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CONDICIONES JURIDICAS DE LOS EXTRANJEROS

INTRODUCCION

CAPITULO I. CONCEPTOS GENERALES

1.1. EXTRANJERO
1.2. NACION
1.3. ESTADO
1.4. NACIONALIDAD (concepto sociológico)
1.5. CIUDADANIA

CAPITULO II. DERECHOS DE LOS EXTRANJEROS EN MÉXICO

2.1. RECIPROCIDAD DIPLOMATICA


2.2. ADQUISICION DE BIENES INMUEBLES Y EXPLOTACIÓN DE MINAS Y
AGUAS
2.3. FIDEICOMISO SOBRE BIENES EN ZONAS RESTRINGIDAS.
2.4. ACTIVIDADES Y ADQUISICIÓN CON REGULACIÓN ESPECÍFICA.

CAPITULO III. LIMITACIONES DE LOS EXTRANJEROS.

3.1. EXPULSIÓN.
3.2. EXTRADICIÓN
3.3. DEPORTACIÓN.

CAPITULO IV. INFRACCIONES Y SANCIONES.

CAPITULO V. MARCO JURIDICO.

5.1. NACION DEL EXTRANJERO A LA LEGISLACION MEXICANA 5.1.1.


ARTICULO 73 CONSTITUCIONAL FRACCION 16
5.1.1. ARTICULO 11 Y 33 CONSTITUCIONAL
5.2. REGIMEN DE PROPIEDAD DE EXTANJEROS EN MÉXICO
5.2.1. ARTICULO 27 CONSTITUCIONAL
5.3. LEY GENERAL DE POBLACION Y SU REGLAMENTO
5.4. LEY DE NACIONALIDAD
5.5. LEY DE INVERSIÓN EXTRANJERA.
CAPITULO VI. DE LOS BINES

6.1. CONCEPTO DE BIEN


6.1.1. DISTINCION DE LAS COSAS.
6.2. NATURALEZA JURIDICA DE LOS BIENES.
6.2.1. BIENES MUEBLES
6.2.2. BIENES INMUEBLES
6.2.3. BIENES CORPOREOS
6.2.4. BIENES INCORPOREOS
6.3. POSECION
6.3.1. CONCEPTO DE POSESIÓN
6.4. ACTO JURIDICO
6.4.1. CLASIFICACION DEL ACTO JURIDICO
6.4.2. ELEMENTOS DE EXISTENCIA Y VALIDEZ DEL ACTO
6.5. PATRIMONIO
6.6. CLAUSULA CALVO

CONCLISIONES
BIBLIOGRAFIA
CONDICIONES JURIDICAS DE LOS EXTRANJEROS

INTRODUCCION

CAPITULO I. CONCEPTOS GENERALES

NACIONAL

Nacional es quien pertenece a una nación, quien forma parte, ya sea por origen (sea
llamado natural) o por naturalización (llamado naturalizado), de la población de una
nación determinada. 1

NACIÓN

Este es un término de carácter sociológico, que significa: “la comunidad de personas


jurídicamente organizadas bajo un gobierno, asentada en un territorio soberano y
que se identifican entre sí por su raza, su pasado histórico, cultura, costumbres,
religión y su idioma”. 2

EXTRANJERO

La palabra extranjero es un vocablo español que viene de la palabra francesa,


“étranger-ere”, la cual a su vez deriva del término latino; “extranearius” de
“extraneus”, extraño, referido a, “alguien que es de nación distinta a la propia”. Este
concepto se aplica tanto a las personas físicas como a las personas morales. Un
concepto sencillo de extranjero aplicado a las personas físicas es; “Extranjero es la
persona física por nacimiento, por familia o por naturalización, no perteneciente a
nuestro país”. Tratándose de personas morales, se denomina; “Extranjera, es toda
persona moral que se constituye conforme a las leyes de otro país”.3

1
Concepto de nacional
2
Concepto de nación
3
Concepto de extranjero
Como se puede apreciar, la referencia para la consideración de nacional y
extranjero es el Estado del que es originario o perteneciente el sujeto, o donde la
persona jurídica se constituyó.

Por su parte, el artículo 33 de la Constitución Política de los Estados Unidos


Mexicanos nos da el concepto legal de un extranjero, el cual establece: “Son
personas extranjeras las que no posean las calidades determinadas en el artículo
30 constitucional y gozarán de los derechos humanos y garantías que reconoce esta
Constitución”.

NACIONALIDAD (concepto jurídico)

Desde este punto de vista, encontramos una definición, tal vez la más antigua, que
es la de Niboyet, quien establece que: “La nacionalidad es el vínculo jurídico político
que relaciona al individuo con el Estado”.

Si el vínculo que se establece es entre el individuo y el Estado, se le debería


de denominar estabilidad, que es un término más preciso desde el punto de vista
del derecho; en cambio, el término de nacionalidad se deriva de nación que es un
término más filosófico-sociológico.

Sin embargo, las definiciones jurídicas más modernas tratan de establecer,


la necesidad de introducir la idea de identidad de los sujetos con el elemento pueblo.

NACIONALIDAD (Concepto sociológico)

Sociológicamente se ha dicho que la nacionalidad es el atributo del grupo humano


que forma parte de un Estado y que contiene una identidad propia, la cual ha sido
producto de una transformación histórica,

Algunos autores han encontrado, en la definición anterior, la existencia de


varios elementos, que los dividen en materiales y en espirituales.

Los elementos materiales son: el medio geográfico en que se desarrolla el


elemento pueblo, y el aspecto racial del mismo.
Los elementos espirituales son: el lenguaje, la política, la religión, la moral y
la cultura.

CIUDADANIA

A menudo, este término es utilizado en tratados internacionales, así como por


algunos autores, como sinónimo de nacionalidad.

La nacionalidad se adquiere con el nacimiento del sujeto, en cambio la


ciudadanía se adquiere con el transcurso del tiempo; en México a la mayoría de
edad. Y aunque van ligadas ambas ideas, hay que hacer notar que se requiere de
la nacionalidad para que se adquiera la ciudadanía, pues esta no puede existir si no
se tiene la primera.

La nacionalidad abarca toda la esfera jurídica del individuo, en cambio, la


ciudadanía sólo se refiere a un aspecto de la vida jurídica del individuo, que es el
aspecto político y, por consiguiente a la posibilidad de ejercitar sus derechos
políticos.

Por lo tanto, podemos concluir que la nacionalidad es el género y la


ciudadanía es la especie.

SUBDICIA

Proviene de súbdito, y significa estar bajo la dirección de un superior. Básicamente,


este término se emplea por un solo Estado (Inglaterra), y significa que un individuo
está bajo la protección sólo del derecho inglés, y no establece que esta protección
sólo sea de determinado aspecto de la vida jurídica del individuo, por lo que
podemos deducir que el empleo de este término sí pudiera llegar a ser sinónimo de
nacionalidad, siendo peste el más comúnmente utilizado.

INMIGRANTE

De acuerdo con el artículo 44 de la Ley General de Población, inmigrante es aquel


extranjero que entra legalmente al país, pero en forma condicional, ya que tiene el
derecho de radicar en el territorio, en tanto que llega a convertirse en inmigrado.
En este caso hay un término para su legal estancia, el cual será hasta por
cinco años, cumplido el término deberá señalar si desea convertirse en inmigrado;
sin embargo, se puede perder esta calidad migratoria si el extranjero reside por más
de 18 meses fuera del territorio nacional, o bien, que durante los dos primeros años
no puede ausentarse por más de 90 días cada año.

La ley de población en su artículo 48 establece quiénes son las personas que


pueden entrar al territorio nacional bajo el amparo de esta calidad migratoria,
señalando a:

1) los rentistas, es decir a los extranjeros que vengan a vivir a sus depósitos, traídos
del extranjero o de cualquier ingreso permanente que proceda del extranjero;

2) los inversionistas, que traigan su capital y lo inviertan;

3) los que vengan a ejercer una profesión;

4) los que ejerzan actos de administración de alguna empresa, cargos de confianza;

5) los científicos;

6) para desempeñar servicio de carácter técnico

7) cuando vengan para vivir bajo la dependencia económica de su cónyuge o de un


pariente, con limitación hasta segundo grado, familiares;

8) artistas o deportistas

9) los asimilados.

NO INMIGRANTE

Es el extranjero que entra al territorio nacional con permiso de la Secretaría de


Gobernación, pero que su estancia es de carácter temporal, esto de conformidad
con el artículo 42 de la Ley General de Población.

Los inmigrantes pueden tener las siguientes características: turista;


transmigrante; visitante; ministro de culto o asociado religioso; asilado político;
refugiado; estudiante; visitante distinguido; visitante local; visitante provisional y
corresponsal.

En todos los casos anteriores se manifiesta que el extranjero no tiene deseo


de permanecer en el territorio nacional, por lo que, evidentemente, no puede llegar
a convertirse en inmigrado, pues, además es imprescindible que antes hubiere
realizado su cambio de calidad migratoria de no inmigrante, esperar el término y
manifestar su deseo de convertirse en inmigrado.

INMIGRADO

El inmigrado es el extranjero que se había internado ya en el territorio nacional, que


posee la calidad migratoria de inmigrante y que su residencia legal es de cinco años,
siempre y cuando sus actividades hayan sido honestas.

El inmigrado adquiere, por tal motivo, sus derechos de residencia definitiva y


se puede dedicar a cualquier actividad lícita, siempre y cuando tenga conocimiento
la Secretaría de Gobernación, esto conforme al artículo 52 de la Ley General de
Población.

Es requisito indispensable que exista una declaratoria expresa por parte de


la Secretaría de Gobernación, de ser declarado como inmigrado.

Esta calidad se puede perder si el extranjero permanece fuera del país por
un periodo mayor de dos años consecutivos o bien, que en un lapso de díez años,
estuviese ausente cinco.

LOS TRATADOS INTERNACIONALES

Dentro de las fuentes del Derecho Internacional Público, los tratados


internacionales tienen una especial importancia, lo que no significa que posean una
mayor jerarquía frente a las restantes fuentes.

