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1997
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
DEPARTAMENTO DE HISTORIA
MUNICIPIO DE BARBOSA
Los nombres son una parte la mentalidad, las ideologías, las modas, la religión, el pragmatismo, la
cosmovisión, los temores, los afectos y los deseos. Están impregnados de vida cotidiana, habla, pasado,
innovaciones, pensamiento, actitudes, comportamientos y expectativas. “Nombrar es un acto absolutamente
humano mediante el cual se establece, o mejor dicho se crea, en forma arbitraria una relación inteligible
entre un hombre y una cosa que se nombra; entre una cosa y el nombre que la distingue. Nombrar es un
acto creativo bivalente. Es, por una parte, recortar mentalmente (en imágenes o conceptos) las cosas que
nos circundan desde el continuum perceptible de los lo real; es, por otra, construir entidades espirituales en
el interior de nuestras conciencias y presenciarlas mediante los mecanismos del decir, asignándoles carácter
re-presentativo”.2
El sentido de un nombre propio esconde más cosas de las que aparenta mostrar, tiene motivaciones
ocultas que hay que descubrir en el todo cultural, en la corriente de la vida individual, familiar y comunitaria.
El nombre propio, estatuto de la existencia humana, es puesto por padres, familiares, padrinos, el cura o por
alguien allegado, , en una ceremonia especial, cuyos ritos dependen de cada cultura. Las personas que
nominan no son abstracciones, son seres sociales que tienen ideas políticas y religiosas, fantasías y
esperanzas, afectos y fobias, un objeto del deseo y a su vez son objeto del deseo de otros, y de todo esto
algo queda en los nombres que le ponen a una criatura para darle un lugar en su mundo. El nombre propio,
1 GOMEZ MACKER, Luis A. “El sobrenombre: implicaciones socioculturales”. Revista de Estudios Filológicos 12. Facultad de Ciencias
y Letras. Universidad Austral de Chile, Valdivia, 1977, pág. 98.
2 Ibid. pág. 97.
es el nombre de pila, pero una persona, además, tiene uno o dos apelativos como Jesús Antonio García
Velázquez. A esto se le llama el nombre civil, pero si la persona es una mujer casada recibe nombre de
casada como María Stella Domínguez de Botero y si enviuda deja de llamarse así para ser María Stella
Domínguez viuda de Botero. Si pertenece a una comunidad religiosa recibe un nombre de religión como Fray
Juan de la Cruz. Si llega al trono real o participa en un reinado de belleza puede recibir nombres como
Alfonso X el Sabio o Martiza I, que son los nombres que los especialistas llaman sobrenombres, al igual que
aquellos que tienen términos que se agregan al apellido como Pedro Gómez hijo, la Negra Juana. Cuando el
sobrenombre resalta un defecto físico, síquico o de otra índole se denomina apodo como “Pat´e coca”.
Cuando una persona recibe un apodo que oculta su nombre, tiene entonces un alias como Tijera en lugar de
Walter Jaramillo. El alias ha sufrido una desvirtuación al colocarse solo a delincuentes y gente fuera de la ley,
quedando con un sentido negativo. Pero si alguien firma sus escritos como León Zafir, llamándose realmente
Pablo Restrepo López, estamos ante un seudónimo. La nomenclatura tiene el sobrenombre, que en realidad
abarca todos los nombres anteriores con excepción del nombre legal o de pila.
1.1 ANTROPONIMIA
Estudia los nombres propios de personas. Según las funciones socio-culturales que tienen los nombres
propios de personas existen varios tipos, pero en este trabajo solo nos interesan el nombre y los apodos. El
nombre legal o civil es el oficial de la persona. En nuestro medio es el nombre que se registra en el Despacho
Parroquial o en la Notaria, y es el dado en la ceremonia del bautismo. El nombre legal comprende dos partes:
el nombre propio y los apellidos. El nombre propio, de uno o más términos, designa al individuo dentro de la
familia, como Pedro. El apellido es el nombre de la familia a la cual pertenece. El primero indica la familia del
padre y el segundo el de la madre. El nombre civil está protegido por la ley contra falsificaciones y otros
delitos. El nombre civil, por determinadas circunstancias, es cambiado por otros nombres que pueden ser el
seudónimo, el nombre de religión, el sobrenombre, el alias y el apodo. De estos nos interesa el apodo. El
apodo en un nombre que se da recalcado alguna característica, física, moral u ocupacional de la persona. En
el caso de Barbosa, solo trataremos de tres casos: los apellidos de comienzos del siglo XIX, los nombres de
pila y los apodos.
1.1.2. APELLIDOS
Este acápite se debe a una auscultación del Archivo Parroquial, cuya consulta nos permitió el párroco
Hernán Muñoz Herrera. De los apellidos presentamos los anotados en el Libro 1º de Bautismos, que va
desde 1796 a 1826, porque estas fueron las personas que dieron inicio al conglomerado humano barboseño
y pueden considerarse como fundadores colectivos. Cada apellido lleva a continuación una cifra, que indica el
número de personas bautizadas. Ellos son:
De los mencionados, encontramos que 29 bautizaron hijos de esclavos con su apellido como era la
costumbre:
APELLIDOS TOTAL BAUTIZADOS HIJOS DE ESCLAVOS
Muñoz 87 38
Jaramillo 61 24
Pasos 30 20
Madrid 16 16
Isaza 42 14
Castrillón 35 11
Londoño 13 6
Piedrahita 22 5
Palacio 8 5
Mesa 33 4
Vahos 5 4
López 19 3
Obregón 9 3
Cubides 2 2
Parra 5 2
Otros bautizaron con su apellido un esclavo: Córdoba, Moreno, Toro, Pineda, Villegas, Garzón. Daxar,
Peláez, Velázquez, Marín, Medina, Navarro y Robles. Cuando hablamos de los apellidos, de ninguna manera
hacemos referencia a familias o a individuos de las familias y ni siquiera sabemos si eran parientes entre sí,
para saber esto habría que recurrir a otros archivos, como los de Copacabana y Medellín. Veamos la
composición por individuos de los mayores esclavistas.
José de Pasos, Francisco Jaramillo e Ignacio eran los mayores esclavistas, dedicados posiblemente a la
minería, la agricultura y la ganadería. En épocas anteriores a la fundación de la parroquia de Barbosa otros
esclavistas dieron su apellido a sus esclavos, según consta en los libros de la Mayordomía de Fábrica y de
Defunciones: Esteban García, José Antonio Estrada, Pedro Antonio Obregón, Maceo Castro, Manuel Diego,
Miguel Piedrahíta, Mariana Isaza, Javier Tobar, Pedro Carmona, Salvador Tirado, Gabriel Monroy, Juan José
Osorno, Vicente Rojas, José Ignacio Calderón, Domingo Montoya, Juan Ireno Chaverra, Prudente Ramírez,
Rosalía Giraldo, Rafael Navarro, José Antonio Muñoz, Prudencio Ramírez, Francisca de Osorno, Justo Peláez,
Ventura González, Joaquín Muñoz, Antonio Peláez, Pablo Muñoz, Domingo Cadavid, José Antonio Gómez y
Gregorio Castrillón.3
Sin embargo los anotados aquí son solo una parte de los esclavistas que aparecen registrados en los
libros parroquiales desde 1796 a 1826. La cifra total es de 87, de los cuales la mayoría tenía un esclavo,
registrado con el apellido del amo. En este lapso hubo 1711 bautismos de los cuales 170 eran esclavos.
Nacieron el 90.1% libres y el 9.9% esclavos. Esto significa que de los 158 apellidos registrados, no todos
sus miembros eran libres, las familias eran extensas, sus patriarcas se apropiaban de los esclavos y los
asimilaban por medio del apellido, el cual muchas veces cubría a los hijos ilegítimos habidos en las esclavas,
pues los esclavistas eran poligínicos, siendo este uno de los medios más frecuentes de la hibridación. De los
esclavistas mencionados, no todos vivían en Barbosa. Pasos, Palacio, Vahos, Cubides y los Madrid vivían en
Medellín y sólo bautizaron en Barbosa a sus esclavos.
“En veinte y cinco de septiembre de 1796 solemnemente baptizé, puse óleo y chrisma a Eustaquio hijo
legítimo de Josef Ignacio y de Estefanía, esclavos de don Crisanto de Córdoba. Fueron padrinos Lorenzo y
Laura, esclavos de don Gabriel Muñoz. Hice dicho baptismo en esta ayuda de parroquia de Señor San
Antonio sita en esta nueva colonia de Barbosa de donde son vecinos así los padres del dicho párvulo como
los padrinos.5
Hasta 1824 aparece la primera partida de bautismo en que se da apellidos a un esclavo, dice:
“En 30 de mayo de 1824, bauticé y puse óleo y chrisma a un párvulo que nació el 4 de febrero a quien
le puse el nombre de Andrés, hijo natural de Matías Londoño esclavo. Fueron los padrinos Nicolás Duque y la
señora Ramona Valencia y firmo para que conste”. Nota marginal: Andrés Liberto.6
El nombre de pila puede constar de uno o varios términos. Nombres como José, y Juan son simples.
Juana María y Pedro Antonio son compuestos, lo mismo que aquellos de tres o más términos como María
Antonia de Jesús. Una mirada global a los nombres de pila de los barboseños nos sirve para ubicar dos
períodos: 1. Los nombres de tradición cristiana. 2. Los nombres extranjeros.
4 Ibid.
5 A.P.B. Libro 1º de Bautismos.
6 A.P.B. Libro 2º de Bautismos.
1.1.2.1. NOMBRES DE TRADICIÓN CRISTIANA
La costumbre de poner nombres cristianos es anterior a su fundación como parroquia y dura en cierto
grado hasta hoy. Esa costumbre llegó con los conquistadores y doctrineros españoles quienes legaron a sus
descendientes blancos y mestizos, a negros e indios. En Barbosa existió en forma dominante hasta bien
entrado el siglo XX. La llamamos de tradición cristiana y no simplemente española, porque los nombres que
luego anotaremos no son todos de origen hispano, como no lo son todos los que hay en el santoral, pues
provienen de diversas lenguas de Europa y Asia. Antes de 1800 los barboseños fueron bautizados con
nombres como estos.
Hombres: Javier, Ignacio, Luis, Albino, Ramón, José Ignacio, Bruno, Andrés, Pedro, Gabriel, Salvador
Lorenzo, Rudecindo, Bautista, José Juan, Nicolás, Vicente, Miguel, Pedro Pascacio, José Enrique, Maximiliano,
José Justo, Vicente, etc.
Mujeres: María, Francisca, María Josefa, Estefanía, Nicolasa, Lorenza, Fernanda, Rosalía, Isabel,
Florentina, Escolástica, Luisa, Torcuata, Basilia, Juliana, Dionisia, Modesta, Pastora, Timotea, Teodora,
Fulgencia, Rufina, Bernarda, Dominga, etc.
La adherencia al santoral se ha acostumbrado para dar al recién nacido el nombre del santo del día,
como protector del homónimo creado. Como el santoral tiene más nombres masculinos que femeninos,
vemos en este corpus, que de cincuenta nombres femeninos entre simples y compuestos 32 corresponden a
la feminización de un nombre masculino como Josefa, Basilia, Ramona, etc. En cuanto a su composición,
predominan los nombres simples, pues de 37 nombres masculinos 27 son simples y 10 son compuestos, y
de 41 femeninos 30 son simples y 11 son compuestos. Con el fin de ilustrar anotamos la primera partida de
bautismo que hallamos en Barbosa.
“...de septiembre de 1796
En esta ayuda de parroquia de Señor San Antonio sita en esta nueva Colonia de Barbosa. (...) puse
óleos y chrisma a María Jurado, hija legítima de Xavier Jurado y de Jossefa Xaramillo (...) cargaron para la
agua Ignacio Cano y Theodora Gómez y para óleo y chrisma Rosalía Jurado, nacida la referida párbula el 15
de agosto de este presente año. Jossef Salvador Tirado”.7
El proceso de nominación tuvo defectos que desvirtuaron la esencia del nombre, que es diferenciar una
persona de otra. En 1825 sólo se le colocaron dos nombres a hombres y mujeres. Los hombres recibieron el
7 A. P. B. Libro 1º de Bautismos.
nombre de Jesús y las mujeres el de Micaela en una proporción que supera el 90% de los bautizados,
excepto en niños con los apellidos Osorno y Castrillón que escaparon a una posible imposición del cura del
Valle, quien firmaba las partidas. En 1826 las partidas aparecen firmadas por el cura Juan Cancio Botero,
quien como el anterior impuso el nombre de María, simple o acompañado: María Rita, Ramón María, etc. En
1828 hubo en Barbosa 95 bautismos de los cuales 67 fueron niñas que recibieron el nombre de María,
quedando nombres como: María del Carmen 16 veces, María Antonia 6 veces, María del Rosario 5 veces,
María Josefa 5 veces, María de Jesús 3 veces, etc. 24 niños recibieron ese nombre: 11 el de Jesús María, 5 el
de José María, 2 con el de Ramón María y el resto con otros nombres. De los 95, 91 recibieron el nombre de
la madre de Dios y 24 el nombre de José, Josefa. El nombre de pila dejó de ser un identificador individual
para ser indicador generacional, perdiendo en parte su carácter personal que tuvo que ser suplido por el
apellido o por el apodo, que permitía diferenciar una María del Carmen de otra o un Juan María de otro.
Del 18 de septiembre de 1886 al 16 de julio de 1891 hubo en Barbosa 1449 bautismos. Del total de
bautismos 984, o sea, el 67.9% recibieron nombres compuestos, mientras que 465, equivalente al 32.1%
recibieron nombres simples. Entre los nombres simples se destacaron Florentino, Claudina, Rosenda,
Pascuala, Justiniano, Apolonio, Nicolasa, Hercilla, Chiquinquirá, Paulino, Betsabé, Alejandro, Eleuteria,
Apolinar, Leonilla, Gertrudis. Entre los compuestos. Zoila Rosa, María Josefa, Juan Bautista, Jesús Emilio, José
Santos, Custodio Sacramento, etc. La lista de contribuyentes de caminos de 1897 y otras muestran la
tradición cristiana.8 Todo el siglo XIX fue de tradición cristiana hasta la visita de Pardo Vergara, Obispo de
Medellín, en 1895, cuando se colocó una interdicción al nombre de Víctor Manuel porque “...recuerda al
invasor de los dominios temporales de las Santa Sede” y los nombres de Efraín e Israel por ser nombres que
sólo usan los judíos.9 Otra interdicción fue impuesta por el Arzobispo Cayzedo en 1928, cuando prohibió
nombres extranjeros que solo se colocan a los animales, aduciendo que se corrompe el idioma y la tradición
cristiana, agregó: “Esta costumbre es además antipatriótica porque la propia lengua forma con la religión
algo así como el alma de la patria”.10 La advertencia tenía una base real en Barbosa, pues se comenzaba a
romper la tradición cristiana al tiempo que se iniciaba, aunque débil, la segunda etapa del proceso
nominativo. La orden no fue del todo cumplida por el párroco y la feligresía, la cual, sin duda presionó al
primero con nuevos nombres que eran de su predilección. Entre 1939 y 1944 se bautizó se bautizó a los
niños con nombres tales como Helda, Oscar, Lubín, María Marleny, William, María Celfi, María Mabel, Dolly de
Una corta mirada a los anteriores nos muestra nombres de transición entre la tradición cristiana y la
nueva moda de nominación, cuyas motivaciones se nos escapan, pero que provisoriamente podemos atribuir
a la luz eléctrica, los medios de comunicación y a la educación. A las primeras, porque permitieron oír
emisoras que les trajeron esos nuevos nombres y a la educación porque permitió relacionarse con otras
culturas por medio de libros, revistas y periódicos que dejaron aquí su impronta. Los nombres son de
compromiso: una cosa pedían los parroquianos y otra permitía el cura y ambos, sin mayores disgustos,
colocaban esos nombres híbridos: uno con referente cristiano y otro sin ese referente. En este periodo
hallamos nombres compuestos de tres o más elementos como Lucía Socorro Dolores, Edgar Poe de Jesús,
María Amantina de Jesús, etc. La tendencia a romper la tradición cristiana sigue, a pesar de reconvenciones
como la de 1953: “Manda la Iglesia que se imponga a los niños en el bautismo un nombre cristiano. Se
desobedece en este mandato escogiendo nombres ridículos, hasta de animales domésticos. Todo cristiano
ha de tener un protector celestial y un modelo de virtud para la vida. Desdice también del patriotismo llevar
nombres de lengua extranjera, toda vez que el idioma con la religión son como parte de alma de la patria”.11
Entre 1966 y 1967 son nombres corrientes: Marley del Socorro, María Rosmery, Marta Nelly, Elkin
Albeiro, Fáber de Jesús, William de Jesús, Dorancé de Jesús, Edicelly, Jorge William, Fray Alberto, Yofred
Antonio, Darío Willis, Elizabeth de Jesús, John Fáber, Luz Anary, Orfa Nelly. Aquí comienza a romperse el
compromiso que había desde los años treinta de colocar nombres compuestos uno de los cuales debía ser
de tradición cristiana, moda que se va acentuando con el tiempo. Entre 1975 y 1977 hallamos nombres que
pierden en sus dos componentes el referente cristiano o de origen latino. Se trata de nombres como Robert
Alexander, Fany Durley, Jober Arley, Linda Vandy, Oscar Geovany, William Erley, etc.
11 Ibid.
1.1. 2. 2. LOS NOMBRES EXTRANJEROS
El tiempo y la mayor comunicación con el mundo van cambiando las cosas. En la postguerra llegaron
los radios transistores y la televisión, masiva hoy en la ciudad y en los campos, porque en las últimas
décadas se ha organizado la electrificación rural y con ella han llegado los medios masivos de comunicación.
Se han creado nuevas escuelas rurales y se ha establecido la educación secundaria, lo mismo que bibliotecas
públicas, que han permitido una mayor apertura cultural. Pero esos conocimientos que llegan con las nuevas
técnicas, la prensa, la educación y la lectura, llegó a un pueblo con problemas de identidad que buscaba
identificarse con el Otro. La radio y la televisión que por algo en este país de llaman cadenas, invadieron los
hogares, llevando un cúmulo de novedades culturales, creando necesidades que se desconocían, generando
un proceso de transculturación que se aprecia en la nominación, pero que merecería estudios más profundos
en otras esferas de la vida. Estas influencias y otras que por ahora no podemos captar, llevaron entre 1984 y
1990 a colocar los siguientes nombres: Sandra Milena, Deiby Jodany, Yeny Gisela, Leidy Vianey, Wilfer
Hernán, Joner Andrés, Cerlley Damaris, Andrea Natalí, Irma Yaned, Heiny Nathalí, Geison Albeiro, Rubi Nancy,
Leidy Carolina, Deisy Johana, Wilson Arbey, Zuleidy Gisel, Yeimy Yurani, Frank Stewart, Cindy Stephanie, Yury
Milena, Lerdey Abbeidy, Ailin Maritza, Yesica Mileny, Girley Yuleny, Leidy Tatiana, Johnathan Erney, Yirdley
Diyeris, Noreiba Desandra, John Freiser, Erica Juliet, Yeimy Jurely, Leidy Bianet, Urlely Jusset, Yeison Estivens,
Durby Yinedy, Saira Yanile, Shirley Yamile, Heidy Astrid, Robinson Arley, Dubiel Ferney, Deisy Yuraní, Kelly
Johana, Wilson Arley, Durley Yamile, Leidy Yurley, Erwin Jader, Anderledy, Mabel Yurany, Nury Janeth, Fredy
Arbey, Yeimy Yosemia, Wilder Arley, Alis Deisy, Nury Yorleny, Ruby Deny, Glen Fláder, Jeferson Esneider, Yoedy
Elisbey, Yadir Aleison, Yurani Alfaris, Eiver Arley, Aney Faisuri, Deifer Allén, Derly Yanet, etc.
Entre 1984 y 1990 se van haciendo más raros los nombres de origen cristiano. Son escasos los
nombres simples y el más común de todos es Leidy Johana. En este período los nombres raros son Juan
Carlos, Isabel Cristina, Julián Esteban, Luis Fernando, etc. y desaparecen del todo nombres del siglo XIX y de
la primera mitad del siglo XX. El tema es interesante y sería un objeto para estudios complejos y
transdisciplinarios. Por ahora solo hacemos estas menciones y hacemos una la pregunta: Qué pasa con la
identidad cultural de los pueblos?
1.1.1. APODOS
Los apodos son sobrenombres que reemplazan al nombre y funcionan a veces como únicos
identificadores de las personas. De esta manera el apodo cumple el papel de reubicar al sujeto con sus
interlocutores y relacionado que olvidan su nombre de pila para darle un nombre nuevo, al cual responde el
nominado. Veamos un ejemplo de la pérdida del nombre y de la adopción socio-cultural del apodo: “Un día
yo estaba en la puerta del Club de los Echavarría cuando llegó un carro y un señor me dijo:
-Aquí está Justo Pastor Echavarría?
-No lo conozco. Llamé a otros amigos y ninguno lo conocía. Entonces hicimos la cuenta de los
Echavarría y caímos en cuanta que era Tucho...”12
La convención social de los apodos como forma de comunicación y de identidad entre los miembros de
la comunidad ha sido tan importante y arraigada, que aún en avisos de negocios se escribía como signo
identificatorio. “Primero tómese un tinto donde don FRANCISCO HENAO G (Vico) y después compre su parva,
víveres y cacharros. Plaza de Santiago.”13
Luis A. Gómez Maker ha establecido algunos parámetros que se cumplen en el procesos nominativo de
Barbosa en cuanto a los apodos. Ellos son:
“1. Los usuarios consideran como tal cualquier palabra o construcción lingüística destinada a
individualizar en forma pública o privada a una persona, reemplazando o alterando su nombre civil,
12 Entrevista a Miguel Angel Alzate, Area Urbana, Cassette #88, Julio 21 de 1990.
13 “El Valor” Año I No. 3, Barbosa, Antioquia, Septiembre 24 de 1938. p. 2.
14 Entrevista a León Carmona, Area Urbana, Cassette #102, Agosto 11 de 1990.
incluyendo entre estos las formas hipocorísticas del nombre de pila, como Chela por Graciela, Pepe por José,
Lucho por Luis.
2. El apodo se usa de preferencia entre familiares, condiscípulos, colegas de trabajo y personas que
pertenecen a algún tipo de agrupaciones o profesiones.
3. El apodo sirve para identificar a las personas y a veces es el único nombre conocido, atribuido por
alguien en determinadas condiciones.
4. Los creadores de los sobrenombres son lo amigos personales, los parientes, los allegados a la
familia, los condiscípulos y los compañeros de trabajo.
5. El afectado no siempre conoce todos los sobrenombres, pues muchas veces no se dicen en su
presencia, porque algunos son ofensivos.
6. El sobrenombre de todo apelativo con matiz despectivo o caricaturesco es más común en los grupos
a nivel socio-cultural medio o bajo.
7. Las personas que tienen un apodo no se muestran indiferentes ante él; lo aceptan o lo rechazan.”15
En Barbosa se recolectó un corpus de 1050 apodos de los cuales el 74%, o sea 777 corresponden a
hombres y el 26%, o sea 273 a mujeres. Entre los hombres el 2.57% corresponde a homosexuales con 20
apodos y entre las mujeres el 57.87% corresponde a prostitutas con 158 casos. Los apodos en Barbosa
como en cualquier otra parte no son solamente individuales. Algunos son colectivos que abarcan toda la
familia o un grupo de hermanos o hermanas. Del total del corpus el 98.29% son individuales y 1.71% son
colectivos con 18 casos. Fueron documentados 1016 con las motivaciones posibles o reales. Del total, 612
apodos, o sea el 58.28% resultaron del género masculino y 438 que corresponde al 41.72% al género
femenino, aspecto que nos muestra una tendencia universal en el apodo y es que las personas apodadas, no
siempre reciben apodo acorde con su sexo, resultado 231 hombres con apodos femeninos equivalentes al
48.6% de los apodos del género masculino. Así mismo 48 mujeres recibieron apodo masculino equivalente al
7.8% de los apodos femeninos.
Existen varios sistemas clasificatorios para este tipo de nombres. De ellos solo usamos dos:
Clasificación gramatical, según el género y clasificación semántica según la motivación que le ha servido de
base.
MASCULINOS.
Son aquellos cuyo contenido semántico hace referencia a elementos varios de este género, colocados a
hombres y mujeres.16
QUINOPODIO. Por malgenio, mala clase y malencarado.
CHICANERO. Muy hablador, cañero, decía que era muy rico. No se le conoció nombre propio.
SAPOJAITO. Vivía eructando a toda hora y tomaba mucha soda.
FEMENINOS
Aquellos que denotan un significado referido al género femenino, colocados a mujeres y a hombres.
MARTA ZANDALIA. Dado a una señora que solo andaba en zandalias.
LA CHUECA. Mujer que andaba cojeando.
LAS NUBES. Usaba las faldas con boleros, se le cayeron y quedó mostrando los boleros que eran
blancos y alguien dijo que estaba mostrando “las nubes”.
16La investigación para los apodos, su motivación y su explicación se hizo con la colaboración de varias personas de Barbosa que
nos pidieron ocultar sus nombres, a excepción de don Alfonso Bustamante Hernández, quien con su entusiasmo y conocimiento fue
para nosotros un maestro, de quien recibimos muchas enseñanzas. La explicación de cada uno de los apodos se hace con las
palabras y giros originales del habla de los informantes.
APODOS DE FAMILIAS
Se trata de una modalidad que en tiempos pasados perteneció a una persona y que luego quedó para
los descendientes. También se ha dado a grupos de humanos.
CHAPA. El actual Chapa, Alfredo, hijo de Luis Aguirre, heredó el apodo de su padre quien era comerciante y
oriundo de la vereda La Chapa. Este apodo se lo pusieron los arrieros para diferenciarlo de otros dos Luises
a quienes bautizaron como Luis “Negro” por ser moreno y Luis “Piche”.
LA CUSCA. Hija de “El Cusco”, quien fumaba siempre una cusca de tabaco.
LAS BACANAS. Hermanas “por ser muy pinchadas al caminar”.
PEPITOS. Hermanos que siendo jóvenes visten como viejos.
Otros: Colorado, Chiquito, El Gurre, La Cuaresma, Los Angelitos, Los Buches, Los Marchadores, Mellizo, Los
Garavatos, La Mosca, El Mosco, La Cuca, La Pénjamo, Las Lionas.
1.2. TOPONIMIA
1.2.1 GENERALIDADES
La Toponimia se ocupa del estudio de los nombres de lugares naturales culturales. Consiste en
“...decifrar los enigmas que se esconden en las interrogantes de quién, cuándo, dónde, cómo y por qué se
dieron este o aquel nombre a un pueblo, río, montaña, etc.”17 Ello implica que el estudio de la toponimia en
particular y el de la Onomástica en general, no es solamente una tarea de la lingüística, sino de otras
disciplinas como historia, sociología, etnología, geografía, semiología, etc., disciplinas que colaboran en la
descripción y análisis de otros hechos propios del devenir histórico y cultural de la comunidad que ha creado
este tipo de nombres propios, dando con ello aportes que colaboran al desciframiento de los enigmas que
encierran los nombres de todo tipo de lugares, que dan la identidad sicotópica a los miembros de las
comunidades que los habitan, usan y transforman. El estudio de la toponimia exige adentrarse en la historia
económica, social y cultural del grupo humano, porque el proceso de nominación forma parte de la
17 CAMPS IGLESIAS, Alina M., NOROÑA VILA, María Teresa, Aproximación al Estudio de la Toponimia Cubana, pág. 79, s.f.
producción espiritual y ésta es a su vez parte integrante y constitutiva de la producción humana. Esto
significa que el origen y la actuación de los signos que sirven para nominar los diversos lugares tienen
motivaciones y significados que están fuera de las leyes de producción lingüística y están relacionados con la
forma histórica de producción de bienes materiales, la producción de relaciones sociales y la producción de
bienes espirituales que son las tres grandes ramas de la producción social, cada una de las cuales depende y
condiciona a las otras en una actuación que cumple con las leyes sistemicas.18
El proceso de nominación de lugares es una parte del trabajo humano, con cuyos productos el hombre
socialmente determinado, realiza sus intercambios con la naturaleza, con la sociedad, con sus pensamientos
y con sus afectos, generando y transformando desde la cotidianidad los instrumentos culturales, sin los
cuales es imposible el desarrollo de la sociedad y sus intercambios. Frago lo entiende así: “Constantemente
se descubren en la Toponimia connotaciones socio-culturales sorprendentemente precisas sobre lo más
diversos aspectos de pasadas actividades humanas, incluso sobre desaparecidas situaciones ecológicas y
físicas; con la ventaja de que la diacronía sociolingüística puede seguirse en este campo léxico con más
fidelidad que en ningún otro a través de la estratigrafía léxica que con relativa facilidad se verifica en cada
unidad topónima.”19
Por la complejidad que conlleva el objeto de la toponimia existen las más variadas clasificaciones con un
extenso vocabulario técnico, pues los lugares que la sociedad nomina van desde los paisajes naturales y sus
accidentes hasta los nombres de los mojones y de las habitaciones. Según las características de la ubicación
espacial y de la especificidades propias del objeto retomamos de las autoras citadas la siguiente clasificación,
con sus definiciones:20
Hidrónimos: Nombre propio de ríos, mares, lagos o cualquier medio acuático.
Orónimos: Nombre propio de montañas o cualquier accidente del terreno.
Urbanóminos: Nombre propio de cualquier objeto topográfico de la ciudad.
Ecónimos: Nombre de cualquier poblado, ciudad, comunidad, aldea, etc.
18 Para ampliación y comprensión de estos conceptos ver: ROSSI-LANDI, Ferrucio, El Lenguaje como trabajo y como Mercado,
Monte Avila Editores, Caracas, 1970.
ROZO GAUTA, José, El Enfoque Sistemático: Un acercamiento al estudio de la cultura, en V Congreso de Historia de Colombia, ICFES,
Serie Memorias de Eventos Científicos Colombianos #34, Bogotá, 1986, p.p. 615-632.
19 FRAGO GARCIA, Juan A., Algunos Aspectos de los Estudios Toponímicos. En Homenaje a Fernando Antonio Martínez. Estudios de
Lingüística, Filología, Literatura e Historia Cultural. Instituto Caro y Cuerpo. XLVIII, Bogotá, 1979. págs. 118-119
20 Ver CAMPS Y NOROÑA. Op. cit., pág. 26
Agrónimos: Nombre de cualquier parcela, finca o campo. En el estudio que presentamos usaremos
otros términos clasificatorios, según las necesidades de descripción que creamos necesarias, sin llegar a
tocarlas todas.21
1.2.2. HIDRÓNIMOS
Enumeramos algunos nombres de quebradas, las cuales, según dice la gente, es la más rica de los
municipios del Valle del Aburrá, exceptuando a Medellín, motivo por el cual, en las últimas décadas, se han
desplazado a este municipio empresas industriales y agrarias que hacen uso de sus recursos hídricos
reemplazando la industria tradicional de la panela. Como los motivos que han servido para la nominación de
estas quebradas son varios, adoptamos aquí la clasificación que traen las autoras citadas.22
Cognotopónimos. Cuando se da un nombre derivado de nombres de personas, aspecto que generalmente
proviene de identificar la fuente acuática con el nombre o el apellido de un propietario o vecino de una
porción del terreno por donde pasa. Con esta motivación existen en Barbosa: El Arroyo de Pacho, El Arroyo
de Chinca, Las quebradas La López, La Gómez, La de don Pablo Vélez, Arrestín, de don Juan, de Isaza y
Restrepo.
Fisiotopónimos. Cuando el nombre hace alusión a las características físicas del objeto o a las circunstancias
que lo rodean, como: Aguas Claras, El Chorro, Piedras Blancas, Corrientes, Malabrigo, Dos Quebradas, Aguas
Calientes, Las Lajas, Chorro de Piedra Candela, La Playa, Pantanillo, Montañita, La Cuesta, El Silencio, La
Quiebra, Las Brisas, La Honda, El Viento, Los Chorros, Las Peñas, La Aguada, El Rincón, de Las Arenas, La
Sierra, La Chocona, y Quisiniega, nombre interesante que se debe a que su actual denominación corresponde
a transformaciones de economía lingüística de su nombre original que era “La que se Aniega”, que hallamos
en un documento de 1883.23
Fitotopónimos. Cuando el nombre se da a partir de alguna planta del lugar como: El Iracal, Platanito, La
Palma, Popalito, El Guayabo, Los Yarumos, Yarumito, del Cedro, Guayabal, El Chocho, Corozal, Higuerón.
Llama la atención El Iracal, palabra de origen indígena, cuyo sufijo español al denota la abundancia de dicha
planta y recuerda una de las actividades pasadas de los barboseños como era la manufactura de sombreros
de paja.
21 NOROÑA VILA, María Teresa. Aplicación de una Terminología Onomástica. En Anuario L/L No. 16 Instituto de Literatura y
Lingüística. Academia de Ciencias de Cuba, La Habana, 1985. Trae cuarenta términos clasificatorios en Onomástica, tomados y
traducidos por primera vez al español de los 700 que tiene el Diccionario de Terminología de Onomástica Rusa de N. V.
Podolskaya.
23 A.A.M.B.
los nombres de las quebradas Murrapá, Lajita y Corral de los Caballos, en 1845 se nombra la quebrada El
Salado y en 1865 se mencionan las quebradas de Juan Rojas y Juan de la Rosa. De estos nombres, dos
hacen referencias a actividades económicas como Corral de los Caballos y El Salado, que recuerdan
actividades ganaderas y de obtención de sal que hubo en Barbosa, la primera traída por los españoles y la
segunda de seguro origen precolombino.
1.2.3. ORONIMOS
Cognotopónimos. Alto de Quintero y Loma Laverde
Fisiotopónimos. Alto Las Peñas, Altamira, Alto de Montañita, Monte de la Quiebra, Montegrande, Monte
Piedras Blancas, Monterredondo, Monte Malabrigo, Alto de Ventanas, Alto de Aguas Claras Arriba, Alto de la
Cejita, Cerro La Cuchilla, Alto El Picacho, Alto La Meseta, Cuchilla La Sierra, Alto La Sierra, Alto Chorrera, Alto
de la Aguada, Cuchilla de Monteloro y Alto Monteloro.
Fitotopónimos. Alto del Roble, Alto del Espino, Monte de Carrizal, Morro de los Pinos, Monte del Cardal, Morro
Cestillal, Cuchilla del Espino, Alto Guayabal, etc.
Hagiotopónimos. Cuchilla de San Pedro, Alto de San Pedro y de Santo Domingo.
Zootopónimos. Alto Monteloro, Alto del Tigre, Monte de los Monos, Monte de la Raya, Monte del Oso, Alto del
Chivo, Morro del Gallo, Alto del Ternero, etc.
Mitotopónimos. Monte del Muán, Morro de las Brujas.
Pragmatopónimos. Alto del Corral de los Muletos, Monte de la Tolda, Monte de la Montera.
Topotopónimos. Monte de Alicante.
Además de éstos, hay otros orónimos cuya clasificación se nos escapa como Morro de la Virgen y Alto
del Calvario de motivación religiosa, Monte de Mocorongo y Morro Contento. En los orónimos citados
hallamos una mayoría de nombres españoles, 3 americanismos de procedencia indígena: Muán, Chamisí y
Chilcal y un posible africanismo Mocorongo, que también es nombre de vereda. Este africanismo bien pudo
tener origen por la existencia de asentamientos de negros africanos, los cuales llegaron al Valle de Aburra
desde la invasión al mismo por las huestes del conquistador Jorge Robledo. En tiempos coloniales hubo en la
parte norte del Valle de Aburra esclavos negros que trabajaron en la ganadería, en la minería y la agricultura.
Dos pragmatopónimos llaman la atención y son El Alto del Corral de los Muletos y el Monte de la Tolda,
ambos relacionados con uno de los oficios que más enorgullecen a los antioqueños como es el de la arriería.
El primero toma su nombre por la existencia allí en su base de un potrero dedicado al levante de muletos y el
segundo a que allí en su base acampaban o toldaban los arrieros que bajaban con sus cargas desde San
Vicente hasta la estación del ferrocarril.
1.2.4. ECÓNIMOS
Anotamos aquí entre los ecónimos de Barbosa, sus nombres, el de un corregimiento y los nombres de
57 veredas.
Los nombres de Barbosa. Los nombres que aparecieron para nominar el territorio o parte de él, tienen que
ver con la actividad colonizadora, el uso de la tierra, y los nombres de los protagonistas. Robledo dio el
nombre de Valle de Aburra a toda la cuenca superior del río Medellín. El territorio quedó bajo la autoridad de
Santa Fe y, se fue colonizando con la producción agropecuaria que debía abastecer a Santa Fe y sus centros
mineros, motivo por el cual la nominación fue surgiendo con pragmatónimos con Hato Viejo (Bello), Hato
Grande (Girardota), San Juan de las Tasajeras (Copacabana) y el Potrero de Barbosa, dado a parte del
territorio actual desde 1594 cuando estas tierras fueron adquiridas y dedicadas a la ganadería por Diego
Fernández de Barbosa.
Desde mediados del siglo XVIII Barbosa formaba parte del Partido del Río de Abajo, dentro del cual se
menciona El Hatillo para diferenciarlo de los hatos mayores. En ese tiempo ya existían allí dos viceparroquias,
la de San Marcos y la de San Gregorio. La primera cuya capilla fue construída por don Jerónimo de Lara en su
hacienda de Graciano se menciona desde 1747, y la segunda por don Gregorio Ignacio Hernández, quien
construyó la capilla en su hacienda La Eme, menciona desde 1755. Las capillas asistidas por capellanes eran
dependientes de la parroquia de Copacabana. En 1773 don Gabriel Muñoz construye una capilla en su
hacienda Barbosa que en 1792 es declarada viceparroquia de San Antonio de Padua. Alrededor de esta
capilla se fue formando un poblado que en 1776 tenía dos casas de teja y diez de paja y se menciona como
aldea o pueblo de San Antonio de Barbosa. En el libro 1º de bautismos de 1796 se menciona como Nueva
Colonia de San Antonio de Barbosa. En los siglos XIX y XX el nombre de San Antonio queda en la nominación
religiosa y se pierde en el nombre jurídico quedando solamente como Barbosa, anteponiéndose los términos
Distrito, Capital y Municipio, según las nomenclaturas republicanas.
Ecónimos de las Veredas. Siguiendo la clasificación sobre motivación que venimos empleando encontramos:
Cognotopónimos. Valentín, Graciano, Isaza, La Gómez, Quintero, Pachondo.
Fisiotopónimos. La Quiebra, El Hoyo, Vallecito, Dos Quebradas, La Playa, Montañita, Monte Redondo, Las
Peñas, La Loma, La Lomita, Alto Mica, Filoverde, La Aguada, Pantanillo, Corrientes, la Chorrera, Monteloro,
Aguas Claras, La Cuesta, Las Lajas y la Cejita.
