerta contraria. Sin embargo, no
tendrá mucho significado en el caso de que un nadador recorra dos veces una piscina de
50m en muy poco tiempo: en la práctica será lo mismo decir que es muy rápido que
decir que es muy veloz, aunque su desplazamiento haya sido cero.
Dentro del tiempo de reacción (tiempo desde que se produce el estímulo hasta que se
inicia el movimiento) se distingue el tiempo de reacción ante estímulos y decisiones
simples y ante estímulos y decisiones complejos. El primero es poco o nada modificable
y presenta poca o nula relación con el rendimiento, pero el segundo tiene un margen de
mejora mayor y sí es objeto de entrenamiento, por lo que puede influir en el resultado.
La rapidez y la velocidad no tienen que presentar una relación importante, y, por ello, la
"rapidez" –como se está considerando en el deporte– no es un buen predictor de la
velocidad. La frecuencia de movimiento de la mano no es un predictor de la velocidad
que puede alcanzar un ciclista (Verkhoshansky, 2002), y la velocidad máxima (punta de
velocidad) no garantiza la "rapidez" y viceversa (Dintiman y col., 1998).
El resultado final de una acción motriz que se mide por la velocidad depende de los
rendimientos parciales obtenidos en las distintas fases de la manifestación de la misma.
Estas fases están en relación con las características de las condiciones en la que se
manifiesta la velocidad. Así, en la expresión más completa de la velocidad siempre se
darán cuatro fases: fases de reacción, de aceleración, de máxima velocidad y de pérdida
de velocidad. Al incluir la fase de pérdida de velocidad estamos introduciendo el factor
"resistencia" dentro de la velocidad. En algunas definiciones, la velocidad en sentido
estricto se relaciona con acciones motrices que no están limitadas por el cansancio, pero
esto sólo se daría cuando la velocidad se expresa en las "condiciones" propias de la
"rapidez". Por tanto, en las "acciones explosivas", típicas de la "rapidez", como los
lanzamientos y los golpeos, no estarían representadas todas estas fases.
Fase de reacción
Fase de aceleración
En los movimientos acíclicos que se realizan una sola vez, con amplios intervalos de
recuperación entre ellos, la duración de la velocidad máxima se reduce a un instante. En
estos casos, la reducción de la velocidad máxima no se produce por cansancio, sino por
la desaceleración propia que caracteriza a cualquier movimiento explosivo acíclico,
debida en parte a la menor posibilidad de aplicar fuerza cuando aumenta la velocidad, y
Hay razones para creer que la velocidad máxima de acortamiento del músculo expresa
la máxima tasa de formación de ciclos de puentes cruzados (ciclos de formación y
liberación de los puentes cruzados en la unidad de tiempo) (Edman, 1992). Si la
velocidad máxima representa la máxima velocidad a la cual pueden producirse los
ciclos de puentes cruzados, se puede sugerir que la velocidad es independiente del
número de puentes cruzados. Esta sugerencia se ha podido comp robar
experimentalmente al medir la velocidad de acortamiento de distintas fibras a diferente
longitud de las sarcómeras –y, por tanto, con distinto número de puentes cruzados
formados–, comprobándose que la velocidad con cualquiera de las fibras se mantiene
constante (cada fibra a su velocidad, según el tipo de fibra) a todas las longitudes de la
sarcómera, desde 1,7 a 2,7 µm. La capacidad para producir puentes cruzados a mayor o
menor velocidad depende, a su vez, de factores genéticos (tipo de miosina de las
sarcómeras) y de la actividad de la enzima ATPasa para hidrolizar ATP.
