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Maestría en Desarrollo y Psicoterapia Infantil

Análisis de los entornos sociales, familiares y escolares


Lecturas del curso

Wendoline Luna Pérez


Compiladora

2014
Elaboración de compilación de lecturas para IUCR

Responsable: Ma. Julia Serrano V. Directora de Investigación.

Elaborado por Wendoline Luna Pérez.

Edición: DPO, Instituto Universitario Carl Rogers, Puebla.

Este material ha sido elaborado con propósitos didácticos, sin fines lucrativos.

Se reservan los derechos de uso para IUCR, Puebla.

DPO, © Instituto Universitario Carl Rogers


FACULTAD DE V
MAESTRÍA EN DESARROLLO Y CANTIL

PROGRAMA DE ESTUDIOS

- i ANÁLISIS DE LOS ENTORNOS SOCIALES, FAMILIARES Y


1 ESCOLARES

CICLO: CLAVE ASIGNATURA:


PRIMER SEMESTRE DPI 101

\O GENERAL DE LA ASIGNATURA
• El alumno comprenderá y analizará ios factores sociales, familiares y
escolares, que le permita evaluar, diagnosticar e intervenir en el proceso de
desarrollo del niño.

i OBJETIVOS ESPECÍFICOS DEL CURSO


* Conocerá la estructura socio-familiar, que permita evaluar las situaciones
de riesgo en el niño.
• Identificará los factores laborales y legales que influyen en el rendimiento
escolar, que permita evaluar e intervenir en el proceso de enseñanza-
aprendizaje.
I— » El alumno analizará los factores pedagógicos y médicos que interviene en
la educación, que permita intervenir y promover el desarrollo del niño.

DR. SAMUEL MEJÍA RODRÍGUEZ


NOMBRE Y FIRMA DEL RESPONSABLE
DEL PROGRAMA ACADÉMICO
HORAS TEMAS Y SUBTEMAS ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE

15 lectura previa del tema a tratar en clase,


TEMA I. "La infraestructura social y el con la finalidad de analizar y sintetizar con
menor" anticipación el tema.
1.1 Factor Socioeconómico *Realizarán un cuadro comparativo de las
1.2 Organización familiar familias deformantes y debatir en clase.
1.3 Clasificación de familias deformantes
1.4 Convivencia irregular entre padres
1.5 Desintegración familiar
1.6 La convivencia extrafamiliar negativa

15 Investigación sobre el tema y realizar un


TTEMA II. "El factor laboral" reporte, para fomentar el análisis y la
2.1 Factor negativo de los medios masivos lectura en los alumnos.
de comunicación *Debate sobre las consecuencias de los
2.2 El desconocimiento de algunas leyes y medios de comunicación en los niños,
prestaciones sociales para que los alumnos lleguen a una
2.3 Hábitos y dependencias conclusión acertada sobre el tema.
2.4 Localización y situación del espacio vital
2.5 Estructuración de la casa

15 TEMA III. "Factores pedagógicos" *Análisis de casos de deserción escolar,


3.1 Retardos escolares • con el fin de que los alumnos observen e
3.2 La falta de cátedra por fugas o identifiquen los factores pedagógicos de
deficiencias nutricionales relación.
3.3 Deserción escolar
3.4 Falta de conocimientos extraescolares

15 TEMA IV. "Factores Médicos" *Lectura previa sobre los factores médicos
4.1. Genéticos que intervienen en la educación.
4.2. Hereditarios *Realizarán un cuadro comparativo de los
4.3. Adquiridos factores genéticos, hereditarios y
adquiridos, con el fin de diferenciarlos.
CRITERIOS Y PROCEDIMIENTOS DE EVALUACIÓN
Asistencia 30%
Participación en técnicas y dinámicas grupaies 20%
Evaluaciones orales y/o escritas 50%

CRITERIOS PARA LA ACREDITACIÓN


>• Asistencia mínima del 80%
r Obtener calificación mínima aprobatoria de 8
>- Presentar el 100% de trabajos y/o evaluaciones finales
NOMBRE DE ASIGNATURA O UNIDAD DE APRENDIZAJE ¿a
ANÁLISIS DE LOS
_—_ u
ENTORNOS SOCIALES,
, FAMILIARES
„ , Y ESCOLARES
u ,

LISTADO DE ACERVO BIBLIOGRÁFICO


# TIPO TITULO AUTOR EDITOR ANO
1
L Higiene mental Paúl V. Lemkau C.F.E 1999
2
L Terapia Familiar Salvador Minuchin Amorrortu 2000
3
Delincuentes juveniles y criminales; su
L tratamiento y rehabilitación Gibbons, D.C. F.C.E 2002

L - Libro
E - Enciclopedia
R - Revistas
A - Audio
INTRODUCCIÓN

Tomar como alternativa de formación un programa de posgrado cuyo eje


central sea la investigación de la práctica educativa representa un desa-
fío para los docentes y vuelve necesario poner a su alcance los dispositi-
vos para asumir una discusión informada y pertinente sobre su quehacer
profesional. A ellos, a los docentes, se dirige esta obra, comprometida con
el mejoramiento de la educación mediante el desarrollo autónomo de sus
agentes.
La práctica reflexiva es una estrategia fundamental para el desarrollo
y para la formación profesional de estudiantes de posgrado y para la for-
mación de nuevos profesores en general. Por esta razón, algunas institu-
ciones de educación superior, como el Instituto Tecnológico y de Estudios
Superiores de Occidente (ITESO), y dependencias de gobierno, como la Se-
cretaría de Educación del estado de Jalisco y del estado de Guanajuato, entre
otras, ofrecen alternativas de formación profesional en las cuales la re-
flexión de la práctica orienta el modelo educativo.
Conceptos como lo educativo, la práctica, las acciones, la significación
y la intervención educativa están presentes en los espacios académicos don-
de los docentes sostienen procesos deliberativos y de significación de su
práctica, sustentados en su desarrollo profesional y en procesos de inves-
tigación.
Esta obra posibilita la reflexión en torno a la significación de la práctica
educativa y la consecuente reconstrucción de los símbolos que orientan la
acción de los profesionales de la educación. Así, esta significación se con-
vierte en una estrategia de mejora del quehacer educativo que, además,
refleja el ser de los educadores y el destino de su profesión.
La reciente publicación del Consejo Mexicano de Investigación Edu-
cativa titulada La investigación educativa en México, 1992-2002. Acciones, ac-
tores y prácticas educativas, entre otros trabajos escritos sobre el tema, pro-
picia el acercamiento a la temática y sitúa en el debate nacional los procesos
de investigación relacionados con la práctica docente, así como sus prin-
cipales aportaciones, tendencias y desafíos. Asimismo, permite plantear la
práctica no sólo como objeto de estudio, sino también como opción de
18 LA SIGNIFICACIÓN DE LA PRÁCTICA EDUCATIVA

cambio e innovación centrados en los procesos vividos por los docentes en


el aula.
Este libro pretende sumarse a productos locales y nacionales como
el antes mencionado en su esfuerzo por definir el campo y aportar ele-
mentos para continuar la discusión en los niveles de educación básica y
superior. Capítulo 1
Constituir los significados de la práctica deviene el corazón de la rea-
lidad educativa; será entonces a través de ella que se busque mejorar la EL PROCESO DE SIGNIFICACIÓN DE LA PRÁCTICA
educación citada en planes, programas y discursos cotidianos de los diversos COMO SISTEMA COMPLEJO
agentes educativos para que pueda convertirse en algo tangible.
Las aportaciones que aquí se vierten deberán ser analizadas y discuti-
das por separado, ya que la práctica es específica de cada sujeto y, por tanto, Lya Esther Sañudo de Grande
su análisis involucra las creencias, saberes y valores que posee cada uno de
ellos desde su formación y visión.
Sin embargo, la práctica es también colectiva. Los seres humanos crean INTRODUCCIÓN
esquemas de significación que les permiten actuar y pensar sobre su reali-
dad. Lo que puede modificarse es la transformación personal, el cambio Desde los primeros artículos publicados sobre los procesos reflexivos de
laboral o colectivo en cualquier caso. En cambio, en el docente o el colec- transformación de la práctica educativa, hasta las primeras experiencias
tivo escolar no habrá cambios consistentes sin la debida reflexión de los concretas tendientes a operar estas ideas, se pueden recuperar resultados
significados que habitan en sus prácticas educativas. vividos y evidenciables de muchos de los lectores, educadores e investiga-
dores participantes. Se encuentran reportes de casos que relatan estos pro-
Ruth C. Perales Ponce cesos en varios ámbitos laborales y desde perspectivas diversas (Bazdresch
2000, Sañudo 1997, Vergara 1998, Rosario 1995).
Uno de los supuestos de estas primeras manifestaciones es la demos-
tración de una significación distinta del hacer diario de parte del que
educa. Es decir, se observa cómo el educador va construyendo de mane-
ra progresiva una interpretación compleja de su práctica que permite que
sus acciones cotidianas se modifiquen, articulándose y organizándose de
forma más compleja. No tiene que ver con que el discurso del educador
dé cuenta de eventos en términos del «deber ser» de la práctica, sino de
una transformación en su forma de concebir y comprender su hacer.
La construcción de un significado distinto de su práctica implica una
ruptura epistemológica que produce, por medio de procesos reflexivos
acumulados y progresivos, un replanteamiento de las acciones cotidianas
que evidencian un nuevo significado acerca de su hacer educativo. Esta
nueva concepción compleja en la mente del educador funciona de mane-
ra similar a un cambio de estadio piagetano en donde ya no es posible «re-
gresar» a condiciones menos complejas. Como se describe más adelante,
el proceso de construcción de significado contiene acciones que, de ma-
nera recursiva y dialógica, constituyen la construcción de un significado
complejo de la práctica. Del mismo modo, el hecho de realizar acciones '
distintas no precedidas de una construcción de significados pertinentes
20 LYA ESTHER SAÑUDO DE GRANDE
EL PROCESO DE SIGNIFICACIÓN DE LA PRÁCTICA... 21

puede dar como resultado acciones «artificiales» y no duraderas, realiza- En los primeros apartados de este capítulo se exponen los presupues-
das de manera prescriptiva. tos teóricos que permiten entender el marco conceptual en el que se in-
La teoría y la práctica se interrelacionan, pero no como una proyección sertan estas reflexiones, y se determina qué es la práctica educativa y su
directa de la primera sobre la segunda; tampoco la teoría refleja la prácti- potencial transiórmación^t'-partir de las ideas de Morin (1997) sobre el pen-
ca, ni se deriva o se valida en ella, no se impone por ser de una racionali- samiento complejo. El prirrter y más relevante constructo que se analiza es,
zación «superior», sino a través de «las modificaciones que operan en la precisamente, comprender' «lo educativo», ya que es en este ámbito y no
estructura cognitiva de los educadores» (Gimeno 1998, p. 158). La teoría en otro donde se mueve la práctica y su potencial resignificación.
es la manifestación conceptual de la práctica, y ésta es la consecuencia
empírica de aquélla; ambas son dos maneras que tiene el educador de
manifestar su hacer educativo, el saber (consciente) hacer (reflexivo). Así, LA DIRECCIONALIDAD DE LA PRÁCTICA: LO EDUCATIVO
el significado constituido por el sujeto es una manera de comprender, en-
frentarse y decidir sobre las acciones de la práctica educativa.
El «significado» no implica aquella «teoría» que en cierto modo es ex- La práctica humana puede realizarse en situaciones sociales, comunicati-
terna al sujeto que concibe su práctica, sino a sus específicos supuestos, vas o psicológicas, sin embargo, para este texto lo relevante es la práctica
saberes, creencias, valores y prefiguraciones de los haceres, en este caso educativa y no de otro tipo. Tomar esta decisión implica darle una direc-
referidos a los procesos educativos. De manera que dependiendo de cómo ción concreta a la práctica de los sujetos y, específicamente, a la práctica
el educador «signifique» su práctica es así como la realiza. Un sujeto no de los educadores.
hace cosas que desconoce, es decir, que no estén en su repertorio de posi- Pocos autores hablan de la educación como un objeto de estudio en sí
bilidades, siempre hará, dentro de lo que conoce, lo que decida que es mejor. mismo, por lo general se refieren a ella desde diferentes perspectivas teó-
No se trata de cuestionar la sabida contradicción entre lo que un sujeto dice ricas, pocas veces pensando en la posibilidad de construir una teoría edu-
y hace, sino de entender que detrás de lo que hace hay una red de signifi- cativa de y desde la educación. Mayor aún es la escasez de propuestas teó-
cados que les dan razón a sus acciones. De esta manera, el conocer, leer o ricas en el ámbito de la «práctica educativa», respecto de lo cual Carr (1995)
repetir una serie de principios de un sistema teórico nuevo no garantiza menciona el desconocimiento que existe sobre algún autor que hable so-
que se configure la práctica de forma distinta (Gimeno 1998), es necesa- bre este particular. Era común, hace algunos años, que las publicaciones
rio que el sujeto signifique el nuevo saber en relación directa con la re- sobre educación dieran por supuesto el significado de la palabra, definién-
flexión de su hacer. En esta lógica existe una absoluta interdependencia y dola vagamente o con términos de tipo administrativo. Sin embargo, ac-
articulación entre el significado, el conocimiento y la conciencia con la tualmente es fundamental desentrañar lo que es «educación» y lo que im-
acción del saber hacer del educador. plica la condición de «ser educativo», ya que la explicitación conceptual
La significación de la práctica determina decisiones y acciones educa- determina la pertinencia epistemológica, ideológica, axiológica o metodo-
tivas concretas con un sentido y con una intencionalidad en mayor o me- lógica de las acciones específicas.
nor nivel de conciencia y de reflexión que pueden, bajo ciertos principios En el apartado anterior se exponen algunas reflexiones acerca de
de resignificación, ser potencialmente transformables. Puesto que la prác- la manera en que el significado media para determinar las acciones de la
tica educativa «es una acción orientada, con sentido, donde el sujeto tiene práctica y, en el mismo sentido, se aporta el supuesto de la resignificación
un papel fundamental como agente, aunque insertado en la estructura so- como condición sine qua non de la transformación de la práctica. Cuando
cial», entonces es decisión del sujeto el transformarla (Gimeno 1998, p. 35). se habla de cambio en cualquier tipo de acción, las alternativas son mu-
Por lo anterior, una mediación que facilita el proceso de transforma- chas. La pregunta, en este caso, es: ¿transformar hacia dónde?
ción del hacer del educador es una nueva significación o una resignifica- Un acercamiento a la respuesta parte de que la concepción que el edu-
ción de la práctica. Implica, en principio, un proceso de conciencia, re- cador tiene de «lo educativo» establece la dirección de la transformación.
flexión y autorregulación para comprender el estado actual de la práctica En educación, la transformación de la práctica debe contener, desde lue-
en función de las acciones que la constituyen, e intentar significar estas ac- go, una naturaleza educativa, no sólo social, psicológica, disciplinar, o más
ciones y sus relaciones de tal manera que redefinan su articulación como exactamente, no sólo la conjunción de estas áreas del conocimiento; debe
un sistema complejo. contener sobre todo la sustancia de la educación. Por supuesto, no es po-
sible negar que la acción educativa tiene componentes que pueden y de-
22 LYA ESTHER SAÑUDO DE GRANDE EL PROCESO DE SIGNIFICACIÓN DE LA PRÁCTICA... 23

ben comprenderse desde esas ciencias, pero es inevitable encontrar «algo» individuo construya los conceptos a partir de interacciones interiorizadas
que no alcanza a interpretarse desde ellas; siempre se puede distinguir un y reversibles intencionadas con un objeto de conocimiento dado; se pro-
componente que rebasa los planteamientos teóricos tradicionales, el cuer- duce conocimiento a partir de la relación de transformación recíproca entre
po teórico no es suficientemente potente para comprender a cabalidad el el sujeto y el objeto. Estfüíostura presupone que la acción social no tiene
hecho educativo. una función epistemología, sino que se convierte en un factor de desarro-
Decir que lo educativo es eso y no otra cosa es una tautología necesa- llo. Tal es el caso de las teorías constructivistas basadas en Piaget y segui-
ria para reiterar que lo que sucede en la educación debe ser comprendido dores como Inhelder y García.
y explicado por su propio cuerpo teórico, con la obligada presencia de cien- Desde otra perspectiva, la apropiación de conceptos se realiza a partir
cias ya consolidadas. Por eso es necesario desentrañar qué es «lo educati- del aprendizaje asistido, en donde la interacción social es fundamental para
vo» y, a partir de ahí, describir la direccionalidad de la transformación en actualizar progresivamente los conceptos en la zona de desarrollo poten-
la práctica. cial. Esta propuesta afirma que un sujeto se apropia de los nuevos signifi-
Kratochwill (1987) afirma que la educación «aparece como una forma cados a partir de la interacción y el apoyo de otro que sabe en un determi-
de acción social de un educador sobre un "educando" con la meta de po- nado contexto histórico-social. Estos principios se ubican en la corriente
sibilitar la "formación" en tanto "autoformarse", en el sentido de un diá- sociocultural, con teóricos como Vigotski, Leontiev, Talízina o González
logo del individuo con el mundo interno» (p. 102). Esta concepción de edu- Rey.
cación implica la acción específica de cada ser humano en un contexto Muy recientemente, es posible identificar una tendencia que articula
social. Se refiere a una acción conjunta de dos procesos imbricados: la for- las dos anteriores, desarrollada por seguidores iniciales de Piaget que a
mación humana como primer plano y, en un segundo plano, la compren- partir del análisis de las dos propuestas llegaron a entrelazarlas potenciando
sión de este proceso desde y hacia lo social. No es posible soslayar la ac- su uso en el área educativa. En esta línea encontramos a Bruner, aunque
ción social en el proceso de formación del individuo, como tampoco se con su teoría instruccional al final se aleja teóricamente para constituir una
puede negar o ignorar el proceso individual interno e intransferible que corriente propia, y a Coll que con su «conflicto sociocognitivo» posibilita
subyace. Retomando el componente conceptual de la acción, Kratochwill un trabajo especialmente útil para los educadores en el aula.
(1987, p. 100) relaciona el concepto de educación «con "contraer experien- En las tres opciones, un proceso educativo se identifica con aquellas
cias" a la luz de un horizonte interpretativo en el horizonte de una teoría», acciones que llevan al individuo a producir un conocimiento que le per-
de lo que se desprende que la acción educativa se puede interpretar desde mita comprender, accionar, interaccionar y transformar el medio en don-
un cuerpo teórico ubicado ya sea en el horizonte de las acciones sociales de se desarrolla. Por tanto, la acción educativa se interpreta como aquella
o en el de los procesos cognitivos. que propicia estos procesos, y la manera en que se caractericen estas ac-
Analizar "lo educativo" desde la perspectiva de la acción social deja ciones depende de la construcción teórica en la que se inscriban. La edu-
abierta la transformación del individuo a darse o no en el sentido estricta- cación puede definirse desde estas posturas, entonces, como el sistema de
mente personal, y en caso de darse, no es imprescindible verificar que los acciones reflexivas, intencionadas y sistemáticas (auto)transformadoras del
procesos individuales se dirijan o no a producir las condiciones que se es- ser humano, en un contexto histórico determinado.
tablecieron en las intenciones sociales. Es posible que la intención no lle- Ciertamente, la educación no se limita a la acción espontánea y solita-
gue a actualizarse del modo esperado, el proceso individual puede produ- ria del sujeto que conoce. Implica la existencia de ciertas condiciones que
cir «cualquier cosa» y no abonar a la causa social cuando no ha sido previsto. le dan la característica específica de ser una acción —además de individual,
Por otro lado, es obvio que el excesivo cuidado de los procesos cognitivos intransferible y propiciable— social porque «es imposible comprender nues-
individuales, sin tomar en cuenta las condiciones sociales, históricas, eco- tros conceptos o a nosotros mismos sin comprender también algo de los
nómicas, etc., produce individuos que se alejan del compromiso del bien contextos sociales en los que estamos inmersos» (Kemmis 1996, p. 40). Por
común. tanto, la educación se genera con la intención de un colectivo académico
El proceso educativo individual e interno que se relaciona con la inten- de formar a otros en condiciones institucionales dadas y en una situación
ción de educar o ser educado implica la comprensión de este proceso des- histórica concreta, con contenidos y/ valores colectivamente decididos o de- •
de dos de las perspectivas teóricas psicológicas más importantes. Así, en terminados.
una primera corriente, se entiende que educarse tiene que ver con que el El ser humano no puede encontrarse aislado en su proceso de cono-
24 LYA ESTHER SAÑUDO DE GRANDE EL PROCESO DE SIGNIFICACIÓN DE LA PRÁCTICA... 25

cer el mundo, busca la necesaria producción en común para compartir sig- derse en relación con el marco de pensamiento en cuyos términos dan sen-
nificados, conformar grupos de referencia, dialogar y establecer puntos de tido sus practicantes a lo que hacen y a lo que tratan de conseguir. A este
discrepancia que permitan, igualmente, constituir grupos de discusión cuyo respecto cualquier persona que se ocupe en tareas educativas debe poseer
objetivo final es actuar en comunidad para transformar el mundo. En este una «teoría» —no me^ato que quien se dedique a cometidos teóricos— en vir-
tud de la cual se desarrollen sus prácticas y se evalúen sus logros (Carr 1996,
marco, la acción es fruto de la interpretación del sujeto, pero «la actuación
p. 65).
del actor queda definida por las relaciones que establece con los demás,
que contribuyen a identificar ese papel social» (Bazdresch 1988, p. 183).
Así entonces, el carácter social de la educación implica propiciar en un No existe una teoría educativa independiente de la práctica educativa,
contexto histórico-social, expreso e implícito, el proceso eminentemente pues ésta debe mantener una relación intrínseca con las experiencias de
individual de producir conocimiento en común. los educadores; no se «aplica» o se «deriva» de la práctica educativa, sino
A pesar de las diferencias sintéticamente descritas podemos encontrar que transforma la práctica modificando las formas de comprenderla, lo que
grandes coincidencias que permiten establecer las condiciones de «lo edu- mejora la calidad de la participación de los educadores y les permite ejer-
cativo»: cer mejor.
Lo educativo, como opción conceptual inferida a partir de las reflexio-
• Sin importar a qué corriente teórica se refiera o a qué concepto, la nes precedentes, es una acción transformadora del sujeto que produce co-
producción epistemológica de conocimiento —recreado, aprendido, nocimiento y es propiciada por un sistema de interacciones humanas en un
apropiado o construido— es el fin último de la educación. Implica contexto histórico específico. Con este marco genérico puede entonces plan-
la transformación del sujeto, en el sentido de que su bagaje concep- tearse la pregunta que intentamos responder en el siguiente apartado.
tual es mejor, más amplio o más eficiente para entender, actuar o
transformar la realidad donde vive.
• Independientemente de si lo anterior se procesa con asistencia o sin DESDE EL ÁMBITO EDUCATIVO, ¿QUÉ ES LA PRÁCTICA?
ella, es propiciado en comunidad, en un ámbito educativo en el que
existe el propósito explícito de educar. Aquí se articulan procesos de Estas reflexiones se inscriben en la construcción de la concepción de prác-
interacción en donde la producción del conocimiento se intenciona, tica educativa desde la educación misma. La práctica, como su constituti-
se limita de acuerdo con condiciones sociales predeterminadas e in- vo, no se opone a la teoría sino que se identifica con «praxis», entendida
dependientes al sujeto que se educa. como «una acción reflexiva que puede transformar la "teoría" que la rige
• En lo educativo formal, una condición no es viable sin la otra. [en donde] la teoría está tan sometida al cambio como la práctica misma
[...], cada una modifica y revisa continuamente a la otra» (Carr 1996, p. 101).
No es posible explicar la educación desde una disciplina concreta ya Por tanto, la práctica educativa está conformada por un conjunto articula-
construida. «Lo educativo» tiene una naturaleza propia y distintiva, aun- do de acciones intencionadamente transformadoras, interpretadas como
que la comparte en algunos sectores con otras áreas del conocimiento que tales a partir de una red conceptual que se modifica a través de la relación
lo apoyan para comprender ciertos eventos. Hoy es necesario reconocer entre la teoría y la práctica. La práctica —en el sentido de la praxis— se cons-
que han empezado a «buscarse entonces formas de superar las distancias tituye de acciones interpretadas que para ser consideradas educativas, ne-
entre la teoría de la educación y las prácticas que dan a toda esa teoría su cesariamente deben ser acciones transformadoras, ya que «la praxis del
razón de ser» (Carr 1960, p. 53). En otro momento, la práctica, un consti- hombre no es una actividad práctica opuesta a la teoría, sino que es la de-
tutivo propio de la educación, se entendía como una disciplina normativa terminación de la existencia humana como transformación de la realidad»
que aplicaba distintos principios teóricos y, por tanto, no podía tener el (Kosik 1967, p. 240). Una práctica educativa está conformada por acciones
rango de teoría. Actualmente se asume la posibilidad de un cuerpo teóri- que intencionadamente propician la (trans)formación de los sujetos que in-
co propio de la educación constituido por la teorización de la práctica. tervienen.

La educación es semejante a las prácticas teóricas por tratarse de una activi- La práctica educativa es una actividad intencional, desarrollada de forma cons-
dad intencional desarrollada de forma consciente que sólo puede compren- ciente, que sólo puede hacerse inteligible en relación con los esquemas de pen-
26 LYA ESTHER SAÑUDO DE GRANDE El- PROCESO DE SIGNIFICACIÓN DE LA PRACTICA... 27

samiento, a menudo tácitos y, en el mejor de los casos, parcialmente articula- Spinoza considera que no existe sustancia sin acción. A partir de Hobbes
dos, en cuyos términos dan sentido a sus experiencias profesionales (Carr 1996, y Locke, la acción humana es pensada como un comportamiento físico que
p. 65).
tiene como causa un acto de voluntad. Kant explica que la acción está cau-
sada por un acto de voluntad libre que se analiza en la concepción de la
Para la educación es fundamental un cuerpo teórico propio sistemáti- «razón práctica».
co y formal. Ya no es posible pensarla como un espacio vacío cuya expli- Se habla de filosofía tle la acción a partir de las orientaciones filosófi-
cación requiere hacer converger diversos campos de conocimiento, sino que cas contemporáneas que se caracterizan por remitirse a la acción, aunque
es necesario comprenderla como un conjunto de acciones articuladas y se diferencian por el modo de definirla. Por ejemplo, el pragmatismo como
específicas que conforman un campo de conocimiento concreto, y tales filosofía de la acción sostiene que para establecer el significado y el valor
acciones requieren una teoría propia para ser explicitadas, indagadas e in- de la verdad de las ideas es necesario referirse a las acciones o a los com-
novadas. La teoría educativa debe construirse desde sus propios constitu- portamientos prácticos que ellas generan. James, principal representante
tivos, desde «dentro» de las mismas prácticas educativas (Minakata 1994). de esta corriente, desarrolla ideas en cuanto a la relación organismo-am-
Así, la práctica educativa es, en cuanto constructo teórico, una serie de biente, sujeto-objeto e individuo-sociedad, y les da relevancia a las conse-
acciones reflexivas articuladas e intencionadamente formativas. Esta con- cuencias prácticas satisfactorias en función de las exigencias vitales de los
cepción coincide en cierta medida con las reflexiones de Kratochwill (1987) individuos.
en el sentido de que la educación es, en tanto que lo que se hace se inter- Dentro de la corriente de la acción social, Parsons, considerado fun-
preta como educativo, aquella práctica específica que permite que cuan- cionalista, establece un vínculo entre práctica y teoría sobre la base de que
do menos uno de los actores se forme; dicho de otra manera, es el con- las interacciones y los significados presentes en ellas tienden a estabilizarse
junto articulado de acciones intencionadas para la transformación de un en formas definidas, en instituciones y sistemas socioculturales identifica-
sujeto hacia un estado de mayor formación. El proceso individual puede bles (matrimonio, familia, autoridad, educación, gobierno y sistema polí-
entonces propiciarse de manera intencionada y sistemática en el ámbito edu- tico). Su fuerza radica en la integración que en éstos se produce entre las
cativo formal donde existe el propósito explícito de educar. motivaciones psicológicas de la acción social y las estrechas relaciones so-
El sistema de la práctica educativa es una conjunción de acciones liga- ciales entre ellas (valores, normas, símbolos) que las identifican y les dan
das entre sí que se determinan unas a otras. Estas acciones se mantienen significado. La acción se presenta en varios niveles, no sólo en la concien-
en permanente movimiento y cambio, nunca permanecen porque «sólo la cia colectiva como dice Durkheim, sino también en el individuo. La tipo-
dialéctica del propio movimiento de las cosas transforma el futuro» (Kosik logía de Parsons trata de identificar las variables últimas de la acción so-
1967, p. 242), y en esa medida las acciones no pueden considerarse obje- cial. La acción es un comportamiento dirigido por los significados que los
tos fijos dados. Es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la actores atribuyen a las cosas y las personas.
verdad, así, la conciencia y la reflexión son operaciones que posibilitan En Francia, Durkheim pone en relieve los aspectos institucionales en
la praxis. El pensamiento reflexivo, como la forma más fructífera para una relación individuo-colectividad. La acción social consiste en modos de
resignificar la práctica, favorece la indagación de la acción porque «lo que actuar, pensar y sentir externos al individuo y dotados de un poder coer-
constituye el pensamiento reflexivo es el examen activo, persistente y cui- citivo en virtud del cual se imponen. En el plano individual, la acción está
dadoso de toda creencia o supuesta forma de conocimiento a la luz de los determinada por la conciencia colectiva, considerada el conjunto de creen-
fundamentos que la sostienen y las conclusiones a las que tiende» (Dewey cias y sentimientos comunes de la sociedad. En Alemania se origina la so-
1998, p. 25). ciología comprensiva de Weber, quien entiende que en una acción social
La acción como categoría de conocimiento es un concepto que ha evo- el sentido intencionado por su agente se remite a la conducta de otro y
lucionado desde Aristóteles, quien pensaba que la acción presuponía el orienta su desarrollo a partir de ella. Weber determina que cada acción se
«ser» y que el mundo de la razón puede mejorar el de la práctica. La ac- define en términos de «significación», es decir, se vincula a un sentido
ción es realizar el bien y juzgar las cosas buenas y útiles para el hombre subjetivo atribuido por el sujeto de la acción. La acción social es una ac-
como base de la filosofía práctica. Fichte, por su parte, la concibe como ción significativa, y si se manifiesta entre los miembros que interaccionari,
pura actividad y señala que una intuición intelectual de orden práctico es tiene lugar una interpretación. «No toda clase de contacto entre los hom-'
el acceso a lo absoluto; posteriormente, con una postura intermedia, bres tiene el carácter social; sino sólo una acción con sentido propio diri-
28 LYA ESTHER SAÑUDO DE GRANDE
EL PROCESO DE SIGNIFICACIÓN DE LA PRÁCTICA... 29

gida a la acción de otros» (Weber 1987, p. 19). Las acciones se guían por sujetos, sino a que los sujetos son participantes de una interacción; en este
fines como intereses personales o utilitarios, valores y pasiones o deseos caso, en la acción dramatúrgica el sujeto se relaciona en el mundo subjeti-
afectivos, al igual que por acuerdos normativos. vo con el mundo objetivo. En esta acción, el sujeto puede controlar el ac-
Desde la fenomenología, el interaccionismo simbólico también utiliza ceso de los demás a suS;4entimientos, los participantes controlan su inte-
la acción como categoría de conocimiento. Schütz, teórico austríaco y dis- racción regulando el acg^so recíproco a la propia subjetividad.
cípulo de Husserl, considera que la intersubjetividad es dato inmediato del A partir de las concepciones anteriores, Habermas (1989) introduce el
mundo de la vida, el hombre es un intérprete del propio campo de la ac- concepto de acción comunicativa, en donde el lenguaje es la condición para
ción. Desde la fenomenología se elabora teóricamente el carácter interactivo que los sujetos interactúen.
e intersubjetivo de la acción y sus significados. A diferencia de Weber, quien
entiende la acción como un acto terminado, Schütz la define como «una El concepto de acción comunicativa se refiere a la interacción de por lo me-
actividad espontánea orientada hacia el futuro» (Schütz 1993, p. 87) que nos dos sujetos capaces de lenguaje y de acción que (ya sea con medios ver-
se significa en el curso mismo en que se constituye. El significado consis- bales o con medios extraverbales) entablan una relación interpersonal. Los ac-
te en «aquellas vivencias futuras que constituyen la acción a la que tiendo tores buscan entenderse sobre una situación de acción para poder así coordinar
de común acuerdo sus planes de acción y con ello sus acciones. El concepto
y en aquellas pasadas que constituyen mi acción completada» (Schütz 1993, aquí central, el de interpretación, se refiere primordialmente a la negociación
p. 69). de definiciones de la situación susceptibles de consenso. En este modelo de
Dentro del cognoscitivismo actual, el chileno Maturana define las ac- acción el lenguaje ocupa [...] un puesto prominente (Habermas 1989, p. 124).
ciones como «operaciones externas de nuestra corporeidad en un medio
cualquiera, [es] todo lo que hacemos en el ámbito operacional cualquiera
La diferencia sustancial y el aporte más importante es la inclusión en
que ponemos de manifiesto en nuestro discurso, por más abstracto que
el concepto de acción del medio lingüístico, no sólo de manera unilateral,
pueda parecer» (1995, pp. 160-161). Este teórico comprende la acción como
como transmisión de valores en consenso o como medio de las funciones
totalmente articulada al pensamiento, pensar es actuar en el ámbito del
expresivas. El concepto de acción comunicativa propone el lenguaje como
pensamiento, como reflexionar es actuar en el ámbito de la reflexión; es
un medio de entendimiento entre los sujetos, pero éste es importante des-
la operación en acto. Las acciones surgen y se realizan en algún ámbito
de el punto de vista pragmático, orientado al entendimiento para relacio-
emocional, de tal manera que cuando pasamos de una emoción a otra se
narse con el mundo; se considera la acción no sólo regida por normas, con
cambia el ámbito de acción. Para comprender la actividad humana, es ne-
propósitos utilitarios o de expresión subjetiva, sino de manera reflexiva.
cesario identificar la emoción que define el ámbito de acción en el cual se
En estos breves ejemplos se observa cómo se construyen diversos con-
produce la actividad.
ceptos de «acción», desde la perspectiva ontológica, social o comunicati-
Habermas, representante de la escuela de Frankfurt, construye teóri-
va, que son útiles para entender cómo el sujeto actúa en diversos campos
camente la acción comunicativa desde la sociología. En un primer momen-
de conocimiento en la medida en que involucran la interpretación del sig-
to, realiza un análisis exhaustivo de tres conceptos de la acción diferencia-
nificado que el mismo sujeto hace de sí o el que le adjudican los otros con
dos de acuerdo con las relaciones que tiene el sujeto con el mundo. La
los que interacciona. Esta interpretación implica que el sujeto tiene que
acción teleológica o estratégica se identifica cuando el sujeto se relaciona con
construir un sentido subjetivo de la acción.
un mundo considerado objetivo y realiza un fin eligiendo en una situación
Kratochwill recoge muchas de las anteriores construcciones, especial-
dada los medios más congruentes para aplicarlos en forma adecuada. La
mente se sitúa dentro de la fenomenología para constituir la categoría de
idea fundamental es decidir utilitariamente entre las alternativas de acuerdo
la acción educativa, ya no como acción social o comunicativa, sino como
con un propósito y en función de la interpretación que se hace de la situa-
categoría de conocimiento de lo educativo.
ción, que se convierte en estratégica cuando interviene otro sujeto. El se-
De la misma manera, la acción educativa se interpreta a partir de la
gundo concepto gira en torno a la acción regulada por normas en un grupo
experiencia del sujeto y del sentido que se le atribuye. Minakata (1993, p.
social en relación con un mundo, también considerado objetivo, que orien-
89) describe cómo la acción está constituida por el sentido, la intención y
tan su acción por valores comunes; aquí la norma es un acuerdo en el grupo
y cada uno espera su cumplimiento. lo que produce.
Por último, Habermas no hace referencia a un sujeto o un grupo de
30 LYA ESTHER SAÑUDO DE GRANDE EL PROCESO DE SIGNIFICACIÓN DE LA PRÁCTICA... 31

El sentido, en el marco de la realización de la acción, sirve para el manejo, teracción entre ambos —donde se actualiza el contenido que se ha de apren-
construcción y orientación de la acción; en el marco reflexivo tiene una fun- der—. Desentrañar cáela grupo de acciones en función de sus constitutivos
ción, la de exégesis: reconstrucción de un acontecimiento. Así, el sentido se es acercarse metodológka y conceptualmente a la práctica. Así, las accio-
puede fundar como significado teórico y como pretensión práctica, porque
nes del educador se obse$>&n durante el planteamiento de la estrategia me-
se tiene que trazar por anticipado la estructura de la experiencia posible, si
es que lo percibido ha de aparecer como significativo [...]; las intenciones (me- todológica; las acciones dfl estudiante se recuperan a través de su proceso
tas, fines, propósitos) no son otra cosa que atribuciones de sentido en una de apropiación o constrtrfcción; el contenido se observa desplegado en las
forma determinada para acciones determinadas. acciones y se analiza desdé; la propia lógica del conocimiento del que se tra-
te; finalmente, la interacción se recupera e interpreta como la acción
intersubjetiva y comunicativa entre estudiante y educador. Es en la meto-
Gimeno (1998) reflexiona acerca de un componente fundamental de
dología del educador donde se articulan los constitutivos de la práctica
la acción, la intención. Ésta desencadena la acción y además se observa una
conformando un sistema (Sañudo 1997).
intención-en-la-acción que se mantiene mientras acontece. También se pue-
Mediante el acercamiento empírico de la práctica se identifican estas
den distinguir acciones que se inician conscientemente y que preservan la
acciones operadas intencionalmente, y su recurrencia puede, por ejemplo,
coherencia durante su realización, y aquellas que aclaran y precisan la in-
constituir los procesos educativos del aula. El dominio profesional de un
tención o cambian mientras transcurren. El autor describe de esta mane-
ra el carácter imprevisible de la acción. educador residiría en su capacidad para concebir situaciones de aprendi-
zaje propicias para los estudiantes (Carhay 1988, p. 36). Dicho de otro modo,
Las acciones educativas no son únicas o aisladas, sino que se articulan
la significación de la práctica de un educador determina las decisiones
como un sistema que se reconstruye en un espacio educativo, y aunque se
observan como de distinta índole, es posible clasificarlas para entender su preactivas e interactivas en su práctica.
El educador se encuentra inmerso en una experiencia en la que tie-
naturaleza y a partir de esto entender la articulación entre ellas. Así, el sis-
ne cierto control sobre lo que quiere producir y, por ende, en mayor o
tema educativo es un conjunto sistémico de acciones de diferente índole
menor medida, incide sobre sus acciones, ya sea provocándolas o modi-
que se comportan como un todo estructurado y, al mismo tiempo, diná-
mico e incierto. Este sistema de acciones funciona como una totalidad con- ficándolas. Esta selección de las acciones de la práctica está determina-
da, en última instancia, por el conjunto de significados que ha construi-
creta que deviene una estructura significativa y se desarrolla y se va creando
do sobre lo que es educativo; es lo que se ha denominado categorías significantes
para cada conjunto de procesos educativos; las acciones que ocurren en su
interior son los ejes de su constitución. —porque permiten atribuir una significación a determinadas acciones en
detrimento de otras— y funcionales —porque se les supone las funciones en
De acuerdo con la índole de las acciones, se determina la forma en que
se pueden agrupar con el propósito de comprender tanto su propia natu- un universo de significados— (Coll 1991).
También Kemmis (1996, p. 17) hace hincapié en la estrecha e indiso-
raleza como la de su relación. Aunque los ámbitos son diversos en el caso
luble interrelación entre la práctica y el significado: «el valor, la significa-
del aula, se puede identificar con cierta facilidad cómo funcionan las ac-
ciones como sistema y cómo éste está constituido por subsistemas articu- ción y el sentido de la práctica no son evidentes: se construyen», y esto se
lados, con base en las acciones generadas por los agentes educativos. La realiza en diferentes planos, en el de las intenciones de los sujetos, en la
educación, entonces, «en el sentido más genuino es acción de personas, interpretación por parte del que participa y de acuerdo con la interpreta-
entre personas y sobre personas. Lo que acontece en el mundo educativo ción de los demás, en el plano histórico —en una cadena de acciones— y
tiene mucho que ver con los agentes que dan vida con sus acciones a las con respecto a lo que se produce.
prácticas sociales que acontecen en los sistemas educativos y en torno a los Este sistema de acciones y significados, llamado práctica educativa, tie-
mismos» (Gimeno, 1998, p. 35). ne como parte de su naturaleza la posibilidad de transformarse, no en el
Las agrupaciones generan una serie de subsistemas que están presen- sentido de «sumar» elementos sino en el de avanzar en espiral, modifican-
tes de manera regular en la práctica educativa. Estos subsistemas son los do el resto de los procesos y convirtiendo cada cambio en una unidad cua-
constitutivos de la práctica. litativamente diferente. Un cambio, o mejor aún, una transformación, que
Los constitutivos de la práctica, de acuerdo con sus agentes y agrupa- tiene una dirección determinada: ser cualitativamente más educativo.
dos por su naturaleza, son: acciones del educador, acciones del estudiante e in- Así entonces, la práctica educativa es claramente distinta de otro tipo1
de prácticas humanas, es un conjunto articulado de acciones reflexivas,
32 LYA ESTHER SAÑUDO DE GRANDE
EL PROCESO DE SIGNIFICACIÓN DE LA PRÁCTICA... 33

intencionadamente transformadoras que se interpretan como tales. En y experiencias con otros compañeros de profesión. Y es que las nuevas tec-
este sentido, el proceso individual puede propiciarse para llevar al suje- nologías, los rápidos cambios culturales y científicos exigen una renovación
to hacia un estado de mayor formación de manera intencionada y siste- permanente de la escuela y, por tanto, la actualización constante de los
mática en el ámbito educativo formal donde existe el propósito explícito educadores. Por ejemp6í>£el perfil que se pide hoy al profesor es el de ser
de educar.
un organizador de la intejíacción entre el alumno y el objeto de conocimien-
El sistema de la práctica educativa está constituido por acciones arti- to; debe transmitir y tra-rfsformar la tradición cultural y a la vez suscitar
culadas para producir transformaciones en los sujetos que se educan. Es- interrogantes sobre el conocimiento cíe frontera; debe analizar y saber en
tas acciones se determinan unas a otras a partir de los significados del qué contexto se mueve con el fin de responder a la cambiante sociedad
educador porque construir las acciones es una cualidad constitutiva del actual.
agente que actúa. Según Gimeno, «el conocimiento incide en la acción en Es necesario encontrar una nueva racionalidad educativa. Los educa-
tanto que atributo» (1998, p. 38).
dores se enfrentan al reto de construir un marco intercultural amplio y flexi-
La acción educativa se construye e interpreta a partir de la reflexión ble, que integre valores, ideas, tradiciones y costumbres, que implique di-
de la experiencia del sujeto, e inherentemente a ello la intención se reviste versidad y pluralidad, reflexión crítica y tolerancia, tanto como la
de saber y sentido. Ésta es una
elaboración de la propia identidad individual y grupal (Pérez Gómez 1988).
La transformación del significado y las acciones mueve intenciona-
condición necesaria de la acción y comprender ese elemento dinámico y mo- damente la práctica de un estado convencional a otro que implique una
tor es fundamental para cualquier educador [...]. Hasta tal punto es decisivo reorganización más compleja de sus constitutivos, que incluya y mejore
el papel de la intención en la acción que, para entender qué es cualquiera de a la anterior, que aporte a su comunidad una manera diferente de hacer
ellas, más que indagar por sus causas, lo que necesitamos es interpretar la ac- educación, en cuyo centro se encuentre el proceso de apropiación del
ción o propósito del agente (Gimeno 1998, p. 39).
alumno.
Así, entender la educación desde los procesos de transformación com-
La práctica educativa se convierte en estructura significativa que se promete al educador a ser el dueño de su proceso. Convertir las acciones
desarrolla y se va creando no sólo en cada conjunto de acciones educati- en reflexivas y conscientes por encima de la inercia cotidiana constituye
vas, sino en la interrelación de sus constitutivos. La forma en que se hace el proceso de construcción de su praxis, el educador es un recreador de la
la práctica educativa, en que se organizan la articulación de los conjuntos realidad porque la comprende y la explica.1 El proceso dialógico y recursivo,
de acciones y las acciones entre sí, corresponde a una forma específica de tal como se analiza en el siguiente apartado, es un movimiento fundamental
significarla. La transformación de la práctica implica entonces la transfor- entre la teoría y la práctica y entre la concepción y el hacer, transforma la
mación cualitativa del significado. totalidad del sistema de la práctica educativa y propicia procesos como:
En síntesis, la práctica educativa está conformada por una serie de ac-
ciones transformadoras en relación, la lógica de esta relación y lo que pro- • Reconstruir la situación donde se produce la acción, lo que condu-
duce está determinado por el significado o conjunto de significados del edu- ce al educador a redefinir la situación reinterpretando y asignando
cador. Una condición inherente a la práctica educativa es su naturaleza nuevos significados a características conocidas o antes ignoradas.
dinámica y su potencial de transformación. Esta última condición abre una • Reconstruirse a sí mismo como profesional, adquiriendo conciencia
serie de cuestionamientos fundamentales: ¿cómo se puede propiciar la trans- de la manera en que estructura sus conocimientos, afectos y estrate-
formación de la práctica?, ¿hacia dónde debe dirigirse la transformación? gias.
• Resignificar los supuestos acerca de la enseñanza aceptados como
LA TRANSFORMACIÓN DE LA PRÁCTICA
1 Avances en este sentido pueden encontrarse en documentos elaborados por Elliot

En la actualidad, como se mencionó al principio, se observa un incremento (1996), Carr (1996), Kemmis (1995), Melaren (1984), Stenhouse (1987), Gimeno y Pérez'
Gómez (1998), Schón (1992, 1998), entre otros, quienes han incursionado en los procesos
en la literatura acerca del planteamiento de la transformación del educa- de teorización desde la educación misma, aunque sus orígenes y marcos comprensivos sean
dor a partir de la propia experiencia en el aula, del intercambio de opiniones de diferente índole.
34 LYA ESTHER SAÑUDO DE GRANDE
EL PROCESO DE SIGNIFICACIÓN DE LA PRÁCTICA... 35
básicos, como una forma de analizar críticamente las razones y los algunas de nuestras creencias» (Gimeno 1998, p. 127).
intereses individuales y colectivos que subyacen en los principios do- Es muy ilustrativa la manera en que Gimeno (1998) reconoce que la
minantes (Sañudo 1997).
reflexión posibilita el «distanciarse» de la práctica, pues el educador obje-
tiva sus acciones para ppder comprender, caracterizar y confrontar teóri-
La transformación del significado de la práctica educativa se genera camente su práctica. És^i es una primera acepción de «teorizar», una for-
por la operación básica de la reflexión sobre la acción. Permite recuperar, ma específica de autorrefíexión con la que el educador puede, a través de
hacer consciente, evaluar y transformar la práctica, y además establece las una acción reflexiva en su labor, lograr la transformación de una práctica
contradicciones presentes. Lipman (1998, p. 54) puntualiza que «la reflexión
cotidiana. Como consecuencia de la reflexividad, los fenómenos humanos
sobre la práctica puede entonces implicar la clarificación de supuestos y se caracterizan por su singularidad y
criterios establecidos," así como la consistencia entre dichos principios y la
práctica existente». El educador se enfrenta a la tarea de generar un nue-
vo conocimiento al recuperar sus acciones, hacerlas conscientes y recons- por su apertura permanente a nuevas formas o modos de ser que suponen la
reconstrucción de sus formulaciones previas. El conocimiento de los fenóme-
truir su práctica educativa: ésta es la vía por la cual se puede tener acceso
a la transformación. nos humanos, por tanto, ha de cubrir los aspectos comunes y los aspectos sin-
gulares, los hechos y los valores, las manifestaciones observables y las inter-
La reflexión es una fuerza que permite al educador superar su acción pretaciones, los componentes ya consolidados y los que se encuentran en
cotidiana, reestructura su autocomprensión y orienta desde ahí la acción evi- proceso de formación, los elementos reales, ya existentes, y las posibilidades
denciando las consecuencias prácticas. Esta operación del pensamiento todavía inéditas, lo dominante y lo marginal. Todos ellos son factores que con-
representa un esfuerzo sistemático de analizar la experiencia dirigido a lo- dicionan o pueden interferir en las representaciones, en las expectativas y en
grar propuestas totalizadoras para orientar la acción educativa (Pérez las acciones de los individuos y de los grupos (Pérez Gómez 1998, p. 61).
Gómez 1993).
La reflexión es mucho más que pensamiento o meditación, está ligada Así, la reflexividad puede incidir en las acciones de los educadores
a la acción educativa y a su transformación en el sentido de la reconstruc- como individuos y como grupo dentro de una institución. De acuerdo con
ción de las acciones como condición operativa de ser reversibles (Piaget Gimeno (1998), este proceso de reflexividad tiene tres sentidos:
1981), es decir, autorregulables. De esta manera pueden transformarse esas
primeras acciones analizadas en otras más intencionadas y controladas, or- • El primer nivel es una dimensión inherente a la acción, es de carácter
ganizadas de forma más compleja (Morin 1997). El constante trabajo de re- inmediato y se origina en la experiencia, se refiere a los componen-
flexión y revisión —autorregulación— que el sujeto realice sobre sus accio- tes cognoscitivos de la acción: el distanciamiento que el educador pue-
nes facilitará su permanencia como operación cognitiva en el educador. de hacer de su práctica que es su objeto, para poder comprenderla,
La toma de conciencia y la reflexión son operaciones que permiten caracterizarla y confrontarla con diversas concepciones teóricas. Es
comparar, confrontar y clasificar durante el proceso dialógico entre con- una primera forma de «teorizar» sobre la acción, «pensar y actuar,
cepto y acción. La actividad reflexiva interioriza la acción de manera reflecta lo uno sobre lo otro» (Gimeno 1998, p. 127). El educador
reversible, se actualiza en el diálogo y promueve la toma de conciencia. Ade- toma distancia de su acción y como producto de la reflexividad so-
más, la reflexión permite la recuperación, la construcción y el distancia- bre ella es posible desplegar las creencias2 para conocerlas, confron-
miento del educador a partir de la teoría. El educador que aprende a con- tarlas, pensarlas y revisar las contradicciones entre ellas. La reflexi-
trolar su proceso está consciente del mismo y es capaz de justificar sus vidad permite que el educador tome distancia de sus creencias
acciones y dar cuenta de sus productos (Talízina 1987). En este sentido, la
autorref lexión es una herramienta y significa realizar una crítica sobre el
conocimiento para reestructurarlo. 2 La creencia es el conocimiento que los educadores tienen sobre los objetos, construido
a partir de la interacción reflexiva directa con los objetos y con otros. Las creencias pue-
La reflexión es un método para lograr «la racionalidad en la práctica den basarse, igualmente, en la convicción por convencimiento o imposición, «se constitu-
y en las mismas creencias, un proceso que la educación debe consolidar yen en el contexto de recíprocas interacciones con las personas, con los sucesos y con las
como disposición permanente y abierta para someter a elaboración y re- instituciones. Son información y conocimiento sobre el mundo, en el sentido de que el in-
visión constante lo que "nos parece el mundo" y las contradicciones entre dividuo conoce lo que para él es probablemente una verdad, sin que la evidencia sea nece-
saria» (Gimeno 1998, p. 132).
-
36 LYA ESTHER SAÑUDO DE GRANDE
EL PROCESO DE SIGNIFICACIÓN DE LA PRÁCTICA... 37

cotidianas y revise sus acciones de forma permanente. El pensamiento


la relación entre conocimiento y acción, entre teoría y práctica, que original-
representa la conciencia sobre el conocimiento cotidiano educativo, mente tiene lugar [como] un proceso que se refiere al mundo de la experien-
el distanciamiento de ella para su comprensión y dominio. La reflexi- cia radicado en las personas y en los colectivos, pasará a ser un proceso me-
vidad posibilita el factor de cambio educativo, es la forma de pro- diado por los conocimientos elaborados de las disciplinas científicas que
ducir transformación y lograr una acción futura diferente de la ac- contaminarán con su racionalidad las razones de los sujetos y de los grupos.
tual. 1 [...] El valor práctico efe, la ciencia para dirigir la actividad educativa reside
en su valor de mediación sin sustituir al agente (Gimeno 1998, p. 155).
• El segundo nivel de ref lexividad es un grado superior y contribuye
a una racionalidad más elaborada que se ubica en la interacción re- Los educadores desarrollan procesos reflexivos acerca de su conocimien-
cíproca entre la acción y el conocimiento científico y el conocimiento to cotidiano de primer nivel en el contexto institucional; en el caso de la
personal o el compartido ligado a ambos. La teoría educativa se in- conciencia y la teorización de las acciones, se desarrolla una reflexividad
corpora a la acción a partir de los procesos de ref lexión-acción; al de segundo nivel. Comprender y vigilar epistemológicamente los dos tipos
actuar, el educador se guía por el conocimiento y eso quiere decir de reflexividad genera una reflexividad de tercer nivel.
que progresivamente la realidad se va generando con las acciones;
es el resultado de cómo las significamos. El pensamiento y la reali- • En la reflexividad de tercer nivel se modifican las relaciones del
dad «en ese proceso reflexivo quedan constantemente abiertos gra- educador con la práctica objetivada sobre la cual reflexiona; es de-
cias a la acción de uno de los polos sobre otro: un pensamiento ge- cir, la reflexión recrea el objeto. Esto permite comprender cómo los
nera un cambio y crea realidad nueva y ésta se abre como nuevo reto procesos de configuración del significado inciden en la práctica. La
a ser conocida de nuevo» (Gimeno 1998, p. 146). AI cambiar la rea- teorización sobre la educación genera una mayor reflexividad que
lidad se genera inseguridad en el educador, y entender esta situación modifica las acciones de la práctica, y la teoría generada debe dar
cambiante e incierta permite entender el proceso educativo no como cuenta de los efectos que produce en la realidad. «Éste es el signifi-
una entidad estable y determinada, sino como una espiral compleja cado de tercer nivel de la reflexividad: formamos parte de la reali-
y acelerada. La teoría educativa no tiene explicaciones consolidadas dad que queremos entender y debemos ser conscientes de nuestras
que agoten la comprensión de la realidad educativa, porque no es peculiaridades como seres que hacen la teoría de la educación»
posible establecer regularidades previsibles en las acciones y éstas (Gimeno 1998, p. 161). Este nivel de reflexividad lleva a entender
constituyen una práctica compleja indeterminada. la práctica como un sistema complejo, en donde la innovación es
permanente y no hay referentes inamovibles. Por ser esta práctica
La disciplina científica sólo es enriquecedora de la práctica o de la acción educativa una práctica humana, están presentes la irregularidad y
a partir de sus efectos en el educador, no mediante prescripciones impuestas la incertidumbre, y esta última no es más que la consecuencia de
sino en función de la transformación de las acciones con base en la con- comprender qué falta por conocer, estimulando la dinámica perma-
ciencia y comprensión de su conocimiento cotidiano, «como teoría crítica nente.
que abra los contenidos de la propia conciencia y de la reflexión de pri-
mer nivel a la discusión» (Gimeno 1998, p. 151). La ref lexividad de primer Cuando se logra esta necesaria distancia mediante la reflexividad, el
y segundo nivel mejora con una formación científica creando formas y significado puede incidir sobre la acción y propiciar la transformación tanto
modelos para comprender el proceso educativo; es así como va cambian- de los esquemas y representaciones mentales como del saber hacer. De
do el conocimiento cotidiano sobre la acción, la forma de comprenderla y acuerdo con Pérez Gómez (1998), los nuevos significados reconstruidos en
la forma que tienen de significarla. De esta manera, el intercambio abierto son construcciones sociales que reflejan acciones.
En este proceso, se pretende que el educador transforme su práctica, com-
prenda sus acciones y entienda cómo le da sentido a su hacer en un con-
3 En este primer nivel de reflexión, el registro proporciona la oportunidad de un dis- texto social compartido. La forma cotidiana de categorizar teóricamente
tanciamiento ya que el educador autoobserva su práctica tal como vería la de un colega. el conocimiento que tiene sobre su hacer educativo tiene funciones espe- •
Es una herramienta sumamente útil que posibilita la recuperación y un análisis riguroso. cíficas en su hacer.
38 LYA ESTHER SAÑUDO DE GRANDE EL PROCESO DE SIGNIFICACIÓN DE LA PRÁCTICA... 39

Una investigación previa sobre la transformación de una práctica más miento entre los esquemas discursivos y el hacer del educador,
específica, la docente (Sañudo 1997), propone como parte de sus resulta- detonando así el proceso del cambio.
dos una serie de afirmaciones que facilitan la comprensión del proceso de • Mientras más instalados se encuentren en la estrategia expositiva,
transformación en la práctica educativa: mayor será la remienda de los educadores al cambio y más se pres-
tarán sus verbaliz^ciones para establecer una intervención. Las «re-
• La práctica educativa está constituida por un conjunto de acciones sistencias» potencíales que surjan forman parte del manejo de las
independientes que eventualmente se interrelacionan. El hacer contradicciones presentes en los maestros, y se disminuyen al míni-
consciente y la reflexión sobre dichas acciones permiten iniciar un mo ya que el proceso de análisis lo realizan ellos mismos respetan-
proceso crítico dirigido a superar las contradicciones presentes en do el sentido y la secuencia natural de su proceso. Los profesores
lo cotidiano. Los constitutivos de la práctica educativa son las que centran su práctica en la acción del alumno recorren más efi-
acciones del alumno, las del profesor y las interacciones. Las con- cazmente el camino de la transformación de la práctica educativa.
diciones de tales interacciones en la práctica específica del educa- • Las estructuras anteriores del educador son fuertemente reforzadas
dor difieren de una circunstancia a otra; el acercamiento sistemá- por el mismo sistema. El cambio de su práctica requiere de un es-
tico y el análisis de la recuperación de esa práctica originan que fuerzo que lo ponga en conflicto con su contexto inmediato. Cada
el educador reconozca las contradicciones y regularidades que en vez que revise y reformule su práctica, el lazo de lo construido será
ella existen. más fuerte. Entre más posibilidades tenga de hablar de sus construc-
• El objeto que ha de investigarse es la práctica educativa, que se des- ciones metodológicas con personas afines, es más probable que la
entrañará mediante diversos modos de observación. El educador es alternancia se consolide. El contexto institucional se despliega en el
capaz de transformar su práctica siempre y cuando el proceso de discurso del educador y es aconsejable que esto pueda utilizarse para
indagación involucre directamente su hacer; cuente con una media- resolver aquellas condiciones laborales institucionales que interprete
ción de recuperación pertinente —como los registros—; utilice recor- como limitantes en su trabajo.
tes conceptuales —analizadores— que le permitan su desentrañamien- • La construcción del significado redefine, complejiza y se complemen-
to, y pueda reflexionar y confrontar para intervenir en su práctica y ta por el conocimiento-en-la-práctica. Este tipo de conocimiento surge
transformarla. Se recurre a la observación como indagación, y la con- a partir del contacto del educador con la experiencia educativa y la
frontación de lo registrado con sus concepciones produce una con- manipulación que haga de ésta. El saber educativo, relativo a cual-
tradicción que prepara la transformación. De acuerdo con Coll, «la quier práctica, tiene su lógica de construcción y producción especí-
observación directa del alumno y el maestro en situación es la ma- fica, así como su indagación cuenta con sus propias mediaciones.
nera más segura, si no la única, de abordar la interacción entre am-
bos» (1991, p. 82). En los procesos de transformación de la práctica educativa, puede ob-
• La práctica educativa presenta una serie de contradicciones que de- servarse cómo algunos educadores son capaces de modificar su práctica
ben ser superadas para generar una transformación. Este proceso sin afectar los constitutivos o acciones estructurales. De esta manera, la
puede prefigurarse a partir de diversas operaciones. Se realiza un organización de los constitutivos del sistema puede variar sin que cambie
acercamiento sistemático a través de registros de autoobservación que el estado real del sistema en sí. Tal es el caso de profesores que, de tener
recuperan la práctica cotidiana del educador lo más «textualmente» la exposición como acción central en su práctica, ahora piden que los alum-
posible. Se propicia un análisis del corpus de la recuperación con nos expongan. Es claro que las acciones se modificaron, sin embargo, ¿esto
las categorías (constitutivos) mencionadas, centrando la acción in- revela el comportamiento de un sistema complejo?
tencional de transformar hacia lo eminentemente educativo y elimi- Aun cuando a veces no cambie de momento el estado convencional
nando lo periférico. Las categorías se usan una a la vez, apoyadas por o alterno en términos cualitativos, el educador modifica su práctica, la
lecturas elegidas para tal fin. Se reconocen las contradicciones y las descentra, gradualmente, hacia el proceso del alumno. Una acción cen-
regularidades, contrastando el discurso y la concepción teórica con trada en el docente evoluciona hasta convertirse en una serie de accio-
lo evidenciado en los registros y a través de situaciones problemáti- nes que involucran el proceso de apropiación del contenido o el proce-
cas en la secuencia del proceso. La confrontación provoca rompi- so del alumno.
40 LYA ESTHER SAÑUDO DE GRANDE
EL PROCESO DE SIGNIFICACIÓN DE LA PRÁCTICA... 41
Cabe hablar de un proceso de resignificación de la práctica como un
sistema complejo cuando una serie de acciones secuenciales se transforman de transformación se mantiene, igualmente, de la reflexión —autorregula-
en acciones cíclicas intencionales, ya no realizadas en «línea», sino propues- ción— y el diálogo, la continuidad y la coherencia.
tas para lograr un producto concreto, o cuando en una secuencia de ac- En este sentido, la transformación de la práctica «educativa» cotidiana
ciones de tipo lineal se incorpora una acción o una estrategia (acciones se puede definir comoj!^.,paso de ésta a una práctica educativa compleja y
articuladas) que involucra el proceso de apropiación del alumno, incluyendo reflexiva; un cambio estructural (Watzlawick, 1989) que lleve a un consti-
la incorporación de una acción estructurante en la evaluación. tutivo cuando menos, hacia un estado cualitativamente más educativo. La
La construcción de un significado complejo remite a aquellas concep- práctica irreflexiva, que Ljpman (1998) define como irracional y poco fruc-
ciones que articulan cada uno de los constitutivos con una lógica construida tífera, prevalece mientras el contexto no cambie, y si se modifica la comu-
con base en la formación o experiencia del educador. Transformar la prác- nidad, se mantiene unida conservando las acciones tradicionales.
tica implica caracterizarla identificando ese modelo que subyace en ella, e
intervenir cuando menos en uno de sus constitutivos para transformar di- A pesar de que las conductas instructivas se dan desde una amplia franja de
cho modelo en otro más educativo. La transformación produce apropia- competencias, la práctica de la enseñanza suele ser institucionalizada y limi-
ción o procesos de construcción en los alumnos o involucramiento y de- tada por la tradición. Los profesores que hacen uso de esas franjas de com-
petencias están muy orgullosos de la habilidad que tienen para ello. Aun así,
sarrollo de los colaboradores. Esa potencia transformadora se origina en
estos espacios para la creatividad en el interior de las prácticas académicas
el movimiento propio de la acción (Kratochwill 1987), a partir de la con- normales son insuficientes para provocar cambios a gran escala en la conducta
ciencia, reflexión y superación de una serie de contradicciones. En su prác- docente (Lipman 1998, p. 53).
tica educativa, el sujeto debe conocer y superar esas contradicciones para
generar la transformación. Sin embargo, es posible intencionar esa trans-
La transformación estructural se da cuando la práctica se descentra de
formación a partir de los supuestos descritos y, además, dirigirla a una con-
dición de mayor complejidad educativa. donde se encuentra —ya sea en el contenido o en las acciones del docente,
directivas, de supervisión, etc.— y se dirige a propiciar el proceso de pro-
Aunque las acciones tienen su origen en el pensamiento, éste se ve afec-
tado por las acciones, así que es necesario conocerlas, distinguirlas y ducción del conocimiento, apropiación, construcción, etc. Cualquier otro
conceptualizarlas en su conjunto para intentar su transformación. En con- movimiento periférico no estructural puede ser considerado un cambio,
pero no una transformación.
traste, un cambio en la acción no es definitivo si su correspondiente sig-
nificado no es modificado, lo que compromete a comprender la práctica Por la internalización, la acción se incorpora al sujeto y posteriormen-
educativa desde los constitutivos de la praxis (Kosik 1967), el concepto y te, por su acción reversible y autorregulable, se transforma en acción efi-
la acción. Construir el sentido de la acción permite que el concepto fun- ciente, más educativa. La estrategia de autorregulación, presente en todo
cione como un concepto ordenador (Zemelman 1987) de los eventos que proceso de transformación de la práctica educativa, se funda en la relación
constituyen cada acción. El proceso dialéctico de acercarse a la práctica dialógica y recursiva entre realidad objetiva-subjetiva, conciencia-ref lexión,
educativa por medio del concepto y conceptualizar a través del desentra- teoría-práctica, concepto-acción. La autorregulación se convierte entonces
ñamiento de la acción, permite identificar las contradicciones y regulari- en una competencia consciente y volitiva: el educador aprende a contro-
dades existentes. El proceso de transformación de las acciones está en las lar su proceso, justifica sus acciones y da cuenta de sus productos.
acciones mismas y en su superación (Clark y Peterson 1989). Como ya se describió, la acción se reflecta; es decir, tiene efectos du-
El hacer consciente en la reflexividad permite iniciar el proceso críti- raderos en la persona que la realiza y no sólo en el lugar en que se efec-
co dirigido a superar contradicciones cotidianas propiciando así la trans- túa. Un efecto de ese reflejo y reflexión de la acción es lo que genera con-
formación. La conciencia y la reflexión son operaciones del pensamiento; ciencia sobre ella (Gimeno 1998). La reflexividad permite conocer la razón
la reflexión es la actividad del pensamiento aplicada al objeto, a pensar lo desde la «razón» del sujeto. Esta operación, que implica una complejidad
pensado, produciendo una reconceptualización a partir de un razonamiento en la reflexión, tiene acceso a los componentes cognoscitivos de la acción:
desde la práctica. Proporciona, en un bucle recursivo, la posibilidad de el distanciamiento que el agente (sujeto) puede hacer de su práctica (obje-
interiorizar la acción para convertirla en una acción reversible y to) para poder identificarla, caracterizarla y transformarla con determin,a-
autorregulable (Piaget 1981). Este proceso de internalización de esquemas da concepción.
El proceso de recuperación, análisis y sistematización de la práctica
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EL PROCESO DE SIGNIFICACIÓN DE LA PRÁCTICA... 43

permite ir acumulando elementos que se reflejan en la comprensión de


la práctica y en el análisis de cada constitutivo hacia el propósito de la au- caso de un docente su estrategia incluye, entre otras acciones, las que se
torregulación. Esta autorregulación permite el seguimiento teórico y em- refieren al proceso de construcción o apropiación de cada alumno, ade-
pírico del proceso de transformación a partir de la intervención en uno de más de la incorporación de una acción estructurante de seguimiento y eva-
los constitutivos. La práctica de sentido común cotidiano adquiere un sen- luación. Éstas, en vez dd sucederse una después de otra como una serie
tido cognitivo que la convierte, a través de la ref lexividad, en una prácti- de acciones secuenciadaí, se transforman en cíclicas intencionadas en la
ca compleja. medida en que el educador propone acciones para lograr un producto
La posibilidad de que el educador incorpore a sus competencias la concreto de cada uno de los alumnos, sin privilegiar el proceso por el cual
autorregulación de tipo metacognítivo (Bruner 1990) incrementa el poten- alcanza su propósito. Lo mismo puede decirse de la estrategia de trabajo
cial de transformación de la práctica, ya que el sujeto puede repetir el pro- de un director de escuela con respecto a la articulación de acciones con
ceso completo o parte de él de manera voluntaria y periódica, logrando los profesores, padres de familia o comunidad escolar. La transformación
así una permanente actualización de su práctica. de la práctica requiere pensarla de manera diferente; entender que es más
Para determinar el grado y tipo de transformación de la práctica pue- que programas y prefiguraciones lineales, implica pensarla desde la com-
de considerarse el cambio observado en función de diferencias más o plejidad.
menos significativas, que pueden ir desde alterar el orden de las mismas Aun en experiencias relativamente breves de análisis y transformación
acciones o realizar acciones equivalentes, hasta la verdadera transforma- de la práctica es posible detectar modificaciones estructurales, lo que lle-
ción. En este proceso, la estrategia (Morin 1997) prefigura escenarios para va a pensar que un esfuerzo sistemático y formal para poner a los educa-
la acción que pueden modificarse de acuerdo con la recuperación que se dores en situaciones similares a las descritas puede llevar a la práctica edu-
haga del curso de la acción tratando de eliminar la incertidumbre hasta cativa a estar en condiciones de ser permanentemente transformable y
donde sea posible. transformadora.
La estrategia intenta utilizar la incertidumbre para que, pese a las po- La transformación de la práctica es un proceso de resignificación, es
sibles derivas, logre la intención. En el momento en que se emprende una decir, que desde un significado inicial de una práctica convencional se
acción, ésta empieza a escapar de las intenciones originarias; entonces se construya un significado complejo educativo. El siguiente apartado inten-
impone la reflexión sobre la complejidad de la acción, lo que incluye la ta aproximarse a este proceso.
comprensión, decisión, conciencia e inclusión de las transformaciones.
Una serie de acciones de tipo lineal implican un programa simplificado
fácilmente alterable a partir de la presencia de la incertidumbre. Si se in- RESIGNIFICACIÓN DE LA PRÁCTICA EDUCATIVA
corpora una estrategia (acciones articuladas, flexibles e intencionadas)
que involucra la posibilidad de modificación según la interacción y la res- De acuerdo con lo expuesto en el apartado anterior, la transformación de
puesta del ambiente a las acciones, entonces se logran las intenciones la práctica es posible mediante la reflexividad, aunque es necesario reite-
propuestas. Significar las acciones de manera compleja vuelve al educa- rar que entendemos por práctica educativa la interrelación indisoluble entre
dor prudente y atento a los acontecimientos naturales inesperados. «El teoría y práctica. En este sentido, las acciones educativas, como constituti-
pensamiento complejo no rechaza de ninguna manera la claridad, el or- vas de la práctica, se transforman conforme el educador resignifica el sen-
den, el determinismo. Pero los sabe insuficientes, sabe que no podemos tido de ésta.
programar el descubrimiento, el conocimiento, ni la acción. La comple- Hablar de significación de la práctica requiere la comprensión previa
jidad necesita una estrategia» (Morin 1997, p. 117). La práctica educati- de qué es «significar». Con esto en mente recurrimos a dos explicaciones
va implica complejidad porque se trata de acciones humanas, porque lo teóricas que, sin estar en la misma tendencia, permiten establecer concor-
inesperado e incierto está permanentemente presente en las acciones de dancias y criterios de complementariedad que pueden dar mayor alcance
cada uno de los participantes. y potencia comprensiva al concepto de significar.
El pensamiento complejo le permite al educador comprender su prác- Lonergan (1986), filósofo y jesuíta canadiense, entiende el mundo que
tica no de manera lineal, sino como una estrategia que incluye la posibi- se construye como aquel mediado por el significado, en el que «antes de
lidad de articular acciones de procesos diferenciados. Por ejemplo, en el actuar lo imaginamos, lo planeamos, investigamos sus posibilidades, pen-
samos pros y contras [...], desde el principio estamos comprometidos en
44
LYA ESTHER SAÑUDO DE GRANDE
EL PROCESO DE SIGNIFICACIÓN DE LA PRÁCTICA... 45
actos de significación; sin ellos el proceso no ocurriría ni llegaríamos al
final» (1986, p. 3). Para este autor, lo que cuenta realmente tanto para el derarse producto de una actividad mediada; en este caso el papel media-
sujeto como para un grupo de sujetos es lo que cada cual significa de la dor es un instrumento de naturaleza semiótica, un significado.
realidad en la que vive, ya que la realidad significada es la mediación que
permite referirse al entorno. El sujeto interpreta su mundo, inmediato pri- El proceso de formaciTO de conceptos, como de cualquier otra forma supe-
mero, mediato después, por medio del significado; habla de él y se refiere rior de actividad intelectual, no es una superación cuantitativa de la actividad
a él por el significado. Antes de hacer, el educador comprende, planea, asociativa inferior, sincf un tipo cualitativamente nuevo. A diferencia de las
decide, entiende su práctica; se refiere a ella con otros a partir del signifi- formas inferiores, que se caracterizan por la inmediatez de los procesos inte-
lectuales, esta nueva forma de actividad está mediada por signos (Vygotski
cado que de ella tiene. Es probable que en un primer momento haga caso 1995, p. 126).
de un significado espontáneo expresado en lenguaje cotidiano, pero éste
tenderá a volverse cada vez más complejo.
Por otra parte, cuando es necesario que el hombre se transforme o trans- Los signos con los que el educador refiere su práctica se interiorizan
forme su hacer, se da inicio a un proceso que se lleva a cabo «a través de desde la cultura, pero el alcanzar un nivel de conciencia permite la con-
actos intencionales que se proponen fines, elige sus medios, busca colabo- versión de los sistemas de regulación externa en autorregulación. Estos sis-
radores, dirige operaciones» (Lonergan 1986, p. 4). Los significados se temas de autorregulación modifican dialécticamente la acción educativa.
manifiestan en un segundo nivel, reflexivo, en el cual interviene la con- Mientras en la edad temprana la acción domina el desarrollo, más adelan-
ciencia de la acción que permite dar cuenta de ella. El significado se cons- te la acción emerge del significado: «al pensar, actúa. La acción interna y
truye a partir de operaciones de la experiencia de la intelección y del jui- externa son inseparables, la imaginación, la interpretación y voluntad son
cio en un todo dinámico en el que «la experiencia estimula la indagación, procesos internos realizados por la acción interna» (Vygotski 1988, p. 153).
y la indagación no es más que la inteligencia que se pone a sí misma en A diferencia de Lonergan, quien propone un significado eminentemen-
acto» (Lonergan 1967, p. 3). Un educador requiere construir significados te interpretativo que puede inscribirse en la fenomenología, Vygotski es-
reflexivos intencionales y dotar de sentido a su práctica como una condi- tablece como el origen del significado la interacción social en términos
ción de su transformación. Aunque Lonergan hace referencia a las trans- dialécticos. Ambos comprenden que el significado media entre el sujeto y
formaciones culturales en grandes periodos, esta idea puede ser útil para su entorno, y concuerdan también en que la relación entre la acción (acti-
considerar cómo la transformación del significado en grupos sociales es, vidad) y el significado, como dos manifestaciones de un solo fenómeno,
de todas maneras, un proceso persqnal e individual que constituye un gru- permite la transformación por la vía de la conciencia y la relación de ésta
po y una cultura. con el entorno —en ambos casos—, así como de la reflexión —en el caso de
En otro contexto teórico, encontisimos reflexiones que con ciertas con- Lonergan—.
diciones pueden apoyar y complementar las ideas de Lonergan. Tal es el Por otro lado, en el ámbito educativo Pérez Gómez explora la construc-
caso de la teoría desarrollada por VygotsJd, filósofo, psicólogo y semiólo- ción de significados y la relaciona con la elaboración simbólica. «Esta ca-
go soviético que tiene entre sus más importantes supuestos aquel que se pacidad confiere la posibilidad de representar la realidad, valorarla, mo-
refiere a la actividad como un componente de transformación del mundo dularla virtualmente, transformarla, y comunicar sus transformaciones y
mediante el signo, necesario para la construcción de la conciencia. En este valoraciones» (1998, p. 214). Este autor describe el proceso como vital, en
entramado, la conciencia es el contacto social con uno mismo por medio parte incierto, contradictorio y ambiguo. La interpretación de significados
del significado, y por tanto tiene una estructura semiótica. El significado se hace de manera subjetiva y comprensiva, en un proceso de construcción
para Vygotski tiene una doble naturaleza semántica y comunicativa, la cual, común de significados. Entendido así, es posible asimilarlo como un con-
al «desdoblarse», permite una interacción del sujeto consigo mismo, lo que cepto complejo.
constituye la conciencia. El significado que el educador tiene de su prácti- A decir de Pérez Gómez (1998), el sujeto debe desarrollar un conoci-
ca media sus acciones, y la conciencia que tenga de ello determinará la miento independiente, sistemático y consciente. Una de las estrategias de
posibilidad de transformación; es decir, «la conducta humana depende de alto nivel es la metacognición, que refiere a la reflexión sobre el conocimiento
las operaciones basadas en significados» (Vygotski 1988, p. 153). Según y sobre los procesos que utilizamos para la adquisición, organización y trans-
Vygotski, las funciones mentales superiores del ser humano deben consi- ferencia, e igualmente posibilita que el sujeto tome distancia de sus proce-
sos y construcciones. El educador utiliza esta estrategia para revisar la re-
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cuperación de sus acciones, reflexionar sobre ellas y, de manera autóno- tudio, en este caso la práctica educativa, no se puede reducir a una simple
ma e independiente, lograr la transformación de su práctica desde una sig- yuxtaposición de acciones que pertenezcan a una sola área explicativa. Por
nificación más compleja. el contrarío, la complejidad radica en que se pueda lograr una interpreta-
Coincidiendo con Morín, Pérez Gómez (1998) enfatiza la importancia ción sistérnica de la prác8l& a partir de un diagnóstico integrado que ponga
ecológica del escenario vital del sujeto. El contexto es un escenario plural las bases para intervenir-án constitutivo e incidir sobre su transformación
con diferentes niveles que van del micro al macrocontexto y que confor- estructural.
man una red que a su vez constituye un sistema. El educador hace de me- Además de por su heterogeneidad, el sistema complejo se caracteriza
diador simbólico entre los diversos planos del contexto, en lo que supone por la mutua dependencia a las funciones que cumple cada subsistema den-
el paso de un dominio de sentido a otros. tro del sistema total. Asimismo, en la práctica educativa cada subsistema des-
El significado es una mediación que permite al educador construir su crito está en interdependencia con el otro: por ejemplo, la acción del pro-
mundo y referirse a él para reflexionar su hacer y transformarlo intencio- fesor determina la del alumno y cada una de ellas se encontraría «vacía» sin
nalmente. La práctica y su contraparte, el significado, se corresponden la otra. La intencionalidad educativa le da razón a cada proceso en función
porque el significado media en sus acciones. Así, para lograr una trans- de la transformación e involucramiento de cada uno de los participantes, y
formación de la práctica se requiere una estrategia de autorregulación todo el conjunto se actualiza con condicionantes normativas, institucionales
metacognitiva que permita su resignificación dentro de un contexto esco- y culturales.
lar específico. La interdependencia es tal que cualquier modificación a cualquiera de
La construcción de un nuevo significado permite la transformación de los subsistemas de acciones constitutivos (no periféricos) genera un movi-
la práctica hacia una situación de mayor calidad educativa, y una vía para miento de reestructuración y modifica las pautas con las que se organiza.
lograrlo es pensar la resignificación de la práctica como sistema comple- Como menciona García (1994, p. 86): «Toda alteración en un sector se
jo. El siguiente apartado explora conceptualmente esta posibilidad. propaga de diversas maneras a través de un conjunto de relaciones que
definen la estructura del sistema y, en situaciones críticas, genera una re-
organización total». Esta reestructuración tiene que producir, en primera
LA SIGNIFICACIÓN DE LA PRÁCTICA COMO SISTEMA COMPLEJO instancia, una intención y una producción educativa, lo que implica tran-
sitar de manera progresiva de una práctica cotidiana a una práctica edu-
La práctica está constituida, como antes se describió, por diversos tipos de cativa, reflexiva y, por ende, compleja.
acciones que se articulan de acuerdo con sus características y por proce- Lipman (1998) expone que el pensamiento complejo es el que está cons-
sos que funcionan como una totalidad organizada. Cuando esta articula- ciente de sus supuestos e implicaciones, es decir, de sus razones y de las
ción tiene una intencionalidad explícitamente educativa y produce trans- evidencias de sus argumentaciones. Este tipo de pensamiento posibilita que
formación en los que colaboran, se habla de práctica educativa. No toda el educador examine su metodología, sus procedimientos y su perspecti-
práctica cotidiana puede considerarse educativa, sólo aquella que permita va, y en este proceso identifica los factores de parcialidad, prejuicios y
generar acciones reflexivas de segundo y tercer nivel; entonces la práctica autoengaño. En la práctica irreflexiva, el pensamiento es «puramente
cotidiana del educador puede transformarse en compleja. Las acciones procedimental» o «sustantivo»; es el caso del docente que analiza el conte-
reflexivas de la práctica deben contener en sí la intencionalidad y produ- nido de su asignatura dando por sentada la metodología. En cambio, el pen-
cir educación para determinar la dirección del sistema complejo. samiento complejo «incluye un pensamiento rico en recursos, metacogni-
La práctica educativa está conformada por subsistemas heterogéneos tivo, autocorrectivo y todas aquellas modalidades de pensamiento que
que agrupan acciones del mismo tipo. De esta manera, la práctica de un conllevan reflexión sobre la propia metodología y sobre el contenido
directivo puede estar marcada por acciones que agrupan las que se refie- que tratan» (Lipman 1998, p. 68). Estas ideas nos acercan a la reflexión y
ren al trabajo administrativo, a la intervención pedagógica que realiza con vigilancia de las acciones personales como una operación fundamental, así
los docentes, a las que involucran a los padres de familia, etc. Cada una como al nivel de conciencia necesario como condición de autorregulación.
de ellas se caracteriza de diferente modo, presenta una naturaleza especí- Ya el planteamiento anterior nos introduce a lo que se espera del pen-
fica y tiene una interpretación teórica pertinente. samiento complejo; sin embargo, algunas de las ideas fundamentales so-
Según García (1994), un sistema complejo implica que el objeto de es- bre éste surgen de Morin, y permiten empezar a comprender una estrate-
48 LYA ESTHER SAÑUDO DE GRANDE EL PROCESO DE SIGNIFICACIÓN DE LA PRÁCTICA... 49

gia que se dirija específicamente a la educación. En concreto, dada la na- Un operador del pensamiento complejo es el principio de auto-eco-or-
turaleza de la práctica educativa, una de las vías para su comprensión e ganización, que permite al ser guardar su forma, autoproducirse y
interpretación pertinente es a partir de las concepciones de «sistema com- autoorganizarse. El ser es dependiente y autónomo, gasta y saca ener-
plejo». Enseguida se exponen algunos de los elementos del pensamiento gía del ecosistemIfSén donde existe. En el caso de la práctica, puede
complejo que pueden ser útiles para entender la práctica educativa desde reconocerse cómo-lís que cada uno de sus elementos se autoorgani-
esa perspectiva. zan entre sí, de taflnanera que un constitutivo afecta indefectible-
Para iniciar, es necesario reconocer que la importancia de la contribu- mente a los demás. Por ejemplo, las estrategias del educador, que de
ción de Morin «radica en la formulación de un principio, el de la comple- manera permanente se conforma y se autoproduce, lo cual lo dife-
jidad, que integra una actitud indagadora, que renuncia a la simplificación, rencia de los demás organismos.
con un conjunto de conceptos que sirven de puentes entre los distintos Otro operador es la idea sistémica y organizacional que relaciona el
campos disciplinares» (García 1977, p. 44). Todo paradigma, sobre todo en conocimiento de las partes intrínsecamente organizadas con el co-
este caso, rige sobre los conceptos y su relación lógica, tanto en un sujeto nocimiento del todo. Toda organización debe hacer surgir cualida-
como en las concepciones científicas sociales. El paradigma determina los des nuevas, que no existían en las partes aisladas y que posteriormen-
saberes, las creencias y las acciones de los sujetos que lo asumen. Actual- te se imponen como hechos (datos fenomenales que el entendimiento
mente, emerge este paradigma cognitivo que permite tender puentes debe constatar).
interdisciplinarios, que asienta que el orden y el desorden coexisten, que
determina que la organización permite entender la lógica de articulación El pensamiento complejo se basa en entender que uno contiene lo múltiple y
entre acontecimientos aparentemente diversos (Morin 1996a), entre otras el múltiple está ligado a lo uno. Pensarlos por separado implica un razona-
ideas que no tenían cabida en paradigmas como el positivista. miento que, o bien ve un múltiple sin unidad, o bien abstrae una unidad
El nuevo esquema cognitivo entiende articulaciones, organizativas o homogénica (sic) en donde se pierden las diferencias singulares (Morin 1996b,
estructurales, entre eventos separados que permiten la unidad de lo que p. 80).
se concebía como separado. Para Morin (1996b, pp. 71-72),
El pensamiento complejo requiere entonces una metaorganización que
el pensamiento complejo es ante todo un pensamiento que relaciona. Es el sig- genere cualidades diferentes, como la capacidad cognitiva, la autoorgani-
nificado más cercano al término complexus (lo que está tejido en conjunto) [...] zación y la autorregulación cuando el sistema requiere de una reordenación.
es un modo de religación. Está pues contra el aislamiento de los objetos de
conocimiento; reponiéndoles en su contexto, y de ser posible en la globalidad • Otro principio operador es el hologramático, que implica que no sólo
a la que pertenecen.
las partes están en el todo, sino que el todo está también en el inte-
rior de las partes.
El método complejo debe constituir un pensamiento que se nutre de • La idea de bucle dialógico es la complejidad de los antagonismos que
incertidumbre, elimina el pensamiento mutilante, rechaza el conocimien- permite entender la pluralidad en lo uno. La unidad de un sistema
to reductor y reivindica el derecho a la reflexión. Lo importante no es lo complejo es entendida desde su identidad, con sus componentes de
que se ignora, sino pensar en lo que se sabe. «El paradigma de la comple- diversidad, relatividad, identidad, incertidumbres, ambigüedades,
jidad no puede ser un paradigma consciente sin lenta instauración y difí- dualidades, escisiones, antagonismos, etc. Es la operación de enten-
cil enraizamiento. Lo que requiere una reforma del pensamiento y de la der que somos productos y productores y que el antagonismo den-
educación; al final de la cual el paradigma de la complejidad podrá ope- tro de este proceso persiste. La dialógica no constituye una nueva
rar por sí mismo» (Morin 1996b, pp. 76-77). lógica, sino una manera de utilizarla en función del paradigma de
«Decir complejidad es decir relación a la vez complementaria, concu- complejidad, como un instrumento heurístico.
rrente, antagónica, recursiva y hologramática entre esas instancias co-
generadoras del conocimiento» (Morin 1995, p. 77). Estas características Entender la práctica a través de estos principios implica evitar el trata-
son operadores del pensamiento complejo: miento tradicional simplificador. Es común enfatizar uno de los constitu-
tivos y partir de él para comprender la práctica, pero el pensamiento com-
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EL PROCESO DE SIGNIFICACIÓN DE LA PRÁCTICA... 51

piejo permite entenderla como un sistema complejo, que consiste en una que aunque los constitutivos sean de naturaleza tan diversa necesariamente
serie de acciones de diversa naturaleza, en contenidos, en varios niveles de deben ser educativos. Esta última condición permite establecer lo que es
manejo y apropiación, en situaciones de aprendizaje y en diferentes planos parte estructural del sistema y aquello que no lo es. En la práctica docen-
de contextos.
te, estas condicionantes marcan la diferencia entre las acciones de signifi-
Cuando el investigador disocia su saber del resto de los saberes o cuando cación del alumno y las Acciones disciplinarias del docente; en el primer
el profesor afirma que es profesor de una materia y no un «educador» (en caso se trata de una acción que en sí misma produce educación, mientras
el sentido amplio del término), encontramos un planteamiento epistemo- en el segundo es poco o nada probable que genere procesos educativos.
lógico simplificador que pretende compartimentar el conocimiento y par- La condición de totalidad permite entender que la práctica educativa,
celar la intervención tecnológica. De esta forma la descripción de la reali- en su transformación reflexiva, modifica los constitutivos, las relaciones
dad escolar se reduce a la de algunas de sus dimensiones y la actuación entre ellos y su funcionamiento dentro del sistema total. Observamos en
didáctica pierde coherencia y visión de conjunto (García 1977, p. 42). este proceso una doble relación dialéctica: de la transformación de los cons-
La práctica es un sistema porque es un conjunto de constitutivos; sus titutivos al funcionamiento de la totalidad y, en sentido inverso, de
interrelaciones y sus interacciones entre ellos y con otros sistemas produ- los cambios de funcionamiento al replanteamiento de la reorganización
cen educación. 1 La práctica educativa está conformada por acciones diver- de los elementos. El educador parte de comprender cómo se organizan los
sas constitutivas o periféricas, cuyas interrelaciones se caracterizan por la constitutivos de su práctica, los caracteriza y define cómo se mueven en
incidencia de múltiples situaciones contextúales y porque constituyen esa totalidad organizada. La distancia que ofrecen la conciencia y la teori-
la estructura de un sistema que funciona como totalidad organizada, es de- zación le permite intervenir en alguno de los constitutivos para producir
cir, como sistema complejo.
un sistema reflexivo cada vez más educativo. Esa intervención afecta la to-
Esta heterogeneidad de subsistemas o constitutivos, como se ha descrito, talidad y genera nuevas relaciones entre los constitutivos.
se estudia desde diferentes ramas del conocimiento; son interdefinidos y Comprender para transformar la práctica educativa implica articular
sus funciones son interdependientes dentro de la totalidad del sistema. Se de manera consistente y complementaria las teorizaciones construidas a
les puede identificar, analizar y determinar fuera de esa totalidad, pero lo partir del distanciamiento reflexivo de cada constitutivo desde su perspec-
que los hace constitutivos educativos es que pertenecen e interactúan en tiva teórica, marcos conceptuales pertinentes y mediaciones metodológi-
esa totalidad y no en otra. La interdependencia, el conjunto de relaciones cas adecuadas. A partir de aquí, se posibilita que el educador resignifique
que constituyen su estructura y le dan forma de organización, hace funcio- su práctica y, por ende, sus acciones, ya que, como señala García (1994, p.
nar a la práctica educativa como totalidad, y esto la conforma como siste- 88): «No se trata de "aprender más", sino de "pensar de otra manera"».
ma.
A la práctica educativa se la puede considerar totalidad organizada por-
que sus constitutivos no se adicionan simplemente, sino que son educati- BIBLIOGRAFÍA
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^

Capítulo 2

LA INTERVENCIÓN DE LA PRÁCTICA EDUCATIVA

Miguel Bazdresch Parada

ACERCA DE LA INTERVENCIÓN

Reformar la educación implica un cambio en las prácticas educativas de


los maestros, especialmente en educación moderna básica. Esta afirmación
se valida porque los fines de la educación se dirigen a formar sujetos ca-
paces de darse cuenta de sí mismos, de la realidad sociocultural que se les
impone, de las demás personas y grupos que los acompañan y, finalmen-
te, de la naturaleza y los seres que la habitan. Además de entender ese
mundo, los sujetos así formados deberán tener la capacidad de transfor-
marlo y hacerlo congruente y aprovechable para el bienestar.1 Tales fines
exigen de la relación educativa un resultado que no puede remitirse a pa-
rámetros técnicos como aprobación-reprobación, asistencia-inasistencia,
contenidos-procesos, sino que requiere la verificación tangible de los ac-
tos de conocimiento y dominio propios de la inteligencia humana.
Hoy la práctica educativa está impregnada de normatividad técnica y
de la exigencia (de cada maestro y de los administradores y beneficiarios
educativos) de cumplir con las normas. Sin embargo, ninguna normatividad
conduce por sí misma a verificar tangiblemente la intelección humana si
quien intelige, el sujeto formando, no da cuenta de ella.
Por otra parte, una práctica como la hoy dominante, especificada (re-
portada y pensada) en parámetros técnicos, oculta con facilidad las contra-
dicciones y contraposiciones propias de toda práctica. Quien actúa en el
mundo humano con frecuencia modifica su actuar a partir de su percep-
ción de los cambios, nuevos datos y actuaciones emergentes de y en el ob-

' Se prescinde aquí de la necesaria discusión acerca de los diferentes diseños filosófi-
cos de «hombre educado». Acepto una formulación generalmente compartida, aunque dis-
cutible, entre educadores.
56
MIGUEL BAZDRESCH PARADA
LA INTERVENCIÓN DE LA PRÁCTICA EDUCATIVA 57
jeto de su acción. Esa modificación ha de responder a la nueva intelección
del objeto, el cual se percibe, sin necesidad de reconocer los cambios en sí tación de propuestas metodológicas que parten de la investigación educa-
mismos, como el mismo objeto aunque haya integrado a su acción los nue- tiva y pedagógica para el logro de los propósitos educativos. Una clase es-
vos datos y actuaciones emergentes. Sin embargo, la modificación de la pecífica de intervención-es aquella surgida de la investigación de la prácti-
práctica frente a la nueva intelección del objeto no siempre se articula con ca educativa del maestéóíinterventor.
la estructura racional (explícita o no) de la acción inicial, cuando se tenía Así, la intervención tío es sólo una propuesta, sino un movimiento con
aquella primera percepción del objeto. De aquí surgen las contraposicio- múltiples propuestas fun'dado en una acción intencional de investigación
nes de los diferentes elementos de una práctica, de cualquier práctica. que intenta abrir líneas de reflexión para incrementar el conocimiento del
Un hecho educativo controlado por normas se refiere a ellas para ga- problema educativo: cómo se enseña, cómo se aprende, cómo se educa y
rantizar su finalidad y explicar su congruencia, pero no explica las prácti- cuándo, qué sucede dentro de los espacios que cobijan el hecho educati-
cas emergentes sino en función de las mismas normas, sin verificar si cam- vo; y por tanto, qué modificaciones metodológicas debe hacer el maestro
bió o no la percepción inteligente del objeto. Una práctica educativa en sus propias prácticas para mejorar la oferta educacional concreta y para
orientada por la técnica no otorga lugar a las nuevas intelecciones emer- que los educandos avancen en su formación. Todo a partir de la intelec-
gentes por efecto de la misma práctica, pues la acción emergente en el ob- ción del hecho educativo tal como se vive y se experimenta.
jeto se interpreta desde el mismo y único conjunto de normas técnicas
preestablecidas.
No es posible esperar la consecución de fines educacionales en los DE LOS PREVIOS A LA INTERVENCIÓN
cuales se supone la actuación consciente de los sujetos formados, si durante
el hecho educativo las actuaciones se rigen desde la norma técnicamente Intervenir en la metodología de una práctica educativa supone conocer di-
calificada e inmutable. Hasta ahora ha sido así porque la ciencia social cha metodología. Esta primera condición, que puede parecer obvia, es fun-
positiva consideró la acción social como producto de una norma, deriva- damental porque a menudo se confunde la metodología con la planeación
da a su vez de un valor abstracto deseable para la vida en sociedad. Sin técnica de un acto educativo. La planeación tiene por finalidad anticipar
embargo, ese supuesto continuo (rationale) valor-norma-acción no se sos- las acciones y los recursos. La metodología supone una vigilancia en la
tiene más en un mundo moderno pleno de incertidumbres. materialidad fáctica de la práctica misma, más allá de toda planeación.
Los sujetos actuarán en sociedad a partir de su intelección de la vida Se privilegia aquí una idea constitutiva de la metodología: la coheren-
social, mundana y personal, la cual puede formarse incluso desde una eta- cia entre intención o propósito y acción. Esa coherencia se puede planear
pa temprana si el hecho educativo (formativo) sustenta, y se sustenta en, pero sólo se observa y constituye en la práctica misma. De ahí que sea en
un enriquecimiento progresivo y acumulativo de la misma capacidad de la práctica educativa donde se reconoce la metodología real de los educa-
intelegir. Para lograr este objetivo no hay más norma que aprender a enten- dores.
der, entendiendo, lo que conduce a una práctica no centrada en lo normati- No es objeto de este estudio dar cuenta de cómo recuperar y sistema-
vo, sino en la suscitación y acompañamiento de los actos de entender.2 tizar la recuperación metodológica de las prácticas. Sin embargo, no hay
De ahí nuestro punto de partida: es necesario cambiar las prácticas materia para intervenir si el educador no ha reconocido en su práctica
educativas organizadas en el paradigma normativo. En concreto, el maes- cómo racionaliza su acción educativa. Baste para ello recordar algunas
tro requiere cambiar sus prácticas en el salón de clase para conseguir los notas relativas al asunto de la metodología, expuestas en análisis anterio-
fines humanos de la educación. res.
En este análisis, entenderemos ese cambio como intervención educativa? Las partes de la práctica educativa deben entenderse como componen-
Se trata fundamentalmente de una acción de maestros dirigida a la implan- tes de un todo articulado, lo cual se confirma cuando reparamos en la ra-
zón formal que hace posible la aparición, permanencia, variantes o desapa-
rición de cada parte en función de las exigencias de lo constitucional de
2 No se discuten aquí los diferentes actos de entender y sus distintas ubicaciones en el
proceder humano.
' El término tiene acepciones propias en diversas latitudes, pero escapa de los propó-
sitos de este artículo una explicación detallada de cada una de ellas. 4 Los elementos citados a-conünuación se retoman de otros estudios desarrollados por
el autor. Véase Bazdresch (2000).
58 MIGUEL BAZDRESCH PARADA
LA INTERVENCIÓN DE LA PRÁCTICA EDUCATIVA 59
dicha parte. Pero también es posible observar esa razón en relación con
las demás partes. lugar donde se efectúan y por quienes las llevan a cabo, portan y a la vez
La práctica, esclava de los hechos, se realiza al momento de articular construyen una intencionalidad propia. Así, el docente puede preguntar-
todos sus elementos. La articulación misma, independiente del diseño o se por la intención educativa que en realidad está construyendo con las ac-
planeación, se construye en los hechos, los cuales confieren, configuran y tividades realizadas errfe práctica docente.
constituyen a la vez cierto tipo de coherencia entre los elementos constitu- Con esa pregunta, ffüe puede contestarse mediante la observación au-
tivos de la práctica operada por los sujetos participantes. Si se acepta que tónoma o heterónoma *de su quehacer cotidiano, el docente puede incre-
el hecho educativo, en cuanto práctica, es coherente, cabe preguntarse qué mentar su sensibilidad a la metodología, es decir, a la coherencia entre sus
«clase» de coherencia tiene esa práctica. intenciones y sus actividades, a la articulación de las diversas partes de la
De este modo reconocemos cuáles son, en los hechos mismos, las in- práctica docente entre sí, y a las consecuencias de las decisiones tomadas
tenciones que «explican» la articulación concreta de las acciones en esa durante el acto docente mismo. En esta medida, podrá cobrar conciencia
práctica, es decir, la metodología real de la docencia, y, en consecuencia, de la metodología real de su acción.
los efectos producidos por esa «clase» de coherencia.
Hacer estos cuestionamientos en torno a la coherencia de la práctica
CÓMO SE REALIZA LA INTERVENCIÓN
implica concebirla metodológicamente. Se trata de entender la práctica,
describirla y observarla en términos de la relación que le da (por hipóte-
sis) método, es decir, que la constituye en un todo orgánico, operable y De manera convencional, supuesta la identificación de la propia metodo-
pensable. Este método no es aquel que viene, necesariamente, de la planea- logía de la práctica educativa, para intervenir hace falta, en primer lugar,
ción del docente, o de la estructura del currículo o de la carta descriptiva, establecer y seleccionar, según las inquietudes del interventor, un aspecto
sino de la articulación real de las partes constitutivas —y ahí se hacen pre- concreto, sencillo, claro y preciso de la propia práctica educativa. Luego
sentes, o no, los elementos que se han anticipado en la planeación o docu- de una primera experiencia, puede pensarse en aspectos complejos o de
mentación previa— del hecho educativo cuando se ejecutan las prácticas mayor profundidad de la práctica educativa.
educativas. En segundo lugar, conviene establecer con claridad las razones por las
Cuando está practicando, el maestro piensa y vive su quehacer como cuales se escogió el aspecto en el que se ha de intervenir. No hay motivos
lógico y articulado. En algún momento puede darse cuenta de alguna des- malos o buenos, lo que hay es oscuridad o claridad en los motivos, y no
viación, interrupción o reacción ilógica, pero en general piensa y vive lo conviene intervenir mientras éstos no estén claros.
que hace como unidades coherentes y articuladas. Sin embargo, al obser- En tercer lugar, ha de configurarse un plan de intervención, por sen-
var una práctica docente desde una concepción metodológica es posible cillo que resulte. Debe contener el objetivo concreto de la intervención y
detectar la existencia práctica de múltiples relaciones entre la intención y las actividades que se tienen que desarrollar, paso a paso, si es posible con
las acciones tomadas o sugeridas para llegar a los objetivos planteados. fechas y tiempos precisos.
Por ejemplo, queremos que el alumno aprenda pero no le damos tiem- Un punto clave es el registro de los sucesos de la intervención con to-
po para que se exprese; queremos que comprenda pero le insistimos en dos los detalles que llamaron la atención del interventor. El registro con-
que repita la lección; queremos que integre sus conocimientos con la vida siste en escribir y describir lo realmente sucedido. Una forma sugerida es
cotidiana y no propiciamos que salga del salón. La índole de las inten- la narración (género que permite dar cuenta de las interacciones entre ac-
ciones (queremos) no guarda relación con las acciones reales en el salón tores), pues evita que el interventor haga análisis precipitados. Esta descrip-
de clase. ción de los hechos permite confrontarlos con la planeación: si algún paso
La concepción metodológica de la práctica nos lleva a reconocer la no se realizó, si fue necesario hacer actividades no planeadas o se desarro-
relación entre ambas índoles desde las prácticas mismas; no por cómo nos llaron de manera diferente.
imaginamos, sin reflexionar ni verificar, la relación entre objetivos y acti- En quinto lugar, deben identificarse los hechos clave de la intervención,
vidades, pregunta técnica tradicional en la programación educativa. es decir, aquellos que revistieron la mayor importancia para el desarrollo
Caer en la cuenta de la vida propia que tienen las actividades docen- de las actividades según el criterio del interventor, ya sea una frase, una
tes es tomar conciencia de que esas actividades, por su contenido, por el actividad que condujo a una nueva actitud, o que dé cuenta de lo sucedi-
do al propio interventor. Se trata de recopilar los hechos reales que a jui-
LA INTERVENCIÓN DE LA PRÁCTICA EDUCATIVA (il
60 MIGUEL BAZDRESCH PARADA

ció del interventor fueron importantes, y consignar la razón o razones de den a la instrucción escolar. Así, se ha perdido la sensibilidad a los sujetos,
tal juicio. la disposición a sentir en las conductas y las acciones de éstos un atisbo del
Conviene hacer a continuación un análisis de los logros de la interven- mundo interior del alumno: sensaciones, sentimientos, emociones y afectos
ción y las acciones que los generaron, a lo cual ayuda plantearse pregun- no se consideran parte jjfiendible por el educador, sobre todo si no «caen»
tas como las siguientes: ¿qué se logró con la intervención? ¿Se logró lo dentro de la norma. Esta Carencia, además de propiciar juicios severos y equi-
buscado? ¿Cómo se evidencia? ¿Cambió la situación inicial, la que motivó vocados acerca de las razantes de la actuación de los formandos, alimenta más
a intervenir? ¿Cuál fue la situación final, después de intervenir? ¿Qué ac- la resistencia a percibir otra realidad en esas mismas actuaciones y, sobre todo,
ciones están asociadas al cambio? ¿Qué relación se encuentra entre las ac- impide identificar en el propio yo esas mismas afecciones y su relación con
ciones realmente efectuadas y los logros alcanzados? la actuación personal.
Las respuestas a estas preguntas nos acercan al siguiente paso: la re- No es posible estudiar la propia práctica sin que entre enjuego la sen-
flexión interpretativa sobre la intervención, que permite elaborar un jui- sibilidad personal. ¿Cómo darse cuenta de lo que ocurre si nuestra percep-
cio acerca de qué cambió, qué no y por qué. Es necesario que la experien- ción está de entrada cosificada? De ahí que el primer gran acercamiento a
cia conduzca a un juicio para producir un conocimiento. la formación para la intervención sea recuperar la sensibilidad al mundo
Finalmente, es indispensable identificar las modificaciones metodoló- interior del enseñante para poder ser sensible al mundo del formando.
gicas en la práctica del hecho educativo del educador estableciendo una Los ejercicios vivenciales para reconocer el propio lenguaje (cómo se
comparación entre la metodología anterior a la intervención y la que re- describe, con qué recursos lingüísticos, con qué suposiciones) son un pri-
sulta identificada después de la misma. En este último punto, la pregunta mer paso necesario. Evocar para reconocer las afecciones suscitadas en nues-
girará en torno a qué aspectos de la relación entre acciones del educador tro yo por la presencia, la imagen, las palabras y las acciones de los demás
y acciones del sujeto formando se modificaron. (cuáles acciones o palabras nos molestan, enojan o incomodan; cuáles per-
sonas concretas nos son antipáticas o simpáticas; qué sucede cuando nos
enfrentamos a personas cuya imagen nos resulta desagradable), es un ejer-
ENSEÑAR-APRENDER A INTERVENIR cicio que, bien conducido, puede poner al maestro en contacto consigo mis-
mo y con sus formandos. No se trata de dinámicas de grupo por sí mismas,
sino de un cuidadoso proceso personal asistido por el formador para en-
¿Pueden los educadores modificar su práctica por sí mismos? ¿Puede al- trar en contacto consigo mismo y revisar sus afectos.0 Esto supone un pro-
guien auxiliarlos en este intento de la intervención educativa? ¿Sólo desde ceso de autoconocimiento y, en consecuencia, un proceso de recuperación
fuera se puede observar y proponer cambios? No hay respuestas fáciles en de las relaciones afectivas entre educador y formandos. Estos aprendizajes
estas materias. Obviamente, al proponer el cambio del paradigma norma- serán además de mucha utilidad para el reconocimiento de las razones y
tivo al intencional se apuesta a un cambio de mentalidad, y como todo cam- motivos emergentes por los cuales un maestro decide tomar acciones no pre-
bio cultural éste influye en las representaciones, las costumbres y las creen- vistas ante ciertos sucesos durante el proceso pedagógico. Es frecuente en-
cias de sujetos y colectividades. Existen diversos esfuerzos de formación de contrar la resistencia al autoconocimiento en los formandos en intervención,
profesores para aplicar la intervención educativa en instituciones univer- sin embargo, no debe caerse en el psicologisrno y hacer del entrenamiento
sitarias y dependencias educativas.5 No obstante, es pronto para estable- en la sensibilidad una intervención terapéutica o clínica.
cer conclusiones respecto de nuestras preguntas iniciales. En segundo lugar, la enseñanza de la intervención supone un incremen-
Del examen de algunos de los esfuerzos citados obtenemos tres enseñan- to en la capacidad de observación, esto es, que aumenta la capacidad para
zas para esbozar una respuesta. En primer lugar, aparece la necesidad de una detectar los efectos de lo observado a fin de consignarlos y decidir su in-
formación para la sensibilidad. Quizá por las décadas de influencia del pen- fluencia sobre el registro de la observación. Esto significa, además, el de-
samiento técnico, muchos educadores suponen en los formandos una homo- sarrollo de la capacidad para utilizar la autoobservación, inquietud frecuen-
geneidad inexistente, en especial en cuanto a los motivos por los que acu-

