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Ander-egg. Diccionario del Trabajo Social. Editorial Brujas. 1º edición. 2009. Página 245.
Ahora bien, cada profesión ayuda a su manera, lo que significa que
sigue un método, aplica técnicas o formas propias para hacerlo, o sea
utiliza una cierta metodología, y fundamentalmente entiende a los
sujetos en función de su trabajo/profesión. (Construcción del objeto).
Para aclarar: siguiendo nuestro ejemplos, tanto el maestro como el
medico persiguen el fin último de ayudar; sin embargo, ambos se
dedican a actividades diferentes o sea, el maestro tiene como
objetivo principal la educación y el médico la salud o la medicina
según se lo interprete.
Cada uno sigue su propio método y aplica una determinada
metodología de trabajo.
En el caso del maestro persigue el fin de educar y lo hará en función
de un basamento teórico y un método que fundamentaran sus
acciones, y por otro lado, aplicara técnicas como enseñar de una
determinada manera que considerara más apropiadas de acuerdo a
un marco teórico que lo fundamente para lograr sus objetivos.
En el caso del médico su fin a lograr es la salud.
Aquí cabe aclarar que si bien hay espacios o acciones en los que cada
profesional podrá elegir individualmente como trabajar, cada
disciplina responde conjuntamente a un conjunto de teorías y
técnicas que la sostienen.
Por último es importante mencionar que cada disciplina actuará en
función de su propia construcción de sujeto u objeto de trabajo o
intervención con el cual trabaja, por ejemplo sujeto pasivo/activo,
sujeto enfermo.
¿Y el Trabajo Social como profesión?
El trabajo social profesional es el resultado de la evolución histórica
del concepto de ayudar, el cual fue tomando forma profesional como
resultado de los diferentes contextos históricos, económicos y políticos que
han ocurrido a lo largo de la historia.
El trabajo social tiene como fin trabajar con los problemas sociales,
entendiéndolos como derechos no cumplidos que se manifiestan en
necesidades.
De este modo la práctica del Trabajo Social, va adquiriendo nuevos
significados, que se relacionan con los fuertes cambios estructurales que se
visualizan en nuestra sociedad; de ahí, la necesaria problematización de
estos aspectos, los cuales se trabajan articulados con lo histórico y lo
metodológico propio de la profesión.
Las funciones propias del trabajo social serian por un lado de
implementación de la política social en tanto se trata de un conjunto de
técnicas operativas y procedimientos de actuación. Por otro lado, se trata de
diferentes formas de intervención para atender problemas individuales
grupales o comunitarios, con un propósito de promoción, educación y/o
promoción social.
A través de estas acciones con la gente implicada en los programas o
actividades se pretende lograr un proceso de promoción del auto desarrollo
interdependiente de individuos, grupos y comunidades según sea en cada
caso el ámbito de actuación. En este aspecto el trabajo social es una forma
de movilización de recursos humanos.
En la realización de estas funciones el trabajador social como agente
externo, pero inserto e inmerso en la misma realidad problemática que
atiende, procura concienciar/concientizandose, movilizar/movilizándose y
crear los espacios y ámbitos de actuación, para que la gente se organice a
fin de participar en la realización de proyectos y actividades específicas de
cara a resolver sus problemas y satisfacer sus necesidades. Cuando la
índole de las actividades lo permite, la gente ha de participar y desde sus
propias organizaciones, procurando que tengan intervención en todo aquello
que los concierne, ya sea como beneficiarios o meros ciudadanos.
Esta forma de dar participación a la población es una forma de crear poder
en el pueblo, en el ámbito de la sociedad civil. Esto supone un proyecto
político, no en el sentido partidista, sino como modelo de sociedad en la
cual los sujetos sean partícipes de los cambios necesarios, lo que implica la
modificación (y en lo posible la superación) de situaciones de pobreza,
marginalidad, exclusión, entre otros para pasar a una sociedad de mayor
igualdad, con integración social, solidaridad, libertad y justicia.
En este punto es importante aclarar que sería un error “…pensar que el
trabajo social es capaz de configurar (hacer, formar) una nueva sociedad o
de crear condiciones para un nuevo modo de ser persona…”, puede
“contribuir” “ayudar” modestamente a estos propósitos que desbordan a la
profesión. Tanta complejidad exige al trabajo social la conformación de
redes para superar los obstáculos, de modo que estas redes generen,
promuevan e implementen estrategias de apoyo y herramientas para
contribuir a la superación de los problemas con los cuales se trabaja,
lo que permitirá también que toda esa información circule y la cual
deberá contar con la participación de profesionales y de la comunidad
en general, aparte de su intervención profesional.
¿Qué es intervenir? Intervenir es hacer visible lo invisible desde la
posición del trabajo social. Se debe entender la intervención como un
proceso de investigación de la realidad para la cual se utilizan
métodos. Es por eso que la práctica será también investigación
diagnostica ya que no se puede hablar de intervención sin hablar de
investigación.
Se trataría antes de intervenir, de entender bien lo que se considera
un problema, profundizando en el mismo, investigando sobre las
vivencias de los actores intervinientes en las situaciones y las
instituciones, viendo como evalúan ellos.