Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Carrera: Abogacía
Curso: 4º Año
Materia: Derecho Administrativo
Profesor: Dr. Julio Pablo Comadira
Año Académico: 2013
Alumno:
El estado, para cumplir su fin de BIEN COMUN, asume historicamente diversos cometidos
a los que procura satisfacer mediante actos jurídicos y operaciones materiales. Esa actividad la
realiza a través de sus poderes: legislativo, judicial y administrativo .La causa final de estos
órganos es desarrollar su actividad a fin del bien común. El régimen de cada función jurídica
responde a distintos criterios: Teleológicos: se refiere al modo de relación inmediata o mediata
ente poder atribuido y el fin de bien común. Orgánicos: según los datos políticos que determinan
la conformación del órgano que actúa: representación popular, independencia, imparcialidad, etc.
Formales: según el procedimiento de actuación del órgano. Materiales: según la índole general
o individual del acto. En nuestro ordenamiento la función legislativa se cumple por el poder
legislativo y se expresa en el acto estatal LEY, articulo 84 CN, sea general o particular. Se
desarrolla con arreglo al procedimiento fijado para la formación y sanción de leyes. (criterio
teleológico, subjetivo, formal, porque toma en cuenta el fin, el sujeto y el procedimiento).
La función jurisdiccional la realiza el poder judicial y sus órganos y el acto se traduce en
SENTENCIA. Reconoce como objeto la decisión individual de conflictos ente partes, por medio
del procedimiento dado pro el Art. 75, inc 12. Entonces tenemos un criterio teleológico,
subjetivo, formal, material.
El criterio material. Hay función administrativa según el criterio material cuando se tiene en
cuenta la naturaleza jurídica extrínseca de la función; Para el criterio material, la función
legislativa es la creación de normas impersonales, abstractas y objetivas. Según este criterio
material la función jurisdiccional, es definida como la aplicación de esas mismas normas a
situaciones concretas contenciosas, es decir, allí donde hay un conflicto. Según el criterio material
La función administrativa, es la aplicación de esas mismas normas a situaciones que no son
contenciosas, (ejemplo, la designación de un funcionario público).
Críticas al criterio material: según este criterio, el Poder Legislativo realizaría función
legislativa; función administrativa(ejemplo, la compra de libros o la celebración de un contrato
de limpieza del Congreso), y función judicial, (Ej. juicio político.) Entonces, según el criterio
material, el Poder Legislativo realizaría las 3 funciones: El Poder Judicial también realizaría las
3 funciones: realizaría obviamente la función judicial; la función legislativa, por ejemplo, los
plenarios o las acordadas, porque son normas impersonales, abstractas y objetivas; y también
realizaría función administrativa, por ejemplo, cuando la C. S. J. N. decide celebrar un contrato
de edición de sus fallos. El Poder Ejecutivo también realizaría las 3 funciones según el criterio
material: función administrativa; función legislativa, como el dictado de reglamentos; y función
judicial, como por ejemplo, la actividad que desarrolla el Tribunal Fiscal de la Nación.
La crítica que se le puede formular a este criterio es la siguiente: la función legislativa del
Poder Legislativo, según el criterio material, es distinta de la función legislativa del Poder
Ejecutivo, porque según este criterio material sería función legislativa del Poder Ejecutivo el
dictado de reglamentos, y del mismo modo también sería función legislativa la aprobación y la
sanción de una ley por parte del Congreso. Sin embargo, la ley y el reglamento tienen regímenes
jurídicos completamente diversos: por lo pronto, hay una relación de subordinación. Los
reglamentos (los autónomos y los ejecutivos) están subordinados a la ley. No pueden ser
contrarios a la ley. Hay una gradación jerárquica. La función judicial del Poder Judicial es
distinta de la función judicial del Poder Ejecutivo: La función materialmente jurisdiccional del
Poder Ejecutivo difiere sustancialmente de la función judicial del Poder Judicial porque
precisamente está sujeta, de acuerdo a los criterios establecidos por la C. S. J. N., a control
judicial suficiente, es decir, una “sentencia” de un tribunal administrativo no es igual, no tiene
el mismo régimen jurídico que una sentencia del Poder Judicial. La “sentencia” de un tribunal
administrativo está sujeta a control judicial suficiente.
Criterio subjetivo. Este criterio tiene en cuenta al sujeto. Así, según este criterio subjetivo, todo
lo que realiza el Poder Ejecutivo es función administrativa; todo lo que realiza el Poder
Legislativo es función legislativa, y todo lo que realiza el Poder Judicial es función judicial.
El criterio mixto El criterio mixto define a la función legislativa como aquella actividad
desarrollada por el Congreso, de acuerdo al procedimiento previsto en la Constitución Nacional,
para la formación y la sanción de las leyes, cuyo producto es la ley. Ley que puede ser de carácter
general o de carácter particular (o individual). Decimos que es mixto porque : 1) se adopta un
componente eminentemente subjetivo: es el Congreso. únicamente el Congreso ejerce la función
legislativa. 2) tiene un elemento formal: se tiene en cuenta un procedimiento previsto en la
Constitución Nacional para la formación y la sanción de las leyes. 3) hay una perspectiva
teleológica, en el sentido de ver de qué manera atiende esta función al Bien Común: si de una
manera mediata o inmediata. Y decimos que sólo atiende al Bien Común de una manera mediata.
Es decir, no hay una satisfacción inmediata del Bien Común mediante el ejercicio de la función
legislativa. Entonces, la función legislativa es aquella actividad que desarrolla el Congreso, de
acuerdo al procedimiento previsto en la Constitución Nacional, para la formación y sanción
de las leyes, cuyo producto es la ley. Para esto tenemos en cuenta pautas subjetivas, porque
únicamente el Congreso es el que desarrolla función legislativa; pautas formales, porque se
debe seguir un procedimiento que es el previsto en la C. N., y también pautas teleológicas. Y
decimos que hay una relación mediata entre la función legislativa y el Bien Común o el interés
público.
Función Judicial. según el criterio mixto la función judicial es la actividad de los jueces que
integran el Poder Judicial para resolver conflictos presentes o actuales entre partes con intereses
contrapuestos. El producto de esta función judicial es la sentencia.
Decimos que es mixto porque: 1) tiene un componente ciertamente subjetivo: únicamente
el Poder Judicial realiza función judicial.; solo los jueces que integran el Poder Judicial realizan
función judicial. 2) Tiene un elemento materia: el conflicto: se requiere una causa, un conflicto
en el cual intervengan los jueces. 3) tiene un elemento formal: los jueces actúan de acuerdo a un
procedimiento, al Código de Procedimientos aplicable en cada caso, aplicable en la materia 4)
hay una perspectiva teleológico, , entre la satisfacción del Bien Común y la función judicial hay
una relación mediata.
La función judicial según el criterio mixto, es la actividad que desarrollan los jueces
que integran el Poder Judicial para resolver conflictos actuales o presentes entre partes con
intereses contrapuestos, cuyo resultado es la sentencia. Tenemos en cuenta pautas subjetivas
(únicamente los jueces que integran el Poder Judicial desarrollan función judicial); un
aspecto material, que está dado por la necesidad o necesariedad de un caso, de un conflicto;
un elemento formal (tienen que seguir los jueces un procedimiento; y desde la perspectiva
teleológica, hay una relación mediata entre esta función y la satisfacción del Bien Común.
Las características del régimen jurídico que se le aplica a la función administrativa del
Dcho. Administrativo, es el régimen exorbitante del Dcho. Administrativo. Definiéndolo como
el conjunto equilibrado de prerrogativas y garantías.
PRERROGATIVAS estatales:
o Sustanciales:
Creación unilateral de vínculos obligatorios El Estado tiene la potestad de realizar actos
administrativos de manera unilateral que pueden suponer la creación de un vínculo obligatorio
para el particular, y al que va a tener que sujetarse.
Presunción de legitimidad de los actos se presume que los actos administrativos fueron dictados
de conformidad con la totalidad del ordenamiento jurídico vigente al momento de su emisión
(“iuris tantum”, no es una presunción “iure et de iure”)-.
Ejecutoriedad del acto administrativo es la potestad que tiene la Administración para ejecutar
por si y ante si los actos que dicta.
Potestad revocatoria de los actos administrativos por razones de ilegitimidad o de
oportunidad, mérito o inconveniencia
Régimen especial de contratos el principio que rige la contratación administrativa para
seleccionar al co-contratante es la licitación pública-. la Administración, en principio, no puede
contratar directamente o elegir libremente el método de selección del contratista particular, sino
que como principio se aplica la licitación pública. Hay una adhesión de los particulares a los
contratos que celebra con la Administración Pública porque la licitación pública tiene que
desarrollarse, y el contrato a su vez basarse, en los pliegos de bases y condiciones,
independientemente de las consultas u otras modificaciones que se pueden hacer, a estos pliegos.
Hay un régimen especial de la contratación estatal que se advierte en la formación de los contratos
y, también, en la ejecución de los contratos, porque se van a aplicar dos principios: el principio
de continuidad y el principio de mutabilidad. la Administración puede modificar
unilateralmente, dentro de ciertos límites y ciertos márgenes, el contrato administrativo celebrado
con el particular, siempre que no afecte un elemento esencial, La Adm. Pública tiene la potestad,
en virtud del principio de mutabilidad o “ius variandi”, de exigirle al contratista En el ámbito del
Dcho. Administrativo, en principio, si se efectúa esta modificación dentro de ciertos márgenes de
razonabilidad y de acuerdo a lo que prevea la ley aplicable, se somete a cumplir con lo que pide
la Administración. Tiene otra característica especial el régimen de contrataciones, que es el
control al que está sometido tanto, el procedimiento de formación de los contratos
administrativos, como el de ejecución
Régimen jurídico especial de los bienes: los bienes públicos son inembargables, inalienables,
imprescriptibles. Solo se pueden desafectar con una norma del mismo tenor que aquella que hizo
la afectación. Es decir, esta prerrogativa esta dada por la inembargabilidad, inalienabilidad e
imprescriptibilidad de los bienes públicos, que únicamente pueden ser desafectados por otra
norma del mismo tenor, de la misma jerarquía de la norma que hizo la afectación.
o Procesales:
Agotamiento previo de la vía administrativa para accionar contra el Estado si quiero
demandar al Estado, si quiero impugnar un acto administrativo, no puedo, en principio, ir
directamente a la Justicia sino que tengo que agotar la vía administrativa. Tengo que impugnar el
acto administrativo en sede administrativa, y una vez que se haya resuelto la impugnación en sede
administrativa, puedo ir a sede judicial Si entablo otro tipo de demanda, con las excepciones antes
de demandar al Estado hay que agotar la vía administrativa. hay que plantear en la Administración
el conflicto, hay que resolverlo ahí y, luego se puede ir a sede judicial
Plazo de caducidad para accionar judicialmente contra el Estado en el ámbito del Dcho.
Privado, donde rigen los plazos de prescripción. Aquí, una vez agotada la vía administrativa, no
tengo el plazo de prescripción de 2 años o de 10 años sino que tengo un plazo breve de caducidad
que, en el ámbito nacional, para interponer la demanda judicial una vez agotada la vía
administrativa, es de 90 días hábiles judiciales para interponer la demanda, Si es un recurso el
plazo de caducidad es de 60 días hábiles judiciales.
Efectos declarativos de las sentencias condenatorias contra el Estado significa que si por
cumplir una sentencia condenatoria, el Estado deja de desarrollar o de cumplir con un fin esencial,
se puede postergar el cumplimiento de la sentencia para no dejar de desatender esta necesidad
esencial.
Régimen especial de ejecución de las sentencias condenatorias a dar sumas de dinero se
ejecutan siempre que no afecte un fin esencial del Estado
Proceso de lesividad. Es la forma en que canaliza el Estado la pretensión de ilegitimidad de sus
propios actos. En el ámbito del Dcho. Privado rige un principio en virtud del cual nadie puede
alegar su propia torpeza y nadie puede ir contra sus propios actos anteriores. En el ámbito del
Dcho. Administrativo, puede volver o plantear la ilegitimidad del propio acto que ella dictó a
través del proceso de lesividad declarando la lesividad a su propio interés de un acto que dictó
antes por ilegítimo e inicia la pretensión de ilegitimidad del propio acto que dictó.
La incomparecencia personal de ciertos funcionarios en el contencioso. Es una prerrogativa
en virtud de la cual ciertos funcionarios públicos -, para no desatender las funciones para las que
fueron designados, pueden no comparecer personalmente en determinados juicios, en
determinados procesos, y lo pueden hacer respondiendo por escrito sin necesidad de acudir
personalmente.
o Procesales:
Consideración del particular como colaborador (informalismo o formalismo moderado)
esta condición del particular como un colaborador se desprende la garantía del informalismo o
del formalismo moderado :es la posibilidad de excusar el incumplimiento del particular de las
formas no esenciales, siendo posible cumplirlas luego. el informalismo es la excusación del
incumplimiento de aquellas formas no esenciales.
Debido procedimiento previo (debido proceso adjetivo) incluye a todos aquellos
procedimientos previos exigidos por la ley en forma anterior al dictado del acto administrativo y
también el debido proceso adjetivo .( es el derecho de defensa en sede administrativa ) como una
faz del debido procedimiento previo, y es una especie del género del debido procedimiento previo.
El debido procedimiento previo incluye los procedimientos administrativos en general, , y el
debido proceso adjetivo, es el derecho de defensa.
Bolilla II
Origen y evolución histórica del Derecho Administrativo.
Criterios interpretativos. Relación con otras ciencias.
Disciplina no jurídicas: Cs. de la Adm.: ésta y la adm. tienen en común el estudio de la actividad
q desarrollan los órganos del Estado. El Dcho Adm. estudia el aspecto jurídico de la Adm.
(Organización, régimen de sus actos y cº, dominio público, etc.), pertenece al ámbito de la Cs. de
la adm. el análisis no jurídico de dicho fenómeno. Para Cassagne la Cs. de la Adm. corresponde
a la Cs. Política, al nutrirse de otras ciencias su autonomía sólo existe para poder ser estudiado.
PARTE SEGUNDA
LEGALIDAD ADMINISTRATIVA Y SITUACIONES JURÍDICAS
SUBJETIVAS
1.Situación Jurídica y Relación Jurídica. Diferentes teorías para definir al dcho subjetivo y al
interés legítimo.
La Teoría de Gordillo fue la más adoptada. Pero la CSJN no le da tanta importancia a las teorías,
le importa si afecta o no a las personas.
Si tengo un dcho Subjetivo porque la situación me afecta recurro a la adm y al PJ.
Si tengo un interés legítimo: significa que me afecta a mi, pero también a otros. Ej ponen una
pizzería no habilitada, afecta a todos los vecinos. Acá recurro a la Adm y en ppio no al PJ, la
jurisprudencia marcó una excepción en el caso de que se trate de oferentes interesados en una
licitación.
2.-Situaciones Jurídicas de carácter activo: derecho subjetivo e interés legítimo. El interés
legítimo es, en términos generales: "todo interés de cualquier persona, pública o privada,
reconocido y protegido por el ordenamiento jurídico”. Desde un punto de vista más estricto, como
concepto técnico y operativo, el interés legítimo es una situación jurídica activa que se ostenta en
relación con la actuación de un tercero y que no supone, a diferencia del derecho subjetivo , una
obligación correlativa de dar, hacer o no hacer exigible de otra persona, pero sí comporta la
facultad del interesado de exigir el respeto del ordenamiento jurídico y, en su caso, de exigir una
reparación de los perjuicios antijurídicos que de esa actuación se le deriven. En otras palabras,
existe interés legítimo, en concreto en derecho administrativo, cuando una conducta
administrativa determinada es susceptible de causar un perjuicio o generar un beneficio en la
situación fáctica del interesado, tutelada por el derecho, siendo así que éste no tiene un derecho
subjetivo a impedir esa conducta o a imponer otra distinta, pero sí a exigir de la administración y
a reclamar de los tribunales la observancia de las normas jurídicas cuya infracción pueda
perjudicarle. En tal caso, el titular del interés está legitimado para intervenir en el procedimiento
administrativo correspondiente y para recurrir o actuar como parte en los procesos judiciales
relacionados con el mismo, al objeto de defender esa situación de interés."
Interés Jurídico: La SCJN señala que el interés jurídico corresponde al derecho subjetivo,
entendiendo como tal la facultad o potestad de exigencia, cuya institución consigna la norma
objetiva del derecho, y supone la conjunción de dos elementos correlativos: a) una facultad de
exigir; y, b) una obligación correlativa traducida en el deber jurídico de cumplir dicha exigencia.
Consecuencias de la distinción. Criterios de diferenciación. Tendrá legitimación sólo quien
tenga interés jurídico y no cuando se tenga una mera facultad o potestad, o se tenga un interés
simple, es decir, cuando la norma jurídica objetiva no establezca a favor del individuo alguna
facultad de exigir.
Mientras el interés jurídico requiere ser tutelado por una norma de derecho objetivo o, en otras
palabras, precisa de la afectación a un derecho subjetivo; en cambio, el interés legítimo supone
únicamente la existencia de un interés cualificado respecto de la legalidad de determinados actos,
interés que proviene de la afectación a la esfera jurídica del individuo, ya sea directa o derivada
de su situación particular respecto del orden jurídico.
El interés legítimo se encuentra intermedio entre el interés jurídico y el interés simple, y ha tenido
primordial desenvolvimiento en el derecho administrativo, se desprende de la base de que existen
normas que imponen una conducta obligatoria de la administración, pero dicha obligación no
corresponde con el derecho subjetivo de que sean titulares determinados particulares, por otra
parte, si se tratara de un interés simple, cualquier persona podría exigir que se cumplan esas
normas por conducto de la acción popular. El interés legítimo, como tal, no requiere de la
afectación a un derecho subjetivo, aunque sí a la esfera jurídica del particular, entendida ésta en
un sentido amplio, a través del interés legítimo se logra una protección más amplia y eficaz de
los derechos que no tienen el carácter de difusos, pero tampoco de derechos subjetivos.
2.1. El interés simple. : es el interés vago e impreciso que no está protegido por el
ordenamiento jurídico, y cualquier particular puede alegar su interés en que cada norma de acción
sea respetada en la actuación administrativa. Como ciudadanos queremos que se cumplan con la
ley, por eso si yo vivo en Belgrano y hay una pizzería sin habilitación en Palermo, sólo puede
realizar la denuncia para que se regularice la situación
2.2. Los intereses difusos. Derechos de incidencia colectiva: los 1º se encuentran incluidos en
los segundos. Ej de incidencia colectiva la contaminación, existen asociaciones que protegen
estos derechos, además del Ministerio Público, el defensor del pueblo y el afectado
2.3. Derechos de incidencia colectiva.
2.4. Los derechos del consumidor y de los usuarios.
3. Situaciones de carácter pasivo. La obligación.
4. Potestades y deberes públicos.
6.Clases de órganos. : la generalidad de la doctrina divide en dos grandes grupos: aquellas que
aplican un criterio estructural y tiene en cuenta la formación y composición estática de los órganos
adm y aquellas que aplican un criterio funcional y tienen en cuenta características relativas a la
dinámica de los órganos.
Dentro del primer grupo y pro su origen normativo los órganos han sido agrupados en
constitucionales (previstos pro las normas constitucionales) y en no constitucionales o
infraconstitucionales o legales (establecidos en virtud de normas de jerarquía legal, pro la ley).
Por su composición se distinguen en individuales (ejercidos pro una sola persona) y colegiados
(por una suma de personas). Pro su integración pueden ser sencillos (existe un solo proceso
psicológico volitivo) y a su vez estos se subdividen en complejos (son los que se integran con
varios órganos simples y actúan en forma coordinada o subordinada) mixtos (son los que se
integran con uno o mas organismos simples y por unidades de menos categoría) y pluripersonales
(organismos colegiados, en los cuales la integración de la voluntad de sus componentes tiene
lugar sobre la base de sistemas prevalecidos). Dentro de las clasificaciones que atienden al
criterio funcional existen las siguientes clasificaciones: por la naturaleza se dividen en activos
(aquellos que llevan a cabo y ejecutan la acción adm.), deliberativos (tienen por función adoptar
los acuerdos que sean necesarios para ejercer la acción adm.), consultivos (cuyo rol es emitir
opiniones y pareceres) y de control (para ver si la actividad fue cumplida como debió hacerse).
Atendiendo a la jurisdicción de la que se desempeñan pueden ser centrales (son los que ejercen
su competencia en todo el estado), locales (los que la ejercen en una porción o sector). En nuestro
ordenamiento se divide en nacional, provincial y municipal.Si se considera la distribución
funcional de su competencia son generales (cuya competencia es muy vasta, abarcando muchas
materias) o especiales (se exige, por lo general una especialización). Según la índole de las
facultades que pueden ejercer pueden ser directos (por si mismos ejecutan la acción adm) e
indirectos (simplemente colaboran con los anteriores).Considerando la permanencia o no de sus
funciones son ordinarios o permanentes (ejercen sus funciones de manera estable) y
excepcionales (ejercen de manera temporaria, por ejemplo cuando se exige su actuación).
Bolilla VII: Administración financiera y control del sector público nacional. Otros
controles no judiciales
1.Administración financiera del sector público nacional. La juridicidad y la ética son la savia
que corre por las arterias del control en un Estado de Derecho. Refiriéndonos al régimen jurídico
positivo argentino, a partir de la ley 24156, se inaugura, un nuevo marco normativo en materia
de administración financiera y control del sector público nacional. Con esta norma se buscó,
perfeccionar el sistema republicano de gobierno, consolidar la práctica democrática, generar
mecanismos mas transparentes para la obtención, aplicación y control del ,uso de los recursos
públicos, la ley configuró dos grandes sistemas; el de administración financiera y el de control.
Dentro del primero, concebido como el conjunto de elementos administrativos que intervienen
en la programación, ejecución y evaluación de los procesos que posibilitan la obtención y la
aplicación de recursos del Estado para el cumplimientote sus objetivos, comprendió los sistemas
de presupuesto, crédito público, tesorería y contabilidad interrelacionados a cargo de Oficina
Nacional de Presupuesto; Oficina Nacional de Crédito Público; Tesorería General de la Nación y
Contaduría General de la Nación, respectivamente. Y para el funcionamiento del sistema de
control creó la Sindicatura General de la Nación y la Autoría General de la Nación.
En suma, la Administración Pública Nacional centralizada y descentralizada esta sometida al
control de:
1: los ciudadanos a través del voto, por ejemplo
2: El Poder Judicial de la Nación
3: La Sindicatura General de la Nación.
4: la Auditoria General de la Nación.
5: la Oficina Anticorrupción.
6: El Ministerio Público.
ACTO ADMINISTRATIVO
Bolilla VIII
3.Distinción entre hechos y actos administrativos. Cualquiera que sea su forma, la actividad
administrativa se traduce en hechos y actos administrativos. Un hecho jurídico es un
acontecimiento de la naturaleza o del hombre que, sin proponérselo expresamente, produce
efectos jurídicos, es decir, una adquisición, modificación transferencia o extinción de derechos u
obligaciones. Un acto jurídico es, entre otros, el contrato de compraventa y el testamento. Hay
hechos jurídicos voluntarios que no tienen la intención de producir efectos jurídicos. Algunos de
estos son hechos lícitos, como los cuasi- contratos, y otros son los ilícitos, como los delitos y los
cuasidelitos.
El hecho administrativo consiste en la ejecución material de las decisiones que constituyen actos
administrativos, por ejemplo la demolición de un muro o de una casa; ordenada por autoridad
administrativa por alguna razón de interés publico; el retiro de los obstáculos que se oponían al
libre transito en una calle, etc.
4.El concepto de acto administrativo. Marienhoff : acto administrativo es “ toda declaración
disposición o decisión de la autoridad estatal en el ejercicio de sus propias funciones
administrativas , productoras de efectos jurídicos “ Cassagne: el acto adm. es toda declaración
de un órgano del estado en ejercicio de la función administrativa caracterizada por un régimen
jurídico exorbitante del derecho privado que genera efectos jurídicos individuales directos con
relación a terceros “ Gordillo: acto administrativo es : la declaración unilateral realizada en
ejercicio de la función administrativa que produce efectos jurídicos directos e individuales
.Bielsa : acto administrativo es la decisión , general o especial de una autoridad
administrativa en ejercicio de sus propias funciones y que se refiere a derechos , deberes o
intereses de las entidades administrativas o de los particulares respecto a ellas . Dromi acto
administrativo es la declaración unilateral efectuada en el ejercicio de la función
administrativa que produce efectos jurídicos individuales en forma directa
El acto como declaración. Es discutido si solo el Poder ejecutivo es el que dicta el acto
administrativo ( teoría subjetiva ) o si también puede emanar del Legislativo y el Judicial (
teoría objetiva: que sostiene que mientras el acto se relacione, con el ejercicio de la función
administrativa el acto puede emanar de cualquiera de los tres poderes)El art.1 de la Ley 19549
dice “ las normas del procedimiento que se aplicaran ante la Administración Publica Nacional
, así la ley adopta la teoría subjetiva porquen o habla de funciones administrativas del Estado (
incluye al P. L y PJ) sino que menciona directamente a la “Administración Publica Nacional”
Los actos emanados de entes particulares que presta n servicios públicos técnicamente no son
administrativos porque no emana de los órganos del estado , pero como tienen prerrogativas de
derecho publico también suele llamarselos actos administrativos . Dies dice que no son actos
administrativos porque tienen régimen jurídico distinto no tienen la presunción de legitimidad
ni de ejecutoriedad que tienen los actos administrativos Características del acto
administrativo. Se aplican las reglas generales, ya que el acto goza de la PRESUNCIÓN DE
LEGITIMIDAD, por lo que puede serle impuesto a las partes aún contra su voluntad, ya que la
ley presume iuris tantum que el acto es válido, no pudiendo los jueces decretar de oficio su
invalidez, y las partes deberán probar su ilegitimidad para que el mismo sea impugnado.En
segundo término se aplica la REGLA DE EJECUTORIEDAD DEL ACTO
ADMINISTRATIVO, ya que la administración por sí y ante sí misma puede aplicar el acto
administrativo sin necesidad de acudir a la intervención de los magistrados para que este sea
eficaz. Esto implica que el acto impugnativo de los particulares no suspende su ejecución y
efectos, salvo que el juez así lo decida (no podrá comprometer el interés público con tal decisión).
Otros autores consideran que el acto administrativo se caracteriza por: La IMPUGNABILIDAD
La presunción de legalidad es relativa, mientras no se demuestre su invalidez lo que implica que
pueden ser impugnados por vía administrativa o por la judicial. En sede administrativa a través
de recursos jerárquicos, de revisión y otros, y en segundo lugar mediante acciones judiciales de
anulabilidad. –ESTABILIDAD Al igual que las leyes, los actos administrativos son estables, en
el sentido de que forman parte del orden jurídico nacional y de las instituciones administrativas
por que confieren derechos, establecen obligaciones y regulan la administración pública así como
las relaciones entre esta y los administrados. Dicha estabilidad, tiene que ver sobre todo con la
naturaleza de los derechos adquiridos y con la presunción de legalidad que los rodea, en virtud
de la cual se considera que todo acto administrativo se legítimo en principio, por que emana de
las potestades de orden público que tiene la administración pública que persigue el interés social,
colectivo. Ya que ante sentencia definitiva de juez competente se el mismo goza de validez y
permanencia. -En el caso Elena Carman de Cantón c/ Gobierno Nacional (1936). surgen los
requisitos para que el acto goce de estabilidad. Debe ser administrativo, unilateral e individual;
que de él nazcan derechos subjetivos; que hay sido debidamente notificado; que sea regular; e
inexistencia de ley que autorice la revocación del mismo. Retroactividad (Art. 13.) solo podrá
serlo cuando: no lesione derechos adquiridos; no perjudique a terceros; sustituya a otro revocado;
que derive de cláusula legal de orden público.
Clasificación de los actos administrativos. Clasificación de los actos administrativos.-: 1)Según
el ámbito de aplicación.-:Hay actos internos : se dan dentro de la administración y no afectan a
los administrados, tales son las decisiones, ordenes y sanciones que atañen a la organización y
funciones del órgano administrativo y al desempeño o conducta de los agentes de la
administración La función de la teoría del acto responde a dos objetivos básicos : 1) por un lado
nuclea en el concepto los actos sometidos a un régimen jurídico uniforme y por el otro el
elaborar una noción útil para la protección de los derechos agrega el autor la protección del
interés publico y externos. :afectan a los administrados en general o en particular Ej: Cobro de
impuestos, aplicación de multas, etc.) 2)Según la naturaleza de la decisión.-Pueden ser: de
introducción o de ejecución. 3)Según las voluntades que interviene.-Pueden ser simples o
complejos. 4) Por los efectos que producen.- Se clasifican en actos que aumentan los derechos
de los particulares y otros que los restringen. 5) La concesión.- es un derecho que otorga la
A.P., a un particular para el uso o explotación de bienes del Estado o para prestación de Servicios
Públicos.6) La autorización, licencia o permiso.- Son actos que permiten el ejercicio de derechos
reconocidos por la ley, pero que están reglamentados por razones de oportunidad y de interés
público, como son la autorización para construir casas y edificios, para conducir vehículos, para
abrir un negocio, etc. 7)La dispensa.-Mediante la cual se exonera del pago de impuestos o de
cumplir con determinadas cargas Públicas (servicio Militar, Jurados Electorales, etc).8)Las
ordenes.-Imparten la A.P., a los administrados en virtud de su potestad imperativa o de mando
9).La expropiación.- es una limitación al derecho de propiedad privada reconocido por los Art.
17 de la C.P.E., y 105 y siguientes del C.C.B.10)Las sanciones.-Mediante las cuales se castigan
las infracciones de los particulares en normas y reglamentos de orden público.
11)Jerarquía. La jerarquía de los actos también puede fundarse tomando la jerarquía del órgano
del cual emana, de manera tal que los actos del inferior no puede contradecir, ni violar los actos
del superior. El inferior se encuentra en una relación de subordinación respecto del superior. El
deber de obediencia es el deber de ejecución de una norma, no deber de obediencia a la persona
del superior. Los elementos esenciales de la jerarquía administrativa son el deber de obediencia,
el deber de correspondencia y al facultad de suspender y revocar las actos del inferior. La jerarquía
de los actos administrativos se establece de la siguiente manera: a)Decreto Supremo.-Emanado
por el Presidente de la República y sus Ministros. b) Resoluciones Supremas.-Emanadas del
Presidente de la República y uno o más ministros. c)Resoluciones Ministeriales.- Emanada de
un Ministro .e) Decretos.-f) De mero trámite o procedencias de sustentación .g) Circulares,
instrucciones y memorándums .Internos en cada órgano o repartición.
6. Quid del acto emitido por entes no estatales. Admite la existencia de actos
administrativos en aquellos entes no estatales que tienen atribuido el ejercicio de una
determinada porción de la función administrativa cuando actúan en ejercicio de esa función (
por Ej. El Colegio de Abogados ciertos actos son de naturaleza administrativa basado en el art.
17 ley 23187) ) Actos administrativos de los órganos legislativo y judicial. hay un
sometimiento de sus actos administrativos al régimen propio de la función administrativa la cual
supone el control jurisdiccional La CSJN partiendo del principio de no enjuiciabilidad se sus
decisiones de superintendencia ha aceptado que ese principio no se aplica cuando el acto que
traduce la actividad importa una violación del derecho d e defensa del agente judicial afectado
La cuestión en los denominados órganos extrapoder.
7. Requisitos esenciales del acto administrativo. Análisis. Requisitos esenciales del acto
administrativo
ARTICULO 7°). Son requisitos esenciales del acto administrativo los siguientes: Competencia
a) Ser distado por autoridad competente. Causa b) Deberá sustentarse en los hechos y
antecedentes que le sirvan de causa y en el derecho aplicable; Objeto c) El objeto debe ser cierto
y física y jurídicamente posible; debe decidir todas las peticiones formuladas, pero puede
involucrar otras no propuestas previa audiencia del interesado y siempre que ello NO afecte
derechos adquiridos; Procedimientos d) Antes de su emisión deben cumplirse los procedimientos
esenciales y sustanciales previstos y los que resulten implícitos del ordenamiento jurídico. Sin
perjuicio de lo que establezcan otras normas especiales, considérase también esencial el dictamen
proveniente de los servicios permanentes de asesoramiento jurídico cuando el acto pudiere afectar
derechos subjetivos o intereses legítimos; Motivación
e) Deberá ser motivado, expresándose en forma concreta las razones que inducen a emitir el acto,
consignando, además, los recaudos indicados en el inciso b) del presente artículo; Finalidad f)
Habrá de cumplirse con la finalidad que resulte de las normas que otorgan las facultades
pertinentes del órgano emisor, sin poder perseguir encubierta mente otros fines, públicos o
privados, distintos de los que justifican el acto, su causa y objeto. Las medidas que el acto
involucre deben ser proporcionalmente adecuadas a aquella finalidad. Los contratos que celebre
el Estado, los permisos y las concesiones administrativas se regirán por sus respectivas leyes
especiales, sin perjuicio de la aplicación analógica de las normas del presente titulo, si ello fuere
procedente. Forma ARTICULO 8°). El acto administrativo se manifestará expresa mente y por
escrito; indicará el lugar y fecha en que se lo dicta y contendrá la firma de la autoridad que lo
emite; sólo por excepción y si las circunstancias lo permitieren podrá utilizarse una forma distinta.
2.Teoría del acto inexistente.. Los ACTOS REGULARES : son los actos validos y los actos
anulables : a) actos validos son los actos completamente conformes al ordenamiento jurídico
con vicios intrascendentes .b) actos anulables ( art 15 Si se hubiere incurrido en una
irregularidad, omisión o vicio que no llegare a impedir la existencia de alguno de sus elementos
esenciales, el acto será anulable en sede judicial) Tienen un vicio trascendente pero subsanable
Los ACTOS IRREGULARES : son aquellos que no reúnen las condiciones de validez o que
tienen un error grave de derecho , es de nulidad absoluta y puede ser revocado por quien los
emitió. . Ellos son A) los actos inexistentes : para Marienhoff se debe excluir esta categoría y
aplicar el art 9 de la ley :a) De comportamientos materiales que importen vías de hecho
administrativas, lesivas de un derecho o garantía constitucionales; Las vías de hecho
administrativas son ilícitos realizados por un funcionario publico , que viola el principio de
legalidad y que hace responsable a la administración
b) De poner en ejecución un acto estando pendiente algún recurso administrativo de los que en
virtud de norma expresa impliquen la suspensión de los efectos ejecutorios de aquél, o que,
habiéndose resuelto, no hubiere sido notificado B) los actos nulos art 14 El acto administrativo
es nulo , de nulidad absoluta e insanable, en los siguientes casos:
a) Cuando la voluntad de la administración resultare excluida por error esencial; dolo, en cuanto
se tengan como existentes hechos o antecedentes inexistentes o falsos; violencia física o moral
ejercida sobre el agente; o por simulación absoluta; b) Cuando fuere emitido mediando
incompetencia en razón de la materia, del territorio, del tiempo o del grado, salvo, en este último
supuesto, que la delegación o sustitución estuvieren permitidas; falta de causa por no existir o ser
falsos los hechos o el derecho invocado; o por violación de la ley aplicable, de las formas
esenciales o de la finalidad que inspiró su dictado.
VÍAS DE HECHO ADMINISTRATIVAS La LNPA no acoge la denominada teoría del acto
inexistente pero como alternativa regula las vías de hecho administrativas El art. 9 establece
que la administración se abstendrá : a) de comportamientos materiales lesivos de derechos o
garantías constitucionales ; b) de m poner en ejecución un acto estando pendiente algún recurso
administrativo de los que en virtud de una norma expresa impliquen suspensión de los efectos
ejecutorios de aquel o que habiéndose resuelto no hubiese sido notificado , La vía de hecho
típico es la contemplada en el punto a) aunque la ley considera equiparable a ello los supuestos
enunciados en el pto b) La nota común es la irregularidad del comportamiento material por
falta de a acto previo ( inc a) suspensión de la autotutela ejecutiva ( inc b) ) , primera prte o
carencia de eficiencia ( inc e) segunda parte ) agregando los supuestos de no coincidencia entre
titulo jurídico y la ejecución , indebida ejecución ; porque se requiere intervención judicial (
art. 12LNPA parr1º Lo importante es el descarte de la complicación que hubiere sido la
introducción de la categoría de inexistencia y la significación histórico axiológica que el
instituto posee ; como imperatividad de accionar administrativo sujeto a la juricidad
3.Vicios. Análisis. 1) ERROR ESENCIAL : se da cuando el conocimiento de algún elemento
del acto es falso ,deforme o este ausente. Para que el error configure la invalidez debe ser esencial
, excluyente 2) DOLO el art. 931CC. Dice : Acción dolosa para conseguir la ejecución de un
acto, es toda aserción de lo que es falso o disimulación de lo verdadero, cualquier artificio,
astucia o maquinación que se emplee con ese fin. 3) SIMULACION: art 955 CC dice : La
simulación tiene lugar cuando se encubre el carácter jurídico de un acto bajo la apariencia de
otro, o cuando el acto contiene cláusulas que no son sinceras, o fechas que no son verdaderas, o
cuando por él se constituyen o transmiten derechos a personas interpuestas, que no son aquellas
para quienes en realidad se constituyen o transmiten. . Simulación absoluta : cuando no hay
elementos del acto( nulidad absoluta ) .