Fitotopónimos. Guayabal, El Aguacate, Guayabo, Yarumito, Platanito, Las Victorias, Cestillal y Popalito.
Hagiónimos. San Eugenio y San Juan.
Zootopónimos. Alto Mica, Monteloro y El Tigre.
Pragmatopónimos. El Hatillo, Potrerito, La Herradura, El Cortado, La Tolda y El Tablazo.
Mitotopónimos. La Cruz.
Topotopónimos. Son los nombres tomados de otros lugares del país o del extranjero, tales como: Buenos
Aires y Buga.
Inclasificados. Mocorongo, Mocoronguito, Matazano y La Calda.
El dato más antiguo de las veredas es de 1871. En un documento del 31 de mayo se nombran: El
Espino, Corrientes, Platanito y Melonada, La Chorrera, El Hatillo, Graciano, Montera y Salado, Monteloro y
Aguas Claras, Montera y Jagua, y La Aguada. Además de menciona la sección del Centro que comprendía
Potrerito, La Quiebra y La Chapa, en total 13 veredas. En 1904, en una especie de monografía del Municipio
escrita por las autoridades se mencionan:
1.”La llamada Platanito entre la piedra de la Melonada, límite con Girardota, el río Medellín y la
quebrada Ovejas en la banda derecha de dicho río. Esta sección puede contener 3.000 habitantes y sus
bienes muebles e inmuebles valen aproximadamente $150.000”.
2.”La denominada del Centro entre la quebrada de Ovejas, el río Medellín y la quebrada de La
Herradura situada sobre la misma banda derecha del río expresado. Esta sección puede contar con 3.500
habitantes y sus bienes muebles e inmuebles se calculan por valor aproximado en $250.000 oro”.
3.”La distinguida con el nombre de Aguas Claras entre la quebrada de La Herradura, el río Medellín y la
quebrada Iracal situada sobre la misma banda derecha del río Medellín. Esta sección, puede contener 1.500
habitantes y sus bienes muebles e inmuebles por calcula aproximado valen $100.000 oro”.
4.”La llamada El Hatillo entre el Alto de San Andrés con una línea al río Medellín, este río y Puente de
Piedracanela con una línea a la cordillera y esta situada sobre la banda izquierda de dicho río. Esta sección
puede tener 2.000 habitantes y el valor aproximado de sus bienes muebles e inmuebles es el de $200.000
oro”.
5.”La conocida con el nombre de Graciano y Mocorongo entre el puente de Piedracanela y una línea a
la cordillera, el río Medellín y la quebrada El Guayabo y está situada en la misma banda izquierda. Esta
sección puede contar con 3.500 habitantes y su riqueza mueble e inmueble por valor aproximado se calcula
en $ 200.000 oro”.
6.”La denominada Montera y Jagua entre la quebrada El Guayabo, el río Medellín y la confluencia de
este con el Río Grande en el paraje de Maleta y está situada sobre la banda izquierda del río Medellín. Esta
sección puede contener 2.000 habitantes y sus bienes muebles e inmuebles, valen, por cálculo aproximado
$100.000 oro”.24
En 1920 había 14 veredas: Melonada, Platanito, Platanillo, El Espino, Chorrera y Quintero, Potrerito,
Yarumito y Herradura, Aguas Claras y Monteloro, Cuesta, Guayabo y Calda, Mocorongo, Mocoronguito,
Matazano, Graciano.25
1.2.4. URBANÓNIMOS
“Nombre propio de cualquier objeto topográfico situado dentro de la ciudad, entre los que se
encuentran los agorónimos, los hidrónimos, los nombres propios de edificios importantes, etc.”26
Agorónimos, nombres de plazas y parques. En Barbosa existen solo dos espacios de este orden, que son la
Plaza Santiago y El Parque Simón Bolívar. la Plaza Santiago o la Plaza de Arriba fue en la primera del
poblado, en cuya parte alta se construyó la capilla en la segunda mitad del siglo XVIII. Durante todo el siglo
XIX y las primeras tres décadas del siglo XX, fue el centro de vida política, social, cultural y espiritual, pues en
su marco o a una cuadra de distancia estaban las principales instituciones como la Iglesia, la Casa
Consistorial, las Escuelas y los incipientes colegios de principios de siglo. Hacia esta plaza convergían todas
las gentes para asistir a los oficios religiosos, como bautizos, confirmaciones, matrimonios, misas, rosarios,
entierros, Semana Santa y las largas predicaciones de las misiones. Por allí pasaban para la Casa Consistorial
a donde el alcalde, a quien ponían las quejas, pedían justicia, y ante quien se comprometían por medio de
multas y conminaciones a guardar la paz entre los vecinos o entre los cónyuges. A esta casa llegaban las
gentes que traían los gendarmes o policías municipales a purgar las condenas del juez o del alcalde; allí
llegaban a pagar las contribuciones y el impuesto predial; a deliberar en los cabildos abiertos y a otras
actividades civiles.
24 Ibid.
25 Ibid.
En la plaza se realizaban las concentraciones políticas, lo mismo que las batidas para llevar a los
jóvenes a la guerra o al cuartel. A la plaza acudían los campesinos para vender los frutos y comprar las
mercancías que necesitaban. A la plaza llegaban o pasaban por allí las recuas de mulas que venían desde el
oriente con las exóticas mercancías extranjeras para los ricos comerciantes de Medellín o las que venían de la
capital distribuyendo mercancía al por menor, o las que descargaban allí la panela, el café, y los productos de
exportación de Barbosa. Era tal la congestión de las recuas que en 1908 se prohibieron los depósitos de
café dentro del casco urbano con el fin de evitar los lodazales que formaban bestias y arrieros.
A la plaza, como la llamaban entonces, acudían las mujeres del pueblo con sus cántaros y calabazos
que llenaban de agua en la pila comunal. A comienzo del siglo la pila y el acueducto superficial se
deterioraron y en 1910 el municipio contrató la construcción de un acueducto para el agua de plaza y la
reforma de la pila, quedando acueducto y pila con la amplitud suficiente para contener el agua que se
requería. No hay documentación sobre nombres de la plaza en el siglo pasado y lo más seguro es que no
tenía ninguno, porque un acuerdo del Concejo del 26 de diciembre de 1914, declara a Modesto Molina y
Santiago Jaramillo como benefactores y merecedores de que su memoria perdure, para lo cual estatuye el
nombre de Plaza de Santiago a la principal y de Modesto Molina a la de abajo, la cual cambió de nombre en
1930 cuando a petición de una Junta Boliviana que existió y que prometió colocar una estatua de Bolívar, el
Concejo decidió rebautizarla como Plaza del Libertador. Estando ya colocada la estatua de Bolívar en una
esquina de la plaza ocurrió su traslado al centro de la misma, hecho que ilustramos con una anécdota:
“En 1938 don Manuel Sánchez apodado Cristo Rey en una rasca que tuvo con el presidente del Concejo le
dijo:
-Hombre, yo soy primo de Bolívar y quiero que pasen su estatua al centro de la plaza, mirando hacia mi
finca.
Como eso ya cursaba como acuerdo en el Concejo, el presidente le respondió:
-Dame quinientos pesos y yo te hago eso.
Y sí señor, ahí está Simón Bolívar mirando para esa finca que queda al occidente de Barbosa”.27
Don Ezequiel Alzate, de 73 años nos describió sus recuerdos de la plaza de Santiago, cuando era el lugar
del mercado semanal:
En 1919 se reglamentaron los impuestos a las ventas en la plaza, quedando a dos centavos el derecho de
cada bulto de maíz, fríjoles, panela y papa y a centavo la venta del bulto de plátano, yuca y similares.29 La Plaza
Molina parece venir con el siglo, pues ya en 1913 el Concejo vota $15.500 para mandar hacer una pila de metal
y $24.700 para construir un pedestal, cuatro pocetas para desagüe y el caño al círculo de la pila. Al año
siguiente varios concejales proponen trasladar a esta plaza el mercado público, porque allí tienen sus negocios.
En 1921 el Concejo aprobó la construcción de un excusado público en un ángulo de la Plaza Molina. Esta y otras
letrinas se convirtieron en focos de incubación de zancudos y el remedio resultó peor que la enfermedad, por los
problemas generados por los excusados de hoyo seco, pues a un metro de profundidad salía agua y expedían
una fetidez insoportable, además del crecimiento de la plaga de zancudos, para cuya destrucción se compró
petróleo que se distribuyó en forma gratuita a los pobres para destruirlos.30
No sabemos desde cuando se le llama Parque Bolívar, pero un acuerdo de septiembre de 1914 la llama
Plaza Bolívar, ordenando que se traslade allí el mercado público, hecho importante que muestra que la Plaza
Santiago había dejado de ser el centro del pueblo para desplazarse hacia la Plaza Bolívar en uno de cuyos
costados se estaba terminando el actual templo parroquial y en el otro la alcaldía. El desplazamiento del centro
ocurre en sincronía con el del poder y decisión y con la construcción de sus asientos materiales, al igual que con
el crecimiento del área urbana hacia la Estación del Ferrocarril y la reubicación del comercio.
1.2.6. AGRÓNIMOS
Los nombres de las fincas son imposibles de citar en este trabajo, pues había que enumerar todos los
predios rurales que han existido y existen en Barbosa. Por esta misma razón evitamos hacer la clasificación
según motivación y solo nombraremos algunos agrónimos que permiten profundizar en el estudio de los
topónimos ya citados. En mapas y en el listado de predios rurales de la Tesorería Municipal hallamos algunos
nombres de fincas de diverso tamaño, cuya clasificación es la siguiente:
Cognotopónimos. Villa Ana, Isaza, La Gutérrez, Villa Concha, Villa Paula, Margarita, Villa Gracia, Villa Marta, La
Claudia, La Trianera, La Tulia, La Carmelita, La Merced, Los Giles, etc.
Fisiotopónimos. El Faldón, La Chorrera, El Vallado, Vallecito, Arenales, El Chaleco, Montisa, La Meseta, Patio
Florido, El Reposo, El Peñasco, La Linda, El Rastrojo, La que se aniega, La Cuchilla, El Pretil, La Galana, El Hoyito,
El Encanto, Patio Bonito, Villa Roca, Villa Linda, Las Piedras, Las Brisas, El Peñoncito, etc.
Fitotopónimos: Palonegro, Popalito, Yarumito, El Tunero, El Cestillal, la Corálida, La Guadua, El Frisol, La Florida,
La Piñuela, El Limonero, Los Yerbales, Vainillal, El Iracal, Los Cidrales, El Arrayán, El Limón, Las Rosas, El
Naranjo, etc.
Hagiónimos. San Rafael.
Zootopónimos. Monteloro, Chicharras, El Bayo, El León, La Perla, El Aguila.
Pragmatopónimos. La Herradura, La Mayoría, El Progreso, Potrerito, La Máquina, Minitas, La Piragua, La
Ramada, La Estancia, La Cabaña, La Unión y La Herencia.
Etnotopónimos. El Indio y El Mulato.
Topotopónimos: Bruselas, Canaán, Mocorongo, La Chapa y Chamisí.
Mitotopónimos. El Paraíso y La Fortuna.
Minerotopónimos. El Diamante y Minitas.
Inclasificados. El Previo, Nuevos Ideales, La Luz y Sin Nombre.
De los 108 agrónimos, 96 pertenecen a la lengua española, 8 son americanismos de orígen indígena, uno
de orígen hebreo, uno de orígen flamenco y uno de orígen africano. Los americanismos son: Popalito, Yarumito,
La Guadua, El Frisol, El Arrayán, El Iracal, La Piragua y Chamisí. El nombre hebreo es Canaán, el flamenco,
Bruselas y el africano Mocorongo. Varios de los agrónimos anotados nos demuestran nombres que coinciden
con los de las veredas, hecho que permite lanzar la hipótesis de que los actuales nombres de veredas
provienen de haberle dado al espacio veredal el mismo nombre de una hacienda o finca que allí existía antes de
la creación oficial de la vereda. En esta lista, que solo es una de las muestras, encontramos 11 nombres que
corresponden a las veredas de Isaza, La Chorrera, Vallecito, Popalito, Yarumito, Cestillal, Monteloro, La
Herradura, Potrerito, Mocorongo y La Chapa. De estos 5 corresponden a nombres de veredas existentes en
1920, cuando Barbosa solo tenía 14 veredas.
Llaman la atención los nombres de las fincas que tienen el sustantivo Villa, porque corresponde a un nuevo
fenómeno económico de Barbosa y de otros municipios cercanos a Medellín y es la parcelación de fincas y venta
fragmentada de lotes en la zona rural con fines recreativos, en los cuales, la gente pudiente de Medellín han
construido casa y chalets con jardines, piscina, y algunos cultivos de hobby. A estas “villas” por lo común han
dado un nombre femenino, representativo de los afectos del comprador sobre su esposa, su hija o su amiga.
Hemos colocado la finca El Chaleco entre los fisiotopónimos porque su nombre está motivado por el tamaño de
la misma y es tan pequeña que no tiene mangas, es decir, potrero. El listado de predios rurales de la tesorería
de Barbosa nos muestra que muchas fincas y lotes carecen de nombre, pero hemos hallado allí uno que parece
surgido de las afugias del proceso nominativo y es la finca llamada “Sin Nombre”, nombre humorístico parecido
al de una propiedad en Santuario perteneciente al humorista Guillermo Zuluaga “Montecristo” que se llama “Aquí
No Es” Además de los agrónimos anotados, existen los nombres de las minas de oro que se han explotado en
Barbosa. Anotamos los nombres que hallamos en los denuncios realizados durante los últimos 12 años del siglo
XIX: Campoalegre, La Conservadora, El Muán, El Cuchillón, Los Arenales, El Zancudo, Wagran. La Niña, Faldón de
Greiff, La Chapa, Boquerón del Espino, Chorrera Londoño, Ventanas, Mondifuí, Tinocos, Mestizal, San José,
Ovejas, Saladito, Rincón, Continuación Sur de la Cruz, Charrariales, La Delgadita, El Coral, La Muñoz, Continuación
de la Niña, Chapa y San Antonio, El Diamante, La Música, La Marín, El Cardal, Aguas Claras, La Florida, Cabecera
del Viento, Delgadita Occidente, La Virgen y Furatena.31
2. MEDICINA POPULAR
2.1. GENERALIDADES
En Barbosa, como en toda Colombia, existen varias mentalidades sobre el cuerpo y la enfermedad, en las
que se entrecruzan las nociones indígenas, africanas y europeas medioevales con las nociones de la medicina
positivista moderna. Tenemos un pensamiento sobre el cuerpo, la enfermedad y la muerte que es conjunción,
mestizaje cultural, encuentro de varias visiones del mundo. El cuerpo para el colombiano, es una entidad
anatómica, fisiológica, mental y al tiempo un microcosmos, un centro de influencias benéficas y maléficas. Es un
organismo vivo, un radiador y receptor de energías y poderes, un catalizador de los mismos y una víctima de
ellos. El cuerpo es aquello que los creadores y usuarios de la cultura han codificado. Se describe y piensa con
los signos de la cultura, se maneja con sus normas y tabúes, y se enferma, se sana o se muere dentro de los
códigos culturales inscritos en la mentalidad que crea las nociones de la vida y acción del hombre, las cosas y
31 Además de los trabajos citados, nos hemos valido de informaciones orales de Alfonso Bustamante Hernández, Gildardo Correa y
Luis Alfredo Aguirre. Utilizamos el Mapa del Instituto Geográfico Agustín Codazzi de abril de 1969, basado en datos de la Secretaría
de Gobierno de Antioquia de 1912 y el mapa de “Barbosa-16” del DANE. Los nombres referidos al siglo XIX y principios del siglo
XX han sido tomados de diversos documentos del Archivo de la Alcaldía de Barbosa. Se consultó el trabajo Coronimia de los
municipios Antioqueños del profesor Carlos García Zapata, publicado en la Revista Lingüística y Literatura #15-16 del Depto. de
Lingüística y Literatura de la U. de A., Medellín, 1989.
mundo. Por eso la comprensión y estudio de estos temas no puede ser simple y lineal, necesariamente es
compleja y polivalente.
Necesitamos descifrar varios códigos, cruzarlos, formar discursos con varios lenguajes, unirlos en una
unidad comprensiva que finalmente revienta por ignorancia y limitaciones. Aquí se ponen en juego las creencias,
las mentalidades, las visiones del mundo, los mitos, las ideologías, los lenguajes, los rituales, la experiencia
cotidiana, los deseos, los poderes y muchas otras cosas. Todas ellas generan ideas de felicidad, de salud,
ideaciones de lo saludable y la angustia de saberse enfermo, impotente, esperanzado, objeto de la cura y la
resurrección. El cuerpo humano es un sumum de física, biología y cultura, de deseos y represiones, de signos y
expectativas, es centro de interrelaciones, axis mundi, y por lo tanto, lo más frágil que tenemos. Allí duelen las
angustias, gozan los placeres, se asienta el mundo, tiene vida la vida, la mente y el espíritu. Allí hombre y mujer
nacen, crecen, sufren, aman, se reproducen, piensan, mueren. De allí salen el pensamiento a pensar, las
palabras a hablar y el comportamiento a actuar.
Medicina popular, folclórica, etnomedicina, demomedicina, etc. Involucran a todos los sectores de la
población y se llaman así en oposición semántica y cultural a la medicina halopática. Gutiérrez de Pineda nos
comenta como ha surgido la interculturación de los componentes de este conocimiento popular: “Un complejo
proceso de la integración de sistemas médicos tuvo lugar durante el período de dominio y colonización
hispánica. Los nativos americanos disponían de complicados medios de curar, cuando irrumpió el europeo con
sus sistemas médicos; y ocurrió más tarde el injerto africano. Los españoles traían su propio sistema médico,
eco del momento científico técnico europeo, mixtura también de ciencia, escolasticismo y magia medioeval y no
respondió con éxito a las exigencias expedicionarias y de asentamiento. Con sus medicinas y prácticas se vieron
cortos para sobrevivir... tuvieron que echar mano al recurso médico nativo... las tres fuentes culturales médicas,
blanca, india, negra, diferentes en etnia y cultura tenían parecidos en sus sistemas médicos... la medicina india
podía verterse al molde hispánico... se podían igualar las oraciones católicas a las imprecaciones del chamán”.32
Cada barboseño tiene unas ideas sobre la salud y la enfermedad que son heredadas y aprendidas,
ideas que son historia pasada y noción presente, completamentadas y transformadas en el discurso, el
comportamiento, ideas que hablan de un cuerpo que puede ser atacado por frío, calor, viento, luna,
animales, acciones humanas y por ideas; un cuerpo que se debilita y muere, que puede ser atacado por el
32 Ver: GUTIERREZ DE PINEDA, Virginia y VILA DE PINEDA, Patricia. Medicina Tradicional de Colombia. Bogotá 1985. Vol. II.
dolor, pero también que puede ser objeto de la cura que contrarresta los efectos que le atacan y debilitan.
Muchos entrevistados nos han dicho estas cosas.
“Otras producidas por viento suceden cuando el viento se encaja a los lados del cuerpo. A veces
ocurre por un mal esfuerzo como dormir de un solo lado y al otro día amanece con el brazo entumecido, el
cuello tieso por la molestia de la almohada durante el tiempo que estuvo sin moverse. Ocurren problemas
de circulación de la sangre, que es más modesta cuando la sangre está espesa. Entonces vienen los
problemas de insomnios. Hay que masajearles, aplicarles baños y a veces rezos. “Se quedó torcido porque
estuvo bajo enfermedades de viento, la dolencia no le permite devolver. Yo para esto aplico un rezo. Si con
rezo y masaje la persona vuelve a su normalidad, se la aplica un cataplasma o cosa parecida de una planta
narcótica”.34
“Los granos y las pústulas aparecen porque se arañó en una rama o con un metal, o por un golpe.
Cuando la persona tiene problemas en la sangre que se llama mal humor, hay que contrarrestar primero el
mal humor y luego entrar a tratar por fuera con diversas plantas, pero antes hay que tratar el organismo.
Los nacidos, antrax o incordios ocurren por el engrosamiento y grasa en la sangre y el cuerpo. El cuerpo
revienta por alguna parte y por eso primero hay que adelgazar la sangre con sal de Epson en una
“Una regla me enseñó el papá de mi papá, que no castrara en pérdida o en luna llena, que castrara
después que aparece la luna, que ya la creciente estuviera algo avanzada, por ahí en cuarto creciente
todavía se podía arreglar, pero que en pérdida o aparecida no, porque estaba envenenada la luna, porque
cuando aparecía bajada al mar y se bañaba. El plátano es muy bueno sembrarlo en menguante para que no
crezca demasiado la penca y el maíz para que no crezca mucho la caña, el café se siembra en cualquier
tiempo, por que ese si no tiene reglamento”.36
Desde que el niño nace hay que empezar a prevenirlo. Para eso existen plantas como la yerbabuena y
el hinojo. Con estas se ordena el sueño, cuando duerme de día y friega de noche. Estas plantas tomadas
por la mamá ordenan el sueño. Cuando les da pujo se toma un pañal usado y sucio, se envuelve y se tira al
tejado, y a la madre se le dan tres tomas de agua de hinojo, se le hace un rezo en el estómago y en dos
días está curado. “Unas fiebrecitas de los niños vienen del clima, otras de que la madre tuvo problemas en
el parto y de la manera como le suministran los alimentos, los niños también se resienten. Les dan gripitas
35 Ibid.
36 Entrevista a Hernán Morales, Vereda La Chapa, Cassette #2, Febrero 10 de 1990.
y provienen de cositas contaminantes. Si en la casa hay una persona agripada y pasa a la criatura, la deja
propensa a recibir todo esto. Para eso existen las goticas de tempra o las plantas en su defecto. Es más
fácil darle a la madre las plantas que darle las goticas al niño. Si hay diarrea y la criatura es propensa a la
gastroenteritis, es por que hay problemas de aguas sin tratar, problemas de moscas y de insectos que la
producen. Una diarrea de éstas se controla con tripa de negro, guayabo agrio, hojas de guineo y la
venturosa, así como con el sulfatiasol, que es una droga que se puede mezclar con las plantas y es la única
que contrarresta en las criaturas, hasta una disentería crónica, cuando ya es la defecación con sangre. Las
erupciones en la piel consisten en problemas del organismo y para curarlas, primero hay que lavar el
organismo, luego hay que tratar la sangre y después se aplican unos baños, de yerbamora. Si hay una
fábrica cerca y expele gases o productos que elaboren allí, hay gérmenes que contaminan el aire y pueden
producir problemas en los pulmones, dolores en la cabeza y erupciones en la piel. Cuando les comienzan a
salir los dientes comienzan con la inquietud a morderle a uno los dedos y se arrima a morder lo que sea,
por que les pica. Para eso hay una cerita, que no es muy recomendable porque se cae y se infecta por un
mosco o cosa parecida. Por eso es mejor suministrarle calcio en los alimentos, porque lo necesita para que
el diente no salga de mala calidad y no se pudra de inmediato, porque hay niños que a los tres años ya
tienen los dientes podridos por falta de calcificación. Para esto hay calcio o plantas que tienen calcio. “Las
madres del campo son las que más saben estas cosas y si carecen de recursos económicos recurren a las
plantas que tienen en la casa. Las madres del pueblo, siempre son esclavas del hospital o de la clínica, que
son recursos que uno no puede decir que no los pueda necesitar en casos extremos, que no se pueden
solucionar en la casa. Cuando los niños aprenden a caminar es un tropiezo porque comienzan las caídas,
los golpes y si no hay fundamento en la madre para estar al pie del niño, comienzan los problemas. Ellos
van aprendiendo a caminar hasta que están gruesecitos, fuertecitos y para esto hay que darles vitaminas y
en la piel claras calientes de huevo, cositas que van fortificando las rodillas, que es donde ellos más tienen
problemita de debilidad y también fortificando el cerebro”.37
Veamos ahora el testimonio de una partera campesina: “Vea! hasta las hendijas de la ventana las
tapaban para favorecer a la señora del viento, del sol, del agua, de la luna que hacía daño y muchas
enloquecían del hielo. Ah! unas se quejaban de la cabeza, otras de escalofrío, que pasan ardidas de fiebre
toda la noche, entonces yo les cantaba la tabla, dizque acuérdese que ya va a venir el señor y usted está
sin asearse. Sobar la pelvis, las caderas y la cintura hacia abajo y tomas de manzanilla para que se apure,
porque la manzanilla es caliente. Unos niños vienen de pie y otros de piernita, entonces uno llama al señor
para que le ayude a sostener la piernita, los dos piecesitos y ella arrodillada y yo le hacía con mañita hasta
que coronaba... A veces había que darles vino cuando se estaban demorando para venir las fuerzas, y hay
que hacerlas tomar vino con huevo. Yo les decía como enterrar la placenta y el cordón para que no cojan
frío: hagan un hueco y en el asiento echen un poquito de ceniza y luego la placenta y antes de echarle
tierra para tapar, también se echa ceniza”.39
La placenta y el cordón umbilical, por ser considerados parte del cuerpo humano y por lo tanto
susceptible de tener influencias negativas o generar enfermedades era enterrado: “En lo seco se entierra...
así como hacía la gente antigua... es parte del cuerpito humano y no me gusta como echarlo al agua, sino
enterrarlo... si la placenta se pone en un lugar mojado le da a las madres dolores y pasan muy enfermas,
38 Ibid.
aún cuando yo digo qué cuantas tiene esa pieza con uno? Se entierra detrás de la casa, en un hoyo grande
y se le echa un poquito de ceniza y se pone una piedra”.40
Parteras y madres entrevistas nos informan que en un pasado no muy remoto las madres pasaban
cuarenta días de dieta en la cama, resguardadas del viento, la luna, el sereno, el agua y los trajines
domésticos. Eran atendidas con chocolate, bebidas especiales y una gallina diaria. Hoy el número de
gallinas ha ido disminuyendo.
Don José Dolores Morales de la vereda Monteloro usa secreto para componer y es muy visitado por la
gente que solicita curación: “Se descomponen una pierna, un brazo y vienen a que los componga. Ahí
Mientras lo visitamos vimos el tratamiento de dos personas con secreto, el cual no nos fue revelado,
porque pierde la virtud. Don Lolo, es un excelente narrador. Veamos lo que le pasó con una de sus
pacientes:
“Entonces me dijo Nemesio:
-Ve, vas a componer a Alicia que se descompuso porque fue a ver matar un novillo en el matadero y
se cayó contra una columna y se le safó la cadera derecha.
Yo fui a la casa y cuando ella supo que la iba a componer pegó un grito esa vieja.
-Me va a matar!
Y siguió gritando. Entonces yo dije que me iba. Y ella dijo que no y se emburujó la cabeza en la cobija
y se voltió. Como eso tiene que ser a cuerpo pelado y esa vieja con esas sismatiquerías. Entonces la recé y
ella se quedó ahí y me dijo:
-Maldito viejo brujo, ya vez que me siento un poquito mejor”.45
No todos los curanderos y yerbateros hacen caso de los maleficios que los enfermos dicen tener.
Para llegar a esa conclusión se necesitan conocimientos y sobre todo honestidad en el oficio. “Me sucedió
44 Entrevista a José Dolores Morales Ríos, Vereda Monteloro, Cassette #4, Febrero 24 de 1990.
45 Ibid.
46 RENDON, Mercedes R. y GARCIA, Hector Fabián. Microhistoria de las veredas Filoverde, El Tablazo y La Lomita. Concurso de
“Hay dos secretos para culebra. En el primero se paga diezmo, se curan nueve pacientes y hay que
dejar morir uno. El segundo que se llama corporal, hay que cobrar un poquito por la curación. Esos rezos
son secretos, que uno como los antepasados aprende. El secreto de la mordedura de culebra, o una
estancación de sangre, o un cólico que siente el niño, o un dolor de cabeza, entonces se aplican esas
cosas y los niños se calman con rezo, así como se mata un gusano, o se estanca una sangre. Yo tengo
secretos para mordedura de culebra, de araña, para curar gusanos, para matarlos, para estancar sangre
descompuesta, después para que se arregle y entre el hueso”.47
“Ellos fabricaban los remedios en papeletas y por eso los llamaban los doctores papeleta. Vendían
purgantes, vermífugos... muy ácido y también leche de higuerón. Cuando a los niños se les daba purgante
los amarraban en un costal para que los llenaran de lombrices y si dormían en chinchorro los amarraban.
48 A.A.M.B.
49 Ibid.
Un señor se purgó, no aguardó el ayuno, por la noche se comió una libra de tocino frito y se murió...”50
“Antiguamente la gente no acudía a los médicos sino a los curanderos, que curaban por medio de secretos,
oraciones y ramas, por ejemplo don Augusto Madrid, curaba picaduras de culebra. Hacía un raspado de
cobadongas con agua y le daba a tomar a la gente, les hacía una cortada y les chupaba el veneno”.51
“En Filoverde usaban la cerraja para la fiebre, la cola de caballo para los riñones, el cidrón para los
nervios, la adormidera para el dolor de muelas, la yerbabuena para malestares en los niños, la malva para
los nervios, el prontoalivio para cólicos y artritis, eucalipto y poleo para la tos, el pino para la afixia, el
llantén para la gastritis, la zábila para la diabetes, el apio para la indigestión, la yerbamora para el sereno
en los niños, el ciruelo para deshinchar accesos en las encías, y el colino de la caña para regular el ciclo
menstrual”.52
En la vereda Corrientes nos contaron que antes como no había médicos ni medicinas de laboratorio,
tenían en el patio un sembrado de yerbas curativas: “altamisa, ajenjo, malva y carey que servían para tomar
y echarse plantillas, el ajenjo para el hígado, el llantén para el dolor de cabeza. Para la fiebre nos comíamos
una sopa de huevo o de legumbres y con todo eso nos curábamos. Limoncillo, se le echan cáscaras de
guayaba y hervido con panela servía para las diarreas. El carey servía para hacer bebidas frescas para los
riñones, también el caracucho, el toronjil, la altamisa, la adormidera, la vendeaguja. Para bebidas para los
nervios y el dolor de cabeza la vendeaguja, para la fiebre altamisa en baños, la adormidera para hacer
aguas para las picaduras de gusanos. Manzanilla para cólicos, prontoalivio para la gripa, el toronjil para el
corazón, sauco para la gripa, salvia para lavar heridas. Verdolaga y paico para rebote de lombrices, boñiga
de vaca y leche para sarampión, leche de vaca para llagas en los niños, malva y leche para bañar a los
enfermos de viruela, paico para el dolor de barriga, apio para daños de estómago y rebote de lombrices”.53
Para estancar la sangre y ayudar a curar las heridas que producen las hemorragias, los campesinos
acostumbran todavía colocar sobre ellas emplastos de yerbas machacadas. “Cogen tirabaño, un copito de
Astrid, ZAPATA, Gustavo Antonio, MUÑOZ, Mauricio y LOPEZ, Fanny. Monografía de la vereda Corrientes. Concurso de historias de
veredas convocado por la Alcaldía Municipal de Barbosa. 1989. págs. 12-13.
apio y lo machacan bien machacadito, lo ponen en la herida y se estanca la sangre. También mascan
cogollos de macequia, de escobadura, de salvia o de cualquier otra yerba o azúcar y le ponen en la herida
mientras lo llevan al médico”.54
“Para mordedura de culebra existen unas plantas de las cuales se extrae un líquido que se llama
curanina, un bejuco que se llama tres filos, la cebolla cabezona, y la caña, que machacadas en conjunto se
aplican como chupadera, después de hacer la extracción del forro que deja la serpiente y que lleva en el
colmillo. Para extraer el forro se corta en cruz en el lugar de la mordedura, luego se aplica el secreto y la
chupadera. Hay una chupadera especial que se puede preparar con la hiel de las tres guaguas: la guagua
chapola, la guagua venada y la guagua alazana. Estos animales hay que cogerlos en menguante, sacarles
la hiel y hacer una preparación de cada una en cera de abeja angelita y con esto se saca el veneno. La
chupadera consiste en una masa o parche que se coloca sobre la mordedura para que extraiga y chupe
para sí el veneno de la culebra y evita que el veneno prospere en la sangre y quizás en el cuerpo del
paciente. La chupadera tiene el oficio de extraer el veneno, de chupárselo ella”.55
Actualmente en Barbosa hay médicos populares conocidos y visitados. Antaño y ahora visitan el
pueblo curanderos y culebreros que venden específicos y pomadas. Durante 1990 que fue el tiempo de
nuestro trabajo de campo vimos en la plaza de Molina a un ecuatoriano mestizo que vendían drogas y en la
Calle del Comercio un indio Kamsá que atendía consultas y vendía drogas, yerbas y amuletos. Son muchos
los testimonios recogidos sobre el uso de las plantas para diferentes momentos de la vida y para diversas
dolencias. No existe barboseño, que en algún momento de su existencia no haya tomado medicinas caseras
o de yerbateros preparadas con plantas. La persona que hallamos con mayor conocimiento de las plantas y
de su aplicación fue don Aníbal Zuluaga: “Yo aprendí de plantas desde cuando trabajé rompiendo
montañas, porque fui colono. En las montañas nos teníamos que defender por nuestra cuenta, porque no
había médicos, ni centros de salud. El más cercano era Puerto Berrío y nos quedaba a 12 leguas de
distancia. En las montañas nos teníamos que defender de las serpientes, de los moscos, de las
enfermedades que producían estos animales y de otras. Los curanderos de la región eran Pedro Mesa y
Sacramento Santos. De ellos aprendí muchas cosas, a manejar muchas plantas, chupaderas y secretos.”56
Don Aníbal nos colaboró con su información para hacer este inventario de plantas, la mayoría de las cuales
2. RELIGIOSIDAD
3.1. GENERALIDADES
La religiosidad es una parte de la cultura espiritual que rige la vida social y los comportamientos por
medio de normas interiorizadas. En Colombia las gentes de los pueblos se rigen más por los mandatos
eclesiales que por los códigos civiles. Existe una moral religiosa que prima sobre la civil, dadas las
condiciones de punición de una y otra. Una economía de oportunidades facilita el perdón de la culpa en el
confesionario más que en el juzgado. La religiosidad antioqueña, es un elemento fundamental de la cultura
que irriga y alimenta las estructuras sociales al tiempo que se nutre de ellas. Es tan importante que no se
puede colocar al lado de la política y la economía, está encima de ellas, controlándolas, dirigiéndolas,
estructurando sus canales funcionales y su acción. Desde antes de nacer, el individuo es dirigido por la
religión: para un buen parto, San Ramón; contra el demonio, las brujas y como rito de entrada a la
comunidad, el bautismo; para la gracia de Dios, confesión y comunión; para las necesidades económicas San
Judas; para un buen matrimonio, San Antonio o San Martín; para la procreación está el sacramento; para
morir, la extremaunción y para todas las necesidades del cuerpo y del alma está el consuelo de la religión,
sin la cual no se concibe la vida y el mundo.
La gente es creyente y cristiana a su manera, con sus devociones particulares, con sus experiencias
religiosas, con sus miedos y demonios que ayudan a ejemplificar la vida, a colocar cada acción en su lugar.
En todo nuestro trabajo no hallamos un barboseño que no diera fe de su religiosidad, sus devociones, sus
temores por los seres del más allá, que no presintiera la mirada de Dios sobre su vida y sus acciones.
Urbanos y campesinos una o dos veces por semana van a los actos religiosos o ven la misa por televisión.
Toda acción se planifica “si Dios quiere”, “si Dios nos da vida y licencia”. Existe el temor a Dios y sus
castigos, especialmente al infierno. Pero la religiosidad popular no es canónica. Existen creencias y rituales
en contravía del dogma y prohibidas por él, pero esto no es asunto de las masas. Su cotidianidad, como
catolicismo popular poco entiende de teología y se basa más en las prácticas y experiencias que en la
especulación. Creencias no aprobadas por el dogma y que toman parte de la religiosidad popular, son junto
con la religión católica que aquí se vive, parte del mestizaje étnico y cultural de las tres raíces que sirvieron
de base a nuestra nacionalidad y nuestra cultura. Son de origen indígena, africano y europeo medieval con
herencias celtas, griegas, romanas, fenicias, germanas, árabes, judías y gitanas.57
Las cosmologías, mitos, ritos y visión del mundo de las tres etnias, mestizas de por sí, vinieron a
conformar nuestras religiones populares. La religiosidad es un rico venero donde se puede estudiar el
mestizaje cultural y donde se hallan muchos elementos constitutivos de la identidad cultural de regiones y
localidades de Colombia. No existe una religiosidad popular colombiana válida en todo el país, sino
variantes regionales y locales con más o menos influencia africana, indígena o hispana. Doña Virginia
Gutiérrez de Pineda hace una síntesis, válida para Barbosa: “La creencia religiosa católica engendra un
culto y una moral. Culto y moral se extrovierten en la colectividad y en la acción individual. El culto en
Antioquia es la manifestación externa gregaria la identidad de ideas y de sentimientos en relación con la
divinidad, vale decir, es la expresa confesión social de una participación religiosa común. De ahí que en este
complejo el culto proyecta dos valores que legitiman su cumplimiento: la expresión personal íntima de honra
a la deidad, y la extroversión colectiva de una fe que enlaza a todos sus miembros como elementos
aglutinantes... la religión en la montaña constituye, más que el habla regional y tanto como el concepto
económico, uno de los poderosos indicadores de identidad, posiblemente el más determinante. Y este
consenso de identidad a través de la religión, es exigido por cada miembro del complejo, a cada integrante
del mismo, ya que la montaña quiere ser profundamente católica y no admite conducta ambivalente ni
divergente en su fe.”58
3.2. LA IGLESIA
Doña Virginia dice que con cada finca, cada camino, cada capilla y cada fundación de pueblos se
asentó la religión en su liderazgo.59Eso pasó en Río Abajo o Hatillo de Barbosa. En el siglo XVIII había
varias haciendas que tuvieron capillas y compitieron para que allí se fundara la parroquia, separada de
Copacabana. Jerónimo de Lara hizo capilla a San Marcos en Graciano en 1747. En 1755 Gregorio Ignacio
Hernández hizo la capilla de San Gregorio en La Eme. En 1773 Gabriel Muñoz constituye una en su
hacienda de Barbosa, que se convirtió en viceparroquia sufragánea de Copacabana. En 1792 las capillas
57 Ver: OCAMPO LOPEZ, JAVIER. Supersticiones y Agüeros Colombianos. El Ancora Editores, Bogotá 1989.
58 GUTIERREZ DE PINEDA, VIRGINIA. Familia y Cultura en Colombia. Biblioteca Básica Colombiana. Vol. 2 Colcultura, Bogotá 1975,
págs. 337-378.
