PROFESORA: SAYDI GABRIELA CEBALLOS GARRIDO ALUMNO: EDGAR MORALES DE LOS SANTOS
VALLADOLID, YUCATAN A 30 DE ABRIL DEL 2019
EL NUEVO ENTORNO ADMINISTRATIVO Con la entrada de este siglo XXI, las Organizaciones han tenido que cambiar su forma de proceder y comportarse, y adaptarse a cambios profundos en el entorno (interno y externo), siempre en constante adaptación. Asumimos ya como un hecho irrefutable que hemos aterrizado para quedarnos en una era de la tecnología y de la información-comunicación de carácter globalizador. El conocimiento, el talento y la competitividad son constructos asociados a la nueva era. Estos constructos son adyacentes a las personas. La clave está en las personas. En la gestión de las personas y en sus relaciones de equipo, de grupo e interpersonales. Su capacidad de establecer alianzas, con habilidades sociales necesarias para ello, y su capacidad de alcanzar conocimiento de las nuevas tecnologías que dejarán atrás definitivamente una etapa más centrada en la administración de carácter más rígido o estático. La apuesta humanista cobra vital importancia. Los gerentes-ejecutivos o la alta dirección de esta nueva era tienen casi la obligación de anticiparse a los cambios que la tecnología va introduciendo, por ello ya no es tan necesario saber qué hacemos, sino qué vamos a hacer, elemento de pensamiento estratégico clave en la Organización. En una era donde la competitividad, la calidad y la mejora continua son referentes inevitables, la tecnología brinda oportunidades que no debemos dejar pasar, y es en relación a la situación del mercado en base a la cual nos diferenciaremos o no, según la utilización y el conocimiento y anticipación que de la tecnología podamos hacer. Desde la perspectiva del mercado actual, los líderes con mando directivo debemos poseer capacidad de creatividad casi inmediata para innovar constantemente, marcando así diferencias con nuestros competidores. En este punto, la reflexión invita a citar el concepto de Responsabilidad Social Empresarial como elemento también a tener en cuenta. La competencia desleal, el conseguir el fin a base de medios poco lícitos, o que lesionen los derechos y oportunidades de los demás no es lo más ajustado. Hoy, donde todo prima para conseguir los fines, es cuando más importante es la apuesta por un concepto humanista y sacrificador, de visión compartida en nuestro sector, o en el sector donde se ubique nuestra productividad, de cooperativismo en búsqueda de fines comunes que satisfagan a todas las Organizaciones y por ende a los clientes. Para ello el conocimiento del entorno se antoja vital y transcendental, el sentido de pertenencia visible a un entorno y el sentido de identidad colectiva suponen un avance básico sobre el que soportar parte de la sostenibilidad y creencia cultural. La capacidad de convertir amenazas en mejoras y de ser agentes facilitadores del cambio posiciona al liderazgo en una situación de realidad y futuro. ¿Hacia dónde vamos, qué camino escogemos? Al final, son las personas las que hacen o no que la adaptación al nuevo siglo sea una realidad.