Por tanto, si la resistencia es muy pequeña o nula, la fuerza máxima del individuo no
tiene influencia en la velocidad, por el contrario, la velocidad dependerá en mayor
medida de la fuerza aplicada cuanto mayor sea la resistencia externa que hay que
superar. En la figura 1.1 se puede apreciar gráficamente el grado de relación
aproximada entre la velocidad absoluta (Vabs) o máxima velocidad de acortamiento en
ausencia de resistencia externa y el pico máximo de fuerza isométrica (PMFI) y la
100
Varianza explicada (r2 )
80
60
40
20
0 20 40 60 80 100
Resistencias (% del PMFI)
Figura 1.1.- Relación entre Vabs y Velocidad con resistencias (línea de puntos), y entre PMFI y
Velocidad con resistencias (línea continua). La relación entre la velocidad con resistencias del 80% y la
Vabs es nula. Con resistencias del 15% la varianza común ya es del 50% aproximadamente, y sigue
aumentando hasta que la resistencia es cero. La relación entre el PMFI y la velocidad sin resistencia es
prácticamente nula, llegando en la práctica a ser negativa pero con valores de correlación no
significativos. Con resistencias superiores al 60% el PMFI ya empieza a explicar el 50% de la velocidad
tendencia que presentan. La relación entre la Vabs y la velocidad con los distintos
porcentajes del PMFI es mayor cuanto menor es la resistencia. Sólo la velocidad con
resistencias inferiores al 20% del PMFI presenta una relación notable con la Vabs. Con
estas resistencias la velocidad depende en mayor medida de la fuerza inicial y de la
velocidad absoluta. La relación entre el PMFI y la velocidad con resistencias es mayor
cuanto mayor es la resistencia. A partir del 60% del PMFI la relación empieza a ser
importante, y a partir del 70% la relación aumenta de manera lineal. En estos casos la
velocidad depende de la fuerza de aceleración y del PMFI.
Por tanto, los valores de velocidad máxima dependen en gran medida de factores
genéticos, luego la mejora de la velocidad no se puede abordar con el objetivo de que
aumente la velocidad intrínseca de acortamiento del músculo, sino con el objetivo de
que mejoren la fuerza explosiva o producción de fuerza en la unidad de tiempo, el pico
máximo de fuerza aplicado y la coordinación intermuscular (técnica), la cual incluye la
relajación, que permite una mejor aplicación de la fue rza.
La fatiga se manifiesta por una reducción del pico de fuerza manifestado y, sobre todo,
por la velocidad con la que se produce ese pico (fuerza explosiva), así como por un
aumento del tiempo de relajación. La fatiga no sólo afecta a la capacidad del músculo
para producir fuerza, sino que reduce la velocidad de acortamiento del mismo (Edman,
1992): cuando aumenta la fatiga no sólo se reduce el pico de fuerza, sino la máxima
velocidad de acortamiento. Esto viene a indicar que el músculo fatigado implica unos
cambios en la propiedades cinéticas de los puentes cruzados. Se ha observado que la
rigidez muscular es poco afectada por la fatiga. Este hecho, según Edman (1992),
sugiere que el déficit de fuerza producido durante la fatiga es sólo parcialmente debido a
una disminución del número de puentes cruzados, y que la mayor proporción de la
pérdida de fuerza es atribuible a una reducción de la fuerza producida por cada puente
cruzado individualmente.
Según lo que hemos expuesto, se puede hacer una clasificación de las expresiones de
velocidad que pueden ayudar a su estudio, evaluación y entrenamiento. Presentamos
una clasificación sencilla atendiendo a los siguientes criterios: según la carga externa a
superar, según el tipo de movimiento y según las fases. Las distintas expresiones de
velocidad que proponemos están relacionadas entre sí, y representan distintas formas de
expresión de la "rapidez" y la "velocidad".
- Velocidad acíclica:
Engloba principalmente gestos que expresan "rapidez". La "rapidez" de
ejecución está en función de la resistencia externa a vencer
- Velocidad cíclica:
Está relacionada con la frecuencia de movimientos. En ella influyen de
manera especial la coordinación/relajación en la ejecución de los
movimientos
- Velocidad combinada:
En ella se dan fases de gestos acíclicos y cíclicos. Expresa claramente
acciones de "rapidez" y de "velocidad". Se puede dar en especialidades
con técnica cerrada como los saltos y con técnica abierta como los
deportes colectivos.
Ver las
respuestas
En las páginas anteriores hemos ido comentando algunos de los factores que están
relacionados con la velocidad y que determinan sus características y, por tanto, el tipo
de entrenamiento que se deba utilizarse para su desarrollo. En este capítulo
comentamos tanto los factores determinantes como los efectos de tipo fisiológico que
están en la base de la manifestación de la velocidad.
