Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
ACADEMIA WASHINGTON
El pintor de un sueño
5to. Grado A
-4-
Dedicatoria
Dedicado a mis padres Gladys y Carlos, que me ayudaron con las correcciones y
A mi hermana Ana Carel que está lejos, pero me estimula saber que ella pasó por
lo mismo que yo, ya que estudió en la Academia Washington y también realizó las
A mi país Venezuela, donde nací y he crecido todos estos años, un país hermoso
También gracias a mis maestras; Jesica Días, Raquel López, Gianna, Mónica
A las familias Hernández Millán y Arias Palomo, por ser mi familia y por el cariño
que me dan.
Gracias también al Sr. José, guía de El Panteón, y a todas las madres y maestras
que planificaron el paseo al Palacio Federal Legislativo, especialmente a Lucía Gallo por
su coordinación.
-5-
Prólogo
Este cuento me ha sorprendido, no solo por la imaginación de Camila al escribirlo
sino también por su capacidad para resumir, de una forma amena, los resultados de su
vida y época de un personaje como Tito Salas, he observado como Camila ha vivido una
Camila utiliza una visita que realizamos juntos al Panteón Nacional para recrear
su historia. De una forma inteligente, ambientada en los frescos de ese gran personaje,
hace de esa vida con la actual, y su percepción y espíritu de lucha ante la crisis que
luchar por un país mejor y todo lo que se puede hacer para conseguirlo aun siendo niños.
Mensaje que según sus propias palabras hay que asumirlo como un derecho, defenderlo
y ejercerlo.
Carlos Hernández Millán. Ing. Mec. / M.Sc. Prod. Eng./ Padre de Camila
-6-
Introducción
Este cuento es parte de una actividad llamada La Caracas de Antaño, que se
hace por tradición en mi colegio, la Academia Washington, todos los años en 5to grado
o “6th grade”.
esta etapa realizamos un fichero decorado, con todos los puntos desarrollados escritos
en fichas, y como segunda etapa escribimos este cuento, guiados por la profesora Jesica
Días, basados en esa investigación y en nuestra imaginación. Habrá una tercera etapa
Con este trabajo hemos aprendido a investigar, a ordenar nuestras ideas y hacer
través de la imaginación, este cuento. Hemos aprendido cómo debe contarse un cuento
compañeros, sobre muchos personajes que no sabíamos que existían, y que son
diferente.
Hasta ahora ha sido muy interesante y me ha gustado mucho visitar los lugares y
buscar en libros y revistas todo lo relacionado sobre Tito Salas. Me gusta el arte y la
historia y por eso lo escogí. Espero que les guste mi cuento El pintor de un sueño.
-7-
Contenido
Dedicatoria ................................................................................................................................................ - 5 -
Prólogo ...................................................................................................................................................... - 6 -
Introducción .............................................................................................................................................. - 4 -
Capítulo I El Encuentro .............................................................................................................................. - 9 -
Capítulo II El Paseo .................................................................................................................................. - 14 -
Capítulo III El Despertar........................................................................................................................... - 19 -
Capítulo IV La Obra.................................................................................................................................. - 23 -
Capítulo V “El Sueño” .............................................................................................................................. - 26 -
Anexos ..................................................................................................................................................... - 30 -
-8-
Capítulo I
El encuentro
-9-
Me encontraba dormida en mi cama plácidamente hasta que mi mamá me
despertó para ir al Panteón. Yo no quería ir, estaba muy cansada por haberme quedado