5 Las secretarías estatales de Educación de Jalisco y Guanajuato, la Universidad Peda-


6 Un currículo adecuado ha sido sugerido por los educadores en "desarrollo humano",
gógica Nacional, la Universidad n ESO en Guadalajara, son algunas de las instituciones que
efectúan programas de formación para la intervención. inspirados en los teóricos e investigadores de la psicología humanista y cognoscitivista.
62 MIGUEL BAZDRESCH PARADA LA INTERVENCIÓN DE LA PRÁCTICA EDUCATIVA 63

te entre quienes se acercan a la intervención. A la pregunta de si es posi- Autoconocerse, autoobservarse y autointerpretarse son tres claves de
ble la autoobservación cabe responder que sí con el entrenamiento adecua- la enseñanza de la intervención. El cultivo y enriquecimiento de la sensibi-
do y con los límites propios de nuestras zonas oscuras invisibles a noso- lidad, de la percepción, de la imaginación y de la creatividad son los me-
tros mismos. Hacemos hincapié en la necesidad de un entrenamiento dios adecuados para apiolarse de esas claves.
específico; no basta con una instrucción y una serie de ejercicios reiterati-
vos, por más que éstos sean indispensables.
Entrenar para la autoobservación supone un proceso de menos a más RETOS DE LA INTERVENCIÓN DE LA PRÁCTICA EDUCATIVA
mediante el cual el formando se inicia en detectar aspectos casi obvios de
su proceder cotidiano (por ejemplo: con qué objetos se encuentra todos
La intervención educativa, según lo establecido hasta aquí, no es periférica
los días, en casa, en la calle, en la escuela; con qué parte del cuerpo cami-
o cosmética, sino que se dirige a la metodología del quehacer educativo.
na, se sienta, se levanta, se apoya), hasta lograr observar la relación entre
La intervención será efectiva en la medida en que la irrupción modifique
sus acciones y aquello que las suscita, por qué y, sobre todo, para qué; por
la metodología, es decir, la racionalidad mediante la cual se construye la
ejemplo, qué de su sintaxis y retórica usada al presentar un tema de apren-
acción como parte de un proceso intencional para conseguir un propósi-
dizaje oscurece (o clarifica) el objeto a ciertos formandos.
El tercer aspecto que hay que respetar y atender en la enseñanza de la to educativo declarado.
Intervenir en la metodología tiene, por lo menos, cuatro retos centra-
intervención es la interpretación. Las personas tendemos a interpretar aun
les, los cuales se tratan en los siguientes apartados en forma de pregunta
sin tener los elementos pertinentes para realizar dicha operación cognitiva,
con el propósito de repasarlos y observar desde dónde pueden enfrentarse.
y de una interpretación mal hecha o a destiempo se deriva un cambio in-
útil o impertinente. La interpretación siempre se hace desde un marco ana-
lítico específico: a un marco técnico corresponden interpretaciones técni-
¿La práctica educativa puede constituir un objeto de estudio1?
cas, mientras que un marco intencional producirá una interpretación del
mismo tipo. Esta operación no es una receta, sino que involucra la imagi-
nación y la creatividad del sujeto interpretador; de ahí la importancia de La epistemología y la antropología de los últimos años ofrecen grandes
sustentarla, lo mejor posible, con conceptos definidos, precisos y válidos posibilidades. La antropología señala que la práctica es inescrutable por-
o validables. También conviene mencionar que el aprendizaje de la inter- que se basa en un «cruce de caminos» entre la cultura y las decisiones in-
pretación suele enfrentarse con los dictados de la cultura vivida, por cuyo dividuales, lo cual hace prácticamente imposible el estudio de un objeto
efecto se captan elementos novedosos como si fueran «normales». Es de- que, por principio, es sujeto, materia que, en todo caso, compete a la psi-
cir, tendemos a «ver lo que vemos» como propio y pertinente. Cuesta tra- cología. Estudiar prácticas sociales o individuales en un contexto social o
bajo problematizar esas visiones y por tanto plantear cuestionamientos que institucional, como la escuela, las organizaciones o la familia, es el reto de
son la base para realizar interpretaciones. Sin preguntas o problematización la antropología y lo ha resuelto con donaire. Dos son los ejes problemáti-
no hay materia para interpretar. cos. Uno, la pregunta de si el observado se comporta igual cuando no es
Enseñar a interpretar, tanto como aprender a interpretar, requiere cier- observado y cuando sí lo es. ¿Quién le asegura al observador que las con-
tas condiciones para un ejercicio de la imaginación y de la creatividad poco ductas de un sujeto son las reales cuando también pueden ser sólo un tea-
usual en nuestra cultura escolar. De ahí la importancia de resaltar este ele- tro montado por el sujeto observado? Las diferentes disciplinas antropo-
mento y proponer la ejercitación del pensamiento divergente, el razona- lógicas proveen al observador de un conjunto de protocolos y algoritmos
miento artístico y el uso de las inteligencias múltiples como trasfondo para para conseguir la colaboración natural del observado. Dos, la situación
sentar las bases de la capacidad de interpretar. Por ejemplo, proponerse óptima para la autoobservación. Este punto es de particular importancia
decir con líneas lo que decimos con palabras, decir con música o sonidos en el caso de docentes y trabajadores de la educación deseosos de modifi-
lo que pensamos de un hecho, abrir la mente para ver lo que se oye, sentir car su propia práctica, pues el problema parece duplicarse: el observador
lo que se dice y equilibrar (con el sentido del equilibrio) las diferentes pos- no sólo debe asegurar la verdad de lo observado sino también la verdad,
turas acerca de alguna cuestión. No hay modos normativos, aunque exis- de su observación. La epistemología, la ciencia del texto y otros desarro-
tan ayudas didácticas útiles. llos de las ciencias sociales avizoran la solución del problema mediante la
64 MIGUEL BAZDRESCH PARADA LA INTERVENCIÓN DE LA PRÁCTICA EDUCATIVA 65

exploración del autoconocimiento del que toda persona es capaz. Forma- Por otra parte, ubicamos la intuición tal como la expone Schütz. Al es-
lizar y construir un método consistente es el reto actual. cudriñar si dos interlocutores pueden entenderse concluye que sí, pero no
Estudiar la práctica y la propia práctica, no a la manera cotidiana, sino porque se expliquen el uno al otro, sino porque de frente a cada cual tienen
como objeto de estudio formal, tiene sus dificultades. El intento, sin em- la posibilidad de dialogar-desde su mundo de vida, universo particular de sig-
bargo, ha dado lugar a la búsqueda de aplicaciones heterodoxas de cier- nificados, sin importar que sea un mundo determinado por lo social.
tos avances de la reflexión filosófica y en las ciencias sociales. Los proble- Expresado en términos de la etnometodología, se recupera la intersub-
mas que tienen que ver con cualquier práctica, sea social o política, han jetividad de este mundo, no mediante las normas sociales (que construyen
dado lugar a algunos avances aprovechables por los maestros. el sentido) que pretendían explicar las conductas, sino porque las conduc-
A modo de ejemplo citamos dos aportaciones. La primera es el avan- tas se explican mediante los significados subjetivos.
ce que plantea Paul Ricceur en su teoría de la interpretación, y la segunda, Esta posibilidad, inaugurada por Weber y explorada por Schütz, deja
la tradición que inauguró Max Weber, continuada y enriquecida por Alfred claro el lugar de cada sujeto social, pero no como una determinación a la
Schütz con los mundos de vida, en el estudio sistemático de la posibilidad manera materialista, pues acepta la posibilidad de cierta indeterminación
de intercambiar y entender significados sociales entre las personas. dentro de la determinación por historia y por los demás factores. Este in-
El aporte de Ricceur es sugestivo porque no rompe la articulación so- grediente de indeterminación consiste en que el otro (desde su mundo)
cial del sujeto, pues finalmente es él quien crea las cosas, no la determina- reconozca (le dé una ubicación y un referente propio) lo que uno está ha-
ción histórica ni el materialismo histórico por sí mismo. ciendo. El camino de la intersubjetividad trazado por Schütz se centra en
A propósito del discurso, Paul Ricceur hace una separación entre sen- la constatación del silencio del otro, inescrudiñable más allá de ciertos lí-
tido y acontecimiento. Cuando analiza el lenguaje como discurso encuen- mites marcados por la subjetividad del que escucha. Así, la intersubjetivi-
tra una dialéctica entre acontecimiento y sentido. El acontecimiento es la dad establece la posibilidad de que el otro hable en un plano desde el cual
realización temporal del discurso, en tanto que el sentido es el contenido se le pueda reconocer y pueda, a su vez, reconocer a su interlocutor desde
proposicional del mismo discurso que permite identificarlo y predicarlo. su idea de mundo de vida construida con un inventario de significación
Así, Ricceur asevera: «Si todo discurso se actualiza como acontecimiento, común. En consecuencia, al constituir a la propia práctica como interlocu-
todo discurso es comprendido como sentido [...]. No es el acontecimien- tor, si bien habrá silencios inescrutables, existirá la posibilidad de diálogo
to, en la medida en que es transitorio, lo que queremos comprender, sino o entendimiento desde los «significados comunes». Esto, sin embargo, se
el sentido —el entrelazamiento del nombre y del verbo, como dice Platón— queda sólo en el plano de las ideas pues se inserta en una corriente que el
siempre y cuando esté pendiente» (Ricceur 1995, p. 26). autor no acabó de plantear.
Con respecto a la significación, el mismo autor advierte que «signifi- Desde luego no están resueltas todas las dificultades. De hecho esta-
car, la operación de dar y producir sentido, tiene dos interpretaciones: mos descubriendo que aquello que llamábamos diálogo no es diálogo, y
aquello a lo que el interlocutor se refiere (lo que intenta decir) y lo que la lo que entendíamos por colaboración tampoco lo es. En educación tene-
oración significa; es decir, lo que produce la unión entre la función de iden- mos el caso del aprendizaje colaborativo que nos hace ver cómo ciertas
tificación y la función de predicación». Más adelante, en el mismo texto, prácticas consideradas como colaboración no son sino una forma de do-
Ricceur señala que «el sentido de lo expresado apunta de nuevo hacia el minio de un individuo sobre otro, por ejemplo, en el caso de «equipos de
sentido del interlocutor gracias a la autorreferencia del discurso hacia sí trabajo» cuya relación no está organizada mediante el diálogo, sino por el
mismo como un acontecimiento» (Ricceur 1995, pp. 26-27). Esa caracterís- reparto utilitario de la tarea con base en el poder del más dominante.
tica de autorreferencia del discurso permite tener acceso al sentido del in-
terlocutor sin necesidad de introducirse en su acto mental. Estas ideas pue-
den, si consideramos la práctica como discurso (o como texto), ayudar a ¿Cuáles son las dificultades de la intervención"?
constituir a la práctica, y en especial a la propia práctica, como objeto de
estudio, pues si extrapolamos la idea de Ricceur, el docente practicante hace Estudiamos la práctica para mejorarla con base en un diseño de objetivos
una autorreferencia en la cual está el significado de lo que hace, no en y propósitos sociales y grupales que definen esas mejoras como algo espe-
cuanto acontecimiento (función de identificación), sino en cuanto sentido cífico. Estudiamos la práctica para descubrir cómo nuestra práctica o la'
(interlocución). práctica educativa estorba al logro de esos propósitos. En ese horizonte
66 MIGUEL BAZDRESCH PARADA LA INTERVENCIÓN DE LA PRÁCTICA EDUCATIVA 67

queremos modificarla, intervenir en ella. Toda «teoría» de la intervención, ¿Intervenir en los problemas de la práctica equivale a resolverlos"?
en cualquier ámbito, evidencia al menos dos de sus dificultades:
La primera es el daño secundario o los efectos secundarios, términos pro- Cuando se estudia la práctica es posible establecer con claridad cuál es la
puestos por Ivan Illich. Por ejemplo, calificamos de primordial el propósi- solución del problema fpál mismo tiempo, reconocer que ésta no puede
to nacional de escuela para todos, pero dejamos fuera de la economía y del llevarse a cabo. Una solución inaplicable no es producto de una verdade-
empleo a quien no tiene escolaridad, o a quien no puede ir a la escuela por ra intervención, pues ésta' parte de reconocer los límites al mismo tiempo
la deficiencia económica. El no hacernos cargo de los que dejamos fuera que las virtudes y los cambios viables. Si el intervenido dirige su interven-
se considera un efecto secundario, pero no lo es en la medida en que a estas ción, debe ubicar sus límites y también las consecuencias de la intervención
personas se les podría ofrecer otra alternativa, por ejemplo, la certificación para no llegar a soluciones inviables.
de experiencias. En la intervención de la práctica educativa surgen proble- En el ámbito de la educación los problemas son complejos pues pre-
mas que no se enfrentan pues se califican como efectos secundarios, lo que sentan diversos niveles y múltiples articulaciones con numerosos elemen-
conlleva el riesgo de descartar hechos que pudieran ser importantes. La tos a la vez. No hay problemas de personas o sujetos, sino de todo un
intervención de la práctica educativa no está exenta de este peligro típico entramado cultural en el que no es fácil reconocer límites ni tomar deter-
de cualquier intervención: no hacerse cargo de hechos cuyos efectos se minaciones. A veces las propuestas de solución son aparentemente posibles,
califican de secundarios es producto de las características modificables de pero en la práctica pueden no serlo por factores extraeducativos.
la práctica. La intervención implica una construcción previa que prevenga las so-
La segunda dificultad de toda intervención es que se puede intervenir luciones inviables. ¿Qué se debe hacer antes para no llegar a soluciones
y resolver la problemática que se plantea en la práctica, en términos estric- inviables? Volver a nacer es imposible, pero volver a empezar no.
tamente pragmáticos, sin tomar en cuenta los efectos de la solución en el Es más fácil analizar que proponer, pero la intervención no puede li-
practicante. La articulación entre interventor e intervenido es conflictiva mitarse a analizar. El problema de proponer es independiente de haber
y compleja por más precauciones que se tomen, esto es así porque cualquier realizado la tarea de analizar la práctica educativa propia o de otro. La sola
intervención rompe tejidos sensibles e irrumpe en una cotidianidad que, intervención no produce el conocimiento ni la lógica necesaria para ela-
mal o bien, estaba más o menos establecida. borar una propuesta; se requiere pues un cambio de enfoque, de posición.
Caer en cuenta de prácticas equívocas o francamente perniciosas al El estudio de la práctica es una actividad del orden del conocimiento, no
propósito declarado y sostenido por el practicante, puede ser doloroso e de la producción. Hace falta toda una mediación para reconstruir la prác-
incluso paralizante. Pueden suscitarse reacciones psicológicas y sociológi- tica usando los conocimientos de la intervención, pero no en la misma ló-
cas frente a la calificación o descalificación de las actividades del docente. gica con la cual dichos conocimientos fueron producidos, sino en una lí-
Entre docentes cuya práctica se interviene es posible detectar fenómenos nea prepositiva.
de autodescalificación, de crítica radical a la escuela y al sistema educati- Lo que aquí se propone es una manera distinta de enfrentar el proble-
vo, o bien de desesperanza frente a una posible mejora. Atender estas re- ma, cuestión que no ha sido cabalmente entendida en el estudio y la ense-
acciones con fuerza, determinación y formas adecuadas es obligación de ñanza de la intervención educativa. Por ejemplo, se confunde intervención
los interventores.
con investigar la práctica. Intervenir y enseñar a intervenir es enseñar a los
Alan Touraine advierte sobre las dificultades y los fenómenos que se maestros a trabajar sobre su práctica; no es investigar, sino enseñarles a
enfrentan en una intervención social. Su aporte central es que «La inter-
mejorar su maestría.
vención tendrá éxito cuando el intervenido es quien la conduce». La in- La investigación se ubica en la lógica del conocimiento. La interven-
tervención, entonces, tiene un límite: que el intervenido dirija y diga hasta ción va más allá pues busca la manera de incrementar los recursos perso-
dónde, realidad que debe tenerse presente durante todo el proceso. nales de formación para hacer mejor el trabajo con lo que se tiene entre
manos. Una y otra se retroalimentan, pero no están en la misma lógica.
Por más investigación que se haga, conocer el fenómeno no da la so-
lución. Con esto no queremos decir que la investigación sea inútil, sino que
han de imponerse mediaciones para integrarla a la lógica de la solución.
Por otro lado, proponer una solución con el análisis de la práctica es un
68 MIGUEL BAZDRESCH PARADA LA INTERVENCIÓN DE LA PRÁCTICA EDUCATIVA 69

proceso quizá largo y complejo. No basta con detectar el problema. Es acciones y se someta a una evaluación.
necesario escudriñar la lógica de la práctica que lo sostiene, y después es- • Procurar que el director, en efecto, dirija, que sus acciones no sólo
tudiar sistemáticamente lo que puede cambiarse de la metodología, apli- dependan de lo que ordenen arriba, sino también, y sobre todo, de
carlo, registrarlo y analizarlo hasta completar un proceso de cambio me- lo que sucede alf^: las aulas, los maestros, los desempeños, los
todológico pertinente. aprendizajes. Esta-^cialización equivale a quitarle poder al de arri-
ba para decir cómo se ha de proceder en cada centro de trabajo,
aunque pueda retenerlo para evaluar y corregir en consecuencia. Se
¿La intervención es una práctica aceptada en el ámbito cultural educacional? trata de una resocialización para una nueva gestión educativa con
base en la escuela, no en la burocracia.
La educación tiene una carga cultural que no puede ignorarse ni modifi- • Hacer de la escuela el centro de la política educativa y no la «última
carse fácilmente, ni siquiera mediante un proceso de intervención muy línea» de un proyecto macro que determina cómo debe portarse cada
pulcro. Existe, por ejemplo, la idea popular muy arraigada de que los pa- profesor.
dres le encargan el niño al maestro; no se hacen cargo de él. «Como tú eres
maestro, pues tú enseña; yo no soy maestro, nada más soy papá y no quie- El repaso anterior sintetiza algunas reflexiones para consideración de
ras que haga tu trabajo...». La investigación señala que el papá es un fac- los estudiosos y de los propios formadores acerca del qué, el cómo y el para
tor clave para el aprendizaje del niño, pero ni el maestro ni el sistema edu- qué de la intervención, así como algunos elementos de su enseñanza y cier-
cativo pueden cambiar esta idea producto de una carga cultural muy tas dificultades de intervenir en la práctica educativa. Algunos aspectos son
evidente. más teóricos, otros más concretos. Habrá otros, sin duda, pero se tratajus-
Podemos identificar otros ingredientes culturales que conforman la base tamente de abrir a la crítica los aportes y supuestos de estos estudios de la
cultural de lo que llamamos educación, los cuales, aunque se generan en práctica educativa a fin de hacerlos avanzar.
la práctica, no son modificables en ella. Las fronteras democráticas son un
ejemplo: el maestro siente que pierde autoridad porque funciona democrá-
ticamente, porque los alumnos saben cosas que él no sabe, e incluso por- BIBLIOGRAFÍA
que gana menos dinero que los papas de los niños.
Otro caso: ¿por qué debe enseñarse lo que se enseña? ¿Por qué estu- BAZDRESCII PARADA, M., Vivir la educación. Transformar la práctica, México, Secreta-
diamos lo que estudiamos? ¿Por qué no se estudia otra cosa? Porque estruc- ría de Educación Pública de Jalisco, 2000.
tural y políticamente se ha determinado así. No es fácil cambiar el plan de FOUCAULT, M., Tecnologías del yo y otros textos afines, Barcelona, Paidós, 1990.
estudios. El hombre ha ido a la Luna y ha decodificado el genoma huma- ILLICII, I., Un mundo sin escuelas, México, Nueva Imagen, 1977.
no, y sin embargo se sigue enseñando la misma geografía y la misma bio- —, Nuevas dimensiones en la psicología y la comunicación, México, Editores Aso-
logía que antes de esos logros. ciados, 1978.
Si bien estos cuestionamientos rebasan los estudios de la práctica edu- RICOIJR, P., Teoría de la interpretación, México, Siglo XXI, 1995.
SCIIÜTZ, A., La construcción significativa del mundo social, Madrid, Paidós, 1993.
cativa, suponen un obstáculo a la mejora una vez que se han empezado a —, El problema de la realidad social, Buenos Aires, Amorrortu, 1995.
identificar los ingredientes de solución de las deficiencias de la práctica. TOURAINE, A., «Introducción al método de la intervención sociológica. Notas ge-
Ante esta dificultad pueden impulsarse cuatro procesos de resocializa- nerales», en Estudios Sociológicos, vol. 4, no. 11, mayo-agosto, 1986.
ción entre alumnos, maestros y actores educativos que modifiquen las pau- WEBER, M., Economía y sociedad. Esbozo de sociología comprensiva, México, Fondo de
tas de socialización previas. Cultura Económica, 1986.

• Hacer posible y válida la discusión de las problemáticas levantadas


por el estudio de la práctica, tal como hoy se impulsa la discusión
de otras problemáticas que no pasan por el campo de la práctica.
• Otorgar a la escuela el valor y el poder de cambio. Poner el énfasis
en el centro de trabajo, en que tenga un proyecto que determine sus
Capítulo 3

ELEMENTOS PARA INTERPRETAR LOS SIGNIFICADOS


DE LAS ACCIONES EN LAS PRÁCTICAS EDUCATIVAS

Juan Campechano Covarrubias

INTRODUCCIÓN

Las siguientes reflexiones tienen como base un gran supuesto: cualquier


docente que quiera transformar racionalmente su práctica primero tiene
que conocerla, no imaginarla ni suponerla. La práctica de los docentes
puede sufrir diversos cambios o transformaciones, unos conducirán a
mejores resultados educativos, pero habrá otros que pueden complicar su
vida profesional.
En este análisis nos referiremos a aquellos cambios que lleven a mejo-
rar lo educativo de las prácticas docentes, esto es, a obtener mejores resul-
tados en los aprendizajes de los alumnos.
Durante su formación, los docentes ya han desarrollado una serie de
habilidades para tomar registros, notas o diarios de campo; sin embargo,
cuando se enfrentan a la necesidad de conocer su propia práctica, más de
una vez caen en la cuenta de que esas herramientas no les dicen nada más
allá de lo que está escrito. Un buen registro es un espejo que refleja una
imagen; si el espejo está en buenas condiciones y limpio, será fiel a lo que
se encuentra frente a él. Pero un buen registro no es suficiente, aún falta
reflexionar sobre los significados de lo registrado, ver cómo y de cuántas
maneras puede interpretarse lo sucedido.
Lo que a continuación se expone es una serie de reflexiones sobre la
interpretación de los significados de la acción en la práctica docente, a la
cual se considera parte de las prácticas educativas. Desde que usamos el
lenguaje e interactuamos con otros, podemos encontrar un sentido o un
significado a lo que éstos dicen o hacen, pero la construcción de un signi-
ficado es mucho más compleja y dinámica de lo que parece. Como muchos
autores que han estudiado este tema (Hayakawa 1967, Bresson 1969, Price
1975, Katz 1978), más que detenernos en definiciones y conceptos propon-
72 JUAN CAMPECHANO COVARRUBIAS ELEMENTOS PARA INTERPRETAR LOS SIGNIFICADOS... 73

dremos algunas pistas y dimensiones desde las cuales interpretar las accio- para qué escribe ese esquema, y siguiendo con el ejemplo diremos que es
nes de la práctica. para que los alumnos lo copien, lo memoricen y luego puedan responder
El punto de partida de esta reflexión son las acciones de los individuos, ciertas preguntas o un examen.
que por hacer una primera clasificación pueden suponerse conscientes o Todo lo anterior, ^kfc hasta aquí puede parecer muy general, será
inconscientes, voluntarias o involuntarias, intencionadas o sin intención. retomado más adelante jfera referirnos a las prácticas educativas. Por otra
Sin embargo, al emplear el verbo educar nos referimos específicamente a parte, entenderemos la mterpretación como el proceso que lleva al cono-
una acción, aun cuando la palabra también pueda tener funciones de ad- cimiento del significado o los significados de algo, en este caso de las prác-
jetivo (persona educada) o sustantivo (educación compensatoria). Realizar la ticas. Sólo existe interpretación ahí donde algo puede entenderse de dife-
acción de educar es educación. Así, la educación es, en el fondo, una for- rentes maneras o tiene múltiples sentidos o significados. Si algo se capta
ma de acción o un conjunto articulado de acciones. directamente o tiene un solo sentido, no hay interpretación. Si existe una
Desde mediados del siglo pasado y hasta la actualidad, se han desarro- relación de sentido única, directa e inmediata entre la idea, la palabra re-
llado una serie de planteamientos teóricos que ofrecen elementos para lacionada a la idea y el objeto, cosa, acontecimiento, situación o persona a
comprender la importancia de la acción como categoría conceptual para las que se refiere, entonces no habrá interpretación posible.
ciencias sociales. Las ideas y los conceptos que sustentan este análisis par- En las prácticas educativas, la interpretación puede hacerse en diver-
ten de los planteamientos de Schütz (1993, pp. 33-125) y Luckmann (1996, sos momentos y referirse a diferentes cosas. Nos centraremos en tres as-
pp. 31-87). Retomamos aquí tres conceptos relacionados que es importan- pectos: 1) las interpretaciones de los intercambios discursivos (orales y es-
te diferenciar: conducta, acción y acto. Para Schütz, la conducta se diferencia critos) entre maestros y alumnos, 2) la interpretación de las acciones y
de la acción en que la primera es de naturaleza automática e inconsciente prácticas de ambos, y 3) la interpretación del sentido educativo de las prác-
o reactiva, mientras que la segunda es de naturaleza voluntaria, conscien- ticas que éstos realizan en la escuela y otros ámbitos escolares. Trataremos
te e implica un proyecto de futuro. Por otra parte, el acto es la acción ya de responder a las siguientes preguntas: ¿qué elementos intervienen en la
terminada. La educación implica, en la mayoría de los casos, prácticas; las interpretación de los discursos de la clase? ¿Qué aspectos se pueden tomar
acciones se convierten en prácticas en virtud de la intención o voluntad en cuenta para interpretar el significado de las acciones y prácticas que
de quien realiza la acción y del saber en torno al cual se organizan; en esa ocurren en el salón de clases? ¿Cómo se pueden interpretar las acciones y
medida, en función del saber qué y del saber cómo, se considera que las las prácticas desde lo educativo?
prácticas son un saber hacer estratégico.
A lo largo de esta exposición emplearemos el término acción para re-
ferirnos a una actividad cualquiera y singular, mientras que entenderemos INTERPRETAR LO QUE SE DICE EN EL SALÓN DE CLASES Y EN LA ESCUELA
por práctica una serie de acciones que impliquen una intención, una fina-
lidad, un saber qué y cómo. Por ejemplo: alguien escribe un garabato, un Comenzaremos este apartado con la recreación de lo que sucede en una
número de teléfono o el nombre de alguien; eso es una acción. Sin embargo, clase de matemáticas de los primeros grados en una escuela primaria:
si alguien escribe un dictado, un oficio o un examen, la acción puede es-
tar inscrita en una práctica. A menudo también echaremos mano de esta MAESTRA: ¿Quién me puede decir qué es una unidad?
analogía: la acción es como una palabra y la práctica como una oración ALUMNOS: Un parque en donde se juega...
estructurada adecuadamente y con la intención de decir algo. MAESTRA: Para mí una unidad es esto (muestra un lápiz), una unidad es
Observamos entonces que las acciones se diferencian de las prácticas un objeto. Un objeto, una cosa. (Dirigiéndose a un alumno.) A ver, dime
en por lo menos dos sentidos: el primero es que las prácticas, a diferencia una unidad.
de las acciones, implican un saber hacer, tienen una intención y una fun- ALUMNO: Parque.
ción específicas; el segundo es que, en la mayoría de los casos, las prácti- MAESTRA: Dime otra unidad.
cas son una estructura de acciones relacionadas entre sí. Así, por ejemplo, ALUMNA: Lápiz.
antes de utilizar un esquema un profesor tuvo que considerar un conteni- MAESTRA: ¿Qué es una decena?
do, resumir sus ideas principales y organizarías, o bien copió el esquema ALUMNO: Diez.
de un texto que tuvo que leer previamente. En ambos casos, el docente sabe MAESTRA: ¿Diez qué?
74 JUAN CAMPECHANO COVARRUBIAS ELEMENTOS PARA INTERPRETAR LOS SIGNIFICADOS... 75

ALUMNO: Diez parques, diez cosas. neran, el que habla y el que escucha saben si se interpreta correctamente
(Fragmento de notas de observación de María Érika Covarrubias lo que se dice.
Hernández) En este sentido, la educación y el aprendizaje son efectivos cuando el
alumno se ha apropiaá«£de los significados que se le transmiten, lo cual
La educación puede entenderse como un compartir significados, y uno se verifica con dispositivos como preguntas, escritos, actividades, etc. En
de los medios privilegiados para que el profesor transmita o comunique la práctica cotidiana de tó's docentes, muchos de los esfuerzos de los niños,
sus significados es el lenguaje oral. El ejemplo anterior ilustra cómo la más que encaminarse a entender el significado de lo que se está diciendo
maestra parte de una palabra, unidad, que para ella significa una cosa y para en torno al contenido o materia de la clase, se dirige a tratar de interpre-
los niños otra. Afortunadamente, al final los niños logran entender el sen- tar qué quiere el maestro. El significado del conocimiento que se preten-
tido que la maestra le está dando a la palabra como elemento de la dece- de compartir se sacrifica en función de las reglas del salón de clase y el
na y pueden transitar de su noción de unidad como parque a la de con- contexto se impone al mensaje.
junto de un solo elemento. Esto, sin embargo, no siempre sucede. A veces Por tanto, durante el análisis de los registros hay que darles la debida
los maestros no caen en cuenta de que mientras ellos dicen una cosa, los importancia a elementos como los siguientes:
alumnos entienden otra o no entienden ninguna.
En otras ocasiones, los profesores prestan atención a ciertos indicios • De acuerdo con lo que se expresa en forma hablada o escrita, ¿hay
sobre la falta de entendimiento por parte de los alumnos y tratan de re- indicios de que los participantes se entienden entre sí? Es necesario
forzar su mensaje. En los intercambios verbales o escritos, las palabras observar las expresiones en sus rostros, las preguntas que hacen, sus
empleadas pueden ser difíciles de entender o interpretar. La palabra gato silencios y las secuencias de lo que se dicen.
puede llevar a pensar en un animal, un instrumento mecánico o, en senti- • ¿El mensaje es adecuado a la situación y el contexto? De no ser así,
do despectivo, un sirviente. Conforme se incluyen palabras en las oracio- ¿qué lo explica?
nes se va perdiendo, en la mayoría de los casos, la ambigüedad o confu- • ¿Los que hablan siguen las reglas y las condiciones de intercambio?
sión y se tiene una mejor comprensión del sentido o significado referido. En más de una ocasión los registros revelan contradicciones en ese
Una de las mediaciones más importantes para saber si los alumnos sentido, pues el profesor exige silencio y al mismo tiempo le pide a
están entendiendo son las preguntas. Dentro de la dinámica de pregun- alguien que hable, o se permite la burla entre compañeros y se soli-
tas y respuestas, los silencios que siguen a las preguntas directas son fre- cita la participación de cualquiera.
cuentemente un indicador de que los alumnos no están entendiendo.
¿Qué tan atento está el profesor a este proceso? Hay que reconocer que
en muchas ocasiones pasa por alto estas señales: INTERPRETAR EL SIGNIFICADO DE LAS ACCIONES Y LAS PRÁCTICAS
QUE OCURREN EN EL SALÓN DE CLASES
• El diccionario personal, el cual va elaborando cada persona para en-
tender los sentidos que se les dan a diferentes palabras. No hay un solo sentido o significado verdadero. Si analizamos detenida-
• Los diferentes planos de la experiencia de las personas y su contac- mente diferentes circunstancias de la vida cotidiana, llegaremos a la con-
to con otros contextos culturales, que posibilitan la comprensión de clusión de que hay diversas formas de interpretar un mismo hecho. Vea-
palabras y expresiones distintas, así como los sentidos con que se mos un pequeño ejemplo: en un jardín de niños se está trabajando el
usan. proyecto de la caña de azúcar. Al iniciar la clase, la educadora les pregun-
• El contexto en que se establece la comunicación (la calle, la iglesia, ta a los niños quién trajo la tarea, que consistió en preguntar a sus papas
la casa de un amigo, una reunión de trabajo, la escuela, el salón de algo sobre el tema. Algunos sacan hojas de sus loncheras y se las llevan a
clase, la clase de química).
la maestra. Ella las pega con cinta adhesiva en el pizarrón y se establece la
• Las reglas de intercambio que regulan lo correcto e incorrecto de siguiente conversación:
los elementos del discurso.
EDUCADORA: Vamos a ver la tarea de Sonia, en ella dice que de la caña
Por estos elementos y por el tipo de diálogos o enunciados que se ge- de azúcar se extrae la...
76 JUAN CAMPECHANO COVARRUBIAS ELEMENTOS PARA INTERPRETAR LOS SIGNIFICADOS... 77

ALUMNOS: ¡Azúcar! (unos pocos niños contestan). los niños, comienza a hacer preguntas, ignora preguntas, ignora respues-
EDUCADORA: En esta otra dice que contiene carbohidratos. tas, etcétera.
ALUMNO: ¿Por qué tiene carbohidratos? Cuando se busca interpretar las prácticas educativas es necesario pen-
EDUCADORA: Mmmhh... (no contesta) A ver, díganme qué se saca de la sar en dos tipos de rel5J4ones: unas de orden temporal y espacial, que se su-
caña. ceden por lo regular ej> secuencias y momentos bien definidos —llegar,
Alumno: Yo, yo, mire: el ron, la azúcar, el alcohol, los dulces. Los dul- saludar, pasar lista, escribir en el pizarrón, explicar, preguntar, poner ejer-
ces porque tienen carbohidratos y nos dan energía. cicios en el pizarrón, etc,—, y otras de orden funcional, que se refieren al
Educadora: (ignora el comentario. Pasa a otro tema) (Bugarín y otros 1996, conjunto de acciones que tienen el mismo sentido o significado, y que en mu-
p. 70). chos casos pueden ser sustituidas en el orden temporal y espacial adecua-
do sin alterar el significado global de la práctica. Por ejemplo, en oca-
Situaciones como ésta surgen todos los días en el salón de clases. Dice siones los docentes usan la lista como medio de control: ahí anotan los
Jesús Mosterín que «La pregunta por la interpretación de ese evento es la retardos y las asistencias, las participaciones buenas o malas, la regulari-
pregunta por el sentido de la acción de que forma parte. La interpretación dad con que se entregan los trabajos y si se hacen o no los ejercicios. La
de una acción es la respuesta a la pregunta por el sentido de esa acción» (Mosterín lógica es que en la lista se controlan los puntos buenos y los puntos ma-
1978, p. 186). los. Los alumnos saben que al tomar la lista en sus manos, el maestro dis-
Uno de los posibles procedimientos para buscar interpretaciones sería tribuirá o restará puntos. Esto se repetirá en cualquier momento de la clase
el siguiente: cuando el docente camine con la lista entre las filas. Para otros profeso-
res, en cambio, la lista será un elemento impuesto por la institución, mien-
a) Realizar varios registros para detectar cuáles elementos se repiten y tras que para otros no tendrá ningún valor en el proceso educativo.
cuáles ocurren eventualmente en el salón de clase. La educadora quizá di- En el enunciado «El hombre camina por el parque» la palabra hombre
rige el canto de saludo, pide a los niños que coloquen el sol o la nube en puede sustituirse por niño, profesor o joven sin que cambie mucho el senti-
el cartel del clima, les solicita que entreguen la tarea y pega las hojas en el do del enunciado; de igual manera, camina puede cambiarse por una pa-
pizarrón con cinta adhesiva. Puede también comenzar a preguntar, o pro- labra que tenga la misma función, como corre, come o pasea. Estableciendo
nunciar palabras o frases incompletas para que los alumnos las comple- una analogía con el enunciado anterior, en la práctica es importante pre-
ten a coro, pero es necesario averiguar si todas éstas son acciones aisladas guntarse por los elementos que cumplen la misma función. Otra forma de
o se repiten en cada clase. detectar las diferentes funciones es considerar los resultados o consecuen-
b) Cuando se analiza un discurso, una palabra remite a un sentido; esa cias que tienen las acciones que realizan tanto el docente como los alum-
misma palabra en una oración o enunciado nos da otro, y la oración en nos, es decir, observar si cambiando una acción o serie de acciones que
un discurso nos da un significado de otro nivel. De la misma manera, las realizan el profesor o los niños se obtiene el mismo significado global de
acciones de la práctica educativa podrían interpretarse a partir de la clasi- lo que está pasando en el salón de clases. Así se comprende que existen
ficación o el registro de la frecuencia en que se presentan ciertos verbos diversas acciones cuya finalidad es «controlar» lo que pasa en el salón de
(por ejemplo: preguntar, explicar, decir, borrar, escribir, etc.), pero estas pala- clases, ya sea que se manifiesten como amenaza de reporte, llamado de
bras dentro de un enunciado cobran otra dimensión. Así, por ejemplo, un atención, resta de puntos en la calificación, etcétera.
niño le muestra su trabajo a la educadora, quien le pregunta «¿Qué más c) Los elementos constitutivos de una práctica, en su individualidad y
le puedes poner?» en lugar de decir «¿De qué es este trabajo?» En el pri- en sus relaciones, establecerán indicadores de significado que permiten
mer caso, la pregunta puede propiciar que el niño mejore o incorpore algo interpretarlos. En el ejemplo del que partimos se pueden plantear, entre
nuevo, pero el segundo enunciado permite interpretar que ajuicio de la otras, las siguientes preguntas: ¿qué significado tiene en la práctica docente
educadora lo que el niño le presenta no tiene sentido, por lo que le pide de esta educadora la tarea? ¿Qué significado o sentido tiene que ignore las
más información para saber lo que hizo. Los enunciados, a su vez, pueden preguntas de algunos niños? ¿Qué sentido tiene para esa práctica que se
ser solidarios relacionándose con otros para dotar de significado a un frag- formulen preguntas y palabras incompletas? ¿Qué implica que se dejen
mento mayor, como en el ejemplo del principio, en el que la educadora tareas en este grupo de preescolar? En los contextos escolares, cuando se
pregunta quién trajo la tarea, pega en el pizarrón las hojas que recibe de habla de la «tarea» se entiende un trabajo escolar que debe realizarse en
78 JUAN CAMPECHANO COVARRUBIAS ELEMENTOS PARA INTERPRETAR LOS SIGNIFICADOS... 79

casa. La tarea se relaciona después con otras acciones: recoger hojas, revi- En síntesis, para interpretar las acciones de las prácticas que pretenden
sarlas, preguntar sobre su contenido, etc. Si cuando la maestra pregunta ser educativas debe determinarse en primer lugar cuáles acciones son cons-
quién trajo la tarea se desprenden acciones derivadas, conforme vayan titutivas de las prácticas y cuáles son circunstanciales. En segundo lugar,
apareciendo elementos relacionados se verá la importancia que dicha acti- las acciones siempre tferten un orden temporo-espacial y una funcionali-
vidad tiene en esa práctica. En este ejemplo, si bien la tarea tiene un pa- dad, como se desprenderle lo que Schütz llama «acto proyectado», relacio-
pel protagónico, se derivan de ella algunas operaciones que nos llevan a nado con el resultado finid que intenciona la acción en la mente del suje-
interpretaciones diversas, entre ellas las siguientes: to, del docente en este caso. En tercer lugar, el significado que ha de
extraerse será el referido a la articulación de las acciones en las prácticas
• Usualmente en los jardines de niños no se dejan tareas como en el a fin de determinar si dicha articulación logra realizar la intencionalidad
ejemplo. Por lo regular, lo que piden las educadoras son materiales del docente. Si el docente quiere callar con ciertas acciones a los niños (alzar
diversos que se usarán en la actividad del día siguiente y que a mu- la voz, amenazar, cantar, etc.) y no los calla, que aprendan a resolver pro-
chos niños se les olvidan. Se puede considerar poco frecuente en- blemas y no los resuelven, o que comprendan lo que leen y no lo compren-
contrar una educadora de preescolar que deje tareas. den, las acciones pueden remitirnos a otras interpretaciones y significados
• La educadora deja oraciones o frases incompletas para que los niños no necesariamente relacionados con lo educativo.
las concluyan. Esto se relaciona con dinámicas escolares en las que a
los alumnos se les dan pistas para que hagan o digan lo que los maes-
tros quieren como un método para enseñar y aprender cosas. INTERPRETAR LAS ACCIONES Y LAS PRÁCTICAS DESDE LO EDUCATIVO
• La educadora guarda silencio ante ciertas preguntas de los niños,
de lo que puede inferirse que desconoce la respuesta o bien consi- Nos acercamos a las acciones y las prácticas desde diferentes supuestos de
dera que el niño no podrá entender su respuesta. lo que es lo educativo. Un docente puede considerar que el pasar lista o
• La maestra ignora algunas participaciones o respuestas de los niños, exigir que las alumnas traigan las tobilleras del uniforme es educativo; mien-
ya sea porque no las considera apropiadas para la dinámica de la tras que otro supone que exponiendo, haciendo ejercicios o revisando ta-
clase, porque considera que los niños sólo dicen cosas por decir, o rcas se da lo educativo. Hay un amplio debate sobre qué es lo educativo,
porque no puede agregar nada más a lo que ellos dicen. En el tra- pero hay que diferenciar entre educar y que alguien aprenda algo, ya que
bajo de revisión posterior se pueden encontrar elementos que reafir- el alumno puede aprender por el docente, con el docente e incluso a pe-
men o echen por tierra estas afirmaciones. sar del docente.
• Suponiendo que estos procedimientos son recurrentes en la prácti- El aprendizaje se da a través de la educación sólo en la medida en que
ca de esta educadora, podría establecerse que: 1) no prepara el de- alguien intencionadamente realiza acciones para que otro conozca cosas
sarrollo de los temas que deja de tarea a sus alumnos y 2) descono- nuevas, pueda hacer algo que no podía hacer o cambie lo que quiere o sien-
ce los contenidos mínimos del tema y prefiere ignorar las preguntas te. Hay quien cree que por el solo hecho de pensar, planear y desarrollar
y participaciones de los niños. A partir de este momento se estable- lo planeado está educando, pero está demostrado que muchas veces lo que
cerían otros dispositivos metodológicos para verificar estas suposi- planeamos y hacemos nos conduce a resultados que no esperábamos. En
ciones o refutarlas remitiéndose a otros registros o datos. otras ocasiones, los docentes llevan a cabo acciones en los salones de cla-
se que no tienen ninguna intención educativa, como perder el tiempo, te-
En otras ocasiones, un docente puede realizar acciones de las que no ner clientes cautivos para los negocios escolares, etcétera.
es muy consciente. Por ejemplo, en un grupo con alumnos de orígenes Al educar, debemos tener pleno conocimiento de que nuestras accio-
diversos (estudiantes de mecánica, de química, de electrónica), el profesor nes y sus resultados están contenidos en las intenciones que los originaron.
sólo atiende a una parte del grupo. Cuando se le hace esta observación, Mediante este gran supuesto se puede interpretar todo lo que se hace en
puede caer en la cuenta de que atiende más a los estudiantes de química y el aula. Todas las acciones que realizan alumnos y maestros tienen ciertas
electrónica porque los considera «más inteligentes» y cree que son los que consecuencias; exponer, preguntar, dar palabras y frases incompletas para
«necesitarán más los conocimientos», mientras que los de mecánica «son que los alumnos las completen o hacer planas de algo conduce a ciertos
más lentos y harán principalmente actividades manuales». resultados. Esto nos lleva a preguntarnos: con lo que hice, ¿qué aprendie-
80 JUAN CAMPECHANO COVARRUBIAS ELEMENTOS PARA INTERPRETAR LOS SIGNIFICADOS... 81

ron los alumnos? ¿Cómo puedo evidenciarlo? la relación entre el preguntar y la explicación, o entre la exposición, las
Con base en lo expuesto hasta aquí, y volviendo al ejemplo anterior, preguntas y la explicación, revestirá diferentes sentidos, al igual que obser-
nos preguntamos si la educadora tendría elementos para decir qué tuvo de var esa práctica en una secuencia global de acciones.
educativa su práctica. Insistimos en que las cosas pueden interpretarse en Un segundo aspcctp.se refiere al aparato conceptual que le permite al
diferentes niveles y desde diferentes dimensiones. Puede interpretarse la docente explicarse y conjprender los elementos presentes en esa práctica.
relación afectiva que se da entre el maestro y los alumnos, las operaciones Esto se relaciona con el certijunto de referentes de ideas del sentido común
psicológicas que constituyen dicho vínculo, las relaciones de poder y su o de teorías a las cuales recurren los docentes para explicarse lo que está
ejercicio dentro del salón de clase, todo ello en función de si produce o pasando. Puede argumentarse que los alumnos salieron reprobados en el
no cambios educativos. examen de física porque son flojos, desobligados, lerdos, etc., pero a ve-
Existen significados derivados de las acciones y de los discursos que se ces, detrás de eso se oculta un desconocimiento de los procesos cognosci-
generan en el salón de clases. Un nivel de interpretación gira en torno al tivos que siguen los alumnos para resolver un problema de física, de los
sentido que tiene para los actores preguntar, fingir estar leyendo, copiar procedimientos didácticos más apropiados para que aprendan a resolver
las tareas, no revisarlas o castigar, pero otro nivel es definir si los castigos, los problemas, o de la estructura adecuada para presentar el contenido
las lecturas y las preguntas llevaron a los resultados educativos esperados según cómo son y qué saben estos alumnos. Los docentes quieren enseñar
o pensados. la comprensión de la lectura, pero no lo lograrán si desconocen las estruc-
Los docentes pasan diferentes periodos dentro de los salones de clase turas psicolingüísticas que operan para comprender lo que se lee y lo que
y en las instituciones escolares, y en ese tiempo pasan muchas cosas. Exis- pueden hacer los alumnos para lograrlo. Una herramienta para atribuir
ten diferentes acciones que no llegan al plano de la conciencia de profeso- significados a lo que pasa dentro del salón de clase es contar con referen-
res y alumnos; mientras que otras constituyen acontecimientos que forma- tes teóricos adecuados.
rán parte de la historia personal de los protagonistas, del grupo escolar o Un tercer y último punto es que, pese a que la dinámica de las escue-
de la institución. De igual manera, en las prácticas educativas aparecen las pudiera parecer más o menos la misma, una observación más detalla-
elementos de diferente índole que afectan los resultados educativos que se da descubre importantes matices en la vida cotidiana de cada escuela. Cons-
pretenden obtener. Hay docentes que se esfuerzan honestamente por pre- truir el contexto en diferentes niveles (el salón de clase, la escuela, la colonia,
parar una clase lo mejor posible, pero la dinámica que se establece entre la comunidad) ofrece elementos para explicar aspectos de la práctica que
maestro y alumnos impide que ésta se desarrolle con fluidez y que los alum- de otra forma no podríamos entender. Todo esto será importante para com-
nos aprendan. Otras veces, la ignorancia de los profesores se ve encubier- prender la práctica educativa antes de pretender transformarla. No se puede
ta por poses autoritarias con los alumnos, o también puede darse el caso de interpretar a partir de la nada; interpretarnos en función de los elementos
que los alumnos se vuelvan cómplices del maestro en consumir el tiempo apropiados del sistema cultural en el que estamos integrados. De este modo,
de la clase en actividades que no tienen nada que ver con el contenido dis- asignar los significados de las acciones y las prácticas educativas se rela-
ciplinar propuesto. ciona necesariamente con el conocimiento del desarrollo y término de las
Existen diversas limitantes para establecer los diferentes significados de acciones que consideramos que educan, así como con las intenciones ex-
lo educativo en las prácticas de los docentes. Un primer elemento se refie- plícitas e implícitas que los actores les atribuyen.
re a la capacidad del docente de tener una visión global de la práctica, un
conocimiento tanto del todo como de las partes que lo componen. Regre-
sando a la analogía que se estableció al principio, al estar leyendo un cuento CONCLUSIONES
no es lo mismo leer una palabra, un enunciado, un párrafo, un capítulo o
todo el texto; lo que se entiende al integrar cada una de las partes es dife- Este trabajo partió de una gran analogía al considerar que existen relacio-
rente en cada nivel. En el caso de la práctica docente, las acciones del pro- nes entre el lenguaje y las prácticas educativas. Algunas de las ideas expues-
fesor pueden integrarse en estructuras más complejas que ofrecen niveles tas fueron:
de significados diferentes, de tal manera que podemos analizar el sentido
de las preguntas, la exposición, el trabajo en equipo, el manejo cíe las es- • La práctica educativa y las acciones que la conforman se pueden
trategias para pedir silencio o mantener la atención de los alumnos, pero pensar como el análisis del significado de un texto. Así como en el
82 JUAN CAMPECHANO COVARRUBIAS ELEMENTOS PARA INTERPRETAR LOS SIGNIFICADOS... Oó

texto las palabras, las oraciones y los discursos permiten diferentes BUGARÍN LÓPEZ, I., y otros, Los procesos metodológicos en los docentes de preescolar y pri-
niveles de interpretación y significado, en la práctica las acciones, maria, tesis de maestría, Guadalajara, Centro de Investigaciones Pedagógicas
la relación entre las acciones y las relaciones entre los segmentos con y Sociales, 1996.
BUI.HER, K., Teoría de la egresión, Madrid, Alianza Editorial, 1980.
una misma función tienen diferentes niveles de significación. EDWARDS, D., y N. MERCER,^G¥conocimiento compartido, Barcelona, Paidós/ MEC, 1994.
• Al analizar se debe tomar en cuenta la función de los elementos en GIDDENS, A., y otros, La tectfta social, hoy, México, Alianza/ Consejo Nacional para
la estructura y las relaciones espacio-temporales (cuándo y dónde) la Cultura y las Artes, 1Ú90.
y funcionales (para qué) que dichos elementos establecen entre sí. GREGORY, M., Y S. CARROLL, -Lenguaje y situación, México, Fondo de Cultura Eco-
• En la práctica docente o educativa, cada elemento tiene indicadores nómica, 1986.
de significado específicos. Asimismo, las secuencias de acciones re- LUCKMANN, T., Teoría de la acción social, Barcelona, Paidós, 1996.
miten a sentidos específicos que permiten entenderlas. Así como la MILLER, G. A. (comp.), Nuevas dimensiones en la psicología y la comunicación, Méxi-
ambigüedad se va eliminando al ir conociendo más elementos del co, Editores Asociados, 1978.
discurso, conocer y relacionar más elementos de la práctica permi- PiAGET.J., y otros, Introducción a la psicolingüística, Buenos Aires, Proteo, 1969.
PUTNAM, H., El significado de «significado», México, Universidad Nacional Autóno-
te entenderla mejor y conocer los significados que comporta.
ma de México, 1984.
• El contexto permite establecer referentes que remiten a la pertinen- RICCEUR, P., El discurso de la acción, Madrid, Cátedra, 1988.
cia o no del significado de las acciones y de otros significados refe- SCIIÜTZ, A., La construcción significativa del mundo social, Barcelona, Paidós, 1993.
ridos. VALDÉS VILLANUEVA, L. (comp.), La búsqueda del significado, Madrid, Tecnos-Univer-
• Al interpretar las prácticas como educativas, cualquier enfoque ad- sidad de Murcia, 1990.
quiere una dimensión y finalidad específica; por tanto, aun cuando WEBER, M., Ensayos sobre metodología sociológica, Buenos Aires, Amorrortu, 1993.
se analice la acción y la práctica desde el punto de vista psicológico,
ético, político o económico, los cambios o transformaciones que se
quieran operar en el pensar, hacer y querer del otro estarán en fun-
ción de la relación educativa, es decir, de los aprendizajes que gene-
raron o propiciaron.
• Diferentes elementos pueden facilitar u obstaculizar el acercamien-
to a los significados de la práctica educativa, entre ellos el conjunto
de experiencias y vivencias que el docente tenga de las prácticas
educativas, el tipo de formación teórico-conceptual que soporte y
oriente la explicación de lo que acontece en el salón de clase y el
conocimiento que se vaya construyendo de dicha práctica.
• Sólo comprendiendo el significado de lo que pasa en la práctica
educativa se puede derivar un proceso de intervención que lleve ra-
cionalmente a resultados educativos.

BIBLIOGRAFÍA

BRESSON, F., «La significación», en J. Piaget y otros, Introducción a la psicolingüísti-


ca, Buenos Aires, Proteo, 1969, pp. 17-50.
BRUNER, J., Realidad mental y mundos posibles, Barcelona, Gedisa, 1988.
, Actos de significado. Más allá de la revolución cognitiva, Madrid, Alianza Edi-
torial, 1991.
BRUNER, J., y H. HASTE (comps.), La elaboración del sentido, Barcelona, Paidós, 1990.
Capítulo 4
..
LA RESINIFICACIÓN METODOLÓGICA DE LA PRÁCTICA
DOCENTE, CONSTITUTIVO DE LA TRANSFORMACIÓN
DE LA PRÁCTICA EDUCATIVA

Alberto Minakata Arceo

INTRODUCCIÓN

En opciones formativas que tienen como eje curricular el proceso de sis-


tematización, análisis, reflexión, rediseño e intervención de la práctica
educativa, los educadores se enfrentan a la necesidad de construir propues-
tas coherentes y articuladas entre sus etapas de recuperación-sistematiza-
ción y las de rediseño e intervención de la práctica.
El seguimiento y sistematización de experiencias formativas —cursos,
talleres y asesorías realizados de 1986 a 1996— muestran los siguientes ele-
mentos críticos que inciden en la construcción de las propuestas de inter-
vención y transformación de las prácticas educativas de los docentes:1

A) Deficiente articulación metodológica entre las acciones de sistematización


y las de rediseño e instrumentación de las propuestas de intervención

Las propuestas de intervención de la práctica surgidas en estos procesos se


inspiran, frecuentemente, en métodos y didácticas con origen y aplicación
en contextos psicosociales y culturales con estructuras y propósitos diferentes
de los de la práctica de referencia. Los diseños de intervención se susten-
tan en la planeación y en la ejecución de actividades novedosas en su índo-

1 Los cursos y talleres analizados forman parte del curriculum de maestrías y especia-
lidades centradas en procesos de intervención y transformación de la práctica educativa de
instituciones de educación superior y de formación de maestros en los estados de Jalisco y
Guanajuato.
86 ALBERTO MINAKATA ARCEO LA RESINIFICACIÓN METODOLÓGICA DE LA PRÁCTICA DOCENTE... S7

le o en su instrumentación con respecto a las sistematizadas y analizadas. reflexiva y de reinterpretación de intenciones y atribuciones de sentido.
A estas actividades se les atribuye un potencial de construcción de sen- Una manera de entender y construir estos contenidos de acción es re-
tidos diferentes e innovadores, sin la fundamentación adecuada, y sin la currir al concepto de esquema en tanto «estructuras cognoscitivas de re-
consideración de condiciones contextúales de aplicación, inmediatas y presentación respectoSfc?'una clase semejante de secuencias de acción que
mediatas, que confieren direccionalidad y sentido a la práctica. constituyen totalidadesjtoherentes organizadas, referidas a formas integra-
das de comportamiento» (Flavell 1986, p. 71). Los esquemas así entendi-
dos son susceptibles de operaciones de «recuperación», reflexión y rein-
B) Ausencia de elaboración o elaboración incipiente del «conocimiento práctico» terpretación bajo el supuesto de que las prácticas docentes están
como «saber pedagógico» constituidas, desde esta perspectiva epistemológica del conocimiento como
acción, no como meras representaciones, sino como conjuntos de opera-
ciones —acciones interiorizadas— con sus contenidos y referentes simbóli-
En términos de producción del saber de la práctica y de conceptualización,
cos. Estas operaciones son los constitutivos de esquemas recurrentes sus-
las propuestas formativas transitan directamente desde el ámbito del «co-
ceptibles de transformación, progresión y acumulación (Aebli 1957 y 1989).
nocimiento práctico» —el que responde a demandas prácticas de «interpre-
Estos elementos críticos ponen al descubierto dos características dis-
tar situaciones, realizar inferencias prácticas para la comprensión y predic-
tintivas de los procesos formativos y curriculares a los que nos referimos
ción de sucesos, así como para planificar la conducta» (Rodrigo, 1993,
con anterioridad: primera, un proceso incompleto de apropiación del senti-
p. 112)— hasta el ámbito de la propuesta conceptual alternativa que da sus-
tento al proceso de intervención. do de las prácticas; segunda, la ausencia o la deficiencia de mediación de opera-
El «conocimiento práctico», así elaborado como «saber pedagógico» en ciones metodológicas alternas y complementarias entre las etapas de la sistema-
el proceso de reflexión de las prácticas (Macchiarola de Sigal 1998, p. 25), tización y construcción de «lo educativo» de la práctica y la de su rediseño
e intervención.
produce un distanciamiento y una ausencia de articulación entre el «saber-
hacer» y el «saber-teórico». Opera el supuesto de poder deducir linealmente
reglas de acción a partir de teorías formalizadas.
VIDA «SOCIOCULTURAL» DE LAS PRÁCTICAS DOCENTES
Por otra parte, las «creencias» componentes del conocimiento prácti-
co se sustituyen por otras consistentes con las propuestas conceptuales
adoptadas sin mediar un proceso de intelección y transformación de «creen- Las prácticas docentes «tienen vida propia» en las instituciones escolares,
cias en conocimientos». Este proceso —que según Fenstermacher (1986) se en tanto éstas constituyen sus contextos específicos de actividad con sus
da en el acceso al saber científico, merced a la toma de distancia de las re- características propias culturales, psicosociales, comunicativas y organiza-
presentaciones propias del investigador por el diálogo con las teorías ela- cionales (Gallimore 1986).
boradas— ayudaría al educador a modificar las premisas de su razonamiento En esta reflexión acerca de la resignificación metodológica de las prác-
práctico, a cambiar la naturaleza de sus creencias y a añadir otras nuevas, ticas educativas, 2 adoptamos una perspectiva interpretativa del cambio
dada su intención de llevar al plano de la teoría el conocimiento de la prác- socioeducativo en y a través de los procesos formativos de ref lexión-trans-
tica que realiza. formación de las prácticas, constituida por tres ejes: el epistemológico de
la dimensión de construcción del saber pedagógico; el psicosocial de la
construcción metacognitiva del saber metodológico, y el sociocultural de
C) Operaciones incompletas o ausencia de operaciones de construcción la construcción de sentido social y cultural en contextos de actividad.
del «saber metodológico» Estas tres dimensiones tienen como referente de su unidad analítica y
organizacional básica del cambio la transformación de los sujetos de la
De acuerdo con Sacristán (1998, p. 92), el primer saber de la acción no es
instrumental; el saber de la acción utilizado instrumentalmente de mane-
ra intencionada para orientar y transformar otras acciones se debe cons- '* Con resignificación metodológica nos referimos al conjunto de operaciones de apropia-
ción de las prácticas educativas y a las «puestas en escena» alternativas de las transforma-
truir en «contenido de la conciencia» mediante procesos de elaboración
ciones intentadas.
88 ALBERTO MINAKATA ARCEO I.A RESIGNIFICACIÓN METODOLÓGICA DE LA PRÁCTICA DOCENTE... 89

práctica, las condiciones constitutivas —internas y externas— de las mismas cliciones de la práctica aunque operan en otros ámbitos, lógicas y niveles
en los sujetos y la índole de las acciones de la práctica derivadas de la «pues- distintos de los sujetos que son sus protagonistas inmediatos: los
ta en escena» por los actores que, por así decirlo, «actualizan» las situacio- institucionales, sociales; culturales y políticos no directamente afectables
nes de la práctica y les confieren sus sentidos e intencionalidad. desde la puesta en escena de la práctica docente particular.
En esta perspectiva se reconocen las condiciones y los determinantes Asimismo, el procesjD de RMPD genera un doble movimiento: desde el
institucionales y contextúales de índole cultural, económica, social y polí- escenario mismo de la actividad e identidad propia de la puesta en escena
tica de las prácticas docentes; sin embargo, se proponen como unidad de de cada docente hacia su-s condiciones institucionales y culturales; y des-
análisis-intervención-transformación los constitutivos mismos de la práctica de éstas hacia el escenario de la práctica particular. Este proceso se realiza
docente en su puesta en escena en un escenario de actividad específico por actores bajo el supuesto de que el primer nivel de transformación de la práctica
que, con sus acciones, actualizan y producen sus sentidos. se inicia en los sujetos —intenciones, creencias, saberes, esquemas— en y
desde su contexto de actividad inmediato.
Este doble movimiento también tiene aplicación y referentes concep-
LA RESINIFICACIÓN METODOLÓGICA DE LA PRÁCTICA DOCENTE (RMPD) tuales y metodológicos en otros ámbitos de la práctica educativa distintos
del de las prácticas docentes, como es el de la dirección educativa.
Desde el punto de vista analítico, la resignificación metodológica de la De ahí que resignificar metodológicamente las prácticas educativas
práctica docente está constituida por dos elementos: sea un proceso que se manifieste a través de la «puesta en escena» de ope-
raciones y relaciones alternativas a los constitutivos de la práctica, que
1. Una producción de sentido en tanto resultado de operaciones de la producen y resultan en la construcción de los significados esperados.
puesta en escena de la práctica. Estas operaciones le confieren una índole
propia, con su organización, relaciones e intencionalidad, en lo que llama-
mos la «lógica de producción del sentido de la práctica». El cambio cognitivo social como condición de posibilidad de resignificación
2. Un «saber-de-la-práctica» del actor que la realiza, en nuestro caso los metodológica de las prácticas
sujetos en formación que reflexionan sus prácticas y las «intervienen». Este
saber se constituye de acuerdo con distintos elementos y dimensiones con- Los procesos formativos de sistematización, análisis y transformación de
forme a las construcciones adoptadas (Beillerot 1998, p. 94). las prácticas educativas se sustentan en otro supuesto fundamental: el cam-
bio cognitivo-social de los protagonistas de las prácticas.
Estos dos conjuntos son constitutivos de la realización de la práctica, y Este cambio, dadas las características de constitución social de las prác-
se comportan como una unidad dialéctica de acción-significación con ín- ticas, supone una interacción dialéctica entre los mundos social e indivi-
dole e identidades propias. dual de sus protagonistas.
La transformación de una práctica, desde esta perspectiva analítica, El cambio cognitivo como concepto explicativo incluye nociones de
consiste en resignificarla metodológicamente; es decir, en intervenir en la ín- reestructuración, invención y direccionalidad.
dole de sus constitutivos y sus relaciones de manera que al hacerlo se produz- En el cambio cognitivo-social la unidad de análisis más útil no es el
can los nuevos «sentidos». Tales sentidos son transformaciones del «saber- individuo, sino las transformaciones de las condiciones intrapsicológicas
de-la práctica» y de la lógica de sus operaciones en los sujetos que participan e interpsicológicas de los sujetos en contextos de práctica socioeducativa,
en ella (docente y alumnos). en las que la cultura y sus herramientas —como el lenguaje y las institucio-
Este proceso conlleva necesariamente una condición de vigilancia episte- nes— median entre las personas y entre éstas y su entorno.
mológica: la toma de distancia crítica de la práctica que se realiza operan- La reestructuración de la práctica puede darse tanto en el nivel de una
do un conjunto de mediaciones y dispositivos que permitan «desvelar», reorganización funcional entre los sujetos (por ejemplo, cuando un docente
descubrir la índole de sus elementos constitutivos en tanto acciones pro- toma en cuenta cómo piensa o siente el alumno, cuando se propone
ductoras de significado. involucrarlo en nuevas formas de participación en la clase), como en el de
Desde este punto de partida y a través de este proceso, la toma de dis- los elementos materiales en relación con las acciones de los sujetos (por
tancia crítica genera preguntas en otras dimensiones que son también con- ejemplo, una forma diferente de usar el libro de texto, los ejercicios, los
90 ALBERTO MINAKATA ARCEO LA RESINIFICACIÓN METODOLÓGICA DE LA PRÁCTICA DOCENTE... 91

materiales e instrumentos de laboratorio); o de las acciones que articulan De esta manera, «la puesta en escena» de un saber metodológico alter-
la estrategia metodológica (digamos, en plantear y resolver problemas con nativo, con sus esquemas de acción correspondientes, se convierte en
y por los alumnos, en simular situaciones reales donde aplicar lo aprendi- conditio sine qua non de la intervención-transformación de las prácticas edu-
do, en relacionar lo leído en el texto con una situación real). cativas. Ésta consiste eíüfe adquisición de nuevas competencias metodoló-
Toda invención implica el establecimiento de nuevas relaciones y la gicas que incluyen la identificación y transformación de creencias, cono-
incorporación de nuevos elementos para obtener algo diferente. El ámbi- cimientos y «saber-hacer»'1 alternativo de la práctica.
to más importante de la resignificación metodológica de las prácticas es La sistematización de «videncias recogidas de procesos formativos sus-
el que involucra necesariamente el cambio cognitivo-social en quienes son tentados en la recuperación, reflexión e intervención intencionada de las
objetos y sujetos de las prácticas. prácticas educativas nos muestra cómo no todos los procesos formativos
de ref lexión-transformación de la práctica instrumentados contienen los
elementos necesarios para constituir y dar lugar a procesos de resignifica-
El proceso formativo de los educadores ción metodológica de las mismas prácticas; y, aunque en ellos se observan
modificaciones importantes, de hecho se continúa produciendo «más de
Desde el punto de vista de los procesos formativos de los educadores, esta lo mismo» en sus ámbitos educativos de significación, no obstante las nuevas
RMPD se sustenta en la adquisición o transformación de las competencias conceptualizaciones o instrumentaciones adoptadas.
metodológicas relacionadas con los demás constitutivos de las prácticas
educativas: con sus contextos de operación y con los protagonistas de la
práctica (individuos, grupos e instituciones). ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE LA RESINIFICACIÓN METODOLÓGICA
Las opciones formativas estudiadas se desarrollan típicamente en tor- DE LAS PRÁCTICAS EN LOS EJES CURRICULARES
no a operaciones de identificación, sistematización, reflexión, rediseño e
intervención de las prácticas y se sustentan en la adquisición y desarrollo La RMPD se realiza a través de dos procesos formativos complementarios,
formativo de dos conjuntos de las siguientes competencias metodológicas: de índole e intenciones específicas distintas:

a) Las de articulación teórica y operacional entre las acciones de sistema- a) El proceso de recuperación, identificación, reflexión y «teorización»
tización de las prácticas y las de rediseño e instrumentación progresiva de de los constitutivos de la práctica educativa.
las propuestas de intervención. b) El proceso de rediseño-intervención de la práctica educativa.
b) Las competencias de construcción conceptual con operaciones pro-
pias y pertinentes a los procesos de apropiación de los sentidos de la propia Las operaciones generales de sistematización (recuperación, identificación
práctica, de sus constitutivos y de sus esquemas operantes. de constitutivos, análisis y teorización) de las prácticas educativas tienen
una característica distintiva que es, a su vez, su propio punto de parti-
En estos dos conjuntos, la resignificación metodológica es una condi- da: la reconstrucción de lo que está sucediendo o sucedió, de manera que
ción necesaria para el desarrollo de propuestas de transformación de las pueda evidenciarse, a partir de las actividades de la práctica y de una
prácticas educativas consistentes, acumulables y evidenciables. construcción de las acciones educativas de estas actividades, sus articu-
Este desarrollo de competencias de RMPD se realiza en dos perspectivas laciones, condiciones y relaciones para poder reconstruir, interpretati-
complementarias: vamente, los significados, direccionalidad y resultados de las acciones
educativas.
a) Desde la consideración epistemológica de los constitutivos del «co- Las operaciones de sistematización tienen como resultado la reconstruc-
nocimiento práctico» de los educadores y de su transformación reflexiva ción del sentido de las acciones educativas en y a partir de las «activida-
en «saber pedagógico». des» educativas realizadas.
b) Desde la consideración epistemológica e instrumental de la produc- Este proceso reflexivo es condición necesaria para tener acceso a otra
ción del «saber metodológico», generado en y a partir de los procesos de construcción: la del conocimiento práctico como saber pedagógico; y éste,
reflexión-intervención de las prácticas educativas. en tanto descubre los esquemas operantes desde la reconstrucción de las
92 ALBERTO MINAKATA ARCEO

acciones educativas y sus relaciones, se constituye en saber metodológico


(véase figura 1).
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LA CRÍTICA EDUCATIVA COMO MEDIACIÓN DE RECONSTRUCCIÓN Uz < ^ í3
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El rediseño anticipa la índole de las acciones y sus condiciones de produc- «3 oo


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Esta perspectiva nos sitúa, en relación con el campo de la formación en ge- tn § O g ^ g¿ -n
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pias condiciones de posibilidad con respecto a las competencias que se re- «ilSsi •- -.^- • • • • - . - -
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94 ALBERTO MINAKATA ARCEO LA RESINIFICACIÓN METODOLÓGICA DE LA PRÁCTICA DOCENTE... 95

Planos y procesos involucrados en el conocimiento práctico: epistemológico, ñas (de los sujetos) y externas (de la organización y su entorno); y, por otra,
metacognitivo e institucional-social por las diferentes intencionalidades de la acción.
Es decir, el momento de «rediseñar las prácticas educativas», no obs-
Los procesos de toma de conciencia y recuperación de los constitutivos de tante el antecedente dejjjes procesos previos de construcción y de desen-
la práctica desde la perspectiva de los sujetos individuales —no obstante que trañamiento cuidadoso d¿ sus constitutivos, hace necesario repensar y an-
tienen su realización en el seno de procesos formativos grupales— se sus- ticipar las acciones educativas como unidades acciónales y práxicas, si vale
tentan en procesos de constitución y construcción del saber pedagógico a la expresión, y la reconstrucción de las «acciones-en-situación».
partir del conocimiento práctico. La ausencia de operaciones o competencias necesarias para realizar este
En la resignificación de las prácticas educativas en y desde los sujetos planteamiento explicaría, en buena medida, el porqué de algunos reduc-
hay dos referentes que, de no realizarse, pueden devenir un obstáculo epis- cionismos y de las propuestas alternativas de intervención tipo «receta
temológico en la resignificación de las acciones: novedosa» con atribuciones de sentido e intencionalidades generales que
observamos en la implantación de algunos proyectos de intervención-trans-
a) Los procesos individuales de «ruptura», no sólo cognitiva sino formación de las prácticas educativas.
afectiva y, en ocasiones, valoral. Éstos son aval de una toma de distancia y
de la posibilidad de dar cuenta, y darse cuenta, de los significados de la
propia práctica y de sus constitutivos (uno de ellos, las mismas condicio- UNA CONDICIÓN DE POSIBILIDAD DE RESINIFICACIÓN METODOLÓGICA:
nes del docente que es protagonista de su práctica). LA NECESIDAD DE RECONSTRUCCIÓN DE LOS SIGNIFICADOS EDUCATIVOS DESDE
b) La necesidad de incorporar los diferentes planos y niveles determi- LA ÍNDOLE DE LAS ACCIONES
nantes de la constitución de las prácticas educativas: el cultural, el social,
el institucional y el organizacional, al proceso de sistematización e identi- Las acciones humanas son realizaciones con estructura propia, direcciona-
ficación de los constitutivos de lo educativo. Las prácticas educativas es- lidad y constitutivas de sentido. Las acciones educativas tienen, además de
tán constituidas cultural, social e institucionalmente. estas características, las propias de un proceso formativo: la intencionali-
dad social y personal al dar asistencia unos seres humanos a otros seres hu-
Estos referentes actúan de forma determinante en la índole de dos pro- manos para constituirse como tales en una sociedad, tiempo e historia de-
cesos complementarios: el de la reconstrucción personal y el de la reconstruc- terminados (Aebli 1986, Kratochwill 1986).
ción social e institucional de los sentidos de la práctica educativa, sin los que no Este doble movimiento puede articularse en tanto resignificación de la
es posible realizar una resignificación metodológica de las prácticas educativas. práctica a condición de realizar un proceso riguroso de identificación-re-
El primero corresponde al ámbito de la transformación de los sujetos significación de la índole de las acciones que educan. Sin embargo, toda
individuales; el segundo al de la transformación de las condiciones de pro- propuesta metodológica es sólo eso, propuesta. Requiere de una puesta en
ducción sociales e institucionales de las prácticas. Como unidad psicoso- escena que la «actualiza» y, por así decirlo, la «verifica» en el sentido de la
cial y cultural, la intervención de la práctica requiere de la actuación de praxis.
mediaciones teóricas y metodológicas como la propuesta por Gallimore Por tanto, no es condición suficiente para la transformación de la prác-
(1986). tica la resignificación de la índole educadora de las acciones en tanto re-
Se trata de dos planos distinguibles a través de una construcción siste- construcción y anticipación de sentido; se requiere de su «actuación», y en ésta
mática y rigurosa de observables de lo educativo de las prácticas, apoyados intervienen las condiciones propias de la acción, tanto las internas como las ex-
en una conceptualización consistente con esa construcción. Sin embargo, los ternas.
cambios de perspectiva en el proceso, que se inicia con una reconstrucción Es decir, la transformación de la práctica requiere de la anticipación
de las prácticas para dar lugar a una sistematización al proceso del rediseño de «las situaciones» de la acción, así como de su «escenificación» y verifi-
e intervención, tienen la dimensión conceptual y práxica de «acciones-en-si- cación por la praxis.
tuación» que da sustento al análisis, interpretación y transformación. La «índole de las acciones-en-situación» y su rediseño es también, por
Estas «acciones-en-situación» están articuladas, por una parte, por la necesidad, «índole de las acciones-en-relación». Las acciones de la prácti-
índole de sus formas peculiares de producción y por las condiciones Ínter- ca y sus situaciones están relacionadas entre sí de acuerdo con su propia
96 ALBERTO MINAKATA ARCEO LA RESINIFICACIÓN METODOLÓGICA DE LA PRÁCTICA DOCENTE... 97
índole, la de las intenciones de las propias acciones y las que les asignan BIBLIOGRAFÍA
sus protagonistas.
Las acciones, sus secuencias y relaciones son constitutivas y explicati-
AEBLI, H., Una didáctica basada en la psicología dejean Piaget, Buenos Aires, Kapelusz,
vas de los procesos. Cuando nos referimos a la índole de estas relaciones
1957.
con respecto a los resultados e intenciones de las prácticas educativas, es- — , Doce formas básicas .d¿ enseñanza, Madrid, Narcea, 1989.
tamos hablando de «las lógicas constitutivas de las prácticas». BEILLEROT, J., La formación deformadores, Buenos Aires, Universidad de Buenos Ai-
res, 1998.
BRANDT, R., Education in a new era, Canadá, Association for Supervisión and
EL DISEÑO COMO ANTICIPACIÓN Y SUS CONSTITUTIVOS Curriculum Development, 2000.
DELORS, J., La educación encierra un tesoro, UNESCO, 1996.
EISNER, E., El ojo ilustrado, indagación cualitativa y mejora de la práctica educativa,
El rediseño metodológico de las prácticas educativas, desde la perspectiva Buenos Aires, Paidós, 1998.
de los actores, está constituido por un conjunto de competencias que apun- FERRY, G., El trayecto de la formación, Barcelona, Paidós, 1990.
tan, por una parte, al conocimiento y dominio de modelos de acción al- , Pedagogía de la formación, Buenos Aires, Ediciones Novedades Educativas/
ternativos, y por otra, a la actuación y expresión de actitudes y estrategias Universidad de Buenos Aires,1997.
relacionadas con los potenciales creativos. FLAVELL.J., La psicología evolutiva de Jean Piaget, Buenos Aires, Paidós, 1968.
Requiere, también, de competencias en función de la coherencia y con- GALLIMORE, R., C. GOLDENBERG, y T. WEISNER, «The social construction and subjective
sistencia epistemológica de la índole de las acciones con su campo de sig- reality of activity settings: implications for community psychology», en
nificación, en las condiciones de la «puesta en escena», situaciones de la American Journal of Community Psychology, vol. 2, no. 4, 1993, p. 537.
GALLIMORE, R., y T. RÓÑALO, Rousing minas lo Ufe, Nueva York, Harper & Row Pu-
acción. Es decir, de un campo complejo del «saber-hacer» que, más que
blishers, 1986.
técnica, se constituye como «arte», y de actitudes que se desarrollan con- HARGREAVES, A., Profesorado, cultura y posmodernidad, Madrid, Morata, 1991.
juntamente con intencionalidades específicas que facilitan una actuación KRATOCHWILL, L., «El concepto de educación desde la perspectiva de la teoría de
de forma sistemática de la «práctica reflexiva de la práctica» (Eisner 1998). la acción», en Educación, Tubingen, Instituto de Colaboración Científica, 1987.
Esta complejidad podría explicar por qué algunas propuestas de inter- LEVINE, S., A passion for teaching, Canadá, Association for Supervisión and
vención en los procesos formativos de reflexión-transformación de las prác- Curriculum Development, 1999.
ticas educativas adolecen, en ocasiones, de algunos de sus elementos cons- LITTLE, J., Organizing schools for teacher learning, documento presentado a la
titutivos. American Educational Research Association, Washington D.C., 1996.
MACCHIAROLA DE SIGAL, V., «El conocimiento práctico profesional», en Ensayos y
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Experiencias, año 4, no. 23, mayo-junio 1998, pp. 18-33.
educativas transformadoras requiere de condiciones de tiempo, de expe- Me LAUGHING, M., yj. TALBERT, Coníexts that matterfor teaching and learning, Cali-
rimentación y de actitudes de pensamiento creativo, así como de una de- fornia, Stanford University, 1993.
dicación especial a la tarea. PERRENOUD, P., Le travail sur l'habits dans la formation des enseignants. Analyse des
No son suficientes los recursos de apoyo en fuentes documentales practiques al prise de conscience, Ginebra, Faculté de Psychologie et de Sciences
iluminadoras, o la adquisición de conocimientos generales de modelos al- de l'Education, mimeo, 1995.
ternativos a las prácticas. PORLAN, R., y A. RIVERO, El conocimiento de los profesores, Madrid, Diada, 1998.
El análisis de las condiciones de operación de algunos procesos forma- SACRISTÁN, G., El curriculum, una reflexión sobre la práctica, Madrid, Morata, 1998.
tivos que tienen como propósito la innovación y transformación de las prác- — , Poderes inestables en educación, Madrid, Morata, 1998.
ticas educativas, nos muestra que éstos se realizan en tiempos, formas y
contenidos limitados en relación con la estrategia formativa y sus condi-
ciones de operación. Se sustentan en el supuesto de que los propios suje-
tos que analizan sus prácticas podrán tener acceso, merced a su concien-
cia, interés e intencionalidad, a las nuevas competencias requeridas para
el rediseño y resignificación de las prácticas.

Capítulo 5

ESTRATEGIAS PARA EL ANÁLISIS, CONDICIÓN


NECESARIA PARA SIGNIFICAR LA PRÁCTICA

Adriana Piedad García Herrera


José Luis Dueñas García

INTRODUCCIÓN

Este texto tiene su origen en algunas estrategias que empleamos en los


grupos de la Maestría en Educación con Intervención en la Práctica Edu-
cativa (MEIPE) para analizar autorregistros y proceder a la interpretación de
los resultados obtenidos. Asimismo, retoma elementos de la experiencia con
grupos de profesores de distintas preparatorias de la Universidad de
Guadalajara dentro del programa de Regionalización de la Formación
Docente en el Sistema de Educación Media Superior (SEMS), a través del
diplomado «La formación docente en el trabajo colegiado». Finalmente,
se ha enriquecido con algunas ideas provenientes de diversas lecturas so-
bre metodología de la investigación cualitativa.
Las experiencias mencionadas tienen en común el trabajo con profe-
sores en servicio que iniciaron un proceso de revisión de su práctica do-
cente. Aunque los niveles en que laboran van desde la educación preesco-
lar hasta la preparatoria, en todos los casos se han sometido a un proceso
sistemático de recuperación y análisis de su práctica con el propósito de
mejorarla.
Una de las primeras tareas que hacen los profesores para recuperar su
práctica son los autorregistros (García 1997). Documentar el proceso de
entrenamiento y las dificultades que enfrentan en su elaboración (García
y Dueñas 1998) nos ha permitido retroalimentar nuestras acciones como
asesores y de alguna manera ir superando dificultades.
Si bien hemos avanzado sobre la claridad en la elaboración de auto-
rregistros y las acciones de asesoría, ahora nos enfrentamos a la dificultad
que representa el análisis, tanto para los propios profesores como para los
asesores que acompañan su proceso de intervención.
100 ADRIANA PIEDAD GARCÍA Y JOSÉ LUIS DUEÑAS ESTRATEGIAS PARA EL ANÁLISIS... 101

Para iniciar el análisis es necesario reconocer el ámbito en que se rea- educativa. Desde el punto de vista del investigador, cuyo interés radica en la
liza. Los profesores con los que hemos trabajado tienen como característi- observación naturalista, el profesor es un observador participante potencial
ca particular el deseo de mejorar su práctica docente. en las aulas y las escuelas. Desde cualquier ángulo en que consideremos la
Esta preocupación por la mejora ha sido trabajada con grupos de pro- investigación nos res$Íf¡irá difícil negar que el profesor se halla rodeado de
fesores en Inglaterra a través de la investigación-acción. Carr (1997), uno abundantes oportunid^es de investigar (Stenhouse 1996, pp. 37-38).
de los principales exponentes de este movimiento, trata de restituir el pa-
pel de los profesores al vincularlos con la calidad de la enseñanza, precisa- Tomar esta postura nos coloca frente a la discusión acerca de si los pro-
mente por ser ellos quienes, desde dentro, pueden hacer transformaciones fesores deben hacer investigación y qué conocimiento producen.
y mejoras a la práctica, más allá de los discursos en los cuales se hace refe- Si retomamos la idea inicial de la mejora de la práctica, es importante
rencia a la calidad de la educación. reflexionar acerca del compromiso que asumen los profesores en su tarea
El trabajo que realiza Lawn (1997, p. 116) coincide con lo que hemos educativa, ya que, como dice Adelman (1997, pp. 147-148), «el trabajo edu-
observado en los grupos de profesores con los que trabajamos: «Aunque cativo se inmiscuye en la vida de otras personas», lo que él denomina la
daban clases en diferentes momentos, tenían problemas similares en el tra- «ética práctica». Así, la preocupación de los maestros por su práctica está
bajo»; así también en nuestra experiencia, de manera similar a la de Lawn directamente vinculada con los niños y adolescentes con los que trabajan,
(1997, p. 117): «El elemento principal, la fuerza del movimiento, es la me- con el contacto diario que tienen con ellos y con la responsabilidad que
jora de la práctica». han asumido al contribuir en su formación: «La "investigación del profe-
En este contexto realizamos el análisis de la práctica docente, es decir, sor" apela directamente al profesor en su clase [...]. Ofrece una nueva for-
intentamos conocerla y comprenderla, para posteriormente transformar- ma de vivir la profesión que es posible sin cambiar las circunstancias. No
la buscando la mejora. Como señala Lawn (1997, p. 118), «la práctica puede se propone el cambio de la clase, del director o del salario, pero sí de la
ser mejorada mediante el estudio sistemático y la reflexión», y con este forma de vivir el ser profesor» (Lawn 1997, p. 118).
propósito la principal herramienta que utilizamos es el autorregistro que La investigación-acción ha demostrado ser el vehículo que posibilita la
permite evocar las prácticas, reconstruirlas y significarlas, esto es, darles revisión y mejora de la práctica de los profesores. El trabajo colaborativo,
sentido para proceder a transformarlas. la recuperación y la reflexión son elementos esenciales en este proceso. La
A decir de Stenhouse (1996, p. 88): labor docente implica «considerar los programas curriculares como con-
juntos de hipótesis de acción» (Elliott 1993, p. 72), y en este sentido, revi-
Un acto de investigación es una acción para impulsar una indagación [...]. Un sar constantemente las acciones de los profesores y los alumnos en sus au-
acto sustantivo se halla justificado por algún cambio en el mundo o en otras las: «La integridad de las profesiones con una ética práctica proviene de
personas que se juzgue como deseable. En educación los actos sustantivos [...] la reflexión sobre las consecuencias de aplicar prácticas conocidas en nue-
se hallan concebidos para ayudar a las personas a aprender [...]. La investiga- vos contextos y de la libertad de proponer y ensayar líneas diferentes de
ción en la acción es el tipo de investigación en la que el acto investigador es actuación» (Adelman 1997, p. 148).
necesariamente un acto sustantivo, es decir, el acto de averiguar tiene que ser Estamos convencidos de que en los procesos de formación docente es
acometido con una obligación de beneficiar a otros que no pertenezcan a la necesario que sea el propio profesor el que participe activamente y, desde
comunidad investigadora. el conocimiento de su hacer docente, vaya avanzando a formas más siste-
máticas de conocer y comprender lo que hace, para después hacer posibles
En este sentido, se concibe al profesor como investigador de su pro- las transformaciones necesarias para mejorar su práctica. De esta manera,
pia práctica. El objeto que tiene que investigar es su práctica y, por ende, hemos participado en estos procesos fundamentalmente colaborativos en-
él mismo: tre los profesores y sus asesores y tenemos la posibilidad de documentar
algunos de los avances logrados en el entendimiento de la práctica.
El argumento básico para situar a profesores en el meollo del proceso de la Asumimos las dificultades que apunta Bertely (1992) en el intento de
investigación educativa puede ser formulado simplemente. Los profesores se que los profesores se conviertan en investigadores:
hallan a cargo de las aulas. Desde el punto de vista del experimentalista, las •
aulas constituyen los laboratorios ideales para la comprobación de la teoría El discernimiento entre su papel como sujeto y objeto de investigación resul-
102 ADRIANA PIEDAD GARCÍA Y JOSÉ LUIS DUEÑAS ESTRATEGIAS PARA EL ANÁLISIS... 103

ta particularmente problemático [...]. Implementar investigaciones de este corte nes, comprobaciones que realizamos sobre los datos con el fin de extraer
[...], por parte de los maestros, supone la apertura de espacios académicos significado relevante en relación con un problema de investigación», y agre-
donde puedan adquirir una formación metodológica y teórica paulatina, a tra- gan que «analizar datos supondrá examinar sistemáticamente un conjun-
vés del diálogo permanente con investigadores experimentados. Ésta es una to de elementos inforrífttivos para delimitar partes y descubrir las relacio-
de las formas de propiciar la sistematización y generación de hábitos reflexi- nes entre las mismas y Wfe relaciones con el todo».
vos en los maestros. Sin ello, el discernimiento entre el sujeto y el objeto de Para Rockwell (19871), «se ha hecho análisis etnográfico cuando se
investigación, y la posibilidad de superar el sentido común y lo aparente, po-
drá difícilmente lograrse (1992, pp. 7-8). modifica sustancialmente la conceptualización inicial del objeto de estu-
dio; cuando, a consecuencia de la construcción de nuevas relaciones, se
puede dar cuenta del orden particular, local y complejo del fenómeno es-
En este proceso de aprendizaje por el que pasan los profesores, se han tudiado».
presentado dificultades que poco a poco se van resolviendo a partir de las Se construye el significado de las acciones desde los propios partici-
rutas que ellos mismos han elaborado para conocer y comprender su pro- pantes en el proceso. Este análisis es llamado émico y significa «colocarse
pia práctica. El presente texto tiene el propósito de organizar y presentar en el punto de vista de los "otros", o de los sujetos observados a fin de
las distintas formas que se han utilizado para analizar la práctica y lograr interpretar sus intenciones, reacciones, expectativas y actitudes» (Bertely
la significación. 1992, p. 5).
Más que un modelo, planteamos la posibilidad de documentar el aná- Resulta paradójico que un docente, inmerso como está en los proce-
lisis resaltando sus logros y dificultades para que pueda ser de utilidad a sos de aprendizaje y enseñanza, tenga que otorgar sentido a las acciones
otros profesores que se enfrentan a esta tarea. Así, ante el peligro de que que ha realizado diariamente durante años. Sin embargo, cuando este pro-
lo aquí expuesto se pueda interpretar como una mera fórmula en la tarea fesor intenta mejorar su quehacer docente debe identificar esos sentidos
de analizar y significar la práctica, corremos el riesgo uniéndonos a lo que construidos a través del tiempo y resignificarlos en función de la mejora.
señala Bertely (1987, p. 3): «Por el miedo de ser interpretados como "re- Los profesores se acercan a la práctica con una nueva actitud, a decir
ceta", tendríamos tantos inconvenientes como dejar de presentar nuestros de Velasco y Díaz (1997, p. 29), de extrañamiento. Tener la capacidad de
hallazgos». aprender de las mismas acciones que se han realizado por años implica,
El texto está organizado en dos apartados: el primero se refiere a la en palabras de Erickson (1989, p. 201), «hacer que lo familiar se vuelva
fundamentación teórica, punto de partida que da sustento a la segunda extraño e interesante nuevamente [...]. Lo común se vuelve problemático.
parte: la documentación de un ejercicio de análisis y significación de la Lo que está sucediendo puede hacerse visible y se puede documentar sis-
práctica que presentamos resaltando los logros, dificultades y cuidados que temáticamente».
se han de considerar. En la medida en que se elaboran y se leen los autorregistros, se desa-
rrolla esa nueva actitud «de extrañamiento» y se aprende a resignificar la
práctica.
EL ANÁLISIS, LA INTERPRETACIÓN Y EL SIGNIFICADO
Las primeras lecturas de los autorregistros tienen la finalidad de afi-
nar la mirada para el registro, como señala Rockwell (1987, p. 22):
La pregunta de la cual partimos es «¿Qué está sucediendo aquí?» Como
hemos mencionado, en el intento de conocer su práctica los profesores Paso a paso se aprende un mayor control sobre qué escribir y cuándo hacer-
inician recuperándola, esto es, empiezan a hacer autorregistros con la in- lo [...] o cuándo es más importante levantar la vista, escuchar y notar lo que
tención de «congelar la situación, reconstruir el hecho y, posteriormente, se expresa en gestos, que escribir [...]. El acto de escribir se relaciona con los
darle sentido» (García 1997, p. 40). procesos de memoria que uno empieza a usar. Es posible dar cierta estructu-
Así como en la investigación cualitativa se construye el dato a través ra a las notas de campo para ayudar a la memoria.
del análisis, es por medio de éste que se va construyendo la práctica, en-
tendiendo qué sucede cada vez que el profesor realiza su tarea docente. El autorregistro que da cuenta de lo sucedido en la práctica docente
Rodríguez, Gil y García (1996, p. 200) definen el análisis de datos «como brinda la posibilidad de analizarla y significarla; sin embargo, hay que re-
un conjunto de manipulaciones, transformaciones, operaciones, ref lexio- cordar que el profesor está inmerso en la propia práctica que se recupera,
104 ADRIANA PIEDAD GARCÍA Y JOSÉ LUIS DUEÑAS ESTRATEGIAS PARA EL ANÁLISIS... 105

de manera que la memoria en este análisis es esencial. A diferencia de un tienen sobre el evento, qué avances se han reportado en investigaciones,
investigador que observa a un profesor, en este caso el propio profesor cómo se conceptualiza el evento, y otros tantos aspectos que ayuden a la
observa e investiga su práctica, por eso es importante aprender a ver to- construcción teórica de;la práctica.
dos los detalles y registrarlos en la medida de lo posible. Otro referente importante es el trabajo colaborativo, ya que «siempre
El registro inicial de la práctica implica ya una forma de acercarse a ella existe uri sujeto que interpreta la realidad desde diversos enfoques teóri-
e interpretarla. Las nociones, preocupaciones y saberes del docente que se cos o puntos de vista, y Cíbjetos de conocimiento factibles de ser compren-
observa van determinando de algún modo lo que ve y lo que registra. De didos, significados y denominados analíticamente en un proceso de cons-
manera similar a lo que sucede en el trabajo etnográfico, se «reconoce el trucción que nos remite, necesariamente, a tal subjetividad» (Bertely 1987,
peso de las prenociones personales y teóricas, así como la presencia de al- p. 4). Este control intersubjetivo se da en la medida en que los profesores
gunas preguntas generales iniciales pero intenta controlar y explicar los comparten sus acercamientos a la práctica y son capaces de confrontarlos
supuestos, reconceptualizándolos a partir de las situaciones estudiadas y con otros puntos de vista que se generan en los participantes del grupo.
los hallazgos construidos a lo largo del proceso de investigación» (Bertely Así, un grupo de referencia para lograr el trabajo colaborativo —y con ello
1992, p. 6). el control intersubjetivo— es un elemento esencial en este tipo de indaga-
No se intenta negar la presencia del profesor como investigador en el ciones.
momento de hacer el levantamiento para su autorregistro; lo importante En este escrito mostramos algunas formas utilizadas por los profeso-
es reconocerse y explorar más allá de lo que sucede y se reporta en el re- res en el proceso de analizar su práctica, es decir, el procedimiento que han
gistro, como apunta Geertz (1992, p. 20): «Lo que busco es la explicación, utilizado para llegar a la significación. Consideramos que al documentar
interpretando expresiones sociales que son enigmáticas en su superficie». y reconstruir las distintas formas que han utilizado los profesores para el
El autorregistro simple (García 1997) muestra la práctica en su super- análisis, tenemos la posibilidad de orientar en esta tarea a los docentes que
ficie, aspecto esencial como punto de partida para el conocimiento y com- se interesan en recuperar su práctica, significarla y transformarla.
prensión, pero no suficiente. Sañudo (1996 p. 45) señala que «el registro Privilegiamos al autorregistro como la herramienta para recuperar la
es la mediación más pertinente a la práctica docente. La confrontación de práctica, ya que ha demostrado ser «un instrumental teórico y metodoló-
lo registrado con sus concepciones produce una contradicción que prepa- gico con el que [es] capaz de captar y "hacer ver" su práctica docente como
ra la transformación». objeto de estudio» (García 1997, p. 35).
En este sentido, «el retrato» que se obtiene de la práctica a través del El análisis se define de distintas maneras en los textos consultados, sin
autorregistro «supera la simple descripción y está sometido a un constan- embargo, las explicaciones coinciden en presentarlo como un proceso que
te trabajo analítico» (Bertely 1987, p. 2). hay que seguir para construir el objeto de investigación. Se acompaña ne-
La primera tarea de análisis es la lectura del autorregistro simple con cesariamente de la elaboración de textos descriptivos en los que se plasma
el propósito de estimular la memoria, de evocar el evento y empezar a re- la construcción y significación de la práctica.
construirlo y significarlo. Como señala Rockwell (1987, p. 17), «en un sen- En el conocimiento y transformación de la práctica identificamos tres
tido estricto, "los datos se encuentran (también) en la mente del etnógrafo" tareas complementarias entre sí, apoyadas siempre por la construcción teó-
(D. Smith); incluyen cosas intangibles, no escritas, que recuerda uno y que rica: la obtención de la información (que se refiere al levantamiento y al
matizan y dan mayor objetividad a la interpretación». registro simple), el análisis y la construcción de microensayos (en los que
El proceso metodológico de reconstruir la práctica es un ir y venir de se presenta la significación de la práctica). Dichas tareas se realizan simul-
los datos a la interpretación; ambas tareas se realizan juntas y esto posibi- táneamente desde el principio y, en la medida en que se avanza en el co-
lita construir los significados que se otorgan a las acciones. «Observación nocimiento, se van haciendo más complejos los análisis y más completa la
y construcción paralelas van adquiriendo coherencia [...]. Y el avance con- respuesta a la pregunta inicial: ¿qué está sucediendo aquí?
ceptual, integrado al análisis, en la buena tradición etnográfica debe to- Si bien el análisis se hace desde las primeras lecturas de los autorre-
mar mucho más tiempo que el trabajo de campo» (Rockwell 1987, p. 18). gistros, es necesario establecer un momento en que se detenga el levanta-
Para empezar a interpretar los registros se necesitan varias lecturas miento de datos para concentrarnos en analizar y dar significado a las ac-
desde distintos referentes. Sólo el avance conceptual permitirá significar ciones de la práctica. Así, identificamos un momento específico como
la práctica, éste es el compañero inseparable del análisis: qué lecturas se análisis por el que se pueden seguir varias rutas, de tal manera «estaremos
106 ADRIANA PIEDAD GARCÍA Y JOSÉ LUIS DUEÑAS ESTRATEGIAS PARA EL ANÁLISIS... 107

dirigiendo nuestro esfuerzo intelectual al análisis y comprensión de lo ob- gerido a los profesores interesados en significar su práctica, especifican-
servado» (Bertely 1987, p. 3). do el contexto de los propósitos señalados. Para mostrar los casos anterio-
Revisamos algunas propuestas para analizar y dar significado a los datos res, se utilizan los autorregistros y los resultados, con algunos ajustes, de
desde una perspectiva cualitativa, ya que hemos observado que resultan la interpretación realiíítda por una profesora de preescolar.1
útiles para significar la práctica educativa aunque no estén pensadas para
profesores que intentan mejorar su práctica. Los planteamientos de
Rockwell (1987), Velasco y Díaz (1997), Erickson (1989), Bertely (1992) y Identificar situaciones de la práctica susceptibles de mejorar
Rodríguez, Gil y García (1996) son los que guían el siguiente apartado.
Cuando se pretenden introducir cambios a la práctica con el propósito de
mejorar la producción educativa o de lograr que los alumnos adquieran
ESTRATEGIAS PARA EL ANÁLISIS: UN PASO HACIA LA SIGNIFICACIÓN
los aprendizajes propuestos, es conveniente identificar situaciones suscep-
tibles de mejorar, es decir, momentos de la práctica donde, ajuicio del
Los textos que hemos mencionado son los que consultamos cotidianamente profesor o los miembros de un grupo de trabajo colaborativo, se observan
para encontrar respuestas ante las dificultades que se presentan al hacer aspectos de la práctica en los que se pueden introducir cambios a través
el análisis. Sin embargo, como ya hemos señalado, éstos no fueron pensa- de la implantación de acciones de mejora. Para este tipo de propósitos se
dos para profesores que intentan recuperar su práctica. recomienda la llamada ampliación del autorregistro. A continuación se des-
A continuación mencionaremos distintas herramientas que sirven para criben algunas características de esta herramienta de análisis.
orientar el análisis en los ámbitos que hemos trabajado. Tratamos de apro-
vechar los aportes que hacen los distintos autores y utilizarlos para cono-
cer, comprender y significar la práctica, coincidiendo con lo que al respecto El registro ampliado
establece Bertely (1987, p. 5): «Se da una triangulación entre la realidad
empírica observada, nuestras propias interpretaciones de las perspectivas A esta tarea de análisis Woods (1987) le llama análisis especulativo y reco-
de los involucrados en esta realidad, y los enfoques teóricos que pueden mienda que se presente en dos columnas: en la primera se indican los he-
apoyar en la construcción del objeto de conocimiento».
chos de la situación registrada, y en la segunda lo que se desprenda del
Un aspecto importante que orienta el análisis tiene que ver con lo que
análisis. Reynaga (1998, p. 134) menciona que «en este proceso se anotan
se quiere conocer cuando el profesor analiza su práctica. Aun cuando el todas aquellas situaciones o percepciones que se tuvieron durante la ob-
acercamiento a los hechos puede ser libre, en opinión de los profesores,
servación, pero que no fue posible documentar en ese momento, pero,
esta tarea se facilita si se tiene de antemano una idea de lo queremos co- sobre todo, indican la índole o ubicación de lo observado dentro de la pro-
nocer.
blemática que nos ocupa».
En este sentido, el análisis de la práctica puede tener como propósitos: El producto de la revisión de los hechos analizados debe mostrar que
el profesor preocupado por mejorar su práctica está reflexionando acerca
• Identificar situaciones de la práctica susceptibles de mejorar.
de lo que sucede en su práctica, ya que:
• Determinar y hacer una reconstrucción de la secuencia metodoló-
gica desarrollada con los alumnos.
• Establecer las características (caracterización) de la práctica. la reflexión no es un puro pensar o una meditación, está ligada a la acción,
en este caso a la acción docente, y a la determinación del objeto, que es la trans-
• Conocer los propósitos educativos y de aprendizaje explícitos e im-
formación de ese mismo hacer educativo docente. El profesor puede realizar
plícitos que el profesor se plantea. una introspección creadora y potencialmente transformable, en su mismo es-
• Valorar el logro de los propósitos educativos y de aprendizaje. pacio de acción, buscando formas para que el conocimiento de la realidad es-

Las herramientas de apoyo para el análisis están en función de los pro-


pósitos enunciados anteriormente. Utilizando algunos ejemplos, a continua- 1 Agradecemos a la profesora de preescolar Sandra A. C. por su valiosa colaboración
ción se muestra el uso de algunas herramientas de análisis que se han su- y los materiales facilitados para la realización de este trabajo.
108 ADRIANA PIEDAD GARCÍA YJOSÉ LUIS DUEÑAS ESTRATEGIAS PARA EL ANÁLISIS... 109

pecífica de su práctica docente parta de su contexto histórico (Sañudo 1997, una profesora realizó con el propósito de identificar situaciones de la prác-
p. 178). tica susceptibles de mejorar.

Para llevar a cabo la ampliación de un autorregistro se recomiendan REGISTRO 1


las siguientes actividades: Miércoles 29 de octubre de 1997
Nivel: Preescolar
Grupo: 3Q B. Total de alumnos: 15
• Dividir la hoja del registro en dos columnas, en la de la izquierda se Localidad: Mpio. de Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco.
indican los hechos y en la de la derecha (la del análisis) se responde Hora: 10:45-11:45
a la pregunta «¿Qué está sucediendo aquí?» Proyecto: «Hagamos y pintemos casas»
• Enseguida, en la segunda columna, de acuerdo con lo que sugiera Propósito: Identificar las partes de la casa y clasificar los objetos y muebles
la lectura de los hechos, se amplía la «descripción» de lo observado, de la casa.
pudiendo hacer referencia a aspectos que tienen que ver con el es-
cenario, el comportamiento y la situación. Además, se escriben pre- Estamos en el proyecto «Hagamos y pintemos casas». Hoy es el tercer día
guntas y conjeturas relacionadas con las situaciones analizadas en que trabajamos en él y recordaremos las partes de la casa y los muebles y
(Bertely 1992). objetos más significativos para los niños que hay en cada parte. Después cla-
sificaremos algunos objetos utilizando los dibujos que previamente clasifica-
• Interpretar los hechos, señalando lo que significan para el análisis
mos como pertenecientes y no a la casa, ahora los clasificaremos de acuerdo
de la práctica los datos obtenidos. Para ello, se sugiere elaborar un con la parte de la casa a que correspondan. Para finalizar la actividad del día
texto en el que se formulen comentarios acerca de las situaciones pro- de hoy con respecto al proyecto, los niños tendrán tres opciones: 1. Jugar a
blemáticas encontradas. la casita en el área de dramatizaciones con el material de construcción. 2. Bus-
car recortes de partes de la casa para hacer un libro en el área de biblioteca.
Las cuestiones más comunes que se pueden incluir en la columna del 3. Hacer una casita con cajas y demás materiales que elijan en el área gráfi-
análisis pueden referirse a: co-plástico.
Estamos todos sentados en el piso en el área de biblioteca en el espacio
1. Huecos en la información. de conversaciones. Es una lluvia de ideas y el tema central es «Las partes de
2. Preguntas. En general esta tarea se inicia preguntando por qué ocu- la casa y los objetos y muebles que encontramos en cada una».
Iniciamos recordando lo que dejamos de tarea ayer: «Que preguntaran a
rren esos hechos, pero la idea es empezar con preguntas que explo- sus papas qué partes tiene una casa». Desde ayer que dejé la tarea me di cuenta
ren -¿qué?, ¿cuándo?, ¿quiénes?, ¿dónde?—, que permitan conocer de que no la comprendían bien, pues les pregunté al irnos a casa nuevamen-
más el hecho antes de tratar de explicarlo. A decir de Elliott (1993), te cuál era su tarea y ya se les había olvidado; es que no comprendían muy
se pueden hacer preguntas que vayan preparando la acción. bien a qué me refería pero así lo quise dejar, si no yo misma les daría la res-
3. Hipótesis, explicaciones iniciales de los hechos analizados. puesta.
4. Respuestas a preguntas planteadas.
5. Explicaciones de por qué se hace lo que se hace. SlMBOI.OGÍA
6. Afirmaciones. Ma: Maestra.
7. Relaciones con la teoría. No: Niño.
8. Evidencias que ayuden a verificar la hipótesis. Na: Niña.
Ao: Alumno, pero no recuerdo exactamente quién.
9. Pruebas a favor y en contra de las preguntas o hipótesis planteadas. / Siguió hablando pero no comprendí bien lo que decía.
10. Presentación de mayor contexto. Va: Varios niños al mismo tiempo.
11. Mostrar creencias, concepciones o supuestos. .. No terminó la frase.
13. Categorización.

A continuación se muestra un fragmento de un registro ampliado que


110 ADRIANA PIEDAD GARCÍA Y JOSÉ LUIS DUEÑAS ESTRATEGIAS PARA EL ANÁLISIS... 111

INTERPRETACIÓN INTERPRETACIÓN
HECHOS HECHOS
¿Qué está sucediendo aquí? ¿Qué está sucediendo aquí?

