EMPRENDIMIENTO Y PYMES

SEMANA 3
ÍNDICE
MITOS Y BARRERAS PARA EMPRENDER. ERRORES EN TORNO AL EMPRENDIMIENTO ...................... 3
OBJETIVOS ESPECÍFICOS ...................................................................................................................... 3
INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................... 3
1. MITOS EN TORNO AL EMPRENDIMIENTO ................................................................................... 4
2. BARRERAS PARA EMPRENDER .................................................................................................... 9
3. ERRORES FRECUENTES EN EL EMPRENDIMIENTO .................................................................... 12
4. ERRORES FRECUENTES DE EMPRENDEDORES CHILENOS ......................................................... 16
COMENTARIO FINAL.......................................................................................................................... 18
REFERENCIAS ..................................................................................................................................... 19

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ESTE DOCUMENTO CONTIENE LA SEMANA 3
MITOS Y BARRERAS PARA EMPRENDER. ERRORES EN
TORNO AL EMPRENDIMIENTO

OBJETIVOS ESPECÍFICOS
 Identificar los principales mitos y barreras asociados al emprendimiento.

 Reconocer los errores más comunes que se cometen en el proceso de emprender.

 Ilustrar, mediante ejemplos de emprendedores, mitos, barreras y errores del
emprendimiento.

INTRODUCCIÓN
La satisfacción de concretar un proyecto y ver realizada una idea es impagable y parece ser razón
suficiente para que muchos decidan arriesgarse y caminar por la senda del emprendimiento. Pero
no se debe olvidar que no es un camino fácil, ya que requiere del desarrollo de ciertas
características y habilidades, que se deben trabajar, y aun alcanzando el éxito en el proyecto y
cuando parece estar todo marchando bien, por lo general, aparecen nuevos acontecimientos que
obligan a estar constantemente en un proceso de adaptación y reinvención.

Sabiendo lo anterior, no solo se requiere de este trabajo personal para que la actitud
emprendedora surja, sino también es necesario desprenderse de ciertas ideas arraigadas y que
afloran cuando se quiere llevar adelante un proyecto. Estos miedos o falsas creencias, muchas
veces desaniman y frenan el avance, haciendo que las personas desistan del objetivo propuesto.

En esta unidad, se estudiarán los mitos más comunes que están presentes en el emprendimiento,
las principales barreras con que se encuentran quienes desean emprender y, por último, los
errores más frecuentes que cometen quienes deciden abrirse camino en el emprendimiento.

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 1. MITOS EN TORNO AL EMPRENDIMIENTO
Los mitos asociados al emprendimiento son ideas erróneas que han ido desarrollándose en el
tiempo, quedando arraigadas en la sociedad y que muchas veces influencian negativamente a
quienes han comenzado a emprender.

Estas falsas creencias afectan en forma directa la motivación y dificultan el desarrollo de la

creatividad, generando una especie de barrera sicológica que no permite ver más allá y bloquea
por completo.

Los mitos para emprender, entonces, no son más que creencias erróneas que existen en torno al
emprendimiento y que definen lo que puede o no hacer un emprendedor para tener éxito.Por
tanto, una tarea primordial para quienes buscan desarrollar sus ideas y materializarlas en
proyectos concretos es arrancar estos mitos de sus creencias personales.

A continuación se presentarán los principales mitos relacionados al emprendimiento, que

confunden y limitan muchas veces el actuar. Es muy probable que muchos de ellos sean ideas que
resulten muy familiares, ya sea porque se ha oído en conversaciones, o bien, porque han sido
justificaciones personales para no seguir adelante con algún propósito. Estos mitos, adaptados de
la recopilación hecha por el experto en emprendimiento Ricardo Candela (2008), son:

1. NO NACÍ PARA SER EMPRENDEDOR

Los emprendedores no necesariamente nacen, también se hacen. Aunque es cierto que hay
personas con características y habilidades desarrolladas de manera innata, las competencias
emprendedoras son posibles desarrollarlas también mediante un trabajo de conocimiento
personal y estudio formal. Tal cual como se aprende un idioma, así es posible adquirir las
habilidades necesarias para activar la actitud emprendedora.

2. ES NECESARIO CONTAR CON TODOS LOS RECURSOS NECESARIOS ANTES DE

INICIAR UN PROYECTO

Esto no es cierto y más bien es una simple justificación para no iniciar nada. En la mayoría de los
casos, no es necesario contar con un gran capital, tener toda la información y los conocimientos
que se creen necesarios, contar con todas las personas, ni ahorrar por años para recién
aventurarse a emprender. Antes que recursos, es necesaria la creatividad. Esta creatividad
permitirá encontrar el complemento a lo que hace falta, ya sea el financiamiento, personas o
conocimientos en alguna materia.

