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ÍNDICE

INTRODUCCIÓN......................................................................................................2

ORIGEN DEL DERECHO PENAL............................................................................3

I. PREHISTORIA.......................................................................................................3

II. ANTIGÜEDAD.......................................................................................................3

III. EDAD MEDIA.......................................................................................................5

IV. LA COMPOSICIÓN..............................................................................................7

4.1. Conceptos:...................................................................................................9

V. DERECHO PENAL.............................................................................................10

CONCLUSIONES....................................................................................................11

BIBLIOGRAFÍA.......................................................................................................12
INTRODUCCIÓN

En el siguiente veremos nuestra ciencia "el derecho penal" ya que desde la era
primitiva utilizaban leyes jurídicas sin saberlo pero durante la era primitiva usaban
el derecho penal sin control debido que el primero concepto penal que podemos
mencionar es la venganza ya que en los pueblos primitivos se vengaban de todo
aquel que les hiciera daño no solo al ofensor sino también su familia pero luego
todo esto cambio ya que esto se salía de control y fue así como evolucionando el
derecho penal llego a la actualidad de eso y más hablaremos en este trabajo de
investigación.
El derecho penal lo han definido como el "conjunto de reglas jurídicas establecidas
por el Estado, que asocian al delito la pena como legitima consecuencia". Tomada
esta definición al pie de la letra, parecería que cada vez que la ley sanciona el
incumplimiento de las obligaciones legales, estuviésemos frente a una pena, ya
que el derecho penal es, según se ha dicho, esencialmente sancionador. Pero no
es así; si por ejemplo, una persona menor de edad realiza un acto de la vida civil
sin los requisitos o garantías establecidos por la ley; si se constituye una sociedad
sin cumplir las reglas que de modo imperativo exige la ley; si una persona no
ejecuta una obligación contractual contraída, o si causa a otro un daño por su
culpa, en todos casos, vimos que las leyes civiles o comerciales sancionan la
destrucción del estado antijurídico, o con la condenación a reparar el daño, esto es,
que para esos casos existe una sanción civil o comercial, y así ocurre con algunas
leyes administrativas.
Lo que podemos afirmar que el Derecho Penal surgió por la Venganza privada
cuando se hacía víctima de un delito o acto criminal a un individuo de otro grupo, la
víctima y sus parientes castigaban por mano propia al autor y a su grupo familiar,
causando un mal mayor que el recibido. No porque una persona robara le robarían
sino que era castigada quemándole sus manos esa era la ley del Talión.

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ORIGEN DEL DERECHO PENAL
I. PREHISTORIA.
En las sociedades prehistóricas toda norma de conducta tenía carácter
consuetudinario, basado en la repetición de los usos y costumbres seguidos
por cada comunidad, y se presentaba de forma indiferenciada,
entremezclándose normas jurídicas con las religiosas, morales y las del trato
social. Las normas penales se enfocaban sobre todo a sancionar las
conductas que resultaban lesivas para el grupo tribal, que reaccionaba
mediante una declaración de guerra ante la ofensa cometida por otra tribu.
La responsabilidad, por tanto, era colectiva. Dentro del propio grupo la
sanción se aplicaba al individuo, quien, en caso de transgredir las normas
sociales establecidas, podía enfrentarse a un castigo físico e incluso a la
expulsión (que equivalía a la pena de muerte, ya que no tendría un grupo
que lo protegiese).

II. ANTIGÜEDAD.
Cuando las sociedades empezaron a organizarse en estructuras
políticamente más sofisticadas, en las que confluían los elementos de
autoridad, población y territorio, nació la noción del Estado. Se hizo
entonces necesaria una regulación de las distintas relaciones interhumanas
a fin de facilitar la convivencia social, lo que significaba reglamentar las
sanciones y dar publicidad al castigo para evitar futuras infracciones. Las
primeras codificaciones de este tipo provienen de Asia, en especial de
Mesopotamia, siendo la más destacada el Código de Hammurabi. Se trata
de una recopilación de leyes y costumbres anteriores que, según las últimas
investigaciones, fue promulgada por el rey babilónico Hammurabi en el siglo
XVIII a. C. En ella regía la “ley del talión”, un principio de justicia retributiva
que identificaba el castigo con el crimen cometido, de forma que al ofensor
se le infringía un daño igual al que causó (“ojo por ojo, diente por diente”).
Fue la primera forma histórica de punición que suponía la existencia de un
poder público que limitaba la venganza y se encargaba de aplicar las penas.
Otras expresiones legislativas procedentes de Asia fueron el Código de
Manú, cuyo origen se sitúa en el valle del Ganges (India) entre los siglos VI
y III a. C., y el código impulsado por la dinastía Zhou en la China del año