toda la noche viendo los premios Oscar. Para llegar al Panteón tuvimos que viajar una
hora en carro, yo me estaba aburriendo así que decidí dormir un rato. Desperté y le
pregunté a mis padres por dónde íbamos, y mi papá dijo que estábamos a punto de
llegar. Entre un grupo de gente que estaba haciendo fila, no sé para qué, vi unas pocas
para llegar. El Panteón, antes de ser un monumento donde reposan los restos de nuestro
héroe nacional Simón Bolívar, fue una iglesia, de tres naves y un altar, como eran las de
la época de la colonia que construyeron los españoles, ahora sigue teniendo esas
características, pero recientemente le anexaron otro edificio muy raro, que no tiene
ventanas, parece un ola, y hasta allá movieron los restos de El Libertador, algo forzado,
me pareció, también noté las casas un poco deterioradas, y me dio un poco de rabia
verlas en tal estado, pero seguí adelante, y mientras estaba caminando en las escaleras
había pozos de agua con algunas plantas acuáticas y miré unos segundos para ver si
había peces o renacuajos, pero no vi nada. Luego llegué a la Plaza del Panteón, donde
noté unos niños jugando con piedras, me preocupaba que una me alcanzara a mí o a
mis padres. Caminé unos pasos más y de pronto sentí un dolor insoportable y muy
pidiendo perdón, y otras culpando a un niño y estos diciendo que ellos no fueron. Me
levanté y dije que estaba bien, los niños y mis padres se aliviaron. Todavía me dolía un
poco, pero no tan fuerte como cuando me golpeó. Los policías alrededor junto con las
- 10 -
madres y padres de los niños se acercaron. Las madres pidieron perdón, y les dije que
estaba bien, y vi cómo los policías junto a las madres regañaban a los niños. Mi mamá
dijo - Los policías vieron como los niños estaban jugando con piedras y no les dijeron
nada - suspiró. – Sí, es verdad - dijo mi papá. –¿Te sientes lo suficientemente bien para
te quieres ir a casa está bien y volvemos mañana -. Yo le dije que estaba bien y que
podía seguir. Así fue, pero mientras entraba sentí un dolor punzante. Cuando entré traté
de olvidar lo que me había pasado viendo las obras y estatuas perfectamente talladas
en mármol. Quise mirar hacia arriba, pero cuando lo hacía dolía, simplemente lo ignoré
para poder ver el techo bellamente pintado por Tito Salas, el personaje que escogí para
mi proyecto de Caracas de antaño y la principal razón por la que estábamos aquí. Estaba
distraída con el dolor mirando una pintura de Bolívar y Humboldt en París. Me acerqué
a la esquina justo antes de entrar al antiguo altar del Libertador. Oí un sonido casi
giré la cabeza de nuevo. Esta vez vi un pasillo que no había visto antes, mis oídos
indicaban que lo que había escuchado provenía de ese pasillo. Mi conciencia batallaba
sobre si debía ir o no. Decidí ir a ver solo de reojo. Estaba ahí enfrente de un pasillo
oscuro, la curiosidad invadió mi cuerpo en cosa de segundos. Miré más cerca y vi una
puerta, decidí no irme sin ver lo que había. Entonces empecé a caminar en ese pasillo
aproximadamente. Sentí como una nueva aura desde que puse un pie en el pasillo,
también un olor a óleo, pero muy leve, yo había trabajado con óleo antes, en clase de
arte y tenía un olor muy singular. Llegué al final del pasillo, había dos puertas que
- 11 -
guiaban a cuartos, se veía que había luces prendidas. El sonido y el olor venía del único
cuarto iluminado. La puerta estaba casi cerrada, sólo había una delgada línea que dejaba
la luz pasar. Miré y vi un lienzo y una mano pintando un cielo. Un cielo crepuscular con
Miré hacia atrás para ver si veía a mis padres, pero no los vi, supuse que estaban
en la tumba de Simón Bolívar. Noté algo raro, ya no había pinturas en el techo como
antes, supuse que era porque estaba mareada. Luego me quedé como paralizada,
observándolo, hasta que vi un pincel que se le cayó de las manos a alguien. El pincel
rodó hasta tocar la punta de mis zapatos. El personaje se acercó a tomarlo y me miró,
Yo dije: - sí -
y abundante y ojos oscuros de mirada penetrante, su ropa no era como la que otros
usaban, parecía ropa de adulto, pero al fin y al cabo era un adolescente, como yo, y siguió
hablándome: - estoy intentando ganar una beca para ir a Francia a estudiar pintura -.
