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EL FETO Y LA
PLACENTA
Curso: Diferenciación Celular y Embriología
Estudiantes
Docente
Introducción……………………………………..………………………….2
Estructura de la placenta……………………………………………….… 14
Cordón umbilical………………………………………………………….20
Líquido amniótico………………………………………………………...31
Parto (nacimiento)………………………………………………………...47
Consideraciones clínicas…………………………………………………51
Referencias bibliográficas………………………………………………...54
Hace más de 120 millones de años, mientras los dinosaurios gigantes se enzarzaban en
las selvas, ocurría en el sotobosque del Cretácico un espectáculo más tranquilo: cierto
linaje de seres diminutos y peludos dejó de poner huevos y parió crías vivas. Se trataba
de los ascendientes de casi todos los mamíferos actuales (a excepción de ornitorrincos y
equidnas, que hoy en día todavía ponen huevos). Lo que hace posible el nacimiento con
vida de los mamíferos es un órgano singular, la placenta, que envuelve al embrión en
desarrollo y regula el flujo de nutrientes y gases entre el feto y la madre a través del
cordón umbilical. La placenta parece haber evolucionado a partir del corion, una
membrana delgada que reviste el interior de la cáscara de los huevos y sirve a los
embriones de reptiles y aves para obtener oxígeno. Los canguros y otros marsupiales
poseen y necesitan sólo una placenta rudimentaria: tras una corta gestación, sus crías,
del tamaño de una alubia, finalizan su desarrollo mientras maman en la bolsa de la
madre. Sin embargo, los humanos y la mayoría de los mamíferos requieren una placenta
que extraiga los nutrientes de la sangre de la madre durante una prolongada gestación.
En los dos últimos meses se redondea el contorno corporal del feto como
consecuencia del depósito de grasa subcutánea. Al final de la vida intrauterina la piel
esta cubierta por una sustancia oleosa blanquecina (vermix caseoso). Al final del noveno
mes, el cráneo tiene mayor circunferencia que cualquier otra parte del cuerpo, hecho
importante para su paso por el canal del parto. En el momento del nacimiento el peso
del feto es de 3 000 a 3 400 gr, su longitud V–N es de alrededor de 36 cm. y su longitud
V-T de uno 50 cm. Las características sexuales son evidentes y los testículos deben
haber descendido al escroto.[ CITATION Lan121 \l 10250 ]
Sólo así se calcula la fecha de parto en 280 días o 40 semanas. En mujeres con
períodos menstruales regulares, el cálculo suele ser exacto, pero cuando los ciclos son
irregulares pueden cometerse importantes errores de cálculo. Otra complicación se
origina cuando la mujer presenta una hemorragia de corta duración unos 14 días
después de la fecundación como consecuencia de la actividad erosiva durante la
implantación del blastocisto. Por ello, no siempre resulta fácil de determinar la fecha del
parto. La mayoría de los fetos nacen en el término de 10 a 14 días de la fecha calculada
del parto. Si en nacimiento de produce mucho antes, se los considera prematuros, y si lo
hacen bastante después, se consideran posmaduros. A veces es necesario precisar la
edad del embrión o de un feto pequeño.
La sangre materna es llevada a la placenta por las arterias espirales del útero. La
erosión de estos vasos maternos para liberar la sangre en los espacios intervellosos es
llevada a cabo por invasión endovascular de las células citotrofoblasticas. Estas células,
que surgen desde los extremos de las vellosidades de fijación, invaden los extremos
terminales de las arterias espirales, donde remplazan a las células endoteliales maternas
en las paredes de los vasos y crean vasos híbridos que contienen células fetales y
maternas. Para cumplir este proceso, las células citotrofoblasticas experimentan una
transición epitelial endotelial.
En las primeras semanas del desarrollo las vellosidades cubren toda la superficie del
corion. A medida que avanza la gestación, las vellosidades del polo embrionario siguen
creciendo y expandiéndose, lo cual da origen al corion frondoso (corion velloso); las del
polo abembrionario o vegetativo degeneran, y en el Tercer mes esta porción del corion
es liso y se llama Corion leve o calvo.