1. Ma: A ver, vamos a recordar qué fue Intento dar a conocer el propósito de la ¿cuál fue su tarea?
lo que dejamos de tarea. actividad que realizaremos. 29. No: De las casas.
2. Ao: Las casas. Las respuestas de los niños indican que 30. Ma: Cuál fue su tarea. Fue de las ca-
3. Ma: Qué de las casas. es necesario precisar lo que dejé de ta- sas, pero qué iban a preguntar de
4. No: El techo es de... rea. las casas. /Varios contestan, pero
5. Ma: No, ¿qué quedamos que le iban Parece que a los niños no les quedó cla- sólo se le entiende a uno/
a preguntar de las casas a su mamá? ro lo que tenían que investigar como 31. No: ¿Que cómo era el techo?
6. No: No sabe. tarea. ¿Cuáles fueron las indicaciones? 32. Ma: No.
7. No: Yo le dije que... ¿Cómo les indiqué a los niños? 33. No: ¿De qué son las casas?
8. No: Que de qué son las casas. 34. Ma: No.
9. Na: Maestra, ¿cuándo jugamos con 35. No: ¿Que cómo son las casas?
las cartas? Este niño no se ha incorporado a la ac- 36. Ma: Ay, tú ni viniste ayer, tú te
10. Ma: Después jugamos con las cartas. tividad. ¿Solamente será él? acuerdas de lo de antier pero de lo
11. No: Yo le dije que: ¿el techo cómo es? de ayer no. /Hablan varios a la vez/
12. Ma: No. [...]
13. No: Yo también. Continúa confirmándose que no quedó 40. Ma: ... A ver, ¿cuál fue su tarea?
14. Ma: ¿Qué quedamos que le iban a suficientemente comprendida la tarea. /Nadie habla claro, sólo se escu-
preguntar a su mamá? Formulando preguntas más específicas, chan murmullos/
15. No: ¿Cómo es la casa? intento explorar de nuevo qué fue lo 41. Ma: Acuérdense que su tarea fue
16. Ma: ¿Cómo es la casa?, ¿y qué les que se investigó. qué partes tiene una casa.
contestó su mamá? 42. No: Ah, pues eso le dije, pues no
17. No: De ladrillos. me oyó.
18. Ma: Ah, eso es, ¿de qué es? Las respuestas de los niños no son las 43. Ma: ¡Ay, mentiroso! En este instante vuelvo a precisar la ta-
19. Na: Maestra, yo le pregunté a mi que esperaba. /Hablan varios niños a la vez/ rea.
mamá... y me dijo... Cada vez las preguntas son más direc- 44. Ma: ¿Qué les dijo su mamá?, ¿qué
20. Ma: ¿Y cómo es el techo?/Hice esta tas acerca de lo que dejé de tarea. partes tiene una casa?
pregunta explorando a los niños y /Se oyen murmullos/
para ver si se estaban yendo por el 45. No: A mí no me dijo.
tema que vimos ayer/ 46. No: Ni a mí. /Y todos van respon-
21. Na: ¿Eb? diendo «Ni a mí»/
22. Ma: ¿Cómo es el techo? 47. Ma: No preguntaron.
23. Na: Dijo que, que el techo tiene pi- 48. No: Yo sí le pregunté.
quitos. Parece que este diálogo con los niños 49. No: Yo sí le pregunté. Parece que la indicación verbal no fue
24. Ma: ¿Tiene piquitos? no está logrando involucrarlos a todos. 50. Ma: Ay, yo le voy a preguntar a su muy adecuada, quizá no todos los niños
25. Na: Sí. mamá a ver si es cierto a la salida. escucharon o se les olvidó. ¿De qué otra
26. Ma: Oigan, Marión, ¿estás ponien- 51. No: ¡Aaay! No, no, no, yo no le pre- forma se les podrá señalar a niños de
do atención? Eso ya lo platicamos gunté. esta edad para facilitar que recuerden
ayer, ¿recuerdan qué platicamos 52. Ma: Ya ves, mentiroso. con precisión lo que se pretende que
ayer? 53. No: Y qué, pero viene mi hermana. investiguen?
27. No: ¿Cómo eran las casas? 54. Ma: ¿Recuerdan qué partes tiene su
28. Ma: Cómo eran las casas, de qué co- casa? Ayer vimos cómo son, de qué
lor, de qué estaban hechas. Pero color, de qué tamaño, cómo es el
112 ADRIANA PIEDAD GARCÍA Y JOSÉ LUIS DUEÑAS ESTRATEGIAS PARA EL ANÁLISIS... 113

LA SIGNIFICACIÓN: SITUACIÓN PROBLEMÁTICA IDENTIFICADA


INTERPRETACIÓN
HECHOS
¿Qué está sucediendo aquí?
A continuación se muesca un breve escrito en el cual la educadora da cuen-
ta de los resultados obtenidos.
techo, cómo son las paredes, cómo ¿Qué hacer cuando lo niños no hicieron .r
es el piso. Pero ahora vamos a ver la tarea? ¿Podemos seguir trabajando a
qué partes tienen las casas. pesar de que los niños no investigaron Las instrucciones para la realización de las tareas de investigación
¡Qué bárbaros, se les olvidó hacer la tarea?
su tarea! A ver, díganme, ¿en dón- La ampliación de esta parte del autorregistro me ha permitido identifi-
de duermen ustedes? car, en este primer acercamiento, algunos problemas que se presentan con la
55. Va: En la cama, en la casa. realización de las actividades extraclase que se dejan de tarea a los niños. Los
56. Va: En la casa. hechos me indican que las expectativas que me tracé no se logran del todo.
57. Ma: En su casa, pero ¿en qué parte En el intento de comprender lo que está sucediendo, se observa que las res-
de la casa está su cama? puestas de los niños a las preguntas que les formulé en clase de alguna ma-
58. No: En el cuarto. nera evidencian que no se comprendió lo que tenían que hacer en la investi-
59. Na: En el cuarto. Los niños no toman la iniciativa para gación; tal parece que se les olvidaron las indicaciones o que éstas no les
60. Ma: Exacto, en el cuarto o recáma- responder la pregunta. ¿Comprenderán quedaron claras.
ra, también se le llama recámara. lo que significa las «partes» de la casa?, ¿A qué se debe que no recuerden las instrucciones que les di la clase an-
¿Qué más hay en el cuarto? ¿o será problema de olvido? Esto pare- terior? Una revisión de los hechos muestra que en el momento de la clase cuan-
61. Na: La tele. ce que es otra dificultad. do se dejó la tarea, solamente se dieron indicaciones verbales y éstas no se
62. Ma: ¿La tele?, ¿tienes la tele en el enfatizaron ni se reiteraron, únicamente me concreté a decirlas y eso fue todo,
cuarto? /El niño asiente con la ca- lo cual quizá explique el porqué a varios niños se les olvidó o no les quedó
beza/ Aquí se formulan preguntas que pare- claro qué era lo que se tenía que investigar. Los hechos están indicando que
63. Ma: ¿Qué más? ce sí les significan a los niños, ya que las esta manera de dejar la tarea a los niños no ha sido muy efectiva.
64. Na: El ropero. responden en el sentido que quiero. De lo anterior se desprenden algunas interrogantes que tienen que ver
65. Ma: Sí, muy bien, ¿para qué nos sir- con la presentación de las indicaciones / instrucciones para la realización de
ve el ropero? las tareas. ¿Es posible formular de otra forma estas indicaciones? ¿De qué otra
66. No: Para guardar la ropa. forma se les pueden dar las indicaciones a los niños para que las compren-
67. Ma: Sí, muy bien, ¿qué más hay en dan y no las olviden? ¿De qué forma será conveniente preguntar a los niños
el cuarto? para saber si les quedó claro lo que se tiene que hacer? ¿Qué otras acciones
68. No: El espejo serán apropiadas para que los niños comprendan de mejor forma lo que tie-
69. Ma: Sí, ¿qué más?, ¿dónde están sus nen que hacer?
zapatos? [...] En este momento amplío los propósitos Si deseo mejorar la participación de los niños en las actividades del pro-
de la actividad, pregunto a los niños yecto, es necesario lograr que la mayoría lleve a cabo las actividades de tra-
acerca de la utilidad de las partes de la bajo previas a la clase, para ello será necesario indagar aún más acerca de esta
casa. situación con el propósito de ampliar el conocimiento y la comprensión de
lo que sucede, para que en un momento posterior sea posible introducir ac-
ciones de mejora. Quedan abiertas varias interrogantes para profundizar más
en el conocimiento y comprensión de esta situación. Las que se me ocurren
en este momento son las siguientes: ¿será necesario dejar ese tipo de tareas?
¿De qué forma me puedo apoyar en la información que los niños ya tienen
para evitar dejarles tarea? ¿Qué me propongo cuando les dejo a los niños este
tipo de actividades? Tal vez encontrando respuestas a este conjunto de inte-
rrogantes es posible que se puedan plantear acciones de mejora con más co-
nocimiento de la situación.
111 ADRIANA PIEDAD GARCÍA Y JOSÉ LUIS DUEÑAS ESTRATEGIAS PARA EL ANÁLISIS... 115

Con lo anterior se pretende mostrar la potencialidad que tiene esta y el detalle necesarios, se tendrá un primer acercamiento a los aspectos que
herramienta de análisis. Como ya se había mencionado, la columna dere- caracterizan la forma de trabajo de los profesores. Esta manera de hacer
cha permite escribir lo que surge al leer lo sucedido en esa sesión de cla- el análisis permite identificar algunas peculiaridades que se observan en
se, con la posibilidad de detenerse y reflexionar en distintos segmentos. Para la práctica, cuestiones<ty(je no se habían identificado, por ejemplo, el uso
la profesora resulta evidente que los niños no entendieron la indicación de de las preguntas y cues.(ionamientos que se utilizan con frecuencia en el
la tarea que les había solicitado, sin embargo, con este tipo de análisis tie- transcurso de la clase, laíí formas que se emplean para acercar a los alum-
ne la posibilidad de plantearse preguntas que le permitan orientar la bús- nos a los contenidos de aprendizaje o para reafirmar su adquisición, entre
queda hacia acciones de mejora fundamentadas en los hechos. El otros.
cuestionamiento sobre aspectos de la práctica que no sólo se refieren a ese Algunas de las actividades que se sugieren para llevar a cabo la segmen-
hecho particular, por ejemplo cuando se pregunta por la utilidad de la ta- tación y el reconocimiento de aspectos que caracterizan a la práctica son
rea, hace que la profesora cuestione «su práctica» como objeto de investi- las siguientes:
gación.
La interpretación que la profesora hace de los hechos le permite ir • Lectura del autorregistro para localizar frases y actividades que se
encontrando el significado de sus acciones de manera ordenada, así como refieran a una situación común, por ejemplo: el pase de lista, la in-
orientar la búsqueda de nuevos hechos que la ayudan a configurar un plan troducción al tema, la ejercitación de algoritmos o procedimientos,
de acción para la mejora (Elliott 1993). etc. Se parte de las acciones o actividades que realizan el profesor y
El registro ampliado brinda la posibilidad de explorar más allá de lo los alumnos y del propósito explícito que se indica.
que sucedió, permite ver lo que hay bajo la superficie que se deja ver en • El criterio de la segmentación debe mantenerse en las situaciones
los hechos; sin embargo, la interpretación que se hace depende del sujeto comunes a lo largo del análisis de todo el registro, esto es, cuando
que interpreta, de las concepciones que tiene de la práctica docente y del cambia la actividad que se realizaba se termina el bloque e inicia otro.
estudio que va realizando acerca de las situaciones. En el ejemplo, la pro- Los bloques pueden sobreponerse cuando al terminar una actividad
fesora intenta explorar su práctica por medio de preguntas, explicaciones, algunos niños continúan con la tarea anterior, aquí el criterio es la
planteamiento de hipótesis y la identificación de algunos hechos que le indicación de la profesora para el cambio de actividad.
permiten verificarlas. Si bien en esta lectura ésas fueron las cuestiones que • Marcar y nombrar los bloques o segmentos identificados. Para ello
se incluyeron, en próximas lecturas del autorregistro, cuando se avance en conviene recurrir a los propósitos explícitos que en ese momento
el estudio y la revisión teórica, tal vez se puedan ir identificando más as- indica el profesor en los hechos que conforman el bloque; sin em-
pectos que expliquen los hechos. bargo, en una lectura posterior se podrán identificar propósitos
La conjugación de esta herramienta de análisis con otras que propo- implícitos que se van detectando a lo largo del análisis. Nombrar los
nemos más adelante brinda la posibilidad de analizar los hechos con dis- bloques y darles un contenido se hace de manera descriptiva en un
tintos propósitos y desde diferentes perspectivas, y por consiguiente, sig- primer momento, pero poco a poco se va fundamentando y expli-
nificar la práctica atendiendo los distintos aspectos que conforman la cando con la teoría.
«práctica docente» como un todo estructurado. • Para este análisis se utiliza la estructura del autorregistro en dos co-
lumnas y, al mismo tiempo que se hace la lectura de los hechos, a la
derecha se van escribiendo las acciones que realizan los alumnos y
RECONSTRUCCIÓN DE LA SECUENCIA METODOLÓGICA la profesora haciendo alusión a sus modalidades y formas. Esta ope-
ración combina la descripción y la interpretación, ambas muy úti-
les en esta tarea.
Cuando se quiere conocer la forma en que los profesores organizan el tra-
• Elaboración de un esquema que muestre la secuencia metodológi-
tamiento de los contenidos o la organización que tiene el desarrollo del plan
ca identificada.
de clase, es conveniente utilizar la segmentación o identificación de bloques de
• Presentación por escrito de la secuencia metodológica aludiendo a
actividades comunes dentro de los hechos contenidos en un autorregistro.
las características identificadas en cada uno de los segmentos. En esta
Esto permite identificar los distintos momentos que conforman la secuen-
tarea es importante apoyarse en las notas que se hicieron al identi-
cia metodológica utilizada, pero además, si esto se realiza con el cuidado
116 ADRIANA PIEDAD GARCÍA Y JOSÉ LUIS DUEÑAS
ESTRATEGIAS PARA EL ANÁLISIS... 117
ficar los segmentos. De esta actividad se obtiene un primer acerca- LOS BLOQUES DE ACTIVIDADES IDENTIFICADOS:
miento a la caracterización, que se ampliará conforme se haga lo
mismo en otros autorregistros.
1. SALUDO. Se hace a través del canto
A continuación se presenta un ejemplo de una práctica de preescolar,
en donde es posible diferenciar las actividades que se realizan al inicio del INTERPRETACIÓN
HECHOS* ¿Qué está sucediendo aquí?
día:

REGISTRO 2 1. Ca: A ver, buenos días.


Jueves 13 de noviembre de 1997 2. Aos: Buenos días. Indica el modo del saludo (el canto).
Nivel: Preescolar 3. Ca: ¿Con qué canción quieren que
Grupo: 3SB. Total de alumnos: 22 nos saludemos?/Ya casi todos estu-
Localidad: Mpio. de Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco. vieron atentos/
Hora: 10:05-11:05 4. A Aos: Con el gallo pinto. Propicia que los niños decidan/ elijan
Proyecto: «Observemos la diferencia entre los patos y las gallinas» 5. A Aos: Con el periquito azul. (les pide que sugieran y los niños opi-
Propósito: Observar gallinas en las casas de los niños. /Todos contestan a la vez diferentes nan).
títulos de coros o palabras clave del
Estamos en el proyecto «Observemos la diferencia entre patos y gallinas». Hoy coro/ Ayuda a elegir.
es el segundo día que trabajamos en el proyecto y observaremos a las galli- 6. Ca: Decidan con cuál.
nas y señalaremos sus características, para esto iremos a la casa de algunos 7. A Aos: El gallo pinto.
niños. 8. Ma: Pero hoy sí hay sol, no podemos
Este registro lo inicio con el saludo y la revisión de aseo. A las 10:05 tocamos cantar el gallo pinto.
la campana, todos los niños ya estaban dentro del jardín y andaban jugando, 9. Aos: El periquito azul. Apoya las propuestas y decide.
al escuchar la campana todos dejan lo que hacían (resbalarse en las 10. Ca: Muy bien, la del periquito azul,
resbaladillas, rodar las llantas, etc.) y corren a formarse. 1, 2, 3. Todos cantan para saludarse.
11. Todos: En la tienda está el periqui-
SIMISOLOGI'A: to azul.../Todos cantan haciendo la
// Acciones no verbales. mímica/
( ) Interpretaciones.
...Comentarios que no se recuerdan.
Ma: Maestra.
Ao: Alumno.
Aa: Alumna.
Aos: Alumnos (todos).
A Aos: Algunos alumnos.
Ca: Compañera.
Ma Ve: Alumna María Verónica.
Rodri: Alumno Rodrigo.

Todos los niños están en el patio formados, algunos todavía distraídos, otros
platicando y algunos tranquilos formados esperando las instrucciones de mi
compañera.
118 ADRIANA PIEDAD GARCÍA Y JOSÉ LUIS DUEÑAS ESTRATEGIAS PARA EL ANÁLISIS... 119

2. REVISIÓN DEL ASEO (en este registro se refiere a las uñas).


INTERPRETACIÓN
HECHOS
¿Qué está sucediendo aquí?
HECHOS INTERPRETACIÓN
¿Qué está sucediendo aquí?
31 Ma: ¿Te las cortaste?JVe al frente.
/Al terminar algunos niños juegan y se ¿Al frente están pasanáft a todos los
distraen, otros le muestran a mi que tienen las uñas cortaditas?/Pre-
compañera las uñas/ gunto a mi compañera y vuelvo a
12. Ao: Mire, maestra, maestra, maes- Los niños sugieren / inician la activi- revisar las uñas para que pasen al
tra, iré. dad. frente los que cumplieron/
13. A Aos: Yo sí me las corté. /Algunos niños están platicando
14. Ca: A ver, ¿qué dijimos ayer que íba- Busca que recuerden lo que se acordó: pero al pendiente de lo que estamos
mos a revisar hoy de aseo? haciendo/
qué se iba a revisar. Parece que para
15. Aos: Las uñas. 32. Ma: Vamos a darles un aplauso a los
estimular el cumplimiento establece
16. Ca: ¿Y qué íbamos a darle al niño premios. que tienen sus uñas limpias.
que trajera las uñas cortas y lim- /Mi compañera le está repartiendo
pias? un dulce a cada niño que cumplió/
17. Aos: Un dulce, un dulce. 33. Ma: Bravo, estos niños no se van a
18. Ao: Maestra, yo traje un bote. enfermar de su pancita porque
19. Ma: Ah, muy bien. cuando coman no se comerán la
20. Ca: Muy bien, vamos a revisar las mugrita de las uñas, ¿verdad? Sí se
uñas y vamos a darle un dulce al las cortaron, ya no tienen mugrita,
niño que las traiga limpias. Y éstos, a ver, ¿por qué no se las
21. Ao: Yo. cortaron, se les olvidó o qué? (...)/
22. Ao: Yo. Esperamos a que todos tengan su
23. Ao: Mira, yo las traigo limpias. dulce/(...)
24. Ma: Ahorita las revisamos. Ma: A ver, pasen todos a su lugar.
25. Ao: Yo las tengo limpias. Los niños toman la iniciativa. Muestran
26. Ma: Ah, muy bien; ahorita revisa- interés en la actividad, quizá esto se
mos, mi amor. pueda explicar por el premio que se les
27. Ao: Yo las tengo limpias. ofreció o porque desean destacar ante
28. Ma: Ah, qué bien, ahorita revisa- la maestra.
mos.
/Comienzo a revisar las uñas uno
por uno en la fila/
29. Ma: A ver, ah, muy bien, Yesenia;
Monse, están largas y con mugre,
muy bien, muy bien, ah, largas y con
mugre... éstas están bien.
/Algunas están sucias, largas, pin-
tadas, pero otras limpias y cortas/
/Así continúo hasta terminar con
toda la fila de las niñas y sigo con
la de los niños/
30. Ao: Maestra, maestra.
120 ADRIANA PIEDAD GARCÍA Y JOSÉ LUIS DUEÑAS ESTRATEGIAS PARA EL ANÁLISIS... 121

3. ¿QUÉ DÍA ES HOY? 4. ENTRADA AL SALÓN Y UBICACIÓN DE LOS NIÑOS

INTERPRETACIÓN INTERPRETACIÓN
HECHOS HECHOS
¿Qué está sucediendo aquí? ¿Qué está sucediendo aquí?

47. Ca: ¿Qué día es hoy?/Entre murmu- Generalmente iniciamos preguntando /Todos están formados y ya acalo-
llos algunos contestan/ por el día. rados por el sol/
48. A Aos: Viernes. 64. Ca: Ya vamos a pasar al salón, todos Siempre les pedimos opinión a los ni-
49. A Aos: Martes. También por lo general los niños dan bien ordenaditos. ¿Cómo vamos a
50. Ca: ¿Qué día?/Unos contestan, lu- varias respuestas. pasar?
nes, martes, miércoles/ /Todos contestan sugiriendo dife-
51. A Aos: Jueves. rentes formas/
52. Aos: Jueves. 65. A Aos: Como mariposas. Ellos responden con varias respuestas,
53. Ca: Jueves. ¿Qué día es?/Todos con- 66. A Aos: Como caballos. pero lo importante es que tengan la
testan gritando/ Nuevamente se hace la pregunta. 67. Ca: Como caballos, ya pasemos. oportunidad de opinar, aunque en oca-
54. Aos: Jueves. /Todos hablan al mismo tiempo, siones se haga lo que unos deciden y no
55. Ca: ¿Y mañana?/Todos contestan Nuevamente hay varias respuestas. oüx>s juegan, y otros sólo observan/ lo que otros solicitan, pero no se pue-
diferente día/ 68. Ao: Como canguros. (...) de de otra manera, a ellos les gusta dar
56. Aos: Sábado/Otros repiten «Sába- Aunque las respuestas sean diferentes, 71. Ma: ¿Cómo le hacen los canguros? su punto de vista.
do»/(...) poco a poco los niños van identifican- /Los niños hacen la mímica/
59. Ca: Vamos a contar los días de la se- do los días; de manera particular cada 72. Ca: Avanza. Finalmente, nosotras señalamos de qué
mana, ¿sí?/Varios hablan sobre di- uno va avanzando en esto. /La educadora da la indicación a forma se va a entrar.
ferentes cosas/ los niños de su grupo que avancen/
60. Todos: Luna lunera, cascabelera... (...)
61. Ma: Fuerte/Todos cantan haciendo Es común que utilicemos canciones /Todos vamos hacia el salón. Yo voy A partir de aquí cada educadora se hace
la mímica/ para algunas actividades, por ejemplo, caminando/ cargo de su grupo.
62. Ca: Fuerte/Todos aumentan el volu- con ésta los niños se pueden ir apren- 76. Ma: Brincando hasta su silla.
men/ diendo los días de la semana. /Llegan al salón, comienzan a bajar Los niños no tienen un lugar definido,
63. Ca: Bien, que no se les olviden los su silla y se acomodan en el lugar se sientan en donde quieran, pero hay
días de la semana. Ese es un propósito de la actividad. donde se sentaron ayer/ algunos a los que les gusta sentarse en
77. Marión: Maestra, ¿verdad que Nadia donde mismo.
no va aquí?
78. Ma: Cada quien se sienta donde
quiera.
/Todos se están acomodando, me-
nos una niña que se quedó parada Hay niños que tardan en acomodarse.
y sólo observa/
79. Ma: Ándale, Hortensia, muévete.
(...)
122 ADRIANA PIEDAD GARCÍA Y JOSÉ LUIS DUEÑAS
ESTRATEGIAS PARA EL ANÁLISIS... 123

5. LA FECHA
6. LA ASISTENCIA Y EL PASE DE LISTA

INTERPRETACIÓN INTERPRETACIÓN
HECHOS
¿Qué está sucediendo aquí? HECHOS ¿Qué está sucediendo aquí?

81. Ma: Vamos a escribir la fecha.


120. Ma: Vamos a contar a los niños Siempre contamos a las niñas y a los
/Hago un comentario a una niña Trato de que se sienta ubicada, la vi ex- niños, voy uno por uno tocándolos y
que no había asistido al jai din en trañada. que vinieron hoy.
/Yo paso por todos los lugares to- ellos cuentan en voz alta, eso les permi-
toda la semana/ te ir construyendo la noción de núme-
82. Ma: ¿Cómo ves que ya nos cambia- cando a cada niña y todos conta-
mos en voz alta llegando hasta el ro, pero también me interesa que distin-
mos de salón? gan entre mujeres y hombres, eso tiene
/Se ve extrañada porque ya no es- doce/
121. Ma: Doce niñas. que ver con la clasificación.
tamos en el mismo salón/ Las caritas siempre están en el pizarrón
/La niña no contesta, sólo me ve/ /Lo escribo en el pizarrón abajo
de la carita de la niña/ (...) y los niños ya saben para qué las utili-
83. Ma Ve: Maestra.
84. Ma: Mande. 122. Ma: Ahora los niños. zamos.
85. Ma Ve: Hortensia está sentada Hortensia por lo general tarda en aco- /Todos contamos despacio, ha-
aquí... modarse. ciendo pausas, al pasar a otra
86. Ma: Hortensia, pon la silla en otro mesa/
lado. No caben ahí. (...) 123. Ma: ¿Cuántos?
/Ya cuando todos están acomoda- 124. A Aos: Nueve.
dos, iniciamos con la fecha/ 125. A Aos: Diez.
106. Ma: ¿Qué día es hoy? Nuevamente se pregunta por el día, 126. Ma: Diez.
107. Aos: Viernes. /Los niños hacen muchos comen-
pero ahora con la intención de poner la
/Uno contesta y varios repiten lo fecha en el pizarrón. tarios sobre diferentes temas/ (...)
que él dice/ (...) /Ya pido orden e inicio/
109. Ma: Jueves. 127. Ma: Ahora tienen que estar calla-
/Empiezo a escribir la fecha en el dos mientras nombro lista.
Es común que se repita lo que se va se- Me coloco al frente y con la lista en la
pizarrón/ /Todos siguen sentados, algunos
ñalando, los niños lo hacen casi automá- mano voy diciendo sus nombres, es im-
110. Ma: Hoy es jueves... ticamente. se quedan atentos, pero otros se
distraen platicando/ portante que todos sepan los nombres,
/Los niños repiten a la vez/ después aprenderán a identificarlos por
111. Ma: Fíjense bien qué número de /Nombro lista y los niños que es-
Trato de que la fecha la vean completa, escrito.
día: trece. tán contestan presente y los que no,
el día, el número, el mes y el año, siem-
112. A Aos: Trece. los demás contestan ¡no vino! Algu-
pre la anoto de esa forma en el pizarrón Mientras nombro lista los niños por lo
113. Ma: De... nos tienen nombres iguales y
y así se queda todo el día. general platican.
114. A Aos: Febrero. .otros contestan por él, pero les
115. Rodri: Noviembre. pregunto su nombre completo y
116. Ma: No. A Rodrigo no se le olvi- les hago la aclaración/ (...)
da, noviembre de...(...) 128. Ma: Ya terminamos de nombrar
118. Ma: Mil novecientos noventa y sie- lista.
te. Muy bien.
ESTRATEGIAS PARA EL ANÁLISIS... 125
124 ADRIANA PIEDAD GARCÍA Y JOSÉ LUIS DUEÑAS

8. LAS ACTIVIDADES DEL PROYECTO: Recordar qué fue lo que hicimos


7. LAS ACTIVIDADES DEL. PROYECTO: Recordar el nombre
INTERPRETACIÓN
INTERPRETACIÓN HECHOS
HECHOS ¿Qué está sucediendo aquí?
¿Qué está sucediendo aquí?

145. Ma: ¿Qué hícimds' ayer? (...) ¿A Con esta pregunta trato de dar conti-
129. Ma Ve: Nos quedamos en nuestro La niña lo dice espontáneamente. Aun-
dónde fuimos? nuidad a las actividades que se realizan
proyecto de los animales. que el proyecto habla de animales no
151. Ao: A ver los pollos. (...) día con día.
130. Ma: Ah, sí, vamos a ver. tiene ese nombre, eso confunde a algu-
157. Ma: A ver los patos. ¿Qué encon-
/Me dirijo hacia donde teníamos nos niños.
tramos que tienen los patos? Es más fácil que recuerden cuando hi-
el friso con el proyecto/
¿Cómo son los patos? cimos una visita, todos van comentan-
131. Ma: ¿Cuál es nuestro proyecto? do lo que vimos, hay mucha participa-
158. A Aos: Unos son amarillos.
132. A Aos: Los animales. Con esta pregunta trato de ubicarlos en
159. Ma: Unos son amarillos, ¿qué más? ción.
133. Ma: No. la actividad, porque un proyecto dura
(...) /Casi la mayoría contestan
/Se quedan pensando, muchos varios días.
todo, otros pocos sólo repiten lo
hablan al mismo tiempo/
que los otros dicen y hay algunos
134. Ao: Las gallinas.
que sólo observan/
135. A Aos: Entre patos y gallinas. (...) Poco a poco los niños se van acomodan-
172. Ma: Tres, ¿y los otros cómo eran?
144. Ma: Perfecto, la diferencia entre do y empiezan a participar y a recordar
patos y gallinas. de qué trata el proyecto. 173. Aos: Grandes.
174. Ma: Grandes, ¿cuántos patos gran-
/Algunos lo repiten/
des había? (...) /Varios contestan
al mismo tiempo, diferente canti-
dad/
178. Ma: Tres, ¿cuáles, cinco, tres patos
grandes? ¿De qué color eran? (...)
126 ADRIANA PIEDAD GARCÍA Y JOSÉ LUIS DUEÑAS ESTRATEGIAS PARA EL ANÁLISIS... 127

SIGNIFICACIÓN: LA RECONSTRUCCIÓN DE LA SECUENCIA METODOLÓGICA tarse con quien quieran o cerca de la puerta o el pizarrón. Esta actividad la
hago también con la intención de que los niños que se tardan en acomodarse
vayan aprendiendo a.decidirse, como Hortensia que siempre se tarda, pero
A continuación se muestra un breve texto en el que se da cuenta de los
yo sé que luego va a(il^gar a tomar su lugar más rápido.
resultados del análisis realizado por la profesora. Muchas de las preguntas que se hacen es para que los niños recuerden
las actividades que se"r¡icieron el día anterior o las que se dejaron de tarea; la
La segmentación de este registro la hice para ver cuáles son las actividades intención es que se vayan encadenando las actividades de todos los días.
que se realizan al iniciar las labores con los niños. Primero realizamos estas Las respuestas que" dan los niños cuando se les pregunta el día no siem-
actividades de entrada, luego las actividades en el salón de clases, cada una pre son las correctas. Ellos van avanzando de manera diferente al aprender-
con su grupo, y al finalizar el día las actividades de salida. En esta ocasión se los días de la semana, hay algunos que los saben decir todos juntos pero
me interesa ir caracterizando mi práctica al inicio de clases. todavía no saben en qué día están, sin embargo, es algo que poco a poco apren-
Al analizar el registro identifiqué ocho actividades diferentes y secuencia- den en preescolar. Aunque sé que con repetir no identifican de inmediato el
das al inicio de este día. Las tres primeras se realizan fuera de los salones con día en que viven, sí les sirve para ir ubicando qué día va antes y qué día va
todos los niños del jardín juntos, y las demás en el salón. después, luego, con otras actividades sabrán el día.
Un esquema sobre las actividades puede ser el siguiente: La repetición es una de las características de mi práctica como educado-
ra, y puedo pensar que también de muchas de mis compañeras. Generalmente
les decimos a los niños que repitan, ¿será que creemos que así aprenden? Antes
En el patio En el salón
no había pensado en eso.
Contar con los niños es una actividad que les gusta mucho: cuentan en
Antes del proyecto En el proyecto voz alta y poco a poco se van aprendiendo la secuencia de los números, y pos-
teriormente irán construyendo el concepto de número. Me hizo falta hacer-
1 2 3 4 5 6 7 8 les algunas preguntas como: ¿qué hay más, niños o niñas? A veces se las hago,
eso también les sirve.

En el patio con los niños hicimos: el saludo (1), la revisión del aseo (2) y Como se puede observar, la profesora tiene ya una clasificación de las
la pregunta acerca del día (3); ya en el salón las actividades las divido nueva- actividades que realiza en un día de clases, pero quiere profundizar en las
mente en dos: las que se hacen antes del proyecto y las que son del proyecto. de inicio. La presentación de un esquema le permite ir caracterizando la
Antes del proyecto invito a los niños a que se ubiquen en su lugar (4), des-
práctica e identificar las acciones y el orden en que éstas se presentan, pero
pués ponemos la fecha en el pizarrón (5), luego contamos a los niños para la
asistencia y nombro lista (6). Una vez que hacemos esas actividades, que por no se queda ahí, sino que explica en qué consiste cada una de ellas y cuá-
lo general se repiten al principio del día, pasamos a las actividades del pro- les son las creencias y concepciones que tiene acerca de esas actividades.
yecto: primero intento que recuerden el nombre del proyecto que estamos tra- La profesora selecciona como criterio para la segmentación el cambio
bajando (7) y luego que recuerden las actividades que habíamos hecho el día de actividad, determinado a su vez por las actividades que se realizan fue-
anterior (8). ra y dentro del salón, que hacen pensar en la categoría de espacio y de se-
Por lo general se inicia con actividades similares cada día. Pareciera que cuencias realizadas. Los nombres que asigna a los segmentos son descrip-
ya hay acuerdos establecidos con los niños, pues aunque éstos no se señalan tivos y permiten identificar la actividad realizada.
explícitamente, los niños ya saben lo que estamos haciendo: cantamos para En este autorregistro observamos nuevamente la potencialidad del re-
saludarnos, revisamos el aseo y preguntamos por el día.
Es común que demos algunas pistas a los niños para que vayan respon- gistro ampliado con otro tipo de informaciones cuando se combina con la
diendo a las preguntas que hacemos. Es importante que los niños den su punto segmentación. El trabajo con otros autorregistros, el empleo de otras he-
de vista u opinen acerca de las actividades, aunque nosotras seamos las que rramientas y la revisión teórica permitirán formular una caracterización
a final de cuentas decidimos. Los niños siempre toman la iniciativa para pro- más amplia.
poner canciones o actividades a realizar. El esquema que elabora la maestra permite una visión de conjunto de
Otra cosa que intento para que los niños tomen la iniciativa es la elección autorregistro, las partes que lo integran y el orden en que éstas se reali-
del lugar en el que se quieren sentar. Aunque hay niños que siempre quieren zan. Cabe aclarar que este esquema es producto del análisis de ese auto
sentarse en el mismo lugar, ellos tienen la oportunidad de cambiarse, de sen- rregistro en particular, ya que se deriva de las actividades encontradas.
128 ADRIANA PIEDAD GARCÍA Y JOSÉ LUIS DUEÑAS ESTRATEGIAS PARA EL ANÁLISIS. 129

Seguramente en otros autorregistros y en otros segmentos de análisis los LA MATRIZ PPP


esquemas que se produzcan serán diferentes y tal vez más complejos.
El producto de esta actividad, a decir de Bertely (1987, p. 9), nos orienta Como decíamos, esta herramienta es de suma utilidad cuando se preten-
sobre un segundo nivel de análisis que abarca «(1) la clasificación de la den conocer los propósitos que orientan las actividades de enseñanza y
información empírica de acuerdo con grandes rubros y (2) el análisis de aprendizaje. El análisis de los hechos permite no sólo reconocer estos pro-
cada uno de los rubros o categorías y de sus subcategorías». De esta ma- pósitos, sino además conocer lo que se logra a partir de las interacciones
nera se caracteriza la práctica, pero se están empezando a construir, en que ocurren en la práctica. Esto permite que los profesores que analizan
forma paralela, las categorías. su quehacer docente puedan reflexionar acerca de la producción educati-
va que se logra. Para el diseño de proyectos de intervención, esta tarea es
de suma importancia.
La identificación de los propósitos explícitos e implícitos Con este propósito se puede utilizar la matriz que propone García (1997,
p. 56), la cual se caracteriza por la relación entre el propósito, el proceso y
En todo proceso educativo, los profesores se plantean propósitos y, de el producto:
manera explícita o implícita, esperan que los estudiantes logren realizar
determinadas actividades o desarrollen ciertas habilidades, actitudes y 1. El propósito señala la intención previa que tenía el docente en el desarro-
hábitos. llo de la clase y que puede estar especificada en el registro. También señala
Los profesores que revisan su práctica se preguntan con frecuencia en los propósitos implícitos del docente en cada uno de los eventos que confor-
qué medida los estudiantes logran esos propósitos, en qué situaciones no man el registro completo, éstos se pueden «descubrir» en las interacciones
lo logran y por qué. Sin embargo, al empezar el análisis se dan cuenta de entre los sujetos y en los productos generados.
que a veces sus acciones implícitas tienen intenciones distintas de las que 2. El proceso muestra las actividades del docente y de los alumnos en la
han planteado. clase. Es importante describir en este apartado las unidades de interacción,
esto es, la relación que existe entre lo que hace el docente y lo que hacen los
Cuando un profesor intenta identificar los propósitos explícitos e im-
alumnos [...].
plícitos de las acciones que realiza con sus alumnos y lo que estas accio- 3. El producto se puede entender como algo palpable [...], pero también
nes producen, puede utilizar las matrices como herramientas de análisis. se entiende como las relaciones y significados que se construyen en la inte-
Éstas permiten organizar las participaciones que se dan en un segmento racción de los sujetos.
de la clase, o en una clase completa, e identificar de manera muy fina los
propósitos de cada una de estas acciones; además ofrecen la posibilidad de Para llenar la matriz se puede hacer lo siguiente (García 1997, p. 58):
identificar los matices de la práctica docente, aquellas acciones que tienen
un propósito claro y explícito y las que no. Así, al hacer el análisis de la
1. Recortar el registro en eventos, esto es, marcar bloques de actividad simi-
práctica por medio de matrices puede identificar lo que las acciones van
lar que orienten hacia la identificación de distintos momentos en la clase.
produciendo en sus alumnos.
2. Organizar el proceso en unidades de interacción localizadas en el registro,
Es importante que los profesores identifiquen el propósito general de ubicando las realizadas por el docente y las realizadas por los alumnos.
la clase, pero también que se detengan a reflexionar acerca de lo que ha- 3. Señalar el propósito explícito y descubrir, a partir de las interacciones, el
cen, por qué lo hacen y qué producen con ello. Esto permitirá entender la propósito implícito en el bloque de actividad.
práctica no como un todo homogéneo, sino como un conjunto de situa- 4. Señalar los productos. Marcar los explícitos y construir los productos ge-
ciones interrelacionadas que se van presentando a lo largo de una clase, nerados a partir de la interacción.
ya que en una misma secuencia hay actividades que se logran muy bien y 5. Identificar la lógica de la actividad. En este punto es en donde se puede ir
otras que se dificultan. En este sentido es posible identificar qué acciones construyendo el concepto de acción educativa. En la medida en que exista
coherencia entre los propósitos, los procesos y los productos, con una lógica
concretas se deben modificar y, de manera paralela, se pondera el logro
en donde un sujeto (docente) ayuda en la formación de otro (alumno), es po-
de los propósitos en relación con distintas situaciones y con las diferencias
sible identificar las acciones como educativas o no.
individuales de los alumnos.
130 ADRIANA PIEDAD GARCÍA Y JOSÉ LUIS DUEÑAS
ESTRATEGIAS PARA EL ANÁLISIS... 131

Significación: los propósitos implícitos y explícitos identificados en la activi-


Con la intención de ilustrar este proceso y compartir hallazgos, presen-
dad de saludo.
tamos el primer segmento de la caracterización realizada por la profesora Mi compañera les pide a los niños que elijan una canción con el propósi-
de preescolar. Una vez más, queremos señalar que en cada caso particular to de que los niños^é c saluden; lo hacemos de esa manera para que los niños
el análisis se llevará a cabo de diferente manera, ya que las prácticas de los expongan sus puntc&de vista, para tomar en cuenta sus intereses. Los niños
profesores siempre son diversas: siempre dicen las canciones con las que se quieren saludar.
Posteriormente se les pide que decidan cuál quieren cantar, pero esta de-
cisión también se orienta por el contenido de las canciones; por ejemplo, un
niño sugiere la canción de «El gallo pinto», pero ésa se canta cuando no hay
Propósitos Proce.so Producto
sol, y en esta ocasión no es conveniente. Los niños van aprendiendo así que
Docente Alumnos no todas las canciones se pueden cantar.
Finalmente mi compañera se decide por «El periquito azul» porque va-
Que los niños Saluda a los niños Responden el Los niños rios niños la proponían. Generalmente somos nosotras las que decidimos, los
inicien las y les pide que saludo y algunos expresan sus niños sugieren y tratamos de tomar en cuenta sus opiniones, pero al final pa-
actividades elijan la canción proponen opiniones, reciera que tenemos un propósito implícito y cuando escuchamos una canción
saludándose por con la que se canciones muestran sus que parece más conveniente, ésa es por la que nos decidimos, o en este caso
medio de una saludarán. diferentes. gustos e intereses. porque eran varios los niños que la pedían.
canción. La actividad produce que los niños canten y que se saluden. ¿Será ése el
significado que ellos también le dan? ¿O será que ya es una rutina que cante-
Que los niños Les pide que Los niños Los niños mos al iniciar? ¿Los niños podrían saludarse de otra manera que no fuera can-
aprendan a lomar decidan. sugieren. Un niño expresan sus tando? ¿Por qué hemos adoptado esta forma de saludo? Tal vez el mismo pro-
decisiones. sugiere una puntos de vista pósito se pueda lograr con otras actividades.
canción que no es sugiriendo las
conveniente. canciones con las Como puede observarse, en el análisis y la significación que hace la
cuales desean profesora se van señalando los propósitos explícitos de la actividad, así como
saludarse.
de cada una de las acciones que se realizan; esto es, se va acercando a en
Orientar el Responde y explica Se sugiere otra. Los niños tender por qué se hacen las cosas de esa manera. Como señalamos al ini-
acuerdo; buscar por que esa proponen cio de este trabajo, las acciones se van interpretando desde el sujeto que
que tenga un canción no es canciones. las analiza, y en esta significación se ponen enjuego los conocimientos y
sentido. conveniente. las creencias de los profesores acerca de su práctica. En este caso particu-
lar, la maestra reflexiona en torno a ciertas rutinas que tal vez caracteri-
Iniciar el saludo, Acepta la Todos los niños Involucrar a los zan la práctica de las educadoras.
lograr que todos sugerencia y cantan haciendo niños en el Esta matriz tiene la potencialidad de identificar esas creencias que
acepten el acuerdo decide. Invita a mímica. propósito, ya que mueven la práctica de los profesores, mismas que en muchas ocasiones
y que participen todos a cantar, ella después de que se
cantando. inicia el saludo
se convierten en los propósitos implícitos de sus acciones; reconoce:
tomó la decisión
cantando. todos los niños las y hacerlas explícitas posibilitará en un futuro hacer modificaciones
participan en el más profundas a la práctica, ya que, a decir de Porlán y Martín (1997),
saludo en la forma cambiar las concepciones es un antecedente a la transformación de 1
en que se sugirió. práctica.
El análisis realizado permite observar con claridad las interacci
que se dan entre la profesora y los niños, al mismo tiempo que se s
lan las intenciones de cada una de las acciones y los productos. Finalmente
este análisis también le permite cuestionar su práctica sobre aspectos pa
ticulares, como la dificultad que tiene para partir de las necesidades d
132 ADRIANA PIEDAD GARCÍA Y JOSÉ LUIS DUEÑAS
ESTRATEGIAS PARA EL ANÁLISIS... 133
los niños, o sobre la actividad en general, como cuando se pregunta por
el sentido del canto. Siguiendo con el ejemplo de la profesora de preescolar, presentamos
Realizar este tipo de análisis en cada uno de los segmentos de los re- la forma en que se llenó esta matriz tratando de identificar las actividades
gistros resultaría una tarea muy laboriosa si no se tiene claro qué es lo que que se realizan dentro "del salón de clases antes de trabajar en el proyecto,
se busca, ya que hablar de las acciones y los propósitos de toda la práctica las cuales se refieren a los segmentos presentados con anterioridad pero
podría hacer que los profesores se perdieran en un mar de información y en esta ocasión analizando dos de sus autorregistros.
de interpretaciones. Consideramos que una vez que se van identificando Las actividades se refieren a:
los puntos de interés para un análisis más fino se puede empezar a utilizar
esta matriz, seleccionando fragmentos pertinentes en los autorregistros para A. Ubicación de los niños.
la identificación de los propósitos. B. La fecha.
C. La asistencia.
D.E1 pase de lista.
LA MATRIZ DE REGULARIDAD Y SECUENCIAS

Otra matriz propuesta por García (1997, p. 56) permite hacer un análisis
transversal, esto es, «ayuda a ordenar y entender hechos que se van dando
en periodos prolongados de tiempo», lo que posibilita encontrar regulari-
dades y secuencias en la práctica. A
Propósitos B C D
En esta matriz:
1 v" v/ v/
^ sin
1. Las letras (A, B, C, D, etc.) señalan las acciones en los registros con comentarios
una categoría de identificación.
2. Los números señalan los registros identificados. 2 no se v/ v-" •S
3. En los cuadros se identifican los cruces, esto es, se marca la presen- registró siguen con
cia o la ausencia de la categoría señalada arriba y en el registro mar- los niños múltiples
cado a la izquierda, y después se hace la descripción (García 1997, ubicándose comentarios
p. 59).

El proceso para llenar la matriz sería el siguiente (García 1997,


pp. 59-60):

1. Numerar los registros (se pueden seleccionar todos o una muestra).


2. Describir las acciones en relación con el evento. Preguntas sobre la asistencia. Significación: las regularidades y secuencias de
3. Agrupar las acciones por categorías. nii práctica
4. Llenar la matriz: primero las categorías en los cuadros señalados por letras Aunque esta matriz sólo incluye dos autorregistros, me puedo dar cuen-
y colocar en los cuadros señalados por números la identificación del registro. ta de que hay actividades que siempre realizo de la misma manera. Para po-
5. Llenar los cuadros de cruce, con la descripción en caso de estar presente ner la fecha siempre les pregunto y ellos van contestando, algunos saben el
la categoría en el registro. día y otros no, escribo el día y los niños lo repiten, luego hacemos lo mismo
6. A partir del contenido de los cuadros de cruce, identificar regularidades con el número, el mes y el año. Es una actividad diaria. ¿Los niños lograrán
y construir las secuencias [...]. entender por qué escribimos la fecha?, ¿por qué la escribimos? Espero con eso
7. Caracterizar [...]. A partir de identificar las actividades que se realizan re- que los niños se ubiquen temporalmente, pero se tendrán que hacer otras ac-
gularmente en los hechos registrados de la práctica se puede reconstruir una tividades para que lo vayan logrando.
práctica típica del docente, una práctica que lo caracteriza. La asistencia también la hago igual: cuento a las niñas y después anoto el
número abaio de la rápita, hietrn a los niño*; v hairn lo misrrm Fn f»«t^ matriz
ESTRATEGIAS PARA EL ANÁLISIS... 135
134 ADRIANA PIEDAD GARCÍA Y JOSÉ LUIS DUEÑAS

me pude dar cuenta de que en una ocasión hice preguntas acerca de qué ha- La actividad de análisis es un trabajo todavía en bruto; en donde se
bía más, si niñas o niños, y cuántos éramos por todos, pero en la otra clase construye y se significa la práctica es en los microensayos. Cualquier tra-
no lo hice, creo que tenía que ver con el tiempo. Esta actividad se me hace bajo de análisis se concreta en un texto al que hemos llamado microensayo
importante porque los niños van aprendiendo en dónde hay más. (García 1998). Las ¡inducciones a las que nos referíamos en el párrafo
Siempre paso lista, en una clase lo hice sin problemas, pero en la otra hubo anterior son esenciale^para significar la práctica, pero representan apenas
múltiples interrupciones, un niño que limpiaba su silla, los niños que habla- la mitad del camino QÓ>la significación. De la misma manera, los escritos
ban del dinero que se les había pedido. En general, cuando nombro lista no que se van produciendo son provisionales pero de gran riqueza, ya que son
escuchan, hay que repetir su nombre y en realidad yo veo si los niños están o el registro de los hallazgos y de las reflexiones que genera el análisis, por
no. Creo que esa actividad la podría realizar de otra manera. Siempre hago
estas actividades, parece que las rutinas son algo que caracteriza mi práctica. lo que se les denomina microensayos de primer nivel.
Un escrito más formal sobre los acercamientos a la significación de la
práctica se elabora a partir de la recuperación de los hallazgos obtenidos
El escrito de la profesora da cuenta de las acciones que realiza a dia- con las distintas herramientas de análisis y los microensayos. Las matrices,
rio con los niños y las modificaciones que se van presentando al interior. los registros ampliados y los esquemas, por ejemplo, pueden constituir
Esto le permite preguntarse por el propósito de sus acciones, algunas le anexos, pero la construcción propiamente dicha es el texto. Las herramien-
parecen claras y muestra sus creencias en torno a su realización, pero cues- tas de análisis son documentos personales de gran significado y, en ese
tiona otras, como pasar lista, y a la vez reflexiona sobre la posibilidad de sentido, son también confidenciales. En cualquier texto que contenga los
modificarlas. Finalmente, la profesora valora como «rutinas» estas activi- resultados de una investigación, lo que nos presentan son los hallazgos; no
dades que siempre realiza al iniciar el día con los niños. es común que se incluyan todos los registros, todas las matrices o todos los
La utilización de esta matriz permite ordenar la información cuando
esquemas.
se van acumulando los registros, además de descubrir las regularidades e Una aclaración se desprende de lo anterior: dado que los profesores
identificar los matices en la realización de las actividades. También puede revisan su práctica colaborativamente, es imprescindible compartir los
ser un balance de la información obtenida en los autorregistros acumula- autorregistros con el grupo y dar a conocer los acercamientos que se van
dos, para seleccionar registros o fragmentos en los que se pueda realizar teniendo en la significación de la práctica. Hacemos esta precisión porque,
un análisis más fino y profundizar en la revisión teórica. como se señaló al inicio de este trabajo, la subjetividad del profesor siem-
La combinación de los dos tipos de matrices propuestas permite ubi- pre está presente y la confrontación con el grupo permite identificarla y
car las actividades en el «todo» para después analizar con detalle el inte- tomarla en cuenta en la interpretación. Este control intersubjetivo es esen-
rior de cada una. Es importante que al realizar el análisis no se pierda de cial para verse a través de los ojos de los otros, de manera que la informa-
vista que la práctica docente es un todo articulado cuyo conocimiento re- ción confidencial se comparte con el grupo y éste es un aspecto muy im-
quiere un orden. Preguntar en general si una práctica es educativa nos re- portante a tomar en cuenta cuando un asesor intenta que los profesores
mite a descomponerla en sus partes, analizar cada una de ellas y, con base compartan las actividades que realizan con sus alumnos. Debe predomi-
en ello, reconstruir el todo, y ése es precisamente el propósito del análisis. nar, pues, un clima de confianza y de apertura para que se puedan com-
partir y cuestionar creencias que se han tenido durante años.
Hasta aquí hemos hecho un recuento de las herramientas que se pue-
EL ESCRITO QUE MUESTRA LA SIGNIFICACIÓN DE LA PRÁCTICA:
den utilizar para significar la práctica y las hemos ejemplificado con un
LOS MICROENSAYOS
caso de preescolar. Como se ha observado en los ejemplos anteriores, la
profesora escribe los hallazgos provisionales después de haber realizado
Como se ha mostrado a lo largo de este trabajo, el análisis y la producción una serie de análisis o microensayos de primer nivel; con esos microensayos
de textos van de la mano. Es frecuente que, al empezar el análisis de sus elaborará uno de mayor complejidad que será, en este caso, de segundo
autorregistros, los profesores carguen grandes carteles con las matrices o nivel. Cuando agote o cierre varios aspectos analizados y pueda reconstruir
adhieran al autorregistro hojas para hacer una ampliación con columnas el «todo», estará preparada para elaborar microensayos de tercer nivel.
sobre «los significados» que van construyendo en el análisis. Sin intención A continuación presentamos un fragmento de la construcción de un
de desalentarnos en esta ardua tarea, creemos conveniente hacer algunas microensayo de segundo nivel elaborado por la profesora a partir de los
precisiones al respecto.
136 ADRIANA PIEDAD GARCÍA Y JOSÉ LUIS DUEÑAS ESTRATEGIAS PARA EL ANÁLISIS... 137

hallazgos que obtuvo con el ejemplo de las distintas herramientas. Éste es La interrogación, la formulación de cuestionamientos es el medio que utilizo
un texto provisional pues, en la medida en que avance en la elaboración y a partir de las respuestas de los niños voy formulando otras preguntas; pero
de nuevos autorregistros y análisis, tomará nuevos sentidos que será nece- hay un momento en el que considero pertinente dar inicio a las actividades
sario incorporar. Escribir es un proceso, y de manera colateral hemos que- programadas. En este ir y venir de las preguntas y las respuestas que dan los
rido mostrar también los momentos por los que va pasando el texto hasta niños, se logra que aígwnos se «enganchen» con lo que pretendo, ofrecién-
convertirse en un escrito formal. doles las respuestas.

La toma de decisiones a partir de los acuerdos de trabajo establecidos La repetición como medio para lograr la afirmación de los conocimientos

Con este texto intento ir concentrando la información que he obtenido hasta El uso de la repetición es otro de los medios que cotidianamente empleo para
este momento en el acercamiento a mi práctica. Se trata del primer texto que afirmar los conocimientos o la información importante. Cuando los niños
hago, su referente son los hechos analizados, en él no se incluyen viñetas, és- han formulado la respuesta correcta (esperada), el día, la fecha, etc., les pido
tas se harán en un segundo momento. También posteriormente se incorpo- que la repitan varias veces y yo los acompaño diciéndola en voz alta. ¿Qué
rarán los referentes teóricos pertinentes. se pretende con ello? Es posible que lo que se busca es hacer extensivo ha-
cia todo el grupo ese dato o información, o quizá se trate de una forma en
que esto sea asimilado por los demás niños. Esta forma de proceder tam-
bién se observa en las actividades del proyecto, cuando después de solici-
Las «pistas» para la toma de decisiones tar a los niños que recordaran qué actividades se habían realizado, aprove-
cho cuando los niños se refieren a ellas para reafirmar los conocimientos
El análisis de la secuencia metodológica permite observar que mi trabajo y haciendo alusión a los aspectos relevantes del tema que en ese momento se
el de los alumnos se desarrolla a partir de un conjunto de acuerdos presta- está abordando.
blecidos acerca de la forma en que los niños realizarán el saludo, la entrada
al salón, el pase de lista, etc. De manera recurrente se inicia la actividad soli-
citando a los niños que sugieran y elijan alguno de ellos, para lo cual se les A MANERA DE CIERRE
proporcionan «pistas» que ayuden a tomar una decisión. Preferentemente se
establecen relaciones con situaciones y hechos conocidos que faciliten la elec-
ción buscada. A lo largo de este trabajo hemos querido señalar que la pertinencia en la
Cuando se llega el momento de tomar una decisión, no son los niños quie- utilización de una herramienta dependerá del propósito que se tenga al
nes lo hacen, por lo general yo soy quien decide, pero siempre a partir de las hacer el análisis, ya que es diferente identificar regularidades que situacio-
sugerencias que los niños plantearon. No hay votaciones, yo soy quien indica nes susceptibles de mejorar. Sin embargo, también hemos querido eviden-
el modo y la forma de saludarse, de entrar al salón de clases, aunque se pue- ciar la relación complementaria que existe entre las herramientas presen-
de apreciar que se hacen esfuerzos por que los niños sean quienes decidan: tadas, aspecto que permite entender la práctica desde distintas perspectivas
son frecuentes e insistentes las preguntas para que los niños propongan y su- y reconstruirla posteriormente como un «todo».
gieran.
En este sentido, pretendemos también que se aclare la idea de construc-
ción. El significado de la práctica se realiza paulatinamente con los distin-
tos acercamientos para conocerla, estudiarla y comprenderla. Los produc-
El inicio de las actividades a partir de la evocación
tos parciales son los que van dando luz para concentrarse en aspectos que
ameritan un análisis más detallado. Será objeto de otro escrito vincular la
Otro aspecto que se observa en la situación analizada es la insistencia de que utilización de estas herramientas con la transformación de la práctica y con
los niños recuerden las actividades realizadas y los acuerdos que se tomaron • el proceso de seguimiento para valorar el sentido de la transformación.
en la sesión anterior. En las diversas actividades que se realizaron se observa El acercamiento a la práctica se da mediante una serie de ciclos que
que el inicio no es abrupto, con esto intento que los niños se introduzcan pau-
latinamente en las actividades que se llevarán a cabo. Para ello, en el inicio permiten observarla desde las distintas percepciones que se tienen de ella
les solicito que recuerden lo que se acordó el día anterior o lo que se hizo. en la medida en que se conoce y se actúa para transformarla. Hemos ob-
138 ADRIANA PIEDAD GARCÍA Y JOSÉ LUIS DUEÑAS ESTRATEGIAS PARA EL ANÁLISIS... 139

servado que desde los primeros acercamientos se empiezan a registrar cam- BIBLIOGRAFÍA
bios, pero es necesario localizar esos momentos en los que se identifican
nuevas maneras de actuar con los alumnos para ir reconstruyendo «la es- ADELMAN, C., «La ética .práctica tiene prioridad sobre la metodología», en W. Carr,
piral de actividades» (Elliott 1993, p. 90) que darán pie a la transformación Calidad de la enseraría e investigación-acción, 2a. ed. (Colección Investigación
paulatina y constante de la práctica. y Enseñanza. Serie-Fundamentos, no. 3), Sevilla, Diada, 1997, pp. 145-154.
El análisis es el proceso en el que se construye la práctica, y éste se rea- BERTELY BUSQUETS, M., «Seguimiento metodológico de un proceso de investigación
liza simultáneamente con la elaboración de textos, la revisión teórica y el etnográfica en educación: las prácticas preescolares (1983-1984)» (mecanos-
levantamiento de datos para nuevos autorregistros. En este sentido, las crito), en Antología del Seminario Taller de Análisis Etnográfico, maestría en Edu-
producciones, si bien son parciales, permiten ir construyendo la práctica cación Superior, Universidad de Guadalajara, 1987.
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GARCÍA HERRERA, A. P., «La instrumentación metodológica en la recuperación de
reflexionar y a mejorar paulatinamente su hacer. Seguramente los docen- la práctica docente», enj. Campechano y otros, En torno a la intervención de
tes irán encontrando rutas más cortas para significar su práctica y valorar la práctica educativa, Guadalajara, México, UNED, 1997, pp. 33-76.
la pertinencia de los cambios que introducen en ella, en la medida en que , «Los microensayos», en Boletín de la Maestría en Educación con Intervención
vayan desarrollando el pensamiento reflexivo que les permite tener clari- en la Práctica Educativa, no. 2, Guadalajara, México, 1998.
dad acerca de lo que hacen, de las razones que tienen para hacerlo y de lo GARCÍA HERRERA, A. P., yj. L. DUEÑAS GARCÍA, «Problemas detectados en la elabo-
que se produce con ello. ración del autorregistro simple», en M. Alvarado Nando, Memoria Encuentro
Con este texto hemos querido compartir algunos hallazgos de los pro- de Investigación Educativa, Guadalajara, México, Secretaría de Educación, 1998,
fesores al analizar su práctica y significarla. Habrá muchas otras rutas que pp. 441-453.
LAWN, M., «Atrapados por el trabajo diario: las posibilidades de investigar de los
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terese en mejorar su práctica. En este sentido queremos resaltar una idea (Colección Investigación y Enseñanza. Serie Fundamentos, no. 3), Sevilla,
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sa; ningún caso se va a construir igual que otro. Estas herramientas debe- PORI.AN, R., yj. MARTÍN, El diario del profesor. Un recurso para la investigación en el
rán ser adaptadas a la práctica concreta que realizan los maestros conside- aula, 4a. ed. (Colección Investigación y Enseñanza, no. 6. Serie Práctica), Se-
rando las situaciones particulares en las que trabajan y las concepciones que villa, Diada, 1997.
tienen sobre el quehacer docente. Invitamos entonces a los profesores a REYNAGA OBREGÓN, S., «Perspectivas cualitativas de investigación en el ámbito edu-
hacer una lectura crítica de este texto, esto es, a retomar lo que resulte sig- cativo. La etnografía y la historia de vida», en R. Mejía Arauz y S. Antonio
nificativo para su proceso particular en vez de aplicarlo a modo de receta. Sandoval (coords.), Tras las vetas de la investigación cualitativa. Perspectivas y
acercamiento desde la práctica, Guadalajara, ITESO, 1998, pp. 123-154.
ROCKWELL, E., Reflexiones sobre el proceso etnográfico (1982-1985), México, Documen-
tos DIE, DIE CINVESTAV II'N, 1987.
RODRÍGUEZ GÓMEZ, G., J. GIL FLORES y E. GARCÍA JIMÉNEZ, Metodología de la investiga-
ción cualitativa (Biblioteca de Educación), Málaga, Aljibe, 1996.
SAÑUDO GUERRA, L. E., «Hacia un modelo metodológico para la transformación
140 ADRIANA PIEDAD GARCÍA Y JOSÉ LUIS DUEÑAS

de la práctica docente», Mándala, órgano informativo de la KNEG y la Delega-


ción D-II-34, nueva época, nos. 5-7, sep.-feb., 1996, pp. 35-46.
SAÑUDO GUERRA, L. E., «Una experiencia sobre la transformación de la práctica
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Rudduck y D. Hopkins, España, Morata, 1996. Capítulo 6
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delo de trabajo para etnógrafos de la escuela (Estructuras y Procesos. Serie Cien- PERO, ¿QUÉ ES LO EDUCATIVO DE UNA PRÁCTICA?
cias Sociales), Madrid, Trotta, 1997.
WOODS, R, La escuela por dentro. La etnografía en la investigación educativa (Temas
de Educación, 2), España, Paidós/ MEC, 1987. Luciano González, Velasco

INTRODUCCIÓN

Este documento expone la posibilidad de indagar lo educativo de las prác-


ticas, así como algunas opciones para recuperarlas, sistematizarlas y ela-
borar explicaciones sobre ellas como uno de los medios fundamentales que
aportan elementos para mejorarlas continuamente, lograr el crecimiento
profesional e iniciarse en el camino de teorizar sobre la práctica educativa.
El objetivo de este escrito es ofrecer algunos elementos para respon-
der a dos preguntas: ¿qué es lo que hace que una práctica sea efectivamente
educativa? ¿Cómo se puede modificar una práctica para obtener mejores
logros educativos?
Con tales propósitos se hacen algunas consideraciones acerca de las
formas en que se ha explicado la educación y lo educativo, poniendo én-
fasis en una alternativa adecuada que se propone a los educadores profe-
sionales en activo junto con algunas opciones prácticas, conceptuales y
operativas.
Varios son los supuestos básicos de este trabajo. El primero es que el
análisis y la reflexión sobre el propio hacer son tareas que permiten al edu-
cador dar cuenta de su práctica personal y le proporcionan elementos para
transformarla. Otro más es que al educar se requiere sistematizar los he-
chos y datos sobre la práctica para con ellos analizar, problematizar y ex-
plicar la producción educativa. Con ello se tendrán elementos para recons-
truir el quehacer docente y conformar un modelo óptimo para mejorarlo
sustantivamente.
Otro supuesto del que partimos es que la práctica se asume como re-
conocible y expresada en acciones guiadas por propósitos e intenciones.
Puesto que el sujeto no siempre es consciente de sus propias intenciones, s<
suscitan discrepancias entre lo que se propone, hace y logra en la practica
educativa. Sin embargo, la práctica puede conocerse y mejorarse en la
142 LUCIANO GONZÁLEZ VELASCO PERO, ¿QUÉ ES LO EDUCATIVO DE UNA PRÁCTICA?
143

medida en que se reconoce la estructura vertebral de las acciones que la De otro modo, se seguirán procurando sólo las distintas maneras de
caracterizan y la lógica que las sustenta. aprender que se conocen, sin verificar si lo aprendido es valioso para la
Esta propuesta de análisis de la práctica va más allá del empleo de re- vida y el desarrollo social del sujeto. Es decir, se pueden lograr, por ejem-
cetas didácticas, común entre los educadores, o de los proyectos teóricos plo, aprendizajes significativos por medio de la construcción sin que los
que sólo reconocen aspectos técnico-prácticos y no se confrontan con la contenidos aprendidosjsean aportes al desarrollo del individuo y de sus
realidad en la que se pretenden incorporar. potencialidades, como¿¿liando se aprende la historia como una sucesión
El desentrañamiento y la explicación de los constituyentes esenciales de fechas o un conjunto de héroes, anécdotas y eventos sin relación con la
de los hechos educativos siguen siendo objeto de búsqueda primordial en vida social.
la investigación educativa. Por esta razón se considera necesario que cada Avanzar en las precisiones sobre lo educativo ayudará también a defi-
educador se concentre en esta tarea y aporte, desde su especificidad, ele- nir con mayor propiedad el campo profesional de los educadores, un es-
mentos de explicación y análisis que más adelante permitan definir lo ge- pacio donde concurren diferentes profesionales y agentes sociales que edu-
nérico y lo propio de la práctica educativa. can asistemáticamente y en formas muy diversas ahí donde se desarrollan
En ese sentido, este texto ofrece propuestas de trabajo que permitirán tareas educativas.
al educador producir explicaciones con cierta validez en respuesta a la Estas y otras razones conducen a proponer una manera de explicar lo
pregunta central que se expresa. educativo desde los hechos y, sobre todo, desde la perspectiva de cada edu-
cador para conformar una masa crítica de teorizaciones que permita iden-
tificar lo común y esencial de la práctica docente.
RAZONES PARA BUSCAR LO EDUCATIVO A las razones anteriores se puede añadir que la pedagogía no ha podi-
do desarrollar explicaciones a profundidad acerca del tema que nos ocu-
¿Qué es lo que caracteriza a un hecho o acción como algo educativo? Esta pa. Postic y Rétele (1988) afirman que no es una ciencia fundamental y que
pregunta no tiene aún una respuesta válida y suficiente en las teorizaciones está al servicio de la acción. Además, explican, es una ciencia práctica en
de las ciencias que contribuyen a la explicación de los fenómenos educati- la que los resultados de las investigaciones deben servir para prescribir y
vos. En concreto, no hay una respuesta basada en la reconstrucción y el regular. Quizá a eso se debe la escasa preocupación o intención por expli-
análisis de relaciones entre los conceptos que se utilizan y los constitutivos car lo educativo en sus aspectos fundamentales.
que definen al hecho en la práctica. Esas expresiones refuerzan la idea de que corresponde a cada uno de
La teoría no ha explicado al hecho educativo desde su propia perspec- los prácticos de la educación aportar sus propias explicaciones a lo que más
tiva. Tampoco la práctica educativa ha sido objeto de suficiente análisis y adelante pudiera ser un conjunto apropiado de teorías. Algunos autores,
explicación. Se pueden encontrar explicaciones, estudios y reflexiones so- como De Leonardo (1984), han hecho este mismo señalamiento:
bre la educación y algunos hechos y fenómenos educativos desde la socio-
logía, filosofía, psicología y otras ciencias auxiliares o que aportan a la teoría Sin embargo, no fueron por lo general los pedagogos quienes se encargaron
de la educación. Sin embargo, la esencia de lo educativo, la identificación de enfrentar estos problemas sino especialistas de otras disciplinas que se in-
y explicación de una acción educativa, no se ha concretado. clinaron sobre los asuntos educativos a partir de sus respectivos métodos. La
El hablar de ciencia o ciencias de la educación muestra la indefinición ciencia de la educación, en tanto tal, había vivido una larga fase invernal y
que existe en este vastísimo y muy complejo campo de conocimiento, pero era muy difícil que reaccionara con la velocidad debida ante los nuevos pro-
también indica que es esencial, para la propia teoría de la educación, bus- blemas.
car las precisiones y los conceptos que permitan conocer lo que se consi-
dera un tema fundamental. Y abunda aún más en la idea para señalar a los responsables de esta
Esta aclaración teórica no sólo dotará a nuestro campo de bases sólidas situación: «Teóricos de la educación han renunciado a la búsqueda del fun-
para posteriores explicaciones, sino también de mejores sustentos para el de- damento disciplinario, para conformarse con la adopción de una suerte de
sarrollo de la práctica educativa. Éste es un requisito fundamental para iden- concurrencia pragmática entre las llamadas ciencias de la educación». De
tificar con mayor certeza las funciones y tareas que hacen posible, de mane- Leonardo hace además una dura crítica con respecto a que ni siquiera se
ra efectiva, el aporte al desarrollo y perfeccionamiento de quien se educa. ha precisado un objeto de conocimiento: «Gastón Mialaret termina por
144 LUCIANO GONZÁLEZ VELASCO PERO, ¿QUÉ ES LO EDUCATIVO DE UNA PRÁCTICA? 145

proponernos, en lugar de un objeto educativo propiamente dicho, una fór- sión es reforzada por Kratochwill (1987), quien afirma que en el uso de este
mula de hechos y situaciones educativas que sólo existen en tanto materia concepto prevalecen la indefinición y la polisemia en su uso. Aun así, es
de estudio de las diversas ciencias de la educación» (1984, pp. 9-10). posible encontrar algunos puntos de apoyo para explicar lo educativo, como
Carr (1990, p. 7), por su parte, expresa magistralmente uno de los efec- se verá más adelante.*^';.
tos más importantes en esta situación: «El distanciamiento de comunica- De acuerdo con Mjalaret (citado por Sarramona 1997), una significa-
ción entre teóricos y prácticos sólo se produce porque el lenguaje de la ción general de la educación designa el resultado o producto de una ac-
teoría de la educación no es el de la práctica educativa». En consecuencia, ción, mientras otra se r-efiere al proceso que relaciona a dos o más seres
los prácticos difícilmente podemos sustentar o explicar nuestro hacer con humanos y los pone en situación de intercambio e influencias recíprocas.
el apoyo de conceptos teóricos. Lo anterior aporta al análisis de las prácticas educativas las ideas de pro-
ducto, acción y proceso de relación e intercambio.
Al definir la educación, Sarramona (1997, p. 32) señala que es
SOBRE LOS CONCEPTOS DE EDUCACIÓN
un proceso esencialmente dinámico entre dos personas, que proporciona las
Se trata, entonces, de entender lo educativo de la práctica, y en ese senti- metas y ayudas para alcanzar las metas del hombre; partiendo de la acepta-
do, Langford (1985, p. 5) señala algunos elementos necesarios: «Parte de ción consciente del sujeto; pretende el perfeccionamiento del individuo como
lo que se requiere es una comprensión del lenguaje educativo. Ciertamen- persona, busca la inserción activa y consciente del individuo en el medio so-
cial; significa un proceso permanente e inacabado a lo largo de toda la vida
te, una forma de tratar de entender el meollo de esa actividad [...] es con- humana y el estado resultante, aunque no definitivo, supone una situación
siderar qué queremos decir cuando hablamos de educación». duradera y distinta del estado original del hombre.
Es Herbart quien introduce el estudio de lo educativo como hecho que
sucede en una realidad —realismo pedagógico— con las pretensiones de una
teoría científica (Curiel y otros, 1987). Su aportación es muy útil desde la En el intento de definir lo educativo en la práctica, este concepto es útil
perspectiva de este trabajo, pues permite ubicar la realidad del hecho como si rescatamos de él las ideas de proceso dinámico y permanente, la dota-
objeto de estudio. ción de metas y ayudas, el perfeccionamiento como producto, la inserción
Sin embargo, este punto de partida encuentra inmediatamente varios social como fin y un resultado distinto del original. Estas nociones se de-
obstáculos. Uno de ellos es la indefinición o vaguedad a la que nos enfren- sarrollarán con las de otros autores para poder confrontar y cualificar a
tamos al hablar de la educación. Hace falta un lenguaje, si no unívoco, al las prácticas.
menos consensuado para expresar las explicaciones que se hacen sobre los Sarramona también define como elementos constituyentes de la edu-
hechos educativos. cación a la acción, la intencionalidad y el sistematismo. Estas aportaciones
Al respecto, hay que recordar que la existencia de un lenguaje educa- se retomarán para analizar los hechos y su posibilidad de ser educativos.
cional es posterior a la presencia real del hecho educativo y revela la nece- El objetivo final de la educación, por otra parte, es un referente impor-
sidad de que este fenómeno sea estudiado,1 se le explique y se formule en tante en el intento de aclarar lo educativo. En general se dice que los fines
torno a él una teoría que tenga validez científica. En este momento del de la educación dependen de factores como la época o la cultura, por lo
desarrollo de la teoría educativa, es necesario delimitar y precisar la pro- que sólo se puede afirmar que existen fines generales3 como el desarrollo
ducción que existe al respecto. integral del hombre, o, en todo caso, metas parciales que dependen de la
Sobre la palabra educación, Lozano (1988) señala que «es una recién realidad diversa de la educación y que deben constituir un todo
llegada al idioma castellano y, en general, a las lenguas romances», 2 por coherente para lograr la formación, el desarrollo o el perfeccionamiento
lo que su uso y significado no ha sido suficientemente discutido. Esta vi- del individuo en su sociedad.
El educador debe aclarar para sí estos conceptos, compartirlos y dis-
cutirlos con otros colegas y, sobre todo, observar sus hechos para ref lexio-
' Octavi Fullat señala, además, que el lenguaje educativo es polisémico (Filosofías de
la Educación, CEAC).
2 Lozano muestra, además, que las prácticas educativas pueden tener diferentes orien- :! A los interesados en estas ideas les recomendamos consultar a Fullat o a Kratochwill
taciones, a lo que habría que agregar su complejidad y variación a lo largo del tiempo. (1987).
146 LUCIANO GONZÁLEZ VELASCO
PERO, ¿QUÉ ES LO EDUCATIVO DE UNA PRÁCTICA? 147
nar si con sus productos se acerca a ellos.
Un ejemplo de fines educativos lo constituyen las siguientes ideas de también en el resto de los participantes, como una transformación en la
lo que deberá buscar la educación como apoyo o auxilio. que se reconoce cierta evolución o progreso.
Ayudar al educando a: Para efectos de este trabajo, se habla de la educación como actividad
intencionada, sistema-Salada y organizada en instituciones. Se establece así
• Lograr cierto grado de felicidad y sentido de la vida. porque los profesionaWS de la educación desarrollan sus tareas y acciones
• Comprenderse a sí mismo y comprender sus capacidades, sus limi- en ese gran marco qué'las define sin que, por supuesto, puedan escapar
taciones y sus relaciones con otras personas. de la educación espontánea, natural o asistemática, la cual, por definición
• Reconocer y comprender la necesidad de aprender durante toda la aparece en cualquier momento y lugar de su hacer cotidiano.
vida. Esa perspectiva institucional permite revisar los hechos y analizar las
• Avanzar en el proceso de maduración espiritual, cultural, física, acciones según su intencionalidad, sus efectos o logros a fin de encontrar
política y vocacional. su sistematicidad, todo dentro de contextos definidos.
• Perseguir la excelencia, ampliando horizontes, identificando mejor La práctica educativa, entonces, estará definida por acciones cuya in-
los problemas y la manera de resolverlos; a intensificar nuestro in- tención y logros se encaminan a obtener transformaciones o perfecciones
terés por los demás y lograr la emoción de nuevos descubrimientos de cierta duración en el educando, tendientes a aportar a su formación y
en las ideas y las situaciones (Bergevin 1982, pp. 35-37). desarrollo integral. Esta formación tiene su sustento en las nociones, creen-
cias, valores, fines y experiencias del educador, así como en la mezcla de
Logros que, en general, giran en torno a la vida individual y social del los propósitos sociales de la época expresados en teorías y documentos,
sujeto, sin que impliquen metas o productos finales o terminados. además de la influencia del contexto en el que se realiza la práctica. De
Sin embargo, según Bergevin (1982), el fin último de la educación —la acuerdo con Freiré (1973), toda práctica educativa se sustenta en o supo-
formación integral del individuo— no se logra sólo en el individuo educa- ne un concepto del hombre y su mundo.
do, sino que a través del conjunto de ellos se obtiene una sociedad libre pues Cabe hacer una recomendación práctica para que los educadores ana-
la educación del adulto (y, por extensión, la del individuo en cualquier edad) licen sus conceptos. Es fundamental para dicho análisis que cada uno re-
puede ser cualquier clase de aprendizaje que acreciente su caudal de cono- vise y reflexione en las metas y los propósitos de formación que se propo-
cimientos, cambie sus actitudes, puntos de vista y opiniones, y amplíe sus nen en el nivel educativo en el que labora, así como aquellos propuestos
perspectivas o altere su comportamiento. en particular para el trabajo y funciones que desempeña, los programas
Así, los fines señalan o explican las intenciones últimas que se tienen de cada docente en su caso y las prescripciones particulares para directi-
al educar y determinan la orientación que se da a la práctica. Además, su vos, administradores, gestores, asesores y otros. Eso permitirá reconocer
generalidad permite un desglose en objetivos o metas más concretas que y confrontar las transformaciones que se proponen al educar.
se expresan en los programas o cursos de cada nivel. «Las metas de un Para profundizar en el análisis conviene hacerse preguntas como: ¿para
programa específico deben indicar claramente el fin hacia el que la expe- qué se educa? ¿Cómo es la formación que espero lograr en mis educandos.
riencia educativa en particular va dirigida. Todas las metas dejarán al des- ¿Cuáles son las características de las personas que espero formar? ¿Que
cubierto la intención de afrontar la necesidad que se descubra» (Bergevin necesita una persona para una vida plena, consciente y satisfactoria, en lo
1982, p. 148). individual y en lo social? ¿Qué transformación espero lograr en el educando
En resumen, al definir lo educativo los teóricos esbozan un proceso de- a su paso por la escuela y que le sea útil en su vida futura?
finido por relaciones humanas para la transformación o cambio en los par- Las respuestas a estas y otras preguntas del mismo orden permitirán
ticipantes, con metas de orden general en lo social y otras más concretas al educador tener una idea clara de hacia dónde orienta sus esfueizoí
en lo particular. Este proceso dinámico, caracterizado por las influencias mejorar la precisión de sus metas educativas personales en función de
recíprocas en las relaciones de los sujetos, es guiado por fines e intencio- transformación del ser educable.
nes que orientan la acción y permiten obtener resultados de formación, de- Destacamos la idea de transformación en quien se educa expresa ^
sarrollo o perfeccionamiento con cierta perdurabilidad. Su concreción debe a través de diferentes posibilidades o logros. Los fines o propósitos
mostrarse de manera efectiva y real, principalmente en el educando, pero generales se dirigen de manera concreta y definida a los proyectos o p .'
gramas educativos, pero, además, están mediados en su definición y c
148 LUCIANO GONZÁLEZ VELASCO PERO, ¿QUÉ ES LO EDUCATIVO DE UNA PRÁCTICA? 149
creción por los fines y valores personales del educador. Es decir, cada uno tificar si se reflejan en nuestra práctica. Una forma de desenmascarar los
de nosotros pretende formar un tipo particular de persona y ciudadano, supuestos es encontrar la relación entre lo que se hace y lo que se produ-
con características que consideramos importantes y necesarias para su ce con ese hacer. Ésta es una manera muy efectiva de comprobar la vera-
existencia. cidad o no de los hecrlos y, principalmente, de analizar nuestras interven-
Así, otra base conceptual, no siempre teórica, está determinada por las ciones como educadore^y reconocer lo que producen. Según Heller (1970),
creencias, supuestos, nociones e ideas que cada educador se forma sobre si después de este procesó los supuestos persisten, devienen prejuicios pues
la educación y lo educativo. Este conjunto de apreciaciones y opiniones que son inconmovibles ante una experiencia cuidadosamente analizada o por
los educadores desarrollamos tiene su base en la teoría asimilada, en la la refutación de la ciencia.
experiencia que se tuvo al ser educado, en el contacto e intercambio con
otros educadores, en las posturas y exigencias sociales que existen sobre
la educación y, principalmente, en el hacer cotidiano que remite a cierto SOBRE LAS ACCIONES EDUCATIVAS
tipo de saberes sobre la propia práctica de educar.
Esa masa de ideas sobre la educación requiere revisión, análisis y, es- Situaciones, hechos, acciones y procesos educativos son nociones que se
pecialmente, confrontación con otros educadores y con los hechos. ¿Por expresarán continuamente, por lo que se exponen algunas definiciones que
qué ha de hacerse? Porque permite la definición y aclaración de las inten- permitan deslindar su manejo y evitar confusiones. Para Postic y Rétele
ciones que, a su vez, guían las acciones de la práctica.
(1988, p. 11), las situaciones educativas son muy variadas:
¿Cómo podemos analizar los supuestos sobre la educación y lo educa-
tivo? Un primer paso es hacerlos explícitos. Un recurso útil es, una vez más,
preguntar por los saberes y creencias que tenemos en lo personal: ¿qué Su punto de unión es el hecho de que varias personas entran en interacción
en un entorno que les es familiar, que en esa interacción tiene lugar un apren-
es para mí la educación? ¿Qué tipo de personas pretendo formar? ¿Para
dizaje o se construye una personalidad, que nacen o se establecen estructu-
qué se educa a una persona? ¿Por qué las personas necesitan educarse? ras relaciónales que determinan las conductas de los participantes en esa re-
¿Qué es lo más valioso que logra una persona con la educación? ¿Cómo lación cuando están juntos.
aprende el otro? ¿Cómo ayudo a que el otro se desarrolle o se forme? ¿Por
qué es así mi práctica educativa? ¿Qué es lo que importa formar en el in-
dividuo? Destaca que al hablar de situaciones educativas se mencionan la gene-
ralidad y diversidad de formas de relación en las que es posible distinguir
Muchas otras preguntas pueden hacerse acerca de lo que se supone en
o inferir interacciones humanas con resultados de formación y desarrollo
la práctica. Éstas pueden referirse a lo que creemos de quien se educa, al
papel de la institución escolar, al papel que ejercemos como educadores, de una personalidad.
Los datos o evidencias que pueden informar o describir momentos o
al papel de la escuela, al cómo y por qué se deben aprender los conteni-
la totalidad de las situaciones educativas se refieren a hechos de la reali-
dos y a todo aquello que se considere importante en la educación.
dad. Por su inscripción en situaciones educativas, los hechos resaltados
Es necesario anotar las respuestas para poder comentarlas con otros
podrán llamarse de la misma manera.
educadores. Esto nos da la oportunidad de confrontarlas con ellos y, so-
A su vez, siguiendo el pensamiento de Weber, se denominará acción a
bre todo, con los hechos, así como la posibilidad de reafirmar, rechazar o
incorporar nuevos supuestos. las interacciones que responden a una intención identificable por su rela-
ción con el efecto o reacción que se produce. Este concepto se desarrolla
Delamont (1988, pp. 56-89) hace un interesante análisis de algunos su-
más adelante con mayor amplitud.
puestos de los profesores que puede servir tanto de referencia para hacer
Establecida así la idea de acción, ésta puede denominarse educativa si
un trabajo parecido, como para comparar nuestras propias creencias.
su realización está orientada por la intención de prestar auxilio o apoyo a
Otro camino posible de aclaración consiste en recoger hechos y tratar
una persona para que logre su formación, desarrollo y la manifestación de
de descubrir cuáles son los supuestos que motivaron la acción observada.
sus potencialidades, y cuando, indispensablemente, se obtienen tales resul-
Ante estas evidencias el educador puede preguntarse cómo supone que el
alumno (o el otro) se forma o se perfecciona. tados en mayor o menor medida (Kratochwill 1987).
Finalmente, las acciones educativas pueden seguir una misma línea o
Una vez explicitados los supuestos y las creencias, hay que tratar de iden-
aspecto de formación para el educando, es decir, permiten que haya acu-
150 LUCIANO GONZÁLEZ VELASCO PERO, ¿QUÉ ES LO EDUCATIVO DE UNA PRÁCTICA? 151

mulación y progresión en el desarrollo y formación del individuo. Se ha- Así, la práctica en sus hechos se mezcla y se confunde con los demás
bla, entonces, de proceso educativo. De hecho, lo educativo no se da en suscesos de la cotidianidad, por lo que es necesario recoger la mayor can-
acciones aisladas sino en acciones educativas vinculadas, con secuencia y tidad de datos y acontecimientos para recuperarlos y significarlos. Como
fines detectables, a las que se denomina procesos, adjetivados así como la realidad de la práctica se desenvuelve en una serie de acciones que se
educativos. desarrollan de acuerdo,"con las circunstancias, recordarlas y tomar nota de
Estas ideas, pese a ser muy generales, permiten una primera aproxima- ellas enfrenta al docente a una especie de caos. Lo real parece desordena-
ción para reconocer las acciones que aportan a la formación y desarrollo do o, al menos, difícil de entender.
de los individuos, no en forma aislada sino en un continuum complejo y La tarea que sigue al registro de hechos es intentar darles orden o en-
multifacético dentro del cual pueden analizarse momentos distintos que, contrar la lógica de la experiencia. Ello requiere de un gran proceso que
desde nuestra perspectiva, permiten a cada educador precisar cuándo y implica sistematizar, caracterizar y, en general, interpretar las acciones
cómo se produce lo educativo en su práctica. educativas y significar la práctica. Todos estos términos se explican ense-
En adelante se retomará la idea de la acción intencionada para trabajarla guida tanto en lo conceptual como en lo operativo.
como concepto para la acción educativa y asentarla como referente a fin Primero es necesario precisar que se toma como unidad de análisis a
de aclarar lo educativo de la práctica. la acción, pues los procesos son muy complejos y sólo su descomposición
en partes lógicas, como la acción, permitirá su reconstrucción al identifi-
car las conexiones lógicas entre las acciones que los conforman.
LA BÚSQUEDA DE LO EDUCATIVO EN LA PRÁCTICA A TRAVÉS DE LAS ACCIONES También hay que remitirse a la búsqueda y significación de las accio-
nes para determinar su condición o característica, es decir, hay que trabajar
desde la teoría de la acción educativa (Kratochwill 1987) para sustentar el
Es necesario recuperar la práctica y sistematizar los hechos y reflexiones
concepto de acción. De acuerdo con esta teoría, no todos los acontecimien-
que de ella se obtengan. Lo anterior requiere de un horizonte desde el cual
tos de la realidad pueden considerarse acciones, pues éstas sólo pueden
se puedan formular preguntas que susciten la reflexión. Este horizonte está
determinado por dos tipos de marcos. ser interpretadas y reconstruidas como tales.
La tercera consideración es que las intenciones, los significados de los
El primero de ellos es el marco contextual en el cual labora el sujeto.
sujetos, no son susceptibles de certificación o cuantificación y sólo se in-
Su práctica real en determinada modalidad y nivel educativo es el origen
terpretan y comprenden desde dentro. La base para buscar y comprender
de circunstancias y problemas que la determinan o inciden. La práctica debe
la interpretación se propone en la teoría de la acción educativa, pues aporta
ser recobrada en el marco de su contexto para comprender su desarrollo
particular. elementos para el análisis. Un primer aporte es entender a la educación,
al igual que a la acción, como algo que puede ser interpretado, según
El segundo es el marco teórico que fundamenta o ayuda a explicar el
hecho educativo en sus particularidades y permite la delimitación concep- Kratochwill (1987).
Los dos elementos principales de la acción, como ya se dijo, son la in-
tual del objeto de estudio en sus partes. Ambos marcos deben integrar un
tención y el efecto o reacción que produce. La intención es una dimensión
enfoque que sirva de sustento a la objetivación de los análisis y propues-
del sentido y permite su interpretación y reconstrucción cuando se reflexio-
tas, así como a su estructura conceptual para lograr la explicación teórica
na sobre ella. Es la intención la que guía u orienta la realización de una
que se pretende sobre la base de la recuperación de la práctica.
acción, por tanto, esta última no existe como tal y sólo puede atribuirse
Se habla de recuperar la práctica en el sentido de traer a cuenta los
hechos de su cotidianidad, pues esta última es algo que se vive momento tal condición a cierta clase de sucesos.
El concepto permite que el análisis de la práctica tenga ahora un enfo-
a momento, en una sucesión continua de eventos que se mezclan y se en-
que hermenéutico y que el trabajo concreto se desarrolle identificando e
lazan entre el recuerdo y el olvido. Esto es necesario porque el «hombre
interpretando acciones en los registros de los hechos. Esa forma de abor-
de la cotidianidad [...] no tiene tiempo ni posibilidad de absorberse en-
daje consiste en tratar de interpretar los acontecimientos, pues, como ex
teramente en ninguno de esos' aspectos para poder apurarlo según toda
plica Ricocur (1970, p. 23), «el problema hermenéutico no es impuesto des-
su intensidad» (Heller 1970, p. 37). Esta depuración requiere un momento
de fuera a la reflexión, sino propuesto desde dentro por el movín r.
de ruptura, la toma de distancia que permite alejarse de y analizar lo co- mismo del sentido, por la vida implícita de los símbolos, tomados en su riive
tidiano.
152 LUCIANO GONZÁLEZ VELASCO PERO, ¿QUÉ ES LO EDUCATIVO DE UNA PRACTICA? 153
semántico y mítico». A esto cabe agregar que «la hermenéutica constituye Esta primera etapa desarrolla la competencia para identificar y signi-
una forma de saber asociada a la interpretación [...]. Heidegger, Gadamer ficar acciones, y permite reconocer qué actores las desarrollan en mayor
y Ricceur precisan que debe recobrarse la interpretación hermenéutica o menor cantidad y si son concordantes una con otra o, por lo menos, tie-
como forma fundamental del saber para la sociedad moderna» (Grundy nen relación entre sí. t¿t.
1994, pp. 87-88). Grundy señala también que «la hermenéutica nos recuerda Otros datos que arroja este análisis son, por ejemplo, qué tipo de ac-
la importancia de tomar decisiones tanto sobre el significado de las reglas ciones se llevan a cabo, quién las propone y quién sigue a quién en su
como sobre la situación en la que han de aplicarse antes de emprender la desarrollo. Para este momento ya se debe haber desarrollado la habili-
acción». dad de formular preguntas que puedan ser contestadas con los hechos
Un camino que lleva a la interpretación consiste en agrupar los acon- registrados.
tecimientos por el sentido que está detrás de ellos. Por ejemplo, en la prác- La capacidad para formular preguntas a partir del registro de los he-
tica docente hay casi siempre momentos de trabajo en los que se organi- chos ayuda también a evidenciar las deficiencias de dicha herramienta y
za, se encuadra la actividad, o simplemente se establecen los acuerdos para las posibilidades de mejorar su elaboración.
realizar la tarea. Lo que hacen, dicen, proponen, responden o producen El concepto fundamental derivado de la teoría de la acción y que orienta
los actores en su interacción es lo que permite reconstruir e interpretar los esta búsqueda en la práctica es el de la «intención educativa», que aquí se
hechos. entenderá como la finalidad o meta de formación y desarrollo esencial o
En una práctica analizada mediante hechos registrados, por ejemplo, específico que cada educador se propone lograr con los otros a quienes
se pudo comprender que había varios sucesos enlazados por una misma educa. Este concepto implica tanto las ideas, nociones y creencias que so-
intención. El profesor observado lograba que sus alumnos dijeran los nom- bre educación y educar posee el profesor, como las referencias y experien-
bres de las localidades que estaban cerca de su lugar de residencia. En otro cias que le reporta su trabajo cotidiano en las tareas de educación en su
momento, los alumnos mencionaban las profesiones u ocupaciones de los contexto institucional, histórico y social.
habitantes de su localidad; más adelante informaban acerca de la produc- Esta idea se relaciona con el concepto de eidos propuesto por Gadamer,
ción agrícola y pecuaria para finalizar hablando de los alimentos que se en cuanto a que «es algo personal, subjetivo, nunca configurado por com-
consumen en la zona. Se pudo interpretar que la intención que guiaba a pleto y siempre en estado de formación». Grundy (1994, p. 93), por su parte,
esa acción era que se manifestaran los conocimientos previos o que por afirma a este respecto que «la acción práctica en sentido aristotélico está
experiencia tenían los estudiantes sobre su contexto. generada por el juicio práctico, verdadera disposición para la acción basa-
Lo anterior es un ejemplo de cómo se puede identificar una acción da en la interacción de un eidos personal, aunque compartido, del "bien"
reconstruyéndola mediante la identificación e interpretación de la inten- y una situación dada».
ción que la guió cuando se realizó. En esta línea de pensamiento, reiteramos que para trabajar con un pro-
En otro tipo de prácticas, como las administrativas, aparece siempre grama educativo no sólo deben considerarse sus objetivos, ya que todo él
un espacio de acción en el que se establece el orden del día o la agenda de está mediado por los propósitos personales del educador con respecto a
trabajo con participaciones de diferente tipo. La reconstrucción de hechos metas de transformación y superación señaladas para sus educandos, tan-
permite entender la intención que los originó. to en lo individual como en lo grupal.
Es conveniente que las acciones se anoten en una matriz de análisis de Cada educador posee intenciones educativas personales, permeadas por
modo que puedan ser fácilmente reconocibles. Para el trabajo interpreta- los propósitos y fines generales de la educación que el grupo social corres-
tivo, los esquemas y matrices —ya sean propuestos por diferentes autores pondiente establece históricamente, por ejemplo, a través de programas
o bien construidos para el efecto— han mostrado ser herramientas útiles. escolares. De ahí que toda tarea educativa, instituida socialmente, está me-
En la elaboración de esquemas o matrices se recomienda no limitarse diada por los propósitos personales del educador con respecto a metas de
a nombrar las acciones —organizar, proponer, participar u otros—, sino cons- transformación y superación que él mismo intenta con sus educandos y que
truir frases con sentido como organizar la tarea, aclarar conceptos, cues- considera «buenas» o cercanas al tipo de «bien» que debe proporcionar.
tionar lo que dice el otro, etc. Ésta será otra habilidad necesaria: poder Al hablar sobre el tema con otros profesionales de la educación, encon-
utilizar o construir matrices o herramientas para el trabajo interpretativo tramos que éstos hacen referencia a intenciones educativas, por ejemplo,
y asignar nombres apropiados a las acciones identificadas. querer que un alumno aprenda a sumar o restar no por la operación en
154 LUCIANO GONZÁLEZ VELASCO PERO, ¿QUÉ ES LO EDUCATIVO DE UNA PRÁCTICA? 155

sí, sino para que pueda resolver problemas de su vida diaria; o que apren- De acuerdo con Kratochwill (1987), de entre las acciones intención
da a escribir bien porque le servirá para comunicarse, etc. Ese aprendiza- das para auxiliar a otra persona en su proceso de formación, sólo aquellas
je es referido también como útil para la adquisición de metodologías de que efectivamente lo logran pueden interpretarse como educativas. Asen-
estudio, de trabajo, de comprensión, de habilidades para la transferencia tarlo así nos permite buscar acciones con intenciones logradas en apoyar
y aplicación de los contenidos, así como para la comunicación y socializa- la formación o desarnfljo de otro, reconociendo que dichas intenciones
ción del individuo, para la comprensión de la realidad y para su adapta- provienen de un conte^o institucional y están mediadas por las persona-
ción, por señalar sólo algunas de las metas que nos proponemos los les del educador, en el caso de los profesionales de la educación.
educadores. Otros se proponen objetivos variados como lograr que sus La descripción de acciones exitosas —en cuanto a logros o productos—
alumnos sean críticos, reflexivos, independientes, buenos ciudadanos, u que puedan atribuirse a un propósito de apoyo a la formación y desarro-
otras metas a las que cada cual dota de significado. llo de otros nos dará la base para identificar tal intención como educati-
Por todo esto se insiste en que, por lo menos en este momento de avance va. Jones y Davis (citados por Leyens 1981) indican que se puede estable-
en el campo de conocimiento, es necesario que cada educador aclare, so- cer correspondencia entre una acción y una intención siempre que el actor
bre la base de evidencias o hechos, cuáles son sus intenciones y las accio- conozca los efectos de su acción y, mediante ella, quiera producir determi-
nes que pueden considerarse educativas, siempre enmarcadas en un pro- nados efectos.5
ceso que las vincule y les dé sentido y congruencia. La intención educativa del conductor o promotor de las acciones edu-
No puede decirse, retomando el ejemplo anterior, que el lograr que se cativas le lleva a proponer formas de trabajo que permitan al educando
manifiesten saberes previos por parte de los educandos responda a una avanzar en su proceso formativo.
intención educativa. Que sea esto último o no depende de que esta y otras Son esas intenciones las que definen el rumbo que cada proceso edu-
acciones vinculadas permitan al educando practicar y aprender cosas que cativo ha de tomar y por las cuales cada profesor imprime su sello perso-
le sirvan para toda la vida, como las habilidades para reflexionar, razonar, nal a su desarrollo, a pesar de que se utilicen los mismos programas e in-
analizar y valorar, por mencionar algunas de las que más apreciamos como cluso materiales de apoyo idénticos, entre otros factores.
educadores. Así, las intenciones guían las acciones, y junto con los resultados, ex-
En resumen, es posible interpretar lo educativo a través de las accio- presados en el desarrollo o el apoyo a la formación de otros, permiten la
nes. Reconocer la intención educativa lograda en la acción sienta las ba- conformación de prácticas educativas particulares, en contextos específi-
ses para comprender su sentido cuando se analizan las prácticas educati- cos, guiadas por el saber y el hacer del educador.
vas. De acuerdo con Kratochwill (1987, p. 106), «las intenciones (que Algunos autores mencionan un «estilo personal» de cada educador,
pueden entenderse según lo anteriormente explicado como metas, fines o mientras que Bazdresch (2000) llama metodología personal a ese conjunto de
propósitos) no son otra cosa que atribuciones de sentido de una forma de- acciones con las que se intenta producir lo educativo. El supuesto es que
terminada y para acciones determinadas». 4 tal conjunto de acciones conformadas en un método o esquema de traba-
Estas intenciones son muy diversas y tienen diferentes niveles de ampli- jo personal, con las que se pretenden efectos o productos educativos, son
tud o profundidad con respecto a lo que se desea lograr en el individuo y a la esencia particular de cada práctica y, en lo general, de ese tipo de prac-
su efecto social, según la formación profesional y la experiencia de los edu- ticas. Son estas acciones intencionadas las que definen e identifican a la
cadores. De esta manera, los resultados educativos que se persiguen pueden práctica educativa como un sistema diferente de otro tipo de prácticas s(
referirse, por ejemplo, a la adquisición de métodos de estudio, contenidos, cíales. Este punto se retomará más adelante.
habilidades para la transferencia y aplicación de éstos, para la comunicación, Finalmente, las nociones de educar y de lo educativo que cada uno
para trabajar en equipo o, simplemente, al manejo de cierta información, forma están integradas por toda una gama de intenciones educativas
por mencionar sólo algunos de los logros que se proponen en las acciones se basan en una formación teórica, en la historia y experiencia persor
de los educadores. El énfasis debe ser puesto en logros o resultados que, efec- así como en el contacto cotidiano con otros educadores. De esa man
tivamente, aporten al desarrollo y formación de los individuos.