En este caso un tratado es el convenio regido por el derecho internacional


público, celebrado por escrito entre el Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos
y uno o varios sujetos de derecho internacional público, ya sea que para su
aplicación requiera o no la celebración de acuerdos en materias específicas,
cualquiera que sea su denominación, mediante el cual los Estados Unidos
Mexicanos asumen compromisos. De conformidad con la Fracción I del artículo 76
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los tratados deberán
ser aprobados por el Senado y la Ley Suprema de la Unión cuando estén de acuerdo
con la misma, en los términos del artículo 133 de la propia Constitución.

Los tratados internacionales reciben múltiples denominaciones; tratados,


acuerdos, convenciones, protocolos, etcétera. Entre éstos no existe diferencia en
cuanto a su validez jurídica, todos ellos son igualmente obligatorios. La diferencia
en cambio, puede existir en cuanto al objeto que en ellas se regula, así por ejemplo,
la convención tiene por objeto de estudio establecer reglas de aplicación general, y
los protocolos establecen derechos y obligaciones específicos en una materia sobre
la que los Estados parte han firmado un tratado previamente.

Los tratados internacionales son, por su número, la fuente más importante del
Derecho Internacional, de los cuales se regulan por tres convenciones:

A) La Convención de Viene sobre el Derecho de los Tratados del 23 de mayo


de 1969 (CVDT);
B) La Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados entre Estados y
Organismos Internacionales entre sí del 21 de marzo de 1986 (CVDTIO);
C) La Convención de Viena sobre la Sucesión de los Estados en los Tratados
Internacionales del 23 de agosto de 1978.4

LA COMPETENCIA PARA LA CONCLUSIÓN DE LOS TRATADOS.

Normalmente es en las Constituciones de los Estados en donde se establece que


órgano u órganos del Estado son competentes para la conclusión de los tratados
internacionales. En México, por ejemplo, según la fracción X del artículo 89 de la
Constitución federal, el funcionario competente para celebrar tratados
internacionales es el presidente de la República.

4
Actualmente, sólo las convenciones A y 3 se encuentran en vigor.
Debido a que no es posible que los funcionarios de un Estado conozcan todos
los órdenes jurídicos nacionales de los Estados con los que se pretende celebrar
tratados internacionales, la Convención de Viene sobre el Derecho de los Tratados
prevé en su artículo 7° algunas reglas que determinan de qué forma se establece la
competencia para la conclusión de los tratados. En primer lugar, son competentes
aquellas personas que tengan un poder expreso para el efecto o, cuando de
acuerdo con las prácticas que se siguen por determinado Estado o, por las
circunstancias del caso, se pueda concluir que existe la intención de dicho Estado
de concederle a cierta persona facultades para la conclusión de un tratado (principio
del mandato). En segundo lugar, se reconoce capacidad para la conclusión de un
tratado al jefe de Estado, al jefe de Gobierno, al ministro del Exterior, a los jefes de
las misiones diplomáticas, a los representantes de los Estados en las conferencias
internacionales, o en las organizaciones internacionales o, a una persona que se
haya reconocido como representante del Estado para la conclusión de los tratados
en el marco de la conferencia o de la organización (principio de notoriedad).

Cuando no se presenta un poder que faculte al supuesto representante del


Estado a concluir tratados internacionales, la validez del tratado depende de un acto
de ratificación posterior por parte del Estado.

PROCESO DE CONCLUSIÓN DE TRATADOS INTERNACIONALES

El proceso para la conclusión de los tratados internacionales consta de cinco pasos;


negociaciones; rubrica; firma; ratificación interna y ratificación del Derecho
Internacional. Además, según lo dispuesto por el artículo 8° de la CVDT y por el
artículo 102 de la Carta de la ONU, los tratados internacionales deben de ser
registrados en la Secretaría General de la ONU.

1) Las negociaciones; se llevan a cabo por los delegados de los Estados que
pretenden concluir un acuerdo. Para la toma de decisiones vale el principio
de unanimidad, el que es una derivación del principio de igualdad soberana
de todos los Estados (artículo 9° I CVDT). En las conferencias internacionales
puede hacerse uso del principio mayoritario.
2) La rúbrica; consiste en el acto por medio del cual los delegados negociadores
mediante el estampado de su firma en el texto de los puntos negociados,
manifiestan su voluntad en el sentido de que la negociación ha sido concluida
y de que el texto ya no puede ser alterado. Esto sucede normalmente, sólo
cuando los delegados carecen de competencia para concluir el tratado, pues
en caso contrario se firma el mismo sin rubrica previa.
3) Mediante la firma del tratado; se fija de manera definitiva el texto del acuerdo
(artículo 10, inciso b de la CVDT). Como caso especial, se encuentre el de la
firma, que consiste en que se firma el tratado vado la reserva de que en el
futuro un órgano del Estado competente para el efecto ratifique dicha firma.
4) La ratificación interna; consiste en la aceptación del tratado por parte de uno
o varios órganos internos que no participaron en el proceso de conclusión del
mismo. Dicho órgano normalmente es el órgano legislativo. Así por ejemplo,
en México, según lo dispuesto por la fracción I del artículo 76 de la
Constitución, es el Senado de la República el órgano que ratifica los tratados
firmados por el presidente.
5) La ratificación del Derecho Internacional Público; consiste en la entrega por
parte del Estado signatario de un documento oficial al otro Estado parte, en
caso de tratados bilaterales, en donde se establece que el tratado ha sido
debidamente ratificado por los órganos internos competentes y que, por lo
mismo, el acuerdo es jurídicamente obligatorio. En caso de tratados
multilaterales, dicho documento se debe entregar al Estado que designe
como depositario.

ENTRADA EN VIGOR Y VALIDEZ DE LOS TRATADOS

Según lo establecido por el artículo 24, fracción I de la CVDT, los tratados


internacionales entran en vigor en el momento en que los Estados parte lo han
acordado. Si no existe acuerdo al respecto, entonces el tratado es válido desde el
momento en que todos los estados parte lo han aprobado. En los tratados de libre
comercio existe particularidad de que el tratado entre en vigor en diferentes fechas
sucesivamente.
Un tratado que ha entrado en vigor, obliga a los Estados parte y debe ser
cumplido debidamente por cada uno de ellos de acuerdo a los principios de verdad
sabida y de buena fe guardada. Esto trae como consecuencia que los Estados parte
no podrán alegar la existencia de normas de derecho interno que se opongan a las
disposiciones del tratado para dejar de cumplirlo. Esto sólo es posible, cuando el
órgano que firmó el tratado debió ser para la contraparte evidentemente
incompetente.

LOS ÁMBITOS DE VALIDEZ DE LOS TRATADOS

Según el artículo 29 de la CVDT, el ámbito de validez espacial de un tratado


internacional se extiende a todo el territorio del Estado, esto es, a los espacios
marinos, terrestres y aéreos en donde los Estados signatarios ejercen su poder
soberano. Esto que significa que, si las fronteras de un Estado se alteran, con dicha
alteración se alterará también el ámbito de validez espacial del tratado. Sin
embargo, en un tratado internacional, los Estados parte pueden restringir la
aplicación del tratado a determinada o, determinadas partes de su territorio, como
es el caso de los tratados para el establecimiento de zonas de libre comercio.

El ámbito de validez temporal, según lo dispuesto por el artículo 28 de la


CVDT, sólo se extiende hacia el futuro a partir del momento en que el mismo entra
en vigor, a menos que las partes establezcan otra cosa.

CAPITULO II. DERECHOS DE LOS EXTRANJEROS EN MÉXICO

La condición jurídica de los extranjeros se puede establecer desde dos puntos de


vista distintos:

a) en el derecho interno, que será el derecho internacional privado nacional;

b) en el derecho internacional privado internacional.

En el derecho interno, los estados otorgan a los extranjeros una serie de


derechos y obligaciones en forma discrecional. Sin embargo, del análisis de la forma
como los estados les otorgan a los extranjeros sus derechos y obligaciones, se
desprende una serie de sistemas que generalmente los estados son los que utilizan.

MÍNIMO DE DERECHOS INTERNACIONALMENTE RECONOCIDOS

Esto se establece a través de tratados, acuerdos o convenios bilaterales o


multilaterales, como son por ejemplo la Declaración Universal de los Derechos del
Hombre, del 10 de diciembre de 1948.

También se realiza a través del establecimiento de comisiones como la de


derechos humanos, para investigar y evitar las violaciones que se pudieran realizar
en la comunidad jurídica internacional. A través de este sistema se trata de otorgar
a los extranjeros una condición legal, reconocida generalmente; sin embargo, esta
teoría es poco práctica.

2.1. RECIPROCIDAD INTERNACIONAL


El “Principio de Reciprocidad Internacional” es la costumbre de un Estado que
concede a otro, un trato semejante al que recibe de él, con base en la cooperación
internacional.5

SISTEMA DE RECIPROCIDAD LEGISLATIVA O DE HECHO

Este sistema consiste, básicamente, en establecer dentro del cuerpo legal del
Estado, una serie de normas o reglas que se aplican en el caso de los extranjeros,
fijando principios diversos, como equidad, o el de reciprocidad. Ejemplo: el artículo
1328 del Código Civil asentaba que: “Por falta de reciprocidad internacional, son
incapaces de heredar por testamento o por intestado, a los habitantes del Distrito
Federal, los extranjeros, que, según las leyes de su país, no puedan testar o dejar
por intestado sus bienes a favor de los mexicanos”

5
Publicación de la Secretaría de Relaciones Exteriores del 09 de junio de 2016
Así se establece el principio de reciprocidad, pues si los mexicanos en el
extranjero no pueden heredar, los extranjeros que se encuentren en el territorio de
le República tampoco podrán hacerlo.
Otro ejemplo de reciprocidad se encuentra en lo que establece el artículo 5 del
Código Penal, que instaura expresamente la utilización de la reciprocidad para el
caso de la realización de los delitos:
Artículo 5, Se considerarán como ejecutados en el territorio de la República:…

III. Los cometidos a bordo de un buque extranjero surto en puerto nacional o


en aguas territoriales de la República, si se turbare la tranquilidad pública o si el
delincuente o el ofendido, no fueren de la tripulación. En caso contrario, se obrará
conforme al derecho de reciprocidad;…

Como lo podemos deducir de los dos ejemplos que acabamos de revisar,


este es el principio seguido por México en el cual solamente brindará algunos
derechos para aquellos países en los cuales se tengan tratados o convenios con la
nación.
2.2. ADQUISICION DE BIENES INMUEBLES Y EXPLOTACIÓN DE MINAS Y
AGUAS
2.3. FIDEICOMISO SOBRE BIENES EN ZONAS RESTRINGIDAS.
2.4. ACTIVIDADES Y ADQUISICIÓN CON REGULACIÓN ESPECÍFICA.

