Sei sulla pagina 1di 7

SISTEMA FUTURISTA – FLUVIAL HIDROMETRICO

Los ríos son sistemas lineales cuyas características varían a lo largo de su


longitud. Idealmente el perfil longitudinal de un río es cóncavo, con una
parte alta pendiente cerca del manantial que se transforma en tramos
progresivamente menos inclinados al aproximarse a la desembocadura.
Otras características del río guardan relación con esta progresión. Cuanto
más somero es el gradiente, más finos son los materiales del lecho y debido
al aumento del caudal del río, su canal se ensancha progresivamente desde
el manantial hasta la desembocadura. Para describir los diversos tramos del
sistema se han propuesto muchos sistemas de clasificación basados en las
características físicas del canal y en la composición biológica de la fauna
asociada, algunos de los cuales han sido resumidos por Illies y Botosaneanu
(1963). Tales sistemas reconocen varias subdivisiones distintas del lecho del
río, pero generalmente establecen una distinción fundamental entre la parte
alta pendiente y torrencial (“ritron”) y la baja plana de corriente lenta
(“potamon”). Esta sucesión generalizada tiene excepciones. Con frecuencia
varían muy poco las características de los ríos de las tierras bajas a lo largo
de su recorrido y debido a que el ritron como se definió originalmente
debería tener temperaturas del agua inferiores a 20°C, un verdadero ritron
falta con frecuencia en los trópicos. En contraste, los ríos templados se
caracterizan por tener zonas de ritron relativamente largas. Aunque las
necesidades de la ordenación pesquera especializada pueden necesitar
subdivisiones más finas de las zonas fluviales, la división de los tramos del
río en dos tipos básicos probablemente es suficiente para usos más
generales. Las correspondientes al ritron y el potamon tienen las
características siguientes (véase la Figura 1):

a) Zonas tipo ritron que tienden a mostrar una alternación entre i) rabiones
o rápidos pendientes, estrechos y someros y ii) tramos más anchos, planos y
profundos denominados hoyas. Los rabiones tienen una corriente rápida y
turbulenta, fondos escabrosos de peñascos, rocas o cantos y poca
vegetación adherida. En las hoyas el agua discurre más lentamente, los
fondos son de materiales algo más finos y ha enraizado alguna vegetación.

b) Tramo de potamon con canales anchos, planos, formando meandros,


fondos de fango y mucha vegetación con raíces y flotante. La formación de
zonas dentro del potamon es longitudinal y lateral. Longitudinalmente hay
una repetición de hábitat diferenciados asociados a los meandros del canal.
Lateralmente existe una distinción entre el canal principal y su planicie o
tierra o llanura de inundación o anegamiento. Normalmente la planicie de
inundación es una zona de tierra llana que flanquea el canal principal. En
casos excepcionales las mayores planicies de inundación se deben a
accidentes geográficos y algunas, como el delta central de Níger y el Gran
Pantanal del río Paraguay son muy extensas. La planicie generalmente es
más alta cerca del río, donde diques elevados limitan el canal principal
mientras que las pendientes que descienden hacia el pie del dique confinan
la planicie. En las planicies existen muchas masas de agua que varían desde
los estanques temporales hasta grandes lagunas y pantanos permanentes.
Leopold, Wolman y Miller (1964) describen con detalles los procesos físicos y
químicos (o geomórficos) que determinan la forma del río.

Debido a los procesos geomórficos que gobiernan la forma del río, los
sistemas fluviales en una zona climática cualquiera tienden a parecerse
unos a otros y muchas características son universales. En realidad, existen
mayores diferencias entre las diversas zonas de un río que entre zonas
homólogas de ríos distintos. Por eso los estudios biológicos de los ríos
tienden a examinar subdivisiones de sistemas fluviales tales como “ríos
trucheros” o “tramos potamon” más bien que a considerar el sistema como
un todo desde el manantial hasta la desembocadura. No obstante, tales
subdivisiones se hacen para facilitar el estudio, pero a la larga todo sistema
fluvial debe considerarse como una entidad que acusa una evolución de sus
características en toda su longitud. Muchos sistemas fluviales han
experimentado enormes modificaciones, particularmente en la zona
templada, en la que quedan muy pocos ríos grandes que conserven todas
sus características originales. Por otro lado, los accidentes geográficos de
una cuenca fluvial cualquiera pueden imponer ciertas características al río.
Entre los ejemplos está la clasificación de los ríos tropicales en dos tipos
diferentes, según su régimen de inundaciones. Existe una diferencia
importante entre i) ríos embalses que tienen extensos lagos, pantanos o
planicies de inundación cerca de sus aguas de cabecera con el resultado de
que las aguas de las inundaciones pasan gradualmente y hay un caudal
continuo y ii) los ríos de bancos de arena en los que las fluctuaciones del
nivel del agua son extremas desde inundación grave hasta desecación total
en la época seca. Una segunda distinción se debe al tipo de territorio que
atraviesa el río. Los ríos de las selvas tropicales tienen muchas
características de los ríos embalses en el sentido en que las irregularidades
del cauce se compensan con la retención del agua en la selva inundada.
Estos ríos tienden a tener agua negra, de poco pH, baja conductividad y
escaso contenido iónico, poca carga de sedimentos y mucho contenido
húmico. Los ríos de la sabana pueden ser del tipo de bancos de arena o de
embalse, según la forma de sus cuencas; el pH de sus aguas raramente es
extremo, variando de un poco ácido a un poco alcalino, las conductividades
son con frecuencia razonablemente altas y también lo son las cargas de
sedimentos. Los ríos del desierto, que no tienen afluentes en su marcha por
la tierra seca, tienden a parecerse más al tipo de bancos de arena; son
mucho más alcalinos y conductivos debido a que el agua la concentra la
evaporación y en su forma extrema acaban siendo pantanos o lagos
salados. También existen tipos mixtos y los grandes ríos en particular
pueden cambiar de naturaleza varias veces en su marcha hacia el mar.
Análogamente, las obras que se hagan en su cuenca pueden cambiar lo que
una vez fue río forestal en río de sabana y, con el tiempo, la erosión,
sedimentación y empleo del agua, en río de desierto.
Fig. 1 Características principales de un río con A-A zona de ritron y B-B zona
potamon

