Sei sulla pagina 1di 3

ENSAYO: LOS AGRONEGOCIOS DESDE LO LOCAL COMO ESTRATEGIA DE DESARROLLO Y

DISMINCION DE LA POBREZA DEL CAMPO CAMPESIONO COLOMBIANO. ¿ ES UNA POLITICA CON UN


VERDADERO ACCESO A LA POBLACION RURAL?

El campo colombiano siempre ha sido bandera para la clase política, y en las campañas siempre
suena las propuestas de cambios y expectativas para mejorar la condición del trabajo rural, siendo
emotivo para los electores cada cuatro años a nivel nacional, lo cual se repiten a los dos años cuando
son las elecciones de alcaldes y gobernadores. Desde el Concejal de un municipio pequeño hasta el
presidente de la republica, ofrecen propuestas para mejorar la condición de vida rural y la
rentabilidad del sector agropecuario. Desde mi experiencia con el sector rural, especialmente
desde el sector público, con ejercicios conjuntos con el sector privado, he visto muchos cambios
pero muy pocos avances de impacto en la solución de la problemática rural.

Las políticas siempre se han visto diseñadas desde el orden nacional y su visión es darle aplicación
para generar resultados de impacto nacional; sin embargo entre la concepción o la adaptación al
caso colombiano, surgen dificultades de apropiación y adopción en lo local, pues la medidas no
tocan el problema central del sector agropecuario; sino que su implementación depende de criterios
y exigencias basadas en modelos ideales, desconociendo la realidad de tenencia de la tierra, cultura
empresarial, costos inapropiados que impiden la competitividad, normas de crédito muy cerradas,
y condiciones de mercados con competencia bajo sistemas de monopolio o de mercados
imperfectos.

Desde los inicios de mis interacciones profesionales con el sector rural he observado, esto es desde
los comienzos de la década del 90, unos instrumentos y herramientas de gestión pública del sector
agropecuario literariamente bien intencionados, los cuales los cuales se visionan para proveer
inversión para el sector campesino, definiendo parámetros tales como tamaño del productor,
basado en el monto de activos, en el tamaño de la UAF, entre otras. De su aplicacación se desprende
el monto para créditos, subsidios, apoyos en asistencia técnica, y acceso a las tortuosas
convocatorias tales como las alianzas productivas, cargadas de procedimientos y requisitos que vale
más la asesoría y la consultoría para su formulación que el recurso económico apropiado al
productor. En este sentido a pesar de la oferta institucional para el pequeño productor, el modelo
con los que estamos trabajando no refleja los resultados esperarados, pues desde entonces el
modelo de asistencia técnica, para colocar un ejemplo, ha sufrido variaciones en busca de excelencia
y lo que ha pasado es complicarlo más.

Los presupuestos propuestos a través de las diferentes entidades del sector, aparentemente son
grandes, pero las inversiones a ejecutar son mínimas comparadas con los demás sectores, pues el
funcionamiento normal de las entidades consume gran parte de los recursos apropiados por el
gobierno. Cuando promueven inversiones, estos se dan vía subsidios o incentivos, sin masificar
una estrategia que promueva el crecimiento y el desarrollo, sino que va dirigido al sostenimiento
meramente estático de un sector. En estos casos pueden existir las políticas pero con deficiente
apropiación de recursos, caso por ejemplo el de Asistencia Técnica, donde desde sus inicios se hizo
vía proyectos de cofinanciación a través del Fondo DRI, y posteriormente se exigió a los municipios
asumir la carga laboral y prestaciones de personal de las antiguas UMATAs; pero a persa de ser una
política bien intencionada no se valoró la capacidad financiera de las entidades territoriales para
sostener dicho gasto.

Otro componente que podría ser de gran apoyo para el desarrollo rural tiene que ver con la
fortaleza y consistencia de los gremios, pues aunque existen las evidencias y las experiencias de
sectores tradicionales como el café, el arroz, el ganadero, constantemente vemos que
periódicamente se desatan crisis debido a diferentes factores relacionados con el precio, el costo de
producción, la mismas corrientes políticas, entre otras. En estos casos debemos analizar cuál será la
pertinencia o no de las organizaciones fundadas alrededor de un producto o sistema productivo, si
se convierten en una captadora de impuestos de parafiscales o ejecutoras del gobierno en beneficio
no tan democrático para los agremiados.

Al contar con gremios sólidos supondría que la acción del gobierno tendría a ser mínima, pues este
sería un grado de madurez que llevaría a los sectores a proyectarse en el futuro, de manera
sostenible y a sortear los altibajos del mercado, pero según nuestra lectura, vemos que hoy en día
son débiles los gremios tanto como los agremiados, entonces existe la idea fundamental, que es que
deben existir gremios para organizar, fortalecer, hacer alianzas, diluir costos mediante estrategias
socioeconómicas de economía de escala, pero no cumplen su función principal fortalecerse y luego
fortalecer sus aliados estratégicos; más bien se convierten en otra carga para el productor, siendo
muy poco eficiente en sus obligaciones como organización para llevar los resultados esperados a
nivel del productor, quien es el objeto principal de su objeto social.

Institucionalmente la prestación de los servicios sociales hacia los agremiados se vuelve más
eficiente, tal como es el caso que demuestra independencia y buenos resultados, por lo menos no
se escucha una tendencia de deslegitimar. Este sería el caso de Fedepalma, quien a partir de
esfuerzo se pude tener su propio instituto de investigación, como lo es CENIPALMA. Este sector
aunque tiene vulnerabilidades se observa que ya tienen la capacidad de incrementar estrategias de
defensa del productor mediante mecanismos de control diseñados desde lo económico para
resolver problemas de producción; aunque no llegue a solucionar lo critico de la base social como
es la mano de obra trabajadora, que en muchos casos vive con bajos salarios y condiciones sociales
marginales de vivienda y educación.

Para analizar otro ejemplo de una institución aparentemente fuerte pero con base gremial de sus
afiliados cada día mas vulnerable a condiciones de competitividad, este caso corresponde al de
Fedearroz, donde a partir de los años aunque también ha generado base científica y tecnológica,
con variedades, tecnología de siembras, etc, no ha innovado en el respaldo al productor, con
consecuencias de crisis permanentes del precio de venta y los altos costos de producción, es decir,
es buena en lo técnico, pero deficiente en el soporte financiero y económico del sector. De manera
presuntiva se podría decir que no es influyente en la concertación y la fijación de políticas agrarias
que favorezcan al sector productivo. Una crítica a estos modelos de organización tiene que ver con
el liderazgo de sus propios representantes, pues pareciera que el tiempo los convirtiera en dueños
del capital social y aliados a intereses de ciertos grupos, para mantener el poder, a través de sus
respectivas juntas, convirtiéndose en procesos de bajo empoderamiento.

Potrebbero piacerti anche