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INSTITUCIÓN EDUCATIVA NACIONAL LOPERENA

Docente: TEDDYS SEOANES LERMA


1 Periodo Guía Nº 1
Nombre: _______________________________________________ Grado: _______

Colombia en la segunda mitad del siglo XIX:


EJE TEMÀTICO: Modernización y desarrollo económico
ESTANDAR: RELACIONES ÉTICO POLÍTICAS
LOGROS
1. Analiza el proceso de modernización de Colombia durante la segunda mitad del siglo XIX.
2. Establece relaciones entre la organización socioeconómica y cultural de Colombia durante la segunda mitad del siglo XIX con la
organización económica actual d e p a í s .
3. Reconoce y valora el aporte que dio a Colombia su proceso de modernización durante la segunda mitad del siglo XIX.

INDICADOR DE LOGRO.
1. Identifica los hechos más importantes del proceso de modernización de Colombia durante la segunda mitad del siglo XIX. •
Reconoce los aportes del proceso de modernización de Colombia durante la segunda mitad del siglo XIX al desarrollo actual del país.
• Aplica el método científico para estudiar algunos temas del desarrollo económico de Colombia.
2. • Identifica normas surgidas a partir del proceso de modernización de Colombia en la segunda mitad del siglo XIX, y las compara
con algunas normas vigentes en el país. • Reconoce las ¡deas que legitimaban el proceso de modernización de Colombia en la
segunda mitad del siglo XIX. • Compara el sistema económico y social que generó el proceso de modernización de Colombia con
algunos rasgos del sistema político colombiano actual.
3. • Emite juicios de valor ponderados con respecto a causas y consecuencias del proceso de modernización de Colombia en la
segunda mitad del siglo XIX.

La catedral de Bogotá en el siglo XIX.

TE HAS PREGUNTADO alguna vez...


I ¿Cuáles productos se cultivaban en el país en el siglo XIX? ¿Qué
importancia tuvieron en los aspectos económico y social?
Anteriormente vimos que a mediados del siglo XIX las vías y los
medios de comunicación estaban muy atrasados, circunstancia que
mantenía aisladas entre sí a las regiones y con el exterior. Sin embargo,
poco a poco se introdujeron medios de comunicación como el
telégrafo y el teléfono, y medios de transporte como el tren y los
barcos de vapor. La primera línea férrea se inauguró en Panamá en
1855. De otro lado, un conjunto de medidas económicas fortaleció las
exportaciones de quina, tabaco y café. Este último producto pasó a
ser una de las herencias que el siglo XIX legó al siglo XX.

Y TÚ, ¿qué sabes?


1. ¿Cómo te imaginas las ciudades y el comercio en Colombia hace más
de cien años?
2. ¿Sabes cuáles productos comprábamos y cuales vendíamos a otros
países en el siglo XIX?

Grabado de indígena sibundoy. La población colombiana en el siglo XIX

Para la segunda mitad del siglo XIX, la población total Colombia era de un
millón ochocientos mil habitantes, más menos la vigésima parte de la actual. Esto
se debía, en parte que durante esta época mucha gente moría a causa de
enfermedades que hoy serían curables. Sin embargo, la población registro un
crecimiento constante a lo largo del siglo XIX, y para comienzos del siglo XX el país
sobrepasaba los cuatro millones de pobladores

EL CAMPO
En el siglo XIX la mayoría de la población colombiana se ene: traba asentada en el
campo. Debido a ello, la agricultura fut principal actividad económica en nuestro
país.
Ya fuera como propietarios de pequeñas parcelas de tierra, o como residentes en
las haciendas de los terratenientes, este gran porcentaje de la población
colombiana se dedicaba a la explotación de productos agrícolas para su
abastecimiento, para surtir los centros comerciales cercanos y en menor medida
para exportarlos.

LAS CIUDADES Día de mercado. Acuarela de la Comisión Corografía}.


A mediados del siglo XIX las ciudades eran pequeñas concentraciones de personas que
no superaban los 10.000 habitantes, exceptuando a la capital del país, en la que
habitaban alrededor de 40.000 personas. Para finales de siglo estos pequeños centros
urbanos habían multiplicado su tamaño por tres. Las ciudades promedio fluctuaban
20.000 y 30.000 habitantes.
A comienzos del siglo XX, Bogotá, Medellín y Barranquilla eran las ciudades más grandes de
Colombia. Además habían sido los principales centros de la vida política, de la cultura y de la
educación durante el siglo XIX. En estas ciudades se desarrollaba otra de las actividades
económicas del país: la producción artesanal. La
población de los centros urbanos estaba compuesta por blancos, mestizos, mulatos,
negros e indios de todas las clases sociales, dedicados a actividades tales como la
manufactura de productos, el comercio, el servicio doméstico, la política y la actividad artística e intelectual. Aunque en las ciudades más
pobladas de nuestro país no se llevaron a cabo fuertes procesos de industrialización, como ocurrió en Europa para la misma época, la
sed de modernización de las clases gobernantes trajo consigo cambios significativos a nivel de obras urbanas y medios de comunicación,
con lo cual se buscaba un mejoramiento de la calidad de vida de la población y una comunicación más eficiente con el exterior