Al comienzo el cuarto mes, la placenta tiene dos componentes: a) una porción fetal,
formada por el corion frondoso, y b) una porción materna, constituida por la decidua
basal. En el lado fetal, la placenta esta rodeada por la lámina corionica y en el lado
materno, por la decidua basal, cuya lámina decidual es la porción más íntimamente
En este momento, la mayor parte de las células citotrofoblasticas han degenerado. Entre
las láminas coriònica y decidual se hallan los espacios intervellosos ocupados por
sangre materna; provienen de las lagunas del sincitiotrofoblasto y están revestidos por
sincitio de origen fetal. Las vellosidades arborescentes se desarrollan en los lagos
sanguíneos intervellosos. En el curso del cuarto y quinto mes, la decidua forma varios
tabiques deciduales, que sobresalen en los espacios intervellosos pero no llegan a la
lámina corionica. Estos tabiques tienen un núcleo central de tejido materno, pero su
superficie esta cubierta por una capa de células sincitiales, de manera que en todo
momento hay una capa sincitial separando la sangre materna que se encuentra en los
lagos intervellosos, del tejido fetal de las vellosidades. Como consecuencia de la
formación de esos tabiques, la placenta queda dividida en varios compartimientos o
cotiledones. Como los tabiques deciduales no llegan a la lámina coriònica, se mantiene
el contacto entre los espacios intervellosos en los diversos cotiledones
Como resultado del crecimiento continuo del feto y la expansión del útero, la placenta
también crece. El aumento de su superficie es en cierta medida paralelo al del útero en
expansión, y durante todo el embarazo cubre aproximadamente del 15 al 30% de la
superficie interna del útero. El aumento del grosor de la placenta se debe a la
arborización de las vellosidades existentes y no a la penetración ulterior en los tejidos
maternos.
Los cotiledones reciben sangre a través de las arterias espirales, que en número de 80
a 100 atraviesan la lámina decidual y entran en los espacios intervellosos con intervalos
más o menos regulares. La presión en estas arterias impulsa la sangre hacia la
profundidad de los espacios intervellosos y baña las abundantes vellosidades pequeñas
del árbol velloso con sangre oxigenada. Al disminuir la presión, la sangre retorna desde
la lámina coriónica hacia la decidua donde entra en las venas endometriales. En
consecuencia, la sangre de los lagos intervellosos retorna drenada hacia la circulación
materna a través de las venas endometriales.
La frecuencia de cordones lisos sin la presencia de bucles varía entre un 2.5% y un 5%.
La importancia de estos hallazgos radica en que estos fetos presentan: desaceleraciones
variables aun con líquido amniótico normal, presencia de meconio, restricción del
crecimiento, oligoamnios, anomalías fetales cerca del 8% de los casos, baja puntuación
de Apgar, pH umbilical bajo, parto pretérmino aumento de la frecuencia de cesáreas por
sufrimiento fetal. La incidencia de muerte fetal es de hasta el 10% (4).
4.1.2. Embriología
El sistema vascular del embrión humano aparece hacia la mitad de la tercera semana, en
esta etapa, las células del mesénquima del corion, el pedículo de fijación y la pared del
saco vitelino proliferan y forman cúmulos celulares llamados angiógenos. Estos
originan los vasos onfalomesentéricos o vitelinos y los del corion.
Velamentosa
Es una anomalía anatómica que para que ocurra debe coexistir una inserción
velamentosa del cordón, una placenta succenturiada o vasos abe-rrantes. Su incidencia
está alrededor de 0,2% y es más frecuente en embarazos múltiples en forma
proporcional al número de fetos . El síntoma más frecuente es la hemorragia genital, la
cual no pone en riesgo la vida de la madre, pero tiene una mortalidad fetal entre el
43,5% y el 66%.
Circulares.
