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1. FUNDAMENTOS DEL PROGRAMA El punto de partida © QUE SENTIDO TIENE realizar un programa para la formacién de maestros en servicio encaminado a mejorar la calidad de la edu- cacién? En muchos pafses, la preocupacién por el mejoramiento de la prée- tica de los maestros de educacién bisica es prioritaria dentro de las reformas-educativas. Continuamente se estén buscando nuevos méto- dos para acercarse a los maestros ¢ interactuar con ellos, porque se reconoce su importancia central en el proceso educative y porque son ellos quienes finalmente le dan forma y contenido a las propuestas educarivas. Con el tiempo, los pueblos cambian y se desarrollan, y las necesi- dades de la sociedad cambian también. La educacién bdsica tiene que responder a esas necesidades, por lo que el papel de los maestros no puede ser siempre igual. Ahora que el fin de siglo nos hereda grandes adelantos tecnolégicos y la llegada de la nueva centuria anuncia una sotiedad distinta, el papel del maestro es objeto de discusién. ;Cémo debe ser el maestro que acompafie a las nuevas generaciones en su desarrollo? Las canferencias que se han realizado en cl plato mundial en materia de educacién han dictado ciertas orientaciones al respecto.' 18 ‘Transformanda la prdctics docente Las tendencias en cuanto a la educacién bésica demandan un maestro cada vez més preparado para ensefiar asus alumnos a entrar en contacto con el conocimiento y a apropiarse de él, a generar situa- ciones de aprendizaje que les permitan integrar el nuevo conocimiento con el precedente, asi como dispuesto a contribuir a la consttuccién de nuevos conocimientos desde una perspectiva transdisciplinar. Pero también demandan un macstro que acompafie a sus alumnos, du- rante el tiempo que permanezca en contacto con ellos, en su forma- cién como personas, como ciudadanos que coadyuven a una mejor convivencia cn nuestro mundo. La escuela, se repive constantemente, es un espacio privilegiado de educacién para la democtacia. No es tarea facil. De hecho, la profesién de los maestros ha sido siempre una de las que mis demandan y, como todos sabernos, a veces también muy poco reconocida, Salvo experiencias innovadoras que desde hace varios aftos se vienen realizando en algunos paises, los programas de apoyo a los maestros en ejercicio se basan en propues- tas que no provienen de las necesidades de su quehacer cotidiano; por es0, el maestro ha sido el sujeto ausence en esas programas de formacién. EL maestro, siempre exaltado en los discursos de politica educativa y situado en los proyectos de reforma come el pilar de los esfuerzos por transformar la educacién, suele quedar reducido en la prictica a un mero ejecutor de acciones que otras definen como innovadoras, En la medida cn que sus preocupaciones, problemas y saberes no sean tomados en cuenta en el disefio de dichos proyectos, y mientras no viva un proceso de revisién critica de lo que hace que le permita desarrollar ef convencimiento y el desea de cambiar su manera de trabajar, su participacién en cllos no ir4 mis alld de scr un mero “aplicados”, ni actuard camo protagonista, o como agente capaz de construir los cambios mecesaries de una manera critica, entusiasta ¥ comprometida.? Lo anterior nos hizo comprender que era necesario accrcarse a la problemdtica de la docencia desde dentro, para verla y vivirla tal como los propios maestros, para entenderla junto con ellos y poder medir FUNDAMENTOS DEL PROGRAMA 19 la distancia que separa a cada uno de ellos del maestro que los nifios de hoy y del mafiana de nuestros paises requieren. Estamos convenci- das de que una forma de lograrlo es que los maestros encuentren o renueven el significado profunde de su trabajo, lo valoren y deriven cada vex mis satisfaccién personal de su esfuerzo. Bxisten muchs razones por las cuales lc maestros debe- mor perfeccionarnos continuannente. El éxito de nuestros alumnos y la calidad de la educacién que imparti- mos dan un significado profundo al ser dacente. Este libro es, pues, una apuesta a las posibilidades de cambio educati- ve promavide por los maestros y las maestras; surge desu conciencia como educadares y de su fuerza individual y de grupo para empren- der las innovaciones que descubren como necesarias, una vex que se han sentado a analizat Ia forma en que trabajan cotidianamence. Estas innovaciones? son las que mas posibilidades de éxito tienen, pues no requieren procedimientos complicados ni presupuestos altos para su implantacién; tampoco estan mediatizadas por largas cadenas buracrdticas, que parecen diluir paulatinamente los esfuerzos inno- vadares. Son, por otra parte, las innavaciones m4s aurénticas, ya que cucntan con un alto grado de compromiso por parte de sus pratago- nistas los docentes—, qus son, a su vez, quicnes las han disefiado con base en esfuerzes previos de revisién critica de su prictica, Estas innovaciones, a las que los estudiosos del campo llaman “el cambio local o de poca envergadura”,* pues se desarrollan en espacios micro y no repercuten en un ntimero significative de escuelas 0 regiones, son paraddjicamente las que cuentan con més altas posibilidades de per- manencia, ya que han sido abrazadas de manera voluntaria y respon- den directamente a los problemas y necesidades detectados por los propios educadores Esta propuesta se dirige precisamente a los maestros, las maestras y los formadores de docentes que son agentes con la capacidad de ser

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