EL AISLAMIENTO GEOGRÁFICO
Muchas regiones que conforman nuestro territorio están separadas de las otras por obstáculos difíciles de superar, como, por ejemplo,
grandes extensiones de selva, altas montañas, ríos, etc. Durante la segunda mitad del siglo XIX solamente existían algunos caminos en
malas condiciones y la única forma de transportarse era a lomo de caballo o de muía, o por los ríos, mediante canoas y barcos
pequeños. Estas circunstancias influyeron para que los grupos de personas de cada región vivieran muy aislados unos de otros, lo que
dio lugar a que surgieran notables diferencias culturales, económicas y sociales.

LA COMUNICACIÓN Y EL TRANSPORTE
A mediados del siglo, transitar por el territorio colombiano se hacía difícil debido a la ausencia de un sistema eficiente de comunicación
entre las diferentes regiones. Las principales ciudades estaban conectadas entre sí por viejos caminos de herradura, que incluían en su
ruta pronunciados descensos o pendientes, para ser recorridos a caballo, a pie, a lomo de muía o de indio. En la época de lluvias, el
desplazamiento por estos caminos se convertía en una verdadera odisea.
Por ejemplo, para viajar de la costa caribe al interior del país, la única vía de transporte habilitada para] época era el río Magdalena. Como
recordarás, Ana del establecimiento permanente de la navegación e barcos de vapor por este río hacia el año 1845, k viajeros debían
enfrentar las incomodidades di recorrido en medios de transporte tales como 1 champán y el bongo, especie de balsas que era
impulsadas a remo por bogas o canoeros. No existe camino terrestre que conectara a la región Cari con el resto del territorio del país.
En términos de desarrollo de una economía con otros países, el representaba un gran obstáculo, pues todos los productos del
comercio entraban y salían por la tos del mar Caribe.
Fue por este motivo que uno de los principales retos de los reformadores liberales estuvo orientado. Al mejoramiento de las vías de
comunicación v los medios de transporte que enlazaban unas regiones con otras. Especialmente, se buscó la manera de mejorar los
caminos que conectaban a las regiones. Con el río Magdalena, para hacer posible el transporte de mercancías utilizando carretas. De esta
forma no sólo se mejoró el sistema de rutas y camina heredados de la colonia, sino que se impulso 1] construcción de carreteras
modernas, y posteriormente surgieron los ferrocarriles.

Las reformas liberales y el problema de la tierra


LA TIERRA EN EL SIGLO XIX
Hacia mediados de siglo, los reformadores liberales iniciaron una ofensiva legal contra las tierras de la Iglesia, que desde tiempos de la
Colonia era dueña de grandes extensiones.
De la misma manera, en contra del deseo de las comunidades indígenas, los resguardos quedaron definitivamente disueltos. Debido a estas
medidas, el Estado quedó como propietario de una gran reserva de tierras públicas, cercana al 80% del territorio del país.
Como parte del proyecto de modernización de la economía, se emprendió entonces una campaña de distribución de tierras. Con ello se
buscaba estimular, además de la agricultura, el desarrollo de algunos principios de la economía liberal, tales como la propiedad privada
y la iniciativa económica individual. Muchas de estas tierras fueron entregadas como pago de las deudas contraídas por el Estado con
algunos ciudadanos. Algunas fueron cedidas a empresarios ricos que se comprometieron a impulsar la construcción de vías de
comunicación. Otras permanecieron en manos de sus antiguos propietarios coloniales. Otras fueron repartidas en el transcurso del siglo en
pequeñas parcelas entre propietarios pobres.

LA HACIENDA
La figura predominante de la tenencia de la tierra i el siglo XIX fue el latifundio, que encontró en el: tema de hacienda su expresión más
común. Para: explotación requería gran cantidad de mano de obra que no resultaba difícil de conseguir, pues la maya ría de la población
estaba radicada en el campo y en sumamente pobre.
Los trabajadores que sirvieron en estas inmensas propiedades fueron los indígenas y los esclavos liberados, junto a muchos otros
blancos y mestizos pobres. La forma de pago vanaba. La más común i el pago de la jornada de trabajo, pero en muchas ocasiones los
propietarios de las haciendas arrendaban pequeñas parcelas de tierra a algunas familias, pedían a cambio de una renta, qoe esta
fuera en trabajo o con la entrega de una parte de sus cosechas.