Orden de ríos

Un sistema diferente de clasificación de tipos de ríos se basa en la forma de


ramificar se el río en cualquier cuenca hidrográfica. Los tipos se han
clasificado de acuerdo con su orden en una jerarquía que se define como
sigue: ríos de primer orden
son los que no tienen
afluentes; los de segundo
orden se forman al unirse
los de primer orden; los de
tercer orden se forman al
unirse los de segundo y así
sucesivamente. En su forma
original el sistema consistía
en que una cuenca de cada
clase se prolongaba hacia el
manantial de manera que el
canal principal se extendía
continuamente desde el
manantial hasta la
desembocadura (Horton,
1945) (véase la Figura 2).
Posteriormente se hicieron
modificaciones del sistema
que anularon esta idea a
favor de la clasificación más
simple de todos los ríos del
mismo orden en una clase
(Strahler, 1957).

Para los estudios ecológicos


de los ríos, cada sistema tiene sus ventajas. El anterior es de utilidad
cuando se examina la evolución de algunas características, por ejemplo, la
captura de peces, en toda la longitud del río. El posterior es una agrupación
más natural y es conveniente en los estudios generalizados porque los ríos
de un orden determinado tienden a formar grupos cuyos constituyentes se
pueden examinar juntos. Los cambios repentinos en la abundancia de fauna
no son desconocidos aguas abajo de las uniones, particularmente de las de
ríos de orden similar, donde las diferencias abruptas en el cauce, la carga de
sedimentos y otros factores hidrológicos producen cambios
correspondientemente grandes en el cauce del río. Estos, a su vez,
modifican los factores ecológicos favoreciendo a un grupo de especies más
que a otro.

Se presentan relaciones claras entre los números y longitudes de los ríos de


cada orden independientemente del sistema de ordenación que se adopte.
Estas demuestran que el número de ríos de distinto orden en una cuenca en
orden decreciente, según la relación logarítmica de la fórmula:

Uno de los factores más importantes para determinar la distribución de


formas vivas en los sistemas fluviales es la velocidad de la corriente, la que
a su vez influye en factores físicos o químicos como la concentración de
oxígeno disuelto o la temperatura, que actúan directamente sobre los
peces. Como se ha descrito, los ríos pueden dividirse en dos clases
principales: los de caudal bastante constante durante todo el año y aquellos
en los que la cantidad de agua varía estacionalmente. Los de la primera
categoría se encuentran en zonas lluviosas de las partes templadas, en
algunos altiplanos tropicales y en las grandes selvas ecuatoriales. El número
de tales ríos ha aumentado porque las actividades humanas para regularlos
generalmente dan por resultado un caudal más constante durante todo el
año. Por esto, muchos ríos de la zona templada y un número creciente en
los trópicos tienen caudales más regulares que antes de modificarlos.

Los ríos en los que las variaciones estacionales se deben a cambios de las
precipitaciones durante el año, siguen siendo la mayoría. El régimen del
caudal depende de la superficie de la cuenca hidrográfica del río de que se
trate. Como se ve en la Figura 3, los ríos de orden bajo con cuencas
pequeñas tienen regímenes que consisten en riadas impetuosas durante la
época o épocas de lluvias, que dan una gráfica característica puntiaguda
cuando el caudal se traza contra el tiempo. Al aumentar la superficie de la
cuenca las variaciones extremas del caudal de las cuencas constituyentes
más pequeñas, se promedian para dar curvas de inundaciones más suaves.

Fig. 2 Diversos sistemas de


ordenar sistemas fluviales
como se aplica a un río
esquemático
A. Sistema de Horton
(1954) que prolonga hasta
la cabecera el afluente más
large de cada orden

Con pistas sin pavimentar: Total:


8.459

 De más de 3.047m: 1
 De entre 2.438 y 3.047m: 6

 De entre 1.524 y 2.437m: 140

 De entre 914 y 1.523m: 1.552

 De menos de 914m: 6.760 (2013 est.)