4. Saneamiento. Los actos administrativos como actos jurídicos son susceptibles de ser
saneados, por lo que la administración tiene la facultad de subsanar, o corregir el vicio que genera
este acto. La modalidad de saneamiento esta establecida en el Art. 19 de le Ley Nacional de
Procedimientos Administrativos.( Saneamiento ARTICULO 19°). El acto administrativo
anulable puede ser saneado mediante: Ratificación a) Ratificación por el órgano superior cuando
el acto hubiere sido emitido con incompetencia en razón de grado y siempre que la avocación,
delegación o sustitución fueren procedentes; Confirmación b) Confirmación por el órgano que
dictó el acto subsanando el vicio que lo afecte. Los efectos del saneamiento se retrotraerán a la
fecha de emisión del acto objeto de ratificación o confirmación. Conversión ARTICULO 20°).
Si los elementos válidos de un acto administrativo nulo permitiesen integrar otro que fuere válido,
podrá efectuarse su conversión en éste consintiéndolo el administrado. La conversión tendrá
efectos a partir del momento en que se perfeccione el nuevo acto.)
Cuando el defecto del acto administrativo da lugar a la sanción, en principio, de nulidad relativa,
la administración posee la facultad de subsanar el vicio que lo invalida, cuya causal puede revenir
tanto de un comportamiento activo como de una emisión formal o de fondo respecto de uno o
más elementos del acto administrativo. La subsanación del defecto que portaba el acto y su
correlativa validez es lo que se designa generalmente en doctrina bajo el nombre de saneamiento
o convalidación. En el caso de actos administrativos con vicios leves, se procede a su
modificación para suprimir o corregir el vicio que lo afecta .El saneamiento del acto
administrativo consiste en hacer desaparecer las causas del vicio del acto, es realizado por el
órgano que lo emitió o sus superiores dependiendo este de la gravedad del vicio. La teoría del
saneamiento posee una importancia decisiva en el estado contemporáneo dadas las tendencias
actuales que conducen hacia la estabilidad, seguridad y certeza que todas las relaciones jurídicas
como instrumento de solución a los constantes conflictos que se generan entre la administración
y los administrados.
eoría de la subsanacion los vicios o deficiencias observado en el procedimiento administrativo
son subsanables en el ejerció pleno de la defensa en sede judicial El alto tribunal fallo
consagrando la nulidad absoluta en insanable de toda actuación administrativa que viole la
garantía constitucional de defensa
Bolilla X: Caracteres
Efectos
4. Otras formas de extinción.
3. El acto institucional. Concepto. Fundamento constitucional. Casos. Acto Institucional: es aquel que tiene un
efecto superior o una especial trascendencia para el estado, por ejemplo declarar una guerra, nombrar jueces para la Corte
Suprema, etc. Si los actos realizados por el presidente fueran contrarios a derecho, no se enjuicia a través del Poder
Judicial, sino a través del Juicio Político
2. NOCIÓN CONCEPTUAL. LAS DIVERSAS CRISIS. Si existe alguna coincidencia entre quienes estudiaron el concepto
de servicio público, es el de su absoluta equivocidad. Se dice que hay tantos conceptos de servicio público como autores
se ocuparon de él. Sin embargo, hay un dato unitario presente en todas las nociones: “el poder”, es decir “la potestad
pública al servicio de la prestación”.Para Comadira: Servicio público es: 1) Un título jurídico exorbitante invocable por el
Estado 2)Para asumir la titularidad de competencias prestacionales 3)Con el fin de ejecutarlas en forma directa –por
administración- o indirecta –a través de órganos personificados para desarrollarlas, subsidiariamente, en ausencia de
prestadores privados, sin titularizarlas en sentido propio- 4)o bien para ejercer su poder de policía sobre actividades
privadas prestacionales 5)con el objeto de dar satisfacción o, en su caso, de asegurar la satisfacción de necesidades
consideradas esenciales para el logro del bien común. Para Dromi se trata de “prestaciones que cubren necesidades
públicas o de interés comunitario”. Afirma que respecto a los términos: Servicio: la doctrina está dividida a la hora de
definir este término: puede referirse a la: 1)organización de medios 2)actividad o función estatal Público: este término de
acuerdo a las corrientes doctrinarias alude a: 1)los usuarios, 2) al régimen jurídico 3) al fin, 4) al sujeto titular
Existen conceptos diversos sobre servicio público: Negativo: plantea la crisis y extinción del concepto de servicio público
Positivo: recepta la noción con alternativas de: 1)máxima: servicio público es toda actividad del Estado cuyo cumplimiento
debe ser asegurado, regulado y controlado (Según Dormí este es el concepto que emerge del art. 99 inc. 18 C.N.) 2)media:
servicio es toda actividad de la A.P. 3)mínima servicio es una parte de la actividad administrativa : los servicios como una
actividad prestacional están subsumidos en una parte de las funciones del Estado
Naturaleza jurídica del servicio publico : tienen un régimen especial distinto d ela actividad publica establecido por
el estado La relación contractual entre usuario y el prestador esta regido por un marco regulatorio especial ( derecho
administrativo y derecho privado) ; mientras que la relación entre el prestador y el estado se rige por el derecho publico
Contenido del Servicio público: De acuerdo a la razón jurídica que justifica su concepción los servicios han modificado
su contenido a través del tiempo.
A. la noción de servicio público, en una primera etapa, sirvió de columna vertebral para la construcción del Derecho
Administrativo
B. en una segunda etapa, se confirió al servicio público un régimen jurídico especial. La justificación se relacionó con
los elementos del servicio:
fin que cumple (satisfacer una necesidad pública)
organización que lo presta (Administración Pública Activa, directa o indirectamente)
régimen jurídico que lo regula: obligatoriedad, generalidad, continuidad, regularidad, uniformidad +calidad y eficiencia
El servicio público importa someter a reglas exorbitantes del derecho común el ejercicio de ciertas actividades, sea en el
marco de los organismos administrativos o fuera de ese cuadro orgánico.
Razón política: la noción de servicio público está ligada a la razón de ser del Estado: la prosecución del bien común.
El concepto de servicio público evolucionó de acuerdo a los criterios económicos imperantes (+ o- liberales)
Por ejemplo:
Duguit : Ideología socialista: concepción estatista: Define al servicio público como:
La actividad cuyo cumplimiento debe ser:
regulado
asegurado y por los gobernantes
fiscalizado
por ser indispensable a la realización y al desarrollo de la interdependencia social y
de tal naturaleza que no se puede realizar completamente más que por la intervención de la fuerza gobernante.
Esta ideología genera un quiebre en el sistema de concesión del servicio público: El Estado termina haciéndose cargo de
la gestión directa: es la filosofía que justificó las nacionalizaciones de los grandes servicios públicos (especialmente los
comerciales e industriales). Esta idea, en la era del Estado de bienestar alcanzó un nivel total. Pocos países se sustrajeron
al flujo estatizante.
Jeze, por su parte, dijo que para dar satisfacción regular y continua a las necesidades de interés general los agentes
públicos pueden aplicar los procedimientos de derecho público (utilizar un régimen jurídico especial).
Agregó que la organización del servicio público puede ser modificada en cualquier momento por leyes y reglamentos, sin
que pueda oponerse ningún obstáculo jurídico. Ello, por la prevalencia del interés público sobre el privado.Esta es la
manifestación moderna de la inalienabilidad de la soberanía. Hauriou: señaló como datos esenciales del régimen francés
al 1-Servicio público (como obra a realizar por la A.P.)2-Poder (medio de realización)Es decir que el poder halla en el
servicio público la idea objetiva que le permite autoalimentarse..Hauriou dice que el derecho administrativo se encuentra
orientado hacia la gestión del servicio público más que a la policía. Es una noción capital del régimen administrativo. Para
este autor, el servicio público es el fin que persigue la obra que lleva a cabo la administración. El poder público es el modo
de realización de esa finalidad que autolimita el poder por la idea de servicio.
Servicios Públicos Económicos: La concesiónLos Avances tecnológicosLas exigencias del industrialismo yLas
demandas comunitarias provocaron que el Estado deba asumir competencias prestacionales de naturaleza económica: se
justificó la intervención estatal en: 1-la importancia comunitaria de la satisfacción2-la insuficiencia privada para hacerlo3-la
vocación monopolística que implicaba el desarrollo del servicio.El servicio público importó en esta etapa el título jurídico
invocado por el Estado para asumir la titularidad de ciertas competencias prestacionales, tales como las referidas al
transporte ferroviario o por carreteras, el correo, el telégrafo, la electricidad, el gas y el teléfono. Pero, debido a la
incapacidad empresarial del Estado y el criterio imperante de la conveniencia de la abstención de su intervención en la
vida económica, surge la figura de la “concesión traslativa”: 1-el Estado se auto atribuye la titularidad de la actividad
económica 2-transfiere su gestión a una persona privada que la asume por su cuenta y riesgo
Manifestaciones exorbitantes de la concesión (ver voto de Coviello en “Edenor c/Estado Nacional (06-09-95) Notas de
exorbitancia: a) fuertes potestades de control del concedente sobre el concesionario en los aspectos:-jurídicos-técnicos (
relativos a la ejecución del contrato )-- comerciales--- financieros
a)potestad para mutar el contenido del contrato cuando concurren razones de interés público (dentro del límite de lo
razonable) (ius variandi)
b)potestad para controlar las tarifas de utilización del servicio
c) potestad de la A.P. para rescindir el contrato por sí y ante sí sin necesidad de acudir a la justicia y negación de esa
posibilidad al concesionario, quien sólo puede pedir la rescisión judicialmente
d)potestad de rescatar la prestación del servicio para prestarlo “per se”, o en su caso, de revocar el contrato por razones
de oportunidad, mérito o conveniencia
e)temporalidad de la transferencia
f) reversión de los bienes al Estado al finalizar la concesión
g)transferencia al concesionario del poder de policía inherente al servicio y otorgamiento de otros poderes exorbitantes
sobre el usuario
h)improcedencia de la cesión del contrato al concesionario (contrato in tuitu personae)
El ocaso de la concesión. La asunción directa de las actividades económicas. La primera crisis de la noción de
Servicio Público
El ocaso de la concesión por la inviabilidad de su explotación lucrativa,
la concepción de ciertas actividades como estratégicas luego de la primera guerra mundial
la implementación de políticas industrialistas en estados descapitalizados
la influencia de ideas socialistas
fueron factores que incidieron para que el Estado asumiera la prestación directa de los servicios públicos, hasta entonces,
en manos de los concesionarios (nacionalizaciones y municipalizaciones en los primeros treinta años del S.XX).
Después de la segunda guerra mundial se generaliza la actuación del Estado en el ámbito prestacional, industrial y
comercial: la actividad estatal aparece sometida al régimen jurídico privado.
Crisis del modelo: se manifestó en dos realidades que hasta entonces eran un paradigma del Estado:
a)las empresas públicas como un instrumento de gestión de la economía
b)el servicio público tradicional como actividad reservada al Estado, con gestión pública o privada: pero siempre monopólica
Crisis de la empresa pública: La empresa pública es más ineficiente que la privada cuando se trata de sectores competitivos
servicio público tradicional: Crisis notas definitorias del servicio público tradicional:
a)actividades esenciales
b)que vienen a satisfacer necesidades indispensables de los ciudadanos y
c) que tienen carácter estratégico para la economía y la sociedad
Por estas razones, el Estado las fue publificando y además, porque sus economías a gran escala presentan tendencias
monopólicas.
El Estado es el titular de los servicios públicos aunque no los pueda gestionar directamente y acuda a la concesión
En otros casos asume la prestación y se nacionaliza el servicio y la empresa que lo presta.
Concesión: Transferencia de funciones y tareas cuya titularidad corresponde primariamente al Estado.
Si bien estas actividades no formaban parte de los fines históricos del Estado, habían sido publificadas.
Lo que la administración cede en la concesión no es la titularidad sino su ejercicio.
Críticas de este modelo: se lo consideró ineficiente desde una perspectiva económica. Tanto si la gestión era pública o
privada porque se produjeron: -sobreinversiones-aumento inexorable de costos. Sistema inflacionista-mezcla de
cuestiones políticas y económicas en la dirección y gestión del servicio-la responsabilidad no recae en el empresario sino
que se desplaza al Estado.
El repliegue empresarial del Estado y la obra privatizadora. Nueva crisis del concepto de servicio público de signo
inverso
A partir de la década del 80 del S pasado, en Europa y en América se inicia una ola privatizadora, con la transferencia
desde el ámbito público al privado de actividades o servicios completos o parciales en su titularidad y/o en su gestión
(reteniendo la publicatio o trasladando la titularidad y la gestión). También, opera la transferencia de bienes del sector
público al privado.
El Servicio Público en la Unión Europea (Gaspar Ariño Ortiz)
El cambio de modelo en la materia se inicia a fines de 1980, con las privatizaciones. A partir de allí se produce una
transformación profunda en el modelo de Estado:-liberalización de actividades-apertura de fronteras-supresión de
monopolios-privatización de tareas y empresas públicas
El Estado se retira de la actividad económica para concentrarse en sus funciones soberanas
La privatización es un proceso universal: cambio de modelo en Europa e Iberoamérica: cambio de tareas entre el Estado
y la sociedad Se pasa de economías cerradas, presididas por una empresa pública protegida y una empresa privada
subsidiada, a economías de iniciativa privada y mercado libre, abiertas a la inversión y al mercado internacional
Estos procesos alcanzan a los servicios públicos y a los sectores calificados de estratégicos: telecomunicaciones, petróleo,
carreteras y ferrocarriles, líneas aéreas, energía eléctrica, gas, agua potable, transportes y su infraestructuras (puertos,
aeropuertos, etc). Junto a las privatizaciones se produce un cambio profundo en el marco regulador para posibilitar la
competencia entre los operadores.
Fenómeno privatizador: importa la reformulación de las tareas públicas: retirada del Estado de una serie de tareas que se
habían ido incorporando, sin ser propias de éste.
Ello se da porque inciden ideas que reivindican al liberalismo, lo que provoca el retiro del Estado del ámbito empresarial,
industrial y comercial. Este retiro no va acompañado de un abandono del empleo del título jurídico “Servicio público”. Los
Estados europeos no se resignan a perder un Estado ocupado de la solidaridad y bienestar de los ciudadanos.
El Concejo de la Unión Europea define las características configuradotas de los servicios públicos de la siguiente manera:-
-universalidad—igualdad—continuidad, a fin de permitir el acceso de todos los usuarios a un conjunto mínimo de servicios
de una calidad determinada, con independencia de su situación geográfica y a un precio asequible
Situación en nuestro país. (Comadira y Cassagne)
La Constitución de 1853-60:
El Art. 14: consagra el derecho de trabajar, comerciar y ejercer industria lícita. El constituyente nacional, al consagrar estos
derechos, coloca en manos privadas la titularidad de la actividad comercial e industrial.Dice Cassagne que no hay cláusula
constitucional que autorice al Estado a realizar la gestión directa de los servicios públicos. El derecho de ejercer actividades
de naturaleza económica sólo resulta reconocido, en forma expresa, a favor de los particulares.El Estado garantiza los
derechos individuales, su goce y ejercicio y consagra la inviolabilidad del derecho de propiedad.En este contexto, y de
acuerdo a las ideas imperantes en la época de sanción constitucional, tanto la realización de las obras públicas como la
prestación de servicios públicos se llevaron a cabo a través del otorgamiento de concesiones a empresas privadas.Según
Comadira , el Art. 67 inc. 16: armoniza el interés privado y el público: ya que la cláusula de la prosperidad o progreso:
admite la posibilidad de otorgar concesiones temporales de privilegios –monopolios o exclusividades- y recompensas de
estímulo.Marienhoff distingue entre monopolio y exclusividad:--monopolio: una actividad se sustrae de la concurrencia y
se reserva para su desarrollo sólo por una persona pública o privada--exclusividad: El Estado asegura a quien la posee
que no otorgará nuevas concesiones para el mismo servicio o actividad.Para Comadira, el principio en la Constitución del
53/60 era la titularidad privada de las actividades, mientras que la titularidad pública era la excepción, sólo justificable por
exigencias de interés público, las que inicialmente se consideraron configuradas respecto de correos y obras sanitarias.
Se concibió a la Constitución como instrumento apto para lograr la prosperidad pública. utilizó la concesión de servicios
públicos como modo de procurar la prosperidad, mediante el desarrollo de ciertas actividades industriales y comerciales.El
Estado asume actividades que considera de interés general. Del mismo modo que en Europa, a través de la concesión:
ferrocarriles, electricidad, gas, tranvías, etc.
El servicio público es el título exorbitante para la exclusión de la titularidad privada de la actividad.
Cassagne distingue diferentes ciclos históricos en este período:Entre 1880 y 1930: los servicios públicos, a excepción de
los correos y el ferrocarril de fomento eran prestados por empresas privadas, bajo el régimen de la concesión (electricidad,
gas, teléfonos,. subterraneos, ferrocarriles, etc.). Entre 1930/1946: es un período de estancamiento en lo económico y
social y de favorecimiento del Estado frente a los concesionarios1946: a partir de allí: se produce la nacionalización
generalizada de los principales servicios públicos, que pasaron a ser prestados por empresas públicas. Esta situación, al
deciir de Cassagne generó: Servicios ineficientes y abultados déficits de explotación, con tarifas políticas y elevada
ocupación de personal.
Constitución de 1949 (dejada sin efecto en 2956): NacionalizacionesSe opera aquí un cambio significativo: art. 40 de
la Constitución: Se decide la pertenencia originaria de los servicios públicos por parte del Estado y la prohibición de su
enajenación o concesión.Se dispone la transferencia al Estado de los servicios que estaban en manos de los particulares
mediante compra o expropiación, con indemnización.
El servicio público es título exorbitante para consagrar la titularidad pública y para prohibir la enajenación o
concesión.Opina Cassagne que esta situación importó la transformación de la idea de servicio público que pasó a ser un
poder de dominación ejercido a través de estructuras burocráticas de las empresas estatales. Según este autor, ello generó
un régimen autoritario que confundió el interés público con el interés de la Administración. Dice que esta fue una de las
causas de la crisis económica y de la hiperinflación.
Década de 1990A su inicio: El Estado es prestador de los servicios públicos a través de --empresas del Estado--sociedades
del Estado--sociedades anónimas con participación estatal mayoritaria--entidades descentralizadas
Actividades comprendidas:--correos y telégrafos—teléfonos--transporte y distribución de gas--generación, transporte y
distribución de electricidad--obras sanitarias--transporte aéreo de cabotaje--transporte ferroviario A partir de allí ante la
crisis en la que se encontraba sumido el Estado se adoptan políticas de liberalización de la economía, mediante las
privatizaciones de empresas públicas, la desregulación y desmonopolización de actividades. Se sanciona la ley de reforma
del Estado Nª 23.696: se declaró en emergencia la prestación de los servicios públicos.Se facultó al P.E. para otorgar
permisos, licencias, concesiones para la explotación de los servicios públicos .Aparecen, en el campo de los servicios
públicos, los marcos regulatorios sectoriales y se crean los entes reguladoresSe instituyó una jurisdicción administrativa
primaria: los tribunales judiciales se ven impedidos de resolver disputas en materia de jurisdicción del ente hasta tanto este
se haya expedido. Esta concepción importa el otorgamiento de facultades jurisdiccionales a un organismo administrativo,
pero con control judicial suficiente (idem Fernández Arias c/Poggio).
En 1994: se realiza la reforma constitucional: aparece en el texto constitucional, por primera vez la alocución “servicio
público”.
Se configura el servicio público como nueva categoría constitucional (art. 42 C.N.)2ª párrafo del art. 42: las autoridades
tienen el deber de proveer al control de la calidad y eficiencia del servicio público.Tercer párrafo: la legislación debe
establecer procedimientos eficaces para la solución y prevención de conflictos y los marcos regulatorios de los servicios
públicos de competencia nacional, previendo la necesaria participación de las asociaciones de consumidores y usuarios y
de las provincias interesadas en los organismos de control
Previsiones constitucionales que se refieren a los usuarios en las relaciones de consumo:
derecho a la protección de la salud, seguridad e intereses económicos, a una información adecuada y veraz
a la libertad de elección
a condiciones de trato equitativo y digno
obligación de las autoridades de proveer la protección de esos derechos, la educación para el consumo, la defensa de
la competencia contra toda forma de distorsión de los mercados, el control de los monopolios naturales y legales y la
constitución de asociaciones de consumidores y usuarios
La teoría económica ha distinguido distintas situaciones vinculadas a la existencia de un monopolio, ya que ha diferenciado
los "buenos" (aquellos que abaratan) de los "malos" (los que encarecen los productos). Cuando se trata de monopolios
artificiales, donde se presenta el fenómeno de economías de escala y el mercado se vería mejor servido con varios
oferentes que con uno solo, la respuesta institucional no es la regulación sino introducir la competencia mediante la
prohibición de conductas abusivas. Cuando se trata de un monopolio natural, que se desea preservar para aprovechar el
carácter sub aditivo de sus costos (merma en el costo marginal de producción de una unidad adicional), la respuesta
institucional es la regulación en sentido propio, a efectos de que los menores costos se trasladen a los usuarios, mediante
la adopción del régimen del servicio público y la sanción de un marco regulatorio Las cinco características que suelen
señalarse como indicadoras de la existencia de un monopolio natural son: (i) la elevada inversión de capital, (ii) la
producción de bienes considerados de primera necesidad, (iii) la imposibilidad de almacenarlos ante la caída de la
demanda, (iv) la existencia de un conexión física y (v) la atención de un mercado atractivo que permite la realización de
rentas Hoy, la cuestión a nivel nacional, se centra en la regulación y control que debe ejercer el Estado sobre las actividades
privatizadas respecto de la calidad en la gestión y en la prestación del servicio. Art. 42 C.N. y preámbulo: en tanto fija como
una de las finalidades constituyentes la de “promover el bienestar general”: se vincula con la calidad de los servicios
públicos
El Servicio público en el proceso de transformación del Estado
Cassagne entiende que sobre el concepto de servicio público pesan los cambios en la economía:. Actualmente, se tiende
a la compatibilización del servicio público con la economía de mercado, en virtud del principio de subsidiariedad o
suplencia.El servicio público en la actualidad, sólo adquiere sentido si se lo concibe como un sistema de gestión privada
circunscrito a ciertas prestaciones vitales de índole económica que no pueden realizarse bajo un régimen de libertad.
Cuando el Estado presta directamente el servicio queda desplazada la autorregulación. No tienen sentido las regulaciones
ni los entes reguladores.Las regulaciones, desregulaciones y privatizaciones. se dan en la era del Estado
subsidiario.Ideología del servicio público: El principio de subsidiariedad.a partir de la transformación del Estado se trató de
reducir la noción de los servicios públicos a los servicios esenciales o primordiales.El Estado abandona la gestión
directaAparece la competencia como fundamento de la eficiencia, con base en la ideología de la libertad de mercado.
Los derechos fundamentales operan como límites naturales que acotan el alcance de la institución.El punto de partida para
Cassagne es la figura de la concesión. Requiere la adaptación del instituto a las nuevas circunstancias históricas
La nueva concepción de servicio público: Se circunscribe a las actividades que resultan primordiales o esenciales o
indispensables para la satisfacción de necesidades sociales de la comunidad que no es posible llevar a cabo bajo un
régimen de libre competencia, es decir, bajo las leyes del mercado. Para Cassagne estas actividades deben ser
gestionadas por los particulares ya que no es función del Estado perseguir el lucro ni crear la riqueza.
3.CARACTERES Y CLASIFICACIÓN DE LOS SERVICIOS PÚBLICOS. LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES EN LOS
SERVICIOS PÚBLICOS Servicio público Distinto de Servicio social
Servicio Público: prestaciones de naturaleza económica que crean relaciones singulares con los habitantes, donde las
inversiones se retribuyen con el producto de la explotación de la actividad.
Servicios sociales: En estos el principio fundamental es el de la solidaridad. La responsabilidad de la satisfacción de las
necesidades sociales recae directamente en el Estado o lo satisfacen particulares mediante el otorgamiento de
subvenciones o subsidios.
Las notas esenciales del servicio público son:
1)satisfacción de necesidades primordiales 2)contenido económico de la prestación 3)obligatoriedad
Existen otro tipo de actividades privadas que aún cuando sean de interés público no se rigen por el régimen del servicio
público y se aplican las reglas del mercado libre (radiofonía, televisión).
El principio de la competencia explica también los supuestos en los que los marcos regulatorios (aunque consagren
privilegios de exclusividad) imponen a los prestatarios la obligación de libre acceso a la red de transporte (gas, electricidad,
telefonía básica). Para Cassagne, también debe ser adaptada la publicatio.La publicatio: es la declaración formal de la
asunción de la titularidad de una determinada actividad por parte del Estado.Cuando se trata de privatizaciones fundamenta
la regulación económica estatal por el régimen del servicio público a través de la gestión privada de determinada
actividad.La publicatio sólo implica que el Estado tiene la voluntad de someter una actividad al régimen de derecho público
que lo sujeta a potestades administrativas.Esa declaración formal debe ser efectuada siempre por el poder legislativo. Es
una potestad acotada por el principio de subsidiariedad.
En el campo de la regulación económica, los servicio públicos son la expresión de máxima intensidad del mismo. En las
actividades de interés público la regulación es menor.
En la actualidad el servicio público se desenvuelve en un marco que tiende a segmentar los mercados y a generar la
máxima libertad compatible con la calidad y eficiencia de las actividades: es un deber del Estado a la luz de lo prescripto
por el art. 42 de la C.N.
Tendencias y principios de interpretación:
1)subsistencia de la gestión privada, derivada del principio de subsidiariedad, que impide que la reversión y el rescate
configuren poderes implícitos. En algunos regímenes (por ejemplo, electricidad) Se prevén fórmulas de continuidad de la
gestión privada al término de la concesión
2)flexibilidad interpretativa a favor de la estabilidad de la concesión
3)mutabilidad concesionada
4)ejercicio de la potestad tarifaria con base contractual
5)eliminación del poder discrecional de la autoridad concedente
6)régimen de responsabilidad contractual frente al Estado y de cara a los concesionarios
Las nuevas bases de la concepción del servicio público se orientan hacia:
El reconocimiento de que la gestión del servicio es tarea privada salvo supuestos de insuficiencia o de necesidad
de sustracción de las reglas del mercado.
Limitación del régimen del servicio público a las actividades primordiales que satisfacen necesidades de
naturaleza económica
La admisión de que la publicatio emana del Congreso para cada actividad específica y no en forma generalizada
La caracterización de la actividad por medio de un régimen jurídico especial que comprende, además de sus
notas tradicionales de igualdad, continuidad y regularidad, el establecimiento de prestaciones obligatorias y lo
relativo a la tarifa máxima inicial y sus reajustes en el respectivo contrato entre concedente y firma prestadora.
El servicio público y las técnicas concesionales: Distinción entre:
Concesión: contrato
Licencia: otorgamiento de un derecho. Radiodifusión, telecomunicaciones
Autorización: reconocimiento de un derecho previo
Cuando el objeto de un contrato administrativo de concesión o licencia sea un servicio público su régimen se integra por
reglas no derogables por voluntad de las partes que le confiere rasgos propios del derecho público al contenido de las
prestaciones a cargo del concesionario o licenciatario
SERVICIO PÚBLICO. CARACTERES.
El servicio público participa de todas las características de la actividad administrativa y forma parte de ella Notas especificas
que ayudan a individualizar la actividad y determinan las obligaciones de la administración Pública, del sujeto prestador del
servicio y de los usuarios: a)continuidad b)regularidad , c)uniformidad , d)generalidad. e)obligatoriedad f)calidad y eficiencia
Continuidad: el servicio debe prestarse oportunamente, cuando la necesidad que cubre se haga presente. La causa que
legitima la existencia del servicio público es la satisfacción de una necesidad colectiva que no puede efectuarse de otra
manera que no sea a través de la técnica de esta institución. El modo de asegurar que la prestación se haga efectiva es
la regla de la continuidad. Según este principio, el servicio público ha de prestarse sin interrupciones.
Hay servicios que por la necesidad colectiva que satisfacen no pueden ser interrumpidos (por ejemplo: provisión de agua
potable, electricidad, etc.). En estos casos la continuidad es absoluta. La continuidad es relativa cuando el servicio no se
presta ininterrumpidamente: por ejemplo: extinción de incendios. Es que el servicio debe prestarse cuando aparezca la
necesidad. No obstante los tipos de continuidad, el servicio debe mantenerse inalterado dada la necesidad colectiva que
satisface. Para asegurar la concreción de la continuidad se ha previsto a) la reglamentación del derecho de huelga y la
restricción del lock out patronal. El derecho de huelga no es absoluto y se encuentra sujeto a las leyes que reglamentan
su ejercicio. En nuestro país se instituyó el arbitraje obligatorio para los conflictos laborales que puedan ocasionar la
suspensión paralización y negación de los servicios públicos esenciales b) la aplicación de la teoría de la imprevisión para
que en el caso de producirse una crisis económica no se paralice; c) la prohibición de la ejecución forzosa de los bienes
afectados al servicio; d) la ejecución directa por el estado en caso de rescate de servicios concedidos; e) en el caso de
quiebra del concesionario, la ley de quiebras prevé lo atinente a la continuidad del servicio (art. 189, ley 24.522)
Regularidad: el servicio debe prestarse conforme a las reglas preestablecidas. La regularidad es distinta a la continuidad.
(Por este último principio, el servicio debe prestarse de manera ininterrumpida.)Por ejemplo, en el caso del trasporte, en
virtud de la regularidad el concesionario debe respetar los horarios del transporte de pasajeros, fijados en el reglamento o
contrato.En función de la continuidad, tiene la obligación de que no se interrumpa el servicio de trasporte.
De acuerdo al art. 42 de la Constitución Nacional, la legislación establecerá los marcos regulatorios de los servicios públicos
de competencia nacional (art. 42).
Igualdad o Uniformidad: Es la igualdad de trato en la prestación. Es el derecho a exigir y recibir el servicio, en igualdad
de condiciones sin discriminaciones ni privilegios. Deriva del principio constitucional de igualdad ante la ley –art. 16-.
De conformidad al art. 42 de la C.N.: los consumidores y usuarios de bienes y servicios tienen derecho a condiciones de
trato equitativo y digno. También rige para los prestatarios del servicio quienes tienen derecho a que se les dispense igual
tratamiento jurídico y económico, sin discriminaciones.La igualdad se refiere tanto al acceso al servicio como al precio o
tasa.La igualdad no se lesiona cuando se pactan precios más bajos para grandes usuarios o cundo se pacta un precio
especial y la diferencia es sufragada por el Estado (por ejemplo, en villas de emergencia)
Generalidad: El servicio puede ser utilizado y exigido por todos los habitantes sin exclusión alguna. El servicio se establece
para la satisfacción de una necesidad colectiva. Existe una obligación estatal de garantizar la expansión del servicio
habilitando su acceso a los habitantes de las poblaciones no servidas por su escasa rentabilidad. Para Cassagne esta es
una derivación del principio de igualdad.
Obligatoriedad: Es el aseguramiento de la prestación efectiva del servicio y la consecuente satisfacción de la necesidad
colectiva. La obligatoriedad de la prestación se corresponde con el derecho subjetivo de exigirla. El usuario no está
obligado, en principio, a usar el servicio, salvo que el mismo sea el instrumento idóneo para alcanzar el fin que el Estado
persigue, por ejemplo: instrucción primaria, o la conexión de redes cloacales por cuestiones de salubridad.
Calidad y Eficiencia: el art. 42 de la C.N. prevé que los consumidores y usuarios de bienes y servicios tienen derecho a
la protección de su salud, seguridad, e intereses económicos, a una información adecuada y veraz, a la libertad de elección
y a condiciones de trato equitativas y dignas. Las autoridades proveerán a la protección de esos derechos, a la defensa de
la competencia contra toda forma de distorsión de los mercados, al control de los monopolios naturales y legales, a la
calidad y eficacia de los servicios públicos .Objetivos perseguidos por el constituyente con esta norma: lograr una mejor
calidad de vida de los habitantes. Por eso son exigibles a los prestadores niveles adecuados de prestación. No basta
entonces con privatizar las empresas, hay que cambiar el modelo de regulación
CREACIÓN, el sericio publico puede ser creado por decreto o por ley . 1) es creado por decreto ( administración publica
I ya que el PE es el órgano administrador ( art. 99 inc 1) 2) es creado por ley ( congreso ) cuando se trate de servicios
prestados con privilegios o monopolios ( art. 75 inc 18 CN) o cuando la CN expresamente diga que lo crea el PL ( art.