Yo le contesté, ya con más confianza: - bueno, eso suena difícil, pero no dudo de
Respondí sorprendida: - ¡Te habían dado una beca a los 12! ¡Y para Francia! -, y
agregué: ¿Dime…en que año estamos?, él me dijo: - 1900 - … entonces entendí que
- 12 -
Él con una risa amplia me contestó: - Sí, ahora tengo 14, pero el primer
ofrecimiento fue a los 12, por un cuadro que pinté que llamé La Fragua de Vulcano, sobre
era una batalla, le pregunté cómo se llamaba la obra y me dijo: - Se llama La Batalla de
La Victoria –
visto algo igual, era como si una película se hubiese quedado congelada, como cuando
presionamos el botón de “stop” y se pueden mirar las expresiones y las posiciones de los
cuerpos en movimiento.
- 13 -
Capítulo II
El paseo
- 14 -
Estuvimos conversando sobre la obra y el tiempo voló, sin percatarme de eso
salimos por el mismo pasillo y empezó a explicarme cómo su padre, que era fotógrafo,
lo había estimulado mucho con su visión de la belleza y el mundo, y así fue naciendo en
observar mi entorno, y así salimos a la calle…que ahora era distinta a la que había ya
recorrido antes. En realidad, todo era distinto menos el cielo. El cielo y la luz eran los
Ya en la calle vi niños jugando que me recordaron a los niños que antes me habían
golpeado jugando con piedras, pero estos jugaban con gurrufíos, metras, perinolas,
trompos, zarandas, y otros más lejos volaban papagayos. Por un segundo congelé esa
mente hubiese hecho ¡clic! y hubiera tomado una foto que sabía que recordaría. Dimos
unos en liqui-liqui, otros con sombreros y trajes como la imagen de José Gregorio
Hernández, las mujeres con faldas, ninguna en pantalón, todas muy amables y bien
peinadas. Entramos a un lugar que era como un café y había alguien tocando cuatro,
mientras una pareja bailaba con los trajes típicos que conocía y que usamos a veces en
actos del colegio, falda floreada y camisa blanca, y el varón en traje mas bien campesino
hambre y le dije que sí, entonces me invitó a comer donde una amiga que se llama María
Luisa Tovar, su mamá cocina muy bien y hace postres deliciosos. Caminamos por calles
- 15 -
abrieron y nos dejaron pasar como si viviéramos en ella. Al entrar a la casa atravesamos
el zaguán, un pasillo estrecho y alto, hasta otra puerta que al atravesarla daba a un patio
con aleros, rodeado de porrones con matas todas diferentes, ahí nos recibió una niña
muy simpática y nos llevó a la cocina, que estaba llena de ollas y envases, pero oí como
la señora que cocinaba las llamaba canarines y panas, seguimos hacia el comedor, y la
niña nos brindó de los postres que, según ella, había hecho su mamá, nos dijo - llegaron
a buen tiempo, coman lo que quieran, mis tíos se acaban de ir y esto fue lo que quedó -
. Había tantas opciones que no sabía qué escoger, ella iba diciendo, - aquí hay Zulú, La
Escogimos varios postres que colocamos en platos decorados con flores y nos sentamos
las misas y utilizaban palabras que nunca había oído, como pumpá y quinqué, que por
estas personas, solo hablaban de noticias políticas y chismes de la ciudad, Tito y yo nos
estábamos aburriendo y pedimos permiso para ir al jardín, María Luisa quien era una
bella niña, de contextura delgada, piel muy blanca, con pelo castaño y hermosos ojos
color avellana, risueña y serena, nos siguió, ella también estaba aburrida de la
estaba dormido, pero con nuestra charla lo despertamos, era blanco y naranja con ojos
patio, lo primero que oí fueron cacareos de pollitos que estaban con una gallina. María
Luisa me dijo: - ¿Quieres tocar uno?, - Yo dije: sí, y gentilmente tomó uno y me lo puso
- 16 -
en las manos con cuidado, devolví al polluelo a la cerquita en donde vivían. A unos pasos
había unos conejos comiendo pasto seco, ella nos preguntó si queríamos ir al establo y
Tito y yo respondimos que sí, nos dijo que los caballos eran de raza y que eran muy
costosos, pero como tenían un primo que los vendía, él les regaló tres. También había
dos ponys, y ella aclaró que eran suyos y que los caballos pertenecían a su padre. Nos
entretuvimos con los animales y sus explicaciones por un rato y pedimos permiso para
salir a la calle a pasear, dieron la excusa de que yo era extranjera y querían mostrarme
Caracas.