Helipuertos: Total: 5.287 (2013 est.)

TELECOMUNICACIONES

Telefonía básica
Líneas habilitadas: 129.4 millones (2014 est.)

telefónico

Nacional: un extenso sistema de cable de fibra óptica, transmisión de radio


de microonda, cable coaxial y satélites domésticos transportan todo tipo de
tráfico telefónico; un sistema celular en rápido crecimiento transporta el
tráfico de
Internacional: 24 sistemas de cables oceánicos en uso; estaciones de
satélite terrenas: 61 de Intelsat (45 en el Océano Atlántico y 16 en el
Océano Pacífico), 5 Intersputnik (en la región atlántica) y 4 Inmarsat (en las
regiones de los océanos Atlántico y Pacífico) (datos de 2011)

ntenedor 84, gran portador de carga multifuncional 3, pasajeros 12,


pasajeros/carga 2, buque tanque de petróleo 35, roll-on/roll-off 27, short-sea
de pasajeros 3, carga refrigerada 3, portador de vehículos 26 (2014 est.)

AEROPUERTOS

Total: 13.513 (2013 est.)

Con pistas pavimentadas: Total: 5.054

 De más de 3.047m: 189

 De entre 2.438 y 3.047m: 235

 De entre 1.524 y 2.437m: 1.478

 De entre 914 y 1.523m: 2.249

 De menos de 914m: 903 (2013 est.)

TELECOMUNICACIONES
Nacional: un extenso sistema de cable de fibra óptica, transmisión de radio
de microonda, cable coaxial y satélites domésticos transportan todo tipo de
tráfico telefónico; un sistema celular en rápido crecimiento transporta.
Internacional: 24 sistemas de cables oceánicos en uso; estaciones de
satélite terrenas: 61 de Intelsat (45 en el Océano Atlántico y 16 en el
Océano Pacífico), 5 Intersputnik (en la región atlántica) y 4 Inmarsat (en las
regiones de los océanos Atlántico y Pacífico) (datos de 2011)

Los restos de madera desempeñan importantes funciones en los ríos.


Aumentan la complejidad hidraúlica del canal, incrementan la retención del
agua, nutrientes y materia orgáncia, sirviendo como substrato para la
actividad biológica y formando hábitats para invertebrados y peces. A pesar
de tratarse de un tema ampliamente estudiado en otros países, en Europa
ha recibido escasa atención y en la Península Ibérica había sido ignorado
hasta la fecha. Los objetivos de este trabajo han sido evaluar la cantidad, la
distribución espacial, la variabilidad temporal y su función, así como conocer
de qué modo afectan las actividades humanas a dichos aspectos en las
cuencas fluviales del río Agüera (Bizkaia-Cantabria).

Los resultados obtenidos indican que la cantidad de madera en el Agüera


es baja, salvo cabeceras con bosque maduro. La variabilidad temporal es
pequeña en cabeceras y aumenta en los tramos medios y bajos. La
explotación forestal intensiva produce la disminución de la cantidad, el
tamaño, y la tasa de entrada de los restos de madera. Por otra parte, la
abundancia de piezas con influencia en el canal es dependiente de la
madurez del bosque adyacente y de la entidad del tramo, y las entradas
de nuevos restos de madera al río varían en función de la morfología del
cauce y de la composición y gestión del bosque ripario. Los tiempos de
renovación son más elevados en las estaciones de cabecera bajo bosque
maduro.

La descomposición de la madera comienza con una pérdida inicial por


lixiviado. Posteriormente, la pérdida de masa es más rápida en tramos con
mayor concentración de nutrientes disueltos en el agua, particularmente
fósforo. De las varibales analizadas, la única que guarda una relación
significativa con la tasa de descomposición es el contenido en lignina.
Mejora de los procesos que constituyen la dinámica fluvial, mediante la
retirada de motas y el remozado del terreno así como el tratamiento de la
vegetación riparia.

 Recuperación de la continuidad longitudinal del sistema fluvial,


mediante la adecuación estructuras de paso para peces, unido al
acondicionamiento de frezaderos y a la ejecución de plantaciones
orientadas a la diversificación biológica.
 Compatibilidad entre el valor económico y ambiental del sistema
fluvial, y su entorno, mediante la mejora de los bosques de ribera y
adecuación de una senda fluvial peatonal.

El tramo de rio objeto de las actuaciones se encuentra enclavado en la


comarca de Burgo de Osma, situada al suroeste de la provincia de Soria
(Castilla y León). Este tramo se extiende desde el sur del Cañón del río
Lobos, aguas arriba de la unión de los ríos Lobos y Chico, dentro del término
municipal de Ucero, hasta aguas abajo del término municipal de El Burgo de
Osma-Ciudad de Osma, además de los dos términos municipales citados,
pasa también por el término de Valdemaluque.
La ejecución de la obra de la primera fase ha comenzado en septiembre de
2015, y ya se encuentra finalizada. En este enlace se podrá consultar la

información de la segunda fase del proyecto

Potrebbero piacerti anche