75 inc 14). La competencia es provincial , poderes no delegados por las provincias a la nación., salvo los servicios
interprovinciales o internacionales y los correos generales cuya competencia es nacional ( art. 75 inc 13 y 14 CN
MODIFICACIÓN Y SUPRESIÓN DEL SERVICIO PÚBLICO. el servicio publico se modifica cuando sea en beneficio del
interés publico y se suprime si la necesidad publica desaparece porque el servicio ya no tiene razón de ser La supresión
y modificación le corresponde al creador ( si es por ley al congreso y si es por decreto al P. E. LA ORGANIZACIÓN
DEL SERVICIO PÚBLICO. el poder ejecutivo se encarga de organizar la parte de la infraestructura del servicio ( art. 99
inc 1 CN) y el Poder Legislativo se encarga de organizar la parte normativa ( art. 42 de la CN : los marcos regulatorios
de los sevicios públicos se establecen por ley . COMPETENCIA JURISDICCIONAL. ..presta el servicio directamente ante
conflictos con un particular afectado por dicho servicio , la jurisdicción es contencioso administrativo ..presta servicio
indirectamente hay varias opciones : si el problema es entre la administración y el prestador , la jurisdicción es
contencioso administrativo ; si es entre el prestador y el usuario , por temas de derecho privado la jurisdicción es ordinaria
pero por temas de derecho publico es contencioso administrativa
5.LA GESTIÓN DE LOS SERVICIOS PÚBLICOS. LA COLABORACIÓN DE LOS PARTICULARES. Los servicios
públicos en particular : La aplicación de politicas neoliberales implican una reducción de las competencias es tatales
dando origen a una continua transeferencia de actividades del sector publico al sector privada , así servicios que antes
prestaba directamente el estado han pasado a manos privadas ( Ej. , luz , gas , te, ferrocarriles etc) El proceso privatizador
se instrumenta teniendo como finalidad , además de la eliminación del déficit publico y de ambitos de corrupción , la
prestación de un servicio que brinde seguridad , calidad, precio al usuario.- los entes reguladores Así como la junta
reguladora ( de carnes , algodón, yerba mate etc) durante la primera mitad del siglo emergieron como uno de los referentes
principales de intervención del estado en la economía los entes reguladores ceados como consecuencia del proceso de
privatizaciones El factor común mas obvio de lkos entes reguladores es la calidad de entes autárquicos e, contando
con patrimonio y recursos propios. , conducidos por órganos superiores pluripersonales y funcionarios designados por
concurso, Las normas qye asignan competencia a estos entes establecen un catalogo de atribuciones vinculados
esencialmente a la regulación de 1) asectos técnicos de facturación de consumos ; ; inversion y mantenimiento de los
equipos afectados al servicio . El ente regulador no actúa como arbitro de conflictos , sino que actúa con un deber
constitucional y legal de buscar el equilibrio ante la desigualdad existente compensando el poder monopolico o exclusivo
con un mayor peso de control y defensa al usuario.-
6.LOS USUARIOS. El administrado que utiliza un servicio publico se lo denomina usuario Este posee un derecho
subjetivo para usar el servicio publico dentro de l os limites que le imponen las normas reglamentarias pertinentes Este
derecho subjetivo del usuario a usar dekl servicio se funda también en la obligación del Estado de tutelatr el interés
publico y darle satisfacción Frente al derecho subjetivo de exigir la prestación del servicio existe la obligación jurídica del
estado o del particular que lo tiene a su cargo de prestarlo . relación jurídica entre el usuario y el prestatario del servicio
puede ser reglamentaria o contractual La diferencia la da entre una y otra la da la naturaleza intrínseca del servicio en
cuestión el modo en que es utilizado por el usuario y su forma de retribución situación jurídica se fundamenta en el
principio de igualdad que caracteriza al servicio publico . protección jurídica El estado debe dictar un marco regulatorio
para seguridad de los usuarios del servicio ,e specificando la regularon , control, fiscalización y verificación d en la materia
Cada privatizacions e regula en forma diferente Por Ej. Ell servicio publioc de telelecomunicaciones el pliego de bases y
condiciones aprobado por dto 62/90 otorgaba esas funciones a la Comisión Nacional de Telecomunicacione
7.RETRIBUCIÓN DEL SERVICIO. La retribución o no de los servicios públicos o sea la onerosidad o gratuidad depende
de su naturaleza La retribución es el pago por recibir la prestación del servicio ; consiste en el precoz , tarifa o tasa ,
quedando excluidos los servicios que s cuyo gasto se paga con impuestos . En relación a la retribución de determinados
servicios hay que hablar de precio o tasa , como especies del genero de retribución , pero distinguiendo entre tasa y precio
como modos de retribución de los servicios La tasa es la retribución que se paga por los servicios que son legalmente
obligatorios En estos vasos la relación que une al ususario cn quien presta el servicio es reglamentario . La tasa es un
pago copncreto que se abona por un servicio El impuesto es el pago que efectúa el contribuyente sin recibir ninguna
contraprestación El precio es la retribución a un servicio de uso facultativo y la relación entre las partes es de carácter
contractual o caracteres:1 ) proporcionalidad las tarifas deben ser justas y razonables En tanto que la prestación y
contraprestación deben fundarse en principios de la justicia conmutativa la tasa debe ser compensatoria La
proporcionalidad supone la razonabilidad es decir la adecuada equivalencia entre el ser vicio prestado y la retribución .La
proporcionalidad es relativa no absoluta , no tiene carácter matemático 2- irretroactividad la tasa o precio ( en principio) no
puede ser retroactiva Tiene efectos ex nuc 3- legalidad El estado es quien fija o aprueba las tarifas , aunque lo prreste
directa o indirectamentye en este ultimo caso el concesionario interviene en la fijación dela tasa o precio en función dl
equilibrio de la ecuación económico – financiera , del contrato po para lo cual esl Estado las aprueba previamente como
modo de control Las tarifas no son producto de la voluntad del concesionario pues deben ser aprobadas por el poder
administrador mediante un acto de administración denominado homologación sin las cuales no tienen legitimidad La
tarifa determina un acto cuyos efectos de alcance general se extienden a todos los usuarios , es decir es una decisión
unilateral del estado de efectos reglamentarios por lo cual para que tenga eficacia jurídica debe ser publicada . para
darlo a conocer al usuario y garantizar su vigencia .-4-Efectividad el cobro de la tasa o precio requiere la efectiva
prestación del servicio la que actúa como causa para demandar el cobro del precio p tasa pues ilegitimo el cobro por
un servicio que no se presta .
8.REGULACIÓN DE LOS SERVICIOS PRIVATIZADOS. Regulación de los servicios públicos En el modelo clásico de
regulación el regulador sustituye al mercado. Asume la mayoría de las decisiones: planificación, inversión, financiación,
precio. : En un sistema abierto de regulación: trata de promover la competencia; solo si no hay competencia o esta es
insuficiente, el regulador defiende los intereses de los usuarios: seguridad, calidad, fijación de precios de los servicios, etc.
El objetivo de la regulación es proteger a la sociedad en aquellas actividades que resultan esenciales para su vida y
bienestar. Los aspectos fundamentales a los que se orienta la regulación son a) garantizar la prestación presente y futura
del servicio b) establecer niveles adecuados en la relación calidad –precio Si para mantener estos fines es necesario
intervenir en la actividad y en las decisiones empresariales, se justifica la regulación. Un sistema abierto y competitivo
reduce la regulación Justificación de la regulación: Importancia social de ciertas actividades-Asimetría de posiciones entre
empresas y usuarios --Dificultad de crear un mercado abierto y transparente Competencia y regulación no son términos
antitéticos: El marco regulador puede promover la competencia y garantizar la finalidad del servicio público. La proliferación
de regulación y la explotación monopólica son determinantes de altos precios y mal servicio. Tan importantes como la
regulación son los encargados de su aplicación: se proponen que obren con un margen de discrecionalidad técnica
(controlable). La discrecionalidad técnica es un concepto similar al de los conceptos jurídicos indeterminados, hay una sola
solución válida. Se trata de conceptos técnicos de especial conocimiento por científicos pero que admiten una única
solución. Por tal razón son susceptibles de control judicial.
Servicios públicos competitivos: principios:
1)Desintegración vertical del sector y separación de actividades : separar las distintas fases o segmentos del negocio
Es posible distinguir.
Las infraestructuras comunes
de
Los servicios prestados por distintos operadores en competencia
por ej: en el trasporte aéreo: es perfectamente separable las flotas, los servicios y las rentas de las infraestructuras comunes
a las diferentes compañías (aeropuertos)
Más difícil pero posible es la gestión independiente del uso común de redes de gas o eléctricas o de telecomunicaciones y
su separación de los servicios prestados por distintos operadores, dando acceso a todos ellos en condiciones de igualdad,
cualquiera que fuese el propietario de la red.
El nuevo modelo de regulación para la competencia diferencia entre actividades potencialmente competitivas y no
competitivas, con aplicación de un régimen jurídico distinto a unas y otras.
El régimen jurídico de actividades competitivas debe contemplar cuatro libertades:
Libertad de entrada: apertura del sector a la iniciativa privada y pluralidad de ofertas en los segmentos competitivos
Libre acceso al mercado: esto es a la red, a la infraestructura. La mayoría de los servicios públicos están ligados a
redes físicas o infraestructuras sobre las que aquellos se presta. Redes eléctricas, oleoductos, gasoductos, redes
ferroviarias, puertos, aeropuertos, redes de telecomunicación, redes de abastecimiento de agua, redes de autopistas. Estas
instalaciones reúnen las características de un monopolio natural: una sola empresa puede producir el “out put” deseado al
menor costo. Debe reconocerse a todos los operadores el acceso a las redes. La efectividad de tal acceso determina la
competencia real en la oferta de los servicios. El acceso a las redes debe estar regulado para que la competencia sea
efectiva. Debe fijarse un canon razonable por el uso de las redes.
Libertad de contratación y formación competitiva de los precios: libertad para comprar o vender sus productos o
servicios, libertad de importación y exportación, libertad para extender actividades a nuevas áreas o sectores conexos.
Libertad de fijación de precios donde los clientes, en un marco de competencia, puedan optar entre varias ofertas
Libertad de inversión: con una única limitación: que se pusiera en riesgo la seguridad del abastecimiento o se
encareciera innesariamente el sistema en su conjunto
Régimen jurídico de las actividades no competitivas
a. Instalación y gestión de infraestructuras: las infraestructuras son de uso común y sobre ellas los operadores pueden
ofrecer servicios singularizados. En el servicio eléctrico las redes de alta y media tensión y las instalaciones del despacho
central. En telecomunicaciones, la red telefónica. La red es la clave del mercado: su regulación debe reunir algunas
características:
1. gestión autónoma: debe permanecer al margen de los demás negocios. Donde los grandes productores son los
propietarios de la red de trasmisión, el mercado se ve falseado
2. diseñar un estatuto jurídico de redes y acceso de terceros
3. romper con el concepto tradicional de derecho de propiedad: la red importa una propiedad afectada al uso público
b)obligaciones o cargas del servicio:
en el nuevo concepto de servicio público hay que distinguir
prestaciones de mercado
de
prestaciones de servicio público o de servicio universal: es el estándar mínimo de servicio al que todos los ciudadanos
tienen derecho
En las prestaciones universales no hay mercado porque nadie está interesado ya que los costos no se cubren. Aquí
entra la regulación imponiendo la prestación obligatoria a cualquiera de los operadores del sector.
La apertura de los servicios a la competencias se caracteriza por
a. la no calificación como “servicio público” de una actividad o sector en su conjunto, sino solo de algunas tareas, misiones,
actuaciones concretas dentro de aquel.. En lugar de declarar “servicio público” al correo, a las telecomunicaciones, al gas,
etc. Lo que hay que hacer es precisiones sobre cuales son las obligaciones o cargas del servicio público de prestación
obligatoria que hay que garantizar. Por ejemplo; el servicio de teléfonos es universal pero no la telefonía celular o la banda
ancha. En cada sector se debe determinar por ley cuales son las obligaciones concretas
b.Abandono del concepto de reserva. Desaparecen:
1)la titularidad de la actividad a favor del Estado,
2)la idea de la concesión como transferencia de una competencia originariamente administrativa
3)desaparece el rescate en cualquier momento
4)desaparece la garantía del equilibrio financiero de la empresa
La idea de servicio público se acerca más a la de actividad reglamentada.
b.Se sustituye el régimen cerrado por un régimen abierto en cuanto a la entrada en el sector por medio de una autorización
reglamentada, sometida a la imposición de cargas u obligaciones de servicio, en la medida que haya que garantizar
determinadas prestaciones al público que se imponen de modo vinculante a todos cuantos actúen en el sector. Debe
preverse la compensación económica cuando el costo del servicio no puede ser pagado por los destinatarios. Las
prestaciones que requiere la administración deben ser negociadas con el operador.
c. En el nuevo régimen de servicio, el operador debe medir sus inversiones y gastos porque no hay garantía de equilibrio
económico financiero. No se puede mezclar el sistema liberal con el concesional.
d.Se deben distinguir en las actividades de las empresas dos cuestiones:
1. actividades subsidiadas. Servicios garantizados a precios tasados, con compensación adicional: por ellas responde el
Estado
2. actividades comerciales competitivas: sometidas a un régimen de precios de mercado, libremente pactados por las
partes. El riesgo y ventura corresponde al empresario.
Las primeras se asemejan a la concesión (régimen contractual). Las segundas son libres, no reguladas.
El nuevo concepto de servicio económico de interés general en la Unión Europea: no se puede prohibir la competencia,
salvo que ello haga imposible el cumplimiento de las tareas de servicio público.
Tarifas En el viejo sistema de regulación: la batalla entre regulador y regulados se produce, periódicamente, en este
campo. La administración pública está mal equipada para discutir con las compañías sobre tarifas. Le falta información y
en ocasiones, capacidad de análisis. Disponía de un método efectivo para imponer su ley. El congelamiento de tarifas en
épocas inflacionarias o una revisión unos puntos más debajo de la inflación. El aumento de tarifas es siempre una medida
impopular. No hay un poder político que escape a la tentación de fijar precios políticos, aplazando la solución del problema
de fondo para un momento posterior que nunca llega.Deben los órganos de decisión dejarse llevar por la oportunidad
política? Si lo hacen, quien paga el gasto?Según Ariño Ortiz si bien es legítimo el congelamiento de tarifas en la lucha
contra la pobreza, el gobierno debe asumir la responsabilidad, compensando económica o financieramente a las empresas
sobre las que luego recae la carga del servicio. Lo normal debe ser la fijación de precios reales, lo excepcional, su
manipulación. Pero en la realidad, lo normal es la manipulación de precios cuando esta competencia de fijar tarifas se ha
otorgado a órganos subordinados al poder político.
1. CONCEPTO DE POLICÍA . Son funciones del estado cuyo fin es compatibilizar los derechos individuales cuando sea
necesario para lograr el bienestar general . El estado actúa en ejercicio de la función publica , sobre individuos , limitando
sus derechos individuales y de poder de policía es la parte de la función legislativa cuyo objeto es limitar y regular (
dentro de los limites constitucionales y a través de leyes O derechos individuales reconocidos en a constitución nacional
para proteger el interés general o social ( arts. 14 y 28) . A través del poder de policía el Estado erifica que los
administrados cumplan sus deberes . reglamentando derechos pero sin alterarlos.
Concepto de policía y de poder de policía. Por policía se ha entendido la actividad del estado que pretende la convivencia
pacífica y ordenada de los individuos y de sus actividades, dentro del grupo social al cual pertenecen o mas concretamente,
la función o actividad administrativa cuyo objeto es la seguridad, moralidad y salubridad publica, y la economía política en
cuanto llega afectar a la primera. En la doctrina francesa la policía aparece como algo vinculado al buen orden de las cosas
públicas para extenderse después a la seguridad de los derechos individuales caracterizados como el orden público. Una
de sus notas mas características es la coaación, perdiendo de vista que su causa es la restricción o limitación jurídica esas
libertades y derechos en preocura de la mejor convivencia social.
Por poder de policía: se entiende la potestad atribuida por las normas constitucionales al órgano o poder legislativo para
reglamentar el ejercicio de los derechos y el cumplimiento de las obligaciones que esas mismas normas reconocen o
imponen a los individuos. 2. Críticas a la noción de poder de policía. Análisis. La expresión poder de policía ha sido
criticada,. Ya que tal poder no existe como tal, siendo el poder único del estado atribuido exclusivamente al poder legislativo,
poder judicial y poder Ejecutivo .Otros conceptos de policía: Dromi: Policía es una modalidad de obrar de contenido
prohibitivo y limitatiovo (dentro de la función administrativa) y poder de policía es una modalidad reglkamentaria de
derechos (dentro de la función legislativa). Mayer: policía es una especiee particular de actividad administrativa poder de
policía es la manifestación del poder público propio de la actividad., gordillo: poder de policía debe eliminarse porque su
función se ha distribuido dentro de toda la actividad estatal. un conjunto de reglas, componentes de una reglamentación
que tiende a limitar las libertades y los derechos individuales, en salvaguarda del orden público, a una forma de actividad
o accionar que es realizado para asegurar la efectiva aplicación de tales reglamentaciones y a los agentes públicos-
funcionarios y empleados- que tienen por misión cumplir esa actividad o accionar. Poder Legislativo, judicial y
administrativa: la función de policía puede ser dividida en tres formas o modalidades: la policía legislativa, la policía
judicial y la policía administrativa. La policía legislativa se denomina poder de policía reconoce su existencia en el art. 14
que los derechos individuales que reconoce serán gozados conforme a las leyes que reglamentan su ejercicio. La misma
constitucional en su art. 28 ha fijado los limites de la policía legislativa al establecer, que los principios, garantías y derechos
admitidos por ella no podrán ser alterados por las leyes que reglamenten su ejercicio, lo que significa que la policía no
puede llegar a desconocer o destruir las libertades y los derechos individuales. No corresponde a los jueces expedirse
sobre la eficacia o ineficacia de las leyes de policía debiendo limitarse a su revisión desde el punto de vista constitucional.
El poder de policía restringe y regula las libertades y los derechos de los habitantes en el uso de sus facultades personales
y de su propiedad para asegurar kla promoción del bienestar público. La policía para alcanzar el resultado debe actuar.
Ese accionar o gestión directa puede revestir dos modalidades diferentes de las cuales una aparece como índole mas
general en su desarrollo y otra tiene carácter limitado con matices de tipo jurisdiccional. Esta ultima constituye la policía
judicial, que es una actividad auxiliar de la justicia criminal que tiende a la comprobación de ciertos hechos y al
descubrimiento de sus autores, asi como asegurar la debida represión de los delincuentes. Esta policía es de tipo represivo
y se deriva y sirve a la actividad policial del juez, siendo la mas ostensible y conocida por el público. La policía
administrativa comprende una serie de formas y modalidades que han sido agrupadas en la trilogía de policía, fomento y
servicio público y se ha agregado la gestión comercial de la administración (prestación de bienes). La actividad de esta ha
sido definida como el conjunto de medios coactivos utilizables por la administración a fin de que los particulares ajusten
sus actividades a una finalidad o exigencias de interés publico, o como la actividad de la administración que esta despliega
en ejercicio de sus propias potestades para garantizar el mantenimiento del orden público, del interés público, limitando o
restringiendo las libertades y los derechos individuales mediante el ejercicio de la coacción de los administradores. Los
elementos caracterizantes son: a) es una actividad administrativa, es decir una actividad consistente a un conjunto
complejo de hechos, actos y procedimientos realizados por la administración. Es una actividad, concreta, singular y
operativa. b)es una actividad subordinada al orden jurídico es regida y regulada en su organización y desarrollo por el
ordenamiento normativo vigente. c)es una actividad de limitación o restricción de las libertades o derechos individuales
que produce un cercamiento de ellos, fundado en la ley y mientras se mantenga en sus limites no genera para el estado
ningún tipo de responsabilidad d) es una actividad de coacción, mediante el poder conminatorio de la sanción prevista, ya
sea por medio de la imposición de esta a quienes transgrden o violan las restricciones y el ordenamiento fijado.e) es una
actividad teleológica, como la actividad administartiva, ya que adecua, limita y armoniza las libertades y los derechos
individuales en preocura de finalidades relativas al interés publico, al bienestar general.f)la administración publica en
materia administrativa, actúa en ejercicio de potestades publicas debiendo mantenerse dentro de la zona de reserva de la
administración sin pretender excederla o trasponerla.
Limites al poder de policía: (garantías para los derechos individuales son: 1) la Intimidad: no puede reglamentarse o
limitarse por la ley la intimidad de la persona. La Constitución nacional habla de esa garantía en los art 19 y 18 y el código
civil, en su art 1.072 bis. 2) la razonabilidad: los derechos reconocidos por la constitución nacional no pueden alterarse o
modificarse por las leyes que reglamenten su ejercicio (art 28): la razonabilidad control del contenido de la ley debe ser:
*normativa(estar de acuerdo con la CN), *Técnica(fines y medios deben estar en armonía) y *axiológicas (basarse en la
justicia, no ser injustas). Control judicial de razonabilidad de las normas reglamentarias: lo lleva a cabo el poder judicial, el
cual es quien decide en cada caso concreto si la reglamentación del derecho realmente lo destruye o no (por una restricción
arbitraria) pero el poder judicial no puede fallar sobre su oportunidad (momento en que debe sancionarse la ley) o
convivencia (ventaja o desventaja de dictar la ley). Los derechos no son absolutos, su ejercicio debe someterse a
limitaciones pero no arbitrarias, sino razonables y proporcionales con sus fines. 3)la legalidad: las limitaciones a los
derechos que no provengan de una ley son inconstitucionales, porque si no hay ley no puede haber limitación. La
constitución nacional se refioere a la legalidad en los art.14 , 198 (nadie esta obligado a no hace rlo que no manda la ley
ni privado de lo que ella no prohíbe y el art.28.
Medios de poder de policía -Exteriorización del poder de policía: la policía para poder cumplir su cometido dispone
de una serie de medios de diferente naturaleza, carácter y alcance: a) medios normativos o formales que consisten en
el dictado de normas de cumplimiento necesario para sus destinario, pueden ser de carácter general: son el reglamento,
la ordenanza, o de carácter individual como son la ordenanza y la autorización. B) medios ejecutivos o de coacción: los
cuales incluyen multiples formas de actividad que comprenden 1) la actividad informativa y preventiva en el cual la policía
obtiene el conocimiento de los hechos y situaciones inherentes a su accionar (inspecciones, registros, revisaciones, etc)y
previene que se cometa violaciones o perturbaciones del orden público.2) la actividad coactiva y sancionatoria que tiende
a la ejecución directa y aun forzada de los actos y decisiones policiales por medio de una compulsión suficiente sobre los
individuos. *Leyes de policía: reglamentan derechos y son dictados solamente por el poder legislativo. El poder de policía
no puede expresarse por reglamentos emitidos por el Poder Ejecutivo salvo que dicho reglamento se base en una ley ya
promulgada. Ordenanzas: son normas policiales que se aplican en el ámbito local dictadas por los municipios y que
reglamentan normas establecidas en las leyes municipales (sobre edificación, urbanización, seguridad, higiene, bienes
públicos) no hay delegación legislativa. Edictos policiales: fuera del código penal existe una serie de hechos que no son
delitos pero que de alguna maner constituyen un ataque a la comunidad, al orden, o a la moral y por lo tanto merecen ser
sancionadas, es decir “faltas o contraversiones” (ebriedad, gritos en la calle, prostitución, los travestis, los menores en la
calle después de cierta hora, etc) las normas que contemplaban y reprimían estas faltas se llaman edictos (edicto de
vagancia, de juego, etc) los edictos ley 13.030eran aplicaos, juzgados y sentenciados por la policía, la apelación era ante
el jefe de policía. En el fallo Mouviel se sostuvo que este régimen era inconstitucional por considerar que violaba el principio
“nulla poena sine lege”. A partir del código de convivencia los edictos policiales se dejaron de aplicar dentro de la ciudad
de bs as. *orden policial: es un acto administrativo de origen legal, a través de la cual se concreta una situación
(establecida por la ley) para aplicársela a un particular. La orden debe contener el objeto, el motivo y las consecuencias de
incumplir dicha orde. Además debe ser notificada previamente le afectado y durar hasta que deje de existir el hecho
motivador sirve como forma preventiva para dar a conocer una conducta pública que puede generar hechos perturbadores.
No tiene fuerza ejecutiva. Advertencia. Igual que el aviso ero está presente la intimidación a través de la sanción por
incumplir un deber. Información: se obliga a los particulares a informar a la administración pública sobre ciertos hechos o
conductas. Debe pedirse por escrito, notificarse previamente y estar autorizado por ley. Autorización: la administración
da autorizaciones cuando se necesita su confiormidad para que un particular ejerza un derecho (carnet de conductor)
Permiso: la administración puede beneficiar a un particular con ciertas ventajas (estacionar en la vía público)
3. Régimen jurídico de la actividad de policía. Principios que la rigen.
Clasificación de la policía: a) por la jurisdicción: atiende al ámbito jurídico espacial, en que actua la policía y responde
a la organización institucional adoptada en cada país. La policía puede ser nacional, (es la que actua en el ámbito jurídico
espacial asignado por la constitución nacional a la nación al gobierno federal, resultando de los poderes delegados por las
pcias a la nación), provincial (es la actua en el ambitro jurídico espacial correspondiente a las provinciasy que estas han
conservado siendo el ámbito común y originario de la policía y municipal (ámbito jurídico espacial correspondiente a las
municipalidades creadas y organizadas por las provincias.a sus respectivas leyes orgánicas. Por sus fines : policía judicial
y administrativa, y la existencia de una llamada policía de gestión se vincula y atiende el buen funcionamiento de los
servicios públicos. Por la materia por la cual versa: la clasificación mas amplia y variable tiene en consideración los
bienes o valores jurídicos que son objetos de su actividad. La policía de seguridad, de prensa, de culto, de la propiedad,
de lasalubridad e higiene, de trabajo, industria y comercio, de moralidad, costumbres, etc. Por las formas de actividad:
teniendo en cuenta las formas y o medios de su actividad la policía ha sido dividida en policía preventiva o de prevención
y policía represiva o policía de represión. Es preventiva la policía que preocura evitar la violación del orden público o su
perturbación actuando mediante la amenaza de la coacción de que es titular ; es policía represiva aquella que una vez
ocurrida la violación o la perturbación del orden público actúa mediante la efectiva imposición de la coacción reprimiendo
y sancionando a los autores responsables de la alteración. La prevención y la represión dos momentos de una misma
actividad. Por el objeto de la coacción: el objeto de la coacción se diferencia la policía personal de la policía real, o
material. La policía personal es la que atiende a la defensa y mantenimiento del orden público contra las alteraciones o
perturbaciones que pueden resultar de los seres humanos , la policía real o material tiene en cuenta los peligros que para
ese orden público quedan resultar de las cosas como ciertos fenómenos naturales.
Ámbito jurídico espacial de la policía de nuestro país. El poder de policía y las atribuciones y facultades de policía,
pertenecen a las provincias, ya que constituyen una facultad que estas no han delegado total y expresamente a la nación
y que por tanto se han reservado. El poder de policía y las atribuciones y facultades de policía solo corresponde a la nación
cuando esta ejerce atribuciones que le han sido conferidas por la constitución nacional expresa, implícitamente o cuando
el ejercicio de idénticas funciones por las provincias resulta incompatible con un igual ejercicio de ejercicios conferidos a la
nación. El poder, la atribuciones y las facultades de policía pueden corresponder según los casos al gobierno federal o las
pcias de manera exclusiva y excluyente. La constitución nacional ha efectuado una razonable y correcta distribución de
poderes y facultades entre el gobierno federal creado por las pcias y estas mismas conservando las provincias todo lo que
ha delegado al gobierno central. Las atribuciones de la nación son excepcionales frente al poder general y originario de las
pcias, pero en cuanto existen aquellas atribuciones se extienden a todo lo que es necesario para su exacto y eficaz ejercicio
incluyendo lo que es atinente al ejercicio del poder de policía y a las atribuciones de la policía.
SANCIONES ADMINISTRATIVAS: La existencia de la administración pública y el cumplimiento de su cometido no sería
posible sino poseyera la facultad de imponer determinadas clases de sancionesa los administradores que no cumplan los
preceptos. Ese poder sancionador esa facultad de reprimir es inherente y esencial para la existencia de la actividad
administrativa ya que esta exige que el régimen o la regulación adoptada se impongan yt se observen coactivamenete con
independencia de la voluntad de los administradores o aún contra esa misma voluntad.cabe distinguir la ejecución directa
o coaccion de la actividad sancionatoria ya que pretende el cumplimiento efectivo de aquello a lo que esta obligado el
administrado, sin tener en cuenta su voluntad para ello , la segunda que se manifiesta mediante la imposición de las
sanciones administrativas se basa en la circunstancia en que el administrado no ha cumplido ni cumplirá su obligación
siendo ese incumplimiento el que da origen a la sanción según lo previsto por la ley. APLICACIÓN DE LAS SANCIONES
ADMINISTRATIVAS: Las sanciones administrativas son impuestas salvo excepciones por las autoridades u órganos
administrativos a los cuales se le ha otorgado competencia para aplicarlas ya sea que compongan la administración activa
o que integren la administración jurisdiccional o una administración particular. La aplicación de las sanciones
administrativas exigirá como condiciones ineludible que se haya sustanciado un procedimiento en el cual se hayan
observado las reglas del debido proceso adjetivo, las cuales implican para el el afectado el cumplimietno de los siguientes
recaudos generales: 1)la notificación del administrado afectado del carácter o fines del procedimiento entablado, 2)la
oportunidad de preparar su alegación y defensa lo que incluye el acceso a la información y a los antecedentes
administrativos vinculados con la cuestión de que se trate. 3)el derecho a ser oído y la oportunidad de presentar sus
argumentos y ofrecer y producir las pruebas que sean procedentes.4)el derecho ha hacerse representar y asesorar por
abogados técnicos u otras personas calificadas.5) la notificación adecuada de la decisión que dicte la administración y de
los motivos en que ella se funde 6)el derecho de recurrir la decisión adoptada, ante una autoridad administrativa distinta
superior, ya sea ante un tribunal de justicia o ante ambos sucesivamente
4. Técnicas o medios de policía. 4.1. Sanciones de Policía. Clases de sanciones ante infracciones a las leyes de policía.
1)arresto: cuando se priva al infractor de su libertad, 2) Multa: consiste en una pena pecuniaria (en dinero), 3) Clausura;
cuando se cierra el lugar físico en donde se produjo la infracción que motivo la sanción, haciendo cesar la actividad del
lugar en forma temporaria o definitiva Ej: clausura de disco por no tener salida de emergencia , clausura de negocio
por falta de higiene,etc. 4)Inhabilitación: se le retira ls autorización que se le dio para ejercer determinados derechos como
manejar , ejercer la profesión ,etc. Puede ser permanente o temporaria y en general es una sanción accesoria de otra. 5)
decomiso: se destruye el objeto con el que se realizo la infracción que se sanciona (ej. Se destruye la mercadería entrada
la país ilegalmente, la mercadería vendida en la calle o plazas sin permiso, las cosas en mal estado.
El derecho administrativo sancionador.
5. Competencia nacional, provincial y municipal en materia de poder de policía. Las provincias conservan todos los
poderes no delegados como los municipios poseen poder de policía La idea subyacente es que el poder de policía en lo
inherente a toda la saciedad política con el gobierno propio Excepcionalmente el poder de policía le corresponde a la
nación cuando este ejercite atribuciones que la constitución le otorga expresamente o implícitamente cuando sea
necesario para el cumplimiento de los fines puestos a su cargo por la CN o cuando el ejercicio de idénticas atribuciones
por las provincias resulte incompatible con igual ejercicio por parte de la Nación, Hay tres hipótesis : 1- el poder de policía
amplio ; que en orden al bien común limita los derechos es de competencia federal ; 2- el poder de policía estricto : que
en orden a la salubridad, moralidad y seguridad publica limita los derechos a la competencia provincial .3- En el orden
federal y con relación al bien común de toda la población es necesario litar los derechos por razones de salubridad ,
moralida y seguridad publica , la competencia es federal.-
6. Especies de policía. Enunciación.
7. Policía de la emergencia. Concepto, legislación y evolución jurisprudencial. Se refiere a situaciones especiales y
por ello mismo transitorios, vinculados con el razonable ejercicio de las libertades, las garantías, y los derechos individuales
reconocidos por la Constitución nacional en cuanto resulte necesario para armonizarlo y hacer prevalecer los intereses y
exigencias de la colectividad. La policía de emergencia y necesidad aparece cuando se presentan circunstancias en
conjunto: a) existencia entre un conflicto y otro que es de mayor jerarquía, b) existencia de una perturbación grave y no
común que se va acrecentando y acentuando en el tiempo. c) imposibilidad de resolver dicho conflicto y solucionar tal
perturbación, recurriendo al ejercicio normal de los poderes y a las formas de actuación regularmente previstos d) sacrificio
de bienes jurídicos de menor valor para salvar otros de mayor beneficio para la comunidad. La emergencia esta sujeta en
un estado de derecho a los mismos principios que amparan la prosperidad en épocas normales.
Las medidas excepcionales de emergencia o que impongan la necesidad, de tal modo, revisten ese carácter, porque no
son habituales, es decir, especiales en su disposición y en sus efectos, pero no porque aparezcan como algo existente
fuera del marco constitucional o como el resultado de ejercicio de poderes, facultades, potestades, no reconocidas por ella
8. Actividad interventora favorable a los particulares: el fomento. Concepto. Es la actividad administartiva que tiene
como fin proteger (pero sin usar la coaacón) y promover las actividades de los particulares o de otros entes públicos que
satisfacen directamente necesidades de orden público. Es un estímulo que les da el Estado, ayudándolos para que realicen
dichas actividades comerciales o industriales. Tiene los mismos objetivos que el poder de policía pero a diferencia en el
fomento se usa una persuasión, no la coacción. Medios y naturaleza de la relación jurídica de fomento. Jurídicos:
cuando el estado da previlegios por realizar ciertas actividades. Honoríficos: cuando el estado da recompensa u honores
por realizar determinadas actividades que satisfacen las necesidades sociales, preocurando dar el ejemplo: las leonas
cuando salieron campeonas de hockey , la selección cuando ganó el mundial.- de ventajas: cuando el estado da ventajas
materiales o financieras (subsidios, primas o exenciones de impuestos) por realizar dichas actividades. Formas de aplicar
el fomento: puede aplicarse a través de : a)LA promoción: (art 75 inc 18 y 19; 124 y 125 CN): el congredo debe proveer
el bienestar del país y lo conducente al desarrollo humano (crecimiento educativo cultural) y al progreso económico y
productivo a través del dictado de leyes (de promoción de empleo, de la industria, de proyecto regionales, etc) para hacer
que el país prospere, modernice sus industrias o instale en zona donde no hay (como en forNteras). Las pequeñas y
medianas empresas son muy apoyadas. B)la subención: es una prestación (intervención financiera) que la administración
da a las personas públicas o instituciones privadas para financiarles actividades que satisfacen el orden público. Suele ser
en dinero. Subsidios económicos (producción y consumo) subsidios sociales (cultura)c)la constitución de fondos fiduciarios
(ley 24.441) el estado es el fiduciante que le transfiere en fideicomiso recursos a una entidad financiera que es la fiduciaria,
para que sean dados a los beneficiarios; ej el banco mundial le transfiere fondos al banco de la nación argentina para
privatizar bancos provinciales (los beneficiarios)d)Inversiones extranjeras para producir: aquellas personas que no viven
ni tienen en nuestro país sus negocios pueden hacer inversiones en el y para el estado le aplica una serie de normas
específicas (no se necesita autorización previa del estado, forma de repartir las ganancias, tratados de protección de
inversiones,etc).
A esas formas jurídicas, públicas y privadas, se reduce, en suma, todo el procedimiento de la licitación pública.
Después, en la etapa contractual o de ejecución pueden también existir actos separables que adopten forma de acto
administrativo, v.gr., certificado de obra pública, rescisión unilateral de la Administración, sanciones administrativas (multa,
recargos, intereses, etcétera). Si se afirma que los actos integrativos del procedimiento licitatorio no son separables, ni
autónomos, ni independientes entre sí, sino que se encuentran incorpora dos al contrato de manera unitaria, se restringe
en grado sumo la protección jurídica de los oferentes, pues sólo será impugnable el contrato, no sus actos preparatorios,
preliminares, componentes e integrativos; por ello sólo las partes contratantes, o sea el ente público licitante y el
adjudicatario (no los demás oferentes), estarán legitimados sustancial y procesalmente para impugnarlo, haciéndolo ante
el juez del contrato. Los oferentes no adjudicatarios no pueden impugnarlo, ya que no son partes en el contrato, no
intervienen en el vínculo jurídico bilateral, son ajenos a la negociación administrativa. Además, el adjudicatario rara vez
tendrá interés en atacar el procedimiento previo al nacimiento del contrato, pues puede que a él no le haya ocasionado
ningún perjuicio, sino que, por el contrario, se favorezca con el vicio de ilegitimidad, o puede ser que él mismo lo hubiere
provocado, v.gr., un adjudicatario no inscripto en el registro respectivo. Por el contrario, si se separa el contrato de los actos
administrativos previos que contribuyen a su constitución y se confiere individualidad y autonomía jurídica a esos actos
integrativos del procedimiento licitatorio preparatorio de la voluntad contractual, será más amplia la protección jurídica de
los oferentes. Entonces, será factible su impugnabilidad directa por todos los oferentes durante la sustanciación del
procedimiento precontractual y aun después de celebrado el contrato, a través de recursos administrativos y acciones
procesales administrativas, como medios idóneos de impugnación de los actos administrativos separables: llamado a
licitación, exclusión de oferentes, recepción, admisión, adjudicación, desistimiento del licitante, etcétera.
4.1.2. Etapas de la licitación. Las fases del procedimiento de la licitación pública son: a)preparatoria b)esencial
c)integrativa.
a) Fase preparatoria. En ella se cumplen los presupuestos que tornan jurídicamente posible la manifestación de voluntad
contractual administrativa. Es puramente interna de la Administración, sin intervención ni participación de los administrados,
oferentes o terceros interesados. Comprende, pues, los estudios de factibilidad física, jurídica, contable, financiera,
económica y política de la obra o servicio objeto de la futura contratación, la imputación previa de conformidad al crédito
presupuestario y la preparación del pliego de condiciones. Una vez que se adopta la decisión de contratar, se realizan los
proyectos de orden técnico en cuanto a las ventajas, beneficios y posibilidad de realización del objeto del contrato, y
económicos, respecto del costo del contrato, la existencia de créditos y su asignación presupuestaria.
b) Fase esencial. Comprende la licitación propiamente dicha, o sea, los actos dirigidos a lograr la manifestación de voluntad
común del ente público licitante y de un tercero contratista. En esta fase, como en la siguiente, las relaciones que se
entablan son bilaterales, afectan o pueden afectar a terceros, y se desarrolla a través del llamado a licitación, la publicación
del anuncio, la apertura de las ofertas, la admisión de oferentes, el estudio de las propuestas, la preadjudicación y la
adjudicación.
c) Fase integrativa. Por último, la fase integrativa da lugar a la voluntad objetiva y a su exteriorización en un contrato,
perfeccionado en la forma en que el derecho positivo lo prevea: notificación de la adjudicación, aprobación de la
adjudicación, instrumentación escrita, etcétera.
d) ejecución del contrato : : los adjudicatarios deben cumplir la prestación en forma , plazo , y lugar establecido .-
ETAPAS: A) Partida presupuestaria B) Pliegos C) Recepción de ofertas D) Apertura E) Ordenamiento de mérito F)
Adjudicación (inicio de la etapa contractual
Oferta inadmisible no es oferta inconveniente, sino una oferta que, conveniente o no, no se ajusta a los requisitos de los
pliegos y bases de la licitación. Se trata de una oferta que no ofrece exactamente lo solicitado o no lo ofrece en las
condiciones o con los requisitos requeridos.