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223 a. C. (aunque apenas dos años después fue sustituido por otro). En el
norte de África y Medio Oriente también son destacables, por una parte, la
legislación de los egipcios, respecto de los cuales no faltan evidencias de
una práctica elaborada del derecho desde el reinado de Seneferu (unos
3500 años a. C.); y por la otra, el derecho de los antiguos hebreos, que se
encontraba recogido en la Biblia, particularmente en el Levítico y el
Deuteronomio. Al igual que el Código de Hammurabi, estas legislaciones
imponían un sistema talional, y en todas ellas perduraba una concepción
teocrática del derecho (aunque no en la misma medida). El delito aparecía
siempre como un atentado a lo divino, y el fin de la pena era la expiación.
Fueron los griegos quienes empezaron a separar lo jurídico de lo divino. A
través de las obras de autores como Sócrates y Platón, de las que solo se
conservan algunos fragmentos, sabemos que la legislación penal griega se
alejó de la divinización del derecho propia de las culturas anteriores. El
delito ya no se consideraba una afrenta a los dioses, sino una afrenta a la
sociedad y al Estado, que aplicaba la pena con el fin de corregir al
delincuente y prevenir el delito. Esa separación adquirió su máxima
expresión en el derecho romano, religioso en su origen pero secularizado a
partir de la Ley de las XII Tablas (siglo V a. C.). Dicho texto establecía una
distinción entre delitos públicos (delicta pública), perseguidos por el Estado
en interés del mismo, y delitos privados (delicta privata), perseguidos por los
particulares en su propio interés. No obstante, con la llegada del Imperio el
derecho penal en su integridad adquirió carácter público.
En el siglo VI de nuestra era, el emperador Justiniano mandó a elaborar el
que sin duda es el cuerpo legal más importante de la historia del derecho
romano, el Corpus Iuris Civilis. Se trata de una compilación dirigida por los
juristas más destacados de la época (entre los que destaca Triboniano), y
está compuesta por cuatro obras: a) el Digesto, que recoge fragmentos de
las obras de jurisconsultos anteriores; b) las Instituciones, obra destinada a
la enseñanza del derecho; c) el Nuevo Código, una recopilación de
constituciones imperiales prejustinianeas; y d) las Novelas, que contienen
las constituciones imperiales promulgadas por Justiniano hasta su muerte.
La importancia del Corpus Iuris Civilis reside haber servido de base para

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gran parte de los sistemas jurídicos modernos que pertenecen a la tradición
continental europea.

