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4° Resumen
Desde el punto de vista marxista la lucha de clases tiene como fin la obtención de
los medios de producción, es decir un bien material, pero Walter Benjamín en su
tesis muestra una perspectiva distinta a la lucha de clases marxista dando a
conocer que no solo se debe luchar por lo material, sino también por lo espiritual.
En esta lucha que puede parecer meramente materialista pero también, como
ya se hizo mención, se está luchando en un sentido espiritual, si bien no como
normalmente uno pensaría dada la referencia que se da cuando se cita a Hegel al
inicio de la obra, sino que esta lucha se da a partir de las actitudes de los
hombres, y cito: “En tal lucha están vivas como confianza, coraje, humor, astucia o
firmeza,…” (Reyes, Medianoche en la historia…, 95 p.), dando a entender que el
espíritu humano está presente y es por este que se apoyan para hacer propia la
lucha y no solo por lo material.
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Este nuevo enfoque que da Benjamín a la lucha de clases, deja claramente
visible que no siempre el enfoque principal en esta lucha entre los poseedores y
los desposeídos es por la obtención de los bienes, sino que también por la
obtención de un reconocimiento del uno hacia el otro como humanos que son.
Esta una lucha material vista desde lo espiritual.
El lado espiritual de los hechos humanos poco a poco se ha dejado de lado con
el pasar de los años, cosa que no debería ser así, pues lo espiritual no implica
solamente lo religioso, sino también lo intelectual, la conciencia y el pensamiento
que posee el hombre, pues surge de él y pertenece a él . Benjamín define este
aspecto como “lo fino y lo espiritual” que a su vez es “la experiencia” y con toda la
razón, pues la experiencia que vamos adquiriendo, la “guardamos” en nuestro
interior, para que más adelante, en el momento que sea necesario pongamos en
práctica lo que una vez esta nos dejó como aprendizaje.