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 3. EL EMPRENDEDOR DEBE FINALIZAR LO QUE EMPEZÓ

Si bien es importante no dejar a medias lo que ha sido propuesto, un emprendedor debe saber
cuándo retirarse. Si por alguna razón se observa que se ha desviado del camino y no está llegando
al objetivo propuesto, el emprendedor debe revisar qué sucede y si es necesario detenerse y
reinventar el proyecto. Seguir adelante ciego con algo que no está marchando bien no lo hará más
perseverante, lo más probable es que lo lleve a arriesgar más de lo necesario y a agotarse más de
la cuenta.

4. UN BUEN EMPRENDEDOR ES AQUEL QUE TIENE ÉXITO EN EL PRIMER INTENTO

Absolutamente falso. La mayoría de quienes logran ser exitosos en lo que se proponen, lo hacen
tras pasar por algunos tropiezos y aprender de ellos. Para quien posee una actitud emprendedora,
el fracaso no existe, sino experiencias que le proporcionan nuevos aprendizajes y con ellos
levantarse y continuar más preparado. Tener éxito en el primer intento es algo poco común y no
debe ser causa de desmotivación, sino que se debe continuar intentándolo hasta que dé el
resultado esperado.

5. LA IDEA TIENE QUE SER COMPLETAMENTE ORIGINAL

Este es un mito a medias. Por un lado, es cierto que debe buscar la diferenciación con lo existente,
proponiendo algo distinto que sea atractivo para quienes va dirigido el objetivo. Por tanto, se debe
ofrecer algo que los demás no.

Pensar en algo que nadie haya pensado antes significa tener la idea del siglo, algo tan espectacular
como inventar nuevamente la rueda. Este pensamiento es erróneo y muy limitante, pues
razonando así, nadie debería abrir un nuevo supermercado o restaurante.

Quienes se creen este mito olvidan que el éxito no está garantizado para quien llega primero, sino
para quienes hacen las cosas bien y logran mantenerse en el tiempo.

6. ES NECESARIA UNA IDEA BRILLANTE

De nada sirve una idea si no se concreta. A muchos les ha ocurrido ver alguna idea concretada y
pensar: “Eso yo alguna vez lo pensé”, pero quien tuvo éxito fue quien lo realizó.

Sentarse a esperar por esa idea mágica que surgirá espontáneamente y resolverá todo no es para
emprendedores. Observar el entorno, poner atención a los problemas cotidianos y revisar qué
soluciones existen para resolverlos es lo primero. El paso siguiente es pensar en alternativas que
mejoren la solución existente y, por supuesto, no olvidar que debe ser atractiva para quienes la
necesitan (no para el emprendedor mismo) y ahí comienza una pista interesante de seguir para
concretar esa “buena idea”.

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 7. HAY QUE SER EL NÚMERO UNO

Hay quienes que, de tanto correr, quedan sin aire. Si bien la mentalidad debe ser siempre ser el
mejor en lo que se hace y superarse día a día, no se debe olvidar que el éxito es transitorio y que el
fracaso también es parte de él. Ser el número uno en todo lo que se hace y mantenerlo en el
tiempo es una lucha agotadora, que solo llenará de frustraciones; es mucho mejor dar una batalla
por no perder las ganas o el sentido de lo que se hace, por aprender cada día y demostrarse a sí
mismo de lo que se es capaz, siempre desde un punto de vista interno, no esperando el
reconocimiento del resto para sentir que se ha logrado algo.

Además, si se revisa con detención, ser el número uno es algo subjetivo y depende del momento y
ámbito en que se esté y, por supuesto, de quien lo mire. ¿Es el número uno quien gana más dinero
o el que acumula más premios? Pero, ¿qué premios?, existen infinitas formas de construir la
definición de “ser el número uno” y nadie puede indicar con certeza cuál es la correcta. Por tanto,
es necesario preocuparse de hacer bien lo que sea que el emprendedor se haya propuesto, de
actuar con convicción, según valores y principios y de ser capaz de aprender del otro, pues
siempre existirá alguien que corre más rápido, que gana más dinero o que posee mejores
calificaciones que las propias y es más beneficioso e inteligente averiguar cómo lo consiguió y
sacar lecciones, que frustrarse y caer en la desesperación por alcanzar un objetivo.

8. HAY QUE SER UN EXPERTO EN EL TEMA DE SU PROYECTO

Hoy en día, con la mayor facilidad de acceso a la información, no es necesario ser experto en algo,
pues todo es posible aprenderlo y si no se puede aprender por alguna razón, se debe saber buscar
a quien pueda aportar con ese conocimiento. Todos tienen algo que transmitir y, aunque parezca
un mínimo aporte, habrá alguien que agradecerá la información. Si las personas se centran en ser
expertas para comenzar algo, nunca lo harán, pues es imposible saberlo todo. Potenciar las
habilidades, mantenerse siempre informados sobre el tema que se estará abordando o se desea
abordar y preocuparse de lo que desea realmente el interlocutor, permitirá ser un aporte en
cualquier ámbito, pues lo importante es proporcionar mejores soluciones que las existentes. No se
trata de ser experto, sino de ser útil.

