Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
MILAGROS DE JESÚS
Así, los milagros de Jesús son todos los hechos sobrenaturales atribuidos a Jesús,
los cuales están narrados en los cuatro evangelios (San Mateo, San Marcos, San
Lucas, San Juan), y los presentaremos en este trabajo.
Jesús realizó una gran cantidad de milagros, los cuales eran señales que
demostrarían que, en efecto, en Jesús había presencia de divinidad, más aun,
Jesús fue y es realmente el Hijo de Dios.
S: Sanaciones (18)
E: Exorcismos (5)
MILAGROS DE JESÚS
He aquí una mujer que sufría de hemorragia desde hacía doce años, se le acercó
por detrás a Jesús y tocó el borde de su manto, porque decía dentro de sí: Si
tocare solamente su manto, seré salva.Jesús, se volvió a ella y le dijo: “Ten ánimo,
hija; tu fe te ha salvado”. Y la mujer fue sanada desde esa hora.
JESÚS CAMINA SOBRE LAS AGUAS (Mateo 14:24-33; Marcos 6:45-52; Juan
6:16-21)
A la cuarta vigilia de una noche, estando Jesús en tierra y sus discípulos en una
barca en medio del mar, Jesús notó que ellos se fatigaban mucho remando,
“porque el viento les era contrario”, por tanto Jesús fue hacia ellos caminando
sobre el mar. Estos se asustaron y dijeron: “¡Es un fantasma!”gritaron de miedo.
Pero Jesús les dijo: “Tened confianza, soy yo, no tengáis miedo”.Entonces Pedro
le respondió: “Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas”. Jesús le
dijo: “Ven”. Pedro bajo y fue hacia Jesús. Pero se atemorizó por el fuerte viento, y
empezando a hundirse, gritaba: “¡Señor, sálvame!”. Jesús lo tomó de la mano y le
dijo: “Hombre de poca fe, ¿por qué has dudado?”.Y al subir a la barca se calmó el
viento. Estos le adoraron diciendo: “Verdaderamente eres Hijo de Dios”.
Jesús se encontraba junto a una gran multitud, y tuvo compasión por ella,
haciendo milagros de sanación. Al atardecer se acercaron sus discípulos,diciendo:
“Este es lugar apartado y ya ha pasado la hora; despide a la gente para que vayan
a las aldeas a comprarse alimentos”.Pero Jesús les dijo: “no hace falta que se
vayan, dadles vosotros de comer”.Le respondieron:“No tenemos más que cinco
panes y dos pescados…”.A lo que Jesús dijo: “Traédmelos aquí”.Tomó los panes y
los pescados, y alzando los ojos al cielo los bendijo, partió los panes y los dio a los
discípulos y los discípulos a la gente. Todos (cerca de cinco mil hombres, sin
contar mujeres y niños) comieron y quedaron satisfechos, y sobraron doce
canastos.
Estando Jesús con sus discípulos en la región de los Gadarenos, se encontró con
dos endemoniados “violentos en extremo”. Estos gritaron a Jesús: “¿Qué tenemos
que ver contigo, Hijo de Dios? ¿Has venido acápara atormentarnos antes de
tiempo?”. Habiendo lejos un hato de cerdos, los demonios le rogaban diciendo: “si
nos expulsas, envíanos a aquel hato de cerdos”. Les respondió: “Id”. Y ellos
salieron y entraron en los cerdos, ytodo el hato corrió con ímpetu por la pendiente
hacia el mar y pereció en el agua.
Cuando Jesús descendió del monte, le siguió mucha gente. Entre estos,un leproso
se le acercó, y postrado a él le dijo:“Señor, si quieres, puedes limpiarme”,y
extendió Jesús la mano, y lo tocó diciendo: “quiero. ¡Sé limpio!”, e inmediatamente
se curó de la lepra. Jesús se exhortó a callar esto.
Jesús subió a una barcacon sus discípulos. Mientras Jesús dormía se presentó
una fuerte tempestad, por lo que los discípulos le despertaron diciendo: “¡Señor,
sálvanos, que perecemos!” Jesús les respondió: “¿Por qué os asustáis, hombres
de poca fe?”Y se levantó y reprendió a los vientos y al mar y vino una gran calma.
Los discípulos asombrados dijeron: “¿Quién es este, que hasta los vientos y el
mar le obedecen?”.
Descendiendo del monte, una gran multitud les salió al encuentro. Y un hombre
de la multitud clamó a Jesús para que expulsara un demonio de su
hijo.Respondiendo Jesús, dijo: “¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta
cuándo he de estar con vosotros, y os he de soportar? Trae acá a tu hijo”. Y
mientras lo acercaban el demonio le sacudió con violencia, y Jesús reprendió al
espíritu inmundo, y sanó al joven.
Pasando por la región de Decápolis, vino Jesús por Sidón al mar de Galilea. Y
trayéndole un sordo y tartamudo, le rogaron que lo tocase. Jesús, metió susdedos
en las orejas de él, y escupiendo, tocó su lengua; y levantando los ojos al cielo,
gimió, y le dijo: “Efata” (sé abierto).Inmediatamente este fue sanado.Ymandó que
no se dijese nada a nadie; pero se divulgó, ylas personas se maravillaban.