Es la presencia de una o más asas de cordón umbilical alrededor de una parte del cuerpo
fetal. La más frecuente es la circular del cuello y su importancia radica en que pueden
comprometer la circulación útero-placentaria con la consiguiente hipoxia y muerte fetal
intrauterina o provocar sufrimiento fetal durante el trabajo de parto. La incidencia varía
entre el 18% y el 33% (Agüero, 1993). También se ha encontrado que los niños que
nacen con circulares de cordón tienden a presentar menos bucles, especialmente, en el
segmento que está alrededor del cuello o la nuca (Strong, 1995). Esto se podría explicar
por una disipación o licuefacción de la gelatina de Wharton por la presión local o por
una disminución de la misma, al hacer contacto con el cuerpo del feto. Para que se
produzca una circular de cordón se requiere una longitud mínima de cordón de 33,5 cm,
cuando existen dos circulares de 65 cm y cuando hay tres de 75 cm. El diagnóstico se
puede sospechar mediante los hallazgos que se enumeran a continuación.
Brevedad
Esta entidad ocurre cuando la longitud del cordón está alrededor de 35 a 45 cm.
Mediante el ultrasonido se puede observar un cordón con ausencia de bucles y
Nudos
La superficie del cordón generalmente es muy irregular debido a que los vasos
contenidos en su interior se doblan para acoplarse a la longitud del cordón, y produce
llamados ”nudos falsos”, que no tienen ninguna significación patológica. Los “nudos
verdaderos” ocurren cuando el feto, en su movimiento, hace que se forme un nudo.
Generalmente cursa sin problemas pero, en algunos casos, puede ser causa de
sufrimiento fetal. El diagnóstico se hace luego de ocurrido el nacimiento, aunque en
algunos casos se puede hacer diagnóstico por ultrasonido.
Es una anomalía común, sobre todo en embarazos múltiples, con una incidencia entre el
0,5% al 1,1% de todos los nacimientos. Existen controversias sobre la embriología de la
El diagnóstico se puede hacer por ultrasonido, aunque las arterias umbilicales son
difíciles de observar por ecosonografía antes de la semana 20. La mejor forma de hacer
el diagnóstico es mediante eco Doppler en cortes transversales y longitudinales del
cordón, al nivel de su inserción en la pared abdominal fetal, porque en ese lugar es
donde mejor se observa su anatomía . Si se sospecha su existencia, hay que revisar en
toda su longitud hasta la inserción placentaria, para evitar errores diagnósticos, porque
en este sitio se pueden unir las 2 arterias y parecer una sola (8).
Trombosis.
Tumores.
Sin lugar a discusión, los índices de resistencia elevados luego de las 32 semanas de
gestación constituyen un marcador importante en la sospecha y manejo del crecimiento
fetal restringido, y la pérdida de las velocidades telediastólicas y holodiastólicas en un
feto afectado por esa condición lo convierten automáticamente en un paciente de riesgo
alto, cuya exploración hemodinámica debe ser ampliada con otros territorios vasculares:
arteria cerebral media, ductus venoso de Aranzio e istmo de la aorta. La insonación
simultánea de AU y de la vena umbilical resulta de importancia; la existencia de
pulsatilidad en la vena umbilical es un signo patológico que se observa en la
insuficiencia cardiaca de origen hipóxico o en casos de cardiopatías funcionales y
algunas estructurales. (10)
4.2.
Funciones:
Permitir aislamiento de los miembros y otras partes del feto. Hace difícil la
compresión del cordón umbilical.
Ayuda a la acomodación del feto al canal del parto cuando la bolsa está íntegra y,
cuando se rompe, lubrica el canal del parto.
El origen del líquido amniótico varia a lo largo del embarazo: De la 1 a las 8 semanas:
Trasudado del plasma materno a través del amnios; de hecho, puede haber líquido
amniótico sin embrión. De la 10 a las 18 semanas: Su origen estaría fundamentalmente
en un trasudado del líquido intersticial fetal a través de la piel fetal inmadura, que es
muy fina en estos momentos, siendo pues su composición similar a la del líquido
intracelular del feto.
Diuresis fetal: La orina fetal constituye el origen principal del líquido amniótico.
El feto produce grandes cantidades diarias de orina que aumentan conforme
avanza la gestación (aproximadamente un 30% del peso fetal: 7 a 600 ml/día en
el periodo comprendido entre las semanas 14 a 40). Una evidencia de la certeza
de esta hipótesis es la práctica ausencia de líquido amniótico en las agenesias
renales y en la oclusión de las vías excretoras, así como la disminución de su
osmolaridad.