También es posible que el procedimiento licitatorio público fracase por ofertas inconvenientes. Esto es, ofertas presentadas,
admisibles, ajustadas a las bases, cláusulas y condiciones del pliego y al objeto solicitado, pero que por razones de
inconveniencia de precio, financiación, etc., son rechazadas.
4.2.Otros sistemas de selección. Concurso: Es un procedimiento de selección del contratista en razón de la mayor
capacidad técnica, científica, económico-financiera, cultural o artística entre los presentantes o intervinientes. El concurso
puede dirimirse sobre la base de los antecedentes o por una prueba de oposición. Si bien el concurso tiene el sustrato
común de la licitación pública, difiere de ella en que la oposición emergente de la concurrencia tiene en vista la totalidad
de las condiciones de orden económico-financiero, y de orden técnico-personal, y no se efectúa sólo por las ventajas de la
oferta económica, o por el precio. Licitación privada: Es un procedimiento de contratación en el que intervienen como
oferentes solo las personas o entidades expresamente invitadas por el estado. Contratación directa: Es el procedimiento
por el cual el estado elige directamente al contratista, sin concurrencia, puja u oposición de oferentes.
El procedimiento es facultativo. El estado esta obligado a requerir ofertas a tres casas del ramo de la que decida
contratar.Posee competencia para rechazar la oferta de contratación directa por precio inconveniente. . Remate publico:
Consiste en la compra y venta de bienes en publico, sin limitaciones de concurrencia y al mejor postor. La adjudicación se
hace en el mismo acto, en publico, previa publicidad del llamado, ante una concurrencia indiscriminada, con base estimada
o sin ella a favor del precio mas elevado que se ofrezca.
5.Situación jurídica de los oferentes. Protección en sede administrativa y en sede judicial. Legitimación.
6. Ejecución de los Contratos Administrativos. Forma.
Tenemos que distinguir entre formalidades y forma. Las formalidades son los recaudos que han de observarse para la
celebración del contrato. Pueden ser anteriores (pliego de condiciones), concomitantes (acto de adjudicación) o posteriores
(aprobación), al encuentro de ambas voluntades.
La forma es uno de los elementos esenciales. Se refiere al modo concreto de cómo se materializa, exterioriza o instrumenta
el vínculo contractual.
En virtud del principio de libertad formal, nada impide, a falta de texto expreso que se exija una forma determinada, que los
interesados usen la forma que juzguen más conveniente. Generalmente se requiere la forma escrita, aunque en nuestro
derecho no existe reglamentación sobre el particular. Tampoco hay formas especiales genéricas para la contratación
administrativa. La forma escrita puede consistir en una escritura pública o en un instrumento público, por la actuación del
funcionario administrativo competente (art. 979, inc. 2, CC). Si la normativa establece que el contrato de la Administración
conste por escrito, la forma escrita debe reputarse indispensable y condiciona su validez.
La formalización escrita o la instrumentación del acuerdo de voluntades suscripto por las partes es requerida, por ejemplo,
para el contrato de obra pública .
Las reglas sobre instrumentación del contrato configuran un régimen específico de contenido administrativo. El Código
Civil, se aplica supletoriamente.
La no observancia respecto de las formas prescriptas por leyes y reglamentos para instrumentalizar los contratos
administrativos, vicia de invalidez a éstos.
La verificación o demostración de la relación jurídica depende de que los contratos tengan o no una forma determinada.
En ese caso, no se juzgarán probados si no estuvieren formalizados en la forma prescripta .
El perfeccionamiento de los contratos depende del derecho positivo. Podemos señalar las siguientes formas:
a) la manifestación recíproca de voluntad de los contratantes;
b) la notificación o comunicación fehaciente de la aceptación, adjudicación, por parte de la Administración;
c) la formalización escrita o instrumentación,
d) la autorización o aprobación del contrato por otro órgano administrativo o por el órgano legislativo.
Efectos respecto de terceros.
En derecho privado, los contratos no pueden ser ni opuestos a terceros ni invocados por ellos (art. 1199, CC).
Por el contrario, en derecho público, los contratos de la Administración pueden, en ciertos casos, ser opuestos a terceros;
tienen efectos que se extienden a terceros que no son partes. Por ejemplo, en las concesiones de obra pública, el
concesionario tiene derecho a exigir de ciertos terceros el pago proporcional de la obra (contribuciones de mejoras); en las
concesiones de servicio público el concesionario puede adquirir atribuciones de carácter policial, derecho de expropiar (art.
2º, ley 21.499, v.gr. art 6º, decr. 2039/90), de imponer servidumbres administrativas, etc., todo lo cual incide respecto de
terceros. A su vez, los terceros pueden invocar el contrato administrativo, por ejemplo en la concesión de servicio público,
por el cual pueden exigir que el concesionario preste el servicio correspondiente en la forma pactada. Lo convenido entre
la Administración Pública y el contratista es la ley, a la cual habrán de sujetarse los usuarios del servicio, o de la obra, o
los contribuyentes beneficiarios de ella, según los casos. El precio del servicio público concedido se fija también en el
contrato, y los usuarios del servicio están obligados no sólo a ajustarse a él, sino también a soportar las variaciones que la
Administración Pública autorice a introducir en él posteriormente.
Ejecución de los contratos
La administración posee prerrogativas para la ejecución del contrato.
1. Ius Variandi: la adm. podrá modificar las condiciones del contrato hasta un punto racional.
2. Posibilidad de mayores penalidades al contratista que incumpla con sus obligaciones
. Prerrogativas de la Administración
Los principios de la autonomía de la voluntad e igualdad jurídica de las partes, quedan subordinados en el contrato
administrativo. En este sentido puede decirse que la libertad de las partes queda circunscripta o limitada por la norma que
fija el procedimiento para elegir al contratista; la aprobación o autorización legislativa o administrativa, y la subordinación
del objeto al interés público. El contratista no tiene, en principio, la libertad de disentir respecto de las condiciones del
contrato; sólo puede aceptarlas o rechazarlas, prevaleciendo siempre el interés público sobre los intereses privados. En
consecuencia, las prerrogativas de la Administración se manifiestan en la desigualdad jurídica en relación a sus contratistas
y en las cláusulas exorbitantes del derecho común
6.1.PRINCIPIOS GENERALES: CONTINUIDAD DE LA EJECUCIÓN Y MUTABILIDAD. En los contratos administrativos
hay dos principios fundamentales : 1) CONTINUIDAD su ejecución no puede interrumpirse o suspenderse ( esta presente
el interés publico y hay una relación de subordinación entre interés privado y aquel) salvo casos excepcionales ;1) fuerza
mayor , hechos de la administración y hechos del príncipe que retardan la ejecución o la impiden parcialmente ,o 2) la
muerte o quiebra del contratista , que la impiden totalmente ,2)MUTABILIDAD la administración puede modificar en
forma unilateral las condiciones del contrato ( la duración modo de cumplir la prestación etc) y el contratista deberá
cumplirlas siempre que sean razonables y no pasen el limite del ius variandi. ( respetar la sustancia del contrato y la
esencia de su objeto y respetar el equilibrio económico a favor del cocontratante o contratista .Si pasa el limite del ius
variandi el contratista tiene derecho a rescindirlo
6.2.DERECHOS Y OBLIGACIONES DE LAS PARTES. A)DERECHOS DE LAS PARTES 1) de contratista : percibir el
precio en el lugar , tiempo forma y condiciones pactadas en el contratos . Rige el principio de pacta sunt- Servando , es
decir los contratos e hacen para ser cumplidos .—rescindir el contrato ante la autoridad judicial correspondiente si hay
culpa de la administración – ser indemnizado por daño emergente y lucro cesante cuando la administración rescinde por
razones de oportunidad , merito y conveniencia –mantener la ecuación económica y los derechos pactados en el contrato.-
b) de la administración –exigir la ejecución del contrato en termino y forma debida por parte del cocontratante : debe
cumplir en forma personal , sin cesión o subcontratación de un tercero( salvo que la administración lo autorice) y dentro
del plazo estipulado . Su incumplimiento conlleva sanciones salvo que sea producto de causas inimputables al
cocontratante ( fuerza mayor , hecho del principe y hecho de la administración) B DEBERES DE LAS PARTES : 1) del
contratista cumplir con su parte del contrato , en tiempo y forma 2) de la administración cumplir con el contrato en tiempo
y forma : pagar el precio ( s es de colaboración) o poner la cosa a disposición del contratista ( si es de atribución) Derechos
y obligaciones de la administración pública.
- Derecho de exigir la debida ejecución del contrato.
Este derecho resulta de vital importancia, puesto que en miras al interés público, el Estado contrata para el cumplimiento
de tal, por lo que resultaría irrisorio que este carezca de derechos para exigir que la ejecución del mismo sea la correcta.
La administración pública tiene el derecho de que el cocontratante actúe con la diligencia necesaria para el cumplimiento
de los fines propuesto. Tal es así que, el cocontratante, debe ejecutar las obligaciones que surgen del contrato. Adquiriendo
la calidad de colaborador de la administración pública en la realización del interés general.
Encontramos así algunas soluciones que hacen al buen cumplimiento de un contrato, como lo son la imposibilidad de
sublocar (esto se debe a que el Estado contrata con determinada persona en razón de sus características); Existencia de
condiciones previamente requeridas (sean técnicas, financieras e incluso de orden moral).
- Derecho a exigir la ejecución en término.
La administración pública como órgano controlador de la ejecución de los contratos administrativos, y en ejercicio de las
potestades y prerrogativas que surgen del régimen exorbitante de derecho privado, tiene el poder de exigir que los contratos
sean ejecutados en los plazos contractualmente estipulados.
Obviamente resulta necesario destacar que no todos los contratos requerirán un tiempo para su ejecución, ya que estos
pueden ser celebrados por un tiempo determinado, por lo que al cumplirse tal plazo el contrato se vería extinguido (como
sucede con los casos de servicios públicos que son por un número de años determinados).
En caso de no existir plazo para el cumplimiento de los contratos, implicará que el cocontratante dispondrá de un plazo
“normal”, es decir que el mismo dependerá de la naturaleza de las prestaciones requeridas; de la capacidad del
cocontratante para llevarlas a cabo; la complejidad de las relaciones; etc.
El incumplimiento de tales plazos implicará la posibilidad de la Administración pública de hacer uso de las potestades
sancionatorias previstas y no previstas en el contrato. Como dato relevante es conveniente señalar que existen causales
de exoneración de responsabilidad que derivan de aquellas causas que resultan no imputables al cocontratante, y que
impiden la ejecución del contrato en el plazo estipulado, como lo son la Fuerza Mayor y los hechos de la Administración
(también conocidos como hechos del príncipe).
Derechos y obligaciones del cocontratante particular.
- Derecho a exigir que la administración cumpla con sus obligaciones.
A pesar de las diferencias que existen en comparación a los contratos de derecho privado, es considerable la aplicación
del principio de pacta sunt servanta, por lo que el cocontratante posee ciertos derechos que en principio deben ser
cumplidos por la administración pública, y en caso contrario exigidos por éste.
El contratante tiene derecho de exigir a la administración pública el cumplimiento de sus deberes, como así la
administración tiene la obligación de abstenerse de realizar actos que impliquen una obstrucción para que el cocontratante
pueda cumplir con sus obligaciones.
Si bien el cocontratante tiene el derecho de exigir los pagos a la administración, según Scola, se encuentra imposibilitado
de ejercer la exceptio non adimpleti contractus, o la exceptio non rite adimpleti contractus del Derecho Privado (Art. 1201
CC.) lo cual está dado por la finalidad de interés público perseguida por el contrato administrativo, por lo que la ejecución
del contrato debe prevalecer, por ello se impide el ejercicio de la exceptio en el campo contractual administrativo.
- Derecho del cocontratante a percibir el precio.
Este es sin duda uno de los derechos que resultan del contrato administrativo, ya que el cocontratante tiene el derecho de
percibir el precio pactado en el mismo, en el tiempo y condiciones estipuladas, que implican la contraprestación que el
cocontratante (administración pública) tiene el deber de llevar a cabo a favor del otro cocontratante.
Dicho precio puede consistir en una suma de dinero, subvención, empréstito, etc. Cabe destacar que el precio tiene la
característica particular de ser intangible, dado que no puede ser modificado por la administración de manera unilateral,
pero su carácter de intangible, no implica inmutable, ya que el mismo puede estar sujeto a variaciones que deberán estar
de acuerdo a lo previsto por el contrato o circunstancias objetivas, pero que no vulneran el principio de intangibilidad.
En caso de que el contrato nada estipule respecto de la temática del precio, deberá estarse a la normativa existente al
respecto, como así también podrá recurrirse analógicamente a lo que la normativa administrativa contenga, y en su defecto
podrá acudirse supletoriamente a las reglas del derecho común sobre la materia de pago de precios, plazos y lugar de
pago, etc.
Queda claro que la administración tiene la obligación de cumplir con la obligación en tiempo y forma, caso contrario se
hará responsable por el pago de los intereses moratorios e indemnizaciones por los daños y perjuicios que causare.
- Derecho de suspender la ejecución del contrato.
Para autores como Marienhoff el derecho de suspender la ejecución del contrato es uno de los derechos que hacen al
cocontratante en virtud de la exceptio. Pero como vimos anteriormente según la doctrina mayoritaria este instituto no resulta
aplicable al Derecho Administrativo en virtud de la finalidad pública que persigue.
- Derecho a exigir la rescisión del contrato.
Dentro del cúmulo de derecho que hacen al cocontratante, se encuentra ésta potestad de exigir la rescisión contractual,
cuando lo autorizan las cláusulas contractuales, las leyes o los principios generales del Derecho Administrativo.
Algunos de estos supuestos son la fuerza mayor o el hecho de la administración, (llamado también hecho del príncipe),
siempre y cuando causaren una imposibilidad real de cumplir con el contrato administrativo.
Esta posibilidad tiene particular aplicación, dado que si bien el cocontratante puede solicitar la rescisión del contrato, ésta
solo podrá ser solicitada a la autoridad judicial. En cambio la administración pública puede revocar el contrato por sí, ante
sí, ya que el principio es que sus actos gozan de ejecutoriedad.
- Derecho a ser resarcido por la extinción del contrato.
Al ejercer la potestad de rescindir un contrato, la administración pública deberá resarcir los daños y perjuicios ocasionados
por tal decisión, ya que si bien el interés público perseguido mediante este contrato parece desaparecer con la decisión y
que el cocontratante es ajeno a tal decisión, la administración pública deberá indemnizar (comprende el lucro cesante y el
daño emergente).
-Derecho al mantenimiento de la ecuación económico – financiera del contrato.
Esto surge de la naturaleza del interés que mueve al cocontratante privado a celebrar un contrato con la administración
pública, esto es el animo de lucro.
Ese fin de lucro perseguido implica directamente que ante la variación de la ecuación económica financiera, el
cocontratante podrá solicitar que ésta sea reestablecida.
La ecuación podrá verse alterada por tres casos fundamentales.
- Causas imputables a la administración pública
- Causas imputables al Estado, cuyos efectos repercuten en el contrato (hecho del príncipe).
El hecho del príncipe es la conducta o decisión que emane de la misma autoridad pública que celebro el contrato y que
realiza en su carácter de tal, ocasionando un perjuicio real, cierto, directo y espe4cial al cocontratante, siempre que éste
último no hubiere podido prever al tiempo de celebración y que altere la ecuación económica – financiera.
- Causas no imputables al Estado, imprevisibles, extraordinarias, que dan lugar a la teoría de la imprevisión.
Surgida de la doctrina jurisprudencial del Consejo de Estado Francés en 1916, resulta ser el medio por el cual ante
circunstancias extraordinarias e imprevisibles, posteriores a la celebración del contrato, sean temporales o transitorias, que
provocan un desequilibrio en la ecuación económica – financiera, pudiendo el cocontratante particular solicitar la
colaboración pecuniaria del Estado para restablecer tal equilibrio.
6.3.TEORÍA DEL HECHO DEL PRÍNCIPE Hecho o acto del Estado (hecho del príncipe) Cuando la ecuación económico-
financiera del contrato administrativo se altera por un acto imputable al Estado, da lugar al denominado hecho del príncipe.
Esta denominación se acuñó en los albores de la formación del derecho público en la Europa del absolutismo y ha sido
mantenida y repetida mecánicamente hasta nuestros días. Nuestro país, de indudable tradición republicana, nos impone
ser consecuentes y por ello se propone denominar a esta teoría en forma acorde con lo que en realidad ocurre: se trata de
hechos o actos del Estado. El acto lesivo emanado de cualquier órgano o repartición estatal, sea o no de la autoridad
pública que celebró el contrato, habilita al contratista para requerir una reparación integral, invocando para ello la teoría del
hecho o acto del Estado. Para configurarse la decisión debe provenir de cualquier autoridad pública y afectar el desarrollo
del contrato. Así lo ha considerado la Procuración del Tesoro expresando que el hecho del príncipe se funda en el álea
administrativa, proviene de actos o hechos de los órganos estatales y justifica una reparación integral.
En el supuesto en que el acto lesivo a los derechos del contratista, provenga de una autoridad pública de una esfera de
competencia distinta de la que celebró el contrato, v.gr., un contrato celebrado por una provincia que se vea alterado por
resoluciones emitidas por la autoridad nacional, estaremos en presencia de la imprevisión, por ser el acto lesivo ajeno o
extraño a la autoridad estatal que celebró el contrato, circunstancia que torna aplicable la teoría de la imprevisión.
Esta teoría se aplica a toda clase de contrato administrativo, pero solamente en los casos de alteración contractual por
actos de alcance general, ya que los de alcance particular dan lugar a la responsabilidad contractual del Estado
El hecho o acto del Estado se manifiesta a través de decisiones jurídicas o acciones materiales que pueden modificar las
cláusulas contractuales o las condiciones objetivas o externas del contrato, lesionando los derechos del contratista.
Los principios que fundamentan la responsabilidad del Estado en este caso, radican en los arts. 16 y 17 de la Constitución,
en tanto garantizan la protección a los derechos, en especial la inviolabilidad de la propiedad (art. 17), por lo cual el
contratista no podrá ver menoscabado su derecho o interés en función del interés público, a consecuencia de una norma
o disposición de carácter general que altere la economía del contrato. Por ello, es que procede la indemnización pertinente
en los casos de lesión patrimonial al particular. Sólo el acto de poder anormal o extraordinario que afecte la ecuación
financiera del contrato da lugar a la aplicación de la llamada teoría del hecho del príncipe, para responsabilizar al Estado,
pues el acto de poder normal u ordinario, aun en el caso de disposiciones generales, que sólo tornen un poco más gravoso
el contrato, queda a cargo del contratista. Por otro lado, hay que diferenciar entre responsabilidad por hechos o actos del
Estado y responsabilidad contractual del Estado. La primera supone una norma general emanada de la autoridad pública;
la segunda supone una disposición o resolución específica relacionada con el contrato administrativo; por ello es que la
responsabilidad por hecho del príncipe es indirecta o refleja, es un caso de responsabilidad extracontractual del Estado, a
la que el contratista no puede renunciar anticipadamente. La aplicación de estos principios obliga a la Administración
Pública, al Estado, a indemnizar íntegramente al contratista por los perjuicios que el acto estatal le haya causado al alterar
el contrato. Como señaláramos la responsabilidad del Estado por hecho del príncipe se funda en el art. 17 de la
Constitución, y de acuerdo a los principios que rigen la expropiación, el contratista tendrá siempre derecho a que se le
restituya el valor del daño emergente. En cuanto al lucro cesante, el pago de éste no siempre es reconocido por las leyes
que rigen la expropiación. Por lo tanto, el límite del deber del Estado de indemnizar íntegramente a su contratista en estos
casos en relación al lucro cesante, dependerá del régimen específico que se aplique. El acto del Estado puede producir
los efectos propios de la fuerza mayor, o sea que pueden ser definitivos o provisionales (resolutorios o dilatorios,
respectivamente), dando lugar, según el caso, a la rescisión del contrato o a que se determine la suspensión o paralización
de su ejecución. Para la procedencia de la indemnización se exige que el perjuicio exista efectivamente; y que tal perjuicio
sea resarcible, en mérito a que:
a) el daño se haya producido imprevistamente, sin que pudiera razonablemente haberlo tenido en cuenta en el momento
de celebrar el contrato
b) que la medida estatal determinante del daño haya sido de carácter general
c) que tal medida provenga de cualquier autoridad pública, siempre que pertenezca a la misma esfera de competencia.
PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
Es dirigido por el juez o tribunal como órgano ajeno a las Es dirigido y coordinado por la administración pública, que
partes de la controversia es parte. No siempre hay conflicto con el particular,
pudiendo aparecer éste como “interesado”
7.EL RECLAMO ADMINISTRATIVO PREVIO. RÉGIMEN JURÍDICO. Actuación administrativa impugnable .: 1) actos
unilaterales de alcance particular : no originan mayor cuestión , no existe debate sobre su inimpugnabilidad por vía
recursiva variando solo el recurso procedente según la clase de actos de que se trate : definitivos equiparables a estos o
interlocutorios o de mero tramite , . So definitivos los que resuelven directa o indirectamente el fondo de la cuestión o
asunto sobre el que versa el procedimiento cerrándolo y expresando voluntad concreta de la administración y los
efectos queridos por ella acerca de la cuestión; equiparables a definitivos los que sin decidir expresamente el fondo de
la cuestión impiden totalmente la tramitación del reclamo o pretensión del administrado; interlocutorios : los que producen
efectos directos solo sobre el tramite , sobre el procedimiento .- 3 RECURSO DE ALZADA : arts94 a 98 reglamento.- se
interpone contra acto definitivo o asimilable a tal , emanado del órgano superior de entidades descentralizadas para que
sea resuelto por el ministro de la jurisdicción en que actúe el ente descentralizado. El poder ejecutivo puede avocarse a
la resolución del recurso o revocar de oficio el acto impugnado pendiente de resolución por el ministro. Es un recurso
optativo el interesado puede interponerlo o ir directamente a la instancia judicial ( porque no es requisito previo a la vía
judicial) Si se elige la vía judicial no puede luego interponer el recurso d alzada , en cambio a la inversa si.- motivos. Ante
actos emitidos por entes decentralizados .. creados por ley solo procede el recurso de ilegitimidad .. creados por
decreto del poder ejecutivo el recurso procede por oportunidad , merito, conveniencia .plazos para interponer : ante
autoridad que dicto el acto dentro de los 15 días de notificado y dentro de los 5 días se eleva al ministro o secretaria .
plazos para resolver 30 días de .. recibidas las actuaciones ( si nos e produjo prueba ) o .. de la presentación del alegato
( si se hubiere recibido prueba ), o desde que vencio el plazo para alegar y no se hizo –No agota la vía.-
4-RECURSO DE REVISION.- art 22 LNPA prevé el recurso extraordinario de revisión contra actos firmes ( va contra la
cosa administrativa juzgada) cuando:a)Resultaren contradicciones en la parte dispositiva, háyase o no pedido aclaratoria
(10 días) b)Después de dictado el acto se recobraren documentos (30 días) c)Se hubiere dictado basándose en
documentos cuya declaración de falsedad se desconocía, o se hubiere declarado después. (30 días) d)Se hubiere dictado
mediando cohecho, prevaricato, violencia o cualquier otra actividad fraudulenta (30 días) plazo para interponer en caso
del punto a) es de 10 días de notificado el acto ; ; en los casos b,c, d el plazo es de 30 días de .. cesar la fuerza mayor
u obra de terceros o ..de comprobarse en legal forma los hechos de los incisos c y d Se interpone ante el mismo órgano
que emitió el acto que es quien lo resuelve Este recurso procede contra actos administrativos definitivos y firmes y
siempre que no haya culpa o negligencia del particular interesado.-ACLARATORIA: se solicita cuando existe contradicción
en la parte dispositiva del acto, o entre su motivación y la parte dispositiva o para suplir cualquier omisión, petición o
cuestión planteada. NO ES UN RECURSO. No existe impugnación, ni el órgano administrativo revoca, modifica o sustituye
el acto Para Cassagne es un recurso La aclaratoria se puede pedir dentro de los 5 días de dictado el acto. Cuando :1)
haya contradicciones en su parte dispositiva o entre esta y la motivación ; 2) para completar alguna omisión sobre
peticiones o cuestiones planteadas . se presenta ante el mismo órgano que emitió el acto que es quien lo resuelve dentro
de los 5 días de que se presento la solicitud
QUEJA: art 71 del reglamento .- Es un reclamo administrativo que interpone la parte interesada durante el curso del
procedimiento contra el agente publico ( no contra el acto administrativo ) con el fin de subsanar defectos , deficiencias o
incumplimiento de plazos en los tramites derivados de la inacción o inactividad de aquel . Se refuerza el control
jerárquico con respecto a la actuación de los funcionarios inferiores . defectos de tramitación son aquellos actos hechos
u omisiones que generan imperfecciones , anormalidades etc que afectan el curso del procedimientos incumplimiento
de plazos cuando la administraciones demora en realizar cieros actos o cargas del procedimiento ( no procede para
el incumplimiento de plazos para resolver recursos) no es un recurso porque su fin no es impugnar un acto , y abarca ,
hechos u omisiones , no tiene plazo de interposición m y dentro del reglamento no esta tratdo junto con los demás
recursos.- Se interpone y es resuelto por superior jerárquico inmediato al sujeto reclamado Plazos de interposición : no
existe y su interposición no suspende el procedimiento principal . plazo de la resolución dentro de los 5 días de
presentada la queja La resolución es irrecurrible.
8.RECLAMO IMPROPIO CONTRA ACTOS DE ALCANCE GENERAL. RÉGIMEN JURÍDICO. 2) actos de alcance general
: cabe distinguir entre la impugnación directa e indirecta IMPUGNACION DIRECTA : implica cuestionar el reglamento
aun antes de su aplicación a través de actos de alcance particular dado a llamar impropio previsto en los artículos 24
inc. A ) de la LNPA y art. 73 del Reglamento de Procedimientos , Según esta posición se estableció un doble sistema para
la impugnación de la actuación administrativa : 1) para los actos de alcance particular consistente en el otorgamiento de
recursos administrativos que exigen su agotamiento para habilitar la ocurrencia ante el Poder Judicial y 2) la impugnación
directa de los actos de alcance general a través de un reclamo impropio y su denegatoria irrecurrible , único recaudo
para acceder a la vía judicial . Otra posición entiende que la impugnación directa es también posible por medio de los
recursos cuando se trata de reglamento de directa aplicación.-, la posibilidad de emplear los recursos para impugnar
directamente derivan del art. 73 del Reglamento . La utilización de una u otra vía n tiene sus presupuestos y consecuencias
.El reclamo impropio no esta sujeto a plazo y no tiene tampoco para su resolución el de 60 días contemplado en el art.
10 LNPA vencido el cual sin decisión corresponderá acudir al procedimiento en él previsto , la denegatoria tacita quede
sujeta al plazo de caducidad para accionar judicialmente impuesto, sí para la denegatoria de igual índole del reclamo
administrativo previo común. La decisión expresa es irrecurrible en sede administrativa ( art. 73 in fine RLNPA) y esta
sometida al plazo de caducidad para accionar judicialmente El empleo del un recurso ( ,jerárquico , reconsideración o de
alzada ) supone respetar los plazos de interposición a cada uno de ellos pero tienen la ventaja que todos tienen un plazo
expresa para la resolución , vencidos los cuales es posible considerarlos tácitamente denegados sin acudir al art. 10
LNPA y sin que existan plazos para la demanda judicial
La impugnación indirecta es la que se deduce contra el acto de alcance general pero a través del acto de alcance
particular que le da aplicación. .
9.OTROS RECLAMOS. 3) Actos de entes públicos no estatales o de sujetos privados : podrán ser impugnados por
recursos administrativos aplicando por analogía los procedimientos que estuvieren previstos para la impugnación de los
actos de las entidades jurídicamente descentralizados e igual conclusión se debe sentar para actos administrativos que
sean emitidos por sujetos privados. Actos de objeto privado aparecen en parte regidos por el derecho privado son,
impugnables por vía del recurso , no solo en los aspectos regulados por el derecho publico sino los de derecho privado
aunque el control se deberá ejercer con arreglo a las normas privadas que le sean aplicables
Actos preparatorios : las medidas preparatorias de decisiones administrativas son las que no expresan la voluntad
administrativa sin embargo concurren a formarla a través de informes y dictámenes, aunque sean de requerimiento
obligatorio y efecto vinculante no son recurribles.- 4) vías de hecho y hechos administrativos : se entiende por estos los
simples comportamientos materiales o físicos de las autoridades administrativas ; el ordenamiento nacional no contempla
la impugnación por vía recursiva .Deberá acudirse a la vía del reclamo prevista en el articulo 30 de LNPA. 5)el silencio de
a administración cuando media silencio también es necesario el agotamiento de la vía administrativa ; ello así no se
desvirtúa por la circunstancia de que si configuración se exija respecto de la máxima jerarquía administrativa No hay
incompatibilidad entre la protección que se busca acordar con la teoría del silencio y las razones que justifican el
agotamiento de la instancia 6) actos que resuelven reclamos interadministrativos de carácter pecuniario: La PTN por
aplicación de la doctrina que expresa que el principio general en materia de relaciones interadministrativas es de la
inexistencia de la vía recursiva , ha rechazado recursos contra actos que resolvía reclamos en el marco de la Ley 19983.-
El especial tratamiento que el ordenamiento confiere la administración pública, mediante la configuración del régimen
exorbitante que disciplina su accionar y dar contenido a la relación jurídica administrativa, reconoce como uno de los
elemento componente, en calidad de prerrogativa procesal a los plazos breves de caducidad para accionar contra el estado.
La existencia de términos breves para demandar a la administración se justifica, por la necesidad de otorgar seguridad
jurídica y estabilidad a los actos administrativos, con el fin de evitar la incertidumbre continua en la actividad administrativa
y la afectación que de ella se derivaría para el principio constitucional de aquella seguridad, base fundamental de nuestro
ordenamiento cuya tutela innegable compete a los jueces. Plazos de caducidad establecidos en el artículo 25 de la ley
19.549 constituyen, una prerrogativa de la administración pública para que, en virtud de los postulados del estado de
derecho, ella pueda estar en juicio. Esto significa la posibilidad de habilitar la competencia de la rama judicial del gobierno
para revisar la validez de los actos emanados del poder ejecutivo y de los que emanan de los órganos y entes que se le
subordinan, salvo los casos de excepción establecido por el legislador. Si no se respetan los límites temporales
establecidos para el control judicial de los actos administrativos, la acción puede ser considerada extemporánea por
prematura o tardía, en el último caso, por hallarse vencidos los plazos para interponer la. De este modo, los actos
administrativos no impugnados judicialmente en el plazo que establece el artículo 25 de la ley deviene firmes y revisables
debido a la caducidad operada.
Plazos diversos: demanda y recurso.
En el marco de la ley la pretensión de la declaración judicial de invalidez de los actos administrativos está sujeta respecto
de los administrados, a plazos perentorios que varían según se trate de impugnación por vía de demanda-90 días hábiles
judiciales-o de recursos-30 días-(artículo 25), con excepción, respecto de los hechos con consecuencias jurídicas, y
entonces se excluyen del plazo o importan, por el contrario, "días de hechos", y en esa hipótesis se aplica la previsión
legal. El artículo 12 de la ley 25.344 modificó el artículo 31 de la ley nacional de procedimientos administrativos, y donde
la demanda frente al silencio administrativo en el caso del reclamo previo, se debe interponer en los plazos perentorios y
bajo los efectos previstos en el artículo 25 de la ley, siendo los plazos establecidos en este artículo comprendidos en días
hábiles judiciales, debiendo descontarse los días correspondientes a la feria judicial, feriados y los declarados inhábiles.
Los recursos que prevén ciertas leyes especiales no dejan de ser acciones contenciosas en tanto medios autónomos para
rever determinadas decisiones administrativas de estas, no proceden recursos ante la justicia, las apelaciones previstas
con estos recursos significan una acción judicial que se inicia por recurso, en lugar de por demanda. Es posible, definida
la demanda como "el acto procesal en el cual se formula la pretensión y que inicia un juicio administrativo en el proceso
administrativo ordinario" y al recurso como "un acto procesal en el cual se formula una pretensión contra un acto
administrativo y con el que se inicia un juicio administrativo especial o extraordinario". Los plazo generales fijado por leyes
anteriores a la ley nacional de procedimientos administrativos como los del código civil, han venido a ser sustituidos por
los establecidos en la ley 19.549, que es una ley especial respecto de aquel cuerpo legal, motivo por el cual se ha podido
resolver que:1- en cuanto a los plazos para deducir, por acción o recurso, la impugnación judicial de actos administrativos,
ese "vacío legislativo", que la ley procuró llenar, consistió en la ausencia de plazo generales, pese haber sido instituidos
en muchas leyes especiales, para los casos no comprendidos en estas, pues el único límite temporal para el progreso de
la acción contra el estado era de fijado para la prescripción ,2- dado el carácter general y omnicomprensivo de los plazos
fijados por el artículo 25 de la ley, toda norma anterior que establezca otro régimen, aún cuando se la considerase vigente,
configuraría una regla de excepción, que como tal debería ser interpretadas de modo estricto, por contrariar el espíritu de
la ley nueva,
3- una ley como la 19.549, dada su naturaleza y su carácter eminentemente público, así como podría establecer términos
de prescripción específicos, puede también hacerlo indirectamente, instituyendo plazos de caducidad para interponer
acciones o recurso, cuando se tratare de impugnar actos administrativos que, siempre se referirían a derechos subjetivos
o intereses legítimos, de naturaleza administrativa, 4- el plazo fijado en el artículo 25 de la ley 19.549 es distinto de cualquier
otro régimen de prescripción de las acciones, cuya eventual aplicación debe descartarse, cuando el legislador ha
sancionado un precepto específico de derecho público. El plazo bajo análisis lleva implícito la exclusión de cualquier otro
macho.
Constitucionalidad de los plazos de caducidad
la Corte Suprema declaró expresamente la constitucionalidad de la limitación temporal al ejercicio de la acción procesal
administrativa prevista en el artículo 25, toda vez que ella, constituye una reglamentación razonable del derecho de defensa
en juicio, tanto no lo suprime, desnaturaliza o allana.
¿Plazos de caducidad o de prescripción?
lo propio de la caducidad es su índole perentoria, automática y fatal: se opera de pleno derecho y su efecto fundamental
es la pérdida o extinción del derecho no ejercido la prescripción por el contrario, no reúne esas características: el
beneficiario puede no hacer uso de ella, no operan y funciona de pleno derecho y no produce la extinción definitiva del
derecho, sino su subsistencia como obligación natural.
Los plazos de caducidad para ejercer las acciones emergentes de las relaciones jurídico administrativas, son en el derecho
administrativo local y nacional, el equivalente de la prescripción el derecho privado y constituyen por ende una institución
de fondo o sustantiva que no puede ser considerada como eventualmente superpuesta esta. La impropiedad en la que cae
la ley nacional de procedimientos administrativos cuando deja a salvo "lo que corresponde en materia de prescripción"
(artículo 26 y 27". Ello es así porque el plazo fijado en el artículo 25 de la ley es distinto de cualquier otro régimen de
prescripción de las acciones, incluso el fijado por el código civil, cuya eventual aplicación debería descartarse, cuando el
legislador ha sancionado un precepto específico de derecho público.