59 Ibid. pág. 375.
eran edificios rústicos tenían pocos ornamentos, les faltaban ventanas, los curas eran ausentistas.60 Al
rededor de la capilla y en terrenos donados por Gabriel Muñoz se fundó en 1796 la parroquia de la Nueva
Colonia de Barbosa, llamada también nueva Población del Señor San Antonio de Barbosa, jurisdicción de la
Villa de Medellín, Provincia de Antioquia, obispado de Popayán en el Nuevo Reino de Granada. Era la mejor
ubicada para generar a sus pies un pueblo, porque estaba en medio de dos quebradas que la abastecían
de agua y con terrenos planos para plaza y calles a una prudente distancia del río Medellín.
La iglesia ha sido en los pueblos el edificio mayor y el más cuidado. Es símbolo de la energía divina,
centro del poder, lugar obligado en las diversas etapas de la vida y epicentro del culto y el ritual. Es el lugar
sagrado a donde llegan las gentes ávidas de favores espirituales y corporales. Mucha gente vive y muere
sin haber cruzado el umbral de un juzgado, de una escuela, pero no sin haber ido a la iglesia, porque allí
fueron bautizados, confirmados, casados y velados antes de llegar a las entrañas de la tierra. Allí han
confesado, comulgado, asistido a misas, y otras ceremonias. Allí han oído prédicas y reconvenciones que
rigen su vida y los preparan para el más allá. Allí aprenden el temor, el complejo de culpa y la aversión al
infierno. La iglesia ha jugado el papel de forjador de la visión del mundo, ha creado una cosmovisión mezcla
de elementos europeos, indígenas y afroamericanos, una hibridación cultural que hace de la religiosidad
popular un atado de creencias católicas y no católicas. En el siglo XIX y casi la mitad del siglo XX el centro
fue la Iglesia de la Plaza de Santiago, hoy La Capilla, la cual ya era de poca capacidad en 1870,61 motivo
por el cual se inició la construcción del actual templo en la Plaza de Abajo en 1880. En 1892 el nuevo
templo de 28 por 72 varas apenas tenía muros y columnas sin terminar.62 En 1913 había un tejar, 10
obreros, 28 ventanas y la puerta mayor regalada por Elías Isaza.63 En 1919 se construía el altar mayor y
las Hijas de María recogían fondos para el sagrario. En 1920 Monseñor Acosta anotó la compra de una
custodia de plata.64 En 1925 se terminaron el altar lateral, el bautisterio, el púlpito y se compraron
imágenes.65
En 1928 se compró reloj y campana. En Agosto el Arzobispo Cayzedo declaró el altar mayor
privilegiado, cotidiano y perpetuo.66 La construcción terminó en 1948, a los 68 años de haberse iniciado. El
18 de agosto Monseñor García, Arzobispo de Medellín, ordena estrenar el templo. Desde entonces el centro
3.3. LA INSTITUCION
Es el objeto real como forma de poder espiritual y territorial, como espacio en la vida del hombre que
lo reprime o lo libera, según las circunstancias. Dicho de otro modo, la religión sería represión, cultura,
norma y funcionalidad social que se realiza en los espacios del hombre que la ha creado como uno de los
elementos esenciales de su cultura, erigiéndola como sistema modelizador de la visión del mundo, que al
mismo tiempo modeliza su vida y su comportamiento expresándose en un discurso teológico, cuyos
componentes generan identidad y pertenencia, seguridad y aliento, ideaciones y representaciones,
conductas y maneras de ser y obrar, cubriendo como un fino tejido todos los actos de la vida, los cuales
dejan de estar en el azar para estar determinados por una causa casusarum que es la última razón de la
vida, la meta única posible de ese ser al que se le ha dicho: “sed tibi terra brevis”.
La religión se basa en una doctrina que expresa una visión totalizante de un mundo y unos seres
humanos creados por la divinidad para rendirle culto. El hombre, rey de la creación, tiene dos elementos
que se disocian con la muerte: cuerpo mortal y alma inmaterial, responsable ante Dios. La religión en
Antioquia trae la seguridad de ser el pueblo elegido por Dios, de contar con su presencia y ayuda. Es la
idea de la tangibilidad de Dios, de su compañía inmediata y a todo momento. El Dios de los antioqueños no
es un Dios lejano y arbitrario como el de los andinos orientales. La religión es la institución que más ha
trabajado para crear una cosmovisión que una e identifique a las gentes. El sacerdote es un funcionario de
control social: “...por los oídos del sacerdote pasa la mentalidad infractora de su parroquia. El puede
radiografiar la conciencia de su rebaño espiritual, levantando el velo de la cultura encubierta con absoluta
precisión. Ello le da licencia para, a través de la confesión, dirigir la personalidad moral de su comunidad. Si
el confesionario regula y sirve de catarsis al individuo en su quehacer íntimo, el público es la cátedra de
66 Ibid.
enseñanza o el tribunal de la conducta social de la feligresía. Nadie como el sacerdote es oído en la
montaña, donde sus palabras resuenan con voz de pastor, líder y juez.”67
De los libros de Visitas Pastorales, Bulas y Breves y Pastorales sacamos algunas recomendaciones
sobre doctrina y culto. En 1831 el obispo Garnica, realizó la visita y encargó rezar a diario el rosario en la
iglesia, el sábado la salve y el domingo el trisagio, recordó la obligación de confesarse por Pascua bajo
censuras como ser privados de sepultura cristiana y publicados sus nombres en carteles. Para la vigilancia
había una cédula de comunión que el parroquiano debía presentar al cura en la semana de Pascua. Este
obispo permite el matrimonio de esclavos con libres y de esclavos de diferentes amos.68 En 1837 el Obispo
Gómez Plata encontró la iglesia tan pobre, que suspendió la lámpara para que con ese ahorro comprar
ornamentos, pero los vecinos ofrecieron limosnas, sin embargo, ordenó vender 10 cuadros, hacer nuevo
cementerio y trasladar los restos del antiguo. Existían dos cofradías: la de Nuestro Amo con $2.000 a
censo, cuyo producto se destinó para la lámpara y la de las Animas, cuyos réditos se usan para las misas
de los lunes. Ordenó al párroco hacer el padrón anual. Encareció colaborar con la escuela, y ante la
rebelión contra el gobierno pidió respeto y obediencia a las autoridades y las leyes.69 El mismo hizo la visita
en 1834; prohibió por indecorosos los encuentros de santos en Semana Santa, mandó sacar al Señor en
burra el Domingo de Ramos. Ordenó legalizar una fundación sobre el solar, buscar las vacas, venderlas y
poner a censo el dinero para gastos de Semana Santa. Ordenó averiguar el principal de una capellanía de
200 castellanos fundada por Julián Herrera de El Guayabo y proceder.70 En 1856 prohibe confesarse,
comulgar fuera de la parroquia y la lectura de biblias protestantes. En 1857 alerta sobre la aparición en
Cartagena del periódico “Luz Masón”.
Visitas Pastorales.
70 Visita del mismo de Marzo 31 de 1843.
Gonzaga, Escapulario Azul, Nuestra Señora de los Dolores y San José. En 1919 se agregaron: Madres
Católicas, Venerable Orden Tercera de Señoras, Liga Eucarística de Niños, Asociación de las Tres Marías,
Asociación Nocturna y Catecismo, Orden Tercera de Hombres, Liga Eucarística y Rebañito del Niño Dios. En
1893 en su visita, el Arzobispo Salazar pide al párroco organizar la sopa escolar de la cual debe
encargarse la Asociación del Sagrado Corazón y pide crear la Cruzada Eucarística para niños y niñas, como
un muro a las ideas liberales. Tulio Botero Salazar, en su visita de 1959 plantea el Apostolado Moderno por
medio de la Acción Católica y la Acción Social. Propone la creación del sindicato agrario, el Mutuo Auxilio y
fortalecer la Sociedad de San Vicente con casas talleres, casa campesina, hospital y asilo.71 La visita de
1963 sobre la Acción Social anota: “La Casa Campesina, la Cooperativa de Productores de Piña ya en
acción y la de paneleros cuya constitución se está preparando y sobre todo la fábrica de Confecciones de
Barbosa, en donde trabajan ochenta señoritas y algunos jóvenes son realizaciones estupendas en el campo
social, que merecen nuestra aprobación y el pleno apoyo de la ciudadanía”.72
71 Archivo Parroquial de Barbosa. Libro de Actas de Visitas Pastorales. Visita de Tulio Botero Salazar, Arzobispo de Medellín, Julio
23-25 de 1959.
72 Ibid, visita de 1963.
73 Entrevista al Pbro. Hernán Muñoz Herrera, párroco de la Iglesia de San Antonio de Barbosa. Area Urbana. Cassette #80. Julio
13 de 1990.
74 Ibid.
Algo diferente ocurre en la Balvanera, donde el párroco Eliseo Tobón, ha entendido el papel de la
comunión de los fieles de una manera distinta. Busca a través de las misas carismáticas curar el alma y el
cuerpo con oración participante y fe viva en Dios y en el hombre. “Esa misa del padre Tobón, es
carismática, donde se reúnen las personas cada ocho días. Más que todo, trata de tener uno mucha fe,
mucho espíritu para poder aliviarse de todas las enfermedades. Van las personas más inválidas que hay,
enfermos de una y otra cosa y la misa dura dos horas. Pero tiene que tener uno mucha fe y devoción. Hay
cantos que nos entregan en unas revistas y uno se entrega totalmente en esa misa y el padre tiene ciertos
puntos donde él ora por la gente enferma. El padre pide que alguien dé un testimonio que haya sentido en
el cuerpo o en el espíritu y la gente ha dado testimonio. Hay gente que llora, saludando al padre Eliseo, en
fin se da de todo. Son misas en beneficio de uno”.75
La parroquia de la Balvanera reparte un boletín mensual llamado “Carta Circular” donde con una
nueva pedagogía heterodoxa y ágil, crítica y adoctrina como siguiendo el adagio latino “castigat ridendo
mores”. Miremos la de Junio 1989, donde fustiga un mal curso prematrimonial: “Las Siete Palabras de un
matrimonio que hace un mal curso: 1.Cuando la pareja sale del templo, uno de los presentes dice: -
Perdónalos porque no saben lo que hacen. 2.Al llegar a la casa la SUEGRA abraza a los desposados y la
novia dice: -Madre; he aquí a tu hijo! 3.El novio se casa y antes, para quitar el miedo le dice a su cuñado: -
Tengo sed. 4.Cuando el novio ya en la fiesta se ha tomado sus aguardientes dice a la esposa: -Hoy estará
conmigo en el Paraíso. 5.Con muchas copas de más el esposo rueda por el suelo, la esposa lo recoge y
dice: -Hijo, por qué me has abandonado? 6.Al llegar la noche se van a la cama y la esposa dice: -En tus
manos encomiendo mi espíritu. 7.Al día siguiente la novia llega triste a la casa de su madre y le dice: -
Todo... está... consumado...”76
El curato de Barbosa se estableció bajo las condiciones del Patronato Regio. Los funcionarios locales
eran nombrados por la autoridad civil.77 El primer cura fue Jossef Salvador Tirado reemplazado en 1799
por Jerónimo de la Calle y Gabriel Muñoz y después por Juan Gervacio Villegas, quien muere en 1801,
75 Entrevista a María del Carmen Tapias. Area Urbana. Cassette #32. Marzo 21 de 1990.
76 Archivo Parroquial de la Iglesia la Balvanera. Circular del 6 de Junio de 1989.
77 Archivo Parroquial de Barbosa. Libro de los que deben a la fábrica de esta Santa Iglesia de San Antonio de Barbosa y
En 1835 ocurrió la rebelión del padre Botero contra los planes de estudios de Bolívar impuestos por
Santander, motivo por el cual, en la visita del obispo de Antioquia a Barbosa en 1837, se consignó la
necesidad de obedecer las leyes y respetar a las autoridades civiles. En 1845 la situación en Barbosa era
muy precaria por falta de ornamentos y el párroco pidió permiso al cabildo para recaudar limosnas.80 El
párroco no podía ausentarse del distrito sin informar al Alcalde. “Desde 1848, en que subió al poder el
general José Hilario López hasta 1880 en que el doctor Rafael Núñez inició su primer gobierno, fueron
frecuentes los conflictos entre Estado e Iglesia. Antioquia los sintió y los padeció.”81
En el gobierno de López los conservadores hicieron una revuelta local en pro del federalismo y en
defensa de la Iglesia, en la que participó el párroco de Barbosa, por lo cual, se le impuso censura. Los
sucesos ocurrieron en Medellín el 1º de Febrero de 1851 cuando el párroco abandonó por dos días su
curato para dirijirse con las “milicias de la parroquia” para apoyar a los rebeldes.82 En el corto tiempo del
poder liberal en Antioquia de Barbosa recibió un oficio en Mayo de 1852 para que lo comunicara al cura
sobre cómo en caso de que los “traidores” deseen alterar el orden:
1. Informar cualquier perturbación que altere el orden.
2. Organizar los ciudadanos honrados para que estén listos a defender la patria de las acciones y
calumnias de los adversarios.
78 MESA, Carlos E. Trayectoria Histórica de la Iglesia. En: Historia de Antioquia. Medellín, 1988. pág.390.
79 Archivo Parroquial de Barbosa. Libro 1º de Bautismos.
80 Archivo Parroquial de Barbosa. Libro 1º de Bulas i Breves Pontificios i Pastorales del Sr. Obispo diocesano.
81 MESA, Carlos E. Op. cit. pág. 392.
82 Archivo Parroquial de Barbosa. Libro 1º de Bulas i Breves Pontificios i Pastorales del Sr. Obispo diocesano.
3. Que los ciudadanos se presenten a las autoridades como patriotas para elaborar listas de leales y
traidores a la causa de la independencia nacional. “Todos los conservadores honrados deben estar en esta
cuestión conformes con nosotros, y si no lo están, ustedes mismos habrán sentenciado la causa”.83 Aquí se
trataba no sólo de probar la lealtad del sacerdote al gobierno seccional sino de someterlo.
Como el gobierno carecía de instituciones para control y estadística, la iglesia colaboraba con el
Estado haciendo los padrones y pasando informes estadísticos a las oficinas estatales de libres y
esclavos.84 Sin embargo, a nivel nacional seguía en pugna con el Estado, aspecto que se refleja en la
política eclesiástica a nivel regional y local. Un oficio de la Vicaría de Medellín del 30 de Agosto de 1853
anuncia la separación Iglesia-Estado, previene no “solemnizar con funciones religiosas las fiestas populares
por acontecimientos políticos”. En Julio de 1854 el párroco recibe un oficio que lo previene de intervenir en
los hechos políticos que se iniciaron el 17 de Abril con la rebelión de José María Melo. El Vicario indica que
ningún cristiano puede aceptar un régimen político que imponga a la Iglesia condiciones que la harían
esclava, refiriéndose a la alianza que el Estado impuso a la Iglesia antes de Mayo de 1853. Concluye
aseverando que hasta que no se firme un Concordato ningún cristiano debe aceptar la alianza entre el
Estado y la Iglesia.85
El párroco y sus feligreses estaban al tanto de la política nacional que oscilaba entre la paz y la
guerra. El 2 de enero de 1855 el vicario hace saber al párroco que ha terminado el conflicto.86 Ese año
bajo la presidencia de Obando se aprobó la ley sobre separación de la Iglesia y el Estado, cesando la
participación de este nombramiento de las autoridades eclesiásticas. Se prohibieron las contribuciones para
el culto y el clero quedó sometido a las autoridades civiles. A esto se agregaron el matrimonio civil y el
divorcio. El Vicario comunicó al párroco que a partir del 1 de Septiembre la Iglesia quedaba separada del
Estado.87 La Iglesia en Antioquia se siente perseguida y el obispo exige a sus párrocos pedir el auxilio
divino y rezar en misa la oración “Contra persecutores eclesiae” y “Pro omni gradu eclesiae”.88
83 Ibid.
84 Ibid.
85 Ibid.
86 Ibid.
87 Ibid.
88 Ibid.
La guerra de 1860, se inició con el levantamiento de Mosquera en el Cauca contra Ospina Rodríguez,
quien había restablecido los privilegios eclesiásticos. En Octubre el obispo escribió a sus párrocos: “La paz
i tranquilidad han desaparecido de entre nosotros, los partidos ya muertos han revivido con tanto ardor
que casi en todas partes se advierten los odios y los rencores. “Pide que en la misa se rece la oración
“Deus qui conteris bella”.89 Mosquera decretó la tuición de cultos obligando a los eclesiásticos a jurar
obediencia a la constitución y las leyes, expulsó a los jesuitas y promulgó la desamortización de bienes de
manos muertas que afectaba inmuebles y capitales a censo de la Iglesia. El 26 de Mayo de 1862 el obispo
envió una pastoral imponiendo penas de suspensión a los sacerdotes que hubieran aprobado los decretos
de Mosquera. No sabemos como operó esto en Barbosa, pero uno de los dos principales de las cofradías
fue redimido por Juan Gregorio Isaza, quien fue censurado.90 No hallamos documentación de las relaciones
Iglesia-Estado en Barbosa hasta los años noventa en que se organizó la Sociedad San Vicente de Paúl con
el fin de atender el Hospital. En la parroquia reposan textos sobre cuentas de limosnas para pobres del
Hospital y pobres vergonzantes. En 1895 la Asociación del Sagrado Corazón socorrió a veinte pobres
vergonzantes.91
Otro asunto pertinente al Estado del cual se preocupó la Iglesia en Barbosa fue la educación. Hacia
1912 la parroquia fundó un colegio de Señoritas y en 1913 uno de varones. En 1906 hubo un
enfrentamiento entre el párroco y el Concejo Municipal que terminó con la carta que el cura envió al Concejo
reconociendo su error al firmar un escrito que tiene “una ofensa de gravedad” y pidiendo perdón por
pronunciarse contra el lugar escogido para matadero.92 En este siglo las relaciones Iglesia-Estado a nivel
nacional, y local fueron amables durante la república conservadora, pues entre el poder civil y el
eclesiástico hubo un entendimiento ideológico-político y una continua cesión de frontera a la Iglesia de más
de la mitad del territorio nacional para misiones. Desde la década del treinta con la república liberal hubo
roces entre los dos poderes que se resolvieron en Barbosa con sermones en contra del comunismo de los
liberales, con la fundación de los colegios de la Presentación y de San Carlos Borromeo, las escuelas
eucarísticas rurales y el apoyo de los sacerdotes a la Acción Cultural Popular, cuyos órganos de difusión
eran Radio Sutatenza y el semanario “El Campesino”. Hoy las relaciones son cordiales, pero esto no es
89 Ibid.
90 Archivo Parroquial de Barbosa. Libro de Ordenes Eclesiásticas.
91 Archivo Parroquial de Barbosa. Libros sueltos.
92 Archivo Alcaldía Municipio de Barbosa. Hojas Sueltas.
óbice para que el cura acalle su ira y apacigüe sus palabras cuando algunos hechos dolorosos sacuden por
presuntas omisiones del poder civil.
3.5. DEVOCIONES
Los católicos acuden a diversas entidades para suplicar la ayuda que creen necesaria. Como esas
necesidades son de orden familiar o individual, cada quien tiene sus esperanzas puestas en una imagen
milagrosa. “Avemaría! claro que primeramente Dios Nuestro Señor y la Santísima Virgen, en seguida la
Virgen del Perpetuo Socorro, la Santísima Trinidad, Jesús Caído. Uno se ve en una necesidad y eso todo el
mundo lo acostumbramos. Una señora de parto: ahí está San Ramón bendito. La virgen de la Balvanera
pa´las culebras. Cuando hay tempestad se reza a Santa Bárbara. Desde que hay televisor no rezamos el
rosario todas las noches. Lo importante es el rosario dos o tres veces a la semana.”93
“Aquí somos devotos de todos los santos: la mamá es devota de la virgen del Perpetuo Socorro,
Javier de virgen de la Balvanera. Mandamos a celebrar misas a las Animas, ellas no le dejan pasar nada a
uno. Yo les rezo el padrenuestro y digo: -Animas del purgatorio, libradme y favorecedme de todo mal y
peligro. Rezamos el rosario en familia por la tarde y por la mañana y hacemos novenas a los santos, al
Espíritu Santo, al Niño Dios, a la Santísima Trinidad, a María Auxiliadora y a otros santos.”94
En Filoverde la devoción está dirigida a Santa Marta patrona de El Hatillo, al Señor Caído de Girardota
y a otros santos.95 Los profesores Mercedes Rendón R. y Héctor Fabián García hicieron un censo de
devociones en tres veredas entre 264 familias:96
93 Entrevista a Celsa Rosa Hurtado. Vereda Pantanillo. Cassette #42. Marzo 7 de 1990.
94 Entrevista a la familia Ospina Franco. Vereda Guayabal. Cassette #42. Marzo 7 de 1990.
95 Monografía de Filoverde por Luz Dary Tobón, Wabel Antonio Tobón, Gustavo Rojas, Edgar Anibal Correa, María Dolores Cadavid,
Omaira María Rave y Mónica Castrillón. Concurso de Veredas de El Hatillo, Barbosa 1989. pág. 9.
96 Rendón R. Mercedes y García S. Fabián. Microhistoria de las veredas Filoverde, Tablazo y Lomita. Concurso de Historia de
Una devoción común y anexa al culto mariano es la del escapulario. “Cuando uno ha bautizado los
niños, el padre dice que les pongamos el escapulario, pa´que sean hijos de María y cuando ellos están en
un peligro y cargan el santo escapulario con fe, la virgen los defiende de los peligros. Todo niño tiene su
escapulario. A ellos les da miedo cuando se les pierde y yo tengo que inventárselos de cualquier manera.
De los viejitos que hay les arreglo uno con hilo, mientras se les vuelve a conseguir”.97
Las devociones abarcan todo el año y nunca se trata de una sola, pues la religiosidad popular es
multiforme y compleja: “Aquí rezamos el rosario todos los días en la mañana o la tarde. Rezamos los mil
jesuses, la novena de navidad. Los velorios no eran como los de hoy, se rezaba y no se tomaba trago. El
padre es el que da los riegos y otras cosas para conjurar las brujas. Anteriormente le teníamos mucho
respeto al padre, no íbamos a heladerías ni siquiera a tomar café con la mamá porque el padre nos
descalzonaba en el púlpito, igualmente la que no fuera con ropa decente y manto no podía entrar a la misa
y nos excomulgaban. Las semanas santas se respetaban, no se jugaba dado, ni nada, se guardaba
castidad toda la semana, no pilábamos maíz porque se ofendía el señor, no comíamos carne. Las
procesiones eran muy concurridas, se bendecían cirios y ramos. Eran de tradición la Banda de San Antonio,
los sayones, el diablo del Domingo de Resurrección. En los diciembres íbamos a la misa del gallo, le
hacíamos la novena al Niño Jesús. Para hacer la primera comunión hacíamos los ejercicios en Barbosa.
Además se ha tenido por costumbre prender una veladora los sábados cuando uno ha perdido un niño o
ha tenido novedades, pues ellos están en el limbo y hay que ayudarles. Hasta hoy no faltan en las casas las
repisas altas donde se colocan todos los novenarios y altar de cuadros y bultos con los santos de devoción,
y la camándula, colgada de espaldar de la cama”.98
La única devoción aprobada por el Estado es la del Sagrado Corazón, al cual está entregada la
nación. El Concejo en 1919 dedicó tiempo y dinero en la entronización de la imagen en el recinto para
cumplir un decreto de 1892. Es raro el hogar que carezca de la imagen y no haya realizado la
entronización. Don Jesús López recuerda que había hecho un altar y pedido al padre que subiera a
Pantanillo. Con el sacerdote, la familia sacaba el cuadro hasta la puerta de la manga y regresaba la
procesión. El hombre llevaba el cuadro, su mujer iba al lado y los demás miembros de la familia llevaban
cintas que pendían del cuadro. El padre rezaba y luego decía misa.”99
Una devoción de larga duración ha sido a las Animas, cuya cofradía aparece desde la fundación. De
los años treinta a cincuenta la gente recuerda al animero: “Primero era Efraín Castrillón, y después uno que
La gente recuerda como leyenda, la ceremonia fúnebre de Guadalupe Montes, una gitana que murió
de amor: “Los gitanos que eran de apellido Montes, habitaban en las mangas. Guadalupe murió del
corazón, porque se enamoró de un médico, esos gitanos no se podían casar fuera de la tribu y la
muchacha se arrancó el corazón y murió. Era alta, de ojos grandes, muy hermosa. Le compraron unos
zapatos, un pan y una botella de vino. Le echaron un montón de alhajas y la enterraron con ellas. Hicieron
una bóveda, y pusieron una plancha de cemento abajo y otra encima. Los gitanos iban todas las noches a
cuidar la tumba y cuando la dejaron de cuidar, unos vergajos profanaron la tumba y se robaron las
alhajas”.101
Una manifestación importante de la vida religiosa son las romerías, las cuales servían y sirven para
contacto social, diversión y entretenimiento, imposible de otras maneras en épocas pasadas. “Mandábamos
una romería a San Pedro. El padre la anunciaba en el púlpito:
- Va a haber romería donde Emilio Cardona.
Cuando llegaba, ya teníamos los preparativos. Rezábamos el rosario, oíamos el sermón y luego se
rifaban cantarillas: porcelanas, vasos, gallinas, plata, todo el día con música de cuerda y dedicatorias de
canciones, y a las seis de la tarde terminaba con misa y todos se iban a sus casas. Los enamorados se
atravesaban dos o tres palabritas, se daban una miradita. Si a la mujer le gustaba lo volvía a mirar, y si no,
no lo volvía a mirar más”.102
Además de las romerías y las devociones la religiosidad popular se expandía en las fiestas mayores
como la de San Antonio, la Semana Santa, el 8 y el 24 de Diciembre, las fiestas de guardar y los domingos.
100 Entrevista a Ernestina Agudelo. Area Urbana. Cassette #30. Febrero 29 de 1990.
101 Entrevista a Deyanira Agudelo. Area Urbana. Cassette #85. Abril 17 de 1990.
102 Monografía de la Vereda Corrientes. Autores citados. págs. 20-21.
En la visita a la casa de Ana Loaiza, ojeamos 24 novenas, editadas entre 1918 y 1942, parte de la
colección que ella leía a su madre.103
Está prohibido creer en brujas, espantos y buscar protección del demonio. Estas tres categorías de
seres fueron traídos a nuestra América por los cristianos y eran muy comunes sus acciones en Europa,
especialmente en España. Aunque estas creencias tienen raigambre hispana, no escaparon al sincretismo
con entidades indígenas y afrocolombianas. Por eso no es extraño que una comunidad tan católica tenga
tantas historias sobre espantos y brujas y que estos tengan tanta influencia en su vida cotidiana, tal que
todos los informantes estaban dispuestos a contarnos sus experiencias. Un joven bachiller, a instancias
nuestras, escribió:
103 Entrevista a Ana Loaiza. Area Urbana. Cassette #104ª. Octubre 14 de 1990.
5. ¿Cómo se alimentan las brujas?
a. No pueden consumir sal en los alimentos. b. Almacenan los alimentos en tarros sin caldo, porque
es el que contiene la sal”.104
Las mujeres pueden ser brujas y los hombres duendes. Don Emilio Morales nos contó de un señor
que vivía en la Montera que tenía diablitos que alimentaba con alfileres y durante la noche les tocaba
pandereta para que bailaran. Como amanecían trasnochados, los diablos le ayudaban a hacer el trabajo.
Preguntando Don Emilio sobre como conseguir los diablitos, respondió: “Conseguir tres huevos de gallina
que sea negra y que la case un gallinazo. Esos huevos llevarlos para un fogón y ahí meter los huevos a
empollar y ojalá ese fogón sea de una mujer bien renegada. A los ocho días comienza ese fogón a hacer
subir todo lo que le pongan y esa mujer a renegar y a los quince días ya están los diablitos riéndose y los
sacan en un congolito. Comen agujas y alfileres. Se guardan en un coquito o en el guarniel. Sirven para que
le ayuden a uno. Plácido Tamayo trabaja solo. Una vez el patrón le dijo:
-Hombre Plácido, va a tener que cortar caña hoy, pero te toca ir con fulano.
Se fueron y le dijo al compañero:-Hombre, ¿quiere ver que tan verraco soy? Y saca esa cuchara y se
la pone en la cabeza y le saca chorros de sangre. El otro salió corriendo y le dijo al patrón que ese hombre
lo iba a matar. Era para hacerle dar miedo. Los monicongos le ayudaban. hasta en una hora cortaba 12
cargas de leña y apenas se oían los traquidos en el monte. Apenas hacía que cortaba, pero no cortaba
nada”.108
Don Miguel Cadavid, de Filoverde contó a los estudiantes del IDEM Hatillo las andanzas de sus abuelo
que era brujo: “El volaba y hacía cosas. En un minuto se transformaba. Se comprometía a hacer trabajos y
en un momentico volteaba todo. Cuando empezaba la molienda él estaba perdido y de pronto se ponía
frente a dos máquinas y cogía la caña él solo. Ponía la olleta en el fogón, cuando ya estaba echando
espuma se iba para Santa Rosa y volvía con el pan caliente en el momento que estaba el chocolate.
También llevaba 8 o 10 cargas de panela al hombro hasta Santa Rosa, salía a las 8 de la mañana y llegaba
a las diez u once. El era un demonio que le adivinaba a la gente los daños”.109
“Esta es una historia verídica que por cierto aún existe el hombre al que me voy a referir. Cuenta que
Don Serafín, que así se llamaba este señor, se reunió con otros dos amigos cuando su juventud. Dijeron
que querían ser brujos, pero en esa época para ser brujos se necesitaba entregar el alma al diablo. Se
llegó el día en que se tenían que ver directamente con el diablo, se fueron por una cueva por los
alrededores de Matasano o Buga y esperaron que fueran las doce de la noche. Ellos pensaban que el
diablo se iba a presentar con cachos y con cola y realmente no fue así porque de pronto sintieron un
ventarrón y lo vieron de cachaco. Los amigos se volaron, no fueron capaces de sentir la presencia del
diablo. Don Serafín se quedó y habló con el diablo que era un señor de cachaco y bien presentado. Luego
hicieron el pacto, donde él le entregaba el alma. Para hacer ese pacto se necesitaba hacer cierto trabajito.
Después de hablar con el diablo se fue para la casa tranquilamente.
Ya con la edad, como a los cuarenta años empezó a sentirse enfermo hasta que se agravó el viejo,
llamaron al cura para que lo confesara y el cura le decía:-No, vos fuiste muy malo hombre, yo no te puedo
confesar. No lo confesaba porque le había entregado el alma al diablo. Es tanto así, que una vez le dijeron
que para pasar a la fondita aquí de Potrerito, por ahí a media noche nadie era capaz de pasar ese camino,
porque por ahí se atravesaba un ataúd y él dijo; yo soy capaz de atravezarlo, vamos a apostar y apostó
plata. Se tomó unos aguardienticos antes de las doce y se fue. Preciso, se le atravezó el ataúd. Entonces
se bajó del caballo, porque el caballo no quiso seguir, se sentó encima del ataúd y pasaban las horas, dos,
tres, cuatro, cinco de la mañana. A las cinco y media empezó a sentirse un ruidito cerca del ataúd, hasta
que una voz le dijo:
- Déjame entrar.
- Te voy a dejar entrar, pero nunca volvás aquí a hacer maldades a todos mis amigos.
Era otro brujo que dejaba el cuerpo ahí y se iba con el alma a hacer diabluras. El lo sabía, por eso se
sentó encima del ataúd y le cerró el cuerpo y así no podía entrar. Así sucedió esto, después se podía pasar
el monte tranquilo y ya no volvió a molestar. Bueno, ese señor estaba ya grave y se sintió ya casi muerto.
En el instante de la muerte, en ese ratico, soñó que se iba a un abismo y que en ese abismo había un mar
profundo, pero él estaba en un puente y se sostuvo de una baranda del puente con una mano y con la otra
se agarró del manto de la virgen del Carmen que se atravezó. Le suplicó que no lo dejara ir a ese abismo,
que él se iba a morir, que tuviera piedad de él. Entonces hizo un pacto con la virgen y se comprometió a
dejar de hacer diabluras, dejar de ser brujo, devolverle el alma, que el diablo ya no tuviera nada que ver
con él y volver a vivir. El le prometió eso a la virgen.
El señor volvió a despertar, a revivir; el diablo estaba en su apogeo, levantaba las tejas de la casa
para llevárselo mientras él estaba moribundo. Entonces volvió a llamar al cura: - Padre, vega que ahora si
me voy a confesar. Yo no quería confesarme porque nadie sabía en realidad que yo le había entregado el
alma al diablo.
- Bueno, si, yo lo confieso.
El diablo seguía enfurecido afuera de la casa. La confesión fue en medio de ventarrones y aguaceros
y cuando ya se confesó y le contó la realidad al cura ya se fue calmando el ventarrón y así lo dejó de
molestar el diablo y él no volvió a molestar a nadie, votó el poder que tenía. El le había prometido a la
virgen devolver toda la plata que se había robado, empezó a darle toda la plata a los pobres y en estos
momentos es un viejito de unos noventa o cien años, es ciego, vive de la limosna que le da la gente que
pasa por esa casita y le da lástima de él, pero el dice que está pagando lo que hizo cuando era joven y
brujo, que lo está pagando en vida”.111
111Cataño Vélez, Hernando Alonso. Historia de la Literatura Oral en Barbosa Casco Urbano. Concurso de Literatura Oral. Alcaldía de
Barbosa. 1989. Testimonio de Jesús Rua. págs. 12-14.
sainetes, haciendo periódicos, escribiendo artículos, crónicas, poemas y reinventando el mundo todos los
días. De los archivos y de la memoria oral hemos arrancado algunos elementos culturales barboseños y
algunos actores.
4.1. ESCRITORES
LUIS TEJADA CANO. Esta nota sobre Tejada fue escrita por Víctor Bustamante, quien está preparando
un libro sobre el tema. Luis Tejada Cano nació el 8 de febrero de 1898 en Barbosa. Sus padres fueron
Benjamín Tejada Córdoba y María Isabel de las Mercedes Cano, descendientes de los Córdoba y
emparentados con los Cano, de tal manera que el escritor era primo de Fidel Cano y sobrino de María Cano.
También estaba emparentado con el pintor Francisco A. Cano, y con la educadora María Rojas Tejada.
Benjamín Tejada estudió en la Universidad de Antioquia, pero la guerra civil del 95 lo obligó a ir al frente. Al
retirarse se hizo comerciante, quebrando cuando en el gobierno de Reyes el país sufrió una bancarrota
debido al efecto de una emisión excesiva de papel moneda. Don Benjamín inicia la peregrinación como
profesor, fundó el Concepción el Instituto Córdoba, fue Inspector Seccional de Educación en Yarumal.
Estuvo en Pereira en los años 1915 a 1917 donde regentó el Instituto Murillo Toro, además escribía en los
periódicos “El Surco” y “El Martillo”. En Calarcá fundó el Instituto Santander, y más tarde en Quibdó dirigió
el Colegio Carrasquilla, ejerció el periodismo en “La Patria”, “El Espectador” y “La Organización”.
Esta errancia hizo que don Benjamín estuviera en Barbosa ocasionalmente y de alguna manera
explica los lazos entre Luis Tejada y su padre en lo que corresponde a sus afinidades electivas. En 1913
Tejada estudia en la Escuela Anexa para ingresar a la Normal de Medellín y buscar el título de profesor,
pero su título fue birlado por la inquisición expresada en Monseñor Cayzedo. A pesar de haber presentado
una tesis innovadora sobre los Métodos Modernos en la Enseñanza, valió más la ortodoxia eclesiástica que
dio orden de reprobarlo. No valieron los tres testigos de excepción que llevó: Carlos E. Restrepo, Fidel Cano
y Pedro Pablo Betancur. En 1916 se dirige a la Costa Atlántica, se establece en Ciénaga y va a Barranquilla.
Colabora con “La Nación” y dirige “Rigoletto”. En 1917 viaja a Pereira donde su padre dirige el Instituto
Murillo Toro y trabaja como profesor, escribe en “El Glóbulo Rojo”; se dirige a Circasia donde dicta cursos
en el Colegio de Señoritas que dirige su hermana María.
En 1920 se vincula a “El Espectador” en Medellín, a mediados de abril escribe en las columnas “Mesa
de Redacción”, “Gotas de Tinta” que inicia, “Crónicas de Hoy” y “Puntos de Vista”. Según Torres Giraldo
integra una tertulia en la casa de María Cano donde asisten Antonio J. Cano, Eladio Vélez, José Posada
Echeverri, Abel Farina, Efe Gómez, Horacio Franco y Emilio Jaramillo. También participa en la tertulia en el
Café “La Bastilla” que pasa a convertirse en símbolo de la ciudad, punto de encuentro, espacio para la
diversa red del tejido social. Don José Restrepo Rivera dice: “En el tiempo el literato pesaba mucho en la
sociedad. Entre los más relievantes personajes asistían el médico y escritor Alfonso Castro, el músico
Gonzálo Vidal, León de Greiff, Ciro Mendía, don Ignacio Cobo, Eladio Vélez, Pedro Nel Gómez, Eutiquio
Castro, Efe Gómez, Luis Bernal, Luis Tejada y el maestro Carrasquilla”.
En abril de 1921, después de un viaje de tres días a pie con Adel López Gómez, se vincula a “El
Espectador” de Bogotá, donde asistía a la tertulia, “La Bohemia” del Café Winsord, paralela al estudio de
las ideas socialistas en su casa, comandadas por Silvestre Savinsky, un ruso recién emigrado, Gabriel
Turbay, Alejandro Vallejo, Diego Mejía, José Mar, Moisés Prieto y otros. Los años siguientes son para Tejada
los de mayor producción literaria. Junto a José Mar en 1922, funda el semanario “El Sol”, financiado por el
General Benjamín Herrera. Ese año se casa con Julieta Gaviria en Pereira y publica en “El Espectador” de
Bogotá y de Medellín, en “La República”, en la revista “Cromos” y “El Gráfico” de la capital, en el diario “El
Correo” y la revista “Sábado” de Medellín. Su primer libro publicado en vida es Crónicas que salió a la luz
en 1924. Este año mueren Tejada y su hijo recién nacido.
Las Crónicas son un fresco social de su época. Comparados los temas, podríamos encontrar una
desiderata de nuevos y antiguos motivos que se reciclan y permiten decantar hechos que en su momento
fueron novedosos: la pérdida del aura del escritor, su socialismo redentor, la moda, le hegemonía
conservadora, las figuras literarias, la irrupción del hombre urbano solitario, paisajes de las ciudades, casi
siempre Medellín o Bogotá. Los héroes de las guerras civiles, el frenesí del baile al que pensó dedicarle un
libro y el romanticismo artístico, temas que vuelven una y otra vez en sus crónicas y que dan una idea del
mundo desde su perspectiva. La actitud vital de Tejada, tuvo como hilo conductor el ocio matizado de una
buena dosis de evasión, “una dolencia elegante y escéptica”, un desdén por la situación cotidiana, un gozo
que resalta la peculiaridad del intelectual y su vida contemplativa ante el mundo que discurre. Los detalles
desapercibidos para otros escritores son un punto de apoyo del cronista, que afirma: “Adoro los placeres
simples, son el último refugio de lo complejo”. Su tema más reiterativo es la multitud, evidenciada o como
un velo en el transfundo de ese nuevo ser que habita las ciudades: el transeúnte. Lo que podríamos llamar
subtemas como la moda, la mujer, la política, el culto a los héroes en su aparente diversidad, son
fragmentos de una realidad específica que es la vida urbana que comienza a sacudirse de su monotonía
rural.