CAPITULO III. LIMITACIONES DE LOS EXTRANJEROS.

3.1. EXPULSIÓN.

La expulsión se entiende como un acto soberano de los estados mediante el cual


se ordena a un extranjero a abandonar el país en el que se encuentra por
considerarse como un peligro para su soberanía, seguridad o integridad nacional.
La expulsión es una sanción prevista en el artículo 33 de la Constitución política de
los Estados Unidos mexicanos, cuya naturaleza jurídica es la de una sanción y que
sólo procede contra extranjeros por inmiscuirse en asuntos políticos internos que
puedan afectar la soberanía, seguridad o integridad del Estado.

Actualmente en la expulsión el extranjero goza de garantías, puesto que


anteriormente el artículo 33 constitucional, concedía la facultad exclusiva al
ejecutivo de obligar a abandonar el territorio nacional inmediatamente y sin
necesidad de juicio previo a todo extranjero cuya permanencia juzgare
inconveniente, supuesto contrario al de la actualidad en el que el ejecutivo de la
unión bajo previa audiencia podrá expulsar del territorio nacional a personas
extranjeras bajo fundamento en la ley el cual regulará el procedimiento de expulsión,
este deberá seguirse ante un juez con el fin de cumplir con la garantía de audiencia
constitucional, y vez resuelto si la expulsión es procedente, el ejecutivo expedirá la
orden debidamente motivada y fundada de abandono del país a la persona con la
aclaración de que no podrá reingresar al territorio.

En el supuesto de que la sentencia se absolutoria, el extranjero podrá


permanecer en el país de acuerdo con la condición de estancia que le haya
impuesto el Instituto Nacional de Migración.

3.2. EXTRADICIÓN

En la enciclopedia Jurídica Mexicana se define la extradición como el acto mediante


el cual un Estado hace entrega de una persona refugiada en su territorio a otro
Estado que la reclama por estar inculpada, procesada o convicta en éste por la
comisión de un delito del orden común a fin de que sea sometida a juicio o recluida
para cumplir con la pena impuesta.6

En la doctrina mexicana pueden observarse diversas concepciones de la


extradición: para Colín Sánchez, la extradición es una institución de derecho
internacional que se implementa entre los Estados que firman un tratado para lograr
el auxilio o colaboración recíproca en la entrega de un indiciado, procesado,

6
RODRÍGUEZ Y RODRÍGUEZ JESÚS, Extradición en la Enciclopedia Jurídica Mexicana, t III, 1ª ed, Instituto de
Investigaciones Jurídicas-UNAM, editorial Porrúa, 2002, p. 927.
acusado o sentenciado por una de las partes (requerida), o para que la otra parte
(requirente) provea que la administración de justicia cumpla su objetivo y fines y se
reprima la delincuencia.7

Ahora bien, Francisco Pavón Vasconcelos señala que la extracción es un


acto de cooperación internacional mediante la cual un estado hace entrega a otro,
previa petición o requerimiento de un delincuente que se encuentra en su territorio,
para ser juzgado por el delito cometido, o bien para que compurgue la pena
impuesta.8

Para que pueda darse la extradición, es necesaria la existencia de un tratado.


Se requiere de la presencia de dos estados; uno que se denomina requirente, que
es el Estado que solicita la entrega del sujeto.

La causa porque se solicita la extradición es la realización de un delito del


orden criminal, y será el país en el que se cometió el delito el que lo solicite. Además,
se requiere que el delito sea del orden común y que el mismo se encuentre
tipificado, también como delito en el país requerido.

Por su propia naturaleza, los tratados de extradición son bilaterales. México


tiene celebrados algunos. Señalando que el tratado más completo que México ha
llevado a cabo es con Estados Unidos.

ELEMENTOS ESENCIALES PARA LA EXTRADICIÓN

México tiene suscritos y vigentes 28 tratados internacionales bilaterales que


establecen los casos y condiciones específicas para realizar la extradición en cada
uno de estos Estados: Australia, Bahamas, Bélgica, Belice, Brasil, Canadá, Chile,
Colombia, Corea del sur, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Estados
Unidos, Francia, Guatemala, Italia, Nicaragua, Países Bajos, Panamá, Paraguay,
Perú, Portugal, Reino Unido e Irlanda, República Helénica, Uruguay y Venezuela.

7
COLÍN SÁNCHEZ GUILLERMO, Procedimientos para extradición, 1ª ed, Porrúa, México, 1993, p. 2.
8
JIMÉNEZ MARTÍNEZ JAVIER, Manual de Derecho Penal mexicano, Edición propia, México, 2005, p. 184.
Al respecto, es importante mencionar los elementos esenciales que
comprenden los tratados;

a) Establecen la obligación de extraditar, aplicando el principio de reciprocidad


entre los Estados firmantes.

b) Señalan los delitos por los cuales es procedente la extradición.

c) Mencionan las excepciones a la extradición de una persona.

d) Señalan las condiciones para extraditar.

e) Establecen los requisitos a cumplir por el Estado requirente para realizar el


procedimiento de extradición.

f) Indican la legislación aplicable.

g) Determinan la forma de entrega de la persona cuya extradición fue


concedida.

TIPOS DE EXTRADICIÓN

Extradición activa Cuando un Estado solicita a otro la entrega de una persona.

Extradición pasiva: Cuando el Estado requerido entrega al requirente la persona


reclamada.

Extradición de tránsito: Consiste en el permiso que otorga un tercer Estado para


que la persona extraditada por el Estado requerido, sea trasladada a través de su
territorio para ser entregada al Estado requirente.

Extradición temporal: Cuando la entrega de la persona se realiza por un tiempo


determinado.
Extradición definitiva: Se configura al entregar al individuo al Estado solicitante, sin
limitar el tiempo por el que deba estar en ese país.

Re-extraditación: Cuando el Estado que solicitó la extraditación de una persona, a


su vez la entrega a un tercer Estado.

PROCEDIMIENTO DE EXTRADICIÓN INTERNACIONAL EN MÉXICO

El procedimiento de extradición inicia con la petición formal que realiza el Estado


solicitante, pero antes, puede pedir la adopción de medidas precautorias para evitar
que el sujeto se sustraiga del procedimiento, siempre y cuando indique el delito
cometido por el sujeto y si existe orden de aprehensión.

La Secretaría de Relaciones Exteriores de México determinará si procede


el envío de la petición a la Procuraduría General de la República para que ésta
promueva ante el Juez de Distrito que corresponda, las medas precautorias que
considere necesarias, de acuerdo con el artículo 17 de la Ley de Extradición
Internacional.

Una vez cumplimentada la detención provisional como medida precautoria,


el Estado requirente tiene 60 días naturales para presentar la petición formal.
Durante este tiempo, el reclamado permanece bajo la jurisdicción del Juez que
ordenó su detención. El inicio y término del plazo deberán ser notificados por el
juzgador a la secretaría para que se haga del conocimiento al Estado solicitante.

La solicitud formal y los documentos anexos deben contener los requisitos


señalados en el tratado aplicable al caso concreto o en su caso los establecidos en
el artículo 16 de la Ley de Extradición, que son: la mención del delito; las pruebas
que acrediten el cuerpo del delito y la probable responsabilidad del reclamado; los
compromisos que señala el artículo 10 de la Ley de Extradición o los que contenga
el respectivo tratado internacional. Copia del texto legal que establezca el delito, la
pena, la prescripción de la acción penal y de la pena aplicable, así como la
declaración de que ese texto estaba vigente cuando se cometió el delito. Si se libró
orden de aprehensión, el texto auténtico de ésta, así como los datos y antecedentes
personales del reclamado que permitan su identificación y si fuera posible su
ubicación. Estos documentos deben ser acompañados de traducción al español, en
caso de estar redactados en idioma extranjero, y debidamente legalizados.

La petición formal será analizada por la Secretaría de Relaciones


Exteriores y si la considera improcedente no la admitirá. De existir una omisión de
los requisitos anteriormente señalados, se solicitará al Estado requirente que la
subsane dentro del mismo plazo de 60 días, en caso de haberse aplicado una
medida precautoria.

Determinada la admisión, se enviará al procurador general del a República


junto con el expediente para que promueva ante el Juez la orden de detención
preventiva del sujeto de extradición, así como el aseguramiento de papeles, dinero
y otros objetos relacionados con el delito imputado, cuando el Estado requirente lo
solicite.

El juez de Distrito en donde se encuentre el sujeto requerido será el


competente, y en caso de desconocer su ubicación, el Juez Federal en turno en el
Distrito Federal sustanciará el procedimiento.

En cuanto se detenga al sujeto reclamado, comparecerá ante el juzgador


quien le dará a conocer la petición de extradición y los documentos que la
acompañan, pudiendo nombrar defensor y en caso de no hacerlo, el Juez nombrará
uno de oficio. El Juez podrá conceder la libertad bajo caución, previa solicitud del
inculpado, atendiendo a los datos proporcionados en la petición formal de
extradición, las circunstancias personales y la peligrosidad del sujeto detenido.
El detenido tendrá derecho a ser oído por sí o por su defensor y podrá
oponer, en el plazo de 3 días, únicamente las excepciones consistentes en que la
solicitud de extradición no esté acorde con el tratado respectivo o con la Ley de
Extradición, y que no es la persona requerida por el Estado solicitante. Para rendir
las pruebas pertinentes, el reclamado cuenta con un plazo de 20 días mismo que
puede ser ampliado. Estas excepciones se analizarán incluso de oficio por el
juzgador; pero si la persona consiente de su extradición en forma expresa, el
juzgador emitirá su opinión a la secretaría respectiva en el término de 3 días.

Al término del plazo probatorio, o antes, en caso de haberse desahogado


las actuaciones necesarias, en el plazo de 5 días el Juez dará a conocer a la
Secretaría de Relaciones Exteriores su opinión jurídica, la cual será enviada junto
con el expediente para que el titular resuelva si concede o no la extradición dentro
de los 20 días siguientes, En esta etapa del procedimiento, el Juez pondrá al
detenido a disposición de la Secretaría.