Suspensión e interrupción de los plazos de caducidad
una de las características de la caducidad es que, en principio, no es susceptible de suspensión ni interrupción, salvo
disposición legal en contrario la demanda reducida en un proceso judicial que concluyó con la declaración de caducidad
de la instancia no se encuentra contemplada por la legislación como causal suspensiva o interruptiva del plazo en cuestión,
y en el mismo sentido no obsta al vencimiento del plazo del artículo 25 una demanda anterior perimida, máxime si después
de quedar firme la perención volvió a transcurrir dicho plazo antes de iniciarse el nuevo juicio.
Caducidad del plazo para impugnar el acto y posibilidad de demandar los daños y perjuicios derivados de él
existen autores que sostienen que, no ejercida la acción en el plazo que fija el artículo 25 de la ley, se pierde la posibilidad
de impugnar el acto, pero no el derecho a reclamar daños y perjuicios-que se regirían por los plazos de prescripción del
código civil-considerando aquel como plazo "de caducidad". Otro niegan la posibilidad de demandar daños y perjuicios
derivados del acto,1 vez vencido el plazo de caducidad para impugnarlo.
La posibilidad de aceptar la demanda de daños y perjuicios ocasionados por un acto administrativo, está ligada a la idea
que se tenga respecto del significado de la legislación administrativa en general y del que fija los plazos de caducidad para
atacar judicialmente el acto. Están en juego los límites propios del derecho administrativo. La caducidad es un misti. En
cierto modo equivalente en el ámbito del derecho administrativo, a la prescripción del derecho privado y excede los
alcances estrictamente procesales, de modo que transcurrido el lapso pertinente para impugnar un acto no se puede
considerar subsistente, a los efectos de la indemnización,1 derecho distinto del emergente de la relación administrativa de
que se trate, el que sería regulado en ese aspecto por el derecho civil. El derecho administrativo de fondo se perdió con la
caducidad y no es posible exhumarlo al amparo de una legislación civil que, en razón de la índole administrativa de la
relación en juego, le es en principio inaplicable no existe dicotomía entre derecho administrativo y derecho de fondo por el
derecho administrativo es de fondo aún cuando se lo regule localmente, sin perjuicio de que la legislación procesal
administrativa sea también local.
Demanda impugnatoria y no impugnatoria. La cuestión de los plazos.
En la jurisprudencia de la Corte Suprema se distingue, a los efectos de la exigibilidad o no, del plazo de caducidad previsto
por el artículo 25 de la ley, entre la vía impugnar historia-que supone el agotamiento de la instancia administrativa y culmina
con un pronunciamiento sobre la ilegitimidad de un acto administrativo-sujeta a aquel plazo-y la no impugnatoria o de
reclamación del reconocimiento de un derecho-cuya procedencia no depende de la declaración de invalidez de acto alguno-
excenta de tal recaudo temporal. Cuando el derecho del actor a accionar judicialmente para obtener el reconocimiento de
su crédito nace de la relación trabada con la administración y no del acto administrativo que rechaza la petición del
administrado, no resulta necesario conforme a lo decidido por la Cámara, deducir la acción dentro del plazo de caducidad
establecido por el artículo 25, con lo cual tampoco lo habría sido para obtener el reconocimiento de los daños y perjuicios
irrogados. Tanto en el caso de la denominada demanda impugnatoria, como en el de la llamada no impugnatoria, la
administración pública expresa su "voluntad" en relación con la pretensión del administrado a través del acto agotador de
la instancia o decisor del reclamo, y en los dos, gravitan las razones que dan sentido a los breves plazos de caducidad
para accionar contra aquella.
La cuestión de los actos afectados de nulidad absoluta
La CNCAF tiene reiteradamente declarado que los plazos previstos en el artículo 25 de la ley son igualmente aplicables a
los actos nulos, de nulidad absoluta, como los anulables, de nulidad relativa, habida cuenta de la inexistencia, en esa
disposición legal, de distinción o salvedad alguna sobre el particular. Y ha resuelto que en ninguna parte de la ley se fija la
imprescriptibilidad de la acción para impugnar los actos nulos de nulidad absoluta, pues sólo sea previsto en ella, de modo
expreso, la revocación de oficio de dichos actos en las condiciones establecidas por el artículo 17 de la ley, a diferencia de
los actos "anulables", sólo distinguibles en sede judicial, previa demanda. El artículo de 25 resulta aplicable aún cuando se
invoqué una nulidad absoluta, en la vía impugnatoria dentro del plazo previsto por el artículo 25. Es opinable que se fije un
plazo de caducidad para la demanda de nulidad absoluta de un acto administrativo, pero la letra de la ley es, en este
aspecto muy clara al determinar un único plazo para la deducción de la acción judicial. La primera pauta hermenéutica a
tener en cuenta es la letra de la norma y no cabe prescindir de ella, cuando su texto no admite dudas y su contenido no
luce una injusticia que justifique su interpretación derogatoria.
Los plazos cuando el Estado es actor
la ley nacional de procedimientos administrativos no fija plazo para el accionar judicial como actores del estado o de sus
entes autárquicos, si bien deja a salvo lo que corresponda en materia de prescripción (artículo 27). Esta última circunstancia
conduce a que por aplicación supletoria de las previsiones civiles dispuesto por la ley al remitir a la prescripción, deba
reputarse imprescriptible la acción del estado o sus entidades jurídicamente descentralizadas, para demandar la invalidez
sus actos nulos, de nulidad absoluta. Si el vicio que afecte el acto es de los que determinan la nulidad relativa de éste, en
el marco de la ley de procedimientos administrativos, procede aplicar el plazo de prescripción previsto por el código civil
para los actos que, en el ámbito de éste, se han anulable. La existencia de plazos distintos para demandar la invalidez del
acto, según se trate del estado o de los particulares, ha sido cuestionada por algunos autores que han visto en ello una
afectación de la justicia y la igualdad. Creemos que con ella se satisfacen adecuadamente las exigencias axiológicas que
derivan de la nulidad absoluta, cuya declaración en sede administrativa o, en su caso, su demanda judicial, se erige, así,
para la administración en un deber inexcusable, exterioriza hable por el administrado a través de la denuncia de ilegitimidad
visible por los organismos de control.
Los distintos supuestos contemplados en la norma
en los supuestos regulados por los incisos a b y c, el plazo de caducidad comienza computarse desde la notificación al
interesado, del acto denegatorio que agote la instancia administrativa. Ante el silencio de la administración el plazo no
empieza a correr. En el inciso d se contempla el caso especial de los hechos o vías de hecho, lo que no concuerda con la
regulación general del artículo, referente a la impugnación de
TITULO IV
Impugnación judicial de actos administrativos.
ARTICULO 23°). Podrá ser impugnado por vía judicial un acto de alcance particular:
a) Cuando revista calidad de definitivo y se hubieren agotado a su respecto las instancias administrativas;
b) Cuando pese a no decidir sobre el fondo de la cuestión, impida totalmente la tramitación del reclamo interpuesto;
c) Cuando se diere el caso de silencio o de ambigüedad a que se alude en el artículo 10;
d) Cuando la administración violare lo dispuesto en el artículo 9°
ARTICULO 24°). El acto de alcance general será impugnable por vía judicial:
a) Cuando un interesado a quien el acto afecte o pueda afectar en forma cierta e inminente en sus derechos subjetivos,
haya formulado reclamo ante la autoridad que lo dictó y el resultado fuere adverso o se diere alguno de los supuestos
previstos en el articulo 10;
b) Cuando la autoridad de ejecución del acto de alcance general le haya dado aplicación mediante actos definitivos y contra
tales actos se hubieren agotado sin éxito las instancias administrativas.
Plazos dentro de los cuales debe deducirse la impugnación (por vía de acción o recurso)
ARTICULO 25°). La acción contra el Estado o sus entes autárquicos deberá deducirse dentro del plazo perentorio de
noventa (90) días hábiles judiciales, computados de la siguiente manera:
a) Si se tratare de actos de alcance particular, desde su notificación al interesado;
b) Si se tratare de actos de contenido general contra los que se hubiera formulado reclamo resuelto negativamente por
resolución expresa, desde que se notifique al interesado la denegatoria;
c) Si se tratare de actos de alcance general impugnables a través de actos individuales de aplicación, desde que se notifique
al interesado el acto expreso que agote la instancia administrativa;
d) Si se tratare de vías de hecho o de hechos administrativos, desde que ellos fueren conocidos por el afectado.
Cuando en virtud de norma expresa la impugnación del acto administrativo deba hacerse por vía de recurso, el plazo para
deducirlo será de treinta (30) días desde la notificación de la resolución definitiva que agote las instancias administrativas.
* Texto de acuerdo a la Ley 21686.
ARTICULO 26°). La demanda podrá iniciarse en cualquier momento cuando el acto adquiera carácter definitivo por haber
transcurrido los plazos previstos en el artículo 10 y sin perjuicio de lo que corresponda en materia de prescripción.
Impugnación de actos por el Estado o sus entes autárquicos.
Plazos.
ARTICULO 27°). No habrá plazo para accionar en los casos en que el Estado o sus entes autárquicos fueren actores, sin
perjuicio de lo que corresponda en materia de prescripción.
Amparo por mora de la administración.
* ARTICULO 28°). El que fuere parte en un expediente administrativo podrá solicitar judicialmente se libre orden de pronto
despacho. Dicha orden será procedente cuando la autoridad administrativa hubiere dejado vencer los plazos fijados y en
caso de no existir éstos, si hubiere transcurrido un plazo que excediere de lo razonable sin emitir el dictamen o la resolución
de mero trámite o de fondo que requiera el interesado.
Presentado el petitorio, el juez se expedirá sobre su procedencia, teniendo en cuenta las circunstancias del caso, y si lo
estimare pertinente requerirá a la autoridad administrativa interviniente que, en el plazo que le fije, informe sobre las causas
de la demora aducida. La decisión del juez será inapelable. Contestado el requerimiento o vencido el plazo sin que se lo
hubiere evacuado, se resolverá lo pertinente acerca de la mora, librando la orden, si correspondiere, para que la autoridad
administrativa responsable despache las actuaciones en el plazo prudencial que se establezca según la naturaleza y
complejidad del dictamen o trámites pendientes
* Texto de acuerdo a la Ley 21686.
ARTICULO 29°). La desobediencia a la orden de pronto despacho tornare aplicable lo dispuesto por el artículo 17 del
decreto ley 1285/58.
Reclamo administrativo previo a la demanda judicial.
* ARTICU LO 30°). El Estado nacional no podrá ser demandado judicialmente sin previo reclamo administrativo dirigido al
ministerio o comando en jefe que corresponda, salvo cuando se trate de la impugnación judicial de actos administrativos
de alcance particular o general.
El reclamo versará sobre los mismos hechos y derechos que se invocarán en la eventual demanda judicial y será resuelto
por el Poder Ejecutivo, o por las autoridades citadas si mediare delegación de esa facultad.
Recurrido un acto en todas las instancias administrativas correspondientes, las cuestiones planteadas y resueltas
expresamente en esa vía por la última instancia no podrán reiterarse por vía de reclamo; pero sí podrán reiterarse las no
planteadas y resueltas y las planteadas y no resueltas.
* Texto de acuerdo a la ley 21686.
ARTICULO 3l°). El pronunciamiento acerca del reclamo deberá efectuarse dentro de los noventa (90) días de formulado.
Vencido ese plazo, el interesado requerirá pronto despacho y si transcurrieren otros cuarenta y cinco (45) días, podrá iniciar
la demanda en cualquier momento, sin perjuicio de lo que fuere pertinente en materia de prescripción.
* ARTICULO 32°). El reclamo administrativo preveo a que se refieren los artículos anteriores no será necesario si mediare
una norma expresa que así lo establezca y cuando:
a) Un acto dictado de oficio pudiere ser ejecutado antes de que transcurran los plazos del articulo 31°;
b) Antes de dictarse de oficio un acto por el Poder Ejecutivo, el administrado se hubiere presentado expresando su
pretensión en sentido contrario;
c) Se tratare de repetir lo pagado al Estado en virtud de una ejecución o de repetir un gravamen pagado indebidamente;
d) Se reclamaren daños y perjuicios contra el Estado o se intentare una acción de desalojo contra él o una acción que no
tramite por vía ordinaria;
e) Mediare una clara conducta del Estado que haga presumir la ineficacia cierta del procedimiento, transformando el
reclamo previo a un ritualismo inútil;
f) Se demandare a un ente autárquico, o a una empresa del Estado, una sociedad mixta o de economía mixta o a una
sociedad anónima con participación estatal mayoritaria, o a las sociedades del Estado, o a un ente descentralizado con
faculta des para estar en juicio.
* Texto de acuerdo a la Ley 21686.
ARTICULO 33°). La presente ley entrará a regir a los ciento veinte (120) días de su publicación en el Boletín Oficial.
ARTICULO 34°). Comuníquese, publíquese, dése a la Dirección Nacional del Registro Oficial y archívese.
1. LOS BIENES DEL ESTADO. La cuestión terminológica El primero que utilizó la expresión “dominio” público fue
Pardessus, (1806), designando con ella los bienes del Estado que no pertenecían ni se incluían en su dominio privado.
Nuestro Código Civil, al referirse a las cosas consideradas en relación a las personas, determina en su art. 2339 que
pueden ser bienes públicos o bienes privados del Estado general de la Nación, o de los Estados particulares, o sea, de las
provincias, especificando en los arts. 2340 y 2342 cuáles quedan comprendidos en una u otra calificación,
respectivamente.El Estado –general o particular, como persona jurídica que es, con las particularidades que le son propias,
posee un patrimonio que es de su dominio, el cual puede ser diferenciado en dominio público y dominio privado.
DOMINIO PÚBLICO Y DOMINIO PRIVADO: DISTINCIÓN Y FUNDAMENTO. La ya tradicional distinción entre el dominio
público y el dominio privado del Estado responde a la circunstancia de que el régimen jurídico a que uno y otro están
sometidos es diferente mientras que el dominio público es inalienable e imprescriptible, el dominio privado estatal se halla
sujeto a las mismas reglas que son aplicables a la propiedad privada, con algunas excepciones resultantes de la condición
del sujeto que lo posee y de la finalidad a que debe destinárselo. Las normas que regulan el dominio público y las relaciones
que se establecen entre la administración pública y los administrados respecto de él, son predominantemente de derecho
público, siendo la situación de los particulares de efectiva subordinación frente a la presencia de facultades y prerrogativas,
exorbitantes del derecho privado, establecidas a favor del Estado; las que se refieren al dominio privado estatal se
configuran con una vinculación más directa y amplia con los principios propios del derecho privado en la materia, mientras
que las relaciones entre la administración y los administrados, aparecen como relaciones casi siempre de coordinación.
Se ha puntualizado, sin embargo, que ambas categorías de bienes se encuentran reguladas por las disposiciones del
régimen dominial del Estado y que esta regulación, de derecho público, establece determinadas particularidades propias
del régimen exorbitante, que le imprimen, en ambos casos, ciertos caracteres diferenciadores del derecho privado. La
determinación de si un bien o una cosa debe quedar sometida al régimen jurídico del dominio público o al del dominio
privado del Estado es una cuestión de carácter teleológico, puesto que lo que se debe tener en cuenta es si esos bienes o
cosas están o no afectados a un uso público, directo o indirecto, apareciendo el uso indirecto cuando su utilización, si bien
no configura un uso general o común, implica la afectación de ellas para el logro de finalidades que son del interés público,
relativas a la utilidad o la comodidad común, aun cuando a este efecto se suele distinguir entre los bienes finales o bienes
de uso y los que son llamados bienes instrumentales, que quedarán excluidos de la dominialidad del Estado.
2.DOMINIO PÚBLICO: NOCIÓN CONCEPTUAL. La determinación de la noción conceptual de lo que se debe entender
por dominio público es una cuestión de carácter doctrinal que se refleja también en la jurisdicción.El instituto del dominio
público es propio e inherente al derecho público, en particular al administrativo; que es sensiblemente diferente al dominio
que se ha dado en llamar privado; y que su naturaleza y regulación, por ello mismo, es exorbitante del derecho privado.La
noción de dominio público, en esencia, gira en torno de la determinación de tres circunstancias básicas, a saber: 1) quién
es el titular de ese dominio; 2) qué clase de bienes integran o pueden integrarlo; y 3) cuál es el destino o finalidad a la que
están afectados esos bienes (Sayagués Laso).El dominio público constituye una propiedad pública del Estado una
modalidad de propiedad establecida y regida por el derecho público, y en especial el administrativo, que no es una
modificación o adaptación de la propiedad privada, de derecho privado, sino que se desarrolla en forma paralela a ésta,
según lo establecido por la ley, por el régimen jurídico aplicable .El dominio público del Estado es, en consecuencia, una
propiedad pública, de derecho público, caracterizada por una amplia serie de limitaciones, impuestas en razón del destino
de los bienes que lo componen, y que nace con el acto de afectación. Es por ello que Garrido Falla define el dominio
público como “el derecho de propiedad que el Estado tiene sobre determinados bienes, en cuanto sometidos a un régimen
jurídico exorbitante del derecho privado”. La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha entendido que “los bienes del
dominio público, del Estado General, de los Estados particulares y de los municipios, son los de uso público, sea por su
naturaleza o por su afectación o destino a un servicio de utilidad pública, y estos últimos mientras dure esa afectación”
Definición del dominio público es “el conjunto de bienes de propiedad del Estado, “lato sensu”, afectados al uso
público, directo o indirecto, de los habitantes, y sometidos a un régimen jurídico especial de derecho público, y
por tanto exorbitante del derecho privado”.
La definición formulada, surgen las siguientes notas caracterizantes del dominio público:
1)Es un conjunto de bienes, es decir, de cosas, bienes inmateriales y derechos, cuya naturaleza puede ser muy diversa,
pero que deben reunir la condición de cierta permanencia en el tiempo.
2)Tales bienes son de propiedad del Estado, entendido el concepto en el sentido más amplio, o sea, como un conjunto
integrado de personas jurídicas públicas estatales, a saber, el Estado nacional, las provincias, los municipios, las entidades
autárquicas territoriales o institucionales, y demás componentes de la administración pública centralizada o
descentralizada.
3)Esa propiedad del Estado no es semejante a la propiedad de derecho privado o civil, que corresponde a los particulares,
sino que aparece como una propiedad especial, pública, sometida a limitaciones singulares, que la diferencian
específicamente de la otra, derivadas del interés público que le da fundamento y sustento.
4)Los bienes que componen ese dominio están afectados al uso público, el cual puede ser directo o indirecto, y a su vez
colectivo o individual o privativo, correspondiendo ese uso a todos los habitantes, conforme a lo que dispongan las leyes y
los reglamentos dictados en su consecuencia.
5)Los bienes del dominio público, como tales, están sometidos a un régimen jurídico propio, prevalecientemente de derecho
público y, por tanto, exorbitante del derecho privado, que es aplicable a ellos en cuanto esos bienes son afectados al
dominio público, siendo esa afectación la que les otorga todos los caracteres propios de ese dominio.
ELEMENTOS DEL DOMINIO PÚBLICO. CLASIFICACIONES son cuatro los elementos que concurren a determinar la
noción conceptual y jurídica del dominio público, a saber: A)un elemento subjetivo, que se refiere al sujeto o titular del
derecho existente sobre los elementos que componen el dominio público; Los bienes que componen el dominio público no
son res nullius, sino que pertenecen, al contrario, al Estado, es decir, dentro de nuestra organización institucional, a la
Nación, a las provincias, a los municipios, y a las entidades autárquicas tanto territoriales como institucionales. Es por esa
pertenencia al Estado, que nadie puede apropiarse ningún bien que integre el dominio público. Los titulares de tales bienes
deben ser personas jurídicas públicas estatales, que formen parte de la administración pública, centralizada o
descentralizada.La Corte Suprema de Justicia de la Nación se ha enrolado en la postura que expresa que el titular de los
bienes dominiales es el Estado, pues sostuvo que para la afectación eficaz de una cosa al dominio público se requiere que
ésta se halle actualmente en el patrimonio del “poder público”.Las personas jurídicas públicas no estatales no pueden ser
titulares de ese dominio, y es por esta causa que los bienes que pertenecen a la Iglesia Católica Apostólica Romana, que
es una persona jurídica pública no estatal, no integran el dominio público. Los bienes de los concesionarios de servicios
públicos, afectados a la prestación de éstos, tampoco integran el dominio público, siendo bienes privados de tales
concesionarios, cualquiera que sea la época o la forma de su adquisición.Se ha afirmado en doctrina, más recientemente,
que, pese a la titularidad privada de tales bienes, ellos pueden, sin embargo, quedar sujetos a un régimen jurídico que
participa de los caracteres del dominio público (inenajenabilidad, imprescriptibilidad, inembargabilidad e inejecutabilidad)
con la finalidad de mantener la afectación o destino específico de ellos, asegurando, de ese modo, la calidad, continuidad,
eficacia y regularidad del servicio B)un elemento objetivo, que se refiere a cuáles pueden ser las cosas o los bienes que
integran el dominio público; El dominio público es un conjunto de elementos, de cosas, de bienes, que pueden estar
específicamente determinados o indeterminados, aún cuando pueden ser de algún modo determinables. Utilizando la
terminología empleada por el Código Civil en sus arts. 2311 y 2312, puede afirmarse que el dominio público se compone
tanto de cosas como de objetos inmateriales, es decir, que se integra con “bienes”, designación que abarca a ambos. El
componente más típico y visible del dominio público son los inmuebles, los cuales comprenden no sólo su superficie, sino
también el espacio aéreo que los cubre y el subsuelo. Las cosas que son inmuebles por accesión de un bien del dominio
público también pueden componerlo, debiendo recurrirse, para precisar su situación, a la determinación de si el accesorio
contribuye o no de manera permanente, directa e inmediata, a la finalidad u objeto a que está destinada la cosa principal
.Si bien el punto era antes discutido, hoy se acepta que los muebles también pueden formar parte del dominio público, aun
los fungibles –caso de los libros que componen una biblioteca del Estado, pero no los consumibles, por carecer éstos de
la necesaria permanencia, exigible al dominio público .Los semovientes pueden formar parte del dominio público, aun
cuando por lo común lo hacen integrando una universalidad. Así ocurre con los animales que forman parte de un parque
zoológico estatal .Finalmente, los objetos inmateriales, como el espacio aéreo o la fuerza hidráulica de un río, y los
derechos, como la servidumbre pública de sirga, o los derechos intelectuales, cuando dejan de pertenecer al autor por
aplicación de la ley respectiva, también pueden concurrir a la composición del dominio público.C)un elemento teleológico
que se vincula con la finalidad o el destino a que estarán sometidos los bienes o cosas del dominio público, para ser tales;
Los bienes del dominio público están destinados tanto al uso público directo o inmediato, como al indirecto o mediato ,esa
es su finalidad .Ese uso público se halla reconocido por el art. 2340 del Código Civil en la enumeración que realiza de los
bienes públicos, incluye tanto aquellos que pueden ser objeto de un uso directo o inmediato, como las playas de mar o las
riberas internas de los ríos, como los que pueden ser usados de manera indirecta o mediata, como ocurre con las obras
públicas construidas para utilidad o comodidad común, mencionadas en su inc. 7.Dicha utilidad o comodidad común no
son sino una forma o expresión del interés público, en el cual cada habitante puede llegar a reconocer y actuar su propio
interés individual o particular. El uso indirecto o mediato sólo comprende a los llamados bienes finales o de uso, o sea,
aquellos que están directamente destinados al logro de los objetivos propuestos con su utilización, pero no aquellos otros
que son meramente instrumentales, es decir, que están destinados a concurrir o participar en la obtención de tales
finalidades, las cuales no se cumplen concretamente, en virtud de su empleo.D)un elemento normativo o legal, que se
refiere al régimen jurídico especial a que están sujetos los bienes y cosas del dominio público. El dominio público no es
una creación de la naturaleza .El concepto del dominio público es una noción jurídica, que resulta de la voluntad del
legislador, que es quien la determina, al crear y establecer el régimen normativo al cual estará sujeto. El régimen legal
previsto es el que perfila la existencia de la propiedad pública del Estado sobre los bienes que componen el dominio público,
sus características y sus limitaciones, las finalidades que habrán de perseguirse, e incluso el uso o empleo de los bienes
que lo componen La determinación de los bienes públicos, como comúnmente se acepta, por referencia a la condición
jurídica de las cosas es una cuestión “civil”, comprendida dentro de aquellas que las provincias han delegado al gobierno
federal (–75 inc. 12 CN -), y que por tanto éstas no pueden resolver. En consecuencia, sólo puede ser llevada a cabo por
ley formal, dictada por el Congreso nacional, lo que se ha concretado mediante la sanción del Código Civil, que trata tal
cuestión.
3.ORIGEN Y CESACIÓN DEL DOMINIO PÚBLICO: AFECTACIÓN Y DESAFECTACIÓN. La afectación es el hecho o la
declaración de voluntad de un órgano estatal con competencia para ello, en cuya virtud un bien queda librado al uso público,
directo o indirecto.
La expresión “afectación” constituye, en realidad, un galicismo –deriva de la voz francesa affectation- y se ha considerado
que no trasunta el sentido y alcance que en esta materia se le asigna. Afectar, en verdad, en su significación jurídica más
próxima, implica tanto como anexar una cosa a otra principal, y por ello se ha propuesto reemplazar ese vocablo por el de
“consagrar”, que importa tanto como dedicar algo a un fin determinado. De cualquier manera, el largo uso y su convencional
comprensión ha hecho prevalecer la expresión “afectación”, que sigue utilizándose.La afectación, que siempre debe estar
referida a bienes cuya titularidad corresponde al Estado lato sensu, supone dos momentos diferentes, a saber: 1) uno
objetivo o material, que consiste en la existencia del bien sobre el cual habrá de recaer; 2) otro subjetivo o intencional, que
consiste en la declaración de voluntad o en el accionar del órgano estatal correspondiente, en cuya virtud el bien de que
se trata es librado al uso público, otorgándose ese destino.La afectación de los bienes que componen el dominio público
natural sólo puede resultar de una ley nacional, que será la misma que les otorga su condición jurídica como tales. La
afectación de los bienes del dominio público artificial, en cambio, puede resultar también de una ley provincial, de actos
administrativos, o aun de hechos de la administración, como la inauguración de una obra, que es librada al uso público; el
dejar expedita la cosa, como ocurre con las calles, el retiro o la supresión de los obstáculos que impedían el uso público;
etc.La Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene resuelto que cuando el Estado Nacional o Provincial, sobre el terreno
de un particular y con conocimiento de éste realiza una obra pública y la entrega al uso de la colectividad, ya no puede
mantenerse la distinción entre el terreno que seguiría siendo del dominio particular y regido por el Código Civil y la obra
perteneciente al público y ajeno, por consiguiente, al régimen de dicho Código, pues se trata, en ese caso, de un bien
material y jurídicamente indivisible, integrante del dominio público, fuera del comercio de derecho privado y excluido del
ejercicio de acciones reales La determinación del órgano competente para efectuar la afectación, la naturaleza jurídica de
ésta, y las formas de que debe estar revestida, quedan precisadas, como se entiende, por la aplicación de los principios
precedentes: la ley nacional debe ser dictada por el Congreso nacional; la ley provincial, por las Legislaturas de provincia;
los actos administrativos, por los órganos de ese carácter con competencia para dictarlos; y los hechos administrativos
deben ser cumplidos por órganos de esa misma clase que puedan ejecutarlos. Ésa es también su naturaleza jurídica, y su
forma la prevista para cada uno de ellos por el derecho vigente.La afectación debe cumplir ciertos requisitos, para producir
válidamente sus efectos, que son los siguientes: a) debe expresar el asentimiento de la autoridad competente, que será
expreso, en el caso de las leyes, de los actos administrativos; o implícito, en el supuesto de los hechos de la administración;
b) debe ser actual, y no derivar para el futuro la incorporación al uso público; y c) debe ser efectiva, y no potencial, de modo
que el uso público pueda llevarse a cabo, pudiéndoselo realizar por estar disponibles los bienes para el uso de que se
trate.El carácter real y efectivo de la afectación ha sido exigido por la Corte Suprema La prescripción y el uso inmemorial
no sólo pueden llegar a producir la adquisición de un bien determinado a favor del Estado, sino que son también idóneos
para afectarlos al uso público, directo o indirecto. No se debe confundir la asignación del carácter público de un bien
determinado, con su afectación al dominio público. Mientras que la primera importa establecer que ese bien integrará el
dominio público, la segunda, en cambio, implica que él queda efectivamente librado al uso público (Marienhoff).La
afectación produce el resultado de admitir ese uso por la comunidad, y, al mismo tiempo, el de someter a los bienes
afectados al régimen especial de derecho público al cual están sometidos los bienes del dominio público. El hecho de que
se cambie o altere el uso público a que está destinado un bien del dominio público –situación que en la doctrina se conoce
como “mutación”- no altera su condición, ni exige una nueva afectación.La desafectación, a la inversa, consiste en la
manifestación de voluntad o en los hechos en cuya virtud un bien deja de estar destinado al uso público, saliendo –en
consecuencia- del dominio público, para ingresar al dominio privado del Estado o de los particulares, según corresponda.
La que se produce por una manifestación válida de voluntad se denomina desafectación formal.En términos de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación, la desafectación de un bien del dominio público produce el efecto general de cambiar la
condición jurídica de ésteComo regla general, cabe sostener que la desafectación debe emanar de los mismos órganos
públicos que dispusieron la afectación, con las mismas modalidades y formas, las cuales tendrán igual naturaleza jurídica,
aun cuando este principio admite excepciones y alteraciones, derivadas de la naturaleza y condición del bien de que se
trate (natural o artificial), y de la circunstancia de si mantiene o no su individualidad. Los hechos que produzcan la
desafectación pueden consistir tanto en hechos humanos como de la naturaleza. Los bienes naturales, por lo común, no
pueden resultar desafectados por hechos del hombre, pues éste carece de la posibilidad de hacerlo, como ocurre con el
cambio del lecho de un río. Sólo la naturaleza, con su poder, puede producir tales efectos. La desafectación, cabe recordar,
no se debe confundir con la destrucción del bien que estaba afectado al uso público, cualquiera que sea su causa, pues
una constituye un instituto jurídico, mientras que la otra es un hecho situado fuera de los límites del derecho. Como hecho
del Estado capaces de producir la desafectación de bienes del dominio público se citan: 1) el cambio de destino de un
edificio público, que se sustrae al uso público; 2) el cierre definitivo de un camino; 3) el cultivo o siembra del terreno
destinado a calle; etc.La validez y eficacia de la desafectación está subordinada, en todos los casos, a que se haya
manifestado el asentimiento claro de una persona jurídica estatal, ya que los actos de los administrados o particulares
serán siempre ineficaces para producir una desafectación; y a que ese asentimiento provenga de un órgano estatal que al
hacerlo actúe en ejercicio de la competencia que tiene atribuida.Se suele citar como un supuesto de desafectación, la que
se produciría por el no uso inmemorial de un bien del dominio público.El no uso inmemorial, que no debe ser confundido
con la prescripción, por cuanto no altera la titularidad del bien sino simplemente su régimen jurídico, ha sido aceptado por
la mayoría de la doctrina como una forma admisible de desafectación, aunque limitada a los bienes que componen el
dominio público artificial, ya que los integrantes del dominio público natural sólo pueden desafectarse por actos formales,
ya sea ley o, en ciertos supuestos, acto administrativo fundado en ley.
Sin embargo, el simple no uso no produce, por sí mismo, aun cuando fuere inmemorial, la desafectación. Para que ello
ocurra es menester que además exista el indubitable asentimiento de la administración pública, en cuanto ésta debe haber
admitido, tolerado o aun concurrido a ese no uso. De otro modo, serían los hechos o actos de los particulares administrados
los que producirían la desafectación, lo cual –como queda dicho- no es admisible ni posible
4.PROTECCIÓN DEL DOMINIO PÚBLICO. El dominio público, por la misma finalidad a que está destinado, da lugar a
que el Estado no sólo tenga el derecho, sino también el deber, de propender a su conservación y protección. Todo daño
causado a un bien del dominio público atenta contra el dominio público del Estado, y como consecuencia, contra la
comunidad, favorecida con su uso directo o indirecto.Esa importante función de protección y tutela, que está a cargo de la
administración pública, como gestora principal del interés público, puede llevarse a cabo de dos maneras diferentes: una,
por la propia administración, actuando en ejercicio de sus poderes y potestades, entre ellos el poder de policía, lo que
configura la “autotutela” del dominio público; otra, en la que la administración recurre al uso de los medios legales que
tenga disponibles, ejerciéndolos ante el Poder Judicial.Los perjuicios o daños a los bienes del dominio público pueden
provenir de hechos de la naturaleza que produzcan su degradación, o de hechos o actos de las personas, incluidas las
administraciones públicas que no sean sus titulares.La autotutela llevada a cabo por la misma administración pública
constituye un privilegio a favor del Estado, que le permite actuar directamente y por sus propios medios en defensa del
dominio público, y por ello debe cumplirse respecto de bienes cuyo carácter dominial sea indubitable, y llevarse a cabo por
medios que, como ocurre con toda medida de policía, sean razonables.El Estado, en esta tarea, puede arbitrar también el
planteamiento, ante los tribunales de justicia competentes, de las sanciones petitorias y posesorias a que hubiere lugar,
según las modalidades de cada caso, teniendo igualmente especial importancia la protección penal del dominio público,
mediante la calificación como delitos de diferentes hechos que puedan redundar en su daño y perjuicio.La protección del
dominio público, que también comprende la de su debido uso, encuentra su más eficiente manifestación en la policía del
dominio público, respecto de la cual deben aplicarse las consideraciones y principios que fueron expuestos en el capítulo
anterior.Finalmente, el Estado debe también procurar obtener la justa indemnización de los daños y perjuicios que se
hubieran ocasionado al dominio público, por un uso ilegal o anormal de él.La tutela de los bienes del dominio público, como
se ha dicho, es una función que corresponde al Estado, y, por tanto, los particulares o administrados no tienen acción
expedita para ello, aun cuando pueden concurrir a promover la acción de autotutela de la administración pública, respecto
de esos mismos bienes.
