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cimienta en las ideas de dicho hombre y de la época en que vivió. Sin embargo,
factores que reflejan ideas que surgieron de la persona o que esta misma
resaltar que existe una diferencia entre “ideas” y “creencias”. Las primeras, se
refieren a ocurrencias producto del acto de pensar, sobre las cuales “podemos
decir que las producimos, las sostenemos, las discutimos, las propagamos,
combatimos en su pro y hasta somos capaces de morir por ellas” (Ortega &
Gasset, 1934. p2). Mientras tanto, las creencias “parecen estar ahí ya antes de
que nos ocupemos en pensar” (Ortega & Gasset, 1934. p2) y no son producto
incluso unas que creemos tan verdaderas como las teorías científicas que solo
validez o la niegue, lo que es válido en una cultura puede ser falaz en otra. Así
pues, la realidad que definimos por medio de nuestras ideas se refiere a una
construcción teórica que, según Ortega y Gasset, “se reduce a la solidez con la
que aguanta ser referida a todas las demás ideas” (1934, p6). Por lo anterior,
se puede decir que “entre nosotros y nuestras ideas hay, pues, siempre una
1934. p6).
difícil pensar sobre una realidad que no esté mediada por nuestras ideas. Las
existencia, están allí incluso antes del acto de pensar puesto que son la
ejecución del acto de la vida. Cabe aclarar que para Ortega la vida es
mundo, la vida depende de lo que sea el mundo. En dado caso que llegase a
muelas, este se nos presenta ejecutivamente puesto que nos duele y posee una
Pues bien, una de las creencias básicas de las que hemos hablado en este
Gasset, 1934. P7). De este modo, aunque existan ideas que parezcan
parecen ser verdaderas hoy, pueden ser falsas mañana. Pese a lo cual,
una interrupción bien fundada en la cual, según ellos, “no tiene sentido seguir
lo que no sabemos pero que queremos saber cueste lo que cueste. Esta duda
“nos arroja ante lo dudoso, ante una realidad tan real como la fundada en la
sabemos a qué atenernos ni que hacer” (Ortega & Gasset, 1934. p 9). La duda
tiene un carácter ejecutivo en nuestra vida. De este modo, la duda nos permite
que la persona llena con ideas propias y prestadas que son influenciadas por el
algunas dudas con respecto a su teoría. En primer lugar, Ortega argumenta que
las creencias, al igual que la vida son una ejecutividad continua, es decir, que
siempre están de forma activa, razón por la cual nos parece problemático el
hecho de decir que existen creencias antagónicas. De ser así, ¿cómo podría
simultáneamente? Por otra parte, Ortega dice que la duda nos hace ir de una
creencia a otra, genera vacios que llenamos con nuestras ideas. Sin embargo,
comprender mejor, entendamos las creencias como una red de “ideas” básicas
entorno. Otro ejemplo que podríamos tomar para ilustrar mejor esto, es el de
una mosca que intenta atravesar una ventana. Al igual que la mosca, alguno de
nosotros podría tropezar con un vidrio debido a la creencia de que al poder ver
hacia el otro lado, se supondría que podemos caminar hacia allí. Aún así, la
que puede que aquello no sea tan verdadero como pensamos en un principio.
Cuando tropezamos con el vidrio, podemos atribuirle un estado de verdad a una
por caminar hacia el otro lado. De no ser así, seguiríamos al igual que la mosca
Por otra parte, surge el problema de cómo una creencia continua puede
en los valores de verdad de las creencias por medio de la duda, nos dejan en
del por qué de dicha variabilidad. Así pues, los vacios se refieren a la continua
con dicha incertidumbre que deja la continua variabilidad de las creencias por
referidos a otras ideas. De esta forma, las construcciones teóricas que intentan
vida de un hombre debería dar cuenta las creencias básicas sobre las que
reposa su existencia.
REFERENCIAS
Ortega & Gasset. (1934). Ideas y Creencias.