9. SI FRACASAMOS, NO SERVIMOS COMO EMPRENDEDORES

El fracaso es parte de emprender. Si no se comprende esto, no se logrará avanzar. Este mito es

uno de los que más frenan el emprendimiento, pues el temor a fracasar, por la connotación
negativa que el fracaso tiene aún en nuestra sociedad, paraliza y se prefiere evitar la exposición,
desistiendo del objetivo.

En países como Estados Unidos, el fracaso es un factor positivo y las personas que han fracasado y
aprendieron de este levantándose de nuevo, son mejor valorados que quienes no lo han
experimentado. La base para comenzar a mirar el fracaso con ojos positivos está en comprender

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que es el proyecto el que fracasa, no el emprendedor, por tanto, no se convierte en un
“fracasado” si su proyecto no sigue adelante.

Si bien se debe evitar cometer errores y minimizar los riesgos, huir del fracaso no debe ser un
propósito, sino estar preparado por si ocurre y saber cómo actuar y levantarse las veces que sea
necesario, pues el fracaso es parte del camino al éxito, siempre y cuando se aprenda de este.

10. HAY QUE ESPERAR A QUE SE NOS PRESENTE “LA GRAN” OPORTUNIDAD

Muchos esperan toda la vida a que esa “gran oportunidad” les toque la puerta y cambie su vida
completamente. Pero, lo más probable, es que esta nunca aparezca, por tanto, se debe comenzar
el proyecto con la tranquilidad de que en el camino siempre será posible mejorarlo, modificarlo o
rediseñarlo. La experiencia y las personas que se puedan conocer en el camino, ayudarán a que
esa idea se pueda transformar en la “gran oportunidad”.

11. MI PROFESIÓN NO SIRVE PARA EMPRENDER

Emprender no está determinado para algunas profesiones, pues lo importante es desarrollar esa
actitud emprendedora mediante competencias posibles de adquirir. La actitud, las habilidades,
características y experiencias resultan más determinantes para ser emprendedor que los
conocimientos. La profesión, cualquiera sea, es un complemento a la actitud emprendedora y son
totalmente compatibles.

12. SI ALGO NO ME GUSTA, LO DELEGO

En este mito se debe poner especial atención, pues si bien la división del trabajo es un principio
básico de la administración eficiente, es preciso saber qué delegar y qué no. No todo es delegable
y que no agrade algún área del proyecto que se lleve adelante, no significa que se deba restar
atención u olvidarlo traspasándolo a un tercero. Lo estratégico no es delegable y, si bien es
totalmente válido apoyarse en otros para así poder avanzar, se debe tener claridad en que:
delegar no es sinónimo de olvidar, por tanto, solo se deben delegar funciones que le permitan al
emprendedor dedicar tiempo a lo importante, pero recordando que la responsabilidad no se
traspasa, por tanto, siempre será el emprendedor el responsable final de lo delegado.

13. UN TRABAJO DEPENDIENTE ES SEGURO, EMPRENDER MI PROPIO NEGOCIO NO

LO ES

En este caso se hace referencia al emprendedor que opta por desarrollar su propia fuente de
trabajo. Este falso mito es el que no permite que profesionales empleados abandonen sus trabajos
y se decidan a materializar sus propios proyectos empresariales. En la actualidad, ningún trabajo

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está garantizado, nadie tiene el puesto asegurado y la competencia es cada vez mayor, por tanto,
mirar el emprendimiento como una fuente de trabajo es algo a tener en cuenta.

14. EMPRENDER ES PARA QUIENES NO PUDIERON DESTACAR EN OTRAS ÁREAS

Muchos aún ven el camino del emprendimiento como una reacción, que solo sucede como
consecuencia de no haber destacado en nada. Sin embargo, adoptar el emprendimiento como
actitud de vida llevará al autoconocimiento y dará las herramientas necesarias para destacar en lo
que se haya propuesto el emprendedor. El emprendimiento es para quienes buscan el éxito y
poseen la voluntad necesaria para ir tras él.

