Sei sulla pagina 1di 7

M

Por qué hay más de 100 definiciones de la “vida” y casi


todas están erradas
Josh Gabbatiss
BBC Earth

9 enero 2017

THINKSTOCK

La mayoría de nosotros probablemente no tiene muchos problemas distinguir a


un ser viviente de un objeto inanimado. Un humano es un ser vivo, una piedra
no. ¡Fácil!

Sin embargo, científicos y filósofos no lo ven tan claro y han pasado siglos
tratando de definirlo. Grandes pensadores, desde Aristóteles hasta Carl Sagan, lo
han intentado, y hasta ahora nadie ha dado con una que satisfaga a todos.

En un sentido muy literal, todavía no sabemos el "significado" de la vida.

La respuesta a este problema se ha vuelto más difícil en los últimos 100 años.

Hasta el siglo XIX, una de las ideas predominantes era que la vida se debía a la
presencia de un alma intangible o "chispa vital". Esa concepción perdió
popularidad entre académicos y fue reemplazada por un enfoque más científico.

Este cambio de visión ha originado más de 100 definiciones de vida, que en su


mayoría giran en torno a atributos como metabolismo y reproducción.

Para hacerlo más complicado, cada campo científico tiene sus criterios sobre lo
que debe es indispensable para determinar cuándo estamos frente a un ser
viviente.

Los genes que siguen luchando por la vida incluso días después de la muerte

Es decir, para un químico la vida se reduce a ciertas moléculas, mientras que para
un físico tiene que ver con la termodinámica.

Estos son algunos de los científicos que están trabajando en la frontera que
separa los seres vivos de todo lo demás.

El macabro destino de los cadáveres a los que les late el corazón

Virólogos: explorando la zona gris


En la escuela se suele enseñar que la vida se define a través de siete procesos:
movimiento, respiración, sensibilidad, crecimiento, reproducción, excreción y
nutrición.

Y aunque este es un buen punto de partida para desarrollar un concepto, no es


definitivo. Hay muchas cosas que pueden cumplir con esos siete criterios, como
por ejemplo ciertas proteínas infecciosas (las llamadas prion) e incluso algunos
programas de computación.

O los virus, ejemplos perfectos de la zona gris entre cosa y ser viviente.

"No son células, no tienen metabolismo, y se mantienen inertes hasta que


encuentran una célula. Por eso muchos concluyen que los virus no están vivos",
dice Patrick Forterre, microbiólogo del Instituto Pasteur, en Francia.

En su opinión los virus están vivos, aunque admite que todo dependen del
momento especifico cuando los estudias.

Si bien los virus carecen de todo lo que pudiéramos considerar como


característica de un ser vivo, poseen información codificada en su ADN, lo cual
quiere decir que pueden evolucionar y reproducirse.

La "receta" de la vida
"La vida, tal como la conocemos, se basa en polímeros de carbón", comenta
Jeffrey Bada, del Instituto Scripps de Oceanografía, en Estados Unidos.

De estos polímeros -ácidos nucleicos, proteínas y polisacáridos- está hecho


virtualmente todo ser viviente.

Bada retomó un famosos experimento de Miller y Urey de los años 50, uno de los
primeros en explorar la idea de que la vida surgió de químicos no vivos, y
demostró que hay un amplio número de importantes moléculas que pueden
formarse al disparar electricidad a una mezcla de químicos.

¿Pero, cómo pueden unos químicos no vivientes producir vida?

"Una reproducción imperfecta de moléculas puede haber marcado el inicio tanto


de la vida como de la evolución, y de esta forma efectuar la transición de la
química a la bioquímica", explica Bada.

El inicio de la reproducción, y en especial de la replicación con errores, conduce al


surgimiento de "hijos" con distintos grados de habilidad, que posteriormente
compiten entre sí para subsistir.

Es por ello que muchos químicos estiman que es la replicación lo que realmente
ayuda a definir la vida. El hecho de que las moléculas que contienen la
información básica permiten la replicación sugiere que ese proceso es un
aspecto importante de la vida.

Pero esta explicación tampoco lo abarca todo. Es cierto que la vida -como la
conocemos- requiere de ADN. ¿Pero qué hay de las formas de vida que no
conocemos?

Astrobiólogos: buscando extraterrestres


Determinar cómo es la vida extraterrestre es complicado.

Muchos investigadores, como los del Centro de Astrobiología de Reino Unido,


estudian microorganismos capaces de vivir en ambientes extremos para simular
la vida fuera de la Tierra.

El razonamiento detrás de este enfoque es que se pueden encontrar seres


vivientes en otras partes del universo que probablemente tengan características
que vemos en los de nuestro planeta.