La constitución
La técnica
Factores musculares
Y, por tanto, la velocidad está determinada por todos estos factores de tipo estructural y
neural, que, como condicionantes previos, unos deben estar presentes cuando el sujeto
decide dedicarse a la velocidad y otros habrá que estimularlos para alcanzar el
desarrollo óptimo de los mismos antes de obtener los máximos resultados en velocidad.
Otros condicionantes
Todos los condicionantes descritos hasta ahora adquieren mayor o menor relevancia en
función de algunas característica o situaciones externas, que hemos descrito al hacer la
clasificación de las expresiones de velocidad. Estas situaciones pueden ser:
En este apartado vamos a tratar de resumir lo que ocurre en el organismo desde el punto
de vista cardiorrespiratorio, metabólico, hormonal y mecánico en esfuerzos que
consideramos como de velocidad de desplazamiento. En todos ellos hay también un
componente de resistencia, pero sus características determinantes y sus adaptaciones
funcionales dependen fundamentalmente de mecanismos relacionados con la velocidad.
También se indicarán los principales factores limitantes en cada uno de estos esfuerzos.
En el músculo hay solamente tres sustratos que producen energía rápidamente sin
necesidad de utilizar el oxígeno: el ATP, la CP (fosfocreatina) y el glucógeno. Por tanto,
desde un punto de vista teórico, los sustratos que se deberían utilizar durante un
ejercicio realizado a la máxima intensidad posible durante menos de 15 segundos de
duración son el ATP, que se hidroliza casi instantáneamente, y que puede proporcionar
energía durante 1-3 segundos, la CP, que se utiliza especialmente en los primeros
segundos de ejercicio, y puede proporcionar energía durante unos 5 segundos cuando el
esfuerzo es de máxima intensidad, y la glucólisis anaeróbica.
En un trabajo realizado con siete atletas de la selección finlandesa de alto nivel que
corren 100 metros lisos (rango de marca:10.68-10.94), se estudió cuál era la evolución
de las concentraciones musculares de ATP y CP y de las concentraciones musculares y
sanguíneas de lactato cuando corrían en días distintos, en pista cubierta y a máxima
velocidad, distancias de 40, 60, 80 y 100 metros. Antes de cada carrera los atletas
realizaban su calentamiento habitual previo a la competición. Además, se midió con
células fotoeléctricas el tiempo realizado cada 10 metros de carrera.
Un hecho que llama la atención en este trabajo es que a los cinco minutos de terminar el
calentamiento e inmediatamente antes de comenzar la carrera a máxima velocidad, la
concentración muscular de CP había disminuido a la mitad respecto a los valores que
presentaba en reposo antes de comenzar el calentamiento. Esta situación de bajas
reservas musculares de CP inmediatamente antes de comenzar una carrera de 100
metros no parece que sea muy positiva para la marca deportiva si tenemos en cuenta que
durante la carrera de 100 metros se utilizan con prioridad las reservas de CP y que la
disminución de su utilización se acompaña de una disminución en la velocidad de
desplazamiento. En este sentido, sería razonable plantearse una adecuada dosificación
del calentamiento antes de esfuerzos de estas características.
En este mismo estudio, los investigadores dividieron a los siete atletas en dos grupos,
los tres más rápidos y los cuatro más lentos, para ver si existía una diferencia en la
utilización de substratos energéticos durante la carrera de 100 metros entre los dos
grupos. Los autores encontraron que los velocistas más rápidos utilizaban de manera
significativa más reservas de CP y de ATP durante la carrera. Estos resultados sugieren
que los velocistas más rápidos tuvieron mayor capacidad para utilizar rápida e
intensamente sus reservas de CP y de ATP, es decir, que presentaron una mayor
capacidad para producir energía rápidamente.
En este tipo de esfuerzos, a partir de los 40-60 metros hay una pérdida de velocidad, y,
por tanto, una manifestación de resistencia a la velocidad que tiene lugar por la pérdida
de la capacidad (reserva) de CP y por la capacidad (posibilidad) de producir
determinados valores de fuerza en la unidad de tiempo, lo cual es común y determinante
en la expresión de la velocidad en esfuerzos cíclicos en los que la prueba se prolonga de
manera continua después de alcanzar el pico máximo de velocidad del sujeto.