LOS PEQUEÑOS PROPIETARIOS


Aparte de la hacienda, durante el siglo XIX también existió otra forma de tenencia de la tierra: la pequeña propiedad. Consistía en unas
pocas hectáreas i tierra que proporcionaban el sustento de sus propietarios. Cuando la producción generaba algún dente, era vendido
en el mercado local

EXPANSIÓN DE LA FRONTERA AGRÍCOLA


En busca de medios que pudieran ser útiles para fomentar el desarrollo de la economía nacional, los gobiernos liberales impulsaron la
colonización de muchas tierras del Estado, llamadas territorios baldíos. Estas eran zonas que, a mediados del siglo XIX, aún permanecían sin
colonizar. Este proceso se vio favorecido por dos razones en particular:
El incremento de la población. En ciertas áreas empezó a escasear la tierra cultivable. Por este motivo muchas familias tuvieron que
emigrar en busca de nuevas y mejores oportunidades. La concentración de la tierra en pocas manos. En muchos lugares del país la
propiedad de la tierra estaba en manos de unas pocas familias.
En efecto, a pesar de que el Estado intentó distribuir la tierra en forma equitativa, en la práctica esto no resultó así. La mayoría de la
tierra quedó en manos de personas adineradas, mientras que los colonos pobres terminaron en posesión de terrenos muy
pequeños. Esto se debió, en gran medida, a práctica S ilegales de apropiación de las tierras por parte de algunos hacendados, para
quienes no resultaba difícil alterar las fronteras de sus propiedades o iniciar procesos judiciales de expropiación y de expulsión.
Sonto Rosa de Osos en el siglo XIX, por Manuel María Paz

TRANSFORMACIÓN DE LA AGRICULTURA
El proceso de colonización ayudó a transformar la agricultura del país y fomentó la formación de una economía exportadora. La
consolidación de la hacienda dio paso a la especialización de la agricultura, pues podía dedicar sus grandes extensiones de tierra al
cultivo masivo de productos comerciales de exportación tales como la caña, el algodón, el cacao, el tabaco y el café.
Los pequeños y medianos cultivadores abastecieron a las ciudades de los productos de consumo básico tales como maíz, yuca, plátano, papa,
gallinas y cerdos.
En algunas ocasiones unieron fuerzas para costear entre varios la cría de ganado y la producción, en pequeña escala, de algunos
productos comerciales. Tanto la hacienda como los pequeños y medianos productores contribuyeron a un desarrollo notable de la economía
nacional y al incremento de las exportaciones durante la segunda mitad del siglo XIX.

PROCESOS COLONIZADORES DEL SIGLO XIX.


A pesar de las buenas intenciones de las reformas impulsadas por los gobiernos, los procesos de colonización de las tierras
desocupadas se llevaron a cabo en medio de políticas poco claras. Por ejemplo, en muchas ocasiones colonos que llevaban largo tiempo
establecidos en una tierra, eran expulsados por supuestos propietarios que reclamaban la devolución de sus terrenos, apoyados en la
posesión de viejos títulos de propiedad.
Estas circunstancias obligaron a muchas familias a buscar nuevos lugares para colonizar. De otra parte, los colonos también se vieron
expuestos a las prácticas ilegales de los terratenientes para apropiarse de sus tierras. Por tal razón, los procesos de colonización
estuvieron marcados por el conflicto permanente entre los colonos y los grandes propietarios, quienes, muchas veces, en ausencia de
medios legales para resolver sus diferencias, emplearon la violencia para imponer sus intereses.

LA COLONIZACIÓN ANTIOQUEÑA
Por sus condiciones geográficas y por tratarse de tierras aptas para el cultivo de productos comerciales, la región antioqueña fue la zona
de mayor atracción de nuevos colonos.
En ella se dio la concentración más significativa: pequeños propietarios del país, contrastando con el resto del territorio, en donde los
centros productivos se establecían en las grandes haciendas y en los latifundios. Durante la segunda mitad del siglo XIX colonización
antioqueña se extendió a los actuales departamentos de Caldas, Risaralda, Quindío, Norte del Valle y del Tolima. Allí se establecieron
muchísimas familias. Posteriormente, a comienzos del siglo XX, esta región ejerció un papel muy importante en el desarrollo de la
economía cafetera.