1 Según el autor, se requiere de la descripción de una acción para decir que el aconte- 6 El proceso de inferencia en la causa de un comportamiento ha sido ampli<
cimiento fue realizado con una intención. sarrollado en la psicología social. Se recomienda consultar, entre otros, a Leyens
156 LUCIANO GONZÁLEZ VELASCO
PERO, ¿QUÉ ES LO EDUCATIVO DE UNA PRÁCTICA? 157
las intenciones educativas no son concepciones aisladas que orientan la
práctica educativa, sino que se integran en un cuerpo de saberes que per- en el contexto de la institución en la que se desempeña, dejando de lado,
miten el hacer cotidiano en la docencia. Saber y hacer en educación deter- voluntaria o involuntariamente, sus propias metas.
minan en cada educador las características particulares de su práctica. Cada proceder personal permite la organización y convergencia de las
demás lógicas presente* en cada práctica educativa, entre ellas la de quien
aprende, la de los contenidos, la institucional y la de los demás actores, entre
CARACTERIZAR LA PRÁCTICA EDUCATIVA PERSONAL otras. La coincidencia y el encuentro dialéctico de cada una de estas lógi-
cas es posible gracias a las estrategias metodológicas del educador.
Asumir lo anterior permite comprender la importancia vertebral o es-
Esta frase se refiere a identificar y determinar las características de la pro-
tructural de la metodología personal para educar, y el que ésta sea el foco
pia práctica, lo que puede hacerse con diferentes propósitos, perspectivas
principal de análisis y caracterización para lograr la transformación y el
y en distintos momentos del análisis. El objetivo concreto es identificar la
mejoramiento de la práctica.
metodología personal de trabajo en la práctica, considerándola como aque-
Una vez que el educador ha aclarado para sí sus conceptos sobre la
llo que la caracteriza mejor en sus intentos de producción o logro de lo
educación y tiene bien definidas sus intenciones educativas, lo que nece-
educativo. No se trata de ponerle nombre a lo que se hace, sino de reco-
sita es identificar en su práctica las acciones fundamentales con las que
nocer los pasos o acciones que se siguen constante y regularmente en el
pretende alcanzar sus objetivos. Por ejemplo, si lo que le importa es que sus
quehacer cotidiano de educar, lo cual puede lograrse en el análisis de re-
gistros sobre la práctica. educandos sean reflexivos, deberá indagar con cuáles acciones lo logra o
lo pretende y los resultados que obtiene. Esto le permite analizar las accio-
Puesto que cada educador posee sus propias intenciones educativas,
nes que se relacionan con esta intención y dejar de lado aquellas otras, como
desarrolla su procedimiento personal para educar de acuerdo con su pro-
pasar lista o conceder la palabra, las cuales responden a otro tipo de in-
pia lógica, con la que persigue sus intenciones educativas particulares y res-
ponde a sus saberes sobre la práctica. tenciones que acompañan a las educativas.
Esto requiere pasar de los datos de la observación a la identificación
Son estas intenciones educativas las que definen cómo se lleva a cabo
de constantes y recurrencias en las acciones, de modo que se pueda siste-
el trabajo personal de educar sobre las propuestas institucionales expre-
matizar lo observado en la práctica con el fin inmediato de reconocer al-
sadas en los programas o disposiciones respectivas. Las intenciones edu-
gunos de sus puntos nodales. La intención final de todo ese trabajo es, por
cativas personales llevan entonces a proponer secuencias o formas de or-
supuesto, tener elementos para transformar o mejorar la práctica.
ganizar el trabajo o tarea educativos. Lo que se puede lograr o producir
Con las precisiones y regularidades encontradas en los registros de la
por quien educa y en quien es educado varía en cada caso como consecuen-
práctica, se pueden hacer caracterizaciones de ésta. Con ello se responde
cia de este y otros factores, entre ellos las disposiciones naturales de cada
a la siguiente pregunta: ¿qué es lo que caracteriza a esta práctica según las
sujeto. No existen, entre los prácticos, metodologías generalizadas para
acciones regulares que aparecen en ella, cuando se intenta producir o lo-
educar, por más que se haya intentado uniformar el hacer mediante la en-
grar efectos educativos? Reiteramos que son los resultados en el educan-
señanza de métodos particulares para ciertos propósitos, como es el caso
do, sus logros o productos, los que nos permiten reconocer la intención
del método global para la lectoescritura. Esto es reconocido en todas par-
que se logró o hizo realidad, aunque sea parcialmente.
tes del mundo, como lo afirman los españoles Hernández y Sancho: «En la
Ésta es una etapa de análisis muy complicada que remite a definir cri-
práctica es difícil encontrar una tipología pura de enseñante» (1996, p. 144).
terios e indicadores acerca de las metas y logros educativos. Si alguien in-
Como sucede con muchas de las motivaciones humanas, las intencio-
tenta enseñar a sus alumnos a reflexionar, como un ejemplo de intención
nes educativas no son del todo —a veces nada— conocidas por el propio do-
educativa, necesita definir conceptual y operativamente qué es la reflexión
cente. Así, frecuentemente la actuación de este último responde a funcio-
y cómo se manifiesta, además de justificar por qué la considera algo útil o
nes que se definen y validan por la experiencia y el contacto con los iguales'1
necesario en la formación del individuo para su vida futura. Esto debe
hacerse con cada una de las diferentes intenciones educativas.
'' Rosa y Sonia Alvaraclo señalan que, en principio, la función del docente es determi- La definición de observables e indicadores no es algo a lo que los edu-
nada por las normas y expectativas institucionales, pero que se deben desencadenar otros
papeles más integrales construidos y validados consensualmente. cadores prestamos atención pues casi siempre lo damos por hecho o por
entendido en los resultados de la práctica. La mejor manera de precisar-
PERO, ¿QUÉ ES LO EDUCATIVO DE UNA PRÁCTICA? 159
158 LUCIANO GONZÁLEZ VELASCO

los es apoyarse en la teoría que explica el concepto central de la intención siderada una actividad para generar conocimiento, como señalan Quiroz
educativa y derivar de ella, y de la experiencia, indicadores u observables y Morgan (1984, p.32): «La sistematización es, en esencia, una tarea de
congruentes y válidos. conocimiento», realizada por los propios actores de la acción. Además,
Una vez que se identifican estos indicadores, deberá argumentarse por agregan, es «una experiencia profesional que permite ordenar sistemática-
qué se realizan las acciones, por qué en determinado orden y, sobre todo, mente observaciones >s»^que lleva a ciertas conclusiones referidas a un sis-
tema de juicios en que éS*as conclusiones se enmarcan, es una investigación».
por qué se piensa que dan o darían los resultados esperados. La aclaración
Ésta es la razón principal por la que se recomienda esta opción metodoló-
e identificación de esa lógica permite reconocer aquello que se puede trans-
formar o cambiar de la práctica con un propósito definido, teniendo como gica.
Las autoras afirman también que «todos los hombres, por el hecho de
meta última la producción de lo educativo en forma más óptima y con
mayores posibilidades de éxito. Llegados a este punto, es posible explicar existir en la realidad y de actuar en ella, son conocedores, partícipes de un
la lógica con la que se actúa en la práctica y con la que se intenta producir saber que es básicamente continuo», y que «las distintas maneras de
lo educativo. adquirir conocimiento deben ser exploradas sobre el telón de fondo de un
Cuando llegamos a ese momento, casi siempre es posible darse cuen- proceso común».
Se recomienda la reflexión como forma de interpretar y reconocer,
ta de que los educadores guiamos el proceso educativo con ciertos fines y,
con demasiada frecuencia, los haceres y los productos son en extremo di- desde el análisis de los hechos, la significación que se da a la propia prác-
ferentes de lo que nos proponíamos lograr. tica, esto porque la reflexión «Es el esfuerzo por volver a captar al Ego del
Identificar las acciones centrales con las que se pretenden logros edu- Ego Cogito en el espejo de sus objetos, de sus obras y finalmente de sus
actos». No debe confundirse con la intuición porque, a diferencia de ésta,
cativos y explicar el porqué de su selección y orden en términos de lo que
se pretende aportar al desarrollo y formación de los educandos, es lo que se la reflexión «nos permite entrever el lugar de la interpretación en el co-
define como caracterización de una práctica educativa. Cabe hacer notar nocimiento de sí mismo».
que pueden buscarse otras características, como las que se definen por el «Con todo ello tenemos la necesidad de recuperar nuestra existencia,
manejo de relaciones sociales o de los contenidos, por ejemplo, con las que al menos la profesional, para poder dar cuenta de la misma» (Ricoeur 1970,
debe complementarse una caracterización general. pp. 49-50). Cabe agregar a esta cita que es necesario dar cuenta de nues-
tra práctica ante los demás, pero, sobre todo, ante nosotros mismos.
Una característica central de la reflexión es su sentido filosófico y epis-
LA SISTEMATIZACIÓN Y LA REFLEXIÓN SOBRE LA PROPIA PRÁCTICA
temológico de conocer sobre la realidad. Con la reflexión se pretende re-
cobrar aquello que se ha perdido por las condiciones mismas de nuestra
existencia, eso que en el tráfago de la vida cotidiana sucede y se vive sin
Lo que se ha explicado hasta aquí puede ubicarse en dos procesos meto- que quede constancia más allá de lo efímero de los actos y sus consecuen-
dológicos: la sistematización y la reflexión sobre la práctica.
cias, si las hay.
La sistematización es un proceso general de trabajo metodológico sus- «La reflexión es la apropiación de nuestro esfuerzo por existir y de
tentado en teorías específicas, una de cuyas intenciones es organizar las nuestro deseo de ser, a través de las obras que atestiguan ese esfuerzo y
experiencias vividas. Según Cadena (1991), existen dos requisitos inicia- ese deseo» (Ricoeur 1970, p. 51). De ahí que, si queremos conocer nuestra
les para este proceso: a) que exista la experiencia y b) que existan datos práctica, nuestras metodologías de trabajo y la lógica con la que significa-
sobre ella. La metodología de sistematización es útil para todo el proce- mos nuestros haceres, es necesario reflexionar sobre nuestros actos.
so de significar e intervenir en la práctica pues puede cumplir diferen- Ricceur (1970) señala además que «la verdad existo, pienso, queda tan
tes funciones. abstracta y vacía como irrebatible; debe ser "mediatizada" por las repre-
Una de ellas es ser un proceso de reflexión orientado en un marco de sentaciones, acciones, obras, instituciones y monumentos que la objeti-
referencia y con un método de trabajo que permite organizar un análisis
van».
de la experiencia que dé cuenta de lo que realizamos, que facilite su co- La reflexión es entonces una habilidad básica en la formación de los
municación y nos haga tomar conciencia de lo realizado. Es, en suma, un educadores. Es indispensable que el educador adquiera las herramientas
esfuerzo consciente de capturar el significado de la acción y sus efectos. necesarias para pensar sobre los hechos de su práctica, cuestionarlos y
La sistematización, al igual que la evaluación y la investigación, es con-
160 LUCIANO GONZÁLEZ VELASCO PERO, ¿QUÉ ES LO EDUCATIVO DE UNA PRÁCTICA? 161

buscarles una explicación. La reflexión permite significar muchos elemen- yar nuestras afirmaciones sobre la práctica, siempre que sea posible, con
tos escondidos, y a veces desconocidos, que suponen intencionalidad es- las teorías existentes.
pecífica en el hacer. Sobre esta necesidad de reflexionar, en la teoría de la Como apunta Sánchez (1973, p. 127), la práctica no habla por sí mis-
cotidianidad se habla de la ruptura como elemento importante para esca- ma; como todo hecho práctico, tiene que ser analizada e interpretada ya
par de la monotonía y significar la realidad. Es necesario tomar distancia que no revela su sentido a la observación directa e inmediata o a una apre-
de los hechos y acciones cotidianos de nuestra vida para tratar de enten- hensión intuitiva. El criterio de verdad está en la práctica, pero sólo se des-
der su significación. cubre en una relación propiamente teórica con ésta. Esta circunstancia deja
Insistimos en la importancia de que la práctica educativa sea registrada entrever uno de los papeles fundamentales de la teoría en la significación
e interpretada constantemente, reflexionando sobre sus hechos. La reflexión de la práctica educativa.
es aún más válida si se hace sobre ellos, de manera que no puede hacerse Significar la práctica implica, para el educador, entender el sentido de
sólo sobre lo que pensamos o imaginamos de nuestra práctica. «La práctica sus acciones y reconocer qué es lo más importante o esencial en su obrar.
es fundamento y límite del conocer y del objeto humanizado que, como pro- Es decir, el análisis debe permitir que se distingan, en primera instancia,
ducto de la acción, es objeto del conocimiento» (Sánchez 1973, p. 127). aquellas acciones que conforman su práctica dentro del contexto cultural
Las reflexiones expresadas en explicaciones son validadas sólo si se de la educación institucionalizada y que se muestran en un proceder per-
hacen sobre los hechos. Es indispensable entonces registrar los sucesos del sonal preñado de rutinas y rituales, de equívocos e intentos frustrados que
hacer educativo para dejar constancia de ellos. La razón es que, frecuen- coexisten junto con las acciones que verdaderamente educan.
temente, no se hace un alto para reflexionar sobre lo que está pasando, y Una de las mayores dificultades en el proceso de significar la práctica
cuando se tiene tiempo para ello, sólo se poseen vagos recuerdos de lo que se encuentra al definir e interpretar lo educativo en las acciones. Se recal-
pasó. De ahí la necesidad de contar con hechos registrados apropiadamente ca la propuesta de analizar la lógica de los hechos por la intención, meta o
para poder reflexionar en torno a ellos. propósito que se logra una vez que son consumados.
Registrar los hechos de la práctica conduce a un problema de carácter Ya que la práctica educativa es una más de las prácticas sociales, es
epistemológico: ¿cómo lograr observaciones y registros válidos si se trata necesario agregar algunas reflexiones que pueden ayudar a desbrozar el
de una autoobservación? Una primera respuesta remite a la necesidad de camino de las explicaciones pretendidas.
tener competencia para observar y reconocer lo educativo, lo que implica
comprender y practicar la observación junto con la conceptualización co-
rrespondiente sobre qué es educativo. LO SOCIAL E INDIVIDUAL DE LA PRÁCTICA EDUCATIVA
Otra respuesta posible está en la posibilidad de contar con observacio-
nes realizadas por otros y, con todo lo anterior, analizar y discutir con los
Hay que recordar que entre las diferentes prácticas sociales existen aque-
colegas lo observado y asentado como datos o hechos. Esto con la inten-
llas que pueden denominarse educativas. Su conjunto determina un sinnú-
ción de atender a la subjetividad, problema siempre vigente en este tipo
de investigaciones como lo señala González (1993, p. 39). mero de acciones y agentes educativos que incluyen a los sistemáticos y a
los espontáneos o naturales. Además, en cada etapa se tiene, dentro del
Las reflexiones y explicaciones requieren tanto el uso de la teoría como
conjunto de prácticas sociales prevalecientes, cierta práctica educativa que
los apoyos metodológicos pertinentes. Una forma de análisis recomenda-
se determina, principalmente, por el tipo de hombre que se desea formar
da es empezar a distinguir los hechos consignados de las interpretaciones
en ese momento histórico.7 Así, en una misma práctica educativa encon-
que derivan de ellos. Hay que analizar los datos asentados y preguntarse
tramos diferentes tipos de prácticas desarrolladas por agencias y actores
si lo que ahí está es lo que los demás vieron y lo que realmente sucedió.
diversos, cuya producción conjunta aporta a los fines deseados socialmente
En ese sentido es útil comparar lo que se registró de la práctica perso-
y caracteriza en su conjunto a la educación del momento y a la formación
nal con lo que observó otro educador sobre ella o con relatos de los estu-
humana deseada en un conglomerado social específico. En resumen, la
diantes, o mostrar las filmaciones o grabaciones a otros para contrastar
nuestros registros.
Salvada esa parte, hay que buscar referentes teóricos con, por lo me-
7 En sus Filosofías de la educación, Octavi Fullat hace una interesante tipificación del
nos, dos intenciones: a) tener otras perspectivas para el análisis, y b) apo- hombre deseado en diferentes épocas.
162 LUCIANO GONZÁLEZ VELASCO
PERO, ¿QUÉ ES LO EDUCATIVO DE UNA PRÁCTICA?
163
práctica educativa social histórica varía en función de los determinantes que
• Tiene la intención expresa de brindar apoyo o auxilio para la ed
la inciden y prefiguran; además, contiene o está formada por prácticas cación del otro.
particulares referidas a agencias o actores diversos.
• Se produce como resultado de la relación interpersonal.
Como se expresó, cada agente o actor tiene una práctica educativa que, • Remite a un acwerdo o consentimiento previo entre los actores par
a pesar de ser delineada socialmente, se concreta en función de las carac- que sucedan las" c;osas de una determinada manera.
terísticas individuales y de los contextos en los que se desarrolla. Por ello
• Propicia una interacción entre los individuos que aporta o reporta
la práctica educativa individual es única e irrepetible, definida como está transformaciones entre los actores.
por las concepciones y acciones del agente o actor dentro de un ámbito • Genera efectos o transformaciones que tienen cierta y variada per-
social que le impone fines y condiciones diversos. Se puede hablar de una manencia.
práctica educativa social propia de cada época histórica y de la práctica • Está conformada por acciones educativas que se vinculan forman-
educativa individual determinada y determinante respecto de la primera. do un proceso.
Sin embargo, estas afirmaciones son válidas para todo tipo de prácti- • Responde a fines que pretenden el desarrollo, transformación y per-
cas educativas, entre las que encontramos a las espontáneas o naturales y feccionamiento de sujetos para una mejor forma de vida en lo indi-
asistemáticas, así como a las intencionales o artificiales y sistemáticas.8 Esta vidual y social.
distinción resulta muy útil para los efectos de este trabajo, enfocado a las
prácticas institucionales.
Lo anterior puede ser válido para todo tipo de prácticas educativas, pero
Dado que se busca identificar lo educativo del profesional de la educa- las institucionalizadas poseen, además, otras especificidades, entre ellas:
ción, hay que referirse a la educación como actividad intencional, sistemá-
tica e institucionalizada, contraria o, al menos, muy diferente de la educa- • El educador tiene la función e intención expresa de educar.
ción espontánea, natural o asistemática que también está presente en la vida • El efecto, logro o transformación deseada están expresados en dife-
del hombre y es inseparable de la educación institucional. Lo anterior, para rentes señalamientos y documentos, conformados y validados social-
recalcar que en la educación institucionalizada existe el propósito concre-
mente.
to de apoyar el desarrollo de los individuos mediante diferentes tareas es- • El educador agrega sus propias intenciones educativas a sus progra-
pecializadas. Partimos de este planteamiento para entender y definir las mas de trabajo, dentro de los límites institucionales.
prácticas educativas profesionales e institucionalizadas en lo general. • Las acciones se realizan en espacios y tiempos determinados, con
Concretamente, las prácticas dentro de la educación institucional in- contenidos específicos dentro de una institución o, al menos, san-
cluyen cada una de las diferentes profesiones de este campo de activida- cionados por la misma.
des humanas dentro de lo que se denomina escuela; por ejemplo las de los • Se utilizan métodos, técnicas y recursos de apoyo especializados o
administradores y planificadores de la educación, profesores, asesores y particulares para las tareas educativas.
asistentes técnicos, entre otros. Es trabajo de cada uno conceptualizar • Todas las mediaciones utilizadas deben ser congruentes con los pr<
y definir su propia práctica, así como las funciones y acciones que realiza. pósitos deseados y conducir a los productos o metas especificad
Esto permite proponer la revisión de sus hechos para analizar las acciones
previamente.
por su intencionalidad y sistematicidad, todo dentro de los contextos • La planeación y evaluación de las acciones y los logros es requi
institucionales.
indispensable.
Pero, ¿qué es lo que hace a una práctica educativa diferente de otro tipo • En la interacción, los actores reciben influencias educativas quí
de práctica social? En principio, puede decirse que toda práctica educativa: transforman, independientemente del papel que desempenan
• Auxilia o aporta, de manera efectiva, a la formación y desarrollo de Podrían señalarse otras características que corresponden a pr<
otro individuo.
específicas no necesariamente válidas para la generalidad, o tam
manera particular en que cada educador conceptualiza su prácti
" Una disertación sobre los tipos de educación puede encontrarse en la tiva, por ejemplo: «La práctica educativa es el conjunto de acciones
neral de Ricardo Nassif.
van a cabo los educandos-educadores en un contexto espacio-temp
164 LUCIANO GONZÁLEZ VELASCO
PERO, ¿QUÉ ES LO EDUCATIVO DE UNA PRÁCTICA? 165

pecífico en el que la guía de la acción tiene por fin lograr una formación El proceso tiene así un sentido que no sólo le da dirección, sino que
integral por la vía dialógica de los actores en sentido bilateral.» Lo ante- también le confiere congruencia y coherencia, pero tal sentido no es el
rior confirma que las prácticas educativas individuales tienen su propia último ni está definido, pues también se va construyendo en cada momen-
concreción en los conceptos y las acciones. to histórico.
A pesar de las concreciones en la particularidad de cada práctica, es La educación es, putjs, algo que se puede interpretar no sólo median-
necesario identificar algunos elementos y procedimientos para aclarar qué te las acciones, sino también a través de las explicaciones que como pro-
es lo educativo de una práctica individual dentro de lo institucional. Esto ceso puedan aportar. Los: instrumentos para estudiar lo educativo deben
permitirá, a su vez, elaborar explicaciones sobre prácticas contextualizadas. ofrecer la suficiente finura y la posibilidad de captar su dinamismo para
no volver estática la interpretación.
Las indefiniciones de orden conceptual representan un primer obstácu-
CONCLUSIONES lo en cuanto a significar y explicar la realidad educativa. Ésta es, para ex-
presar una visión personal, una serie de procesos dentro de los cuales las
acciones e intenciones de los actores producen alguna forma de desarro-
La teoría de la acción, aun con una pretendida visión totalizadora, aporta llo en todos o en alguno de los sujetos. Los procesos están conformados
elementos para analizar lo educativo. Uno de ellos es entender a la educa- por un conjunto de acciones educativas encadenadas que permiten la acu-
ción, al igual que a la acción, como algo susceptible de interpretación. mulación del efecto transformador que producen y el progreso en la for-
Desde esta perspectiva, parece necesario estudiar a la educación no sólo mación y el desarrollo integral del educando.
como acción, sino como proceso. La acción se convertiría así en un cons- Ese efecto transformador, sin embargo, no siempre es percibido del todo
tructo de interpretación, que requeriría, a su vez, ser interpretado en la por los involucrados en los procesos, y su explicación también está media-
lógica de las relaciones que la convierten en parte de un proceso. da por las definiciones de cada sujeto dentro de un contexto. Eso dificul-
El proceso quedaría integrado y estructurado por un sistema de accio- ta, a su vez, identificar en la realidad cuáles acciones son educativas.
nes ligadas en su parte medular por varias lógicas: la intención o propósi- En este momento del desarrollo educativo, corresponde a cada educa-
to educativo, el esquema de trabajo práctico, el procedimiento didáctico dor aportar —desde el análisis y la reflexión sobre los hechos de su práctica
o método, la concepción teórica que lo sostiene, el contenido, los actores y desde la teoría— una definición de las acciones educativas mediante los
o actuantes que hacen posible la acción y, por último, aunque no necesa- logros o productos que obtiene. Para tal cometido es imprescindible que
riamente en ese orden, la lógica del contexto donde se sitúa el proceso. aclare las intenciones educativas que posee y que determinan su práctica.
Es necesario entender todas estas lógicas en una relación dialéctica, Como se estableció, lo educativo en las prácticas es todo aquello que
lo que permite abordar lo educativo a partir de alguna de ellas, con la aporta, de manera real y efectiva, al proceso de formación y desarrollo de
posibilidad de llegar a las otras cuando se descubre o interpreta su rela- un sujeto en la medida en que permite comprendei y actuar sobre su rea-
ción. Con esto sería posible, también, entender la lógica secuencial del lidad, perfeccionarlo, aportar a su desarrollo y formarlo integralmente.
proceso. Destacan aquí las ideas de proceso, formación y desarrollo. Proceso en
Así, los conceptos que permiten interpretar la acción requerirán de un tanto que una acción educativa es sólo parte de una secuencia mayor que
referente en la realidad educativa, así como de un enlace o relación con acompaña la vida de un sujeto a lo largo de su existencia. Formación en
otros constructos de la lógica del proceso. Un tercer elemento que destaca cuanto a que el sujeto que se educa va logrando, por sí mismo o con ayu-
la teoría de la acción es que privilegia el concepto de hombre, entendido da del exterior, conformar y conjuntar en su persona competencias para
éste como quien le da sentido al proceso y lo intenciona. Esta noción es, desempeñarse dentro de su contexto. Desarrollo porque el proceso educa
al mismo tiempo, contextualizante y dependiente del entorno social. tivo de un sujeto es acumulativo y progresivo en lo intelectual, físico y s
Por supuesto, pueden elaborarse muchas más formas de trabajo para cial, hasta lograr individuos maduros, autónomos y responsables en su vida
analizar y explicar las prácticas educativas, lo que sólo demuestra que este individual y colectiva.
campo de investigación representa un gran reto en el que hay mucho por Así, si bien no se define o precisa en principio lo educativo, si se
hacer, siempre y cuando la intención sea construir explicaciones científi- blece una postura desde la cual se pueden analizar las propias con
cas que permitan la descripción, comprensión o predicción de los hechos nes, los fundamentos de la educación institucionalizada, sus concn
que competen al ámbito educativo.
166 LUCIANO GONZÁLEZ VELASCO PERO, ¿QUÉ ES LO EDUCATIVO DE UNA PRACTICA?
167

en planes y programas. Lo educativo de la práctica personal reside en el LANGFORD, G., «Enseñar y profesionalidad», en W. Carr, Hacia una ciencia crítica
conjunto de acciones básicas y constantes que logran, de manera real, in- de la educación, Barcelona, Alertes, 1990.
tenciones de apoyo o auxilio a la formación y desarrollo de otra persona. LEYENS, f. R, Psicología social, Barcelona, Herder, 1981.
Sin embargo, se requiere de un trabajo metódico y riguroso para poder LOZANO, C., «La pedagogía, los saberes acerca de la educación», en La escolariza-
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EDUCAR
COMPRENDIENDO AL NIÑO
Ernesto Meneses Morales
Dador en Filosofía (Psicología) por la
Universidad de Fordham, Nueva York

Profesor en la Universidad Iberoamericana

EDITORIAL
TRILLAS
México, Argentina. España, I
Colombia, Puerto Rico, Venezu ela I <f
1
¿Improvisación
o preparación?
El hombre de hoy se considera a sí mismo victorioso conquistador
del universo. Con admirable ingenio y paciente preparación ha arran-
cado a la naturaleza secretos tales como la estructura del átomo, la
composición del ácido ribonucleico —chispa inquieta de la vida—, y
el rayo láser, inicio de una revolución en las ciencias naturales así
como en la medicina.
Nunca antes, como ahora, la humanidad se había visto tan cerca
de realizar sus sueños de bienestar y grandeza. El progreso científico
sigue derribando muros seculares.
Con todo, pese a tantas y tan admirables conquistas, la humanidad
no ha podido apartar, ni siquiera suavizar, los males sociales que azo-
tan la convivencia humana. Éstos no disminuirán en número ni en
gravedad mientras no se eduque mejor a las nuevas generaciones.
La tarea de todo niño es definirse a sí mismo. El desarrollo es un
proceso dialéctico entre las propias limitaciones y las impuestas por
el ambiente; supone dolorosas luchas contra opositores dignos; impli-
ca numerosos ensayos, muchos errores y algunos aciertos; significa
imitar y desafiar a los mayores. Todo esto lo facilita la educación
-esa acendrada sabiduría, herencia de millones de generaciones— que
permite a cada niño aprovechar la rica e ilimitada experiencia de sus
antecesores. En este sentido, los niños son hijos de todos los hom-
bres. Absorben y misteriosamente combinan —como el prisma que
transforma el rayo de luz en explosión de colores— los rasgos y las
habilidades de los antepasados.
Mucho se pone en juego con la conducta humana: el presente y
el futuro de los pueblos se cifra en ella. Los líderes emergen de entre
los ciudadanos; de ellos dependen la formulación y observancia de las
leyes, así como el cultivo de los valores morales, inconmovible fünda-

13
LA EDUCACIÓN SE RELEGA AL COLEGIO 15
14 CAP. 1. IMPROVISACIÓN O PREPARACIÓN

mentó de los pueblos. Ahora bien, la conducta moral depende a s desde el nacimiento y se consolidan con los cuidados materiales que
vez de la educación. Por obra de ella el niño desvalido e ignorante éste proporciona al niño, las conversaciones que sostiene con él, los
se convierte en un adulto capaz de bastarse a sí mismo, en un cientí- paseos que efectúan juntos y los juegos que comparten. El papá no
fico dedicado a descifrar los secretos de la naturaleza, en un artista se granjea gratuitamente la confianza del hijo, la conquista mediante
cuyas creaciones matizan con una pincelada de luz las sombras de la los cuidados que le presta durante los años del desarrollo. El amor
existencia. Mediante la educación se aprenden las normas de la con- filial innato es'trn mito. El niño ama a sus padres porque satisfacen
vivencia civilizada, los deberes y derechos de la democracia, la pauta sus necesidades fundamentales, como amaría a otra persona extraña
de una vida mejor que la de los antepasados. que le brindara fós mismos servicios.
Los niños constituyen el recurso más preciado de la humanidad.
Sin embargo, por el modo de proceder humano, parecería que otros
recursos fueran más importantes. En efecto, los hombres estudian LA EDUCACIÓN SE LIMITA AL EXTERIOR
afanosamente para administrar negocios, construir viviendas, curar
enfermedades e interpretar leyes, hasta que un día afrontan, en com- Muchos padres de familia se limitan a dar al niño techo, vestido y
pleta ignorancia, la tarea de educar a sus hijos. sustento, así como ciertos principios de cortesía que le ahorren conflic-
El hombre es un ser paradójico. Se prepara laboriosamente para tos con los demás. Más adelante, lo inscriben en un buen colegio y le
ejercer cualquier profesión u oficio, y aplaudimos que así sea; pero proporcionan la oportunidad de aprender inglés. Pero viven de espal-
acomete la tarea más difícil y absorbente de todas —que, además, das a problemas inevitales de desarrollo, tales como la agresividad, los
dura las veinticuatro horas del día durante veinte años o más— en celos, la curiosidad sexual, la inseguridad y la elección de una carrera.
tranquila ignorancia: ¡el primer niño que conocen de cerca muchos La vida humana no es tan simple como la conciben estos padres que
hombres y mujeres es su propio hijo! sé convierten en meros guardianes de los niños.
Esta ignorancia se agrava debido a ciertas creencias y prácticas di-
seminadas en el ambiente, y de las cuales se mencionarán algunas.
SE APRESURA EL DESARROLLO DEL NIÑO

DISTINTA ORGANIZACIÓN DE LA En algunos hogares, los papas tienen prisa por transformar rápida-
VIDA FAMILIAR mente al niño en adulto, la educación para ellos es obra a corto plazo
y aceleran sus jornadas. Si el hijo del vecino comenzó a caminar al
En el mundo occidental se encomienda al hombre la tarea de ga- año, pretenden que el suyo lo haga a los 10 meses. Se empeñan en
nar el pan y a la mujer velar por el hogar y los hijos. Es lógico que la enseñar al niño de seis años a comer con la urbanidad de un adulto y
madre cuide de los niños pequeños; los comprende mejor. La vida a escribir con la simetría de una imprenta. No advierten que al actuar
moderna ha ahondado esta división. El papá sale temprano a su tra- así violentan el ritmo del desairólo infantil, resultado no sólo del apren-
bajo y, al regresar por la noche, los niños se han dormido o él se siente dizaje, sino también de la maduración, ese grado de desarrollo que
tan fatigado que sólo desea lo dejen descansar. Muchos papas abrigan permite se manifieste una nueva función. Un niño de pocos meses ja-
la convicción de que cuidar de los niños es una tarea básicamente fe- más podrá caminar antes de que sus músculos se desarrollen; tampoco
menina, y se dispensan de tomar parte activa en la educación de los dejará de mojar su ropa hasta que no haya madurado el esfínter que
hijos, lo cual daría a éstos la seguridad necesaria para su desarrollo ar- controla la salida de la orina. El niño al cual se obliga a realizar tareas
mónico. En muchos hogares el padre es sólo huésped y tribunal su- superiores a sus fuerzas frecuentemente se vuelve inseguro de sí mismo.
premo de apelación, cuando la madre se siente incapaz de disciplinar
a los hijos.
Las recientes investigaciones demuestran que el niño necesita tanto LA EDUCACIÓN SE RELEGA AL COLEGIO
del padre como de la madre. Por más que ésta desempeñe a la per-
fección su oficio materno, no puede suplir totalmente el papel del El colegio suele ser la esperanza de ciertos papas respectó de la
padre. Las actitudes y sentimientos del hijo hacia su papá comienzan educación de sus hijos. "Ya verás cuando entres al colegio", suele ser
cación
16 CAP. 1. ¿IMPROVISACIÓN O PREPARACIÓN? EL MAL COMPORTAMIENTO 17

la amenaza al niño caprichoso desobediente e inquieto. Pero durante Es lógico que al considerar al niño como adulto en miniatura se
el largo y decisivo intervalo entre el nacimiento y la entrada al cole- reste importancia a sus primeros años. Se cree que el pequeño olvida
gio, los papas consienten sistemáticamente al niño; es decir, toleran todo lo que le sucede, y se invoca, para demostar la capacidad de ol-
que actúe por completo a su capricho. El colegio no sustituye a los vido de los primeros años, la poética imagen del niño que sonríe en
padres. Completa su obra, y la corrige o consolida en algunos aspec- medio de las lágrimas, como el sol que brilla entre la lluvia. Sin em-
tos. Rara vez logra modificarla fundamentalmente. Los primeros años bargo, los priméfés años son los más impresionables en la vida del
de la vida del niño son cruciales, pues es en esa etapa, en la que no se individuo. La infancia y la niñez son etapas de aprendizaje mediante
puede ser ni objetivo ni crítico, cuando se desarrollan los rasgos bási- el cariño. El niño aprende a sentir, respecto de las otras personas, de
cos de su personalidad. acuerdo con el trato recibido por parte de sus padres. El niño recha-
zado y falto de cariño, generalmente se convierte en un adulto inseguro.
Las primeras experiencias sexuales despiertan, asimismo, actitudes
SE TRATA AL NIÑO COMO ADULTO que perduran hasta la madurez y pueden prolongarse durante toda la
EN MINIATURA vida. Sin embargo, en esos años decisivos se suele dejar al niño aban-
donado a sus propios recursos. Y cuando ya ha crecido, provoca la
Prejuicio muy extendido es considerar al niño como un adulto en admiración a sus padres por comportarse de manera impropia.
miniatura, es decir, como la versión más pequeña, débil y atractiva de
aquél. Así, se habla al niño con el lenguaje abstracto del adulto, se
pretende motivarlo apelando a valores lejanos que no le impresionan; LA HERENCIA, EL VILLANO DE
asimismo, se le juzga presuponiendo en él la deliberación propia de las LA EDUCACIÓN
personas mayores. Sin embargo, el niño y el adulto no difieren sólo *

en centímetros de estatura o kilogramos de peso, ni tampoco en que Se cree, también, que algunos niños nacen con malas tendencias;
el pequeño tiene la tez fresca y sonrosada, y el adulto el rostro surca- en otras palabras, que los caracteres difíciles son hereditarios y cuando
do de arrugas. El ritmo de vida del niño es mucho más rápido que el se observa que Pablito es berrinchudo se cita inmediatamente la his-
del adulto, como lo manifiesta su continua actividad. Cualquier se- toria de la familia: la mamá y la abuela eran así; todos han sido ira-
mejanza entre niños y adultos es puramente accidental. La falta de cundos, por tanto, tal carácter debe ser heredado, creencia errónea
maduración del sistema nervioso impide al niño coordinar su vista y las más de las veces. La agresividad, la desobediencia, la testarudez y
sus músculos. Su conducta suele ser "masiva", de tal suerte que, si se otras conductas indeseables se aprenden, no se heredan. Los niños
enoja, se disgusta todo entero y, si está alegre, lo está todo entero. no nacen agresivos, desobedientes o testarudos, desarrollan éstas y
Los niños no caminan mesuradamente y en dirección definida, otras conductas de acuerdo con el ambiente en que crecen. Pueden
como las personas mayores. Gatean, brincan, trotan o corren como ga- llegar a ser agresivos o pacíficos, inquietos o tranquilos, confiados o
celas. Rara vez se les ve caminar. El intervalo más largo del día de suspicaces. Exceptuadas algunas enfermedades que predisponen a
un niño es el que media entre el mandato de acostarse y el instante conductas indeseables, las demás son producto del ambiente; es decir,
en que acaba de decir sus oraciones, cepillarse los dientes, pedir otro en buena parte, resultan de la educación.
vaso de leche, revisar el juguete preferido, comunicarle un secreto a
su mamá —lo olvida cuando ésta se dispone a escucharlo— cambiar el
gato por el perro como compañero de noche, pedir que se deje encen- EL MAL COMPORTAMIENTO, FRUTO
dida la luz del pasillo y, finalmente, cuando la mamá está a punto de DE LA MALA VOLUNTAD
perder la calma, dormirse como un ángel.
Las diferencias en el aspecto mental son más notables. En el niño Relacionada con la anterior creencia existe otra: los niños adquie-
predomina el pensamiento concreto y mágico, en tanto que el adulto ren consciente o inconscientemente hábitos inconvenientes para moles-
maneja el pensamiento lógico y abstracto. El niño posee una fantasía tar a sus padres, tales como chuparse los dedos, morderse las uñas, ori-
exuberante que le dificulta distinguir entre sus ensueños y la realidad, narse en la cama, desobedecer las normas hogareñas, etcétera. Puede
al grado de informar a su madre que acaba de matar un oso. decirse que estas conductas, de ordinario, constituyen manifestaciones
18 CAP. 1. ¿IMPROVISACIÓN O PREPARACIÓN? CONCEPTO DE EDUCACIÓN 19

externas de tensión emocional por falta de cariño, por rechazo o por otros tiempos, cuando no existía la tensión inducida por el cambio,
discriminación. Juanito llegó, por su agresividad, a desesperar a sus la competencia, la eficacia y la rapidez.
padres, hermanos y compañeros de colegio. Sus padres habían ago- La celeridad de las comunicaciones ha empequeñecido el planeta.
tado con él todos los recursos ordinarios, y no sabían qué hacer, Las noticias de acontecimientos amenazadores, indiferentes o placen-
especialista recomendó la psicoterapia, en cuyo curso se descubrió teros se difundan instantáneamente. Por otra parte, las mismas etapas
que la mamá había rechazado al niño y prefería decididamente a la del desarrollo flw niño se han condensado, y éste queda expuesto a
hija. El niño percibía tan claramente el rechazo materno, que en una sacudidas nocivÉ^en los años más impresionables de su vida. A guisa
ocasión manifestó con toda naturalidad: "Mi mamá no me quiere, y si de ejemplo, puede mencionarse la franqueza brutal que impera en
ella no me quiere, ¿quién puede quererme?". Por otra parte, Juani- nuestros días respecto del sexo, la cual provoca en el niño un brusco
to no se permitía considerar mala a su mamá, quien nunca lo había despertar —inusitado por completo en otros tiempos— que lo obliga
querido, y se hizo malo para descargar en sí mismo el castigo que no a afrontar estímulos impropios para su edad.
podía lanzar contra ella. Una vez que la mamá se percató del rechazo, Por otra parte, la influencia paterna ha disminuido, al paso que la
y trató de compensarlo, el niño no tardó en responder al cariño que televisión ofrece al niño, en fugaces imágenes, otras enseñanzas, dife-
se le mostraba. rentes de las familiares y opuestas frecuentemente a éstas.
Si la naturaleza humana es tan compleja, si los padres, sorprendi-
dos ante las conductas incomprensibles de sus hijos, saben que no
existen instintos educativos y admiten que tampoco basta el sentido CONCEPTO DE EDUCACIÓN
común, ni las tradiciones familiares para educar a los niños, es evidente
que para ejercer el oficio de padre o madre se requiere de preparación. Pero ¿qué es la educación? Hasta hace poco, se definía como el
Sin embargo, en la práctica suele precederse como si ninguna prepa- influjo deliberado y sistemático que las personas maduras ejercen so-
ración fuera necesaria. Los padres se comportan como si el mero bre el niño mediante la dirección e instrucción, con el fin de lograr el
hecho de engendrar y dar a luz a un hijo les confiriera automáticamente desarrollo armónico e integral de sus capacidades, el cual le permitiría
el conocimiento para educarlo. llevar una vida útil y feliz dentro de su grupo humano.
La educación es en sí una tarea difícil por dos razones, evidencia- Sin embargo, la educación consiste en algo más que el influjo de-
das por las investigaciones contemporáneas (Glaser, 1962, Hilgard y liberado y sistemático. Consta de todas las interacciones entre los pa-
Bower, 1966, págs. 552-553); en primer lugar, la educación tiende a dres y el niño: actividades, creencias, información, intereses y valores
alcanzar objetivos amplios, tales como ser ciudadano responsable, pro- de los padres y, sobre todo, sus conductas. En otras palabras, la edu-
fesionista competente, trabajador cumplido y, paradójicamente, al cación del niño implica tanto el conjunto de principios que los padres
mismo tiempo procura aumentar las diferencias entre tales objetivos le inculcan deliberadamente como las actitudes y conductas incons-
mediante el cuidadoso cultivo del talento individual. Comparada con cientes de aquéllos. Estas interacciones afectan al niño y modifican
el entrenamiento, se advierte la mayor dificultad que implica la edu- así sus potencialidades para el futuro. De ahí que se prefiera otra des-
cación, ya que el primero se propone objetivos específicos -impri- cripción del fenómeno educativo y se lo defina como el proceso que
mir un libro, pilotear un avión, instalar un equipo de sonido y culti- proporciona aquellas habilidades que permitan al niño bastarse a sí
va, además, cierta uniformidad. mismo y tomar su lugar en el grupo.
La educación es asimismo difícil por una segunda razón: pretende No todas las interacciones entre los padres y el niño están inten-
alcanzar objetivos aparentemente contradictorios: exigir al niño obe- cionalmente orientadas a su educación. Unas consisten en alimentarlo,
diencia —hacer lo que sus mayores determinen— y al mismo tiempo abrigarlo y protegerlo; otras expresan cariño o frialdad, aceptación o
independencia -bastarse a sí mismo-; inculcarle el espíritu de com- rechazo, cuidado o indiferencia. Ciertamente, todas ellas parecen care-
petencia y, simultáneamente, recomendarle hacerse querer; inducirlo cer de un propósito definido para orientar al niño en el momento ac-
a amar a su patria y, al mismo tiempo, a no menospreciar a los ex- tual o en el futuro. Con todo, lo afectan cuando ocurren, máxime si él
tranjeros. mismo las suscita consciente o inconscientemente en las personas que
La época en que vivimos hace que la tarea del padre y de la madre lo rodean. Por lo mismo, son elementos importantes de su educación,
sea más difícil y llena de riesgos. La vida actual es diferente de la de pues todas ellas, deliberadas o no, modifican las conductas presentes
20 CAP. 1. ¿IMPROVISACIÓN O PREPARACIÓN?

y las potencialidades para el futuro. El beso con que se premia al niño


que cumple sus tareas escolares, no sólo influye en su conducta actual,
sino que añade, para el futuro, la esperanza de que suceda lo mismo en
ocasiones semejantes, y el augurio de una futura conducta responsable.
Los padres no son los únicos que moldean la personalidad del niño.
Los amigos, parientes, compañeros de escuela o de grupo y, sobre todo
los maestros, contribuyen a esta importante tarea. Sin embargo, por
la vía del cariño, son los padres quienes más hondamente influyen en
el hijo, no sólo en la conducta actual, sino en la futura.
Estas consideraciones desembocan en una conclusión ineludible:
es preciso que los padres se preparen para educar a sus hijos. La meta
de la educación
Tópicos para reflexión*

1. Los padres no poseen un instinto especial para educar a sus hijos. Todo niño nace dotado de un conjunto de características: inte-
2. Las tradiciones educativas de nuestros antepasados no bastan para resolver los
problemas actuales. ligencia brillante o mediana; sensibilidad delicada u obtusa, fantasía
3. Los primeros años de la vida del niño son de especial importancia. rica o escasa; en otras palabras, recibe determinados rasgos para ejer-
4. El niño no es un adulto en miniatura. cer ciertas actividades en la vida. Al nacer, entra a formar parte de
5. La educación debe partir del respeto a la persona del niño. una familia más o menos estructurada. Sus padres son jóvenes o ma-
6. La educación consiste sólo en el influjo deliberado sobre el niño. duros, sanos o enfermos, de situación económica desahogada o estre-
7. Los padres, por la vía del cariño, influyen más hondamente en la conducta de cha; con muchos o pocos amigos. La mutua interacción de estas dos
los hijos. fuerzas —dotación congénita y ambiente— modela la personalidad
del niño, sin olvidar que éste contribuye también a modificar el am-
biente: un niño sonriente y extrovertido atraerá a los miembros de su
familia, mientras que el retraído los ahuyentará.
La tarea primordial de los padres es ayudar al niño a desarrollar-
se plenamente. Pero su cometido no termina allí, ya que, una vez
desarrollado el hijo, surge la pregunta: ¿qué va a ser en la vida? O
mejor, ¿qué va a hacer con su vida? Algunos padres se imaginan al
hijo convertido en hábil abogado, médico certero en sus diagnósticos
o comerciante astuto, dueño de una gran fortuna o artista cuya fama
haga brillar el apellido paterno.
Proceder así equivale a imponer al niño un género de activida-
des que atrepella su derecho a la propia determinación y prescinde de
sus cualidades. La misión del hijo no consiste en realizar el ideal de sus
padres, ni su destino es plegarse a los deseos paternos, por excelentes
que éstos sean. Pero los padres de familia tampoco deben abando-
nar al niño a la ventura ni dejar de proponerse una meta concreta res-
pecto de su educación. El escultor no cincela el bloque de piedra
en cualquier sentido ni con cualquier intensidad; tampoco deja al
* Las proposiciones no ejtán necesariamente de acuerdo con la doctrina expuesta en el acaso la forma que surgirá de allí; el viajero no emprende la jornada
capitulo. ignorante de su destino ni el escritor alinea cualesquiera palabras, y

21
22 CAP. 2. LA META DE LA EDUCACIÓN MADUREZ Y ADAPTACIÓN 23

encomienda a la suerte el sentido de las frases. Es preciso señalarse todo, se siente querido y aceptado por sus padres, está bien adaptado.
una meta en la educación de los hijos que respete, de una parte, las En cambio, el niño de seis años que no se despega de su mamá, se
potencialidades del niño y, de otra, lo ayude a realizar su destino muestra triste o constantemente asustado, desobedece y pelea con
personal. frecuencia, no está bien adaptado.
Tampoco está bien adaptada la adolescente de 14 años que huye
de los muchachos y se avergüenza de ser mujer; ni el adulto que, ante
LA MADUREZ INTEGRAL, cualquier dificultad, se refugia con sus padres como niño medroso, o
META DE LA EDUCACIÓN ahoga sus problemas en el alcohol, las drogas o el juego.
No ha de pensarse que la adaptación es conquista perdurable; es
¿Cuál debe ser la meta de los esfuerzos de los padres?: ayudar al un proceso continuo como la vida, y exige al individuo la modifica-
niño a madurar en cada etapa de su vida (Eson, 1978, págs. 10-11). ción constante de sus pautas de conducta. Se madura en cada etapa
Durante la primera infancia debe aprender a caminar, a tomar alimen- de la vida, y las crisis superadas consolidan la madurez obtenida.
to sólido, a hablar, a controlar las funciones biológicas y conocer las Existen dos tipos de adaptación: la estática, que deja intacta la
diferencias entre los sexos; a adquirir la modestia, a formar conceptos estructura del carácter —conducir un auto por la izquierda al modo
sencillos de la realidad material y social, a relacionarse con su padres, inglés— y la dinámica (de la cual tratamos), propia del niño que se
hermanos y otras personas y, por último, a distinguir entre el bien y somete a las órdenes de un padre severo, y se vuelve dócil al reprimir
el mal. la hostilidad que siente contra aquél, pues resultaría peligroso expre-
En la niñez, además de los logros enumerados (Havighurst, 1953) sarla públicamente (Fromm, 1941, págs. 39-40).
el individuo debe adquirir actitudes sanas sobre sí mismo, desarrollar La adaptación es, además, un término relativo. ¿Adaptación a
destreza física, aprender a congeniar con sus compañeros y desempe- qué? No es posible describirla sin introducir otro término del cual
ñar el papel masculino o femenino apropiado; valerse por sí mismo y depende. Decimos de una persona que está bien adaptada cuando
lograr cierta independencia personal; aprender a leer, escribir y contar; encaja bien en su ambiente y logra, al mismo tiempo, un estado per-
desarrollar las habilidades requeridas en la vida ordinaria para cruzar manente de bienestar. Acepta las exigencias y limitaciones del medio,
calles, orientarse en la vecindad, usar el transporte público, hacer pero está alerta para modificarlas, de modo que resulten satisfactorias.
compras, etcétera, y, finalmente, formar su conciencia moral. Durante La adaptación, pues, supone una constante interacción entre el indi-
la adolescencia, deberá hacer uso adecuado de su libertad; lograr rela- viduo y el ambiente; cada uno exige algo del otro. Algunas veces el
ciones maduras con los compañeros de la misma edad y de ambos individuo se adapta, al plegarse a las condiciones definitivas e inmu-
sexos; labrarse un papel social masculino o femenino; reconocer sus tables del ambiente —la muerte de un ser querido, por ejemplo— y
cualidades y compensar sus limitaciones; ser tolerante; independizar- otras, modifica las circunstancias para conseguir la satisfacción de
se emocionalmente de los padres; elegir una ocupación y prepararse alguna necesidad: buscar mayor amplitud en el trabajo o cambiar
para ella; conocer sus derechos cívicos y ejercerlos; prepararse para de ocupación para realizarse de manera más plena.
fundar su propio hogar y formarse una sana jerarquía de valores. De lo dicho anteriormente se desprende que la adaptación nunca
Y ¿después? Sobreviene la madurez integral propia del adulto. constituye un proceso de un solo sentido, como si el individuo tuviese
siempre que ceder. En muchas ocasiones habrá que modificar el am-
biente, o encontrar otro más propicio para el bienestar.
MADUREZ Y ADAPTACIÓN Tampoco debe pensarse que la madurez o adaptación equivalen
siempre a un estado de ininterrumpida felicidad. La vida humana
La madurez integral puede también describirse en términos de está tejida de alegrías y tristezas, de fracasos y triunfos, de excitación
buena adaptación. La persona madura física, mental, emocional y y monotonía. Por eso, la buena adaptación acepta la contrariedad y
socialmente, está bien adaptada. Así, -como se ha dicho anterior- la tristeza, y desarrolla ingeniosamente formas para compensarlas. El
mente- la meta de la educación sería lograr que el niño esté bien individuo bien adaptado es aquel que se arregla con su ambiente social
adaptado en cada etapa de su vida. Cuando el niño come y duerme y material, aceptando ciertas frustraciones inevitables, o modificando
bien, ríe fácilmente, tiene amigos y se lleva bien con ellos y, sobre las condiciones de manera que logre una transacción satisfactoria.
24 CAP. 2. LA META DE LA EDUCACIÓN ELEMENTOS DE LA MADUREZ INTEGRAL 25

La vida de todo ser humano exige cambio. El niño tiene que • Compensación, que repara una contrariedad con alguna satis-
abandonar el alimento materno y tomar el biberón para luego apren- facción en otra área.
der a ingerir alimentos sólidos. Si de bebé era centro único de atención • Represión: impedir el ingreso a la conciencia de los pensamien-
en el hogar, pasa ahora a ocupar un lugar compartido a veces no muy tos desagradables.
equitativamente con sus hermanos; si antes dedicaba días enteros al • Soñar despierto: satisfacer deseos frustrados por logros imagi-
juego, ahora debe consagrar largas horas a tareas monótonas: sumar narios.
columnas interminables de guarismos; traducir un enrevesado párrafo • Identificáéjón, como apropiación de ciertas características de
del inglés. Si antes sólo recibía el trato cariñoso e íntimo del hogar, una persona a quien se estima.
donde es aceptado por ser hijo, ahora experimenta el trato conven-
cional de la escuela, donde se le estima por sus logros. Si antes se le Excusamos prontamente nuestros errores e imperfecciones —se
animaba a ser un niño juguetón y travieso, ahora se le pide portarse les arroja a los rincones más oscuros de la conciencia — y disimulamos
como muchacho quieto y formal. Pero la vida impide también el hábilmente los reproches propios. Casi todos solemos estimarnos más
cambio. Los días de la joven esposa, una vez desvanecida la novedad de la cuenta y, al mismo tiempo, nos menospreciamos; pero la estima
de la luna de miel, se suceden sobre un fondo de gris monotonía: pre- exagerada queda a nivel consciente, mientras la desestima es reprimi-
parar la comida, asear la casa, cuidar a los niños y, así, día tras día. da y confinada a las profundidades del inconsciente, aunque aparezca
Los escasos acontecimientos excepcionales sólo ponen de relieve el fugazmente al sorprendernos en una debilidad, error o falta.
uniforme transcurso de la vida. De ahí que la adaptación exija una La habilidad del individuo para conocerse a sí mismo depende del
amplitud tan grande como las condiciones concretas de la vida misma; grado de inteligencia, de los éxitos o fracasos en el manejo de la reali-
o sea, una paradójica mezcla de flexibilidad e inmutabilidad. dad y de sus relaciones con los papas. Cuando éstos le resuelven al
¿Cuáles son los elementos de una buena adaptación o de la madu- niño todas las dificultades, le conceden cuanto pide, por nocivo que
rez integral? sea, y culpan a los demás por los defectos del hijo, impiden que el
niño llegue a conocerse a sí mismo. No podrá tener, así, idea cabal
de sus recursos reales y crecerá con una falsa imagen de sí mismo. Por
ELEMENTOS DE LA MADUREZ INTEGRAL otra parte, los padres que exigen demasiado al hijo y le imponen res-
ponsabilidades superiores a sus fuerzas lo obligan a formarse la imagen
de ser inútil y despreciable.
El primer elemento es la habilidad para conocerse suficientemente El conocimiento propio debe conducir a la aceptación de sí mis-
a sí mismo y al mundo. Tal conocimiento de sí mismo consiste en mo. La persona que se acepta no es presuntuosa ni alardea de sus
una ecuación entre lo que uno realmente es yAo/Que piensa que es. logros engrandeciéndolos ante los demás; tampoco siente piedad de
Cuando esta ecuación es correcta, el individuo reconoce sus capacida- sí misma. Está contenta de ser lo que es, aunque trate de mejorar.
des sin exagerarlas, y acepta sus limitaciones sin negarlas o atribuirlas No se odia ni se ama exageradamente. Ha llegado a la ecuación co-
a los demás. rrecta entre lo que es y lo que piensa que es, y sólo trata de fomentar
La estima propia suele ser exagerada en los seres humanos y, por sus cualidades y compensar sus limitaciones.
lo general, se encuentra parapetada tras un sistema casi infranqueable Un segundo elemento es el sentido del humor, el cual consiste,
de mecanismos de defensa. Éstos son: según Meredith (citado por Allport, 1977, pág. 349), en la habilidad
para reírse de las cosas que se aman —inclusive de uno mismo— sin
Negación, como resistencia a afrontar una realidad desagradable. dejar de amarlas.
Racionalización, que hace énfasis en una razón falsa. El sentido del humor es distinto del sentido de lo cómico —es
Regresión, que implica el retroceso a etapas anteriores del des- decir la percepción de un elemento absurdo en personas y situaciones—
arrollo. presente en niños e individuos inmaduros; sólo el adulto maduro po-
Proyección: atribuir las propias deficiencias a otra persona. see sentido del humor: la percepción del contraste entre pretensión
Formación reactiva: evitar la expresión de deseos peligrosos y realización escondido en un suceso importante o una acción propia.
mediante la exageración de la conducta opuesta. El niño puede manifestar un agudo sentido de lo cómico, pero no
26 CAP. 2. LA META DE LA EDUCACIÓN ELEMENTOS DE LA MADUREZ INTEGRAL 27

suele reírse de sí mismo. Sólo el hombre maduro, consciente de cua- Los niños aprenden a manejar sus emociones mediante el ejemplo
lidades y valores, percibe la incongruencia de ciertas situaciones. de sus papas: pueden sentir ira ante las contrariedades, pero no hacen
La capacidad para relacionarse afectivamente con famil -es y berrinches cuando son incapaces de conseguir lo que desean.
amigos es la tercera característica de la madurez integral. El amor del La madurez integral supone, por último, un objetivo en la vida
niño es egoísta y descansa en ser amado. Cuando da algo por primera (Bühler y Massarik, 1968). Los impulsos humanos son múltiples
vez a la madre o al padre -un dibujo suyo o cualquier otra cosa-, e innumerablesiás oportunidades para realizarlos. Es imposible, por
pasa del estadio de ser amado a la fase de amar. La madre deja de ser tanto, realizar f<|dos los deseos e impulsos, así como aprovechar to-
un simple medio para satisfacer las necesidades infantiles y, en cam- das las oportunidades, máxime cuando nuestros deseos nos empujan
bio, las de ésta adquieren más importancia que las del hijo. El ver- hacia direcciones opuestas y las oportunidades se presentan simul-
dadero amor saca al niño de su aislamiento egoísta y le hace sentir táneamente. Si no existe un principio ordenador que dé cohesión y
la necesidad de dar, de participar, de entregarse. Muchas formas de unidad a nuestros impulsos y deseos, éstos destrozarán nuestra salud
apego emocional que se registran con el nombre jde amor no son sino o nos dispersarán en mil propósitos sin importancia.
adhesiones egoístas en las que una persona da y la otra recibe pasi- El estudio de la biografía de algunos individuos manifiesta que
vamente; una se entrega, y la otra usa de esa entrega para satisfacer éstos tenían una meta hacia la cual tendían; unas veces era un solo
sus necesidades personales. No hay entrega mutua ni respeto mutuo; propósito en toda la vida y, otras, objetivos parciales que alcanzaban
se trata sólo de una relación de explotador y explotado. paulatinamente.
El niño aprende a relacionarse afectivamente con los demás por Mohandas K. Gandhi (1869-1948) se graduó de abogado en Lon-
medio de sus padres. Se percata del trato que su papá le da a su dres, y después de ejercer por corto tiempo su profesión en Bombay,
mamá y viceversa. Percibe si el padre es considerado y respetuoso se estableció en África del Sur (1893), donde la discriminación racial
con la esposa o la trata sin miramientos, como esclava de sus capri- practicada contra sus compatriotas que ahí trabajaban lo sublevó, y
chos y blanco de sus explosiones emocionales. El niño advierte la lo determinó a combatirla mediante la resistencia pacífica.
clase de amor que le brindan sus padres: ¿lo quieren incondicional- En 1908 regresa a la India, donde abandona el ejercicio de la abo-
mente como a un hijo o por las ventajas que esperan obtener de él? gacía para consagrar su vida a la lucha por la independencia de su
El manejo adecuado de las emociones que dan colorido a la vida patria. A la vuelta de incontables encarcelamientos y huelgas de
humana, es el cuarto elemento de la madurezJntegral. Un estímulo hambre, Gandhi logró, sin violencia, ver coronados sus esfuerzos: la
peligroso provoca miedo; la injusticia que atrepella al desvalido excita India se independizó de Inglaterra en 1947. Sus compatriotas lo
la ira; la tristeza por un duelo despierta compasión. Los sentimientos llamaron Mahatma (alma grande) título bien merecido por sus 39
y emociones son el modo de relacionarnos con las personas, situacio- años de lucha incesante sin desistir jamás de su propósito.
nes y sucesos que forman la urdimbre de nuestra vida. El manejo ma- Hemos señalado los elementos más importantes de la madurez
duro de las emociones no consiste en reprimirlas —seria inhumano—, integral, los cuales constituyen el propósito de toda educación. La
sino en reaccionar adecuadamente a los estímulos. madurez integral supone que los niños se conozcan a sí mismos, se
Quedarse clavado en un sitio, sobrecogido de pánico, o perder el acepten, estén libres de presunciones o miedos infundados, y puedan
juicio en un arrebato de ira, son reacciones emocionales inadecuadas, relacionarse debidamente con los demás. Tales objetivos deben aco-
como la tristeza del niño que llora por el juguete roto cual si se tratara modarse a las etapas de la vida del niño. Los padres tendrán así un
de una lesión propia. El niño desperdicia energía en pos de deseos propósito claro y definido, de suerte que los hijos, al separarse del
que no se cumplen, y esto mismo sucede en algunos adultos que no hogar paterno para fundar el suyo, lleven un programa que realizar
han aprendido a conseguir las cosas en forma debida ni son capaces en beneficio de las nuevas generaciones.
de manejar sus emociones: éstas los manejan a ellos en forma tumul-
tuosa. La diferencia entre la reacción del niño inmaduro y del adulto
maduro radica precisamente en el dominio de las emociones. Una Tópicos para reflexión
reacción emocional madura guarda adecuada relación con la natura-
leza e intensidad del estímulo. No gasta cincuenta grados de emoción 1. Los padres no deben idear un destino especial para sus hijos.
por un estímulo que vale diez. 2. La adaptación supone que algunas veces debamos ceder a las de las del
ambiente.
28 CAP. 2. LA META DE LA EDUCACIÓN

3. Pocas personas alcanzan la madurez integral que describen los psicólogos.


4. La madurez en un aspecto ayuda a obtener la madurez en otros.
5. La madurez emocional consiste en el control de las emociones.
6. Es necesario poseer una meta en la vida para poder alcanzar así la madurez
mental.
El ambiente
propicio
Todo niño nace dotado de un sistema de defensas contra las bacte-
rias y los virus que abundan en este mundo. Sin embargo, es necesario
cuidar del ambiente físico, formado por un conjunto de condiciones
como la temperatura, la humedad, etcétera, a fin de que el frágil or-
ganismo infantil fortalezca sus defensas contra los agentes portadores
de las enfermedades. De otra suerte, sucumbiría fácilmente a los ata-
ques de estos diminutos y temibles enemigos.
Además del ambiente físico, existe el psicológico -conjunto de
circunstancias que afectan de una u otra manera la conducta del niño
y que, en parte, él suscita- importante para ayudarlo a sobrellevar los
conflictos, contratiempos y sinsabores de la vida. Tan íntimamente
influyen los dos ambientes en el individuo que, si se descuida la con-
solidación de uno de ellos, las defensas del organismo tienden a dis-
minuir.
Entre los elementos que conforman el ambiente psicológico del
niño pueden mencionarse el humor y estado de salud de los padres,
su actitud acerca del hijo, la situación económica y nivel social y aun
el mismo orden en que nacen los hijos. El primogénito suele perma-
necer algunos meses o años como hijo único y naturalmente, recibe
considerable atención de los padres y parientes. De pronto, al nacer
otro niño, aquél se encuentra destronado. Debe convivir con alguien
que parece robarle la atención de los progenitores. Busca entonces
neutralizar la desventaja de haber sido desplazado. Quiere seguir sien-
do el primero y, cuando no es así, se vuelve agresivo, pierde interés y
se retrae, o se defiende con los celos, en apariencia, del bebé recién
nacido; en realidad de los papas.
El segundo nace cuando tiene ya otro hermano. Su desventaja
consiste en no ser tan hábil como el primero. Pronto empieza a per-

39
40 CAP. 4. EL AMBIENTE PROPICIO EL CARIÑO 41

catarse de esta limitación que señala su inferioridad. Actúa como si este estado de cosas. La mayor parte de labores hogareñas —lazo de
tuviera siempre que ponerse al corriente. Un niflo expresó gráfica- unión de la familia- empezó a efectuarse fuera: tejer, hacer el pan,
mente lo que deben sentir muchos hijos segundones: "papá, llévame reparar los muebles, etcétera. El resultado lógico fue que los indi-
a otra parte donde el tiempo pase con más rapidez para que pueda viduos no necesitaban trabajar en el seno de la familia sino fuera de
emparejarme con mi hermano mayor". El segundo tiende a hacerse él; es decir, el grupo familiar dejó de ser el centro en cuyo derredor
más activo o más pasivo, más o menos independiente que el primero. giraba la vida av ;sus miembros. Este tipo de familia aún perdura en
Cuando son varios hermanos, el niño intermedio carece de los dere- algunos de los países más atrasados.
chos del mayor y de los privilegios del más pequeño. Debe abrirse Con la industrialización y la formación de la sociedad urbana ha
paso casi solo, apoyado en su propio valer. Suele sentirse explotado. aparecido otro tipo de familia, cuya unión no depende de las labores
A veces logra opacar a sus competidores y se convierte en la lumina- de cada uno de sus miembros en beneficio mutuo —éstas se efectúan
ria de la familia. fuera del hogar— sino de las necesidades emocionales de sus miem-
El último hijo encuentra hermanos superiores a él; pero aprovecha bros. El padre se ausenta por lo menos durante ocho horas -con
la ventaja de ser el más pequeño. Suele ser el "consentido" y en algu- frecuencia también la mamá- y la única actividad realizada regular-
nas familias el mandadero de los mayores. Con frecuencia desarrolla mente en el hogar consiste en preparar la comida, lavar la ropa y edu-
rasgos que lo convierten en el gracioso, débil, chistoso o desvalido de car a los niños. El vínculo más importante que enlaza a los miembros
la familia. Suele desalentarse al encontrar reñida la competencia con de la familia urbana moderna es el cariño. Cuando éste se apaga, la
los hermanos. pareja se separa y los hijos —si los hay— quedan al cuidado de alguno
El hijo único crece entre adultos. El ambiente lo inclina a desarro- de los papas (Mousseau, 1975, págs. 52-53).
llar habilidades que le aseguran la atención y ayuda de éstos, o puede
volverse tímido e inútil.
La actitud de los padres respecto de cada hijo se modifica según EL CARIÑO
el desarrollo del niño y las cualidades que despliega. La salud y posi-
ción económica de los papas suele variar también. A las estrecheces
naturales de los primeros años de matrimonio sucede a veces la abun- Las investigaciones realizadas más recientemente indican que la
dancia de la madurez. Por tanto, el ambiente cambia constantemente satisfacción de las necesidades físicas del niño -alimento, aire, abri-
en este sentido. go, limpieza y sueño - no basta para su desarrollo normal. Los niños
Estos elementos ambientales ejercen de ordinario influjo en el de asilos y orfanatos, a pesar de tener satisfechas estas necesidades,
niño; pero tres son los que afectan decisivamente su vida: el cariño, manifiestan rasgos de agresividad, incapacidad de dar afecto y recibir-
la aceptación, y la estabilidad. lo, lentitud para aprender y, sobre todo, inseguridad. Estos niños
duermen menos que los de un hogar normal, rara vez sonríen o dan
muestras de alegría y son pasivos y apáticos. El marasmus, forma de
LA ORGANIZACIÓN DE LA FAMILIA consunción lenta, no se debe a factores físicos, sino que parece estar
relacionado con serias perturbaciones emocionales de los recién naci-
Antes de hablar del cariño conviene recordar brevemente la his- dos. Otros estudios concluyen que los niños necesitan del apoyo de
toria de la familia, pues no siempre ha sido lo que es en la actuali- un adulto cariñoso para explorar el mundo.
dad. Hasta el siglo xvn la familia se basaba en las actividades de la Algunas investigaciones señalan que la frialdad materna suscita en
vida diaria: arar el campo, pastorear el ganado, cultivar el huerto, los niños dificultades en la alimentación, produce agresividad y enu-
hornear el pan, manejar la rueca y cuidar de los niños. De aquí nacía resis y retarda el desarrollo de la conciencia moral. En cambio, la
su cohesión inquebrantable. Los parientes no vivían dentro de la madre cariñosa que pasa más tiempo con el hijo, le facilita conocerse
misma casa sino cerca, y los niños convivían con los adultos desde a sí mismo, aceptarse y sentirse más contento.
que eran capaces de ayudar en el campo, taller u otra ocupación. No Un grupo de investigadores (McClellan, 1978, págs. 42-54) bus-
existían ciudades gigantescas como las actuales. El niño escogía a caba averiguar el grado de madurez de varios adultos jóvenes educa-
quien amar. La industrialización (siglo xvm) modificó por completo dos bajo distintos métodos. Se trataba de la repetición de un estudio
42 CAP. 4. EL AMBIENTE PROPICIO LA SEGURIDAD 43

realizado por Sears (1957) sobre el impacto de diferentes prácticas les expresiones. El niño necesita sentir que se le ama por ser el hijo,
educativas en el desarrollo de la personalidad. La investigación ex- no por lo que hace o por lo que vale.
ploró, en un grupo de 379 madres, las siguientes cuestiones: ¿Tole-
raban ellas los juegos sexuales de los niños? ¿Les pegaban? ¿Les re-
tiraban el afecto? ¿Les suprimían privilegios? La conclusión señaló LASEGURIDA
que ninguna práctica resultaba mejor que otra para el desarrollo de la
personalidad del niño, quizá por no haberlo estudiado directamente y El afecto da prigen a la seguridad. El niño nace incapaz de valer-
hacerlo con las mamas. Esta cuestión permanece aún sin respuesta y, se por sí mismo en un mundo amenzador. Llega a la vida en el más
así, algún psicólogo (Skolnick, 1978) arguye que los papas influyen absoluto desamparo, al grado de perecer si no recibe los cuidados
poco en la formación personal del niño. McClellan (1978, págs. 42- adecuados. Gracias al estímulo paterno, el niño comienza a moverse,
54) invirtió la forma del estudio e investigó el grado de madurez de a decir sus primeras palabras y dar sus primeros pasos. El amor vigilan-
78 sujetos (hijos de las madres que habían servido a Sears 25 años te de la madre -madre que sigue como sombra las primeras explora-
antes), cuya edad media era de 31 años, la mayoría casados y con ciones del niño- le da a éste la seguridad necesaria para acometer la
hijos. Se averiguaron las diferentes prácticas educativas empleadas
tarea de conocer el medio que lo rodea. El sabe que cerca existe una
por los padres y se compararon con los estadios propuestos por Erik-
figura amada en la cual encuentra alimento, calor, consuelo e incen-
son: los tempranos, con dependencia de la autoridad externa; los in-
tivo; es decir, seguridad para su diminuta e insignificante persona. La
termedios, de confianza en sí mismos, y los últimos, de cuidados
genuinos por parte de los demás. Las entrevistas y las pruebas menta- madre alaba al hijo, le celebra sus primeros ensayos y lo recompensa
les permitieron concluir lo siguiente: lo que hacen, piensan y creen por sus esfuerzos desmañados. El cariño de los padres, las figuras más
los papas en cuanto adultos no depende de determinadas prácticas sabias y poderosas del mundo infantil, da confianza al niño en su pe-
educativas de los primeros años. En cambio, lo que sienten los pa- quenez e incapacidad para valerse por sí mismo. Poco a poco se le
pas respecto de los niños no puede menos que tener enorme impacto. graba la idea de que si sus papas, tan buenos y sabios, lo aman, aun
Los niños amados por sus padres eran precisamente los que, converti- siendo pequeñito y desvalido, debe ser porque él verdaderamente vale.
dos en adultos, manifestaron mayor grado de madurez. Otro dato Así, el amor de los padres es el punto de apoyo de los esfuerzos in-
fantiles para afrontar la realidad, es puente tendido entre la incapaci-
interesante en el estudio de McClellan señala que el control rígido de
dad del niño y sus logros futuros, es origen de una seguridad más só-
la conducta expresiva de los niños -ruido, descuido, alboroto y de-
lida: la basada en la conciencia de la propia capacidad.
pendencia- impedía su maduración; es decir, cuando los padres aten-
dían más a la conservación del poder. Cordón (1976, págs. 98-102) concluye que el amor es el recurso
más importante en la formación de valores y guía de las opciones y
El niño amado confía en el amor de la madre y posee una mayor los estilos de vida. Quien experimenta falta de amor en la niñez es
motivación para plegarse a sus indicaciones, así se comporta como ella infeliz entonces y desarrolla actitudes que perpetúan su desdicha.
lo desea. Tiene más que ganar si lo hace, y más que perder si se rehu- Un estudio de un grupo de niños seguros de sí mismos, compla-
sa a obedecerla.
cientes, buenos estudiantes -en una palabra, maduros para su edad-
Cuando el niño es mayor, los padres manifiestan su amor median- trató de averiguar qué método eficaz habían empleado los padres
te el esclarecimiento de sus inquietudes y la participación en sus para obtener tan magníficos efectos en su educación. Los resultados
juegos.
fueron desconcertantes. Estos niños habían sido educados con gran
Algunas mamas se quejan de que a sus hijos no les gustan las de- variedad de prácticas: a unos se les daba dinero desde pequeños,
mostraciones de cariño, pues lloran y se rebelan cuando los toman en a otros se les negaba; unos tenían libertad en sus deberes religiosos, a
brazos. En tales casos es posible señalar que quizá exista un rechazo otros se les exigía cumplir con ellos. A éstos los sancionaban con ri-
inconsciente hacia el niño, que éste percibe de alguna forma.
gor, a aquéllos nunca les habían impuesto castigo. En medio de tanta
Dada la importancia capital del cariño, todas las amenazas de reti-
diversidad de prácticas educativas apareció un denominador común:
rárselo al niño son totalmente desaconsejables. Frases como "ya no
estos niños eran amados por sus padres y lo sabían, y este amor les
i quiero", constituyen amenazas reales para él, pues sus recursos
había enseñado que los hombres podemos llevarnos bien unos con
lentales son insuficientes para comprender el alcance limitado de ta-
otros y vivir en paz (Langdon y Stout, 1951).
44 LA ESTABILIDAD 45

LA ACEPTACIÓN lud o en su conducta, lo cual la obliga a exigirle más. Advierte exclu-


sivamente la imperfección del niño para paliar ante sus ojos y ante los
Como consecuencia del cariño, la aceptación se manifiesta en la demás el rechazo que siente por él.
aprobación del niño por el hecho de ser el hijo. Los padres que acep- Ciertas actitudes de protección exagerada son, a veces, una forma
tan a sus hijos lo hacen cada uno a su modo. Son al mismo tiempo inconscientei y solapada de rechazo. Difieren del perfeccionismo en
amables y firmes, se muestran especialmente sensibles a las necesida- que éste atiefra'e a la imperfección del niño que lo hace menos amable, y
des del niño, advierten sus señales de molestia, incomodidad o dolor aquéllas se rigieren a la actividad misma de la madre, quien adopta
y lo protegen contra los peligros. La aceptación implica respetar el una actitud de vigilancia excesiva, es decir, una conducta diametral-
paso del niño por su desarrolo. No se le violenta a pasar de una etapa mente opuesta a las manifestaciones de rechazo, para evitar que éste
a otra ni se lo compara desfavorablemente con su amiguito que ya aparezca. El perfeccionismo trata de desarraigar el mal existente en
camina, habla y se viste solo. Los papas que aceptan al hijo desean, el niño; la protección exagerada se afana por prevenir todo peligro
naturalmente, que sobresalga, pero sin ponerle precio al amor que le que pueda acecharle. Ambas actitudes sabotean por distintos cami-
tienen; es decir, su cariño permanece invariable lo mismo en los triun- nos el desarrollo emocional del niño destruyendo su confianza en sí
fos que en los fracasos del hijo. Los papas que aceptan a sus hijos tra- mismo: el perfeccionismo, por encontrar siempre al hijo imperfecto
tan de que éstos crezcan, sin considerar sus muestras de inmadurez e inaceptable; la protección exagerada por impedirle probar sus pro-
como manifestaciones de tontería o de perversidad. Acogen las pre- pias fuerzas y escudarlo innecesariamente de peligros imaginarios.
guntas del niño, nacidas de su deseo de aprender, sin tratarlo como si Las consecuencias del rechazo son desastrosas. El niño rechaza-
fuese un importuno, y reconocen su responsabilidad para señalar lí- do debe apoyarse en sus propios recursos que, por lo general, son li-
mites a la conducta del niño y a sus deseos atropellados. Se consagran mitados. Se le deja solo, asustado, hambriento e incómodo. El niño
a él sin transformarse en sus esclavos. físicamente maltratado carece de la fuerza necesaria para defenderse;
Las consecuencias del clima de aceptación son benéficas para el aquel cuyas faltas se censuran constantemente, fracasa ante los demás
niño; cuenta con protección contra su impulsividad; no necesita lan- por carecer de un apoyo para probar nuevamente sus propios recursos.
zarse a batallas que aún no puede ganar; tiene oportunidades para cre-
cer y explorar el mundo, de ensayar y fracasar en muchos de ellos sin
poner en peligro su propia seguridad. Puede expresar libremente sus LA ESTABILIDAD
sentimientos y ser franco en sus relaciones con los demás; finalmen-
te, se siente libre de manifestar sus miedos sin incurrir en el ridículo. El niño necesita también saber con certeza "dónde está". Entre
La más preciada ventaja de la aceptación es que el niño aprende fácil- los sentimientos de incertidumbre que paralizan a algunos niños se
mente a aceptarse como es, con sus cualidades y defectos, sin necesi- encuentran los vinculados con sus habilidades, relaciones con los de-
dad de exagerar unas y negar los otros, y a sentirse menos culpable de más y actitudes que deben tomarse respecto de ellos. Un niño edu-
los errores que comete, secuela inevitable en el proceso del desarrollo. cado cariñosamente en un marco familiar estable mira a sus padres
El rechazo es lo opuesto de la aceptación. Puede asumir formas bajo una perspectiva uniforme, en la cual se registran cambios meno-
diversas, como la negligencia y la crueldad, el perfeccionismo y la pro- res y aun algunos mayores, pero que de ordinario permanece sólida
tección exagerada. La negligencia aparece en la falta de los cuidados en su conjunto.
necesarios para que el niño crezca. La crueldad se manifiesta en in- Los niños son incapaces de alcanzar la estabilidad, fruto de una
sultos, golpes e incluso en privación de alimento. situación firme y segura, si constantemente sufren cambios bruscos sin
Más frecuente es el rechazo disfrazado de perfeccionismo y de razón evidente, como los de residencia y de escuela, que les impiden
protección exagerada, ya que en nuestra sociedad -que tanto valora formar amistades duraderas y sentir que pertenecen ya a un grupo.
el amor materno— es difícil que una madre admita conscientemente Pero la estabilidad fundamental depende de las relaciones del niño
que rechaza a su hijo. Si llegara a darse cuenta de que alienta senti- con sus padres. En el hogar se aprende día a día la ciencia de la vida,
mientos tan reprobables, se sentiría culpable. Busca entonces, incons- que descansa principalmente en las actitudes y conducta de los papas.
cientemente, alguna razón, independiente de su estado emocional, Si el niño sabe qué puede hacer hoy gracias a lo que pudo hacer ayer
para rechazar al niño y la encuentra en la herencia del hijo, en su sa- y los pasados días, adquirirá confianza en sí mismo; pero si lo permi-
46 CAP. 4. EL AMBIENTE PROPICIO LOS HOGARES INFELICES 47

tido ayer no dependió de una razón objetiva sino del insomnio de su permanece constante durante toda su vida y la imagen que se forme
mamá o del número de cocteles del papá o de la última conversación del padre y de la madre será proyectada en sus relaciones con los de-
sobre educación sostenida en el salón de belleza, difícilmente sabrá el más hombres y mujeres.
niño con certeza dónde está y dentro de qué límites le es lícito Si el ambiente hogareño ha sido cariñoso, acogedor y estable, el
moverse. niño se formará^una buena imagen de los hombres; pero si ha sido víc-
Los adultos nos sorprendemos ante un amigo que hoy nos saluda tima de rechazoy falta de afecto, percibirá a los demás como enemi-
cariñosamente y mañana nos vuelve la espalda; y no nos detenemos a gos peligrosos y "^ mostrará inseguro y desconfiado, temeroso de que
pensar que los cambios repetidos y arbitrarios en el carácter de los se repitan las experiencias ingratas que ensombrecieron sus primeros
padres provocan confusión en el niño. años.
La estabilidad en el hogar supone cierto conocimiento de las me-
tas de la educación. ¿Cómo puede tenerse estabilidad si se ignora qué
se quiere del niño o cuáles son los principios fundamentales que go- LOS HOGARES INFELICES
biernan la vida humana?
La estabilidad implica también que los padres actúen de común ¿Qué pueden hacer los padres, cuando son conscientes de que el
acuerdo en las normas dictadas al niño. Pocos factores producen ma- ambiente hogareño no es feliz? No todo está perdido. Afortunada-
yor confusión en la mente infantil que la divergencia de los papas en mente, existen medios para restaurar el bienestar familiar. Tales papas
el modo de educarlo. Si la norma señalada por el papá es desobedeci- pueden buscar ayuda psicoterapéutica para toda la familia, ayuda que
da con la complicidad de la mamá, o si el hijo se alia con el papá para les permitirá solucionar sus problemas o afrontarlos con mayor tran-
pasar por encima de lo establecido por la madre, se le está enseñando quilidad, o bien unirse a algún grupo de padres dedicado a comentar
a burlarse de las normas. Ésta es una manera eficaz para que el niño problemas educativos y ayudarse mutuamente a resolverlos.
"manipule" a ambos progenitores y acabe por enfrentarlos.
Existe en la percepción humana un fenómeno peculiar llamado
constancia. Según esta propiedad, percibimos un objeto, cualquiera Tópicos para reflexión
que sea, como sensiblemente del mismo tamaño, a pesar de haberse
alejado respecto de nosotros; o lo vemos de un mismo color, sea que 1. El ambiente psicológico influye en la educación de los niños.
esté iluminado por la luz amarillenta de una bujía o por la luz solar. 2. El niño necesita que le proporcionen todos los cuidados físicos necesarios.
Este fenómeno ocurre también en relación con las personas. Los pa- 3. El amor que los papas se tienen entre sí influye en el niño.
4. Es forma desaconsejable de castigo amenazar al niño con quitarle el afecto de
dres son quienes más hondamente influyen en la vida del niño. La
sus padres.
percepción que tenga de ellos incide en gran medida en su vida poste- 5. El afecto influye en la seguridad.
rior. El niño percibe a la madre como fuente de alimento y de cariño, 6. La aceptación es un elemento importante en el desarrollo afectivo del niño.
comprensiva y protectora. Al padre lo ve fuerte y sabio. General- 7. Formas sutiles de rechazo son la protección exagerada y el perfeccionismo.
mente, las niñas encuentran más atractivo al papá y los niños a la 8. Cada niño necesita de su papá y de su mamá.
mamá.
Si el niño aprende a percibir a su padre como hombre arbitrario,
dominante y duro, interpretará de la misma manera todo lo que el
papá haga. Si éste se acerca, quiere dominar; si se aleja, muestra falta
de afecto. Esta pauta perceptual permanece constante a través de la
vida del niño y le lleva a atribuir a las figuras de autoridad las mismas
características -aunque no las tengan- que percibió en el padre y, a
las mujeres, los mismos rasgos —aun cuando carezcan de ellos— que
advirtió en su mamá.
Vemos, pues, la importancia de ofrecer al niño un ambiente de
cariño, aceptación y estabilidad, pues su percepción de las personas
LOS PADRES COMO MODELOS 49

otro adulto. De ahí que los niños, de ordinario, se identifiquen más


con los papas y las niñas con las mamas.
El segundo elemento consiste en experimentar emociones alterna-
tivas. Siempre que el niño experimenta una emoción -el modelo la
sentiría en parecías circunstancias -participa vicariamente en el es-
tado afectivo de"este, como se dijo antes. Para repetirlo una vez más,
la identificación $)nsiste en que el niño cree ser semejante al modelo,
y esto le permite participar en las emociones de aquél, al grado de pen-
sar que los eventos ocurridos al modelo también le sucederán a él, y
Los padres que las otras personas reaccionarán como lo harían con su papá.
El tercer elemento —el deseo de poseer sus rasgos más atractivos—
como modelos favorece la identificación. Es evidente para el niño que sus padres
son más fuertes, más hábiles y más libres que él, y el deseo de poseer
tales dones es muy apetecible.
El cuarto elemento consiste en la tendencia del niño a apropiarse
Los niños manifiestan gusto al oír a otras personas alabar el talen- por imitación de las actitudes, conductas y valores paternos, aun sin
to de su papá o la belleza de su mamá, a la par que se avergüenzan de recibir ningún refuerzo. El niño cree que si incrementa la semejanza
los defectos de sus progenitores. En ambos casos, los niños experi- con el modelo obtendrá las ventajas de poder, habilidad y libertad de
mentan sentimientos parecidos a los de sus respectivos papas, si éstos aquél. Tal proceso no solamente induce al niño a creer en su semejan-
hubieran escuchado tales alabanzas o críticas acerca de los hijos. To- za respecto de otras personas, sino a tratar activamente de adoptar
dos hemos participado en forma alternativa en los estados emociona- los rasgos de éstas para parecerse más y obtener las ventajas deseadas.
les de personas a las que nos consideramos semejantes; el fenómeno Mientras más imita al modelo, más se parecerá a él y experimentará
es llamado identificación. un mayor número de emociones vicarias. Si la semejanza las aumenta,
La identificación del niño con sus padres consiste en creer que al- el niño quedará tan atado al modelo que llegará a creerse parte suya.
gunos de los atributos del modelo (padre o madre) le pertenecen. El Mas ¿por qué entonces un niño adopta conductas que se apartan
niño, consciente de llevar el apellido paterno, tener semejante barba de la paterna? Generalmente, por actuar mediante hábitos contraí-
partida e igual color de ojos, cree parecerse a su papá. Además, la dos: tender la cama, limpiarse los dientes, etcétera; por el deseo de
creencia de tener semejanzas físicas y psicológicas le permite experi- conseguir premios y evitar castigos o de adquirir un rasgo estimado:
mentar las emociones gratas o ingratas que el padre sentiría. Se dice jugar bien a la pelota.
entonces que se ha identificado con él. Es preciso advertir que la identificación del niño puede efectuarse
Los niños no sólo se identifican con cualquier persona parecida a respecto de las actitudes, normas y valores del padre —o los prejui-
ellos, sino pueden hacerlo con otros modelos. Kagan (1971, págs. cios; por ejemplo, el racial— o de sus ejemplos (es decir, sus conduc-
12-14) señala cuatro elementos en la identificación. Primero, la con- tas). Ahora bien, no es raro que en el transcurso de su desarrollo el
ciencia de asemejarse a un modelo. Mientras mayor sea el número de niño advierta la falta de coherencia entre las normas, de un lado, y la
semejanzas y éstas más acentuadas, el niño creerá tener un parecido conducta paterna, del otro; entre distintos elementos de ésta ("es muy
mayor con el modelo. Esta creencia de ser semejante al modelo pue- estricto en cuestiones de honradez, pero tiene manga ancha respecto
de ampliarse: por las características comunes de un mismo apellido, del sexo") o, finalmente, que la moralidad paterna carece de solidez.
igual sexo, gusto por la música o deporte, etcétera; por adopción o Con bastante probabilidad puede esperarse que el niño cuyos padres
imitación de gestos -gesticula al modo del papá-, y, finalmente, observan una buena conducta moral, la desarrolle a su vez. Sin em-
por los comentarios de los adultos que lo rodean: "eres igualito a tu bargo, a veces los niños son selectivos en las virtudes o flaquezas que
papá". imitan. Pueden identificarse por amor y seguridad -para tener cerca
Estos tres mecanismos generalmente inducen al niño a concluir al papá aun cuando esté ausente— o por miedo o ira, para desquitarse
que es más semejante al progenitor del mismo sexo que a cualquier de cierto rechazo, abandono o preferencia manifiesta hacia otro'hijo.
48
50 CAP. 5. LOS PADRES COMO MODELOS LA CULTURA Y EL PAPEL DEL PADRE Y DE LA MADRE 51

Puede afirmarse que mientras más consistente y madura sea la al hombre y atraerlo sexualmente. Las normas culturales masculinas
conducta de los padres, el niño de identificará más con ellos y, en implican también la habilidad para agradar a la mujer, pero subrayan
cambio, cuanto más arbitraria sea ésta -en sus normas, valores y con- la independencia del juicio y el dominio. Se espera que el hombre
ductas—, el niño se identificará menos con sus progenitores. sea agresivo.
El niño que se identifica con modelos cuyos atributos son indesea- La dependencia, pasividad y conformidad de los sexos están rela-
bles se forma una imagen negativa de sí mismo. Como se dijo ante- cionadas con la cultura. A la niña se le tolera expresar conducta de-
riormente, la mayoría de los niños de cinco o seis años se percata de pendiente; en c'^nbio, al hombre se le reprende por demostrarla. De
ser más semejante al progenitor del mismo sexo —por llevar el mismo ahí que los muchachos experimenten conflictos si son pasivos y las
apellido y tener ciertos rasgos parecidos- que a otros adultos. Por chicas si son agresivas. Otro tanto sucede con la habilidad intelectual
desgracia, el niño se identifica sin advertir qué tan desagradables o en ciencias y matemáticas, importante en los hombres y secundaria en
indeseables son los rasgos del padre, pues todavía no tiene suficiente las mujeres por ser tales asignaturas necesarias para el éxito profesio-
discernimiento para distinguirlos. A medida que los reconoce, llega a nal, logro indispensable del varón.
creer que algunos de ellos se encuentran en su propia personalidad.
Por lo general, el niño se identifica primero con sus padres —son
los adultos a quienes conoce mejor, respeta y admira— pero a medi- LA CULTURA Y EL PAPEL
da que crece los valora en relación con otros adultos que pueden te- DEL PADRE Y DE LA MADRE
ner cualidades superiores. Además, el niño lee u oye historias de
héroes, científicos y deportistas. Tales experiencias lo inducen a que- Los factores biológicos determinan el papel materno: concebir al
rer ser como el modelo preferido, y las semejanzas descubiertas entre niño, llevarlo en el seno, darlo a luz, amamantarlo y cuidarlo, rodeán-
éste y sus padres frecuentemente facilitan sus intentos de parecerse más dolo, además, de sentimientos cuyo interés, perseverancia y profundi-
al modelo. dad no tienen paralelo en la vida humana.
Los maestros son también modelos potenciales, aunque suele su- La biología, por el contrario, influye menos en el papel del padre,
bestimarse su poder para sugerir valores. Ellos deben persuadir al cuya contribución finaliza en el momento de la concepción. La cul-
niño del gozo y utilidad de adquirir conocimientos, cuya aplicación tura determina las conductas paternas. Por eso, en algunas sociedades
aquél desconoce. Si los maestros son respetuosos, humanos, compe- el padre sólo se interesa por los descendientes varones, mientras que
tentes y justos, el niño pondrá en las tareas escolares el mismo respeto en otras mandan como dueños de todos los hijos.
que le muestran. ¡Cuántos niños deben el gusto por determinada En nuestra sociedad el varón es jefe titular de la familia, pero su
asignatura a un maestro dedicado! papel tiende a ser más borroso e indefinido. En muchas familias, el pa-
dre se reduce a ser el proveedor del sustento. Desaparece del hogar
durante el día y, en parte por desconocer a los hijos, en parte por can-
LA IDENTIDAD DEL PAPEL sancio, procura inmiscuirse lo menos posible en los problemas de és-
SEXUAL Y LAS NORMAS tos, hasta quedar literalmente al margen de sus vidas.
La madre, por el contrario, es la figura dominante de la familia y
A los varios rasgos incluidos en el concepto del yo —competencia encargada de su cohesión; pero al desempeñar este oficio arriesga el
y moralidad - se agrega el de la identidad sexual, y por ello cada quien papel principal de dispensadora de cariño y comprensión que repre-
ansia descubrir qué tan bueno, talentoso y masculino o femenino es. sentaba en otros tiempos, mientras que al padre correspondía la dis-
Este último atributo no se incluye tan fácilmente en el concepto pro- ciplina y moralidad, así como la enseñanza de la galantería, piedad y
pio. Además de sujetarse a las características biológicas, depende de valor a los hijos varones. Los protegía en los momentos de tentación
las diferentes culturas que señalan los atributos físicos, creencias, sen- y los amonestaba cuando cedían. El padre servía de puente entre el
timientos, motiivos y conducta. A las chicas japonesas se les enseña a mundo y la familia. Ahora cuida más bien de la posición material de
ser gentiles, cualidad femenina básica, las muchachas estadounidenses los suyos.
creen que la belleza física es esencial. En el aspecto psicológico se espe- De estas consideraciones se desprende que en nuestra sociedad los
ra de ellas capacidad de experimentar pro fundos sentimientos, agradar papeles del padre y de la madre se han vuelto ambiguos e indefinidos.
MODELOS FAMILIARES 53
52 CAP. 5. LOS PADRES COMO MODELOS

Muchas madres trabajan en el mundo de los negocios masculinos y A las niñas debe tratárselas como a mujercitas, sobre todo en fa-
algunos hombres se dedican a cuidar a los hijos. La pracüca de esta milias donde los padres no tuvieron ningún varón. La niña debe gozar
actividad beneficia a los niños por ofrecerles la oportunidad de inti- por ser niña y sentirse estimada por ello. La madre ha de procurar
mar con la figura paterna, aunque presenta el peligro de que aquellos trasmitirle el gozo de ser mujer. El papá puede ayudar a imbuirle este
acaben teniendo dos madres en vez de padre y madre, si ninguno de sentimiento, si Ja alaba por su apariencia, su arreglo, etcétera. Sería
absurdo, en canroio, que la animara a desarrollar actividades masculi-
los dos asume un papel definido.
El niño necesita que el padre acepte su papel varonil. La mascuh- nas como aprender a boxear y otras semejantes.
nidad no se aprende en un curso formal sino en la vida práctica, con La vida del hogar proporciona amplia oportunidad para indicar a
un padre cuya conducta sirve de modelo. Desde su infancia, el niño los hijos el hecho fundamental de que los hombres y mujeres desem-
aprende que el padre -la figura fuerte- lo protege de los peligros peñan papeles propios y que para desempeñarlos se necesitan mutua-
del mundo externo, de los de su propia fantasía y también de la pro- mente.
tección excesiva de su mamá. La vida familiar da ocasión a la mamá para iniciar a las hijas en los
Muchos peligros acechan al niño en el mundo moderno y necesita quehaceres domésticos y el cuidado de los pequeños. Las chicas pue-
instrucción para afrontarlos sin riesgos innecesarios: las calles transi- den aprender a preparar comidas sencillas, a coser y a tejer. Las madres
tadas, los aparatos mecánicos y eléctricos, los maleantes, etcétera. El diligentes aprovechan esos momentos de intimidad para comunicar a
niño también requiere de la protección firme del papá en contra de sus hijas las satisfacciones profundas de ser mujer, esposa y madre.
sus propias fantasías, como la de exigir a la mamá toda para sí, sin Por su parte, la convivencia familiar presenta al papá la oportuni-
admitir rivales de ningún género que le roben su cariño. dad de animar al hijo a ejecutar tareas como cortar el césped, compo-
Como el niño es todavía incapaz de distinguir entre las fantasías ner la llave del agua, etcétera, más propias del hombre y que disponen
y la realidad, se asusta de sus impulsos hostiles; pero al identificarse al hijo varón a asimilar otros intereses masculinos y a emularlos. Sin
con el padre, éstos desaparecen y el niño se libera de tendencias agre- embargo, no debe impulsarse a los niños a asumir los papeles y oficios
sivas. apropiados demasiado pronto. Si durante la edad preescolar los ni-
El padre lo defiende, asimismo, de una mamá demasiado protec- ños y niñas juegan con muñecas y se dedican a actividades femeninas,
tora. Papel del padre es deparar al hijo su amor simultáneamente no hay de qué preocuparse, por más que algunos padres y madres se
protector y liberador. Si el niño necesita que la madre lo ame para inquieten.
convencerse de ser digno de amor, requiere que el papá le proporcione En esta edad los niños y niñas suelen participar en los mismosjue-
la seguridad de que es capaz de valerse por sí mismo. Por su misma gos y divertirse con juguetes semejantes. No es preciso que los padres
naturaleza y educación más abierta, el padre suele permitir al hijo va- se empeñen entonces por hacer de su hijo varón un excelente depor-
rón que ensaye su independencia. tista o de su hija una consumada costurera.
En los largos años de la secundaria y preparatoria las diferencias
sexuales se acentúan. Contribuyen así a la identificación sexual pro-
MODELOS FEMENINOS pia que viene aparejada con actividades e intereses culturalmente re-
Y MASCULINOS conocidos como masculinos y femeninos.

Tanto los adolescentes como las adolescentes necesitan la ayuda


de sus padres para aceptar sus destinos biológicos diferentes. La for- MODELOS FAMILIARES
ma fundamental de ayudarlos consiste en invitar a unos y otras a culti-
var diferentes características. Los muchachos deben gozar de libertad Los mejores modelos de identificación son los papas que respetan
para ser bruscos y bulliciosos y practicar deportes violentos. Su mis- recíprocamente su propio papel en la vida. En forma sutil y variada
ma energía se los demanda, al paso de la sociedad requiere hombres trasmiten a sus hijos el mensaje de que la masculinidad y la femineidad
seguros de sí mismos. Se favorece también que los muchachos acepten son valiosos.
su condición masculina si se les anima a no ser sumisos y complacien- Ciertos hogares despiertan en los niños la actitud de qué él desti-
tes como las niñas. no del hombre es dejar huella de su paso por el mundo. En el seno de
54 CAP. 5. LOS PADRES COMO MODELOS PAPEL SEXUAL Y FUNCIÓN SOCIAL 55

estas familias se fomentan proyectos de excursiones, exploraciones, pueden separarse totalmente. Como la mayoría de las mujeres están
descubrimientos, investigaciones científicas y realizaciones artísticas. destinadas a la tarea de ser esposas y madres, su educación personal y
Se anima, asimismo, a las niñas a realizar aportaciones semejantes a la expectativas privadas deben capacitarlas para encontrar su realización
sociedad, además de contribuir a formar una familia. Estos ideales y satisfacción en tales papeles. Las mujeres, claro está, pueden optar
suelen realizarse sólo a condición de que tanto el padre como la madre por diferentes actividades; dentistas, jefes de empresas, etcétera. Los
acepten sus papeles diferentes con genuina satisfacción, muestren mu- hombres deben, mostrar suficiente flexibilidad para aceptar que una
tuo aprecio por las actividades propias de cada uno y participen con persona del sexo/opuesto se realice en cualquier profesión, siempre y
interés recíproco en sus éxitos personales. cuando unos y otras eviten hacerse mutuamente la competencia.
En otras familias los niños reciben un mensaje diferente. La mujer La vida humana ha sufrido una honda transformación desde hace
se fastidia de educar a los hijos y de cuidar de la casa, doble oficio de apenas veinte años. La creciente participación de la mujer en profe-
madre y esposa cuya complejidad desconoce el hombre. Los hijos siones y negocios considerados anteriormente como cotos exclusivos
de tales matrimonios probablemente despreciarán el papel tradicio- de los varones, invita a admitir que, a excepción de ciertas funciones
nal de la mujer, y las hijas manifestarán la tendencia a competir con exclusivas de cada sexo, todavía existen posibilidades de adaptación
los hombres y a superarlos en sus propios oficios masculinos. de nuevos roles. Por tanto, se requiere conservar una actitud flexible
La descripción anterior no ha agotado las distintas clases de hoga- sobre los roles sexuales.
res. Un tercer tipo presenta una inversión de los papeles sexuales. La De otra parte, esta actitud requiere un conocimiento personal del
mujer domina de palabra y de hecho. Puede o no ganar el sustento significado de la sexualidad para cada ser humano y la correspondien-
de la familia; pero ciertamente es la corte suprema de apelación y de- te responsabilidad ante aquélla.
cisión en todo. El marido lleva los pantalones, pero ella le dice cuáles
ponerse. Ella elige la marca del coche de la familia, el sitio de vaca-
ciones, el colegio de los hijos y aun su profesión, si éstos se descuidan Tópicos para reflexión
un poco. Es el amo indiscutible.
1. Los hijos suelen parecerse a sus padres debido al fenómeno de la identificación.
Los hijos de estos hogares crecen con poco respeto por el hombre. 2. La identificación es un elemento indispensable en el desarrollo del niño.
Niños y niñas ven al padre a través de los ojos de la madre. La figura 3. La vida diaria del hogar tiene un importante influjo en la vida del niño.
endeble del padre y la vigorosa de la madre los afecta desfavorable- 4. El niño debe identificarse con el papá.
mente. Los hijos varones quizá intenten compensarse de su condición 5. Las actividades femeninas no convienen a los niños varones.
devaluada y probar su masculinidad embriagándose, maltratando a las 6. Los papas no deben ser autoritarios y severos.
mujeres, etcétera. Las hijas, tal vez, habrán de repetir en sus propios
hogares la pauta del hogar paterno y, así, la perpetuarán.

PAPEL SEXUAL Y
FUNCIÓN SOCIAL

La importancia de formar a los hijos e hijas, respetando sus carac-


terísticas individuales y únicas, no debe oscurecer la necesidad de edu-
car a los hijos varones como hombres y a las hijas como mujeres.
El deseo legítimo de igualdad de los sexos respecto de sus dere-
chos políticos, sociales y económicos no debe ser ocasión para olvidar
que ciertas funciones biológicas inmutables entrañan consecuencias
psicológicas y sociales de innegable trascendencia que no pueden elu-
dirse impunemente.
Aunque los papeles sociales del hombre y la mujer no deben vio-

lentarse para encajarlos en patrones sexuales invariables, tampoco
MEDIOS PARA MODIFICAR LA CONDUCTA DEL NIÑO 57

acostarse más tarde, etcétera; o la conducta reprobable, los actos que


ponen en peligro el bienestar del niño o de terceros. La instrucción
puede ser también especial y referirse a casos particulares.
El refuerzo, tan antiguo como la humanidad, es de doble signo:
positivo o premio —evento agradable que sigue a la acción— o nega-
tivo e indeseable^ como el castigo en todas sus formas. Nótese que el
refuerzo sólo seH^efiere a cualquier evento que altera la frecuencia de
Dejar hacer una acción. Siempre se relaciona, pues, con la conducta del indivi-
duo y, en concreto, con una conducta determinada. Por ejemplo,
o establecer Juanito está dibujando y de pronto representa en unos cuantos rasgos
bien trazados un rostro sonriente. Si el maestro le dice en ese mo-
límites mento: "muy bien, Juanito, has dibujado un rostro humano", el re-
fuerzo -la alabanza- no se refiere a toda la acción de dibujar. Sólo
concierne al rostro.
Es conveniente advertir que el refuerzo, administrado siempre
En el capítulo anterior hemos afirmado que la identificación es que ocurre la acción, acaba por perder su eficacia. Debe emplearse
uno de los principales mecanismos para modificar la conducta. De con frecuencia pero no siempre. El refuerzo enfoca la atención del
ahí que el ejemplo de los padres sea tan importante. La identificación niño sobre la acción ejecutada, lo motiva a descubrir cuándo ocurre y
actúa por vía del cariño, y ningún elemento puede comparársele en lo excita emocionalmente. Equivale a subrayar una actividad particu-
eficacia. lar registrada en la corriente de la conciencia.
¿Existen otros medios, además de la identificación, para modifi- La observación acerca de los demás constituye otro medio impor-
car la conducta del niño; es decir, para educarlo? Sí. Éstos son: la tante. Si el dirigir la atención a una acción —singularizada entre va-
instrucción verbal, el refuerzo positivo (premio) y el negativo (casti- rias es el efecto más importante del refuerzo, no es extraño que el
go) y, finalmente, la observación. niño aprenda una nueva acción o modifique una ya aprendida sólo
con observar a otra persona en el momento de ejecutarla. En este
sentido, un ejemplo admirable es la adquisición del lenguaje. En
cambio, otras acciones como nadar, esquiar, patinar, etcétera, no sue-
MEDIOS PARA MODIFICAR len aprenderse mediante la sola observación. Se requiere de una ins-
LA CONDUCTA DEL NIÑO trucción con refuerzo que permita al niño aprender a eliminar las
acciones innecesarias y a perfeccionar su actividad.
La instrucción directa es una forma sencilla y útil de modificar la El niño no observa a todas las personas con igual cuidado, selecti-
conducta. Basta decir al niño qué hacer y cómo para que, en térmi- vidad o motivación. Los factores que lo impulsan a observar a una
nos generales, pueda poner en práctica la instrucción. La profesora persona en particular y, lo que es más importante, las acciones, moti-
que le dice al niño "toma el lápiz casi por la punta y entre los tres vos, etcétera, que decide adoptar de ella provienen del cariño que
primeros dedos", lo instruye para escribir y le facilita la adquisición siente hacia dichas personas, del influjo de éstas mediante premios y
de una nueva habilidad. La instrucción ayuda a aprender nuevas ha- castigos, o finalmente de la admiración por individuos dotados de atri-
bilidades y resulta más eficaz acompañada del refuerzo. Debe ser cla- butos sobresalientes. Es decir, la identificación permite al niño apren-
ra y breve, e ilustrada con demostraciones prácticas acerca de cómo der más fácilmente que por otros medios, tal como se manifestó en el
ejecutar las acciones esperadas. capítulo 5.
La instrucción puede ser general; por ejemplo, la que indica la con- Existen distintos programas para educar a los niños, según se
ducta comúnmente aceptable, como levantarse a tiempo, cumplir con apoyen en cada uno de los factores fundamentales anteriormente se-
las tareas de la escuela, cuidar la presentación personal, ser cortés ñalados: instrucción, refuerzo y observación. Los padres escogerán
con los demás, etcétera; o la conducta tolerable durante vacaciones, el que más se adapte a su manera de ser.