2.2.2. Características del ejercicio de tipo continuo cuya duración esté comprendida
entre 16” y 39”
Si comparamos los resultados de este estudio realizado con ciclistas de alto nivel con
estudios realizados con universitarios de bajo nivel deportivo, se observa que la
potencia media desarrollada durante los 30 segundos por los ciclistas (694 watios) fue
sólo ligeramente superior a la desarrollada por los universitarios (660). Sin embargo, la
utilización de los substratos musculares fue distinta porque en los universitarios se
encontró una mayor depleción de CP y de glucógeno y una mayor concentración de
lactato muscular que en los ciclistas. La razón de estas diferencias puede estar en que la
participación relativa del metabolismo aeróbico en la producción de energía en este
ejercicio es superior en los ciclistas de alto nivel (sobre todo en pruebas de larga
duración) que en los universitarios practicantes de deporte de modo lúdico. Ello se debe
a que los ciclistas de alto nivel tienen valores muy elevados de VO2 máx.. Por dicho
motivo los ciclistas utilizarían menos sustratos como la CP y producirían menos lactato
que los universitarios.
En el estudio realizado con ciclistas de alto nivel, la intensidad relativa del ejercicio de
30 segundos en bicicleta fue cercana al 196% de VO 2 max., mientras que la
participación del metabolismo aeróbico en la producción total de energía fue del 28%.
Las diferencias encontradas por los diferentes autores pueden ser debidas a que los
sujetos evaluados practicaban diferentes deportes, tenían diferente nivel deportivo o a
que el método de medida de la participación aeróbica fue diferente entre los diferentes
laboratorios.
En el estudio realizado con seis ciclistas de alto nivel australianos –sobre bicicleta
ergométrica a la máxima intensidad posible durante 30 segundos–, los autores
encontraron que el consumo de oxígeno real medido durante los 30 segundos del
ejercicio fue del 54% del consumo máximo de oxígeno, y la frecuencia cardíaca media
al final del ejercicio fue cercana a 180 latidos por segundo. Este valor fue inferior a la
frecuencia cardíaca máxima alcanzada en una prueba progresiva para determinar el VO 2
max., que fue cercana a 200 latidos por minuto.
Factores endocrinológicos.
Factores mecánicos
Las reservas musculares de ATP, que habían disminuido un 30% durante el ejercicio, no
se recuperaron después de 6 minutos de recuperación. Algunos autores han encontrado
que estas reservas pueden tardar varios días en recuperarse, especialmente cuando se
realizan entrenamientos de series muy intensas con poca recuperación. Por ejemplo, se
ha encontrado que tres días después de haber acabado un período de entrenamiento de
series de alta intensidad (siete semanas de entrenamiento, tres días por semana, diez
series de 30 segundos a máxima intensidad con 3-4 minutos de reposo), la
concentración muscular de ATP en reposo había disminuido significativamente un 19%.
Estos hallazgos son muy interesantes porque permiten sospechar que los entrenamientos
que incluyen series repetidas de intensidad máxima con poca duración pueden necesitar
varios días para recuperar sus reservas de ATP.
Si para una misma marca deportiva, un sujeto presenta valores más bajos de amonio de
lo que acostumbra, la interpretación que se puede dar es que no ha activado totalmente
la vía metabólica de los fosfágenos y que sus reservas musculares de CP no se han
utilizado completamente. En ese caso, es probable que el entrenamiento debería incidir
sobre la activación de esta vía metabólica y sobre la mejora de la fuerza explosiva. Si,
por el contrario, para una misma marca deportiva un sujeto presenta valores más altos
que lo que acostumbra, la interpretación sería que ha activado excesivamente esta vía
metabólica y que probablemente se ha producido una gran depleción de las reservas
musculares de CP. En ese caso, es probable que se deba incidir en intentar alcanzar
reservas elevadas de fosfocreatina antes de comenzar la competición, aumentando los
días de recuperación entre sesiones de entrenamiento muy intensas, disminuyendo la
intensidad o el número de sesiones de entrenamiento en que se produzca una gran
estimulación de esta vía metabólica o revisando el protocolo más adecuado de
calentamiento, así como mejorar aspectos relacionados con la técnica, la táctica o la
economía de la carrera.
En las tablas 2.1 y 2.2 se presenta un resumen de las principales características de los
tipos de esfuerzos estudiados.
