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OCTAVO DIA DE NOVENA

1.- Señal de la Cruz

Por la Señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor,


Dios nuestro. En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén

2.- Acto de Contrición

Jesús, mi Señor y Redentor. Yo me arrepiento de todos los pecados que


he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón porque con ellos he
ofendido a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar,
y confío en que por Tu infinita misericordia y por los méritos de tu
Santa Infancia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has
de llevar a la vida eterna. Aménn.

3.- Oración inicial

¡Oh Divino Niño Jesús! Confiando en tu infinita misericordia y bondad,


quiero hacer esta novena para presentarte con sencillez mis necesidades
espirituales y materiales.

Cuando vivías entre los hombres, conversabas con tu Padre Celestial, en


actitud confiada de adoración, alabanza, gratitud y petición.

Así quiero que sea mi oración, especialmente en estos días de la novena. Tú


eres nuestro intercesor ante el Padre; Tú pediste por las necesidades de los
hombres. Hoy te presento mis propias necesidades.

Me acojo también a la intercesión de María, Madre tuya y también mi madre,


para que, como Ella, me des fortaleza para aceptar y hacer siempre tu
voluntad.

Amén.

4.- Oración a la Santísima Virgen


Soberana María, que por vuestras grandes virtudes, y especialmente
por vuestra humildad, merecisteis que todo un Dios os escogiese por
madre suya, os suplico que vos misma preparéis y dispongáis mi alma,
y la de todos los que en este tiempo hicieren esta novena, para el
nacimiento espiritual de vuestro adorado Hijo.

¡Oh dulcísima Madre! Comunicadme algo del profundo recogimiento


y divina ternura con que le aguardasteis vos, para que nos hagáis
menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad.
Amén.

Se reza tres veces el Avemaría

5.- Oración a San José

¡Oh Santísimo San José! esposo de María y padre adoptivo de Jesús.


Infinitas gracias doy a Dios porque os escogió para tan altos
ministerios y os adornó con todos los dones proporcionados a tan
excelente grandeza.

Os ruego, por el amor que tuvisteis al Divino Niño, me abraséis en


fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente, mientras en
su divina esencia le veo y le gozo en el cielo. Amén.

Se reza el Padrenuestro, el Avemaría y Gloria

6.- Oración al Divino Niño Jesús

Acordaos, ¡oh dulcísimo Nińo Jesús! que dijisteis a la venerable


Margarita del Santísimo Sacramento, y en persona suya a todos
vuestros devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre
humanidad, agobiada y doliente: “Todo lo que quieras pedir, pídelo
por los méritos de mi infancia y nada te será negado”.

Llenos de confianza en Vos, oh Jesús, que sois la misma verdad,


venimos a exponeros toda nuestra miseria. Ayudadnos a llevar una
vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada.
Concedednos, por los méritos infinitos de vuestra encarnación y de
vuestra infancia, la gracia de la cual necesitamos tanto…

Nos entregamos a Vos, oh Niño omnipotente, seguros de que no


quedará frustrada nuestra esperanza. Y de que, en virtud de vuestra
divina promesa, acogeréis y despachareis favorablemente nuestra
súplica. Amén

7.- Oración:
Padre Dios,
que amas tanto a los hombres y mujeres,
que nos diste a tu hijo Jesucristo como el mejor regalo de amor;
concédenos que al celebrar su nacimiento entre nosotros,
no lo busquemos entre bombillos brillantes y luces de colores,
sino en el encuentro con los hermanos y hermanas que sufren, que necesitan
nuestro cariño y solidaridad.
Te lo pedimos por el mismo Jesucristo Nuestro Señor.
Amén

8.- ANUNCIO A LOS PASTORES


Lectura del Evangelio
"En la región había pastores que vivían en el campo y que por la noche se
turnaban para cuidar sus rebaños.
El ángel del Señor se les apareció
y los rodeó de claridad la gloria del Señor,
y todo esto les produjo un miedo enorme.
Pero el ángel les dijo:
«No teman, porque yo vengo a comunicarles una buena nueva que será motivo
de mucha alegría para todo el pueblo. Hoy ha nacido para ustedes en la ciudad
de David un Salvador que es Cristo Señor. En esto lo reconocerán: hallarán a
un niño recién nacido, envuelto en pañales y acostado en una pesebrera» ".
Lucas 2, 8 - 12.

Reflexión;
Los versículos del capítulo de Lucas tienen una extraordinaria importancia:
"Os doy una buena noticia: hoy os ha nacido el Salvador". Esta buena noticia
no podemos, guardarla sólo para nosotros, ya que Cristo ha nacido para todo el
mundo, es el Salvador universal, es el Redentor de toda la humanidad.
Pensemos que aún existen en el mundo muchos hermanos a los que todavía no
les ha llegado la noticia.

En nuestro mundo hay muchas injusticias, como la guerra, el hambre, la


explotación, la opresión, la infancia mal atendida …
pero caigamos en cuenta de que la mayor de las injustitas existentes,
es que tan sólo uno de cada cinco ha oído hablar de Jesús;
las tres cuartas partes de la humanidad ignoran a Jesús;
¿Qué podríamos hacer nosotros
para dar a conocer la venida
de Jesús al mundo …?

Oración:
Padre bueno, que nos has permitido conocer esta buena noticia del nacimiento
de tu Unigénito, Cristo Jesús, te suplicamos nos infundas en el alma un
espíritu misionero, capaz de anunciar a Cristo nuestro Señor a todos los que
todavía no lo conocen. Suscita muchas vocaciones misioneras y da fuerzas
y valor a las ya existentes,
a fin de que, perseverando en la proclamación del Evangelio, el mundo conozca
a Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos,
Amén.