Con esta resolución concluye el procedimiento de extraditación, si se niega


se pondrá de inmediato en libertad al detenido; en caso de concederse puede
impugnarse mediante el juicio de amparo.

Al quedar firme la resolución, por no haberse impugnado o en su caso


negado el amparo al quejoso, se notifica al Estado solicitante para proceder a la
entrega del extraditado, la cual se efectuará por la Procuraduría General de la
República, previo aviso a la Secretaría de Gobernación, en el puerto fronterizo a
aeronave que se designe al efecto.

La entrega debe efectuarse dentro de los 60 días naturales en que queda


el extraditado a disposición del Estado requirente, al término de los cuales, si no se
hace cargo del extraditado, éste quedará libre sin poder ser detenido y entregado al
miso Estado por el hecho delictivo.

3.3. DEPORTACIÓN.
El extranjero que tiene su estancia legal en el territorio posee una calidad migratoria
determinada, para cada caso la ley establece un término. Ahora bien, cuando el
término establecido por la calidad migratoria se vence, se produce, como
consecuencia, la deportación del extranjero. Es decir, la deportación será entendida
como el vencimiento de la calidad migratoria del extranjero.

CAPITULO IV. INFRACCIONES Y SANCIONES.

CAPITULO V. MARCO JURIDICO.

5.1. NOCIÓN DEL EXTRANJERO A LA LEGISLACION MEXICANA

La noción del extranjero en México se encuentra sustentada conforme al artículo 33


vigente de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el cual
estipula; “Son personas extranjeras las que no posean las calidades determinadas
en el artículo 30 constitucional y gozarán de los derechos humanos y garantías que
reconoce esta Constitución.” Es decir, que son extranjeros los que no reúnan los
requisitos establecidos por el artículo 30 constitucional para poder ser considerados
como mexicanos por nacimiento (inciso A) o ser considerados como extranjeros por
naturalización (inciso B).

En consecuencia, según la Constitución, el concepto legislativo de extranjero


se obtiene por exclusión, en cuanto a las personas físicas, pudiéndose decir que
son extranjeros los que no tienen la calidad de mexicanos. Por tanto, las personas
físicas carentes de nacionalidad (apátridas), en nuestro país, caen dentro de la
calificación de extranjeros y les es aplicable todo lo que se diga en relación con la
condición jurídica de los extranjeros.

Se hace notar que la Constitución al definir la calidad de extranjero en el


artículo 33 en realidad sólo conceptúa al extranjero persona física y no se ocupa de
dar una noción del extranjero en cuanto a personas morales. No obstante, si
utilizamos el mismo criterio de exclusión, sería factible señalar que la persona moral
extranjera será aquella que no reúne los requisitos para ser considerada como
persona moral de nacionalidad mexicana en los términos del artículo 8° de la Ley
de Nacionalidad y Naturalización.

Hilado a ello, la Ley de Nacionalidad y Naturalización, emula el criterio de


conceptuar por exclusión a los extranjeros al decir que; “Son personas morales de
nacionalidad mexicana las que se constituyan conforme a las leyes mexicanas y
tengan en el territorio nacional su domicilio legal.” Dado que esta ley sí se ocupa de
establecer la nacionalidad de personas morales cabe decir que sí establece el
concepto de nacionalidad de personas físicas y morales. Consecuentemente,
conforme a la Ley de Nacionalidad y Naturalización, son personas físicas y morales
extranjeras, aquellas que no tengan calidad de mexicanas conforme a las propias
disposiciones de la ley.

5.1.1. ARTICULO 73 CONSTITUCIONAL FRACCION


XVI

5.1.2. ARTICULO 11 Y 33 CONSTITUCIONAL


El tema de interés ahora es el artículo 33 constitucional en la parte en la que
establece, refiriéndose a los extranjeros: “Tienen derecho a las garantías que otorga
el capítulo I, título primero, de la presente constitución” es decir, en materia de los
derechos públicos subjetivos de los gobernados, oponibles al Poder Público, se
afirma una equiparación de nacionales y extranjeros; en principio, existe la
equiparación respecto del goce de garantías individuales, aunque con las
restricciones que se derivan de la misma constitución.
La doctrina mexicana se muestra unánime en esta equiparación, en principio.
Así como el maestro José Luis Siqueiros y el maestro Jorge A. Carrillo 9 aseveran el
comentar que “prevalece en la legislación mexicana el principio general de

9
Apuntes de Derecho Internacional Privado, Universidad Iberoamericana.
equiparación entre nacionales y extranjeros” y que el artículo 1 constitucional “… no
establece diferencia entre nacionales y extranjeros. La persona humana, por el
hecho de encontrarse dentro del territorio nacional, goza de todas las garantías
constitucionales sin ninguna excepción”. El doctor Roberto A. Esteva Ruiz, 10
opinaba en iguales términos; “En nuestra constitución se conceden a los extranjeros
las mismas garantís individuales de que gozan los mexicanos, pero este sistema no
es sino el término de una larga evolución.” El jurista mexicano Isidro Montiel y
Duarte,11 alude a esta equiparación de nacionales y extranjeros, que ya existía
desde la Constitución de 1857: “el pueblo mexicano reconoce los derechos del
hombre, significando así que los reconoce en todo hombre, sea nacional o
extranjero y sea o no ciudadano.”
Dispone a su vez el artículo 1° de la Constitución vigente:
“En los Estado unidos Mexicanos todo individuo gozará de las garantías de
otorga esta Constitución, las cuales no podrán restringirse ni suspenderse sino en
los casos y con las condiciones que ella misma establece.”
Derivado de la observación de los anteriores preceptos nos permite resaltar
las siguientes observaciones:
A)Las garantías o derechos del gobernado no son otorgados por la Constitución, lo
que significa que la fuente de esos derechos públicos subjetivos enunciados en el
Documento Supremo es la voluntad del Poder Constituyente. No es un
reconocimiento a los derechos anteriores. El otorgamiento de estas garantías es un
acto de liberalidad.
B) El goce de las garantías individuales está concedido a “todo individuo”, y esta
expresión tan general ha permitido englobar a las personas físicas, a las personas
morales, a los nacionales y a los extranjeros. El requisito para gozar de las garantías
individuales es el de que “todo individuo” tenga el carácter de gobernado para exigir
de quien detenta el poder público un hacer, no hacer, un dar o un tolerar. Acorde a
la observación que antecede, es la Constitución la que otorga las garantías

10
Octavio Calvo M., Apuntes mimeográficos México, 1932, p. 108
11
Isidro Montiel y Duarte, Estudio sobre Garantías individuales, México, 1873, p. 23
individuales y al hacerlo, no establece ninguna distinción y extiende el beneficio de
las mencionadas garantías a todo individuo.
c) El otorgamiento tan amplio de garantías individuales a todos está conectado a un
requisito de ubicación. Esto en base al artículo 1° constitucional al decir “En los
Estados Unidos Mexicanos.” Es decir, el sujeto activo de las garantías individuales
debe estar ubicado, en cuanto al goce de tal garantía individual dentro de la
jurisdicción territorial de nuestro país dado que, de no comprenderse así esta
limitación, quedarían en calidad de sujetos activos todos los habitantes del mismo.
Desde luego que no se trata de un requisito la presencia material de la persona
física que en un momento dado goce de la garantía individual pues basta con que
desde el exterior la persona física esté en condiciones de gozar en nuestro país de
una garantía individual. Para aclarar esto considero práctico mencionar un ejemplo;
Un extranjero, persona física, que se encuentra materialmente en su país, solicita
se le admita como no inmigrante y para el efecto formula una solicitud dirigida a la
Secretaría de Gobernación y designa a una persona que lo representa ante esa
dependencia, satisface los requisitos que le son impuestos y tiene derecho a que
se le dé una respuesta en los términos del artículo 8° constitucional.
D) Las restricciones a las garantías individuales únicamente pueden hacerse en el
propio texto constitucional, estando impedido el legislador ordinario para establecer
restricciones a las garantías individuales. Así lo entendido por la última parte del
artículo 1° constitucional.

5.2. REGIMEN DE PROPIEDAD DE EXTANJEROS EN MÉXICO


5.2.1. ARTICULO 27 CONSTITUCIONAL
El Estado Mexicano tiene la propiedad originaria de las tierras y aguas
comprendidas dentro de los límites del territorio nacional y tiene el derecho de
transmitir el dominio de ellas a los particulares, constituyéndose así la propiedad
privada (párrafo primero del artículo 27 constitucional).
Es decir, el Estado Mexicano puede enajenar el dominio de ellas a los
particulares y a su vez ellos pueden hacerlo entre estos a los nacionales y
extranjeros.
El tercer párrafo del artículo 27 constitucional establece que la nación tendrá
en todo tiempo el derecho de imponer a la propiedad privada las modalidades que
dicte el interés público.
Por otra parte, los bienes descritos en los párrafos quinto y sexto del artículo
27 constitucional, que son bienes del dominio directo de la nación, son bienes
inalienables e imprescriptibles y por tanto no pueden adquirirlos los extranjeros, en
la inteligencia de que la explotación, el uso o aprovechamiento de esos bienes
únicamente puede realizarse mediante concesiones otorgadas a los particulares o
a las Sociedades constituidas conforme a las leyes mexicanas. En particular,
tratándose de los hidrocarburos el artículo 27 establece que no se otorgarán
concesiones ni contratos,
5.3. LEY GENERAL DE POBLACION Y SU REGLAMENTO
5.4. LEY DE NACIONALIDAD
5.5. LEY DE INVERSIÓN EXTRANJERA.