Llegando Jesús a Jericó, Bartimeo, un ciego mendigo que estaba junto al camino,
oyó a la multitud pasar, y preguntó qué era aquello.Y le dijeron que pasaba Jesús
nazareno. Entonces clamó repetidas veces, diciendo: “¡Jesús, Hijo de David, ten
misericordia de mí!”. Entonces Jesús, deteniéndose, mandó traerle a su presencia;
y le preguntó: “¿Qué quieres que te haga?” Y él dijo: “Señor, que reciba la vista”.
Jesús le dijo:“Recíbela, tu fe te ha salvado”.Y éste le siguió, glorificando a Dios; y
todo el pueblo se maravilló y dio alabanza a Dios.
Mientras Jesús enseñaba en una sinagoga en un día de reposo,he aquí una mujer
que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba
encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar. Al verla Jesús, la llamó y le
dijo: “Mujer, eres libre de tu enfermedad”.Y puso las manos sobre ella; y ella se
enderezó luego, y glorificaba a Dios.Con esto, el principal de la sinagoga, se
enojópor la sanación en día de reposo.
JESÚS SANA A UNA MULTITUD (Mateo 4:24-25,12:15-16; Marcos 3:7-12;
Lucas 6:17-19)
Luego de haber escogidos a sus doce discípulos, Jesús descendió con ellos hasta
un lugar llano, acompañado de una gran multitud de gente de toda Judea, de
Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón, que fue a oírle ya ser sanados de sus
enfermedades; y los atormentados por espíritus inmundos eran sanados. Y toda la
gente procuraba tocarle, porque poder salía de él y sanaba a todos.
Jesús iba camino a las regiones de Tiro y de Sidón, y he aquí una mujer cananea
de aquella región clamaba, diciéndole: “¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de
mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio”.Ante esto, Jesús no le
respondió palabra. Entonces sus discípulos rogaron que la despidiese, pero él
respondiendo, dijo: “No soy enviado sino a las ovejas pérdidas de la casa de
Israel”. Entonces ella postrada a él, dijo: “¡Señor, socórreme!”Y Respondió Jesús:
“No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos”. Y ella dijo: “Sí,
Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus
amos”. Entonces respondiendo Jesús, dijo: “¡Oh mujer, grande es tu fe! Sea hecho
contigo como quieres”. Y su hija fue sanada desde aquella hora.
Jesús iba camino a una sinagoga, y he aquí había allí un hombre que tenía la
mano paralizada. Preguntaron a Jesús: “¿Es lícito sanar en el día de reposo?”. Él
respondió: “¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si ésta
cayere en un hoyo en día de reposo, no le eche mano, y la levante?
Pues ¡cuánto más vale un hombre que una oveja!De manera que es lícito hacer el
bien en sábado”.Entonces dijo Jesús a aquel hombre: “Extiende tu mano”. Y
extendiéndola, le fue sanada.
JESÚS RESUCITA AL HIJO DE LA VIUDA DE NAÍN (Lucas 7:11-17)
Vino, pues, Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en
vino. Y había en Capernaum un oficial del rey, cuyo hijo estaba enfermo. Este,
cuando oyó que Jesús había llegado de Judea a Galilea, vino a él y le rogó que
descendiese y sanase a su hijo, que estaba a punto de morir. Entonces Jesús le
dijo: Si no viereis señales y prodigios, no creeréis. El oficial del rey le dijo: Señor,
desciende antes que mi hijo muera. Jesús le dijo: Ve, tu hijo vive. Y el hombre
creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue. Cuando ya el descendía, sus siervos
salieron a recibirle, y le dieron nuevas, diciendo: Tu hijo vive. Entonces él les
preguntó a qué hora había comenzado a estar mejor. Y le dijeron: Ayer a las siete
le dejó la fiebre. El padre entonces entendió que aquella era la hora en que Jesús
le había dicho: Tu hijo vive; y creyó él con toda su casa. Esta segunda señal hizo
Jesús, cuando fue de Judea a Galilea.
Estando Jesús junto al lago de Genesaret, vio dos barcas con sus pescadores a
orillas del lago. Y entrando en una de las barcas, rogó que la apartasen de tierra
un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud. Al terminar de
hablar, dijo a Simón, uno de los pescadores: "Boga mar adentro, y echad vuestras
redes para pescar". Respondiendo Simón, le dijo: "Maestro, toda la noche hemos
estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red". Y
haciendo esto, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. Entonces
hicieron señas a otros y llenaron dos barcas más. Viendo esto Simón Pedro, cayó
de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre
pecador.
Jesús, teniendo hambre, vio una higuera cerca del camino, fue a ella, y no halló
sino hojas; y dijo a la higuera: “Nunca jamás nazca de ti fruto”. Y luego se secó la
higuera. Viendo esto los discípulos, decían maravillados: “¿Cómo es que se secó
en seguida la higuera?” Jesús respondió:“De cierto os digo que si tenéis fe y no
dudáis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si decís a este monte: “Quítate
y échate en el mar”, así será”.
“
Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se
escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros
que se habrían de escribir. Amén” (Juan 21:25)