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Alicia Fernanda Soberón Elizondo Aula 126 06-03-19

El estadio del espejo describe la formación del Yo a través del proceso de identificación: el Yo es el
resultado de identificarse con la propia imagen especular (se refiere al reflejo del propio cuerpo en
el espejo, a la imagen de uno mismo que es simultáneamente uno mismo y otro).La clave de este
fenómeno está en el carácter prematuro de la cría humana: a los seis meses, el bebé carece
todavía de coordinación. No obstante, su sistema visual está relativamente avanzado, lo que
significa que puede reconocerse en el espejo antes de haber alcanzado el control de sus
movimientos corporales. En el estadio del espejo el infante ve su reflejo en el espejo como una
totalidad, como un todo/síntesis (gestalt), en contraste con la falta de coordinación del cuerpo
real: este contraste es experimentado como una tensión agresiva entre la imagen especular y el
cuerpo real, ya que la completad de la imagen parece amenazar al cuerpo con la desintegración y
la fragmentación. La angustia provocada por esta sensación de fragmentación y como para
resolver esta tensión agresiva, el sujeto se identifica con la imagen: esta identificación: esta
identificación primaria con lo semejante es lo que da forma al Yo.
Lacan destaca una serie de características que son propias del bebe humano en este periodo del
estadio del espejo, que se pueden reducir en dos grandes ideas:
- La primera tendría que ver con la teoría de la Prematuración
- La segunda es la Dependencia

Insuficiencia/Anticipación. La insuficiencia es la ilusión de la identificación espacial, es decir, la


sensación de contraste con la falta de coordinación del cuerpo generada por la imagen como un
todo/síntesis.

Fragmentación/Gestalt. La gestalt es la imagen visual como un todo unificado. El Yo se forma por


identificación con la gestalt de la imagen corporal. La fragmentación es el nivel de desintegración
agresiva del individuo.

Identidad Alienante/Enajenante. Se usa el término alienante porque el yo se identifica por


identificación, pero esa identificación no es con una imagen fiel de uno, sino con la imagen que da
el espejo. Lo que uno es parte de otro, en este caso ese otro, es el espejo.

Yo ideal/ Ideal del Yo.


El Yo Ideal alude a la imagen unificada en el espejo. Sería la imagen virtual, se origina en la imagen
especular del estadio del espejo: es una promesa de síntesis futura hacia la cual tiende el yo, la
ilusión de unidad que está en la base del yo. (Orden de lo imaginario).
El Ideal del Yo, es el STE que opera como ideal, un plan internalizado de la ley, la guía que gobierna
la posición del sujeto en el orden simbólico. (Orden de lo simbólico).

Matriz simbólica.
No hay Yo sin matriz simbólica. La matriz simbólica es la mirada unificadora, ésta que representa
para el niño esa mirada ideal a la cual el yo queda identificado. La matriz simbólica permite que se
forme el Yo. A la matriz simbólica también hay que pensarla como deseo materno (que empuja al
niño a identificarse con eso que ella desea. El deseo materno de un hijo se transmite mediante la
mirada amorosa de la madre. La matriz simbólica, puede ser pensada como el deseo de la madre,
la castración de la madre da al hijo su lugar de falo imaginario. De no haber matriz, el niño no
tendría valor de falo y no podría constituirse.

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