En resumen:

MITOS EN TORNO AL EMPRENDIMIENTO

No nací para ser emprendedor

Es necesario contar con todos los recursos necesarios antes de iniciar un proyecto

El emprendedor debe finalizar lo que empezó

Un buen emprendedor es aquel que tiene éxito en el primer intento

La idea tiene que ser completamente original

Es necesaria una idea brillante

Hay que ser el número uno

Hay que ser un experto en el tema de su proyecto

Si fracasamos, no servimos como emprendedores

Hay que esperar a que se nos presente “la gran” oportunidad

Mi profesión no sirve para emprender

Si algo no me gusta, lo delego

Un trabajo dependiente es seguro, emprender mi propio negocio no lo es

Emprender es para quienes no pudieron destacar en otras áreas

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 2. BARRERAS PARA EMPRENDER
Si bien un emprendedor puede tener buenas ideas y suficientes cualidades para llevar adelante su
proyecto, la mayoría de ellos enfrenta miedos y dudas al querer dar el paso hacia el
emprendimiento. Estas dudas y temores, en algunos casos, frenan totalmente al emprendedor.
Logrando que este desista de su idea y tome otro rumbo. Por ello, de todas las características del
perfil emprendedor, la capacidad de enfrentar los miedos y asumir ciertos riesgos son de las
fundamentales, especialmente, al inicio de la etapa emprendedora. Si el emprendedor no acepta
el riesgo como parte del proceso y no se prepara para enfrentar las dudas y los problemas que
probablemente surgirán, el proyecto tiene el fracaso asegurado.

En la Guía para emprendedores con futuro realizada por el Centro Emprende de España, entidad
especializada en materias de desarrollo del emprendimiento, se han podido determinar los
principales temores que enfrenta un emprendedor, conocidos también como “barreras para
emprender”. Se expone a continuación una adaptación de lo expuesto por el Centro Emprende
(2001) sobre estas barreras que obstaculizan muchas veces el camino al emprendimiento:

A. FALTA DE CULTURA EMPRENDEDORA

Tener una cultura que fomente y reconozca el emprendimiento como una forma de vida que
agrega valor, es clave. En Chile, esta barrera es una de las que más dificulta a quien decide ir por
este camino, pues no existe una cultura que apoye el emprendimiento y que lo reconozca aún
como una opción de vida válida. Si bien se ha avanzado bastante y el apoyo del Estado para
fomentar este tema ha ido creciendo, todavía falta como sociedad reconocer al emprendedor,
felicitarle cuando tiene éxito en su propósito y no criticarlo negativamente; dejar de temer “al qué
dirán” y, sobre todo, “creerse el cuento”, un dicho muy reconocido, pero que poco se practica.
Solo así se logrará formar esta cultura que marca la diferencia.

Un ejemplo que ilustra esto es el caso de Silicon Valley (en California, Estados Unidos), que por
décadas ha invertido y cultivado el espíritu emprendedor, para convertirse hoy en la cuna de la
innovación. En Chile existen las condiciones para hacer un Silicon Valley latinoamericano con
talentos, emprendedores exitosos, acceso ilimitado a la información con las tecnologías actuales,
pero no se tiene una cultura que fomente el emprendimiento, ahí está el problema y el principal
desafío como sociedad.

B. LA FALTA DE UNA IDEA CON FUTURO

Esta barrera pasa simplemente, porque no se observa el entorno con la atención debida. Se ha
mencionado que desde ahí surgen las ideas, de lo cotidiano, de mirar a alrededor. Quien desea
emprender, aún considera que encontrar “esa” idea, es algo casual, suerte le llaman algunos, pero

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no es más que estar atentos, activar su mente y comenzar a pensar en cómo hacer mejor lo que ya
existe.

C. LA FALTA DE FORMACIÓN

Muchas veces el desconocimiento sobre el tema que se desea abordar, atemoriza y finalmente
detiene el camino del emprendedor. La formación es parte del emprendimiento y requiere de una
búsqueda y disposición a invertir tiempo y quizás recursos en ella. Hoy en día, el acceso a diversa
información, cursos online y textos digitales, permite, incluso, una autoformación en variados
temas, lo cual es un primer paso para aproximarse al tema de interés, para luego buscar la
profesionalización y adquirir los conocimientos necesarios que ayudan a derribar esta barrera. No
se debe olvidar también que la asociatividad es una herramienta que permite suplir las carencias
que se poseen, pues siempre habrá alguien que sepa lo que el emprendedor desconoce y
viceversa, con lo cual es posible complementar conocimientos y seguir adelante.

D. LA FALTA DE FINANCIAMIENTO

Una barrera bastante recurrente, pues al pensar que se tiene una buena idea, lo primero que se
viene a la mente es pensar: “¿Cómo obtener los recursos necesarios para llevarla adelante?”.
Antes de analizar de qué manera se obtendrán estos recursos, se debe cuantificar qué y cuánto se
necesita, pues muchas veces se cree que es más de lo que realmente permitiría comenzar la idea,
asimismo, cabe destacar que no se debe invertir todo de inmediato, sino ir administrando los
recursos según surjan las necesidades.

E. “NO TENGO CARÁCTER EMPRENDEDOR”

La actitud emprendedora se forma mediante el entrenamiento de ciertas características y

habilidades, todas ellas susceptibles de ser adquiridas por quien así lo desee. Por tanto, esta
barrera autoimpuesta es más simple de derribar de lo que se cree, solo se necesitan las ganas de
hacerlo para comenzar a formar ese carácter emprendedor.