5.CARACTERES. . Caracteres jurídicos del dominio público
El dominio público presenta dos caracteres típicos, de los cuales uno es resultado del otro: su inalienabilidad y su
imprescriptibilidad, de los que se derivan importantes consecuencias. Ambos caracteres del dominio público buscan su
intangibilidad, el mantenimiento de su integridad como tal, puesto que si los bienes que lo componen no fueran inalienables
e imprescriptibles, se podrían ver indebidamente y continuamente disminuidos, contrariando las finalidades que dan razón
de ser a su existencia. La razón de ser de tales atributos es la de servir de medios jurídicos a través de los cuales se tiende
a hacer efectiva la protección de los bienes dominiales a efectos que éstos cumplan su fin (Nielsen).Otro de los caracteres
del dominio público, el de hallarse sujeto al poder de policía que el Estado cumple sobre él con modalidades muy
específicas, pero esta condición es una consecuencia de su presencia, pues ese poder de policía tiende a su conservación,
manteniendo, su protección y buen uso. No es una modalidad inherente a su existencia, sino un resultado de ella. La
inalienabilidad y la imprescriptibilidad de los bienes del dominio público nace con su afectación, y dura mientras ésta se
mantenga, pues de otro modo se vería comprometido el uso público y las exigencias que de él se derivan.La inalienabilidad
implica que los bienes del dominio público están sustraídos del comercio jurídico son indisponibles pero no es absoluta,
ya que se refiere, exclusivamente, a las relaciones de derecho privado, siendo admisible, en cambio, el comercio jurídico
de derecho público, puesto que éste no altera ni perjudica la afectación de esos bienes, por ser compatible con su
naturaleza y destino. El derecho positivo no ha consagrado expresamente el principio de la inalienabilidad, pero ella resulta
de lo dispuesto en los arts. 953, 2336 y 2604 del Código Civil, Como resultantes de esa condición de inalienabilidad de los
bienes del dominio público, se señalan las siguientes: a )tales bienes no pueden ser objeto de compraventa, ni de otros
actos jurídicos que impliquen la transferencia de su propiedad; b)tampoco pueden ser hipotecados, ni afectados por
servidumbres de derecho privado, usufructos, u otros derechos reales. Son admisibles, en cambio, las servidumbres
públicas. c)tampoco pueden ser embargados, ni ejecutados judicialmente; d)no pueden ser objeto de reivindicaciones o
acciones petitorias, si han sido regularmente incorporados al dominio público; e) no procede tampoco, a su respecto, la
acción de despojo, salvo casos especiales; f)no pueden ser expropiados por la misma persona jurídica pública estatal que
tiene su propiedad, siendo admisible, en cambio, que la Nación pueda expropiar bienes del dominio público provincial o
municipal, y las provincias de los municipios. También se ha aceptado, en situaciones muy excepcionales, que las
provincias puedan expropiar bienes de la Nación, cuando un interés local vital así lo impone. g)como principio general, los
bienes del dominio público no están sujetos a las obligaciones que resultan de la vecindad, como medianería, vistas y
luces, aun cuando esta regla admite justificadas excepciones, fundadas en razón de su uso o destino. La
imprescriptibilidad de los bienes del dominio público resulta directamente de la condición de inalienables de tales bienes,
consistiendo en la imposibilidad jurídica de que los bienes de esa clase puedan ser objeto de prescripción adquisitiva por
parte de los terceros. Como se trata de bienes que están fuera del comercio, no puede ejercerse sobre ellos posesión útil,
que es la base indispensable de la prescripción, por lo que ésta tampoco cabe, al igual que las acciones posesorias y los
interdictos. La imprescriptibilidad tampoco ha sido consagrada por nuestra legislación positiva en forma expresa, pero
surge de lo previsto en los arts. 2400, 3951, 3952 y 4019 del Código Civil, así como de la nota del art. 3952 citado.La
imprescriptibilidad, cabe recordar, sólo se refiere a la propiedad de los bienes del dominio público, pero no a su uso, que
puede ser adquirido de ese modo cuando el derecho vigente lo autoriza
Clasificación del dominio público
Desde el punto de vista subjetivo, y teniendo en cuenta la persona jurídica pública estatal que puede ser titular del dominio
público, se lo diferencia en dominio de la Nación, de las provincias, de los municipios, o de los entes autárquicos o
descentralizados. EN RAZÓN DE LA FORMACIÓN U ORIGEN DE LOS BIENES que compongan el dominio público, ésta
se distingue en a)natural es aquél que versa sobre bienes que se hallan en la naturaleza, y sobre los cuales no es posible
la intervención de la mano del hombre, como las playas del mar o de los ríos, los ríos, los arroyos, etc. y b) artificial. está
constituido por bienes que son creados o resultan de la acción humana, o en los cuales esa acción es indispensable y
necesaria para que el bien aparezca como tal: es el caso de las plazas, calles, caminos, puentes, canales navegables, etc
.Esta clasificación interesa en cuanto al régimen de afectación y desafectación de tales bienes, y a su delimitación y
alineamiento. EN RAZÓN DE LA MATERIALIDAD en sí misma de los bienes que pueden integrar el dominio público, se
los divide en cosas u objetos materiales, y en objeto inmateriales y derechos, también designados como objetos
incorporales En RAZÓN DE LA COMPOSICION DE SU MATERIAL se los diferencia en terrestres, hídricos, aéreos y
mixtos, siendo estos últimos los hidroterrestres .que se aplica y rige respecto de los bienes del dominio público, se los
agrupa en bienes sometidos a jurisdicción EN RAZÓN DE LA JURISDICCION nacional, provincial o municipal,
diferenciación que puede o no coincidir con la del lugar o el carácter del bien,
6.USO DEL DOMINIO PÚBLICO. CLASIFICACIONES.
Los bienes que componen el dominio público, como ya sabemos, están destinados al uso público, directo o indirecto.
Conviene ahora considerar las formas y modalidades que puede adoptar ese uso del dominio público, y el régimen aplicable
en cada caso.Como principio general, cabe tener presente que el empleo de cualquier bien del dominio público debe ser
siempre compatible o corresponder al fin que motivó su afectación, lo cual constituirá una cuestión de hecho que debe
resolverse atendiendo a las circunstancias y condiciones propias de ella.Se han aceptado diferentes distinciones, en cuanto
a las posibilidades del uso del domino público, entre las cuales cabe citar las siguientes, que configuran distintos intentos
de clasificación de esta materia.La primera, y al mismo tiempo la más importante y predominante, es la que distingue entre
el uso común o general, y el uso especial o privativo, a la que algunos autores (Guicciardi) añaden un tercer término, que
sería el llamado uso excepcional.El uso común o general es aquél que corresponde y se ejerce por todo el pueblo
colectivamente, en forma anónima e impersonal; el uso especial o privativo, en cambio, es el que corresponde y se ejerce
en forma exclusiva e individual por una sola persona, importando una reserva concreta de una parte del domino público a
favor de ese usuario.El uso excepcional, dentro de esa tónica, sería aquél que se lleva a cabo excediendo el destino normal
que corresponde al bien dominial, por su afectación y por su índole propia.El uso puede ser, también, directo o indirecto, y
en ambos casos individual o colectivo. El uso directo es aquél que tiene lugar en forma inmediata, utilizando el usuario el
bien de que se trate, conforme a su destino y según su naturaleza. Así ocurre, por ejemplo, con quien transita por una
calle, o viaja por un camino. El uso directo puede ser individual, cuando ha mediado un permiso o concesión de uso a favor
de determinada persona, o colectivo, como en el supuesto de los ejemplos citados.El uso indirecto es el que tiene efecto
de manera mediata, tal como ocurre cuando los bienes están destinados a un servicio público, o sirven a la utilidad,
bienestar o comodidad común, quedando excluidos –como se dijo- los bienes meramente instrumentales. El uso indirecto
puede ser, igualmente, como se comprende, individual o colectivo, lo que podrá responder al carácter o naturaleza del bien
dominial.El uso de los bienes del dominio público es, por regla común, gratuito, pero como esta condición no constituye un
elemento esencial de su conceptualización, también puede darse el caso de que ese uso sea oneroso, como sucede con
el pago de peaje para transitar por ciertos caminos o autopistas. Esa onerosidad debe resultar o fundarse en ley, para que
sea realmente válida.Finalmente, el uso de los bienes del dominio público puede ser normal, lo cual acaece cuando se
lleva a cabo conforme a la finalidad o destino que dio origen a su afectación; o anormal, cuando no se ajusta a esa finalidad
o destino, pero sin obstaculizar o impedir su uso normal. Así, cuando las veredas de una calle son utilizadas para colocar
en ellas las mesas y sillas de un café o un puesto o local de venta de golosinas, etc.
14.1 Uso común o general
El uso común o general del dominio público es el que pueden ejercer o realizar todas las personas, por su sola condición
de tales, sin otra restricción que la de observar las disposiciones reglamentarias que hayan dictado, al respecto, las
autoridades competentes para ello (Marienhoff). Por ello, son casos de uso común o general el transitar por las calles,
plazas y caminos públicos, el beber o bañarse en aguas públicas, el navegar o pescar, contemplar un monumento o lugar
histórico, el visitar un museo, o consultar un libro en una biblioteca pública, etc.El sujeto del uso común es la colectividad,
la comunidad, y nunca el individuo, razón por la cual, y no obstante la opinión contraria de alguna parte de la doctrina, es
regla que en esos casos el usuario debe ser siempre anónimo, indeterminado, no individualizado, sin perjuicio de que en
ciertos casos esta individualización pueda llegar a tener lugar, impuesta por otras motivaciones, pero no por las referentes
al uso, en sí mismo, del bien del dominio público.Se señalan como caracteres propios del uso común o general los
siguientes: a) debe ser libre, es decir, no estar sujeto a permisos o autorizaciones previas de las autoridades
administrativas, lo que no impide que esas autoridades pueden ejercer aquellas atribuciones inherentes al poder de policía,
en protección de la integridad del dominio público y del interés de los demás usuarios posibles; b) por lo general, ese uso
debe ser gratuito, pero se acepta que en ciertos casos puede ser oneroso, como ocurre en los museos, jardines botánicos
o zoológicos, en los que debe pagarse una entrada, para tener acceso a ellos; c) debe ser igual, en el sentido de que todos
los usuarios deben tener un uso semejante, sin preferencias ni favores, ni otras diferencias que no sean aquellas que surjan
de ciertas limitaciones en el uso general, como cuando el acceso a un puente público queda restringido a vehículos de no
más de cierto peso. También se cita, al respecto, la situación de los propietarios de inmuebles colindantes con la vía
pública, que suelen estar sujetos a algunas obligaciones, que se compensarían con las ventajas que obtienen o resultan
de esa misma ubicación; y d) debe ser sin límite de tiempo, o sea que los bienes del dominio público deben estar
permanentemente librados al uso público –lo que implica perpetuidad, pues la desafectación haría cesar ese uso, al perder
el bien su carácter dominial- y no sólo en forma esporádica o temporaria. Por supuesto que ese uso permanente queda
sometido a lo que al respecto fijen las reglamentaciones, como horarios de admisión de un museo o en un parque público,
etc. Varias opiniones se han sustentado, en el campo doctrinal, respecto de la naturaleza jurídica del uso común. Se lo ha
entendido como un derecho real de los particulares; como un derecho cívico, comprendido entre los derechos individuales,
cuyo objeto es la prestación de servicios o de utilidades por parte del Estado; como el ejercicio de una facultad que integra
al esfera de libertad que constitucionalmente corresponde a cada habitante, como un derecho cívico corporativo; y,
finalmente, como un derecho público subjetivo.Sin embargo, predomina actualmente el criterio de que el uso común del
dominio público no es sino un mero interés simple, ya que se configura como una potestad que puede ser ejercida por
todos los habitantes, sin distinción entre nacionales y extranjeros, pero en cuyo ejercicio el usuario permanece anónimo,
indeterminado, no individualizado, como ya se dijo (Marienhoff-Diez).Esta cuestión tiene decisiva influencia, en cuanto a la
protección jurídica de los usuarios, siendo evidente que si la naturaleza jurídica del uso común es la de un interés simple,
los medios para su tutela y protección no pueden ser otros que los que corresponden a un interés de esa clase, de modo
que toda acción judicial quedaría vedada, siendo admisibles solamente los recursos administrativos a que hubiere lugar,
ante el órgano competente, a fin de hacerlo respetar o posibilitar, quedando excluida, asimismo, cualquier acción
resarcitoria de daños y perjuicios contra el Estado.Las acciones judiciales y la indemnización de daños y perjuicios
procedería, en cambio, cuando la perturbación o los menoscabos del uso común provinieran de terceros particulares que
los hubieran afectado.
14.2 Uso especial o privativo
El uso especial o privativo del dominio público es el que se produce cuando corresponde únicamente a aquellas personas
que hayan adquirido la posibilidad de emplearlo, de una manera dada, con arreglo al ordenamiento jurídico aplicable. No
se trata, por ende, de un uso general de la colectividad, sino de un uso exclusivo, privado, que ejercen personas
determinadas, que aparecen individualizadas concretamente.Por ello, se indican como caracteres específicos del uso
especial los siguientes: a) el usuario debe estar claramente individualizado; b) debe estar precisada la parte del bien
dominial que será usada u ocupada; c) por ser a título privativo, excluye cualquier otro uso común o especial; d) debe ser
un uso limitado en el tiempo, o más bien precario, con facultad del Estado de hacerlo cesar en cualquier momento, a su
solo arbitrio; e) es por lo común oneroso, aun cuando puedan existir casos de uso especial o privativo gratuitos; y f) tiene
carácter patrimonial, por lo que no sólo puede ser objeto de apreciación pecuniaria, sino que en algunos casos podría ser
transferido, y puede ser renunciado.El uso especial o privativo, que puede ser adquirido por permiso, concesión o
prescripción, requiere siempre la existencia de un acto expreso del Estado, que lo otorgue o reconozca, pues es obvio que
nadie podría, por sí mismo, otorgarse un uso de esta naturaleza.Si bien los bienes componentes del dominio público son
y pueden ser muy heterogéneos, conviene recordar que su régimen jurídico es uniforme, lo que también sucede en materia
de uso especial o privativo, el cual estará regido por dos principios básicos, como son la necesidad de ese consentimiento
expreso del Estado, y el pago de una tasa o compensación; y la existencia de poderes muy extendidos de la administración,
frente a una situación correlativamente muy frágil del usuario, actuando siempre el Estado como persona de derecho
público, en cumplimiento de una función que es típicamente estatal.
14.2.1 El permiso de uso El permiso de uso, que está ubicado entre el uso común y la concesión de uso del dominio
público, no es sino el acto administrativo en cuya virtud la administración pública otorga a una persona determinada un uso
especial de dicho dominio público.Tiene aplicación en supuestos de escasa importancia, y su naturaleza jurídica es la de
un acto unilateral de la administración, respecto del cual la voluntad del usuario se manifiesta en dos momentos colindantes,
pero que no concurren a la formación en sí misma del acto administrativo, el cual, como se sabe, es siempre unilateral:
uno, cuando solicita el permiso, a fin de poner en actividad al órgano administrativo que debe otorgarlo; otro, cuando
otorgado el permiso, lo acepta y lo utiliza. De la precariedad del permiso y de la posibilidad de su revocación sin derecho
a indemnización alguna para el usuario, se deduce que no constituye un derecho subjetivo de quien se favorece con él,
sino únicamente un interés legítimo, que en consecuencia podrá ser tutelado y protegido como cualquier otro interés
legítimo de los administrados. (Ver, sin embargo nuestra postura sobre la distición entre derecho subjetivo, interés legítimo
e interés simple al tratar, en un capítulo anterior, lo relativo a las situaciones jurídicas subjetivas)Los permisos de uso, muy
frecuentemente, se otorgan en consideración a la persona que los requiere, o sea, que son intuitu personae, aun cuando
es posible la existencia de permisos que no tengan ese carácter y que podrían, por tanto, ser objeto de cesión o
transferencia, sin necesidad del acuerdo previo de la administración pública, que es indispensable en el primer caso.El
otorgamiento de permisos de uso constituye una actividad discrecional de la administración, que ésta cumple teniendo en
cuenta las exigencias y conveniencias del interés público. En consecuencia, la administración no está obligada a otorgarlos,
y puede negarlos, cuando lo estime procedente, lo que no justifica actitudes inconsultas o arbitrarias.Al otorgarse un
permiso de uso, es procedente que se impongan condiciones inherentes a la conservación del dominio público afectado,
o a la celeridad de su desocupación cuando el permiso sea revocado, por decisión de la administración otorgante, fundada
en razones de interés público En la doctrina francesa es corriente distinguir entre el permiso de uso y el permiso de
estacionamiento, sobre la base de que el primero es más intenso, y requiere la existencia de obras o la formación de
empresas que debe efectuar el usuario, lo que no se da en el segundo. Los permisos de uso, que siempre deben
entenderse otorgados sin perjuicio de terceros, aun cuando tal cláusula no aparezca expresamente inserta, pueden
extinguirse por revocación, que es, tal vez, la manera más común de conclusión; por vencimiento del plazo, cuando éste
estuviere fijado; por caducidad, cuando el usuario no ha cumplido obligaciones a su cargo que la aparejen; por renuncia
del permisionario; por su muerte o quiebra; y finalmente, por la desafectación del bien público sobre el cual versaban.
14.2.2 La concesión de uso La concesión de uso es otro de los medios que pueden ser utilizados para otorgar a un particular
un uso especial o privativo de bienes del dominio público, que se distingue del permiso de uso, principalmente, por cuanto,
por lo común, está destinada a actividades que tienen importancia económica o social, lo que obliga a que las posibilidades
del beneficiario de ese uso tenga un sustento más sólido que el que resulta del mero permiso de uso.No obstante, como
no siempre resulta fácil distinguir la existencia de un permiso de una concesión de uso, suele echarse mano de distintas
notas caracterizantes, además de la ya señalada, como la naturaleza del derecho que en virtud de ellas adquiere el
concesionario, la duración de la concesión, o la determinación del interés de la persona a quien se otorga la concesión.Se
discute, en doctrina, cuál es la naturaleza jurídica de la concesión de uso, la cual no produce la transferencia o la delegación
de poderes de la administración pública al concesionario, sino la atribución de un poder jurídico especial sobre el bien del
dominio público sobre el cual recaiga.Una parte de los autores se ha volcado a sostener que la concesión de uso es un
acto unilateral, que nace por .
Consideración particular de algunos bienes dominiales
a) Dominio público terrestre. Vías públicas. Legislación de vialidad. El Dominio público terrestre se encuentra previsto
en el Art. 2340 del C.C e incluye a aquellos bienes que crea la inteligencia humana para afectarlos al uso o comodidad
común, y menciona a las calles, plazas, caminos, puentes, cementerios, etc.Las Vías públicas son medios generales de
comunicación (calles, caminos, puentes, etc.) que, mediante afectación válida y eficaz, ingresan al dominio público. Previo
a ello, existe una operación mediante la cual la administración fija los límites entre la propiedad privada y la vía pública: la
alineación.Según la legislación de vialidad, se crea un doble sistema de caminos, y como consecuencia estamos frente a
distintas jurisdicciones. Establece que serán de jurisdicción nacional aquellos que sirvan al tránsito interprovincial o
internacional; y serán de jurisdicción provincial aquellos destinados al tránsito interno de cada provincia.
Línea de edificación. Alteración de niveles. La operación mediante la cual la Administración pública fija el límite entre la
vía pública y los predios colindantes se llama “alineación”.La línea de edificación es el límite (externo o lateral) trazado por
la administración entre las propiedades privadas y las vías públicas. En cambio, el nivel, contempla la relación entre la
propiedad privada lindera a la vía pública desde el punto de vista horizontal, vale decir con relación a la altura de una
propiedad con relación a la otra.La reparación y la demolición de edificios colindantes con las vías públicas que amenacen
ruina integran el poder de policía de la administración sobre esas dependencias demaniales. Su ejercicio es discrecional
(no quiere decir arbitrario) y antes de tomar alguna medida deben pedirse informes técnicos y notificar y emplazar al
propietario.Si el colindante sufriere un perjuicio en su propiedad, en su patrimonio, con motivo de trabajos públicos, hay
uniformidad en doctrina acerca de su derecho a ser indemnizado. Es el caso de los “cambios o alteraciones de niveles”
(Marienhoff).
Las fuentes de energía. En la actualidad, pueden distinguirse dos tipos de fuentes de energía: las fuentes de energía no
renovables, como los combustibles fósiles (carbón, petróleo) o las sustancias empleadas en las centrales nucleares; y las
fuentesde energía renovables, como el sol, el viento, el agua, etc.La Prov. De Buenos aires, por medio de la ley 12603,
establece en su Art. 1º: Declárese de interés Provincial la generación y producción de energía eléctrica a través del uso de
fuentes de energía renovables llamada también alternativa, no convencional o no contaminante factible de
aprovechamiento en la Provincia de Buenos Aires.El dominio sobre las fuentes de energía no renovables lo tienen la Nación
o las Provincias, según el territorio en que se encuentren los respectivos minerales o yacimientos. A partir de la reforma
constitucional del 94, en el art. 124 de la CN se estableció que “corresponde a las provincias el dominio originario de los
recursos naturales existentes en su territorio”. Se consideran recursos naturales: el suelo agrícola, la tierra urbana, el aire,
el agua en sus diversas formas y estados, la fauna, la flora, el paisaje, los minerales y todas las formas de energía
conocidas (eòlica, solar, hidrocarburos, yacimientos fósiles, nuclear, etc.Pese a la disposición constitucional, el dominio de
determinadas actividades y su control y fiscalización, así como su regulación, sigue en manos del Estado Federal (como
la desarrollada por las centrales nucleares).
Cementerios y sepulcros. Los cementerios son bienes públicos, salvo aquellos cuyos titulares son personas privadas y
hayan obtenido la correspondiente autorización estatal. Estas dos clases de cementerios se encuentran sometidos al poder
de policía del Estado.Las sepulturas son lugares en donde se depositan los cadáveres humanos, existen varias
clases:*Nichos: es individual y para persona determinada, constituye un uso especial del dominio público otorgado por
medio de concesión*Fosa común (osario): lugar colectivo de inhumaciones, constituye un uso común del dominio público
*Sepulcro (bóveda, panteón, mausoleo): lugar colectivo de inhumaciones, constituye un uso especial otorgado por
concesiónLa naturaleza jurídica de los sepulcros marca que son derechos reales administrativos
Son embargables sólo en los casos en que se admita la transferencia o enajenación del derecho de sepultura por actos
entre vivos. El Cód. Proc. Civil y Com. dice que no serán ejecutables salvo que lo que se reclame sea el precio de venta o
de construcción del sepulcro.Respecto de la duración, lo más apropiado seria, teniendo en cuenta la finalidad de dicha
concesión, el sistema de perpetuidad El cementerio presenta los rasgos característicos de una universalidad pública
Ruinas y yacimientos arqueológicos y paleontológicos. Conforme al régimen de la ley 17711, que modifica el C.C.,
dichos bienes forman parte del dominio público. Si estas ruinas y yacimientos se encuentran en terrenos de particulares,
el Estado podrá expropiarlos si lo estima conveniente para el enriquecimiento de los museos. Si así no lo hiciera y estas
ruinas y yacimientos permanecieran en terrenos particulares y el Estado resolviera destinarlos a fines de estudio o
admiración, correspondería la constitución de una servidumbre administrativa sobre dichos terrenos, otorgando la
correspondiente indemnización al propietario de los mismos
Universalidades públicas. Se denomina así al conjunto de cosas muebles e inmuebles que pertenecen al mismo sujeto
y se hallan destinadas a un fin único. Es tan esencial para la universalidad el todo como cada uno de sus elementos.
Constituyen universalidades públicas: las bibliotecas, museos, archivos, empresas (Marienhoff), zoológicos, entre otros.
Los bienes del Estado afectados a la prestación de un servicio público pueden formar parte de universalidades.
Islas y puertos Según el art. 2340, inc. 6° del código civil, las Islas formadas o que se formen en el mar territorial o en toda
clase de ríos o lagos navegables, son bienes del dominio público de las provincias o de la nación según su ubicación. La
propiedad jurídica de las islas corresponderá a la situación de las aguas donde emergen En cuanto a los puertos, el inc.
2° del Art. Mencionado incluye como bienes del dominio público a aquellos lugares de las costas, en aguas corrientes
dormidas, protegidos de los vientos y del movimiento acuático que permiten trabajos de embarque y desembarque. Se los
puede clasificar en naturales y artificiales.La habilitación de puertos es atribución del congreso nacional, fundada en el
principio de la circulación comercial y los principios de unidad económica nacional.
b) Aguas públicas y espacio aéreo El agua es una cosa (objeto corporal susceptible de tener valor). Puede ser mueble
o inmueble. Dentro de estos últimos puede serlo por su naturaleza (ríos, lagos, mar); o por accesión (canales de riego,
tuberías, etc.). El agua es mueble cuando puede ser separada del suelo al cual adhiere. La clasificación anterior reviste
importancia ya que solo el agua que revista el carácter de inmueble podrá ser objeto de los interdictos y las acciones
posesorias. Además, en el campo del derecho penal, se sanciona el uso ilícito de aguas con carácter inmueble
(usurpación), mientras que si reviste carácter mueble sería hurto o robo según el caso. Podemos mencionar 3 tipos de
aguas:*Aguas marítimas: Marienhoff considera imposible la apropiación del mar *Aguas corrientes: es la sustancia líquida
considerada con independencia del terreno por el cual corre. En cambio los cursos de agua (ríos, arroyos, etc.) es la unidad
total representada por el volumen de agua que corre por un cauce determinado. Los cursos de agua son susceptibles de
apropiación estatal *Aguas estancadas: son susceptibles de apropiación Como todos los bienes públicos, las aguas son
públicas por su afectación y no por su naturaleza. En cuanto al espacio aéreo, ver punto “c”.
Mares y playas Los mares son masas de agua salada que rodean los continentes. Existen mares interiores, que son
aquellos que se encuentran dentro de los límites de un Estado y que no tienen comunicación visible con el Océano.
Por mar se entiende las aguas que lo componen más el lecho marino, más las costas (o playas). Las playas del mar y las
riberas internas de los ríos son bienes públicos. Se entiende que las playas son extensiones de tierra que las aguas bañan
o desocupan durante las altas mareas normales o las crecidas ordinarias (art. 2340 inc. 4°). La denominada servidumbre
de rivera que permite la sirga (arrastrar con una soga la embarcación), no se aplica a las costas marítimas, así lo entendió
las Corte suprema y la doctrina en general.En cuanto a los aluviones (acrecimientos de tierras que se forman
insensiblemente por efecto de las corrientes), se entiende que forman parte de las playas porque forman el complemento
necesario para que éstas desempeñen adecuadamente su misión de bienes destinados a fines de utilidad común o
comodidad general.Por su parte, el mar se divide en: *Mar territorial: es la parte del mar adyacente más próximo a la costa
y que pertenece a la soberanía del Estado ribereño. Los derechos que ejerce el Estado ribereño (pesca, dragado,
exploración, etc.) tienen su justificativo en las necesidades de seguridad y defensa, por razones de policía de la navegación
y de vigilancia aduanera; por motivos de orden económico, etc.Su dominio pertenece a las provincias ribereñas, no a la
nación como muchos sostienen. Marienhoff se encarga de establecer que el dominio pertenece a las provincias por ser
preexistentes y no haber sido delegado; en cambio la jurisdicción es compartida en determinadas zonas y en otras es
exclusiva de la Nación Resta señalar que el dominio del mar territorial está gravado con una servidumbre de navegación
internacional; y que la extensión de dicho mar es de 12 millas (c/ milla náutica equivale a 1,852 Km.) *Mar jurisdiccional o
zona contigua: es aquel en que el Estado sólo tiene poderes de policía. Se extiende hasta una distancia de 24 millas desde
la línea de base.*Zona económica exclusiva: se fijan 200 millas desde la línea de base*Mar libre o internacional: está zona
es “res communis” indivisa, y pertenece a los Estados de manera conjunta.
Ríos y lagosEl Río es un curso natural de agua más o menos considerable, de caudal perenne (continuo, incesante). Esta
definición permite diferenciar claramente al río del canal (éste no es natural); el hecho de ser más o menos considerable lo
distingue del arroyo; la condición de perennidad lo distingue del torrente. Se clasifican en: -Navegables y no navegables -
Nacionales e internacionales -Provinciales e interprovinciales La primera clasificación tiene gran importancia jurídica, ya
que: ///El aluvión formado en los cursos de agua navegables pertenece al Estado, los que se forman en aguas no
navegables pertenece al ribereño///Las márgenes de los no navegables están libres de la sirga ///Los ríos navegables
interprovinciales e internacionales están bajo jurisdicción federal, los no navegables están bajo jurisdicción y dominio
provincial.Cada provincia es condómino o copropietaria del río en su totalidad pero la jurisdicción de los ríos en materia de
navegación corresponde al poder central, ya sea para regular lo atinente al transporte de mercaderías como el de personas.
Lo demás es materia provincial. La policía de la navegación dijimos que le corresponde a la Nación, mientras que la policía
ambiental corresponde a los Estados locales, con la particularidad introducida por la reforma constitucional de 1994, que
otorga al Estado central la potestad de fijar los niveles, estándares o presupuestos mínimos de protección de la calidad de
las aguas (art. 41 C.N).Los lagos son aguas dormidas (por oposición a las corrientes) cuya circulación es imperceptible,
sin embargo no están absolutamente inmovilizadas.Lago es una vasta y perenne acumulación de agua formada por la
naturaleza. Este término es comprensivo de las lagunas (seg. Diez) Hay cuatro clases de lagos:-Lagos cuya fuente de
alimentación y desagüe no aparece a simple vista (lo hacen vía subterránea)-Lagos que se forman por ríos que
desembocan en ellos-Lagos que dan nacimiento a ríos-Lagos atravesados por ríos No cave discusión a cerca de la calidad
de públicos de aquellos lagos que sean navegables. En cuanto a aquellos que no sean navegables, según Diez, tampoco
habría mayores dificultades, ya que el legislador en ningún momento menciona el término propiedad y sólo pone en cabeza
de los particulares el “uso y goce” de los mismos (art. 2349 C.C). Marienhoff se apoya en el carácter público de las aguas,
y recurre al preámbulo de la carta magna que establece “el objeto de constituir la unión nacional”; “consolidar la paz interior”
y “promover el bienestar general”.
c) Dominio público aéreo No se refiere al contenido sino al continente. El bien de su dominio no es el aire sino su
continente, el “espacio aéreo”. El derecho civil establece la medida de la propiedad del superficiario con respecto al espacio
aéreo de su propiedad. Dicha medida no se extenderá más allá de las necesidades prácticas que se tratare de satisfacer.
Por sobre dicha medida comienza el espacio aéreo estatal, desde allí hasta donde cesan los efectos de la gravedad.La
soberanía es una potestad que ejerce el Estado sobre todos los bienes que lo integran; el dominio del Estado, en cambio,
se ejerce únicamente sobre aquellos que presentan caracteres de demanialidad. (Ver unidad 1)
d) Tierras fiscales. Historia de su régimen legal y legislación vigente En la Provincia de Buenos Aires, el decreto ley
9533/80 fija el marco legal de los inmuebles considerados como bienes privados de la Provincia y de las Municipalidades.
Venta, donación y arrendamiento Las Municipalidades deberán disponer la venta de todos aquellos inmuebles de su
dominio privado que no fueren necesarios para el cumplimiento de fines estatales. Las reservas fiscales cedidas al Estado
en cumplimiento de normas sobre fraccionamiento sólo podrán ser enajenadas en caso de justificarse la imposibilidad o
inconveniencia de asignarles el destino previsto u otro compatible. En el supuesto de disponerse su venta, los fondos que
se obtengan deberán aplicarse prioritariamente a la adquisición de fracciones destinadas a obras o servicios de
equipamiento comunitario o para espacios libres o verdes públicos .Los inmuebles incorporados al dominio privado
provincial podrán ser enajenados por el organismo de aplicación, en la forma y condiciones que seguidamente se dispone,
salvo que se encuentren afectados a un uso o destino específico. La venta se efectuará en pública subasta o en forma
directa en los casos taxativamente permitidos, pudiendo delegarse su ejecución en los organismos y entidades que segui-
damente se indican, los que actuarán por cuenta y orden del Estado provincial: a) Municipalidades.b) Banco de la Provincia
de Buenos Aires.c) Otras instituciones bancarias oficiales.Podrá efectuarse la enajenación en forma directa, con exclusión
del régimen de subasta pública y previa determinación del estado ocupacional, cuando: a) El adquirente sea el Estado
Nacional, las Provincias o las Municipalidades.b) Lo soliciten instituciones de bien público con personería jurídica. La
Escribanía General de Gobierno tendrá a su cargo el otorgamiento de la escritura traslativa de dominio La concesión de
uso, o cualquier otra modalidad administrativa que acuerde la tenencia de bienes del dominio privado del Estado, se regirá
por las siguientes disposiciones: a) La tenencia será siempre precaria y como consecuencia el acto revocable en cualquier
tiempo por decisión de la autoridad competente. b) El término de la tenencia no podrá exceder de cinco (5) años.c) El
canon anual a cuyo pago estará obligado el tenedor se fijará en el acto administrativo respectivo y no podrá ser inferior al
diez (10) por ciento de la valuación fiscal vigente en cada uno de los años de concesión. Cuando el interesado en la
concesión sea el Estado Nacional, las Provincias o las Municipalidades, podrán otorgarse permisos a título gratuito.La
concesión se extingue en los siguientes supuestos: a) Cumplimiento del plazo.b) Muerte del concesionario. c) Imposibilidad
de cumplimiento del objeto. d) Revocación.e) Caducidad por causas imputables al concesionario, tales como: falta de pago,
cambio de destino, cesión, pérdida material de la tenencia por la acción de intrusos, abandono, daño
Donaciones El Poder Ejecutivo podrá efectuar donaciones de inmuebles del dominio privado del Estado provincial en los
siguientes casos: a) Al Estado Nacional, con la imposición de cargo referido al fundamento de la petición, y al que en cada
caso la Provincia estime corresponder. No podrán constituirse en donatarias las empresas estatales.b) A las
municipalidades cuando la donación contribuya de manera directa o indirecta al mejor cumplimiento de la competencia que
la Constitución, la Ley Orgánica Municipal y leyes complementarias atribuyan a las comunas. Estas donaciones quedarán
perfeccionadas por el ofrecimiento expreso del donante y la aceptación por parte de la Municipalidad beneficiaria. Será
título suficiente para la inscripción de dominio en el registro de la Propiedad el decreto que otorgue la donación y la
Ordenanza de la Municipalidad que la acepte.ARTICULO 40°.- Cuando se trate de donaciones al Estado Nacional el Poder
Ejecutivo deberá fijar en el decreto respectivo el destino, uso o afectación del bien donado y el término que se establezca
para la iniciación de las obras programadas y para su ejecución y habilitación.
e) Bosques y tierras forestales.El Art. 1 de la ley nacional 13273 establece: “Entiéndase por bosque, a los efectos de
esta ley, toda formación leñosa, natural o artificial, que por su contenido o función sea declarada en los reglamentos
respectivos como sujeta al régimen de la presente ley .Entiéndase por tierra forestal, a los mismos fines, aquella que por
sus condiciones naturales, ubicación o constitución, clima, topografía, calidad y conveniencias económicas, sea
inadecuada para cultivos agrícolas o pastoreo y susceptible, en cambio, de forestación, y también aquellas necesarias para
el cumplimiento de la presente ley”.
Régimen legal. Clases de bosques En la Provincia de Buenos Aires, el Código Rural de 1970 dispone que podrán
acordarse directamente permisos de extracción de productos forestales por persona y por año hasta un máximo en metros
cúbicos establecidos reglamentariamente (art. 254). En el Capítulo V referido al régimen de los bosques fiscales, se dispone
que la explotación forestal se realice por concesión, previa adjudicación en licitación pública, por administración o por
intermedio de empresas mixtas (art. 251). Asimismo el art. 252 establece que las concesiones y permisos forestales obligan
al titular a realizar la explotación bajo su directa dependencia y responsabilidad, son intransferibles, sin previa autorización
administrativa, bajo pena de caducidad .También podrá acordarse por adjudicación directa o licitación privada, la
explotación forestal en superficies máximas establecidas reglamentariamente cuando se trate de aserraderos o industrias
forestales evolucionadas, o radicadas en zonas boscosas (art. 253).La explotación de bosques fiscales queda sujeta al
pago de un aforo fijo, móvil o mixto. Su monto se establece teniendo en cuenta por ej. la especie, calidad y aplicación final
de los productos (art. 255). Según la ley 13273 los bosques se clasifican en: Bosques protectores: aquellos que por su
ubicación sirvieran, conjunta o separadamente, para:a) proteger el suelo, caminos, las costas marítimas, riberas fluviales
y orillas de lagos, lagunas, islas, canales, acequias y embalses y prevenir la erosión de las planicies y terrenos en declive;b)
proteger y regularizar el régimen de las aguas;c) fijar médanos y dunas;d) asegurar condiciones de salubridad pública;e)
defensa contra la acción de los elementos, vientos, aludes e inundaciones;f) albergue y protección de especies de la flora
y fauna cuya existencia se declare necesaria.Bosques permanentes: todos aquellos que por su destino, constitución de su
arboleda y/o formación de su suelo deban mantenerse, como ser:a) los que formen los parques y reservas nacionales,
provinciales o municipales;b) aquellos en que existieren especies cuya conservación se considere necesaria;c) los que se
reserven para parques o bosques de uso público.El arbolado de los caminos y los montes de embellecimiento anexos
disfrutarán del régimen legal de los bosques permanentes.Bosques experimentales:a) los que se designen para estudios
forestales de especies indígenas;b) los artificiales destinados a estudios de acomodación, aclimatación y naturalización de
especies indígenas o exóticas. Montes especiales: los de propiedad privada creados con miras a la protección u
ornamentación de extensiones agrícolas, ganaderas o mixtas.Bosques de producción: los naturales o artificiales de los que
resulte posible extraer periódicamente productos o subproductos forestales de valor económico mediante explotaciones
racionales.
f) Minas. Dominio. Caracteres. Exploración y explotación. Concesión. El Código de Minería establece que “Las minas
son bienes privados de la Nación o de las provincias, según el territorio en que se encuentren”. “Concédase a los
particulares la facultad de buscar minas, de aprovecharlas y disponer de ellas como dueños, con arreglo a las
prescripciones de este código. Sin perjuicio del dominio del estado reconocido por el artículo 7, la propiedad particular de
las minas se establece por la concesión legal” La explotación de las minas, su exploración, concesión y demás actos
consiguientes, revisten el carácter de utilidad pública. La utilidad pública se supone en todo lo relativo al espacio
comprendido dentro del perímetro de la concesión. Es prohibida la división material de las minas, tanto con relación a sus
dueños, como respecto de terceros Ni los dueños, ni terceros, pueden explotar una región o una parte de la mina,
independientemente de la explotación general.Cuando las minas consten de dos o mas pertenencias, la autoridad permitirá,
a solicitud de las partes, que se haga la separación siempre que, previo reconocimiento pericial, no resulte perjuicio ni
dificultad para la explotación independiente de cada una de ellas.Las minas sólo pueden ser expropiadas por causa de
utilidad pública de un orden superior a la razón del privilegio que les acuerda el artículo 13 de este código.Los trabajos de
las minas no pueden ser impedidos ni suspendidos, sino cuando así lo exija la seguridad pública, la conservación de las
pertenencias y la salud o existencia de los trabajadores.Las minas son inmuebles. Se consideran también inmuebles las
cosas destinadas a la explotación con el carácter de perpetuidad, como las construcciones, máquinas, aparatos,
instrumentos, animales y vehículos empleados en el servicio interior de la pertenencia, sea superficial o subterráneo, y las
provisiones necesarias para la continuación de los trabajos que se llevan en la mina, por el término de ciento veinte días.