56
58 PROGRAMAS DE EDUCACIÓN: CORDÓN 59

PROGRAMAS DE EDUCACIÓN: CORDÓN acogedora e interesada con frases como "pareces estar contrariado";
"estás enojado con tu amigo. Debe haber sido molesto. Dime más.
El primero -Entrenamiento efectivo de los padres— (Cordón, ¡Aja! Ya entiendo". Si la técnica funciona, el niño se calma y hace
1975, 1979) señala como punto de partida la renuncia del uso del la observación esperada: "creo que puedo seguir jugando con él, aun-
poder. Concede que éste puede ser utilizado en emergencias; por que no nos llevemos bien", o algo por el estilo.
ejemplo, con el niño que cruza corriendo una calle transitada o en si- Por otro lado¿ si la conducta del niño fastidia al papá —en cuyo
tuaciones semejantes. El uso del poder es, en parte, nocivo para las caso el problema $s de éste— se envía un mensaje del yo sin incluir
relaciones personales, y en parte se opone a la filosofía del programa: ninguna crítica. Informa simplemente al niño que su conducta impi-
nadie pierde. Asimismo, el programa destierra para siempre el térmi- de al papá satisfacer sus necesidades. Por ejemplo: "no puedo escu-
no mala conducta, pues los niños se comportan simplemente como char la música cuando hay tanto ruido".
los adultos y su conducta se dirige a satisfacer necesidades. Cuando Este tipo de mensajes contrastan con los que los padres suelen en-
ésta entorpece los esfuerzos de los padres, éstos la denominan mala viar con frecuencia: "Actúas como un bebé"; "eres un grosero", "no
conducta. Cordón sugiere cómo tratar la conducta que resulta ina- tienes ninguna consideración". Los mensajes del "tú" no sólo son
ceptable para el padre. El siguiente esquema de Brown (1976, pág. degradantes para el niño sino también inexactos. Cuando el papá
51) resume la táctica de Cordón. rendido se sienta a descansar y el niño lo importuna para jugar con él,
el problema no radica en que éste sea molesto sino en que el papá
Cuadro 1. Reacciones ante la conducta del niño. está cansado. Y esto es lo que debe manifestarse al niño.
No es fácil enviar mensajes del yo. Se requiere que el papá identi-
Conducta aceptable Problema del niño Escuchar activamente fique sus sentimientos, los exprese con claridad y evite palabras teñi-
para el papá das de connotación emocional, como "enojado" o "trastornado". Es
No surgen problemas preferible reemplazarlas por expresiones tales como "contrariado" y
otras semejantes.
Conducta inaceptable Problema del padre Usar mensajes del Yo y, si es Los mensajes del yo ofrecen otra ventaja: informan al niño sin
para el papá necesario, el método "nadie dirigirlo y ponen sobre sus hombros la responsabilidad de cambiar de
pierde" para resolver conducta. Los niños, frecuentemente reaccionan a los mensajes con
problemas el comentario: " ¡Caramba! no sabía que te molestara tanto. Voy a
No surgen problemas portarme mejor".
Tales mensajes se recomiendan tanto para los sentimientos nega-
tivos como para los positivos. Al niño que muestra magníficas califi-
La idea de Cordón es ampliar el área de "no surgen problemas" si- caciones, se le puede señalar: "debes estar orgulloso de ti mismo",
tuada en la mitad del esquema. Aquí es donde los papas deben ejerci- en lugar de decirle: "magnífico resultado, aquí tienes $100.00", ala-
tarse. Ante todo, la modificación del ambiente es una forma aconse- banza que establece una norma difícil de conservar.
jable: poner fuera del alcance del pequeño todos los objetos frágiles. ¿Qué sucede cuando el escuchar activamente y enviar mensajes
Cordón enseña tres técnicas para los restantes problemas. Antes del yo no resuelven el problema? Ocurre entonces un conflicto de
de aplicarlas, el papá debe identificar quién es el sujeto que tiene un necesidades para cuya solución se emplea la técnica de "nadie pier-
problema, aquel cuyas necesidades se frustran y, en consecuencia, ex- de", distinta del autoritarismo -el papá gana y el niño pierde- y de
perimenta alguna emoción negativa. la tolerancia, donde el niño gana y el papá pierde. La técnica "nadie
Cuando algo contraría al niño (el problema es del niño) pero no al pierde" contiene cinco pasos lógicos:
papá, la estrategia consiste en escuchar activamente. Así el papá ayu-
da al niño a tratar sus propios sentimientos para entenderlos y acep- a) definir el problema; por ejemplo: tú quieres ver TV y yo quie-
tarlos. Por ejemplo, si el niño vuelve del juego hecho una furia contra ro que cumplas con tu tarea escolar;
un amigo, los papas no deben confirmarlo en su enojo, pedir detalles 6) iniciar una tormenta de ideas con el niño para encontrar las
del pleito, ni saltar a la defensa del amigo sino adoptar una actitud posibles soluciones al problema;
60 CAP. 6. DEJAR HACER O ESTABLECER LÍMITES SKINNER 61

c) examinar si aparece alguna que sea satisfactoria para los dos; de la conducta consiste en hacerse amigos. La relación padre-hijo
d) ponerla en práctica, si se la encuentra, y debe ser cariñosa, personal y honrada. Se consigue de la mejor forma
e) evaluar la solución para averiguar si satisfizo a ambos. posible mediante la conversación amistosa sobre tópicos de interés
mutuo. Segundo, ayudar al niño a ver cuál es su conducta actual y
La técnica "nadie pierde" puede usarse en forma breve y oral, o
entender que él,Ja ha elegido. Pregúntesele: "¿qué estás haciendo
por escrito durante un conflicto mayor. En cualquier caso, el paso d)
ahora?, ¿qué hiciste ayer?, ¿qué hiciste la semana pasada?". No se
es el central. Si ninguno encuentra solución satisfactoria, se prohibe
que uno imponga su solución al otro y éste ceda. Al contrario, ambos vaya más lejos. Pregúntesele qué y no por qué, pues el porqué invita
deben procurar encontrar la solución mañana, pasado mañana o la se- al niño a acusar a otros, ofrecer excusas y quedarse en los sentimien-
mana entrante. No hay excepción a esta regla con hijos mayores. tos, importantes, sí, pero ajenos al asunto real, que es la conducta.
Tercero, sugerir al niño que evalúe su conducta y animarlo, de forma
Es importante indicar que Cordón no se opone a que los padres
amistosa y sin prejuicios, a juzgarse a sí mismo, preguntándole si lo
trasmitan sus valores a los hijos, sólo rechaza que les sean impuestos.
que está haciendo lo ayuda. Cuarto, ayudar al niño a planear una
Considera que la forma mejor de trasmitir valores es mediante el ejem-
conducta más responsable. Sin la colaboración de los padres, los
plo: el papá que desea trasmitir el valor de la lectura al hijo debe de- planes del niño, de ordinario, resultan muy ambiciosos, pues necesita
jarse ver frecuentemente con un libro. objetivos pequeños y reales, de modo que pueda progresar y experi-
mentar éxito. Quinto, establecer un compromiso con el plan, lo cual
GLASSER puede hacerse por medio de un apretón de manos, verbalmente o me-
diante un contrato escrito. El compromiso fortalece la motivación
El segundo programa -compromiso de los padres (Glasser, 1965)— del niño y aumenta su responsabilidad para con el padre. Sexto, no
comienza donde Cordón termina: con relaciones amistosas entre los aceptar excusas. Si, como sucede generalmente, el niño no cumple
padres y el niño o como Glasser lo dice, con un compromiso. con su compromiso, conviene regresar al paso tercero. El niño puede
Mientras el primer programa tiene como finalidad una buena rela- decidir cambiar su evaluación, realizar el plan o renovar su compro-
ción, ésta es para Glasser un medio de modificar la conducta. Glasser miso con él. No se le pregunte por qué falló el plan; si ofrece excusas,
sostiene que ninguna relación entre terapeuta y paciente, maestro y dígasele: "por favor, no tienes que excusarte conmigo. Guarda tu
alumno, padre y niño puede modificar la conducta sino sólo una rela- compromiso, sé paciente y nunca desistas". Séptimo, no usar casti-
ción cálida, honrada y sincera entre ambas partes. Las personas que gos. La alabanza por el éxito es buena, pues fortalece el compromiso
llevan una conducta irresponsable se consideran a sí mismas fracasa- con el padre y anima al niño a desechar la soledad, el aislamiento y la
das. A no ser que se les convenza de que alguien vela por ellas y cree hostilidad. Las consecuencias razonables que el niño acepta —no hay
en ellas, es pedir peras al olmo esperar que mejoren su conducta o préstamo del carro hasta que no lo laves— no son castigos.
modifiquen el concepto de sí mismas.
Existe ciertamente un tipo de padres que no hace ningún caso de
los niños, a los que castigan siempre que se presenta la ocasión para SKINNER
hacerlo. Los cursos de Glasser en buena parte están dedicados a en-
señar a los padres cómo establecer su compromiso con los hijos. Al- El tercer programa se basa en la modificación de la conducta (Skin-
gunas de las prácticas son obvias; por ejemplo, cuando un niño total- ner, 1968, Mclntire, 1970). El curso comienza con una definición
mente alterado busca a la mamá, ésta debe interrumpir su quehacer y precisa de conducta y procede a modificarla mediante diversas téc-
sentarse a escucharlo, como lo haría con su mejor amigo. Otros me- nicas. Se instruye a los padres para aplicar el procedimiento en el
dios sugeridos por Glasser son artificiosos; por ejemplo, "contar a la hogar. Se les recomienda emplear papel de gráfica para registrar la
hora de la comida un suceso agradable ocurrido en el día". conducta del niño. Ésta debe circunscribirse cuidadosamente; por
Glasser no ha escrito ningún libro de texto para los padres, sólo ejemplo, dejar los juguetes abandonados en la sala; pegarle al herma-
Terapia de realidad (1965). nito, llegar tarde a comer, etcétera. La madre instituye el proce-
Los pasos de su programa son: primero, establecer y mantener dimiento experimental y anota sus registros con la ayuda de otro
un compromiso. El paso inicial entre padres e hijos hacia el cambio observador (el papá). Luego confirma la bondad del procedimiento,
62 CAP. 6. DEJAR HACER O ESTABLECER LÍMITES DREIKURS 63

suspendiéndolo a fin de observar si la conducta regresa al nivel primi- cias: si es inquieto, fanfarrón y ruidoso, atención; si es agresivo, inso-
tivo. Finalmente,
rinaimeme, la madre
maure reanuda
reanuua el•_• procedimiento.
p^ En ocasiones, lente y alzado, poder; si agresivo, hosco e hiriente, venganza; y si es
los papas se oponen a. la!„ idea
¡A^ de
HO llevar
novar registros,
registros, pero
pero se
seles
lesdice
dice que
que retraído y desalentado, incapacidad. La segunda ganancia se llama po-
probablemente no tendrán que hacerlo sino al principio. Necesitan der, pero las otras tres lo implican. A Dreikurs le parece improbable
hacerlo pues sólo así se comprueba que las técnicas pueden funcionar. que los niños s£ .porten mal por razones carentes de relación con los
Después de probado el procedimiento, conviene tener siempre a mano padres. No importa cuál de las cuatro ganancias busque el niño. Su
el papel de gráfica en caso de necesitarlo. La mayoría de los padres, propósito es enerar a los padres en ciertas actitudes o respuestas; es
a ejemplo de los seguidores de esta teoría, escogen proyectos de mo- decir, conseguir lo mejor de ellos en alguna forma. El niño desalenta-
dificación de conducta fáciles de registrar: juguetes esparcidos por do intenta esta conducta, pues no está seguro del lugar que ocupa en
todas pares, pleitos entre los pequeños, tiempo transcurrido entre la su familia y en el esquema mayor de las cosas. La tarea de los padres
llamada a comer y la presencia de los niños en el comedor, etcétera. es bloquear los esfuerzos desorientados del niño y simultáneamente
Los papas generalmente emplean refuerzos de alabanza, atención y animarlo a otros constructivos: la cooperación, la conducta responsa-
pequeños privilegios como juegos especiales y permiso para acostarse ble y el respeto por el orden y los derechos de los demás.
media hora más tarde. Otros ignoran al niño y algunos le imponen Dreikurs se opone también a lo que denomina "recompensa sin
castigos suaves (refuerzos negativos), consistentes en pasar un rato en testigos" y tampoco la alabanza merece su opinión favorable. Del
el propio cuarto, privarlo de la bicicleta o TV y ordenar al niño lim- lado positivo favorece el aliento; del negativo, la disciplina. Sin em-
piar el piso que acaba de ensuciar. bargo, parece que sus técnicas disciplinarias y sus ejemplos son más
Con frecuencia, la conducta de los niños mejora antes de que el adecuados que su discusión sobre el aliento.
padre trate de corregirla, probablemente por estar éste tan ocupado El aliento, dice Dreikurs, significa evitar la protección exagerada
en registrar la conducta. y el servicio innecesario, al mismo tiempo que dar al niño suficiente
Asimismo, se advierte que esta técnica origina un gran número de responsabilidad y adoptar normas realistas que permitan apreciar el
generalizaciones: a medida que una conducta empieza a mejorar - por esfuerzo, en vez de pedirle altos logros. Si un niño de tres años quie-
ejemplo, el orden- otras también mejoran. Además, en tanto un re servir la leche, déjesele hacer la prueba; si la derrama, limpíese la
niño se porta mejor, sus hermanos comienzan a imitarlo. mancha y dígasele: "hazlo otra vez, hijo. Tú puedes hacerlo". Per-
Es importante recordar que los padres se inclinan más a usar el mítase al niño elegir sus prendas de vestir, con quién jugar y en qué
refuerzo negativo -el castigo- más eficaz a corto plazo que el pre- gastar su domingo. Establézcase un tiempo de juego para asegurarle
mio, el cual, sin embargo, proporciona a la larga mejores resultados, la atención que necesita. Téngase un consejo familiar cada semana
or tanto, conviene sustituir el refuerzo negativo por el postivo. Si se para discutir los problemas de asignar tareas y tomar decisiones fami-
impide a un niño correr en la calle, es conveniente alabarlo al día liares. Dreikurs insiste en la democracia familiar, puesto que vivimos
siguiente, cuando no sale. En el caso de conflictos con los hermanos en una sociedad democrática.
por ejemplo, se le dice: "hace dos días que no ha habido ningún plei- El permitir a los niños experimentar las consecuencias naturales
to"; "hoy comiste toda tu comida", en vez de machacar los inconve- de su conducta es un punto importante del método. Si un niño no se
nientes de la conducta contraria. levanta a tiempo, llega tarde a la escuela y se le computa retardo; si
pierde el camión, debe caminar; si no se abriga suficientemente, con-
DREIKURS trae un resfriado; si no limpia su cuarto con regularidad, vivirá en
medio de la suciedad; si no se baña, despide olor desagradable y reci-
El cuarto programa (Dreikurs, 1968, 1972) se opone a la lucha birá de sus amigos el mote de sucio.
por el poder entre el niño y el padre, ofrece sugerencias para evitarla Los padres inventan otras consecuencias en caso de que las natu-
y trata de dirigirla por canales constructivos y útiles. Dreikurs recha- rales no ocurran o sean peligrosas. Al niño que raya la pared, se le
za los premios y castigos. En su lugar sugiere el aliento -en el lado quitan sus lápices; al que se vive en la calle, se le mete dentro de la
positivo- y en el negativo, la disciplina. casa; el que no deja su ropa sucia en la canasta, se queda sin ropa lim-
El programa parte del principio de que la mala conducta del niño pia; quien no recoge sus juguetes de la sala, los pierde (sus padres los
nace del desaliento. El niño obtiene con su conducta distintas ganan- esconden); el que llega tarde a comer, pierde los primeros platillos.
GINOTT 65
64 CAP. 6. DEJAR HACER O ESTABLECER LÍMITES

Para lograr este objetivo, Ginott describe la forma de sentir de un


Dreikurs llega a recomendar que al niño que vagabundea en un niño que experimenta relaciones difíciles con sus padres. Si un papá
supermercado se le dé el susto de perder a su mamá (esta >e escc
Es más, sugiere que en caso de que los niños persistan en su capricí describe incidentes de mala conducta de su hijo, Ginott pregunta:
de permanecer sucios, ¡sus padres se declaren en huelga! Tales reco- "¿cómo piensa usted que el niño se sentía?". Emplea también ejem-
plos de experiencias emocionales de los miembros del grupo. "Su-
mendaciones parecen exageradas.
El conflicto termina, pues los padres ganan, y la razón de su triun- ponga usted queMa pasado horas dedicada a la limpieza de la cocina
fo es que tienen la mayoría de las cartas en la mano. La democracia y que su mamá, efi vez de alabar sus esfuerzos, descubre una manchita
no significa tener cada uno idéntico número de cartas o iguales fuer- en el refrigerador'y exclama: ¿cuándo vas a aprender a limpiar algo
zas, sino guardar el mismo respeto por la propia vida y hacer aporta- bien?, ¿qué sentiría usted?"
ciones personales. La democracia es igualdad de valor no identidad El grupo explora con el consejero las respuestas adecuadas a este
de funciones. El capitán de un barco sigue siendo capitán aun en una episodio para identificar las nocivas y fomentar los buenos sentimien-
democracia. tos. De esta manera, se logra enfocar la discusión hacia las reacciones
El problema de este programa es suponer unos padres "término de los niños, cuando los padres, al ignorar la experiencia afectiva de
medio" no precisamente inteligentes, y el usar técnicas aprendidas los hijos, los condenan o los menosprecian.
sólo imperfecta y espontáneamente. La tercera etapa promueve el aprendizaje de conceptos. El conse-
jero no los menciona sólo trata de que surjan de la discusión. Fruto
especial de esta etapa es aclarar y reforzar la distinción entre sentimien-
GINOTT tos y actos, y animar la creencia de que para el niño es sano experi-
mentar y explorar —sin temor o culpabilidad— sus sentimientos. El
Un programa más complicado es el de Ginott (1961, 1965, 1969), consejero subraya la ayuda que los padres deben proporcionarle para
ya que requiere de un consejero que ayude a los padres y se basa en que el niño se acepte a sí mismo.
la convicción de que la relación empática del niño con sus padres es Desarrollar la comprensión del papel de la ambivalencia en las ac-
prerrequisito para el aprendizaje emocional efectivo, y que el modela- titudes humanas es el cuarto paso. Por medio de la exploración de
miento apropiado es el instrumento más importante para educar. las propias respuestas, los padres se percatan de que las experiencias
El autor señala cuatro pasos en su programa: el primero es la re-
emocionales no son por naturaleza lógicas ni razonables, y que suelen
citación y consiste en alentar a los padres a describir los problemas de
coexistir sentimientos aparentemente contradictorios, situación que
sus hijos y en las prácticas adecuadas para resolverlos. A medida que
no constituye un rasgo indeseable de la vida humana. Los padres
la letanía de quejas, culpas y enojos se entona, el consejero escucha
pueden así ayudar a los niños a vivir con esta ambivalencia.
con atención, comprensión y aceptación. De esta forma ayuda a es- La fase final consiste en enseñar y practicar habilidades para afron-
tablecer empatia entre los participantes y él mismo, y poco a poco el tar los problemas. Los padres de familia se ayudan a encontrar formas
disgusto de éstos se extingue. Al mismo tiempo, mediante una expe- de enfrentarlos, con apoyo en el principio de que nadie es buen juez
riencia compartida, aumenta el bienestar de los miembros, quienes
en causa propia. Los participantes ensayan sus nuevas habilidades
describen sus tribulaciones. La sensibilización -segundo paso— es el
y las someten a discusión y de esa manera reciben la adhesión del
esfuerzo para enfocar y avivar la atención de los padres de familia so- grupo.
bre los aspectos sentimentales de la conducta de los niños. Cuando
Fruto ulterior de esta cuarta fase es mejorar el vocabulario afecti-
los padres exasperados preguntan una y otra vez por qué sus hijos se
vo de los miembros mediante la sugerencia de palabras que describan
portan mal, el consejero responde: "por sentirse mal". El propósito
mejor sus sentimientos y desahoguen sanamente a los iracundos.
del consejero es ayudar a los padres a percatarse de que si enfocan sus Otro objetivo importante de esta fase es enseñar a los papas técni-
esfuerzos sobre la conducta de los niños e ignoran sus sentimientos, cas de disciplina afectiva. Ellos quieren remediar la mala conducta de
están condenados al fracaso. Otro objetivo de la sensibilización con- los niños en situaciones en las cuales éstos expresan inapropiadamen-
siste en enseñar que los sentimientos no pueden apagarse o modificar-
te sus sentimientos negativos hacia otras personas. La técnica de se-
se, mientras queden latentes en la relación padre-hijo, de suerte que ñalar límites y guiar a los niños a una forma civilizada de responder
ningún aprendizaje nuevo puede suscitarse hasta que la relación entre es importantísima. Consiste en: reflexionar cuidadosamente 'sobre
conducta y sentimientos salga a la luz.
66 CAP. 6. DEJAR HACER O ESTABLECER LÍMITES VENTAJAS DE LOS DISTINTOS PROGRAMAS 67

los sentimientos iracundos y destructivos del ™ son muchas; ignorar la conducta negativa (berrinches) u ofrecerle
cipio o regla que se viola; proveer sustitutos simbólicos de alternativas, puesto que, frecuentemente, no conoce otro modo de sa-
afectiva y por último, señalar el sentimiento que se ha generado o tisfacer sus necesidades que la reacción primitiva de encapricharse. Es
exagerado debido al acto mismo de marcar un limit necesario evitar la amenaza y la censura --"eres inaguantable" , lo
Esta técnica implica un experto capaz de manejarla dentro de un mismo que iroiugs que no entiende: " ¡si eres muy obediente!". Por
grupo. La única regla práctica general que puede desprenderse de último, no hay qu.é olvidar el reconocimiento de sus esfuerzos por por-
ella es que los padres procuren reflejar sus sentimientos en el trato tarse bien.
con los niños. Por ejemplo, al niño enfurruñado que quiere pegarle a
la hermanita recién nacida se le debe decir: "comprendo que estés
disgustado por creer que tu hermanita te va a quitar mi cariño. No Tópicos para reflexión
temas. No es así".
¿Qué se puede concluir sobre estos distintos programas para la 1. La frustración constante es nociva para el niño.
educación infantil? Ante todo, que no son adecuados para todas 2. La disciplina no es el medio adecuado para su formación.
las edades. 3. La disciplina sólo vuelve inseguros a los niños.
4. La disciplina no se opone al amor.
5. No se le dé siempre al niño todo lo que su corazón desee.
VENTAJAS DE LOS DISTINTOS 6. La disciplina no se opone a la razón.
7. Los papas no deben ser camaradas de sus hijos.
PROGRAMAS
8. La familia no es una democracia.
9. La desobediencia tiene a veces su origen en causas biológicas.
Con los niños pequeños, generalmente incapaces de entender ex- 10. El castigo debe ser proporcionado a la mentalidad del niño.
plicaciones, el programa de modificación de la conducta proporciona 11. El castigo corporal no es el mejor modo de disciplinar al niño.
buenos resultados. Basta darles normas claras: "hora de acostarse; 12. La motivación positiva es mejor que la negativa.
apagar la TV; no molestar al hermanito; recoger sus cosas", seguidas 13. No se proteja al niño en contra del más insignificante riesgo.
con frecuencia de un refuerzo positivo o negativo. En algunos casos
puede echarse mano de las consecuencias naturales o artificiales de la
conducta inaceptable, como sugiere Dreikurs.
Los muchachos y muchachas presentan una problemática distinta.
Son capaces de entender explicaciones y pueden asimilar principios.
Por tanto, el programa de Cordón ofrece la ventaja de tratarlos con
base en explicaciones de situación, que encuentren soluciones acep-
tables para los papas y los niños.
Por su parte, el programa de Glasser (1965) puede emplearse pro-
vechosamente con niños capaces de entenderlo de cinco años de edad
en adelante. Los pasos de este programa (cfr. pág. 60) son recomen-
dables y pueden combinarse con los demás.
Puede resultar provechoso permitir que se afronten las consecuen-
cias desagradables de la conducta: dejar de hacer las tareas trae con-
sigo mala calificación o reprensión de la maestra. La responsabilidad
del niño es estudiar para aprender. Si la mamá le hace la tarea para
que el niño quede bien, ella obtiene satisfacción a costa de la educa-
ción de su hijo.
Existen, además, otras prácticas útiles, como escuchar al niño,
enseñarlo a reflexionar y estimular su conducta ordenada. Las formas
104 CAP. 9. EL DESPERTAR DE LA MENTE

madres mentalmente retardadas, cuando éstos son educados desde el


nacimiento en una institución especializada.
McVicker-Hunt insiste en que no basta exponer al niño a la mú-
sica u otros sonidos o a la charla de la madre para mantenerlo alerta
y evitar así el retraso que suele ocurrir. El ruido sin relación alguna
con la actividad espontánea del niño es nocivo para su desarrollo, pues
probablemente impide el reflejo de orientación natural. Para ser fruc-
tíferos, los cambios ambientales necesitan relacionarse con las acciones
del niño. Por esta razón, el investigador puso a los niños brazaletes
plásticos conectados a un interruptor de bocinas o dispositivo para
mover objetos cercanos al niño. Se investigó con cinco sucesivos gru-
10
pos, a los cuales se les ofrecieron distintas experiencias. El grupo más
aprovechado recibió estimulación en el lenguaje y otros tipos de apren-
Hogar y colegio
dizaje y mostró un notable cambio en la iniciativa. Los encargados de
los niños imitaban los sonidos de los infantes, esperaban su reacción
al imitarla y les enseñaban los nombres de las partes del cuerpo. En la sociedad contemporánea, ningún hogar puede ofrecer todas
Estos niños, a los dieciocho meses, hablaban cincuenta palabras, las condiciones y recursos necesarios para educar integralmente a los
y a los veintidós meses nombraban espontáneamente los objetos. Al- niños. Unas familias tienen un solo hijo; otras, niños del mismo sexo;
canzaron la más alta calificación en cinco de las siete escalas del desa- éstas un papá que convive apenas con los suyos debido a la naturaleza
rrollo psicológico y mostraron mucho interés por el desarrollo del de su empleo o a las obligaciones sociales; aquéllas, una madre que
vocabulario. Su expresión facial de viveza era distinta de la de los otros. contribuye al diario sustento con un trabajo que la separa largas ho-
McVicker-Hunt afirma categóricamente que el interés y la inicia- ras de sus hijos.
tiva comienzan a los seis primeros meses y se extienden a lo largo del
primer año. De hecho, en todo momento de la vida la inteligencia es
de alguna manera dúctil. Las funciones que se usan se desarrollan y a EL COLEGIO COMPLETA EL HOGAR
ninguna edad cesan; lo que cambia es la velocidad del desarrollo men-
tal, el periodo de mayor plasticidad es mayor desde el nacimiento has- Afortunadamente, desde la lejana antigüedad, una institución -la
ta los dos años. Es más difícil obtener logros importantes después de escuela- suple las limitaciones del hogar. La escuela imparte al niño
esta edad (Pines, 1979, págs. 56-68). los conocimientos que debe poseer como miembro del grupo, le ense-
ña las habilidades fundamentales en la vida y le inculca la idea de que
el grupo lo echará de menos, si no cumple con su cometido dentro
Tópicos para reflexión del mismo.
Además, ofrece al niño una seguridad distinta de la que le propor-
1. La mente del niño se despierta gradualmente. cionan los padres porque desarrolla en él el sentido de pertenecer a
2. El buen funcionamiento de los sentidos influye en el despertar de la mente. un grupo —cuyo funcionamiento y bienestar dependen de los esfuer-
3. El niño forma algunos de sus conceptos de lo que oye de las personas mayores.
4. Es conveniente responder al niño todas sus preguntas. zos de cada niño— y por basarse en las propias realizaciones, mien-
5. Conviene leer historias al niño para fomentar su desarrollo. tras que en el hogar, el sentimiento de pertenecer a la familia dimana
6. El pensamiento infantil es egocéntrico y concreto. del amor de los padres. En cambio, la conciencia del niño de perte-
necer a un grupo escolar se debe a los esfuerzos que realice por el
grupo. Por tanto, el colegio no debe circunscribirse a impartir exclu-
sivamente conocimientos académicos, sino ofrecer también oportuni-
dades de otro estilo encaminadas a la educación integral del alumno.
De otra manera, sólo el niño inteligente adquirirá el sentimiento de

105
ACTITUDES DE LOS PAPAS RESPECTO DE LA ESCUELA 107
106 CAP. 10. HOGAR Y COLEGIO

pertenecer al grupo, mismo que nunca obtendría el de menor inte- Segunda: estorbar la obra de la escuela con juicios despectivos.
ligencia. "Cuando yo era muchacho, los colegios eran mejores; ahora sólo se
La escuela también ofrece al niño ocasión de acrecentar la seguri- ocupan de los deportes y representaciones." O lo que es peor, desa-
dad en sí mismo basada en sus propias realizaciones. A medida que creditan al maestro: "tu maestro sabe tanto de aritmética como yo
se vuelve más competente, adquiere el sentimiento de dominar el am- de astronomía", Tales opiniones expresadas ante el niño rebajan su
biente y éste lo ayuda a asumir nuevas tareas y responsabilidades. estima por la escuela y suscitan un conflicto entre la lealtad a sus pa-
Este deseo es motivo poderoso en todos los seres humanos y el placer dres y a aquélla. Otros papas ridiculizan determinado aspecto de la
que se deriva de su realización constituye una de las mayores satisfac- vida escolar: los uniformes, los deportes, las calificaciones. Minan así
ciones. Por consiguiente, si el programa educativo fuese puramente el aprecio que el niño pueda tener por la institución y despiertan
académico, sólo algunos niños conseguirían la seguridad en la escuela. en él la tendencia a echar la culpa de sus fracasos al maestro o al mé-
De ahí que ésta debe ofrecer a los niños otras actividades estéticas, todo de enseñanza. Si los papas no se sienten satisfechos con la
manuales, periodísticas, sociales, etcétera, para dar ocasión a cada escuela donde están inscritos sus hijos, es preferible que los retiren de
alumno de desarrollar sus propias facultades. ahí y los matriculen en otra institución merecedora de su confianza.
Además, la escuela depara al niño un cuadro de la vida contempo- Otra forma de obstaculizar la obra de la escuela consiste en desa-
ránea: la forma de ganarse el sustento, la cultura —tal vez diferente de lentar los esfuerzos del niño: "eres un tonto, nunca harás nada en la
la de su hogar—, los valores, normas y actitudes de nuestro tiempo, vida". Andrés, niño de nueve años, repetía el tercer grado de primaria
y le brinda la oportunidad de adquirir formas de comportarse apro- y odiaba el colegio. Frecuentemente llegaba tarde y sólo se interesa-
badas por el grupo. Enseña al niño el sentido de la democracia, pues ba por jugar a la pelota en los recreos. Prestaba escasa atención a las
el colegio forma un grupo semejante y compacto. Allí aprende, final- lecciones, por lo que leía y escribía defectuosamente. El niño se per-
mente, a perfeccionar sus habilidades al mismo tiempo que participa cataba de sus deficiencias. Cuando cometía algún disparate al leer,
de las ajenas. Con todo, los frutos que el niño cosecha de la escue- se retorcía y decía: "no puedo leer, no puedo leer". "Ellos siempre
la dependen no sólo de la calidad de ésta, sino de las actitudes de los me están diciendo lo mismo", refiriéndose a sus padres y a sus maes-
padres (Buhler, 1952). tros anteriores. Aquéllos lo culpaban por sus fracasos y le echaban
en cara que no fuera tan inteligente como sus hermanos. En un estu-
dio realizado por el autor (1965), el 15% de los sujetos, adolescentes
ACTITUDES DE LOS PAPAS que cursaban secundaria, afirmaron que sus papas no los estimulaban
RESPECTO DE LA ESCUELA para realizar sus tareas escolares.
Finalmente, se impide la obra de la escuela saboteando los esfuer-
Tres son las actitudes de los padres respecto de la escuela. zos de los maestros por educar a los niños y mostrándose indiferente
La primera: descargar en ella su propia responsabilidad. Estos al aprovechamiento o a la conducta del hijo. Los maestros no pueden
papas razonan que es preferible poner en manos de los maestros, competir con los papas que favorecen la tendencia de sus niños hacia
expertos educadores, la obra de la educación de sus hijos. En el el menor esfuerzo. Si en vez de culpar a la escuela o al maestro, cuan-
fondo, temen perder su cariño si ellos los controlan. Sin embargo, la do el hijo reprueba, examinan los papas cuánta culpa tienen ellos mis-
escuela nunca podrá reemplazar a los padres, ni pretender educar mos por su falta de cooperación, el niño saldría ganando. El hogar da
íntegramente a los alumnos sin la estrecha cooperación de padres y el tono a la educación del niño y si los papas han abdicado la facultad
maestros. Los papas que circunscriben a la escuela la educación de de pensar, difícilmente lograrán que el niño se dedique a cultivarla.
sus hijos, no suelen averiguar quién es su maestro, ni examinar la Tercera actitud: colaborar con la escuela. Estos papas apoyan sus
libreta de calificaciones y tampoco visitar el aula. No se preocu- normas, manifiestan estima de sus disposiciones y están en contacto
pan por asegurar con su cooperación la educación del niño. ¿Cuán- con los maestros. Los directores de algunas escuelas se quejan de que
tos de estos papas emplean un rato para hojear los libros de texto de apenas el 10% de los papas establecen contacto con los maestros. Los
sus hijos? ¿Cuántos se percatan de sus problemas particulares en el padres de familia colaboradores no consideran a la escuela como el
diario quehacer escolar y se preguntan cómo pueden ayudar a resol- lugar bendito que les ahorra conflictos con los hijos. La escuela es
verlos? para estos padres la prolongación del hogar y como tal merece su es-
LA ELECCIÓN DE LA ESCUELA 109
108 CAP. 10. HOGAR Y COLEGIO
Un medio importante para favorecer los hábitos de estudio es
tima; así, depositan su confianza en el maestro, representante suyo asignar al niño un sitio adecuado para sus tareas. El lugar de estudio
ante el hijo. Muchas dificultades pueden zanjarse si el maestro cono- es frecuentemente el comedor de la casa, encrucijada de constantes
ce a los padres, sabe cómo se comporta el niño en el hogar, cuáles distracciones. ¿Cuántos papas se preocupan por proporcionar un si-
son sus ambiciones y cuánto tiempo dedica a las tareas. tio apropiado para el estudio, en vez de gastar dinero en lujos innece-
La colaboración supone también respetar la autoridad del maes-
tro. La necesidad de un criterio paterno y materno semejante para
educar al hijo, incluye también al maestro desde el momento en que
el niño empieza a ir a la escuela. Como el maestro no pertenece al
LA ELECCIÓN DE LA ESCUELA
círculo afectivo formado por los papas y el hijo, es de temerse que
en caso de conflicto, el niño se pondrá del lado de sus padres. Si el
Problema espinoso se plantea a los padres de familia respecto de
niño trata de burlar al maestro con la connivencia de los papas, nin-
guna escuela, por mejor que sea, podrá educarlo. la elección de escuela: ¿qué valores o filosofías refleja?, ¿qué méto-
do práctico emplea para realizar esos valores o filosofías?, ¿insiste en
Los padres colaboradores supervisan el cumplimiento de las tareas
de los hijos, necesarias para corregir o afirmar lo aprendido, pues suele las materias fundamentales: leer, escribir y contar o en el desarrollo'
de valores?, ¿ofrece un plan de estudio bien pensado o deja a los ni-
ser difícil realizar a la hora de clase todos los ejercicios para asimilar
ños decidir por sí mismos lo que deben estudiar y cuándo?, ¿es un
las lecciones. Muchos papas o mamas consideran las tareas como pro-
albergue cuya principal función consiste en evitar que los niños va-
blema de pundonor propio: temen quedar mal ante el maestro si el
guen por las calles o participa activamente en los aspectos del des-
niño no cumple con ellas o comete errores; por lo tanto, en ocasiones
ellos mismos se las hacen. arrollo infantil, especialmente de los valores? Una vez contestada
afirmativamente alguna de estas cuestiones, aparece otra: ¿cómo
Es desaconsejable que la mamá acompañe al niño durante todo el
pone la escuela en práctica estas políticas? La discusión se reduce a
tiempo de la tarea. De una parte, se permite al hijo manipular a la
dos grandes opiniones: la escuela centrada en las materias y la cen-
mamá reteniéndola junto a sí, y de otra, el niño incumplido no afron-
trada en el alumno. El problema no termina ahí, pues cada una de
ta las consecuencias de su irresponsabilidad: la mala calificación y la
represión del maestro. estas opiniones contiene ciertas variantes.
Algunos autores sostienen que no importa mucho la filosofía sub-
La cooperación con la escuela requiere asimismo proporcionar a
yacente al programa educativo o el modo como éste se ponga en
los hijos un ambiente propicio para el estudio. Algunos padres insis-
práctica, pues el niño aprende por sí sólo y todo lo demás se reduce a
ten en que sus hijos estudien, pero ellos nunca leen libros ni revistas
culturales que valgan la pena. El hogar brinda en gran manera el cli- proporcionarle los medios para lograrlo. Citan asimismo ciertas in-
vestigaciones que señalan que no se advierte ninguna diferencia en el
ma adecuado para la educación del niño. Si hay libros, revistas y
periódicos buenos, si se escogen los programas de televisión y se dis- rendimiento académico de los niños -controlado naturalmente el ni-
cuten tópicos interesantes, se ofrece al niño un conjunto de estímu- vel académico de las familias- cuando se comparan características de
los que redunda en el desarrollo de sus facultades mentales. Si se le las escuelas, tales como edificios, recursos disponibles y proporción
lleva a visitar museos, parques y sitios históricos, se le hacen vivas y entre el número de maestros y alumnos.
concretas las descripciones del aula. Los papas aficionados a la mú- Habría que responder que las características en sí no influyen sus-
sica pueden conseguir que sus hijos la saboreen y aprecien si se la ex- tancialmente en los programas educativos; lo que incide es el modo de
plican y lo llevan a los conciertos infantiles. Es patética la insistencia emplearlas. El número de maestros y sus años de experiencia no re-
de algunos papas que abruman al hijo con recomendaciones para que fleja necesariamente el ambiente del aula. Interesa más saber cómo se
estudie pero ellos no lo preceden con el ejemplo. Su cultura no va lleva a la práctica el programa y las experiencias que ofrece a los niños.
El estudio de Stallings (1975) llega a la conclusión de que los di-
más allá de las secciones deportivas y sociales del periódico y de la
lectura de Selecciones.* ferentes programas -centrados en las materias o en el alumno- pro-
ducen diferentes resultados: los primeros influyen en los niños por
razón de prestar mayor atención a las tareas y producen estudiantes
* Sobre el desarrollo de la habilidad artística del niño véanse Gardner, 1980 y Kellogg, ordenados, disciplinados y preocupados por el éxito escolar. Sin em-
1967, 1969.
110 CAP. 10. HOGAR Y COLEGIO FACTORES DE LOS FRACASOS ESCOLARES 111

bargo, los niños de estas escuelas faltaban con mayor frecuencia a La persona que se centra en un problema considera a éste como
clase, falla importante que refleja un menor ínteres por ella. Al con- una situación a la cual falta uno de sus elementos. La solución apor-
trario, los niños inscritos en programas menos estructurados y con ta precisamente el elemento fallante. Los estudiantes que se toman
gran variedad de actividades, obtuvieron mejor puntuación en las el tiempo y el trabajo para comprender un problema, pronto se per-
pruebas de solución de problemas; eran asimismo más independientes catan de que la respuesta
1
está ahí. No hace falta buscarla en otra
y colaboraban con mayor frecuencia en actividades de grupo. parte.
Por tanto, el tipo de programa educativo influye en el resultado La buena calidad de una escuela depende sobre todo de maestros
final de la educación de los niños. Los programas centrados en las dotados de verdadera vocación para la enseñanza. Nada educa tanto
materias producen un tipo de estudiante distinto de aquéllos centra- como el contacto con hombres de mente abierta y de cultura univer-
dos en el niño. sal, quienes no sólo ayudan a sus alumnos a dirigirse a las fuentes del
La elección de escuela dependerá, pues, de las expectativas de los conocimiento, sino que les enseñan un método y les comunican su
papas. ¿Buscan que el hijo aprenda las materias básicas sin preocu- propia personalidad.
parse por nada más? ¿O quieren una educación integral, en el doble Una buena escuela se caracteriza, además, por tener grupos pe-
sentido de facilitar el desarrollo de las capacidades físicas, estéticas, queños que el maestro puede atender y cuya dimensión le permite
intelectuales, morales y sociales, así como ayudar al niño a integrarlas conocer mejor a los niños. Se distingue asimismo por buenas instala-
en una personalidad madura? ciones: aulas, bibliotecas, y laboratorios y, especialmente, por las re-
Este tipo de institución ofrece al niño: laciones cordiales que se establecen entre padres y maestros.
Es conveniente recordar que el influjo de la escuela disminuye a
a) práctica de gimnasia y deportes; una enseñanza encaminada a medida que el niño crece.
que aprenda a aprender; desarrollo del sentido moral; ocasión
de ejercitar las habilidades artísticas o, al menos, de gustar del
arte y oportunidad de fomentar la sociabilidad; FACTORES DE LOS FRACASOS ESCOLARES
b) contacto estrecho entre estudiantes y profesores;
c) comunicación continua entre maestros y padres de familia; Son de muy diversa índole. Unos provienen de defectos físicos
d) apertura al cambio; de la vista o del oído que ni los padres ni el maestro han descubierto;
e) oportunidad de visitas dirigidas a museos, empresas, fábricas y otros dependen de la debilidad general del organismo que incapacita
también excursiones. al niño para aplicarse debidamente al estudio. Éstos se deben al blo-
queo emocional producido por el rechazo paterno o materno, los
Es lamentable que el hombre proceda con tanta indiferencia al conflictos entre los padres o celos entre los hermanos; aquéllos se
elegir el tipo de escuela donde sus hijos estudien, cuando es tan cau- originan en los problemas de la pubertad, cuando ocurre el despertar
teloso al seleccionar el banco en el cual deposita su dinero. La escue- afectivo y sexual. Algunos niños con capacidad mental superior dan
la es un banco de talentos. Debe buscarse la que dé mayor rédito y la impresión de ser tontos por un bloqueo emocional que los inhibe.
en mejores condiciones. Existen casos paradójicos de niños que rinden poco porque el tra-
Existen dos tipos de escuelas: unas forman estudiantes producto- bajo de clase —demasiado fácil para ellos— los aburre. Alberto, un
res de respuestas correctas; es decir, cultivan en los niños el arte de niño brillante, cursaba el cuarto año de primaria con calificaciones ba-
aprender respuestas; otras inducen al alumno a centrarse en los pro- jas. Sus pruebas mentales comprobaron que poseía un coeficiente in-
blemas y a resolverlos.*

Freinet, C., Técnicas Freinet de la escuela moderna (trad. de Julieta Campos), Siglo
* Por lo que respecta a la filosofía educativa, las escuelas se dividen en: las centradas
en el maestro y en el conocimiento (la escuela tradicional) y las centradas en el estudiante, XXI Editores, México, 1978.
con las variantes de María Montessori (1870-1952), Celestino Freinet (1896-1966), Fierre Rogers, Cari R., Freedom to learnfor the 80's., Merril, Columbus, Ohio, 1983.
Faure, S. J. (1904- ), Fred S. Keller, y Cari R. Rogers (1902- ), (humanismo afecti- Ryan, B. A., PSI. Keller personalized system of instruction: an appraisal, American
vo). Cfr. las siguientes obras: Psychological Association, Washington D.C., 1974.
Faure, P., Ideas y métodos de la educación, Editorial Narcea, Madrid, 1972. Standing, E. M., La revolución Montessori en la educación (trad. de Ana Shapiro de
Zagury), Siglo XXI Editores, México, 1980.
112 CAP. 10 HOGAR Y COLEGIO

REMEDIOS SUGERIDOS PARA EL ATRASO EN LOS ESTUDIOS 113


telectual que lo colocaba por encima de sus condiscípulos. El cuarto
grado le resultaba demasiado fácil y lo aburría por no encontrar en las escuela a aprender, no a sacar buenas calificaciones. En muchos ca-
lecciones ningún reto a su talento. Aprobaba con mínimo esfuerzo sos, la vanidad paterna de tener un hijo de "dieces" presiona a éste en
las materias. Al terminar el curso, su maestro pensó darle la oportu- forma tan angustiosa que le dificulta el aprendizaje.
nidad de doblar año, aunque temía que decisión tan delicada podría Mucho se espera en la actualidad de las escuelas y délos maestros.
dañar su desarrollo social y emocional, si el niño no contaba con la Por desgracia, aljj^nas aún no cuentan con los elementos adecuados
colaboración de sus padres. Desgraciadamente, éstos no se preocupa- para alcanzar sus objetivos. ¿Podrán tenerlos algún día?
ban del problema y dejaron pasar la ocasión de que el niño acortase Las técnicas psicoterapéuticas experimentadas en el aula, así
sus estudios de primaria. como la orientación misma del aprendizaje hacia formas más dinámi-
La cortedad intelectual dificulta a otros niños el aprovechamien- cas y creativas por parte del niño, permiten esperar que los maestros
to en los estudios. Desafortunadamente, no siempre reciben ayuda podrán cumplir mejor su tarea medular: crear el clima emocional
y comprensión de sus padres y maestros. Estos niños suelen pasar apto para encender en el propio estudiante, con su concurso activo,
como mueble de un curso escolar a otro, hasta encontrara la postre la chispa maravillosa del aprendizaje.
cerradas las puertas de la preparatoria y la universidad. Si los papas
presionan a los maestros para que el niño inepto en el estudio siga
adelante, lo exponen a vivir en constante tensión y a malgastar los Tópicos para reflexión
mejores años de su vida. Los niños carentes de facilidad para el estu-
dio no suelen sentir gusto por él. 1. El colegio es prolongación del hogar no sólo en el aspecto de la instrucción.
La causa más frecuente de fracasos escolares proviene de la falta 2. El colegio debe ofrecer actividades distintas de los estudios.
de método para estudiar. Muchos niños nunca aprenden a aprender; 3. Los padres no deben dejar todo al colegio.
4. Es necesario que los papas estimulen a los hijos en el estudio.
es decir, a pensar. Toda su estrategia estriba en aprenderse de memo- 5. Los papas deben obligar al niño a hacer sus tareas.
ria las respuestas. Algunas clases parecen un juego de ping pong, el 6. El clima cultural del hogar contribuye a la formación del niflo.
niño devuelve la pelota que el maestro lanzó previamente, y éste, en 7. Al elegir el colegio débense tener en cuenta la clase social, el ambiente estric-
vez de impedir que el alumno juegue al tiro al blanco con las respues- to y la antigüedad de los maestros.
tas, favorece el nefasto memorismo. La misión del maestro consiste 8. Los hijos que encuentran dificultad en los estudios requieren de una atención
principalmente en ayudar al niño a descubrir —presa de admiración especial.
y entusiasmo—-el poder y la riqueza de su propia inteligencia.

REMEDIOS SUGERIDOS PARA EL


ATRASO EN LOS ESTUDIOS

El más importante es someter al niño a un estudio psicológico


para averiguar las causas de su falta de aprovechamiento. Como se
indicó antes, los factores del atraso escolar suelen ser diversos y se-
ría injusto atribuirlo sin pruebas a cortedad intelectual o flojera del
alumno.
Por otra parte, los padres y maestros deberían dejar de atribuir
tanta importancia a las notas de clase, la meta de los productores de
respuestas. Desafortunadamente, las calificaciones no siempre corres-
ponden a los conocimientos reales del niño. En un estudio realiza-
do por el autor (1965), el problema más frecuentemente citado y
temido por los chicos era el obtener malas notas. Los niños van a la
ACTITUDES ACERCA DE LA LIBERTAD 115

su caída. En todos estos casos no hay ligadura alguna que haga violen-
cia sobre la naturaleza de esos seres. Todos actúan espontánea y libre-
mente, pero su naturaleza los determina a proceder así. Están "pro-
gramados" por ésta.

11 Cuando noj^ptá atado o encarcelado, el hombre posee el mismo


tipo de libertad_p'sica antes citada. Pero a diferencia de los demás se-
res, carece de ligadura interna (psíquica o mental) respecto de los bie-
Educar para nes particulares. El hombre no está determinado por su naturaleza a
una forma de vida más bien que a otra. La libertad consiste en la ca-
hoy o educar pacidad de "programarse" a sí mismo.
Ante cualquier objeto, se le plantea la alternativa de tomarlo o
para la vida dejarlo, de tomar aquél en vez de éste. Al animal hambriento sólo la
imposibilidad de encontrar alimento lo hace sufrir. El hombre sopor-
ta el hambre libremente.

Los padres de familia afrontan delicados problemas en el proceso


educativo de sus hijos. Por una parte, deben cuidar al niño para evitar CONCEPTO DE LIBERTAD
que sus impulsos lo pongan en peligro; por otra, ayudarlo a adquirir
hábitos de orden, disciplina, respeto, laboriosidad, etcétera; y esto no La libertad consiste, en su aspecto positivo, en la capacidad de
sólo cuando ellos lo vigilan, sino también en su ausencia. Se trata de aceptar o renunciar a aquello a lo que se tiende espontáneamente.
una tarea difícil y complicada que supone una prerrogativa humana Supone ciertas condiciones: normalidad, plena advertencia y el co-
incomparable, que es al mismo tiempo un riesgo: la existencia de la nocimiento de un bien como no determinante. Las enfermedades,
libertad. sobre todo las mentales, las emociones intensas (pánico, rabia), los
Se entrena al animal, excitando sus emociones e impulsos, de prejuicios y la ignorancia reducen el ámbito de la libertad humana.
suerte que unos a otros se neutralicen. La emoción de la ira o el im- El niño recién nacido es esclavo de sus necesidades fisiológicas
pulso agresivo, por ejemplo, se reprimen por el miedo al castigo; la (sed, hambre, descanso,..), de las psicológicas y también de sus
ejecución de un salto peligroso sobre el fuego se premia con un trozo emociones. Sólo posee la capacidad de ser libre. Su libertad se des-
de carne. arrolla más lentamente, si cabe, que otras capacidades. Debe aprender
El hombre, en cambio, es capaz de usar símbolos, apreciar un a hacer uso de ella, como aprende a usar sus miembros y su inteligencia,
bien, anteponerlo a otro y apropiarse de un sistema de valores que lo aprendizaje que se efectúa a costa de numerosos errores, conflictos
guíen en el camino de la vida. Puede, asimismo, diferir el cumpli- con las barreras de la realidad física, la oposición de otras personas,
miento de sus impulsos para el futuro, a diferencia del animal, pesar la atracción del mal y el sentido del deber.
la ventaja de un curso de acción, compararlo con otro, y decidirse
por el primero en vez de hacerlo por el segundo, a pesar de que
éste le proporcione menor satisfacción que el otro. ACTITUDES ACERCA DE LA LIBERTAD
Por lo tanto, la educación del niño se reduce, en última instancia, a
educar su libertad. Los papas no sólo deben guiar al niño sino enseñarlo Negar su existencia
a que se domine a sí mismo, no sólo para esta situación concreta de
ahora sino para toda la vida. Ciertos padres de familia y maestros actúan en la práctica como si
¿Qué se entiende por libertad? El término se aplica a situaciones el niño no fuera libre y tratan de educarlo mediante el control interno
muy diversas. Un río, cuyo curso nodetiene ninguna presa, corre libre- basado en el temor al castigo o la esperanza del premio. Ellos eligen
mente al mar; un caballo sin ataduras trota libre hacia el establo; la en vez de permitírselo al niño y le imponen lo que han escogido: la
piedra cae libremente si no encuentra ningún obstáculo que detenga ropa, los zapatos, diversiones, los deportes, la carrera adecuada para
114
116 CAP. 11. EDUCAR PARA HOY O EDUCAR PARA LA VIDA ACTITUDES ACERCA DE LA LIBERTAD 117

ganarse la vida y aun la mujer con quien se case. Algunos papas logran dad para organizar la acción correspondiente e inducen una verdadera
su objetivo a costa de la vida del hijo, que se pliega pasivamente al au- necesidad de repetir la acción. El primer cigarro suele ser desagrada-
toritarismo paterno. Otros se alarman porque aquél se rebela, dando ble al fumador; sin embargo, al poco tiempo ya no puede prescindir
así muestras de salud mental al oponerse legítimamente a los deseos de aquél.
arbitrarios de sus padres. Es cierto que al principio de su vida el niño Los hábitos ^motores son destrezas consistentes en una compleja
requiere de control externo que paulatinamente se convierte en inter- organización de tftovimientos que, con la práctica, se vuelven fáciles,
no, basado en el temor al castigo, la esperanza del premio, etcétera. agradables y coordenados. Así ocurre con el caminar, hablar, escribir,
Pero éste debe ser un simple medio transitorio para lograr otro tipo de leer, escribir a máquina, tocar el piano (o cualquier otro instrumento
control, también interno, que nace de la apreciación de los bienes o músico), conducir un automóvil, jugar tenis, etcétera. Tales hábitos
valores. facilitan la ejecución de las acciones, pero por sí mismos no suscitan
necesidad alguna de repetirlas; el mecanógrafo no experimenta nece-
sidad de escribrir, ni el automovilista de manejar; tales hábitos en
Fortalecerla como músculo acción van acompañados generalmente de gozo por sí mismos y sus-
citan la necesidad de repetirlos. El niño que sabe caminar, goza al
Otros opinan que la libertad se desarrolla por la práctica en cum- hacerlo; el chofer novel también se deleita manejando el vehículo.
plir tareas difíciles y desagradables, al modo de un músculo cuyo Algunos hábitos motores nunca se aprenden por completo y pueden
entrenamiento depende del ejercicio. Contra esta actitud se objetan ejercitarse placenteramente durante largo tiempo; por ejemplo, jugar
algunas dificultades. La libertad no es un músculo que se fortalezca al tenis, etcétera, sobre todo si las circunstancias favorecen una cons-
con el ejercicio. La psicología experimental ha demostrado que el tante novedad.
ejercicio de una función en una tarea determinada no la desarrolla Los hábitos psicológicos, distintos de los fisiológicos y motores,
automáticamente. Los experimentos realizados sobre transferencia constituyen una amplia serie: el ahorro, la laboriosidad, el orden, la
del aprendizaje manifiestan que ésta sólo se efectúa cuando las acti- paciencia, etcétera. El hábito psicológico, a diferencia del hábito mo-
tudes, métodos o principios adquiridos en un campo pueden aplicar- tor, que produce facilidad y gusto al realizar acciones y movimientos
se a otro. Además, ¿dónde encontrará el niño la libertad entrenada complicados, no requiere gran destreza ni larga práctica. La carac-
para realizar tan complicadas tareas?, ¿cómo podrá encarar tal plan terística principal de tales hábitos consiste en cierta necesidad de re-
de entrenamiento si no tiene de antemano la libertad adquirida que petición. Uno se siente inquieto si las cosas no están ordenadas en
tal programa pretende desarrollar? La práctica y el ejercicio contri- la oficina o la alcoba. Los hábitos psicológicos pueden considerarse
buyen a desarrollar la libertad, pero sólo cuando están en relación como necesidades adquiridas en oposición a las innatas, que dimanan
con motivos atractivos. La práctica sin el correspondiente desarrollo del propio organismo, como la de afecto, aceptación, etcétera. Los há-
de la motivación resulta infructuosa. bitos psicológicos no se originan del mismo modo, ni los mismos fac-
tores los conservan. En algunos casos, la necesidad en que se fundan
es predominantemente innata, aunque el modo de satisfacerla es ad-
Formarla por hábitos quirido. Por ejemplo, la curiosidad es necesidad innata e induce a
muchas personas a entretenerse con novedades, pero satisfacerla con
Otro método recomendado para fortalecer la libertad es la adqui- la lectura del periódico y precisamente de determinado periódico, es
sición de hábitos. hábito adquirido.
El hábito es la disposición para actuar de modo fácil y uniforme Finalmente, los hábitos morales -prudencia, justicia, fortaleza y
en determinadas circunstancias. Los hábitos pueden ser fisiológicos, templanza— facilitan la acción mas no impulsan a repetirla. La repe-
motores, psicológicos y morales. tición de actos de fortaleza ayudaría a adquirirla pero no llevará a
El hábito fisiológico es una disposición desarrollada por el orga- buscar ocasiones de ejercitarla, del modo como el fumador busca vol-
nismo. Sería más exacto hablar de "habituación" del organismo, ya ver a fumar o el jugador a jugar.
que se forma cuando éste se acostumbra o habitúa al clima, cierta la- Puede incluso preguntarse si es cierto que los hábitos mótales en
titud, a fumar, etcétera. Estos hábitos dotan al organismo de facili- cuanto tales —al margen de la motivación de que dimanan-'vuel-
118 CAP. 11. EDUCAR PARA HOYO EDUCAR PARA LA VIDA ACTITUDES ACERCA DE LA LIBERTAD 119

ven más fácil la acción. En otras palabras, es dudoso que puedan ad- Los valores morales incluyen la prudencia, justicia, fortaleza y
quirirse hábitos morales sin sólida motivación. Así sucede en el caso templanza.
de los recién casados cuya vida matrimonial se inicia bajo excelentes Los valores religiosos se reducen al amor de Dios y del prójimo.
auspicios. Realizan con facilidad actos de paciencia, olvido de sí Los valores o motivos mencionados son eficaces si cumplen las
mismo, etcétera. La repetición debería grabar tales actos hasta hacer- siguientes condiciones: estar adaptados. Un valor noble y elevado
los más fáciles, pero frecuentemente no sucede así. Una vez que se puede quedar sí^ííruto positivo si no impresiona la mente del sujeto.
empaña el resplandor del amor (o sea la motivación) lo que antes era En general, cuan.K> más alto sea un motivo, menor será su impacto en
fácil y agradable se vuelve dificultoso. la mente de los>Tfiños. Un caramelo puede inducirlo a ejecutar una
acción que no haría si le hablamos de responsabilidad social. Ser
constantes o permanentes. Este requisito parece incompatible con
Educarla mediante valores el anterior. Los valores inferiores no son constantes. Producen efec-
tos inmediatos, sin dejar raíces permanentes. Deben representarse una
Si la libertad existe y no se educa por el mero ejercicio ni por la y otra vez. Los valores superiores, en cambio, son permanentes y
formación de hábitos, ¿de qué otra manera puede educarse? constantes y arraigan profundamente en el hombre. Quien logre des-
La libertad se educa inculcando valores o, mejor dicho, por la arrollar un entusiasmo verdadero por los valores intelectuales, estéti-
apreciación de valores. El hombre deja de comer —satisfacción de cos o morales, encuentra en ellos fuente de constante motivación. De
una necesidad — si su entendimiento le advierte que el alimento con- aquí se concluye que los motivos adaptados no son permanentes y
tiene veneno; es decir, cuando comprende que ejecutar u omitir de- los motivos permanentes no son adaptados. Los valores inferiores tie-
terminada acción implica un bien. El niño de ocho años, manojo de nen gran atractivo por apoyarse en importantes tendencias, mientras
inquietudes, se vuelve circunspecto al saber que el ruido molesta a su que los valores superiores apelan sólo a la voluntad. Por tanto, así
madre enferma. Le han propuesto un valor —evitar a su madre una como es imposible educar la inteligencia sin valerse de los sentidos,
molestia— y ese valor, bien o principio —el nombre es lo de menos — del mismo modo resulta imposible educar la voluntad sin recurrir a las
lo inclina a restringir voluntariamente su actividad. Nadie lo ha pri- necesidades y tendencias inferiores. Ser amplios para que su influjo
vado de la libertad de sus miembros ni le ha ofrecido un premio o se extienda a todas las acciones de la vida, no sólo a una categoría. El
amenazado con castigos, sin embargo, permanece quieto y callado, atleta olímpico que pone todo su empeño en lograr el triunfo en nata-
más quieto que si estuviese encadenado. ción encontrará en este valor una fuente de fortaleza para alcanzar su
La libertad no se educa sólo mediante la coacción física o la pro- objetivo. El valor lo ayudará a realizar un largo entrenamiento, a
mesa de premios o amenazas de castigos, sino por la apreciación de un ejercer la templanza, etcétera. No le servirá para ser honrado, servi-
valor. Los valores son de muchos tipos: vitales, personales, sociales, cial y sincero, pues estas virtudes no son componentes integrales de
estéticos, morales y religiosos. dicho valor.
Los valores vitales comprenden las necesidades físicas de agua, ali- Cuanto más elevados son los valores, adquieren una amplitud ma-
mento, aire, abrigo, actividad, descanso, etcétera. Están íntimamen- yor. La educación laica se vale del ideal socio-moral (el ideal es
te relacionados con la supervivencia del individuo y por eso poseen un grupo integrado de motivos, personificados con frecuencia en un
tanto atractivo. Además, su satisfacción produce un placer tan gran- modelo real): ser buen ciudadano, miembro útil a la sociedad o ca-
de que, después de cierto tiempo, éste se busca por sí mismo. ballero intachable. Este ideal es amplio e implica algunas virtudes in-
Los valores personales consisten en las necesidades de cariño, se- dividuales y sociales. Es incompleto respecto de ciertos conflictos
guridad, aceptación, independencia, integridad y expresión; satisfacer íntimos del hombre tales como la limpieza de mente y cuerpo (la cas-
estas necesidades es de enorme importancia para la felicidad humana. tidad), la lealtad, la fortaleza ante el dolor físico y moral, etcétera.
Los valores sociales dimanan de las necesidades de pertenecer a Parece que sólo los valores religiosos cubren totalmente las activi-
un grupo, participar en él, conformarse con él y ser aprobado por sus dades de la vida humana, característica que no implica aprovecharlos
miembros. con exclusión de otros. La más sólida educación de la libertad parece
Los valores estéticos comprenden las obras de arte en todas sus depender de una combinación de valores personales, sociales, morales
formas: arquitectura, escultura, literatura, música y pintura. e intelectuales apoyados en motivación religiosa. El joven que ,se ins-
120 CAP. 11. EDUCAR PARA HOYO EDUCAR PARA LA VIDA
ACTITUDES ACERCA DE LA LIBERTAD 121
pira en el deseo de llegar a ser un excelente médico o abogado cristia- 3. Fomentar un ambiente propicio para los valores superiores.
no está dispuesto a lograr el desarrollo completo de su vida interna y El niño se apropia de los valores de las personas que son importantes
externa.
en su vida. Se trató ya de este mecanismo tan peculiar que se llama
Por último, los motivos deben ser conscientes; es decir, estar identificación. Si en el hogar se habla exclusivamente de dinero, si se
constantemente presentes en la mente. Ninguna fuerza se deriva de los hace sentir a los niños que lo único importante en la vida es el coche
valores o motivos que permanecen inadvertidos. Este íequisito es di- último modelóle».1 la casa en la zona residencial más prestigiada de la
fícil de realizar Al tratar de investigar este aspecto de la motivación, ciudad, no es paira admirar que la jerarquía de valores de esos niños
se penetra tarde o temprano en el misterio esencial de la libertad. Al- sólo incluya bietíés materiales. Si en el hogar nunca se trata de asun-
gunos métodos artificiales pueden servir para mantener los valores en tos más elevados que el último partido de golf o el vestido de moda
el foco mismo de la conciencia, tales como los refranes, los dichos y en París, no debe causar sorpresa que los hijos tengan ese tipo de
las resoluciones escritas. El método de meditar reflexivamente ayuda valores.
de gran manera a renovar los valores e integrarlos a la propia vida. Se recoge lo que se siembra. Si los padres siembran en el alma de
(Donceel, 1969).
sus hijos valores materiales, recogerán también intereses materiales.
A modo de sugerencias, se indican algunas prácticas en la educa- Los padres son los seres más aptos para implantar, mediante el cari-
ción de la voluntad mediante valores.
ño, los valores superiores en el alma de sus hijos. Al identificarse el
niño con sus padres, se apropia de su ideales, de su manera de ser, de
1. Relacionar un valor difícil para el niño —la buena conducta — sus valores.
con otro que es atractivo. Por ejemplo, el cariño ayuda al niño a eje- 4. Insistir en la motivación positiva. Si en vez de esgrimir con
cutar acciones desagradables. El gozo que lee en los ojos de sus tanta frecuencia el castigo y la reprensión, se reconocen los esfuerzos
padres lo recompensa por sus esfuerzos penosos y le permite progre- del hijo; si cuando el padre vuelve a casa, la madre, en vez de quejar-
sar en el conocimiento de sus propios recursos y la apreciación de su se de las faltas de los niños, le cuenta delante de ellos sus esfuerzos
valer personal.
por portarse bien, se lograría más que con las quejas y recriminaciones.
2. Ayudar al niño a percatarse de que hay un tipo de conducta Una palanca colocada apropiadamente en un punto de apoyo per-
más agradable que otra. Juanito era un niño de seis años bastante ca- mitiría a un niño levantar pesos superiores a sus fuezas. Así sucede
prichoso. Al chico, como es natural a esa edad, le molestaba acostar- con la libertad humana. Un motivo o valor propuesto adecuadamente
se temprano. La madre le dio a entender que, como era todavía un puede cambiar una vida entera. Y, ¿quién sino los padres pueden lo-
bebé por sus berrinches y los bebés se duermen temprano, no se le grar, mediante el cariño, que sus hijos se identifiquen con los valores su-
permitía acostarse tarde. Al poco tiempo Juanito empezó a dar periores? ¿Y qué forma más perfecta de mantenerlos conscientes que
muestras de cordura como nunca lo había hecho. ¿Qué procedimien- la conducta irreprochable de los padres? A los papas compete, en los
to utilizó esta madre hábil? Hizo comprender al niño que ser pequeño años de intimidad con los hijos, infundirles los valores que les señala-
tiene sus ventajas, pero mayores aún son las de crecer. Un ejemplo rán la ruta en el camino de la vida.
semejante fue el caso de Pedro, quien declaró un día a su mamá que
no iría a la escuela por sentirse mal del estómago. La mamá com-
prendió que se trataba de una mera evasiva para faltar a clase. Sin Tópicos para reflexión
embargo, aceptó que Pedro se quedara en casa; pero como estaba en-
fermo, hizo que se metiera en la cama y guardara dieta. Los amigos 1. La libertad no se educa por el ejercicio.
de Pedro lo visitaron por la tarde y lo invitaron a jugar con ellos. La 2. La motivación positiva es más importante que la negativa.
mamá les dijo que como estaba enfermo no debía salir a jugar. El 3. No se debe educar a base de miedo.
niño protestó, pero la madre se mantuvo inflexible y lo obligó a guardar 4. No todos los hábitos poseen la tendencia a repetirse.
reposo. Al día siguiente, la mamá hizo ver al niño que los subterfu- 5. No deben dejarse a un lado los valores corporales en la educación.
gios para evitar tareas desagradables acarrean contratiempos mayores. 6. No deben dejarse a un lado los valores personales en la educación.
El niño aprendió la lección y desde entonces trató de hacer frente a
las dificultades.
FASES DEL DESARROLLO SOCIAL 143

zación. En el capítulo diez se señalaron los elementos que la escuela


ofrece al niño y que son peculiares de ella.

FASES DEL D£SARROLLO SOCIAL

Mucho antesude que el bebé sea capaz de erguirse, andar y hablar,


14 reacciona ante los adultos que lo rodean; los sigue con los ojos y ma-
nifiesta agrado cuando se le aproximan o disgusto cuando se alejan
La socialización y, sobre todo, sonríe y gesticula alborozadamente cuando lo toman en
brazos y lo acarician. A los tres meses da muestras inequívocas de co-
del niño nocer a su mamá y papá y a otras personas que lo tratan con frecuen-
cia. Empieza también a mostrar cierto interés por otros niños. Una
vez adquirida la facultad de hablar, su socialización se desarrolla más
rápidamente. Ya es capaz de comunicarse no sólo por gestos, sino
En el primer capítulo se definió la educación como el proceso por palabras.
que desarrolla en el individuo las habilidades que le permitan valerse El niño aprende primero a relacionarse con los adultos y se sir-
por sí mismo y tomar su lugar en el grupo. Los padres de familia im- ve de ellos como base para acercarse a los demás niños. Hacia los
parten la educación que de modo principal se refiere al niño dentro dos años, comienza a manifestar cooperación incipiente: juega con
del recinto hogareño. Con todo, fuera de éste se extiende la sociedad otros niños, aunque esta actividad es paralela entre ellos con algu-
civil y otras sociedades a las cuales tarde o temprano el niño pertene- nos intercambios ocasionales; por ejemplo, cada niño arrastra su ca-
cerá. La educación familiar no basta al niño para dar este importante rrito y, de pronto, detiene al amigo que va más aprisa. Su tendencia
paso. Se requiere de otra ayuda. a cooperar con otros aumenta hacia los seis años, cuando el juego re-
quiere cierta colaboración de sus compañeros. Los esposos Opie
(1969) han observado cuidadosamente el juego de los niños de seis a
CONCEPTO DE SOCIALIZACIÓN doce años. Consideran que se asemeja a un organismo vivo en cons-
tante evolución y adaptación alerta a nuevas circunstancias (la lluvia,
La socialización es el proceso por el cual toda persona se trans- la nieve, etcétera). Distinguen entre el juego —sin restricción— y
forma desde un organismo biológico al nacer hasta una persona adul- juegos estructurados por reglas. Reconocen hasta 2 500 y distinguen
ta completa (Bigge y Hunt, 1962, págs. 84-85). La socialización ciertos tipos básicos tales como cazar, atrapar, buscar y perseguir,
exige al niño recorrer una serie de subculturas de la misma edad, cuya que son clasificados según el motivo principal: el "tocamiento" de
naturaleza cambia constantemente a medida que el niño crece. Los efectos nocivos (el encantado), el perseguidor en desventaja (la galli-
adultos rara vez comprenden la subcultura de los niños y de los ado- na ciega), el número igual de jugadores que buscan y se esconden (po-
lescentes: ven la superficie y nada más. licías y ladrones) y otros. Los Opie estiman que los juegos son algo
La socialización puede también describirse como el proceso desti- así como la reproducción de un sueño, pero en cada uno de ellos pue-
nado a preparar a una persona para ser miembro de una sociedad de descubrirse una cierta habilidad: elegir capitanes, determinar el
(Cronbach, 1977, págs. 41-45); es decir, el proceso de adquirir acti- bando iniciador o resolver conflictos, si bien cada etapa es un juego
tudes, habilidades, conocimientos y valores que permitan al niño en sí mismo y se parece más a una ceremonia que a un certamen.
adaptarse al ambiente sociocultural en que vive y desempeñar ciertos Los niños suelen imitar más que inventar. El aspecto interesante
"roles". Implica procesos tales como la identificación, aprendizaje de los juegos no está tanto en éstos sino en los niños que los diseñan,
de un rol, adquisición de controles internos y pautas de conducta so- en su capacidad para organizarse, establecer reglas, aprender y enseñar.
cial: amistad, cooperación, competencia, liderazgo, etcétera. La conducta ritual de los juegos, según los Opie, se debe a procesos
La escuela es el medio formal para que el niño adquiera la sociali- neurológicos, que consideran como formas de comunicación, diversos

142
145
144 CAP. 14. LA SOCIALIZACIÓN DEL NIÑO
RASGOS SOCIALES
tipos de situaciones de aprendizaje y modelos simbólicos de conflicto
y resolución. En la seguridad del juego el nulo afronta la inseguridad, La amistad. Tan pronto como el niño empieza a tener contacto
racionaliza los absurdos, se reconcilia con la limitación de no dejar- con otros niños muestra preferencia por alguno de sus compañeros
se llevar por su capricho, asimila la realidad y actúa heroicamente sin de juego. Desde- la edad de tres o cuatro años empiezan a desarrollar-
estar en peligro. Los juegos ayudan al niño a sentirse seguro al de- se lazos amistosos entre los chicos. A veces duran semanas, pero en
sempeñar el papel de dar órdenes, infligir castigos, robar los bienes ocasiones persisten durante meses y años, aunque el niño haya cono-
ajenos, simularse muerto, arrojar una bola a otro o golpear sin causar cido entretanto *a otros chicos. Una de las mayores fortunas de la
daño. La vida ordinaria no suele ofrecerle tales experiencias. Los ni- niñez —y todavía ;'más de la madurez— consiste en tener un amigo ín-
ños parecen estar conscientes de que la vida encierra más experiencias timo en el cual se confíe totalmente. Una de las peores desgracias es
que las permitidas por los mayores. En el mundo infantil los árboles carecer de él.
son para treparse a ellos, los arroyos para saltarlos, los guijarros para En el trato con sus amigos el niño aprende a cooperar y a superar-
hacer patitos en el agua y una barda alta existe para subirse ágilmente se; se inicia en los principios del juego limpio, en el valor de dar y re-
y caminar sobre ella. El niño despliega en los juegos organizados las cibir, en el significado de la aprobación y conformidad sociales, y a
características de la conducta sociable: amistad, cooperación, compa- conocer el límite de sus capacidades. Aprende también a llevarse con
sión y competencia. Usualmente, en esta época multiplica sus contac- personas de diferentes capacidades intelectuales y físicas.
tos sociales, aunque suele retroceder en situaciones difíciles o después De acuerdo con algunas investigaciones, las amistades de los niños
de experiencias ingratas, tales como sentirse rechazado por el grupo o suelen iniciarse por la cercanía física de otros niños, el estado socio-
pelearse con un amigo. económico y cierta percepción de las necesidades e intereses. Sin em-
Paradójicamente, la socialización del niño se desarrolla de forma bargo, cada amistad reviste características peculiares. Las amistades
casi simultánea a su individualismo. Con todo, ambas tendencias no pueden basarse en verdadera afinidad entre los chicos o en una rela-
son tan antagónicas como podría pensarse. El individualismo impulsa ción de oportunidad —uno tiene juguetes de los que otro carece— o
al niño, por una parte, a afirmarse, emanciparse, defender sus intereses bien entre uno que manda y otro que se somete.
y competir con otros. La socialización, por otra, lo inclina a partici- Los esposos Selman (1979, págs. 70-81) realizaron un estudio de
par de lo suyo, buscar amistades y cultivarlas, obtener la aprobación las amistades de los niños e identificaron cinco etapas:
del grupo y mantenerse leal a éste. Toda su vida experimentará ten- La etapa O (3 a 7 años) se caracteriza por compañerismo en jue-
sión entre ambas tendencias y quizá necesitará ayuda para evitar que gos momentáneos, como arrastrar el carrito, tirar la pelota, etcétera;
el individualismo absorba a la socialización. los amigos son estimados por sus rasgos materiales y su cercanía:
La socialización exige el desarrollo de nuevas formas de conduc- "éste es mi amigo, vive al otro lado y tiene un carro grande". El niño
ta. El individuo sociable es aquel que no sólo desea estar con los no puede aún distinguir entre su propio punto de vista y el del amigo.
demás sino emprender con ellos actividades conjuntas. Se distin- En la etapa 1 (4 a 9 años), el niño es capaz ya de distinguir su
gue del gregario, que únicamente desea la presencia de otros y se siente perspectiva y la del amigo. Sin embargo, aún no entiende que tratar
solo cuando está lejos de ellos, sin interesarse por establecer relaciones con otros implica dar y recibir. Considera la amistad sólo de un lado:
con otras personas. "Juan es mi amigo, pues hace lo que le digo".
El niño no nace sociable en el sentido de que espontáneamente En la etapa 2 (6 a 12 años), el niño empieza a ver las perspectivas
tienda siempre a llevarse bien con otros. Debe aprender este arte como recíprocas. Toma en cuenta al otro y es consciente de que la
difícil, y sólo lo adquiere gracias a las oportunidad es de tratar con dis- amistad no funciona sin la participación de los dos. Empero, el niño
tintos tipos de individuos, especialmente durante los años de la niñez. ve todavía la amistad como ventaja para servir a sus propios intereses
Cuanto antes se le den estas oportunidades más fácilmente adquirirá personales más que a los mutuos. Se expresa en frases como: "me
formas de conducta que lo dispongan a adaptarse al grupo, sobre gusta, le gusto, hacemos cosas juntos".
todo si los papas le ofrecen ejemplos de participar socialmente. Los En la etapa 3 (9 a 15 años), el niño ve no sólo el punto de vista
niños educados en instituciones donde se restringe la participación propio sino también el ajeno; puede abstraer la amistad y asumir la vi-
social son socialmente menos maduros que aquellos que proceden de sión objetiva de un tercero, ajeno a aquélla. Entonces inicia relaciones
hogares que les ofrecen oportunidades de practicarla.
146 CAP. 14. LA SOCIALIZACIÓN DEL NIÑO RASGOS ANTISOCIALES 147

íntimas participadas y pasa de la etapa de considerar a la amistad como rias de ellas. Éstas se dedican sobre todo a hablar; el grupo, a orga-
cooperación en los intereses del amigo, al estadio de verla como co- nizar actividades sociales.
laboración para fomentar intereses mutuos y comunes. Los amigos La pandilla es un grupo local espontáneo formado sin interven-
empiezan a participar más en los sentimientos que en los secretos, ción externa y sin ningún fin interno. Resulta del esfuerzo espontá-
proyectos o convenios y se ayudan a resolver los conflictos persona- neo de los niños por formar un grupo adecuado a sus necesidades, que
les y sociales. Esta amistad suele vivirse con cierto exclusivismo y suple lo que la sociedad adulta deja de darles y les proporciona tregua
"posesividad". de la vigilancia dejos mayores.
La etapa 4 ( 1 5 años en adelante) es la de amistades autónomas e La pandilla establece su propia disciplina y su propia autoridad.
interdependientes. La amistad respeta la necesidad de autonomía y Suele tener un líder. No es necesariamente producto de mal ambien-
al mismo tiempo incluye las características del estadio anterior. te. Los niños no se juntan a esa edad porque sean capaces de hacer
Algunos niños no tienen amigos por comportarse de un modo tal cosas que los demás no saben hacer, ni por vivir en el mismo barrio,
que impulsa a otros a rechazarlos. La falta de amigos también puede ni por pretender imponer su voluntad a los demás.
deberse a que los intereses del niño son diferentes de los de otros chi- La pandilla existe independientemente de las actividades persona-
cos de su edad, o bien a la agresividad que impide que se le acerquen. les de cada uno de sus miembros, aunque orienta las actividades del
Varios autores observan que cuando se deja a los niños valerse de grupo. Domina la forma de vida del niño y le señala el estilo de indu-
sus propios recursos en sus relaciones con otros, logran un grado mentaria, el tipo de actividades y aun sus ideales.
aceptable de cooperación entre ellos, a pesar de algunos altercados. Pertenecer a una pandilla depara al niño no solamente compañía
Los adultos pueden fomentar el sentido de cooperación en el y oportunidad para divertirse, sino también le produce un sentimien-
niño pequeño, si en vez de mandarlo a recoger sus cosas, le proponen to de orgullo de haber sido aceptado por el grupo y ser leal a éste.
hacerlo juntos. El niño experimenta así el gusto de ser útil y aprende La pandilla usa nombres peculiares, obliga al secreto a sus miembros
la provechosa lección de los beneficios de la cooperación. e incluso establece ceremonias de iniciación por la habilidad o fuerza
La compasión. Otro rasgo social, a veces involucrado en la amis- física de los nuevos participantes.
tad, es la compasión; o sea, el participar en los estados emocionales Las pandillas de las niñas difieren de las de los niños en que cons-
de otro. Desde pequeños, los niños son compasivos, como cuando tan de pocos miembros y se rodean de mayor secreto; tienen líderes
tratan de suprimir la causa del dolor ajeno, confortar a los más pe- más autoritarias y rehusan tratar con chicas que no pertenecen al
queños y protegerlos. grupo.
Las manifestaciones de la conducta compasiva de los niños son
variadas. En general, el niño es más compasivo con las personas cer-
canas a él en parentesco o amistad. RASGOS ANTISOCIALES
La pandilla. Después de que el niño entra a la escuela, comienza La timidez. Se manifiesta en niños pequeños al tratar personas
a relacionarse con compañeros de su edad y pierde interés en jugar desconocidas o aun con personas conocidas en circunstancias extra-
solo en la casa o con uno o dos compañeros. Asimismo, le fastidian ñas. Si no se remedia oportunamente, tiende a acentuarse con el
las fiestas familiares y los días de campo sin la compañía de niños de tiempo. En cualquiera de sus formas, despierta en los padres conside-
su edad. El interés por los juegos individuales cede al de juegos en rable desencanto, pues cuando esperan con mayor interés que el niño
grupo.
cause buena impresión, éste parece incapaz de sostenerse en sus dos
A medida que el niño sale del círculo familiar y entra en el mun- pies. El desencanto paterno agrava el problema en vez de resolverlo.
do de sus coetáneos logra obtener satisfacción de su trato. Aprende a La timidez del niño nace en parte de un temperamento más deli-
llevarse con los desconocidos y a agasajar a los amigos, que reempla- cado; pero con mayor frecuencia proviene de haber asustado al niño
zan gradual y definitivamente el influjo de la familia en las actitudes no una sino muchas veces. Los papas contribuyen inadvertidamente
y conducta del niño. El grupo es un conjunto de niños de la misma a agravar la timidez del niño, al mostrarse contrariados por su inhabi-
edad (de 10 a 12 años) y sexo que tienen sentimientos semejantes y lidad. En realidad, era demasiado lo que esperaban de él. El niño
actúan de la misma manera. Algunos investigadores (Dunphy, 1963) teme entonces perder el amor de sus padres. La impaciencia e incon-
distinguen entre grupo y pandilla; el primero puede comprender va- sideración que le manifiestan, a causade sus limitaciones y errores, los
148 CAP. 14. LA SOCIALIZACIÓN DEL NIÑO
RASGOS ANTISOCIALES 149
persuaden de que no sólo debe amar a sus padres sino temerlos. Lue-
go extiende esa actitud a los demás y procura evitar su presencia. La rivalidad. La competencia o rivalidad es una de las reacciones
La mejor manera de combatir la timidez es dejar de expresar la sociales mas precoces en los niños. A veces se presenta con carácter
falta de satisfacción con el niño. Si se logra que se sienta más seguro agresivo, pero en sí misma es enteramente natural. El ser buen com-
petidor no solamente acrecienta el goce del juego, sino también la
de sus papas, se sentirá a largo plazo más seguro de los demás. Ya se
opinión que uno Se forma de sí mismo. La ausencia total o exagera-
dijo, al tratar de los problemas emocionales, que la timidez es funda- ción de este rasgwdebe intranquilizar a los padres. La competencia
mentalmente inseguridad de sí mismo y de las propias habilidades, tiene sus raíces e# Jos esfuerzos del niño para ganar el amor de sus
nacida con frecuencia de la inseguridad que el niño experimenta en padres y se extierfoe a otras actividades, además del logro mismo del
sus relaciones con los papas. amor. Si el niño siente que debe esforzarse mucho para conseguir
El negativismo. Hablamos en otra parte (capítulo 8) de la deso- el amor de sus padres, compite exageradamente. Percibe que su pro-
bediencia en su aspecto emocional. Aquí trataremos de ella en su as- pia dignidad está en juego, si no consigue lo que se ha propuesto.
pecto antisocial. Cuando el amor que recibe es independiente de sus realizaciones,
El negativismo permite al niño expresar su hostilidad, al oponerse no tiene que esforzarse tanto y el goce de ese cariño lo excusa de la
a aceptar lo que se le indica. Si los papas dicen "sí", él dice "no" y, necesidad de afirmarse a cada paso. Trata de ganar, pero no necesita
si los papas dicen "blanco", él dice "negro". hacerlo. La lucha repetida sin resultados puede producir el efecto
Nada se gana con intentar reprimir las manifestaciones del negati- opuesto: la ausencia de competencia. El niño se percata de no poder
vismo. Más bien debe atenderse a la hostilidad disimulada del niño, llegar a la meta señalada y abandona el juego. Entonces reacciona con
la cual pide examinar las relaciones que mantiene con sus padres. De timidez o cooperación exagerada para ocultar el miedo al rechazo.
ordinario, los niños responden favorablemente a la correción e ins- Siempre conviene reconocer los esfuerzos extraordinarios del
trucción, si están seguros del amor de los padres. En cambio, como niño. Al hacerlo así, se le señala el hecho de que un esfuerzo superior
atienden más al lenguaje emocional que al verbal, son perspicaces al ordinario es digno de alabanza, y se le indica que logra disfrutar
para advertir la ira paterna o materna en los esfuerzos por corregirlos, más el amor de sus padres siendo más emprendedor y responsable.
que interpretan como señales de rechazo y pérdida de amor. El niño Los pleitos. La agresión es una reacción contra la frustración.
se escuda entonces en el negativismo. Mientras más se contraría a una persona, ésta se vuelve más agresi-
El egoísmo. Cierto grado de egoísmo es natural en el niño, pues va. Si se castiga a un niño por su agresividad, se le frustra más y sólo
desconoce el valor relativo de las cosas; pero si se apega a una cosa se consigue que se vuelva más agresivo. Por eso fracasan muchos in-
como si formara parte integral de él mismo, algo anda mal. tentos de controlar la agresividad infantil.
El egoísmo suele originarse en la falta de cariño. Entonces se dis- Los niños aprenden a controlar su agresividad ante los padres por
torsiona la apreciación del niño sobre la importancia de lo propio y miedo al castigo. Pero este control sólo sirve para producirles más
se vuelve egoísta, pues la posesión de muchas cosas lo compensa de la contrariedades que engendrarán más agresividad cuando los padres se
falta de amor. Su resistencia a compartirlas debe interpretarse como ausenten. El niño no es agresivo gratuitamente. Algo le ha sucedido
signo de desconfianza de que los demás le retornen su afecto. que le impide lograr un fin importante para él.
El egoísmo se previene y se remedia con la entrega generosa de los Las causas de la agresividad son diferentes en los distintos indivi-
padres al niño, de suerte que éste la aprecie; con la donación de su duos y en diferentes épocas de la vida en un mismo individuo. La
propio tiempo más que por la compra de juguetes que pueden obte- agresividad puede provenir del deseo de demostrar superioridad o ser
nerse con dinero. el modo de protegerse contra los sentimientos de inseguridad. En los
Es natural en los niños la tendencia a coleccionar; pero cuando al niños pequeños, la agresividad se enciende cuando otro niño irrumpe
hacerlo se comportan como si los elementos de la colección tuvieran en el grupo, estorba sus actividades o toma algo perteneciente a uno
más importancia que un miembro del propio cuerpo, conviene que de ellos sin el debido permiso. Algunas veces nace de relaciones so-
los padres concedan más atención al niño. Una vez que los papas se ciales deficientes; otras, indica un grado mayor de socialización de
añaden a la colección, pasan a ser la parte más valiosa de la misma y parte del niño. La agresividad es menor en los niños pequeños, que
la importancia del resto se desvanece. El niño aprende así a ser gene- establecen contactos superficiales con otros niños y, por tanto, en-
roso y desprendido con sus cosas. cuentran menos oportunidades de ser agresivos.
150 CAP. 14. LA SOCIALIZACIÓN DEL NIÑO

Hacia el tercer año aumenta la agresividad. El niño agresivo y pe-


leonero ataca con manos, pies y a veces hasta con algún objeto que
puede herir Expresa también agresividad interrumpiendo la comuni-
cación o haciendo observaciones hirientes _ , . . . ,
Desde los cuatro años en adelante suelen disminuir las expresio-
nes directas de agresividad mientras aumentan las indirectas, especial-
mente con ataques verbales o atribución de culpa a los demás.
Los niños muestran distintos tipos de agresión que dependen de
'
numerosos factores: el ambiente en que viven, la actitud de los pa-
dres y los niños con los cuales se asocian. La intensidad de la agre-
sión depende del grado de frustración de sus necesidades. Los niños
mal adaptados son menos capaces de dominar sus reacciones agresivas
que los bien adaptados. Aquéllos no han adquirido formas de reac-
cionar adecuadamente a la frustración o encuentran mayor dificultad
en aprenderlas.
Los pleitos ocurren siempre que el niño ataca a otro niño o sus
cosas. Presentan diferentes formas: destruir la obra de otro niño,
quitarle sus juguetes, gritar, llorar y atacar corporalmente a puñeta-
zos, mordidas y empujones.
Los pleitos y las amistades van unidos. Aun los mejores amigos se
pelean alguna vez. De hecho, se dan más pleitos entre los amigos que
entre los niños que apenas se conocen, por el mayor contacto exis-
tente entre aquéllos. Los conflictos por la propiedad de los juguetes
suelen ser más frecuentes en los niños pequeños.
Los padres deben ayudar a los hijos a ser aceptados socialmente.
Así se consigue que lleguen a su madurez. Pero alcanzar la acepta-
ción social no garantiza necesariamente la adaptación del niño. A éste
lo aceptan sus compañeros porque lo admiran y respetan. A aquél,
porque está siempre dispuesto a hacer lo que le digan, sacrificando
sus valores personales y sus normas de conducta para comprar la po-
pularidad o desempeñar el papel impuesto por el grupo. En tales
casos, la aparente socialización del niño no es medida de su madurez.

Tópicos para reflexión


1. La sociabilidad implica habilidad para dar y recibir.
2. Aunque el niño es sociable por naturaleza, necesita oportunidad pan desarro-
llar esa habilidad.
3. El niño necesita amigos de su edad.
4. La pandilla es un fenómeno propio del desarrollo social del niño.
5. El negativismo y el egoísmo habituales indican falta de madurez social en el
niño.
6. Los pleitos ocasionales son de esperarse en los niños sin mengua de su sociabi-
lidad.
CARACTERÍSTICAS DE LA TELEVISIÓN 185

papá y mamá, advirtiendo apenas sus relaciones como marido y mu-


jer. Ignora en qué consiste ganarse la vida. Desconoce por completo
el tenebroso mundo de la calumnia, el dolo y el fraude. La televisión
introduce al niño en este mundo compuesto con demasiada frecuen-
cia por mujeres provocativas y padres alcohólicos; pillos simpáticos y
19 bien vestidos, tfélincuentes que burlan a sus anchas a la policía y cri-
minales perteneéjentes casi siempre a la clase baja. De vez en cuando,
La televisión trasmite mensajes pobres: "no tengas en menos a tus amigos; no
creas todo lo qué se dice; el que la hace la paga; el éxito es lo único
y la educación que importa". Es obvio que tal imagen parcial y fragmentaria con-
funde a los niños.
de los niños 4. Produce excitación. Ciertamente, niños y adultos la buscamos
en numerosas formas de diversión: carreras de caballos, corridas de
toros, cacerías, etcétera; pero la ubicuidad de la televisión y sus ina-
gotables recursos la han llevado a extremos increíbles (Glynn, 1954).
Una mamá, molesta por las observaciones del esposo respecto de ¿Hasta dónde llegará? Es todavía demasiado pronto para preguntar
la mala conducta del hijo de ambos, exclamó: "pues salió a tu fami- qué considerarán sexualmente excitante los niños —expuestos ahora
lia". Muchos papas ya no culpan a las generaciones anteriores de los "masivamente" al sexo— cuando lleguen a ser adultos. No puede uno
defectos de los hijos. La televisión es ahora responsable de la agresi- menos que inquirir: ¿destruirá o mellará la televisión la sensibilidad
vidad, descortesía y gustos extravagantes de los niños. Es un enemigo de los niños? ¿Llegará a aproximarse a la realidad de esta generación?
que irrumpe en el recinto del hogar y complica la laboriosa obra de la El niño de hoy en día se encuentra en posición peculiar: su experien-
educación de los hijos. cia se ha agotado de antemano. Poco queda que no haya visto y, sin
embargo, su experiencia es vicaria o de segunda mano. La ha vivido a
medias sin sentirla (Himmelweit, 1958).
CARACTERÍSTICAS DE LA TELEVISIÓN 5. Fomenta la pasividad. ¿Qué esfuerzo debe desplegar el niño
que contempla un programa de aventuras? ¿Qué espíritu crítico des-
1. Es absorbente. Se apodera de los ojos y de los oídos y aprisio- piertan los conflictos resueltos por un apretón de manos, un beso o,
na la atención de los espectadores hacia las móviles imágenes que des- lo que es peor, un revólver? La televisión inculca tanto a los adultos
filan por la pantalla luminosa. Se encuentra, además, cómodamente como a los niños la tendencia a la pasividad y a la receptividad, a ser
instalada al alcance de la mano. No importa que la lluvia tienda su alimentados y absorber lo que se les ofrece. Tales efectos aparecen
gris cortina o que el viento azote despiadadamente los árboles. Tam- ciertamente en otras situaciones. Lo amenazador de la televisión es
poco se requiere formar largas colas para entrar al cine. Basta oprimir su ubicuidad. Hay demasiada televisión y desde muy temprana edad.
un pequeño botón para contemplar, en el propio hogar y arrellanado Si la madre perspicaz fomenta en el niño la independencia propia y el
en cómoda butaca, variados programas. interés por la actividad, la televisión fomenta las tendencias opuestas.
2. Es pródiga en temas. Cada media hora o cada hora, los cana- Hay acentuadas diferencias entre los juegos de policías y ladrones y
les ofrecen documentales, noticieros, comedias, etcétera. La necesidad los programas policiacos; entre asistir una vez a la semana al cine y el
de mantener funcionando los canales muchas horas al día ha diluido gesto fácil de prender en cualquier momento el aparato televisor.
la calidad de los programas. Se sirve a los espectadores el platillo fa- 6. Atiza la violencia. No sólo no descarga la agresividad latente
vorito de lo espectacular, cortado periódicamente por anuncios acom- del espectador, sino que la aviva. Los programas han iniciado una
pañados de insulsas melodías. carrera desenfrenada en pos de la violencia, cuyas proporciones fu-
3. Presenta la vida real, si bien lo hace frecuentemente con imá- turas apenas pueden imaginarse. Un estudio realizado durante 10
genes distorsionadas. La perspectiva del mundo de los adultos en años por Eson (1972) concluye que la contemplación de la violencia
la vida real es muy restringida para el niño. Ve a sus padres como fomenta la agresividad posterior de los niños. El investigador no afir-

184
186 CAP. 19. LA TELEVISIÓN Y LA EDUCACIÓN DE LOS NIÑOS
CARACTERÍSTICAS DE LA TELEVISIÓN 187
ma que la violencia de la televisión sea el único factor, sino que es Igualmente espantables son las escenas que recuerdan al niño sus pro-
independiente de otros factores causales estudiados en el mismo pe- pios temores, sobre todo la soledad, el alejamiento de los padres y la
riodo y contribuye más que la capacidad mental, conflictos paternos, oscuridad. Por desgracia, ciertos programas explotan los temas del
estrato social, nivel de aspiración, raza y religiosidad. cuarto oscuro, la sombra siniestra junto a la ventana y el cadáver en-
7. Sirve de distracción. Los lectores están familiarizados sin duda sangrentado, qug^nfunden terror al niño, quien proyectará en el sueño
con el impulso de tomar una novela policiaca y escapar así de las ten- sus propias preocupaciones. Otras situaciones producen miedos se-
siones de la vida real. De modo semejante, si los niños encuentran mejantes; pero la.Jelevisión resulta especialmente peligrosa a causa de
demasiadas presiones en el ambiente, experimentan la tendencia a es- la viveza y frecuencia de estas experiencias.
caparse de todo, sumergiéndose en la fantasía. 10. Cansa a los pequeños, más si los programas retrasan la hora
8. Cumple los deseos; es decir, proporciona salida a impulsos que de dormirse.
no pueden expresarse en la vida real. La revista Time (1964, noviembre 18, pág. 76) narra el caso de
Es necesario realizar estudios a largo plazo sobre los efectos del un grupo de niños de tres a trece años de edad pertenecientes a familias
ejercicio constante de la fantasía. ¿Insensibiliza ante la dureza y ari- que se encontraban en una base aérea. Los niños sufrían de cansancio
dez de la realidad? ¿Impide al niño ensayar soluciones reales a los crónico, insomnio, dolor de cabeza y trastornos digestivos, síntomas
problemas? ¿Lo acostumbra a buscar refugio fácil? No es posible to- a los cuales no se encontraba explicación satisfactoria. Un minucioso
davía responder satisfactoriamente a estas inquietantes cuestiones, examen detectó que estos niños eran adictos a la televisión. Veían pro-
tanto más delicadas cuanto que la televisión es maestra consumada en gramas de tres a seis horas los días laborales y de seis a doce horas los
el arte de la fantasía. Tiene a su alcance los espléndidos recursos para sábados y domingos. El remedio fue sencillo: suprimir la televisión.
hechizar la imaginación de niños y adultos. 11. Rinaldi (1966) señala otra característica nociva de la televi-
Los diarios relatan casos de chicos que franquean los linderos exis- sión: sus héroes son personajes mágicos. Nada les sale mal a diferen-
tentes entre la fantasía y la realidad, para ejecutar lo que vieron en la cia de los héroes reales y los de la literatura, cuya vida está tejida de
pantalla. Con frecuencia, los conflictos se resuelven por la agresión y triunfos y derrotas, alegrías y tristezas.
los niños fácilmente dan el paso desde la fantasía a la realidad. Un es- 12. Característica especial de la televisión mexicana es la presen-
tudio muestra que los niños expuestos a películas de violencia no cam- tación de publicidad de tipos alejados de las características del país.
bian sus opiniones sobre la inmoralidad de tal conducta, sino están México podría ser en los anuncios un país nórdico. La televisión de-
más prestos a recordarla en tiempo de conflictos y sienten inclinación saprovecha un medio útil para promover la identidad nacional y en-
a resolverlos mediante la violencia. Peor aún si el acto violento no es foca su atención en un pequeño grupo. Así lo confirma una encuesta
castigado. Otro estudio (Brodbeck, 1955) señala que, cuando un villa- realizada por Buendía (Excélsior, octubre 12 de 1982): el niño conoce
no tiene éxito, los niños se identifican fácilmente con él.y prefieren mejor a los personajes de la televisión, como "Chespirito", "el Chapu-
ser como él. En otras palabras, escogen cierto tipo de conducta que lín Colorado", etcétera, que a la realidad y los héroes nacionales.
tenga éxito sin importarles sus consecuencias inmorales. Los progra- En México se realizó un estudio (La televisión y el niño de tres a
mas que incluyen la moraleja de que cometer un crimen se paga, no seis años, 1976) que arroja las siguientes conclusiones:
inhiben la agresión. La conclusión que se desprende de los estudios
citados es que el niño quiere asemejarse al villano fuerte más que al 1. Los niños pasan la mayor parte de su tiempo libre en el ho-
héroe débil; un final ético no neutraliza la influencia de un villano gar y, a falta de otra diversión, dedican gran parte de él a ver
fuerte y atractivo (Zajonc, 1954). televisión, pasatiempo impropio para el preescolar.
9. Asusta a los niños. Es verdad que cierto tipo de violencia no 2. La televisión desempeña el papel de "niñera" e instrumento
los espanta, como cuando el Pato Pascual es perseguido o un cocodrilo de castigo.
devora al títere curioso. Las películas de vaqueros tampoco llegan a 3. El hábito de ver televisión comienza durante el tercer año de
atemorizarlos, pues los niños presienten lo que va a suceder. Otras vida.
escenas, en cambio, despiertan el miedo en sus mentes, como cuando 4. El tiempo de televisión en este grupo de preescolares, según
el personaje con el cual se identifican sufre algún daño, especialmente la información de las madres, fluctúa entre 4.04 y 4.34.horas
en lucha cuerpo a cuerpo. Algunos niños lloran al ver un perro herido. diarias durante la semana.
188 CAP. 19. LA TELEVISIÓN Y LA EDUCACIÓN DE LOS NIÑOS EL PROBLEMA CENTRAL 189

5. Salvo en el grupo de cuatro años, el ver televisión se incre- vitan a comprarlo. La propaganda del "consumismo" no respeta las
menta considerablemente los fines de semana. reglas más elementales de honradez y respeto. Se emplea el bombar-
6. Las preferencias infantiles por programas y personajes espe- deo sistemático y acosador de anuncios alusivos al sexo, fuga de la
cíficos arrojan un elevado grado de dispersión. realidad y adquisición de características como la "virilidad", por el
7. Los resultados demuestran que las educadoras tienen una idea empleo de brillantina; la "confianza" en uno mismo por el uso de una
más precisa que las madres sobre las preferencias televisivas marca de camisas y la promesa de segura "alegría", por el consumo
del preescolar. de determinada^ bebidas. A las adolescentes les aseguran "atractivo
8. La mamá tiene control limitado para elegir los programas sexual", "encanto", y "feminidad" si emplean lociones y cosméticos.
que ven sus hijos. El estudio dé Cremoux indica que el número de horas destina-
9. Gracias al empleo que la madre hace de la televisión, su acti- das a la televisión en el grupo es de 2 1/2 diarias. Huelga decir que
tud frente a ésta es favorable y poco crítica respecto de sus por el contenido de las emisiones —salvo raras excepciones— más
contenidos. valdría que los jóvenes emplearan todo este tiempo en actividades
10. Las educadoras sostienen una actitud francamente adversa a constructivas.
la televisión por considerarla origen de agresividad y de co-
rrupción en el lenguaje de los niños.
11. Madres y educadoras coinciden en la opinión de que la tele- EL PROBLEMA CENTRAL: LA VIDA
visión estimula el aprendizaje en el preescolar. PSÍQUICA DEL NI ÑO
12. Las educadoras no emplean la televisión en la organización
de las actividades escolares. Faltan todavía investigaciones objetivas y controladas sobre los
13. El material televisivo juega, según el testimonio de las educa- efectos reales de la televisión. Porque se ha olvidado otro aspecto del
doras, un importante papel en la vida de la guardería, expre- problema: el niño no es un trozo de cera en el cual se imprimen pa-
sado tanto en el juego como en el dibujo y la conversación sivamente las imágenes televisadas. Una somera ojeada sobre el desa-
de los pequeños. rrollo psíquico del niño sugiere que los estímulos se engranan en un
14. Las madres y las educadoras —éstas en menor grado— coin- conjunto de fuerzas presentes en él. No son la piedra que cae en las
ciden en considerar a la televisión como un elemento impor- aguas muertas de un estanque sino el trozo de leña arrojado a la ho-
tante dentro del hogar. guera y que la aviva, consumiéndose en ella.
15. Las educadoras, aun sin conocer mucho sobre programa- La complejidad de la vida psíquica del niño impide que pueda pre-
mación infantil, critican duramente sus contenidos, por ra- decirse el efecto de un determinado estímulo sobre su conducta. Es
zón de los efectos que, en su opinión, pueden producir en los preciso considerar su edad, desarrollo intelectual, actitudes, deseos e
preescolares. impulsos, sus defensas y necesidades emocionales. Su tendencia a la
actividad o pasividad debe asimismo tenerse en cuenta, al igual que
Una investigación efectuada por Cremoux (1968) con 5 280 alum- la tendencia a la imitación y qué aspectos de la conducta trata él de
nos de secundaria del D. F., de ambos sexos y de escuelas oficiales y imitar y cuáles rechaza. También es importante saber en qué forma in-
privadas, concluye que los programas de televisión representan para corpora a su naciente personalidad los rasgos de sus padres o de los
los estudiantes un medio exclusivo de "entretenimiento" y no de cul- modelos que ha escogido. Tampoco puede prescindirse del sistema de
tura, información u orientación. Tales programas no benefician de premios y castigos que rige en su hogar; del equilibrio o desequilibrio
manera alguna a la juventud y, si bien no puede afirmarse que la de- entre el cariño y el rechazo, la severidad y la indulgencia. ¿Son sus
formen, tampoco contribuyen a desarrollar sanamente a los niños y padres cariñosos o fríos? ¿Recalcan lo positivo o lo negativo? El
adolescentes. efecto de la televisión dependerá de todo el dinamismo del alma in-
Por otra parte, un buen número de anuncios televisivos manipu- fantil en el ambiente en que vive. No puede atenderse solamente al
lan las emociones y tendencias de los estudiantes para inducirlos a contenido de los programas (Maccoby, 1954).
comprar ciertos productos y servicios. Son contados los anuncios En otras palabras, para evaluar el efecto de la televisión se requie-
que, por una honrada exposición de las bondades del producto, in- re conocer algo sobre la personalidad del niño y su ambiente. ¿A qué
190 CAP. 19. LA TELEVISIÓN Y LA EDUCACIÓN DE LOS NIÑOS
MANEJO DEL PROBLEMA 191

responde? ¿Se identifica con el héroe o con el villano? ¿Vive la Esta solución es la más conveniente. Las normas se refieren al
violencia de los bandidos o la virtud del policía? ¿Por qué siente tan- tiempo de ver televisión. No debe verse a la hora de la comida, pues
ta necesidad de contemplar la televisión? ¿Carece de oportunidad es el tiempo destinado a la plática y convivencia familiares. Tampoco
para hacer reales sus experiencias? ¿Cómo utiliza la televisión? ¿Es después de cierta hora en la noche (8.30 o 9.00 p.m.). Se acorta el
simplemente para él un pasatiempo después de sus tareas escolares o tiempo dedicado al descanso y, al día siguiente, los niños se resisten a
una necesidad imperiosa? Cuando un niño se pega ansiosamente a la levantarse paríHr a la escuela y permanecen soñolientos en las clases.
pantalla y se pierde en las escenas, acusa tensión en el hogar o en Otra norma conveniente consiste en respetar el programa que ven
la escuela o conflictos entre sus necesidades internas y las exigencias los niños, si es el adecuado.
del ambiente. Además de estas normas, es recomendable explorar las reacciones
Más importante aún es el impacto emocional que la televisión le que los programas suscitan en los niños para percatarse de su influjo
produce. ¿Llega el niño a confundir fantasía y realidad? ¿Sus rela- y rectificar o confirmar sus juicios. Es mejor todavía ver conjunta-
ciones hogareñas le dan mayor afecto que las satisfacciones vicarias mente con ellos los programas y comentarlos después.
de la pantalla? ¿Hay en él tendencia marcada al retraimiento, que lo Sólo así conseguiremos que la televisión, ventana mágica abierta al
impulsa a evitar relacionarse con los demás, o se relaciona de modo universo, permita al hombre escalar niveles más altos de cultura y am-
superficial? ¿Es la televisión para este niño un escape de la tensión pliar las dimensiones de su fraternidad.
que lo ahoga? Pero su huida no es efecto de la televisión. Ésta sólo
le proporciona la cómoda puerta de escape hacia la fantasía, hada
maravillosa e indulgente que lo compensa de innumerables contrarie- Tópicos para reflexión
dades. ¿No ha logrado el niño identificarse con sus padres? Tal vez
busque en la televisión sus propios modelos, o bien el incipiente pro- 1. El impacto de la televisión difiere del impacto del cine.
ceso de identificación puede sufrir confusión irremediable al ponerse 2. La televisión favorece la pasividad en los niños.
en contacto con personajes de características contradictorias. 3. La televisión distorsiona la vida humana real.
Es necesario repetirlo. La televisión no crea por sí sola actitudes 4. La televisión ofrece demasiada incitación a la violencia.
5. La televisión canaliza la fantasía del niño.
o pautas de conducta. Favorece las ya existentes. 6. La televisión atemoriza demasiado a los niños.
Por tanto, es preciso fortalecer el afecto y seguridad del niño y 7. La televisión no lastima los ojos.
del adolescente y enriquecer su vida de modo que encuentre mayor 8. El impacto de la televisión depende de la actitud del niño respecto de sus
satisfacción en actividades reales que en la pasividad estéril de con- padres.
templar programas de televisión.
La televisión no debe ser condenada ni aprobada en bloque. Para
muchos niños es provechosa con tal que vean programas apropiados a
su edad; para otros -los desadaptados y faltos de cariño y los atrasa-
dos en la escuela— puede representar una amenaza real. Los investi-
gadores que trabajan con niños perturbados emocionalmente afirman
que los programas más peligrosos para ellos no son los de escenas tru-
culentas o pasionales, sino los cuadros hogareños que recuerdan a los
pobres chicos, elementos trágicamente ausentes de sus vidas.

MANEJO DEL PROBLEMA

Ante los problemas que suscita la televisión existen dos solucio-


nes: prohibirla a los niños o permitírsela bajo ciertas normas en cuan-
to al tiempo y a los programas.
índice

Presentación 11
Introducción 13

CAPÍTULO 1. UNA PODEROSA PRESENCIA


Introducción 23
1.1 Violencia(s) 24
1.2 El lugar deí conflicto en las relaciones cotidianas 26
1.3 La violencia en el poder y el poder de la violencia 29
1.4 El papel de la violencia en la sociedad 33
1.5 Ámbitos públicos y privados 35
1.6 Aspectos conceptuales y teóricos 39
1.7 Un fenómeno de forma y de fondo 42

CAPÍTULO 2. LA VIOLENCIA EN LAS ESCUELAS


Introducción 55
2.1 La violencia en las aulas 56
Cultura 64
Dinámicas escolares 67
Vida cotidiana 72
2.2 Los actores escolares 74
Los maestros 74
Los alumnos 78
Los padres de familia 87
2.3 Violencia escolar y sociedad 90 3.4 Desafíos de las estrategias de intervención 141
2.4 Una tarea pendiente 101
CAPÍTULO 4. ACTORES, DISCURSOS Y PRINCIPALES ACCIONES
CAPÍTULO 3. EXPERIENCIAS DE INTERVENCIÓN: EN TORNO A LA VIOLENCIA ESCOLAR EN MÉXICO
LECCIONES PARA APRENDER Introducción 151
Introducción 109 4.1 Actores, discursos y principales acciones en tor-
3.1 Estrategia de intervención 111 no a la violencia escolar en México 153
Un trabajo colectivo 113 Actores y discursos 153
Un trabajo informado y reflexivo 114 Acciones 160
Un trabajo colaborativo 115 4.2 El Programa Escuela Segura: el referente obli-
Un trabajo estratégico 115 gado en la prevención de la violencia en las escuelas
3.2 Tipos de estrategias de intervención dirigidas a mexicanas 168
la violencia escolar 117 4.3 La legislación sobre convivencia, seguridad y
La perspectiva participativa de los estudiantes 120 violencia escolar en México 173
La perspectiva ecológica 121 Principales rasgos de las leyes en materia de
La perspectiva represiva 122 convivencia, seguridad y violencia escolar 174
La perspectiva evolutiva 124 Avances y retos pendientes de la legislación 181
La perspectiva familiar 124 4.4 Balance 187
Los programas individuales 125
3.3 Rasgos de las estrategias de intervención, preven- AMANERA DE CIERRE 191
ción y erradicación de la violencia escolar 126 BIBLIOGRAFÍA 207
Selección de casos 127
Identificación del problema y diseño de la inter-
vención 129
Metodologías 133
Implantación 135
Evaluación 136
Dificultades 137
Lecciones aprendidas 138
Introducción

L /A VIOLENCIA ESCOLAR es una realidad cotidiana en las insti-


tuciones educativas; pese a ello, pocas veces se analiza desde una
perspectiva de conjunto. Por lo regular, sólo se menciona un hecho
o una noticia con tintes llamativos, sensacionalistas, partidarios, sin
reflexionar en torno al porqué y cómo fue que se generó. El tema de
la violencia escolar es un aspecto que no puede quedar al margen de
los debates sobre cómo mejorar la educación en nuestro país. Por
tanto, implica una reflexión sobre varios asuntos que se relacionan
con la convivencia, las interacciones cotidianas y el rendimiento
académico de los alumnos, es decir, de su formación como perso-
nas más allá de los contenidos educativos.
En las instituciones de enseñanza de nuestro país, la violencia
ha dejado de ser una serie de incidentes espectaculares; más bien
es una realidad multiforme, diversa, cambiante, silenciosa, con
varias aristas, pero presente en muchas de las interacciones entre
alumnos y/o de maestros con alumnos. En este sentido, es necesa-
rio analizarla en su doble dimensión de fenómeno colectivo y de
experiencia privada, lo que posibilita identificarla como un pro-
ceso integrado tanto a las relaciones cotidianas como a las condi-
ciones sociales, a partir de sus consecuencias y no solamente de la
intencionalidad subjetiva de los perpetradores.
En la actualidad destaca la atención puesta a la participación
de los maestros, encaminada a mejorar y revertir la violencia es-
colar a través de su intervención, pues son los docentes quienes

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mejor conocen lo que sucede en la institución. Sin embargo, en resulta necesario e indispensable para poder identificarla y tratar
muchas de las escuelas de nuestro país la violencia todavía está de evitarla. Por esta razón, poner en la mesa de discusión el tema
muy lejos de ser un tema que pueda ser abordado sin cortapisas: resulta por demás necesario, pero no sólo eso, hace falta confron-
sigue siendo un tabú. Hablar de violencia resulta incómodo no tarla cori nuevas herramientas de análisis, recuperación de infor-
sólo para la víctima, sino también para quien la ejerce. Por esta mación y, desde luego, intervención en el quehacer institucional
razón, en ocasiones es difícil detectarla a tiempo, pues se oculta cotidiano: en las aulas.
hasta que ya es muy intensa o cuando sus efectos son muy no- La violencia es parte importante de la cultura institucional
torios e irreversibles. La escuela no puede crear una burbuja y que se gesta y sostiene en los planteles educativos de nuestro
aislarse de la dinámica social de la que forma parte, hacerlo de país, sus consecuencias para maestros, alumnos, autoridades
esta manera es negarse a la posibilidad de tratar temas que si bien educativas y la sociedad en general son terribles. El espíritu que
no son fáciles ni halagadores, deben servir de pretexto para darles anima este texto es proporcionar a los profesores de educación
una nueva orientación, pues son parte del esfuerzo educativo. básica e interesados en el tema una síntesis que les ayude a com-
Los mecanismos de control y tratamiento tradicionales para tra- prender la cuestión de la violencia escolar, con la finalidad de
tar la violencia escolar fueron desbordados desde hace ya tiempo entablar una reflexión sobre las normas institucionales, la prác-
y la evidencia registrada en distintas publicaciones y noticias dan tica del docente, la interacción entre los distintos sujetos que
perfecta cuenta de ello. Experiencias en intervención institucional integran la escuela y hacerles llegar experiencias y sugerencias
señalan que a menor interacción con la comunidad mayores son las concretas para afrontarla. La educación en la escuela tiene que
posibilidades de padecer violencia y que, en la medida en que las asumir la responsabilidad de abordar con los alumnos los suce-
personas interactúan, la violencia disminuye. La reflexión en torno sos de la vida cotidiana y, desde luego, de los hechos violentos
a los diversos procesos generados a su alrededor son un campo de que se viven a diario en nuestro país. Se trata, pues, de que los
investigación que está en proceso de indagación y construcción, alumnos comenten junto con el maestro acerca de lo que acon-
ante un escenario que reclama cada vez con mayor énfasis, solucio- tece, porque es una de las opciones que se ofrecen como más
nes, propuestas y opciones de acción. inmediatas para construir una nueva forma de visualizar y en-
El estudio de la violencia escolar debe servir tanto para com- tender la conflictiva dinámica social.
prender algunas dinámicas que se presentan en la institución, así En este libro partimos de la idea de que la violencia es algo
como una oportunidad para que la institución se convierta en un aprendido socialmente y, por tanto, posible de evitarse. Desde
espacio a partir del cual se generen nuevas estrategias y relaciones luego que tomamos en cuenta la desigualdad de los planteles
que atiendan esta problemática que se traduce en repercusiones educativos, el diferente equipamiento que presentan algunos de
educativas muy graves. Comprender qué es la violencia escolar ellos y las condiciones en que se ejerce la educación hoy en día,

14 15
pero también es un llamado a aceptar esos datos como algo de El capítulo 2, «La violencia en las escuelas» está organizado
qué partir, para trabajar en la construcción desde la escuela de en tres apartados. En el primero se abordan los elementos analí-
ciertas normas de equidad que valgan para todos y establecer ticos de la escuela: su cultura, sus dinámicas, su vida cotidiana.
lo que es legítimo y lo que no lo es, es decir, nuevas formas de El apartado siguiente centra su atención en los principales actores
convivencia encaminadas a erradicar la violencia de los espa- escolares, a saber, maestros, alumnos y padres de familia. A partir
cios educativos. de esta recuperación, es posible examinar los dos tipos de violen-
La metodología utilizada se basó en una detallada revisión do- cia en las escuelas que aquí interesan: la que ejercen los maestros
cumental y en la consulta de diversas fuentes de información que y otras autoridades escolares sobre los alumnos, y la ejercida entre
incluyeron libros, artículos, informes y reportes de investigación, los propios alumnos. Finalmente, se exponen algunas reacciones
tesis, notas periodísticas, así como la recuperación de diversos y debates generados como consecuencia de la difusión masiva de
datos empíricos provenientes de trabajos de investigación previos datos, cifras y acontecimientos que han dado a conocer las propias
realizados desde hace varios años por los autores. escuelas y cuya repercusión aún se analiza.
A lo largo de los capítulos que integran el libro, se muestran El capítulo 3, «Experiencias de intervención: lecciones para
desde una perspectiva de conjunto los distintos aspectos que son aprenden) expone algunos casos que pueden ser referentes impor-
promovidos, giran y se vinculan con la violencia escolar. tantes -con independencia de su contenido y características, de los
El capítulo 1, «Una poderosa presencia», aborda diferentes contextos geográficos y escenarios institucionales donde se apli-
posiciones teóricas y retoma algunas de las principales definicio- caron-, para conocer, evaluar y contribuir al diseño de estrategias
nes de violencia que existen en las ciencias sociales, con el fin de intervención. Las estrategias deben ser leídas sin buscar en ellas
de dar un panorama general del término, manteniendo en todo recetas aplicables a toda circunstancia o contexto, ni esperando en-
momento la diferencia con el lenguaje cotidiano, en donde la contrar fórmulas mágicas que resuelvan absoluta e inmediatamente
violencia se confunde o sustituye por otros términos afines; pre- todos los problemas. Desde esta perspectiva, la apuesta principal
tende dar cuenta de los principales debates en torno al concepto, reside en que los lectores se incorporen a los procesos de apren-
sus defensores y detractores, así como el lugar que ocupa en las dizaje derivados de las experiencias de otros que pueden ayudar a
relaciones sociales. Se divide en tres apartados: en el primero se ampliar los marcos de referencia para la reflexión, el análisis y el
hace un breve recuento de la concepción de la violencia como un diseño de otras propuestas. Este capítulo tiene tres apartados: en el
problema en las sociedades modernas; en el segundo se plantea primero se indican diversos criterios para la clasificación de los ti-
un recorrido sintético por diversas conceptualizaciones en torno pos de estrategias según el enfoque y los lincamientos para su apli-
a la violencia, y por último se exponen las implicaciones más cación práctica. Enseguida se presenta el análisis de las estrategias
relevantes derivadas de ambos. de intervención, donde se da cuenta de sus objetivos, perspectivas,

16 17
resultados, evaluación y evidencias, así como las enseñanzas deri- tores, discursos y principales acciones que recién se han construi-
vadas de su puesta en práctica. Finalmente, se sintetizan algunas de do y emprendido respecto a los múltiples objetivos que definen,
las principales reflexiones sobre los retos que enfrentan los actores acompañan y caracterizan las intervenciones sobre la violencia
interesados en emprender estrategias de intervención para la pre- escolar, ya sea para su prevención, su atención, su erradicación y,
vención de la violencia escolar. en algunos casos, hasta para su sanción y reparación. El siguiente
El capítulo 4, «Actores, discursos y principales acciones en se enfoca en el Programa Escuela Segura, debido a la indiscutible
torno a la violencia escolar en México» se propone identificar al- trascendencia que este programa tiene en la prevención de la vio-
gunos de ellos para conocer y comprender el estado que guarda lencia escolar en nuestro país. El tercero hace un breve recuento
esta tarea. Como suele suceder, esta diversidad corre el riesgo de de la legislación mexicana dirigida a la convivencia, la seguridad
perder eficacia y provocar el dispendio de recursos -públicos y y la violencia en las escuelas mexicanas. Al final se sintetizan los
privados, humanos y materiales- al no ser esfuerzos articulados principales hallazgos y resultados del análisis del capítulo.
e integrales. Con un breve recuento de programas, proyectos, le- La violencia escolar en México pretende contribuir a la re-
gislación y acciones impulsadas en México por los gobiernos fe- flexión sobre los mecanismos para enfrentar la violencia en las
deral, estatales, organizaciones no gubernamentales, organismos instituciones educativas. Por ello va más allá de enfoques volun-
internacionales, universidades, medios de comunicación, entre taristas en los que por lo común se describe una escuela ideal a
otros, los lectores advertirán con facilidad la ingente variedad de alcanzar y luego, con algunas recomendaciones, se proponen las
resultados, puesto que una parte importante de ellos no posee una acciones que habría que desarrollar para conquistar ese cambio.
continuidad temporal ni espacial, y carece de recursos que asegu- Partimos del reconocimiento de que en las instituciones existen
ren su operación; por lo demás, la información sobre ellos no está conflictos de distinta índole y del papel que puede desempeñar el
sistematizada, no están sustentados en sólidos fundamentos con- docente como agente de cambio institucional.
ceptuales ni teóricos, no poseen articulación entre sí ni tienen una La violencia escolar es un tema crucial que urge atender, un
comunicación mínima con otros actores, y parten de diferentes esfuerzo que debe estar acompañado de una crítica integral a las
visiones, en muchos casos parciales, respecto a la violencia esco- formas de convivencia que se producen entre los alumnos, pero
lar, sus causas y consecuencias. Es posible asegurar que tan am- también con los maestros, así como de los esquemas verticales
plia gama de actores se concentra en ciertas manifestaciones de y autoritarios que promueve la institución educativa. El acto de
la violencia escolar, en algunos niveles del sistema educativo, en educar incluye actividades eminentemente prácticas, en donde no
ciertos tipos de escuelas y contextos geográficos, y en su mayor basta con el dominio de los contenidos, menos aún es suficiente
parte en determinados integrantes de las comunidades escolares. con definir la igualdad entre niñas y niños, o hacer llamados a evi-
El capítulo tiene cuatro apartados. El primero identifica a los ac- tar la violencia per se, porque no se trata de un problema solamen-

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te cognoscitivo o de simple voluntarismo. Es necesario considerar
i biente el contexto, los sentimientos y las pasiones de todos
los involucrados en una escuela, pues es bien sabido que el juicio
moral no basta para llevar a la práctica la acción moral, ya que se
puede razonar según principios morales y, sin embargo, no vivir
según ellos. En este sentido, los aprendizajes denominados indi-
rectos se convierten en un punto importante a considerar, es decir,
ese conjunto de normas, valores y actitudes subyacentes que son
transmitidos tácitamente por medio de las relaciones establecidas
en la escuela, así como a través de las formas de comunicación,
motivación, disciplina y enseñanza utilizadas por el maestro, es
decir, su ejemplo cotidiano.