JOSÉ SALVADOR BUSTAMANTE H. (1888 – 1973). Según su nieto Bustamante: “Fue colonizador a
principios de siglo en los pueblos de Armenia, Circacia y Salento, cuando los antioqueños andaban con
tiple, bandola y “con el perro andariego que se tragó la montaña”, y cuando familias enteras se desplazan
a pie y a lomo de mula en busca de mejores tierras, de guacas y fortuna. Trabajó como negociante de
ganado, fabricante de velas, de empaques de cabuya, fue matarife, peluquero, cantinero y comprador de
café. Liberal y concejal en 1936”.112 No se sabe cómo escribió los poemas que conservan sus hijos. La
mayoría son bucólicos sobre las labores del campo y la belleza de la naturaleza.
NICOLAS GAVIRIA ECHAVARRIA. (1898. Graduado de Maestro en 1916, trabajó en escuelas públicas
de varios municipios antioqueños. En 1921 fundó en Cañas Gordas el colegio San Luis Gonzaga. Fue
Inspector de Educación, rector de colegios y en 1949, Director Nacional de Enseñanza Secundaria, donde
participó en las reformas a la educación, y preparó los nuevos programas. En 1950 regresó a Medellín a
dirigir la Escuela Normal de Varones. Después propició la creación de la Facultad de Ciencias de la
Educación de la Universidad de Antioquia, participó en la elaboración de su plan de estudios y fue su primer
decano. En 1955 se retiró y fundó el Instituto Colombiano de Educación. Fue diputado, representante y
senador. Escribió manuales de enseñanza y de cultura general: “Historia Antigua de las Naciones”,
“Historia de la Cultura”, “El Protestantismo”, “Compendio de Historia y Educación Cívica”, “Discursos y
Otros Escritos” y otros. Su vinculación con Barbosa fue prácticamente inexistente y cuando el Concejo
Municipal quizo hacerle un homenaje, no se dignó siquiera contestar.
PROSPERO AGUIRRE MEDINA. (1902 – 1978) Zootecnista y administrador de rentas. Retirado, montó
en Medellín una fábrica de carteras de piel, con unas 30 trabajadoras. Vendió la fábrica y fundó la emisora
“Radio Córdoba” que en su tiempo presentó y estimuló artistas como Las Hermanas Piedrahíta, el Dueto de
Antaño, a cual bautizó, Alba del Castillo, Merceditas Escobar, El Trío Los Payadores y otros. Fue fundador
MARIA ELVIA GUTIERREZ ISAZA. (1916 – 1985) Hizo estudios de filosofía en la Universidad de
Antioquia. Viajó por Estados Unidos y Europa, radicándose en España donde hizo estudios de postgrado,
fue Secretaria General del Partido Conservador en Medellín y declinó un ministerio que le ofreció Rojas
Pinilla. Escribió para revistas y periódicos. “Bolívar y la Historia Patria fueron sus debilidades, leía mucho,
estudiaba y participaba en congresos y celebraciones. Fue miembro de Centro Bolivariano y el Centro de
Historia de Antioquia. Recibió cerca de cuarenta diplomas y condecoraciones.113 Entre las obras publicadas
en vida se destacan: “Florilegio Bolivariano”, “Colombia y el Libertador”, “Caos y Tiranía de América”,
“Historia Heróica de las Mujeres”, “Próceres de Colombia”, “Diccionario de Mujeres Célebres de América”,
“América y Simón Bolívar”, “Historia de las Mujeres Próceres de Colombia” y “Mujeres Ilustres”. Es la
autora del Himno de Barbosa.
JULIO CARVAJAL GIL. (1918) Abogado de la Bolivariana. En 1945 fundó el Instituto Técnico Comercial
que regenta, dedicado a Comercio y Sistemas. Preparó los manuales “Correspondencia Comercial” y
“Técnicas de Oficina”. En 1970 publicó la novela histórica “Huyendo por Honor” en la cual hace
descripciones sobre las costumbres de Barbosa y de algunos personajes. En 1984 publicó “La Existencia
Humana Frente al Enigma”, sobre esotéricos y de ficción.
JESUS CAÑAS ESCOBAR. (1920 – 1995) Hizo estudios en el Colegio Carlos Borromeo bajo la dirección
del padre Chica, quien inquietó a la juventud con lecturas y los instó a que escribieran. Hizo trovas,
poemas, obras de teatro y escribió en “El Colombiano” y “El Bateo”. La obra fundamental de Cañas está en
los retratos de la gente de Barbosa desde 1940 hasta 1970. Su archivo fotográfico es una de las fuentes
LUIS JAVIER FRANCO AGUDELO. (1990) Poeta y concejal. Ha obtenido el segundo puesto en el
Concurso de Poesía de la Casa de la Cultura y el tercero en el Concurso convocado por el Taller de
Escritores “Luis Tejada Cano”. Es socio fundador y presidente de la Corporación Cultural Luis Tejada Cano
“CORCULTEC”. Ha publicado poemas y artículos en los periódicos locales. Sus poemas hacen hincapié en el
momento histórico.
Hacemos reseña de las variantes de la literatura popular de Barbosa, cuyas muestras fueron
recogidas en las veredas. Mostramos ejemplos de narrativa, trova, copla, charadas, adivinanzas, sainetes y
comedias campesinas. Estas manifestaciones eran oídas y recreadas a la luz de la vela o de la lámpara de
petróleo en las noches campesinas cuando la familia se reunía después de la jornada de trabajo y los
mayores, los peones y vecinos contaban sus cuentos, proponían sus adivinanzas y sus charadas y algunos
rasgueaban el tiple y trovaban. Otras ocasiones eran los convites, las fiestas familiares y religiosas,
especialmente navidad y año nuevo cuando los saineteros y comediantes recorrían las veredas
presentando de casa en casa sus dramatizaciones.
Las narrativas de cuentos, mitos y acciones de brujas y diablos son muy comunes. Es la rama de la
cultura popular, que con más raigambre ha ocupado los ratos libres de las gentes de los campos que se
reunían para oír a los narradores, de los cuales quedan muy pocos. Se han recogidos cuentos en las
veredas de La Chapa, Monteloro, La Herradura y Guayabal con Hernán Morales, José Dolores Morales,
Rubén García, Rafael Marín, Jesús Emilio Marín y Javier Ospina. En el área urbana, Argemiro Henao. La
mayor parte de los cuentos son de tipo maravilloso, donde interactuan animales y personas acometiendo
acciones difíciles y venciendo obstáculos, para realizar la empresa. También oímos cuentos de animales, del
diablo y algunos que reflejan cuadros de la vida familiar y sus conflictos. Por cuestión de espacio no
transcribimos ninguno, pero en esta biblioteca virtual pronto aparecerá “Antioquia Cuenta”, narrativa oral
de Barbosa, que fue mención de honor en el concurso “Literatura raizal y negra” de Colcultura, 1993.
4.2.2. LA TROVA
Viene de tiempos anteriores, acompañada del tiple en parrandas caseras y en fondas. Es un desafío
de varones bravos que se trenzaban en pleitos verbales que a veces concluían con peinillas
ensangrentadas y velorio, tal como lo cuenta Ñito Restrepo en su “Cancionero Antioqueño”. En Barbosa
existen troveros jóvenes que guardan una tradición que ha tenido el estímulo de los festivales y la difusión
por radio y televisión.
La trova tiene como patrón la agilidad mental y lingüística del trovero para realizar el repentismo, o
sea, sacar al vuelo las cuartetas que deben responder a un argumento, a veces dado de antemano. Esto la
diferencia de la copla, la cual es reflexionada, o es la trova que queda en la memoria. Ambas viven sobre la
tradición rítmica y métrica de la copla española. La copla por ser un hecho lingüístico y poético de
permanencia, es más vagabunda que la trova y recorre el mundo del idioma español, sin saberse a ciencia
cierta el origen de infinidad de coplas que son dichas y cantadas en España y los países latinoamericanos.
Las coplas y trovas que hallamos en Barbosa, se encuentran en otros municipios de Antioquia y en otras
regiones del país y de América Latina. Sin embargo tratamos de seleccionar aquellas que aparentan
raigambre antioqueña.
Una entretención familiar era el juego lingüístico de las charadas que consistía en adivinar una palabra
a través de definiciones que permitían ubicar las sílabas o grupos de sílabas. Para ello existían definiciones
como “articulación cerrada” que consiste en una sílaba cuya vocal está en medio de dos consonantes,
“articulación directa”, sílaba compuesta de consonante y vocal. Estas articulaciones se usaban para definir
sílabas que no tienen un significado directo, pues las que lo tienen se definen por él.
1.”La primera y la segunda son el nombre de un artículo religioso, la tercera y la cuarta forman la
acción de un verbo y la quinta es una articulación directa. Qué es? COPA-CABA-NA”.
2.”La primera es una articulación cerrada y al mismo tiempo un apellido, la segunda una articulación
cerrada y el nombre de un verbo y la última una articulación directa. Qué es? GIL-DAR-DO”.
3.”La primera una articulación cerrada, la segunda y la tercera el nombre de un pueblo de
Cundinamarca y el todo el nombre de un pueblo de Antioquia. Qué es? BAR-BOSA”.115
4.2.4. ADIVINANZAS
Sobre esta explicación lingüística y cultural que todavía se conserva, retomamos lo que escribió José
Antonio León Rey: “Dejando de lado la cuestión del origen de cada una de estas entretenciones familiares,
resalta el hecho de que recaen en las cosas que se hallan en contacto diario y directo con los hablantes, al
ponerlas como tema adivinatorio; se acude más a menudo al verso o a la prosa rimada como medio de
expresión; y la forma de presentación es muy variada, pues va desde la sencillez de una pregunta o de una
comparación, hasta la complicación de un planteamiento de complejos elementos, tocados a veces de
presunciones poéticas”.116 Las que a continuación presentamos fueron recopiladas durante la investigación
por Noé Arango del área urbana, la familia Morales Marín de La Chapa, por los niños de la familia Ospina
Franco de Guayabal, y por los profesores Mercedes R. Rendón y Hector Fabián García, y de otras personas
y entidades como la Concentración Educativa de Yarumito. Solo hacemos una muestra.
115 Entrevista a Eugenia Mesa, Vereda El Cortao, Cassette #65, junio 21 de 1990.
Soy la redondez del mundo Oreja larga,
sin mí no puede haber Dios rabo cortico,
papas y cardenales sí, pero pontífices no. corro y corro muy ligerito.
La O. El conejo.
116 LEON REY, José Antonio, “Del Saber del Pueblo”, Adivinanzas, Supersticiones y Refranes, Instituto Caro y Cuervo, Serie: La
para decirles cómo están
los saludo en esta hora
Hoy mi corazón implora
elegirme la señorita.
ha de ser que ella permita
en matrimonio ser mi esposa,
esto es lo que mi alma goza
profesando un puro amor
a un ser encantador
mi secreto descubrir,
yo quiero unir mi corazón
con el tuyo y así formar con orgullo
un simpático porvenir.
4.3. PERIODICOS
117Sainete recordado por Raúl García Gómez de 60 años de la vereda El Guayabo y transcrito por Andrea Diana García Vanegas,
estudiante de la Concentración Educativo Yarumito, Barbosa.
directiva son cambiantes, pero siempre profesores y estudiantes del Liceo. Hasta el momento va en el año
XIV, No 36 que salió a luz en noviembre de 1990 con temas culturales, pedagógicos y medioambientales.
EL INFORMADOR. Organo del Club Científico Francisco Antonio Zea del IDEM. Existió entre 1984 y
1987, pudimos ver tres ejemplares. Dirigido por Marino Henao Franco y un comité de redacción compuesto
por estudiantes con artículos culturales, ecológicos y políticos de Augusto Osorno, Luis Bernardo Castaño,
Jaime Flores, Jaime Augusto Alzate, Omar Darío Patiño, Jorge Villa, Luz Marina Gil y Martín Carmona.
CLARIDAD MUNICIPAL. Quincenario tabloide de diez páginas aparecido en mayo de 1988 dedicado a
noticias, crónicas y reportajes sobre los municipios de Barbosa, Girardota, Copacabana, Don Matías y
Concepción. El número 14 salió en diciembre de 1990. Su fundador y director es el periodista Manuel
Eliécer Henao Pulgarín, barboseño a quienes colaboran otros coterráneos. Este es el único periódico
barboseño que circula con licencia.
EME, AQUI EN BARBOSA. Organo informativo de la Alianza Democrática M-19. El primer número
apareció en agosto de 1990 y se anunció como publicación mensual. Critíca la administración municipal y
promulga actividades culturales y políticas.
EL BARBOSEÑO. Informativo de la Administración Municipal. Es un boletín de 12 páginas sin numerar,
en las cuales, los empleados hacen recuentos de sus actividades. Nació para defender la administración de
las críticas del anterior.
EL GRUPO. Nacido en 1979 en forma espontánea como tertulia de un grupo de jóvenes para
colaborar en actividades y culturales como fiestas patrias y populares, banda de guerra, desfiles en
Medellín, recolección de fondos para instituciones benefactoras, apoyo al deporte, el arte, etc. Existió hasta
finales de los ochenta cuando el municipio creó la Casa de la Cultura.119
CLUB CIENTÍFICO. Surgió entre los estudiantes del IDEM 1980, cuando ganaron la sede de la Feria de
la Ciencia para 1982. Se dedicó la colaboración profesional y a editar “El Informador”. En 1984 convoca a
la creación de la Junta Popular Barboseña, donde predomina el M-19, en cuyas filas se enrolaron varios de
sus miembros después del fracasado proceso de paz de Betancur.120 Marino Henao, director compró a un
reciclador parte del Archivo Municipal que este había comprado por kilos, al municipio.121
119 Entrevista a Abadías Madrid y Eleuterio Londoño, Area Urbana, Cassette #76, julio 13 de 1990. Informaciones del primero.
120 Entrevista a Marino Henao Franco, Area Urbana, Cassette #112. Enero 11 de 1991.
121 Ibid.
122 Estatutos de la Colonia de Barbosa, sin fecha y pié de imprenta. págs. 7-8.
Cultura el 24 de febrero de 1985”.123 En junio Extensión Cultural entregó de 1.300 libros y hoy tiene al
servicio 2.968. Organiza fiestas que ya son tradicionales como el día del teatro, el día de la mujer, la fiesta
de la vida y el día del idioma. Ha organizado juegos callejeros, vacaciones creativas, viernes culturales y
otras actividades con el apoyo de los grupos de teatro, taekwondo y porristas creados por la misma casa.
Ha realizado talleres de capacitación de cerámica con apoyo del SENA, artes decorativas y recreación con
apoyo de Coldeportes y Comfama. Estos grupos se ha expandido a las veredas de Altamira, La Ese, Lomita,
La Gómez, La Tolda, La Aguada, Platanito y El Tigre. Trata de institucionalizarse las fiestas del tren cuya
primera versión se realizó en agosto de 1990 junto con la parroquia, el municipio, las juntas de Acción
Comunal y las fuerzas vivas de El Hatillo.
CASA MUNICIPAL DE LA CULTURA. Creada 1987 para promoción intelectual, artística, cívica y docente
dentro de la comunidad, levantar un inventario de los patrimonios arqueológicos, históricos, artísticos,
literarios, etc., crear y organizar el archivo histórico, crear un museo y programar actos culturales y de
capacitación. Para ello se le entregó una de las pocas casas barboseñas de diseño y estructura antiguos,
donde antes funcionaron la alcaldía y sus anexos, los colegios y otras oficinas gubernamentales con
amplios espacios. “En estos momentos está inscrito en la Casa de la Cultura el grupo de danzas “Pascuala
Muñoz”, el cual ha difundido nuestro folclor en los diferentes municipios que ha visitado dentro y fuera del
departamento y ha organizado semilleros con estudiantes de las escuelas y colegios de la localidad,
incluyendo la zona rural de las veredas Las Lajas, Yarumito, Altamira y otras. Con estos grupos se ha
realizado diferentes presentaciones, todo bajo la dirección del profesor Francisco Restrepo”.124 Creó el
grupo de teatro El Telón con jóvenes y niños bajo la dirección de Humberto Zapata quien ha montado y
dirigido obras de autores latinoamericanos y colombianos. Patrocina la Coral Infantil de niñas. La coral y el
grupo de teatro, en el momento de redacción de este trabajo, estaban suprimidos por falta de medios
económicos. Ha realizado exposiciones de ceramistas, pintores y escultores entre quienes se destacan
Rosa Palacios y su hijo Alexander Pineda en pintura y cerámica, Francisco Londoño en pintura y talla de
madera y Oswaldo García en talla de madera.
La historia cultural quedaría inconclusa sin este capítulo, en el cual, con la colaboración de Luz Marina
Jaramillo hemos intentado un inventario de las actividades “no productivas” de los barboseños. La
mentalidad tradicional antioqueña ha considerado el trabajo como virtud y la diversión y el ocio como
perversión, vicio y pecado. Leyes civiles y eclesiásticas prohibían las diversiones y lo lúdico y recreativo,
pero los barboseños, como muchas otras comunidades saltaron las barreras de la moral social y trataron
de divertirse, aun a costa de multas, carcelazos y trabajos forzados en obras públicas. Hoy quedan
elementos culturales que hemos recogido de la memoria colectiva y que desglosamos en bailes, parrandas,
regocijos públicos, fiestas cívicas, religiosas, espectáculos, juegos de azar e infantiles. Esta descripción es
escrita en orden cronológico siguiendo la documentación de los archivos y la memoria de la gente.
La República heredó esa gazmoñería colonial, en 1847 no se podían hacer fiestas ni bailes sin
permiso de la autoridad, dado que en estas reuniones, generalmente se vendía licor de contrabando. A
quienes incurrían en esta violación se les multaba con $4 o con tres días de arresto127. Ese año, el 8 de
enero, se dispuso prohibir el escándalo público, el cual consistía en decir palabras obcenas, cantar
canciones y hacer reuniones públicas y fiestas en las calles, colocando la multa de $4 a quienes
incumplieran128. Pero las fiestas y jolgorios no sólo estaban prohibidas por el poder civil y el eclesiásticos
durante el siglo XIX. Hay que pensar que las constantes guerras civiles y la penuria que ellas dejaban se
sumaba a las represiones oficiales contra la diversión. Todo esto dentro de una ideología de una
humanidad pecadora que se redime a sí misma con el castigo del trabajo, expiación impuesta desde el
Paraíso.
El tiempo no pasa sin dejar sus huellas y a medida que avanza, han ido apareciendo las brechas y los
vericuetos por donde se fuga la represión y aparece el placer que también estaba legalizado. Son pocos los
documentos del siglo XIX que nos muestren los bailes legales, pese a que en los presupuestos de todos los
años se colocaban bailes y festejos públicos como uno de los rublos de ingreso, lo que implica que se
hicieron bailes con licencia, como en el caso de Helena Cadavid y Fructuoso Zapata, que en mayo de 1893,
126 A.H.A. Colonia, Eclesiásticos. T. 80 Doc. 2220. Fol. 72. Copia hecha en Medellín en 1764.
127 A.H.A. Sección República, Acuerdos, T. 2939.
128 Ibid.
obtuvieron el permiso. (129) Aquí contaba el impuesto que eran $2 por baile, asunto que no debió ser del
agrado de quienes hacían estas fiestas, de ahí el arriesgarse a hacerlos sin licencia. Por todos los lados se
coartaba la posibilidad de diversión, y esto que ocurría en un mundo tan parroquial como el de entonces,
indujo de todas maneras a incurrir en lo ilegal.
Esta situación se refiere a los habitantes del común, agricultores, trabajadores de las obras públicas y
a las mujeres cuyo principal oficio era el doméstico, porque en relación a los pudientes, que tenían su
propio mundo, muchos eran propietarios ausentistas que apenas sí iban a Barbosa una que otra vez, y que
tenían su residencia en Medellín y otros sitios. Así corrió el siglo XIX para los barboseños, que en todo
momento jugaron entre lo legal y lo ilegal, dado que la mentalidad imperante del no “exceso”, corporal y
espiritual, del mucho trabajo, poco gasto y todo para atesorar, ese cuerpo y ese espíritu necesitaban una
catarsis para sobrellevar la vida. Otro aspecto encontrado en los archivos se refiere a ceremonias fúnebres
infantiles, consistentes en cantarlo, jugarlo y bailarlo, así como despedir a los adultos cuando ya no eran de
este mundo. “No permitirá el señor alcalde de ninguna manera, que se hagan bailes o reuniones a pretexto
de la muerte de algún párvulo ni de otra persona que haya muerto de enfermedad contagiosa.”130
A los infractores se les multaba de dos a cuatro pesos, o arresto de tres días. Hoy sabemos por la
tradición oral, que las fiestas se realizaban en los núcleos de negros que llegaron a las haciendas, minas y
casas barboseñas como esclavos y sirvientes. Tal parece que la restricción debió ser muy fuerte y
continuada, dado que las costumbres funerarias de origen africano desaparecieron completamente.
Ancianos negros casi centenarios tienen vagos recuerdos de estos asuntos. En 1904 llegaron rumores a
las autoridades, algo común cuando se quería denunciar algo y pasar de incógnito. Muchos sumarios
comienzan así: “Se supo en la alcaldía que hubo anoche un baile sin permiso del alcalde y este Francisco A.
Arango emprende averiguaciones para el sumario correspondiente y castigar a los responsables. Dos
testificaron que anoche se bailó toda la noche en la fracción de Buga, en casa de Antonio María Mejía,
muchas parejas de hombres y mujeres sin permiso del alcalde...”131
Muchos factores debieron intervenir para que esta prohibición llegara al siglo XX con vigor: controlar
el contrabando de licores, consideraciones morales, impuestos y la violencia en los bailes. Todo como
“La primera vez que fui a una parranda tenía de 11 a 12 años. Eso fue en la Chorrera. Había mucha
gente, tiple, lira y guitarra, muy buenas parejas que me enseñaron a bailar esa noche, y yo de pantaloncito
corto todavía. Empezó como a las ocho de la noche hasta las ocho del otro día. Era solo por diversión de
amigos, nos dieron de comer muy bien y mucha tapatuza.”132
Algunos padres en ese tiempo no se opusieron a la diversión de los jóvenes ni dentro ni fuera de la
casa:133 “Mi papá? ah! muy amigo de la parranda, avemaría! no fue músico pero tenía muchos amigos que
lo eran y que iban a la casa cada rato. Se hacían parrandas cada quince o veinte días, pero a veces nos
demorábamos hasta un año (...) a las parrandas se llegaba y se decía: - Buenas tardes don Lázaro, doña
Santos y éntrese y ahí mismo se agarraban a bailar.”133
Una casa con salón o patio, trago, comestibles, grupo musical y la invitación a los amigos, que a su
vez comunicaban a otros, sumándose a todo esto la disposición para la fiesta: “Había invitados, pero donde
uno supiera que había esa invitación, pues uno se iba sin estar invitado, con solo saber que había parranda
en tal parte. Allá no preguntaban: -¿Usted por qué está aquí? no, nada de eso, había respeto por esas
cosas. ¿La casa para la parranda? la que llamaban de las “Lindas”. Era de dos piezas, sala en el medio,
132 Entrevista a Ramón Antonio Marín, Area Urbana, Cassette #8, febrero 12 de 1990.
133 Ibid.
buenos servicios, buenos zarzos para uno dormir. Una casa muy grande. La casa de los Campo, tenía
buenos patios, cuando hacía luna la parranda se hacía afuera, se vendían envueltos, pandequeso,
hojaldras, se hacían rifas y mucha tapetuza.”134
-Ve, tenés el gusto de bailar esta piecita con migo?
-Ah, con mucho gusto Ramón!
Y cuando uno ya estaba prendido llegaba y le echaba mano. Eso se podía hacer porque se practicaba
“el barato”. Eso era que uno llegaba, si usted estaba bailando con otro tipo le decía:
-Con su permiso, hombre! Y cogía la pareja para seguir la pieza. Inclusive otro llegaba y se la quitaba
a uno hasta terminar. Eso se hacía con los bailes agarrados menos con la Mazurca y el Gallinazo que eran
bailes sueltos. A veces había problemas, se sabía si fulano de tal no había aflojado la pareja, porque la
verdad ella lo apretaba para que no la largara. Entonces ya era muy fácil darle una palmada en la cara a
ella, y claro, había pelea, se sacaban las armas, había heridos algunas veces... de llegar a apagar la
caperuza, y ofrecerle una machetiadita y hasta muertos y todo, uf avemaría! todo por despreciar al
hombre.”135
Otros momentos para la parranda fueron los convites y las medias tardes: “El convite era todo el día.
Media Tarde es por ahí a las cuatro de la tarde. Se hacían para empadrizar potreros. El que invitaba tenía
que dar chocolate, pandequeso, quesito, arepa de mote. En el convite en cambio que era de todo el día
desayuno, almuerzo, algo, comida y parranda por la noche. En la Media Tarde el que invitaba era pobre,
una viuda hacía cada año sus medias tardes y si la huerta era grande pues había buena gente. La gente
hacía esto por amistad con la persona, no esperaban retribución. Un convite famoso fue el que hizo Rafael
Vahos por allá en 1940 en La Tolda, de cincuenta a ochenta hombres. Ese hombre tenía mucho que hacer,
mucha tierra para limpiar y no acababa. Se desyerbaban los cafetales, eso era de llevar un novillo para
matarlo , o marrano. Las mujeres también iban a colaborar en la casa, avemaría, hacían costalados de
arepas. La comida era sancocho o fríjoles por baldados. Por la noche la fiesta, pero allá no se tomaba
aguardiente, solo les daban a los músicos. La época para llamar a los convites era de enero a febrero.”136
José Dolores Morales de Monteloro vivió el convite y la parranda así: “Ibamos a voliar y a bailar con
cuanto zurrón había. Los bailes de ese tiempo? vea hombre, yo no he podido con las guarachas que hay
134 Ibid.
135 Ibid.
136 Ibid.
ahora. Primero la música era guitarra, tiple, lira, carrasca y panderetas y no se qué cosas, pero eso sí
sonaba de las maravillas. Se formaban unos bailes tremendos con cuanta vieja había. Pero las mujeres
bailaban con mujeres y los hombres con hombres: Shiotis Caleño, Guabina, Merengues, Polka Americana,
Redova, Guayavito, pasillos, marchas.137 Otros momentos con carácter más familiar eran los matrimonios.
Según el nivel económico era la fiesta. La música y los bailes en general eran los mismos de los convites y
parrandas de carácter público: “Llegaban y hacían la parranda: los músicos y después los novios se
acostaban... y eso se quedaba ahí. De comida se servía gallina a lo desgualetao...”136
Las veredas donde el baile tuvo y tiene importancia, son aquellas donde se asentó la población negra.
Los bailes de matrimonio y de bautizo constituyeron el llamado “Baile de Compadres”. Esta modalidad, de
gran trascendencia ha sido el medio para las relaciones de compadrazgo que implican amistad, solidaridad,
apoyo económico y por supuesto tiempo para el solaz y la diversión. Don José Morales de Isaza así lo
describe: “Ah vea, ocurría que esa era la felicidad en ese entonces. Los fines de semana, más que todo en
época de verano, como no se oía música por ninguna parte... Entonces en la vereda había tipos que
tocaban música de cuerda. Que en tal parte va a haber una fiesta de compadres? bueno, hay que llevar
músicos, y eso se formaba la pachanga más buena. Eso no era para los compadres, sino para todo el que
quisiera ir a bailar y a comer gallina o marrano. La visita de compadres se acostumbraba para convenir el
apadrinazgo. Invitaban a los que iban a ser compadres. Si había un bautizo, entonces la fiesta era en la
casa de los padrinos de la niña o niño. Después devolvían la visita, cuando ya la comadre cumplía la dieta y
estaba en buena forma de bailar. Y si era un matrimonio, con mayor razón era que se pachanguiaba bueno.
Eso era con pólvora, y a uno le parecía como tanta gracia, esa música tan buena, porque no conocí más.
Adornaban la casa con harto florero, y la mesita con su mantel, lo mejorcito que hubiera. Los niños
bien arregladitos. Había veces que conseguían niños vecinos si en la casa no había bastantes, para hacer
un conjunto que saliera a recibir a los visitantes, a los compadres que eran invitados, y con un charol lleno
de flores para tirarles y entrarlos a la casa, y esos niños se encargaban de recibir los regalos, porque en
ese tiempo los compadres llevaban muchas bolsadas. Tenían tres o cuatro guisanderas preparando gallinas
para atender a todo el personal que llegara. Había otra persona destinada a servir el trago. Las damas no
tomaban trago, sino vinito, porque en ese entonces era un crimen si una señora se tomaba un aguardiente.
Repartían confiticos y dulcecitos. Atenciones humildes pero con muy buen gusto.
137 Entrevista a José Dolores Morales Ríos. Vereda Monteloro, Cassette #23, febrero 24 de 1990.
La comida era muy especial, porque cuando se trataba de una visita tenía que ser sudados: gallina y
carne de cerdo. Y para las personas que eran principales, no les podían dar una pechuga, un ala ni nada,
era la rabadilla y si no, no quedaban bien atendidas. Para la sobremesa se conseguía leche. Era poco usual
en casa de pobre tomar leche, pero para una fiesta sí. A las visitas había que darles para que les llevaran a
los otros que se habían quedado en la casa. Era que todo se hacía en abundancia. En la mesa se sentaban
los personajes principales, los de confianza sentados en un arrume de leña o en un banquito que había en
la cocina. En la fiesta de compadres había porros y pasillos, músicos de cuerda.”139
Refiriéndonos a la parranda tenemos que decir que muchos bailes están en la memoria de las
personas mayores y proceden de tiempo atrás, posiblemente desde que Barbosa se iniciaba como poblado,
y que a mediados del siglo XIX adquirieron su propia presencia y carácter. En ellos se amalgamaron
expresiones españolas y africanas, con los elementos indígenas. Tuvieron una función nucleadora y una
fuerza expresiva en los grupos donde fueron practicados reiteradamente. No era preciso que todos los
ejecutaran, solamente quienes se destacaban por sus cualidades interpretativas, deleitaban a los que
miraban y oían, estableciendo lazos de identificación y de comunicación entre unos y otros. A través de
estos bailes y de los que fueron llegando con los medios de comunicación, fue posible sublimar la realidad
inmediata, la manera de ser y de pensar, expresando con el gesto, la corporeidad de los movimientos, y el
enlace entre los ejecutantes, vivencias personales que a su vez eran las vivencias del grupo. En la
actualidad estas reuniones han decaído o se han transformado. Hay una pérdida en cuanto a que fueron
desplazados por otros que no logran expresión corporal, formas coreográficas, disfraces, coplerío, variedad
en los ritmos y melodías instrumentales. El individualismo actual se expresa en el baile de pareja, quedando
ya relegada a un vergonzoso pasado la ejecución grupal, símbolo de unidad y confraternidad.
Esto se enmarca en ese proceso que se ha denominado modernización, donde parece inevitable
acoger lo nuevo. Lo preocupante no son los fenómenos externos a las comunidades, son los débiles
criterios de pertenencia de lo propio que se tienen individual y colectivamente, que dan fácil paso a la
moda, a lo efímero, sin posibilidades de tomar, usar y luego transformar, ya que el hit del momento es sólo
para unas cuantas semanas, después de las cuales queda un vacío existencial que se llena con otra
novedad, igualmente efímera, proceso en el que la comunidad sufre del desarraigo, pierde la mirada sobre
lo suyo y queda al vaivén de la oferta de identidades pasajeras. De acuerdo al panorama que nos brindan
136 Ibid.
los documentos y los testimonios orales, se advierte que la decadencia o ausencia de festejos
reafirmadores de los grupos veredales y urbanos han sido un proceso. Si en el pasado muchas cosas
fueron restringidas, castigadas, gravadas, hoy es difícil sostener lo que logró sobrevivir. En ese proceso
encontramos que el baile, la fiesta y la parranda tiene seguidores incorregibles, en contraste con aquellos
que siempre se negaron a admitir cualquier diversión.
“Nunca aprendí a bailar. En ese tiempo los padres no dejaban salir a parrandas. Ese tiempo fue cosa
de respeto. La época de hoy? no, mejor dicho, está incomprensible, donde quiera que usted se mete, si a
poco anda descuidado, no vuelve a la casa. Nosotros no dejábamos bailar a las muchachas, bailaban otras
particulares. Por qué no nos dejaban bailar? Celocitos los viejitos. El baile no era malo, el malo es uno. Ve
uno por ahí que muchos bailan de una manera, otros bailan de otra. Entonces no es como muy conveniente
dejar bailar a las muchachas. Con tiempo se les dice: no bailen más, acuesténse, o así por terminado.”140
“Tenía por ahí como la edad de 12 años cuando empecé a bailar. Yo le pedía permiso a mi mamá y no me
lo daba, entonces yo me iba, me embalaba de noche. Entonces me castigaban porque de pronto me
pasaba alguna cosa. Yo de chiquito andé muy de primera, aquí en Mocorongo con unos Castrillones allá
arriba de La Fonda. Estuvimos como tres días de sábado a lunes con unos compañeros de este Bernardo
Gaviria que toca lira y guitarra también, y entonces ahí fue mi primera volada a mi papá. Y entonces como
tenía que ir a la escuela... una juetera.”141 Todo un dilema el baile. Cuando no se prohibió se proscribió el
baile hombre-mujer. Se pensaba que por separado era menos malo: “Ah, porque no dejaban, nadie dejaba.
Ningún papá dejaba la mujer, ni la mamá. Eso ocurrió en mucha parte. Entonces bailaban mujeres solas y
hombres solos, se agarraban común y corriente de las manos...”142
Opiniones similares se escuchan en diferentes veredas como esta de Yarumo: “...Pues que era
pecado mortal bailar hombre con mujer, y esas cosas. Entonces había mucho voltiaito, siempre se estaban
viendo muchas cosas, entonces ya les gritaban por ahí en todos esos barrios y todas esas casas aquí en
Barbosa. Ya baila hombre con mujer y todo muy bueno...”143 Se puede apreciar un número significativo de
bailes, algunos procedentes del siglo pasado, bailes mestizos por su carácter y estructura y otros más del
139 Entrevista a José Morales, Vereda Isaza, Cassette #91, julio 27 de 1990.
140 Entrevista a Balbina Gutiérrez y Familia. Vereda Buga, Cassette #50, marzo 19 de 1990.
141 Entrevista a Joaquín Guillermo Ospina, Vereda Mocoronguito, Cassette #52, marzo 23 de 1990.
142 Ibid.
143 Entrevista a Gabriel Suárez, por Romelia Villegas, Enrique Henao. Profesores de la Concentración Educativa Yarumito. Anexos
“Ay sí! bailaban el sapo más bueno, ay...! Pedro Arcila que era muy charro y un parcito de viejitos que
había por aquí, Javier y la señora Adelaida. Comenzaban dizque a chasquiar, con las manos así (colocadas
al frente), de esta manera (en cuclillas sacando alternativamente un pie, luego el otro). Era de los más
bueno que bailaban el sapo, acurrucados. Y después levantaban la pata a montársele a la sapa. Ella
también se acurrucaba y sacaba el pie así: tas...tas... y después voltiaba otra vez el pie, así, acurrucados
hasta que terminaba la pieza.”144
En la Monteloro Don José Morales dice: “Es un disfraz de sapo, y empiezan a bailar. Ese baile también
tiene su golpe para bailarlo, pero no es de cualquier manera para brincar. Entonces van pasando a
molestarlo y él se va creciendo y lo chuzan y va haciendo Croach! y le van haciendo en redondo y lo chuzan
y lo torean hasta que sale detrás de ellos. Ese era un baile de hombres solos.”145
Hubo melodías con su respectivo texto a La Caña, bailadas en círculo, o por parejas, representando
con el cuerpo diversas faenas del cultivo y la producción. Se le nominó “Caña Pasada”. De este baile
hallamos noticias en Aguas Claras, Pantanillo, La Quiebra y Monteloro. El baile de las Vueltas, con los
Gallinazos son las formas músico-dancísticas más arraigadas en el gusto campesino con tres instrumentos
cordófonos, tiple, lira y guitarra, a veces con tiple solamente y donde los bailadores, aunque respetando
patrones ceñidos a la costumbre, pueden abrirse a la creación. Estos bailes, al igual que sus respectivas
músicas son una suma de estilos personales, de ahí la enorme variedad de figuras corporales y de
expresiones gestuales. “Era una pieza suelta, mi mamá bailaba mucho eso, pero una vez entre cien. No
144 Entrevista a Tulia Henao de Morales, Emilio Morales, Vereda La Montera, Cassette #33, marzo 3 de 1990.
eran agarrados, como la principiaban, así la terminaban. En las Vueltas revolaban, eso iban voltiando, unas
veces la pareja adelante, otras veces atrás... y eso iban dando la vuelta y la devolvían, el parejo devolvía y
la pareja atrás. No conocí Vueltas versiadas.”146 “...Se hacía uno allá y otro aquí y tocaban las vueltas, y se
iban en redondito, en redondito. Luego se encontraban y se cogían de las manos, de ahí se juntaban a
bailar hasta que terminaba la pieza. Había unas que las tocaban muy largas, que los bailadores aguantaban
mucho y cuando ya uno estaba muy cansado, entonces tocaban más cortico...”147
Se cantó la guabina, que fue un baile de matrimonios, donde los desposados ratificaban ante vecinos
y amigos su nueva condición.
La Guavina se baila
de dos en fondo, de dos en fondo
y llegando la noche:
pa´Mocorongo, pa´Mocorongo.148
Doña Rosmira Arango de Soto de Mocoronguito nos contó: “Agarrados en círculo, abriendo y
cerrando éste al compás de la música, luego a un lado, después al otro y soltándose finalmente en parejas
con desplazamientos ligeros. Los Monos fueron parte de la fiesta, aunque de menos arraigo que las Vueltas
y el Pasillo.149 Estas músicas y bailes con otros que fueron llegando se enmarcan en lo que los pobladores
de Barbosa, Girardota y Copacabana calificaban como “Baile Bravo”, donde la ejecución era para
bailadores experimentados y reconocidos. Otras veces el Baile Bravo fue una manera de trovar, a su vez
acompañado de trabajo corporal. “Baile Bravo es una pieza ligera y alegre, esa música sola al pasillo.