Caminamos unas cuantas cuadras y llegamos a una plaza con una estatua de
Bolívar a caballo, me imagine que se llamaba Bolívar porque sé que en cada ciudad de
Venezuela hay una. Me llamó la atención que había un señor con lo que parecía una
gran caja que parecía tomar fotografías a las personas al pasar, apuntó hacia nosotros,
hizo algunos arreglos y creo que disparó su cámara y nos tomó una foto. Más allá vi
una iglesia y cómo muchas personas venían caminando hacia ella acompañando un
ataúd hasta que entraron a la iglesia por la puerta lateral, esto me llamó la atención y
me pareció triste y distinto a como sé que hacen los funerales a los que han ido mis
respuesta, simplemente nos fuimos hacia un terreno vacío donde se estaban preparando
con unas sillas, que en realidad eran cajas de madera, y otras que hacían de tarima y
que hacían cubrir con un toldo de tela roja, nos asomamos a ver todo el trajín y salió un
personaje disfrazado de militar y una señora gorda y de piel oscura vestida con el traje
típico y un pañuelo amarrado en la cabeza, ellos nos dijeron que estaban acicalándose
- 17 -
para comenzar, enseguida pensé Bolívar y la Negra Matea…pero como no nos
La cabeza por momentos me daba vueltas, pero quería ver todo, y cada vez que
construirían su pesebre, cómo harían las montañas, la tierra, el puente, el tren, las
casitas, el cielo y la estrella, también comentaron lo emocionante que serían las misas
de gallo y las delicias que se comerían, (yo pensé, pero estamos a finales de octubre,
acabo de cumplir once). En realidad, no me daba tiempo pensar, todo lo que observaba
Volvimos a la casa de María Luisa y nos sentamos en el borde del patio central,
ahí me di cuenta de que ellos no sabían que yo no era parte de su tiempo, y por eso no
me preguntaban nada, asumían que yo era una niña más, quizás hija de una vecina.
Tito leyó mi cara y me preguntó: - ¿dónde vives? – yo no supe que decir y lo único
- 18 -
Capítulo III
El despertar
- 19 -
Me despedí diciéndoles solo adiós, y les dije que volvería otro día; sabía que no
los volvería a ver, pero eso no me preocupaba tanto, aunque sí me daba un poco de
tristeza; me preocupaba más cómo volvería a mi tiempo. Sí, era divertida y diferente esta
de algo grave como tuberculosis o cáncer, ya sabía que en esa época no existía la cura
para estas enfermedades, y ¿qué otras cosas podrían pasarme? (si no volvía al tiempo
donde vivo), el miedo era más grande que mi asombro. De repente me di cuenta lo sola
que estaba, no habría nadie para curarme, estaba destinada a una muerte joven casi
a epidemias mortales y otros peligros que en mi época tenían cura o solución. Ya quería
hacer el viaje de regreso y volver con mis padres, me sentía sola. Anhelaba volver con
mis amigos, deseaba ser libre y tener el futuro que había soñado, me pasó por la cabeza
que si me quedaba mi futuro era ser la posible cocinera y lavandera de un esposo, sí,
porque me di cuenta de que las mujeres estaban dentro de sus casas ocupadas solo de
cosas domésticas, la propia María Luisa había dicho que ella quería ser artista, pero que
no creía que la dejarían ir a estudiar a otros países sola, como a Tito, vi la tristeza en sus
ojos cuando lo dijo y no pude decirle que yo sí podía ser lo que quisiera.
