Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Enfoques transversales
Valores Actitudes observables
PREPARACIÓN DE LA SESIÓN
¿Qué se debe hacer antes de la sesión? ¿Qué recursos o materiales se utilizarán en la sesión?
- Tener a la mano la Biblia, documentos de la iglesia - Papelógrafo con el cuadro propuesto en Desarrollo
- Pedir que los estudiantes lleven catecismo escolar - Papelógrafos en blanco y plumones (para cada equipo)
- Preparar una breve separata con información - Cinta adhesiva
seleccionada
1. MOMENTOS DE LA SESIÓN
Ahora bien, como los ángeles son seres espirituales, ellos sí pueden ver a Dios
(Mateo 18:10). Y no son los únicos. Algunas personas van al cielo después de
morir y se convierten en criaturas espirituales. Cuando eso ocurre, ellas
también pueden ver a Dios (Filipenses 3:20, 21; 1 Juan 3:2).
¿Por qué Dios se manifiesta de manera invisible sin dejarse ver y sin revelar su verdadera
identidad que se verá mejor con la llegada de Jesús en cuanto el “mesías” esperado pero
sobre todo en cuanto Hijo de Dios?
Éxodo 3, 13-14: “Contestó Moisés a Dios: “Si voy a los israelitas y les digo: “El Dios de vuestros padres me
ha enviado a vosotros”; cuando me pregunten: “¿Cuál es su nombre?”, ¿qué les responderé?” Dijo Dios a
Moisés: “Yo soy el que soy”.
Dios presenta su identidad de manera misteriosa. Moisés imaginaba justamente que el pueblo reaccionaría
con una pregunta. Al anunciar el encargo, preguntará: “¿Cuál es su nombre?”.
La pregunta es al mismo tiempo una petición de información sobre su nombre, y de explicación de su
significado. Ciertamente el pueblo quiere saber algo más sobre las verdaderas intenciones de Dios.
Al preguntarle su nombre, busca comprender el nuevo tipo de relación que Dios establece
con él.
En el pasado Dios se había relacionado como el Dios de los padres. ¿Qué relación tendrá ahora con Israel?
Dios da una respuesta a Moisés, que se distingue de aquella destinada al pueblo, en respuesta a su eventual
petición. El hecho de que la respuesta esté dirigida a Moisés, indica que la pregunta no es tomada de
manera superficial. Ésta revela algo de Moisés y del pueblo. Dios dijo: “Yo soy el que soy”. Esta expresión es
paradójicamente tanto una respuesta como un rechazo a responder. Dios quiere hacerle entender a
Moisés que se manifestará según su plan.
Enseguida Dios dará una respuesta a la pregunta que el pueblo
pueda hacer a Moisés, “Así dirás a los israelitas: Yahveh, el Dios de
vuestros padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros”.
También el pueblo experimentará el plan de Dios que le reserva para el futuro.
Una vez explicado el significado del nombre se le da el mismo nombre inefable: Yahveh el Dios de los
padres. Es él quien ha enviado a Moisés.
La parte final del versículo 15 está dirigida nuevamente a Moisés: “Este es mi nombre para siempre,
por él seré invocado de generación en generación”.
El nombre se revela no para satisfacer la curiosidad de Israel, sino para ser instrumento de una
adoración continua.
La frase “Yo Soy el que soy”, según las reglas de la gramática hebrea, significa “yo soy
aquel que estaba, que está y que estará”, es decir “yo soy aquel que está siempre presente”,
“yo soy”.
Dios se revela como un Dios personal, (Dios de Abraham, de Isaac y Jacob), continuamente
presente en la historia junto al hombre.
El versículo 14 nos ayuda a conocer el significado del nombre de Dios con cuatro consonantes, el llamado
tetragrama, yhwh, que se pronunciaba yahweh.
Por respeto al nombre sagrado los judíos de la época no lo pronunciaron, sustituyéndolo con “Adonai” que
significa “Señor”, Yahweh se puede traducir como “él estaba, está y estará”, “él está presente”.
El nombre no es una definición filosófica de la esencia divina, sino más bien una descripción
de su actuar en el mundo a favor del hombre, del pueblo. El nombre indica en la Biblia la
identidad del Dios que actúa en la historia.
Pensemos en otro texto del Nuevo Testamento, Romanos 10,13: “Pues todo el que invoque el nombre del
Señor se salvará”. En este caso se trata de Jesús resucitado que en la Resurrección fue constituido Señor, es
decir, con el mismo nombre de Dios.
Dios se revela revelando su nombre. El hombre a veces pretende reducir a Dios a
una imagen e introducirlo en sus propios esquemas.
En este sentido se debe recordar cómo en la antigüedad la imagen de la divinidad era considerada como
una realidad mágica, poseyéndola era posible dominar al mismo Dios.
La lucha contra las imágenes de Dios es una lucha contra cualquier intento por reducir a Dios a un objeto
manipulable del hombre, de hacerse un dios para su propio uso y consumo. Dios se muestra incognoscible
para el hombre que por si mismo quiere alcanzar el conocimiento del Omnipresente.
Por lo tanto, es un Dios que se debe escuchar antes de ver. Dios se hará visible en Jesús, en el que
podemos descubrir la verdadera imagen de Dios.
Por lo tanto, Dios se revela a sí mismo sin ofrecer una imagen, pero buscando una relación
con el hombre. Y en la plenitud de los tiempos se descubrirá que esta imagen asume todos los rasgos de
un hombre, Jesús.