Había mucha alegría cuando la tocaban; sonaba la música y todos aplaudían y lanzaban gritos de
alegrías.”150 “El Baile Bravo consistía en que la gente se ponía a trovar y a tocar con sus instrumentos y se
ponían a bailar hombres y mujeres.”151 “...El Shiotis, el Gallinazo, la Mazurka, la Cachada... Todo eso es
Otras formas musicales y bailables, se dieron en la parranda campesina. Es de destacar el Pasillo, que
“se bailaba de rincón a rincón” y sigue vigente. Don Emilio Morales, lo denominaba “Pasillo Voliao” que:
“era voltiando en redondo como para emborracharse, y se hacía en parejas”. Con el Pasillo, se bailó:
Mazurka, Polka Americana, Shiotis Caleño, Cachada, Cachumba, Redova, Vals o Valse Redondo, Marcha y
Danza, Pasodoble, Tango, Fox, Porro este a la manera interiorana, diferente en todo sentido del costeño,
más los aires que las emisoras transmiten a diario. El Pasodoble, el Tango y el Porro, hicieron furor a
mediados del siglo, especialmente en el sector urbano. Veamos un testimonio del El Hatillo:
“...A nosotros nos tocó la época buena, ahí, sí, ya vino lo que es hoy el local de la Biblioteca el salón
de baile, famoso en El Hatillo. Eso comenzó en 1949-50. El local fue reformado por los hermanos Arenas
de Girardota, hicieron un salón cómodo. Albergaba alrededor de cien parejas. Nos gustaba bailar El Bote,
era un baile de moda. También Fox, Bolero, Porro, Pasodoble y Cumbia. El Tango también lo bailaban,
pero ya parejas de Medellín. Los bailes se hacían con piano que entraron estos señores Arenas, total que
era la novedad. La música de cuerda ya no se empleaba. El salón se llenaba de gente de Medellín, de Bello,
de Copacabana y Barbosa. Habían buenos charcos en las quebradas, unos nos poníamos a bailar y otros
se iban a las mangas a hacer su almuerzo y a baño. Como lugar de baile, ese salón llegó hasta 1956.”153
MODALIDAD MIXTA. “Había unos viejitos, Javier y Adelaida, cuando bailaban el gallinazo les hacían
corrillo, eran negritos, él le hacía a ella como los guses y se le dejaba ir dizque a cogerla. La mujer voltiaba
y él le hacía morisquetas como un gallinazo y ella huía por un ladito. El viejo le hacía como el gual: Fuuiiis”
Y después salía con los brazos como volando. La mujer se vestía de falda larga y le hacía con ella como
aleteando, se le iba como rastreadito con la falda. El también le aletiaba con las manos y con el pantalón.
En la mano llevaba una ruana, le cantaba a la señora, y ella le aletiaba con la falda, se le dejaba ir como si
fuera el ala...”156
En otras ocasiones: “Eran agarrados de un pañuelo, pero trabao, el uno entraba por un lado por allí.
El perro salía a latir, se devolvía la pareja, entonces se despegaban cuando el perro latía. Al retirarse el
perro, volvían y agarraban el pañuelo, éste lo daba el hombre, lo manejaba por encima de la cabeza de la
mujer, boliadito. La mortecina ahí en medio, una ruana o cualquier bulto. Cuando se iban a acercar a la
mortecina, salía el perro, ellos se despegaban, se retiraba el perro y volvían a coger el pañuelo. No cogían
la mortecina, ni la tocaban siquiera porque el perro no dejaba, aunque ellos amagaban. El Gallinazo no lo
bailaba cualquiera, en La Quiebra lo bailaban Salvador y Teresa Ríos, es que era como un espectáculo, uno
se recostaba a mirar para darle campo a ellos.”157
Otra variante en Isaza, eran “Las Vueltas del Gallinazo” con un esquema diferente, pero igual
argumento: disputarse la mortecina. “El gallinacito era una parte de las Vueltas. Es que ellos preparaban
dos o tres parejas, pero el gallinazo se les metía por el medio y le bailaba al uno y le bailaba al otro y al
otro, es decir, era como si el gallinazo quisiera la pareja a éste y como lo lograba, corría para donde el otro
y así se la pasaba, como un payaso. Se disfrazaba, se mandaba hacer unas alas en las que quedaba como
una especie de estuche para meter el brazo, pero de pieza por detrás para abrir como las alas y hacer
monerías y cosas. Otras veces no se disfrazaba, usaba un poncho o ruana.”159
158 Entrevista a Berta Morales, Vereda Isaza, junio 19 de 1985. Grupo Canchimalos.
159 Entrevista a José Morales, Vereda Isaza, ya citada.
gallinazo. Son aires ligeros, que recuerdan el pasillo y el bambuco, pero conservan carácter propio. En
Barbosa hemos registrado variadas melodías en las veredas de Aguas Claras, La Calda, La Quiebra, La
Herradura e Isaza. El coplerío es una cuarteta de rima consonante que se canta de corrido y es descriptiva
de una acción del gallinazo, metáfora antrópica de los acaeceres de la vida cotidiana.
En general los textos expresan deseos atribuidos al gallinazo. El hombre de transforma en ave
humana que come carroña, y que sin perder su condición humana deja traslucir en su canto las penurias y
alegrías del trabajo:
El gallinazo es un santo
porque yo lo vide ayer
tras la puerta de la iglesia
abrazando una mujer.
Entre copla y copla hay un estribillo que refuerza el sentido jocoso y erótico y anima a danzantes,
músicos, verseadores y público:
Ay pobre mi gallinazo
ay pobre mi gallinazo
ay gallinacito, gallinacito
vení vení.
4.5.2.3. INTERPRETACION
En la modalidad mixta, hombre-mujer, el tomarse de las manos, circunscribe los cuerpos a una
colocación más rígida, pero esto es ocasional, también hay que “revolar”. Las “morisquetas, piruetas y
monerías”, que hace el hombre a la mujer, son un intenso juego de expresión corporal e insinuación
erótica. Entre más rico sea el juego, gusta más y se considera a los bailadores como excelentes. Hay que
resaltar el papel de la mujer. A ella no se le permiten los movimientos del hombre, aunque goza de libertad.
La norma/represión a la que está sujeta en su núcleo social y familiar no se olvida en la danza, esta es la
razón para restringir su participación en el gallinazo, pero cuando participa tiene buen desempeño, pues
tiene que igualarse a su compañero y dar la medida como bailarina.
El número de bailadores es libre, limitado solo por las habilidades. En el Norte del Aburrá se han
recogido descripciones que van de un solo ejecutante, pasando por la pareja, que puede ser una o dos
máximo, hasta diez hombres, más los que hacen el papel de mortecina y de perro. El análisis de
espacialidad, expresión corporal, movimientos y símbolos que ellos encierran debe apuntar a descubrir el
discurso simbólico teniendo en cuenta la información de actores y espectadores. Los lenguajes de la danza
guardan secretos para descubrir y comprender/describir el discurso social. Existen además, las dialógicas
músico/bailadores, ritmo/danza, ejecutantes/público y otras como sentido/mentalidad, etc., que permiten
avisorar la complejidad de un todo cultural pensado, representado y vivido, todo adobado con ideas
mágicas, sobre músicos y danzantes ayudados por el diablo, que les da facultades especiales.
Contempla el baile la utilización de elementos externos pero ligados al cuerpo como ruanas, ponchos
o un trapo que hace de mortecina, cuando no se coloca una persona. El sombrero del hombre, con una
cinta roja atada a la copa en los momentos de euforia se lanza por los aires. Con el pañuelo el hombre se
comunica con la mujer, que es la mortecina. La ruana con la que se simulan las alas del gallinazo y la
cabeza. Por último el traje mismo, sobre todo el de la mujer, que al llevar enaguas y falda amplia desarrolla
un sutil juego de dejar acercar al hombre,, como si fuera a “dejarlo comer”, y a la vez alejarlo, sin
displicencia.
4.5.2.5 LO SEXUAL
Baile de Hombres. En mitos americanos y africanos, ciertos animales simbolizan fuerzas naturales,
sobrenaturales y culturales. Los españoles al llegar a América, conocieron al gallinazo como una gallina
negra que les sirvió de alimento. No sabemos cómo los elementos de las tres culturas se mestizaron,
creando una nueva simbología. Lo cierto es que en el Gallinazo mestizo, se unieron los aportes, pasando a
significar al hombre enamorado, y a generar sentencias: “allí donde hay carne podrida llega el gallinazo” y
llamar gallinazos a los hombres enamoradizos.
Esto nos permite elucidar la ideología anti-feminista que traen los españoles, pues en las culturas
indígenas y africanas no se llegó a pensar que la mujer tuviera connotaciones de “carroña o carne
podrida”, que es lo que significa en esta danza. Cuando los gallinazos persiguen la carroña representada
por una ruana (símbolo femenino), un bulto (oscuro objeto del deseo), un pañuelo colorado (metonimia
femenina), estamos frente a una actividad representativa de un erotismo altamente socializado y reprimido
por el perro (la norma) que trata de impedir el acercamiento de los gallinazos (hombres) a la carroña
(mujer). El perro es la represión, la cultura, la ley, la moral. Pero ninguna cultura, ha logrado reprimir
totalmente los impulsos eróticos. Los ha ritualizado y normatizado con arandelas morales y legales, aspecto
que ha permitido la eufemización, pues la carroña no puede ser representada por una mujer, hecho que
haría de la danza una denotación en vez de una connotación con múltiples valencias prohibidas en la
verbalización.
Baile mixto. Tiene una triple simbología por cuanto la pareja al igual que en el baile de hombres, trata
de comerse la carroña, acto que impide el perro como ley. Pero hay una segunda carroña que en este caso
es la mujer danzante que se disputa con el hombre el pañuelo colorado que simboliza también a la mujer,
generándose en la danza una pugna entre el hombre y la mujer por la comida de este tercer símbolo, que
aquí es el deseo de ambos por adueñarse del poder del coito. Los momentos culminantes están dados por
la disputa en la cual hombre y mujer tratan de engullirse la carroña (pañuelo colorado) que se sujeta con
los dientes. El clímax está dado por el violento batir de las alas y el frenético movimiento de caderas del
hombre, en el cúlmen orgástico. Por otro lado este cúmulo de significados, son complementados con la
versificación, en donde con dobles sentidos se dice lo que en el lenguaje cotidiano reprime:
Es de advertir que estos elementos simbólicos se dan con más fuerza, vigor y gracia entre los
ejecutantes negros y con cierta timidez entre los blancos y mestizos, sin que haya variación en la
significación.
4.6. REGOCIJOS, FIESTAS PUBLICAS Y RELIGIOSAS
En el siglo XIX se realizaban regocijos públicos por iniciativa de particulares. Eran reuniones para toda
la población que pagaban impuestos. En 1898 por dos días de regocijos se pagaron $160 papel moneda,
mientras que el año anterior habían costado $40.160 Luciano Rojas figura como convocante al concedérsele
la licencia. Otros sacaron permisos y pusieron sus propios bailes como Germán Isaza, Ricardo Echavarría,
Alejandro Echavarría, Daniel Jaramillo, Plácido Misas y José Restrepo.161 En esos tiempos a los peleadores
se les imponían “fianzas para guardar la paz”, y se conminó a Jesús Meneses, “para que durante los tres
días de regocijos públicos no moleste a ninguna persona.”162
Aparte de los festejos existieron las tertulias caseras, para jugar a las cartas, pero como esta
actividad era considerada perniciosa, fueron prohibidas, tal como le notificaron a Norberto Mesa.163 Había
reuniones musicales de tipo masculino para tocar guitarra y a “tomarse unos traguitos”. Cuando estaban
embriagados se enfrentaban a machete o espada y en ocasiones a puño. Expresiones como éstas,
tomadas del Archivo de la Alcaldía Municipal, explican las medidas represivas de las autoridades locales y
regionales. Hoy podemos apreciar la manera como se vivió en torno a la festividad pública. No era fácil para
las gentes expresar con libertad sus emociones y deseos. Pero a toda ley represora, castrante y pervertida
los pueblos le han buscado la manera de burlarla, de hacerla ineficaz y vergonzante por la resistencia
popular que buscaba catarsis y descanso. Las gentes buscaron espacio y tiempo para el esparcimiento, el
cultivo del baile y la música, y esa herencia cimarrona ha pasado de generación en generación hasta
nosotros.
La fiesta pública con intervención oficial e impuestos parece ser una creación de la segunda mitad del
siglo XIX. En Barbosa fue común las últimas décadas del siglo pasado y en las primeras del presente, con
restricciones impuestas desde el púlpito, desde donde se pedía a las autoridades civiles reprimirlas con
elevados impuestos sobre fiestas, presentaciones teatrales y otros espectáculos que eran motivo de
escándalo y vía expedita al pecado. Así en 1990 se conminó a don José Dolores Agudelo para “que no
Años después, en 1942, la nominación “Regocijos Públicos” vuelve a aparecer en una resolución de
la Gobernación autorizándolos en Barbosa los días 7, 8 y 9 de agosto para allegar fondos para la
construcción de la Casa Consistorial.”165 Los regocijos no eran suficientes para solaz y diversión que se
canalizaron en fiestas de corte familiar y a veces en las celebraciones patrióticas y religiosas que eran
masivas. Esta necesidad de recreación comienza a ser subsanada finalizando la década del treinta, cuando
comenzaron los reinados. En estas fiestas que congregaban especialmente a la clase alta de Barbosa, es
cuando surge la idea de hacer una de mayor envergadura, que incluyera y convocara todos los estamentos
sociales. Este es el origen de la fiesta iniciada en 1961 con corridas de toros, desfile de carrozas, danzas,
juegos públicos (de azar), reinados, actuación de la Banda Departamental de música, pólvora, bailes en
casetas con conjuntos de la época, actividades deportivas, etc.
“...Estuvo Cristina, Judith Echavarría y Ernestina. Hacían carrozas y bailes. El uno lo llamaban “El del
Clavel”, el otro “El de la Piña” y a uno le mandaban tarjetas para ir con las muchachas.”166
Los reinados se ganaban por la cantidad de dinero recogido para obras pías y cívicas, pero era al
mismo tiempo espacio de diversión con concursos de conjuntos folklóricos, alboradas, cabalgatas,
exposiciones artesanales, feria de ganado, riñas de gallos y bailes públicos. Se premió el mejor cultivo y la
piña más grande, para darle participación al trabajador campesino, que aportó sus bailes tradicionales y el
colorido de sus sainetes. El objeto de las fiestas persigue la participación masiva. En este aspecto ha
variado sustancialmente la vieja creencia, especialmente de la iglesia, de que estos actos solo son fuente
de vicio. Aun así, un festejo de esta naturaleza, que ha sido planeado desde las oficinas de los funcionarios,
generalmente no alcanza a tener la fuerza suficiente para involucrar a todos los sectores sociales, dado
Pero si la fiesta profana ha tenido dificultades para acomodarse en la sociedad barboseña, dados los
antecedentes a que nos hemos referido, aun en la institucionalización de la Fiesta de la Piña, las
conmemoraciones religiosas han tenido una decidida presencia y fuerte continuidad desde la fundación
hasta hoy. En la celebración católica además de manifestarse las creencias, y la capacidad de convocatoria
que tiene la iglesia, también tienen cabida otras manifestaciones y sentires que en el tiempo ordinario no
afloran. Es el momento donde el habitante y el campesino rompen el hilo monótono de los cotidiano para
descansar, dejar de lado las labores domésticas, agrícolas o industriales y relacionarse más con sus
vecinos, conocer nuevos amigos, cambiar los atuendos ordinarios y lucir los recién adquiridos para la fiesta.
En la celebración religiosa se vive un tiempo de rezo, con misas, procesiones y otros ritos, en general,
un tiempo sagrado, pero no es el mismo hoy que en el pasado. Si bien al iglesia tiene alta ingerencia en las
decisiones y la vida de la gente, hoy en día, con la desacralización de la vida, todo ha cambiado. Las
actividades y el tiempo sagrados se mezclan con lo profano con ingestión de licor, relaciones amistosas,
amorosas, de negocios, de compadres. Es ocasión para asistir a lugares públicos y desacatar las normas
eclesiales y civiles. Los borrachitos incorregibles gastan sus bienes en licor, con el convencimiento de que
después tendrán la opción del arrepentimiento. Entre las fiestas, la más destacada es la del patrono San
Antonio, celebrada en junio siendo muy concurridas en el pasado más que en el presente, debido a la
multiplicidad de actividades que la gente puede realizar hoy y a la laicización de la vida. De esta celebración
aparecen referencias desde 1895, cuando el alcalde Pedro A. Londoño envía un telegrama al Secretario de
Gobierno Departamental diciendo: “Fiestas de San Antonio en este pueblo, desde jueves hasta lunes. Puede
auxiliarme con seis u ocho gendarmes?, son de necesidad.”167
En junio de 1917, el alcalde, pide refuerzos policiales, para el día de San Antonio, porque congregaba
mucha gente de las poblaciones vecinas que generaban desórdenes.169 Se evidencia con estas referencias,
que fiestas como esta, llenaban vacíos no solo espirituales, sino materiales, y si había “desórdenes”,
significa que la gente daba rienda suelta a sus sentimientos y deseos reprimidos, estimulados por el licor, la
multitud o la confrontación de ideas políticas, que no estaban desligadas de las ocasiones religiosas en
esta época y aun los años que siguieron, hasta mediados del presente siglo. Por lo masivo de esta fiesta,
las autoridades continuaron expresando su preocupación ante lo que calificaban de desorden, y que al
parecer se les salía del control, pero como única salida solo veían el control, que se siguió ejerciendo. De
todas maneras las peticiones desde el púlpito, y por bando debieron hacer efecto, como toda buena
campaña, rebajando un tanto las escaramuzas que de ordinario se daban. Esto se expresó en un memorial
que 70 personas firmaron en 1929 en donde se certificaba la buena actuación del alcalde Valencia durante
las fiestas patronales. Por primera vez los feligreses no propiciaron riñas, ni hubo heridos causados por el
consumo del licor. Ante esto los firmantes solicitaban que el alcalde siguiera en su puesto.170
Otra fiesta importante era el inicio de año, de carácter religioso y profano, pues a veces se las calificó
como Fiestas de la Calle. Se realizaban con el apoyo de la alcaldía, que realizaba contrato con el cura cada
año para la celebración. Esto se hizo en fechas como 1917 y 1926, según el Archivo Municipal. El Concejo
votó una partida de $60, atendiendo al compromiso aludido. La Semana Santa igualmente es celebración
de larga tradición. Por ejemplo en 1828, se consignó en el informe titulado “Cuentas de Mayordomía de
Esto ha cambiado en los últimos 30 años. Antes la programación radial ordinaria se suspendía y solo
se transmitía música clásica y sermones, lo mismo que escenas bíblicas relativas a la muerte de Cristo. Las
gentes hacían los oficios domésticos hasta el miércoles, ya que jueves y viernes eran dedicados al rezo y al
reconocimiento. Estaban prohibidas todas las actividades profanas, los juegos de azar, incluidos los juegos
infantiles ante la creencia de que se ofendía al Crucificado. Se creía que el Viernes Santo los entierros y las
guacas lanzaban sus llamas azulosas, anunciando el lugar donde dormitaban los tesoros. También se
pensaba que era buena fecha para cortarse el cabello y arreglar el jardín.
El teatro anunciaba las producciones cinematográficas sobre el sacrificio divino. El ramo bendito era
guardado con celo pues se consideraba protector de la casa, servía para quemarlo y conjurar tormentas
con Santa Bárbara. Las procesiones, multitudinarias. La pólvora estaba presente los días de Ramos y
Pascua, con voladores y recámaras ensordecedoras, pero avivadoras del sentimiento religioso. La banda
de músicos San Antonio era de obligada presencia y lo sigue siendo aun, a pesar de las contradicciones,
con repertorio apropiado para cada pasaje de la Semana Santa. Si el Domingo de Ramos se lucían trajes
con los diseños de moda, el Jueves y Viernes santos, se iba rigurosamente de negro en señal de duelo. Se
creía además que en estos días las relaciones sexuales eran malas, por lo tanto debía darse abstinencia
total. Es indudable, que con respecto a este inmediato pasado la Semana Santa actual, es diferente.
Aunque se sigue asistiendo masivamente, también están los que piensan que es una época propia para
negocios y diversiones.
Regresando un poco en el tiempo, uno de los acontecimientos curiosos era la salida del diablo el
Domingo de Pascua a dar vejigazos a todos, tal vez recordándoles un poco sus malas acciones aunque
jocosamente. Se dejaron testamentos en los que se reconvenía a todos y se les llamaba a una existencia
-Sabe cómo era la marcha de los sayones? Así: pram, pram, pram, pam, pam, pam, pram, pram,
pararán, tan, tan tan... Cuando le pegaba a la gente con la vejiga no le daba rabia porque uno le peleaba
los dientes y los acariciaba. Con eso quedaban contentos y nos daban plata, yo los acariciaba y les tocaba
el bolsillo a ver si tenían. A los niños los asustaba mucho y la gente me decía: -Vea! este muchacho es muy
grosero y le mienta la madre a la mamá y a mí. Yo le decía: -Vos comenzás a joder a tu papá y a tu mamá y
verás como te casco también. Entonces los muchachos comenzaban a llorar: Ay, ay, ay! No me vaya a
pegar, ay, ay, ay! Y yo gozaba mucho. Vea, yo cogía las muchachas que caminaban muy bueno, como esas
que no pueden mover las caderas y son pa´llí-pa´cá y esas que son muy julleras. Me iba con mañita por
detrás y les pegaba en la nalga y brincaban por allá y yo apenas me reía, pero no llegué a disgustar con
ninguna, a mí todos me querían. A una señora la cogí y le dí vejiga, largó la cartera del susto, entonces yo
me regué a que no se la fueran a coger, yo la recogí y se la entregué a la señora y ella quedó contenta.
A mí me insultaban, me decían hijueputa y yo me reía, y yo no hacía caso. Pero no solo yo era el
diablo. Hubo más diablos, cuando yo estuve en el sayón hubo uno que salió sin autorización del padre
La fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, también se realizaba. El 25 de junio de 1922, se dispuso
todo para celebrar la entronización en el recinto del Concejo. Por tal motivo el alcalde y los concejales
prorratearon los gastos del carro alegórico que exigió el cura para la procesión. Otra devoción importante a
la que también se le consagraron festejos es La Concepción, el 8 de diciembre. Esta era una fiesta lujosa,
se engalanaba el templo, los juegos pirotécnicos se hacían con derroche, la solemnidad de las procesiones
impactaban a todos.174 La parroquia de El Hatillo rinde culto a Santa Marta, dedicándole varios días de
fiesta el mes de julio. Fuera de este tiempo, los sacerdotes programan visitas a las veredas. Para los
campesinos esto es todo un acontecimiento, el sacerdote y sus ayudantes con la imagen de la patrona son
llevados a la vereda, y en un punto del camino aparece el primer grupo de fieles que saludan con
entusiasmo a los recién llegados.
Más adelante los niños de la escuela con la orientación de sus maestros, esperan también con sus
caras frescas, sus vestidos multicolores y flores de diversos matices de las distintas casas de donde
proceden. Se canta, se reza y el sacerdote saluda a todos los presentes. Luego se inicia el cortejo que lleva
a los patios de la escuela. De cada recodo del camino, de cada casa, salen hombres y mujeres llevando de
la mano a sus niños, trajeados para la ocasión, que cruzarán arcos hechos por ellos con musgo, pino y
flores de todos los colores posibles. Estos actos, tienen como objeto la ligazón de la vereda con la
parroquia, llevar el mensaje que los sacerdotes consideran necesitan estas comunidades: la unidad familiar,
la fé católica, el respeto por sí mimos y por los demás. Para los habitantes veredales, es ocasión de
reunión, de encuentros amistosos y amorosos, verse con familiares que están distantes. Se lucen vestidos
de colores fuertes, con adornos en las blusas, mangas y faldas anchas. Los hombres llevan sus sombreros
nuevos y ruanas para el frío, con pantalones de tonalidades oscuras y camisas de color claro.
No solo se rezaba en las romerías, en donde las novenas eran de rigor, había espacio para la música
de cuerda, más no para el baile. Esta ocasión era bien aprovechada por los enamorados, pese a la
estrecha vigilancia de la autoridad familiar, se las ingeniaban para verse y contarse sus cuitas. Las romerías
congregaron a los vecinos por iniciativa eclesiástica y al mismo tiempo fueron convivencia social y
esparcimiento. Entrada la noche, los diversos grupos se desgranaban por los caminos en busca de la
tibieza del hogar, esperando una nueva ocasión para concurrir a estas reuniones.
Las autoridades refuerzan la vigilancia ante el abuso del licor. En diciembre de 1934 se exigió pintar
las casas, brillar cerraduras y realizar el ornato para fiestas, prohibió la entrada de menores a cantinas
multando a quienes les vendan licores, prohibió globos, cohetes y explosivos, con multa de $20 para
infractores.176 En enero de 1967, el alcalde, evalúa e informa al Secretario de Gobierno: “Calma en fiestas
de navidad y año nuevo, gran afluencia de turistas, la misma ciudadanía se encuentra extrañada de que
En 1969, la parroquia y el municipio piden colaboración a diferentes empresas para iluminar el frontis
de la iglesia y el parque principal con motivo del fin de año. Esta es una fiesta de múltiples matices, donde
se tiene en cuenta el dinero, la manera de pensar, la tradición, la moda. En los años cuarenta: “Fuimos
cantoras de la iglesia, se cantaban las jornadas, que son la misma de hoy. Nos vestíamos de pastoras el día
del nacimiento. Había desfile antes de la media noche el 24 de diciembre, salían carros con arreglos: el
nacimiento, los pastores, las bodas de Canaán; iba la banda de San Antonio. Salían por lo menos 12 carros,
uno por cada sector barboseño. En el parque hacíamos apriscos en cada rincón, metidas en cuevas.
Faltando un cuarto para las doce salíamos con panderetas, pava, falda larga, alpargates y chaleco,
cantando para celebrar el nacimiento. Nos quedábamos en la misa de Gallo. La novena se cantaba. La
diferencia con lo actual es que ya no se arreglan los carros y no hay pastoras, esto de hace en las casas
alrededor del pesebre. Antes los pesebres se hacían fabricando muñecas y teniendo como tema el colegio
de la Presentación. Estos muñecos representaban las monjas, las alumnas y así. En esos tiempos, por la
carretera vieja vivían dos viejitos que les decían “Mercedes Bruja” y “Macho Viejo”, la gente los tomaban
como modelo y los hacía en muñeco para poner en los pesebres. No había árbol, más adelante lo hicimos
con chamizas forradas de algodón. Otros arreglos navideños como los de hoy no existían. El siete de
diciembre era con juegos de pólvora y predicación en la iglesia. Cuando el padre Pérez, las cuarenta horas
terminaban en Enero. En las casas se prendían las velas. El aguinaldo se jugaba entre los de la casa y los
amigos, era con condiciones: “hablar y no contestar”, “dar y no recibir”, “pajita en boca”, quien
quebrantara la regla pagaba con un regalo. Se hacía gallina, carne de niño, pernil, un marrano en media
calle y amanecer bailando; se hacían también bailes con victrolas, se bailaba “La Piña Madura”, “El Grillo”,
“Víspera de Año Nuevo”, “El Año Viejo”, “Momposina”, “Araña Picúa”. Cuando había música de cuerda se
bailaban porros, pasillos, pasodoble, marcha y muchas otras.
El 31 de diciembre era alegre: cena a media noche. Cantaban la “Víspera de Año Nuevo”, ponían el
huevo a media noche, esto consistía, en quebrarlo, echarlo en un vaso con agua, taparlo y dejarlo toda la
noche debajo de la cama hasta el otro día a las 12; cuando se destapaba tenían diferentes formas: barco
177 Archivo General del Departamento, Secretaría de Gobierno, Caja 196, Legajo #4.
que indica que se va a pasear, tumba que significa muerte, o altar que significa matrimonio. Se hacían, igual
que hoy sahumerios para la buena suerte con ruda, altamisa y eucalipto, rociábamos la casa de adentro
para afuera, para buena suerte.”176
Infaltable es el “año viejo” o “muñeco”. Costumbre por demás generalizada casi en toda Colombia. El
año viejo es una simbolización de un tiempo que se va, y que según a quienes pertenezca, será el recuerdo
del tiempo duro, la necesidad y el sabor amargo de la pobreza. El 31 de diciembre se exhibe en los
corredores, en las esquinas, y hasta colgados como tristes ahorcados. Ellos son el tiempo malo vivido y con
su quema ese tiempo muere para dar cabida al nuevo que se espera venturoso. Ya en la noche, algún
vecino se atavía con prendas femeninas y sale a acompañar el año que se va: llora, se tira de la peluca, le
da la “pataleta”, la reaniman con trago y pide dinero para sobrellevar su viudez y soledad. El año viejo es
quemado y estalla, pues ha sido rellenado de pólvora. Después la rumba seguirá hasta el amanecer y hasta
el 6 de enero. En los últimos 20 años la navidad se ha transformado. La irrupción de los medios de
comunicación, con sus éxitos de temporada, encierran a las gentes en un círculo saturador de melodías
viejas y nuevas. Se regalan más cosas que en el pasado, los almacenes ofrecen variedad de mercancías.
Los jóvenes ya no sufren las restricciones que tuvieron hace cincuenta años. Se ha ganado espacio para la
vida, el baile y compartir entre vecinos y amigos: “un marrano en media calle y amanecer bailando”.
No es menos importante en las veredas de Barbosa: se arreglan las casas, se llenan de luces, se
preparan viandas, se hacen regalos y pesebre. No falta la pólvora y la algarabía. El 24 se “esconde el niño
Jesús” y todos los de la casa juegan a encontrarlo. En las veredas ocupadas por veraneantes se vive la
navidad como en Medellín, sin mayor contacto con los vecinos, separados por el dinero y diversos valores
socio-culturales. En muchas casas campesinas no puede faltar el baile del 31 con vecinos y amigos del
pueblo. Antes se hacía con música de cuerda, hoy con equipos de sonido y emisoras. Un elemento
significativo en la navidad campesina de las veredas habitadas por negros, es el Sainete. Existió en muchas
veredas del conjunto Norte del Valle de Aburrá en todo lo que va corrido del siglo XX. No hay datos en los
archivos pero viene de lejanos tiempos como herencia de costumbres españolas, que se amalgamaron en
el proceso de mestizaje. La veredas de Filoverde y El Tablazo conservan el sainete.
El sainete era recreación y vida comunitaria congregando viejos, jóvenes, mujeres y niños. Es la
ocasión para abrir las puertas y expresar hospitalidad y amistad. Para los saineteros es el momento de
transformarse: “Elllos usaban unas máscaras, unas lindas y otras feas, pero sobre todo muy graciosas, y
unos gorros con espejos y cintas. Vestidos de colores vivos, muy lindo, muy lindo todo”. La parte final de
Sainete, se representa con un baile colectivo donde se saca un timón, un palo por lo menos de dos metros
mandado a tornear, del cual penden cintas de diversos colores que van a acuerdo al número de saineteros
quienes bailando el bunde, trenzan las cintas alrededor del mástil y se despiden de la audiencia en coplas
que cantan acompañados de instrumentos.
179 García Vanegas, Andrea Eliana. “Sainetes, Vereda El Guayabo”. Concentración Educativa Yarumito, Barbosa, julio 17 de 1990.
4.6.1. FIESTAS PATRIAS
Despertando el siglo XX se impusieron en el país las celebraciones patrias para fomentar el civismo, el
culto a los héroes y retañar las heridas de la pérdida de Panamá. En 1910 centenario de la independencia
se realizó un programa político-cultural que incluyó pintar casa, refaccionar edificios públicos, adquirir los
símbolos patrios y actos como la procesión cívica, himnos, música y pólvora, como en las fiestas religiosas.
En 1920 la fiesta patria estuvo acompañada de la inauguración del alumbrado público. También se
celebraban el 7 de agosto, el 12 de octubre y natalicios o aniversarios de héroes: “Nos llevaban en desfile,
cantábamos el Himno Nacional y había alguien que hablaba de lo que había hecho Bolívar. Yo me acuerdo
de Policarpa Salavarrieta. Hicieron una fiesta muy buena imitando cuando la asesinaron. En la plaza de
arriba fue la fiesta y a Rafael Uribe Uribe lo sacaban en la fotografía y hacían desfile con él; esas eran las
fiestas.”180
En 1940 el civismo renace con motivo del 12 de octubre. Para esta efeméride las escuelas urbanas
asumieron programa. El 11 en la noche se realizó un desfile de antorchas y retreta de la Banda de Música.
Al día siguiente hubo alborada con 21 cañonazos, mientras la banda desfilaba con los acordes del Himno
Nacional. Hubo desfile con las autoridades, comunidades educativas, equipos deportivos, cada quien
portando su estandarte y el tricolor nacional. Luego el discurso del alcalde y la misa campal en el atrio de la
iglesia. Se instalaron varas de premio, se hizo cabalgata, y un infernal partido de balón mano entre los
Diablos Rojos y los Demonios. Los niños y niñas compitieron contando las banderas izadas. En la noche se
presentó el drama “El fuego extraño”, interpretando por actores locales.181
Barbosa siguió cumpliendo los rituales civiles estipulados por la ley. El 6 de septiembre de 1960 se
conmemoró el Sesquicentenario de la Independencia. La alcaldía dispuso $537 para los gastos que se
ofrecieron. El 27 de junio de 1969, la gobernación de Antioquia, recordó el deber de elaborar los
programas a llevar a cabo en la conmemoración de las festividades de la Batalla de Boyacá. Saltando en el
tiempo, llegamos al 4 de octubre de 1983, cuando el alcalde Gildardo Correa invita al gobernador Restrepo
Santamaría, al programa que se cumpliría el 7 de octubre con motivo del bicentenario del natalicio de
Bolívar.182
180 Entrevista a Domingo Vargas, Area Urbana, Cassette #28, febrero 25 de 1990.
181 A.H.A. Secretaría de Gobierno, Municipios, T. 8202.
182 Archivo General del Departamento. Despacho de Gobierno, Caja 285, legajo 19.
4.7. JUEGOS DE AZAR.
Un estereotipo aceptado por los antioqueños es el de ser jugadores con barajas y muelas de Santa
Apolonia, que generalmente los deudos colocaban bien lejos del ataúd porque: Si me llevan a enterrar/ y
m´echan una baraja,/ juego la caja y la cruz/ juego el Cristo y la mortaja. Así eran los barboseños,
incorregibles jugadores de dados y cartas, en contra de leyes y un discurso que propugnaba trabajo
honesto y paz idílica. El juego de azar era cosa de hombres, pocas veces lo practicaban las mujeres,
porque era mal visto y porque debían atender a los concurrentes al juego clandestino en residencias
particulares. Los archivos dan los pormenores e inducen a pensar que eran motivaciones para probar
suerte y ganar... ganar como fuera. Las condiciones de vida no eran fáciles. En realidad aquello de que
“todo tiempo pasado fue mejor” y que “todo niño viene con su arepa debajo del brazo”, no era tal, faltaban
fuentes de trabajo, y las existentes en las minas, los salados y las haciendas, donde se jornaleaba de sol a
sol no daban para vivir, lo demás era cultivar, muchos en tierra ajena, entregando parte de la cosecha al
propietario, o someterse a contrabandear aguardiente, en donde era fijo el enjuiciamiento, la multa, la
cárcel y los trabajos forzados, porque nunca había con qué pagar, dado que el circulante era escaso.
Probar suerte era una obsesión que las autoridades trataron de corregir en vano, pues la crisis
económica y socio-política era permanente en la provincia y el país. Cuanto más perseguidos, más
proliferaban los juegos clandestinos. Hubo juegos legales como el billar y los gallos, pero los preferidos
eran clandestinos como el tute, la mayor, la primera y los dados. Los mayores jugadores eran los
trabajadores. La élite organizaba juegos, con o sin licencia. En 1847 se prohibió la apertura de billares,
galleras y cantinas sin licencia bajo multa de diez pesos. A los muchachos y los esclavos les estaba
prohibido entrar en estos sitios.183 En 1868, el Concejo, se propone: “Dar pábulo a la creciente olgazanería
que se nota en el lugar pues continuamente i en todos los días de la semana se ven varios individuos en el
villar, unos jugando y otros viendo jugar, hombres que debían emplear mejor su tiempo trabajando en las
empresas de minería y agricultura que tanto necesitaban brazos...”184
En 1874 se dieron permisos abrir gallera y juegos permitidos. Atrás quedaron los setenta con su
sabor amargo y le siguieron otros de guerras y crisis. La ilusión, deificada con el nombre de Fortuna siguió
siendo perseguida, anhelada, soñada. No importaban juicios y multas que se pagaban en trabajos forzados.
En 1882, siete personas tuvieron que pagar 12 días de trabajos forzados. En el paraje de Las Animas se
jugaba, y los asistentes se emborrachaban y atropellaban a los transeúntes. La noticia la tenía la Prefectura
del Centro y se la hizo saber al alcalde el 20 de noviembre de 185. Hacia 1888 los impuestos estaban ya
en diez pesos para cada casa de juegos permitidos, pero las gentes jugaban en forma ilegal y los juicios
siguieron. En 1892, 25 personas pagaron la desobediencia.188
En los inicios del siglo XX se siguió en la tónica del pasado: prohibir-permitir-volver a prohibir. Sin
embargo, ante la clandestinidad de los juegos, era mejor, ser un poco laxos, unas veces se aplicaba la ley y
otras no, sobre todo porque fue decayendo la actitud inquisidora de buscar jugadores ilegales en todas
partes, a partir del olvido de las leyes prohibitorias. Además porque a los sitios de juego, llegó una novedad
que captó la curiosidad de todo el mundo. Era singular y cosa de magia escuchar la voz humana
acompañada de instrumentos musicales, grabados en rollos especiales. El Concejo consideró que la llegada
del Gramófono en 1905, era nueva fuente para impuestos y así lo dispuso el 24 de abril de ese año. El
billar nunca estuvo prohibido, pero en estos lugares se jugaban cartas y dado. La administración y la iglesia
En uno de éstos el dueño sorprendió a sus clientes con un piano tragamonedas. Años antes, Agustín
Zapata había llevado pianola. Doña Ernestina Agudelo relata la llegada del tragamonedas: “...Veníamos del
colegio, por ahí a las doce, cuando lo estaban bajando, era grande y de colores, de esos que ya no se ven
casi, le echaban una moneda y tocaba. Y nos pusimos entonces con un cuaderno a copiar las canciones.
Llegamos tarde al colegio y dijo la monja: -Ustedes dónde se quedaron que llegaron tan tarde? -No, fue
que trajeron un piano. -Qué es eso? -Un aparato que toca muy lindo canciones. -Qué canciones?