F. MIEDO (RIESGO, COMPLICADO)

Por la misma naturaleza humana, lo desconocido asusta, no es grato lidiar con la incertidumbre y
cuando el camino se pone cuesta arriba, lo mejor parece ser dar un paso al costado. Pero, a diario
se ven ejemplos de quienes siguieron adelante a pesar de todo y salieron airosos de la misión, por
tanto, el miedo no debe paralizar al emprendedor, sino que este debe ser capaz de evaluar las
alternativas, controlando los riesgos, pero siguiendo adelante. Lo peor que puede ocurrir, es que
no resulte, pero la experiencia ganada vale por sí sola.

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 G. LA FAMILIA

Muchas veces la barrera más poderosa para comenzar este camino de emprendedor, viene de más
cerca de lo que se piensa. La falta de apoyo de la propia familia es más común de lo que podría
pensarse, sobre todo en la cultura chilena que es más bien reticente a los cambios. Otras veces la
barrera pasa por el temor que da al no poder proporcionar lo necesario a esa familia si se toma el
camino más arriesgado o decepcionarlos si se fracasa en el intento. La recomendación, vuelve a
ser la misma, controlar los riesgos lo más posible y perderle miedo al fracaso.

H. BARRERAS ESPECÍFICAS DE CADA PERSONA

“Soy muy joven”, “¿a mi edad?, estoy muy viejo para eso”, “no es para mí”, “eso es de locos” o
“que va a decir la gente”, son frases que en más de una ocasión se han utilizado como
argumentos. Todas las personas tienen barreras autoimpuestas que las limitan en su actuar, pero
que muchas veces son más bien ideas sin fundamentos. Por ello, solo queda reconocerlas y
trabajar en ellas para irlas derribando poco a poco.

En resumen:

Falta de cultura emprendedora

La falta de una idea con futuro

La falta de formación

La falta de financiamiento
BARRERAS PARA
EMPRENDER
“No tengo carácter emprendedor”

Miedo (riesgo, complicado)

La falta de apoyo de la propia familia

Barreras específicas de cada persona

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 3. ERRORES FRECUENTES EN EL EMPRENDIMIENTO
No siempre todo resulta como se quiere y es parte del camino del emprendimiento comprender
que esto puede pasar y poder sortear con coraje y creatividad las circunstancias que surjan en el
camino al éxito. De todos los casos que se pueden revisar sobre emprendedores en diversas áreas,
en ninguno de ellos está ausente el error, pues es parte del proceso y, como se sabe: “Errar es
humano”. La diferencia radica en aquellos que, a pesar de cometer errores, aprenden de ellos y
continúan en su viaje, pues una de las habilidades importantes de un emprendedor no es no
equivocarse, sino saber cómo gestionar los errores, tratando de cometer los menos posibles.

En diversas actividades de la vida, las personas, equipos u organizaciones a veces salen airosas
precisamente, porque tuvieron la capacidad de reducir la ocurrencia de errores. Obviamente, los
errores no son todos iguales ni en importancia ni en sus consecuencias y muchos de ellos pueden
destruir completamente un proyecto.

José Ernesto Amorós, parte del equipo realizador del trabajo de investigación Global

Entrepreneurship Monitor y director de Investigación Facultad de Economía y Negocios

Universidad del Desarrollo (UDD), explica que al igual que muchas actividades diarias, las

personas, equipos u organizaciones a veces salen airosas justamente porque tuvieron la

capacidad de reducir la incidencia de errores. ‘Obviamente hay errores y errores. Como en

algún momento expresó un antiguo CEO de 3M al comentar que la empresa toleraba los

fracasos bien intencionados’, pero él mismo hacía énfasis en que ‘al final, tiene que haber

resultados. No podemos dejar que los proyectos duren indefinidamente’, en clara alusión a

que todo tiene un límite justo y razonable (...) (Innovación.cl, 2012).

Si bien son variadas las razones que han llevado a que algunas ideas no tengan el éxito deseado
por sus creadores, ha sido posible agrupar, a partir de la experiencia de emprendedores, los
principales errores cometidos al emprender (sea en un negocio, un proyecto laboral o personal).

Amorós (Innovación.cl, 2012) menciona que los errores considerados universales en el

emprendimiento, sin orden de importancia y que se cometen en cualquier área del
emprendimiento, son:

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 1. LA FIEBRE DEL FUNDADOR Y LA PÉRDIDA DE OBJETIVIDAD

La tendencia de los emprendedores es a enamorarse de sus proyectos y esto es positivo, pues si

no se convencen ellos, entonces nadie lo hará. Pero la falta de “un cable a tierra” puede ser muy
perjudicial. El consejo es siempre tener un “abogado del diablo” que ayude a “bajar de la nube…” y
lograr mirar con objetividad la idea, así se podrán ver sus fortalezas y debilidades con claridad.

