1) Partiendo de la lectura que señala que el proceso de formación de un gobierno –que, según

algunos de los conceptos se manejan sobre cohesión social, permitiría avanzar por la senda del
progreso de la sociedad– carece de procesos articuladores que permitan su funcionamiento
eficiente en la práctica, por lo que, se hace necesaria la creación de mecanismos que permitan
el ejercicio comunicacional entre la población y sus instituciones pública.

Ahora bien, la comunicación gubernamental en el Perú, si bien la mayoría de las organizaciones

públicas cuentan con un área de comunicación, éstas realizan actividades meramente
informativas y no comunicacionales, puesto que como se observa por lo general dichas áreas
sólo se encargan de canalizar información de interés de cada entidad o sector y funcionan
también como una suerte de receptor de reclamos o demandas de la población principalmente
hacia la máxima autoridad de las organizaciones públicas. En ese sentido, la labor
comunicacional del sector público no es de doble vía o múltiple vía, puesto que no se genera la
retroalimentación de parte de los beneficiarios hacia el Estado, lo cual limita a que haya menos
involucramiento de la sociedad frente a los problemas públicos, así como el diseño de las
intervenciones públicas no se realiza adecuadamente y por ende la implementación de los
mismos termina no siendo efectiva.

No obstante, dentro de ésta problemática comunicacional de la gestión pública, surgen

oportunidades para mejorar y construir una política comunicacional pública, la cual debe
considerarse al igual que una política de estado, puesto que ésta debería trascender los periodos
de mandato de los diferentes gobiernos, ya que su principal objetivo es también el objetivo
general que busca el Estado desde cada sector, para ello es preciso que se reestructure el
funcionamiento de las áreas de comunicación dotándolas de todos los recursos que hagan
eficiente la política comunicacional. Asimismo, resulta necesario cambiar el chip de la “visión
prensera” incorporado en los profesionales de la comunicación, es preciso que éstas áreas estén
conformadas por equipos multidisciplinarios que aporten diferentes puntos de vista, sumado a
esto la creación y fortalecimiento de canales de comunicación, llevará a que la comunicación
que genere el Estado a la sociedad realmente contribuyan a la creación valor público, para
finalmente diseñar e implementar políticas públicas sea de manera efectiva.

2) Respecto a la comunicación gubernamental por segmentos o áreas, señala Riorda la existencia

de una problemática recurrente dentro de las comunicaciones de área o segmento, como de las
comunicaciones de programas o proyectos, la cual es la de potenciar la parte en desmedro del
todo. Sobre esto, afirma que si al todo le va bien, las posibilidades de que a la parte le vaya bien
son muy grandes, pero si a la parte le va bien, las posibilidades de que al todo le vaya bien no
están tan claras. Por lo cual, es necesario evitar una comunicación anclada en las partes que
forman un gobierno y que pueden hacer perder de vista la imagen general de aquel.

En ese sentido, observamos que la comunicación estatal peruana se desenvuelve por segmentos
y por áreas, primando la de áreas, si bien las éstas utilizan el slogan del gobierno central (El Perú
Primero), ésta comunicación que se genera por áreas muchas veces pierde de vista el todo, el
objetivo general del sector, el hecho de que la comunicación prime en gran medida por áreas
conlleva a que exista una competencia comunicacional desmedida, esto genera que ante la
sociedad existan diferentes canales por ejemplo de un mismo ministerio, en donde cada área
tiene su propio servicio con diferente tipos de comunicación, se nota como si entre ellas
compitieran por ver cuál de ellas tiene más acogida, como en el caso del Ministerio de la
Producción, si bien tiene muchos servicios empresariales en favor de los microempresarios,
cada área maneja su propia comunicación de servicios, y resulta curioso que la población no
identifique el todo (ministerio y objetivo general del mismo) sino específicamente un servicio o
producto incluso desconociendo que dicho servicio es del Ministerio.

Por lo antes expuesto, considero que la comunicación por áreas algunas veces puede hacer ruido
positivo sobre el todo, sin embargo, muchas veces esto no ocurre así y más aun considerando
que dentro de un mismo sector las áreas no articulan y no conocen que es lo que hace el vecino
del costado, por lo que el objetivo general queda relegado y ésta comunicación finalmente
termina no siendo efectiva.

3) Sobre los procesos de comunicación política y electoral en el Perú, principalmente debería

apuntar a generar valor público, haciendo una separación entre lo electoral y lo político, puesto
que actualmente, esto se confunde y se sigue discursando ya en etapa de gobierno como sí aun
las autoridades estuvieran en campaña electoral.

Ahora bien, resulta importante que para una buena comunicación, se construya una identidad
fuerte que refleje la imagen que se muestra ante la sociedad, si bien la imagen es un proceso
dinámico y en constante cambio, el respaldo que proporciona una identidad consolidada, hace
que ante cualquier situación que pueda afectar la imagen de una organización, ésta no tenga
mayores dificultades en reponerse, asimismo, es importante que las personas que realizan la
comunicación política y electoral, también tengan una identidad, imagen y reputación que
pueda respaldar las acciones y discursos que brinden, puesto que si las personas tienen una mala
imagen y reputación, esto termina afectando a la organización.

Finalmente, el Estado debe pasar de ser meramente informativo a comunicativo dándole la

importancia necesaria a la retroalimentación con la sociedad respecto a las demandas públicas,
considerando la opinión pública, aceptándola, validándola y respetándola. En ese sentido, la
comunicación política, comunicación electoral y comunicación gubernamental deben
interactuar con la población, de esta manera se puede construir una política comunicacional
empática y asertiva, facilitando que las estrategias comunicacionales que se utilicen sean las
efectivas.