-“Arde en mi pecho la llama maligna”
189 Ibid.
190 “El Valor” No. 4. Director Jorge Ochoa, Barbosa, Antioquia, Octubre 15 de 1938
-Ustedes van a ser unas vagamundas, ay! de la sociedad que les va a tocar a ustedes, porque son
una parranda de vagamundas! La curiosidad era mucha, pero nosotras era a copiar las canciones, le
mandábamos echar los cinco centavos y ahí mismo a copiar”.191
En las cantinas se vendía por estos años Carta Roja, Tamarindo, Limonada, Espumosa de la
Cervecería Tamayo, Malta y Extracto de Malta, Cerveza Gallo y bizcochuelos para tomar con Carta Roja. Los
establecimientos eran de buena y mala fama. Entre los últimos figuraban: “Tango Bar”, “Satanás”, “Los
Chorritos”, “La Gran Parada”, “La Ultima Copa”, “La Unión”, ubicadas en la zona de tolerancia, donde no
faltaban riñas, machetazos y bala. Había uno conocido como “Bar Candela”, porque cuando lo inauguraron,
esto fue lo más sobresaliente del acto.192 En la mayoría de estos establecimientos se jugaba naipe,
parquez, ajedrez por dinero, además del dado que seguía prohibido, y del lápiz, que consistía en tirar este
artefacto y apostar cuando saliera la marca. Con este juego, el dueño de “El Cachaco”, fue pelado por sus
clientes”.193 La presencia de niños, jóvenes y mujeres se restringía en cafés y cantinas. Los muchachos de
pantalón corto eran sacados por la policía, pero en la zona de tolerancia la ley era letra muerta. Las
mujeres eran admitidas en reservados. Mientras el dueño vigilaba, las damas bien acompañadas
disfrutaban del lugar siempre y cuando no hicieran escándalo. La policía pasaba por estos lugares y no veía
nada. El establecimiento con mayor trayectoria fue el Club de los Echavarría, que funcionaba desde
comienzos del siglo y hoy subsiste como Club Barbosa.
4.8. ESPECTÁCULOS
En Barbosa como en otros municipios antioqueños se dieron los espectáculos, o sensaciones. Traían
diversiones con artistas extranjeros a quienes se sumaban los actores de Medellín que iban de pueblo en
pueblo cosechando aplausos y dejando mensajes conmovedores. Al igual que los juegos de azar y otras
diversiones, las representaciones de dramas, comedias, tragedias, panoramas y otras funciones pagaban
impuestos. En 1874 se concedió licencia para exhibir un Panorama. En abril vuelven actores con
parlamentos acaramelados y el alcalde permitió presentar un drama. Si nos atenemos a los archivos no
fueron muy abundantes estos actos en Barbosa entre otras razones por falta de vías de comunicación. En
1892 se dieron siete funciones teatrales que pagaron $14 en la tesorería. En 1903, aparece una licencia a
191 Entrevista a Ernestina Agudelo, Area Urbana, Cassette #30, febrero 29 de 1990.
192 Comunicación personal de don Alfonso Bustamante Hernández.
193 Ibid.
la Compañía Nelson de Medellín para presentar cuatro funciones de maroma.194 En 1911 Concejo arrienda
el patio de la Casa Consistorial para que equilibristas y acróbatas dieran dos funciones. Respecto a los
maromeros de los años treinta don José Bustamante rememora: “Los maromeros hacían sus espectáculos
en la plaza, reunían gente y una vez terminado cobraban. Eran ruedas a las que les prendían candela y que
tenían cuchillos, y el payaso se lanzaba y pasaba por dentro del círculo, después prendían carbón y se lo
llevaban a la boca, y lo masticaban y echaban llamas. La gente les entregaba dinero. Algunas veces hubo
espectáculos en una casa que quedaba al frente en donde hoy es el almacén de don Jesús Cañas.”195
El globo que había impresionado a los medellinenses fue a Barbosa. El famoso Salvita estuvo con su
enorme globo deleitando con su osadía a los asistentes antes de 1922, cuando pereció en un accidente:196
Con la llegada de la luz eléctrica los espectáculos aumentaron al contar con el servicio después de 1920.
En los año treinta iniciaron el football, los toros y los circos.197 Ante la inexistencia de locales Juan
Bustamante construyó un teatro, hoy en abandono. Después antes se proyectaban películas en una casa.
“El cine eran los fines de semana. Antes de iniciarse se daba noticiero y propaganda. Allí el teatro aparte
del cine, se celebraban muchos bailes y fiestas. El teatro estuvo en funcionamiento desde 1932 hasta
1978.”198
El primer alcalde popular Gildardo Correa recuerda: “...Mucha película de aventura en 16 m.m. y las
presentaban tres o cuatro veces a la semana. Películas mexicanas de lucha libre con “Santo, el
enmascarado de Plata”, “La Garra de Hierro”, una película bastante motivadora y que llenaba el teatro. El
tipo mataba a la gente con una garra que les descargaba en la cabeza. Todo lo que fuera de espadachines,
“El Zorro Negro”, eso llenaba lo que usted quisiera.”199
El ambiente intelectual y el interés por el arte siguió creciendo después de 1940. Sabemos de la labor
del padre Chica como educador e impulsor de grupos de teatro. La alcaldía en 1944 ya eximía de
impuestos a los grupos artísticos, como el caso de “Frutos de la Montaña”, que realizó algunas
representaciones teatrales, recibiendo a cambio un auxilia de $100. El del teatro fue eximido de impuestos
Maestros y jóvenes han creado agrupaciones para promover valores culturales. “El Grupo”,
“CORCULTEC”, Corporación Luis Tejada Cana, el Grupo Cívico Cultural de El Hatillo y Amigos de la Música
han realizado programaciones de semanas culturales, conferencias, ferias artesanales, festivales de música
y canto, de teatro, etc. Otros de carácter comercial se realizan en el estadero “Doña Pascuala” y
complementan parte de las actuales diversiones. “Allá no se conocía nada. La primera orquesta con que se
hizo la inauguración de “Doña Pascuala”, se llevó en 1970, se llama “Los Macondos”. Después fueron
otras como Lisandro Mesa, Pastor López, El Combo de las Estrellas, Fruco, la Banda Barbosa y otros.”201
BANDA DE MUSICOS DE SAN ANTONIO. Creada por la parroquia en 1914 y dirigida ahora por Manuel
Angel Tabares. En crisis presupuestal desde 1917 con innumerables peticiones de auxilio a las autoridades
civiles y eclesiásticas.202 Aunque fue creada para fiestas religiosas, su función ha sido múltiple en actos
cívicos, patrióticos, y en otros actos como la inauguración de la luz eléctrica en 1921203 y todo tipo de
fiestas institucionales de Barbosa y pueblos vecinos. En 1968 fue a la “Feria Exposición de Medellín”.
Empezó a variar el repertorio de obras que venían de 1914 como “Endina”, “Ferrocarril de los Alpes”,
“Perdomo”, “La Mimosa”, “Satanás”, etc. Opta por los aires tropicales, con obras de Lucho Bermúdez,
Edmundo Arias, Pacho Galán, Guillermo Buitrago, José Barros y Calixto Ochoa. Los integrantes de la banda
compran las partituras y las alternando con música andina, marchas, pasodobles y bambucos.
JOAQUIN TABARES. “El Zurdo” es un personaje silente y humilde que hace patria con su lira. Nació en
1910 y es músico desde niño. La casa "La Mayoría” de Bernardino Jaramillo Sierra, nieto de Pepe Sierra,
graba en sus paredes momentos de este lirista, quien acompañado de Gabriela Soto con el tiple y Pedro
Soto con la guitarra embriagaban los espíritus de huéspedes ilustres, entre ellos Olaya Herrera, Eduardo
201 Ibid.
202 Archivo del Concejo Municipal de Barbosa.
203 Ibid.
Santos, Alfonso López Pumarejo, Guillermo León Valencia a quienes tocaban pasillos, valses, pasodobles,
marchas, danzas y bambucos. Se presentaba descalzo y por eso perdió oportunidades en Medellín.204
MIGUEL CADAVID BUSTAMANTE. Nació en 1902, murió en 1990. Intérprete de guitarra y lira tuvo un
conjunto con Pedro Morales y Delio Cataño que tocaba Mazurka, Polka, Shiotis, Gallinazo, Baile Bravo,
Sapo, Vals, Redova, Pasillo fiestero y Mambo.
HERNANDO GALLEGO LONDOÑO. Nació en 1943. Músico desde los 15 años, recibió instrucción de
Oscar y Manuel Angel Tabares. Su hijo León Javier ha recogido su legado musical. Organizador del Festival
de la Canción en 1987-88. En compañía de Mario Orozco realizó programas por “Radio Cultural Barbosa”
denominado “Conozcamos Nuestros Valores”, divulgando la vida y obra de músicos colombianos.
OSCAR TABARES TOBON. Nació en 1945, se inicia con su padre. Estudió con Alfonso Vieco, participó
de una estudiantina. En 1978 se presentó al concurso “Antioquia le canta a Colombia”, en dueto con Juan
Valderrama, certamen que ganaron. Grabaron un disco de larga duración con composiciones de Chava
Rubio y música de Oscar. En 1979 viajaron a Nueva York. Entre sus obras mencionadas “Milagro” y “Cruel
Abandono” en compañía de Camilo García.
GRUPO LOS TAPIAS. Integrado por Luis Felipe, Ramiro, Octavio, José, Luis y Nélson Sossa. Se llamaron
“Aires Tropicales y desde 1982 “Los Tapias”. Octavio ha compuesto “Tu Piñalito” y “La Fiesta de la Piña”,
grabados. Interpretan la música a “oído”, tocan música tropical y de carrilera en la cual han creado varias
canciones.205
DUETO OROZCO Y RIVERA. Mario García, barboseño y Jesús María Ribera, andino, conforman dueto de
guitarras desde 1982. En el Festival de la Piña de 1986 obtuvieron el primer puesto. Prefieren, vals y
pasillos.206
HERIBERTO Y NORALBA DIAZ. Padre e hija. Heriberto es intérprete de tiple. Tocan música de cuerda,
colombiana. Han participado en eventos quedando en los primeros lugares.
204 Tomado de “Joaquín Tabares. El Zurdo”, por el de J. Molsalve. Homenaje rendido por la colonia de Barbosa. Mayo 26 de 1991.
205 Gaviria, Hernán. Testimonio Folclórico de Barbosa. Concurso de Historia Cultural, Alcaldía de Barbosa. pág. 78.
206
Ibid. p. 88
GLADYS SIERRA DUQUE. Nació en Santo Domingo en 1964. Intérprete de la guitarra desde los 17
años. Estudió Teoría musical en Medellín. En su repertorio incluye las baladas y música colombiana. Ha
participado en 7 festivales de la Canción en Barbosa. Obtuvo triunfos como solista en 4 en duetos en dos.
MARTIN ALFONSO CARMONA. Nació en Maceo en 1946. Interpreta tiple, lira y guitarra. Ha sido
integrante de la Estudiantina de la Universidad de Antioquia y de duetos, en la actualidad integra con Jorge
Tapias y Jaime Cuadros, el grupo “Magister”. Participó en el Concurso Antioquia le canta a Colombia”. Ganó
el 2º festival de la Piña en Barbosa. Participa de la Estudiantina del IDEM creada en 1987. En 1987 en
Copacabana obtiene el primer puesto en el Festival de Estudiantinas. En 1989 organizó el “Primer
Encuentro de la Canción Colombiana” con participación de ocho municipios antioqueños.
HERIBERTO RENDON ARIAS. Nació en Las Aguadas en 1933. Compañero de Joaquín Tabares. Ha
impulsado el dueto “Las Estrellitas”, intérpretes de música de Carrilera.
DUETO VOCES DE COLOMBIA. Lo integran Gildardo Calderón, Majín Londoño y Conrado Ríos. Tocan
guitarra, requinto y tiple. Su actividad musical se circunscribe a Barbosa en actos culturales, familiares y en
serenatas.
COMBO TROPICAL. Nace entre los percusionistas del grupo de danzas “Pascuala Muñoz” en 1983, al
que agregaron acordeón y guitarras eléctricas para tocar música bailable. En 1987 hicieron su primera
presentación en la fiesta de la Piña con “Cumbia Paisa” y “A Barbosa”.
LOS ALEGRES VEREDALES. Conjunto de cuerdas, tiples, lira y guitarra de La Chapa integrado por
Alfonso, Hernán y Heriberto Cubillos y Héctor Ríos. Han grabado cassettes.
DUETO LOS CALAOS. De Filoverde, integrado por Evelio y Carlos Morales con guitarra marcantes y
puntera. Han participado en programas radiales. Tienen dos sencillos con “Triste Ranchito”, “La Cabacua”,
“Solito te dejé” y “Amor falsario”.207
207 Entrevista a Dueto Los Calaos, Corregimiento El Hatillo, Cassette #35, Agosto 11 de 1990.
Otras veredas tienen músicos. Entre ellos anotamos el dueto “Amistad”, de San Eugenio. El dueto
“Los Primos”, de El Tigre, Ospina-Soto en Mocoronguito, “Las Agulitas” en Yarumito, todos intérpretes de
carrilera y aires colombianos. Entre los fabricantes de instrumentos de cuerda se destacan a don Delfo
Soto y Abelardo Cataño, quien tiene una agrupación musical.
GRUPO DE DANZAS PASCUALA MUÑOZ. En 1980 la biblioteca auspició la creación del grupo “Pascuala
Muñoz”, inicialmente orientado por una promotora, proporcionada por Extensión Cultural Departamental.
Este grupo trabaja sobre experiencias de grupos espontáneos anteriores que venían rescatando las danzas
populares desde 1955. Bajo la dirección de Francisco Alonso Restrepo Toro el grupo pasó a pertenecer a
la Casa de la Cultura, cuyos aportes no alcanzan para financiar los gastos. En su existencia el grupo ha
realizado presentaciones en distintos lugares y tiene danzantes que pertenecen al Ballet de Antioquia, al
Grupo Latino y al Grupo de danzas de la Universidad de Antioquia, de donde aportan sus experiencias.
Entre las actividades humanas, venidas de la biología y funcionales en la socialización, está el juego.
Se juega en todas las etapas de la vida, especialmente en la niñez. El juego es un campo de
experimentación, orientación y aprendizaje de habilidades físicas y mentales que posibilitan el
entendimiento, el respeto, la admiración, la competencia y la comunicación. Es opción de medir fuerzas y
destrezas sin que la violencia sea predominante. El desfogue y fuente de energías biológicas, sociales y
espirituales, es encuentro del sujeto con otros y consigo mismo. Es catarsis que conduce a la paz por la
interiorización de las reglas del juego, análogas y homólogas a las normas sociales. En el juego, aflora la
espontaneidad y el diálogo en la socialización de las normas, respetando lo estipulado, so pena de quedar
excluido o castigado cuando se es infractor o se pierde. No hay cosa más seria que jugar. Hoy la educación
ha visto en el juego una herramienta para preparar individuos integrales que se componen y conduzcan en
sociedad por caminos regulados interiorizados. En Barbosa, y por lo tanto en Colombia, se inician estas
ideas en la década del treinta cuando comienza a pensarse que el deporte, distintos por su carácter al
juego de azar, es necesario para la vida y no tiempo robado al trabajo y a la consecución de dinero.
Son escasas las noticias de las archivos de Barbosa y Medellín sobre actividades lúdicas. Las que
hallamos son reveladoras de cómo se concebía esto en los siglos XIX y XX. La historia oral muestra que no
era fácil jugar, porque la única actividad humana, por mandato divino, era el trabajo, todo lo demás era
vicio y perdición. Durante el siglo XIX y parte del XX, las autoridades municipales concretaban normas que
debían observar hombres, mujeres y niños aldeanos y campesinos en lo que se llamó “Procedimientos o
Providencias de la Policía”, en los “Decretos y Ordenes del Alcalde” y en la pedagogía del púlpito. En 1847,
dice la ley local: “No permitirán que los muchachos de cualquier clase que sean, descuidados de sus padres
anden en la calle gritando, tirando piedras o peleando. Se los conducirá a la cárcel hasta que sean
rescatados por padres, amo, maestro o deudo.”208
Las órdenes eran acatadas por los adultos, responsables de mantener ocupados a los muchachos, de
no dejarlos vagar, pero fundamentalmente por miedo a la multa que era de tres pesos. En 1873 el alcalde
dispuso: “Niño que se halle en la calle será aprehendiendo por el jefe municipal la primera vez, la segunda
arresto de doce horas y la tercera será concertado en persona de reconocida honradez.”209 La otra cara
de la prohibición, era la protección que buscaba que no hubiera niños abandonados, los cuales eran dados
en concierto, una especie de esclavitud doméstica: “José Castrillón pide se le de por concertado a Rafael
Mazo de 10 a 12 años en Don Matías, obligándose a alimentarlo y enseñarlo a trabajar y darle instrucción
moral y religiosa.”210
Los niños no entendían los galimatías de la ley, su cuerpo y su espíritu los llevaba más al juego que al
trabajo, en una resistencia y rebeldía poco estudiadas. El archivo es pródigo en conminaciones y multas por
la vagancia de los niños.211 En 1913 el personero urge para que se aplique la ley a los niños que juegan en
la calle y vagan de noche aporreando los árboles de la plaza y haciendo miles de travesuras. El alcalde
publicó un bando relativo a los “desórdenes de los niños en todos los lugares públicos, vagancia de
animales y averiguación de quiénes vivían en concubinato”.212 Así concebían los adultos la miseria de su
mundo y lo imponían a los niños. En el trabajo de campo al indagar a los ancianos sobre los juegos de su
niñez, encontramos informaciones, donde se capta esa concepción del tiempo libre, hasta mediados del
presente siglo. “Ah!... trabajar. Y jugar yo? Ni en la escuela porque no estuve sino 4 meses y después me
sacaron a trabajar chiquita todavía. Había que hacer los destinos y mi madrastra con esa chiquitería toda
208 A.H.A. Fondo República. Sección Acuerdos. Reglamento de Policía de Barbosa. T. 2939.
209 Archivo de la Alcaldía Municipal de Barbosa.
210 Ibid.
211 A.H.A. Fondo República. Providencias de Policía Dictadas por la Alcaldía de Barbosa. T. 5031. enero 11 de 1892.
212 Archivo de la Alcaldía Municipal de Barbosa.
chiquita. Yo era la más grande, la huérfana.”213 “Nada, juego de ninguna clase. Es que en ese tiempo nadie
jugaba eh! avemaría, no nos dejaban siquiera tirar trompo. Cauchera? así se era cierto que nos daban
madera, si nos veían en la mano una cauchera para matar pájaros? Eso era muy cohibido.”214
Cambios del siglo XX se fueron imponiendo. Un agente transformador importante fue la escuela. Los
maestros enseñaron y propiciaron juegos como: repollito, gato ladrón, chucha, corozos, cristalinas.215 Tan
en serio eran los cambios que en 1937, el Concejo aportó $80 para La Semana del Niño y por primera vez
asignó $12 para balones en las escuelas.216 La costumbre es regida por un imprinting y no es fácil admitir
lo nuevo. Por eso, si en las escuelas hubo novedades en los hogares nada pasó: “No nos dejaban jugar. A
las cuatro de la mañana se levanta uno a arreglar café, a lavarlo. Cuando amanecía, al cafetal a coger o
tirar azadón. El desayuno y vuelva a trabajar. A las doce almuerzo, un ratico y a trabajar. A las tres a tomar
el algo, vuelva a trabajar y por ahí a las cinco lo largaban a uno y ya uno salía cansado, que iba a ponerse
a jugar. Hasta las ocho de la noche escogiendo café con una vela. Yo empecé a hacer eso a los nueve
años. Antes cargaba agua, cogía el abono de las gallinas y lo llevaba a las matas de plátano. Cuando el
patio no era encementado, mis hermanos cargaban arenita y hacían carreticas con los dedos, con unos
palitos de leña, clavando hacían casitas. Chucha sí jugaban con un vecinito. Canciones infantiles?, cuando
eso no existían. Ah, el rezo, un rosario como de una hora o dos.”217
A pesar de las represiones, el juego se dio, tal vez sin la variedad, riqueza temática, melódico-rítmica
y de recursividad que aparece en otras regiones colombianas, pero estuvo presente. Entre 1900 y 1950,
niñas y niños jugaron por separado y de manera mixta. La separación de sexos fue imposición eclesiásticas
legislada por el Estado. Los niños resistieron a la represión con juegos enseñados por los maestros, con
los que inventaban y los llegados de la tradición. De los años treinta y cuarenta la gente recuerda juegos
como: coclí coclí, el gato y el ratón, las flores, las flores, el pescado, trompo, cristalinas, corozos, chucha, el
rey, la marisola, materile, la sortija, el repollito, partido de mano o presos y policías. Mientras pudieron
hacerlo los muchachos elevaban cometas, montaban en zancos, columpio y mataculín, las niñas
representaban mamacitas y otros juegos “femeninos” y los jóvenes a jugar balón en las áreas que hoy
213 Entrevista a Graciela López, Vereda La Chapa, Cassette #5, febrero 10 de 1990.
214 Entrevista a Ramón Antonio Marín, Area Urbana, Cassette #8, febrero 12 de 1990.
215 Entrevista a Nohemí Aguirre, 76 años, Area Urbana, Cassette #28, marzo 13 de 1990. Entrevista a Tobías Franco, 56 años,
De Puerto Berrío salió doña Malena/ para Calera a Bañarse en Cristalinas,/ A coger sabaletas en las
cabañas de Palestina,/ donde las Virginias cogen Pavas./ Cogió unos Monos en San Rafael,/ los vendió en
Caracolí./ Subió a La Gloria, cogió un gallinazo/ y lo llevó a San José./ Por Caramanta sintió hambre y la
Providencia/ le deparó unas Guacharacas y un conejo/ que se los comió con don Jorge y Sofía./ Y subió a
Cisneros chupando limón./ Allí le dieron fiebres y pasó donde Santiago/ que estaba en Porcesito con el
doctor Botero,/ y este le dijo que fuera a la Pradera/ cerca de Popalito y que cogiera unas hojas de
Yarumito/ para que le hicieran una bebida en Barbosa/ y que mientras tanto el doctor Isaza lo
recomendaría/ para que llevara el equipaje al Hatillo de San Andrés/ y que Girardota con Copacabana/ se lo
llevaban al doctor Machado,/ para que éste pasando por el bello Campo de Acevedo/ lo condujera al
Bosque de la Villa de Medellín.218
Idos los años sesenta y setenta, décadas de transición hacia novedades políticas, económicas,
sociales y culturales a nivel mundial, nacional y regional tenemos generaciones que registraron esos
cambios con asombro y beneplácito, por dejar atrás prácticas parroquiales. Por supuesto, es este proceso
están los niños. Si a los del pasado les prohibieron juegos y placeres, hoy esa situación ha variado, sin
afirmar que el pasado se haya ido, sólo que el impacto modernizador ha cambiando la gente y la cultura, o
simplemente, los niños y jóvenes, en su cándida resistencia han desbordado los viejos canales, al punto de
presentarse los conflictos actuales, materia de reflexión de autoridades y especialistas. Los niños de
Barbosa, y del Valle de Aburrá juegan, cantan, se toman las calles y los espacios posibles para dar curso a
su alegría, a su risa fresca y descomplicada y a su enorme capacidad inventiva. El juego forma parte de los
derechos infantiles estipulados en acuerdos internacionales y que dan voz, voto y veto a los infantes que
217 Entrevista a Conrado Tejada, Vereda Buga, Cassette #48, marzo 19 de 1990. Entrevista a Nohemí Rendón, 34 años, Vereda
Pantanillo, Cassette #40, marzo 7 de 1990.
218 Entrevista a Nohemí Aguirre, 76 años, Area Urbana, Cassette #58, mayo 31 de 1990.
saben de la existencia de estas normas y no dudan en reclamar para sí lo que ya la escuela y los medios de
comunicación pregonan por todas partes.
En los años ochenta, la población infantil de Barbosa no solo ha recibido los antiguos juegos que sus
abuelos y padres hicieron, sino que se ha incrementado su número y variedad, a tal punto que es difícil
decir al procedencia. El papel destacado lo cumple la televisión seguida de la escuela. Con sus modalidades
de guarderías y jardines infantiles, las maestras se las han apelado a toda la producción nacional y
extranjera en esta materia para dar cumplimiento a los objetivos que se proponen, donde la tarea básica es
socializar al niño y desarrollar sus aptitudes físicas, intelectuales y artísticas. En este proceso se inscribe la
difusión del acervo de juegos colombianos casi todos pertenecientes al proceso de mestizaje que han
hecho grupos artísticos, de teatro, de danzas y música. El Instituto Colombiano de Cultura, El SENA, Las
Secretarías de Educación, las Casas de la Cultura y otras instituciones e investigadores y han realizado
publicaciones que han ingresado a la corriente de la nueva pedagogía.
En Barbosa los niños urbanos y campesinos no viven igual, ni tienen igual ritmo de vida, pero en
general todos están al tanto del mundo que los adultos les estamos entregando. Los campesinos siguen
comprometidos en las labores de agricultura, cuidado de animales y labores domésticas y gozan de algún
tiempo para jugar en la tarde y entrada la noche. “Nosotros madrugamos a veces a las tres, otras veces a
las cuatro. Tenemos que hacer las arepas, hacer el desayuno antes de irnos a la escuela y hacer el
almuerzo para despacharle a los que se van a trabajar y para llevar a la escuela. Seguimos haciendo de
comer para los marranos y ordeñar las vacas. A las ocho nos vamos para la escuela, empezamos a estudiar
a las nueve y nos largan a las tres. Tenemos que ayudarle a la mamá antes de irnos para la escuela,
porque como hay muchos animales, mi mamá no es capaz de hacer todos los destinos sola. A veces
cuando jugamos en el patio de la casa, lo hacemos hasta las nueve o diez de la noche, cuando es por aquí
en la manga, jugamos hasta las siete. Cuando esta manga estaba enyerbada jugábamos escondidijos. A
papá y a mamá les gusta que juguemos porque es nosotros jugando y papá riéndose allá viéndonos
jugar.”219
219Entrevista a Doris Helena Marín y hermanos, 13 años, Vereda La Chapa, Cassette #3, febrero 10 de 1990. Entrevista a Gloria
Patricia López Arias y grupo de niñas de la Escuela de la Vereda Pantanilla, Cassette #41, marzo 7 de 1990.
5. EL PAPA DE BARBOSA
Don Antonio Hurtado, Papa de Barbosa por su real ser y entender, ya no pertenece solo a su familia,
pertenece a todo el pueblo que lo recuerda. Ya no es un hombre común y corriente que se ganaba en su
dentistería, es un mito.220 Nació Antonio José de los Dolores Hurtado Hernández en Barbosa en 1892, hijo
de Vicente Hurtado y María Luisa Hernández. Sus hermanos fueron María Dolores, Emilia, Isabel. Carlos,
Ramón, Nolasco y Sacramento, que murieron muy jóvenes. Poco sabemos de su niñez y juventud, solo que
su padre murió siendo él muy joven y que estudió en el seminario de Santa Rosa: “La mamá quedó sola y la
obligación la llevaba Carlos, el otro hermano y le dio por no seguirla llevando. Entonces don Antonio tuvo
que venirse del Seminario, porque dijo que no iba a hacer padecer a su mamá. Se salió y llegó a poner la
dentistería. El era muy inteligente.”221 “Después de retirarse del Seminario, él no se desprendió de los
estudios. Siempre tuvo gran cantidad de libros de medicina y también leía mucho la Biblia y otros libros que
lo ponían en conocimiento de las artes, porque él conocía muchas artes.”222 “Yo lo conocí de joven vivía
donde es ahora el barrio nuevo, junto al otro cementerio y él se fue a pagar servicio militar y por allá
estudió la dentistería y cuando volvió era dentista y trabajaba, pero a lo último ya no trabajaba, sino que
ponía sus obreras a trabajar.”223
La señora Lola Delgado, quien nació en 1910, es la única persona que vive de quienes trabajaron con
don Antonio en los comienzos de su dentistería, la cual parece haber sido instalada en 1923. “Yo empecé a
trabajar con don Antonio cuando tenía 16 años. Don Antonio era ahijado de mi padre. Yo había quedado
viuda así de joven y él me dio trabajo en la dentistería. Allá trabajaban María Escobar, Magdalena Gutiérrez
y Delia Cataño, ya todas murieron. El también trabajaba fotografía, sacaba retratos. La mayor parte del
tiempo trabajamos en un local donde vivía con la mamá y la hermana. Cuando le pidieron ese local se
trasladó a la Calle del Comercio, donde es hoy la mueblería. Allí trabajé pocos días, porque yo pronto volví
a casarme y me retiré. Mi trabajo era ayudarle a hacer cajas, puentes y le pulía los casquetes de oro para
poner coronas, le pulía esas cajas y esos puentes. Él nos enseñaba a hacer las cosas de la dentistería y
220 CATAÑO VELEZ, Hernando. Historia de la Literatura Oral en Barbosa: Casco urbano. Concurso sobre Literatura Oral, Alcaldía de
Barbosa. Mecanografiado, 1989. Entrevista a Abdías Madrid. p. 19.
221 Entrevista a Ana Ofelia Gómez Hurtado, Area Urbana, Cassette #82, julio 21 de 1990.
222 Entrevista a Pastor Gómez Hurtado, Medellín, Cassette #104ª, oct. 14 de 1990.
también a poner inyecciones. Había una fresa para las calzas, gatillos para sacar muelas, cubetas para
sacar los moldes de las cajas, tarros de yeso, tarros de pasta, un congelador para enfriar los trabajos,
limas para pulirlos y una fragua con su soplete para fundir oro. A mí me mandaba a comprarle las libras
esterlinas a donde don Jesús, que por sobrenombre le decían “el doctor Sapa”, el boticario. Yo le llevaba
cinco pesos y cinco centavos y él me daba una libra. Esa libra la calentábamos y la poníamos a calentar y
luego a laminar hasta que quedaba bien delgadita. Se cortaba con unas medidas en laticas y ya con esa
latica en unos punzones formaba uno el casquete que iba a coronar el diente o la muela. había trabajo,
porque don Antonio tenía mucha clientela”.224
Don Antonio siguió con la dentistería hasta el momento de su muerte. En las décadas del treinta y del
cuarenta siguió trabajando con el mismo método que ya describió doña Lola. Como la clientela era cada vez
mayor tuvo que emplear más personal, reclutado entre su parentela y familias amigas. Trabajaron con él
hasta una docena de señoritas y varios jóvenes, algunos de los cuales logramos entrevistar. Don Antonio
Hurtado fue el primero que creó empleo en el casco urbano de Barbosa, además de la administración
pública. Doña Ofelia Gómez Hurtado, su sobrina y trabajadora, nos comentó: “La dentistería tenía una
quince o veinte obreras. Era la industria más predominante que hacía en Barbosa, todo relacionado con la
dentistería. Las obreras estaban especializadas: Eulalia Osorno fue ama de llaves de toda la vida. Las otras
eran María de Jesús Restrepo, que era la mamá del alcalde Gildardo, Nina Ríos que era la tesorera y
secretaría, Altagracia Meneses, Aura Suaza, Elvia Bustamante, Fabiola Sánchez, Eusteli Osorno, Ofelia
Osorno y otras que no me acuerdo. De hombres estaban Julián García, Bernardo García, Ramón Rico, que lo
llamaban “Chango”, y mi hermano Pastor Gómez. Unas muchachadas hacían las cajas de dientes, los
puentes, pero todo estando al lado de él, pues era el jefe del personal. Las tenía separadas por grupos.
Los muchachos hacían mandados, ayudaban en la carpintería, servían de mensajeros y hacían lo que él les
mandaba. El tenía de todo, vivía muy bueno, se sentaba a una mesa y decía:
-Hágame el favor y me lee la prensa. Bernardo García se la leía y él se sentaba a oír.
Yo era la portera. Yo me mantenía sentada en la puerta para no dejar pasar a nadie. Era uno de esos
zaguanes de ahora tiempos. En el zaguán había dos puertas: una para entrar a la capilla y otra para entrar
a la dentistería. La casa de él era muy grande. Imagínese que él le pidió alquilada esa casa a Juanito
Bustamante para que se la dejara desbaratar y hacer lo que a él le provocara. Hizo un gabinete muy lindo
de vidrio donde trabajaba, su capilla era del otro lado. La cama de él era una cama misteriosa, llena de
223 Entrevista a Domingo Vanegas, Area Urbana, Cassette #28. febrero 25 de 1990.
cojines. La gente llegaba y me decía: vengo a me saque una muela, a que me haga un puente, una caja de
dientes, muelas de oro, porque aquí se laminaba oro, entonces llamaba a las especializadas, las que sabían
hacer láminas de oro, cajas, puentes, él las llamaba y les decía qué tenían que hacer. Bueno, cuando
llegaba la gente yo iba donde él y me decía:
-Hágalo pasar y dígale que soy el Papa de Barbosa.
Entonces yo le decía al cliente:
-Para hablar con él tiene que decirle Papa.
Había algunos clientes que se equivocaban y le decían:
-Don Antonio, y...
-¡Ofeliaaa! ¿No le dijiste a este hombre que me llame Papa?
A él le gustaba que le dijeran Pedro II o Magister. Venía gente de muchas partes, no era solo de
Barbosa, a mandarle hacer trabajos, porque él trabajaba muy bien. Él se ponía de acuerdo con las obreras
para hacer el trabajo. Le encargaban un puente o una caja, entonces cuando el cliente lo iba a recibir,
ponía a su lado una obrera que le leyera cómo era la movida del puente. Decía: tanta moldura por encima,
por los laterales, yo no sé qué cosas de todo esto aquí, es decir, como una especie de garantía, que se leía
al cliente, y la obrera leyéndole al señor que venía a recibir el trabajo, y el Papa sentado en el trono,
entonces entregaba esa garantía y el cliente le decía:
-No es necesario don Antonio, me ha hecho el trabajo muy bien.
Entonces la gente corría tras de él porque trabajaba muy bien. La tesorera era Nina Ríos. Él no le
tenía confianza sino a ella, manejaba el dinero que se guardaba en sobres, ella era la secretaria. A las
obreras nos pagaba diez centavos diarios y si se manejaba mal... por una falta que cometiéramos, llamaba
a la secretaria:
-Ninaa...una falta de fulana, rebájele cinco centavos.
Con diez centavos comprábamos un mercado, con eso se compraba la carne. Es que el marido mío en
ese tiempo se ganaba un peso. Él tenía obreras para que le hicieran masajes, para arreglarle la cama, para
los diferentes trabajos de la dentistería, para la barrida, para los mandados; tenía carpintero y trabajaba la
carpintería, además era fotógrafo. Fue quien trajo la primera victrola, la primera máquina de escribir. Él
224 Entrevista a Lola Delgado, Area Urbana, Cassette #104ª, octubre 14 de 1990.
tuvo un carro, bicicleta, la máquina, el teléfono, la máquina de cine para los niños, a él le llegaba la revista
Billiken...”225
Doña Elvia Bustamante, una de las trabajadoras nos dijo: “Cuando lo conocí, él ya no hacía nada,
trabajaban las obreras. Inclusive yo nunca lo vi sacando una muela. Nina era Angelina Ríos y ella fue la que
nos enseñó a trabajar la dentistería, a extraer piezas. Yo todavía hago extracciones con los mismos
instrumentos que tenía el Papa. Una hermana mía hace lo mismo en Medellín. Cuando él murió la tía Nina
compró la dentistería y seguimos trabajando con ella. Después que ella murió yo me casé. Cuando
llegábamos al trabajo, ya cada una sabía que labor estaba haciendo y la continuaba. La tía Nina no tenía
sino que dirigir y cuando alguno terminaba el trabajo preguntaba:
-Nina, ¿qué hago ahora?
Y la tía decía, haga tal cosa, barra, échele comida a los pescados, porque él tenía un lago muy grande
en el solar y los muchachos del pueblo llevaban pescados vivos en una olla y se los vendían. Cada uno tenía
su destino: unas barrían la casa, otras sacudían, otras le ponían la comida a los pájaros, otras le hacían de
comer, otras extraían las piezas y hacían los puentes y las cajas, otras trabajaban el oro, todo eso era
turnado. Yo tenía que leerle El Colombiano, porque era la única que leía con puntuación. Eso era todo y
había que hacerle el desayuno, muy bien preparado, todo muy caliente y él era feliz. Tenía la Santa Biblia y
todos los días llegábamos a trabajar teníamos que leerle un párrafo. Nosotros llegábamos a las seis y
treinta de la mañana, teníamos que saludarlo en inglés, prender una vela que había al lado del atril donde
estaba la Biblia y leerle unos versículos, luego seguía y así todas. Él todavía estaba acostado cuando le
leíamos la Biblia y la gente decía que nosotros le decíamos misa. No se levantaba hasta las ocho de la
mañana. Don Antonio gozaba mucho con nosotras y nos regañaba, como es natural. Si poníamos el radio
muy duro, lo apagaba porque él tenía el suiche en la cama, entonces se voltiaba y lo apagaba. A todos nos
tenía nombres de Biblia, a una prima mía la llamaba Juana la Bautista, a otro primo lo llamaba Pedro. En
realidad nos divertíamos mucho con don Antonio, porque era una persona sana, muy decente ese señor,
muy educado y nos enseñaba. ¿Qué más que me dejó mi arte? Porque me he defendido mucho con la
dentistería, pues casi todos los días saco una muela. Yo tenía que afeitarlo y hacerle los mandados a
Medellín. Fui con él varias veces a Medellín y como se vestía muy cachaco y la gente sabía que era el Papa
de Barbosa le hacían corrillo en la Dental Colombiana y en la Continental. Él era muy famoso en Medellín y
la gente se arremolinaba para verlo. Cuando estaba en agonía me dijo:
225 Entrevista a Ana Ofelia Gómez Hurtado, Area Urbana, Cassette #82.
-Elvia, ¿usted me va a afeitar después de muerto?
-Sí don Antonio, ¿por qué no? y lo afeité.
Un día yo estaba afeitándolo cuando llegó un doctor que era Inspector de Sanidad, que era muy
enamorado, y al verme me dijo:
-Dichoso usted don Antonio que lo esté afeitando una señorita de estas.