Capítulo 1
Una poderosa presencia

20
El ideal de un niño consistía en que se estuviese quie-
tecito horas enteras, en saber un buen trozo del cate-
cismo, de memoria, en oficiar el rosario en las horas
tremendas, comer con tenedor y cuchillo, dar las gra-
cias a tiempo, besar la mano a los padres y decir que
quería ser emperador, santo, sacerdote o, cuando me-
nos, mártir en Japón [...] En cuanto a la niña, le era
permitido dar sus ojitos y sus piernitas a los amigos,
hacer comida con sus muñecas, ir a la iglesia con los
ojos bajos, comer poco [...] rezar mucho y no querer
jugar ai merolico con sus primos, sino ser monja.
GUILLERMO PRIETO: Memorias de mis tiempos.

INTRODUCCIÓN

La violencia es un fenómeno social diverso que con independencia


de la forma que adopte es una poderosa presencia en la sociedad
de la que se habla todos los días. Buena parte de su complejidad es
que, al igual que otros términos utilizados en ciencias sociales, se
utiliza para caracterizar diversas situaciones, dando lugar a ambi-
güedades que se producen tanto en el lenguaje científico como en
el no especializado. De las múltiples manifestaciones de la violen-
cia, nosotros nos vamos a referir en este libro, exclusivamente, a la
violencia humana -que se da entre individuos racionales- y no a la
violencia animal o patológica, que obedece a otro tipo de estudios

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e interpretaciones, pues no implican una responsabilidad directa del «terremoto violento», «la violen-
ser humano. cia del tigre al matar a la cebra», La violencia es miedo a las ideas de
El capítulo se divide en dos vertientes para el análisis del con- entre otros. Por otro lado, en los los demás y poca fe en las propias.
cepto de violencia; en primer lugar se revisa el origen del término, medios de comunicación el em-
así como los límites y convergencias que tiene con otros concep- pleo del concepto ha sido des- ANTONIO FRAGUAS FORGES
tos como son: el conflicto, la fuerza y el poder en las relaciones cuidado, al grado de afirmar que
privadas y públicas, así como sus implicaciones en la sociedad. «vivimos tiempos violentos», «somos una sociedad violenta» o
El análisis conceptual tiene como finalidad brindar los elementos «que vivimos un mundo cargado de violencia», por ejemplo, al
suficientes para caracterizar a la violencia como un concepto di- referirse a un acontecimiento coyuntural. Tales circunstancias
námico, pero con rasgos bien definidos, y la segunda vertiente se no han ayudado a establecer los límites del término con preci-
centra en la reflexión de las ideas más representativas y algunos sión; de esta forma se acumulan confusiones o acentúan su uso
debates que se han generado en torno al fenómeno, considerando indiscriminado hasta alcanzar una banalización del término al
los argumentos elaborados para su defensa, rechazo y/o justifica- denominar cualquier asunto o situación como violenta.
ción, a partir del énfasis con que diferentes disciplinas sociales lo El problema, entonces, es que «[...] a medida que aumenta
han utilizado en sus respectivos argumentos. la gama de significados de un término, su fuerza descriptiva se
contrae», como lo señala Platt para caracterizar la complejidad
del fenómeno (citado por Blair, 2009). Bajo este enfoque resulta
1.1 VlOLENCIA(S) urgente hacer esfuerzos decididos para clarificar el concepto de
violencia. Por ello, además de cuestionar su significado también
Ante un término con distintas variantes e interpretaciones, lo vale la pena preguntar ¿con qué intensidad se presenta?, y ¿en
señalado por el filósofo austríaco Ludwig Wittgenstein (1998) qué contextos?, ¿cuáles son los impactos y consecuencias a cor-
es más vigente que nunca: «No preguntes por la significación, to y largo plazo que se generan una vez que se presenta?
pregunta por el uso». Una aseveración que le queda muy bien Más que elaborar y comentar una tipología de la violencia
al problema de la definición de la violencia, pues el empleo del dentro de la cual se ubique la violencia en las escuelas, la inten-
término, como se ha visto en páginas anteriores, es muy amplio: ción es profundizar en las características más destacadas de la
lo mismo se ha empleado para explicar conflictos entre indivi- violencia que ayuden a entenderla como un fenómeno complejo
duos como entre naciones. Asimismo, con frecuencia se habla presente en todas las sociedades, con independencia del grado de
de violencia para referirse de un modo metafórico a un desastre desarrollo político, económico o social; conocer sus articulacio-
natural o una conducta animal agresiva, como es el caso de un nes con ciertos rasgos propios de las instituciones que favorecen

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su producción y reproducción, así como explicar su desarrollo en aunque es importante señalar que no todo conflicto deriva nece-
el marco de las sociedades contemporáneas. sariamente en un acto violento (Redorta, 2005). El conflicto es
Al revisar la literatura especializada en estos temas, se advierten inherente a las relaciones humanas y parte constitutiva del que-
elementos que los autores ubican como centrales para explicar, por hacer cotidiano de los individuos: «la violencia es una acción,
ejemplo, las características que determinan el comportamiento de la estado o situación que se genera siempre, y se cualifica de manera
acción violenta, en algunas ocasiones centrando su atención en la re- exclusiva, en el seno de un conflicto» (Aróstegui, 1994:29). La
lación entre los individuos involucrados desde la caracterización de violencia no es inherente al conflicto, pero puede ser parte central
víctima y victimario (Hirigoyen, 2001); en otras a través de las inte- para dirimir una situación.
racciones y problemas que se registran entre pares en la interacción De acuerdo con la teoría del conflicto (Coser, 1967), existen
cotidiana y que desencadenan acciones disruptivas (Ortega, 2010); varias formas que se ponen en juego para lograr una decisión,
pero también se han tomado como eje las condiciones contextúales, que comprende una serie de estrategias de diversa índole y no
por ejmplo la influencia que juega el origen socioeconómico, familiar necesariamente en donde la violencia aparece como un primer
y cultural infantil (Willis, 1988); la posición de los sujetos ante las recurso. En otras palabras, podemos señalar que la violencia es
normas, reglas, ritos, costumbres de la institución (Gómez, 2008); las siempre una consecuencia del conflicto (Howard Ross, 1995),
consecuencias y efectos sobre los individuos como el aniquilamiento pero no es de ninguna manera una relación de causa-efecto,
del potencial, amenaza a la vida (Foucault, 1988); los costos e impac- porque como se sabe hay múltiples conflictos que no derivan
tos que tiene sobre las personas o grupos, ya sea a través de heridas fí- en violencia. La capacidad física, moral e intelectual de ejercer
sicas o psicológicas (Miller, 2001a); actitudes más específicas como violencia, en tanto permanece como elemento potencial, no es
el miedo (Andreas, 1980) o el terror (Lira, 1991); así como el tipo de violencia propiamente dicha en cuanto acto, porque en ese caso
acciones planeadas o impulsivas, como ataques suicidas, agresiones sólo tiene el carácter de recurso de poder, en virtud del cual pue-
espontáneas, venganzas, actitudes depredadoras (Hirigoyen, 1999) de esgrimirse como fundamento de la amenaza que respalda los
que derivan en conflictos con desenlaces de carácter violento. mandatos que en función de esa parcialidad se hacen posibles
(Escobar, 1988:38).
El problema es que ante un clima convulso y conflictivo todo
1.2 EL LUGAR DEL CONFLICTO EN LAS RELACIONES COTIDIANAS se generaliza de manera rápida y se denomina violencia. Por esta
razón es que hablar de violencia en general también se ha cues-
Dada la relación estrecha entre la violencia y el conflicto, es nece- tionado, obtando por el término de violencias con la finalidad de
sario hacer algunas precisiones. El término de violencia se aplica abarcar las distintas manifestaciones, situaciones y ámbitos que
en todas aquellas situaciones en donde se presenta un conflicto, toca, puesto que no es suficiente su carácter genérico, sino tam-

26 27
bien las acciones en particular que crea como parte de un proceso 1.3 LA VIOLENCIA EN EL PODER Y EL PODER DE LA VIOLENCIA
con muchas acciones: amenazas, contra amenazas, miedos, fobias
y, desde luego, la utilización de la violencia, ya sea física o psico- Desde nuestra perspectiva el término violencia se entiende como
lógica, para influir en una decisión. una parte de la relación que se establece a través de la interacción
Desde luego que el término de violencias también apunta a en- de dos o más individuos o grupos, con diferentes recursos de po-
fatizar los distintos sesgos con que cada disciplina científica trata der. Poder entendido como un elemento que se encuentra presente
de explicar lo que ocurre con la violencia, así como los objetos de en casi todas las relaciones sociales, en las que se verifique la
estudio que intentan indagar: presencia de un sujeto activo que instrumenta la voluntad de otro
pasivo, en virtud del cual el primero manda y el segundo obedece.
Desde las aproximaciones a la violencia asociada a la política En el poder es necesario que ambos sujetos sean racionales y, en
y al poder, trabajada por politólogos y polemólogos1, a la vio- cuanto tales, capaces de definir una voluntad, ya sea forzada por la
lencia como «mito» del origen, trabajada por antropólogos en obediencia o consentida por ella misma. Es importante mencionar
las fuentes de la antropología política, pasando por corrientes que la fuerza, como violencia en acto, sólo se verifica cuando los
psicológicas sobre las teorías de la agresión y por la crimino- grupos trabados en conflicto se ven impedidos de instrumentar-
logía e incluso por teorías psicoanalíticas, y hasta por la agre- se voluntariamente como lo exige la relación de poder (Escobar,
sión animal, los autores no llegan a dar una definición precisa 1988). El componente de la fuerza y del posicionamiento que los
o a ponerse de acuerdo sobre el concepto (Blair, 2009:9). sujetos manifiestan con o ante ella son los aspectos centrales de
buena parte de las definiciones sobre este tema. Si se toman como
Pese a la gran cantidad de literatura existente y al continuo es- referente las raíces latinas y griegas de la violencia,2 se tiene la
fuerzo mostrado por los investigadores dedicados al estudio cien- siguiente definición que incluye varios de los conceptos y catego-
tífico de la agresión y la violencia de distintas partes del mundo, rías que otros autores van a retomar posteriormente:
existe todavía un marcado desacuerdo sobre el significado preciso
del concepto y sus causas. La violencia es una especie de fuerza: es el género: vis en latín,
vías en griego: energía, poder, potencia: remite a la dynamis
griega. La violentia es en efecto una clase de potencia. Hay
1 Fundada por Gastón Bouthoul se define como el estudio de las dos caras de
la oscilación fundamental de la vida de las sociedades organizadas, es decir, la 2Existe una acepción más a partir de su sentido etimológico: violencia proviene
guerra y la paz. Es definida también, de manera más general, como el estudio de vis, fuerza, y latus, participio pasado del verbo ferus, llevar o transportar. Es
de los conflictos y de la violencia, en sus relaciones con la vida de los hombres decir, llevar la fuerza a algo o a alguien. Véase Platt, Thomas: «El concepto de
y los grupos. violencia», en Revista Internacional de las Ciencias Sociales, París.

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otras formas de fuerza que no son violencia. Incluso la no-vio- Yo llamaría violencia al uso de una fuerza abierta o escondida,
lencia sería una especie de fuerza, como lo es particularmente con el fin de obtener de un individuo o de un grupo eso que
la vis de la virtud, por definición distinta y opuesta a la vis de ellos no quieren consentir libremente (Domenach, 1980).
la violencia [...]. Lo específico de la violencia, lo defínitorio
de ella, es el ser fuerza indómita, extrema, implacable, avasa- Las ideas de fuerza y violencia aparecen como elementos cons-
lladora, poder de oposición y transgresión. Ella es sólo uno de titutivos para la obtención de un fin. No obstante, la connotación de
los recursos de la fuerza humana, el más primitivo, impulsivo, fuerza no siempre es en sentido negativo, en tanto que para la violen-
rudimentario y brutal. Es inseparable de la agresividad, de la cia sí lo es. Podría definirse a la violencia afirmando que es la cuali-
destrucción, y se halla siempre asociada a la guerra, al odio, a dad propia de una acción que se ejerce sobre otro para inducir en él
la dominación y a la opresión (González, 1998:139-140). por la fuerza -es decir, á la limite, mediante una amenaza, incluso de
muerte- un comportamiento contrario a su voluntad, a su autonomía,
De manera similar, la Organización Mundial de la Salud que implica su negación como sujeto humano libre y su capacidad de
(OMS) señala como un criterio importante el uso de la fuerza decisión y acción, como se muestra en el siguiente texto:
física como una manifestación del poder que se traduce en un
daño específico: Lo que define a la violencia es que se trata de una cadena de
conductas intencionales que tienden a causar daño a otros
[...] el uso de la fuerza física o el poder, tanto si es real como seres humanos, sin que se obtenga un beneficio para la super-
una amenaza, contra uno mismo, otro individuo o contra un vivencia. Lo característico de la violencia es su gratuidad
grupo o comunidad, que resulta o tiene una alta probabilidad desde un punto de vista biológico y su intencionalidad desde
de acabar en lesiones, muerte, daño psicológico, alteraciones un punto de vista psicológico (Echeburúa, 2010:34).
en el desarrollo o de privación (Krug y cois., 2002).
Otras explicaciones, en cambio, privilegian los recursos de
También se puede observar el carácter que adopta como úl- poder de cada uno de los sujetos que intervienen y definen sus
timo recurso de una relación de poder en donde se manifiesta la posiciones de dominación, control, agresión o deseo de limitar la
obligatoriedad del mandato y el medio en que se convierte la vio- capacidad y el potencial de la víctima; se busca la postración del
lencia para obtener la obediencia de la contraparte: otro en todos los sentidos:

[...] la violencia es específicamente humana y, en este sentido, El fenómeno de la violencia es una realidad estructural anida-
ella es una libertad (real o supuesta), que quiere forzar a otro. da en el conjunto de prácticas económicas, sociales, jurídicas

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y culturales que impiden a las personas y grupos realizar y la violencia también puede ser emocional o psicológica. Este
mostrar todo su potencial (López, 1993:9). tipo de violencia, cuya frecuencia es muy alta, es la más difí-
cil de identificar [...] La violencia adopta diferentes maneras
Cuando se identifican relaciones jerárquicas, la situación de de expresión que pueden abarcar desde una ofensa verbal
dominación y violencia es parte constitutiva y explicación de hasta el homicidio (Del Castillo y Castillo, 2010:18).
los roles que están definidos apriori, sin que esto signifique que
sean estáticos, pues pueden cambiar conforme la situación. Sin Aunque es importante mencionar que con frecuencia las propias
embargo, el principio de la jerarquía establece ya una demarca- acciones de la víctima pueden llegar a ser interpretadas errónea-
ción clara de los papeles a desempeñar, pero la diferencia estriba mente como una provocación de la violencia que recae sobre ella.
en la forma de actuar:

Por lo general [la violencia] es ejercida por las personas de mayor 1.4 EL PAPEL DE LA VIOLENCIA EN LA SOCIEDAD
jerarquía, es decir, las que tienen el poder en una relación, como
son: el padre y/o la madre sobre los hijos, los jefes sobre los En cuanto a la función reguladora de la violencia en la sociedad
empleados, los hombres sobre las mujeres, los hombres sobre se puede ver, por una parte, que una explicación apunta a que en
otros hombres y las mujeres sobre otras mujeres, pero también se
los inicios de la civilización el caos reinaba y mediante un acto
puede ejercer sobre objetos, animales o contra el propio individuo.
fundante-violento dio origen a las instituciones, en una suerte de
mítica violencia fundadora que posibilita la existencia de la so-
En este sentido, el centro de atención está en el vínculo que se ciedad (Bergeret, 2000:99), que con el paso del tiempo permitió
establece en la relación entre los sujetos que, si bien es asimétrica, domesticar la violencia de los individuos mediante ritos, costum-
da pauta a una interacción dialéctica entre ellos, tal y como Hegel bres, tradiciones; una postura presente en los planteamientos del
de alguna manera ya había enunciado en la dialéctica del amo y el filosofo inglés Thomas Hobbes quien pensó desde el siglo XVII a
esclavo. Pero también se registran definiciones que enfatizan las la institución como el espacio que regula y posibilita la conducta
consecuencias y los daños no físicos, sino psicológicos, así como de los individuos. En este sentido, la violencia institucional, deno-
las consecuencias y efectos que se generan para la víctima. minada también violencia tranquila o violencia suave, es aquella
que se lleva a cabo por un perpetrador que elude su responsabili-
La violencia inhibe el desarrollo de las personas y puede
dad en nombre del cumplimiento de las normas y leyes que marca
causar daños irreversibles. Cuando se habla de violencia lo
la institución --en el caso de la escuela puede ejemplificarse como
primero que viene a la mente es maltrato físico, sin embargo,
el profesor que pega a un alumno, pero lo hace argumentando

32
33
es en cumplimiento de las normas y reglas institucionales y no por pues no sólo se basa en el uso exclusivo de la fuerza, por lo que lo
motivos personales (Gómez, 2005a). fundamental para su consolidación es lograr la legitimidad:
En el caso de los conflictos armados, muchos de los precep-
tos para entender la violencia han cambiado en el transcurso del [...] porque si bien todo cuerpo legal regula la lucha política
tiempo amparados por el discurso civilizatorio que los respalda. desterrando la violencia, la legitimidad de tales normas -es
Si se sitúa la violencia desde la perspectiva de la política, entendi- decir, el dar razón a la fuerza-, pueden ser solamente sinrazo-
da ésta como el arte de la negociación y de los acuerdos entre los nes que intenten justificar lo injustificable sin la integración
individuos y grupos que permite que éstos coexistan en un orden -objetivo de todo orden político— se lleva a cabo sin respetar
social capaz de producir certidumbre, entonces la violencia asu- los umbrales mínimos de la libertad, participación y justicia
me otras dimensiones. Así pues, el sociólogo alemán Max Weber y si el derecho impidiendo el ejercicio de la crítica, concluye
señaló que sólo puede definirse sociológicamente al Estado «por sacralizándose (Pressacco, 1993:95).
referencia a un medio que él, como toda asociación política, tiene:
la violencia física... Estado es aquella comunidad humana que La violencia en su intento de legitimarse, ya sea a través de un
dentro de un territorio... reclama (con éxito) para sí el monopolio discurso legal o no, recurre a la ley y al derecho como una medida
de la violencia física legítima» (Weber, 1992:2). En el enfoque de de colocarse dentro de los márgenes de ciertos límites permitidos.
Weber, al Estado le compete asegurar el orden, la convivencia y Por esta razón es que se puede legalizar o recurrir al exterminio
la integridad psicológica, física y social en las sociedades y, a su de un grupo o del enemigo en nombre de la civilización, pero no
vez, sólo él puede autorizar el uso de la violencia a otros actores. por ello significa de ninguna manera que sea legítimo. De igual
Una fuerza que organizada se constituye como ultima ratio del modo, queda de manifiesto que un orden político apoyado en la
poder público. El Estado posee el monopolio legítimo de la vio- legitimidad que otorgan las leyes, puede esconder múltiples for-
lencia y aparece como legítima a través de: a) recurso de poder mas de violencia en pos de mantener el proyecto de sociedad que
que refuerza la obediencia voluntaria y consentida de los miem- considera válido.
bros de la sociedad sujetos al poder del Estado; b) como ultima
ratio de su poder, cuando marginalmente esa capacidad de vio-
lencia se ejecuta con acuerdo a las normas de la legitimidad legal 1.5 ÁMBITOS PÚBLICOS Y PRIVADOS
racional; y c) el uso de la coacción física legítima, o mejor dicho
considerada como legítima. En el caso de las relaciones privadas, como es la familia, la pre-
El tema de la preservación del orden social mediante la lega- sencia de la violencia encuentra en muchos de los casos factores
lidad constituye un dilema y un capricho de todo orden político; que ayudan a su generación, y que van desde aspectos básicos

34 35
— de crianza hasta la concepción incorporado más violencia de la que normalmente se reconoce
Agrupando las razones por las que
de roles sociales que marcarán (Gómez, 2008b); por ejemplo, la familia que debería ser un lugar
las víctimas de un delito no lo denun-
significativamente la vida de los de respeto y de ayuda entre sus miembros, presenta cada vez más
cian, al igual que en 2007, cerca del
individuos. Es en la familia en un clima de violencia y maltrato entre sus integrantes y, desde
70% son atribuibles a la imagen ne-
donde se desarrollan las actitudes luego, la escuela, escenario en el que la violencia siempre ha es-
gativa que tienen los ciudadanos de
básicas de la persona en sus reía- tado presente. La violencia en las instituciones como la familia y
las instituciones de procuración de
ciones de género y, sobre todo, en la escuela se ha mantenido en secreto, oculta, «como un reflejo
justicia. Producto de la experiencia
donde se fijan toda clase de acti- de la eficacia de los recursos institucionales para preservar lo que
directa o indirecta, los entrevistados
tudes tanto del varón como de la sucede tras sus paredes» (Kaes, 1996:91).
señalaron como las principales ra-
mujer. El análisis de las distintas En las familias, el fenómeno de la reproducción social y cultu-
zones para no denunciar: la pérdida
instituciones ha puesto de tnani- ral tiene varias vertientes, prevalece desde luego la huella de una
de tiempo (39%), desconfianza en la
fiesto que se trata de un espacio cultura «dominante» que recorre las distintas prácticas sociales y
autoridad (16%), trámites largos y di-
en el que se gestan diversas rela- que se refleja en el lenguaje, reglas, relaciones sociales y fami-
fíciles (10%), por actitud hostil de la
ciones interpersonales, así como liares. Una serie de comportamientos y actitudes que son «acep-
autoridad (3%), por miedo a que los
procesos que pasan inadvertidos, tados» en algunos sectores que privilegian un discurso de corte
extorsionaran (1%). Otras razones
incluso para los mismos protago- patriarcal de la masculinidad «como ejercicio ilegítimo de poder
fueron que el delito se consideró de
nistas, pero cuya trascendencia es que está asociado a una concepción que infravalora a las mujeres»
poca importancia (9%), no se tenían
definitiva. La novela institucional (Barragán, 2001:22).
pruebas (8%) y por miedo al agresor
que se teje, toca distintos aspectos A pesar de los cambios que se han registrado en la sociedad y
(6%). En las zonas metropolitanas es-
y ámbitos de acción; la historia de en la composición de las familias en nuestro país, los estereotipos
tudiadas, las razones más frecuentes
la escuela se convierte en una tra- de los hombres y de las mujeres tienden a mantenerse más allá de
para no denunciar fueron las mismas
nía difícil de entender a primera las variaciones estructurales. A la mujer no se le reconoce el papel
que a nivel nacional. vista; los objetivos de la institu- que desempeña en los distintos ámbitos en donde participa, y en la
ción, si bien son conocidos por to- familia se refuerza un sistema de relaciones de tipo patriarcal que
COMISIÓN DE DERECHOS HUMANOS dos sus integrantes como parte de desvaloriza lo que la mujer realiza:
DEL DISTRITO FEDERAL 1& identidad que les aporta el lu_

gar, no en todos los casos se sabe El sentimiento de significación y valor como individuo social-
a ciencia cierta cómo es que se logra o trata de cumplir con ellos, mente reconocido, no coincide necesariamente con su rol en la
y es precisamente en el cumplimiento de esos objetivos que se ha familia. Esta valoración es diferenciada de acuerdo a sus niveles

36 37
de educación, sectores sociales, inserción laboral, pertenencia Dentro de la estructura y organización de la vida familiar, en
a sectores rurales o urbanos y otros factores (Lira, 1991:198). donde se dan por determinados ciertos roles de jerarquía y de rela-
ciones de poder, la posición de la mujer queda relegada a un segundo
Aunado a esta desvalorización de las distintas actividades, se plano, y es la mujer la que sigue manteniendo la responsabilidad del
encuentra el maltrato y la violencia que se registra en los hogares, cuidado del hogar, además de cumplir con varias de las obligaciones
en la intimidad de la familia. Una violencia que se oculta y se nie- laborales fuera de la casa, por lo que el término de doble jornada
ga sistemáticamente (Sanz y Molina, 2004). La violencia en los laboral se queda corto para la diversas actividades que desempeña.
espacios privados como la familia preocupa aún más porque no En cierta forma, la cantidad de responsabilidades y obligaciones que
se sabe a ciencia cierta qué es lo que ocurre en su seno; el reto es desarrolla una mujer en el hogar es una suerte de maltrato y control
¿cómo dar cuenta de una violencia que se silencia y que se oculta permanente. Desde nuestra perspectiva, la equidad de género no es
por vergüenza, miedo o terror? hacer a todos iguales: es asumir lo común y lo diverso como algo
Ante esta situación es necesario, como apunta Bleichmar que está presente y empezar a hacerlo desde la más temprana edad.
(2008), un cambio en la concepción del concepto de familia, de
los roles tradicionales y de una nueva forma de establecer la equi-
dad de las relaciones, sabiendo de antemano que hay una profun- 1.6 ASPECTOS CONCEPTUALES Y TEÓRICOS
da inequidad y desigualdad. Así, predominan contenidos y ac-
ciones muy autoritarios;,una autoridad vertical que excluye a los El conjunto de perspectivas e interpretaciones que se presenta a
hijos de las decisiones y que concentra todo el poder en el hombre continuación trata de brindar una apretada síntesis de diversos
de la casa. Asimismo, en muchas esferas de la sociedad persiste debates que se han establecido y que buscan, desde su posición,
una violencia que se inicia con la infravaloración de las mujeres dar cuenta de un fenómeno complejo con la idea de contextuali-
en distintos ámbitos, apoyado en imágenes y creencias falsas que zar un debate en torno a las principales orientaciones brindadas
tienden a buscar y ejercer un control sobre sus acciones: a la violencia. Si bien hoy se cuenta con una vasta literatura
especializada en el estudio de la violencia en las escuelas, buena
La violencia de género es una forma de comportamiento parte de sus planteamientos se ha alimentado o cobijado con los
alentado por los grupos sociales que comparten la ideología desarrollos conceptuales y teóricos elaborados previa y paralela-
patriarcal de la masculinidad como ejercicio ilegítimo de mente por el estudio de la violencia entre los individuos, grupos
poder que está asociada a una concepción que infravalora a y sociedades.
las mujeres, ideas o creencias erróneas sobre las mujeres y su Uno de los aspectos más frecuentes cuando se habla de vio-
sexualidad y una socialización sexista (Barragán, 2001:22). lencia es atender exclusivamente a las consecuencias, dejando de

38 39
lado las causas y aspectos del proceso que la rodean, es decir, un individuo a lo largo de su vida (Zaczyk, 2002). Dentro de la lite-
el origen. Por esta razón consideramos muy importante centrar ratura que reconoce la violencia como un fenómeno que puede ser
nuestra reflexión en los aflos iniciales de los individuos y de los prevenible, como lo han advertido múltiples expertos y organismos
distintos aprendizajes que se reciben en la escuela. La violencia internacionales como la OMS, se ha detectado que varias expresio-
ha estado con nosotros desde hace mucho tiempo, es parte cons- nes violentas emergen y se desarrollan simultáneamente en espa-
titutiva de las relaciones sociales que el hombre estableció desde cios públicos y privados dando lugar a complejas combinaciones
las primeras civilizaciones. Es una constante en el desarrollo de entre diversos tipos de violencia e, inclusive, produciendo ciertas
la humanidad y, por tanto, sus modalidades, formas y presencia relaciones de causalidad aparentes entre algunos de ellos (WHO,
se ha ido modificando; no obstante, conserva sus raíces a pesar 2004). Esto implica, entre otras cuestiones, que se pueden romper
de los contextos y espacios en donde se presenta; es, como seña- cadenas de riesgo (consumo de drogas y alcohol, abandono escolar,
lan algunos autores, un componente central del ser humano, pues participación en pandillas), que concluyen en la reproducción de la
forma parte de su ser: «la violencia no está ligada a los bienes del violencia. De esta forma, tal como insiste la OMS, la prevención de
hombre o a su cuerpo, sino a su ser propio» (Domenach, 1980, ci- un tipo de violencia puede mitigar otras manifestaciones violentas
tado por Blair, 2009:16); es inseparable de la historia del hombre (WHO, 2007). El papel de la educación y de la escuela en este senti-
y de las relaciones sociales cotidianas (Lorenz, 1992). do, siempre se ha mencionado como factor de cambio o de transfor-
El vínculo entre violencia y agresividad en el ser humano se mación social, y la vía para mejorar la convivencia y el desarrollo
ha explicado en términos de que la agresividad es un componen- de los seres en marcos de convivencia pacífica.
te instintivo; algunos autores como Freud, señalaban que es una Desde una perspectiva u otra, gran parte del proceso civiliza-
suerte de fuerza latente del componente animal y muy primitivo torio se ha basado en el esfuerzo de controlar y proponer meca-
que porta el individuo: presente a lo largo de su vida, actúa y sirve nismos de solución para los distintos conflictos que eviten llegar
como mecanismo de supervivencia ante determinadas condiciones a la violencia: «Nunca antes en la historia de la humanidad tantas
contextúales (Karli, 1987), la diferencia radica en que la violencia personas, millones de personas, habían convivido de esta manera
que mencionamos es parte de una decisión particular que conlleva tan pacífica -es decir, excluyendo la violencia- que podemos ob-
una intencionalidad del individuo que la ejerce a voluntad. servar en los grandes Estados y ciudades de nuestros días» (Elias,
En contraparte, existen otras explicaciones que señalan que la 1980:141), lo que lleva a preguntar: ¿es posible que exista una
violencia es una actitud aprendida a lo largo de los años o a partir sociedad sin violencia?, es decir: ¿es posible que la violencia pue-
de experiencias concretas, cuya huella es indeleble y, por tanto, sus- da ser erradicada definitivamente? En este sentido, La violencia
ceptible de ser controlable. Por ejemplo, las diversas experiencias escolar en México se ubica dentro de las corrientes que plantean
vividas en las distintas instituciones educativas por las que transita que la violencia es un fenómeno prevenible y disminuible, en el

40 41
cual pueden intervenir hombres y mujeres que, a partir de accio- inamovibles, en apariencia, en tanto parte de «un mundo institucio-
nes colectivas e individuales creadas para dicho fin, incidan en nal, pues se experimenta como realidad objetiva, tiene una historia
ella. En las instituciones educativas este principio cobra verdade- que antecede al nacimiento del individuo y no es accesible a su
ra relevancia, pues no sólo es la acción que el docente lleva a cabo memoria biográfica» (Berger y Luckmann, 1997:82). En el ámbito
y que consideramos central para fomentar prácticas y estrategias escolar este tipo de acciones violentas de maltrato físico y psicoló-
que combatan la violencia, sino también porque es un espacio en gico se han mimetizado, al grado de considerar muchas acciones de
el que se pueden instrumentar cambios y promover prácticas en- este tipo como algo normal y como parte de los usos y costumbres
caminados a mejorar la convivencia y erradicar la acción violenta de los planteles educativos. En situaciones de acoso y maltrato, por
entre los miembros de la escuela. La formación integral de niños, ejemplo, las secuelas muchas veces se llegan a registrar cuando sus
adolescentes y jóvenes, así como de los docentes, directores, pa- efectos son ya devastadores,luego de generarse a diario sin que na-
dres de familia, es un proceso permanente que debe promoverse die hiciera algo para remediarlo.
en todas las actividades que realicen: aprender a verbalizar un Otra perspectiva denominada violencia estructural se refiere a la
conflicto, negociar un acuerdo, llegar a consensos, aprender a res- violencia que se «padece por vivir en sociedad, valga decir que es el
petar la opinión de los otros, por ejemplo, son aspectos necesarios precio que se paga por ser miembro del Estado» (Cano y Cisneros,
en la educación de los primeros contactos con la escuela. 1980:28). En el marco de la explicación de la violencia invisible,
como en este caso, se trata de un tipo de violencia que atraviesa
todos los sectores sociales y se manifiesta en: pobreza, desempleo,
1.7 UN FENÓMENO DE FORMA Y DE FONDO golpes, estallidos sociales, alcoholismo, drogadicción, violencia de
género, entre otros. Estos fenómenos producen violencia ya que
La violencia, en contra de lo que se piensa, no es fácil de detectar a generan una forma de interacción cuyo común denominador es el
primera vista, pues aparece más ligada al orden estructural, es decir, desencuentro, la agresión, las amenazas, la fuerza, la imposición,
a las condiciones sociales y contextúales de los individuos. Esta si- los golpes, la furia, los odios, etcétera. Es decir que se moviliza
tuación favorece su anonimato, una suerte de camuflaje, dado que la un conjunto de factores concurrentes que, de manera individual o
violencia tiende a desaparecer del colectiva, genera en contextos específicos actitudes y posiciona-
mundo de la percepción inmediata mientos violentos. Los factores que favorecen ese tipo de interac-
Desconfío de la incomunicabilidad;
y directa. Se presenta y/o atribuye ción provienen tanto del mundo de los primeros años de crianza, de
es la fuente de toda violencia.
al sistema institucional establecido las relaciones familiares, como del mundo externo de los sujetos y
JEAN PAUL-SARTRE y como tal forma parte de una serie desde el contexto social, en el marco de un conjunto de sistemas y
de condiciones preestablecidas e subsistemas sociales establecidos.

42 43
La violencia es un fenómeno que invade distintas esferas productora de relaciones discriminatorias y por lo mismo, gene-
sociales, en donde las acciones que aparecen a primera vista de radoras y productoras de violencia, en donde el individuo acata
manera interna forman parte de una continuidad exterior, vin- y obedece lo que le señala la institución.3
culándose estrechamente factores tanto internos como exter- El análisis de las prácticas institucionales y de su cotidianei-
nos. En la vida diaria, la violencia se produce y reproduce en dad realizado por varios investigadores (Jackson, 2001; Willis,
un tipo determinado de interacciones sociales; a través de una 1988), ha demostrado cómo se sostiene este mecanismo de repro-
espiral que atraviesa a toda la sociedad, interviene en distintos ducción de pautas, ritos, creencias, mitos y acciones de distinta
ámbitos e impacta de diferente manera tanto a las institucio- índole que a primera vista parecen irrelevantes, otras juzgadas de
nes como a los sujetos. Existen distintos niveles en donde la poco trascendentes, pero que en conjunto cumplen su papel de re-
violencia es parte constitutiva de la vida cotidiana, tanto de las producir esta forma de quehacer institucional y que va más allá de
relaciones sociales en contextos microsociales (la familia, el los contenidos estrictamente educativos (léase curriculum ocul-
barrio, el parque, el centro deportivo), como macrosociales (la to). La relevancia de estos estudios y sus hallazgos son incues-
zona geográfica municipal, estatal, regional en donde se ubica tionables para explicar la forma en que las instituciones actúan,
una escuela con altos índices de pobreza, delincuencia, droga- pues por un lado está el discurso de rechazo al uso de la violencia,
dicción, etcétera). Es importante mencionar que un factor que pero en los hechos ocurre lo contrario. Por ejemplo, en los hospi-
puede influir en la generación de la violencia es la socializa-
ción de los niños en contextos violentos, lo que se puede tra-
ducir en jóvenes insensibles y cuyo único referente de acción 3 Habrá que recordar que las instituciones, aunque son externas al individuo, no
le son ajenas, puesto que están presentes, ya sea de manera virtual o material, en
sea el uso de la violencia. todas las actividades que realiza en su quehacer cotidiano. Es a través de las insti-
El término de violencia simbólica frecuentemente ha sido tuciones, por su mediación y por la aprehensión que el sujeto realiza de ellas, que
éste se incorpora a la vida social y se mantiene como miembro integrante de la
mal utilizado y, por lo regular, se ha identificado con gestos, ac- misma, aprendiendo de ellas los patrones de conducta y relaciones interpersonales
ciones y ademanes entre individuos. Sin embargo, la definición y sociales que norman tanto su actuación en los diferentes ámbitos en los que se
desenvuelve en su vida cotidiana, es decir, otorgan e imponen signos de identidad
tal como fue acuñada, se refiere al tipo de violencia que se da que el individuo aprende y devuelve a la institución (Frigeiro y Poggi, 1980:35).
gracias a la complicidad que se establece entre quien ejerce el Pero, por otra parte, dentro de cada institución tampoco existe una situación ar-
mónica en donde lo prescrito corresponda exactamente con el funcionamiento real
dominio y los propios dominados: «esa coerción que se instituye de la misma. Esta situación obedece a que si bien dicho funcionamiento está re-
por mediación de una adhesión que el dominado no puede evitar gido por un conjunto de normas, reglas y formas de procedimiento establecidas,
otorgar al dominante» (Bourdieu, 1999:224-225), transmitida a éstas no son comprendidas, acatadas, ni aplicadas de la misma manera en distin-
tos momentos, ni por los diversos agentes e individuos que participan en la vida
través de una imposición. En otras palabras, la escuela, con sus institucional. Existe un conjunto de fuerzas en lucha permanente dentro de ésta;
reglas y códigos, es un buen ejemplo de esta situación, al ser una constante confrontación entre el ser y el deber ser, entre lo instituyente y lo
instituido (Fernández:53).

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45
tales para enfermos mentales se tiene la misión de curar y cuidar de los desposeídos: «el arma de los trabajadores es la violencia»,
a los pacientes. Sin embargo, no en todos los casos esto sucede señalaba Sorel, por tanto, «los insultados y oprimidos pueden
así, pues las condiciones de abandono y maltrato son el común encontrarse a sí mismos y conquistar su identidad y dignidad
denominador de la interacción cotidiana (Goffman, 1989); o en la humana por medio de actos de violencia revolucionaria» (Sorel,
cárcel, en donde se tiene la misión de «rehabilitar» a los internos 1979:41).
para que regresen a la sociedad, y que desafortunadamente no es En el ámbito educativo esa interpretación se ha tratado de ubi-
cierto, incluso se señala que los reclusos aprenden nuevas for- car para justificar la posición de los alumnos en contra de algunas
mas de delinquir en la «universidad del crimen» (Azaola, 1990; acciones del docente; una suerte de acciones subversivas y desafíos
Foucault, 1988); o en las escuelas en donde los alumnos deben momentáneos al control del docente en el aula. Esta postura implica
convivir en un ambiente de respeto y armonía, y dista mucho de entender a la violencia como una suerte de ruptura del continuum
ser así, pues se registran situaciones de discriminación, racismo, a la que se refiere Walter Benjamín en sus Tesis sobre la historia,
maltrato y violencia física de manera recurrente (Gómez, 2005; de la violencia mítica, que funda y conserva el derecho, a la vio-
Miller, 2001a). Las situaciones de violencia que viven algunos lencia pura o revolucionaria que permite dar paso a una nueva épo-
niños en sus escuelas pueden causar un efecto demoledor en su ca, es decir, la tesis de la violencia como partera de la historia. En
autoestima, y podría ser que en el futuro reproduzca este tipo de el marco de esta explicación, se ha llegado a denominar violencia
conductas, pero además, al no poder revertir la discriminación tranquila o suave para caracterizar la acción de los docentes, y en
por diferencias de raza, cultura, género o riqueza, la frustración otras ocasiones, se ha denominado violencia buena, justa y necesa-
es mayor, dando lugar a sentimientos de fragilidad emocional y ria para justificar una acción armada, por ejemplo. En realidad, el
desconfianza hacia la sociedad. adjetivo de bueno y malo es tan arbitrario como el uso de la violen-
El discurso en contra de la violencia ha estado vigente des- cia misma, por lo que no es de ninguna manera un referente válido,
de hace varios años, pero no en todos los casos ha sido posible pues cualquier clase de violencia es reprobable.
combatirla y erradicarla. Si bien existe un consenso general en Por otra parte, no se puede dejar de mencionar que en pro-
contra de la violencia, como se verá en el cuarto capítulo, es puestas más radicales, algunos autores como Fagan y Wilkinson
importante mencionar que es un recurso utilizado frecuente y (1998:55) señalan que la violencia está latente en cada una de las
cotidianamente en distintos ámbitos. Lo interesante de este fe- interacciones que los humanos establecemos y sólo está en espera
nómeno es que la justificación de los métodos y de los fines es de que se presenten las condiciones y/o un detonador para que
tan variada como las causas que la originaron. Así, se habla de se genere y se manifieste de manera visible, es decir «situacio-
violencia revolucionaria, es decir, como un agente de cambio y nes desencadenantes» (Zaczyc, 2002:44 y ss). En la historia de la
ruptura, considerado como un recurso de poder legítimo y válido pedagogía, la idea de controlar los impulsos y eliminar actitudes

46 47
violentas se puede identificar en lo que se denominó «pedagogía Pickett, 2009:131 y 132). En este tenor Michel Wieviorka (2006)
negra» y que consideraba que los niños eran malos, y que lo pri- sostiene que la violencia es dinámica por las diferentes expresio-
mero que tenía que vencerse era su espíritu -mantenerlo así en su nes que ha tenido en la historia y por las numerosas formas en
etapa escolar, pues en cualquier momento podría surgir-, para po- que las sociedades la conciben y reaccionan frente a ella. Como
der «educarlos», utilizando para ello cualquier recurso, incluido, fenómeno cambiante, afirma este autor, la violencia tiene com-
desde luego, el castigo corporal. ponentes objetivos y subjetivos que alteran permanentemente las
Si bien la violencia se ha vuelto parte de la vida cotidiana, maneras en que ésta se concibe. En el caso de la escuela, la situa-
de alguna manera ha incidido para lograr la construcción de ción es muy clara al respecto, pues el conjunto de reglas, códigos
significados culturales, pero, como apunta Ramírez, no necesa- y normas institucionales no se han modificado mucho con el paso
riamente quiere decir que derive en una cultura violenta o que de los años, y la actuación del profesor sigue siendo central, tanto
explique la satisfacción, el comportamiento de los actores (Ra- al momento de interpretarlas como de aplicarlas de acuerdo con
mírez, 1997:64). Desde los primeros años, el individuo apren- su criterio y parámetros de lo que él considera justo.
de que la violencia es una forma rápida y eficaz de solucionar Además de ello, la violencia tiene una naturaleza reproduc-
conflictos, en el marco de un devenir histórico que revela que se tiva que posibilita su transmisión constante en el tiempo y el es-
trata de un comportamiento aprendido que se transmite de una pacio (Pearce, 2010). Esta reproducción es compleja puesto que
generación a otra, a través de los canales habituales como la fa- ocurre en formas multivariadas en diversos espacios de sociali-
milia, la escuela, la socialización. La presencia de la violencia zación como la familia, el vecindario, la escuela, el lugar de tra-
en sus distintas facetas ha logrado establecer una normalidad bajo, la plaza pública. Por características como éstas, es posible
que ya no es causa de impresión o de reflexión, y es precisa- hablar de un continuum de la violencia que se contrapone a esa
mente este carácter lo que llama la atención, pues se acepta ya idea inapropiada, piensa Pearce, de asumir una visión fragmen-
como parte constitutiva de las interacciones humanas, por lo tada de la violencia, como tradicionalmente lo han hecho ciertas
que su ausencia es causa de sorpresa y beneplácito, cuando en corrientes de la ciencia política y la sociología, al introducir una
realidad es lo que debería de predominar. división, por ejemplo, entre la violencia política y la social. En
Por ahora, aquí interesa identificar los principales rasgos que este contexto, no es extraño que el sustantivo violencia aparezca
distinguen hoy a la violencia aunque es posible encontrar algunos frecuentemente acompañado de algún adjetivo: política, social,
que -independientemente de la etapa histórica- se mantienen, pues psicológica, de Estado, institucional, estructural, simbólica, cul-
«hay algunos patrones de violencia que son sorprendentemente tural, entre pares, colectiva, escolar, etc. Todo ello con la inten-
consistentes a lo largo del tiempo y del espacio... pero también ción de poner de relieve alguna manifestación especifica de la
hay profundas diferencias marcadas por el entorno» (Wilkinson y violencia. No obstante, esta caracterización un tanto tradicional,

48 49
aunque sigue siendo un referente básico para estudiarla, parece un discurso en contra de la violencia en las escuelas más intenso
haber entrado en crisis. Así, como lo han advertido múltiples que en otras épocas, amparado por el desarrollo de la defensa y
expertos, se ha detectado que varias expresiones violentas emer- protección de los derechos humanos y, fundamentalmente, de los
gen y se desarrollan al mismo tiempo en espacios públicos y derechos de los niños, adolescentes y jóvenes, así como por el
privados dando lugar a complejas combinaciones entre diversos avance y consolidación de la democracia.
tipos de violencia y aun ciertas relaciones de causalidad entre
algunos de ellos (WHO, 2004).
Para entender la violencia escolar es necesario considerar al-
gunos de los principales rasgos que comparte con otras formas de
violencia, así como aquellos que dan cuenta de su especificidad,
más allá de establecerla desde una visión simplista, en función
del espacio donde ésta emerge, se reproduce y se transforma: las
instituciones educativas. Bajo este tenor, se sabe que lo distintivo
de la violencia actual, y del cual la violencia en las escuelas no se
exime, forma parte de los rasgos principales que perduran en la
historia, aunque también representa marcadas diferencias deriva-
das del entorno en que ésta se produce.
Estas características se advierten en la violencia en las escue-
las, pues como se verá en el siguiente capítulo, hay expresiones
violentas que han estado presentes y, de hecho, han sido una parte
fundamental en el devenir histórico de las instituciones educa-
tivas. No obstante, también hay ciertas manifestaciones caracte-
rísticas de nuestros tiempos. A la par, se observa que la violen-
cia escolar se ha combinado con otros tipos de violencia (social,
de género, simbólica, entre otras). En este sentido, no es casual
que varios expertos muestren mayor preocupación debido a que
la complejidad de este fenómeno se ha agudizado. Con todo, lo
que resulta hoy indiscutible es que a lo largo del tiempo, en es-
pecial de mediados del siglo XX en adelante, se ha propagado

50 51
Capítulo 2
La violencia en las escuelas
Se les hacía arrodillarse, poner los brazos en cruz,
a veces sosteniendo piedras pesadas en las manos.
Por faltas más serias, el estudiante era llevado ante
el director para recibir golpes con la palmeta [otros
castigos que progresivamente fueron desaparecien-
do] fueron la corma, que consistía en sujetar en un
pie, o en los dos, planchas pesadas de madera que
sustentaban los niños sobre el cuello, causando mo-
lestia suma; el saco era el castigo marcado para las
faltas graves, y consistía en meter en aquél al delin-
cuente y suspenderlo por medio de unos cordeles del
techo de la escuela [...].
ANTONIO GARCÍA CUBAS: El libro de mis recuerdos.

INTRODUCCIÓN

El capítulo se divide en dos grandes apartados, el primero es


una revisión detallada de la institución educativa, de sus diná-
micas, principios y formas culturales dominantes, así como de
los actores que acuden cotidianamente a ella. El argumento que
articula la discusión es que la escuela y la cultura que despliega,
produce y posibilita la reproducción de la violencia que es ca-
pitalizada de distinta manera por sus integrantes en condiciones
de desigualdad y oportunidades para utilizarla y/o afrontarla. La
segunda parte se enfoca en analizar el debate generado en torno

55
~ a la violencia escolar, a partir de A pesar de los argumentos que tienden negar la presencia de la
La educación es la vacuna contra la
las nuevas condiciones como: el violencia y los castigos en las escuelas, son varias las denuncias
violencia. papel de las redes sociales y de que de manera cotidiana se producen, con distinta magnitud e in-
los medios masivos de comuni- tensidad. Tanto la prensa nacional como algunas investigaciones
EDWARD JAMES OLMOS cación, la información reportada nacionales y extranjeras de corte cualitativo (Johnson y Johnson,
de la vida escolar a través de los 1999; Gómez, 2005;) y cuantitativo (Olweus, 2003; Abramovay
alumnos, así como la posición que han asumido diversos secto- y Rúa, 2003), han demostrado que más allá de lo que se pudiera
res de la sociedad. Se trata de dar una visión panorámica de las pensar, el fenómeno está vigente. Los castigos físicos como pe-
numerosas implicaciones registradas en torno a este fenómeno y llizcos, coscorrones, jalones de cabello y orejas, golpes, maltrato,
cuya atención requiere de soluciones inmediatas e inaplazables burlas, insultos, son hechos recurrentes.
si lo que se pretende es mejorar la escuela mexicana. La violencia en las escuelas tiene varios referentes tanto histó-
ricos como literarios, que han dejado constancia de la vida en los
recintos educativos, algunos ejemplos son: Oliver Twist (1837) de
2.1 LA VIOLENCIA EN LAS AULAS Charles Dickens; Lazarillo de Tormes; Historia de la vida del Buscón
llamado don Pablos, ejemplo de vagabundos y espejo de tacaños
El estudio de la violencia en las escuelas de México es reciente, (1603) de Francisco de Quevedo; El periquillo sarniento (1816) de
pues inició en la década de los noventa, a diferencia de otros José Joaquín Fernández de Lizardi; Pedro el desaliñado de Heinrich
países como Noruega que comenzó desde principios de los Hoffinan (1844); El libro de mis recuerdos de García Cubas (1905);
ochenta. Los avances logrados hasta el día de hoy son magros Bajo las ruedas de Hermán Hesse (1906); El niño y la vida familiar
en comparación con la magnitud del fenómeno, ya que aún fal- en el antiguo régimen (1960) de Philippe Aries, son obras que mues-
ta promover más propuestas, acciones y opciones para que los tran diversos aspectos de la vida institucional: cultura, mitos, ritos y
padres de familia, maestros y alumnos, entre otros miembros de diversas interacciones en donde el eje vertebral de la trama es la vio-
las comunidades escolares y de la sociedad en general, puedan lencia de maestros u otras autoridades escolares (como los directores,
combatirla desde sus respectivos ámbitos de acción. No obstan- prefectos, orientadores, entre otros) hacia los alumnos, ya sea para
te, la presencia de la violencia en los espacios escolares data de cumplir la enseñanza o para ejercer los castigos, aunque también se
tiempos remotos y es ejercida tanto por docentes hacia sus alum- da cuenta de la violencia y el acoso que se vivían entre los alumnos.
nos, como por alumnos hacia sus maestros, al igual que entre los Frente a la grave diversificación y extensión de los múltiples
propios alumnos o entre los docentes y las autoridades escolares actos que hoy engloba la noción de violencia en las escuelas, este
(Gómez, 2007a). libro concibe la violencia escolar como:

56 57
a) un recurso de poder establecido por el maestro y otras auto- y contundente, cuyo objetivo no es otro que transformar una situa-
ridades escolares para hacer valer su autoridad y mantener ción, obligar a la contraparte a asumir una decisión o una forma
el control en el aula y/o la escuela. de actuar, aun cuando sea en contra de la voluntad expresa de la
b) entre los alumnos, parte de una fuerza abierta u oculta, con víctima, es como señala Enriquez: «[...] transformar a un sujeto
el fin de obtener de un individuo o de un grupo algo que no que podría ser deseante en un "cuerpo a abatir"» (1989:90).
quiere consentir libremente; Ahora bien, resulta difícil comprender y explicar la naturaleza
c) una práctica emprendida por la propia institución educativa de la violencia en las escuelas si se omiten del análisis algunas
con el objetivo de preservar, mediante normas establecidas de las principales características de las instituciones educativas,
formal e informalmente, el orden, el control y la disciplina. puesto que la violencia que interesa aquí no es explicable por
sí sola, y no se pretende su comprensión viéndola como un fe-
El común denominador es que la violencia forma parte de un nómeno psicológico individual, sino buscando encontrar su raíz
proceso mediante el cual un individuo o un grupo violan la inte- en las formas de organización que presenta la propia institución
gridad física, social y/o psicológica de otra persona o grupo. La educativa (Gómez, 2005). Entre esas características sobresale que
violencia inhibe el desarrollo de los alumnos, anula su potencial, las escuelas son una fuente productora, transmisora, legitimado-
y puede dejar secuelas permanentes en la personalidad, pues el ra, promotora, sancionadora, socializadora e informadora de una
desarrollo de la misma está relacionado no sólo con las actitudes multiplicidad de valores, creencias, normas, actitudes, conoci-
que se le inculcan, sino con la realización de las mismas, así como mientos y pautas de comportamiento que, obedeciendo a formas
con las frustraciones sufridas en la escuela y con sus condicio- particulares de ver el mundo, a necesidades e intereses específicos
namientos para favorecer o entorpecer su realización posterior. -ya sea de los diversos grupos coexistentes en la sociedad, o bien
Además, la violencia en las escuelas afecta los procesos de ense- del grupo o grupos dominantes-, afectan diferentes aspectos que
ñanza y aprendizaje, así como amenaza los derechos de niños y rodean la acción educativa de los individuos.
adolescentes, el avance de la democracia y el propio desarrollo de Es a partir de la acción que ejercen las escuelas, que el individuo
nuestros países (Zurita, 201 Ib). percibe y asimila, en mayor o menor medida, lo que la sociedad o el
En otras palabras, se trata de la violencia utilizada a través de grupo esperan de él en tanto persona y ser social, constituyéndose
la fuerza que se verifica cuando los sujetos trabados en conflicto en un marco referencial desde el cual el individuo evalúa y deci-
se ven impedidos de instrumentarse por su voluntad como lo exi- de la actuación que considera más conveniente de acuerdo con sus
ge la relación de poder. Por esta razón se ven obligados a ejercitar propios intereses y necesidades. La acción que se desarrolla en las
-recíprocamente-, las amenazas y contra amenazas respectivas escuelas conlleva también factores de costo psicológico y sociales,
(Escobar, 1988:25). La violencia es un acto de descarga inmediato derivados de acciones y conductas individuales que se desvían de

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lo preescrito por la institución, ejerciendo con ello una forma de que causan miedo, tales como vejaciones, novatadas y otras ame-
presión sobre los comportamientos de los sujetos tal como sucede nazas que determinados niños o grupos de niños les infligen a
con el fenómeno de la violencia en las escuelas. otros niños (Hirigoyen, 2001:71). El acoso y hostigamiento1 entre
De todas formas, la escuela no es una simple reproductora de alumnos es un tema que en el mundo ha logrado construir ya un
las diferencias de «clase», de categorías o de aspectos sociales, campo específico dentro de la investigación educativa; entre los
pues tanto los conocimientos como las normas se interpretan, re- trabajos que han aportado información relevante se encuentran
chazan y se confrontan de diversas maneras, tanto por maestros testimonios de las víctimas y victimarios (Ricou, 2005), perfiles
como por alumnos. Desde una perspectiva crítica, Giroux (1992) de las víctimas (Voors, 2005), implicaciones para la elaboración
señala el papel que maestros y alumnos hacen de los significa- de programas, planes y políticas (Debarbieux, 1996) y estrategias
dos y las prácticas educativas por medio de principios selectivos de pacificación (Ortega, 2010), por ejemplo.
que mediatizan y tienen la posibilidad de derrotar el peso de si- En este contexto resulta fundamental añadir que la violencia
tuaciones e ideologías preexistentes. Los alumnos gozan de una en las escuelas asume una forma de relación social concreta, re-
relativa autonomía articulada con factores subjetivos, así como ferida, por una parte, a los distintos tipos de interacción que se
a un conjunto de intereses específicos, culturales y de clase de- dan en la institución escolar, comprendida no sólo desde el punto
sarrollados en el contexto extraescolar que le prestan significado de vista de los participantes, de sus conductas e intenciones, sino
a la interacción maestro-alumno y de éstos consigo mismos, con también desde la lógica de la normatividad de la escuela (Fou-
el conocimiento y con la práctica social, que a la vez se constitu- cault, 1988; Dubet y Martuccelli, 1998). En otras palabras, el fun-
yen en eslabones cruciales entre los determinantes estructurales y cionamiento satisfactorio de la institución escolar está basado en
culturales de la educación y sus efectos vividos. Esta resistencia la aplicación de cierta violencia legítima que no es sino el nombre
de los alumnos se concreta en actitudes y comportamientos que de las medidas de control y disciplina escolar. Si se recuerda la
tienden a ser catalogados como negativos. De esta forma, en la diferenciación clásica respecto a la violencia legítima y la violen-
medida en que la violencia se ve representada en personas, en cia ilegítima, acuñada por el sociólogo alemán Max Weber, donde
grupos, en sectores determinados, es posible generar un efecto la primera es la que utiliza el Estado para garantizar el orden y
de diferenciación con el resto de ios alumnos y como potenciales la convivencia pacífica basándose en el consenso y la obedien-
transgresores del orden establecido.
Por otro lado, la violencia entre los alumnos había sido poco ! Como se verá en los siguientes apartados, existen varios términos para deno-

atendida hasta tiempos recientes; una muestra de esta situación minar este fenómeno, pero el común denominador es el énfasis en esta relación
desigual entre víctima y victimario en el espacio escolar, algunos de ellos son:
es la enorme difusión que ha tenido el bullying en diversos me- mobbing: «abuso»; bullying: «ofender brutalmente, maltratar»; harassment: «hos-
dios de comunicación. Dicha violencia incluye numerosos actos tigamiento»; Ijime: acoso; abusadores y ciberbullying.

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cia, mientras la otra es ilegítima y busca la obediencia a través está regido por un conjunto de normas, reglas y formas de pro-
de la coerción y la dominación, entonces se deduce que para el cedimiento establecidas, éstas no son comprendidas, acatadas, ni
Estado la violencia en las escuelas es una violencia ilegítima. En aplicadas de la misma manera, en distintos momentos, ni por los
otras palabras, dicho planteamiento esclarece la diferencia entre diversos agentes e individuos que participan en la vida institucio-
la violencia institucional -vinculada al orden y la disciplina, base nal (Gómez, 2008b). Existe un conjunto de fuerzas en lucha per-
del diseño y funcionamiento de las instituciones educativas-, y manente al interior de ésta; una constante confrontación entre el
la ilegítima -que desafía y/o se escapa del conjunto de reglas que ser y el deber ser, entre lo instituido y lo instituyeme (Fernández,
norman a las escuelas. Si bien la violencia ilegítima comprende 1989:29). De ahí que existan distintos niveles de legitimación ins-
aquellas acciones que cuestionan las reglas formales e informales titucional; el éxito o fracaso de los mecanismos conceptuales de
que aseguran el funcionamiento de las instituciones educativas, es control e imposición de normas e ideologías dependen del poder
importante considerar que este comportamiento violento por parte de aquellos que operan las instituciones, de la autoridad que con-
de algunos miembros escolares puede ser el resultado de aquellas siguen detentar y también de la viabilidad que ofrecen a los inte-
medidas de control y disciplinarias legítimas, del clima escolar reses grupales que las mantienen.
que éstas configuran, de las formas en que se tratan a los alumnos, El mundo de la escuela primaria pública ha registrado, ante
los docentes y otras autoridades escolares, así como de qué tan todo, un fuerte hermetismo, pese a las diversas iniciativas que
justa, imparcial y objetiva es la aplicación de esas disposiciones. en distintas épocas y reformas se han promovido para que estas
Todo ello se manifiesta en el espacio escolar, el cual se ca- instituciones permitan conocer con mayor facilidad los múltiples
racteriza por la complejidad inherente que se registra en su seno procesos que se dan cita dentro de sus muros. Muchas de las in-
«[...] se presenta bajo los rasgos inquietantes de la confusión, teracciones que viven los alumnos, así como los aprendizajes que
de lo inextricable, del desorden, de la ambigüedad, de la incerti- logran en sus respectivos salones, al relacionarse con otros com-
dumbre» (Morin, 1990), pero también por la disputa de intereses pañeros o sus maestros, son experiencias que quedan segregadas,
y proyectos que cada sujeto o grupo al interior de la institución latentes, coaguladas, ocultas en la memoria (Corréale, 1998) de
quiere imponer a los demás (Bacharach y Lawler, 1980), en oca- sus participantes y muy pocas veces compartidas con sus familia-
siones a costa de la utilización de distintos recursos de poder y, res, amigos y maestros.
desde luego, la violencia. El análisis de la vida cotidiana en las distintas instituciones ha
Dentro de cada escuela existen posiciones heterogéneas, di- puesto de manifiesto que se trata de un espacio en el que se gestan
versas y contradictorias, en donde lo preescrito no necesariamente diversas relaciones interpersonales, así como procesos que pasan
corresponde con el funcionamiento real de la misma. (Fernández, inadvertidos, incluso para los mismos protagonistas, pero cuya
1989). Esta situación obedece a que si bien dicho funcionamiento trascendencia es definitiva. La novela institucional que se teje a

62 63
diario, toca distintos aspectos y ámbitos de acción; la historia de sujetos, es decir, valores que tendrán mayor o menor significa-
la escuela se convierte en una trama difícil de entender a primera do para los alumnos y los maestros, que en cierta forma son los
vista; los objetivos de la institución, si bien son conocidos por que representa la institución. Con distinta intensidad y modalida-
todos sus integrantes como parte de la identidad que les aporta el des, el sistema de castigos y recompensas, estrategias para lograr
lugar, no en todos los casos se sabe a ciencia cierta cómo es que se la obediencia o el uso de la fuerza para someter a otra persona,
logra o trata de cumplir con ellos. En la escuela confluyen muchos han estado presentes desde la génesis misma de las instituciones
saberes, ritos y particularidades propios de esta institución cuya (Kaes, 1989). Si se desea entender las causas y consecuencias de
marca indeleble se manifiesta a través de diferentes componentes la violencia escolar, es necesario hacer un recuento de nuestras
que a continuación se explican. creencias, tradiciones y prácticas sociales de la cultura escolar,
definida como:
Cultura
Conjunto de significados y comportamientos que genera la
Todo grupo comparte una cultura en la que se definen los ele- escuela como institución social. Las tradiciones, costumbres,
mentos de comunicación social, tales como el lenguaje oral. En rutinas e inercias que estimula y se refuerza en conservar y
este sentido, también se comparten los usos, las costumbres, los reproducir la escuela condicionan claramente el tipo de vida
grupos, intereses y valores. La formación de los grupos, en cuanto que en ella se desarrolla y refuerzan la vigencia de valores,
determinada por la situación social compartida, dependerá en par- expectativas y creencias ligadas a la vida social de los grupos
te del factor cultural que tienen los alumnos, pero, por otro lado, que constituyen la institución escolar (Pérez-Gómez, 2004:127).
de la misma capacidad para elaborar su experiencia:
Aspectos que progresivamente se han ido asimilando sin cues-
[...] los jóvenes individuos se socializan más allá de una tionamiento alguno, formando parte de una forma de proceder, de
inculcación cultural, cuando la unidad del mundo social ya no una tradición (Douglas, 1996:163), que se presentan como algo
es un dato inmediato de la experiencia, cuando las situaciones tácito y forman parte de nuestra forma de ser y de vivir, de nuestro
escolares no están reguladas al inicio por roles y expectativas contexto cotidiano.
acordadas, sino que son construidas en vivo por los actores La violencia en las escuelas, como la que sucede en las fami-
presentes (Dubet y Martuccelli, 1997:63). lias, en general se ha tratado de ocultar o minimizar, pues su utili-
zación, si bien rechazada discursivamente, como forma de control
Es por esta razón que en la escuela conviven una serie de va- mantiene su vigencia en el espacio escolar. Hasta hace pocos años
lores contrapuestos, paralelos y pertinentes para cada uno de los en México, la violencia escolar no figuraba como tema de análisis.

64 65
de programas gubernamentales, por ejemplo el Programa Escuela dad de elaborar su experiencia personal donde los niños se socia-
Segura, fundado en julio de 2007, privilegió instaurar la imagen lizan, cuando los roles y lugares se construyen cotidianamente
de una institución ideal que afrontaba problemas de disciplina, en el lugar de los hechos. Por tanto, la relación entre violencia y
desorden, incluso conflictos, pero con una reticencia explícita a cultura escolar es una dinámica en doble sentido: por una parte
señalar a la violencia por su nombre y como parte constitutiva del está presente en la vida cotidiana y varía en contextos específicos
espacio y de las relaciones escolares. pero, a su vez, en ellos se configuran expresiones y dinámicas que
La reflexión sobre la cultura escolar y la violencia se plantea dan cuenta del fenómeno.
desde la perspectiva de un determinado orden educativo legal,
que es o se transforma en violento, enmascarándose en una pre- Dinámicas escolares
tendida racionalidad educativa. Como se dijo antes, la esencia y
funcionamiento de las instituciones educativas están apoyados en Las dinámicas escolares también conllevan factores de costo psi-
la legitimidad que otorga la legalidad; puede esconder formas de cológico y social derivados de acciones y conductas individuales
violencia de distinta índole y hacerlas parte de su funcionamiento que se desvían de lo institucionalmente prescrito, ejerciendo con
cotidiano. La lista de abusos como robos, extorsión, golpes y mal- ello una forma de presión sobre los comportamientos de los sujetos.
trato sobre escolares es larga y se presenta de manera cotidiana en La socialización en los primeros años de un individuo está ínti-
las escuelas; el tema, por demás preocupante, lo es más porque mamente ligada a los patrones y conflictos posteriores de su vida,
parece una historia que se repite, en donde los protagonistas cam- «praxis es devenir o la infancia es el destino del hombre», señalaba
bian con cada generación, a veces con mayor o menor intensidad, Santiago Ramírez (2003). Desde luego que estos primeros contac-
pero no deja de repetirse, y podría reflexionarse en torno a los tos de socialización para un niño están, sin duda, en dos de las prin-
patrones de cultura escolar que se presentan en la institución y cipales instituciones: la familia y la escuela, que son promotoras de
que ayudan y favorecen este tipo valores y comportamientos de distinta índole y cuya influencia es
de conductas. decisiva en la formación de la personalidad adulta.
Generalmente el acoso escolar está
El proceso de socialización, en La misma organización de la escuela favorece un tipo de cul-
acompañado por el silencio, tanto
especial en su dimensión de subje- tura que promueve la conformidad a las reglas, busca a toda cos-
de quien agredió como de la víctima
tivación, debe ser estudiado en la ta la pasividad, fomenta la obediencia y la dependencia hacia el
y de las personas que fueron testi-
actividad de los actores que cons- maestro o hacia otros niños (Quiroz y Gómez, 2011). Estos as-
gos; nadie dice nada.
truyen su experiencia escolar co- pectos clave son el motor central de las fuerzas socializadoras en
GRACIEIA ALPÍZAR RAMÍREZ tÍdÍalla y CI1 CUímtO S°n fonnados la producción de personalidades sobre quienes se pueda ejercer
por ella. Es en esa misma capaci- control, dispuestas a aceptar relaciones sociales no democráticas. j *

66 67
fomentando alumnos obedientes, poco participativos, reprimidos fesor de sexto año a lo largo del
en su creatividad e inseguros. ciclo escolar. Se encontró, entre «Para sentirme mejor en la escuela
El docente quiere mantener a toda costa la certeza de su otros aspectos, que determinados necesito... que mis compañeros no
mapa cognitivo que le permita estar seguro de su quehacer y que alumnos le daban al profesor la me peguen».
le permita estructurar espacial y temporalmente sus actividades. respuesta que él quería escuchar, CRISTINA LEO, 7 años, Distrito Fe-
La pérdida del control, ya sea a través de la broma, la burla, la así como se comportaban y obe- deral.
interrupción por parte de los alumnos se convierte en una inmi- decían en los términos en que el
nente amenaza, en miedo al caos (Delamont, 1985). El poder y docente lo indicaba. Se trataba de C|TADA POR GRACIELA AIPÍZAR "*"'"«
su último recurso, la violencia, aparecen como un instrumento aquellos alumnos que de manera
válido para el maestro que va a solucionar la situación de ma- rápida lograban establecer un canal de entendimiento adecuado
nera rápida. Por esta razón, la violencia escolar no es atribuida con el profesor y, por tanto, evitaban en lo sucesivo enfrenta-
-aunque desde luego es responsable- al maestro, sino al caos mientos con él. En contraste, estaban los otros alumnos: des-
que impera, al desorden y a la conducta rebelde de los alumnos, obedientes, críticos, autónomos, que difícilmente atendían a la
a la institución: primera instrucción, que siempre se oponían, cuestionaban las
reglas que el maestro trataba de imponer, y que violaban una y
[...] la agresividad del profesor, aunque oficialmente recha- otra vez sus normas. Se trataba de los alumnos que eran catalo-
zada y hasta denunciada [...] está en cambio permitida, y gados y encasillados por medio de procesos sutiles, señalados
hasta fomentada, bajo ía forma de medidas disciplinarias. según sus antecedentes sociales, familiares y psicológicos en
Aquí el profesor puede llevar adelante sus amenazas, pue- todo momento, para poder explicar su comportamiento.
de distanciarse de la identidad negativa de que se le acusa Desde luego que los alumnos con actitudes y acciones con-
mediante el recurso de transferirla a los alumnos de su clase tradictorias u opuestas al mandato del maestro reciben diversos
(Andreas, 1980:58). calificativos como: fracasado, de bajo rendimiento, torpe, bu-
rro, bruto, etc., parte de un discurso escolar a disposición siem-
Las formas de enseñanza juegan un papel determinante en pre de la opinión del docente. Los alumnos de grupos sociales
el destino y fracaso escolar, así como son un aspecto clave en poco privilegiados, así como ciertos alumnos críticos y autó-
la formación de la identidad de los alumnos. En un trabajo de nomos, trastornan la imagen de alumno ideal que la institución
investigación pionero de corte etnográfico (Gómez, 1996) -vía el docente- desea tener, y es sobre ellos que recae un dis-
realizado en una zona popular del Distrito Federal, se hizo un curso disciplinario que a toda costa lo encamina al «redil» del
seguimiento muy cercano de las diversas actividades de un pro- buen comportamiento y la obediencia. „ .

68 69
De igual forma que con los docentes, la división que reali- obstáculo principal para su acción unida frente a los emplea-
zan los alumnos entre ellos se deriva de ese esquema que permite dores (Fernández Enguita, citado por Santos, 1990).
identificar otro tipo de dinámicas. En el discurso «oficial» de la
institución, existe una asociación de la violencia con el estableci- En torno a los comportamientos violentos en la escuela y los
miento del orden moral, psicológico y social al que deben ceñirse actos delictivos que ahí se desarrollan es necesario seguir un tipo de
los alumnos, y cuando esto no es así o se sale de los cauces de la análisis que busque desde las contradicciones que se generan en su
concepción del maestro, se ejerce un reclamo de mayor energía, interior, develándolas para tratar de entender lo que sucede con los
mayor rigidez, ser más estricto con los alumnos, un discurso que sujetos involucrados; la violencia como elemento cultural ha acom-
contiene elementos de corte autoritario. Otro aspecto dual de la pañado este proceso de socialización que se da en las escuelas.
violencia en los espacios educativos es que se tiene una visión Más allá del salón de clase, en los espacios no «controlados»
de ella como un problema de procedimiento técnico que está so- por el docente, es decir, en el recreo, a la salida de la escuela y en
metido a las reglas de la racionalidad instrumental. La violencia determinados espacios de la institución, ocurre un tipo distinto
desde esta perspectiva deviene un efecto del proceso educativo, de interacción entre los alumnos: es el mundo entre iguales, una
una consecuencia no deseada pero indispensable en las estrategias zona diferente por muchos aspectos: por la posición que juega
que el docente utiliza. cada alumno ante el maestro y sus compañeros, por la desigual-
Lo que pasa en el aula es que muchas veces, en la medida dad de los recursos de poder de cada sujeto y por las formas de
en que la violencia se personifica en sujetos, grupos o sectores entender y valorar la escuela y las normas que dicta ésta. Con
sociales particulares, es posible generar un efecto de diferencia- frecuencia, este tipo de interacciones es difícil de seguir, pues se
ción con el resto de los alumnos, viéndola como una transgre- lleva a cabo en espacios fuera del alcance de los docentes, con
sión al orden escolar. La pedagogía diferenciada que se gene- la finalidad de ejercer presión sobre individuos o grupos. «La
ra mediante la exclusión y la segregación sobre determinados experiencia del alumno no es solamente escolar. Existe también
alumnos es una lucha que trastoca de manera irremediable la una vida propia de los niños, ampliamente autónoma en relación
formación de los alumnos: a la escuela y, a menudo, escondida de los adultos» (Dubet y
Martuccelli, 1997:113).
Aunque en la pedagogía son moneda común los cantos a la Se trata de lo que en reiteradas ocasiones se ha enmarcado
solidaridad, la cooperación, el trabajo en equipo, etc., en la dentro del curriculum oculto, es decir, de aquellos aprendizajes
práctica real de las escuelas pasa por la instauración de una que el alumno recibe y que no aparecen en el marco de la propues-
competencia destructiva entre los alumnos, preparatoria de ta formal del curriculum.
la competencia individual entre los trabajadores que es el

70 71
Vida cotidiana des, niveles educativos2, estratos socioeconómicos o lugares
de residencia; la violencia se produce y reproduce en un tipo
Las acciones violentas que se producen en la escuela son pro- de interacción social, en cuya base se ubica una dinámica que
ducto de la manifestación de un dilema cultural que se ha gesta- por lo regular se mantiene oculta:
do y funciona dentro de los muros de la institución educativa a
través de varios años y que tiende a conocerse de manera pública Lo perverso, obviamente, no forma parte del discurso oficial.
con más frecuencia. A diferencia de tiempos pasados, la infor- Desde el punto de vista institucional todo es coherente, todo
mación, las denuncias o la exhibición de estos hechos es brin- es bueno, todo es racional, todo es positivo. Se insiste en crear
dada -en ocasiones-, por los mismos alumnos que graban, son prescripciones, en explicarlas claramente y en lograr que se
grabados o sufren directamente la violencia por parte de compa- lleven a cabo de forma precisa (Santos Guerra, 2000:18).
ñeros o de sus maestros.
La violencia se da a conocer poco a poco más allá de los Por lo regular, los casos de violencia escolar eran juzgados
muros escolares, en cierta forma era un «secreto a voces» y como excepcionales y se pensaba que sus protagonistas eran
cada vez es más del dominio público, aunque no precisamente maestros desnaturalizados, «casos excepcionales», muchas ve-
en voz de los maestros o de las autoridades educativas, sino de ces despiadados y crueles; pero en contra de lo que se pueda
la sociedad civil que busca caminos de comunicación alterna- pensar las humillaciones, el maltrato, el acoso, la violencia y los
tivos (Claés, 2000:175). Un ejemplo importante lo muestra el castigos son parte constitutiva de la vida escolar, y cada vez es
informe El maltrato y las adicciones. Una referencia al caso más frecuente escuchar este tipo de situaciones (Miller, 2009).
de las escuelas públicas de la Ciudad de México, en donde La información disponible comienza a estar más a la vista de
se señala que de 12 casos registrados en 1999-2000, se pasó, la sociedad, en cuanto a datos y cifras. Sin embargo, quedan mu-
mediante un mecanismo de fácil denuncia, a 482 en el ciclo chas interrogantes aún de cómo se gesta, se vive y se manifiesta
escolar 2003-2004; una evidencia de que el fenómeno está dentro de los espacios educativos, acerca de sus repercusiones
presente, pero en ocasiones por falta de canales accesibles de y, quizá lo más importante, las acciones y estrategias para poder
comunicación para presentar la denuncia queda oculto (Silva hacerle frente. Es importante mencionar que, corno se verá en el
y Corona, 2010). En otras palabras, lo que estamos diciendo tercer capítulo, es difícil proponer una estrategia, recomendación
es que hay muchos alumnos que estudian en sus escuelas con
altos niveles de violencia incorporada a su vida cotidiana. Se 2 Véanse las notas «Instituyen observatorio para frenar la violencia en las escue-
trata, pues, de un problema vigente, presente en todos los plan- las» (en la iniciativa, del IPN, participan instituciones como la UNAM, la UAM y el
COLMEX, entre otras. La Jornada, 24.06.2010) y «Montarán programa contra la
teles educativos y más allá de una simple clasificación de eda- violencia en cerca de 400 universidades tecnológicas». La Jornada, 24.01.2011.

72 73
i.
o acción si no se cuenta con los datos de la dinámica y particula- Una buena vara, forma un buen alumno11, ejemplo de frase que
ridades del contexto, así como de sus relaciones cotidianas, pues enfatizaba el uso de la mano dura para poder llevar a cabo la
la solución debe surgir del lugar de los hechos y no como una enseñanza y aprendizaje de los alumnos.
sugerencia general aplicable a todos los casos por igual, o como El docente posee un enorme margen de acción para normar,
una imposición para cualquier institución educativa. En este sen- vigilar y ejercer su autoridad, pero ¿hasta dónde es posible iden-
tido es pertinente reflexionar sobre ta actuación de los distintos tificar si está cumpliendo un acto
sujetos y su forma de participar en la institución. institucional o un acto personal?,
¿cuál es la línea que divide la apli- Como educadores sólo podemos
cación de un castigo corporal de ser Amistas. Con pesimismo se
2.2 LOS ACTORES ESCOLARES una reprimenda verbal? Puede escríbir contra la educación,
En este sentido, cuando se in- Pero el °Ptimismo es necesario
En este apartado, la mirada está puesta en las diversas formas en tenía definir a la violencia como Para eJercerla'Los Pesimistas pue-
que los principales actores escolares, a saber los maestros, alum- parte de un recurso utilizado en den ser buenos domadores, pero no
nos y padres de familia, conciben, producen y reproducen la vio- el aula por parte de los maestros buenos maestros... La educación es
lencia en las escuelas. se habla de que los alumnos son un acto de coraie; «Bardes y rece-
merecedores de tales castigos 'osos, abstenerse.
Los maestros porque sus acciones son interpre-
FERMANDO SAVATER
tadas por los maestros como una
Algunas de las funciones que la escuela tiene a su cargo están provocación a su autoridad. Se
dirigidas a la socialización de los individuos, porque las escue- puede decir entonces que otra de las estrategias de la violencia
las son las instituciones que se presentan como las más inmedia- es que con tal de legitimar su práctica se suele atribuir a la víc-
tamente vinculadas para producir, inculcar y transmitir dichos tima la responsabilidad de lo que sucede.
marcos valorativos y normativos de la conducta individual. Por Obedecer las normas de la escuela es una consigna que para
esta razón, en la escuela básica gran parte de la preocupación muchos maestros se convierte en tema central. Este tipo de si-
de los docentes se enfoca a cuidar que los alumnos adopten pa-
trones de conducta encaminados a formar «hombres de bien»,
3 Por ejemplo, a lo largo de México existe toda una serie de expresiones que re-
como señalan algunos docentes. Argumentando en torno a ello presentan una relación estricta entre orden, formación y educación: La letra con
que la dureza y la disciplina son medidas correctivas, encami- sangre entra', Maestro, aquí le traigo a mi hijo y se lo dejo con todo y nalgas', Un
buen golpe a tiempo de niño, evita un delincuente de grande', Si no le hace caso,
nadas a lograr tales propósitos, tal es el sentido de la sentencia: pus délepa'que se eduque.

74 75
tuaciones favorece que se oculten varios procesos generados de alumnos o maestros. El mecanismo por el cual los docentes
entre los sujetos. El orden institucional e impersonal de las re- ponen en práctica los golpes y los castigos a determinados estu-
glas de la escuela esconde, en el fondo, una violencia cotidiana. diantes está en relación con el prejuicio que el docente establece
Una particularidad de los maestros es su doble manejo de un ante los alumnos, con las tipificaciones que realiza ante determi-
discurso educativo en el que demonizan y rechazan la violen- nadas conductas y hechos, y lo que es más, con las acciones que
cia, así como el establecimiento de métodos violentos, pero que realiza encaminadas a demostrar que su (prejuicio fue certero en
pese a todos los señalamientos no pueden exorcizar, pues con- todo momento y nunca erróneo, una suerte de «profecía de la au-
templan a la violencia como un recurso legítimo al que acceder torrealización» (Delamont, 1985:76-77). La libertad que poseen
en cualquier momento. los docentes para referirse a los alumnos no parece tener límites,
No hay duda de que la violencia es un recurso siempre a se apoya en la desigualdad que establece la jerarquía o, desde otra
la mano del docente, un efectivo medio de control. Algunos óptica, en la relación asimétrica del poder:
padres de familia defienden incluso el papel del maestro y sus
métodos; por ejemplo, en una investigación cuyo eje fue la La desigualdad en la escuela se debe a la diferencia de edades,
búsqueda de estrategias para enfrentar la violencia en Coli- a la competencia supuesta del maestro, a su estatus en una vida
ma (Gómez, 2012), varios padres entrevistados en torno al uso escolar estructurada que le confiere una autoridad, el poder de
de la violencia por parte de los maestros, señalaron que era descalificar, de controlar, de sancionar (Postic, 1982:35).
necesario apoyarlos, pues ellos «ya no sabían qué hacer con
La catalogación de «malos alumnos, cochinos, tontos, bu-
sus hijos». De hecho, algunos argumentaban que el golpe del I rros, flojos, distraídos, peleoneros, retrasados mentales» (R.O,
maestro era una medida correctiva con la finalidad de «educar
bien». En otras ocasiones se argumenta que es la última instan- 2001,2002) y demás calificativos son parte de un catálogo que se
cia para que los niños obedezcan. Con frecuencia se escucha usa día con día; parte de una cultura escolar que encierra varias
que el golpe lleva una función educativa y se argumenta que ceremonias (Terrón y Álvarez, 2002:244), procesos, aprendizajes,
no hay otros métodos. En este punto los docentes legitiman sus estilos de vida, en donde la violencia es un asunto que se asume
actos apoyados en dos vertientes, por un lado la institución, y y vive como parte integrante de esa misma cultura. Algunos pro-
por otro el respaldo de los padres que «ponen en las manos del nunciamientos en torno a estas situaciones han querido denomi-
docente» a su hijo. nar que hay una cultura de la violencia predominante en todos
Es importante mencionar que la violencia no recae de igual los órdenes de la sociedad. Más allá de la tipificación verbal, lo
forma en todos los alumnos, son sólo algunos chicos los que su- que se pone en juego es la invención de una «identidad maligna»
fren de manera recurrente este tipo de acciones, ya sea por parte (Erikson, 1985:57) sobre la que hay que actuar de manera rápida,

76 77
porque podría influir en otros alumnos. Corregir esa identidad y El clima social y psicológico del aula y de la institución tiende
volverla a los cauces de «la normatividad» lo más pronto posible, a negar una serie de valores implícitos para la construcción de
es en ocasiones el detonador de la violencia. una sociedad participativa y democrática, y en las aulas y pasillos
Por otro lado, cuando este mecanismo falla se aplica la exclusión se dan cita una multiplicidad de valores tanto de maestros como
de esas «identidades malignas», el maestro margina a los alumnos de alumnos (Willis, 1988:40). Si bien es cierto que los maestros
que le molestan. Otro mecanismo muy socorrido por los docentes fomentan -desde el deber ser- valores como la tolerancia, la par-
es la suspensión de clases del alumno: la expulsión como amenaza ticipación, el respeto a la persona y a la diversidad de opiniones,
tiene distinta duración y en algunos casos puede ser definitiva. En entre otros, los alumnos fomentan y promueven también, por su
niños de preescolar se utiliza con mayor frecuencia la marginación parte, otro tipo de valores de un código alterno. Por dicha razón,
del alumno con este tipo de castigos, por ejemplo, el denomina- más allá de una teoría mecanicista de la reproducción, la escuela
do tiempo fuera, es decir, sacarlos de la clase, o ponerlos friera del es un lugar de contestación, de conflicto, de oposición, tanto cons-
círculo de conversación, con la finalidad de no dejarlos hablar y sen- ciente como inconsciente. No es, por tanto, un espacio de adapta-
tarlos atrás de sus compañeros que sí pueden intervenir libremente ción sino de producción social y cultural. No es sólo un espacio
(Ábrego, 2001:75). En otras palabras, la violencia en las escuelas se de represión de subjetividades, sino que también juega un rol ac-
transforma en un instrumento y un fin en sí mismo: es un fenómeno tivo ante las necesidades de la personalidad de los alumnos. Entre
que erosiona por distintas vías a la institución educativa. éstos, el acoso, la amenaza y la violencia no caen en el marco de
Al tener efectos negativos, la violencia produce incertidumbre un discurso institucional, educativo o formativo; están en estricta
y miedo en los sujetos que viven como algo presente, cercano (An- relación con la imposición violenta de decisiones, juicios y califi-
dreas, 1980:15) y como un mecanismo al que se puede recurrir o caciones negativas, o acciones francamente discriminatorias de la
que puede recaer sobre ellos, lo mismo el alumno que el maestro. identidad del agredido.
Por lo demás, buena parte de la cultura que se fomenta en la
Los alumnos escuela está basada en modelos de los medios de comunicación
que potencian la familia, y favorecen los estereotipos que presen-
Tanto de manera formal como informal, la escuela posee todo un tan a las niñas como sumisas, dependientes, generosas, frágiles,
discurso de poder, es decir de la forma del qué y cómo se estable- etc., y a los niños como independientes, poderosos y fuertes (Mo-
cen las relaciones asimétricas entre los profesores y los alumnos. reno, 2000; Riquer, 2000). Analizar desde la perspectiva de géne-
No obstante, entre los alumnos también prevalece un discurso de ro, como se dijo antes, ayuda a hacer evidentes los recursos y la
poder que adopta una lógica particular de funcionamiento, al mar- capacidad de acción para enfrentar las relaciones, las dificultades
gen pero igual de severo, que el imperante en la institución. y las demandas de la propia escuela, reconociendo que hablamos

78 79
de distintos tipos de interacción, la cual se establece desde uno u actitudes violentas y agresivas, pues el miedo que puedan infligir
otro género; es decir, desde la «forma contemporánea de organi- es a final de cuentas el mecanismo que les permite seguir funcio-
zar las normas culturales pasadas y futuras, una forma de situarse nando, una suerte de carrera de transición.
en y a través de esas normas, un estilo activo de vivir el propio Son varios los sociólogos que coinciden en señalar que el
cuerpo en el mundo» (Butelman, 1996:308). proceso real de construcción de los grupos, sobre todo los vo-
La conformación de grupos de niños, ya sea para entablar luntarios, está regulado en fondo y forma por otros de natura-
amistad, jugar, hacer la tarea, etc., es común y una de las acciones leza subjetiva, fuertemente vinculada a la cultura de quienes
que la escuela intenta motivar como parte de la socialización, pero lo integran. Es en estas interacciones y espacios, fuera de «la
también hay grupos que se ha encargado de delinquir para sojuz- mirada» de la autoridad, que se gesta una serie de relaciones
gar y maltratar y ejercer violencia sobre sus compañeros. Este que en ocasiones derivan en actitudes muy desafortunadas para
tipo de comportamiento ha sido denominado por algunos autores los alumnos que sufren el maltrato, el acoso y la violencia por
como parte de un proceso paralelo que representa una contracul- parte de otros alumnos del mismo o de diferente grado escolar,
tura, una zona de lo informal, «en la que se rechazan las demandas como en el caso de lo que ahora se conoce como bullying o
inclusivas de lo formal -incluso al precio de tener que expresar la maltrato entre iguales o pares -en inglés el verbo to bully signi-
oposición por medio de un estilo, de unas micro interacciones y fica ofender brutalmente, maltratar; se utiliza para describir las
de discursos no públicos» (Willis, 1988:36 y ss.). humillaciones, vejaciones u otras amenazas que determinados
Por otra parte, este tipo de acciones realizadas por grupos pe- niños o grupos de niños realizan a otros compañeros. Así pues,
queños no sólo se limitan al robo y al maltrato, sino también a la el bullying se puede definir como la intimidación, abuso, maltra-
conformación de un estilo de ser, de un grupo que encabezado por to físico y psicológico de un niño o grupo de niños sobre otro u
uno o más líderes lleva a cabo actos que lo separan del resto de otros de manera recurrente. Incluye una serie de acciones nega-
los alumnos mediante acciones tendientes a retar a los docentes tivas de distinta índole, como bromas, burlas, golpes, exclusión,
tanto en las normas establecidas como en las recomendaciones de conductas de abuso con connotaciones sexuales y desde luego
cómo deben de comportarse; en otras palabras, con la finalidad agresiones físicas.
de «ganar espacio, tanto físico como simbólico a la institución y Asimismo existen otros términos que de alguna manera tratan
sus normas, y derrotarla en su principal finalidad expresa: hacerte de dar cuenta de estos abusos en las aulas, entre los más importan-
"trabajar"» (Willis, 1988:40). Por otra parte, en este tipo de gru- tes están los siguientes:
pos no media mucho la negociación, pues están marcados por el Mobbing: en 1972 Peter-Paul Heinemann publicó el primer
abuso y el inmediato uso de la fuerza para llevar a cabo su man- libro sobre este tema que aborda la problemática de la violencia
dato, razón por la cual el lenguaje y las acciones están cargados de de grupo entre los niños.