Desperté con el ruido de mis perros que le estaban ladrando a una ardilla. Sentí
Todo estaba bien, había sido solo un sueño, pero tan real que no se parecía a los
costaba abrir los ojos, poco a poco me fui haciendo consciente de mí y de los detalles
de lo que había “soñado”, estaba todo registrado en mi memoria como si fuera una
película.
- 20 -
Me levanté, más bien, me senté al borde de la cama y miré por las ventanas de
mi habitación, era el mismo cielo y la misma luz del sueño, nubes como pintadas por un
pintor, un fondo azul iluminado y el sol brillando. El cielo de Tito y María Luisa, pensé, el
cielo de Caracas.
apenas abrí los ojos, mi casa no tenia zaguán y la de María Luisa sí, mi casa sí tenía
patio y jardín, pero no distintos animales, yo tomaba agua de una nevera moderna y ellos
No hay teatros cerca de donde vivo ni corrales de comedia como el que vi, pero
seguramente se hubiesen quedado casi sin palabras como yo cuando estuve con ellos,
pensaba.
hacia trabajos de la casa junto con mi papá, pero también trabajaba por su cuenta y
era que no hacia unos postres tan ricos como los de su mamá.
y por sobre todas las cosas, los celulares, las computadoras y la televisión, hacían para
- 21 -
también cómo antes los niños estaban más tiempo en el exterior viviendo aventuras, los
No pude contarles en ese momento que yo vivía en tiempos difíciles, muy difíciles,
porque se había instalado una dictadura y tiranía en nuestro país, no hubiese podido,
aunque quisiera, para los niños esto es muy complicado, solo sé que mis padres han
luchado por salir de esta situación y me dicen siempre que vamos a superarlo, están
- 22 -
Capítulo IV
La obra
- 23 -
Pasó un tiempo y con el correr de los días la sensación que tenía era de que había
algunos detalles y aunque trataba de dejarme llevar por mis pensamientos y recuerdos
no podía recordar todo, empecé a investigar por Internet sobre Tito Salas y me di cuenta
importante sino porque su obra ilustraba parte muy importante de nuestra historia, la vida
retratos de familiares y amigos, que cuentan mucho sobre lo que hemos vivido como
país y eso es algo verdaderamente importante y que forma parte de nuestra cultura.
Cada día se me hacía más urgente ir a visitar la obra de Tito y le pedí a mis padres
caminando por el centro de Caracas y mi mente recordaba todos los clics que había
tomado en mi paseo con Tito y María Luisa, los comparaba con las calles, casas y modo
y misteriosa, a pesar de que entraba luz natural por un patio en el medio de todo.
Recorrimos toda la casa y puede ver la obra de Tito, ¡que maravillosa era! Me
quedé conmovida con cada cuadro, cada detalle, los rostros, las expresiones, hasta las
flores y la luz expresaban mucha fuerza y parecía que estaban en movimiento, como si
- 24 -
Sin dudarlo, le pedí a mi papá que me tomara fotografías para tener de recuerdo,
no todos los días podía visitar la casa de El Libertador y quería poder tenerlas conmigo
y verlas cuando quisiera. Recordar a Tito, aquel niño con quien me encontré en un sueño.