2. ESCOGER MAL A LOS COMPAÑEROS DE VIAJE

Contar con un buen equipo es clave en cualquier proyecto. Este equipo debe estar integrado por
personas en las cuales se confíe plenamente, por ello pensar en el mejor amigo o familia cercana
parece ser lo más lógico y el primer pensamiento de un emprendedor, sin embargo, ser el mejor
de los amigos o que los una un lazo de familia no los convierte necesariamente en las mejores
personas para realizar un proyecto.

La sugerencia es buscar socios que en verdad entiendan y compartan la esencia del proyecto.
Deben estar igual de comprometidos que el emprendedor y, sobre todo, buscar a aquellos que
puedan suplir las carencias que tenga en cuanto a las habilidades y características estudiadas.
Formar un buen equipo requiere de esfuerzo, por tanto, es un punto al que se debe dedicar
especial atención.

3. FALTA DE ORIENTACIÓN AL MERCADO O PÚBLICO OBJETIVO

Ya se ha hablado de que una buena idea por sí sola no es suficiente, pues se requiere concretarla,
pero también se necesita personas interesadas en ella. Mientras más se conozca a esas personas
mejor será el ajuste para lograr interesarlos y que, incluso, puedan aportar con recursos para
realizarla.

La sugerencia en este caso es siempre pensar en por qué el otro se interesaría en el proyecto, si
realmente lo necesita y si es un aporte real a la mejora de una situación determinada.

4. CARECER DE UNA ESTRATEGIA COMPETITIVA

Siempre se debe tener un foco, la universalidad podría ser para la compañía Coca-Cola (y hasta
ellos tienen estrategias diferenciales). Tener claro cómo se parará frente al mercado, permite
reaccionar rápidamente frente a situaciones inesperadas y, lo más importante, evitar errores en el
proceso.

Se sugiere preguntarse: ¿será mi proyecto más barato?, ¿será mi proyecto único por sus
características?, ¿podré mantener esta estrategia en el tiempo? La coherencia con la decisión
adoptada debe ser permanente, de lo contrario, se pierde credibilidad y, aún peor, se pierde el
foco.

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 5. DESPRECIAR A LA COMPETENCIA

Cuántas veces se ha oído la frase “no hay competencia”, quien la dice está convencido de que es
así, pero se sabe que si un proyecto es interesante es cuestión de tiempo para que esta
competencia aparezca y altere esa tranquilidad. Por ejemplo, un minimarket de barrio es posible
que en su comienzo no tenga competencia, pero ¿cuánto tiempo pasará para que Cencosud y
Walmart entren al negocio? Probablemente menos del que se piensa.

La sugerencia no es más que considerar y conocer siempre a la competencia, tanto la existente

como la potencial, pues los monopolios son cada vez menos y lo más probable es que la realidad
sea la de tener más de un competidor.

6. NO ENTRAR EN EL MOMENTO ADECUADO

Por más que una idea o proyecto sea innovador, tendrá la “ventana de oportunidad” siempre
abierta, si no obsérvese lo que pasó con proyectos como Newton de Apple,1 los autos eléctricos de
GM a finales de los 80, etc.

Todo tiene su momento y se debe estar muy atento para reconocerlo y actuar, de otra forma,
probablemente ya alguien se adelantó.

7. DESCONOCIMIENTO DEL TEMA DEL PROYECTO

Si bien no es necesario ser expertos en el tema de proyecto, sí se requiere estar informado y

adquirir conocimientos que permitan tomar decisiones o modificar su diseño. Por más que se
cuente con un experto en el tema como socio, el emprendedor no puede desentenderse y creer
100% en lo que se le dice, de esta forma podrá cuestionar opiniones y, sobre todo, exponer sus
puntos de vista con fundamentos.

8. NO CONOCER LA ESTRUCTURA DE COSTOS

Tener claridad de los recursos necesarios es clave para llevar un proyecto adelante. No se debe
olvidar que los recursos son limitados y es preciso procurar contar con ellos a lo largo de todo el
proyecto.

Muchos de estos costos y gastos serán aproximados, pero es mejor contar con esta estimación y
ajustarla posteriormente, para que no sea una sorpresa totalmente.

1
Caso en: http://diario.latercera.com/2013/08/31/01/contenido/tendencias/26-145247-9-newton-el-
pionero-de-las-tabletas-que-fracaso-hace-20-anos.shtml.

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 9. EMPEZAR CON RECURSOS INADECUADOS

Este error tiene que ver con lo antes mencionado, pues al no tener claridad de los recursos
necesarios, se podría comenzar sobrevalorando la inversión o quedando por debajo de ella. Estos
recursos, no siempre son dinero, a veces son personas, contactos e incluso tiempo.