LA COLONIZACIÓN DE LOS LLANOS ORIENTALES En contraste con la región antioqueña, la colonización de los Llanos Orientales fue un
lento proceso que abarcó todo el siglo XIX y gran parte del XX. Durante la época colonial los Llanos Orientales eran una extensa
región, deshabitada y poco explorada. Hasta mediados del siglo XIX, y gracias a las actividades de la Comisión Corográfica, los
colombianos tuvieron algún conocimiento acerca de las carácteristicas y de las condiciones de esta inmensa parte del territorio nacional. En
la colonización de esta zona no se obtuvieron resultados inmediatos, ya que resultaba poco atractivo para los colonos.

Colonización del sur de Antioquia. Colonizcion de los llanos a fines del siglo XIX.

La creación de un mercado nacional


OBSTÁCULOS PARA SU CONFORMACIÓN
La constitución de un mercado nacional en el siglo XIX se vio enfrentada a obstáculos de distinta naturaleza. En primer lugar las
difíciles condiciones geográficas del territorio, sumadas al mal estado de las vías de comunicación, hacían sumamente complicado el
transporte de mercancías. Por estas circunstancias, los costos del transporte superaban las posibles ganancias, lo que volvía poco
tentador el comercio entre regiones.
Esto significaba que el intercambio interregional de productos era prácticamente nulo. Así, las economías regionales del siglo XIX eran
de subsistencia; es decir, que además de producir lo necesario para la alimentación y el vestido de sus habitantes, generaban
excedentes para el comercio con otras regiones.

LOS REFORMADORES LIBERALES Y EL MERCADO NACIONAL


Uno de los principales esfuerzos de los reformadores libérale consistió en buscar la
manera de consolidar un mercado interior pues se pensaba que sin la existencia de
este se haría muy difícil abrir las fronteras al mercado externo. A pesar de ello, y antes
de que existiera un mercado nacional, el país se abrió al mercado internacional, ya
que para algunas regiones resultaba más fácil realizar actividades comerciales con
otros países, que con otras regiones del país. El desarrollo de un mercado
nacional tuvo que esperar hasta comienzos del siglo XX para afianzarse

PUNTO DE VISTA de vista El día de mercado"


"Era la tarde de un día de mercado cuando llegamos: las calles estaban obstruidas por bueyes
enjalmados, con carga y sin ella, y por muchedumbre de indios y mestizos, más o menos alegrones, a causa
de la chicha, los unos disputando a gritos en mitad de la calle, y los otros agrupados en las tiendas y
pasándose de mano en mano sendas totumas del licor popular, mientras algún tañedor de tiple rasgaba con
entusiasmo las cuerdas, y entonaba el monótono recitado en que expresaba su pena delante de la
rechoncha Dulcinea, objeto de sus esfuerzos artísticos, Allí el chircate de la india y las enaguas de bayeta de la mestiza andaban amigablemente juntos, y el calzón corto y
ruanilla parda del chibcha fraternizaban con el largo pantalón azul y la pintada ruana del labrador blanco, quien con el sombrero ladeado, plegada una orilla de la ruana
sobre el hombro derecho para lucir el forro amarillo, y puesto al desgaire el tabaco en un extremo de la boca, se dignaba escuchar y responder dogmáticamente al indígena
su interlocutor". Manuel Ancízar, Peregrinación de Alpha. Manuel Ancízar.

EL MERCADO EXTERNO
El mercado externo, es decir, con otros países, contaba con limitaciones muy
parecidas a las del mercado nacional. Pero logros como la navegación en
barcos de vapor por el Magdalena y la construcción de carreteras hacia los
puertos de este río, fueron de gran importancia para el desarrollo del comercio.

EL CRECIMIENTO DE LAS EXPORTACIONES


|En 1870 se inició un período de gran crecimiento para las exportaciones colombianas.
Este coincidió con el crecimiento de la demanda de materias primas de los países
europeos, que por esos tiempos se encontraban en plena revolución industrial.
Estos países, que contaban con la infraestructura industrial para la producción
masiva de artículos, no eran productores de materias primas.
Pe r ello, se convirtieron en importantes compradores de productos como algodón,
cuero, tabaco, maderas y caucho. Este período de bonanza para los exportadores
nacionales duraría aproximadamente unos treinta años y traería consigo tiempos
de prosperidad para muchos empresarios.
LOS PRODUCTOS DE EXPORTACIÓN
Durante la segunda mitad del siglo XIX, Colombia continuó exportando, como en
tiempos de la Colonia, importantes cantidades de oro y metales preciosos. Sin embargo, con la
ampliación de los mercados internacionales hubo otros productos que adquirieron importancia. Hasta
comienzos de los años ochenta, el tabaco y la quina, esta última usada para curar la malaria,
obtuvieron los primeros lugares entre las exportaciones.
Hacia finales.de siglo, estos productos habían perdido importancia, siendo remplazados por el
café ya en 1889 alcanzó a representar casi 50% de las exportaciones nacionales. Posteriormente
se incluyó la exportación del caucho. En menor medida, Colombia también fue exportadora, durante
la segunda mitad del siglo XIX, de productos tales como cueros, algodón, añil, sombreros,
maderas, ganado y bananos.