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Harassment: traducido como hostigamiento, significa «ata- se agrava hasta generar estados de supervivencia en condiciones
ques repetidos e inopinados de una persona a otra para atormen- muy difíciles de sostener. Sin ser una ley establecida, el maltra-
tarla, minarla, frustrarla y provocarla». to y la violencia entre compañeros recae sobre los alumnos que
Ijime: el término se utiliza para identificar las novatadas y hu- no utilizan la fuerza o la misma violencia para responder a una
millaciones que sufren los niños en la escuela japonesa. provocación. Son aquellos alumnos que no muestran una actitud
Recientemente se ha registrado una variante en la forma de fiera o agresiva ante determinadas situaciones de conflicto y son
intimidar y maltratar a las víctimas, el ciberbullying, a través del agredidos de distintas formas.
correo electrónico y de los mensajes de teléfono celular, por los Además, los agresores utilizan la fuerza física como primer me-
que se hacen llegar textos e imágenes ofensivas, así como amena- canismo, ya sea a través de una finta o un «golpe de amigos», para
zas de todo tipo. marcar los límites de la fortaleza. La fuerza como parte constitutiva
Las conductas violentas entre los alumnos denominadas bu- de la violencia se privilegia para la solución de los conflictos que en
llying o harcelement han sido estudiadas con mucha profundidad el mundo de los alumnos puede generarse por situaciones de todo
en varios países de América, Europa y Asia,4 entre otros países. tipo: sacar la lengua, hacer muecas, «mirar feo», entre otras accio-
Todas ellas tienen como común denominador las tremendas re- nes que parecen nimias, pero que en el contexto de los alumnos
percusiones tanto académicas como sociales que experimentan pueden desatar verdaderos conflictos. Quizás una de las conductas
las víctimas de este tipo de violencia. El maltrato entre menores que más rápidamente se aprende en el mundo escolar es el del abu-
ha generado formas e interacciones difíciles que colocan a los so de los alumnos de grados mayores sobre los pequeños.
alumnos victimados en tensión (Pino, 2000), en situaciones de El maltrato se traduce en experiencias que se acumulan y de-
sufrimiento límite por largos periodos de tiempo. jan huella en la vida íntima de las personas que lo sufren (Miller,
Los niños que día tras día sufren la violencia en carne propia 2009). La escuela cuenta con escasos mecanismos para solucionar
manifiestan rasgos distintivos. Lo primero es que estas actitudes este tipo de situaciones, es más, en algunas ocasiones los maestros
de discriminación son muy dolorosas y señalan que nadie está hacen como que no ven para evitarse problemas, agravando aún
para escucharlos; en segundo lugar, al no poder revertir este tipo más la situación, porque no existe la cultura de la denuncia por
de maltrato presentan una suerte de frustración, de impotencia que parte de los agredidos, quienes prefieren callar y sufrir que ser
tildados de «rajones».
4Estados Unidos: Stromsquist y Vigil, 1996. España: Mediavilla, 2004; Pifia, Furlan y No denunciar se ha convertido en una pauta a seguir, una po-
Sañudo, 2003; Piñuel, 2004; Rodríguez, 2004; Ortega, 1992a; Ortega, 1997b; Ortega,
201 Oc; Aviles, 2002. Francia: Defrance, 1998; Debarbieux, 1996. Brasil: Guimaraes, sición ante la agresión sufrida cotidianamente, y que tarde o tem-
1996; Oliveira, 2002; Valuar, 1997. Inglaterra: Byrne, 1995. Suecia: Oiweus. Gracas prano se manifiesta, ya sea a través de actitudes como no querer ir
Rúa, María Das (2000): Violencias nos escolas. UNESCO, Banco Mundial, 1996. Ja-
pón: Morita, 1996. México: Valadez, 2008; Rocha y Pacheco, 2008.
a la escuela, enfermedades repentinas que provocan inasistencias,

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aislamiento del grupo de amigos, entre otros trastornos frente a terminados alumnos, las golpizas a las que son sometidos algunos
los cuales los padres de familia se sorprenden, al margen de lo que alumnos por distintas razones, o los secuestros y amenazas con ar-
les estaba sucediendo a sus hijos. mas como chacos, navajas, botellas, palos, entre otros (RO, 2000).
Si bien la pelea es uno de los aspectos más evidentes de la Si los maestros tienen las aulas para imponer su palabra y decisio-
violencia entre niños, en torno a las víctimas se gesta toda una nes, los alumnos buscan y crean espacios para hacer lo mismo.
serie de actitudes que de manera permanente se ejerce sobre ellos, Un aspecto inherente al fenómeno de la violencia son las ac-
tales como la burla -ya de su forma de hablar, entonación o forma titudes de tipo delictivo que se ejercen por primera vez en los
de expresarse-. En otras ocasiones se presentan actitudes recistas espacios educativos entre compañeros (Araujo, 2007), por ejem-
que lo mismo descalifican a la víctima p"or su lugar de residencia plo secuestros express de niños pequeños, robos con arma blanca,
o por el color de su piel. Una forma muy común de interactuar golpizas y pago de protección, más recientemente narcomenudeo,
entre los alumnos es la de aventarse, golpearse y estar recurrente- robos de toda clase de artículos, entre otros aspectos que la escue-
mente amagando a los compañeros con utilizar la violencia física; la, en ocasiones, no logra resolver satisfactoriamente.5
los empujones, coscorrones, cachetadas, tirones de cabello, entre Desde luego que la capacidad de respuesta de cada alumno
otras agresiones, son denominadas por los alumnos como «trave- a la violencia experimentada por sus pares es distinta, algunos
suras, juegos o maldades entre amigos», situaciones que tratan de alumnos responden, ya sea acudiendo al profesor, enfrentando
estar fuera de la mirada de los maestros. al agresor, y en muy pocas ocasiones pidiendo la ayuda de sus
En las instalaciones escolares existen varios lugares en donde la padres. Por su parte, la «solución» o respuesta de los maestros y
violencia aparece con mayor frecuencia que en otros: los pasillos, autoridades educativas se orienta por lo general a la suspensión
los corredores, los baños, los patios, la entrada de las oficinas, los temporal o definitiva del alumno del plantel, lo que se tradu-
alrededores, en una palabra: los intersticios (Roussillon, 1989:197) ce en que el alumno que practica estas conductas se desplaza a
en donde el encuentro entre escolares es informal y en algunos ca- otros ámbitos de acción, donde volverá a manifestar las mismas
sos fuera del alcance de los maestros (Pereira, Neto, Smith Ángu- actitudes violentas, mediatizando el problema sin solucionarlo.
lo, 2002); lugares donde las reglas y los valores de los alumnos se Contra lo que se pudiera pensar en un primer momento, no sólo
ejercen dentro de la institución que cree normarlo todo, pero no es la víctima necesita ayuda, también el agresor requiere de una
así. Espacios a los que los alumnos acuden para ejercer su poder y
control sobre otros alumnos mediante la violencia.
Varios de los hechos delictivos en los planteles ocurren durante 5Recientemente se dio a conocer por parte del coordinador del Programa Escuela
Segura de !a SEP 20 balaceras registradas en escuelas de Tamaulipas y Nuevo
el recreo y la salida, en los momentos en que los docentes o autori- León, mientras en 4 700 planteles del territorio nacional ocurrieron robos, actos de
dades de la escuela no vigilan. El continuo hostigamiento sobre de- vandalismo, pandillerismo, extorsiones, violencia física, acoso, agresión verbal y
discriminación (El Universal, 05.07.12). i

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atención especial, porque se trata y afirma sólo en la medida en que se confronta con otras identi-
dades en el proceso de interacción social. Es por esta razón que
Entre las personas a las que he de alumnos que no conocen otra
la identidad, en cuanto auto-identificación, auto-reconocimiento
entrevistado sobre el tema de la forma de interacción, de relacio-
o auto-adscripción, se confronta siempre con la hetero-identifica-
violencia infantil, me ha impresio- narse. No enfrentar el conflicto se
ción, el hetero-reconocimiento. La identidad no es un atributo o
nado la gran cantidad de adultos traduce en que este tipo de con-
una propiedad definida de una vez y para siempre, sino que resulta
que pueden llegar con asombrosa ductas se practiquen cada vez con
de un proceso social que surge y se define permanentemente en la
claridad a un recuerdo de violencia mayor intensidad por esos alum-
interacción cotidiana con los demás. De ahí que el acoso escolar
infantil. Si ellos fueron víctimas, ac- nos que las repetirán en las insti-
resulte bastante grave, pues cuestiona el «reconocimiento como
tores o espectadores parece no te- tuciones a donde ingresen.
En conclusión, aun cuando el persona» del alumno, al ser excluido de la institución y del grupo
ner demasiada importancia.
conflicto en las instituciones edu- de niños del que forma parte y con el que comparte derechos.
EMILY BAZELON cativas es sine qua non de la vida
institucional, se trata de un com- Los padres de familia
ponente que moviliza a los distintos sujetos que la integran: en
el manejo, rechazo o negación del conflicto se dirimen muchas Las concepciones que los padres tienen de la relación maestro-
de las acciones, negociaciones y acuerdos que rigen el espacio y alumno y del papel que tiene el maestro como autoridad en el
la vida cotidiana de los planteles educativos. En lo concerniente aula y sobre sus hijos es determinante. Al maestro se le otorga
a la violencia entre alumnos, este fenómeno ha tomado una serie una enorme libertad para aplicar sanciones y correctivos, los pa-
de connotaciones que en algunos casos se ha valorado poco, in- dres de familia justifican sus métodos y acciones. Es importante
mencionar que el papel de los padres en la escuela está supedita-
cluso se ha llegado a señalar que las peleas, conflictos y maltratos
son «normales» en la socialización de los niflos. No obstante, es do a lo que el docente requiere, que por lo regular se restringe a
la firma de evaluaciones o cuando el alumno presenta algún pro-
importante anotar que las consecuencias negativas derivadas de
estas acciones sobre determinados alumnos pueden marcar sig- blema con sus compañeros o con el docente. Los argumentos de
nificativamente su vida. Las experiencias vividas en los primeros la mayoría de los padres de familia se orientan a darle la razón
años son determinantes para la vida de los futuros adultos, razón a los maestros, aceptar y aprobar el trato que el maestro ejerce
por la cual es tan importante valorar las experiencias de los alum- sobre sus hijos, además de considerar la violencia como un re-
nos en los recintos escolares. curso necesario en la formación de los niños. En este sentido,
Lo que se cuestiona es la identidad del alumno en sus primeros contar con la anuencia de los padres para que el maestro casti-
años de formación, pues como es bien sabido, la identidad emerge gue al alumno es, de alguna manera, adoptar un rol que refuerza

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la autoridad del maestro como segundo padre, madre, o madre sición de cruz en una superficie llena de granos de maíz; o cuando
substituía (Rappoport, 1986:27). se registraba una pelea, se castigaba a los protagonistas quitándo-
Por otra parte, el recuerdo de los años escolares de los padres les la camisa para humedecerles la espalda, untarles sal y hacer
le atribuye al maestro un lugar de «mucho respeto», una imagen que ambos lamieran la espalda del otro; en otros casos, el docen-
de autoridad, un imaginario asentado en el deber ser. En otras pa- te ordenaba que los alumnos latosos se quitaran los zapatos para
labras, existe una división clara entre lo que los padres recuerdan que, regla en mano, les pegara en los dedos de los pies. Así, los
de sus años escolares, así como de los maestros «estrictos», en re- padres entrevistados en la investigación referida señalaban que
lación con lo que perciben del mundo actual de sus hijos. Los cas- los castigos, las tareas y en general la vida escolar estaba carga-
tigos y las situaciones que viven los alumnos no tienen la misma da de mucha represión y que los alumnos no podían expresar la
importancia, porque entre el recuerdo de la niñez de los adultos menor queja, además de que los padres de familia confiaban cie-
y las versiones de sus hijos están de por medio muchos años de gamente en la palabra y los métodos del profesor (Gómez, 2005).
distancia. Por otra parte, los padres manifiestan una idea distinta En las instituciones educativas la violencia física asume rasgos
al trato que recibían ellos en su niñez, el cual refieren como de singulares puesto que sucede desde los primeros años de escola-
mayor exigencia y compromiso. ridad. En la escuela se construye y reconstruye constantemente
Los padres no consideran que sus hijos reciban un maltrato toda una serie de rituales y acciones de distinta índole donde la
similar al que ellos vivieron y, al mismo tiempo, depositan una flagelación, el dolor y el castigo físico intencional entre compañe-
enorme confianza en las actitudes que pueda adoptar el profesor, ros pueden llegar a ser el común denominador de la vida cotidiana
y esto es así porque -según los testimonios indican- la violencia y (Gómez, 2007c). Como también pueden serlo otros factores que
el castigo corporal están en estricta relación con una idea educati- causan miedo, tales como vejaciones, novatadas y otras amenazas
va y redentora: de hacerlo por su bien. Por ejemplo, en un estudio que determinados niños o grupos de niños propinan a otros niños
de corte etnográfico cuyo objetivo fue registrar la forma en que se (Hirigoyen, 2001:71).
produce y reproduce la violencia escolar en una primaria pública Aun cuando en algunos sistemas educativos como el mexica-
de una colonia popular del Distrito Federal realizado en 2005, no, existe una reglamentación específica que señala la prohibición
se demostró que los padres de familia minimizaban el clima y la de los castigos corporales en las escuelas, los resultados de varias
violencia que sus hijos vivían o presenciaban al señalar que en sus investigaciones (Gómez, 2005) muestran que la violencia -no ne-
épocas, los castigos y las reprimendas por parte de sus maestros cesariamente física, aunque como hemos visto esté presente de
eran mucho más severos. Los relatos que algunos padres contaron manera importante- es una forma recurrente en las relaciones que
no dejan lugar a duda; por citar algunos casos: ponían al alumno se establecen en el aula. No deja de llamar la atención que cuan-
castigado por varias horas de rodillas sosteniendo tabiques en po- do ante una amenaza externa la violencia intenta trascender los

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muros escolares, la institución muestra una enorme capacidad de un 30% (2012).8 Tales estudios han demostrado, con diferente
respuesta para no dejar ver determinados aspectos -lo cual, en énfasis, que en efecto la violencia existe y se practica de manera
parte, tal vez sea una de las razones que explican por qué se trata frecuente en los planteles educativos. Sin embargo, las cifras
de hacer aparecer la violencia escolar como un asunto marginal, que reportan son apenas una fotografía que no logra dar cuenta
cuando en realidad no lo es (Gómez, 2011). de la complejidad que acompaña a los hechos. En otras pala-
bras, el dato registra el suceso, pero hace falta contéxtualizarlo
e interpretarlo a profundidad para comprenderlo en todas sus
2.3 VIOLENCIA ESCOLAR Y SOCIEDAD modalidades, así como dentro de los procesos en que se sitúa.
Por ío demás, existe otro problema cuando se estudia la vio-
Hoy por hoy la violencia en la escuela es, por desgracia, una rea- lencia en las escuelas, y es que los hechos que se presentan en un
lidad que ya no está sujeta a duda alguna ni discusión. La contun- momento determinado pueden ser valorados de distinta manera
dencia de los datos consignados en informes y artículos de inves- al transcurrir el tiempo, y esto resulta evidente en las preguntas
tigación lo dejan en claro. En el estudio de la OCDE del año 2009, utilizadas para medir el bullying. Por ejemplo: «¿en el último
México ocupó el primer lugar de un grupo de 23 países. Según mes, alguien te pegó o molestó en tu salón?», reitera la existen-
los directores encuestados, en 61% de las secundarias se registró cia del hecho, pero deja de lado muchos aspectos y preguntas
intimidación verbal y abuso entre estudiantes; en 47% se abusó e específicas: ¿qué tanto cambia la perspectiva de la víctima con
intimidó a los maestros; en 56% se cometieron robos, y en 51% se el paso del tiempo ante una agresión determinada?, ¿de qué ma-
consumieron drogas y alcohol -es importante decir que la media nera se vive el acontecimiento?, ¿cómo lo pensaron las personas
de la OCDE en este rubro fue de 10.7%6. que presenciaron el acto?, entre otras.
En la Consulta Infantil y Juvenil de 2012, organizada por el
Si bien todos los datos reportados son valiosos y los trabajos de
Instituto Federal Electoral (IFE), se reportó que en la percepción investigación que se basan en la aplicación de encuestas son refe-
de la violencia en la escuela el porcentaje más alto correspon- rencias importantes a tomar en cuenta, es cierto también que predo-
dió al maltrato, pues 18.9% de los adolescentes de 13 a 15 años mina la publicación de notas periodísticas orientadas a privilegiar
respondió que su maestro maltrataba a alguien entre sus compa- información que se queda corta ante todo lo que acompaña a la vio-
ñeros (IFE, 2012).7 Por su parte, la Red Latinoamericana de Con- lencia, es decir, fenómenos tan diversos como los recursos de poder
vivencia Escolar ubicó que la violencia entre escolares era de
y coerción que se ejercen en contra de quien la sufre y de quien(es)
la promueve(n), por ejemplo. En otras palabras, la simple enuncia-
6http://www.oecd.org/dataoecd/44/53/43046809.pdf
7 1346372753/**http://www.ife.org.mx/documentos/DECEYEC/consultaInfantil-
Juveni¡2012/Informe_ejecutivo_consulta2012 .pdf
8 Red Latinoamericana de Convivencia Escolar, 24 de agosto de 2009. , ,

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ción del dato no permite valorar las implicaciones y trascendencia para comprender -desde las diferentes aristas de la socialización
que tiene para cada uno de los diferentes actores del hecho. En este y la experiencia escolar-, lo que sucede en el día a día. Es por
sentido, describir una interacción, un salón, un personaje, impli- ello que el papel del docente, a través de su práctica, puede ser
ca contar con el mayor detalle posible cómo era. Es explicarnos) el camino para poder generar una intervención, pues el maestro
cómo se producen los acontecimientos para después escribir sobre es quien posee información valiosa y puede valorar y considerar
ellos. No es encontrar nada más el dato que demuestre la existencia todos estos elementos al momento de decidir cómo manejar el
de un hecho o personaje, sino buscar las fobias, miedos y actos que conflicto (Gómez, 2010b). Ante la violencia escolar, el registro de
pudieron influir de manera central en su quehacer, es decir, buscar las dinámicas institucionales, a través de un enfoque cualitativo,
la interpretación de los acontecimientos de una manera particular y conlleva un seguimiento detallado de las acciones cotidianas de
específica para cada caso y evitar, como premisa, hacer generaliza- los sujetos, una indagación que se elabora a partir de los hechos
ciones y con ello el uso indiscriminado de los conceptos. de todos los días y que son la explicación del cómo y por qué se
En torno a los comportamientos violentos de la escuela y los ac- originan determinados hechos violentos, más allá de catalogarlos
tos delictivos que ahí se desarrollan es necesario seguir un tipo de como acontecimientos extraordinarios.
análisis que busque dar con las contradicciones que se generan en su Varias acciones como secuestros, sobornos, amenazas, golpizas,
interior, develándolas para tratar de entender lo que sucede con los robos entre otras prácticas y actitudes similares, han sido registra-
sujetos involucrados. En este tema cobra especial interés evaluar las das en distintas publicaciones a lo largo de varios años de investi-
acciones encaminadas a incorporar términos policiacos como el de gación. (Gómez, 2009a, 2009b, 2009c). Si bien muchas personas
testigos protegidos, tal y como lo señala el texto de la SEP en la Guía contaban con testimonios de primera mano acerca de la violencia
para educar y proteger (2011), para que los niños y jóvenes que son escolar, ya sea por su paso en la institución o por relatos de perso-
blanco del acoso o agresiones se animen a denunciar. Utilizar esta nas cercanas, este tipo de experiencias no se daban a conocer o,
terminología podría parecer banal pero no lo es, pues se trata de un en el mejor de los casos, se consignaban en anécdotas, películas y
lenguaje hostil hacia los principales involucrados y, sin duda, hacia narraciones literarias. El cine, por ejemplo, es un archivo adhoc de
las escuelas. La pregunta obligada es: ¿si hay testigos protegidos, en- este tipo de situaciones vividas en las aulas y cuenta con películas
tonces los alumnos agresores serán denominados delincuentes? muy representativas de situaciones conflictivas y violentas sobre
La violencia que se registra en la escuela es un fenómeno que maestros y alumnos y/o entre los propios alumnos.9
obliga a realizar un análisis detallado de las acciones, un registro
cuidadoso de las interacciones y de los constantes intercambios 'Algunas cintas son: The Blackboard Jungle, de Richard Brook, 1955; To Sir,
With Love, de James Clavell, 1967; ¡Arriba Hazaña!, de José María Gutiérrez,
entre los sujetos; el seguimiento de las acciones y repercusio- 1978; Dangerous Minas, de John N. Smith, 1995; La sociedad de los poetas
nes que tienen a cada momento resultan la materia prima central muertos, Peter Weir, 1989; Elephant, de Gus Van Sant, 2003; Les choristes,

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La vida escolar en su funcio- violencia tienen un lugar relevante y reiterativo, al grado de ser
El bullying no es nuevo, sin embar- namiento cotidiano cuestiona de considerado por varios de los integrantes de las escuelas como algo
go, hoy en día, ei reto es más com- manera frontal el discurso del fo- inherente e inevitable (Gómez y Preciado, 2007).
plicado por el acceso de los niños mento a la igualdad y la tolerancia En este panorama no sorprende, entonces, que el acoso y
a las nuevas tecnologías; ellas han entre compañeros (Zurita, 2011a; hostigamiento entre alumnos sean en la actualidad un tema que
dado paso a los torturadores vir- 201 Ib). La vida en la escuela ha en el mundo, incluso con algunas diferencias entre y dentro de
tuales, a quienes practican el bu- impuesto la idea de que la educa- los países y regiones, ha logrado conformarse como un campo
llying cibernético y a los criminales ción sea vista como realidad am- específico dentro de la investigación educativa (Voors, 2000;
[thugs] del Facebook. bivalente: promesa de integración Debarbieux, 1996; Ortega, 2010). Al respecto, numerosos in-
y amenaza de exclusión al mismo vestigadores han dado cuenta de la relación desigual entre niños
EMIIY BAZELON tiempo. Junto a las actividades y el maltrato que se ejerce con distintos niveles y gradaciones en
encaminadas a fomentar una con- las escuelas. En el caso de nuestro país, se trata de un campo de
vivencia armónica, los aspectos de maltrato y violencia de la for- estudio relativamente novedoso que reclama mayor dedicación,
mación recibida en el hogar y que se practican en los contactos pues aunque se ha erigido alrededor de un fenómeno materia-
iniciales en la escuela (Quiroz y Gómez, 2011:71). lizado en fobias, maltratos y ataques directos a la identidad de
Las prácticas que se promueven en las escuelas de educación los agredidos, agresores y espectadores, provocando en muchas
básica en México, tales como el uso de esquemas binarios: buenos ocasiones que los alumnos vivan en un sufrimiento institucional
y malos, disciplinados e indisciplinados, capaces e incapaces, listos al no encontrar estabilidad y ver clausuradas sus aspiraciones
y tontos, etc., refuerzan, de alguna manera, importantes disposicio- personales y académicas, hoy por hoy queda mucho por investi-
nes socioculturales a través de valores y comportamientos que son gar. El abuso no es un asunto que se debata con facilidad, tanto
alentados o desalentados mediante definiciones culturales de iden- para los padres de familia como para los docentes, salvo cuando
tidad de grupo (niños contra niñas) y por reacciones culturalmente los efectos sobre alumnos y escuelas ya son graves.
aceptadas, donde la discriminación, el maltrato y desde luego, la A nivel de las escuelas públicas y privadas del país, el control
de la información de lo que sucede en las aulas aún es altamente
de Christophe Barratier, 2004; The Forest For the Trees, de Maren Ade, 2005;
eficaz por parte de los docentes y directivos. Prevalece un pode-
Bowlingfor Columbine, de Michael Moore, 2005; La vida ante sus ojos, de roso discurso institucional que contribuye a que ciertas acciones
Vadim Perelman, 2009; In a Setter World, de Susanne Biers, 2011; Mooz Lum, queden ocultas en un espacio donde en permanencia se pretende
de Qasim Basir, 2011; Carnage, de Román Polanski, 2012; Después de Lucía,
de Michel Franco, 2012, por citar algunas películas representativas que abordan mostrar el orden como principio y una vida institucional apegada
expresamente el tema de la violencia en las escuelas. a normas, es decir, a la parte oficial, enfatizando la imagen de un

94 95
espacio coherente y público versus los aspectos ocultos, privados, comporta como una empresa particular. La transparencia infor-
como es la vida interna, que también comprende los problemas, mativa que ofrece el sector gubernamental tiene un formidable
desacuerdos y conflictos que se gestan en su interior de manera reto en las escuelas del país.
cotidiana y de los que es muy difícil dar cuenta de forma porme- La situación es aún más alarmante en el ámbito de las rela-
norizada si no se está en el lugar de los hechos. Por esta razón, ciones cotidianas entre maestros, maestros-alumnos y alumnos-
muchas de las acciones se diluyen en el contexto de la actividad maestros, y desde luego entre los mismos alumnos, en donde la
cotidiana y desde luego ño existe ninguna evidencia de las múl- información que ahí se genera es controlada por parte de los do-
tiples interacciones y desencuentros generados en la institución. centes, la dirección y la supervisión. En otras palabras, se trata de
Circunstancia que no deja de sorprender ya que en los últimos esa añeja tradición que se preserva en escuelas de diferentes nive-
años se han lanzado distintas iniciativas y propuestas dirigidas les educativos, tanto públicas como privadas, de trabajar sin ren-
para que la sociedad posea más información e intervenga de for- dir cuentas a la sociedad, la cual forma parte ya de la racionalidad
ma más directa en la vida de las instituciones educativas. Sin em- intrínseca de hacer las cosas, de una cultura institucional construi-
bargo, éstas no han tenido éxito, como en el caso de los Consejos da en torno a un cúmulo de tradiciones, normas y pactos políticos
de Participación Social en la Educación (Gómez y Zurita, 2011), o (Gómez, 2011). Las condiciones para llevar a cabo diversas in-
hechos que cuesta trabajo creer, pero que suceden, como no saber vestigaciones sobre este tema es por demás difícil, porque se trata
con certeza cuántos maestros están en las escuelas de nuestro país, de un tema incómodo para la institución y sus integrantes; por
por la falta de un padrón preciso: otro lado, ven la incursión de un sujeto ajeno como algo extraño
a la escuela que causa revuelo y desconfianza como lo muestran
Por increíble que parezca, aun cuando una proporción muy algunos trabajos de corte etnográfico (Gómez, 2005). Una cons-
importante del presupuesto se dedica a atender la educación tante en estas indagaciones es la desconfianza que prevalece entre
básica, se carece de los datos más elementales sobre quiénes los docentes al sentirse vigilados, y esto es así porque buena parte
están a cargo de los 22 millones 940 mil 381 alumnos atendi- del discurso institucional, a partir de la propia Secretaría de Edu-
dos en 163 mil 948 escuelas inscritos en los doce grados de cación Pública y de algunos planteles educativos, rechaza apriori
educación obligatoria (OCDE, 10.2010).10 la existencia de la violencia escolar, aunque matiza el discurso
diciendo que hay problemas de conducta, de rebeldía, pero casi
Lo anterior es una muestra del férreo control informativo so- nunca o nunca se menciona la violencia escolar como tal, tema
bre los asuntos de una institución pública que en ocasiones se incómodo que representa para la escuela una imagen negativa.
Hoy por hoy, la contundencia de los hechos ha sido muy notoria,
10 http://www.oecd.org/dataoecd/44/53/43 046809.pdf motivo por el cual el discurso gubernamental, como veremos em

96 97
el último capítulo, ha cambiado significativamente en algunas en- cación como la radio, la televisión, la prensa escrita, además de
tidades en los últimos años.11 Internet, no tardaron en difundir hasta convertirlo en un tema que
Una característica a destacar es que en México buena parte de en poco tiempo se popularizó y escandalizó a la opinión pública.
lo que acontecía en las aulas empezó a darse a conocer a través de En reiteradas ocasiones los medios de comunicación han hecho
una nueva forma de comunicación que difundió de forma masiva juicios y aseveraciones lapidarias para todo tipo de contextos y
muchos de los aspectos de la cultura escolar, incluso en tiempo planteles educativos. No obstante, es importante aclarar que se
real, es decir, en las horas de clase. La lista de direcciones en Inter- trata de opiniones recuperadas al calor de los hechos y en un tono
net se cuenta por millones y son de todo tipo y calidad. Por medio de denuncia, pero carentes de una reflexión sistemática.13
de fotografías y videos tomados con teléfonos celulares y trans- En este contexto, el debate acerca de cómo presentar la infor-
mitidos a través de YouTube12 y redes sociales como Facebook, mación relacionada con la violencia que se registra en el país, y
se han dado a conocer terribles, recurrentes hechos de la escuela, el acuerdo entre varios medios de comunicación para regular la
tanto por parte de alumnos como de docentes: peleas, golpes, cas- información sobre la violencia que aparece en las pantallas de
tigos, gritos, maltrato, abusos, burlas de distinta índole, todos ellos televisión no deja de ser un avance que, no obstante, deja intacta
aspectos de una larga cadena de situaciones registradas en distintos la programación dirigida a los niños y jóvenes con un alto conte-
espacios de la escuela: salones, corredores, patios, baños y alrede- nido de violencia.14 En otras palabras, se cuida la imagen ante de-
dores de la institución. Estas situaciones dejaron en claro que la terminados sectores sobre ciertas temáticas, pero para el público
violencia no era un hecho extraordinario o aislado, ni protagoniza- infantil que pasa muchas horas frente a la televisión no hubo una
da por personas sin escrúpulos, sino por docentes y compañeros de propuesta parecida; en el fondo, el mensaje violento de algunos
clase que actúan día tras día con una impunidad total. programas sigue intacto.
Una de las primeras repercusiones de este nuevo estado de Los modelos que potencian la familia y los medios de comuni-
cosas fue que de manera súbita estos aspectos se convirtieron en cación y que se reproducen en la escuela favorecen los estereotipos
un verdadero hito informativo que diferentes medios de comuni- que presentan a las niñas como sumisas, dependientes, generosas,

11 Véanse las acciones de la SEP en el sentido de recomendar «a maestros y direc- 13 Ejemplo de ello son las siguientes declaraciones: «El Partido Revolucionario

tores de escuelas primarias y secundarias públicas que los niños y jóvenes que son Institucional en el Senado propone criminalizar el bullying» (Excélsior, 02.03.
blanco del acoso o agresiones, mejor conocido como bullying, sean tratados como 2011); «Ataca el bullying a ocho mil niños de la Gustavo A. Madero» (Excélsior,
"testigos protegidos", para incentivar la denuncia de sus victimarios», señala la 02.08.2011); «Una de cada 6 víctimas de bullying se suicida, afirma la Procura-
Guía para Educar y Proteger (SEP, 2011:67). duría General de la República» (Excélsior, 27.05.2011); «El bullying es reflejo de
12 Un referente de la popularidad de estos videos es el número de visitas que logran: una sociedad decadente: Arquidiócesis» (Excélsior, 22.05.2011).
por ejemplo, en el rubro de peleas en la escuela, algunos de ellos tienen registrado 14 Algunas series son: American Dad, South Park, Family Guy, La casa de los

más de medio millar de visitas y son muchos los que aparecen con estas cifras. dibujos; Happy Tree Friends, Ben 10, por citar algunas. „ .

98 99
frágiles, etc., y a los niños como 2.4 UNA TAREA PENDIENTE

Cuando el Pew Research Center independientes, poderosos y fuer-


les preguntó a niñas de entre 12 y tes (Moreno, 2000; Riquer, 2000). Conforme se difunden datos sobre la violencia en las escuelas, al-
13 años: «¿Has tenido, a través de No sobra resaltar que buena parte gunas autoridades educativas han tratado de responder a este nue-
Internet, una experiencia tan mala de los estereotipos (Giímore, 1994) vo panorama, que en muchos casos queda reducido a aseveracio-
que te ponga nerviosa ante la rea- provienen de la oferta publicitaria nes que privilegian en demasía determinados factores. El hecho se
lidad de tener que ir a la escuela al de los medios masivos de comu- confirma con la siguiente declaración de la directora de Centros
día siguiente?», más del 25% con- nicación. Si bien ésta es una ten- de Atención a Víctimas del Delito de la Procuraduría General de
testo que sí. dencia que no va a cambiar, pues la República: «[...] niños y adolescentes agresores forman parte
forma parte de toda una estrategia de familias violentas, donde no tienen la atención de los padres
EMIIYBAZELON comercial muy amplia (Giroux, porque éstos trabajan de tiempo completo y, en el mejor de los
1992), los docentes no han ofreci- casos, los hijos quedan a cargo de sus abuelos» (El Universal,
do una respuesta clara de abordaje y discusión de esos estereotipos, 26.06.2011). Una explicación como ésta puede, en principio, re-
a pesar de que se esperaría que los maestros asumiesen un papel tomar algunos elementos causales de la violencia, pero no hay
más destacado en el tratamiento de estos asuntos. duda de que no en todos los casos ocurre así, pues como sabemos,
Otro de los efectos importantes de la coyuntura es que al utilizar la explicación de la violencia escolar obedece a una multiplicidad
sin el cuidado suficiente determinados términos, algunos han de- de factores, entre los que podemos mencionar: aspectos persona-
venido ya lugar común de uso indiscriminado. Esto es evidente en les, contextúales y motivacionales que en conjunto dan cuenta del
cuanto al término bullying -que es lo que está de moda-, empleado fenómeno, por lo que privilegiar sólo una variable puede agudi-
de forma abusiva para referirse a todo tipo de conflicto escolar entre zar estereotipos y estigmas sociales que, lejos de contribuir a la
alumnos, e incluso entre múltiples miembros de las comunidades prevención y erradicación de la violencia escolar, la profundizan.
escolares, sin considerar que se trata de un determinado tipo de aco- A nivel gubernamental, como se abordará en el último capí-
so específico. Con ello, el riesgo que se corre es que el concepto, tulo, también ha existido un movimiento en torno a pronunciarse
además de utilizarse inapropiadamente, pierda el sentido por el que en contra de la violencia, por ejemplo la Asamblea Legislativa
fue creado, con características y aspectos precisos.15 del DF reformó la Ley de Salud local y ya se concibe al bullying
como problema de salud pública (El Universal, 24.02.2011). De
15 Por ejemplo, con frecuencia se señala que una pelea en una escuela es pro-
igual forma, en varias entidades del país se han creado orga-
ducto del bullying. Sin embargo, no toda pelea o conflicto lo es necesariamente, nismos encaminados a combatir problemas vinculados con la
pues hay diversos problemas esporádicos que no son, en estricto sentido, pro-
ducto del acoso.
violencia escolar, por ejemplo: en Baja California, la Secretaría

100 101
de Seguridad Pública del estado impulsa una Ley de Protección sultos, amenazas, bullying, vandalismo, violación, uso de armas,
Escolar para prevenir hechos delictivos e incluso prácticas de entre otros, y no sólo se restringe al acoso entre iguales.
acoso en el interior de los planteles educativos; en Querétaro, Lo que hemos indagado a lo largo de un tiempo de investigar
la Facultad de Psicología de la Universidad y el gobierno del este tema (Gómez, 2011) es que la violencia escolar es un fenó-
estado crearon el Observatorio de la Convivencia Escolar; en meno que requiere un abordaje multi, Ínter y transdisciplinario
Tlaxcala, la Comisión de Derechos Humanos y el Colegio de para estudiarlo desde una perspectiva integral que rescate, a su
Bachilleres firmaron un convenio para que maestros y directivos vez, sus características esenciales. Por lo cual no es conveniente
conozcan la problemática del embarazo juvenil, el acoso come- generalizar, sino explicar para el momento y el espacio en que
tido por maestros en contra de alumnos, la discriminación y la sucede, con la finalidad de contextualizarlo de forma apropiada,
violencia escolar; en Hidalgo, el Congreso del estado aceptó la además de interpretarlo a partir de una serie de factores y hechos
propuesta de hacer un exhorto a la Secretaría de Educación de que confluyen de manera conjunta.
la entidad para tomar medidas contra el acoso en los planteles Explicar el maltrato entre alumnos o el golpe de un maestro
de educación media y superior, o las leyes que hoy existen en el hacia un alumno es sólo la punta del iceberg de lo que en realidad
país en materia de convivencia, seguridad y violencia escolar, es la violencia escolar, y sucede con frecuencia que la atención
por citar algunos (El Comentario, 31.05.2011). se centra en el evento y no así en cómo las relaciones, conduc-
El interés por atender el fenómeno por parte de algunos secto- tas, valoraciones, prácticas, discursos que se gestaron dentro de
res como la academia, los padres de familia y el gobierno en sus la institución y de los sujetos se concretara a través de un gol-
diferentes niveles no deja de tener importancia, pero cada inicia- pe, por ejemplo. Por esta razón, en el capítulo siguiente se expo-
tiva enfatiza diferentes aspectos y preocupaciones y, en algunos ne, analiza y brinda un panorama amplio y diverso de acciones,
casos, puede que homologuen situaciones como faltas a la con- planteamientos y experiencias que se han emprendido en distin-
ducta, indisciplina o aspectos de salud que algunos autores (Gui- tos países para atender este complejo fenómeno social. Como se
llote, 2003) han contemplado bajo el término de incivilidades, es verá, la búsqueda de soluciones y propuestas debe considerar la
decir, actos no muy graves que generan un fuerte sentimiento de trayectoria de los sujetos, la dinámica institucional y la historia
inseguridad, totalmente perjudicial y destructivo, con la finalidad del contexto en donde este problema emerge, con la finalidad de
de regular cualquier tipo de manifestación disruptiva en el espacio poder aproximar una interpretación más equilibrada y, sobre todo,
escolar. Como hemos visto, el fenómeno de la violencia escolar es integral que no privilegie nada más un aspecto. El principio de los
mucho más complejo y contempla varios frentes, entre los que po- programas de intervención de algunos casos examinados parte de
demos mencionar agresión física o verbal de un alumno o grupo estas consideraciones, con la finalidad de que las propuestas sean
de alumnos hacia otro de sus pares o grupo de pares, golpes, in- asumidas y valoradas en su justa dimensión por parte de quien las

102 103
recibe, y evitar -como ha sucedido en algunas ocasiones-, que se se pueden emprender medidas para crear y fortalecer contextos
vivan más como una imposición y, por tanto, sean poco significa- como éste. Bajo este entendido, se pasa entonces al siguiente
tivas para los destinatarios. capítulo enfocado en el análisis de estrategias de intervención
La violencia escolar no es una característica natural. Por esta que representan experiencias notorias en años recientes, enca-
razón es posible incidir en ella creando y poniendo en prácti- minadas a prevenir la violencia escolar.
ca múltiples estrategias para generar otras y mejorar algunas de
las condiciones ya existentes de la convivencia cotidiana. Este
señalamiento rompe con la asunción de que buena parte de las
prácticas cotidianas en la institución escolar son algo ya estable-
cido e incuestionable. Por ejem-
plo, por mucho tiempo se creyó
En una época en la que un adoles- que la violencia que ejercían al-
cente puede tener 5 000 «amigos», gunos profesores hacia los alum-
elfos necesitan entender lo que sig- nos -o la que se presentaba entre
nifica tener uno de verdad. los alumnos- era una forma na-
tural de la interacción escolar,16
VINCA LAFLEUR parte de las acciones y códigos de
la escuela encaminados a educar
«correctamente» a los alumnos. Como en el caso de la enseñan-
za tradicional que establecía como eje de la educación una seve-
ra disciplina y la utilización de maltrato y castigos como formas
válidas y necesarias para formar buenos individuos, considera-
dos otros tantos de los recursos legítimos de los que podía hacer
uso el maestro en su práctica cotidiana. Hoy sabemos que puede
existir una convivencia libre de violencia y, lo que es más, que

16 Vale la pena mencionar el caso de las novatadas que llegaron a representar un


verdadero problema tanto para autoridades escolares como para los alumnos de
nuevo ingreso en la década de los sesenta y setenta, principalmente en las escuelas
de educación media superior y superior.

104 105
Capítulo 3
Experiencias de intervención:
lecciones para aprender

II
Tal era mi nuevo preceptor, de cuya boca se había deste-
rrado la risa para siempre, y en cuyo cetrino semblante
se leía toda la gravedad de un Areopagita.1 Era de aque-
llos que llevan como infalible el cruel y vulgar axioma
de que la letra con sangre entra, y bajo este sistema era
muy raro el día que no nos atormentaba. La disciplina,
la palmeta, las orejas de burro y todos los instrumentos
punitorios, estaban en continuo movimiento sobre noso-
tros; y yo, que iba lleno de vicios, sufría más que ningu-
no de mis condiscípulos los rigores del castigo.
J. J. FERNÁNDEZ DE LIZARDI: El Periquillo Sarniento

INTRODUCCIÓN

Para saber cómo se ha intervenido sobre la violencia escolar con


el fin de prevenirla, este capítulo presenta algunas experiencias
que pueden ser referentes importantes para conocer, evaluar y
contribuir al diseño de novedosas estrategias de intervención, así
como para ampliar la reflexión de docentes, directores, padres de
familia, alumnos, autoridades educativas, miembros de organiza-
ciones civiles, medios de comunicación, entre otros. Con este ob-
jetivo, se partió de las siguientes consideraciones:

'Grupo de personas a quienes se atribuye, las más veces irónicamente, predominio


o autoridad para resolver ciertos asuntos.

109
La selección de casos en diferentes contextos se hizo a partir de Las estrategias que aquí se exponen deben ser leídas sin buscar
varios criterios, entre los que destacan que fuesen estrategias que en ellas recetas aplicables a toda circunstancia o contexto, ni fór-
permitiesen construir un panorama más o menos ilustrativo de las mulas mágicas que resuelvan absoluta e inmediatamente todos los
principales iniciativas que han operado en los últimos años en países problemas. Lo que importa es conocer cómo fueron identificados
como el nuestro para prevenir la violencia escolar. En este sentido, la los problemas, qué estrategias fueron diseñadas para prevenirlos,
exposición de dichas estrategias pone atención en determinados as- aminorarlos o solucionarlos, quiénes y cómo participaron. Desde
pectos tales como enfoques, objetivos, estrategias, evaluación, evi- esta perspectiva, la apuesta principal que se les ofrece a los lectores
dencias, dificultades y enseñanzas. No obstante, se agregan otras ex- es remitirlos a procesos de aprendizaje derivados de las experien-
periencias exitosas de acuerdo con criterios específicos de la UNESCO cias de otros que pueden ayudar a ampliar los marcos de referencia
y del Programa de Promoción de la Reforma Educativa en América para la reflexión, el análisis y el diseño de nuevas propuestas.
Latina (PREAL), cuya revisión también podrá orientar el diseño de
otras iniciativas. Las experiencias de intervención, independiente-
mente de su contenido y características, de los contextos geográficos 3.1 ESTRATEGIA DE INTERVENCIÓN
y escenarios institucionales donde se aplicaron, proporcionan un co-
nocimiento pertinente y relevante para toda aquella persona, grupo Una estrategia de intervención es una acción que busca incidir en
u organización que compartan el interés por llevar a cabo iniciativas una situación dada que es (o podría ser) considerada problemática
dirigidas a la prevención de la violencia en las escuelas. o no deseada por distintos actores. Por tal razón, comprende un
Así, en este capítulo se sintetizan algunos elementos caracte- conjunto de acciones conscientes, planeadas y elegidas en función
rísticos de las estrategias de intervención que, bajo ciertas circuns- del conocimiento, la experiencia profesional y laboral de sus au-
tancias, pueden garantizar mejores resultados. De igual modo, se tores, así como de la información disponible empleada en su dise-
indican diversos criterios para la clasificación de los tipos de es- ño. Es, en el fondo, una reflexión y una postura sobre la realidad
trategias según el enfoque y los lincamientos para su aplicación circundante que supone una actuación determinada por parte de
práctica. Enseguida se expone un análisis de las estrategias de in- distintos actores que pretenden transformarla, ya sea para tratar,
tervención, donde se da cuenta de sus objetivos, estrategias, resul- aminorar o solucionar un problema de relevancia social. Así, toda
tados, evaluación y evidencias, así como las lecciones aprendidas estrategia de intervención busca incidir en un proceso de mane-
de su adopción. Al final se sintetizan algunas de las principales ra consciente e intencionada para la consecución de un cambio
reflexiones sobre los desafíos que enfrentan ios actores interesa- concreto. Según la literatura especializada, (CESCAM, 2002), los
dos en emprender estrategias de intervención para la prevención cursos de acción de una estrategia de esta naturaleza se dividen
de la violencia escolar. en tres grandes etapas: 1) el diseño de una propuesta, 2) su insr-

110 111
trumentación, y 3) su monitoreo y evaluación. Cada una de estas En su conjunto, aspectos como éstos dan cuenta de las capa-
fases tiene su propia lógica y requerimientos. cidades reales para conseguir los propósitos de la estrategia, pues
Sin embargo, el primer paso para construir una estrategia re- dichas capacidades dependen de los responsables de las decisio-
mite a la identificación del problema. Detrás de la pregunta ¿cuál nes relacionadas con su formulación y operación. Por ello, en las
es el problema?, emergen muchas otras cuestiones que ayudan a etapas iniciales de la estrategia de intervención, sobre todo a la
pensar y verbalizar el problema de mejor forma. Para conseguirlo hora de plantear el problema (aun de modo tentativo), es impor-
es crucial contar con datos objetivos, relevantes, sistemáticos que tante considerar también elementos como la viabilidad y factibili-
ayuden a argumentar que una situación determinada representa dad de la propuesta, el contexto donde se busca intervenir, el fun-
un problema, pero no un problema cualquiera sino un problema cionamiento de las instituciones y organizaciones involucradas en
público dentro de un contexto, población o periodo dado. La de- la coordinación del proyecto, la influencia y autoridad sobre las
finición del problema representa un paso muy importante para instituciones y/o los responsables de operar la iniciativa, el aná-
cualquier estrategia de intervención debido a que buena parte del lisis de las opciones con base en diversos recursos (financieros,
curso de acción se deriva de ella, esto es, de la forma o formas humanos, materiales, tiempo), así como los mecanismos institu-
específicas en que dicho problema se han definido. cionales para la ejecución de la estrategia.
Para analizar cualquier estrategia pueden tomarse en cuenta varias En general, las estrategias de intervención pueden tener me-
de sus características esenciales, tales como: la identificación de un jores resultados si se trata de propuestas basadas en un trabajo
problema relevante y susceptible de ser objeto de una intervención; colectivo, informado, reflexivo, colaborativo y estratégico, tal y
las opciones posibles de intervención; las fortalezas, oportunidades, como a continuación se expone.
debilidades y amenazas identificadas en torno a dicha intervención;
la participación de diferentes actores que tuvieron o podrían tener un Un trabajo colectivo
papel sobresaliente en la puesta en marcha de las acciones necesarias;
los resultados buscados y alcanzados, y la propuesta de monitoreo, Una parte importante de los desafíos que supone la prevención
comunicación y evaluación del proyecto. Sin duda, otras cuestiones de la violencia escolar está relacionada con la capacidad de arti-
vitales en cualquier estrategia de intervención se hallan también rela- cular esfuerzos por parte de diversos actores de las comunidades
cionadas con las personas (actores escolares, ciudadanos interesados, escolares y del sistema educativo en general, pero también de
académicos, funcionarios, autoridades políticas, líderes y miembros las autoridades políticas locales, de grupos organizados de la
de organismos internacionales), la institución gubernamental, la or- sociedad civil, de empresarios, académicos, entre otros (Zuri-
ganización de la sociedad civil o el organismo internacional que son ta, 2009, 2010c, 2011a, 201 Ib). La literatura especializada en
responsables de su diseño, operación o evaluación. el diseño e instrumentación de estrategias de intervención ha.

112 113
reiterado que desde una perspectiva amplia, esto es, tomando Un trabajo colaborativo
en cuenta lo que sucede en el aula y la escuela tanto como en el
entorno geográfico inmediato, la violencia escolar es un asunto Hoy en día, aspectos vinculados con la producción, transmisión,
que compete a la sociedad en su conjunto. Como tal, es deseable difusión y traducción del conocimiento tienen una presencia so-
que el vasto y heterogéneo abanico de las acciones dirigidas a bresaliente en los procesos de enseflanza-aprendizaje; sin em-
este problema tenga cierto nivel de articulación, de modo que bargo, su existencia no está limitada a procesos de educación
se evite el dispendio de recursos, el desorden, asi como la inefi- escolarizados o no escolarizados, formales o informales. Hoy,
ciencia de las actividades seguidas. como nunca antes, se promueve y valora el conocimiento que
circula entre distintos actores que transitan por múltiples espa-
Un trabajo informado y reflexivo cios tanto educativos, laborales, sociales, como también aque-
llos reservados a la vida cotidiana e individual. Este proceso se
Una estrategia de intervención es una propuesta informada, re- ha desplazado hacia espacios y actores que, tradicionalmente,
levante, sensible, pertinente y democrática, fundamentada en el si no estaban excluidos, en el mejor de los casos aparecían de
conocimiento y en la experiencia profesional y laboral de sus au- manera marginal o secundaria. En el caso de las escuelas se pen-
tores. Cada estrategia recupera las experiencias profesionales e saría en los alumnos y padres de familia, sobre todo. Desde esta
institucionales sobre determinados temas, enriqueciéndolas con perspectiva, aquí se parte de la idea de que la producción del co-
el conocimiento y la discusión de marcos teóricos, analíticos y nocimiento es un asunto colectivo en el cual los diferentes tipos
metodológicos de otras experiencias (locales, nacionales, interna- de aprendizaje (aprender haciendo, aprender usando, aprender
cionales), así como con las habilidades desarrolladas por parte de interactuando y aprender buscando) alcanzan mejores resultados
sus creadores, asociadas con la búsqueda, comprensión y utiliza- si son generados por un trabajo colaborativo, en donde diferen-
ción de información que se encuentra en el entorno, del análisis tes individuos aprovechan los conocimientos, formaciones pro-
de la realidad en que se hallan las escuelas y sus contextos, del fesionales y trayectorias laborales que los distinguen personal o
establecimiento y fomento de relaciones sólidas con actores par- colectivamente.
ticipantes en los proyectos, de la posibilidad y experiencia en la
mediación de conflictos, de la disposición a emprender procesos Un trabajo estratégico
colectivos de aprendizaje, entre otros.
Las experiencias de intervención elegidas parten de una visión
estratégica de la gestión, es decir, una gestión que:

114 115
> aborda diferentes problemas de la administración sin 3.2 TIPOS DE ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN DIRIGIDAS A LA VIOLENCIA
limitarse a ninguno de ellos; ESCOLAR
^ requiere de la participación de múltiples actores de las
comunidades escolares, del sistema educativo y fuera A diferencia de países europeos y norteamericanos, hasta la dé-
de éste, tales como las autoridades políticas locales, cada de los noventa se registró un aumento notorio de estrategias
organizaciones de la sociedad civil, académicos, líde- de intervención más organizadas y sistemáticas orientadas a la
res de opinión, entre otros; violencia escolar, en especial a la luz de los incidentes violentos
> alude a un proceso colectivo de toma de decisiones, en las escuelas y sus entornos, así como por los conflictos sus-
pero también de acciones orientadas a su puesta en citados en países como Argentina, Brasil y Colombia, los cuales
marcha; fueron difundidos con amplitud por los medios de comunicación
> reconoce que la complejidad de asuntos y problemas en toda la región latinoamericana y el mundo entero.2 A la fecha,
que comprende, no se soluciona mágicamente con re- si bien se han acumulado centenas de estrategias de intervención
cetas únicas; de diferente escala y a cargo de múltiples actores en nuestro
> sitúa sus propósitos en un horizonte temporal amplio continente, hasta hace pocos años se iniciaron estudios (PREAL,
pero a la vez compartido; y, por último, 2006a, 2006b, 2007a, 2007b, 2007c; Krauskopf y OPS, 2006;
> forma parte de un conjunto de acciones articuladas UNESCO 2001) para registrar, clasificar y analizar sus objetivos,
tanto con niveles superiores como inferiores del siste- metodologías y resultados.
ma educativo (UPE, 1993:23). Gagnon y Leone (2000), expertos en el estudio de la violencia
escolar en Estados Unidos, clasificaron las estrategias de interven-
Estos rasgos se revelan como requisitos indispensables para ción en dos tipos: generales y específicas. Las estrategias genera-
tener mejores resultados, pero en la gran mayoría de los casos les se orientan a la población escolar en su conjunto, aun cuando
su surgimiento y consolidación se advierte en fases posteriores pueden tener algunos elementos específicos dirigidos a ciertos
de dicho proceso. No obstante, aun cuando pudiesen llegar a ser estudiantes considerados de alto riesgo. Desde esta perspectiva,
uno más de los resultados del trabajo colectivo, es altamente la disciplina escolar tiene que ver con algo más que establecer y
recomendable desde el inicio tenerlos en cuenta con el objetivo
de diseñar diversas actividades que permitan desarrollar y forta-
2 Hechos acaecidos en otros países -como la masacre en Columbine, Colorado, el
lecer aquellas habilidades individuales y grupales. 20 de abril de 1990, o los asesinatos en el Instituto Tecnológico de Virginia el 17
de abril de 2007, ambos en Estados Unidos- o en el nuestro -como las balaceras
fuera de las escuelas mexicanas en años recientes-, han generado mayor atención
en el tema de la seguridad y la violencia escolar.

116 117
fortalecer reglas que sancionen las conductas inapropiadas de los Otra forma de clasificar a las
alumnos. Los proyectos y estrategias de intervención que poseen estrategias de intervención se de- La alternativa de intervención tiene
este modelo general han identificado cinco componentes que au- riva de los enfoques de prevención sentido y lógica en el marco del plan-
mentan la posibilidad de tener resultados efectivos. Estos com- de la violencia escolar en que éstas teamiento del problema formulado.
ponentes son: 1) una evaluación conductual del ambiente escolar se hallan fundamentadas. La rele- Las alternativas propuestas son: 1)
o una evaluación de necesidades que deriva en el planeamien- vancia que dichos enfoques teó- organización de charlas, talleres,
to de la intervención; 2) una capacitación y apoyo a los padres, ricos tienen sobre el problema es sensibilización y capacitación; 2)
maestros y personal administrativo; 3) un conjunto de reglas y indiscutible en tanto que de ahí se elaboración de diagnósticos sobre
consecuencias generales y claras para los estudiantes, así como origina el instrumento de la plani- el conocimiento y la situación de la
un entrenamiento en la solución alternativa o pacífica de conflic- ficación de las intervenciones y de violencia escolar; 3) fomento de pro-
tos; 4) una serie de instrucciones efectivas; y 5) un monitoreo la evaluación emprendida por cada gramas interinstitucionales en la ma-
permanente de la conducta y respuestas de los estudiantes. Estos estrategia, proyecto o programa. teria; 4} capacitación a docentes y di-
proyectos y programas buscan, en general, apoyar el desarrollo de Dentro de los enfoques más desta- rectivos; 5) implementar estrategia
las habilidades sociales y emocionales necesarias para reducir la cados sobresalen los siguientes. de seguimiento en el recreo; 6) ca-
violencia y los prejuicios, mejorar las relaciones entre alumnos y En primer lugar se encuentran pacitación docente sobre el uso del
desarrollar una vida sana. aquellos enfocados al clima escolar tiempo libre; 7) promoción y uso de
Las estrategias específicas colocan su atención en el sector es- -cuyo objetivo principal es mejorar materiales existentes; 8} ¡mplemen-
tudiantil más vulnerable en función de su propensión de incurrir en la calidad del clima escolar en las tación de un programa de acompa-
problemas de indisciplina y violencia. Este conjunto de interven- escuelas- y se instrumentan a par- ñamiento pedagógico entre pares;
ciones incluye programas, clases y/o escuelas determinadas para tir de dos corrientes opuestas: a) la 9) revisión y transformación de los
quienes están en mayor riesgo de involucrarse en conductas antiso- perspectiva ecológica, que nació en reglamentos escolares; 10) instala-
ciales o disruptivas. Por el enfoque que las distingue, estas accio- Europa y goza de prestigio en un ción de los Consejos de Participación
nes son de tipo cognitivo-conductuales y cognitivo-sociales y has- número considerable de países; y Social; 11) impulso de mejoras en
ta ahora han mostrado resultados satisfactorios. En algunos países b) el fortalecimiento del clima de los canales de comunicación; 12) es-
como Estados Unidos, esta clasificación es muy útil no sólo porque seguridad apoyado en la perspecti- tablecimiento de un sistema de de-
introduce un elemento básico para sistematizar las experiencias al- va de tolerancia cero, que ha sido nuncia de la violencia.
canzadas sino porque ambos tipos expresan con claridad la lógica alentada en Estados Unidos y por
que subyace tanto en la conceptualización de la violencia escolar organismos regionales, sobre todo ÚRSULA ZURITA UVERA
como en las propuestas de intervención que de ella se desprenden. a la luz del crecimiento del narco-

118 119
tráfico, el crimen organizado, la delincuencia común y otros pro- los asuntos escolares -sobre todo, en lo que se refiere a la violen-
blemas de seguridad pública muy extendidos recientemente en cia escolar-, a través del trabajo cooperativo y la colaboración
América Latina (OEA, 2008). entre iguales. Aquí se ubican proyectos que reconocen a los estu-
El segundo enfoque, también importante, es aquel situado al- diantes como personas en desarrollo a quienes se les proporciona
rededor de la convivencia, el cual tiene sus orígenes en Europa y una formación integral, que abarca lo cognitivo, afectivo y social
ha tenido una amplia influencia en América Latina. Por lo general a través del currículo. Los programas involucran a los jóvenes
este enfoque está presente de manera complementaria en la gran como actores protagónicos en el papel de agentes multiplicadores.
mayoría de las estrategias de intervención. Los resultados obtenidos han permitido comprobar que ayudar a
El tercer enfoque gira en torno a la ciudadanía y la cultura de los jóvenes a desempeñar estas actividades a lo largo de la estra-
paz y ha tenido una presencia indiscutible en la región de Amé- tegia, promueve el aprendizaje significativo al proporcionar un
rica Latina con un visible predominio en países como Colombia, contexto social más relevante que el de las actividades escolares
que ha vivido graves y largos conflictos internos en las últimas tradicionales y suponen la realización de tareas completas a lo
décadas. largo de toda la estrategia (Díaz Aguado, 2005). Al tratar al ado-
El cuarto enfoque está centrado en las habilidades para la vida. lescente como un profesional capaz de prevenir la violencia y al
En lo fundamental lo desarrolla y apoya la Organización Paname- proporcionarle el apoyo y la motivación necesarios, se favorece
ricana de la Salud y la OMS. Al igual que el enfoque de la convi- que pueda descubrir el significado que esta tarea tiene, de forma
vencia, éste tiene un papel complementario del resto. mucho más eficaz que sí se le pidiera que lleve a cabo, paso a
A partir de estos enfoques se determinan los lineamientos que paso, sus distintos componentes al estilo de los ejercicios tradi-
orientan su aplicación específica. Entre estos lineamientos están cionales. El enfoque de derechos concibe a las personas jóvenes
las estrategias de intervención cuya aplicación se centra en: a) como sujetos de derecho, sin distinción de ningún tipo, tomando
la perspectiva participativa de los estudiantes, b) la perspectiva como punto de partida los principios de integralidad, no discri-
ecológica, c) la perspectiva represiva, d) la perspectiva evolutiva, minación, igualdad social e impulsando su reconocimiento como
e) la perspectiva familiar y f) los programas individuales, que a actor estratégico de sus sociedades.
continuación se detallan.
La perspectiva ecológica
La perspectiva participativa de los estudiantes
Esta perspectiva alude a las condiciones de riesgo y de protección
La apuesta de esta perspectiva radica en la transformación de los en los complejos niveles de la interacción individuo-ambiente. A
estudiantes de actores pasivos en activos con mayor injerencia en partir de estos elementos se diseña la prevención con actividades

120 121
destinadas a mejorar tanto el ambiente como la representación explícitamente dicha práctica en las escuelas ni en los hogares, a
que de él y de sus posibilidades tiene el alumnado, incluyendo pesar de ser violatoria de los derechos de estos grupos.3 La relación
los diferentes escenarios escolares, familiares y de ocio en los entre la aplicación de sanciones y sus resultados sugiere que las
que transcurre su vida cotidiana, así como las conexiones entre suspensiones o bajas temporales o definitivas, por mencionar algu-
dichos escenarios, los medios de comunicación, y el conjunto de nas, no son medidas efectivas para enseñar conductas apropiadas a
las creencias y de las estructuras de la sociedad (Díaz Aguado et los estudiantes que se caracterizan por tener más llamadas de aten-
al, 2004:20). Con ello se evita que las estrategias de intervención ción, reportes y penalizaciones. A pesar de que no existen investi-
se circunscriban a las aulas y/o a las escuelas, evitando ignorar o gaciones que analicen de manera sistemática y objetiva estrategias
minimizar la violencia que sucede en su exterior, así como pensar de intervención basadas en este enfoque represivo, se sabe que este
que esa violencia es un problema cuya solución le corresponde enfoque tiene ciertos efectos que lejos de solucionar los problemas
a alguien más. En otras palabras, uno de los principales proble- los agrava y además produce otros, ya que recae en la permisividad,
mas de esta apreciación es que se desconoce la influencia que, la inconsecuencia, el autoritarismo y la represión.4
hoy por hoy, tiene la violencia social en el funcionamiento de Como lo señalan diversos autores, no hay ninguna duda de
cualquier institución escolar y que incide en aspectos diversos que las escuelas tienen la obligación de usar todos los medios a
como la asistencia, el rendimiento académico y, en general, en la su alcance para construir y mantener un entorno propicio para la
consecución de los propósitos esenciales de todo centro escolar: enseñanza y el aprendizaje. No obstante, a partir del estableci-
la enseñanza y el aprendizaje. miento en las escuelas de programas para asegurar la disciplina
escolar basados en los principios de Tolerancia Cero, extraídos
La perspectiva represiva de la política contra el narcotráfico impulsada a principios de los
noventa en Estados Unidos y desde entonces aplicada en múl-
Esta perspectiva ha alcanzado una valoración positiva en años re- tiples países, se ha incrementado la adopción de múltiples me-
cientes en contextos como el mexicano y latinoamericanos. Si bien didas punitivas y sancionadoras (leyes, reglamentos, protocolos
históricamente se ha reconocido al castigo físico como una opción
para sancionar o dar respuesta a la violencia, la indisciplina y otros 3 El informe de Sergio Pinheiro (2006) para las Naciones Unidas encontró que
el 58% de alumnos de América Latina y el Caribe están desprotegidos contra los
tipos de conductas inapropiadas de los alumnos en ¡as escuelas, es castigos físicos por parte de los docentes, directores y otras autoridades escolares.
un hecho que constituye una amenaza a la protección y defensa de De hecho, sólo en seis paises latinoamericanos (República Dominicana, Ecuador,
Honduras, Venezuela, Haití y Uruguay) existen leyes que prohiben explícitamente
los derechos de los niños, adolescentes y jóvenes (Naciones Uni- el castigo corporal o físico.
das, 2006). No obstante, en buena parte de los países del continente 4 Es indudable que en América Latina y el Caribe es urgente la elaboración de

americano la legislación nacional y local, por ejemplo, no prohibe estudios dedicados al examen de la aplicación, consecuencias y factores políticos
e ideológicos que caracterizan la perspectiva represiva.

122 123
de actuación, cámaras de seguridad, vigilancia policiaca) para mentalmente por el papel que po-
mitigar la violencia en las escuelas. Una cuestión importante es seen diversos factores familiares Existen distintos procedimientos
que hasta hoy se ignora su efectividad, a pesar de los altos costos en el desarrollo infantil. En el caso para manejar y resolver los conflic-
no sólo económicos sino políticos, en tanto que pueden consti- de familias con un funcionamien- tos, entre ios que se encuentran: la
tuir una seria amenaza a los derechos de los distintos integrantes to deficiente e insatisfactorio, se mediación, la negociación, el arbi-
de las comunidades escolares. han identificado ciertas prácticas traje o el dictamen, con diferentes
parentales y estilos de interacción metodologías: manejo de conflic-
La perspectiva evolutiva familiar que constituyen factores tos reales, conflictos simulados,
de riesgo para el abuso de sus- participación de mediadores par-
Las orientaciones de la perspectiva evolutiva se basan en el análi- tancias, la delincuencia y la con- tes o externos [...]. Los procesos de
sis de las condiciones de riesgo y de protección existentes en cada ducta criminal. En este contexto, resolución de conflictos se utilizan
momento evolutivo de acuerdo con las tareas y las habilidades algunos programas se concentran además con el objetivo de desa-
vitales básicas. El conocimiento y la comprensión de estas tareas en alterar el ambiente familiar me- rrollar actitudes de escucha activa,
son de gran utilidad para adecuar la intervención a cada edad, diante la aplicación, en especial, diálogo, conocimiento del otro o
favoreciendo el desarrollo de las habilidades críticas según los pe- de tres estrategias que han demos- para disminuir la violencia en las
ríodos vitales, consolidando los logros alcanzados y resarciendo trado ser efectivas: las visitas al escuelas.
las debilidades mostradas en edades previas. Desde esta perspec- hogar, el entrenamiento a padres y
tiva, la prevención debe fortalecer cuatro capacidades entre los los programas de terapia familiar. SILVIA CONDE FLORES
alumnos: a) que puedan establecer vínculos de calidad en diversos Estas estrategias están diseñadas
contextos, b) que sean eficaces en situaciones de estudio-trabajo; con el propósito de mejorar las relaciones familiares y construir
c) que impulsen su integración en grupos de iguales, y d) que un ambiente en el hogar que conduzca a un exitoso desarrollo in-
desarrollen una identidad propia y diferenciada que les ayude a fantil. Conviene destacar que la perspectiva familiar tiene, como
encontrar su lugar en el mundo permitiéndoles apropiarse y tener se observa, una conexión estrecha con la perspectiva evolutiva.
mayor control sobre su futuro.
Los programas individuales
La perspectiva familiar
Las formas más comunes de intervención individual promueven
Esta perspectiva reconoce la relevancia que tiene el ambiente fa- las competencias sociales y/o mejoran el déficit en adolescentes
miliar en las experiencias de prevención de la violencia, funda- problemáticos. En contraposición con los programas enfocados en

124 125
ambientes poco sanos, estas intervenciones intentan modificar los Selección de casos
pensamientos, creencias, actitudes o conductas de las personas.
Sin embargo, existen algunos programas con multicomponentes La selección de casos para la elaboración de este capítulo repre-
-tales como habilidades sociales, conductuales y cognitivo-con- sentó una tarea difícil por diversas razones. En primer lugar, por-
ductuales, mentores y tutores y supervisión y vigilancia comuni- que a pesar de la existencia de numerosas estrategias de interven-
taria- que combinan con gran éxito estrategias para el contexto y ción basadas en la prevención de la violencia escolar, existe poca
para los individuos. información sistematizada que documente de manera objetiva y
Las estrategias de intervención mezclan por lo general estas accesible los distintos elementos que integran cada una de ellas.
perspectivas. Con ello, se pretende tener resultados más eficientes En este sentido, se puede suponer que esta primera cuestión fue
y eficaces no sólo en la utilización de los recursos disponibles sino un criterio fundamental para la selección de los casos. Un criterio
en la elaboración de respuestas concretas que reconocen la com- no menos relevante, constituyó la variedad de elementos sustan-
plejidad que de suyo tiene la prevención de la violencia escolar. ciales de cada estrategia, tales como el enfoque, objetivos, estra-
tegias, resultados, fortalezas y debilidades, así como las lecciones
derivadas de su instrumentación de manera tal que se pudiesen
3.3 RASGOS DE LAS ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN, PREVENCIÓN Y ERRADI- conocer experiencias con resultados importantes para atender el
CACIÓN DE LA VIOLENCIA ESCOLAR problema de la violencia.
Existen otras experiencias que han sido identificadas por orga-
De las estrategias de intervención dirigidas a la violencia escolar nismos internacionales y regionales que, como producto de inves-
con mejores resultados en años recientes en diferentes países de tigaciones, registros nacionales y convocatorias, han sido difun-
nuestro continente y Europa, se pueden derivar lecciones útiles didas más allá de sus fronteras nacionales. Así, en el año 2000, en
para todos aquellos interesados en esta tarea. Con este fin, una el marco de la celebración del Año Internacional de la Cultura de
vez presentada la selección de los casos y los motivos principales la Paz, la Oficina Regional de Educación para América Latina y el
en que ésta se basó, el examen coloca la atención en varios aspec- Caribe de la UNESCO organizó un concurso sobre este tema entre
tos cruciales que posibilitan conocer a fondo estas intervencio- las escuelas asociadas a la UNESCO.5 Las mejores prácticas en la
nes, tales como el diseño, la puesta en marcha y la evaluación. La prevención y tratamiento de la violencia escolar fueron emprendi-
apuesta primordial de esta revisión sintetizada es ampliar el cono- das en cinco países de América Latina y el Caribe.
cimiento sobre la violencia escolar y motivar la reflexión crítica
sobre las posibilidades existentes para prevenir y disminuir este
5En esos años había 1 200 escuelas asociadas a la UNESCO en toda la región. Las es-
grave problema en las escuelas de nuestro país. cuelas participantes en el concurso sólo fueron 28, de las cuales 20 fueron de Uruguay.

126 127
Por su parte, el Programa de Promoción de la Reforma Educa- Así, tanto las mejores prácticas seleccionadas por la UNESCO
tiva en América Latina también realizó en la segunda parte de la como la serie Herramientas para la prevención de la violencia
primera década del año 2000 una selección de casos bajo el nom- escolar documentada por el PREAL proporcionan información
bre Herramientas para ia prevención de la violencia escolar, que útil para construir un pequeño y breve acercamiento a ese grupo
agrupa varias experiencias desarrolladas en nuestra región para de múltiples acciones que se han diseñado y puesto en marcha
prevenir la violencia escolar. en las escuelas latinoamericanas y caribeñas en los últimos años.
Sus objetivos están constituidos en función del foco que estruc-
CUADRO 1. ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN ELEGIDAS
tura la propia estrategia de intervención, ya sea los alumnos, las
Nombre de la estrategia escuelas, las regiones o el país en su conjunto.
País Fecha de inicio del programa
de intervención

Colombia Programa Habilidades para La iniciativa, impulsada originalmente por


la Vida la Organización Mundial de la Salud, em- Identificación del problema y diseño de la intervención
pezó a difundirse en Colombia en 1992,
pero no fue sino hasta 1 996 que el antiguo
Ministerio de Salud financió el proyecto
piloto desarrollado por Fe y Alegría para
La identificación del problema sobre el que se desea intervenir,
validar la metodología en el país. resulta un paso fundamental del cual no todo esfuerzo sale bien
Brasil Programa Paz ñas Escolas Comenzó desde el 2000, como parte de un librado. En la definición del problema aparecen ya algunas ideas
acuerdo entre la UNESCO y la Secretaría de
Educación de Río de Janeiro. explícitas e implícitas sobre los discursos y las perspectivas que
Inició en el año 2000 para abrir escuelas e
orientarán las estrategias en cuestión, como también acerca del
Brasil Abriendo Espacios
institutos durante el fin de semana para ni- origen del problema, sus manifestaciones y sus consecuencias en
ños que tienen poco o ningún acceso a la
educación. un contexto determinado.
Estados Unidos Proyecto de Prevención de la En 1995 se implantó por primera vez en co- Quienes tienen cierta experiencia en fases como ésta, sostie-
intimidación (Bullying Pre- munidades no metropolitanas de Carolina
vention Program) del Sur, Estados Unidos.
nen que los retos no acaban en la identificación del problema,
pues resulta bastante frecuente cometer diversas equivocaciones
Estados Unidos Proyecto de Promoción de Fue creado hace más de 1 5 años, en la Uni-
Estrategias de Pensamiento versidad de Pensylvania. En el 2011 se rea- a lo largo de este proceso como: construir un argumento circular
Alternativo (PATHS) lizó una nueva versión del curriculum del
programa. donde la solución está dentro del problema en el cual se desea
Proyecto Sevilla Antiviolen- Este programa empezó a desarrollarse en-
intervenir; confundir los síntomas o manifestaciones visibles con
España cia Escolar (Save) tre 1995 y 1998. los problemas reales; confundir las causas con las consecuencias;
Proyecto Contra ¡a Intimida- Comenzó entre 1991-1993. utilizar ante un problema nuevo, una solución ya elaborada; apli-
Inglaterra ción de Sheffield
car la misma solución a todos los problemas; diseñar soluciones
FUENTE: Krauskopf y OPS, 2006. específicas a problemas generales; asumir que sólo existe una

128 129
CUADRO 2. MEJORES PRÁCTICAS PARA LA PREVENCIÓN
Y TRATAMIENTO DE LA VIOLENCIA ESCOLAR (UNESCO) Escuela Primaria 21 Tratamiento de la violencia y Lograr que los alumnos aprendan y
de Agosto práctica de valores lleven a la práctica valores univer-
sales -como el respeto, la tolerancia,
j Nombre de la práctica en la
la fraternidad y la cooperación-, que
País Nombre de la escuela prevención y tratamiento de la Objetivos
incentiven el respeto de los derechos
violencia escolar humanos, una mejor convivencia so-
cial y permitan que la escuela cumpla
Colombia Colegio Distrital de Democracia y Derechos Huma- Construir una escuela democrática cabalmente con su función formativa.
Educación Básica y nos en la Escuela Formal que permita la vivencia tanto de la México
Media Rodrigo Lara protección como de la promoción de Escuela Secundaria Para poder alcanzar una vida fun- Proporcionar a los alumnos un am-
Bonilla los Derechos Humanos, llegando a Técnica número 12 damentada en !a no violencia biente en el que se construya el respeto
convertirlos en una forma de actuar y se practiquen a diario valores univer-
en la sociedad y, básicamente, en una sales dirigidos a la formación de una
forma de vida. enseñanza que explique y ponga en
práctica, vivencialmente, las razones
Centro Educativo Dis- Prevención y tratamiento de la Lograr excelencia en el proceso por las cuales todos los seres humanos
trito Sana Inés violencia en las Escuelas Asocia- educativo mediante la programación merecemos vivir en un medio que pro-
das de Colombia y desarrollo de las actividades pro- porcione derechos, respeto y paz.
tagonizadas por los diferentes esta-
mentos de la comunidad según sus República Secretaria de Estado de Formación de Jóvenes Líderes Crear una masa critica de jóvenes
necesidades, intereses, expectativas Dominicana Educación y Cultura para la Paz comprometidos con un proyecto de
y aspiraciones para mejorar la calidad sociedad y de futuro, para que se
de vida. Proyectar la escuela para la asuman como líderes democráticos
convivencia, el arte, la recreación, la y como difiísores y propulsores de
tecnología y el aprovechamiento del valores de paz, respeto a los derechos
tiempo libre mediante la creación de humanos y tolerancia.
la jornada única como complemento
Colombia de su formación personal. Escuela número I Proyecto Crecer con Amor Prevenir la violencia en la escuela
Artigas mediante una preparación que invo-
Instituto Nacional de Prevención de la Violencia en las Revitalizar el rol de la escuela como lucre a la comunidad educativa en su
Enseñanza Media Di- Escuelas formadora de hombres y mujeres ca- totalidad en torno a la comprensión
versificada José Manuel paces de ejercer responsablemente su de valores, derechos y deberes bási-
Rodríguez Torices libertad y, por consiguiente, ser bus- cos de todos los seres humanos.
cadores de paz. Uruguay
Estrechar a la familia y a la escuela, Todos ios niños pueden aprender Establecer, paralelamente a las activi-
para que en su trabajo conjunto sea Escuela número 65, a jugar dades formativas y creativas, activi-
posible reflexionar y lograr solu- Juana Elizalde de dades socializantes que armonicen y
ciones frente a la violencia a escala Urán. Departamen- revaloricen la hora del recreo.
nacional como ante la violencia en el to 33 Promover acciones que revaloricen
ámbito familiar.
la convivencia, ía tolerancia, la so-
lidaridad y la cooperación para así
El Salvador Ministerio de Educa- Programa de prevención y dis- Prevenir y disminuir los niveles de
poder revertir situaciones negativas
ción de El Salvador minución de la violencia estu- violencia estudiantil en las institucio-
que se presenten tanto en la escuela
diantil6 nes educativas de nivel medio.
como en el hogar.
FUENTE: UNESCO, 2001.

6 De las mejores prácticas elegidas por la UNESCO, dos casos nacionales son singu- tiples instituciones educativas públicas y privadas. En este caso la selección no se hace
lares: el salvadoreño y el dominicano. El primero porque no se trata de una escuela únicamente por escuela sino por los jóvenes estudiantes entre 15 y 24 años de ambos
sino de un programa diseñado e instrumentado por el Ministerio de Educación en las sexos quienes, a su vez, fueron escogidos por sus compañeros. A estos jóvenes se les
instituciones educativas del nivel medio. El segundo es un programa realizado en múl- capacita y posteriormente ellos implantan dicho programa en sus escuelas. > ':.

130 131
lución para cada problema; menospreciar o exagerar la gravedad vención, de la construcción de un discurso sólido y convincente.
del problema; definir un problema sin una cuidadosa reflexión ob- Los enfoques de las estrategias tienen ciertas ideas que responden
jetiva e informada; tener una visión de corto plazo orientada sólo a esta característica; por ejemplo, cuando se habla en los casos
a las cuestiones urgentes; o considerar que cualquier problema se latinoamericanos de cultura de paz, convivencia, derechos huma-
puede resolver de manera inmediata (Zurita, 2008a). nos, participación juvenil, o temas más delimitados al espacio de
Sin duda, la identificación de problemas requiere un conjunto las instituciones educativas, como el clima escolar en las estrate-
de habilidades que evite caer en errores como ésos, pues aunque gias estadounidenses, española e inglesa. Este hecho es aún más
parezcan asuntos insignificantes pueden ser la anticipación del convincente si se considera la singularidad de los contextos polí-
fracaso. En este sentido, se debe subrayar que la identificación del ticos en que se desarrollaron dichas estrategias, de modo tal que
problema supone, ante todo, un aprendizaje individual y colectivo se asocie la estrategia con procesos políticos más amplios, tales
puesto que implica comprender y explicar de un modo distinto y como la democratización, la pacificación, el combate a la violen-
razonado la realidad que nos rodea. Así, frente a esas equivoca- cia social, entre otros.
ciones comunes se recomienda: generar nuevas aproximaciones
al problema identificado; aprovechar la experiencia laboral y pro- Metodologías
fesional de las personas participantes en el equipo; observar el
problema desde diversas perspectivas; aprovechar la información Cuando se habla de las metodo-
disponible; transitar de visiones subjetivas y parciales -ya sea de logías, en principio pareciera que
las personas o de los equipos-, a visiones objetivas, informadas y uno se adentra en el mundo del Al parecer los mismos estudiantes
compartidas de un problema dado; asumir una visión más amplia lenguaje académico. Sin embar- pueden ser muy efectivos a la hora
que rebase el corto plazo; desafiar las soluciones conocidas; iden- go, el propósito de este subapar- de reducir la violencia escolar. La
tificar diferentes soluciones para elegir la más apropiada según tado es que el público interesado incidencia de esta conducta puede
ciertos criterios; imaginar diversos desenlaces en función de posi- en las estrategias creadas para el reducirse sustancialmente, si los ni-
bles opciones, destacando consecuencias deseadas, no deseadas, tratamiento de la violencia es- ños asimilan que deben intervenir
costos, entre otras; elegir la mejor alternativa en función de cri- colar, posea algunos referentes cuando tiene lugar la violencia es-
terios objetivos, colectivos, pertinentes y relevantes, entre otros básicos que le permitan precisar colar, en vez de simplemente man-
(Zurita, 2008a). una estrategia de intervención tenerse al margen y ser cómplices
En lo concerniente a los enfoques y objetivos que guían las de acuerdo con las metodologías de este «cáncer social».
intervenciones seleccionadas, buena parte de su éxito depende de utilizadas. Para ello es necesario
BARONYBYRNE
la identificación del problema y el subsecuente diseño de la inter- mencionar aquellas investigacio-

132 133
nes que han sistematizado información sobre dichas estrategias, cas, valores y concepciones profunda e históricamente arraiga-
como la de Krauskopf y la OPS (2006), en la cual se identifican das en las escuelas. Esto es, estrategias de intervención como las
debilidades y fortalezas respecto a las metodologías empleadas elegidas, por ejemplo, en el fondo trastocan el modelo vigente
para la producción y la recopilación sistemática de la informa- de las escuelas y de los principios asociados al orden, la disci-
ción, así como para la construcción de indicadores, tareas que plina, la autoridad, el control, el conocimiento que organizan y
son concebidas indispensables para el seguimiento y la evalua- le dan sentido a su funcionamiento cotidiano.
ción de las estrategias. Este conjunto de metodologías ha guiado la realización de
Al examinar las estrategias de intervención, se observa que actividades puntuales como la impartición de pláticas, talleres,
una parte importante de ellas recurre a metodologías participati- cursos, diplomados que se proponen desde la sensibilización y
vas, socio-afectivas, en tanto otras se basan en los planteamien- concientización entre múltiples actores sobre la violencia escolar,
tos de educación para, de y en derechos humanos, así como de sus causas, expresiones, lógicas y consecuencias hasta la forma-
la cultura de paz y la resolución no violenta de los conflictos. En ción y desarrollo de ciertos conocimientos, habilidades y técnicas
este contexto, las metodologías son acordes con las perspecti- por parte de personajes escolares clave que pueden tener mayor
vas conceptuales y los enfoques que constituyen su eje rector y injerencia directa, estratégica y cotidiana sobre su prevención,
los cuales, en términos generales, están basadas en dos plantea- tratamiento y erradicación.
mientos cruciales: uno, el reconocimiento del papel activo, cola-
borativo y propositivo de los actores, donde se crean y redefinen Implantación
canales para la expresión, comunicación y participación de múl-
tiples integrantes de las comunidades escolares sobre numerosos Las intervenciones elegidas permiten observar los múltiples re-
temas y tópicos que por tradición han estado reservados a la cursos movilizados para alcanzar los objetivos planteados. Estas
decisión de unos cuantos, por lo general las autoridades educati- intervenciones se dirigen a escenarios determinados: algunas se
vas y escolares (directores y docentes). Dos, el involucramiento enfocan en las aulas y las escuelas, otras en ciertas zonas escola-
estrecho entre la escuela, la familia y la comunidad. Algunas res y otras más en determinados contextos geográficos como los
iniciativas, de hecho, lanzan como apuesta para la prevención de municipios, las entidades federativas o las regiones. Hay también
la violencia escolar, la apertura de las escuelas a la familia y la otros criterios importantes como los tipos de escuelas en las que
comunidad. Sin estos planteamientos sería vano aspirar a la pre- se desea operar y que son determinados de acuerdo con caracte-
vención, disminución y erradicación de la violencia, puesto que rísticas del nivel educativo, la modalidad del servicio, el tamaño,
emprender acciones de distinta naturaleza que en verdad tracen el turno. Otras en cambio se diseñan para funcionar en escuelas
estos objetivos, implica la transformación de dinámicas, prácti- que poseen rasgos singulares vinculados a los tipos y prácticas de

134 135
violencia escolar, el tipo de comunidad escolar según composi- te de todos, ya sea su ampliación o reducción; y, finalmente, 7) los
ción étnica, socioeconómica o religiosa, por ejemplo. De hecho, modelos de evaluación (de diseño, de procesos, de resultados, de
es común hallar estrategias que, según criterios puntuales como impacto) cambiaron en el tiempo.
éstos, comienzan a manera de prueba piloto y después de un tiem- Un elemento indispensable de toda evaluación es poseer un
po se extienden hacia otros contextos, ámbitos y tipos de escuelas. conjunto de evidencias que respalden sus resultados. De hecho,
tal como lo muestran los casos aquí estudiados, estas evidencias
Evaluación también pueden tener otras funciones asociadas con la producción
de información sistemática sobre diversos elementos constituti-
Un aspecto que convierte a una acción en una estrategia es la vos de la violencia escolar a lo largo de la intervención, o bien
evaluación planificada, sistemática y objetiva que se realiza en como fuente para recabar información para investigaciones aca-
diferentes momentos de su existencia, aunque por lo general se démicas en curso o futuras.
concentra en el diseño y la instrumentación. La información deri-
vada de la evaluación de las estrategias ayuda a vislumbrar ciertas Dificultades
razones que explican el desarrollo y desenlace de estos esfuerzos;
pero también contribuye a identificar posibles caminos opcionales Como cualquier esfuerzo por transformar o modificar la realidad,
para asegurar, con mayor probabilidad y/o certeza, la obtención las estrategias de intervención examinadas en estas páginas en-
de más y/o mejores resultados en torno a propósitos similares. frentaron diversas dificultades en el cuadro de su implantación.
Las evaluaciones de las estrategias de intervención elegidas Dichas dificultades se expresaron en diversos ámbitos sin circuns-
muestran varios rasgos comunes que conviene resaltar: 1) la eva- cribirse a las aulas o las escuelas. Pero aunque así lo hicieran, al-
luación fue programada con antelación; 2) fue realizada en di- terar el diseño institucional y el funcionamiento escolar cotidiano
versos momentos de la implantación; 3) se emplearon diferen- a través de programas que buscan promover la convivencia, mejo-
tes recursos; 4) la información proporcionada fue empleada para rar el clima escolar o crear una cultura de paz, provoca cierto tipo
identificar los resultados no deseados y emprender otras vías de de reacciones que pueden obstaculizar las actividades diseñadas.
solución, precisar objetivos o redefinir estrategias, metodologías, Por lo demás, la diversidad y el compromiso de múltiples
técnicas, recursos; 5) sus resultados parciales fueron divulgados actores escolares (directores, docentes, alumnos, padres de fa-
para reforzar el apoyo hacia estas intervenciones; 6) los paráme- milia) y no escolares (autoridades y funcionarios educativos,
tros poblacionales, espaciales y temporales donde estas interven- expertos, vecinos de la comunidad, políticos, legisladores, re-
ciones operaban al inicio, después del seguimiento y su evaluación presentantes de medios de comunicación, policías, entre otros)
experimentaron algún cambio, ya sea una modificación importan- que de algún modo están involucrados en estas tareas, pueden

136 137
ser otra fuente de la oposición al cambio. Esta situación puede La intervención sobre la violencia escolar produjo modificacio-
agudizarse si, además, hay una constante rotación del personal nes relevantes no sólo en las relaciones entre los alumnos, en-
docente y directivo de las escuelas o de las autoridades en el tre éstos y sus maestros o entre los diversos actores escolares.
sistema educativo. Estas modificaciones se expresaron, a su vez, en las dinámicas
Hay un conjunto de cuestiones secundarias que pueden con- institucionales, el clima y las culturas escolares, los modelos de
vertirse en verdaderas dificultades y, en determinadas circuns- gestión y la vida escolar diaria. De hecho, en algunos casos se
tancias, conducir incluso al fracaso absoluto de algunas inter- trastocaron los sentidos y significados de principios vitales para
venciones. Por ejemplo, la disponibilidad de financiamiento o de el funcionamiento de cualquier escuela y que están asociados
materiales -como folletos, guías, videos, cursos, libros, equipo de con la autoridad, el poder, la responsabilidad, el reconocimiento
cómputo, etc.- en tiempo y forma constituyen el eje articulador de de la diferencia, la tolerancia, la cooperación. De manera espe-
las actividades cotidianas que supone la implantación de alguna cial sobresale el reconocimiento de la participación de varios
estrategia en particular. actores escolares, sobre todo de aquellos a los que usualmente
De las cuestiones que pueden transformarse en verdades difi- se les concibe como actores pasivos o invisibles en la gestión
cultades -según las estrategias de intervención examinadas aquí-, escolar, o a los que se les adjudican determinadas tareas, como
se enlistan la oportuna y consistente definición de la población, los alumnos y los padres de familia.
el contexto escolar o el ámbito geográfico en el cual se desea lle- Los casos indican que hay ciertas metodologías y estrategias que
var a cabo la estrategia, la congruencia entre el diseño e instru- resultan ser más eficaces que otras. Por ejemplo: trabajar con
mentación de la estrategia así como con la legislación vigente en grupos pequeños a diferencia de hacerlo con grandes colectivos;
la materia, y, entre otras, la conexión entre los equipos técnicos, prever el tipo de cursos más pertinentes para docentes y otras
operativos y académicos involucrados en las acciones. autoridades escolares en contextos de alta rotación de personal;
fijar acciones teniendo en cuenta la singularidad de cada escuela,
Lecciones aprendidas permitiendo cierta flexibilidad en dichos procesos de forma que
se adecúen a las trayectorias escolares particulares; propiciar la
Como cualquier acción humana, las estrategias de intervención participación espontánea y organizada de diferentes actores es-
pueden ser mejoradas. Para lograrlo, resulta oportuno conocer las colares en lugar de asignarles con anticipación una colaboración
opiniones y sugerencias basadas en la reflexión crítica y susten- específica; tomar decisiones respecto a esas formas de trabajo,
tada de los propios actores responsables de su diseño, funciona- pero como resultado de un seguimiento y evaluación sistemática
miento y evaluación. Entre los más relevantes, según el informe de los equipos directivos, técnicos y logísticos responsables de
elaborado por Krauskopf y la OPS (2006), destacan las siguientes: la implantación de cada estrategia.

138 139
• Las intervenciones estudiadas confirman la apremiante necesidad cual no elimina, como se verá en el siguiente apartado, la existencia
de documentar sus procesos y resultados así como de generar in- de desafíos comunes que comparte dicha gama de actores, como
formación sistemática y objetiva de sus evaluaciones. Ello contri- también hay otros que le corresponden casi de forma exclusiva a
buiría a la construcción de mejores opciones para la intervención cada actor interesado en colaborar en estrategias como éstas.
sobre la violencia escolar para los grupos participantes pero tam-
bién para todos aquellos interesados en considerar su experiencia.
• En algunas estrategias fue evidente el reducido conocimiento 3.4 DESAFÍOS DE LAS ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN
que se tenía al inicio sobre la violencia escolar y sus múltiples
manifestaciones, lógicas, dinámicas, causas y efectos. No obs- El examen de algunas de las principales estrategias de intervención
tante, hubo algunas intervenciones que, a pesar de que no tenían en materia de violencia escolar, según los parámetros de la Orga-
entre sus principales objetivos la producción de conocimiento, nización Mundial de la Salud, las Naciones Unidas, la UNESCO,
lograron generar y profundizar el conocimiento sobre la violen- el PREAL, así como diversas organizaciones de la sociedad civil
cia escolar en sus entornos y países. y expertos situados en diferentes latitudes, confirman que si bien
la violencia escolar es un complejo y acuciante problema en la
En síntesis, las estrategias analizadas en las páginas anteriores actualidad, también es un fenómeno que, aun en las condiciones
reiteran que no existen fórmulas mágicas ni únicas que resuelvan in- más adversas, se puede prevenir y evitar.
mediata ni absolutamente la violencia escolar. Asimismo, confirman Además de esta lección, que estimula el diseño de nuevas y re-
que aquellas experiencias que sólo se enfocan en la prevención de la novadas estrategias de intervención, hay varias otras que conviene
violencia en las aulas o las escuelas, por ejemplo a través de cursos reiterar. Como en otras experiencias participativas, tomar en cuenta
de mediación de conflictos o de bullying sin considerar el entorno desde la construcción e instrumentación colectiva del proyecto el
familiar, comunitario y social, pueden tener resultados menos sa- conocimiento y experiencia que cualquier persona posee y puede
tisfactorios que aquellas otras que, desde una perspectiva integral y aportar, constituyen un punto de partida que favorece no sólo la rea-
multidimensional, emprenden acciones que buscan tomar en cuenta lización de un trabajo informado, colectivo, reflexivo, colaborativo
la complejidad que distingue hoy en día a este tipo de violencia. y estratégico, sino también aumenta la probabilidad de lograr los
Desde esta postura es indiscutible que la atención dirigida a este pro- objetivos planteados. En el caso de la violencia escolar, tal como se
blema no reside de forma exclusiva en las autoridades escolares ni vio, los esfuerzos que valoran positivamente y estimulan la colabo-
en las educativas y que, en consecuencia, son múltiples actores gu- ración de los diferentes integrantes de las escuelas y ambientes ex-
bernamentales y no gubernamentales quienes tendrían que empren- ternos para la operación de estrategias de intervención, sobresalen
der acciones diseñadas e instrumentadas con mejores estrategias. Lo por los resultados satisfactorios alcanzados.

140 141
Aunado a ello, resulta no me- En este marco, aquellos programas, proyectos y acciones que
La aplicación del autocontrol, partí- nos satisfactoria la revaloración frente al incremento de la violencia escolar y su singular concep-
cularmente en lo relativo a las emo- de la participación de los alum- ción como un reflejo de la violencia social, diseñan propuestas
ciones destructivas, con frecuencia nos, los padres de familia, otros desde enfoques centrados en la seguridad pública, la denuncia y
empeora el conflicto. agentes escolares e, incluso, de el establecimiento de medidas como la revisión de las mochilas,
actores externos a las escuelas. la instalación de cámaras, el apoyo de algún policía, autoridad
SILVIA CONDE FLORES En este contexto es necesario escolar o padre de familia en los horarios de entrada y salida, el
reiterar que si bien la principal uso permanente de identificación escolar o las iniciativas que pro-
preocupación de buena parte de los equipos de estas estrategias ponen «tipificar» el bullying como un delito, parecen no tener los
es la prevención y disminución de la violencia escolar, los es- resultados deseados.
fuerzos que de éstas se derivan provocan consecuencias que por Con medidas como ésas, además de lograr que las escuelas to-
lo general no estaban planeadas al inicio y que al articularse con men no sólo la apariencia sino el funcionamiento de las prisiones
cuestiones tales como la construcción y el fortalecimiento de la (Thompkins, 2000), se genera un ambiente y clima escolar con un
ciudadanía democrática, la participación social, la cultura de la alto impacto negativo sobre el desarrollo moral y social que debe
paz, la inclusión social, la equidad, el desarrollo comunitario, guiar todo proceso educativo, pues las escuelas se transforman en
entre otros, contribuyen a la consecución de los propósitos plan- espacios donde la confianza, la solidaridad, la empatia, la cordia-
teados. Esto significa que concentrar los esfuerzos exclusiva- lidad y lealtad entre sus integrantes brilla por su ausencia (Wel-
mente en la violencia escolar y algunas de sus manifestaciones sh, 2000). En este sentido, aquellas iniciativas y estrategias que
específicas, como el acoso y maltrato entre pares, no garantiza a se adscriben a esas corrientes más conservadoras y autoritarias,
la larga buenos resultados, sobre todo aquellos vinculados con la como las que se engloban en la Tolerancia Cero, ponen en riesgo
verdadera prevención de la violencia escolar. Aquí tiene que ver la defensa y protección de los derechos de los integrantes de las
la singularidad de la violencia escolar cuya complejidad en tanto comunidades escolares y en especial de los niños, adolescentes y
fenómeno multicausal, multidimensional, en constante cambio jóvenes, pero además muestran un profundo desconocimiento de
y, lo más grave, pudiendo llegar a ser funcional y natural en el la violencia escolar, su lógica, causas e implicaciones.
contexto de ciertas dinámicas escolares cotidianas, lleva a que Como se dijo arriba, resulta fundamental entender los meca-
la implantación de medidas dirigidas a su prevención implique, nismos por los que la violencia escolar se incrusta y se vuelve
de forma inevitable, la alteración de lo que tradicionalmente se funcional en las complejas dinámicas escolares cotidianas. Para
ha entendido en las escuelas como autoridad, poder, conflicto, ello, un primer paso consiste en reconocer que el funcionamiento
participación, voluntad, acción y convivencia. de toda institución escolar está basado en la aplicación de cier-

142 143
ta violencia legítima basada en medidas de control y disciplina funcionamiento de la estrategia de intervención; el escaso o nulo
escolar (Gómez, 2005). Desde esta perspectiva, ciertas manifes- apoyo por parte de participantes más relevantes; la difusión erró-
taciones de la violencia, sin duda, desafían el conjunto de reglas nea de la estrategia entre los actores y en los ámbitos clave, entre
que norman a las escuelas, pero este comportamiento violento otros. Es en este sentido que la planeación, la estimación anticipa-
por parte de algunos miembros escolares puede ser resultado de da de posibles soluciones, así como la evaluación correctiva du-
aquellas medidas de control y disciplinarias, del clima escolar rante la implantación, emergen como tareas cruciales a considerar
que éstas configuran, de las formas en que los alumnos, docentes desde el diseño de la estrategia de intervención con el propósito
y las autoridades escolares son tratados, así como de los criterios de garantizar los resultados deseados.
de injusticia /justicia, parcialidad / imparcialidad, subjetividad No hay duda de que el diseño, implantación y evaluación de
/ objetividad que sustentan la aplicación de esas disposiciones. una estrategia de intervención es, por sí mismo, un proceso com-
No obstante, por lo común este tipo de violencia no se concibe plejo, más todavía si quiere apegarse a ciertos principios de la
en las escuelas o entre las autoridades escolares (directores, do- gobernanza relativos a la articulación entre múltiples y muy di-
centes) como producto del diseño de las instituciones escolares, versos actores a partir de la consideración de que sólo así es posi-
sino se atribuye a la rebeldía e indisciplina de los alumnos —en ble atender un problema tan complejo como la violencia escolar
algunos casos considerada propia de la edad, como sucede en- (Aguilar, 2010; Zurita, 201 le, 201 Id). No obstante, hay ciertos
tre los alumnos de secundaria-, o bien del carácter conflictivo e aspectos que confirman la existencia de un contexto político e his-
inconforme de otro tipo de personajes escolares, como algunos tórico propicio para emprender estrategias de intervención sobre
docentes (Gómez, 2005). la violencia escolar, como son los intereses expresados por múl-
Por ahora vale la pena detenerse en el subapartado referente a tiples actores en torno a la prevención de este fenómeno, dando
las lecciones aprendidas, sobre todo en aquellas políticas adminis- por hecho que no es un problema natural ni tampoco inevitable.
trativas, institucionales, técnicas y logísticas, pues hay varias que, En consecuencia, también se advierte la diversificación de los dis-
sin duda alguna, se podrían considerar para prever mejores resul- cursos -relativos al fortalecimiento de la democracia, al respeto y
tados, con acciones más eficaces y eficientes en un país como Mé- defensa de los derechos humanos, y particularmente de los dere-
xico y que tienen que ver con, por ejemplo, la rotación constante chos de niños, adolescentes y jóvenes; al derecho a la educación;
del personal docente y directivo escolar; la entrega a destiempo a la protección de la salud, el bienestar, la inclusión, el desarrollo
de los recursos necesarios para el buen desarrollo del programa, social y hasta la seguridad pública, entre otros- desde los cuales
proyecto o acción; la burocratización de los procesos administra- se justifican ampliamente las acciones en la materia.
tivos y sus graves consecuencias en la operación cotidiana; las Tales cambios no son de ningún modo menores, pues a dife-
diferencias entre el perfil deseable y el real de los responsables del rencia de un par de décadas atrás, cuando en países como Méxicq

144 145
se carecía de programas, proyectos y acciones dirigidos explícita- micos. A raíz del Programa Escuela Segura, se desencadenaron
mente a la prevención de la violencia escolar -o, en el mejor de los múltiples acciones bajo la responsabilidad de una amplia gama de
casos, había algunas cuantas pero de reducido alcance, visibilidad, actores. Entre las acciones de mayor peso sobresale, por su natura-
apoyo e impacto-, hoy se puede afirmar sin temor a equivocarse leza, la creación de leyes en Tamaulipas, Sonora, Nayarit, Puebla,
que uno de los principales retos que enfrenta este amplio abanico Veracruz, Distrito Federal, Michoacán y Yucatán abocadas, por
de actores que emprenden múltiples estrategias de intervención primera vez en la historia de este país, a los temas de convivencia,
no se circunscribe a la cantidad sino a la calidad. La explosión seguridad y violencia en las escuelas mexicanas. Dado el alcance
que hoy vive la violencia escolar -ya sea como detonador de la e impacto que indudablemente tendrán, en el capítulo siguiente se
acción política, como objeto de estudio, como interés ciudadano o examinan dichas leyes con cierto grado de profundidad.
como preocupación de los medios de comunicación- puede llegar Ese breve recuento permitirá reflexionar acerca de cómo la
a ser sólo una moda pasajera sin mayores consecuencias o, por administración federal consideró la prevención de la violencia
el contrario, un motor para la transformación no sólo de nuestras escolar en el año 2006, y cómo después de seis años, considera
escuelas sino también de nuestras sociedades. y actúa tanto en el Distrito Federal como en las siete entidades
En ese sentido, el capítulo siguiente muestra un panorama na- mencionadas arriba.
cional en torno a las principales actores, discursos y acciones que
en estos últimos aflos se llevaron a cabo y que iniciaron de manera
muy importante con la creación del Programa Escuela Segura en
febrero de 2007, concebido como la respuesta del gobierno enca-
bezado por Felipe Calderón al grado de vulnerabilidad en que se
hallaban los niños y jóvenes mexicanos ante la inseguridad y la
violencia en las escuelas y su entorno.7 Desde este punto de parti-
da, el alcance del programa no tiene ningún antecedente cercano
pues, en pocas palabras, se reconoció públicamente esta situación
que, como ha sucedido en otros países, regiones y continentes
del mundo, había sido ocultada o minimizada por las autoridades
educativas, escolares, docentes, alumnos, padres de familia, como
también por los medios de comunicación, gobernantes y acadé-

7 Sitio electrónicohttp://www.presidencia.gob.mx/prensa/discursos/?contenido=28908
Consultado el 18 de mayo de 2012.

146 147
Capítulo 4
Actores, discursos y principales
acciones en torno a la violencia
escolar en México
Quebrantar la disciplina suponia padecer las varas
de membrillo. El maestro iba y las metía en la arena,
las regaba, y luego las sacaba ya flexibles. Un día,
ingenuamente, le dije al maestro: «Si las saca todos
los días, no le van a alcanzar». Y se disgustó. En las
escuelas lancasterianas donde yo estuve, acostum-
braban castigar a quien no estudiaba, colocándole las
orejas de burro.
ISIDRO CASTILLO: Historia de la educación en Mé-
xico en el siglo XX contada por sus protagonistas.

INTRODUCCIÓN

Durante la década pasada adquirió cada vez mayor visibilidad el


fenómeno de la violencia escolar en México. Si bien múltiples ac-
tores dirigieron su atención hacia este fenómeno, dicha atención
se concentró al inicio en la educación básica y en especial en las
escuelas públicas. El hecho no es casual ya que uno de los princi-
pales detonantes fue la creación por decreto presidencial del Pro-
grama Escuela Segura, el cual comenzó a operar en el ano 2007 en
educación básica. A pesar de que hasta ahora en nuestro país no ha
existido, en estricto sentido, una política pública encaminada a la
prevención de la violencia escolar, existe un vasto y heterogéneo

151
conjunto de acciones nacionales, acompañan y caracterizan las intervenciones sobre la violencia
México es el país con el ambiente regionales? estataleS5 municipaies
escolar, ya sea para su prevención, atención, erradicación y, en
escolar más violento en secunda- Q delegacionales con dicho pro.
algunos casos, hasta para su sanción y reparación. La segunda
ria entre 24 países estudiados; el pósito qug £xhiben un abanico de
parte hace énfasis en el Programa Escuela Segura. La tercera
61% reporta que hay intimidación, metodologíaS) recursos? perdurabi.
parte hace un breve recuento de la legislación mexicana dirigi-
abuso, agresión verbal entre estu- resultados y estrategias. En
da a la convivencia, la seguridad y la violencia en las escuelas
diantes y el 51%, según este estudio §u realización intervienen distintas mexicanas, concentrándose en algunos rasgos de las leyes hasta
realizado por la Organización para secretarías de Estadf)) dependen- ahora existentes en esta materia, promulgadas en Tamaulipas,
la Cooperación y el Desarrollo Eco- ^ gubemamentaleS) organismos Sonora, Nayarit, Puebla, Veracruz, Distrito Federal. Yucatán y
nómico (OCDE), señala que entre la ^^ comisiones de derechos Michoacán. Finalmente, se sintetizan los principales hallazgos y
comunidad estudiantil hay uso o human()S9 organizaciones dviles> resultados del análisis.
posesión de drogas o alcohol. universidades! organismos interna-

cionales, medios de comunicación,


MARIO DELGADO,
.. . . ... ., . .......* entre otros actores.
secretario de Educación del Distrito
4.1 ACTORES, DISCURSOS Y PRINCIPALES ACCIONES EN TORNO A LA VIOLEN-
pe(leral En este contexto, y conside- CIA ESCOLAR EN MÉXICO
rando el Programa Escuela Segura
como una referencia esencial, el presente capítulo tiene el propósito La amplia gama de estrategias de intervención sobre la violen-
de identificar algunos de los actores, discursos y acciones princi- cia escolar diseñadas e instrumentadas en las últimas décadas en
pales en torno a la prevención de la violencia escolar en México buena parte de los países del mundo, confirma la gravedad de un
que permita conocer y comprender el estado que guarda esta tarea. fenómeno que, conforme transcurre el tiempo, es más difícil de
Como suele suceder, tan amplia diversidad corre el riesgo de perder atender. Por ello resulta apremiante conocer algunos elementos
eficacia, así como de provocar el dispendio de recursos al no ofre- básicos respecto de los actores y los discursos que en México han
cer esfuerzos articulados e integrales. En razón de ello, este último tenido mayor presencia en el ámbito público con el propósito de
capítulo permitirá tener un mayor y mejor conocimiento de las ac- intervenir sobre la violencia escolar.
ciones realizasdas y por realizar en nuestro país.
Las páginas siguientes están organizadas en cuatro partes. La Actores y discursos
primera identifica en términos generales algunos de los princi-
pales actores, discursos y acciones que recién se han construi- Como muchos otros problemas que en la actualidad agobian a
do y emprendido respecto a los múltiples objetivos que definen, nuestras sociedades, la violencia escolar es un fenómeno comple-

152 153
jo, multidimensional, en constante transformación, sensible a la desigualdad, exclusión y pobreza que, a la par del autoritarismo,
emergencia y profundización de otros problemas que, a nivel na- la corrupción e ilegalidad, impiden emprender acciones que pro-
cional y global, se suscitan en los órdenes político (incremento de pongan soluciones integrales a este fenómeno que trasciende a las
la violencia social, narcotráfico, crimen organizado), económico escuelas.
(migración, pobreza, desigualdad), social (rnulticulturalismo, di- De todas formas, hay una característica de las acciones diri-
versidad) y cultural (discriminación, identidades colectivas). Des- gidas contra la violencia escolar que se debe resaltar, y es que su
de esta perspectiva conviene recordar que la violencia escolar: prevención, tratamiento y erradicación requiere la participación
de múltiples actores ubicados en escalas diversas (ver Figura 1).
[...] obedece a múltiples factores psicológicos, biológicos,
económicos, sociales y culturales. Los fenómenos que acom- FIGURA 1. ACTORES INTERVENIENTES EN LA PREVENCIÓN DE
pañan al comportamiento violento cruzan, constantemente, LA VIOLENCIA ESCOLAR
las fronteras entre el individuo, la familia, la comunidad y
la sociedad. A su vez, la violencia tiene consecuencias que
Generan iniciativas a través del consenso
abarcan diversos ámbitos: individuales, familiares, comunales upa
y sociales. La propia multidimensionalidad de la violencia Organismos regionales

genera distintas manifestaciones de la misma o distintos tipos Gobiernos nacionales Buscan construir y poner en marcha
con la fmaJidad de prevenir Ja
de violencia, los cuales tienen particularidades específicas
Autoridades y
cuando se trata de niños, niñas y adolescentes que la viven o funcionarlos del
Participan en la elaboración de políticas,
que la han sufrido y ...[además]... tiene diferentes facetas y ¡m
Organizaciones de la
grados de intensidad (Naciones Unidas, 2006:22). sociedad civil
Colaboran en la implementación de las
distintas acciones gubernamentales y no
Aunado a lo anterior, en el caso de América Latina y el Caribe,
las expresiones de la violencia escolar se caracterizan por un alto Académicas

grado de heterogeneidad, la cual surge a la luz del tipo de ámbito FUENTE: ELABORACIÓN PROPIA.
(rural o urbano), de región, de ciudad y dentro de ésta, según la
edad, el sexo, la etnia, el status migratorio, la apariencia física y
Este planteamiento coincide con otra concepción de la violen-
el grupo socioeconómico, entre otros. Pero, sobre todo, lo que
cia, la cual la reconoce como un problema que al poner en riesgo
incide de modo importante en las diferentes manifestaciones de
la vigencia y respeto de los derechos humanos debe ser abordado
la violencia en las escuelas mexicanas es la profunda e histórica
por actores ocupados no sólo en la educación sino también en la

154 155
salud, la cultura, la democracia, el desarrollo social, entre otros cativo (autoridades educativas, escolares, asociaciones gremiales,
asuntos. Así, desde un enfoque de derechos humanos, la violencia etc.); los organismos públicos (comisiones de derechos humanos,
que amenaza a esta importante parte de la población trasciende la institutos de juventud, institutos electorales, consejos contra las
educación, las instituciones educativas y sus autoridades, ya que adicciones, comisiones para la prevención de la discriminación,
es un problema conectado íntimamente con otras áreas y actores entre otros); las universidades e instituciones académicas; los or-
responsables del bienestar de la niñez, la adolescencia y la juven- ganismos de la sociedad civil (el Consejo Mexicano de Inves-
tud (Torres, 2006; Zurita, 201 Oc; 20lie; 20lid). tigación Educativa, el Consejo Mexicano de Seguridad Pública,
Los actores con alguna responsabilidad en el abordaje de la Mexicanos Primero, México Unido Contra la Delincuencia, Ob-
violencia escolar son muchos y abarcan desde los integrantes de servatorio Ciudadano de la Educación, Suma por la Educación,
un aula o una escuela hasta los miembros y líderes de numerosos etc.); y, por último, los actores internacionales y regionales (el
organismos internacionales como las Naciones Unidas, el Ban- Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial, la Comi-
co Mundial, la Organización para el Desarrollo y Cooperación sión Económica para América Latina, el Instituto Internacional de
Económica. Este conjunto de actores tiene diferencias cruciales Planeamiento de la Educación, la Organización de las Naciones
respecto a los recursos, las facultades, responsabilidades y atri- Unidas, entre otros).
buciones que los caracterizan, la experiencia, el conocimiento es- Cuando se piensa en actores específicos como algunos de los
pecializado y la capacidad de emprender iniciativas de alcance mencionados en el párrafo anterior, es fácil y rápidamente imagi-
internacional, nacional o estatal que, entre otros rasgos, poseen. nable la compleja tarea que supone la articulación de sus esfuer-
Además, conviene señalar que una parte de estas diferencias se zos no sólo porque se localizan en escalas internacionales, nacio-
agudiza todavía más porque su número está en aumento casi de nales, estatales, municipales y/o delegacionales. Los desafíos son
manera permanente. Este hecho que podría parecer positivo a pri- mayores porque, a pesar de poseer propósitos comunes, al profun-
mera vista, pues expresa una mayor preocupación e interés por el dizar en sus visiones sobre la violencia escolar comienzan a surgir
problema, desde otro ángulo puede ser negativo, ya que revela el notorias diferencias que en ocasiones pueden evitar u obstaculizar
incremento y gravedad de la violencia escolar y de los múltiples el trabajo conjunto. De entrada sería difícil iniciar un trabajo a
efectos indeseables que provoca en la actualidad en todos los ór- cargo de varios actores si unos conciben la violencia escolar como
denes del desarrollo individual y social. un problema exclusivo de niños, adolescentes y jóvenes, mientras
En este escenario es muy importante ubicar algunos de los que otros la piensan como un reflejo de la violencia social que
principales actores internacionales, nacionales y locales que hoy predomina en diferentes ámbitos. De igual modo es complicado
por hoy tienen un papel relevante en la atención de la violencia comenzar un trabajo entre varios actores si unos la ven como una
escolar. Entre ellos se encuentran: los miembros del sector edu- amenaza a los procesos de enseñanza y aprendizaje; otros como

156 157
un problema de seguridad pública, y unos más la asumen como de actores asigna sentidos y significados que, de acuerdo con sus
un riesgo absoluto a la protección del derecho a la educación y códigos singulares, posibilitan la (re)construcción de realidades
los derechos de la niñez, adolescencia y juventud. Esta tarea no es sociales de modo permanente.
menos ardua cuando para algunos actores la responsabilidad de la A manera de conclusión preliminar puede decirse que la inves-
prevención y reducción de la violencia escolar reside únicamente tigación en México sobre la violencia escolar es un campo poco
en las autoridades educativas y escolares, en contraste con los que explorado, pues a partir de la revisión emprendida en este capítu-
aseveran que su atención le compete a la sociedad entera. lo, se puede aseverar que hay actores y discursos más estudiados
que otros, por ejemplo se examinan más los del gobierno federal,
FIGURA 2. LA VIOLENCIA COMO UN PROBLEMA ... los gobiernos estatales y a ciertos integrantes de las comunidades
escolares -en lo fundamental docentes, alumnos y directores-,
pero en cambio se sabe muy poco o casi nada de otros actores muy
poderosos como los legisladores y los medios de comunicación,
a pesar de que su intervención para prevenir el fenómeno resulte
crucial.1 Asimismo, hay discursos sobre la violencia escolar que
predominan en el debate público: el educativo, el de seguridad, el
sanitario, así como el jurídico, que en ciertas condiciones pueden
contribuir a conceptualizar e intervenir en este problema desde
posturas que limitan el diseño e instrumentación de intervencio-
nes más integrales.

FUENTE: ELABORACIÓN PROPIA.


1 Respecto al papel de los medios de comunicación, aqui no se hace mención de
su responsabilidad en la (re)producción de la violencia por los contenidos que
distinguen, por ejemplo, a buena parte de los programas televisivos para la amplia
Lo que importa destacar es que los actores crean diferentes audiencia. Se trata del papel que asume la prensa escrita respecto a la información
y seguimiento de noticias referente a la aprobación de una ¡ey en la materia, el
discursos sobre la violencia escolar basados en concepciones dis- número de casos de bullying en el país, las campañas televisivas y radiofónicas
tintas y a veces contrapuestas sobre lo que constituye el fenó- en torno a este fenómeno, la creación de películas mexicanas y/o extranjeras que
abordan la violencia escolar, etc. En pocas palabras, se trata del rol de los medios
meno, y en consecuencia sobre lo que se tendría que hacer para de comunicación en la formulación de las políticas, programas y acciones dirigi-
prevenirla o eliminarla. Se trata, entonces, de discursos construi- das a la violencia escolar; y por otro lado del impacto, más alia del de las políticas
públicas, que tienen los medios en las percepciones, valoraciones y representacio-
dos Ínter subjetivamente mediante los cuales el amplio espectro nes sociales sobre el fenómeno en nuestro país.

158 159
Acciones En este tenor, también aquí pueden considerarse las necesidades
de formación, capacitación y actualización docente de los diferentes
En México, las acciones para la prevención de la violencia escolar niveles educativos en torno a los dilemas que plantean en su práctica
se han concentrado en el nivel básico de la educación pública. En cotidiana la seguridad y la convivencia escolar libres de violencia en
este sentido, la referencia fundamental es el Programa Escuela las escuelas mexicanas. Ante ello la SEP, como se señaló en el apar-
Segura cuyo objetivo general es contribuir a mejorar la calidad tado anterior, ha publicado algunos materiales como el libro Equidad
educativa que se ofrece a los alumnos de las escuelas públicas de género y prevención de la violencia en primaria. En lo concer-
de educación básica mediante la gestión de ambientes escolares niente a educación básica, si bien algunas acciones han tratado de
seguros. Al mismo tiempo se han formulado y realizado acciones cubrir dichas necesidades mediante la impartición de cursos, talleres
que, aun cuando no sólo han estado dirigidas a la seguridad o la y diplomados organizados en el marco de algún programa federal,
violencia escolar, han incorporado algún componente dirigido a como el Programa Escuela Segura, la satisfacción de estas necesida-
la convivencia, seguridad y/o prevención de la violencia. En este des requiere ser atendida desde la propia formación docente, ya que
caso se piensa, por ejemplo, en los distintos cambios y reformas la prevención de la violencia escolar puede implicar para algunos
gestados en los últimos años en los planes y programas de estu- la transformación del modelo de escuela y de educación mexicanas.
dio, primero en secundaria -como fue la creación de la asignatura Sin tener la intención de convertir a los maestros o los directores en
Formación ciudadana hacia una cultura de la legalidad2, luego expertos en la violencia escolar, es indispensable que posean el co-
en la inclusión en secundaria y primaria de la renovada asignatura nocimiento, las habilidades y las herramientas que, en la medida de
Formación cívica y ética- para concluir en toda la educación bá- lo posible, les permita identificarla y, en consecuencia, emprender
sica, en especial a través de la Reforma Integral de la Educación acciones concretas para su prevención, tratamiento y disminución.
Básica, iniciada en 2008 (Gómez y Zurita, 2012). Respecto a la Dentro de esas acciones que no están dirigidas exclusiva-
educación de nivel superior y media superior, se encuentran al- mente a la violencia escolar pero que sí la abordan, destaca la
gunas experiencias similares dirigidas a la incorporación de asig- promulgación de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una
naturas o temas cercanos a la prevención de la violencia escolar, Vida Libre de Violencia en el año 2007, la cual ha provocado
como la equidad de género, la educación para, en y de los dere- la creación de un diverso conjunto de programas, proyectos y
chos humanos, la cultura de la paz y la no violencia, la conviven- acciones en la materia.3 Si bien esta ley ha tenido un impac-
cia democrática y la ciudadanía democrática. 3 En esta Ley se incorpora cierta manifestación de ia violencia: la violencia docen-
te, la cual comprende «aquellas conductas que dañen la autoestima de las alumnas
con actos de discriminación por su sexo, edad, condición social, académica, limi-
2En la actualidad se trata de una asignatura estatal que se lleva en el primer año taciones y/o características físicas, que les infligen maestras y maestros». Artículo
de secundaria. 12, Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. , .