Fluido traqueal: Las secreciones del epitelio del tracto respiratorio fetal
constituyen un aporte de escasa importancia cuantitativa (50-80 ml/día), aunque
sí cualitativa (fosfolfpidos, surfactante).
La cantidad de líquido aumenta desde unos 30 ml. A las 10 semanas de gestación hasta
450 ml. a las 20 semanas, y de 800 a 1000 ml. a las 37 semanas.
En la semana 20 aumenta hasta 400 ml. En la semana 25 alcanza los 600 ml. Alcanza su
máximo volumen en las semanas 32-34 con cantidades cercanas a los 1000 ml. A partir
de ahí comienza a descender, hasta que en la semana 40 se ha reducido en un 20%,
siendo el volumen de 800 ml. En la semana 42 se ha reducido un 50% (500 ml) y en la
semana 44 se reduce un 85%, quedando tan solo 150-200 ml.
Cuando se inicia el trabajo de parto, se desplaza por el conducto cérvico uterino una
porción de amnios y corionfusionados, a medida que aumentan las contracciones
uterinas, la cuña formada por amnios y corion se ve obligado a avanzar hacia abajo y se
va estirando hasta desprenderse de la pared uterina y alcanzar el tapón de moco que
cierra el conducto cervical; luego la membrana se rompe y escapa parte del líquido
como “agua”, lo que es llamado ruptura de la fuente o bolsa. Mientras está
ocurriendo esto, el feto está también descendiendo a través del conducto cervical y
luego de ser expulsado, sale el resto de líquido.
a) POLIDRAMNIOS
5.- Trastornos del ritmo cardíaco congénito, anomalías asociadas con hidropesía
fetal, hemorragia fetal materna y la infección por parvovirus.
6.- Un mal control de la diabetes mellitus materna (si está presente la enfermedad
vascular grave también puede aparecer un oligohidramnios).
b) OLIGODRAMNIOS.
En estos casos, aunque raros, la cantidad de líquido amniótico está por debajo de 500 cc,
generalmente se observa en los casos de agenesia renal (Síndrome de
Potter), agenesia vesical, y en obstrucción de la uretra. (11)
Varios trastornos se han vinculado con disminución dcl líquido am-niótico y algunos se
listan en el cuadro 21-3. El oligohidramnios casi siempre es evidente cuando hay
obstrucción de las vías urinarias o agenesia renal retales. Por tanto, la anuria casi con
certeza tiene una participación causal en tales casos. Una pérdida crónica por una
malformación en las membranas fetales puede aminorar de mane-ra apreciable el
volumen del líquido, pero con frecuencia máxima pronto se presenta trabajo de parto.
Se ha vinculado la exposición a los inhibidores de la enzima convertidora de
angiotensina con el oligohidramnios (cap. 14, pág. 319). De 15 a 25% de los casos se
relaciona con anomalías retales que se incluyen en el cuadro 21-4. La menor cantidad de
líquido ami-nora la precisión de las imágenes ecográficas. Por ejemplo, Pryde et al.
(2000) pudieron visualizar estructuras fetales en sólo 50% de las mujeres enviadas para
Diagnóstico
Mediante ecografia: Diámetro de la laguna máxima < 2 cm (siendo grave si es < 1 cm),
o un ILA < 8 cm. El feto sano a término tolera bien una disminución leve del ILA (5-8
cm), pero no así oligoamnios marcados (ILA < 5 cm) Detección de malformaciones
renales. Detección de insuficiencia placentaria mediante la cardiotocografia, estudio
vascular fetal con Doppler. (12)
Tratamiento:
Valoración del riesgo de defectos abiertos del tubo neural o de defectos de cierre
de la pared abdominal anterior, mediante el estudio de la concentración de a-
fetoproteína y acetilcolinesterasa en líquido amniótico.
La cavidad amniótica está llena de un líquido acuoso claro que es producido, en parte,
por las células amnióticas, pero que sobre todo procede de la sangre materna. La
cantidad de este líquido aumenta significativamente desde la semana 10 de gestación
empezando con 30 ml llegando inclusive hasta los 800 a 1.000 ml durante la semana 37.