Las políticas económicas y de mercado


Durante el siglo XIX hubo un intenso debate en torno al modelo económico que debía ser aplicado en el país. Las alternativas eran: el
proteccionismo y el librecambismo.

LAS IMPORTACIONES
Durante la segunda mitad del siglo XIX, la mayoría de los gobiernos liberales fueron partidarios de una política económica libre cambista. Es
decir que apoyaron decididamente las importaciones.
Para mediados de siglo, los países latinoamericanos se habían convertido en compradores significativos de productos provenientes de
Inglaterra. Colombia no fue la excepción. Además de las telas, que representaban más de la mitad de las importaciones Colombianas
durante el siglo XIX nuestro país importó alimentos y bebidas, productos de madera, vidrio, cuero, papel y porcelana. Pero, en términos
generales, la mayoría de las importaciones que se realizaba eran artículos de lujo y no productos de primera necesidad.

PUNTO DE VISTA. Sociedad y economía en el siglo XIX


"La estructura natural de la sociedad, bajo su aspecto económico, reposa en mi concepto sobre estos hechos: Primero. El hombre nace con necesidades de diverso
género, entre las cuales están las que lo obligan a alimentarse, vestir se y abrigarse a sí mismo y a su familia, lo que no puede satisfacer legítimamente sino por
medio del trabajo. (...) Segundo. El derecho de producir no bastaría por sí solo si no fuera acompañado del de consumir, (...) Tercero. Dado que ningún hombre
produce por sí solo todos los bienes que necesita consumir, (...) se sigue forzosamente la necesidad, y el derecho, de cambiar lo que produce por lo que otros han
producido. Cuarto. Producir, consumir, cambiar, y los consecuenciales de ahorrar, acumular y progresar, no se verifican sin riesgo de que los parásitos quieran arrebatar lo
suyo a los trabajadores, de donde ha nacido la necesidad de crear una fuerza común, que es el gobierno, para defender a los que producen, cambian, consumen,
ahorran, acumulan, etc., contra el que quiera estorbar el ejercicio de esa actividades".
José María Samper

Las transformaciones sociales en el siglo XIX


La manumisión de los esclavos
Comenzando la segunda mitad del siglo XIX, miles de esclavos, entre ellos viejos de más de 60 años, niños y lisiados, tuvieron que ser absorbidos por sus propias familias,
mantener su condición de esclavos o acceder a cualquier tipo de trabajo para poder sobrevivir. Algunos fueron converti dos en arrendatarios de minas, tal como lo hizo
la familia Mosquera. Esto resultó ventajoso para los antiguos amos, que así dejaban a un lado los gastos de administración, salud y alimento de sus negros para
recostar sobre ellos tales gastos, además de tener que pagar una renta a sus patrones. ( .. .)
Mermes Tovar, La manumisión de esclavos en Colombia (1809-1851) (Adaptación)

Arriero y tejedora, por Carmelo Fernández.

SURGIMIENTO DE LA CLASE CAMPESINA


A partir de la segunda mitad del siglo XIX, las clases dirigentes empezaron a
hablar de una "clase campesina colombiana". Esta nueva expresión, que
no había sido utilizada antes en el país, respondía a los profundos deseos
de los gobernantes por eliminar las grandes barreras que existían entre
unas regiones y otras. A. hablar de la "clase campesina", se quería incluir a
todos los hombres y mujeres que vivían en el campo. Sin embargo, esta
denominación no tenía en cuenta las grandes diferencias culturales y
sociales que se daban entre las regiones.

IMPACTO DE LA MANUMISIÓN DE ESCLAVOS


Tras la abolición de la esclavitud en 1851, los antiguos esclavos, ahora
como hombres libres, debieron buscar la manera de atender sus
necesidades básicas. Sin embargo, para estos hombres y mujeres, que
desde su llegada a América habían estado dedicados al trabajo en las minas,
las haciendas y las casas de sus amos, empezar una nueva vida no fue nada
fácil. En realidad no había muchas tareas nuevas a las que pudieran dedicar-
se. Por este motivo, mientras algunos fueron empleados por sus antiguos
amos para labores domésticas, la gran mayoría tuvo que aceptar trabajo
en las haciendas por sueldos muy bajos. Es decir, después de la emancipa-
ción, los antiguos esclavos siguieron configurando el, eslabón de mayor
pobreza en la sociedad colombiana.