III. EDAD MEDIA.


El declive del Imperio romano de Occidente, marcado por la pérdida de
control político sobre su vasto territorio, dio paso a la soberanía de los
pueblos invasores bárbaros (en su mayoría de origen germánico), que se
extendió desde el siglo V al XI d. C. Durante ese tiempo, el derecho penal
germano fue evolucionando por el contacto con la cultura romana, llegando
a perder su carácter privatístico e individualista para adquirir, poco a poco,
un carácter más público.
En la etapa anterior a la conquista, los bárbaros se regían por un derecho de
tipo consuetudinario, propio de los grupos tribales primitivos. La
organización social giraba entorno de la Sippe (el grupo familiar), que tenía
el deber, que no el derecho, de vengar cualquier ofensa cometida contra uno
de sus miembros. Esta obligación era la llamada Blutrache o “venganza de
sangre”, y no solo se podía obtener a través de la muerte o lesión del
ofensor, sino también con la celebración de un acuerdo de composición que
consistía en pagar una multa (Busse) al ofendido o su familia. El fin último
era reestablecer el equilibrio entre las familias enfrentadas.
Tras asentarse en suelo del antiguo imperio, los bárbaros convivieron con la
población romana y paulatinamente fueron aceptando su derecho, sobre
todo en las provincias de Hispania, Italia y las Galias. Así, el derecho
romano sobrevivió, aunque de forma vulgarizada, en las codificaciones
romano-germánicas elaboradas por los bárbaros, siendo algunas de las más
importantes el Código de Eurico o Codex Euricianus (480) Edicto de
Teodorico (503), el Breviario de Alarico o Lex Romana Visigothorum (506), la
Liber Papiensis o Lex Romana Burgundiorum (516), y el Libro de los Jueces
o Liber Iudiciorum (654).
Durante los siglos IX a XI florecieron en la Europa occidental los sistemas
feudales, en los que la jurisdicción de la Iglesia católica, que hasta ahora
solo se limitaba a cuestiones de organización y jerarquía dentro de la propia
Iglesia, empezó a ir más allá para abarcar también ciertos aspectos de la

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vida secular, entre ellos el derecho penal. De este modo, a la Iglesia se le
atribuyó la competencia penal exclusiva en materia de delitos religiosos, así
como una competencia concurrente con los tribunales seculares en los
llamados delitos mixtos, que violaban tanto el orden humano como el divino.
El derecho penal canónico limitó la venganza de sangre germana
permitiendo el asilo en los templos, y exigió la igualdad ante la ley por
considerar que todos eran hijos de Dios. No obstante, supuso una regresión
respecto de la laicidad del derecho romano al volver a introducir un
elemento religioso en la legislación penal, ya que no distinguía entre delito y
pecado. La pena se concebía como una penitencia que redimía del pecado,
lo que llevó a la Inquisición a introducir la prisión mediante la reclusión en
celdas monásticas (de aquí se deriva la palabra “penitenciaría”).
En cuanto a las fuentes del derecho penal canónico, encontramos una
profusa cantidad de cánones o decretos, emanados de los concilios, y
decretales o epístolas papales, surgidas de las consultas hechas al papa,
que, junto con otras fuentes seculares como el Breviario de Alarico y el
Código Teodosiano, fueron recopilados a mediados del siglo XII en una obra
que pasó a la historia como el “Decreto de Graciano”, llamado así por el
monje que la elaboró. Esta compilación marcó el punto de partida del
movimiento recopilador del derecho canónico, que culminó en el siglo XV
con el Corpus Iuri Canonici. Lo integraban el propio Decreto de Graciano,
las Decretales de Gregorio IX o Liber Extra (1234), el Liber Sextus de
Bonifacio VIII (1298), las Clementinas o Liber Septimus (1314), las
Extravagantes de Juan XXII (1500) y las Extravagantes comunes (1503).
El inicio del proceso recopilador del derecho canónico coincidió en el tiempo
con el descubrimiento, por parte de un jurista italiano llamado Irnerio, de un
manuscrito del Digesto, la obra más extensa de la compilación del
emperador Justiniano, en una biblioteca de Pisa. A raíz de este hallazgo,
Irnerio fundó la Escuela de los Glosadores (siglo XII) en la Universidad de
Bolonia con el fin de estudiar el derecho romano justinianeo, empleando
para ello un método de trabajo basado en la glosa, esto es, incorporar
aclaraciones a los textos estudiados. Los Glosadores fueron sucedidos por
la Escuela de los Postglosadores o Comentaristas (siglos XIII y XIV), que