Tabla 2.2. Cuadro esquemático de las características de los ejercicios (continuación) (Gorostiaga e Ibáñez, 1997)
Tipo de ejercicio CP muscular Glucógeno muscular (contribución) Cortis ol (nmol/l) Aeróbico (%) Anaeróbico (%) % VO2 máx.
(contribución)
Anaeróbico Aeróbico
<15” 42 42 15 700 15 85 85
16” – 39” 18 47 35 750 35 65 65
Valores normales de reposo: cortisol: 276-550 nmol/l a las 8 de la mañana, y cerca de 276 nmol/l a las 8 de la tarde).
1. Indica los principales factores de tipo estructural y neural de los que depende la
velocidad.
2. ¿Si para una misma marca deportiva, un sujeto presenta valores más bajos de
amonio de lo que acostumbra, que interpretación se le puede dar y qué decisiones
tomarías?
3. ¿Si para una misma marca deportiva un sujeto presenta valores más altos de amonio
de los que acostumbra, qué interpretación se le puede dar y qué decisiones tomarías?
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respuestas
§ En ejercicios de entrenamiento
§ En deportes fundamentalmente acíclicos
§ En deportes de técnica combinada
§ En deportes de combate
§ Fuerza máxima:
- Sentadilla:
- CE: de 8 (16) a 3 (5-6). Porcentajes de 1RM orientativos: 60-85% de
1RM
- Repeticiones por serie : 3-8
- Series con el máximo peso: 3-4
- Press de banca:
- CE: de 8 (pesos ligeros) a 4 (8). Porcentajes de 1RM orientativos: 50-
80% de 1RM
- Repeticiones por serie: 4-8
- Series con el máximo peso: 3-4
§ Fortalecimiento general:
- Ejercicios compensatorios y específicos para el fortalecimiento del resto de
grupos musculares. Se hará hincapié en ejercicios de tríceps y el gesto de
remate (pullover), pero con pesos ligeros.
§ Fuerza máxima:
- Sentadilla:
- CE: de 8 (peso muy ligero) a 4 (7-8). Porcentajes de 1RM orientativos:
50-80% de 1RM
- Repeticiones por serie : 4-8
- Series con el máximo peso: 3-4
§ Fortalecimiento general:
- Ejercicios compensatorios y específicos para el fortalecimiento del resto de
grupos musculares: CE: 8 (pesos ligeros) a 4 (8). Porcentajes orientativos:
50-80% de 1RM.
§ Fuerza máxima:
- Sentadilla:
- CE: de 8 (12) a 2 (3-4). Porcentajes de 1RM orientativos: 70-90% de
1RM
- Repeticiones por serie : 2-8
- Series con el máximo peso: 3-4
- Press de banca:
- CE: de 8 (12) a 2 (3-4). Porcentajes de 1RM orientativos: 70-90% de
1RM
- Repeticiones por serie : 3-8
- Series con el máximo peso: 3-4
- Remo horizontal:
- CE: de 8 (12) a 2 (3-4). Porcentajes de 1RM orientativos: 70-90% de
1RM
- Repeticiones por serie : 3-8
- Series con el máximo peso: 3-4
- Fondos a una pierna:
- 3-5 series con 10-15 kg
§ Fortalecimiento general:
Ejercicios compensatorios y específicos para el fortale cimiento del resto de grupos
musculares: CE: 8 (16) a 3 (5-6). Porcentajes orientativos: 60-85% de 1RM.
§ Fuerza máxima:
- Sentadilla:
- CE: de 8 (12) a 2 (3-4). Porcentajes de 1RM orientativos: 70-90% de
1RM
- Repeticiones por serie : 2-8
- Series con el máximo peso: 3-4
Dado el carácter más específico de velocidad que tienen estas especialidades, ya que se
denominan propiamente “especialidades de velocidad”, vamos a añadir algunas
consideraciones específicas relacionadas con los ejercicios más específicos (la propia
carrera) para el desarrollo de la velocidad cíclica.
Los tiempos de reacción ante estímulos complejos sólo se pueden entrenar a través de la
propia práctica de juego. Cabe la posibilidad de crear situaciones de juego de mayor
complejidad que las que se puedan presentar en la práctica: crear varios centros de
atención, acelerar los movimientos, modificar intencionadamente las acciones, intentar
introducir diferentes y nuevas formas de engaño, y, sobre todo, estudiar a los equipos y
jugadores contrarios.