En ese tiempo era raro que una mujer afeitara a un hombre. Yo lo afeitaba común y corriente, como el
me enseñó, con una maquinita de esas Gillette. Lo afeitaba y de pronto mandaba llamar al peluquero, que
tal vez era don Polo Ochoa para que lo motilara en la casa. A él no le gustaba salir a la calle. Sólo salía a
los paseos de El Morro y cuando iba para Medellín. En el tiempo que yo trabajé allá, venía mucha gente. Se
venía todo Berrío, todo Yalí, todo Yolombó, pero en el cuarenta y ocho se dañó porque llegó la violencia. El
9 de abril nosotros estábamos donde unas tías cuando oímos un estruendo muy horrible y salimos y resulta
que era en la plaza. No vimos nada, supimos que les pegaron al algunos, pero yo no supe de muertos.”226
Doña Abigail Gómez Hurtado, una de sus sobrinas, recordando el trabajo de la dentistería nos
comenta:
“Don Antonio era un gran dentista, pues tenía cogida la clientela de Cisneros, Calacolí. Yolombó, Sofía,
hasta llegar a Puerto Berrío. Llegó a tener mucha plata y con esa plata hacía muchas cosas, era muy
caritativo, si se daba cuenta que una persona estaba pasando dificultades, en una forma secreta le hacía
llegar algo. En la dentistería él tenía un libro especial. Llegaban los clientes y apuntaba: a este funalito en
tal época se le harán dos coronas de oro, a este hay que hacerle dos enteros, que eran esos dientes de
oro que se usaban en esa época; eso lo apuntaban para tal día y ahí estaban las trabajadoras para hacerlo:
Altagracia, Ester, Nina, Aura, Ernestina Agudelo y Cristina, que fue monja. Entonces él asignaba la tarea a
cada trabajadora, les decía: usted se encarga de hacer estos dientes, usted Ofelia se encarga de hacer
estas dos cajas de dientes, que ahora llamamos prótesis, estas cajas de dientes le tocan a usted, usted a
laminar oro, a hacer los casquete y a la que era más novata le tocaba manejar el fuelle, pues la que estaba
aprendiendo comenzaba por esos destinos más rudimentarios, como darle al fuelle, era una forja para
cocinar el oro, para darle su estado y así repartía el trabajo.
Para controlar los trabajadores tenía un cuaderno en el que se anotaban quince rayas y si alguna se
equivocaba le decía a Nina, que era la secretaria privada: rebájele dos rayas a fulanita de tal que cometió
226 Entrevista a Elvia Bustamante Ríos. Vereda Isaza, cassette #65 agosto 15 de 1990.
un error; rebájele cinco rayas a zutanita que no hizo esto como yo le ordené y cuando una se manejaba
muy bien y hacía un buen trabajo... auméntele cinco rayas a fulana y eso se convertía en plata o se
mermaba en plata en el momento del pago”. “Se trabajaba toda la semana. Los sábados y domingos eran
los días de más trabajo. Él pagaba cada ocho días. Cuando yo tenía que ir a Medellín a hacer mandados, a
llevar exámenes a un laboratorio o a comprar artículos dentales o algo así, me pagaba el día, los pasajes y
me daba con qué almorzar.” 227
Don Pastor Gómez, que estaba presente en esta entrevista y también había trabajado con su tío,
recordó: “Es que en esa época se pagaba con centavos, es que eso era plata. ¡Ah!, pero vea un caso que
me tocó a mí con él: yo era de oficios varios y de mandados y todo eso y también me tocó trabajar en lo
fuerte con el oro, pero cuando yo era de oficios varios una señora Clara que vivía por la Calle de las Brujas
le mandaba cada ocho días una taza de natilla a Don Antonio. Era la época en que él me llamaba a mí ´Juan
Pastor´. El primer nombre no es mío, pero me llamaba así por aquello de Juan el Apóstol, porque él tenía
esa costumbre. Bueno, entonces decía:
-Ninaa, mande a Juan Pastor a donde la señora Clara para que me mande la natillita.
Yo fui y esa señora me dio la natilla en una taza calientísima y yo la cogí no sabiendo que estaba
caliente, entonces se me safó de las manos y me quemé, la taza cayó al suelo y se quebró. Entonces del
susto no le dije nada a la señora y salí, pues yo tendría doce o trece años, salí a toda carrera y me fui a la
dentistería y el dije a Nina, que era la jefa de las obreras:
-Nina, esa taza se me quebró. Me dió la taza con la natilla caliente, se me cayó, se quebró y vea cómo
me quemé. Nina era la que ponía las quejas, se fue donde mi tío y le dijo:
-Cómo le parece que Pastor con esa natilla se quemó una mano y quebró la taza.
Yo estaba retirado, echándome agüita en la mano y desde allá oí que le dijo:
-¡Ah! Con que no sólo regó la natilla que me mandó la señora Clara, sino que también quebró la taza.
Métamele cinco de multa.
-Eso siempre está mucho, don Antonio.
-Nada, métale cinco.
Al rato que yo estaba por allá con mi dolor, con mi quemón mandó a Nina para que me hiciera un
tratamiento con alcohol que había en el botiquín, entonces Nina fue y me dijo:
-Oiga Pastor, don Antonio me mandó a que le hiciera una curación.
“El se iba al Morro todos los días. Se vestía muy bien de cachaco y salía con una cuchilleja chiquita.
Entonces uno hacía diabluras cuando él salía. Una vez yo dejé abandonada la portería y me fui con otra
muchacha, con la que era la virgen, con Ester Rojas, y vimos esa capilla muy provocativa para echarnos a
rodar, para resbalarnos, y estábamos en eso cuando llegó, nos mandó llamar y nos dijo:
-Pero, ¿qué están ustedes haciendo en mi capilla? Es que me están profanando a mí. No, qué no nos
diría. Entonces llamó a Nina: -Nina, hágame el favor de venir. Me le rebaja a Ofelia la plata de toda la
semana y a Ester Rojas.Entonces yo me quedé muy triste, porque no me dió plata, pero después supe que
él bajo cuerda le había mandado a mi mamá todo. Dicen que él iba al Morro de la Virgen a enterrar plata,
yo no sé si será verdad eso, porque salía todos los días.”230
Doña Ofelia Gómez, recogiéndose el pelo hacia atrás, como buscando unas ideas que están por ahí
escondidas, le dice a su hermana: “-¿Vos no te acordás de la historia de un chocoano que fue a la
dentistería con esa cara toda hinchada y le explicó a don Antonio que había pasado como por cuatro
dentisterías y no le habían querido sacar una muela? Bueno, hizo contrato con él y se sentó a que le
sacaran la muela. Pasó una obrera a extraerla y no fue capaz pasó otra y tampoco pudo, entonces vino él y
se le sacó, mejor dicho, eso fue un éxito, una belleza de muela, que la conservó mucho tiempo. No sé en
manos de quién vino a quedar esa muela. ¡Es que era hermosa! ¡Grandísima! ¡Es que era bellísima! ¡Eso
parecía un coral!”.231
Una de las actividades poco conocidas de don Antonio en su militancia en el partido conservador.
León Zafir en un reportaje dice: “Si hemos de creer en la sinceridad de sus palabras, reconoceremos
entonces que con el retiro de Antonio Hurtado de la política activa “para entrar a trabajar en bien de todas
Estos hechos enfrentaron al Concejo con el Alcalde y para evitar sesiones espúreas de algunos
concejales, el Concejo decidió en una sesión extraordinaria, realizada el 4 de julio, “que el secretario se
abstenga de entregar la llave del salón de sesiones a nadie”. Parece que el aludido secretario era don
Antonio, porque en la sesión del 7 de julio los concejales José de Jesús López, Benjamín Díaz, Antonio
Hernández, José J. Zapata y Florentino Escobar se reunieron en el local de la Alcaldía “porque el concejal
Hurtado se negó a entregar la llave del salón de sesiones”. En esta reunión multaron a los ausentes
Antonio Hurtado, Luis Bustamante, Eduardo Ruiz y Jesús A. Gil, quienes habían sesionado como Concejo
horas antes. Don Antonio comandaba el grupo conservador que a veces sesionaba separado de los
liberales.
232 ZAFIR, León. Vida y Milagros del “Papa de Barbosa”. En: El Diario No. 2675 Medellín, feb. 24/1939. pág. 7.
5.2. MAGISTER PEDRO II PAPA COLOMBIANO
Las fuentes orales no son muy claras en cuanto a la iniciación de las ideas de don Antonio de
convertirse en el Papa de la cristiandad, pero periódicos como “El Bateo”, “El Diario” de Medellín y “El
Emmanuel”, publicación redactada por Pedro Segundo, nos ilustran al respecto. Doña Ofelia Gómez, a
quien mucho se debe en este trabajo por su espíritu colaborador, nos decía: “Lo que pasó fue que le dio
por la idea de ser Papa, me imagino yo, porque él estudió para sacerdote, el quiso ser sacerdote y no pudo
seguir la carrera, cuando le faltaba un año apenas. Tuvo inconvenientes económicos. Mandaron una carta
allá al seminario donde estudiaba y entonces él se salió y ahí empezó con sus cosas y él mismo se hizo
dentista, a él nadie le enseñó, él mismo aprendió y tuvo mucha clientela, porque venía gente de muchas
partes a mandarle hacer puentes, cajas y de todo”.233
Doña Abigail Gómez complementó: “Comenzó a alternar la dentistería con el papado cuando dijo que
se había convertido en Papa. No dejó de manejar su dentistería, y mandó construir una capilla muy bonita,
tenía copón de oro, patena; era como en mármol del altar”.234
La primera publicación de “El Emmanuel”, periódico del Vaticano de Barbosa, trae el siguiente
encabezamiento:
5.2.1. EL EMMANUEL
La publicación se hizo a dos columnas. La primera página trae una foto de don Antonio y el texto
siguiente:
233 Ibid.
234 Entrevista a Abigail Gómez de Londoño, ya citada.
“EL EMMANUEL es un libro que se edita con el exclusivo fin de dar a conocer los poderosos motivos
que su autor tuvo para cablegrafiar a la Ciudad del Vaticano en Roma, en los primeros días de la muerte de
su Santidad Pío XI.
Nueva Era del Cristianismo
Con el último suspiro de Su Santidad Pío XI terminó la primera época del cristianismo y se inicia la
segunda. Su iniciador empieza hablando en los siguientes términos: Antonio Hurtado galantemente se
permite avisar, que de hoy en adelante empieza a manifestar su vida pública, la cual empezó el primero de
enero de 1937. Sus actos van encaminados en bien de la humanidad, de la patria y de la República. Lugar
de acción, América del Sur, República de Colombia, departamento de Antioquia, en el municipio de Barbosa.
Los cablegramas
Salón del Vaticano en la ciudad de Barbosa, Colombia,
Departamento de Antioquia, a 14 de febrero de 1939.
Eminentísimo y Reverendísimo el hoy jefe de la Iglesia Católica, Cardenal Camarlengo.
Ciudad del Vaticano – Italia.
¡Su Santidad, el Papa ha muerto! Mi corazón que lo amaba más que todos está de luto...
Sacro Colegio de Cardenales:
¿Buscáis a vuestro futuro Vicario? –Yo soy. Antonio Hurtado.
El poeta y periodista Pablo Restrepo López, más conocido como León Zafir, fue el primero que
escribió una biografía de don Antonio, redactada después de largas conversaciones con él, donde trazó
muchos rasgos de su personalidad en una crónica publicada en “El Diario” el 24 de febrero de 1939 bajo
el título de “Vida y Milagros del Papa de Barbosa”. Según esta crónica, en 1937 don Antonio tuvo una
especie de sueño en el que se le oyó una voz que le dijo:
-Serás Pedro II.
“Al día siguiente se dirigió a la casa cural y con la venia del párroco se puso a ojear los libros
parroquiales hasta descubrir que el nombre que le correspondió al asomarse por primera vez a la vida, es
el de Antonio José de los Dolores, que teológicamente su nombre es Emmanuel y que en realidad como se
lo reveló la fantástica aparición, él “será el último Papa”, ya que, como lo anotan textos sagrados, el último
Pontífice habrá de llamarse Pedro II. Desde aquella época el odontólogo que le escamoteaba con habilidad
a su clientela lo necesario para su vida holgada, merced al ejercicio de su profesión, dividió su gabinete en
dos partes: en la una almacenó gatillos, pinzas perforadoras de dientes, trozos de caucho en bruto y
dientes de marfil. En la otra levantó un pequeño oratorio, ordenó libros místicos sobre una mesa y colocó
en las cuatro paredes retablos de santos y fotografías de muchos pontífices. Por aquellos tiempos, mientras
su fama volaba por cumbres y hondonadas como “Aleluyas” en días de carnaval, Antonio Hurtado lanzó a
los vientos su candidatura papal. Se lee en el escrito que lleva por título “Acta número uno, candidatura
pontificia colombiana, lo siguiente:
235 EL EMMANUEL. Director Pastor Angélico. Redactor Pedro II. Año 1937 – pág. 1-2.
“... Digo yo, Antonio José de los Dolores, con este nombre según partida de bautismo que se
encuentra en la parroquia de Barbosa, en el libro número diez y siete al folio cincuenta y uno del año de mil
ochocientos noventa y dos, que según el texto mis progenitores fueron Vicente Hurtado Marín y María Luisa
Hernández Agudelo, soltero, con intenciones de continuar en este estado que nací en la religión católica,
apostólica y romana, la que me enseñaron mis padres y la cual he profesado, de nacionalidad colombiana,
cedulado conforme disposiciones legales para ser colombiano, que hasta la fecha pertenecí a un buen
partido político y de hoy en adelante, ni a este ni a otro ninguno continuaré perteneciendo, por haber
llegado la hora de entrar en acción de vida pública para trabajar en bien de todas las almas del orbe, y
cumplir una misión de grandes proporciones...”236
Zafir cuenta en su crónica que un picapleitos ha denunciado ante las autoridades civiles las ideas de
don Antonio como perjudiciales para la tranquilidad social y que don Antonio se presentó a la alcaldía y
salió de allí tranquilo y luego declaró: “El señor alcalde quiere hacerme examinar de algunos médicos y yo
me voy a prestar voluntario a ello. Quiere decir que si me declaran loco yo cumplo con saber que no lo
estoy. Yo probaré que no estoy loco, que esa es una farsa. Por lo demás, los hombres de la talla de Cristo
y mía necesitamos que se nos insulte y que se nos calumnie. Así nos hacen más grandes para la
humanidad. Mi pontificado se hará sencillamente como lo dice Malaquías en su orden de lemas. Yo seré
Pastor angelical, Pastor cuasi bajado del cielo, iniciador de la segunda época del cristianismo, evangelio
que será dado a conocer en orden tradicional con sus encíclicas que hablan del más humilde pordiosero
que escaló las alturas”.237
Al día siguiente el periódico “El Bateo” publicó un artículo titulado “Don Antonio Hurtado y ´El Cantar
de los Cantares´, cuyas primeras líneas contienen el segundo telegrama que envió don Antonio a Roma y
cuyo texto está escrito arriba. El artículo es el resultado de una carta que don Antonio envió el 20 de
febrero de 1930 al rededor de “El Bateo” agradeciéndole los comentarios publicados en el periódico, carta
que por estar tergiversada allí reproducimos aquí del texto original de don Antonio, publicado por él mismo
en “El Emmanuel”. “Con gusto leí el comentario de mi candidatura papal y me es muy placentero darle mis
más expresivos agradecimientos. Como este comentario se amolda a mi tesis que he de sostener da motivo
para yo escribir mi tercera y última encíclica como candidato pontificio. A esa respetable empresa
Anota que ¨soltero¨, si, porque mi alma está de nupcias con todas las almas, una sola alma no resiste
mi amor, las he visto morir una a una, individualmente. ¨De regular estatura¨. Bien dicho, esta es la talla de
los genios, la media. ¨Preciosa cara de Apolo¨.
En verdad digo que por su boca hablaron aquellos que me enviaron, Dios Padre, Dios Hijo, porque
esto no lo ha revelado la carne, lo ha revelado el Espíritu de Dios. Sin ser yo una belleza física viste un
rostro de dios, mi parte interior. Apolo, Dios de la mitología romana, allí se contempla su estatua en el
Vaticano. Dios del sol, de la poesía, de la música, de las bellas artes. Como hombre, he ejercido el noventa
de las artes comunes y un gran deleite por las bellas artes que aún conservo porque mi corazón está joven
como si estuviera en los diez y ocho años de edad, siento el mismo gusto por las artes sencillas como por
las bellas, lo mismo que por las ciencias y la vida profesional. Más afeitado que un mister. Si, soy extranjero
en el espíritu porque del exterior en las células, porque en la tierra que habitamos, hay células de los
habitantes de Judá, células de María y células de Jesús.
´Apuesto como un galán cinematográfico¨. Exacto porque como dije anteriormente mi alma está de
nupcias extraordinarias. Cuando estuve en esa respetable oficina mis movimientos eran lentos y sin ninguna
desenvoltura elegante, mas sin embargo tu ojo vio unos ademanes como el de un conquistador de la
pantalla, el motivo es que me está encomendado poner en acción la expresión del Espíritu Santo cuando
habló en El Cantar de los Cantares de Salomón, porque cuál fue la parte más significativa y figura de la
iglesia en la vida de Cristo con relación a su amor y su prometida? Yo que soy el Cristo de hace veinte
siglos, lo sé. Fue una joven de cuerpo y alma, atractiva de líneas perfectas, de movimientos acompasados y
expresión divina en la palabra, como la prometida para un hombre digno. Fue la hija de Jairo! Cuando Cristo
la resucitó, estaba vestida de novia, porque las muertas jóvenes y vírgenes en todo tiempo las ajuaran
como para unas nupcias, extraordinarias. Cristo tomóla de la mano y díjole: “Muchacha, ven”. Y ella
despertó, y Cristo continuó: ven amada mía, paloma mía. Porque he aquí que ha pasado el invierno, háse
mudado, la lluvia se fue; hánse mostrado las flores en la tierra, el tiempo de la canción es venido, y en
nuestro país se ha oído la voz de la tórtola. Y en días posteriores la hija de Jairo decía: Por las noches
busqué en mi lecho al que ama mi alma; búsquelo y no lo hallé, lo habían crucificado como a un malhechor,
mas mi corazón continúa amándolo hasta la muerte. Las últimas frases tomadas del Cantar de los Cantares
de Salomón.
¨Que tengo figura de Papa y hablo como un Papa¨. Verdad singular. Con grande ansia esperaba estos
tiempos para manifestarme, a todos los que están sedientos de sabiduría, de grandeza y más grandeza
espiritual y material, para hablar como un gran pontífice. ¨Y probablemente le debe gustar mucho el vegetal
papa¨. Sí, a los dioses les ha gustado mucho, no solamente este vegetal sino también este mundo
terráqueo que tiene la figura de una papa y como de mal nos reciben. Cristo dijo: Dios Padre vino y no lo
conocieron. Los discípulos de este entendieron que había sido el profeta Elías, mas la conducta de Dios
Padre en la tierra fue la de un Dios, sin embargo hicieron con El todo cuanto quisieron de ignominioso. Vino
Cristo y la voz fue, al Gólgota, y allí murió solemne y grande.
Veinte siglos después en cumplimiento de profecías, habla la tercera persona de la Trinidad, diciendo:
Yo soy, y todo el que pudo hablar gritaba, a Bermejal, la manicomio, a ese lugar donde según la sociedad
está todo lo inservible, y según mi doctrina está lo más valioso. Allí fui conducido por las autoridades de mi
pueblo, y examinado lo acorde de mis ideas con los movimientos de mi cuerpo. Examinaron también mis
libros y el sello tipográfico de mi oficina, lo mismo que una hostia que me fue decomisada en una copa de
cristal. El 23 de febrero de 1939 a las 10 del día fue el acto más memorable que haya registrado la historia
del mundo. Allí en ese gran salón del manicomio de Medellín, a donde despacha el médico jefe y a donde fui
interrogado, estuvieron presentes la Trinidad de un Dios Padre, de un Dios Hijo, de un Dios Espíritu Santo,
allí estuvieron presentes la trinidad de la humanidad. Melquisedec, Cristo, Emmanuel. Allí tomó posesión del
Pontificado el que habla en su clase y categoría, como el Pontífice de la verdad. Al efecto de que soy la
verdad cuando fui interrogado, en qué punto de la misa íbamos? y contesté, que estábamos alzando, el
cielo contestó con un rayo en ese día 23 de febrero, que vino a manifestarse en la fracción de Medellín, de
San Antonio de Prado, cayendo en la casa del señor Antonio Rico, dejando tatuajes en la pared, alrededor
de la imagen del Corazón de Jesús. Cuando estuve en la casa del señor Rico, la esposa de este y sus
señoritas hijas en las observaciones que hicieron fue, que no se les olvidaba la fecha, porque ese día
anterior fue el primer día de cuaresma, día de la santa ceniza.
¨Envuelta en huevo¨. El profeta Isaías dice: Su nombre será Emmanuel, comerá manteca y miel para
que sepa deshechar lo malo y escoger lo bueno. Para envolver este vegetal, en huevo, se emplea la grasa,
manteca o aceite. Con aceite de olivo se unge a los Reyes y obispos, para indicar que estos grandes
hombres, ya están evolucionados para ponerse en comunicación con su pueblo o grey. Con el calor del
aceite de un par de palomas en celo se templa la luna de miel, y viene a fecundar un huevo y de este
tenemos un producto llamado paloma, emblema del espíritu Santo. Aquí tenéis a un hombre, que está
ungido con mucho aceite de olivos y que pretende una luna de miel, como dijo el profeta Isaías: su nombre
será Emmanuel, comerá manteca y miel para que sepa deshechar lo malo y escoger lo bueno. (C. 7.V.15).
Las palomas son bellas, dominan los aires y son mensajeras entre los hombres, el amor es como el
fuego, y en esta especie el celo es intenso; el espíritu Santo es todo amor. Antiguamente se hizo visible en
forma de paloma según la Sagrada Biblia, el nombre de Emmanuel fue para Cristo, mas no fue nombrado
así porque los tiempos no habían sido cumplidos, sino hasta el presente. ¨Y que la razón se traspapeló y no
la ha podido encontrar¨. Tiene razón porque dije cosas parecidas a las que han dicho los pobres orates en
el año anterior. Unos dijeron: soy avión, otros, soy Eva, y otros soy Cristo; lo único que no dijeron fue, soy
Dios, porque este título me estaba reservado. Como he dicho yo fui anunciado por los profetas antiguos y
por los profetas del día, los de 1938. A estos pobres locos, yo me honro en presentarlos como mis
profetas y de probarlo que si son para toda mente que entienda y quiera entender, y que teniendo ojos sí
vean y oídos sí oigan. Porque en verdad os digo: bienaventurados los locos de quienes voy a hablar porque
ellos son semejantes a Dios.
Textualmente dice el señor redactor: ¨que por habérseme traspapelado la razón está seguro, por
primera vez en el internado de Uribe Calad sito en Bermejal va a tener el primer Papa¨. Bermejal, este lugar
es la gran Montaña de las bienaventuranzas colombiana, el Calvario del nuevo Mundo donde se dictó la
sentencia para que se repitiera la estocada de Longino. Mas por qué se repitió esto y en qué forma?
Cuando Cristo allá en Jerusalén, fue herido por la lanza de Longino ya había expirado, y no padeció y al no
padecer faltó algo por redimir. Ese algo fue la redención completa de la mujer. Por boca de Moisés dice el
Espíritu Santo: creó Dios al hombre y luego dijo: no es bueno que el hombre esté solo y de una costilla le
hizo una compañera que fue la mujer. Dios por medio de Cristo redimió al hombre y luego no es bueno que
la mujer quede sin redención y para este efecto ordenó el doctor Uribe Cálad que se me diera la estocada
de Longino, extrayéndome el líquido de la columna vertebral, para completar el diagnóstico del examen
alienístico.
Con esto la mujer fue redimida por medio de la costilla de un Dios hombre porque infundió Dios un
sueño profundo a Cristo que duró 20 siglos y luego Longino hirió la costilla de Cristo donde termina, y un
cirujano completó la operación hiriéndome en la columna vertebral donde tiene su asiento la costilla con la
cual fue redimida la mujer. Esta operación no es nada agradable y mucho menos para los que tenemos
carácter de Cristo, porque en ese momento la divinidad nos deja sufrir todo el dolor y multiplicado más que
a cualquiera otro hombre, porque es redimiendo, satisfaciendo a Dios. Observo que las autoridades y
empleados que les ha tocado intervenir en este asunto, no tengo nada que lamentar de ellos, cumpliendo
con su deber han sido correctos conmigo, tanto los de Barbosa como los de Medellín, todos han sido muy
bien hasta la fecha, porque sus actos es en cumplimiento de las profecías, entre ellas el Capítulo cuarto del
profeta Isaías y para ello inserto el verso primero que a la letra dice: Y echarán mano de un hombre siete
mujeres en aquel tiempo, diciendo: Nosotras comeremos de nuestro pan, y nos vestiremos de nuestras
ropas: solamente se ha llamado tu nombre sobre nosotras; quita nuestro oprobio. Esas siete mujeres son
todas la mujeres del orbe que ya es plena su redención con la segunda y última estocada de Longino. El
aprobio significa muchas cosas entre ellas que se les quite la venda para entender mejor la verdad, que se
les reconozca sus méritos, los cuales el hombre los ignora, sobre todo lo más importante, y yo soy ese
hombre que daré a conocer esos méritos, en tiempo oportuno. Que el manicomio de Medellín va a tener el
primer Papa? Si esto ya se cumplió en el lapso de tiempo cuando estuve allí examinándome a ver su era un
verdadero atleta para la empresa espiritual que anunciaba”.238
La persecución de que hablaban Zafir y el papa, está en el testamento: “Pasé por los tres años
anunciando qué iba a suceder y los que me oían preguntaban que cuándo iba a ser eso? Y yo les
contestaba, que cuando su santidad Pío XI muriera. Efectivamente desde enero de 1939 en que murió su
santidad Pío XI, empezó la persecución contra nuestra persona, acusándome ante la gobernación del
Departamento nuestros enemigos personales, entre ellos había dos sacerdotes: El Pbro. Jesús Antonio
Arias, cura y el Pbro. Octavio Aguilar coadjutor. Me acusan de que tenía el pueblo alborotado, por nuestras
ideas místicas y religiosas, que ejercía la profesión de odontólogo, sin autorización legal. Presenté ante el
señor alcalde el papel que me facultaba para ejercerla. En tiempo atrás había ejercido la medicina y me
acusaron de que estaba ejerciéndola sin autorización alguna, entonces presenté ante el señor alcalde del
municipio no solamente uno sino dos títulos más que me autorizaban para ejercer la medicina en sus
distintas faces o asignaturas.
Intrigaban también, de estar loco, mas como no es así, porque en el examen que me hizo el doctor
Uribe Calad y sus colaboradores declaró lo siguiente: ¨El señor Antonio Hurtado sufre un delirio
sistematizado crónico de matiz místico, que puede considerarse como una verdadera teomanía con
desdoblamiento de la persona consciente y coexistencia de la personalidad mística con la personalidad real,
observándose en él la singular circunstancia de que una y otra, pueden actuar sus esferas respectivas, sin
perjudicarse recíprocamente, porque hay establecida una especie de jurisdicción individual para el ejercicio
de las actividades que a cada una de ellas corresponde. Firmado Lázaro Uribe Calad. Efectivamente no lo
estaba según los puntos analizados por el especialista y no necesité tratamiento de ninguna especie en ese
tiempo ni ahora. Los que sí resultaron locos en ese año fueron los que me acusaron de ese mal, Pbro.
Obviamente los tiempos son un signo de la vida y cada tiempo, si hacemos caso de las profecías,
tiene su propio signo. Realmente don Antonio aparece adelantado a los signos del Vaticano II y sufrió la
incomprensión de un sacerdote que hubiera hecho de él un laico religioso de invaluable labor, como la
pensarían posteriormente los documentos del último Concilio y de Puebla. Efectivamente el padre Arias
parece que amenazó con excomunión o excomulgó en dos oportunidades a don Antonio, según se colige
de lo publicado en la prensa. La primera ocurrió en 1939: “...el padre Arias de Barbosa, parapetado desde
su púlpito, lanzó excomunión al ¨santísimo padre¨ Pío Antonio Hurtado, sucesor de Pío último, junto con el
cardenal Paccelli. El único mortal que nos dio la honra de sentirse en un Vaticano, levantado por su santa
fantasía en Barbosa, Sucursal de Roma, agencia imaginaria de los cardenales y sede pontificia de Antioquia.
Lo ´despapó´ de un guascazo, tirándole desde el púlpito una excomunión al expapa ´su santidad ´ Antonio
Hurtado, registrándose por primera vez en la historia del mundo, que un presbítero deje en cesantía a un
´papa´, desembaculándolo todo y dejándolo ´empapado´ en la más sacrosanta de las angustias.”240
La segunda ocurrió en 1944: “Una nueva y original salida acaba de hacer el ¨Papa de Barbosa¨,
odontólogo Manuel José Hurtado, quien el sábado, víspera de Ramos, puso en apuros a las autoridades de
aquella población y provocó la ira del cura párroco, quien según se dice, condenó desde el púlpito, con
amenaza de excomunión para los asistentes, a un rito que preparaba el popular pontífice.”241
Veamos ahora lo que recuerdan sus familiares, trabajadoras y amigos, que lo evocan con cariño y
nostalgia, como añorando esos tiempos idos, cuando lo tenían a su lado de viva voz y de cuerpo presente
en los avatares de la vida, que lo pasaban del papel de dentista al de papa en un mismo día. Sobre esto ya
han aludido los testimonios anteriores, pues para los allegados a don Antonio es muy difícil separar lo uno
de lo otro.
239 TESTAMENTO del suscrito Antonio Hurtado Hernández. Barbosa, abril 28 / 1955. pág. 2. Archivo de Marino Henao.
240 EL BATEO. Medellín, junio 3/1939. Serie VI, No. 2144
241 EL DIARIO. Medellín, abril 4/1944. Año XV, No. 4201
5.3. LAS VISITAS AL VATICANO
“El destino mío era portera, y cuando venía gente de varias partes, hasta de Inglaterra, de Bogotá, de
Estados Unidos a visitar al Papa y conocerlo, yo avisaba a las muchachas que estaban trabajando con él
que había llegado gente a reportarlo y ellas lo arreglaban de Papa, él se vestía de Papa y salía a dialogar
con esa gente y les daba El Emmanuel. Unos salían contentos a ver su inteligencia y otros había que hacían
gresca. La gente que venía a visitarlo le preguntaba quién era él y les decía que era el Papa, que él era
Dios. Le preguntaban ¿qué milagros hacía? ¡Ah! los milagros que yo hago, que por ejemplo, un temblor de
tierra, eso lo hice yo, decía él.
-Oiga don Antonio, ¿pero usted hace esas cosas o qué?
-No, es verdad. Yo soy Papa, yo soy Dios. ¿Usted no me cree?
-Nosotros sí le creemos.
Entonces le hacían más preguntas sobre la Cena del Jueves Santo. Él les contestaba que hacía la cena
y que se componía de doce niños y era pues, una cena completa como la hacen en las iglesias, y una vez le
hicieron dar mucha rabia, cuando quedó descomulgado. Mucha gente vino a visitar al Papa... don León
Zafir, la poetiza cubana Dalia Iñiguez... mucha gente, imagínese que venía gente desde Inglaterra, de
Bogotá, de Medellín, de Estados Unidos unos que parecían místeres y como él sabía tanto hablaba con esa
gente. Vinieron unos ingleses una vez y él los desidembocó (sic) que por cierto a nosotros nos causó
mucha risa. Cuando venían las visitas él tenía la máquina de retratar lista y se vestía de Papa o se vestía de
cachaco y se retrataba con las visitas. Esas fotos le quedaron a una tía mía y una vez le dio por botar todo
eso, arreglar el escaparate y quemar todo. Ahí fue donde quemó todos los Emmanueles que le ayudaban a
hacer Julián y Bernardo García. Una vez el abogado Jorge Ochoa iba a dar una fiesta aquí en Barbosa y
buscaba una persona para hablar en la coronación de la reina y se acordaron de don Antonio y fueron y le
dijeron:
-Don Antonio, venimos a rogarle para que usted diga el discurso de coronación de la reina. Dijo el
Papa: -Ni de riesgo, yo no puedo decir ese discurso. ¿Ustedes no saben que yo soy Dios, cómo me voy a
poner a elogiar a una reina?”242
Doña Abigail y don Pastor no se dieron cuenta qué hablaba don Antonio con los visitantes, así nos
respondieron: “No, realmente yo no estuve en ninguna visita, pues estaba tan niña y era muy tímida. Yo me
acuerdo que llegó León Zafir y conversaron toda una tarde. Él era muy amigo de León Zafir, pero no me dí
cuenta de qué conversaron, porque me llamaron y me dio mucha pena ir...” Don Pastor agrega: “Es que en
ese tiempo había aquella ley para nosotros los niños, de no meterse en las conversaciones de los mayores,
y por ahí uno veía la reunión, pero había que pasar muy retirado, muy alejados, porque era reunión de
gente adulta y uno no estaba en condiciones de arrimarse. Nosotros éramos jóvenes, sobre todo cuando
ese apogeo de él. La época más dedicada a eso del papado fue más bien de 1945 en adelante, pero no
todo el tiempo, cuando él se pasó para la segunda casa ya llegó con los ánimos más caídos...”244
Todos son acordes en informar que venía mucha gente importante a visitarlo, pero casi nadie se
acuerda del nombre de los personajes. Julio Carvajal Gil dice: “Numerosos periodistas de todos los matices,
nacionales y extranjeros, y personas importantes se acercan frecuentemente a conocerlo y a tomarle
reportajes. Un famoso periodista y escritor colombiano en compañía de la poetisa internacional Dalia
Iñiguez, visitándolo y pidiéndole su apostólica bendición como hijos sumisos de la Iglesia.”245
No se sabe a ciencia cierta, pero se cree que don Antonio recibió visitas de Libertad Lamarque y de
Alfonso López, padre e hijo, pues se sabe que ellos fueron muy amigos de don Bernardo Jaramillo y con
frecuencia iban de incógnitos a la hacienda del último. Don Bernardo tuvo visitas de importantes
personalidades de la vida política y económica del país y es muy posible que esas visitas llegarán al
Si bien es cierto que don Antonio tuvo muchos visitantes, también es cierto que poco salía y que no
visitaba casi a nadie. Las salidas más comunes que hacía eran a Medellín a proveerse de materiales para la
dentistería, a asistir a las programaciones de teatro y música clásica y a comprar cuadros, imágenes y
libros. Las salidas que han causado mayor efecto en la imaginería popular era a Charco negro, “laguna que
guarda tanta leyenda para los barboseños como lugar encantado y enigmático”. “A veces iba a pasear a
Charco Negro o al Morro de la Virgen. Nos llevaba a nosotras, las más pequeñas. Nos sentábamos allá y
teníamos que leerle El Colombiano. Le gustaba que le leyéramos los estados judiciales y no más.
Llevábamos el algo y por allá nos lo tomábamos.”248
Todos sus allegados lo recuerdan como un ser privilegiado en inteligencia, culto, buen lector, buen
hablador y conocedor de muchos oficios. “Yo sé diez y ocho artes –me decía -, soy carpintero, ebanista,
joyero, sastre, costurero, dentista, taumaturgo, orfebre, mecánico dental, orador, periodista, escritor,
biógrafo, fotógrafo, médico, veterinario, filántropo...” No, es imposible acordarme de todas, imposible, yo
era tan pequeña cuando él decía esas cosas. Tenía una máquina de coser y cualquier día decía: -Hoy
vamos a fabricar una camisa para mí. ¿Qué idea iba yo a tener de coser? Yo tenía nueve, diez años, pues
“Lo que si es cierto es que para hacerle un traje a él era algo muy difícil, porque el sastre tenía que
pegarse a lo que él dijera, a lo que él quería, porque como él conocía de eso... A mi me tocó ver que los
Guzmanes le hacían la ropa a él. Cuando quería mandar hacer un vestido llamaba al sastre, le entregaba el
corte y le decía: -Cuando lo tengas cortado me haces el favor de llamarme. Y cuando él iba a la sastrería y
no veía el corte como lo había mandado hacer, él hacía dañar más tela, porque decía que un vestido entero
debía quedarse a uno como era, o nada. Para probarse el pantalón él hacía conclillas delante del sastre
para ver si el pantalón no le jalaba de alguna parte, porque si le jalaba de alguna parte, el sastre tenía que
arreglárselo o cambiárselo. Era estricto en el vestir, por eso le gustaba usar ropa amplia como era la
moda.”250
“Una vez contrató dos sastres, uno para que le hiciera un chaleco y el otro para que le hiciera un
pantalón. Alcides Herrera le hizo el chaleco y se lo llevó a probar y le quedó muy chiquito y él le dijo: -Ajá,
ajá, esto está muy pequeño. Alcides le dijo que eso le estiraba. Estaban en estas, cuando llegó Ramiro
Guzmán con el pantalón para que se lo midiera. Don Antonio se lo midió y le quedó largo. Entonces Ramiro
le dijo que se lo había dejado así, porque ese paño encogía. Y don Antonio dijo: -¿Cómo es la cosa? Ajá,
ajá, ajá. ¿Cómo es la cosa pues? El uno dice que encoge y el otro dice que estira. ¿Cómo es la cosa? ¿Ah?
Como el chaleco ya no tenía remedio, Ramiro tuvo que arreglar el pantalón.”251
“Don Antonio hacía muchos oficios, muchas cosas. Hizo la silla de la dentistería, esa que está ahora
en la Casa de la Cultura. También era sastre, él mismo hacía los sacos de la dentistería. Él cosía en la
máquina de coser, que fue una de las primeras que llegaron a Barbosa. También tenía máquina de escribir.