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convirtieron las construcciones jurídicas de los primeros en un derecho
aplicable por los tribunales de la época. Crearon un nuevo sistema jurídico
integrado principalmente por el derecho romano y canónico que, gracias al
apoyo de los reyes feudales, al impulso de su estudio en las universidades
medievales y a la aparición de la imprenta, logró una gran difusión hasta
convertirse en el ius commune o “derecho común”, durante varios siglos, de
toda Europa. Sus principales características podemos resumirlas de la
siguiente forma:
 Protegía los intereses de los monarcas, nobleza y clero. Asimismo,
fundaba el tratamiento penal en la posición estamental de las personas.
 La instrucción del proceso era secreta, lo que se traducía en una falta de
garantías procesales.
 Arbitrio judicial sin marco legal, el juez tenía la facultad de aplicar las
leyes que juzgaba conveniente.
 La pena no era individualizada (alcanzaba a terceros) y excesivamente
cruel (pena de muerte, torturas y mutilaciones, trabajos forzados, etc.).
Llegados a este punto, damos por terminado este primer artículo de la serie
“Historia del Derecho Penal”. En la próxima entrada estudiaremos la época
de la Ilustración y las repercusiones que tuvo la Revolución francesa para el
conjunto de las naciones europeas. Asimismo, analizaremos el movimiento
codificador y el enfrentamiento que mantuvieron las diferentes escuelas del
pensamiento penal hasta llegar a la época actual.

IV. LA COMPOSICIÓN.
La composición nace con el fin de evitar inconvenientes surgidos por la
aplicación del Talión. Mediante ésta se buscaba reparar el daño con una
suma de dinero negociable, como precio de la sangre. Con esta ley el
agresor estaba obligado por ley a reparar los daños por medio de recursos
monetarios y el agredido estaba en obligación de aceptar la indemnización,
con el fin de renunciar a la venganza.
La Composición: consiste en reemplazar la pena por el pago de una
cantidad de dinero. En principio fue voluntaria y luego pasó a ser legal, es
decir obligatoria, no pudiendo la víctima recurrir a la venganza.

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Es el antecedente de la actual indemnización civil por los daños materiales o
morales causados por el delito.
Esta transformación de la pena en una reparación pecuniaria y privada, fue
la fuente de los delitos privados que existían en muchas legislaciones, como
la romana y más tarde los pueblos germánicos.
La venganza privada desaparece poco a poco, bajo las influencias de las
ideas de la Iglesia, al derecho de asilo, a la tregua de Dios y a un mayor y
creciente poder público el cual brindaba mejores garantías al individuo;
asegurando por medio de la defensa pública la defensa de la sociedad y se
encargó de satisfacer los deseos de venganza de los ofendidos.

Período Teológico-Político De La Venganza Divina, Pública y De La


Intimidación.
La autoridad pública toma para sí el encargo de sancionar las ofensas al
derecho; pero ya éstas no la son solamente contra la víctima de la
infracción, sino que como esa autoridad se presentaba con calidad de
representante de la divinidad, se las estimaba dirigidas contra ella, es por
eso que los actos menos graves eran considerados como turbadores del
orden público y religioso y como tales castigados con penas rigurosas, con
suplicios desatinados a apaciguar la divinidad o la autoridad ofendida. Se
colmaba no sólo de dolor y sufrimiento al ofensor, sino de terror a los que en
el futuro intentaran faltar al derecho. Se castigaba con muerte por medio del
fuego la blasfemia, el ateísmo, la herejía, el sacrilegio; la brujería y la
posesión demoniaca. La penalidad europea desde la antigüedad hasta fines
del siglo XVIII se basaba en la idea de la venganza social y de la intimación.

En este período es notoria la concepción mágica y divina de los fenómenos


naturales y de la vida en general.
Primeras limitaciones a la venganza.

La Ley De Talion: Los antecedentes de aplicación se dieron en el Código de


Hamurabi, en las XII Tablas y en la Ley Mosaica. La ley establece la
proporción entre el daño sufrido y la pena a aplicar. La pena debe ser igual

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al daño sufrido por la victima, "Ojo Por Ojo, Diente Por Diente" si los delitos
no producían daño físico Ej. un robo, la pena consistía en que se le cortara
la mano.- Constituye una Limitación Intensiva De La Pena.