9.- Rezamos un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.

10.- Oración al Divino Niño Jesús


Acordaos, ¡oh dulcísimo Nińo Jesús! que dijisteis a la venerable
Margarita del Santísimo Sacramento, y en persona suya a todos
vuestros devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre
humanidad, agobiada y doliente: “Todo lo que quieras pedir, pídelo
por los méritos de mi infancia y nada te será negado”.

Llenos de confianza en Vos, oh Jesús, que sois la misma verdad,


venimos a exponeros toda nuestra miseria. Ayudadnos a llevar una
vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada.

Concedednos, por los méritos infinitos de vuestra encarnación y de


vuestra infancia, la gracia de la cual necesitamos tanto…

Nos entregamos a Vos, oh Nińo omnipotente, seguros de que no


quedará frustrada nuestra esperanza. Y de que, en virtud de vuestra
divina promesa, acogeréis y despacharéis favorablemente nuestra
súplica. Amén.

Niño Jesús:
Tú que fuiste rechazado por los poderosos de la tierra,
ayuda a los tristes,
a los que no tienen trabajo,
a los que pasarán esta Navidad en una cárcel, a los enfermos sin esperanza.
Y a nosotros, que tenemos más que otros y que somos tan dichosos porque
Tú lo has permitido así,
danos un corazón agradecido
y ayúdanos a ser generosos

Divino Niño que vas a nacer


en un portal,
ven ahora a nacer en nuestras vidas.
Haznos comprender que nada hay sin Ti y llévanos de la mano
a la gloria eterna para gozar de tu divina presencia para siempre. Amén

11.- Gozos al Divino Niño Jesús

Oh sapiencia suma del Dios soberano que a nivel de un niño te hayas


rebajado. Oh Divino Infante ven para enseñarnos la prudencia que
hace verdaderos sabios.

 "Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven


no tardes tanto!". Niño del pesebre nuestro Dios y Hermano, tú
sabes y entiendes del dolor humano; que cuando suframos
dolores y angustias siempre recordemos que nos has salvado.

 "Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven


no tardes tanto!". Oh lumbre de oriente sol de eternos rayos que
entre las tinieblas tú esplendor veamos, Niño tan precioso, dicha
del cristiano, luzca la sonrisa de tus dulces labios.

 "Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven


no tardes tanto!". Rey de las naciones Emmanuel preclaro de
Israel anhelo pastor del rebaño. Niño que apacientas con suave
cayado, ya la oveja arisca ya el cordero manso.

 "Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven


no tardes tanto!". Ábrase los cielos y llueva de lo alto bienhechor
rocío, como riego santo. Ven hermoso niño ven Dios humanado
luce hermosa estrella, brota flor del campo.

 "Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven


no tardes tanto!". Tú te hiciste Niño en una familia llena de
ternura y calor humano. Vivan los hogares aquí congregados el
gran compromiso del amor cristiano.

 "Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven


no tardes tanto!". Del débil auxilio, del doliente amparo, consuelo
del triste, luz de desterrado. Vida de mi vida, mi sueño adorado,
mi constante amigo mi divino hermano.

 "Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes
tanto!". Ven ante mis ojos de ti enamorados, bese ya tus plantas bese ya tus
manos. Prosternado en tierra te tiendo los brazos y aún más que mis frases
te dice mi llanto.

 "Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes
tanto!". Haz de nuestra patria una gran familia; siembra en nuestro suelo tú
amor y tú paz. Danos fe en la vida, danos esperanza y un sincero amor que
nos una más.

"Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!".
Ven Salvador nuestro por quien suspiramos ven a nuestras almas, ven no tardes
tanto. Amén
12.- ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS:
Jesús mío:
Tú padeciste, en esa noche helada y luminosa de diciembre,
ayuda a los necesitados.
Niño Jesús:
Tú que no tuviste sino un pesebre para dormir esa primera noche de tu vida terrenal, ayuda
a los que no tienen un techo que cubra sus sueños.

ORACIÓN EN AGRADECIMIENTO

Benignísimo Dios de infinita caridad que nos has amado tanto y que nos diste en
tu hijo la mejor prenda de tu amor, para que, encarnado y hecho nuestro hermano
en las entrañas de la Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio;
te damos gracias por tan inmenso beneficio. En retorno te ofrecemos, Señor, el
esfuerzo sincero para hacer de este mundo tuyo y nuestro, un mundo más justo,
más fiel al gran mandamiento de amarnos como hermanos. Concédenos, Señor,
tu ayuda para poderlo realizar. Te pedimos que esta Navidad, fiesta de paz y
alegría, sea para nuestra comunidad un estímulo a fin de que, viviendo como
hermanos, busquemos más y más los caminos de la verdad, la justicia, el amor y
la paz. Amén.

DIOS TE SALVE REINA Y MADRE


Dios te salve, Reina y Madre de
misericordia, vida, dulzura
y esperanza nuestra: Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de
Eva; a ti suspiramos, gimiendo
y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora
abogada nuestra, vuelve a nosotros
esos tus ojos misericordiosos y,
después de este destierro, muéstra-
nos a Jesús, fruto bendito de tu vien-
tre.
¡Oh clementísima! ¡oh piadosa!
¡oh dulce Virgen María!
Ruega por nosotros santa
Madre de Dios
Para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de nuestro Señor
Jesucristo.
Amén

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