- 25 -
Capítulo V
“El sueño”
- 26 -
Ya habían pasado varios meses y muy poco recordaba mi experiencia, la rutina y
mis actividades fueron llenando los días y otras cosas estaban en mi mente, simplemente
Una tarde cualquiera de un fin de semana, salí con mis padres a comer y fuimos
a un centro comercial que esta cerca de mi casa, ya habíamos comido y les pedí comprar
un helado, caminábamos por el centro comercial cuando mi papá se encontró con unos
amigos, y estos le presentaron a otro que no conocíamos, cuando el señor dijo su nombre
casi se me cae el helado de las manos, dijo: ¡Mucho gusto, Tito Salas!
sonrieron, el amigo de mi papá preguntó porque había “pelado” los ojos, y tuve, aunque
no quería, que explicarles que me interesaba la obra de Tito Salas, que había investigado
del “sueño” porque nadie preguntó por qué tenía ese interés tan inusual y tampoco quería
Vi una mirada muy rara en el Tito Salas de ahora que acababa de conocer, pero
quise preguntar por qué se llamaba así y el respondió: - soy sobrino nieto del famoso
pintor-, ¡Ufff! Qué raro es todo esto, pensé, no puede ser casualidad, algo está
pasando…
como si supiera lo que estaba pensando, no quise devolvérselas ni preguntar más, sentía
que algo misterioso estaba pasando y no entendía ni sabía cómo reaccionar, estaba
paralizada, pensando, pensando, pero sin moverme, quería irme ya, pero también quería
- 27 -
El Tito de ahora se sentó a mi lado y me preguntó si quería tomar algo, le dije que
sí solo porque pensaba que iba a pararse y tardaría en regresar, pero me equivoqué, me
dijo: ¿Quieres venir?, le dije que… sí… después de tres segundos, fuimos a un local de
pasó.
A veces en la vida hay momentos muy emocionantes, son raros y pocos, y éste
era uno, estaba segura de eso, un misterio estaba por mostrarse ante mí.
- Tuviste un sueño-
- Cuando estás ahí se siente real, todo es claro. Es exactamente igual a cómo fue
Creo que Tito el pintor nos quiere dar un mensaje, para mí fue real, y estoy seguro
de que con el tiempo sabrás que para ti también lo fue. Con la edad he llegado a pensar
que quiso decirnos que Venezuela necesita que luchemos por ella, que aun siendo niños
podemos aportar algo al país y es educarnos, conocer nuestra historia, usar nuestros
talentos y fortalezas para dejar al país siempre en alto, estemos donde estemos. Si eres
pintor, hazlo bien, con excelencia, o sea, muy bien, con el corazón, y así, en lo que hagas,
siempre estarás colaborando para hacer un país mejor. Por eso nos hace soñar, y nos
muestra que, aun siendo niño, él pudo con sus obras ganarse premios y becas para
estudiar en el extranjero. También creo que nos quiere decir que no tengamos miedo de
Yo escuchaba a este Tito como quien escucha a un gran maestro, con total
atención, era tan cierto eso del mensaje. Si era un sueño o no ya no era importante, era
el mensaje que estaba detrás de todo lo que debía guardar para mí. Me di cuenta de que
mis padres habían luchado tanto por tener un mejor país y que yo debía aprender eso
mismo…tener un país libre, próspero, donde poder jugar y salir a la calle como lo hice
con Tito y María Luisa, donde pueda ver cómo las personas consiguen lo que necesitan,
aprendizaje, hay que amar la libertad como lo hizo Tito, éste en el presente y el otro en
estaban las demás personas, todo me pareció más brillante más luminoso, por un
ventanal del centro comercial pude ver que el cielo era el mismo, como el sueño de un
pintor.
Tito Salas toda su vida pintó un solo sueño, y ese sueño siempre ha sido nuestra
Libertad.
- 29 -
Anexos
- 30 -
EL ENCUENTRO
EL TÚNEL
- 31 -
EL PASEO
- 32 -
EL DESPERTAR
AMANECIENDO EN EL PRESENTE
- 33 -
LA OBRA
- 34 -
“EL SUEÑO”
LA LIBERTAD
- 35 -
FIN
U. E. ACADEMIA WASHINGTON
CARACAS DE ANTAÑO
7 JUNIO DE 2019
- 36 -