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La escritura evolucionó originalmente al servicio de la agricultura y el comercio, así como las elites
políticas y religiosas. Y hasta hace poco, la mayoría de los escritos eran desde la perspectiva de estas
elites, registrando las hazañas de reyes y reinas, las grandes batallas ganadas y perdidas, y las
hazañas y visiones de los líderes carismáticos. La práctica y la enseñanza de la historia por lo
general rastrean el auge y la caída de las civilizaciones, los linajes y los hechos de la realeza y las
religiones, y en ocasiones cuestiones prácticas como la medicina antigua y los conocimientos
emergentes.Con la imprenta, los nuevos modos de transporte y comunicación y el surgimiento del
Estado nacional, la enseñanza de la historia se puso al servicio de la creación de identidades
nacionales. Así tenemos historia francesa, historia rusa, historia china, y así sucesivamente una
larga lista de períodos y regiones. En los Estados Unidos, por ejemplo, gran parte de la educación
pública implica contar y volver a contar la historia de los Estados Unidos (el período colonial, la
Revolución de los Estados Unidos, la redacción de la Constitución, la Guerra Civil, etc.) como un
deber cívico. Y proyecto patriótico. En muchas escuelas públicas de los Estados Unidos, la historia
del mundo se ve reducida y la evolución humana no lo hace.La Gran Historia toma un enfoque
diferente, viendo el mundo y la humanidad como un todo, comenzando profundamente en la
prehistoria humana. Incluye evolución de primates y paleoantropología; evolución cognitiva y
desarrollo del lenguaje; Fabricación temprana de herramientas y expresión creativa. las migraciones
de cazadoresrecolectores alrededor del mundo; la domesticación de plantas y animales; el auge de
la agricultura y la propagación de enfermedades; el crecimiento de los asentamientos permanentes,
las redes comerciales y el uso del dinero; innovación tecnológica y consumo de energía; el uso de los
recursos naturales; y el crecimiento de la población. Explorar la Gran Historia requiere que primero
estudiemos la historia como ciencia, aprovechando numerosas disciplinas físicas y biológicas:
arqueología, genética, neurociencia, lingüística, ingeniería, economía, demografía, y más: para
recopilar y analizar sistemáticamente información sobre el pasado desde una perspectiva evolutiva
y global. Las historias nacionales y religiosas están todas contextualizadas dentro de este marco más
amplio.
El enfoque de la Gran Historia también implica la interpretación humanista, pero en el contexto de
una rica y creciente plataforma de hechos científicos. Hay muchos que creen que este enfoque
narrativo para la enseñanza de la ciencia, desde el big bang hasta el día de hoy, ayudará a los
estudiantes a comprender y retener los muchos detalles de la ciencia y los aplicará mejor a los
grandes problemas del mundo, las grandes preguntas de la humanidad y los desafíos de la futuro.