LOS ARTESANOS
Durante el siglo XIX se formó poco a poco una nueva clase social que fue
adquiriendo importancia en e! escenario político y económico del país. Se
trataba de los artesanos, una clase media en ascenso que vivía en las
ciudades y se dedicaba a la elaboración de productos hechos a mano para
su comercio dentro y fuera del país. Los artesanos desempeñaron un
notable papel en la vida política de Colombia durante la segunda mitad del siglo XIX. Sus intereses políticos se centraban en que los
gobiernos mantuvieran tarifas arancelarias altas, que les garantizara el progreso de sus industrias.

LA INVENCIÓN DE LA NACIÓN
Para la segunda mitad del siglo XIX, Colombia no era | una nación unificada. Por el contrario, era un con-I junto de fragmentos
regionales, donde el territorio, I la política, la sociedad y la economía a duras penas se encontraban comunicados e interconectados.
Frente a esta situación, las clases gobernantes buscaron de muchas maneras que todas las distintas piezas del país encajaran entre sí.
Como si se tratara de un rompecabezas, intentaron encontrar la forma de integrar la economía nacional, vencer las divisiones sociales
heredadas de la Colonia, ampliar la ciudadanía y la participación política, hacer posible la educación para todos, deshacer las
diferencias regionales y unificar el territorio del país. Sin embargo, las diferencias existentes a lo largo y ancho de las fronteras de Colombia
dificultaron enormemente la tarea de construir una nación unificada.

LAS CLASES ALTAS URBANAS


Durante el siglo XIX las ciudades fueron consideradas por sus habitantes como verdaderos centros de cultura y civilización. Se pensaba que eran
el corazón de la vida política y cultural de la nación.
En ellas habitaban las familias más acomodadas económica y socialmente, aunque también existía una importante clase
media y numerosa población pobre.

Viajero europeo haciendo mediciones en el paso del Magdalena. Mujeres de diferentes grupos sociales.

Los habitantes urbanos, pero sobre todo los pertenecientes a las clases altas, se sentían dueños de una capacidad intelectual y moral
superior a la de los individuos que vivían en los campos. Pensaban que sus modales, su tipo de educación y sus formas de comportamiento
eran verdaderos ejemplos de civilización y progreso. Por su parte, las sociedades campesinas eran vistas generalmente como sociedades
atrasadas, con muy bajos niveles de cultura y de educación.

LA INMIGRACIÓN EXTRANJERA
Durante el siglo XIX muchos gobernantes intentaron atraer la atención de los extranjeros para que vinieran a vivir al país, particularmente los
europeos. Esto hacia parte de un proyecto de fomento a la inmigración que. según se pensaba, traería efectos sumamente positivos para el
futuro de la sociedad colombiana.
La clase alta colombiana era admiradora de la cultura europea y particularmente de sus desarrollos maten: ropa marcaba una
pauta que los países americanos en el siglo XIX intentaron imitar como mejor pudieron: el viejo continente representaba los
valores del mundo civilizado y de la modernidad. Debido a ello, traer inmigrantes europeos al país significaba aumentar de manera
importante sus posibilidades de progreso. Sin embargo, las políticas de inmigración no tuvieron la acogida esperada y fueron muy pocos
los europeos que decidieron venirse a vivir al país.

El desarrollo de los medios de comunicación


A comienzos del siglo XX llegaron al país algunos adelantos tecnológicos como el telégrafo, el ferrocarril y, en las ciudades grandes, el
teléfono. En un país de regiones, separado por grandes barreras geográficas, la implementación de estos nuevos medios de comunicación
ayudó al desarrollo de la economía, y dio paso a rápidas transformaciones en la vida cotidiana de las ciudades.

EXPANSIÓN DEL TELÉGRAFO


En las últimas décadas del siglo XIX se instalaron en Colombia algunas líneas de telégrafo que comunicaron entre sí a las ciudades más
importantes, a través de un sistema de cables que seguía el curso de los caminos principales. Sin embargo, la llegada del telégrafo tuvo
que enfrentar difíciles obstáculos.
Aparte de la difícil geografía, las creencias religiosa de la población ofrecieron una curiosa resistencia; en muchas ocasiones destruían los
cables, asegurando que el telégrafo era invento del diablo, y que era él quien los había puesto allí. A pesar de ello, el telégrafo se expandió
lentamente y llegó a permitir la comunicación entre varias ciudades del país, y de estas con el mundo.