IV.1. Conceptos:
El Derecho penal es el saber jurídico que establece los principios
para la creación, interpretación y así ejecutar la aplicación de las
leyes penales (aun a los casos privados); propone a los jueces un
sistema orientador de sus decisiones, que contiene y reduce el poder
punitivo para impulsar el progreso del Estado constitucional de
derecho.
Entre otras definiciones se pueden citar las de algunos Doctrinarios,
tales como:
 Conjunto de reglas jurídicas establecidas por el Estado, que
asocian el crimen como hecho, a la pena como legítima
consecuencia - Franz von Liszt
 La rama del Derecho que regula la potestad pública de castigar,
estableciendo lo que es punible y sus consecuencias, y aplicar
una sanción o una medida de seguridad a los autores de
infracciones punibles. - Ricardo Nuñez
 Conjunto de normas y disposiciones jurídicas que regulan el
ejercicio del poder sancionador y preventivo del Estado,
estableciendo el concepto de delito como presupuesto de la
acción estatal, así como la responsabilidad del sujeto activo, y
asociando a la infracción de la norma una pena finalista o una
medida aseguradora. - Luis Jiménez de Asúa
 Rama del ordenamiento jurídico que contiene las normas
impuestas bajo amenaza de sanción. - Fontán Balestra
 Conjunto de normas jurídicas establecidas por el Estado, que
definen las conductas delictivas y las penas o medidas de
seguridad que hay que aplicar a sus infractores. Cándido Herrero
 Es la rama del derecho público interno relativo a los delitos, a las
penas y medidas de seguridad que tienen por objeto inmediato la
creación y conservación del orden social Universidad Humanitas

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V. DERECHO PENAL.
Es el conjunto de principios y reglas jurídicas que determinan las
infracciones, las penas o sanciones, y las relaciones del Estado con las
personas con motivo de las infracciones o para prevenirlas.
Cuando se habla de Derecho penal se utiliza el término con diferentes
significados, de acuerdo a lo que se desee hacer referencia; de tal modo,
podemos mencionar una clasificación preliminar tal como: Derecho penal
sustantivo, y por otro lado, el Derecho penal adjetivo o procesal penal.
El primero de ellos está constituido por lo que generalmente conocemos
como código penal o leyes penales de fondo, que son las normas
promulgadas por el Estado, estableciendo los delitos y las penas, mientras
que el derecho procesal penal es el conjunto de normas destinadas a
establecer el modo de aplicación de aquellas

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CONCLUSIONES

 El objetivo es que tengamos conocimiento de los fundamentos que soportan


la teoría del Derecho Penal; así también las normas que los protegen, que
sean capaces de integrar y proponer reformas en esta materia al
ordenamiento jurídico interno, y que concienticen la importancia de hacerlo
ordinariamente. Asimismo, que conozcan la evolución histórica y origen del
derecho penal, es decir, en las distintas legislaciones, de esta rama del
Derecho, y que estén capacitados para terminar la introducción del Derecho
Penal (Concepto e Historia) y adentrarse en el mundo de las Leyes de esta
disciplina.

 El Derecho Penal, es fomentar el análisis de los temas de la parte general


de esta disciplina para formar profesionales que los apliquen y defiendan
desde sus distintas actividades como futuros operadores del derecho,
quienes en posiciones de jueces, abogados litigantes, asesores y
académicos, entre otros, deberán conocer, dominar y aplicar esta rama del
derecho, para lograr así su respeto y el consecuente fortalecimiento del
Estado de Derecho.

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BIBLIOGRAFÍA

 ANTONIO TERRAGNI, M.: Estudios sobre la parte general del derecho


penal. Santa Fe, Argentina: Centro de publicaciones de la Universidad
Nacional del Litoral, 2000.
 BERNAL GÓMEZ, B.: Historia del derecho. Villa Coyoacán, Mexico: Nostra
Ediciones, 2010. Disponible en Internet:
http://bibliohistorico.juridicas.unam.mx/libros/libro.htm?l=3263
 GARCÍA PABLOS DE MOLINA, A.: Introducción al derecho penal.
Instituciones, fundamentos y tendencias del Derecho Penal. Madrid,
España: Editorial Universitaria Ramón Areces, 2012.
 GARRIDO MONT, M.: Derecho Penal: Parte General, Tomo I. Santiago,
Chile: Editorial Jurídica de Chile, 1997.
 LÓPEZ BARJA DE QUIROGA, J.: Las escuelas penales. Cuadernos de
Política Criminal. Seguna Época, núm. 83, 2004, págs. 69-90.

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