[CITATION MarcadorDePosición1 \l 10250 ]
El líquido amniótico cumple variadas funciones entre las cuales se encuentran: absorber
las sacudidas, evitar que el embrión se adhiera al amnios y permitir que el feto se
mueva. Dicho esto se define al líquido amniótico como un fluido líquido que rodea y
amortigua al embrión y luego al feto en desarrollo en el interior del saco amniótico.
Permite al feto moverse dentro de la pared del útero sin que las paredes de éste se
ajusten demasiado a su cuerpo, además de proporcionarle sustentación hidráulica.
[ CITATION Cre \l 10250 ]
Los últimos trabajos realizados por un grupo de investigadores dirigidos por Anthony
Atala de la Universidad Wake Forest y un equipo de la Universidad Harvard ha
descubierto que el líquido amniótico también es una fuente de abundantes células madre
no embrionarias.1 Se ha demostrado que estas células poseen la capacidad de
diferenciarse en diversos tipos celulares, entre otras el neuronal, hepático y óseo.
[ CITATION Cre1 \l 10250 ]
En ocasiones, los dos gemelos dicigóticos poseen glóbulos rojos de dos tipos distintos
(mosaicismo eritrocitario), lo que indica que la fusión de sus placentas fue tan íntima
que se intercambiaron glóbulos rojos. [CITATION MarcadorDePosición1 \l 10250 ]
La masa celular interna se separa en dos grupos celulares dentro de la misma cavidad
del blastocito. Los dos embriones poseen una placenta y una cavidad coriónica
comunes, pero cavidades amnióticas separadas. En algunos casos poco frecuentes, la
separación se da durante la fase de disco germinativo bilaminar, justo antes de la
aparición de la línea primitiva Este tipo de división forma una pareja que comparte la
placenta y los sacos coriónico y vitelino. Aunque los gemelos tienen una placenta
común, el suministro sanguíneo generalmente está bien equilibrado.
5.3. Trillizos
Las gestaciones de trillizos son poco frecuentes, (aproximadamente una por cada 7 600
embarazos), y el nacimiento de cuatrillizos, quintillizos. etc., es todavía más
excepcional. En los últimos años, la frecuencia de nacimientos múltiples ha aumentado
entre las madres que toman gonadotropinas (fármacos para fomentar la fertilidad) para
tratar la insuficiencia ovulatoria. [CITATION MarcadorDePosición1 \l 10250 ]
Durante las semanas 34 a la 38 el miometrio uterino no responde a las señales del parto
(nacimiento). Durante las últimas 2 a 4 semanas del embarazo, sin embargo, este tejido
entra en una fase de transición que lo prepara para cuando se desencadene el parto. Esta
fase termina con un engrosamiento del miometrio de la región superior del útero y un
ablandamiento y un adelgazamiento de la región inferior y del cuello del útero.
[CITATION MarcadorDePosición1 \l 10250 ]
Se desconocen cuáles son las causas que precipitan el parto, pero se cree que
determinadas sustancias producidas por la placenta, la madre o el feto, de factores
mecánicos como el tamaño del bebé y su efecto sobre el músculo uterino contribuyen al
parto. Por lo tanto los efectos coordinados de todos estos factores son probablemente la
causa de la aparición del trabajo del parto.
Se habla de inicio del parto cuando se conjugan varias situaciones como son las
contracciones uterinas, el borramiento (o acortamiento de la longitud del cérvix) y la
dilatación del cuello uterino. La fase activa del parto suele iniciarse a partir de los 4 cm
de dilatación del cuello uterino.