10. EL “MAL DE PIEDRA”

Es común querer tener todo y rápido, lo cual no siempre es bueno. Empezar un negocio con una
oficina en la torre Titanium de Santiago es una idea atractiva, pero puede no ser tan bueno, pues
la inversión que esto significa no se justifica en los inicios de un proyecto. Invertir el limitado
presupuesto en activos no necesarios como oficinas céntricas, autos de lujo o mobiliario, más que
impulsar el negocio, perjudican la imagen del emprendedor ante socios e inversores potenciales,
pues dan la sensación de despilfarro y, por supuesto, limitan aún más los recursos disponibles,
llevando, incluso, a altos niveles de endeudamiento innecesario.La clave es gestionar los recursos
una vez que se tienen, pues gastar lo que no se posee solo llevará a adquirir compromisos que no
se podrán cumplir, perdiendo credibilidad y apoyo.

Una regla a seguir: “Mejor arrendar que comprar, mejor prestado que arrendar”.

11. CREER QUE TODO ESTÁ INVENTADO

En muchas ocasiones se desiste de una idea por creer que alguien ya la consideró, pues si es
buena, muy posiblemente alguien en algún lugar ya la pensó. Sin embargo, muchos quizás la han
pensado, pero nadie aún la ha concretado y ahí radica la diferencia. Una idea per se no es valiosa
si no se materializa y se vuelve útil para alguien. Además, una misma idea tiene muchos caminos
para concretarse y es en esas muchas formas donde se debe buscar y aportar a la diferencia.

12. “MORIR DE ÉXITO”

Comprometerse a más de lo que se puede rendir, puede llevar al fracaso por ambición. No estimar
cuánto se es capaz de abarcar, es un error que finalmente termina por superar al emprendedor y
conducirlo directo al fracaso. Siempre es posible transformar este abrumador y repentino éxito en
algo positivo, pues si se sabe reaccionar a tiempo es posible convertirlo de algo puntual a algo
continuo en el tiempo.

Para aclarar este error, un ejemplo: si un sitio web no ha recibido muchas visitas hasta ahora y,
para aumentar las visitas, se promociona en una comunidad numerosa y de pronto todos resultan
interesados y se conectan a la vez, lo más probable es que el sitio no esté preparado para esta
masiva concurrencia y colapse, provocando la caída del servidor, dejando a todos sin acceso. Esto
es “morir de éxito”, pues muchos de esos visitantes probablemente no vuelvan a esa página web
por desconfianza a que falle nuevamente.

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El director ejecutivo de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez, Alan Farcas,
(Innovación.cl, 2012) menciona que el mayor error que puede cometer un emprendedor no es
equivocarse, porque incluso eso es deseable, porque se aprende. “El mayor error es cuando no se
reconoce temprano el error y se perpetúa una situación de ineficiencia”.

En resumen:

ERRORES FRECUENTES EN EL EMPRENDIMIENTO

La fiebre del fundador y la pérdida de objetividad

Escoger mal a los compañeros de viaje

Falta de orientación al mercado o público objetivo

Carecer de una estrategia competitiva
Despreciar a la competencia
No entrar en el momento adecuado
Desconocimiento del tema del proyecto
No conocer la estructura de costos
Empezar con recursos inadecuados
El “mal de piedra”
Creer que todo está inventado
“Morir de éxito”

4. ERRORES FRECUENTES DE EMPRENDEDORES CHILENOS

Ya se ha examinado en detalle los errores más comunes de los emprendedores en el mundo.
Revisarlos y entenderlos ayuda a identificarlos y chequear si acaso se está cayendo en alguna de
estas equivocaciones, además, por supuesto, sirve de aliento para probar posibles soluciones.

En este apartado, se revisarán los que se han definido como los errores más característicos de los
emprendedores chilenos y que, si bien tienen estrecha relación con los anteriores, han sido
contextualizados a la realidad chilena.

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Farcas (Innovacion.cl, 2012) hace referencia a un estudio del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID), realizado especialmente para Chile, el cual indica que “el 70% de los fracasos
podría haber sido evitable, generando proyectos rentables en el mediano plazo”. Según Farcas:

(…) los emprendedores fallan, en promedio, tres veces antes de consolidarse. Si como

sociedad les negamos la oportunidad de volver a levantarse, nos estamos cerrando al

desarrollo, creando menos puestos de trabajo, impuestos y calidad de vida para todos los

chilenos. Y, de paso, estamos matando sueños.

Por tanto, parece necesario comenzar a brindar nuevas oportunidades a quienes tropiezan en su
camino de emprendedores. La idea no es desmotivar con las estadísticas, sino explicar que el
fracaso es parte del proceso y es la motivación, convicción y preparación del emprendedor lo que
marcará la diferencia entre llegar o no a la meta, pues “no hay emprendimiento fácil, menos en
Chile, pero, si a pesar de las equivocaciones que el emprendedor pudiera haber cometido en el
camino, después de dos o tres años sigue en pie, lo más probable es que tenga éxito en su
proyecto”, como menciona la emprendedora y vicepresidenta de la Asociación de Emprendedores
de Chile (Asech), Fernanda Vicente (Innovación.cl, 2012).