EL FERROCARRIL
El ferrocarril fue el motor principal del desarrollo de la economía colombiana durante la segunda mitad del siglo XIX y la primera mitad del
siglo XX. Gracia a él, los costos del transporte de mercancías se redujeron enormemente y se incrementó la rapidez de los viajes. Las
líneas ferroviarias permitieron conectar entre sí las zonas de mayor actividad economía con los puertos marítimos. Esto favoreció el
comerció internacional, pues facilitó tanto la entrada como la salida de productos. La navegación en barcos de vapor por el Magdalena
continuó siendo, de todas maneras, el principal medio de transporte de pasajeros a finales del siglo XIX.
El primer ferrocarril que se construyó en el país fue el de Panamá. De alguna manera, fue el antecesor del canal interoceánico. Esta línea
de ferrocarril, cuya construcción se terminó en 1855, facilitó la salida al mar Caribe de las mercancías procedentes de las costas del
Pacífico colombiano.

La economía durante la Regeneracióni


LA CRISIS DEL MODELO EXPORTADOR lamina sobre la quina de la Expedición Botánica.
A comienzos de la década de 1880, la prosperidad de las aportaciones colombianas decayó, a causa de
la baja en a demanda internacional sobre los productos en los que el país había puesto sus
esperanzas económicas. Ello puso en duda las políticas económicas de los liberales que durante
las últimas décadas habían gobernado el país y habían implantado el librecambismo como modelo
Económico. En este contexto, productos como la quina y el tabaco, no sobrevivieron a la crisis y
desaparecieron del panorama de las exportaciones colombianas. En cambio productos, como el café,
despegaron con mucha fuerza gracias a un incremento significativo en el mercado internacional.
Troquel para fabricar monedas
UNA NUEVA POLÍTICA ECONÓMICA: EL PROTECCIONISMO
Frente a la crisis económica que vivió el país en las últimas décadas del siglo XIX, los gobiernos de la
Regeneración tomaron la decisión de dar una nueva orientación a la política económica del país. Esto
puso fin a la era librecambista que se basó en el bajo nivel de las tarifas arancelarias.
Según Rafael Núñez, el país no se encontraba en condiciones de poder competir libremente con los
productos extranjeros. Por tanto, planteó que la economía colombiana necesitaba reforzarse
internamente, antes de proyectarse con fuerza hacia el exterior.
Para ello debía ponerse en marcha una política proteccionista, con la cual se protegían los artículos
hechos en el país por medio de impuestos altos o aranceles a los productos llegados del exterior.
Así, durante el período de la Regeneración se empezó a aplicar una política económica
proteccionista.

CREACIÓN DE LA BANCA CENTRAL


Como parte del proyecto de la Regeneración, el presidente Rafael Núñez promovió la creación de una
banca nacional unificada. Esta institución, que fue bautizada con el nombre de Banco Nacional, fue desde entonces la única autorizada
para producir papel moneda. Es decir que, desde su aparición, por primera vez hubo en Colombia una verdadera unificación de los billetes y
de las monedas que circulaban a lo largo del territorio nacional.
Colombia a inicios del siglo XX.
EL IMPACTO DE LA GUERRA SOBRE LA ECONOMÍA
La Guerra de los Mil Días, que se inició en 1899 y finalizo 1902, se convirtió en la contienda más sangrienta de la notoria de Colombia, pues
ocasionó cerca de 150.000 muertes Además de las pérdidas humanas, la guerra tuvo consecuencias verdaderamente negativas
sobre la economía del país. En primer lugar, debido a los altos costos del conflicto, el Estado se empobreció enormemente. En segundo
lugar las batallas, que tenían como escenario las zonas rurales obligaron a muchos campesinos a abandonar sus parcelas Como
consecuencia de esto, la producción agrícola sufrió un grave descenso.
LA ECONOMÍA CAFETERA: A finales de siglo, el café se había convertido en el
principal producto de exportación colombiano. En sus inicios el grano se
cultivaba en las grandes haciendas de Santander Boyacá y Cundinamarca. Para
su producción era necesario el trabajo de muchos hombres y mujeres,
contratados por los dueños de las haciendas con sueldos muy bajos o a cambio
de techo y comida. Aunque la economía cafetera dio trabajo a muchísimas
personas, los verdaderos beneficiados fueron los dueños de las haciendas
productoras. A comienzos del siglo XX, luego de un breve período de prosperidad
para la economía cafetera, esta se vio perjudicada por la Guerra de los Mil Días y
por un fuerte descenso en los precios mundiales del café. Estos dos factores
trajeron un periodo de grandes dificultades para la economía de exportación.
Entre finales del siglo XIX y
comienzos del XX, la producción del
café experimentó grandes cambios,
como los siguientes:
• Las zonas de cultivo se fueron desplazando lentamente de las grandes haciendas de
Cundinamarca y Santander hacia Antioquia y el occidente colombiano. Este proceso se
hizo más dinámico a causa de la colonización antioqueña.
• El café también empezó a ser cultivado por familias propietarias de parcelas medianas
o pequeñas.
• Las actividades de producción y comercialización del café, que antes estaban a cargo
de una sola persona, se fueron repartiendo en varias etapas. En adelante, mientras unos
se encargaban de cultivar el café, otros se encargaban de procesarlo y otros de
comercializarlo.
El café: un producto del siglo XIX
Luego de la crítica situación soportada con la Guerra de los Mil Días, la economía nacional
vivió una etapa ¡e relativa calma y estabilidad. En buena medida, esto fue resultado de dos
aspectos:
• El crecimiento exitoso de los cultivos de café en la zona antioqueña.
• El paulatino aumento de la demanda de café en el exterior, principalmente en Europa y en Estados Unidos.
Con estos antecedentes, hacia la segunda década del siglo XX el café se había convertido en el principal producto de exportación del país.
Esto, a su vez, permitió el desarrollo de otros sectores de la economía. Sobre todo a partir de 1930. Sin lugar a dudas, la economía cafetera
ha sido, hasta años recientes, el principal sustento económico de la nación, lo cual ha retribuido positivamente en el desarrollo del
país.