“Tenía una silla muy bonita, de esas coloniales y él mismo con los trabajadores la puso encima de un
tablón le mandó poner ruedas y nosotros teníamos que correrlo a él sentado.”253 “Yo trabajé con él allá en
la dentistería, pero trabajé fue aprendiendo artes con él. Algo de la carpintería que yo sé, se la aprendí a él,
porque las sillas que él usó eran hechas en la carpintería que tenía en la casa. A mi me tocó ayudarlas a
hacer con Vicente Hurtado, un primo que ya murió. La silla que está en la Casa de la Cultura fue fabricada
por él y es muy bella. Él propiamente no la fabricó, él la diseñó. Cuando él iba a hacer un mueble él ya lo
tenía pensado y mandaba llamar al carpintero, le dibujaba el mueble y le decía: hágamele esto, súbamele
más allá, aquí usted no puso la medida. Él reclamaba, él era muy exacto en esas cosas, fue muy preciso
con todo lo que hacía. Era el conocimiento de sus artes, había adquirido buenos conocimientos.”254
“También quiso ser médico dizque curando el cáncer. Mandó a timbrar tarjetas porque en realidad le
estaba haciendo el bien a una señora de El Hatillo curándola del cáncer. La señora dizque se sentía muy
bien, entonces ya mismo mandó timbrar tarjetas para hacer propaganda y me mandó a mí a sacar la
licencia y esos médicos no hacían sino gozarme. A mí no se me daba nada, yo estaba haciendo un
mandado, ganándome mi plata, estaba regando las tarjetas. A fin se enfermó y no pudo hacer nada
más.”255
Otra de las artes que desarrolló don Antonio fue el periodismo, si se puede llamar así la escritura de
su doctrina. Según don Pastor y doña Abigail, don Antonio escribía mucho y parece ser que “El Emmanuel”
fue un gigantesco texto de unas diez mil hojas que le ayudaron a escribir como amanuenses los hermanos
García, quienes rotundamente se negaron a la entrevista. “Había dos periódicos, el de Jesús Cañas, que se
llamaba “El Valor”, con el abogado Jorge Ochoa, y el de Toño que se llamaba “El Emmanuel”. Entonces
Jesús Cañas le tiraba a él “El Valor” y él a Jesús Cañas en “El Emmanuel”. Se decían hasta cosas bastante
fastidiosas...”257
La cultura de don Antonio, se puede decir sin lugar a dudas, era la más amplia de Barbosa en las tres
últimas décadas de su vida. Fue un gran lector de obras de medicina, de odontología, de literatura, de
biografías y de libros religiosos como la Biblia y la obra de los Padres de la Iglesia. La obra que más leyó
fue la Biblia, de la cual recitaba versículos y pasajes casa vez que lo creía necesario. Doña Abigail recuerda:
“Me levanté al lado de él, dándome cuenta que era un hombre muy inteligente, pues en la época que yo era
una niña de ocho o diez año, yo sabía quién era Gandhi, quién era Hitler, sabía de la historia de los papas,
de Lutero. Él era muy versátil y le gustaba la historia mundial. Yo venía del Colegio a la hora del almuerzo y
tenía que sentarme a leer un libro interesante. Aunque yo no entendiera, a él le gustaba que yo se lo
leyera. Le leía la historia de los papas, la biografía de Lutero, de Gandhi, que lo admiraba sobre manera, y
él me explicaba que Gandhi era como un papa, que así como veíamos al Santo Padre de Roma, como una
256 Ibid.
persona muy importante para nosotros, que en la India él era como un papa, lo admiraba y lo tenía en fotos
de la prensa y me explicaba que Gandhi se gastaba el mes como seis o siete centavos en comida, porque
era muy metódico y santo, que oraba mucho y que tenía una mente muy clara.”258
La tercera y última encíclica de la candidatura papal, don Antonio la hizo en 1939, cuando murió Pío
XI. En esos días también envió los telegramas al cuerpo cardenalicio en Roma. Nuestra fuentes orales se
acuerdan muy poco de estas cosas y no dan razón de otros hechos similares, posiblemente porque don
Antonio hacía esas cosas personalmente y sin intermediarios. Nuestras fuentes se acuerdan de algunas
ceremonias que se realizaron bajo su dirección. Cuando llegaban los visitantes le preguntaban sobre la
cena que realizaba y él respondía. Recordemos con doña Ofelia: “Él les contestaba que hacía la cena y que
asistían doce niños, y era, pues, una cena completa como la hacen en las iglesias. Él compraba las telas y
mandaba hacer los mantos y todo. Mandaban comprar las frutas, los corderos de pan, las sardinas. Los
panes los mandaba hacer donde las Aguirre que hacían muy buena parva. Una vez le hicieron dar mucha
rabia, cuando quedó descomulgado. Él hacía las procesiones en la casa. Al padre Arias no le gustó y una
vez le dijo a don Antonio: -A mí no me gusta eso don Antonio, que se ponga la virgen de burlesco por ahí y
en procesiones con sus obreras. Y él le contestó: -Pues vamos a ver quién va a poder.
Ese día salió a hacer su procesión por el comercio y entonces el padre lo descomulgó a él y a toda la
familia. Nosotros no podíamos ir a la Iglesia, porque estábamos descomulgadas. La mamá de él salía a la
calle y le tiraban piedra. Eso fue en una Semana Santa, porque era cuando él hacía la cena del Jueves
Santo. La celebraba en la casa. Yo era uno de los doce apóstoles. Nos ponía mantos, así como lo
realizaban en la iglesia y en las procesiones. El resto de los apóstoles eran de la familia y de las obreras:
Altagracia Meneses, Abigail y Claudia García, Nina Ríos, Elvia Bustamante, María de Jesús Restrepo, Aura
Suaza, Fabiola Sánchez, Eustelly y Ofelia Osorno, Ramón Rico y otros que no me acuerdo hasta completar
los doce apóstoles. El año que no le dejaron hacer la procesión él se puso muy bravo, pero hicimos el
reparto y no nos tocó nada a ninguno de la familia, por el asunto que le dio rabia y dijo:
“Le voy a contar de una procesión que fue muy bonita, de un 25 de diciembre. Tenía un niño Jesús
hermosísimo y lo sacó a la procesión. No podía caminar sino una cuadra con él, porque el cura que había
allá, en ese tiempo le salía por cualquier parte. No lo dejaba hacer sus inquietudes, lo que él quería hacer.
Bueno, hacía procesión de una cuadra y volvía a la dentistería, después ya repartía vino a los asistentes y
mucha gente iba a las procesiones cada año, porque cada año las hacía. Recuerdo la de un Jueves Santo,
cuando él repartía la cena. Eso eran unas cenas... Él mandaba hacer el pan en las mejores panaderías de
Medellín, el pan era muy aliñado y traía sardinas de una marca “Magilde” o algo así, todo eso era muy fino.
Preparó todas esas cosas y a las tres de la tarde la cena. Entonces él iba a hacer primero una vueltecita
por la manzana simulando una procesión y cosa tal y después la cena en la casa. Ya los apóstoles estaban
nombrados, eran muchachos de catorce o quince años en ese tiempo. Entonces iba con el desfile, por ahí a
cuadra y media llegó la policía, hizo devolver la procesión otra vez y se la hizo entrar a la casa. Él iba
caminando a un lado como representando ahí la procesión y cuando se presentó la ley, la hizo devolver.
Cuando entramos a la dentistería, sacó una bocina que mantenía, porque en esos tiempos no se usaban
parlantes todavía, la sacó por la ventana y dijo:
-He tenido que suspender la procesión, porque las autoridades eclesiásticas y civiles no me dejan
hacerla, pero la cena sí la he de hacer aquí, porque mi casa es mi casa y aquí tiene entrada todo el mundo.
Don Argemiro Henao recuerda las procesiones: “Él tenía una imágenes ahí de los apóstoles y
celebraba su semana santa, salía con su procesión. El padre con la procesión de él por el lado de abajo y
don Antonio con su procesión por el lado de encima. Cuando él estaba celebrando una semana santa el
padre Arias se enojó mucho, y que no le interrumpiera la semana santa de él, la procesión que él estaba
haciendo, le hizo entrar los santicos y le hizo cancelar la procesión. Don Antonio era muy creyente. Decía
que como un sacerdote hacía su procesión, estaba en su semana santa, uno también podía estar con Cristo
y hacer su semana santa, así me lo decía él a mí.”261
Otra de las ceremonias que se celebraban eran las misas, pero de ninguna manera se trataba de
misas que pudieran llamarse sacrílegas, no eran las misas del ritual romano, sino de una apariencia de
misa. Veamos lo que dicen quienes asistieron: “El Papa tenía en su Vaticano imágenes de bulto y cuadros
con imágenes de santos al igual que las demás cosas de la iglesia, como custodia, copón, porque él decía
misa todos los días, ahí donde tenía una capilla. La misa se la ayudaba a decir una hermana mía. Leía la
Biblia y cuando eso no la dejaban leer. En esa ceremonia de lectura de la Biblia él nos daba a comulgar a
nosotros, yo recibía la comunión. La misa él la decía en latín como en la iglesia... Es que ese hombre era
muy inteligente. Para decir las misas don Antonio no usaba vestiduras eclesiásticas, lo hacía con una blusa
blanca de las mismas que usaban en la dentistería. Asistían a la misa las obreras, las sobrinas y los
García.”262
Desde 1937 que inició sus proclamas y acciones tendientes hacia el pontificado tuvo problemas con
los sacerdotes de la parroquia, porque éstos se oponían a los rituales externos, especialmente las
procesiones, y posiblemente a las doctrinas de don Antonio que se proclamaba la tercera persona de la
Trinidad o el mismo Dios. No obstante estas ideas teomaníacas o de misticismo, don Antonio fue un gran
lector de la Biblia y de otros textos eclesiásticos incluidas las profecías de Malaquías, como se puede ver en
los textos publicados de “El Emmanuel”, que al parecer eran un grande libro que no concluyó del todo y
que sólo publicó una mínima parte. La cláusula segunda del testamento lo dice: “Creo por convicción y por
hechos que tiene una gran misión en el campo religioso, para hacerla e iniciarla como lo dice, que no
habiendo escrito lo suficiente y no pudiéndolo hacer ahora por el agotamiento físico y mental, hube de
llamar a un confesor, al padre Mesa, gran predicador (ciego) para que me absolviera si había faltado por
no haber escrito lo suficiente.”264
Esa iniciación de que habla era la nueva doctrina, su doctrina, hija de su catolicismo y de su lectura de
textos sagrados, de padres de la iglesia, de vidas de papas y de otros libros. Esa doctrina proclamaba la
Trinidad humana y divina representada por Melquisedec que era la humanización del Padre eterno, por
Cristo que era el hijo y por don Antonio que era el Espíritu de la verdad. Ya vimos en un texto de don
Antonio sus problemas con el padre Arias, sus disgustos por el espacio de las procesiones, que llevaron a
los artículos de prensa de 1939 y 1944, épocas grandes de la actividad mística y teomaníaca de don
Antonio. La mayoría de los conflictos fueron con el padre Arias, quien defendía a capa y espada su poder
espiritual legal contra las que consideraba usurpaciones de don Antonio. Veamos lo que dice doña Abigail:
Julio Carvajal Gil, en su libro “Huyendo por Honor”, anota: “El cura del pueblo lo ataca rudamente
desde el púlpito, como tránsfuga de la fe y un peligro para los creyentes y previene a los feligreses para
que no atiendan sus sandeces”. Citando “El Emmanuel”, este autor copia las palabras de don Antonio:
“Como el cura me zahirió públicamente desde la cátedra sagrada, lo maldije y he aquí que la voz divina no
se hizo esperar: los rayos y centellas que cayeron ayer en la tempestad que azotó al pueblo y que destruyó
parte del templo fueron castigo y efecto de mi maldición.”266
“Antes de que el padre Pérez llegara hubo un incidente con un padre que llegó y esa es otra faceta
de mi tío, que cuando se ponía bravo era miedoso, fuerte en la palabra. Él sacaba “El Emmanuel”, lo
mandaba imprimir en Medellín y ahí venían noticias de los personajes de Barbosa, por ejemplo de don Luis
Bustamante, don Antonio Hernández, el alcalde de la época, en fin. Él metía el periódico en un sobre y lo
marcaba para el señor fulano de tal, y como tenía mensajeros, ellos repartían el periódico por todas partes.
Cómo le parece que llegó a Barbosa el padre Fernando Posada y don Antonio le mandó el periódico y el
padre lo leyó y se aterró y sin preguntar nada y sin saber quién era el personaje, lo rompió y lo hechó en el
mismo sobre y puso por encima: “Para ese señor Hurtado”. Mi tío lo recibió, no moduló, hasta se sonrió.
Pasó un mes, dos meses, como mi tío era un personaje interesante, tal vez yo me imagino que le
“El padre Arias vivía enojado con don Antonio. El padre enseñaba catecismo todos los domingos a las
doce del día, iban muchos muchachos y en la enseñanza el padre preguntaba: -¿Cómo se llama el Papa? Y
los muchachos contestaban: -¡Don Antonio Hurtado!268 “En esos días ya cambiaron el párroco y vino el
padre Pérez. Entonces le contaron que había un señor que decía que era el papa, que él era Dios,
entonces dijo el padre: -Yo lo tengo que ir a conocer. Y fue a conocerlo, habló con él y después dijo: -Yo no
le veo nada a ese señor, nada. Y fueron muy buenos amigos. Quizá él le dejó todo a la iglesia. Cuando el
padre Pérez, él no volvió a hacer procesiones pero hacía las cenas, lo mismo que antes.”269
“A raíz del cambio del padre Arias por el padre Pérez estábamos muy asustados. Mi abuela me
comentaba: -Si con este padre nos fue tan mal, cómo irá a ser con la venida del nuevo cura, de pronto sea
bien bravo. En alguna oportunidad llegó el obispo a confirmar y como la liturgia del obispo es que cuando
llega a un pueblo tiene que vestirse en una casa antes de entrar a la iglesia y eligieron la casa de Toño, de
mi tío. Allá estaban las túnicas, ese gorro que se ponen, el callado o bastón que llevan. El obispo quiso
vestirse en la casa de don Antonio, eso fue muy mentado y limpió un poquito, por decir algo, la mala fama
que tenía con el cura anterior.”270
¡Ave María! El padre Pérez lo primero que hizo después de asentarse bien en el pueblo, fue hacerle
una visita a mi tío y las palabras que le dijo entrando a la casa fueron: -Bueno Antonio Hurtado, Papa de
Barbosa, viene el párroco a saludarte. Ese recibimiento y ese tope de los dos fue maravilloso. Mi tío le
explicó lo de él, le puso todos los antecedentes, de lo cual el padre salió maravilloso y después, afuera,
“Al comienzo no lo dejaban hacer las procesiones, al fin lo dejaron hasta que se calmara. Los
sacerdotes, especialmente el padre Guillermo Vega Bustamante y el padre Rafael Jaramillo y el padre Rafael
Henao de Marinilla hablaron con él. Con ese padre Henao conversaban en mucho secreto y nosotros no
podíamos oír y ese padre gozaba mucho con las cosas que él le contaba, yo no sé de qué hablarían. Él se
preocupaba mucho por la confesión. Cuando se iba a confesar decía: -Vaya dígale al padre que yo me voy a
confesar y muchos sacerdotes venían y lo confesaban y se admiraban de su educación y el padre Pérez le
traía bajo palio la comunión. Eso parecía raro, porque el padre Pérez no le llevaba la comunión a nadie,
sólo a él. Y don Antonio le mandaba su limosna especial para la Semana Santa o para cualquier fiesta, entre
una cubierta; yo era la de esos mandados, me tenía más confianza. Él mandaba esos sobres, yo no los
destapaba y nada se los llevaba al padre. Cuando en cierta ocasión le dio por confesarse, porque hacía 25
años que no se confesaba. A Barbosa iba un sacerdote muy especial a hacer los ejercicios espirituales. Era
el padre Antonio Mesa. Era ciego. A don Antonio le cayó en gracia y me dijo: -Vaya donde el padre Pérez y
le dice que me haga el favor de decirle al padre Antonio que me venga a confesar. Como era ciego, no lo
veía y así fue que lo confesó el padre Mesa y la confesión duró dos horas y luego que se confesó, al otro
día fue el padre Pérez y le llevó el viático bajo palio y así se iban llevando.”272
“Estando en su lecho de muerte le dijo al padre Pérez que si le cumplía una cosa que él le iba a decir
y el padre le dijo que sí, que lo cumpliría desde que pudiera. ´Yo quiero que cuando yo esté en mi cajón,
porque él no decía caja, me pongan mi vestido de Papa´, entonces el padre dijo: Sí, Toño, te voy a cumplir
tus órdenes, pero no se cumplieron porque el padre dijo: ´No me gusta ponerle ese vestido de Papa por
las murmuraciones, es mejor que se lo pongan debajo de la cabeza como almohada´, y así fue. Le pusieron
un hábito y el solideo también se lo colocaron debajo de la cabeza.”273
Aquí, humanitarismo significa dos cosas: educación y caridad. Ya, en varias ocasiones, se ha hablado
del magisterio de don Antonio con sus trabajadoras a quienes enseñó las diversas artes que sabía. Pero su
inquietud pedagógica no se quedó en eso: “El creó un kinder para toda la gente pobre de aquí de Barbosa,
a los niños les daba la alimentación todo el día y les enseñaba toda clase de juegos. También fueron los
primeros juegos mecánicos que entraron aquí: el columpio, el mataculín y otros deportes que tenían dentro
de la misma casa para los niños. Él especializaba a las obreras para que les enseñaran y compraba revistas
para los niños. Eso era gratis todo. Había como veinte o veinticinco alumnos, era mucha gente y todo corría
por cuenta de él. A la mediamañana se les daba frutas, leche y cosas especiales. Al almuerzo coladas,
frutas, dulces, cosas muy simples y alimenticias. Comida no se les daba porque el horario era de nueve a
tres de la tarde. Ese kinder duró por ahí unos cinco años.”274
“También le cuento de especial que él tuvo un kinder gratis. Como le digo, la dentistería le dio dinero
para hacer todo lo que provocó. Era un kinder con todas las de la ley y yo era la profesora de costura. Yo
tendría por ahí unos catorce años, pero como yo estudiaba en el colegio de las Hermanas de la
Presentacion y en esa época le enseñaban a uno a bordar, yo era la profesora de costura. Lo único que él
le decía a los niños cuando llegaba era que le dijeran: ´Buenos días Magister´. Había otra profesora que les
enseñaba urbanidad, cómo se debe coger la cuchara con la mano derecha. etc. Don Antonio no les
enseñaba cosas raras. La gente estaba encantada porque era gratis y les daban a los niños el algo, en fin
una cosa muy organizada y normal. Ese sacerdote se lo hizo dejar, que porque estaban enseñando cosas
horribles, que estaban torciendo la juventud.”275
Doña Ernestina Agudelo, recordando su niñez y sus estudios nos dice: “Asistí a la escuela del Papa...
cuando iba para el colegio, me entraba y llegaba tarde al colegio, porque él nos daba plata. Lo saludaba a
uno: -¡Bonus días párvula! Y uno le contestaba: -¡Bonus días Magister! Le perseguíamos cuando salía con
una cuchilleja, por allá por los lados del colegio y se subía al morro de la Virgen. La gente decía que iba a
enterrar plata, y ¡mentiras!, iba a hacer necesidades por allá y llevaba un calabocito y nosotros creíamos
que iba a enterrar plata y lo perseguíamos más de una vez, pero nunca le vimos enterrar nada.”276
274 Ibid.
275 Entrevista a Abigail Gómez de Londoño, ya citada.
276 Entrevista a Ernestina Agudelo. Cassette No. 30. Feb. 29/1990.
Doña Elvia recuerda el kinder: “Yo soy de 1935 y de chiquita estuve allá en la escuela de don Antonio.
Él era muy de mi casa. Como él era tan pesado se sentaba en un taburete de cuero fino que había
destinada para él. Iba los viernes a cenar a mi casa.”277 Don Antonio en su personalidad de Papa se
preocupaba mucho por los pobres. Ya vimos un testimonio sobre esto. Ahora queremos describir las
maneras que usaba para dar limosnas y las triquiñuelas de los limosneros para obtenerla. El Papa de
Barbosa cuando daba la limosna colectiva en días especiales hacía una lotería. “Hagamos la lotería de los
pobres, hagamos la lotería especial para los niños. Él tenía una ruleta y la obrera que le tocaba esa función,
entonces hacia la rifa como la lotería de Medellín, cada ocho días. Los niños que venían a la rifa eran
ajuntados ahí afuera y se les daba un número a cada niño y eso iban señalando los números. Entonces la
ruleta jugaba y se premiaba a los niños con plata. Eso era para los niños y para la gente adulta. ¿Cuándo
les daba? Yo no sé, es que él era muy raro, muy estricto, como en un silencio, él no tenía sino
comunicación con las obreras, las educaba, las organizaba, la instruía, quería mucho a su personal. Es que
prácticamente se puede decir que él era el hombre más humano de aquí. Creo que ni antes, ni después de
él, ha habido un hombre tan humano como Antonio, son bobadas, pues él botaba la plata, se puede decir,
en la gente, en los niños, en los pobres, los ancianos... él se entrevistaba con la misma gente, no es que él
iba a entregar plata como pa´la comunidad, la entregaba directamente a la gente pobre, él la daba: ´tóme,
tóme´, sin hacer escándalo ni nada, sin hacer ninguna clase de bullas...”278
“Los domingos a las tres de la tarde empezaban a llegar los limosneros, quince o veinte, casi que era
una obligación. Yo creo que ellos pasaban el día en el pueblo recogiendo limosnas, pero a esa hora iban a
la casa de don Antonio y hacían hasta fila para darles tres centavos, dos, un centavo. Es que era buena
limosna, como decir dar hoy cien pesos. Y cómo le parece que me cuentan, no me tocó el entierro de él
porque en esos días nació mi quinto hijo, que como murió un sábado y lo enterraron un domingo, entonces
los limosneritos fueron a pedir su limosna sin darse cuenta y se encontraron con que él ya había muerto y
que el entierro más hermoso acompañado de toda esa gente, pues lo rodeaban, ¿no le parece lindo?”279
“Me acuerdo que el día 24 de octubre, día de San Rafael, nos mandaba a comprar parva y nos
llevaba a tres obreras al asilo y a cada anciano le daba 20 centavos y dos panes. Él daba mucha limosna.
“Cada semana don Antonio hacía arqueo de caja de lo trabajado. “Se hacían todas esas cuentas y la
plata estaba allí y todos aguardando lo que nos llegaba y esto era para acá y esto para allá. -Bueno, a ver
Nina, para el mercado. Y se sacaba lo del mercado y se sacaban todos lo débitos y lo que se iba a hacer en
esa semana. -Bueno Nina, ¿qué quedó para la ruleta? -Para la ruleta quedaron dos pesos con cincuenta
centavos, tres pesos. -Ah, bueno, quedaron tres pesos. Vamos a mandarle a tres pobres a cada uno de al
peso. Es que con un peso se mercaba, hermano. O si él veía que había mucho pobre los iba acomodando a
los números, que más o menos eran veinte números y era una ruleta grande y una aguja como esas de
ahora. Entonces él daba la orden, ponían la aguja en cero y déle a las ruletas y la ruleta voltiaba, voltiaba
hasta que paraba. -A ver Nina, a ver muchachos, ¿en qué nombre paró la ruleta? Ah. pues, doña
Secundina, la de allá arriba. -¡Hay!, cómo le va a quedar bien a misiá Secundina, una pobre vergonzante,
cómo le va de mal con ese marido. Comentaba alguna de las mujeres, y una de ellas para nombrada para ir
a llevarle el premio. -Vaya dígale a misiá Secundina que ella ganó en la ruleta. ¡Eh avemaría! Agradecidísima
esa gente de recibir un peso.”281
Queriendo don Antonio ayudar a los pobres con algo grande que acabara con sus miserias, le dio por
jugar lotería. “Tuvo una época que compraba la lotería ajustada a la ruleta. Él compraba mucho la lotería. Él
subía los miércoles a Medellín a hacer los pedidos, las entregas o cualquier cosa que él tenía que hacer y él
no compraba un quinto ni dos, compraba dos o tres billetes. Y de pronto ganaba un seco o la última cifra y
no la aprovechaba para comprar otro billete sino que decía: -Esa es plata que nos ganamos, eche la ruleta
para que se la mandemos a uno de los pobres, o repartámosla entre tres o cuatro pobres. Una vez me dijo:
-Juan Pastor, venite una noche de estas para que me hagás un trabajo aquí. De esas cosas que él cogía
esos billetes y yo no sabía que hacía con ellos. Cuando llegué en la noche me dijo: -Es para que me quemés
esta lotería que ya no nos da nada, ya no es sino pérdidas. Eran costales grandes llenos de billetes de
lotería. Y él nos enseñó a hacer una fogata, una cosa donde no fuera a hacer un incendio y yo me cansaba
de echar billetes al fuego. Pero el más entusiasmado de llegar a ganarse un gordo era don Antonio porque
“Pero era tan impresionante lo de la lotería que en la semana viajaban cantidad de loteros a Barbosa
a venderle. Nosotros estábamos haciendo mucha fuerza porque pensábamos que se iba a quebrar. Fuera
de que se ganó un seco, yo pienso que en alguna oportunidad se ganó un gordo, porque todo el mundo
ganamos y él era feliz con su secretaria sacando cartas, diciéndole a fulanita de tal que había sido
favorecida con la lotería, que le mandaba tal cantidad, le dio a todas las trabajadoras, a los familiares en
una oportunidad que ganó. Pero de todas maneras estábamos haciendo mucha fuerza que se iba a
quebrar, porque parecía que había cogido un vicio, como que vea, pues cómo no va a dejar de comprar y
comprar y comprar.”283 “Le dio último por comprar lotería, compraba billetes enteros y una vez no tuvo con
qué comprar más porque gastaba mucha plata en eso, entonces le dio por vender todo lo de la casa.
Mandó decir con una bocina en la calle y vinieron a comprar. La hermana mía le compró unos muebles,
otros le compraron la máquina y así salió de todo, se quebró y se quedó la casa como un coco vacío. Y
después comenzó de nuevo otra vez a comprar.”284
“Una vez a un anciano se le ocurrió algo especial. Él creyó que tal vez iba a conseguir su limosna,
porque se arrimó a la puerta de la dentistería, hizo saber a mi tío que quería besar el anillo y sí,
inmediatamente le mandó el anillo con una de sus trabajadoras y con ella envió veinte centavos que era
plata en ese entonces. Entonces ya no le faltó la clientela, pues llegaron otros limosneros y necesitados a
pedir que se les permitiera besar el anillo, que era una treta bien hecha de esa gente que sabía que se
conseguían sus centavos con don Antonio.”285
Ese sentimiento de condolencia ante los sufrimientos de los demás seres fue haciéndose cada vez
más fuerte, tan fuerte que se extendió hacia los animales. “Por la bocina mandó anunciar que recibía todos
los animales enfermos que hubiera, que él los curaba. Le enviaron un caballo enfermo, se le murió y lo
enterró. Imagínese compró un caballo enfermo, lo bregó a aliviar. Cuántos litros de violeta compraría
Al comenzar la década de 1950 don Antonio Hurtado comenzó a tener quebrantos de salud y era
apenas natural, pues en ese año cumplió 58 años de edad y 11 de papado con múltiples problemas, pues
como él mismo decía: “El papado es el cargo más paradojal del mundo; el más absoluto, el más limitado; el
más rico en rentas pero el más pobre en ganancia personal. Lo instituyó un carpintero nazareno que no
tenía donde reposar la cabeza, pero se halla rodeado de pompa y panoplia excesiva para este mundo
hambriento... De su cinto cuelgan las llaves del Reino, pero puede encontrarse desterrado para siempre de
la Paz de la Elección y de la comunión de los santos. Si dice que no lo tientan la autocracia y la ambición
es un embustero. Si no avanza a veces aterrorizado, ni ora a menudo en la oscuridad, entonces es un
necio.”287
Para entender un poco su salud, hemos preguntado por su comida y nos contaron: “Las comidas de
él no eran sino dos al día. Por la mañana una mesada de frutas de toda clase, de las mejores y a cada fruta
le sacaba un pedazo. Ese desayuno se lo servía la mamá de él, María Luisa Hernández, y la tía mía Isabel
Hurtado, pero las frutas no se las daban ellas, sino las obreras, porque ellas quedaban en la parte de la
casa donde él vivía. Las frutas eran manzanas, peras, cosas muy buenas para él comer, y a toda fruta, un
pedacito, y la comida era a las tres de la tarde, una sola comida, y era otra mesa llena de todo, de todo se
comía un poquito. A él le gustaba mucho el sancocho de gallina, su aguacate, su banano, mazamorra con
leche, sus dulces. Mejor dicho a él le ponían muy buena comida, pero no se la comía toda, del sancocho
una sola cucharada... de todo una migajita, de la mazamorra otro poquitico.” “Lo que pasó fue que él se
robustó y de ahí le empezó a él enfermedad y quiso adelgazar y empezó a tallar. A él no le gustaba ser
robusto y le dieron un plan para adelgazar y ahí empezó pa´tras.
El comía solo y una obrera tenía que pararse con un trapo limpio cerca de la mesa para espantar los
moscos, porque si se asentaba uno en los platos de la comida, él no se sentaba, por eso uno tenía que
A esta pregunta doña Elvia Bustamante, quien lo acompañó como obrera los últimos años de su vida
nos dijo: “No es cierto que se le sirviera en una mesa grande, llena de frutas. Se el ponía un mango, una
naranja, un pedazo de papaya.”289 “Hubo una época que don Antonio no quiso comer de lo que se
preparaba en la casa y mandaba comprar la comida al hotel. De allí mandaban un portacomidas de tres
cuerpos y con eso pasaba todo el día y tenía esa medida de los portas para hacer una colada de maizena,
cuando no le daba por comer. Aquí tengo dos cuerpos del porta el otro lo boté.”290
No sabemos cómo, pero la salud de don Antonio fue decayendo poco a poco y las obreras lo
cuidaban: “Él tenía como heridas en las piernas, algo enfermo, entonces yo le daba una especie de masaje.
A las otras no les gustaba hacerlo, a mí me daba pesar y yo le hacía los remedios y le untaba una pomada.
A lo último tenía la piel levantada porque él tenía diabetes.”291
Estando enfermo y sintiendo que su fin se acercaba hizo en el testamento una breve historia de sus
ideas y legó sus bienes. “Don Antonio hizo un testamento. Todos lo días tenía que leérselo, porque él dejó
el borrador en la casa. Hizo un testamento muy largo y le dejó a cada hermana una casa. A la tía mía,
además de la casa, le dejó un Niño Jesús muy hermoso, que cada año en los diciembres teníamos que
arreglarlo y le cantábamos y don Antonio gozaba mucho, se ponía muy feliz. A la hermana mía le dejó un
anillo “rosa de Francia” y la gente decía: -Miren a Argemira Bustamante con un anillo papal. A mí me dejó
un anillo semanario de siete vueltas, de oro y se me perdió y a otras sobrinas les dejó sus bobaditas.”292
Ya anotamos arriba apartes del testamento de don Antonio referidas a las creencias religiosas. Ahora
transcribimos lo relativo a los bienes materiales y sus legatarios: “Décima. Lista de personas y entidades
para quienes hago la donación de los pocos bienes materiales que tengo. Dono a Dios Nuestro Señor y
entregando a esta parroquia de Barbosa los bienes que dedico en este testamento. Dono para María
Hurtado de Gómez, para los hijos de Carlos Hurtado y Ana Piedrahíta, para Isabel Hurtado mi hermana,
Para Dios Nuestro Señor en agradecimiento de tantos beneficios que he recibido dono a él una cruz
de madera que compone un altar con otras dos cruces menores. Una imagen de la Santísima Virgen de
madera, tamaño al natural que tiene por nombre la Virgen de los Ramos. Un cáliz de plata con esmalte de
oro de 24 kilates. Honro a Dios con una misa y una velación solemne al Santísimo Sacramento. Perdono a
mis enemigos y personas que me hubieran hecho mal a mis bienes materiales y espirituales y pido perdón
a Dios por mis faltas y cosas buenas que hubiere dejado de hacer, que tenga misericordia de mi cuerpo y
alma.”293
Resumimos las donaciones en el orden dado en el testamento: Para María Hurtado de Gómez una
casa en la Calle Nariño. Para los hijos de Carlos Hurtado y Ana Piedrahíta: Arnulfo, Vicente, Consuelo, Jaime,
Manuel, Berta y Jorge Hurtado un terreno en la Carrera Bolívar. Para Isabel Hurtado, “fuera de la casa que
le regalé por escritura pública”, dono dos locales en la Calle Nariño haciendo esquina con la Calle Bolívar y
un local más pequeño en la misma Carrera, un radio, un cuadro grande de la Virgen del Perpetuo Socorro,
una mesa, los utensilios de cocina y muebles que no hayan sido asignados a otro. Para Ramón Hurtado una
casa en la Calle Córdoba. Para Abigail Gómez una casa inconcluso en la Carrera Bolívar. Para Josefa
Hurtado Cardona, para María Dolores Hurtado y para Débora Lopera “que tiene por nombre Juana la
Bautista” un local en la Calle Córdoba. Para el Municipio para entregar a la Personería una máquina
filmadora que no ha tenido uso y diez cuadernos completos de “El Emmanuel”. Para Angelina Ríos una
imagen del Niño Dios de tamaño grande, un cuadro del Corazón de Jesús, otro de Santa Polonia, un
balancín de oro “y conste que este año le pagué cesantías y prestaciones sociales”. Para Rosa Amelia Ríos
de Lopera un cuadro donde estamos fotografiados con Dalia Iñiguez y una imagen de San Antonio de
La cláusula onceava reza: “Digo, el autor de este testamento que mi bóveda o sepulcro no lo dono a
ninguno, pariente o particular y la imagen de nuestro Angel de la Guarda, que es de bronce, se conserve
colocada sobre la bóveda en la parte de adelante.”294 Algunos familiares conservan todavía elementos que
pertenecieron a don Antonio. Doña Elvia Bustamante nos dijo: “Yo tenía una silla que fue la primera donde
él trabajó. Esa silla se la vendí a Hernán Gaviria y él parece que la regaló a la Casa de la Cultura donde está
y la volvieron nada. Hernán me dijo que le regalara un cuadro, pero no se lo regalé. A Hernán le pesó haber
regalado la silla a la Casa de la Cultura porque no la cuidan. Yo tengo aquí un marco grande donde estaba
pintaba la Virgen Crucificada. Cualquier día llegaron unas monjas, miraron el cuadro y vieron que al pie
decía: “This is my mother”, que quiere decir, esta es mi madre, entonces una preguntó a la otra, que ¿por
qué la Virgen crucificada?
-¿Ya vio los cuadros que tengo? He conservado varios cuadros del Papa y mucha gente viene a
verlos. En la sala tengo el Niño Jesús entre los Doctores de la Ley, otro cuadro es de la Virgen con el niño
cargado completando la corona de espinas. Ese cuadro se llama “El Presentimiento”, porque María
294 Ibid.
presentía que su hijo iba a ser coronado de espinas. Otro es la Resurrección de la Hija de Jairo, otro el
Cristo Párvulo y tengo también el retrato del Papa con la poetisa cubana Dalia Iñiguez. Antes de morirse
mandó a hacer la caja, bonita, y se iba a medir en ella para cómo quedaba y una amiga le dijo que no se
midiera, que de pronto se quedaba ahí. No se midió, mandó guardar la caja en el garaje y esa caja sirvió
para la mamá y mandó hacer otras más sencillas. Una tía mía Rosa Amelia Rios le hizo una túnica blanca
porque como él decía que era el Papa, tenía que enterrarse con una túnica blanca. Se compraron 13
yardas de satín blanco y un cíngulo blanco para ceñirse, tenía todo listo cuando se murió. Un día le dijo a
Nina: -Póngale cuidado que yo me voy a morir un sábado a las tres de la tarde. Cuando murió se
preocuparon todas y dijeron vamos a ponerle la túnica. Entonces fui yo a la casa cural y le dije al padre que
si le poníamos la túnica para el velorio y dijo que no, que ya se había convertido completamente, que le
pusieran el hábito y que de almohada le pusieran la túnica. Y así fué: el murió el sábado 14 de mayo de
1955. Él tenía al pie de la cama un angelito de bronce y dijo que ese angelito teníamos que ponérselo
encima de la tumba. Él mismo hizo la tumba con trabajadores, iban al cementerio a cavar la tumba y él
indicaba cómo y la hicieron como especie de mausoleo en el cementerio viejo”.295
“La última semana le dijo a las obreras: -Bueno, yo probablemente de esta semana ya no paso. Hizo
preparar un taburete para descansar a ratos en el camino y se fue al Asilo de Ancianos que quedaba donde
ahora es Caribú y se fue haciendo estaciones hasta que llegó allá y les repartió a los ancianos su limosna,
ese sábado murió.”296 “El entierro de él fue sencillo, él murió un sábado y el domingo se enterró a las 11
de la mañana y a las tres de la tarde comenzaron a venir gentes por mundos que se quedaban ahí llorando
en la acera, preguntando que dónde estaba don Antonio, entonces nosotras les decíamos que Toño ya se
había muerto, que el Papa ya había muerto. ¿Cómo así? ¿Y ahora quién nos da la limosna para
sostenernos en la semana? Es que siempre comprábamos mucha cosita con la limosna y él ya se murió.
¿No nos dejó nada? Nada, decíamos nosotras. Porque llegaron como treinta limosneros ese día que él
tenia acostumbrados a darles limosnas. La mayoría eran campesinos y no alcanzaron a llegar al entierro.
El entierro lo hizo el padre Pérez y habló muy bien de él, dijo un discurso muy bonito y también habló
don Jorge Ochoa que era abogado y muy amigo de él. Antes de morir pidió que le colocaran sobre la tumba
un ángel. Ese ángel lo tiene un hermano mío, empezaron a pasar muertos para el cementerio nuevo, la tía
hizo sacar los restos y también sacó el ángel y el hermano mío dijo que se lo regalaran y así fue. Es una
En conclusión don Antonio fue un místico como otros tantos de la historia humana, que dedicó su vida
a trabajar, a difundir su doctrina y a hacer obras de caridad. Se puede decir que ha sido uno de los
hombres más importantes de toda la historia de Barbosa, el único que creó y vivió su propio mundo muy
elevado en comparación con la cultura y la mentalidad de sus contemporáneos, nada importa que algunos
lo hayan malentendido.
FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA
Una de las fuentes fue la memoria oral de urbanos y campesinos grabada en 114 casettes que se
hallan a la disposición del público en la Biblioteca Central de la Universidad de Antioquia y en la Casa de la
Cultura de Barbosa.
ARCHIVOS
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2. Los muiscas : organización socio-política. Bogotá, Ediciones Suramérica, 1978. Estos dos libros fueron
editados en Cuba bajo el título: Los Muiscas: cultura material y organización socio-política. La Habana,
Casa de las Américas, 1984.
3. Copla de la zona de influencia chiquinquireña. (En colaboración con Víctor Raúl Rojas Peña. Medellín,
Ediciones Futuro, 1986.
4. Antología de poetas barboseños. Medellín, Corcultec/Municipio de Barbosa, 1993.
5. Mito y rito entre los muiscas. Santafé de Bogotá, Ediciones El Buho, 1997. 155p. ISBN: 958-9482-10-4
5. Espacio y tiempo entre los muiscas. Santafé de Bogotá, Ediciones el Buho, 1997. 101p. ISBN: 958-9482-
12-0
7. Alimentación y medicina entre los muiscas. Santafé de Bogotá, Ediciones Naidí, 1998. 142p. ISBN: 958-
96300-3-0.
8. Antioquia cuenta. Literatura oral de Barbosa. (inédito) Mención de Honor en el Concurso Nacional de
Literatura Negra y Raizal, Colcultura, 1993. Próximo a publicarse en esta biblioteca virtual.
9. Relatos de la antigua Bacatá. Santafé de Bogotá, Edicones Naidí, 1998. 142p. ISBN:958-96300-2-2.
11. Política y administración en Barbosa. Antioquia. Santafé de Bogotá, Ediciones Naidí, 1999. 219p. ISBN:
958-96300-4-9.
12. Los movimientos sociales desde una perspectiva compleja y cultural. Tesis de grado en la Maestría en
Ciencias Sociales: Vida y Cultura Urbana, Universidad de Antioquia. (Inédito) 1993
13. Resistencias y Silencios. Cultura, identidad y mestizaje en los Andes Orientales. Santafé de Bogotá, ICFES,
1999. Segundo puesto Premio Ensayo Académico “Alberto Lleras Camargo. Icfes, 1997. 281p. ISBN: 958-
11-0419-4.