Por su parte, el art. 18 señala que “Las minas se conceden a los particulares por tiempo ilimitado”.
g) Peces. Condición jurídica. Pesca A partir de la reforma constitucional del 94, en el art. 124 de la CN se estableció que
“corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio”. Se consideran
recursos naturales: el suelo agrícola, la tierra urbana, el aire, el agua en sus diversas formas y estados, la fauna, la flora,
el paisaje, los minerales y todas las formas de energía conocidas.Según la ley 24922, art. 3: “Son del dominio público de
las provincias con litoral marítimo y ejercerán esta jurisdicción para los fines de su exploración, explotación, conservación
y administración, a través del marco federal que se establece en la presente ley, los recursos vivos que poblaren las aguas
interiores y mar territorial argentino adyacente a sus costas, hasta las 12 millas marinas
Jurisdicción La jurisdicción nacional debe considerarse limitada a todo lo atinente a la defensa de nuestra soberanía y a
la navegación interprovincial e internacional. La regulación, control y sanción de actividades no vinculadas a la navegación
corresponde a las provincias exclusivamente.
CazaLa regulación de esta actividad sigue la misma “ratio legis” establecida para la actividad pesquera.
.
público, sin obtener de las exigencias de éste un lucro injustificado que recaería, a la postre, sobre la colectividad toda,
que debe afrontarlo.
7.8 Extinción de las servidumbres administrativas.
De manera general, las servidumbres administrativas se extinguen por medios semejantes a los que dan lugar a la extinción
del dominio público, que integran.En consecuencia, cabe citar las siguientes causas de extinción:
1)por ley, lo cual será obligatorio en los supuestos en que hayan sido establecidas por otra ley, la cual deberá ser
derogada;2-
2)por expiración del plazo por el cual hubieren sido convenidas;
3)por desafectación del bien del dominio público que dio origen a la servidumbre, incluso cuando ésta provenga de un
hecho de la naturaleza;
4)por acto convencional, cuando hubieren sido instituidos también de ese modo;
5)por renuncia, cuando resultaren de un acto convencional, de una liberalidad, o de la prescripción;
6)por confusión, cuando el bien sobre el cual recaigan, siendo de propiedad privada o de otra administración, pase a ser
de propiedad de la administración titular de las servidumbres;
7)por el no uso inmemorial, cuando éste surte los efectos de la desafectación tácita. El no uso inmemorial no debe ser
confundido con la prescripción, pues se ha reconocido que ésta no constituye un medio apto para la extinción de las
servidumbres administrativas, que son imprescriptibles, como parte del dominio público.
La extinción de una servidumbre administrativa, cualquiera que sean los modos como tenga lugar, debe provenir de la
autoridad estatal que tenga competencia atribuida para producirlos, teniendo en cuenta las modalidades propias de cada
uno de ellos. El comportamiento de los administrados no tiene influencia para una posible extinción de una servidumbre
administrativa, por esa misma razón.
7.9 Protección de las servidumbres administrativas. Jurisdicción.
Dado que las servidumbres administrativas, tanto por su finalidad como por su destino, deben ser consideradas como
partes componentes del dominio público, serán aplicables para su protección y tutela todos los medios que puedan ser
utilizados para la protección de ese dominio, los que han sido expuestos con detalle en el capítulo anterior, al cual nos
remitimos por razones de brevedad.La autotutela de la administración pública, como ya se adelantó, aun cuando procede,
debe ser ejercida con el cuidado necesario, a fin de no perjudicar indebidamente el derecho de propiedad del titular del
bien gravado. Si no existen dudas al respecto, la administración podrá proceder directamente, por sí misma, y sin necesidad
de ocurrir ante la autoridad judicial, con el objeto de evitar que las servidumbres administrativas sean violadas o
desconocidas.Las reglas vigentes en materia de jurisdicción y competencia, respecto de la protección del dominio público,
son también aplicables en cuanto a la tutela de las servidumbres administrativas, en la medida en que fueren procedentes,
en cada caso.La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha decidido, por adhesión al dictamen del Procurador General,
que la competencia para entender en una acción de daños y perjuicios contra empresas dedicadas a la generación y
comercialización de energía eléctrica, a causa de la instalación de un electroducto de alta tensión, corresponde a la Justicia
Nacional en lo Civil y Comercial Federal por no estar en juego, en el caso, actos de la administración nacional o de entes
públicos estatales.
7.10 Principales servidumbres administrativas
Al solo efecto ejemplificativo, enumeraremos algunas de las más importantes servidumbres administrativas existentes:
a)servidumbres de sirga o camino costero; a)servidumbre de acueducto;b)servidumbres ferroviarias; c)servidumbres de
electroducto, gasoducto, telegráfica o telefónica; d)servidumbres aeronáuticas;e)servidumbres relativas a la seguridad de
la navegación; f)servidumbres de ruinas y yacimientos arqueológicos y paleontológicos; g)servidumbres de lugares y
monumentos históricos; h) servidumbres panorámicas; i) servidumbres de tránsito; etc.
5.LA EXPROPIACIÓN. NOCIÓN CONCEPTUAL, NATURALEZA JURÍDICA Y FUNDAMENTO. RÉGIMEN JURÍDICO.
8.1 Noción conceptual. Terminología.
Suele ocurrir que el Estado, lato sensu, para cumplir cometidos que le son propios y, como tales, de interés público, pueda
necesitar echar mano para ello de bienes, de diferente clase y naturaleza, que son de propiedad de los particulares. En
tales supuestos, como es comprensible, se produce una colisión entre el interés particular, decidido a mantener y conservar
su propiedad, y el interés colectivo, que requiere que el particular sea privado de ese bien para que pueda ser destinado a
una finalidad de utilidad pública, conflicto que no puede resolverse sino por el predominio indiscutible del interés
público.Nace así el instituto jurídico de la expropiación, la cual puede ser definida como el medio de derecho público en
virtud del cual el Estado, entendido el concepto en sentido genérico, logra que un bien sea transferido de un patrimonio a
otro distinto, previa una justa indemnización, para que sea destinado al logro o satisfacción de un fin de utilidad pública.De
la definición propuesta, que resume las más importantes dadas por la doctrina, se desprenden los siguientes elementos
caracterizantes del instituto expropiatorio:Es un medio jurídico, y no un procedimiento –como alguna vez se dijo-, que es
propio del derecho público, o sea, un elemento instrumental con el cual se logra un efecto, para el cumplimiento de un
fin.Implica la creación de una relación expropiatoria, en la cual actúan dos sujetos: el expropiante, que por lo general será
el Estado, pero no sólo el Estado general, sino también cualquiera de sus componentes, como las provincias, los municipios
y las entidades autárquicas institucionales, sin que deba excluirse que en ciertos casos puedan serlo igualmente
determinadas personas, a las cuales el Estado haya autorizado a utilizar este sistema; y el expropiado ser un particular,
que es lo más corriente, u otras personas estatales distintas del expropiante.Supone la existencia de un objeto expropiado,
que puede ser cualquier bien, sea cual fuere su naturaleza, es decir, cosas muebles o inmuebles, derechos y otros bienes
inmateriales.Produce la transferencia de la propiedad del objeto expropiado, de su titular primitivo –el expropiado- en favor
de otro titular, que si bien por lo general es el expropiante, puede ser otro, incluso un particular, si de esa manera se
concurre a la obtención de la utilidad pública que motivó la expropiación.Exige que el propietario expropiado debe ser
previamente indemnizado, de manera justa, lo que producirá que su derecho de propiedad sobre el bien de que es privado
sea sustituido por el derecho a la indemnización debida.Tiene que fundarse, en todos los casos, en motivos o finalidades
de utilidad pública, que en nuestro ordenamiento debe ser calificada por ley formal.Para designar la causa que motiva y
sustenta la expropiación, y que nuestra Constitución nacional en su art. 17 denomina “utilidad pública”, se han utilizado
otras expresiones, como “necesidad pública”, “uso público”, “utilidad social”, “interés general”, “interés social”, “interés
público” y, más recientemente, “perfeccionamiento social”, todas las cuales, sin embargo, vienen a significar algo que no
es de los individuos, de los particulares, sino de determinados agrupamientos sociales o de la colectividad toda.
Se ha reconocido que nuestra fórmula constitucional –“utilidad pública”- es suficientemente amplia y clara como para
comprender todos los casos de expropiación que puedan presentarse en la práctica jurídica, teniendo entre nosotros, por
lo demás, un sentido y alcance uniformemente admitido.
8.2. Evolución histórica de la expropiación
La expropiación por causa de utilidad pública, si bien no individualizada con esta precisa designación, reconoce
antecedentes muy lejanos, referidos a situaciones que los particulares podían ser privados, dentro de determinadas
condiciones, de cosas de su propiedad, por así imponerlo ciertas conveniencias de la colectividad, que no podían ser
atendidas de otra manera.En el Antiguo Testamento pueden encontrarse vestigios de esta institución en el libro 1° y en el
libro 2° de Samuel, y en el libro de Ezequiel, aunque con referencias que no guardan una correlación con lo que actualmente
entendemos por expropiación.En el derecho romano, si bien una parte de los autores niegan que se hiciera alguna
referencia a ella, existen ciertos textos que pueden ser interpretados como casos concretos de expropiación por motivos
de interés público, aunque por supuesto sin que se hayan utilizado esos términos, como puede verse en el libro 1, título 8,
párrafo 2, de las Institutas; en el libro 1, título 6, ley 2, del Digesto; y en la constitución VII, capítulo 2, párrafo 1, de las
Novelas. Tales supuestos estaban referidos a bienes muebles o inmuebles, y son un antecedente reconocible del instituto
expropiatorio.En el antiguo derecho español, las leyes de Partidas ofrecen una situación semejante a la del derecho
romano, aunque ya más evolucionada, pues la privación a los particulares de sus bienes debía responder a exigencias de
utilidad pública, y tenía que ser debidamente resarcida, aun cuando no se hablara en ellas de la expropiación, así nominada.
Se puede ver, en ese sentido, lo establecido en la Partida Segunda, título 1, ley 2, y en la Partida Tercera, título 18, ley
31.En el derecho francés primitivo, el desapoderamiento de los particulares aparece más bien como una confiscación,
puesto que raramente daba lugar a indemnización, no obstante lo cual la procedencia de ésta fue reconociéndose cada
vez con más frecuencia.Al producirse la Revolución Francesa de 1789, la famosa Declaración de Derechos del Hombre y
del Ciudadano, que tuvo resonancia universal, estableció en su art. 17 que la propiedad es inviolable y sagrada, no
pudiendo nadie ser privado de ella, excepto cuando la necesidad pública, legalmente reconocida, lo exija evidentemente,
y a condición de una justa y previa indemnización.La Constitución de 1791, y las leyes del 8 de marzo de 1810 –inspirada
por Napoleón- y del 7 de julio de 1833, se refirieron al tema con mayor o menor acierto, pero contribuyendo a perfilar la
expropiación con los principales caracteres que hoy tiene.La Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica, en su
enmienda 5ª, consagró también la posibilidad de la expropiación, con caracteres similares, cuando el uso público la
requiriera.En nuestro país, los ensayos constitucionales iniciales, como la Constitución de 1819 (art. 124) y la de 1826 (art.
156), consagraron la expropiación, fundada en razones de uso público y sujeta a previa indemnización, llegándose
finalmente a la Constitución nacional de 1853, cuyo art. 17, en su texto definitivo, estableció que “la propiedad es inviolable,
y ningún habitante de la Nación puede ser privado de ella sino en virtud de sentencia fundada en ley. La expropiación por
causa de utilidad pública debe ser calificada por ley y previamente indemnizada”.El Código Civil, por su parte, se refiere a
la expropiación, perfilándola con sus caracteres constitucionales, en su art. 2511, aportando su nota interesantes
antecedentes.En el orden nacional, el 13 de septiembre de 1866 se sancionó la ley 189, que fue nuestra primera ley de
expropiaciones, y que tuvo una prolongada y fructífera vigencia hasta el 22 de noviembre de 1948, en que fue derogada y
reemplazada por la ley 13.264, de corte visiblemente estatista. Esta última, a su vez, fue reemplazada el 17 de enero de
1977 por la ley 21.499, actualmente en vigor, la que ha desarrollado el instituto expropiatorio conjugando en él, de manera
adecuada, la protección del derecho de propiedad de los particulares y las exigencias del interés público y su debido
desarrollo.Las provincias han dictado, también, sus respectivas leyes de expropiación, con vigencia en sus propias
jurisdicciones, ciñéndose a los grandes lineamientos consagrados por el art. 17 de la Constitución nacional.
8.3 Diferencias con otros institutos
Se hace referencia, por lo común, y para tratar de precisar de mejor manera la noción conceptual de la expropiación, a las
diferencias que ella presenta con otros institutos jurídicos que se le aproximan.De tal modo, la expropiación se distingue
de las restricciones administrativas en el sentido de que mientras que estas últimas no lesionan ni agravian el derecho de
propiedad de los particulares afectados, ni importan un verdadero sacrificio para éstos, razón por la cual no generan el
derecho a una indemnización, implicando un mero condicionamiento de aquél derecho de propiedad, la expropiación, al
contrario, lo extingue definitivamente, suprimiendo su carácter perpetuo, y transfiriéndolo a otro titular en toda su integridad,
lo que explica que la privación del derecho obligue a su justa indemnización.La expropiación, del mismo modo, se diferencia
de las servidumbres administrativas y de la ocupación temporánea en que mientras que la primera, como queda dicho,
extingue el derecho de propiedad que sobre un bien determinado tenía su propietario, las servidumbres sólo afectan la
exclusividad del dominio, dejando subsistente el derecho de propiedad, mientras que la ocupación temporánea sólo importa
la simple ocupación transitoria de una cosa, con lo que el derecho de propiedad de quien lo detenta, queda subsistente.
Coinciden, en cambio, en que todas ellas generan el derecho a una indemnización a favor del propietario, salvo algunas
excepciones especiales.La expropiación, asimismo, se distingue del comiso o decomiso como sanción contravencional, no
obstante que en ambos supuestos el propietario de la cosa ve extinguirse el derecho de propiedad que tenía, en que si el
comiso se configura con un carácter punitivo o simplemente policial, la expropiación no reviste esa naturaleza, sino que
busca el logro de una finalidad de interés público, mediante la disposición de una propiedad.Más sutil puede parecer la
diferencia entre la expropiación y las requisiciones. En efecto, se cita al respecto que si las requisiciones se presentan para
satisfacer necesidades públicas muy urgentes o agudas, que no admiten dilación, la expropiación no se ofrece con ese
carácter. Además, si la expropiación siempre afecta el derecho de propiedad, haciéndolo extinguir, las requisiciones pueden
también recaer sobre el uso o goce de un bien determinado. Por último, si la expropiación puede tener por objeto toda
clase de bienes, las requisiciones no se extienden a los inmuebles.Finalmente, la separación entre la expropiación y la
confiscación radica en que esta última funciona, generalmente, como una sanción o pena, no genera ningún derecho a
indemnización, y no se funda en la necesidad de satisfacer exigencias de interés público, condiciones estas últimas que
se dan, en cambio, en la expropiación.La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha expresado que si bien es cierto que
la expropiación se legitima por la necesidad que el Estado tiene de un bien, también debe afirmarse que el acto no cae en
el ámbito prohibido de la confiscación gracias al inexcusable pago previo de la indemnización, que debe ser justa, actual e
íntegra pues una expropiación carente de indemnización o con una inadecuada no sería otra cosa que una confiscación
8.4 La expropiación, institución de derecho público.
Al definir la expropiación, se ha dicho que ésta constituye un medio o instituto propio del derecho público.No obstante, si
bien actualmente esta concepción es predominante, en el pasado se postularon diversas posturas, en cuanto a esta
materia, calificándose alternativamente a la expropiación como un instituto propio del derecho privado, del derecho público,
e incluso de carácter mixto.El criterio de considerarla como de exclusiva pertenencia del derecho privado es, tal vez, el
más simplista y primitivo, y se explica por la natural predominancia que tuvo en el pasado el derecho civil, en todo lo
atinente al derecho de propiedad.Entre nosotros, esa posición encontraba algún asidero en lo dispuesto por el art. 1324
del Código Civil, en el cual se expresa que nadie puede ser obligado a vender, sino cuando está sometido a una necesidad
jurídica de hacerlo, como ocurre –precisamente- cuando hay derecho en el comprador de comprar la cosa por expropiación,
por causa de utilidad pública (inc. 1). La expropiación, en consecuencia, aparecería como una compraventa forzosa, pero
compraventa al fin y, como tal, sometida al derecho privado. No obstante, no se debe olvidar que el propio codificador, en
su nota al art. 1324, reconoció que la expropiación debía estar sujeta a una ley especial, que fijara todas sus condiciones.Lo
inadecuado de esa posición, que fue criticada incluso en pronunciamientos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación
pronto dio lugar a que se abriera camino la idea de que la expropiación era un instituto de carácter mixto, regido en parte
por el derecho público y en parte por el derecho privado. El primero, se decía, se aplicaba a todo aquello que se refería al
poder de declarar la necesidad de la expropiación y calificar la existencia de la utilidad pública; el segundo, a su vez, se
aplicaba a todo lo concerniente a la fijación de la indemnización a pagarse, que constituía una cuestión civil.El
temperamento indicado constituyó, sin duda, un importante avance en la materia, y fue seguido, hasta el año 1957, por la
Corte Suprema de Justicia de la Nación Finalmente, la doctrina reconoció, con amplia mayoría, que la expropiación no es
sino una institución propia y regida por el derecho público, en todos sus aspectos, y más concretamente por el derecho
administrativo.En ellas el Estado actúa como tal, en uso de todas sus prerrogativas y potestades de poder público,
utilizando un medio otorgado por la Constitución nacional, siendo la indemnización no un precio sino una compensación
que procede también por imperio constitucional, con carácter previo a la desposesión. El expropiante no contrata, sino que
impone la transferencia de la propiedad del objeto expropiado, fundándose en el interés público, y en toda esta actividad
exorbitante el derecho privado no tiene ninguna cabida. Es por ello, igualmente, que las causas expropiatorias, como lo ha
dispuesto la actual ley 21.499, corresponden a la jurisdicción contenciosoadministrativa, o a la que tenga atribuida esa
competencia.La Corte Suprema de Justicia de la Nación adoptó, finalmente, esa opinión doctrinal, que es la que sigue
manteniendo en sus sentenciasMás recientemente, el Alto Tribunal ha reiterado su posición al expresar que el proceso
expropiatorio, iniciado con la declaración legislativa de utilidad pública, que finaliza con el pago de la indemnización justa
y con la consiguiente transferencia del dominio al sujeto expropiante es, en su integridad, un instituto de derecho público,
regido por las leyes sobre la materia dictadas por cada provincia, en ejercicio de sus poderes no delegados, en el ámbito
de su respectiva competencia territorialAsimismo, ha sostenido que en caso de contienda promovida por el expropiado
contra el Estado, ya sea reclamando la calificación de utilidad pública o bien reclamando la fijación o el pago de la
indemnización, la naturaleza administrativa de la expropiación hace que la acción sea ajena a la competencia originaria de
la Corte prevista en el artículo 117 de la Constitución NacionalEn el mismo orden de ideas, indicó que la Ley Nacional de
Expropiaciones, en cuanto sea de aplicación en el ámbito de la Capital Federal, ha sido dictada en ejercicio de facultades
legislativas que corresponden al Congreso en los términos del artículo 67, incisos 14 y 27 de la Constitución Nacional –
texto anterior a la reforma de 1994- y, en consecuencia, reviste el carácter de derecho público localSin embargo, en materia
de prescripción de las acciones nacidas de la relación expropiatoria, debe tenerse presente que la Corte Suprema de
Justicia de la Nación se ha pronunciado en sentido contrario a la posibilidad de que las legislaciones provinciales
reglamenten la prescripción en forma opuesta a la establecida en el Código Civil, incluso cuando se trata de regulaciones
concernientes a materias de derecho público local
8.5 Fundamento de la expropiación
¿Cuál es el fundamento que da razón de ser y justifica la existencia de un medio tan excepcional como la expropiación, en
cuya virtud el propietario de un bien determinado pierde su carácter de tal, aún contra su voluntad?Las propuestas que se
han hecho, en tal sentido, suelen ser divididas en teorías de carácter puramente racional, y en teorías de carácter
jurídico.Dentro del primer grupo cabe citar, en primer término, la llamada “teoría de la colisión de derechos”, según la cual
el fundamento de la expropiación sería la superioridad del derecho público sobre el derecho privado, en cuya virtud el
derecho de propiedad del titular de un bien cualquiera debe ceder ante el derecho prevaleciente de la comunidad sobre
esa misma cosa, que le es necesaria. Este fundamento pierde su valor cuando se piensa que ese conflicto, en verdad, es
más bien una consecuencia de la expropiación, y no su fundamento, lo que no impide que se lo haya considerado adecuado
para justificar y explicar el instituto expropiatorio.La Corte parece aceptar esta postura en el caso “Servicio Nacional de
Parques NacionalesTambién se ha sostenido que el fundamento de la expropiación reposa en la “teoría de la función social
de la propiedad” –sustentada por Duguit-, según la cual la propiedad inmobiliaria no puede aceptarse razonablemente sino
por su función social, de manera que sólo será legítima si cumple tal función de utilidad social. Es esa misma función social
la que explica que la propiedad de un bien puede ser, en un momento dado, quitada a su propietario cuando la sociedad
lo requiera, para alcanzar finalidades que se ha propuesto.Actualmente se acepta que la propiedad privada ha perdido
bastante de su carácter absoluto, que llevaba a que el propietario pudiera a su arbitrio desnaturalizarla, degradarla o aún
destruirla, lo que se refleja en la modificación introducida al art. 2513 del Código Civil por la reforma de 1968, que dio origen
a la ley 17.711. La propiedad privada tiene, en efecto, una función social, como fue reconocido por S.S. el Papa Juan XXIII
en su encíclica Mater et magistra.Pero eso no significa, al menos dentro de nuestro ordenamiento jurídico, negar los
caracteres tradicionales de la propiedad privada, y considerarla estrictamente como una “función social”, ya que una cosa
es que lo sea y otra distinta que cumpla tal rol.Finalmente, y dentro del agrupamiento que estamos considerando, se incluye
la “teoría de las reservas”, según la cual el fundamento de la expropiación se encuentra en el origen histórico de la
propiedad, la cual en sus orígenes fue colectiva, luego fuertemente individual, para concluir por atemperarse, admitiendo
las exigencias de los fines de la colectividad y del Estado.Fue dentro de ese proceso evolutivo que, al pasarse de la
propiedad colectiva a la propiedad individual, el poder social se habría reservado la posibilidad de hacer salir determinados
bienes de la propiedad privada, por razones de interés público y con el pago de una justa indemnización, para hacerlos
volver a su condición de bienes comunes, y poderlos destinar, de tal modo, a esas finalidades colectivas.La teoría de las
reservas aparece como una explicación excesivamente estática de un fenómeno, como el de la propiedad, que es
eminentemente dinámico, ya que se va adaptando a las circunstancias sociales de cada momento.Dentro de las teorías
agrupadas como de carácter puramente jurídico, se incluyen las siguientes:
1)Teoría del dominio eminente, de origen feudal, y que actualmente sólo reviste interés histórico pues ha perdido todo
sustento. Según ella, el soberano ejercía sobre los bienes de sus súbditos un derecho eminente, primigenio,
correspondiendo a estos últimos sólo un derecho de goce precario y revocable, siendo natural que el poder directo y
especial del monarca pudiera hacerlos cesar cuando había causa para ello. Esta teoría llegó a ser invocada por la Corte
Suprema de Justicia de la Nación en varios pronunciamientos
2)Teoría de los fines del Estado, según la cual una de las finalidades esenciales del Estado moderno es promover el
bienestar general, el bien común, con el consiguiente progreso y desarrollo individual y colectivo. De tal modo, cuando las
exigencias del bien común lo imponen, es natural que la propiedad privada ceda, dentro de condiciones y garantías que lo
hagan razonable y justo, y para ese objeto es que se instituye la expropiación, la cual se funda, en consecuencia, en la
necesidad del logro de ese bien común, y es por ello mismo coactiva e irresistible. Este criterio es el que se acepta
actualmente, y el que fundamenta la expropiación, habiendo sido reconocido por el art. 1° de la ley 21.499, al expresar que
la utilidad pública que debe servir de fundamento legal a la expropiación, comprende todos los casos en que se procure la
satisfacción del bien común, sea éste de naturaleza material o espiritual
8.13 La retrocesión
Se ha reconocido que la causa de utilidad pública que da lugar a la expropiación, tiene una pretensión de vigencia que va
más allá del desapoderamiento del expropiado y del perfeccionamiento de la expropiación, al punto de que pesa sobre el
expropiante, constriñéndolo a cumplir la finalidad expropiatoria.Cuando la causa de utilidad pública no se cumple, o se
altera indebidamente, se manifiesta el derecho del expropiado a la retrocesión, también llamada “reventa”, “readquisición”,
“reintegro”, “retardo”, “reversión”, o “retroversión”, y que constituye su derecho a exigir la devolución del bien que le fue
expropiado, con la obligación correlativa de devolver al expropiante la indemnización que hubiera percibido.Perfeccionada
la expropiación, la retrocesión se mantiene como un derecho residual del expropiado, que se funda en que si la causa de
utilidad pública no se cumple, no hay razón jurídica para que el antiguo propietario siga viéndose privado de la propiedad
de la cual fue desposeído, justamente por aquella causa no cumplida.La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha dicho,
por ello, que la retrocesión vuelve las cosas al estado anterior al acto que originó el desapoderamiento, como si la
expropiación no se hubiera llevado a cabo, como si no hubiera existido.La fijación de la naturaleza jurídica de la retrocesión,
así conceptualizada, ha dado lugar a que se debatan diferentes criterios. Algunos la consideran como una mera acción
procesal (Dromi), mientras que otros, con mayor razón, la entienden un derecho de índole real administrativo, o una acción
real administrativa (Cassagne), que no debe ser confundida con la pretensión procesal que se pone en movimiento con la
formulación de la demanda respectiva, carácter que se confirma en cuanto se advierte que la figura del avenimiento también
es admisible en esta materia.Las leyes de expropiación suelen fijar los supuestos en que la retrocesión podrá tener lugar,
regulando incluso su trámite, pero de manera general puede afirmarse que tiene cabida y es procedente en dos supuestos
fundamentales: a) cuando al bien expropiado no se le da ningún destino, dentro de un plazo determinado, lo que constituye
la frustración del destino de la expropiación; y b) cuando al bien expropiado se le da un destino que es distinto de aquél
que originó la calificación de utilidad pública, lo que configura el cambio de destino de la expropiación.La Corte Suprema
de Justicia de la Nación ha expresado que, según la ley 21.499, la retrocesión sólo puede intentarse una vez perfeccionada
la expropiación, es decir, después de operada la transferencia de dominio al expropiante mediante sentencia firme, toma
de posesión y pago de la indemnizaciónLa frustración del destino, como fácilmente se comprende, se origina en la inacción
total del expropiante, que no da al bien expropiado el uso o el empleo que imponía la utilidad pública que tenía que
satisfacerse y originó la expropiación, ni tampoco ningún otro.Es natural que el expropiante deba disponer de cierto tiempo
para concretar la utilización del bien expropiado, por múltiples razones, y es por tal causa que las leyes de expropiación
generalmente determinan que la retrocesión procede después de un plazo determinado de inactividad de aquél –en la ley
21.499, dos años desde el perfeccionamiento de la expropiación-, difiriéndose su fijación al arbitrio judicial, cuando faltan
normas expresas de ese tipo.El cambio de destino, por su parte, se produce cuando el bien expropiado se afecta al
cumplimiento o satisfacción de una utilidad pública distinta de aquella que fue calificada en la ley expropiatoria, o lo que es
aún más claro, a una finalidad que no es de utilidad pública.En el primer caso, cabe tener en cuenta si la nueva finalidad
en la cual se utiliza el bien expropiado guarda alguna relación, conexidad o vinculación con la que motivó la expropiación,
pues si así ocurriera, la retrocesión no sería procedente.La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha admitido, en ese
sentido, que la retrocesión no es admisible cuando entre la finalidad de utilidad pública calificada por la ley y aquella a la
que fue realmente afectado el bien expropiado, existe una estrecha vinculación, pues en ese caso no habría apartamiento
de la finalidad que justifica la privación de la propiedad al sujeto expropiado El Alto Tribunal ha aceptado, asimismo, las
denominadas expropiaciones no estatizantes que sirven para operar transferencias patrimoniales en el sector de la
economía privada (Oyhanarte).Del mismo modo, se ha considerado que la retrocesión no procede cuando a una parte del
bien expropiado se le asigne un destino que es complementario o tiende a integrar o facilitar el previsto por la ley
expropiatoria (ley 21.499, art. 36), lo cual se comprende porque, en ese supuesto, no se altera sino que se facilita o asegura
el mejor logro de la utilidad pública tenida en mira al expropiar.Suele ocurrir que el bien expropiado, en ciertos casos, deja
de estar afectado a la utilidad pública que motivó la expropiación, por la simple razón de que esa utilidad ha sido
enteramente satisfecha, o ha dejado de presentarse como tal, por cuanto la necesidad o requerimiento a lograrse ha
desaparecido, y por tanto no debe ser satisfecho más. En estos supuestos, la finalidad de la expropiación ha quedado
cumplida, y por ello es que el expropiante puede disponer del bien expropiado de la manera que mejor convenga, sin que
el expropiado tenga derecho a exigir su retrocesión i las causales que dan lugar a la retrocesión se produjeran sólo con
relación a una parte del bien que ha sido expropiado, ella procederá sólo respecto de esa parte; en cambio, la pretensión
del antiguo propietario no tendría cabida respecto de bienes que, por su naturaleza, han sido consumidos, sin cumplirse la
finalidad expropiatoria, sin perjuicio de su derecho a ser compensado por los daños que esa situación le signifique.Al igual
que la expropiación, la retrocesión admite dos formas o maneras procedimentales para llevarla a cabo: la más tradicional
es, por razones obvias, la judicial, pero ello no excluye que también pueda concretarse mediante un procedimiento
administrativo, que finalizaría en un avenimiento o acuerdo.Siendo admisible la retrocesión, por estar comprobadas y
demostradas las causales que la hacen procedente, sus efectos directos son, por un lado, imponer al expropiante la
obligación de devolver a su antiguo propietario el bien expropiado, libre de todo ocupante, cargas, gravámenes o
servidumbres, dentro del plazo que corresponda o se fije a ese efecto; y por el otro, hacer recaer en el expropiado la
obligación de reintegrar al expropiante la indemnización que hubiera percibido con motivo de la expropiación.Se discute si
dicha indemnización debe estar sujeta o no a las correcciones resultantes de la desvalorización monetaria, y en este sentido
la jurisprudencia de nuestro más alto tribunal ha sido oscilante y no muy convincente. Parece preferible, conforme a un
criterio más actual y realista, aceptar la necesidad de la corrección por desvalorización monetaria, por la simple razón de
que como se ha dicho en repetidas ocasiones, quien cumple una obligación a valores monetariamente actualizados no
paga más, sino lo mismo, pero expresado con una cantidad diferente, de modo que si el expropiado no actualizara su
indemnización, estaría en realidad devolviendo menos de lo que recibió, sin justa causa para ello, con prescindencia de
que haya sido la conducta del expropiante la que originó la retrocesión.La Ley 21499 previó en su artículo 42 que el
reintegro de la indemnización en los casos de retrocesión debe efectuarse con la actualización correspondiente, criterio
acertado según la Corte Suprema de Justicia de la Nación, pues la restitución nominal de las sumas “otrora” abonadas y
percibidas por la expropiada importa un enriquecimiento sin causa en cabeza del expropiado Como es natural, si el bien
expropiado, mientras estuvo en poder del expropiante, hubiera disminuido o aumentado su valor, esa disminución o
incremento deberá reflejarse adecuadamente en el importe a reintegrar por el expropiado que intentó la retrocesión. Este
no debe sufrir perjuicios, pero tampoco debe mejorar su situación con motivo de la retrocesión, sino que las cosas deben
volver, razonablemente, al estado anterior a la expropiación.Es conveniente que se determine, por medio de normas legales
expresas, en qué plazos prescribe la acción para solicitar la retrocesión o gestionarla administrativamente. La aplicación
de los principios existentes en materia de prescripción en el Código Civil no sólo no es propia, sino que ha originado
numerosas discusiones, respecto de cuál es el plazo que debe aplicarse. La ley 21.499 ha previsto en su art. 50 esta
cuestión. La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha declarado la prescripción de la acción de retrocesión una vez
transcurrido el plazo establecido en el art. 50 de la ley 21.499 (tres años)
8.14 La expropiación indirecta o irregular
La expropiación irregular, también llamada indirecta o inversa, es la que tiene lugar cuando el propietario del bien que ha
sido calificado de utilidad pública mediante la sanción de la ley formal respectiva, acciona a fin de que el expropiante ejecute
la expropiación dispuesta y le pague la indemnización correspondiente.La Corte Suprema de Justicia de la Nación expresó
que el objeto de la acción de expropiación irregular es lograr del Estado que ha dispuesto por ley la expropiación del bien,
cuyo dominio restringe, la ejecución normal de aquélla al no haberse iniciado, por parte del expropiante, el procedimiento
directo.En la expropiación irregular, como se advierte, los roles procesales se trastruecan, se invierten, de manera que el
expropiante deviene demandado, y el expropiado actor. De ahí la preferencia que se ha dado a la denominación de
“inversa” con que se la conoce y designa en muchas leyes de expropiación.De cualquier manera, cabe tener presente que
en esta materia, y para que proceda la expropiación irregular, es requisito inexcusable que exista la calificación de utilidad
pública del bien de que se trate, por sanción de la ley formal pertinente que así lo disponga, dictada por el órgano legislativo
correspondiente. Ello es así, porque dentro de nuestro ordenamiento constitucional no existe ninguna forma posible de
expropiación, si una ley de esa clase no ha sido sancionada. La expropiación irregular, de tal modo, simplemente concurre
a lograr que el designio legislativo se concrete, con respecto a todas las demás condiciones que son inherentes a la
expropiación, entre ellas el pago de la indemnización a que haya lugar.Los supuestos en que puede tener lugar la
expropiación irregular son, de manera general, los siguientes:cuando el bien declarado de utilidad pública y sujeto a
expropiación, es tomado por el expropiante sin haber pagado previamente la indemnización debida;cuando el bien
declarado de utilidad pública y sujeto a expropiación –por lo común cosas muebles o inmuebles- con motivo de la sanción
de la ley expropiatoria, y sin que medien hechos o actos del expropiante, queda en una situación de evidente dificultad o
impedimento para que su propietario pueda disponer de él de manera normal; y cuando el Estado, lato sensu, imponga
respecto del bien declarado de utilidad pública y sujeto a expropiación, limitaciones al derecho de propiedad de su dueño.