A continuación, se revisarán los cinco errores más comunes del emprendedor chileno,
desarrollados por el equipo de Actioncoach Chile, en 2013 (www.actioncoach.cl), y que retratan la
idiosincrasia chilena frente al emprendimiento:

Los chilenos parecen desconfiar hasta de su propia sombra, con el viejo

FALTA DE pretexto de que “en cuanto le sea posible hará algo para perjudicarme”.
CONFIANZA EN LAS Esto deriva en que no se comunican correctamente las buenas ideas y
PERSONAS estas se van diluyendo, porque no se socializan. Crear climas de
confianza en el equipo de trabajo es básico en todo emprendimiento.

Un poco derivado de lo anterior, pero en general cuesta trabajo que el

NO COMPARTIR LA emprendedor se asocie a otros, dado a que tiende a querer controlar
PROPIEDAD todo. Los juegos de “uno gana todo”, en lugar de “todos ganan” están
muy arraigados en la cultura empresarial de Chile.

POCA TOLERANCIA El emprendedor chileno cree o aparenta que es lo mejor de lo mejor y

A LA CRÍTICA que hace las cosas perfectas. Curiosamente esto es consecuencia de la
(CONSTRUCTIVA) inseguridad y poca autoconfianza que tiene. Por consiguiente, polariza

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 las posturas con tal de defender su “zona de confort” (o que no lo vean a
menos).

Hay que salir con seguridad (que no es lo mismo que arrogancia) y

NO SABER VENDER comunicar correctamente. Si a no vender de la manera correcta el
producto o servicio, se le suma que, en general, se da un mal servicio al
cliente… el asunto se complejiza.

NO APRENDER DE El error es tremendamente penalizado, burlado y mal mirado en la

LOS ERRORES sociedad chilena, pero de forma individual tampoco se consciente de ver
esto como parte del proceso de aprendizaje.

Si el emprendedor se ha identificado con alguno de estos errores, la recomendación para él sería

modificar el pensamiento, no continuar cometiéndolo y comenzar el cambio personal.

COMENTARIO FINAL
Se ha visto esta semana cómo la sociedad ha ido construyendo ideas en torno al emprendimiento,
ideas que muchas veces carecen de sustento y distan de la realidad.

Sin embargo, sean falsas o ciertas, conocerlas, identificarlas y ser capaces de examinarlas en forma
personal, es un ejercicio necesario para poder desarrollar una actitud emprendedora. Muchas de
estas creencias, incluso han sido autoimpuestas, creando límites antes de intentar siquiera realizar
un proyecto. El emprendedor se predispone al fracaso como cuidándose de un mal incurable y la
gente, en general, parece experta en criticar a quien falló, muchas veces sin tener antecedentes de
lo acontecido. Estos comportamientos son parte de la sociedad chilena que, para bien de todos, ha
ido avanzando y creando un entorno menos castigador con los errores que respecto a hace
algunos años.

Es el desafío de todos continuar por esta senda y dejar a las nuevas generaciones una cultura
emprendedora, desarraigada de estas antiguas creencias, que fomente el desarrollo de nuevas
ideas, que premie a quien rompe paradigmas, para mejorar la calidad de vida de los demás, y
reconozca en el “ser emprendedor” un agente de cambio positivo, que es capaz de movilizar
recursos y levantarse las veces que sea necesario con tal de ver su idea concretada. Que exista la
convicción de que es posible la frase “desde Chile para el mundo”, ese es el desafío.

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REFERENCIAS
Actioncoach. (2013). 5 errores típicos de los emprendedores chilenos. Disponible en:

http://actioncoach.cl/blog/5-errores-tipicos-de-los-emprendedores-chilenos/

Candela, R. (2008). Mitos sobre emprendedores, parecen pero no son. Lima, Perú. Disponible en:

https://dl.dropboxusercontent.com/u/65752183/Archivos/Mitos-emprendedores.pdf

Centro-emprende.com. (2001). Guía para emprendedores con futuro. España. Recuperado de:

http://goo.gl/YcQKVN

Innovación.cl (2012). Cómo ser emprendedor y aprender del error. Recuperado de:

http://www.innovacion.gob.cl/reportaje/como-ser-emprendedor-y-aprender-del-error/

Riffo, C. (s. f). Cultura emprendedora. En Tribuna Universitaria. Universidad del Bío-Bío. Chile.

Recuperado de: http://goo.gl/2MfoLs

Trias de Bes, F. (2007). El libro negro del emprendedor: No digas que nunca te lo advirtieron.

España: Editorial Empresa Activa.

PARA REFERENCIAR ESTE DOCUMENTO, CONSIDERE:

IACC (2014). Mitos y barreras para emprender. Errores en torno al emprendimiento.

Emprendimiento y Pymes. Semana 3.

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