6.2. Dilatación
El primer período de parto tiene como finalidad dilatar el cuello uterino. Se produce
cuando las contracciones uterinas empiezan a aparecer con mayor frecuencia,
aproximadamente cada 3-15 minutos, con una duración de 30 segundos o más cada una
y de una intensidad creciente. Las contracciones son cada vez más frecuentes y más
intensas, hasta una cada dos minutos y producen el borramiento o adelgazamiento y la
dilatación del cuello del útero, lo que permite denominar a este período como período
de dilatación. La duración de este periodo es variable según si la mujer ha tenido
trabajos de parto anteriores (en el caso de las primerizas hasta 18 horas) y se divide en:
fase latente, fase activa y fase de desaceleración. La etapa termina con la dilatación
completa (10 centímetros) y borramiento del cuello uterino. Usualmente entre la
dilatación completa y la fase de nacimiento se da un corto periodo de latencia en el que
las contracciones desaparecen por completo. [ CITATION Uni07 \l 10250 ]
6.4. Alumbramiento
Comienza en la expulsión de la placenta, el cordón umbilical y las membranas; esto
lleva entre 5 a 30 minutos. El descenso del cordón umbilical por la vulva después del
parto es una indicación del desprendimiento final de la placenta, cuanto más sale el
cordón, más avanza la placenta hacia fuera de la cavidad uterina. Ese movimiento
Para muchos autores en el alumbramiento termina el período del parto, pero otros
consideran un cuarto periodo que sería el de recuperación inmediata y que finaliza dos
horas después del alumbramiento. En este período denominado "puerperio inmediato",
la madre y el niño deben estar juntos para favorecer el inicio de la lactancia, la
seguridad del niño y su tranquilidad. En este sentido, se emplea el concepto
"alojamiento conjunto" para designar la permanencia del bebé en el mismo cuarto que
su progenitora, mientras se encuentran en el hospital o lugar del alumbramiento. Para
favorecer ese "alojamiento conjunto" e instaurar una lactancia exitosa es de vital
importancia el descanso y la tranquilidad de la madre y el recién nacido, por lo que se
deberían reducir en número y duración las visitas por parte del entorno durante los
primeros días.[ CITATION Gon \l 10250 ]
Se espera que el parto de una mujer ocurra entre las semanas 37 y 42 completas desde la
fecha de la última menstruación. El inicio del trabajo de parto varía entre una mujer y
otra, siendo las signos más frecuentes, la expulsión del tapón mucoso cervical, la
aparición de leves espasmos uterinos a intervalos menores de uno cada diez minutos,
aumento de la presión pélvica con frecuencia urinaria, la ruptura de las membranas que
envuelven al líquido amniótico —con el consecuente derramamiento del voluminoso
líquido— con indicios de secreciones con sangre. [ CITATION Yal \l 10250 ]
7. Consideraciones clíánicas
7.1. Anomalías en embarazos gemelares
Entre los embarazos gemelares existe una mayor incidencia de la mortalidad perinatal y
la morbilidad, así como una mayor tendencia a que el parto sea prematuro. Alrededor de
60% de los gemelos son prematuros, y también tienen una alta incidencia de peso bajo
al nacer. Ambos factores hacen que los niños de embarazos gemelares corran un nesgo
elevado, y éstos conllevan una tasa de mortalidad infantil del triple que la de los bebés
de embarazos simples.
En fases tardías del desarrollo, la división parcial de la línea y el nódulo primitivo forma
gemelos unidos o siameses. Estos gemelos se clasifican de acuerdo con la naturaleza y
el grado de unión. A veces, los gemelos monocigóticos sólo están conectados por un
puente de piel o por un puente hepático común. El tipo de gemelos que se forman
depende del momento en que tuvieron lugar las anomalías de la línea primitiva y de su
extensión. La pérdida de expresión de algunos genes, como Goosecoid, también puede
provocar gemelos unidos. Muchos gemelos unidos han sobrevivido: el par más famoso
fue el formado por Chang y Eng, que estaban unidos por el abdomen y hacia mediados
del siglo xix viajaron a Inglaterra y Estados Unidos para ser exhibidos. Finalmente, se
establecieron en Carolina del Norte, cultivaron la tierra y con sus esposas fueron padres
de 21 niños.
9. Centro Nacional de Información sobre la Salud de la Mujer. Medline Plus. [Online]. Available
from: https://medlineplus.gov/spanish/childbirth.html.
15 Yale Medical Group.. Yale Medical Group. The physicians of Yale University. [Online].
. Available from:
http://web.archive.org/web/20081221025335/http://ymghealthinfo.org/content.asp?
pageid=P05988.