CAPITULO VI. DE LOS BIENES

6.1. CONCEPTO DE BIEN

6.1.1. DISTINCION DE LAS COSAS.


6.2. NATURALEZA JURIDICA DE LOS BIENES.

Bienes EN ZONA RESTRINGIDA


BIENES INMUEBLES
El dispositivo constitucional anula la capacidad a los extranjeros para adquirir este
tipo de bienes dentro de la zona restringida. Dicho en otras palabras, las normas
imperativas impiden la aplicación y reconocimiento de disposiciones extranjeras que
alguna norma de conflicto pudiera admitir. Sin embargo, tal prohibición no se aplica
sobre bienes ubicados fuera de la zona prohibida.
La Ley General de Población prescribe que, sin importar la calidad migratoria
del extranjero en México, éste puede “adquirir valores de renta fija o variable y
realizar depósitos bancarios, así como adquirir bienes inmuebles urbanos y
derechos reales sobre los mismos, con las restricciones señaladas en el artículo 27
constitucional, en la Ley de Inversión Extranjera y demás aplicables. A su vez, el
artículo 122 del Reglamento de la LGP dispone que este tipo de actos podrá
realizarlos el extranjero en forma directa o por medio de su representante,
independientemente de que aquél se encuentre en el país, y agrega que los
extranjeros pueden celebrar cualquier acto de dominio sobre los bienes que les
sean propios sin requerir ningún permiso para ello.12 Este criterio, por otro lado, está
más enfocado al deslinde entre derechos contractuales y derechos reales,
autorizando la compraventa de un bien inmueble ubicado en México, que se celebre
en el extranjero. Es importante aclarar que la disposición sólo se refiere a
extranjeros, no al caso de los mexicanos. Como lo hemos visto, la regulación de los
bienes inmuebles en México no es la más adecuada, específicamente en zona
restringida. Sin embargo, desde 1971 por decreto, luego incorporado en la Ley de
Inversión Extranjera, el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, mediante ley
promulgada por el Presidente de la República, establecieron una regulación para
burlar el dispositivo constitucional y poder brindar una vía, aunque restringida, al
desarrollo del turismo y la industria. Se trata del fideicomiso a que tienen derecho
los extranjeros para tener la posesión de bienes en zona restringida.
El fideicomiso ha sido utilizado ampliamente por las empresas maquiladores
de exportación y por un elevado número de extranjeros en las costas mexicanas.
Cuando se trata de inversiones, de acuerdo con el artículo 11 de la Ley de Inversión
Extranjera, se requiere un permiso de la Secretaría de Relaciones Exteriores para
que las instituciones de crédito adquieran como fiduciarias derechos sobre bienes
inmuebles ubicados en la zona restringida, cuando el objeto del fideicomiso sea
permitir la utilización para que los fideicomisarios sean sociedades mexicanas sin
cláusulas de exclusión de extranjeros, en el caso previsto en el artículo 10, fracc. II
y, personas físicas o morales extranjeras.13

12
Art 123 reglamento lgp
13
Roberto Molina Pasquel, El fideicomiso de inmuebles en las zonas prohibidas, en favor de extranjeros, en
el Foro, Barra Mexicana de Abogados, México, Enero-Marzo de 1954, p. 178.
Hay otros problemas implicados con la prohibición de adquirir bienes
inmuebles en zona prohibida. Acorde con el artículo 30 de la Convención de Viena
sobre Relaciones Consulares; “El Estado receptor deberá facilitar, de conformidad
con sus leyes y reglamentos, la adquisición en su territorio, por el Estado que envía,
de los locales necesarios para la oficina consular, o ayudarle a obtenerlos de alguna
u otra manera. Además, cuando sea necesario, ayudará también a la oficina
consular a conseguir alojamiento adecuado para sus miembros.”
En este caso a pesar de que un consulado extranjero desee establecerse en
la zona prohibida deberán hacerse los esfuerzos necesarios para cumplir con el
tratado, aunque, en cierta forma (si se trata de propiedad), pugna lo que escribe la
constitución.
En relación con ello, en 1995 en Ciudad Juárez; el consulado de EUA adquirió
en compraventa un inmueble en ese municipio. Desde que el consulado adquirió el
inmueble, hasta la fecha indicada, nunca se pretendió escriturar el bien a nombre
del consulado. Siempre permaneció a nombre del propietario anterior. El problema
surgió cuando el municipio, al hacer una revisión de morosos en el pago del
impuesto predial, encontró que el propietario del terreno no había hecho pago
alguno, por lo que lo requirió. Como el consulado era el propietario real, éste
protestó y el asunto fue llevado hasta la Cancillería mexicana, llegando al final a un
acuerdo.

6.2.1. BIENES MUEBLES


En lo que concierne a los muebles en zona prohibida, el sistema mexicano cuenta
con disposiciones imperativas y materiales que impiden la aplicación de normas de
conflicto que pudieran hacer factible la aplicación de disposiciones extranjeras. Por
lo general, se trata en este caso, de disposiciones discales que restringen algunos
derechos civiles de una persona.
En general, estas leyes se refieren a la exención al pago de impuestos
al comercio exterior, entre otras mercancías, a vehículos destinados a
servicios internacionales para el transporte de carga o de personas, así como
sus equipos propios e indispensables, equipos de pasajeros, etc., se incluye,
a la vez, el caso de prendas de vestir, alimentos, algunos bienes destinados
a servicios de salud, etc.

En el caso de vehículos, estas leyes federales establecen que sólo podrán circular
en la franja fronteriza y pueden internarse al resto del territorio nacional solo
mediante permisos especiales y un plazo. En casos como éstos, el derecho a la
conducción de estos vehículos únicamente se admitirá cuando la realice el
propietario o algún familiar; no podrán ser vendidos fuera de la zona prohibida ni
dentro de ella, a personas con domicilio fuera de la misma. Cuando algún juzgado
embargue y remate el vehículo, ello no significa que su nuevo propietario tendrá
derecho a ingresarlo en el resto del territorio mexicano.
Un trato parecido a estos bienes es el caso de los muebles del personal
diplomático que regrese al país o del personal diplomático extranjero.14 . De esta
forma, también pueden importar a territorio mexicano (a todo el territorio, no sólo a
la franja fronteriza) los vehículos que hubiesen adquirido.
En estos casos la ley establece:
Las mercancías importadas al amparo de alguna franquicia, exención o
estímulo fiscal no podrán ser enajenadas a propósitos distintos de los que motivaron
el beneficio. Su enajenación únicamente procederá cuando no se desvirtúen dichos
propósitos. Cuando proceda la enajenación de mercancías el adquirente quedará
subrogado en las obligaciones del importador.
Se agrega en estos supuestos un trato similar para el caso de menajes de
casa pertenecientes a inmigrantes y a nacionales repatriados o deportados.
Advirtiéndose así que en tales supuestos los derechos de uso y disfrute que tiene
todo propietario de un bien se encuentran restringidos cuando se trata de este tipo
de bienes importados.

EXPROPIACIÓN DE BIENES

14
Art 62 ley aduanera
Para el Derecho Internacional Privado la expropiación de bienes no se corresponde
precisamente con un problema de derecho aplicable, sino de reconocimiento
extraterritorial de la medida, de sus efectos.15
Aunque se ha sostenido que la expropiación se regula por la lex rei sitae, la
doctrina y la jurisprudencia han puesto mayor atención al pago de una
indemnización argumentando que la expropiación debe ser justa. De esta forma, se
exige una regulación específica cuando se trata del pago. Aunque se afirma que
ésta debe hacerse en el momento de la expropiación, la tesis de Salvador Allende;
con motivo de las expropiaciones en Chile, sostenía que no era necesario resarcir
pago alguno por compensación debido a que la compensación ya había sido
obtenida durante la época de disfrute del bien.16 Hoy en día es aceptado de una
manera unánime en el ámbito internacional que la compensación debe ser justa y
determinada aunque se pague después.
El tema también ha despertado interés en los teóricos del derecho
internacional público. Especialmente a partir de expropiaciones realizadas por
golpes de Estado y gobiernos revolucionarios. La última que llamó la atención fue
la llamada Ley Helms- Burton relacionada con las expropiaciones realizadas por el
gobierno castrista en Cuba sobre bienes de ciudadanos de Estados Unidos.

6.2.3. BIENES CORPOREOS

Son los bienes materiales, tangibles, es decir, aquellos que se pueden tocar, pesar
o medir y estos pueden ser por su propia naturaleza inmuebles o muebles. En los
inmuebles esa naturaleza es su fijeza; en los muebles es su movilidad, es decir,
aquellos que pueden trasladarse de un lugar a otro, ya se muevan por sí mismos
(semimovientes), ya por efecto de una fuerza exterior. Los bienes muebles por su
naturaleza se incorporan en una unidad económica constituida por un inmueble,
pierden su carácter y se les considera como inmuebles por su destino. Así son
bienes inmuebles por su destino las estatuas, relieves, pinturas y otros objetos de

15
Alfonso Luis Calvo Caravaca y Javier Carrascosa González, Derecho Internacional Privado, volumen II,
2004, op. Cit, p. 661.
16
ornamentación colocados en edificios o heredades por el dueño del inmueble, en
tal forma que revele el propósito de unirlos de un modo permanente al fondo.

6.2.4. BIENES INCORPOREOS


Son bienes inmateriales, intangibles, es decir, aquellos que no pueden por lo menos
ser tocados, pesados o medidos; pero que representan un valor pecuniario
específico en el patrimonio. Así se pueden distinguir los derechos que se ejercen
sobre un bien corporal inmueble y en atención a ello se les considera como bienes
inmuebles por su objeto. Si bien no existe una regla similar por lo que respecta a los
bienes muebles, la regla establecida por el artículo 754 del Código Civil comprende
a dichos derechos: “Son bienes muebles por determinación de la ley, las
obligaciones y los derechos o acciones que tienen por objeto cosas muebles o
cantidades exigibles en virtud de acción personal.”17 El régimen de los bienes
muebles es una categoría abierta de los bienes: Son bienes muebles todos los que
no son considerados por la ley como inmuebles. Así se comprenden entre los bienes
muebles las acciones, las embarcaciones de todo género, los derechos de autor,
etcétera.

6.3. PROPIEDAD
Mucho se ha discutido si la propiedad es un derecho o una función social y algunos
legisladores se han adherido a esta última tendencia. En la exposición de motivos
del Código Civil de 1928, aunque sin mencionar su nombre, se hace referencia a un
publicista francés: León Duguit. Este autor empezó por eliminar la noción de
derecho subjetivo y propuso es substitución de la si situación jurídica; dentro de la
misma distinguió la objetiva de la subjetiva. Importa para este caso la objetiva, que
la hace derivar de la misma norma aplicada a un caso concreto, como la situación
de propietario. Conforme a lo anterior, se reglamenta el derecho de propiedad; la
realidad jurídica se constituye por deberes que resultan de las normas jurídicas y
que son organizados por una red de competencias. Con ello se intenta eliminar el
carácter egoísta y anárquico que Duguit le atribuye al derecho subjetivo y se

17
pretende establecer los derechos que tienden a la solidaridad, con principio
fundamental de la vida social.