Entrenamiento de la aceleración
§ Progresiones. Desde 80-100 metros. En los últimos 10-20 metros del recorrido la
velocidad debe ser máxima. Entre 4 y 6 repeticiones por entrenamiento sería un
volumen adecuado. Se siguen las mismas indicaciones que en el ejercicio anterior
con respecto a las pausas.
§ Series progresivas. Se trata de hacer una distancia fija a mayor velocidad en cada
una de las repeticiones. A las tres o cuatro repeticiones, la velocidad ha de ser la
máxima. Se puede hacer varias series. La distancia puede ser de 60m, y las
intensidades de carrera pueden oscilar entre el 80 y el 100% de la velocidad
máxima.
Para entrenar la máxima velocidad hay que alcanzar valores máximos de velocidad
durante los tiempos que se corresponden con la prueba de competición. Se suelen
utilizar los siguientes ejercicios:
Otros ejercicios que se pueden llamar de fuerza específica, como los citados en el
ejemplo global que hemos dado para el entrenamiento de la “velocidad cíclica”: saltos
de varios tipos, los arrastres, las cuestas, los ejercicios con chalecos, y otros que
estimulan la frecuencia de movimientos (zancadas) como los ejercicios facilitadores del
desplazamiento, constituyen toda una serie de posibilidades para mejorar la fuerza
específica o fuerza útil (aplicada en el gesto de competición) y mejorar componentes de
la carrera como la longitud y frecuencia de zancada.
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Velocidad y lanzamientos
A través de los lanzamientos se puede hacer una estimación de la potencia global del
sujeto. Su aplicación y significado será muy diferente según la especialidad del sujeto.
Una mejora de los lanzamientos siempre puede considerarse como positivo en la
evaluación de los sujetos que tienen que rendir en velocidad y potencia, pero su validez
como indicador de la mejora de la condición física específica hay que analizarla en cada
especialidad. Por ejemplo, un tensita puede haber mejorado su lanzamiento hacia atrás
por encima de la cabeza, lo cual se puede considerar positivo como expresión general de
su potencia, pero la influencia de esta mejora en la potencia del golpeo no se puede
asegurar. La relación entre los cambios producidos en los lanzamientos y la mejora del
rendimiento específico queda pendiente de confirmar en cada especialidad deportiva.
Por último, en la valoración del significado de los cambios en los lanzamientos habrá
que considerar siempre los cambios en el peso corporal, así como los cambios en la
estatura cuando los sujetos son jóvenes.
Velocidad y aceleración
Velocidad máxima
La velocidad máxima –en carrera– hay que medirla en espacios muy reducidos, ya que
ésta no se puede mantener durante mucho tiempo. La prueba se realiza con una fase de
aceleración previa, al final de la cual se supone que el sujeto alcanza el valor máximo de
velocidad o está muy próximo a él. A partir de ahí, se supone que se alcanza la
velocidad máxima y que se mantiene unos 10m. La distancia de aceleración es muy
importante, no debe ser necesariamente la misma para todos, se puede acoplar a las
características de los sujetos. A mayor estatura, la distancia de aceleración generalmente
deberá ser mayor. En los sujetos más explosivos y de miembros más cortos, la distancia
habría que reducirla. La medición de la máxima velocidad se puede alargar hasta los
20m, pudiéndose medir los tiempos (velocidades) parciales en diez metros o en
distancia menores, o incluso, mejor aún, se podría medir la velocidad de manera
continua a través, por ejemplo, de una medición con láser. Cuanto mayor sea la
resolución de la medida (más frecuente), más información se puede obtener. Si se mide
de manera constante, se puede determinar el pico máximo de velocidad, el tiempo que
se mantiene este pico y las pérdidas durante el tiempo de medición, si es que se han
producido. Para asegurarnos de que realmente se ha medido la velocidad máxima,
durante el tiempo de medición debería registrarse un aumento de la velocidad y una
reducción o al menos un mantenimiento de la misma.
Tiempo de reacción
Resistencia a la velocidad
La velocidad específica
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