Intentar usar el conocimiento que tenemos sobre la vida en la Tierra para


encontrar extraterrestres puede arrojar resultados confusos.
La Nasa, por ejemplo, pensó que había encontrado una buena base para el
concepto de vida en otros planetas cuando en 1976 la nave Viking 1 aterrizó en
Marte y detectó niveles de dióxido de carbono, lo que sugería que había
microorganismos viviendo y respirando en su superficie.

Hoy en día esa emisión de dióxido de carbono se adscribe casi universalmente al


fenómeno, mucho menos interesante, de la reacción química no biológica de
oxidación.

Desde entonces, los astrobiólogos han afinado el criterio para localizar vida en el
espacio exterior, pero por ahora, no han tenido mucho éxito.

"Algunos han sugerido que los extraterrestres pueden estar hechos de silicona,
o de solventes (distintos al agua)", comenta Charles Cockell, del Centro de
Astrobiología de Reino Unido.

Entretanto, otro grupo de científicos trabajan en formas de vida que no tienen


nada que ver con la química.

Tecnólogos: vida artificial


Si una vez fue dominio del mundo de la ciencia ficción, la creación de vida
artificial es ahora un rama de la ciencia con todas las de la ley.

La creación de vida artificial puede involucrar a biólogos que unen partes de


organismos vivientes para crear una nueva forma de vida. Pero también puede
tratarse de algo más abstracto.

Desde los años 90, cuando el software de Thomas Ray "Tierra" pareció demostrar
la síntesis y evolución de "formas de vida" digitales, los investigadores han
estado intentando crear programas de computación que puedan verdaderamente
simular la vida.

Hay incluso equipos que están comenzando a explorar la fabricación de robots


con rasgos parecidos a los de seres vivientes.

"La idea predominante es probar y comprender la esencia de las propiedades de


todos los sistemas vivientes, no solo los que se encuentran en el planeta",
comenta Mark Bedau, experto en inteligencia artificial de la Universidad Reed, en
Estados Unidos.
Para definir lo que
realmente es un ser
viviente tenemos que
encontrar unos
extraterrestres"

Dicho esto, muchos investigadores en este campo utilizan en sus proyectos el


conocimiento que tenemos de la vida en el planeta.

Para ello, se basan en lo que Bedau denomina "modelo PMC": un programa (por
ejemplo, ADN), un metabolismo y un contenedor (por ejemplo, las paredes de una
célula).

Para aquellos investigadores que trabajan en formas de vida no químicas, el


objetivo es crear versiones en hardware o software de los componentes del
modelo PMC.

Hasta ahora se han logrado sistemas de computación sobre alguno de estos


elementos. Sin embargo, hasta ahora nadie ha logrado ensamblar todo el modelo
en una forma de vida sintética que funcione.

Filósofos: el acertijo de la vida


Pero, con los elementos que tenemos a la mano, ¿tiene sentido tratar de llegar a
una definición universal de la vida? Quizás sea una pérdida de tiempo.

Puede que las cosas que consideramos esenciales solo tengan importancia
para la vida en nuestro planeta.

Después de todo, desde una bacteria hasta un león provienen de un mismo


ancestro común, es decir, que en nuestro gráfico de vida en el universo solo
representamos un dato.

Hasta que no descubramos y estudiemos formas alternativas de vida, no


sabremos si las características que consideramos esenciales para calificar como
un ser viviente son universales.

Para definir lo que realmente es un ser viviente tenemos que encontrar unos
extraterrestres.

Lo irónico de este enfoque es que los intentos por elegir una definición de vida,
antes de encontrar seres de otro planeta, puede hacer más compleja la búsqueda
de éstos.

¿No sería una tragedia que el vehículo que explorará Marte en el 2020, le pase por
el lado a un marciano y no lo detecte, simplemente porque no esté capacitado
para reconocerlo como una forma de vida?

Lee la historia original en inglés en BBC Earth

Temas relacionados
Ciencia

Compartir Acerca de compartir

Volver Arriba

Contenido relacionado
Los genes que siguen luchando por la vida incluso días después de la
muerte
27 junio 2016

El macabro destino de los cadáveres a los que les late el corazón


30 noviembre 2016

Secciones
Noticias

América Latina

Internacional

Economía

Tecnología
Ciencia

Salud

Cultura

Deportes

Video

Hay Festival

Centroamérica Cuenta

Navegación en la BBC
News Sport

Weather Radio

Arts

Condiciones de uso Acerca de la BBC

Cláusula de Privacidad Cookies

Accessibility Help Parental Guidance

Escriba a BBC Mundo Get Personalised Newsletters

Copyright © 2019 BBC. El contenido de las páginas externas no es responsabilidad de la BBC.


Lea más de nuestra política al respecto.

Potrebbero piacerti anche