Los derechos son, por lo tanto, funciones, y en el caso de la propiedad,


función social. El propietario tiene ante todo la obligación de utilizar la cosa para la
satisfacción de las necesidades humanas.
El propietario de una cosa puede gozar y disponer de ella con las limitaciones y
modalidades que fijen las leyes. Las características propias de la propiedad son; el
ius utendi, fruendi y abutendi. El derecho de usar una cosa, la ley lo entiende
implícito en el goce que se tiene de la misma, y que consiste en obtener la utilidad
que puede procurarle una cosa improductiva por sí misma. El derecho de gozar una
cosa consiste en percibir los frutos del bien tanto por actos materiales como por
actos jurídicos. Finalmente el derecho de “abusar” de una cosa consiste en disponer
de la misma también tanto por actos materiales como por actos jurídicos, la
disposición de la cosa es el atributo esencial de la propiedad.

6.4. ACTO JURIDICO

A diferencia del hecho, el Acto Jurídico es siempre una actuación cuya finalidad es
producir consecuencias jurídicas, que se traducen en la generación de derechos y
obligaciones.

El Acto Jurídico puede ser entendido como: Cualquier manifestación


expresa o tácita de la voluntad realizada con la intención de crear, transmitir,
modificar o extinguir derechos y obligaciones.

Para que exista, este debe reunir una serie de requisitos tanto esenciales o de
existencia, como de validez.

6.4.1. CLASIFICACIÓN DEL ACTO JURIDICO


Existen diversos criterios de clasificación de los actos jurídicos, como pueden ser
los siguientes:

Actos Jurídicos en relación con la parte que emite la declaración de la


voluntad:
Estos pueden ser unilaterales o plurilaterales. Es unilateral el acto en el cual
interviene, para su formación una sola voluntad o varias pero concurrentes a un
mismo fin. Ejemplo de ello es la remisión de una deuda, es decir, cuando el
acreedor o acreedores, deciden perdonar al deudor. Es plurilateral cuando para su
formación se requiere de dos o más voluntades que buscan sus respectivos efectos
jurídicos. Por ejemplo, un contrato de compraventa en el que el comprador y el
vendedor persigan cada uno sus respectivos fines.

En relación con la función del Acto Jurídico: Éste se clasifica en: Mortis causa
e intervivos; atributos de patrimonio y no atributivos; de disposición y de obligación;
onerosos y gratuitos.

Mortis causa: Son aquellos cuya función es regular efectos jurídicos para
después de la muerte del actor.

Intervivos: Estos son actos cuyos propósitos consisten en regular los efectos
jurídicos en vida de sus autores, aunque eventualmente se realicen con vistas a la
muerte o sus efectos se lleven a cabo después de la muerte de su autor.
Atributivos de patrimonio: a través de los cuales el patrimonio de una persona se
incrementa, ya sea porque ingresa algo a su patrimonio o por la supresión de un
gravamen sobre el patrimonio existente.

No atributivo: cuando el Acto Jurídico no implica incremento patrimonial.


De disposición: son Actos Jurídicos que producen inmediatamente la
transmisión o extinción de un derecho, o bien, constituyen inmediatamente un
gravamen en el patrimonio del autor.

De obligación: son Actos Jurídicos en los que la transmisión, modificación o


extinción de derechos no se produce inmediatamente, sino que por virtud del Acto
Jurídico las partes quedan obligadas a hacerlo en el futuro.

Onerosos: son Actos Jurídicos mediante los cuales una parte por realizar una
prestación recibe a cambio algo de la otra.

Gratuitos: son Actos Jurídicos en los cuales quien realiza la


prestación no revive nada a cambio

6.4.2. ELEMENTOS DE EXISTENCIA Y VALIDEZ DEL ACTO

6.5. PATRIMONIO

El patrimonio es, en principio, el conjunto de bienes que tiene una persona, estos
bienes servirán durante la vida de la persona para que ésta subsista y cumpla
además con las obligaciones que contraiga.

El patrimonio, no debe entenderse como los bienes propiamente dichos, sino


como la capacidad o aptitud para adquirirlos y, en este sentido, el patrimonio
siempre acompaña a la persona; es como una bolsa unida a ella que en ocasiones
se encontrará vacía por tener la persona más deudas que bienes para cubrirlas.

El patrimonio se puede entender como; El conjunto de bienes, derechos y


obligaciones apreciables en dinero.
Es evidente que tanto los bienes como los derechos que integran el
patrimonio constituyen su parte activa y las obligaciones su parte pasiva, no siendo
así diferente para los extranjeros los cuales al adquirir un bien dentro del territorio
nacional contraen este tipo de obligaciones aparejados del bien,

6.6. CLAUSULA CALVO


ANTECEDENTES

LEYES CONSTITUCIONALES DE 30 DE DICIEMBRE DE 183618.

En la Primera Ley Constitucional, los artículos 12 y 13 precisan, por una parte, la


condición jurídica de los extranjeros y, por otra parte, las limitaciones respecto del
derecho de propiedad:

“Artículo 12. Los extranjeros, introducidos legalmente en la República, gozan


de todos los derechos naturales, y además los que se estipulen en los
tratados, para los súbditos de sus respectivas naciones; y están obligados a
respetar la religión y sujetarse a las leyes del país en los casos que puedan
corresponderles.”
“Artículo 13. El extranjero no puede adquirir en la República propiedad raíz,
si no se ha naturalizado en ella, casare con mexicana, y se arreglare a lo
demás que prescriba la ley relativa a estas adquisiciones. Tampoco podrá
trasladar a otro país su propiedad mobiliaria, sino con los requisitos y
pagando la cuota que establezcan las leyes.”

ESTATUTO ORGÁNICO PROVISIONAL DE LA REPÚBLICA MEXICANA19

El Presidente sustituto de la República Mexicana, Ignacio Comonfort, decretó el


Estatuto Orgánico Provisional de la República Mexicana el 22 de diciembre de 1855

18
Tena Ramírez Felipe, Leyes Fundamentales de México 1800-1976, séptima edición, editorial Porrúa,
México, 1976, p. 208.
19
Ibidem p.508
y, en el artículo 70, se establecieron los límites a la adquisición por extranjeros en
los siguientes términos:

“Artículo 70. Los extranjeros que obtuvieren estos privilegios, o los


que adquieran por transmisión, quedarán, por el mismo hecho, sujetos, en
cuanto a los mismos privilegios, a las leyes y tribunales del país, como los
nacionales. En consecuencia, todas las cuestiones que puedan suscitarse
sobre adquisición, uso, conservación, traslación o pérdida de estos
privilegios, y cualesquiera otras de la misma naturaleza, serán terminadas
por las vías ordinarias y comunes de las leyes nacionales, con exclusión de
cualquiera otra intervención, sea la que fuere.”

Fue un acierto sujetar a los extranjeros a las leyes y tribunales del país y,
adicionalmente, excluir cualquier otra intervención, como puede ser la injerencia del
país al que el extranjero perteneciese.

PROYECTO DE CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA MEXICANA DE


JUNIO16 DE 185420

En el Proyecto de Constitución Política de la República Mexicana de 1856, suscrito


por Ponciano Arriaga, Mariano Yáñez y León Guzmán, se produjo, respecto del
derecho de propiedad de los extranjeros, un precepto muy atinado de sometimiento
de los extranjeros a las instituciones, leyes, autoridades y tribunales del país, con el
señalamiento expreso de que nunca podrían reclamar contra el país, con la
salvedad de que hubiesen otras violaciones que en el precepto respectivo se
indican. El texto de la disposición es el siguiente:

“Artículo 38. Son extranjeros los que no poseen las calidades


determinadas en la sección precedente. Tienen derecho a las garantías
otorgadas en la sección primera del título primero de la presente Constitución,
y a las que resulten clara y evidentemente de los tratados celebrados con sus

20
Ibidem p559
respectivas naciones. Tienen la obligación de respetar las instituciones, leyes
y autoridades del país, y sujetarse a los fallos y sentencias de los tribunales,
sin poder intentar otros recursos que los que las leyes conceden a los
mexicanos. Nunca podrán intentar reclamación contra la nación, sino cuando
el gobierno ú otra autoridad federal les impida demandar sus derechos en la
forma legal, ó embarace la ejecución de una sentencia pronunciada conforme
a las leyes del país.”

CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA MEXICANA, SOBRE LA


INDESTRUCTIBLE BASE DE SU LEGÍTIMA INDEPENDENCIA, PROCLAMADA
EL 16 DE SEPTIEMBRE DE 1810 Y CONSUMADA EL 27 DE SEPTIEMBRE DE
182121

El Presidente sustituto de la República Mexicana, decretó la Constitución de 1857


el 5 de febrero de 1857, misma que, en relación con los extranjeros, estableció:

“Artículo 33. Son extranjeros los que no posean las calidades


determinadas en el artículo 30. Tienen el derecho a las garantías otorgadas
en la sección 1ª, título 1º, de la presente Constitución, salva en todo caso la
facultad que el gobierno tiene para expeler al extranjero pernicioso. Tienen la
obligación de contribuir para los gastos públicos, de la manera que dispongan
las leyes, y de obedecer y respetar las instituciones, leyes y autoridades del
país, sujetándose a los fallos y sentencias de los tribunales, sin poder intentar
otros recursos, que los que las leyes conceden a los mexicanos.”

La disposición transcrita tiene la virtud de sujetar a los extranjeros a las leyes,


instituciones, autoridades, y tribunales mexicanos. Se excluye la posibilidad de
intentar otros recursos como pudiera ser la pretensión de obtener la protección de
su gobierno.