Como ejemplo de este tipo de situaciones se cita la reserva formulada por la Municipalidad, al solicitársele permiso para
edificar, de que no se indemnizarán al propietario las mejoras introducidas en el bien con posterioridad a la sanción de la
ley expropiatoriaLas reglas de procedimiento que rigen respecto de la expropiación regular tienen aplicación en relación
con la expropiación irregular, excepto en aquellos aspectos que sean especialmente propios de esta última, que se refieran
a la persona del expropiante, o sean expresamente excluidos o modificados por normas específicas de la expropiación
irregular.Con relación a la prescripción de la acción para demandar la expropiación irregular, es también conveniente que
para evitar discusiones doctrinales o diferentes criterios jurisprudenciales, esta cuestión esté expresamente prevista en el
ordenamiento legal aplicable. Así lo ha hecho, por ejemplo, la ley 21.499, que en su art. 56 dispone que dicha acción
prescribe a los cinco años, contados desde la fecha en que tuvieron lugar los hechos o actos que pueden darle causa.La
Corte Suprema de Justicia de la Nación ha decidido sobre este punto que el plazo extintivo al que se pretenda sujetar la
acción expropiatoria irregular sólo debe comenzar a computarse una vez cumplidos los requisitos previstos en el artículo
17 de la Constitución Nacional Y en ese orden de ideas declaró la inconstitucionalidad del artículo 56 de la ley 21.499 en
un caso en que se no se había efectuado el pago previo de la indemnización, pues lo contrario, sostuvo, implicaría la
transferencia de bienes al Estado sin la correspondiente indemnización que prescribe el artículo 17 de la Constitución
Nacional, lesionando el derecho de propiedad amparado por esa norma Sin perjuicio de ello, nuestro Máximo Tribunal de
justicia sostuvo que las acciones tendientes a lograr la transferencia de los lotes del Estado por la vía extrajudicial de la
compra directa (avenimiento), por más que sean infructuosas, surten efecto interruptivo de la prescripción, por aplicación
analógica del artículo 3986 del Código Civil
11. La confiscación La confiscación es el apoderamiento de todos los bienes de una persona, o de una parte sustancial
o importante de ellos, los que en virtud del acto de confiscación pasan a poder de quien lo realiza, por lo general el Estado,
sin ningún tipo de compensación o indemnización .La confiscación no sólo puede alcanzar a una o varias personas
determinadas, sino que también puede ser plural, comprendiendo a todo un grupo o sector de la comunidad, apareciendo
en todos los casos como algo ilícito, contrario y no fundado en la ley. La confiscación, de tal modo, al menos entre nosotros,
está fuera del derecho (Marienhoff).Nuestra historia enseña que la confiscación estaba admitida, para ciertos casos, por el
derecho hispano, subsistiendo su admisión durante los primeros tiempos de nuestra independencia .En esas épocas existía
una franca contradicción entre los diversos intentos realizados para abolirla, y la práctica política, que la admitía como
medio hábil de represión y castigo contra los enemigos políticos.La Constitución nacional, finalmente, en su art. 17 dispuso
que “la confiscación de bienes queda borrada para siempre del código penal argentino”, a lo que se añade que las diversas
garantías dadas a la propiedad privada, la excluyen también en cualquier otro caso, o bajo cualquier otra forma.La
confiscación puede ser expresa, cuando resulta de una norma que especialmente la disponga. Puede ser también implícita,
cuando resulta de un hecho o de una norma de cualquier clase, que sin hacer mención de ella, disponga algo de una
manera tal que absorba todo o gran parte del patrimonio de una persona. Así ocurre, por ejemplo, cuando el efecto
confiscatorio resulta de una ley civil, comercial, fiscal o impositiva, etc. El hecho de que se haya dictado una sentencia
judicial, fundada en una ley que implícitamente es confiscatoria, no valida la medida, que será siempre írrita. El Poder
Judicial es el mejor y más eficaz resguardo del patrimonio de los particulares, contra la existencia no ya de una confiscación
expresa –lo que sería verdaderamente raro-, sino contra los abusos de la confiscación implícita, que son los más graves,
por pretender aparecer como el ejercicio de potestades legales y válidas.La Constitución nacional, con las garantías que
resultan de sus arts. 14 y 17, fulminará siempre todo intento confiscatorio, y dará los medios para accionar adecuadamente,
a fin de obtener la cesación de la medida de que se trate, y la reparación total de los perjuicios que indebidamente se
hayan sufrido como resultado de ella.
1.NOCIÓN CONCEPTUAL. Habrá responsabilidad del Estado toda vez que un particular haya sufrido un daño moral o
material causados por hechos o actos que aquel deberá indemnizar.
Evolución jurisprudencial
La responsabilidad contractual fue reconocida desde un principio, en cambio la extracontractual recién fue reconocida en
1933 (Devoto)
1era ETAPA: la irresponsabilidad era consecuencia de la idea del Estado como poder público (idea de soberanía). Los
actos del estado eran actos de imperio o gobierno. El fundamento de esta postura se encontraba en el art. 100 de la C.N
y en el art. 43 del C.CLos fallos en los que se sostuvo esta postura fueron BATES STOKES (aduanas) y SESTE Y
SEGUICH (guardias nacionales contratados) (1864) la Corte nacional declara una especie de principio de no
Demandabilidad del Estado, por la soberanía en la esfera de actuación del poder ejecutivo, falta de imperium de los
tribunales para con el ejecutivo, etc.; GOMEZ JOSE (1865) la Corte exige la venia del Congreso para demandar al Estado.
2da ETAPA: (1900 en adelante) se aplica subsidiariamente el Cód. Civ. (arts. 1109 y 1113), aparece la ley 3952 de
demandas contra la Nación y se deja de lado el Art. 43 del C.C. Principales fallos: CORIO (1904) se deduce una acción
civil contra la nación por obligaciones emergentes de la explotación de una vía férrea, y se sostuvo que el Estado es
responsable cuando una ley así lo expresa; SAENZ PEÑA (1916); DEVOTO (1933), responsabilizando a los empleados
de la oficina de correos y telégrafos por el incendio de los campos de la actora. Se aplicaron los arts. 1109 y 1113 del C.C
referente a responsabilidad indirecta.
3era ETAPA: se deja atrás la responsabilidad indirecta atribuible a título de “culpa”, para apoyarse en el Art. 1112
del C.C y establecer la responsabilidad directa por “falta de servicio”; gravitando también la “teoría del órgano”
Principales fallos: FERROCARRIL OESTE (1938), es el primer caso solucionado a través del 1112 C.C, pero en
combinación con el 1113. No significa un gran avance ya que se sostiene la responsabilidad indirecta, pero se deja
definitivamente de lado el art. 43 C.C y se reconoce que la responsabilidad del Estado se funda en principios de derecho
público; y se aplica el Código Civil sólo en forma analógica.En el caso VADELL (1984) se aplicó solamente el art. 1112 del
C.C: la responsabilidad extracontractual del estado en el ámbito del derecho público no constituye una responsabilidad
indirecta, toda vez que la actividad de los órganos o funcionarios del Estado realizada para el desenvolvimiento de los fines
de las entidades de las que dependan ha de ser considerad propia, que deben responder de modo principal y directo por
sus consecuencias dañosas. En TEJEDURÍAS MAGALLANES (1989) se confirma la tesis de VADELL. En cuanto a la
responsabilidad extracontractual por actividad lícita e ilícita, podemos decir que primero se rechazaba la pretensión sobre
la base de lo dispuesto en el art. 1071 del C.C y que la garantía de la propiedad amparaba a los particulares tan solo frente
al desapoderamiento directo y no del perjuicio resultante del ejercicio de poderes legítimos. Luego se admitió el deber de
reparar (LAPLACETTE, 1943) y más tarde se reconoció sin vacilar la responsabilidad estatal, fundada en los arts. 16 y 17
de la C.N (S.A. CORPORACIÓN INVERSORA LOS PINOS, 1975).
Más tarde (SANCHEZ GRANEL, 1984), ante la revocación de un contrato por falta de fondos, por razones de oportunidad,
mérito o conveniencia, se reconoce la “reparación integral del daño” (se incorpora el lucro cesante); JUCALAN FORESTAL
(1989); COLUMBIA (1992); entre otros.
3. CLASES DE RESPONSABILIDAD ESTATAL. En el derecho privado existen dos ámbitos de responsabilidad civil :
el de incumplimiento contractual ( responsabilidad contractual) y el del acto ilícito ( responsabilidad extracontractual) ,
caracterizada por regimenes normativos distintos los cuales no afectan la trascendencia del daño como elemento común
y tipificante del fenómeno resarcitorio. Este criterio de clasificación de la responsabilidad que prioriza la existencia o no
de un vinculo obligacional especifico por so bre el que resulta la antijuricidad de o juricidad de la actividad , se justifica
en esa ama del derecho por que en este el presupuesto general es la antijuricidad ( fuente objetiva) sin que pir otra parte
el vasto campo del ejercicio regular de los derechos genere responsabilidad aun cuando cause daños- No es admisible
en el derecho publico aun cuando las competencias del estado ni es fuente de indemnización para los particulares al
poseer aquel como competencia general la potestad de sacrificar derechos subjetivos de contenido patrimonial por
razones de bien común y la correlativa posibilidad de comprometer responsabilidad sin antijuricidad , esta deja de ser
un presupuesto general de la responsabilidad En el derecho administrativo corresponde privilegiar la índole licita o ilícita
de la actividad En el ámbito del derecho público la responsabilidad puede derivar de la actividad licita o legitima como
de la ilícita o ilegitima siendo posible distinguir la responsabilidad de o rigen contractual o bien extracontractual.
Responsabilidad por actividad ilegitima : FUNDAMENTO la responsabilidad del estado por actividad ilícita deriva su
fundamento d mediato de la inviolablidad de la propiedad U arts 14 y 17 CN) y el principio de libertad ( art. 19CN ) La ley
formal no es titulo idoneo para imponer la obligación de soportar conductas dañosas ilegitimas aunque estas provengan
de la acción u omisión estatal. REQUISITOS . para que sea procedente responsabilizar al estado pro actividad ilícita son
: a) el daño : es un presupuesto esencial para la procedencia de la responsabilidad Sin daño o perjucicio no hay deber
de reparar alguno Se ha definido al daño , en sentido jurídico , como la lesión d a intereses jurídicos patrimoniales Para
hacer lugar a la reparación los tribunales deben constatar el perjuicio sea cierto y actual , o futuro aunque no hipotetico
o conjetaural , debe ser apreciable en dinero y subsistir al momento indemnizatorio .- La carga de la prueba del daño le
corresponde a quien lo alega. La inclusión del daño moral como rubro indemnizable hay que reconocerlo. b) que medie
luna relación de causalidad directa e inmediata , o directa y relevante entre el accionar estatal y el perjuicio Debe existir
entre el daño alegado y la conducta estatal una relación directa e inmediata de causa efecto es lo que en doctrina se
llama “relación de causalidad “ o causación o causalidad adecuada “ Para Cassagne se trata de indagar en la causa
eficiente que origina el daño lo que responde al principio lógico de razón suficiente conforme lo cual todo lo que es
tienme su causa en alguna razón La jurisprudencia en los que juzgo la actividad ilícita del estado ha calificado la relación
de causalidad como directa e inmediata o bien directa y relevante ( son aplicables) .-c) imputabilidad jurídica del daño
al Estado , resultante de la recognocibilidad exterior del acto , como estatal. El perjuicio indemnizable debe ser
jurídicamente imputable al estado El recaudo de la imputabilidad jurídica al estado esta estrechamente conectado con
las teorías de la atribuibilidad de las conductas a aquel El estado es una persona jurídica publica y los criterios de
imputación a él referidos deben guardar correlación con esa naturaleza La atribuibilidad de una conducta del al estado
se basa en la relación orgánica en la consideración de que sus agentes son órganos de aquel y no representantes ni
mandatarios La persona física que expresa la voluntad del estado subsume su voluntad psicológica en la orgánica de
modo que al actuar por y para la organización permite que esta por su intermedio actúe ella misma de modo directo
El órgano imputa su actuación al estado . El limite de la imputación ciertamente no coincide con el ejercicio regular de la
competencia porque si así fuera todos los actos viciados en esta no serian imputables ; cabe estar a la recognocibilidad
exterior del acto.- ALCANCE DE LA INDEMNIZACIÓN la reparación de los perjuicios incluye tanto el daño emergente como
el lucro cesante y el daño moral No existe razón para apartarse de los principios del derecho civil.
Teorías objetiva y subjetiva.La responsabilidad objetiva radica fundamentalmente en la falta de servicio y la condición de
igualdad, la clave para determinar la falta de servicio y la consecuente responsabilidad omisiva del Estado se encuentra
en la configuración o no de una omisión antijurídica, que se perfila cuando sea razonable esperar del Estado una actuación
determinada para evitar los daños en las personas o en sus bienes particulares. Esta antijurídica omisión requiere que el
Estado o sus entidades incumplan una obligación legal expresa o implícita. Beltran Gambier, La LEY tomo 1990-E sección
doctrina, nos muestra que en el caso de la responsabilidad del Estado está en juego la efectividad misma del Estado, y no
es ni siquiera concebible que las decisiones de los gobernantes escapen al control de los jueces y tribunales, nos dice que
ha habido una tendencia restrictiva en cuanto a esta responsabilidad, mas allá de que no puede ni debe caerse en excesos
a fin de responsabilizar al Estado, pero tampoco dejar sin protección por restringir demás. El Estado tiene a su cargo la
educación, la seguridad, la defensa de la Nación, ello no significa que la no consecución de esos fines nos coloquen frente
a supuestos de responsabilidad estatal, por ejemplo:
Por la omisión de indicar que un río habilitado para bañistas está contaminado alguien podría pretender responsabilizar
al Estado si como consecuencia de ello se produce un perjuicio grave ala salud,
La contaminación atmosférica podría dar lugar a responsabilidad si la administración no consigue mantenerla dentro de
los límites,
Es inviable que un ciudadano pretenda responsabilizar al Estado por que fue víctima de un robo por la deficiente
prestación del servicio público de seguridad.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación para responsabilizar al Estado se ha basado en esta teoría en el último tiempo,
prescinde de que los daños deriven de un comportamiento ilícito culposo o doloso, al admitir esta responsabilidad en forma
objetiva, se pone de relieve el daño o la injusticia causada por sobre la idea de culpa. La antijuridicidad del daño es
contemplada desde el punto de vista de la posición del sujeto dañado y existirá siempre que el titular del patrimonio dañado
no tenga el deber jurídico de soportar el daño, para reconocer un perjuicio sufrido no es necesario indagar en la existencia
de pactos subjetivos de atribución de la responsabilidad, sino que hay que atenerse a aquél de naturaleza objetiva, que
encuentra su fundamento en la garantía irrenunciable para el Estado de amparar elementales derechos a sus integrantes.
En conclusión la responsabilidad del Estado por omisión es siempre objetiva y directa fundada en la idea de falta de
servicio, independizada de la idea de culpa y sin requerir la individualización del autor del daño.
En cuanto a la teoría subjetiva podemos decir que se extrae del fallo de la causa "Sykes Violeta y otros contra el Banco
Central de la República Argentina", en 1985. En esta causa la sala IV de la Cámara Nacional de apelaciones en lo
Contenciosoadministrativo federal, se analizó la responsabilidad del Estado por la presunta omisión al tomar medidas en
relación a una entidad financiera que se encontraba en una comprometida situación para segur funcionando,
produciéndoles un perjuicio a los ahorristas. La cuestión se centró en la omisión del Estado por medio del Banco Central
en el ejercicio de sus facultades de superintendencia sobre los intermediarios financieros, en no disponer la revocación de
la autorización correspondiente a un Banco en el que las actoras tenían un depósito en moneda extranjera; en cuanto a
esto se examina que tipo de responsabilidad hay para el Estado, y si se basa en la omisión, si la no revocación de la
autorización para funcionar era indebido ejercicio de sus funciones. Se determinó que si el Estado no fue el autor de un
acto lesivo sólo puede caber responsabilidad cuando esté obligado a impedir un daño: solo tiene sentido su responsabilidad
si incumplió su deber legal que le imponía obstar al evento lesivo. Y en estos casos de conducta antijurídica por omisión,
la responsabilidad tendrá base subjetiva salvo que el propio derecho la regula como responsabilidad objetiva; y lo contrario
llevará a soluciones absurdas. En definitiva se rechaza la demanda por que tal omisión no fue irrazonable.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación aceptó esta teoría antes de la responsabilidad objetiva, se basaba en la
responsabilidad en los supuestos de culpa o dolo imputables al Estado, se invocaban los artículos 1113 y 1109 del Código
Civil. El tribunal admitió la responsabilidad estatal como consecuencia de un comportamiento ilícito que era imputable a él.
Hacia 1933 el tribunal modifica su tendencia condenando ala nación por un incendio provocado por negligencia en que
habían incurrido agentes de la Nación; luego hacia 1937 se admite la demanda contra la Nación basado en un hecho de
un camión de la municipalidad que atropella una mujer y siguientes.En la causa Sykes, ya explicada se sostiene que
cuando se produce un daño, por la omisión del Estado se hace necesaria la aplicación de la teoría subjetiva de la
responsabilidad, y es que si no fue el Estado el autor de un acto lesivo sólo puede caberle la responsabilidad cuando
estaba obligado a impedir el daño, en estos casos hay conducta antijurídica omisiva y tendrá que ser subjetiva salvo que
exista una disposición legal que establezca lo contrario; incluso hay una responsabilidad subjetiva cuando se debe buscar
el dolo, la culpa, la negligencia, la impericia, imputable al Estado y se basa en la teoría del riesgo creado, presuponiendo
una acción positiva del Estado, que coloca al individuo en situación riesgo y no en una omisión.
Cuales son las omisiones que dan lugar a esta responsabilidad?
Estos supuestos surgen de los fallos, por lo tanto para configurar un ilícito omisivo tiene que darse tres requisitos:1-La
existencia de un interés normativamente relevante, sea en relación cualitativa o cuantitativamente;2-La necesidad material
de actuar para tutelar el interés;3-La proporción entre el sacrificio que comporta actuar y la utilidad que se consigue en el
accionar.
Para que genere la obligación de responder resulta necesario que se trate de una obligación, cuyo cumplimiento pueda
ser compelida la Administración, la clave se da en determinar la falta de servicio. Por ello es necesario analizar si la
administración tenía o no la obligación de realizar actividades por cuya omisión se pretende responsabilizar al Estado, por
ello se señala que toda vez que el Estado debe ejercer el poder de policía en cada ámbito que lo requiere, cuando aparece
omitido o ejercido en forma insuficiente, excesiva o abusiva, esa falta o mal ejercicio hace encuadrar la conducta dentro de
la ilicitud, es por eso que cabe analizar en cada caso como se ejerció el poder de policía.
Es decir, que la omisión generadora de responsabilidad se encuadra principalmente dentro del presupuesto de falta de
servicio, el hecho omisivo le es imputable al no adoptar los recaudos necesarios para provocar el daño; en el comentario
de Cassagne Juan Carlos al fallo “Torres Francisco contra Provincia de Mendoza” se ve explicado de forma muy clara
cuando el Estado se encuentra obligado a responder, aún sin una norma expresa:
La configuración de un interés jurídicamente relevante, sea la relación en cualitativa o cuantitativamente;
La necesidad material de actuar en protección de dicho interés;
La proporción que debe existir entre el sacrificio que comportaría la actuación estatal y la utilidad que se obtendría al
accionar.
En Francia para determinar la responsabilidad o la irresponsabilidad del Estado se llevó la teoría de la personalidad única
de doble faz (privada y pública a la vez) propugnada por Hauriou, Maurice; a esta doble faz corresponde un doble sistema
de actos:
1. El de los llamados actos de gestión que son aquellos que pertenecen al ámbito de la igualdad de derechos entre las
partes, o sea, al derecho privado, en estos se acepta la responsabilidad del Estado, por que la administración no los realiza
como depositaria de la soberanía sino en calidad de superintendente de los servicios públicos;
2. Y la de los actos de imperio o de autoridad, que caen en el campo del derecho público en el campo de las relaciones de
poder, de subordinación, donde hay una desigualdad de derechos, y en estos actos no puede existir responsabilidad del
Estado basándose en la soberanía. Cassagne, establece que el Estado responderá siempre que exista una falta de servicio
determinada por no cumplir de una manera regular con los deberes u obligaciones impuestos a los órganos del Estado,
por la Constitución Nacional, la ley, los reglamentos o simplemente por el funcionamiento irregular de un servicio (este
concepto se denomina de ilegitimidad objetiva).
El deber jurídico. del Estado, debe entenderse que dispondrá de los medios necesarios para la protección de los
ciudadanos y sus bienes, pero no garantiza el resultado que ello no ocurra.Acá podemos encontrar distintas tesis:1-La
tesis amplia nombrada en el párrafo precedente, por la cual se da la responsabilidad por el decreto, reglamento, la
Constitución Nacional, o cualquier funcionamiento irregular del servicio. Esta surge del fallo “Torres Francisco contra la
Provincia de Mendoza.” En este caso sostiene Gordillo Agustín A., en su obra citada que las obligaciones legales que se
hayan omitido provienen de un hecho no especificado, ni previsto expresamente en ley alguna, pero que resulta necesario
para llegar a la función asignada.2-La tesis restringida por la cual solo será responsable en el caso de la violación a un
deber expresamente reglado. Está impuesto por la ley, el deber jurídico se da a través de esta. Esta se traduce en que
debe ser expresa la norma que establezca que debe actuar el Estado para evitar ese daño, sino se encuentra protegido
por la “soberanía” y por muchos doctrinarios que en una época han llegado a sostener que el Estado podrá ser responsable
contractualmente, pero solo eventualmente extracontractualmente y cuando surgía expresamente por la ley.3-Existiría una
tesis intermedia que esta dada por el deber jurídico, acorde al órgano y su competencia; es decir, que según lo que le
corresponda o lo que le compete será la amplitud de la responsabilidad.
3.2. RESPONSABILIDAD POR ACTIVIDAD LÍCITA. RÉGIMEN JURÍDICO. EL FUNDAMENTO : de responsabilidad
del estado por su actividad licita radica en las garantías de propiedad , igualdad , libertad y razonabilidad consagradas
en la CN: No es procedente acudir para explicr l situación de responsabilidad sin antijuricidad , cuando por hipótesis no
hay norma administrativa expresa , genérica o especifica ,a la aplicación analógica de las disposiciones civiles que
reglamentan l el derecho de propiedad privada y las relaciones que a partir de él se generan entre los particulares. En
el derecho civil se acude para evidenciar la responsabilidad sin antijuricidad a las causas de justificación entre los que
se incluye el ejercicio regular de los derechos .¿Cual es la causal de justificación que deberá aplicar al estado para
legitimar su actuación cuando expropia , revoca actos , o contratos por razones de oportunidad , merito o conveniencia
; cambia su política económica o genera perjuicios a causa de obras publicas ¿Ninguna de las causales del derecho civil
explica satisfactoriamente la situación que se genera el estado sacrifica derechos subjetivos de contenido patrimonial
por razones de interés publico , porque cuando el estado así procede no necesita para legitimarse de la concurrencia
de causales de justificación Su actuación es intrínsicamente legitima aunque resulte dañosa .- Si la actuación licita del
estado que causa daños debiera asimilarse o aproximarse a algún supuesto del derecho civil él debería ser el ejercicio
regular de los derechos , el cual con razón , no es considerado por la doctrina civil como causal de justificación.-, porque
cuando se ejerce un derecho la conducta que se desarrolla es una actividad en sí misma licita.- La situación se aproxima
por: 1ª porque en el derecho civil el ejercicio regular de un derecho no compromete responsabilidad alguna mientras
que en el derecho administrativo es predicable, solo en principio, porque el ejercicio por el estado de sus poderes
propios no constituye , normalmente , fuente de indemnización para los particulares , la cual cuando se genera responde
a principios públicos constitucionales .- 2ª en el campo del derecho publico el ejercicio de la competencia no constituye
un derecho en sentido técnico privado del termino sino una potestad , una atribución –deber cuyo sentido radica en la
satisfacción de un interés ajeno Cuando el estado desarrolla una actividad licita dañosa ejerce regularmente su
competencia , la cual es obligatoria e irrenunciable , si no lo hiciera se podría configurar un supuesto de responsabilidad
ilegitima por omisión , sin perjuicio de las responsabilidades políticas , administrativas , disciplinarias , patrimoniales y
penales en caso de los funcionarios. REQUISITOS : la responsabilidad del estado por actividad legitima , además de los
tres requisitos de la actividad ilícita , deben concurrir : 1)ausencia del deber jurídico de soportar el daño parece en la
causa Columbia e implica una confusión conceptual . Si por daño se entiende el perjuicio susceptible de apreciación
pecuniaria (CC art. 1068) no hay duda de que no debe ser soportado por el particular tampoco en la responsabilidad por
actividad ilícita por ello no se comprende por que se enuncia como elemento propio de la responsabilidad por actividad
licita . El concepto que debe ser aprendido es el de la obligación de soportar , o no , la conducta dañosa , es decir el acto
, omisión o hecho generador del perjuicio Una cosa es la conducta que origina el daño con el daño mismo En el supuesto
de la responsabilidad derivada de actuación ilícita debería consignarse como presupuesto comprendido en la antijuricidad
la inexistencia del deber de soportar la conducta dañosa , mientras que en el caso de responsabilidad por actividad licita
correspondería enunciar la obligación de soportar aquella conducta. b) existencia de un sacrificio especial en el
afectado . indica que el daño parta se indemnizado debe ser sufrido por una persona en particular i un numero
determinado de ellas Se vincula con la ubicación del fundamento de esta responsabilidad en la garantía constitucional
de igualdad ante las cargas publicas , habida cuenta que con la singularidad o particularidad del daño se comprometería
esa igualdad si él no se generaliza a través de la indemnización. La razonabilidad del perjuicio experimentado por el
administrado apreciable en cada caso en función de la proporcionalidad que aquel guarde con la cuota normal de
sacrificios que supone la vida en comunidad . La reparación no procedería cuando el perjuicio fuera consecuencia normal
y necesaria de la actividad licita desarrollada por eso si bien se dice que la “ especialidad “ del daño se debe referir al
sufrimiento del perjuicio de manera desigual y desproporcionada respecto del conjunto social .El daños e deberá
indemnizar si él por sus características constituye una afectación irrazonable de la propiedad por imponer un sacrificio
superior exigible igualitariamente a raíz de la vida de la comunidad , El reconocimiento de la responsabilidad del estado
por actividad licita no puede conducir a garantizar la obtención de ventajas económicas ni a neutralizar la actividad del
estado en la prosecución de los fines esenciales, La valoración de la existencia del sacrificio indemnizable se debe
considerar predeterminada cuando la ley impone la indemnización excluyendo la valoración judicial como ocurre con la
expropiación, la revocación por razones de oportunidad , merito o conveniencia , son los limites que la ley impone.- La
responsabilidad del estado por si actuación licita exige la convergencia de 4 recaudos : daños , causalidad, imputabilidad
y obligación de soportar la conducta dañosa debiendo valorarse como factor de atribución la irrazonabilidad que se
generaría si no se indemnizara el perjuicio ,valorada , esa irrazonabilidad en la relación con las exigencias de sacrificios
igualitarios impuestos por la vida en comunidad y ello con independencia de considerar predeterminado legalmente el
perjuicio cuando exista una norma expresa que así lo imponga .
Según la doctrina se incluye como requisito la relación de causalidad que debe ser además de directa e inmediata ,
exclusiva si bien es cuestionable pues no se llega a entender cuales son las razones o fundamento de la responsabilidad
estatal para reparar aquella porción el daño atribuible al estado y que el particular o un tercero no tuvieron interferencia
Se ha indicado la necesidad de que tratándose de responsabilidad por actividad licita del estado el requisito debe
analizarse con criterio restrictivo.-No hay razón para extremar en el caso la valoración de la causalidad pues en el
derecho administrativo la admisión de responsabilidad sin antijuricidad no es excepcional sino es una alternativa normal
en el contenido de las competencias del estado Habría que graduar la responsabilidad pero no excluirla , en función de
la ingerencia del administrado o de cualquier otro hecho eximiente parcial de responsabilidad patrimonial sin acudir a
un criterio restrictivo al evaluar la relación de causalidad.-
PRESUPUESTOS. FUERZA EXPANSIVA DEL INSTITUTO EXPROPIATORIO. CASOS. ALCANCE DEL
RESARCIMIENTO.
ALCANCE DE LA INDEMNIZACIÓN : Cuando la constitución contempla el derecho de propiedad como verdadero
derecho natural que el estado no crea sino que reconoce y garantiza procura asegurar que cuando él este afectado el
damnificado reciba una indemnización justa pero difiere la determinación del contenido de esta a la reglamentación legal
El quantum de la indemnización no se identifica en el plano constitucional con la reparación integral , con la inclusión
del lucro cesante Se impone aceptar que es razonable que en ciertos casos la reparación justa abarque tanto el daño
emergente como el lucro cesante y en otros la tutela puede quedar limitada En el derecho civil no existe una que en
forma expresa o sistemática regule el alcance de la indemnización en los excepcionales casos en que ella procede como
derivación de la actividad licita.- En el plano administrativo excite el instituto expropiatorio consagrado por la constitución
ha sido reglamentado legalmente y la expropiación es un paradigma conceptual de la actuación estatal licita generadora
de obligación indemnizatoria .La ley de expropiación excluye de la indemnización el lucro cesante La aplicación de la ley
de expropiaciones se objeta desde : a) la revocación por oportunidad , merito, o conveniencia se ha expresado que
aquella norma no puede ser extendida porque la expropiación supone la restricción constitucional al derecho de
propiedad mediante una ley del congreso valorativa de la utilidad publica del bien sujeto a desapropio, .; en razón de
la garantía formal implicada en la ley solo con fundamento directo , inmediato y especifico en está se puede revocar
por motivos de oportunidad , merito o conveniencia un acto o contrato administrativo La determinación del contenido
indemnizatorio compete al legislador y esta en la ley de expropiaciones El derecho publico positivo de terminados
alcances de la indemnización debida por el estado a causa de la actividad estatal licita dañosa, fuerza expansiva del
criterio fijado por la ley de expropiaciones excluyendo el lucro cesante PRESCRIPCIÓN para Cassagne es de aplicación
el articulo 4023 CC que establece un plazo de 10 años para las acciones personales por deudas exigibles y para las
acciones de nulidad Rechaza la subsunción de la responsabilidad extracontractual del estado en el articulo 4037 que
preceptúa un termino de 2 años También se ha sostenido que es de aplicación de lo dispuesto enm el art. 4037 del CC
que rescribe a los 2 años la acción por responsabilidad civil extracontractual Lo relevante es el carácter contractual ,
extracontractual de la responsabilizadla no así su carácter objetivo o subjetivo La CSJN afirma que el plazo es de 2
años según el art. 4037 CC El plazo de prescripción comienza a computarse desde el momento en que se produce
el daño o desde que el afectado toma conocimiento de aquel.
Bolilla 21
La responsabilidad estatal por hechos y actos ilegítimos. Presupuestos determinantes de la responsabilidad
extracontractual del Estado por su actividad ilegítima. Responsabilidad del Estado por omisión.
La responsabilidad del Estado por su actividad ilícita deriva su fundamento mediato de la inviolabilidad de la propiedad
(artículos 14 y 17 de la CN) y del principio de libertad (artículo 19 de la CN). Como es obvio la ley formal no es título
idóneo para imponer la obligación de soportar conductas dañosas ilegítimas aunque éstas provengan de la acción u
omisión estatal. El principio del deber de no dañar tiene raíz constitucional.
Presupuestos: Los recaudos que deben concurrir para que sea procedente responsabilizar al Estado por su actividad
ilícita son:
El daño;
que medie una relación de causalidad directa e inmediata, o directa y relevante, entre el accionar estatal y el
perjuicio;
imputabilidad jurídica del daño al Estado, resultante de la recognoscibilidad exterior del acto, como estatal;
Daño: comprende toda lesión a una situación jurídicamente protegida. Para hacer lugar a su reparación, los tribunales
deben constatar que el perjuicio sea cierto y actual, o futuro aunque no hipotético o conjetural. Por lo demás, debe ser
apreciable en dinero y subsistir al momento de la indemnización.
En relación con la carga de la prueba del daño, se aplican los preceptos generales en el sentido de que le corresponde
a quien lo alega. Se reconoce además el daño moral.
Relación de causalidad: Para que corresponda responsabilizar al Estado, debe existir entre el daño alegado y la
conducta estatal una relación directa e inmediata de causa a efecto. Y, en este sentido, recuerda que es lo que en
doctrina se denomina “relación de causalidad” o “causación o causalidad adecuada”.
Imputabilidad: El perjuicio indemnizable debe ser jurídicamente imputable al Estado. Hoy en día, la atribuibilidad de una
conducta al Estado se basa en la relación orgánica, esto es, en la consideración de que sus agentes son órganos de
aquél y no representantes ni mandatarios. El órgano imputa, así, su actuación al Estado.
Teniendo en cuenta que ni los concesionarios, ni los licenciatarios de servicios públicos son órganos del Estado, los
daños causados por éstos no se pueden, en principio, imputar al
Estado.
Omisión: todo lo dicho para los actos ilegítimos vale para las conductas omisivas del Estado que causen daño
reparable.
Alcance de la indemnización: En las hipótesis en que proceda responsabilizar al Estado por su actividad ilegítima, la
reparación de los perjuicios incluye tanto el daño emergente como el lucro cesante y el daño moral.
Responsabilidad del Estado por actividad lícita o legítima. Régimen jurídico. Presupuestos. Alcance del
resarcimiento
El fundamento de la responsabilidad del Estado por su actividad lícita radica en las garantías de la propiedad, igualdad,
libertad y razonabilidad consagradas por la CN (artículos 14, 17, 16, 19 y 28, respectivamente) conjuntamente
consideradas.
Régimen jurídico: En el derecho civil se acude, para evidenciar la responsabilidad sin antijuridicidad, a las causas de
justificación, entre las cuales se incluye, a veces, el ejercicio regular de los derechos. Pero no existe causal de
justificación del derecho civil resulta aplicable al Estado cuando, por razones del interés público, expropia, revoca actos
o contratos por razones de oportunidad, mérito o conveniencia; o bien cambia su política económica o genera perjuicios
a causa de obras públicas,
La Corte en el caso “Laplacette”, sostuvo que en ausencia de ley expresa procede indagar la solución en los principios
generales del derecho y en las disposiciones que rigen situaciones análogas de acuerdo con lo dispuesto por el artículo
16 del Código Civil, no siendo otras, en la especie, que las contempladas en la ley de expropiaciones, paradigma de la
actuación lícita dañosa. Si la actuación lícita del Estado que causa daños debiera asimilarse o aproximarse a algún
supuesto del derecho civil.
Presupuestos: Los recaudos que deben concurrir para que sea procedente responsabilizar al Estado por su actividad
lícita son, en primer lugar los 3 que corresponden a la responsabilidad por comportamiento ilícito:
El daño;
que medie una relación de causalidad directa e inmediata, o directa y relevante, entre el accionar estatal y el
perjuicio;
imputabilidad jurídica del daño al Estado, resultante de la recognoscibilidad exterior del acto, como estatal;
Además se ha considerado que deben concurrir:
Ausencia del deber jurídico de soportar el daño;
existencia de un sacrificio especial en el afectado.
Asimismo, según la doctrina que se desprendería de algunos pronunciamientos del Máximo Tribunal, la relación de
causalidad debería ser, además de directa e inmediata, exclusiva.
Alcance del resarcimiento: La reglamentación legal de la expropiación y del concepto que le da fundamento (sacrificio
de derechos patrimoniales por razones de bien común) está destinada a tener en este aspecto, una fuerza expansiva
suficiente como para considerar incluida en ella, genéricamente, todo supuesto de responsabilidad estatal por actividad
lícita. La ley de expropiaciones actual, coherente con las anteriores, excluye de la indemnización el lucro cesante, como
lo hacen, en general, las leyes provinciales de expropiación.
En lo que se refiere a la jurisprudencia se puede sostener la existencia de una tendencia a reconocer la indemnización
amplia cuando se trata de actividad contractual, siendo oscilante la situación en los casos de actividad unilateral pues
mientras en algunos casos se ha fijado un temperamento restringido en otros se ha admitido una reparación amplia.