EL FINAL DEL SIGLO XIX Y SU IMPACTO EN LA HISTORIA COLOMBIANA


La segunda mitad del siglo XIX fue un período de transición entre las viejas tradiciones coloniales y los inicios de la modernización en
el país. Sin lugar a dudas, fue un período de cambios en la economía y en la política, que produjeron una serie de efectos en todos los
niveles de la sociedad.
Más allá de las realizaciones y de los fracasos, en medio condiciones tan complejas, no se puede negar que el país de finales del siglo XIX era, en
muchos aspectos, muy diferente de aquel que fue escenario de las luchas de independencia.
El sueño de la clase política de crear un Estado se había convertido en una realidad, si bien la inestabilidad institucional y las constantes
guerras civiles hacían difícil la consecución de otras metas. El factor económico fue decisivo en este proceso. Los grandes obstáculos al
desarrollo fueron enfrentados, en muchas ocasiones la precariedad técnica impidió el logro de mejores resultados, la transformación
fue importante. A pesar de todo lo anterior, la consolidación de una nación, que integrara a todos los habitantes como ciudadanos, con
los mismos derechos, fue y sigue siendo el proceso más lento y difícil. La discriminación social y racial continuó siendo una palpable
realidad, y aunque se alcanzaron logros materiales importantes. No todos los pudieron disfrutar.

La literatura y la pintura de finales del siglo XIX


Durante la segunda mitad del siglo XIX se manifestaron! diversas tendencias en el campo de la literatura, colombiana-! Dos de las más
importantes fueron el romanticismo y e". I modernismo.
• El romanticismo. En Europa, este movimiento surgió a oposición al excesivo racionalismo que había planteado el movimiento de la
Ilustración. A cambio, los románticos se centraron en ideales como la libertad y la importancia de
los estados de ánimo, las intuiciones y los sentimientos del individuo. En Colombia, puede decirse que el romanticismo llegó de manera
tardía. Se expresó en la poesía, a través de autores como Rafael Pombo y José Eusebio Caro, y en la novela, principalmente con la
obra María, de Jorge Isaacs.
• El modernismo. Hacia finales del siglo XIX, el ámbito literario del país experimentó cambios profundos, en particular gracias a la
influencia del modernismo, el cual se había expresado en Hispanoamérica a partir de la obra de autores como Rubén Darío, y en
España en los escritos ce Salvador Rueda.
El modernismo literario se centró en algunos principies que pueden resumirse como sigue:
- La escritura debía ser ante todo una búsqueda de ". belleza formal.
- La escritura podía permitir una ruptura con la realidad cotidiana y dar paso a la búsqueda de lo exótico e irreal
- La escritura podía hacer alusiones a la música y a 1: s colores, para afectar la sensibilidad del lector.
En Colombia, José Asunción Silva y Guillermo Valencia fueron considerados como poetas modernistas relevantes.

LA PINTURA
A finales del siglo, algunos pintores se dedicaron a realizar retratos de grandes proporciones, en los cuales aplicaron rigurosamente los
patrones académicos de la pintura europea y en desuso . Entre estos podemos mencionar a Epifanio Garay y Francisco Cano. Otros pintores,
como Andrés de Santamaría, realizare" obras con características más modernas.

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