PROYECTO DE CONSTITUCIÓN PRESENTADO POR EL PRIMER JEFE,


VENUSTIANO CARRANZA, ANTE EL CONSTITUYENTE DE 191622

21
Ibidem p 611-612
22
Ibidem p. 773.
En la ciudad de Querétaro, capital del Estado del mismo nombre, el primero de
diciembre de 1916, don Venustiano Carranza presentó su Proyecto de Constitución,
en cuyo artículo 33 definió a los extranjeros, les concedió derecho a las garantías
constitucionales, previno su expulsión y señaló limitaciones a la adquisición del
derecho de propiedad sobre bienes raíces, en los siguientes términos:

“Artículo 33. Son extranjeros los que no posean las calidades


determinadas en el artículo 30. Tienen derecho a las garantías que otorga la
sección I, título I, de la presente Constitución; pero el Ejecutivo de la Unión
tendrá la facultad exclusiva de hacer abandonar el territorio nacional
inmediatamente y sin necesidad de juicio previo, a todo extranjero cuya
permanencia juzgue inconveniente.

“Las determinaciones que el Ejecutivo dictare en uso de esta facultad, no


tendrán recurso alguno.

“Los extranjeros no podrán, de ninguna manera, inmiscuirse en los asuntos


políticos del país. Tampoco podrán adquirir en él bienes raíces, si no
manifiestan antes, ante la Secretaría de Relaciones Exteriores, que
renuncian a su calidad de extranjeros y a la protección de sus gobiernos en
todo lo que a dichos bienes se refiere, quedando enteramente sujetos,
respecto de ellos, a las leyes y autoridades de la nación.”

Es superior el tercer párrafo transcrito, a lo que posteriormente se estableció, en


cuanto a la renuncia, en la fracción I del artículo 27 constitucional pues, en lo
reproducido, el extranjero renuncia a su calidad de extranjero y a la protección de
su gobierno, en cambio, en el texto de la Constitución de 1917, renuncia no a la
protección, sino a su derecho de invocar la protección que, es cosa distinta y de
menor alcance pues, el país del extranjero puede pretender la protección que no
está condicionada a que se le solicite.

CONSTITUCIÓN DE 191723

23
Ibidem, p. 827.
Don Venustiano Carranza, en su carácter de Primer Jefe del Ejército
Constitucionalista, encargado del Poder Ejecutivo de los Estados Unidos
Mexicanos, expidió la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos el 5
de febrero de 1917, y, se estableció en la fracción I del artículo 27, respecto al
derecho de los extranjeros de adquirir el dominio de tierras, aguas y sus accesiones,
o para obtener concesiones de explotación de minas, aguas, o combustibles
minerales de la República Mexicana, lo siguiente:

“I.- Sólo los mexicanos por nacimiento o por naturalización y las sociedades
mexicanas, tienen derecho para adquirir el dominio de las tierras, aguas y
sus accesiones, o para obtener concesiones de explotación de minas, aguas
o combustibles minerales de la República Mexicana. El Estado podrá
conceder el mismo derecho a los extranjeros, siempre que convengan ante
la Secretaría de Relaciones Exteriores en considerarse como nacionales
respecto de dichos bienes, y en no invocar, por lo mismo, la protección de
sus gobiernos por lo que se refiere a aquéllos; bajo la pena, en caso de faltar
al convenio, de perder, en beneficio de la Nación, los bienes que hubieren
adquirido en virtud del mismo. En una faja de cien kilómetros a lo largo de las
fronteras y de cincuenta en las playas, por ningún motivo podrán los
extranjeros adquirir el dominio directo sobre tierras y aguas.”

Respecto a la consagración en la fracción I del artículo 27 constitucional de


la denominada “Cláusula Calvo”, el extranjero se compromete a no invocar la
protección de su gobierno, no renuncia a su derecho de ser protegido, en ese
sentido, era más acertada la disposición contenida en el Proyecto de Venustiano
Carranza. Se establece la sanción respectiva ante el incumplimiento del
compromiso contraído por el extranjero. Lo que es, en concepto nuestro,
sumamente conveniente para nuestro país, es el establecimiento, en la parte final
del artículo 27 constitucional, fracción I de la Zona prohibida en fronteras y costas,
aunque la prohibición se limita únicamente al dominio directo.

DOCTRINA CALVO
El jurista y diplomático Carlos Calvo (1824-1906) tuvo el carácter de relevante autor
de valiosas obras de Derecho Internacional. La extensión y calidad de su obra
escrita obtuvo el debido reconocimiento internacional, y su pensamiento ha
perdurado sobre diversos tópicos, en particular destacó lo que se denomina:
“Doctrina Calvo”, a través de la cual proscribe la intervención armada para el cobro
de deudas y la ejecución de reclamaciones privadas.

El internacionalista Carlos Calvo establecía, de manera literal: “…de


conformidad con los principios del Derecho Internacional, el cobro de deudas y la
ejecución de reclamos privados no justifica de plano la intervención armada de parte
de los gobiernos.

Carlos Calvo aseveraba que un Estado no puede aceptar responsabilidades


por pérdidas sufridas por extranjeros a resultas de guerra civil o insurrección,
partiendo de la base de que al admitir la responsabilidad en tales casos, significaría
una amenaza para la independencia de los Estados más débiles, que quedarían
sometidos a la posible intervención de Estados fuertes y crearía una desigualdad
injustificable entre nacionales y extranjeros.
El internacionalista mexicano Manuel J. Sierra, alrededor de la Doctrina
Calvo, expresaba que esa doctrina obtuvo una ratificación en las convenciones que
sobre responsabilidad de los Estados y la situación jurídica de los extranjeros han
sido firmadas en las Conferencias Panamericanas, y se ha adoptado en la
legislación mexicana y otros Estados para los actos jurídicos sobre bienes raíces en
que intervienen extranjeros, con la denominación de: “Cláusula Calvo”.
No deben ser confundidas la Doctrina Calvo, por una parte, y la Cláusula
Calvo, por otra parte.
CLÁUSULA CALVO

EL DAÑO A LOS EXTRANJEROS Y LA INTERPOSICIÓN DIPLOMÁTICA

El fenómeno de la expansión económica y financiera de los grandes países


europeos durante buena parte del siglo XIX en los países menos desarrollados trajo
consigo una teoría y un cuerpo de instituciones en el campo internacional. El
desenvolvimiento de la teoría de la intervención, durante esa misma centuria,
cooperó eficazmente para dar sostén a tales instituciones y para impartirles una
aparente legalidad. A la vez, el florecimiento de la institución diplomática durante la
misma centuria contribuyó igualmente a la formación de normas alrededor del
tratamiento a los extranjeros domiciliados en esos países de escaso desarrollo,
sobre todo, naciones, latinoamericanas.

De esa suerte, las potencias hicieron sentar el principio de que un daño


causado a uno de esos extranjeros, en su persona en su patrimonio es una injuria
que lastimaba el prestigio de esas potencias y debe repararse, en ocasiones con
mucha desproporción a la lesión recibida.

Para apoyar las relaciones de sus connacionales ante los países atrasados,
surgió la práctica conocida con el nombre de “interposición diplomática”, nombrada
también de manera indebida, la “protección diplomática”, que consiste en las
representaciones hechas ante las autoridades por los agentes diplomáticos, en
nombre de esos compatriotas supuestamente dañados, que se pretendió
fundamentar en el derecho de intervención, primero y cuando ésta quedó
desacreditada, en vagos principios de honor nacional, de utilidad económica del
extranjero y de su patrimonio hacia el Estado de Origen, etc. Bajo ciertos y
prudentes límites es posible reconocer la validez jurídica a la institución de la
interposición diplomática en favor de los extranjeros como cuando se destina a
remover una causa de fricción, o cuando se utiliza para prevenir un atentado, pero
actualmente, por lo menos en América, ella se ha desprestigiado, porque llevaba
consigo la semilla de su propia destrucción. No creo que hoy pueda alegarse que
constituye un sistema apto para lograr el extranjero un tratamiento preferencial. Por
el contrario, su empleo en los tiempos actuales es causa de irritación en las
relaciones internacionales.

Los intentos para limitar la interposición diplomática. La Clausula Calvo.

La interposición diplomática degeneró pronto en abusos, y creó una situación


intolerable. Los extranjeros residentes en los países de menor desarrollo, en lugar
de ocurrir a las leyes y tribunales locales, para cualquier reclamación preferirían
utilizar el conducto diplomática, que les garantizaba un régimen de privilegio con
respecto a los nativos, y rehusaban arrogantemente a sujetarse a las disposiciones
internas.

Las protestas en contra de esta viciosa e ilegal práctica no tardaron en


hacerse sentir en dondequiera. Más no había en América por esos tiempos
iusinternacionalistas que pudiesen crear una doctrina competente que viniera a
contrarrestar la nociva costumbre de la interposición. Ni tampoco se podía romper
definitivamente con las naciones poderosas, pues era necesario el capital de sus
inversionistas para lograr un adelanto de los Estados americanos. Surgieron
entonces fórmulas que sin conducir a una ruptura buscaban reducir a términos
legales la consulta de los extranjeros y limitar al mismo tiempo las constantes y
molestas representaciones de los agentes diplomáticos.

Tales formulas reciben el nombre genérico de “Clausula Calvo”, pero es


factible establecer, distinciones entre todas ellas.

A) Cláusula Calvo legislativa. Puede darse este nombre a aquellas


disposiciones legislativas que cogen más o menos la tesis de Calvo con respecto a
los extranjeros, o sea la afirmación de que el Estado no reconoce más obligaciones
hacia ellos que las que su constitución y leyes otorgan a sus propios ciudadanos.

B) Cláusula Calvo de agotamiento de los recursos locales. El extranjero se


obliga a agotar todos los remedios que proporciona la jurisdicción del país antes de
intentar la ayuda de su gobierno, y generalmente aparece en el contexto de una
concesión o de un contrato entre el extranjero y el gobierno.

C) Cláusula Calvo como renuncia a intentar la protección diplomática.

Esta es la propiamente llamada Cláusula Calvo. Por ella el extranjero renuncia a


recurrir la protección del gobierno del país en donde es originario, insertando tal
declaración en un contrato suscrito por él. Tal estipulación tiene mejor carácter
técnico que las otras modalidades legislativas o contractuales donde se aplica la
doctrina Calvo; es la que positivamente ofrece mayor dificultad para su tratamiento
y es, además, contra la cual se enderezan los más fuertes ataques de los autores
sajones.

CONCEPTO DE CONDICIÓN JURÍDICA DE EXTRANJEROS


Con gran claridad Niboyet24 explica que la condición jurídica de los extranjeros
“consiste en determinar los derechos que los extranjeros gozan en cada país”. A
esta muy sencilla noción únicamente le es objetable que omite mencionar los
deberes de los extranjeros. Consecuentemente, la condición jurídica de los
extranjeros estará integrada por los diversos derechos y obligaciones imputables en
un Estado a las personas físicas o morales que no tienen el carácter de nacionales.
La condición jurídica de los extranjeros involucra derechos y obligaciones
relacionados con las personas físicas o morales que carecen de la nacionalidad del
Estado respecto de cuyo sistema jurídico se hace el enfoque de la situación jurídica
de los no nacionales.
La expresión “condición jurídica de los extranjeros” alude a la esfera jurídica
de las personas físicas o morales no nacionales en un Estado determinado. Dicha
esfera jurídica se conformará de derechos subjetivos y deberes subjetivos derivados
de normas jurídicas internas, internacionales o de ambos. No se concibe la
condición jurídica de los extranjeros sin una referencia, aunque sea hipotética, al
sistema jurídico nacional de un país dado.
La condición jurídica de los extranjeros está íntimamente relacionada con la
vigencia espacial de las normas jurídicas. Un Estado pretende, en principio, que las
normas jurídicas emanadas de su estructura tengan vigencia en el territorio que le
pertenece y pretende, concomitantemente, abarcar a todas las personas. La
presencia temporal o permanente de los extranjeros, por una parte, y por otra parte,
la defensa de los intereses nacionalistas le obliga a establecer una distinción entre
las personas físicas o morales destinatarias de sus normas jurídicas y de allí surge
la necesidad de estudiar con especialidad la condición jurídica de los extranjeros.
Independientemente de que es acertada la denominación “condición jurídica de los

24
Bucar libro de niyobet
extranjeros”, no podemos dejar de reconocer que es muy sugestiva la denominación
de “derecho de extranjería”25 a la que se refiere Alfred Verdross, aunque este autor
limita el alcance de esta expresión a la norma que engendra derechos y deberes
para los Estados en relación con los extranjeros. En otros términos, dentro de la
expresión “condición jurídica de los extranjeros” nosotros podemos dar a las
personas físicas o morales el carácter de sujetos de Derecho. Dentro de la
expresión “derecho de extranjería”, o “jurisdicción sobre los extranjeros”, 26 no sólo
marca derechos y obligaciones para personas físicas o personas morales
extranjeras, sino que hace surgir prerrogativas y deberes para el Estado cuyo
sistema jurídico se enfoca con relación a un extranjero. Asimismo, surgen derechos
y obligaciones para el Estado del cual es nacional el extranjero, en el supuesto de
que sea nacional de otro Estado. También surgen derechos y obligaciones para el
Estado como sujeto de la comunidad internacional.

MÍNIMO DE DERECHOS INTERNACIONALMENTE RECONOCIDOS


Cada Estado es el encargado de regular, en el ámbito territorial que le corresponde,
la condición jurídica de los extranjeros y tal regulación está subordinada, para no
incurrir en responsabilidades internacionales, al respeto de un mínimo de derechos
que el Derecho Internacional plasma a favor de los extranjeros. No hay ninguna
opción que contradiga la existencia de un mínimo de derechos que han de
respetarse por los Estados al legislar sobre la condición jurídica de los extranjeros.
El problema yace en determinar qué derechos son considerados como
integrantes del mínimo tan unánimemente aceptado.
La determinación de ese mínimo de derechos requerirá el conocimiento de
las opiniones doctrinales vertidas en relación con el tema, análisis de las
convenciones internacionales bilaterales, multilaterales y la referencia a la
jurisprudencia internacional que a través del fallo a cuestiones litigiosas que se han
sometido a los organismos internacionales. La solución definitiva del problema
consiste en precisar el mínimo de derechos establecidos por el Derecho

25
Igual buscar libro de verdross
26
Charles Fenwick
Internacional y obligatorio para los Estados, en concepto nuestro, no se ha hallado
todavía esa precisión, aunque no se puede negar que se ha tenido un considerable
avance obtenido de una multiplicación de esfuerzos.
Es de desearse que la Organización de las Naciones Unidas, en el
desempeño de su cometido, promueva la determinación más precisa y clara de los
derechos de los extranjeros, sin detrimento de la posibilidad de desarrollo de las
naciones débiles y sin que tales derechos se utilicen como pretexto favorable a
malos tratos en algunos Estados.
Los autores coinciden en admitir la existencia de un mínimo de derechos que
el Derecho Internacional consagra a favor de los extranjeros, algunos proponen qué
derechos deben englobarse en ese mínimo, pero, no se encuentra con facilidad una
crítica a la situación imperante de que hay indeterminación muy generalizada en
mínimo de esos derechos.
No sería necesario mencionar que no se puede obligar a los legisladores de
cada Estado a respetar tal mínimo de derechos de los extranjeros, no así, es
también incorrecto no conocer a ciencia cierto cómo está integrado el mínimo
relativo.
El Derecho Común Internacional prescribe la obligación de que los Estados
reconozcan a los extranjeros un cierto mínimo de derechos, aunque aún no
sabemos ¿Cuál es ese mínimo? Ese mínimo ¿Debería ser superior? ¿Igual? o
¿Inferior al mínimo de derechos que han de asegurarse a los nacionales?.
Considero correcto considerar que el mínimo de derechos favorables para los
extranjeros no debería considerarse en relación con los derechos nacionales. En
un Estado cuyas instituciones jurídicas y sociales están bien desarrolladas, es
posible que ese mínimo se satisfaga aunque los extranjeros estén en una situación
de inferioridad en relación con los nacionales.
En el mismo tenor, no es necesario que los extranjeros tengan más, menos,
o iguales derechos que los nacionales. Lo verdaderamente necesario es que a los
extranjeros se les respete el mínimo de derechos correspondientes,
independientemente de su situación de inferioridad, superioridad o Igualdad en
relación con los nacionales de lada Estado.
En relación, con la impresión en lo que atañe a la determinación exacta del
cúmulo de derechos que integran el mínimo a estudio obedece a esa tendencia que
compara los derechos del nacional, con los del extranjero, misma que considero
innecesaria. Como un ejemplo de lo arraigada que está la tendencia a establecer
una comparación entre los derechos del nacional y los del extranjero cito un párrafo
de la obra de Hans Kelsen:27 “En lo que se refiere a los derechos, cada Estado Está
obligado por el derecho internacional general a otorgar a los extranjeros, por lo
menos la igualdad ante la ley con sus nacionales en cuanto a la seguridad de las
personas y la propiedad. Sin embargo, esto no significa que el Derecho del Estado
deba conferir a los extranjeros los mismos derechos que a sus nacionales. Los
extranjeros pueden estar excluidos de los derechos políticos, de ciertas profesiones
y aun de adquirir la propiedad de la tierra. No obstante, la situación jurídica que se
otorgue a los extranjeros no debe estar por debajo de una nivel mínimo de
civilización; sin que constituya una excusa el hecho de que la situación jurídica
otorgada a los ciudadanos por el derecho nacional no corresponde a este nivel”
Sustento así, el criterio de que doctrinalmente hablando es más interesante
y fructífero, en lugar de hacer una comparación de derechos entre nacionales y
extranjeros hagan el intento de enlistar los derechos que han de configurar el
mínimo de derechos a favor de los extranjeros. De esta manera, más rápidamente
podría llegarse al establecimiento de normas internacionales, contenidas en
convenciones internacionales, aplicables al mayor número de Estados, que
especificaran el mínimo de derechos de extranjeros a respetar por la legislación
interna. En este sentido, es pertinente considerar el estudio que hace Verdross de
los derechos de los extranjeros fundados en el Derecho Internacional 28 “Todos los
derechos de los extranjeros que se fundan en el Derecho Internacional común
parten de la idea de que los Estados están obligados entre sí a respetar en la
persona de los extranjeros la dignidad humana. Y a ello se debe el que hayan de
concederles los derechos inherentes a una existencia humana digna de tal hombre”

27
Buscar obra de Hans Kelsen
28
Buscar obra de Vedross
“En el sentir de los pueblos civilizados, los derechos que dimanan de esta
idea pueden reducirse a cinco grupos:
1) Todo extranjero ha de ser reconocido como sujeto de derecho.
2) Los derechos privados adquiridos por los extranjeros han de respetarse
en principio.
3) Han de concederse a los extranjeros los derechos esenciales relativos a
la libertad.
4) Han de quedar abiertos al extranjero los procedimientos judiciales.
5) Los extranjeros han de ser protegidos contra delitos que amenacen su
vida, libertad, propiedad y honor.”
Es innegable que un movimiento universal realmente arrollador en el que priva la
idea de que el individuo debe tener asegurada una condición jurídica a un nivel cada
vez más alto, independientemente de que sea nacional o de que sea extranjero. En
otras palabras, el Derecho Internacional se ha inclinado por establecer derechos del
hombre como entidad humana haciendo abstracción de su calidad de nacional o de
extranjero; en esta corriente, por razón obvia, al precisar los derechos de cualquier
hombre quedarán también precisados los derechos de las personas físicas
extranjeras.
RECIPROCIDAD DIPLOMÁTICA
En la legislación interna de los Estados el trato jurídico dado a los extranjeros ha
sido orientado por diversos sistemas que podemos subsumir en los siguientes
enunciados: A) Sistema de la Reciprocidad Diplomática; B) Sistema de la
Reciprocidad Legislativa; C) Sistema de la equiparación a nacionales D) Otros
sistemas.

a) Sistema de la Reciprocidad Diplomática. El eje vertiente del sistema de


reciprocidad diplomática se halla en el artículo 11 del Código de Napoleón que a la
letra establece:29 “El extranjero disfrutará en Francia de los mismos derechos civiles

29
José Algara, lecciones de Derecho Internacional Privado, Primera edición, Imprenta Ignacio Escalante,
México, 1899, pag. 43
que se hayan concedido o se concedan en adelante a los franceses, por los tratados
celebrados con la nación a la que el extranjero pertenezca.”
Conforme al precepto señalado, los extranjeros tendrían los derechos civiles
estipulados en los tratados celebrados con los países a que ellos perteneciesen
pero, si se careciese de tratados no gozarían de derecho alguno.
Tal ordenamiento era sumamente severo y por ello, como señala Al

CONCLISIONES
BIBLIOGRAFIA

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