160 161
to importante en el desempeño dividuales y sociales de los jóvenes, para que permanezcan en la
Aprender a manejar y resolver los de diversas áreas de gobierno y escuela, enfrenten las diversas situaciones de riesgo y construyan
conflictos de manera democrática secretarías de Estado a nivel fe- su proyecto de vida. El diseño y operación del programa suma los
y no violenta supone el desarrollo deral y estatal, en el ámbito edu- esfuerzos de la SEP, a través de la Subsecretaría de Educación Me-
y fortalecimiento de valores, de ha- cativo posee efectos relevantes. dia Superior (SEMS) y cuenta con el apoyo y la participación del
bilidades y de actitudes tales como: En este caso, se ubica el Proyecto Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la
el respeto, la solidaridad, la libertad Abriendo Escuelas para la Equi- Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Cien-
de expresión, la tolerancia y la res- dad (PAEE), desarrollado por la cia y la Cultura (UNESCO), el Fondo de las Naciones Unidas para
ponsabilidad. Secretaría de Educación Pública la Infancia (UNICEF) y organizaciones de la sociedad civil.5 Ade-
y la Organización de Estados Ibe- más de este programa, funciona el Programa para el Combate
SILVIA CONDE roamericanos para la Educación, a la Violencia contra la Mujer y Equidad de Género en el Nivel
la Ciencia y la Cultura (OEI), el Medio Superior.
cual empezó a operar como prueba piloto en 2008. En particular, Ahora bien, en el transcurso de los últimos años, las acciones
este proyecto opera en las escuelas de educación básica, sobre en esta materia se han extendido por todos los niveles del sistema
todo en las secundarias de Chihuahua, Durango, Estado de Mé- educativo. En ello han incidido varios hechos importantes, a sa-
xico, Guerrero, Jalisco, Oaxaca y Puebla; retoma las estrategias ber: la promulgación de la Ley General mencionada que a la par
dirigidas a la disminución de la violencia en contextos sociales de algunos graves sucesos de violencia escolar y en sus entornos,
y educativos, y está a su vez enmarcado en el mandato de dicha los resultados de encuestas, estudios e informes institucionales
Ley General. La finalidad principal del proyecto parte de la con- sobre el fenómeno, la publicación por la SEP de libros y otros
vicción «de poder transformar nuestro entorno desde el trabajo materiales sobre el tema (como el libro Equidad de género y pre-
comunitario / local, teniendo como base tres líneas esenciales vención de la violencia en primaria, 20106), las campañas para la
para la vida digna, que son: la no violencia, la equidad de gé- prevención de la violencia, especialmente del bullying, así como
nero y el protagonismo juvenil». 4 la promulgación de las leyes estatales en materia de convivencia,
Por otro lado se cuenta con el Programa Construye T para es- seguridad y violencia escolar, entre otras. La suma de ellas le ha
tudiantes de nivel medio superior, cuyo propósito consiste en crear brindado mayor visibilidad a este problema por parte de los me-
comunidades educativas que favorezcan la inclusión, la equidad,
la participación democrática y el desarrollo de competencias in- 5Para mayor información, consúltese: http://www.construye-t.org.mx/web/
6Este libro también se suma a las acciones y proyectos con enfoque de género
emprendidos por la SEP como respuesta a los imperativos derivados de la Ley
4 Para mayor información, visítese: http://www.abriendoescuelasparalaequidad.org/
General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

162 163
dios de comunicación y las autoridades. No obstante, el impacto
I y significados que, de acuerdo con sus códigos singulares, posibi-
continúa siendo desigual entre los tres niveles educativos y, con el litan la (re)construcción de realidades sociales permanentemente a
tiempo, se ha conformado en una tendencia nacional. Aunque este través de las estructuras que las organizan e interpretan, así como
rasgo, por cierto, también se advierte en otros países. comunican y actualizan los discursos existentes.
Por su parte, la elaboración y puesta en marcha de múltiples En general, el abordaje que se encuentra en la prensa escrita
programas, proyectos y acciones diversos de las organizaciones sobre la violencia escolar muestra una marcada tendencia de tintes
de la sociedad civil en torno a la prevención, tratamiento y erra- sensacionalistas, escandalosos, amarillistas y banales. La reciente
dicación de la violencia escolar alude a un campo de análisis muy participación de artistas o estrellas de la televisión ha contribuido
poco estudiado a pesar de la variedad y gran número de expe- a la visibilización y el reconocimiento público de la importancia
riencias que integran ese conjunto. Uno de los motivos es que la de atender este problema, pero también, paradójicamente, ha con-
información por parte de las organizaciones de la sociedad civil tribuido a su trivialización -la participación de estrellas de la mú-
se encuentra en el mejor de los casos desperdigada, como en mu- sica, la televisión, el radio o los deportes en la difusión de men-
chos otros países o respecto a otras temas impulsados también sajes asociados a la violencia en las escuelas, no es un fenómeno
por dichas organizaciones, o incluso por los propios gobiernos exclusivo de México.
nacionales y estatales. Como se ha mencionado en múltiples es- No obstante, es preciso poner de relieve que el papel de los
tudios (Krauskopf y OPS, 2006), la carencia de documentos que medios de comunicación en México al respecto, también ha alcan-
conserven de manera sistemática, objetiva y ordenada el registro, zado objetivos positivos. Para empezar, habría que decir que los
diseño, operación, evaluación, resultados, impacto y seguimiento medios de comunicación han contribuido de manera fundamental
de estas experiencias es un elemento que si bien no elimina su a su visibilización en el espacio público, a la construcción de este
análisis, si lo obstaculiza de manera importante. fenómeno como un problema público y, por ende, a su incorpora-
Otras acciones prácticamente inexploradas en México entre los ción en la agenda de las políticas públicas. Asimismo, los medios
estudiosos del tema y las autoridades educativas son las que em- de comunicación en nuestro país se han convertido en un espacio
prenden los medios de comunicación. El hecho no se debe a la falta para la divulgación de los estudios, análisis y reportes elaborados
de información sistematizada para su investigación. Lo terrible es por múltiples actores, no sólo académicos sino también de las or-
que aún no genera el interés suficiente para conformar una línea ganizaciones de la sociedad civil, organismos internacionales y
de estudio sólida y fructífera a pesar de, primero, la influencia de diferentes áreas y dependencias gubernamentales vinculados con
los medios de comunicación en el ámbito de la formulación de las este tema. De igual modo, le han dado difusión a las numerosas
políticas, programas o acciones gubernamentales dirigidos a la vio- iniciativas y reformas legislativas impulsadas por los partidos po-
lencia en las escuelas, y, segundo, que los medios asignan sentidos líticos en los congresos locales, la Asamblea de Representantes.

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del Distrito Federal y el Congreso de la Unión, que en estos años planificadas, de una argumenta-
han sido el escenario de un intenso trabajo. ción respecto a su abordaje, ni de
Ante la presencia del bullying en
Hasta el mes de agosto de 2012 existen la Ley de Seguridad una evaluación sistemática duran-
las escuelas es imperiosa la nece-
Escolar para el Estado de Tamaulipas, la Ley de Seguridad Esco- te y después de su implantación.
sidad de adoptar medidas que ga-
lar para el Estado de Sonora, la Ley de Seguridad Integral para el Es precisamente aquí donde se
ranticen el que los menores vivan
Estado de Nayarit, la Ley de Seguridad Integral Escolar para el localiza una parte importante de
en un ambiente libre de violencia
Estado Libre y Soberano de Puebla, la Ley contra el Acoso Esco- las dificultades que implica la rea-
en el hogar y en la escuela. Se esti-
lar para el Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave, la Ley para lización de un mapeo de las accio-
ma que cuatro de cada 10 alumnos
la Promoción de la Convivencia Libre de Violencia en el Entorno nes más destacadas en materia de
entre los seis y los 12 años han su-
Escolar del Distrito Federal, la Ley para la Prevención, Combate intervención dirigida a la preven-
frido algún tipo de agresión de un
y Erradicación de la Violencia en el Entorno Escolar, así como la ción de la violencia escolar. En
compañero de clase.
Ley para la Atención de la Violencia Escolar en Michoacán. Más general, el análisis de estrategias
allá del valor que en sí misma contiene cada una de ellas, estas de intervención aplicadas en múl- Comisión Nacional
leyes constituyen también formas singulares de conceptualizar tiples aulas y escuelas resulta un de los Derechos Humanos
la convivencia, la seguridad y la violencia escolar, y sobre todo reto mayúsculo porque en su gran
contienen propuestas específicas para prevenir, atender y eliminar mayoría no son documentadas -o
este problema de carácter público. lo son pero de forma insuficiente- y ante la carencia de registros
Ahora bien, en cuanto a las acciones que abarca una estrategia de algún tipo, se pierden en el tiempo y con ello, lamentablemen-
de intervención, no extrañaría que algunas personas preguntaran te, también se desaprovecha el conocimiento que se pudo derivar
por el status de las actividades de los integrantes de las comuni- de dicha experiencia.
dades escolares efectuadas espontáneamente en un aula o escue- Dado el distinto impacto que pueden tener las acciones
la.7 Sin embargo, pese a que pueden tener cierta perdurabilidad, emprendidas para la prevención de la violencia en las escue-
éstas no constituyen en estricto sentido una estrategia de inter- las mexicanas, los siguientes dos apartados se enfocan en dos
vención, ya que no parten de una concepción del problema, de acciones cuyo alcance en nuestro país es indiscutible. Se trata
una visualización de las opciones de intervención, de actividades de las acciones gubernamentales que se resumen en el diseño e
implantación del Programa Escuela Segura, y por el otro lado
7 Por ejemplo, la asignación de diferentes áreas destinadas al recreo según el grado la legislación en materia de convivencia, seguridad y violencia
escolar, la reconstitución de los grupos escolares at inicio de cada ciclo escolar; que se ha promulgado en varias entidades del país en los últimos
la colaboración de los alumnos mayores en el cuidado de los menores durante los
descansos y recreos, entre otras. cinco años.

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4.2 EL PROGRAMA ESCUELA SEGURA: EL REFERENTE OBLIGADO EN LA PRE- emergieron al mismo tiempo, conviene recordar algunos de sus
VENCIÓN DE LA VIOLENCIA EN LAS ESCUELAS MEXICANAS rasgos más destacados.
Según las Reglas de Operación 2008, 2009 y 2010 de Escuela
El Programa Escuela Segura es la referencia principal para en- Segura, su objetivo general es: «Contribuir a mejorar la calidad
tender el giro que la administración federal 2006-2012 dio en educativa que se ofrece a los alumnos de las escuelas públicas
este periodo para prevenir la violencia escolar y que marcó va- de educación básica mediante la gestión de ambientes escolares
rios hechos trascendentes. Primero, fue desde el inicio y hasta seguros» (Gobierno de México, Secretaría de Educación Pública,
casi el final de la pasada administración federal un programa 2008, 2009, 2010). Sus objetivos específicos, según la correspon-
que, junto con otros ubicados en la Secretaría de Seguridad Pú- diente página electrónica, son: a) impulsar la gestión de ambientes
blica y en la de Desarrollo Social, entre otras, forma parte de la escolares seguros, saludables, democráticos, libres de violencia y
política de seguridad pública la cual, por cierto, desde el princi- adicciones; b) propiciar el bienestar de los alumnos y su aprendi-
pio se advirtió que sería el foco de intensas críticas a su gobierno zaje en ambientes escolares armónicos; y, c) resguardar la inte-
(Aguilar y Castañeda, 2010). Segundo, tuvo un crecimiento im- gridad física, afectiva y social de los integrantes de la comunidad
portante en las escuelas de educación básica en el país y, a pesar educativa en la escuela y en su entorno.9
de los cambios y matices que experimentó en estos años, nunca Escuela Segura comenzó a manera de prueba piloto en el
disminuyó el papel relevante que marcó su nacimiento dentro de ciclo escolar 2007-2008 y los siguientes años testificamos el in-
esa política. No obstante, este programa tiene varios rasgos que cremento de su cobertura en más del 1000%, tanto en número
le añaden un carácter especial, sobre todo cuando se considera la de escuelas como en el número de municipios, que empezó en
combinación de elementos contradictorios. Por ejemplo, por un 45 y para el año 2012 superó los 460. El programa tiene un en-
lado Escuela Segura recupera el enfoque de derechos humanos8, foque formativo, preventivo y centrado en los derechos huma-
pero por el otro retoma planteamientos y promueve la inclusión nos. Atiende prioritariamente a las escuelas de educación básica
de algunas medidas asociadas al programa estadounidense Tole- ubicadas en los municipios de mayor riesgo en las 31 entidades
rancia Cero. federativas y el Distrito Federal, y cubre escuelas de los tres
Con el propósito de entender no sólo el alcance de Escuela niveles de educación básica: preescolar, primaria y secundaria,
Segura en las escuelas mexicanas de educación básica sino tam- incluyendo la modalidad de educación especial a través de los
bién para identificar algunos de los cambios más relevantes que Centros de Atención Múltiple. A pesar de que Escuela Segura es

8 De hecho, el Programa Escuela Segura ha sido reconocido por el Instituto In-


9Información obtenida en: <http://basica.sep.gob.mx/escuelasegura/pdf/congres-
teramericano de Derechos Humanos (2011) como una experiencia loable para la
oBuenasPrac/presentacionPES.pdfX Consultada el 22 de mayo del 2012.
convivencia y seguridad escolar con enfoque de derechos.

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el primer programa de carácter estratégico y federal que aborda nuestros niños; pero, por la otra, también requiere abrirles
el tema de la violencia en las escuelas de educación básica en oportunidades a esos jóvenes, oportunidades de educación,
México, su nacimiento no se halla en la Secretaría de Educación de esparcimiento, de atención, de salud. [...] Y a este trabajo
Pública, ni tampoco surgió de la gestión de las organizaciones se añade, por ejemplo, la marcha de programas, como el de
de la sociedad civil abocadas a la defensa y promoción de los Escuela Segura, que con la colaboración de padres de familia
derechos de los niños, adolescentes y jóvenes. y de maestros, busca evitar la violencia, las drogas, las armas,
Su diseño ha experimentado algunas modificaciones que, en el bullying, las pandillas en los centros educativos, y tener
ciertos rubros y en determinados momentos, parecía que lo aleja- verdaderamente escuelas seguras y centros de formación.
ban de su propuesta inicial y de su origen situado en la política de
seguridad pública. Por ejemplo, cuando se remarcó el enfoque de Una característica esencial de Escuela Segura, característica
derechos humanos o cuando a la luz de la publicación en junio del que no abandonó en este periodo, es que se dirigió a un tipo de
2010 del Acuerdo Secretarial 535, se reiteró la ligazón entre parti- violencia resultante de la influencia de la violencia exterior vin-
cipación social y seguridad escolar en el marco del funcionamien- culada a la delincuencia común, el crimen y el narcotráfico, que
to de los Consejos Escolares de Participación Social. No obstante, si bien puede generar o potenciar la violencia escolar, no hizo
la capacidad de adaptación de este programa a la realidad de las de ésta -considerando la forma en que se había investigado has-
escuelas mexicanas estuvo limitada porque, a pesar de que reto- ta entonces en la academia mexicana (Gómez, Zurita y López,
mó y profundizó el enfoque de derechos humanos en las acciones 2011)- su principal propósito.
vinculadas con la prevención y la eliminación de la violencia en Con el avance de la administración se advirtieron otros cam-
las escuelas, el presidente Felipe Calderón jamás dejó de pensarlo bios que le dieron mayor coherencia con los problemas que en-
como el lado educativo de dicha política, tal como lo prueba uno de frentaban las escuelas mexicanas. Entre ellos, de manera relevan-
los principales discursos que dio a manera de adelanto del último te, presenciamos cómo la consideración de los derechos humanos
informe de gobierno, a fines de marzo de 2012, en donde aseveró: como un marco para la actuación en esta materia fue incorporada
y obtuvo mayor centralidad dentro de la concepción del progra-
Nuestra estrategia por la seguridad pública se compone de ma. Asimismo, se identificó la multiplicidad de manifestaciones
tres ejes fundamentales: Primero, combatir a los delincuen- en torno a la violencia en las escuelas mexicanas -aunque se puso
tes. Segundo, depurar y fortalecer las leyes y las institucio- mayor atención en algunas como el bullying y el ciberbullying-,
nes de seguridad y justicia; Y tercero, reconstruir el tejido así como la influencia de la homofobia, la violencia contra las
social [...] Fortalecer el tejido social significa, por una parte, mujeres y la violencia de género en la violencia registrada en las
recuperar valores, formar valores en nuestros jóvenes, en instituciones educativas.

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No puede ignorarse que algunas medidas intrumentadas en la 4.3 LA LEGISLACIÓN SOBRE CONVIVENCIA, SEGURIDAD Y VIOLENCIA ESCO-

operación de Escuela Segura -tales como la instalación de cáma- LAR EN MÉXICO

ras, la revisión de mochilas, la incorporación poco democrática


de reglamentos sin un claro sustento en los principios de derechos Con la promulgación de la Ley para la Atención de la Violen-
humanos y la aplicación excesiva de sanciones, entre otros- po- cia Escolar en Michoacán en agosto de 2012, junto con la Ley
dían generar ciertas situaciones que, según la literatura interna- de Seguridad Escolar para el Estado de Tamaulipas (2008), la
cional (Krauskopf y OPS, 2006; Eljach, 2012) no sólo escaparían Ley de Seguridad. Escolar para el Estado de Sonora (2009), la
de los resultados deseados sino podían agudizar los problemas a Ley de Seguridad Integral para el Estado de Nayarit (2010),
resolver. Esto no es un asunto menor, pues Escuela Segura pro- la Ley de Seguridad Integral Escolar para el Estado Libre y
movió la adopción de medidas como ésas que, lejos de conseguir Soberano de Puebla (2011), la Ley contra el Acoso Escolar
cierto orden que permitiese propiciar los procesos de enseñanza- para el Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave (2011), la
aprendizaje deseados, profundizan la desconfianza y la violencia, Ley para la Promoción de la Convivencia Libre de Violencia
así como agudizan los estigmas y los estereotipos. Por otro lado, en el Entorno Escolar en el Distrito Federal (2012) y la Ley
al pensar en la escuela estrechamente conectada con su entorno, para la Prevención, Combate y Erradicación de la Violencia en
se generó cierta interlocución con ciertos organismos públicos, el Entorno Escolar del Estado de Yucatán (2012), se reiteró el
grupos de académicos y algunas organizaciones de la sociedad enorme interés proporcionado en años recientes a la violencia
civil -tales como el Consejo Nacional Contra las Adicciones, el en las escuelas en México.10 Más allá del valor que en sí misma
Consejo Ciudadano de Seguridad Pública, México Unido Con- contiene cada una de ellas, estas leyes expresan concepciones
tra la Delincuencia-, vinculados a los temas privilegiados por las singulares sobre la convivencia, la seguridad y la violencia es-
autoridades educativas y escolares tales como el uso de drogas y colar y, en especial, contienen propuestas específicas para pre-
sustancias ilícitas, el pandillerismo y el bullying. venir, atender y eliminar este problema/?w¿>//co.
Finalmente, el impacto de Escuela Segura en las escuelas Desde esa perspectiva, el examen de estas leyes representa una
mexicanas y en el contexto nacional de violencia social está aún tarea urgente, pues son materiales obligados de estudio que, en
por verse y, desde luego, por ser investigado. Pese a ello, se puede principio, proporcionan una aproximación a las formas en que se
decir que la propuesta principal del gobierno federal encabezado concibe hoy la violencia en las escuelas en un país como México
por Felipe Calderón atacaba, tal como lo dijo en enero de 2007,
10 Existe cierto antecedente en México en el artículo 42 de la Ley General de
el grado de vulnerabilidad en que se hallaban los niños y jóvenes
Educación, el cual menciona que la protección de la integridad física, psicológica
mexicanos ya que las escuelas y su entorno habían dejado de ser y social de los alumnos y estudiantes menores de edad debe estar por encima de
espacios seguros. cualquier medida de disciplina.

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por un grupo de actores en quienes reside la atribución constitu- nuestros tiempos es una institución que ya no se concibe como un
cional de crear, reformar y derogar leyes. Es cierto que un análisis espacio distante de su contexto geográfico más inmediato, como
más minucioso y profundo de estas leyes permitiría conocer cómo tampoco se le ve aislada del contexto político, social, cultural y
cada una prevé su traducción en políticas, programas y planes, económico más amplio en que se halla. Así, tal como lo señala
así como en un conjunto diverso de actividades puntuales situa- Emilio Tenti:
das en diferentes ámbitos y niveles correspondientes a escuelas,
sistemas educativos y otras áreas gubernamentales. No obstante, Todo lo que sucede en la sociedad «se siente» en la escuela.
estas páginas están dedicadas a la puntualización de algunas de En otras palabras, todos los cambios estructurales que se
las principales implicaciones de dichas leyes en las escuelas, su registran en las principales dimensiones de nuestras socieda-
funcionamiento, sus actores y normas. des tienen su manifestación en las instituciones y prácticas
Para desarrollar este argumento, este apartado está organizado escolares... Esta «invasión» de la sociedad en la vida escolar
básicamente en dos subapartados. El primero da cuenta de algu- es una de las novedades de la agenda actual y está poniendo
nos de los hallazgos más sobresalientes, así como de algunas de en tela de juicio muchos dispositivos y modos de hacer las
las principales implicaciones que se prevén en las leyes sobre la cosas en las instituciones escolares: el curriculum, los méto-
gestión escolar y el papel de la escuela en torno a este fenómeno. dos y tiempos pedagógicos, las relaciones de autoridad, etc.
El segundo discute brevemente los principales avances y retos (Tenti, 2008:4)
pendientes de la legislación analizada aquí.
Esta concepción está vinculada, a su vez, con los discursos
Principales rasgos de las leyes en materia de convivencia, segu- predominantes que se han conformado en los últimos aflos so-
ridad y violencia escolar bre la convivencia, la seguridad y la violencia escolar. Existen
dos discursos que representan polos opuestos, entre los cuales
El primer supuesto que de manera explícita se encuentra en estas se encuentran otros que tienen planteamientos menos radica-
leyes es que parten de la concepción de que la escuela está conec- les, o bien que recogen y combinan planteamientos de ambos
tada íntimamente con su entorno inmediato y con la sociedad en en forma singular. El primer discurso tiene que ver con el ré-
su conjunto." Este punto de partida confirma que la escuela en gimen internacional de los derechos humanos, el cual desde
mediados del siglo XX constituye el fundamento para la exi-
11 Con ello, estas leyes se asemejan al Programa Escuela Segura, pues uno de sus gencia del cumplimiento de los múltiples compromisos que los
postulados distintivos es que la escuela «no es una entidad ajena a la vida social, Estados contemporáneos han asumido en torno a los derechos
antes bien, es un reflejo de lo que acontece en el entorno más amplio de la comu-
nidad y la sociedad en la que se encuentra ubicada» (Zorrilla, 2008:3). humanos y la democracia. Aquí la violencia en las escuelas se

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concibe como un problema que amenaza la vigencia y respeto En estos contextos se han configurado y reconfigurado los dis-
de los derechos humanos, interesa a diferentes actores ocupa- cursos que diversos actores han construido en torno a la violencia
dos no sólo en la educación sino también en la salud, la cultura, escolar. Los discursos que expresan las leyes son una muestra de
la democracia, el desarrollo social, entre otros asuntos. Desde ello aunque cada una lo hace pero de forma singular. Por ejemplo,
un enfoque de derechos humanos, este problema trasciende a del total de las leyes, la del Distrito Federal tiene, según se aprecia
la educación, las instituciones educativas y sus autoridades, en su nombre, mayor cercanía con el primer discurso. En contraste,
pues está conectado íntimamente con otras áreas y actores de- las de Tamaulipas, Sonora y Nayarit incluyen planteamientos acor-
dicados al aseguramiento del bienestar y desarrollo integral de des con el segundo discurso, que se advierten cuando establecen
la niñez, la adolescencia y la juventud. responsabilidades para el Director y las Brigadas de Seguridad re-
El segundo discurso está asociado al agudo incremento del ferentes a la denuncia de actos cometidos en las inmediaciones de
crimen, narcotráfico, delincuencia común e inseguridad que ha las escuelas o dentro de la escuela, tales como la portación de armas
experimentado una parte importante de los países de nuestro con- o de sustancias nocivas para la salud. Sin embargo, también estas
tinente, como Brasil, Colombia, Estados Unidos y, sin duda, Mé- tres leyes citan la Convención sobre los Derechos del Niño como
xico. Frente a este panorama es cada vez más recurrente encon- un recurso no sólo para argumentar la pertinencia de la ley sino para
trar (Krauskopf y OPS, 2006), programas y proyectos enmarcados situarla en el marco jurídico internacional abocado a la defensa y
por las políticas de seguridad nacional (OEA, 2008), de los cuales protección de los derechos de niños y adolescentes. En este sentido,
se derivan iniciativas específicas, como el programa Tolerancia en tanto construcciones sociales complejas, ninguna de las leyes
Cero, dirigidas a la violencia escolar. Por ello, la noción de la existentes incorpora y reproduce de forma absoluta dichos discur-
violencia desde este enfoque descansa en la idea de la influencia sos. Asimismo, con independencia de la cercanía de cada una de las
perniciosa del contexto -provocada por la creciente inseguridad, leyes respecto a esos discursos, en el fondo está lo que se piensa (o
consumo y venta de drogas, pandillerismo, delitos, uso ilegal de se propone) acerca del papel que las escuelas deben tener frente a
armas- en las escuelas y sus integrantes. la violencia. Aquí conviene citar el X Informe Interamericano de la
El auge de estos discursos corresponde a momentos políticos Educación en Derechos Humanos del Instituto Interamericano de
específicos: el primero tuvo una mayor presencia en los años no- Derechos Humanos, en donde se enfatiza que «no se trata de que el
venta en el marco de los procesos de transformación democráti- sistema educativo se plantee como objetivo "combatir la violencia"
ca en México, como en buena parte de América Latina; mientras per se (función propia de las fuerzas policiales y el sistema judicial)
que el segundo ha tenido mayor auge en los últimos años ante el sino que se plantee construir y sostener las condiciones que asegu-
notorio y agudo aumento de la violencia social ocasionada por el ren la buena convivencia y seguridad en tos centros y comunidades
narcotráfico, el crimen organizado y la delincuencia común. educativas» (IIDH, 2011:37).

176 177
En lo referente a las implicaciones de las leyes analizadas so- obstante, en general el control, coordinación o supervisión des-
bre el funcionamiento de las escuelas, se encontró que las dife- cansa en las autoridades escolares. En el caso de los alumnos, en
rencias y similitudes entre ellas tienen que ver en lo fundamental los artículos 14 (en la ley de Nayarit) y en el 18 (de las leyes de
con las diversas formas previstas en que se aborda la violencia en Tamaulipas y Sonora), se alude a la participación activa de los
las escuelas. El grado en que se pormenorizan los detalles varía. alumnos en las tareas de seguridad escolar (e integral para Naya-
Algunas desmenuzan las fases que incluye la incorporación de rit) como parte de su proceso formativo.
tareas relacionadas con la prevención, la sensibilización, la difu- Las leyes asignan diversas responsabilidades a los directores
sión, la atención, la denuncia, la sanción, el registro sistematiza- y docentes relativas a la investigación del estado que guarda la
do de datos, la evaluación de las acciones hasta la canalización a violencia en las escuelas que deben reportar periódicamente a
otras instancias, la articulación con otros actores y el seguimiento. diversas autoridades. Algunas de ellas son muy puntuales, como
Otro aspecto esencial de las implicaciones en torno al fun- la aplicación de encuestas y sistematización de datos tal como
cionamiento escolar es que, en mayor o menor grado, las leyes lo indica la ley en Veracruz. En otras leyes, como la de Puebla,
impulsan la participación social la información servirá para evaluar la gestión de las escuelas so-
[La violencia] implica el uso o ame- de diversos actores previamen- bre la violencia y, de acuerdo con sus resultados, se establece la
naza de uso de la violencia física o te existentes (como los Consejos creación de un Certificado de Calidad de Convivencia Escolar,
psicológica, con intención de hacer Escolares) o, como se verá en el para premiar a aquellas que demuestren esfuerzos y resultados
daño de manera recurrente y como siguiente rubro, creados delibera- importantes.
una forma de resolver conflictos, damente para desempeñar tareas En cuanto a los actores, las leyes muestran implicaciones
No es innata a los seres humanos, especiales (como las Brigadas de relevantes como la creación de figuras que encarnan un tipo de
es un aprendizaje, una realidad Seguridad Escolar). En la gran participación social en las escuelas, pero que a diferencia de los
histórica, humana y socialmente mayoría de las leyes se mencionan Consejos Escolares están abocadas únicamente a la seguridad es-
aprendida. No es igual a la agresi- tareas colectivas desempeñadas
colar.12 Estas figuras son las Brigadas de Seguridad Escolar en
vidad, que es una condición innata Por los distintos integrantes de las
de la materia viva y que en deter- comunidades escolares, quienes 12 Debido a que aquí se examinan principalmente las implicaciones de las leyes
en las escuelas, no se incorpora en este rubro la creación de otras figuras en otros
minadas circunstancias toma ca- de manera individual (como los espacios, como las Brigadas y los Consejos Municipales y Estatal de Seguridad
racterísticas defensivas. directores) o colectiva (como las Escolar en la ley de Puebla, el Consejo para la Prevención, Combate y Erradica-
Brigadas, los Consejos, las ASO- ción de la Violencia en el Entorno Escolar del Estado de Yucatán, los Consejos De-
legacionales para la Prevención y Atención de la Violencia en el Entorno Escolar
MARÍA DÁVIU SALAS ciaciones de Padres de Familia) o el Observatorio sobre Convivencia en el Entorno Escolar en el Distrito Federal.
deben hacerse cargo de ellas. No Para mayor información véase: Zurita, 2012 b.

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las leyes de Tamaulipas, Sonora y Puebla, y las Brigadas de Se- integrantes, así como las sanciones que se adjudicarán a quienes
guridad Integral Escolar en la de Nayarit.13 Esta propuesta gene- cometan alguna falta. El segundo es que las leyes consideran la
ra confusión por las razones que justifican la creación de estas incorporación explícita de los derechos de los alumnos, mientras
brigadas, aunque es entendible en las leyes de Tamaulipas y Na- que otras hacen indicaciones puntuales acerca de las sanciones
yarit, cuya promulgación fue previa al Acuerdo Secretarial 535 que recibirán los diferentes integrantes de las comunidades es-
publicado en junio de 2010 por la SEP. Dicho acuerdo establece, colares que cometan alguna falta. Así, por ejemplo, en la ley de
entre otras cuestiones, que en cada Consejo se deberán conformar Veracruz se establece un conjunto de sanciones a aquellos que
varios comités, de los cuales dos -el Comité de Protección Civil cometieron algún tipo de violencia-en especial cuando se trata de
y Seguridad Escolar y el Comité de Desaliento de la Violencia de los alumnos- y que van desde la amonestación privada, el trata-
Género entre Pares- están vinculados con la violencia escolar. En miento y la suspensión hasta la transferencia a otra escuela.
este sentido, quizá lo más lógico hubiese sido emprender medi-
das eficaces para impulsar y consolidar el funcionamiento de tales Avances y retos pendientes de la legislación
comités dentro de los Consejos Escolares. Conviene decir que de
estas leyes, únicamente en el Reglamento de la Ley de Seguridad De aplicarse, las leyes analizadas en estas páginas tendrán con-
Escolar para el Estado de Sonora, se especifica en los artículos 12 secuencias que, sin lugar a dudas, serán definitivas en lo concer-
y 13 la coordinación entre los Consejos y las Brigadas. niente a los arreglos y la capacidad institucional de las escuelas
Por último, de las implicaciones de las leyes en las normas frente a los desafíos que plantea la violencia escolar. Pero para
de las escuelas hay dos asuntos centrales en los que se pueden que estos cambios en la gestión escolar ocurran es fundamental
examinar dichas consecuencias. El primero tiene que ver con los transformar los sistemas educativos y las aulas, es decir los nive-
reglamentos escolares. Las leyes estipulan la necesidad de contar les macro y micro de la estructura educativa (Aguerrondo, 2012).
con reglamentos en los cuales se definan la violencia en las es- Estas transformaciones suponen, además, cambios más allá del
cuelas, sus manifestaciones, los derechos y obligaciones de sus sector educativo donde, según las leyes, exista alguna responsabi-
lidad para afrontar el problema. Ahí también se pondrá a prueba la
13 Como en la gran mayoría de los países latinoamericanos, los Consejos Escola- capacidad institucional para asumir nuevas o renovadas responsa-
res de Participación Social son resultado de las reformas educativas de los años bilidades frente a un problema que, por lo común, había quedado
noventa. En México, como en otros países, estos consejos, según el artículo 2
del Acuerdo Secretarial 280 publicado por la Secretaría de Educación Pública oculto dentro de los muros escolares.
en el año 2000, «son instancias de consulta, orientación, colaboración y apoyo Por ahora se puede señalar que las leyes reflejan, en su gran
que tendrán por objeto promover la participación de la sociedad en acciones
que permitan elevar la calidad de la educación básica y ampliar la cobertura de mayoría, visiones singulares de la violencia en las escuelas don-
estos servicios educativos». de insisten en considerarla como un problema fundamentalmente

180 181
entre niños, adolescentes y jóvenes. En este sentido es necesario Acerca de los cambios que las leyes dirigen al funcionamiento
dar cuenta de la complejidad que encierra el fenómeno y que re- de las escuelas, de inmediato surgen preguntas concretas respecto
basa por mucho la concepción tradicional de la indisciplina de los a cuántas posibilidades reales tienen las escuelas, sus directivos y
alumnos o el uso excesivo del poder y la autoridad por parte de los docentes en términos de tiempo, capacitación y recursos para ha-
adultos. Así, la violencia también la viven de distintas formas los cerse cargo de estas nuevas responsabilidades y tareas. El cuestio-
demás integrantes de las comunidades escolares y, en un sentido namiento no es ocioso, pues diversas investigaciones han puesto
amplio, tal como se ha reiterado en otros trabajos (Zurita, 20lie; de relieve que el tiempo es una variable fundamental en la gestión
2010b), la violencia emerge y se nutre también de las relaciones escolar (Aguerrondo, 2012) y, en especial, en las escuelas públi-
jerárquicas y autoritarias basadas en arraigados patrones de dis- cas de nivel básico en México se llevan a cabo tal cantidad de pro-
criminación, racismo, homofobia y exclusión. gramas, proyectos y acciones, impulsados por un espectro amplio
Dos de las leyes se concentran en la seguridad escolar (Tamau- de actores, que resulta impertinente, y sobre todo descabellado,
lipas y Sonora), dos abordan la seguridad escolar integral (Nayarit agregar más tareas y responsabilidades que no sólo distraerán a
y Puebla), otro par se dirige a la atención, prevención, combate y los actores de su responsabilidad fundamental, la enseñanza, sino
erradicación de la violencia escolar (Michoacán y Yucatán) y una que no corresponden con su perfil profesional.
aspira a la convivencia libre de violencia (Distrito Federal).14 Es- De las normas, las principales cuestiones polémicas tienen que
tas cuestiones no son menores pues, de entrada, expresan ciertas ver con los reglamentos y las sanciones. Según se deja ver, las for-
tensiones y problemas que surgen cuando las leyes y programas mas en que las leyes abordan estos puntos no recogen buena parte
en la materia no se desprenden de políticas educativas -dirigidas de los hallazgos que en diferentes países de nuestra región y de
a la mejora de la calidad de la educación o al impulso del dere- otras partes del mundo han identificado como factores asociados
cho a la educación- o de políticas de protección de los derechos a la consecución de buenos resultados en torno a la prevención y
de niños, adolescentes y jóvenes, sino de la política de seguridad disminución de la violencia en las escuelas.
pública y con el afán de disminuir la violencia social. Así, por ejemplo, en un reciente estudio Sonia Eljach concluye
que «Los reglamentos escolares actuales [en América Latina] no
están concebidos como pactos de convivencia y las sanciones no
14 Vale la pena mencionar que, en opinión de algunos expertos, los tres términos
han estado presentes en las recientes discusiones en la materia. Por ejemplo, la atienden al principio elemental del debido proceso» (2011:110).
seguridad escolar tiene que ver con las «medidas y actividades dirigidas a la pro- Entre las debilidades más relevantes de los reglamentos escolares
tección de la integridad física, psíquica y social de los usuarios de los centros
educativos» (Gairín Sallan, 2012:11). Mientras que la seguridad integral alude a de Chile, Paraguay, Honduras y Bolivia, esta autora identificó la
una «concepción globalizadora de la seguridad, que tiene en cuenta los aspectos falta de participación de distintos actores escolares en su elabora-
legales, humanos, sociales y técnicos de todos los riesgos que pueden afectar a las
personas que participan en una organización» (ídem). ción, su reducida o inexistente divulgación, su poca consistencia

182 183
con las normas constitucionales y legales vigentes, su deficien- los alumnos. En su opinión, lo que se tendría que hacer es crear
te adecuación a los principios establecidos en la Convención de estrategias desde las miradas, experiencias, intereses y motiva-
Derechos sobre el Niño, la aplicación excesiva de sanciones y la ciones de los propios alumnos y estudiantes; lo cual, en función
carencia de los elementos centrales del debido proceso al aplicar del nivel educativo, el género y el contexto escolar, podrán ser
las sanciones. El problema es que iniciativas más efectivas que las primeras. Otros investigadores
experiencias como éstas, lejos de recomiendan que cuando se trate de violencia en las escuelas
Et concepto de violencia escolar ha fortalecer la seguridad y la con- es importante distinguir entre el acto que hace referencia a una
estado marcando la agenda notí- vivencia libre de violencia, pro- manifestación de dicha violencia, y, por otra parte, el individuo
ciosa del país, pero lo que está ocu- pidan ,a perpetuación de la vio- que lo cometió. De manera tal que con ello se eviten sanciones
rriendo con el tema de la violencia lencia institucionat de las escuelas que, lejos de prevenir y erradicar este problema, (re)produzcan
es que no se le considera como tal sobre sus mtegrantes.i5 estereotipos y estigmas, originados inclusive desde la manera en
y, muy seguido, ni siquiera se le £n este sentido? resuka Qpor.
que se nombran a los que intervienen en el problema.16
toma en serio. tuno sena]ar aigunas recomen- En cuanto a los reglamentos, las leyes tendrían que reformu-
daciones que hacen propuestas larse para hacer de ellos
JAIME RETAMAL más acordes con los principios
internacionales relativos a los pactos de convivencia que sean construidos desde procesos
derechos de niños, adolescentes y jóvenes. Por ejemplo, se ha locales, considerando que Latinoamérica y el Caribe se carac-
identificado como una vía exitosa para prevenir la violencia en terizan por la diversidad de sus pueblos indígenas, originarios
las escuelas, impulsar y consolidar la participación de niños, y campesinos. Los procesos locales, desde la perspectiva de
adolescentes y jóvenes mediante numerosas iniciativas, desde los derechos humanos, auguran mayor práctica y ejercicio del
el gobierno estudiantil hasta su colaboración en actividades co- cumplimiento de los instrumentos normativos, los que no sólo
tidianas (Krauskopf y OPS, 2006; IIDH, 2011). Román y Murillo deben centrarse en mecanismos de control, sanciones y castigos
(2011), por su parte, proponen evitar programas donde se regla-
mente lo que es aceptable o deseable en cuanto a la conducta de 16 En este sentido, la ley del Distrito Federal representa un caso singular pues utili-
za denominaciones distintas a las que tradicionalmente se usan. Así, en esta ley se
habla de las personas que cometen y reciben (directa o indirectamente) algún tipo
15 En este sentido, según Krauskopft y la OPS (2006), sanciones como las propues- de violencia o de maltrato en el espacio escolar (art. 2), así como los derechos que
tas en la ley de Veracruz no desalientan la violencia ni desactivan la lógica que la tienen tanto las personas receptoras de cualquier tipo y modalidad de violencia
determina; mucho menos el modo en que se incrusta en las dinámicas institucio- (art. 4) como aquellas que son generadoras de la violencia (art. 5). Algo similar
nales y culturas escolares. Lo único que ocasiona es trasladar el problema a otra sucede en la ley de Yucatán, donde se habla de persona generadora de violencia
escuela y, en ocasiones, provocar que éste empeore. escolar y persona receptora de violencia escolar (art. 2).

184 185
sino también en la promoción de relaciones seguras y protecto- notorio incremento de leyes, decretos presidenciales, políticas y
ras y en el ejercicio pleno de los derechos. (Elchaj, 2011:114). programas que están en curso en nuestra región y nuestro país,
es urgente promover este campo de análisis.
El poder legislativo en México, en especial en las siete en-
tidades y el Distrito Federal, muestra una activa participación
reciente en torno a la convivencia, la seguridad y la violen- 4.4 BALANCE
cia escolar. De hecho, la promulgación de estas leyes está en
concordancia con las prioridades establecidas en documentos Las lecciones aprendidas en otros contextos nacionales y locales
rectores de política pública de la administración federal, así llevan a concluir que si se desea que los proyectos y programas
como de cada una de las entidades y del Distrito Federal cuyos emprendidos se constituyan en acciones con cierto grado de efi-
congresos locales las aprobaron en estos años. Esto confirma cacia, que perduren por un tiempo razonable, y sobre todo que
la inclusión en las agendas legislativas de temas catalogados partan del supuesto de que la violencia es un problema que no
como problemas públicos relevantes y que, por ello, el poder le- tiene solución de manera inmediata ni para siempre, entonces es
gislativo impulsa «leyes que propicien adecuar el ordenamiento fundamental contar con diversos proyectos y acciones que pro-
jurídico a cada periodo de la historia» (Dávila Estéfan y Caba- picien su prevención y disminución en un horizonte temporal y
llero Sosa, 2005:9). espacial relativamente amplio.
Finalmente, el análisis de las leyes confirmó la urgencia de En virtud de que el trabajo articulado entre varios actores es
investigar en profundidad la violencia en las escuelas porque inevitable, en general las opciones que los actores tienen para
es frecuente hallar en estudios con otros enfoques disciplina- remontar estas diferencias consisten en elegir enfoques y dis-
rios, analíticos y metodológicos, la demanda explícita de contar cursos en torno a los cuales sea factible construir consensos más
con marcos jurídicos más integrales y acordes con la legislación sólidos, por ejemplo considerar la violencia escolar como un
nacional e internacional. No obstante, son todavía escasos los asunto de salud y bienestar de los integrantes de las comunida-
estudios en México que realicen propuestas concretas en este des escolares, en especial de los alumnos; plantearla como un
terreno o que se aboquen al examen de la legislación existente factor que afecta el aprendizaje, logro y/o desempeño escolar; o
mediante estudios de caso o de análisis comparados a nivel es- bien sustentarla como una amenaza a la defensa y protección del
tatal, nacional y/o regional.17 Sin embargo, dado el debate y el derecho a la educación y de los derechos humanos de la niñez,
adolescencia y juventud.
17 Por ejemplo, el año pasado en Bolivia, Chile, Colombia y Perú hubo una intensa En términos generales, las acciones derivadas de las estra-
actividad legislativa al respecto. tegias de intervención en México son de naturaleza y alcance

186 187
muy diversos entre sí, ya que en principio incluyen desde pro- A la luz de lo anterior, resulta fundamental organizar la parti-
yectos emprendidos en un aula o una escuela hasta programas cipación de actores gubernamentales y no gubernamentales con
aplicados en todas las escuelas de un país. El caso mexicano es, el fin no sólo de establecer obligaciones para la ejecución de ac-
en este sentido, un objeto de estudio complejo y desafiante para. tividades puntuales, como por ejemplo las que se derivan de los
cualquier persona interesada en investigarlo, pues la multipli- protocolos interinstitucionales de actuación previstos en algunas
cidad y heterogeneidad de las acciones indican que los asuntos leyes, sino para impulsar una política pública dirigida a la preven-
relacionados con la violencia escolar, y sobre todo el bullying, ción, tratamiento y erradicación de la violencia en las escuelas
se encuentran en las agendas de numerosos y distintos acto- bajo la coordinación de la federación y los estados. En ella hay
res y que sus propuestas, en su gran mayoría, reconocen como varios asuntos relevantes que incluyen la creación de un registro
punto de partida su carácter de problema que se puede preve- nacional de casos de violencia; el diseño de un procedimiento ins-
nir y evitar. No obstante, desde otra perspectiva, la emergencia titucional e intergubernamental eficiente y orientado a la inves-
y puesta en práctica de numerosas iniciativas encaminadas a tigación, atención, sanción y reparación de la violencia ejercida
tratar la violencia escolar, no siempre ocurre de manera coor- contra algún integrante de la comunidad escolar; la regulación,
dinada, integral y articulada; sus resultados poco satisfactorios el monitoreo y la rendición de cuentas de las acciones emprendi-
confirman la idea de que la violencia en las escuelas, como en das por los observatorios; la creación de una legislación federal y
otros espacios, es indestructible. local dirigida a la violencia en las escuelas; la articulación de los
De todas maneras, este espectro de múltiples acciones em- esfuerzos realizados por múltiples actores que pretenden incidir
prendidas para intervenir sobre la violencia escolar es no me- en la violencia en las escuelas, entre otras.
nos abigarrado en términos de su naturaleza, objetivos, alcance,
cobertura, recursos, metodologías, estrategias, resultados, entre
otros elementos. En análisis previos (Zurita, 20lie; 2010) se ha
encontrado que hay acciones de muy distinto tipo que van des-
de programas y proyectos gubernamentales, algunos de alcance
nacional, otros en ciertas entidades a cargo de la Secretaría de
Educación Pública, hasta pláticas y reparto de trípticos, folletos
y otros materiales a la población escolar de un contexto geográ-
fico determinado por parte de algunos miembros de organizacio-
nes de la sociedad civil y/o funcionarios de ciertas dependencias
gubernamentales distintas a las educativas.

188 189
I A manera de cierre

A partir del panorama delineado a lo largo de este trabajo y toman-


do en cuenta que aun cuando la violencia con sus distintos mati-
ces y perspectivas constituye un fenómeno complejo que requiere
mayor investigación, no tiene una definición única, y que en tomo
a ella hay varios conceptos asociados y aun utilizados como sinó-
nimos; por último, considerando las lecciones derivadas de cada
perspectiva abordada aquí, se puede aseverar que la violencia es
multiforme, está incrustada en las situaciones sociales y adopta
varias modalidades vinculadas a la manera en que nos relaciona-
mos día a día. Por tal razón es que en ocasiones, por la fuerza de
la costumbre, tiende a pasar como algo natural y normal.
Si bien la violencia se basa en un tipo de relaciones caracte-
rizadas por la aplicación directa y efectiva del recurso de la fuer-
za por un sujeto hacia otro con la mira de imponer un dominio,
obteniendo con ello una obediencia forzada en referencia a las
aspiraciones que importan, también conviene recordar que las re-
percusiones incluyen a todo los miembros de la sociedad. Con
frecuencia es difícil identificarla, pues el orden «institucional» e
impersonal que marcan las reglas, códigos y algunas tradiciones
enmascaran la violencia cotidiana.
A lo largo de la historia, la violencia se ha constituido en un
recurso de poder y como tal es un medio que se ha usado de for-

191
ma permanente para resolver u obtener del otro algo que no está de ciertas reglas, normas e instituciones pueden ser factores cau-
dispuesto a consentir. Si bien la violencia es rechazada discursi- santes de la reproducción de la violencia. En el caso de la escuela
vamente como método de acción y de solución de problemas, su esta situación se puede ejemplificar con claridad, pues se puede
utilización y legitimación es más frecuente de lo que se imagina. ver que en su organización se favorece un tipo de cultura que
Las razones para emplearla son diversas y todas buscan una justifi- promueve la conformidad a las reglas, busca a toda costa la pasi-
cación que respalde y legitime la decisión de utilizarla; por ejemplo vidad, fomenta la obediencia y la dependencia hacia el maestro o
se ha mencionado, entre otras cosas, que es para: «garantizar el or- hacia otros niños, aspectos clave que son el motor central de las
den social», «mantener el control» o «preservar la paz», entre otras. fuerzas socializadoras en la producción de personalidades sobre
La violencia en sus diferentes modalidades es imprevisible, quienes se pueda ejercer control, dispuestas a aceptar relaciones
pues no se cuenta con criterios certeros de cuándo y cómo puede sociales no democráticas, fomentando alumnos obedientes, poco
aparecer. Tampoco se sabe con precisión el impacto de sus costos participativos, reprimidos en su creatividad e inseguros.
y las consecuencias que tendrá a corto, mediano y largo plazo, y La espiral de la violencia recorre toda la sociedad, las imá-
lo que es más, se ignoran las secuelas y consecuencias que genera genes de actos violentos prevalecen en todos lados, y noticias y
entre los individuos, los grupos y las sociedades en su conjunto. acontecimientos son moneda común para muchos espectadores
No obstante, la revisión que hemos llevado a cabo sobre la vio- que de forma ineluctable han perdido la capacidad de asombro.
lencia escolar desde algunos de los planteamientos conceptuales Lo mismo sucede en los planteles educativos desde los primeros
y teóricos principales hasta algunas de las acciones emprendidas años de escolaridad, en donde la violencia física juega un papel
en México, permitieron identificar varios aspectos relevantes que esencial en la construcción de la masculinidad y la femineidad
merecen ser destacados en estas últimas páginas. Para empezar, se entre los alumnos. De igual forma, se ha construido una serie de
comprueba que la violencia es intencional, se concibe orientada rituales y acciones de distinta índole en donde la flagelación, el
a la acción, a conseguir algo de alguien. Además, la violencia es dolor y el castigo físico intencional entre compañeros son el co-
la negación del diálogo y el entendimiento, es la continuación del mún denominador y aspectos integrantes de la cultura y la socia-
control y la dominación por otros medios. Las manifestaciones de lización entre los alumnos.
la violencia no siempre representan la disrupción del orden esta- Uno de los temas que más preocupa de la violencia en sus
blecido ya que también pueden ser graduales e ir creciendo pro- distintas facetas es que su presencia, enunciación y ejercicio se
gresivamente en intensidad y adoptando distintas formas y com- conviertan en un discurso carente de sentido, y que adopte una
binaciones entre sí, sobre todo en las sociedades contemporáneas. «familiaridad» que no logre conmover a quien no la padezca de
De hecho, algunos autores señalan que estas expresiones son, en manera directa. Por ello, el esfuerzo es que desde sus primeras
la historia moderna, cada vez más perversas, y que el contenido manifestaciones en los recintos escolares se debe convertir en un

192 193
tema de reflexión y análisis para los medios de comunicación, en los juegos y juguetes, pues esta
Este tipo de violencia en las ins- el conjunto de sus integrantes, socialización en y para la violencia se ha ido elevando significa-
tituciones afecta sobremanera al pues es en la niñez cuando la cul- tivamente con el paso de los años. Por ejemplo, no es extraño es-
alumno. Además de afectarlo de tura imprime orientaciones como cuchar como parte del lenguaje cotidiano de niños de muy cor-
manera física, obviamente cau- la confianza, la solidaridad y la ta edad utilizar expresiones como matar, exterminar, aniquilar,
sando lesiones, la parte que es- seguridad en el mundo social de entre otras, que forman parte del lenguaje de los videojuegos,
taría más afectada sería la parte cada uno. La importancia de re- cuyas historias están basadas en la confrontación, persecución
emocional y psicológica, bien por chazar la violencia desde los pri- permanente, exterminio y escenarios bélicos.
un mismo maltrato hacia su a u- meros años es vital, en la medida La pretensión de crear y fomentar valores de convivencia des-
toestima o por un trauma debido en que tanto a nivel individual de los primeros años no debe tomarse como un aspecto menor
al maltrato físico. El alumno po- como colectivo remite a una con- en la formación de los niños. En la escuela se comienza a tener
dría convertirse en un ser sumiso ducta aprendida y por tanto evi- noción de la vida institucional, de que no se está solo, de que exis-
Y asustado cada vez que vaya al table. Las primeras relaciones so- ten los demás y de que hay que relacionarse necesariamente con
jardín o al colegio, desahogando- ciales de un individuo son las que ellos, lo que sitúa al niño ante un nuevo escenario de condiciones,
se en su entorno familiar o con sus proporcionan los fundamentos exigencias y compromisos. Con frecuencia pensamos que esto es
amigos; las características más re- que configuran el modelo de con- un proceso natural y gradual. Sin embargo, las relaciones que se
saltantes son: arranques de rabia, ducta social que llevará durante establecen ahí no son tan sencillas de explicar y las repercusiones
actitud rebelde, desinteresada toda su vida, pero es importante en que se traducen son de gran importancia. Estas reglas del juego
y resignada, usando la violencia señalar que no sólo es la primera implican poner a prueba aptitudes, valores y la normatividad ante
frente a su entorno. infancia la única época formativa diferentes personas e instancias del proceso educativo.
ni la familia el único agente, sino En la escuela no existe una relación armónica, y menos aún
MARIÓN SACHÚN SILVA que existe una amplia gama de que lo prescrito corresponda exactamente con el funcionamiento
prácticas institucionales e institu- real de la misma, es más bien una arena de encuentro, confronta-
ciones sociales que aportan valores y comportamientos, como es ción y disputa de múltiples intereses y posiciones entre los sujetos
el caso de la escuela en los primeros niveles educativos. involucrados en ella. Esta situación obedece a que si bien dicho
Es urgente reducir los contenidos de violencia existentes en funcionamiento está regido por un conjunto de normas, reglas y
la socialización del niño y esto comprende desde los sucesos formas establecidas de procedimiento, éstas no son comprendidas,
cotidianos que se registran en las instituciones educativas, así acatadas y aplicadas de la misma manera y en distintos momentos
como las formas de entretenimiento que aparecen a través de por los diversos sujetos que participan en la vida institucional.

194 195
El conflicto y la violencia en las escuelas son aspectos difíciles dan perfecta cuenta de ello. Algu- ~~
de manejar, es un tanto utópico pensar en erradicarlos totalmente. ñas experiencias en intervención La violencia hacia los alumnos por
No obstante, ello no implica que los integrantes de las comuni- institucional señalan, como he- parte de un profesor, puede ser tan
dades escolares no cuenten con las herramientas necesarias para mos visto, que a menor interac- traumática como la violencia por
prevenir la violencia cuando advierten su presencia. Tanto maes- ción con la comunidad, mayores parte de los padres de familia. Se
tros como alumnos rechazan, confrontan, transforman el conoci- son las posibilidades de padecer sabe que dicha profesión no es la
miento y las normas a cada instante, dando paso a una lucha entre violencia y que en la medida en más fácil de todas, pero cada perso-
lo instituido reflejado -entre otras cosas- por las normas, y lo ins- que las personas interactúan, la na que la ejerce debería tener muy
tituyente, es decir, por la forma en como los sujetos se apropian y violencia disminuye. claro en mente que ellos determi-
modifican, todos los días, esas mismas normas. Por esta razón no El desafío permanente para el narán una gran parte del futuro de
se trata de hacer un llamado a que la violencia se rechace desde un sistema educativo es doble: por un sus alumnos,
aspecto discursivo o voluntarista. De lo que se trata es de formar lado, reconocer que la violencia es
alumnos que sepan qué hacer, que estén preparados para no re- un problema grave dentro de las MARIÓN SACHÚN SILVA
currir a ese expediente de manera inmediata: educar a individuos escuelas; por otro, intentar produ-
capaces de generar nuevas formas de relacionarse, de debatir y cir una ruptura en las interacciones que se registran, es decir, un
comunicar libremente sus ideas, que cuenten con la posibilidad cambio desde las prácticas escolares cotidianas, por lo que la vio-
libre de asociarse para defender intereses comunes, que respeten a lencia en las aulas y su solución dependerá en buena medida de la
las minorías y en donde el diálogo prevalezca fundamentalmente. participación de los docentes y una reformulación de su práctica,
En otras palabras, una convivencia escolar que además de reco- no sólo en lo referente a la impartición de contenidos. La violen-
nocer los conflictos, reconozca la pluralidad de ideas e intereses, cia en las escuelas se recrea siempre, pues está asociada a la de-
así como los canales para manifestarlos, en donde la razón y no fensa y sostenimiento de estereotipos y figuras en donde lo apren-
la violencia sea el mecanismo a seguir en la cotidianeidad de la dido en el contexto familiar se complementa con las acciones que
escuela. Consideramos que es por medio de este camino y con la se ejercen en la escuela. Por lo tanto, el respeto por el otro debe
colaboración de los docentes, que es posible convertir a la escuela trascender el ámbito de la educación formal, o del simple discurso
en una institución promotora y generadora de una posición crítica institucional referido a la igualdad, de tal suerte que la educación
y creativa ante los diversos problemas sociales. debe ser practicada y enmarcada en la vida cotidiana misma; evi-
Los tradicionales mecanismos de control y tratamiento de tar la violencia escolar, ya sea entre alumnos del mismo sexo o
la violencia escolar fueron desbordados desde hace ya tiempo no, debe partir de una metodología eminentemente formativa y
y la evidencia registrada en distintas publicaciones y noticias vivencial más que informativa o académica.

196 197
El papel del magisterio en este sentido es vital, su posición vas prácticas escolares en donde se promuevan valores como la
e influencia en el espacio educativo lo ubican como una pieza autonomía, la crítica y la participación más activa por parte de los
clave que debe asumir una posición crítica y reflexiva en torno alumnos, en donde puedan opinar y cuestionar la forma del pro-
a las múltiples contradicciones y tensiones que se generan den- ceso educativo del que forman parte. De igual forma, desarrollar
tro de los planteles educativos. La docencia es una profesión una pedagogía crítica y analítica, por medio de materiales edu-
creativa en la que todos los días se adaptan distintas acciones y cativos y formas de enseñanza alternativas, en donde se recreen
conocimientos en función de la experiencia personal y del con- situaciones en las que los alumnos tengan contacto directo con
texto en donde le toca impartir sus clases. Los planteamientos de formas de organización y de gobierno, fomentar discusiones y de-
varios autores revisados en este trabajo, señalan que el docente bates para que los alumnos comprendan la pluralidad de puntos
debe ser promotor y gestor en la generación de una nueva cul- de vista sobre diferentes temas y desarrollen la sensibilidad y la
tura escolar, en la que los aprendizajes indirectos de valores y tolerancia hacia distintos puntos de vista.
actitudes se hagan conscientes y en la que las prácticas escolares Un común denominador en las estrategias de intervención re-
promuevan activamente los valores de la justicia, la democracia, visadas señala que si bien se requiere que más sujetos reflexionen
el pluralismo y el respeto a la diferencia. y participen en la escuela, resalta la participación de los padres
El profesor tiene que asumir la responsabilidad de abordar con de familia como factor indispensable, un tema que a lo largo del
los alumnos los sucesos de la vida cotidiana, y desde luego los he- tiempo ha registrado varios desencuentros. Por ejemplo, los Con-
chos violentos que se viven a diario en nuestro país. Se trata, pues, sejos de Participación Social no han funcionado como se espera-
de que los alumnos junto con el maestro reflexionen acerca de lo ba, a pesar de que en la última administración se impulsó la par-
que acontece, porque es una de las opciones que se ofrecen como ticipación social en cuestiones de seguridad escolar. A propósito
más inmediatas para construir una nueva forma de visualizar y en- de ello, aquí como en otros temas o programas, por lo general se
tender la dinámica social. La escuela no puede crear una burbuja considera que los padres de familia no entienden de educación
y aislarse de la dinámica social de la que forma parte, hacerlo es y por tanto, no corresponde que
negarse a la posibilidad de tratar temas que si bien no son fáciles opinen acerca de las materias de
Las experiencias de crueldad te
ni halagadores, resultan inevitables; el reto es para los docentes estudio, de los profesores, ni de la
transforman, no importa el papel
quienes están en la posibilidad de darles una nueva orientación. forma de enseñar. Los padres asu-
que tú juegues en el recuerdo de los
Las diversas estrategias para afrontar la violencia en las insti- men de manera pasiva esta opi-
hechos.
tuciones educativas muestran desde sus diferentes ópticas que es nión, desvalorizando lo que ellos
necesario revisar y reconceptualizar el papel del maestro y de la mismos saben, lo que se traduce EMILY BAZELON
escuela, señalan que es cada vez más inaplazable introducir nue- en una situación en donde todos

198 199
pierden: la madre, porque se sobrecarga de responsabilidades; el nes favorables para eliminar la violencia en las escuelas y/o la
padre, porque desecha posibilidades de mejorar la relación con asignación de financiamientos especiales para la realización de
su hijo, y la escuela, porque se priva de una participación y co- programas y actividades, por nombrar algunas, son insuficientes
nocimiento importante. Y pierde desde luego el hijo por todo lo para su erradicación y prevención.
señalado anteriormente. La literatura especializada en estos temas ha identificado una y
Es paradójico que en nuestras aulas los profesores que convi- otra vez que las acciones con resultados positivos coinciden en la co-
ven a diario con el conflicto, que se ven obligados a dirimirlo en laboración de diversos actores, lo cual les otorga cierta permanencia
tiempos y condiciones muy precarios, no cuenten con informa- y consolidación en un horizonte temporal amplio, genera la apertura
ción específica, es decir, que carezcan de herramientas y recursos de los centros escolares a la sociedad, así como promueve el apren-
(capacitación permanente) ante el fenómeno de la violencia esco- dizaje, la cooperación y la confianza social. Asimismo, se confirma
lar. Si bien hay programas por parte de la SEP en materia de pre- el supuesto de que la seguridad escolar y la convivencia libre de vio-
vención como los ya citados en el capítulo anterior, es necesario lencia son condiciones para los procesos de ensefíanza-aprendizaje
incluir en específico programas, cursos y seminarios para que los óptimos, para el avance del derecho a la educación, y contituyen
profesores y alumnos cuenten con recursos didácticos y aprendan aspectos centrales para la protección de los derechos de los menores
a regular los conflictos de una manera pacífica y no violenta. No de 18 años. Si la gobernanza implica, entre otras cuestiones, que
obstante, es fundamental recordar que la violencia escolar no es las metas son construidas colectivamente, y por ende múltiples ac-
un problema restringido a las aulas ni a las escuelas, como tam- tores participan en la elaboración y ejecución de políticas públicas
poco su prevención le compete exclusivamente al gobierno o a las dirigidas a problemas complejos cuya solución requiere ese tipo de
autoridades educativas y/o escolares. colaboración, entonces la gobernanza parece la opción más adecua-
Desde una perspectiva macro y micro, la prevención de la da para diseñar y emprender iniciativas para la prevención y elimi-
violencia que afecta a las escuelas y a su entorno requiere la nación de la violencia en las escuelas y su entorno.
participación de múltiples actores de diferente escala. En este Si bien es cierto que a diario se dan a conocer hechos de vio-
escenario, la recomendación constante es la organización y ope- lencia en distintos espacios educativos, es necesario dejar atrás la
ración de iniciativas más integrales y coordinadas tanto en sus mirada sensacionalista y poco reflexiva con la finalidad de buscar
propósitos y estrategias, como en la delimitación de su pobla- la comprensión de los acontecimientos y someterlo a un deba-
ción beneficiaría. Se ha comprobado en varias ocasiones que los te interdisciplinario. Por esta razón es apremiante incentivar las
cambios curriculares incorporados en los planes y programas de investigaciones sobre la violencia escolar en todos los niveles
estudio, las acciones dirigidas únicamente a los alumnos, las ini- educativos, pues aún hace falta conocer más de las dinámicas y
ciativas orientadas sólo a las escuelas, la creación de legislacio- relaciones que se generan en esos espacios institucionales.

200 201
De acuerdo con la magnitud del problema que se registra, la de difundir el conocimiento que se tiene elaborado al respecto y
participación de la investigación educativa en México -como en acordar decisiones en pro de la erradicación de la violencia en
otros países- ha sido por demás discreta. El estudio de la violen- las aulas.
cia escolar como campo específico requiere de más trabajos que La participación más activa de distintos centros de investiga-
ayuden a comprender el fenómeno desde diversas perspectivas ción, universidades, maestros y organismos civiles en el diseño e
y enfoques. Si bien la violencia en las escuelas ocupa un lugar instrumentación de políticas, programas y otras acciones públicas
central en la agenda de diversos actores, a estas fechas el cono- es un asunto que debe promoverse; acortar la brecha entre los
cimiento sobre este fenómeno es reducido y limitado a ciertos responsables de la toma de decisiones de las políticas públicas y
temas, analizados desde algunas disciplinas y autores que recu- los grupos de población involucrados en su implantación se torna
rren a determinadas metodologías y técnicas, así como enfocado cada vez más necesario. Según la literatura internacional aboca-
en unos cuantos niveles educativos, modalidades del servicio da al análisis de estos temas, el común denominador de las ex-
educativo, tipos de sostenimiento, contextos geográficos y po- periencias revisadas muestra que para atender el problema de la
blaciones. violencia es necesario partir de una perspectiva multidisciplinaria
Por otra parte, ante el fenómeno de la violencia escolar es ne- e integral, tomando en consideración diferentes enfoques, preocu-
cesario promover que los docentes se capaciten en una pedagogía paciones y sugerencias.
crítica que utilice formas alternativas de enseñanza y nuevos ma- Algunas de las lecciones derivadas de la revisión de estrate-
teriales educativos, con la finalidad de reflexionar junto con sus gias de intervención confirman la urgencia de ampliar la reflexión
alumnos lo que acontece en la sociedad y no sólo restringirse a y el estudio de la violencia en nuestras escuelas partiendo del re-
cumplir con los contenidos establecidos en el plan de estudios. conocimiento de los diferentes tipos de violencia que son más
En este panorama, la organización de congresos y reuniones frecuentes, los múltiples efectos que causa tanto en sujetos como
nacionales e internacionales es actividad que se debe promover, en los diferentes rubros relacionados con el aprendizaje, la con-
pues se trata de espacios naturales para el intercambio, difusión vivencia, la salud, el derecho a la educación, los derechos de los
y actualización de la información académica, lo que sin duda niños, adolescentes y jóvenes.
contribuiría a impulsar una red de investigadores en el país y dar Desde luego que en el caso de nuestro país es importante reali-
a conocer propuestas y recomendaciones oportunas para mejo- zar mayor investigación en las escuelas desde diferentes enfoques
rar la relación en las aulas. Al mismo tiempo es urgente estable- y perspectivas, así como en las otras instancias responsables en
cer foros de discusión y análisis permanente, tanto por lo que se la prevención de la violencia, si bien ya se cuenta con algunos
refiere a las iniciativas gubernamentales como de las propuestas referentes que propician conocer a profundidad la lógica de la
elaboradas por los académicos y la sociedad civil, con el objeto institución y los sujetos para proponer estrategias que sólo es po-

202 203
sible generar a partir de, y tomando en cuenta, las características en que se afronte este problema hoy, se decidirá en gran medida el
y particularidades de cada institución. Con ello se evitaría llegar a proceso formativo de muchos niños y jóvenes, así como la forma
dictar recetas y fórmulas que, a pesar de que pueden incluir plan- de entender y actuar en torno a la violencia, más allá de los años
teamientos interesantes, tienen alcances limitados. que pasaron en la escuela.
A partir de la revisión de diferentes fuentes, propuestas y vo-
ces de muchos actores sociales, La violencia escolar en México
muestra con claridad un aspecto preocupante, pues da cuenta de
una ausencia en la educación nacional: la falta de una política pú-
blica clara en materia de violencia escolar, lo cual es fácilmente
constatable por la cantidad de iniciativas, pronunciamientos, pro-
gramas y opiniones que se han emitido en torno al tema, pero que
corren en paralelo y sin ningún punto de encuentro.
Los reportes y noticias sobre el tema van en aumento, y esto
hace suponer que en algunas zonas, por ejemplo rurales o in-
dígenas, sobre las que se tiene poca información, la situación
encierra una enorme duda, aunque por lo que hemos visto no se
trata de buenas noticias. Por esta razón es que es necesario es-
tablecer un amplio debate que involucre no sólo a especialistas
del área educativa o de determinadas instituciones, autoridades
educativas, padres de familia, asociaciones particulares, orga-
nizaciones no gubernamentales, maestros y sindicatos, debate
encaminado a discutir las bases de una política nacional y sus
diferentes vertientes, de acuerdo con las necesidades y contextos
de cada estado y región.
Considerar que el tema compete a los directamente involucra-
dos, maestros, padres de familia, alumnos y autoridades educati-
vas, es un error, pues se trata de un asunto que trastoca, a corto o a
largo plazo, diferentes frentes de la sociedad. Sus efectos se harán
sentir porque una de las certezas de este trabajo es que de la forma

204 205
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208 209
^ María Julia Vernieri

Violencia escotar
¿Se puede hacer algo...?

Propuestas y taller de reflexión

Bonum
de que el solo hecho de realizar este taller de autoestima permite a
los maestros un reencuentro consigo mismos y una afirmación de la
Capítulo I
vocación que los llevó a estar en este "aquí y ahora" como docentes El origen de la agresividad
partícipes de una institución determinada. En el caso de optar por su
realización, lo cual recomiendo, lo indicado sería efectuar este taller
en el horpbre.
antes de comenzar la lectura de la primera parte del libro, ya que, si Introducción al terna de la violencia
bien no toca temas específicos del ámbito al que se refiere la obra en
la cual está inserto, prepara a los docentes para ía reflexión sobre este
y la escuela
o cualquier otro tema.
A mi entender, la toma de conciencia de dónde está situado cada
uno en el momento en que se le ofrece la posibilidad de acercarse a
este material, o a cualquier otro que nos involucre directamente como
personas; entender qué pasa con nuestra profesión, con nuestra voca- Actividad introductoria
ción, tomar conciencia sobre el alcance de nuestras responsabilidades,
deseos, expectativas, rencores, insatisfacciones, etc., es un paso previo Esta actividad se utiliza como "disparador". Tiene dos objetivos
importante que puede preparar a cada uno para comprender su propia principales:
humanidad, entendiendo que se es parte de un todo y que el deseo
profundo de cambio es un paso previo indispensable para modificar 1) Lograr que los docentes tomen conciencia y se conecten con sus
aquello que no gusta o que obstaculiza la calidad de nuestras vidas. sentimientos más íntimos en relación al tema de la violencia.
2) Indicar y enseñar la necesidad de un lugar, un espacio y un
tiempo adecuados para favorecer la introspección y el autoco-
nocimiento.

Las preguntas pueden ser dictadas por el tallerista o se puede


entregar, para agilizar la tarea, una hoja impresa con éstas.

a) Tómese un tiempo para reflexionar. Antes de contestar estas


preguntas busque un lugar en el cual se sienta cómodo/a
y tranquilo/a. Inspire profundamente por ia nariz y suel-
te el aire lentamente por la boca, como si emitiera un
silbido suave. Repita este ejercicio tres o cuatro veces.

Ahora sí:
¿Qué piensa? ¿Qué siente? ¿Con qué imagen se conecta
cuando lee o escucha la palabra VIOLENCIA...?

12 -VIOLENCIA ESCOLAR. ¿SE PUEDE HACER ALGO; MARÍA IULIA VERNIERI • 13


b) Sin soltar ese pensamiento, ese sentimiento o esa imagen,
Introducción al tema
piense al menos diez palabras que asocie con este término. de la violencia humana
c) Vuelva a repetir el ejercicio de respiración. Ahora piense los
primeros cinco sentimientos que asocia con esta expresión.
El Arte d&ÍA^ Paz comienza contigo. Trabaja sobre ti mismo y con
d) Teniendo en cuenta lo que contestó en las dos actividades la tarea que te Ka sido asignada en el Arte de la Paz. Todos tenemos un
anteriores, cree una definición propia del término VIOLEN- espíritu que puede ser refinado, un cuerpo que puede ser entrenado de
CIA. cierta manera, un sendero conveniente para seguir.
Estás aquí con el solo propósito de darte cuenta de tu divinidad
interior y manifestar tu iluminación innata.
Alimenta la Paz en tu propia vida y luego aplica
el Arte a todo lo que encuentres.
MORIHEI UESHIBA

De todos los problemas que hoy enfrentamos los seres humanos,


la cuestión de la violencia parece ser uno de los más urgentes. Desde
los ataques aparentemente más insignificantes, como la burla o la
ironía, hasta las más crueles ofensivas y las guerras -inexplicables-, la
violencia boicotea la calidad de nuestras vidas y llega hasta a modificar
nuestra escala de valores.
¿Somos los seres humanos inevitablemente destructivos? ¿Somos,
a partir de nuestra herencia genética, instintivamente o impulsiva-
mente agresivos? Conductas humanas como la violencia, ¿están o no
genéticamente determinadas?
Históricamente podemos encontrar dos posturas antagónicas
sobre el origen de la violencia en el hombre. Es muy importante
conocerlas para entender cómo, a partir de ellas, fueron surgiendo a
lo largo del tiempo otros puntos de vista desde los cuales el hombre
ha intentado comprender y analizar este tema, con el objetivo de
encontrar caminos lógicos para su resolución.

La agresión como instinto determinado

Para algunos, los llamados "agresionistas innatos", el hombre es


irremediablemente un ser destructivo. Su agresividad es un instinto

14 • VIOLENCIA ESCOLAR. ¿SE PUEDE HACER ALGO?


heredado de sus ancestros prehumanos y está sellada a fuego en sus en forma pacífica y han tenido gestos de suma generosidad y audacia
genes. Es, por lo tanto, imposible de erradicar. El hombre sería un por el bien de sus semejantes.
asesino por naturaleza. Para estos autores, la violencia es una cuali- Desde hace millones de años el hombre camina por esta tierra,
dad humana constitutiva. El hombre arremete y llega a matar a sus reproduciéndose y modificándose, mejorando en un sentido más que
semejantes porque lo ha heredado de sus más remotos ancestros. Los amplio la calioltl de su vida y deteriorándola en otros aspectos de
instintos o impulsos humanos se remontarían a millones de años atrás, una manera casjtjjhcomprensible.
ya que desde siempre y aún hoy cada individuo nacería para sobrevivir Para estos especialistas, ninguna conducta humana, tampoco la
en un medio hostil. En todo ser humano, igual que en todo animal, violencia, están genéticamente determinadas.
existiría el instinto de matar para sobrevivir y este instinto se encon- El ser humano es capaz de ser violento, pero también de ser bueno
traría fijado en sus genes de la misma manera que está determinado y solidario; egoísta y cruel, o generoso y audaz, cobarde o valiente. Su
-sin que nadie pueda cambiarlo- el color del cabello o de los ojos. conducta y sus actos son la consecuencia de su contribución genética
El ser humano se caracterizaría también por un instinto de defensa en interacción con sus experiencias de vida, con su medioambiente,
territorial. Este instinto, por supuesto también heredado, llegaría a ser con su propia reflexión y opción personal, etcétera. Siendo la violencia,
más poderoso aun, como fuerza motivadora, que el instinto sexual, y sin dudas, una expresión posible del ser humano.
tendría como consecuencia las tan inexplicables guerras que existen El ataque, el abuso, la violación, la privación de la libertad, los
desde que el mundo es mundo y que el hombre no parece que vaya a asesinatos entre congéneres no son algo nuevo, pero sí algo que se
poder erradicar a pesar de todos los adelantos de que fue capaz desde renueva día a día encontrando formas y modos realmente aterradores.
el origen de su existencia. Después de más de cinco millones de años de existencia humana,
Estas ideas, muy sintéticamente comentadas en estos párrafos, pareciera que la violencia se ha instalado definitivamente modificando
surgen principalmente a partir del estudio de los animales, de la ciencia la cotidianidad hasta un punto tal que el hombre ha comenzado a
de la conducta animal: la etología. Los exponentes más importantes ser prisionero de sí mismo y está a punto de vivir obsesionado, entre
de esta teoría en los últimos años han sido K. Lorenz, R. Andrey, R. rejas, privándose de disfrutar de lo más esencial. Esta contradicción
Dart, D. Morris, entre otros. es la que prima en estos días. El hombre trabaja incesantemente para
obtener bienestar y luego se ve imposibilitado por sus propias caracte-
La influencia de la sociedad rísticas hasta de observar relajado la belleza de una noche estrellada o
de tomar mate con sus vecinos en la puerta de su casa. ¿Pero por qué
La otra posición ante este tema es la que afirma que el hombre ocurre esto? ¿Millones de años no sirvieron de nada para controlar
hoy y siempre ha sido no sólo lo que ha heredado, sino fundamental- este impulso implacable?
mente el resultado de la combinación de esa herencia con un sinfín
de factores. Responde sin lugar a dudas a una perspectiva mucho más El porqué de los actos violentos
optimista y constructiva con relación a lo que todo hombre es capaz
individualmente y a lo que el género humano en su totalidad puede Cuando intentamos analizar el tema de la violencia, observamos
lograr justamente por contar con esta característica humana. que sus causas son siempre múltiples y complejas. Se hace necesario
No reniega en absoluto de que todo acto humano, también la entender ios modos de interactuar que existen entre los individuos
agresión, contiene un componente genético, como tampoco se olvida y los contextos en los que éstos se movilizan, la influencia que sobre
de que los hombres prehistóricos utilizaron la agresión para sobrevivir, las personas ejercen los sistemas sociales, y el conjunto de creencias
pero asegura del mismo modo que estos hombres han vivido también y valores de la sociedad, sus pautas culturales, etc.

16 • VIOLENCIA ESCOLAR. ¿SE PUEDE HACER ALGO?


Cada vez que un acto violento conmueve a la sociedad suele ob-
la educación durante todos estos años, como agente preventivo de
servarse que sus protagonistas se encontraban por muchas variables en
actitudes violentas en los hombres?
riesgo de violencia y que los factores de protección eran en ese momento
escasos o nulos. Desde hace muchos años, antes de que la violencia
Podemos definir la violencia como la exteriorización en forma des-
modificara tan radicalmente la cotidianidad de nuestras vidas, el hombre
tructiva del n¿$$?al impulso de agresividad. Se hace presente entre los
se ha preguntado por sus causas, ha pensado cómo prevenirla y buscado
hombres cuandajifte impulso no se canaliza positivamente y cuando han
nuevas respuestas: ¿Es el alejamiento, como dicen muchos, del hombre
fracasado otras formas de comunicación.
de las religiones? ¿Es la violencia solamente el trastorno psicológico de
unos pocos? ¿Será responsable la tan mentada falta de límites durante la
Hay diferentes grados y modos de violencia (la burla, la ironía,
infancia y la adolescencia? ¿Será gestor el deterioro del nivel económico
y el surgimiento masivo de la pobreza más escandalosa? el sometimiento, el abuso, la privación de la libertad, los golpes, el
bullying, etc.). Para muchos especialistas los máximos actos de vio-
La explicación de los actos violentos, por lo tanto, no estaría dada
lencia realizados por el hombre son el homicidio y el suicidio. Se ha
solamente por la determinación de cierto impulso humano heredado
comprobado reiteradamente que hay ciertas conductas de riesgo que
de los monos, sino por la relación del hombre con su medio y por las
experiencias vividas desde la infancia. se correlacionan significativamente con la exposición a actos violentos.
Entre estas conductas se cuentan el exceso de bebidas alcohólicas,
Toda potencialidad es genética en su origen. Lo es, por ejem-
el abuso de drogas y las experiencias personales de victimización.
plo, el talento para la pintura o la aptitud para los deportes. Pero es
Otras condiciones de riesgo detectadas en estudios científicos, y que
evidente también que esta capacidad innata no alcanza para ser un
suelen verse reflejadas en la mayoría de los casos de violencia, son la
pintor sobresaliente o un deportista exitoso. La herencia sólo otorga
exclusión social o el sentimiento de exclusión, la ausencia de límites,
la posibilidad, pero el producto surgirá de esa posibilidad predeter-
la exposición de la violencia a través de los medios de comunicación,
minada en conjunto con Jas experiencias de vida que a ese sujeto le
tocó vivir. la integración en bandas fanáticas identificadas con la violencia y la
justificación de la violencia promovida por el convencimiento de que
Basándonos en esta forma de ver y entender el cimiento de la
la sociedad es injusta.
violencia humana, podemos llegar a la conclusión de que tanto las
En la otra cara de este análisis se puede observar que cuando
conductas violentas como las no violentas son básicamente aprendi-
se producen actos violentos es porque faltan las condiciones que
das. Se aprende tanto a cometer actos violentos como a no realizarlos.
hubieran podido actuar como protectoras de dichos episodios; por
Se aprende de los adultos referentes, de los pares, por Jos medios de
ejemplo: modelos sociales positivos y redes solidarias, colaboración
comunicación, en la escuela... Se aprende observando, viendo, es-
entre la familia y la escuela, contención espiritual, contextos de ocio
cuchando y se instala como modelo de comunicación y/o como un
y esparcimiento, acercamiento al arte y a los deportes, grupos de
medio rápido y eficaz para llegar a un objetivo, para obtener poder y
pertenencia constructivos, entre otros.
mantenerlo y para controlar una situación que de otra manera sería
incontrolable para ese sujeto. Un factor social significativo en la generación de violencia es
también, sin lugar a dudas, la pobreza, pero no cualquier pobreza,
Al llegar a este punto es indispensable plantearnos la siguiente
la pobreza sin esperanza. El riesgo de violencia se intensifica induda-
cuestión: si es verdad que el hombre es irremediablemente violento,
blemente cuando una comunidad se enfrenta a marcadas diferencias
¿qué sentido tiene la educación? O también podríamos plantearnos
sociales, al desempleo y a la falta de educación y capacitación.
la otra cara de la moneda y pensar: teniendo en cuenta la situación
Por otra parte, la certeza de que la justicia no cumple con el papel
actual en la que todos nos vemos involucrados, ¿ha servido para algo
que le da la sociedad, que está fuertemente politizada o penetrada por

18 -VIOLENCIA ESCOLAR. ¿SE PUEDE HACER ALGO?


MARÍA JULIA VERNIERI • 19
la corrupción, que desde el poder se puede hacer lo que se quiere,
robar, violentar, etcétera., origina un camino libre al "sálvese quien • Para Freud (1856-1939, médico y neurólogo austríaco, creador
pueda", sin que importen los medios que se utilicen para ese fin. del Psicoanálisis), en todo hombre están presentes dos impulsos, el
Todo acto violento esconde detrás de sí variables biológicas, impulso de vida y el impulso de muerte. Este último (que podría
psicológicas, sociales y culturales. Como ya hemos visto, la etología basarse en un probable substrato biológico) es una fuerza destruc-
ha hecho contribuciones importantes al conocimiento de la violen- tiva que "filtha por conducirlo a la ruina y por reducir la vida a
cia. Para ella el impulso agresivo está básicamente al servicio de la su condici^.original de materia inanimada". Se constituye en
supervivencia de la especie y se asocia, por definición, a las nociones la entidad directiva de todo acto humano y puede ser sublimado
de "imperativo territorial" y de "propiedad individual". Si esto fuera (encontrar un cause productivo y positivo) en la mayoría de las
realmente así las acciones preventivas tendrían que privilegiar la personas, pero también ser sumamente irracional y destructivo
creación y el desarrollo de mecanismos que a modo de hábitos sir- en otras.
vieran como "válvulas de escape" o de canalización colectiva de las • Erich Fromm (1900-1980, psicólogo social, psicoanalista y fi-
tendencias violentas. lósofo humanista alemán) intentó explicar la violencia como el
Muchos pensadores extraordinarios han analizado y buscado producto de la concordancia de diferentes procesos y variables en
insaciablemente respuestas sobre el tema de la violencia humana. el devenir caracterológico de una persona dentro de su entorno
social. Describió distintos tipos de agresión: la agresión benigna,
• Mahatma Gandhi (1869-1948, abogado, pensador y político indio) que incluye la conformista, la no intencional, la agresión como
fue el mayor promotor de la no violencia, abordó el análisis de la vio- entretenimiento, la agresión asertiva y la agresión defensiva. La
lencia desde un punto de vista ético. La analizó desde una perspectiva agresión benigna es considerada por él un instinto; afirma que es
eminentemente moral. La violencia era para él, y sobre ello no tenía comprobable neurofisiológicamente y que está en función de los
ninguna duda, el origen de todos los males. El sentido de su vida intereses vitales ante ataques amenazadores. La agresión maligna,
fue entonces luchar incansablemente contra ella, ya que entendía por su parte, no está arraigada umversalmente en la naturaleza
que siempre que existía un acto violento había un ser humano o un humana, sino que tiene sus causas en "la estructura del carácter
grupo de ellos que imponía a otro u otros su voluntad utilizando la de individuos particulares". Describe dos caracterologías: el tipo
fuerza. Nunca la violencia podía ser buena. El fin (por más bueno sádico y el tipo necrófilo. La agresividad maligna estaría ligada al
que fuera) nunca podía justificar el medio (la violencia). placer por la destrucción y va desde la conducta individual sádica
hasta los exterminios colectivos.
Desde el punto de vista psicológico la violencia podría conside-
rarse una expresión emocional y conductual de determinados
mecanismos de defensa, destinados a compensar déficits intrap- En la actualidad existen distintas teorías que intentan relacionar
síquicos y la incapacidad para relacionarse con Jos otros; esta directamente la violencia con la desesperanza. Para ellas, todo indi-
carencia generaría una imagen propia distorsionada, hostilidad y viduo violento (ya sea un suicida -violencia contra sí mismo- o un
deseo de autoafirmación a través del dominio. Podríamos pensar homicida —violencia contra los otros—) ha perdido ese sentimiento
entonces que el hecho violento produciría en la persona que lo (al que llamamos esperanza) de expectativa en relación con los ob-
realiza, un cierto grado de alivio y, en algunos casos extremos, jetivos planteados. Cuando esto ocurre, crece en él una ansiedad
una clara sensación de placer. Distintos autores han intentado apabullante que, al no encontrar un cauce real, se convierte en una
también encontrar estas causas psicológicas de la violencia entre posible conducta violenta. La "dinámica de la desesperanza" (así suele
los hombres: llamársela) funciona como disparador de violencia y puede aplicarse
tanto individual como grupalmente.
20
•VIOLENCIA ESCOLAR. ¡SE PUEDE HACER ALGO?
MARÍA JULIA VERNIERI • 21
Muchos afirman, además, que toda conducta violenta es una con-
ducta aprendida en los primeros años de la vida que no ha encontrado • menor diálogo y comunicación entre las personas
la oportunidad de canalizarse en forma constructiva, ya sea dentro del • personas más sedentarias
hogar o de la escuela. La falta de ejemplos constructivos, de experien- • restricción de la imaginación y la creatividad
cias que promuevan ía tolerancia a la frustración, la internalización de
• promocióSl^le consumidores compulsivos
valores o preceptos claros de socialización y la aceptación del principio
de autoridad (entendido no como imposición o respuesta al temor ,*?.
Diferentes investigaciones (no oficiales) han demostrado que una
sino como esencial elemento armonizador y proveedor de justicia) persona adulta de clase media observa un promedio de aproximadamen-
podrían predisponer a una conducta violenta durante la vida adulta. te cinco actos violentos por hora de televisión durante los períodos de
De igual modo, ser testigos en la primera infancia o adolescencia de mayor índice de audiencia en días de semana. El tema se agrava durante
conductas violentas, robos, mentiras, deshonestidad, etc., o factores la exposición de programas infantiles, como algunos dibujitos animados,
personales de enorme impacto social tales como la desigualdad, la durante los cuales los niños llegan a ver un promedio de 18 actos vio-
injusticia, la desconfianza, el egoísmo y la intolerancia, podrían pre- lentos por hora. Pero quizás lo más grave no sea esto, sino que es común
decir la conducta antisocial y violenta de años después. ver que en tales programas prácticamente no existen manifestaciones de
sufrimiento, dolor o pena, y que no se hace necesaria la intervención
La responsabilidad de los medios masivos de médicos o paramédicos al finalizar las escenas de violencia. Pareciera
de comunicación, la computadora y los videojuegos entonces que el mensaje que se quiere dar a los más pequeños es que la
violencia no trae ningún tipo de consecuencia negativa.
Los medios de comunicación nos relacionan en forma permanente A esto se agrega lo que sucede en muchos videojuegos, donde
con la violencia. No sólo con la que realmente existe en nuestra socie- el más violento es siempre quien gana. Se niega sistemáticamente
dad y que se comunica fundamentalmente a través de los programas la relación entre la causa y el efecto y se promueve un sentimiento
de noticias, sino con la que se crea de forma imaginaria a través de los claro de omnipotencia que no todos los chicos están en condiciones
programas de ficción, películas y dibujitos animados. No podemos psicológicas de absorber. Estos juegos suelen generar sentimientos
ignorar que los medios de comunicación venden, hacen dinero, a través generalizados de apatía sobre lo que le pasa al otro. El fin, el objetivo
de la violencia. del juego es atacar, destruir para ganar.
Desde hace ya algún tiempo, está en el tapete de las discusiones La repetida exposición a la violencia a través de los medios de
psicopedagógicas si la televisión y los videojuegos son promotores de comunicación o la utilización de la violencia con fines cómicos
la violencia en los niños y adolescentes de hoy, así como la pregunta (como ocurre en algunos dibujitos animados) podría producir cierto
sobre quién debe controlar la calidad de éstos, el tiempo de exposición, acostumbramiento o familiarización con la violencia en sí, con el
el límite entre control y censura, etc. No hay duda de que los medios consiguiente riesgo que de ello se deriva de considerar la violencia
de comunicación, en especial la televisión, influyen directamente en como algo natural, cotidiano, normal e inevitable.
la socialización de los más pequeños. Hay encuestas que nos dicen No hay dudas de que la televisión enseña y comunica modelos de
que los chicos entre los cuatro y los diez años ven más de cuatro horas relación y que, en ese sentido, puede considerarse un factor de riesgo
de televisión diarios (casi la misma cantidad de horas que están en la determinante en la suba de los niveles de violencia en niños y adoles-
escuela), lo que conlleva, al menos, las siguientes consecuencias: centes. Pero también es verdad que la influencia de la televisión y de
los videojuegos depende indudablemente del resto de las relaciones
que el niño establezca y de los factores de contención existentes, en
su entorno: una familia estable, afectiva y comunicativa (factor.de
22 ' V'°LENCIA *CO"MSE PUEDE HACER ALGOí
contención indiscutible) va a cuidar lo que su hijo ve en Ja televisión,
controlar el tiempo de exposición a ésta, etc. Son estos factores de Introducción al tema de la violencia
contención los que hacen que el niño aprenda a interpretar todo lo
que lo rodea, incluyendo también lo que ve en la televisión.
y la escuela
Para reflexionar

"Nuestra sociedad está enferma de violencia. Esta existe en proporcio-


nes impensadas hace no tantos años, en forma de robos, agresiones físicas, Actividad introductoria
homicidios, secuestros, abuso sexual, insultos, entre otros.
Los comportamientos agresivos se han vuelto tan comunes que si bien La actividad que se presenta a continuación tiene como objetivo
asustan y preocupan a la mayoría, a esta altura difícilmente puedan introducir a los docentes en ei tema de la violencia y la escuela, fa-
asombrar a alguien.
voreciendo el recuerdo de situaciones personales y el acercamiento a
Muchos comienzan a considerar correcto responderá la violencia con experiencias propias vinculadas con ésta. Las preguntas pueden ser
una violencia mayor, ignorando que, una vez desencadenada, se entra dictadas a los docentes o puede entregarse una hoja impresa para agili-
en un círculo interminable de 'ojo por ojo, diente por diente', como una zar la tarea. Lo importante es que cada docente cuente con un tiempo
ley fatal de ascenso a los extremos.
determinado y un lugar acorde que favorezca la introspección.
Claro que tampoco el 'pacifismo a ultranza' o 'la paz a cualquier
precio' como respuesta 'no violenta es la solución. Una actitud cobarde
ante el abuso y la injusticia y el aceptar mansamente el avasallamiento
a) Viaje con su pensamiento a su escuela primaria. ¿Recuerda
de los legítimos derechos también resultan absolutamente inaceptables.
algún acto violento del cual haya sido partícipe activo (parte
Los estudios de lapsiquey conducta humana afirman que el instinto
del mismo) o partícipe pasivo (observador del mismo)? Es-
agresivo es innato y que la influencia del entorno social en que se ha
críbalo en pocas palabras.
educado la persona es determinante para que dicha tendencia se agu-
dice o pueda ser controlada. La agresividad, entonces, dentro de ciertos b) ¿Recuerda qué sentimientos acompañaron esa situación? Si
límites, es tan natural como inevitable. La cuestión es lo que hacemos no lo recuerda, a partir de su experiencia como adulto, ¿qué
para controlarla. sentimientos le parece que podrían haber acompañado a un
El temor generalmenteprovoca o bien la huida o bien una respuesta niño en una situación similar? Enumere al menos tres.
violenta y descontrolada. Es que no estamos preparados para mirar cara c) ¿Cree que alguien podría haber evitado que esa situación
a cara el conflicto. Carecemos de la elemental capacidad para resolverlo sucediera? Justifique su respuesta.
racionalmente".'
d) ¿Qué rol cumplió el maestro que estaba a cargo de ese grado
en aquella oportunidad?
¿Puede la escuela enseñar a sus alumnos a mirar "cara a cara" los
conflictos?
¿Es posible erradicar la violencia, pretender que desaparezca? ¿Es
1 pp.
VEIGA, bueno reprimir el impulso agresivo? Si lo reprimimos, ¿en qué se
55 yCLAUDIO,
56. Artes de combate. Una encapara ser, Buenos Ai
res, Kier, 2003, convierte?, ¿qué pasa en el interior del individuo? ¿Hay alguna forma
de encauzar esa fuerza de manera que no destruya o lastime? ¿Qué
24-VIOLENCIA escowR
íSE PUEDE HACER ALGO?

MARÍA IULIA VERNIERI • 25


puede hacer la institución escolar al respecto? ¿Qué podemos hacer
cada uno de nosotros desde nuestro rol de docentes?
En segundo lugar, cuando pensamos sobre lo que pasa con las
La violencia en las instituciones educativas ha alcanzado, ya no se escuelas, sabemos que existen marcadas diferencias. Mientras unas
puede ocultar, una magnitud significativa. Como educadores somos eestán situadas en hermosos barrios con aulas luminosas y ventiladas,
conscientes de que los hechos violentos en los alrededores y dentro de a otras sólo sejMiede acceder por dudosos caminos de tierra que en
la escuela son cada día. más habituales y de que se instalan sin ninguna muchos momerftos del año se vuelven inaccesibles, en sus aulas falta
consideración, entorpeciendo la dinámica escolar y desmejorando la luz natural (y ajaeces también artificial), una ventilación adecuada y
calidad de vida de toda la comunidad educativa. Nos preguntamos en muchos casos, algún lugar apropiado para el esparcimiento y los
una y otra vez qué se puede hacer. Continuamente los docentes se juegos. Mientras en unas los docentes juntan moneda a moneda para
muestran preocupados por las alteraciones en la conducta de sus poder ofrecer la bebida caliente o el trozo de pan diario, en otras se
alumnos y por la dificultad para marcar los límites y expresan un tira diariamente la mitad de la comida preparada porque los niños
incesante sinsabor por no hallar caminos lógicos de resolución. están atiborrados de proteínas y golosinas.
Es común que las familias hagan responsable a la escuela: "hoy
en día en la escuela no se Jes enseña nada de nada"; "con una maestra Son muchas los diferencias y todas las conocemos. No obstante, además
como ésa, ¿cómo van a aprender modales?"; "no aprenden ni cómo de la bandera que toda escuela tiene en su mástil, hay algo más que la
comportarse", "la maestra los agrede"; "la maestra Jos discrimina", etc. mayoría tiene en común: los problemas disciplinarios y la violencia...
En algunas escuelas se asegura, en cambio, que Ja responsabiJidad es
de las familias: "los chicos están cada vez más maleducados"; "y si los
La violencia, entonces, no es privativa de algunas escuelas. En
padres no les enseñan, ¿qué podemos hacer nosotros?"; "no aceptan
países en los cuales las necesidades básicas parecerían estar resueltas,
un solo límite", etc. Unos a otros se echan culpas mientras que en
nos sorprenden hechos a veces extremadamente violentos. En todas
las escuelas los conflictos no se resuelven y la violencia acosa muchas
veces en forma despiadada. partes del mundo los docentes conviven a diario con niños que se
insultan entre ellos o que insultan a los mismos docentes, que se pe-
La realidad es que los actos violentos dentro de la escuela son gan, se hacen burlas subidas de tono, se desvalorizan, se discriminan.
consecuencia de un gran sistema de relaciones interpersonales donde
Cotidianamente los envuelve la incertidumbre y el temor de que
las emociones, los sentimientos y los aprendizajes están presentes y
algún niño lleve un arma con la cual lastimarse o lastimar a algún
configuran parte del ámbito educativo. Asimismo, no se Jo puede
compañero. No es raro que deban sufrir también el riesgo de ataque a
negar, están Jigados a Jas situaciones familiares de cada alumno/alumna
y al ámbito social de la escuela. su persona o a sus bienes personales, que en más de una oportunidad
reciban amenazas de los propios niños o de sus familias y que en otras
Dentro de Ja comunidad escolar, son los trabajadores de la educa- se sientan maltratados por colegas u otro personal de la escuela. La
ción y los alumnos los que generalmente sufren en forma directa esta
violencia escolar es el espejo en que se mira la sociedad que la genera.
violencia que provoca en ellos sentimientos de angustia, desamparo y
En la calle, en las canchas, en los negocios, en el trabajo y también
desesperanza. Tenemos mucho para pensar al respecto, pero hay dos
en las escuelas se manifiestan las consecuencias.
cosas que sabemos con certeza., de las que podemos estar reaJmente
La violencia escolar presenta varias caras: puede ser producto
seguros. En primer lugar, sabemos que a los niños y a los jóvenes les
de temidas patotas o de niños o adolescentes solitarios, que hasta el
deben estar pasando cosas que los disgustan mucho y que los llevan
momento del acto violento no se habían destacado en nada y que
a practicar inéditos comportamientos que nadie en otras épocas se
hubiera atrevido a pronosticar. un día "estallan" ante la mirada absorta de compañeros y docentes.
Puede constituirse en robos, provocaciones, intimidaciones físicas o
psicológicas, agresiones físicas o verbales de distintos niveles, abusos,
26 «VIOLENCIA ESCOLAR. ¿SE PUEDE HACER AU
.GO>
deterioro o destrucción de pertenencias de docentes o alumnos o de
la propia institución educativa, hasta el ataque con armas blancas o Hasta hace no mucho tiempo las escuelas se esforzaban por dejar
de fuego. todo lo feo o lo malo afuera. Con el objetivo, consciente o no, de
Es común que la violencia escolar se dé entre: proteger el ámbito para poder cumplir con su función de educar, se
pretendía una^scuela limpia de realidades desagradables y quizás,
Alumno/s - alumno/s aun sin darse cuenta, se gastaba una gran cuota de energía para con-
Alumno/s - docente/s seguirlo. Hace ~fft> más de sesenta años los problemas disciplinarios
Alumno/s - directivo/s más sancionados eran hablar sin permiso, mascar chicle, hacer ruidos
Alumno/s - personal no docente molestos en clase, correr por los pasillos, salirse de la fila, violar ei
Alumno/s - persona/s perteneciente/s al barrio donde está ubi- código de vestimenta y arrojar basura fuera del lugar adecuado (esto
cada la escuela no quiere decir que la violencia en realidad no existiera y se mani-
Alumno/s - personal no docente festara de otras maneras). Hoy el entorno invade y abate la escuela.
Docente/s - docente/s La realidad se impone con su abrumadora crueldad e irrumpe en la
Docente/s - directivo/s "controlada tranquilidad" de la institución educativa.
Docente/s - personal no docente La violencia en la escuela no se soluciona tomando medidas par-
Docente/s - persona/s perteneciente/s al barrio donde está ubi- ciales, porque el problema es muy amplio y su origen es muy diverso.
cada la escuela. Cuando las causas son tan variadas como en el caso de la violencia
Docente/s - padre/s escolar, combatirlas requiere un esfuerzo conjunto principalmente
Directivo/s — padre/s coordinado desde el Estado y en el cual participen los responsables de
Directivo/s - personal no docente la educación, los servicios sociales y toda la comunidad educativa.
Personal no docente — padres
Etc.

Siempre que tiene lugar un acto de violencia hay varias víctimas,


que pueden desde padecer terror ante la sola idea de asistir a la insti-
tución escolar hasta evidenciar lastimaduras leves o muy graves. Puede
existir también el deterioro o la destrucción de mobiliarios, paredes,
sanitarios, etc., y llegar a extremos irremediablemente dolorosos como
la muerte de alumnos, profesores, o personas que ocasionalmente
pasan por la puerta de la institución.
La violencia escolar puede surgir como una respuesta impulsiva
ante situaciones desencadenantes o como venganzas intencionadas
y planificadas. Lo que hoy vemos en las escuelas (alcoholismo,
amenazas, ultrajes etc.), ¿será quizás lo que sembramos con nuestra
apatía frente a lo que sucede en las comunidades, en las familias, en
las calles, en esas mismas calles por las que pasamos apurados para
no llegar tarde a dar nuestra clase?

28 • VIOLENCIA ESCOLAR. ¿SE PUEDE HACER ALGO?


i ii i í Wi-ni. ihi-ni _ "tQ
¿Es verdad que hay más violencia Las escuelas ubicadas en zonas sociales marginales están trabajando
en fas escuelas de zonas marginales? con niños en "riesgo permanente de violencia". La prevención se hace
en ellas imprescindible, ya que ía pobreza y el desamparo los ataca
continuamente dejándolos fuera del sistema.
Un destino maleable y emocionante, cargado de esperanzas y Comúnmente la queja que se escucha decir a los docentes de
miedos, es lo que se ha negado y se niega a tantos jóvenes muchachos y estas zonas, sobretodo cuando trabajan con adolescentes, es que los
muchachas empeñados en habitar la única sociedad viable, respetable jóvenes no se adaptan o no se integran. La pregunta sería entonces,
y legítima que aparece a la vista... Pero es sólo un espejismo, porque ¿adaptarse o integrarse a qué? La realidad nos muestra que si para la
aunque es la, única sociedad lícita, les está vedada, aunque es la mayoría de la sociedad es difícil, para los púberes y los jóvenes resi-
única existente, los rechaza, aunque es la única que los rodea, dentes en zonas marginales el derecho de conseguir un trabajo digno
se convierte en casi un imposible. La socióloga Viviane Forrester, en
les resulta inaccesible... su libro El horror económico, afirma que "toda una red estrechamente
VIVTANE FORRESTER, El horror económico
tramada les impide adquirir los medios legales de vida, así como la
correspondiente razón para vivir"2. En este contexto, en donde todo
La violencia en las aulas está íntimamente ligada a la crisis social.
Cuando la escuela se encuentra ubicada dentro de una zona en la cual les es hostil, discriminados por su propia identidad, cometen la "in-
la crisis actúa impíamente, es posible que se vea envuelta de accionares decencia de no integrarse".
violentos y hasta delictivos difíciles de controlar. En general las fami- Volvemos entonces a hacernos la pregunta, ¿adaptarse o integrarse
lias de sectores marginales vuelcan todas sus energías en el modo de a qué? Quizás cuando los docentes comentan que estos alumnos son
subsistir, utilizando todas las formas y prácticas que están a su alcance inadaptados se refieran a tantos jóvenes que no se acomodan a una
para poder hacerlo. Casi siempre los niños e invariablemente los ado- sociedad que los posterga desde su nacimiento, que desde un primer
lescentes turnan sus tareas cotidianas entre la escuela y el trabajo de momento los encasilla y les quita de cuajo la posibilidad de demostrar
conseguir algo para llevar a la casa. En estas circunstancias, se puede sus aptitudes.
observar que son chicos que reciben normas completamente distintas ¿Por qué los chicos se muestran tan enojados? ¿Es verdad que la
según dónde actúen (lo que está bien para la escuela muchas veces es escuela les da todo lo que nadie les dio nunca? ¿Es esto realmente
mal visto en Ja calle donde pasan la mayor parte de sus horas), y se así? ¿Cómo razonan, cómo piensan estos chicos? ¿Cómo aprender a
espera de ellos conductas totalmente diferentes. pensar cuando es mejor vivir sin cuestionarse demasiado, cuando todo
La escuela, que en estos casos cumple funciones sociales incues- lo que uno puede llegar a pensar duele, da miedo y las conclusiones
tionables (darles de comer, controlar la salud, etc.), en ciertas opor- a las que puede llegarse no son agradables? Embarcarse en este pro-
tunidades no es capaz de contener a niños y adolescentes que por su ceso es un verdadero desafío y no todos tienen fuerza para hacerlo.
historia, por sus necesidades, por sus preocupaciones y por la incer- Hay que tener la capacidad de separar lo intelectual de lo visual, los
tidumbre por su futuro viven y se comunican con códigos distintos, pensamientos de las emociones.
de una manera no esperada ni comprendida por los docentes. ¿Por qué se muestran tan enojados?
El conflicto aparece cuando se corta la comunicación, cuando la Muchos docentes, por más que intenten lo contrario, se manejan
escuela se desarticula de la realidad, cuando se convierte sólo en un con un lenguaje distinto, prácticamente desconocido. Puede existir
lugar que cumple con su función de enseñar, pero que no se siente entre cada uno de estos chicos y la institución escolar una pared que
parte, cuando falla la empatia con la comunidad en la que está inserta. 2 FORRESTER, VIVIANE, El horror económico, Buenos Aires, Fondo de Cultura
Económica, 1997, p. 65.
30 • VIOLENCIA ESCOLAR. ¿SE PUEDE HACER ALGO?
MARÍA IULIA VERNIERI • 31
"no se ve", pero está. El territorio escolar es el escenario en el cual estos
niños comparten su tiempo con la misma parte de la sociedad que termina por explotar. Para un excluido del sistema de libre mercado
diariamente Jos excluye. Los profesores, los maestros, sea cual fuere basta con comprar un revólver para transformarse en un delincuente y
su situación económica o su trato para con ellos, viven en el lado de sentirse otra vez incluido en la sociedad que lo había expulsado como
los privilegiados y se relacionan directamente con quienes excluyen. ciudadano. Aho^a pertenece otra vez a ella, sólo que en el modo de la
Sienten que la figura del docente es el prototipo del que ya en otros delincuencia. Si antes no tenía trabajo, ahora lo tiene. Si antes estaba
tiempos engañó a sus padres. Por mejores que sean los sentimientos abatido, hundiafjsén la depresión, ahora lo vigoriza un odio sin fron-
del maestro, la educación es vivida como una limosna y aun en el teras. Si antes era inofensivo, inoperante, un desecho marginal y triste,
mejor de los casos, cuando los jóvenes toman conciencia de que la un número arrojado al canasto, un desdichado más en la cola de los
única posibilidad de progreso está dada justamente por la educación, desdichados que buscan trabajo, ahora es agresivo, ofensivo al extremo,
es vivida con una angustia tal que altera las relaciones. brutal. No padece la desdicha, la provoca.
•i-Si bien frente al tema general de la violencia escolar la decisión y la El delincuente criminal asume la cara desembozada y cruel del sistema
intervención del estado son fundamentales para comenzar a pensar y ge- de exclusión. Cruel, irracional y generalizada. No odia -como odiaba el
nerar respuestas, ésta se hace imprescindible cuando Jos niños enfrentan antiguo obrero explotado- a sus patrones. Odia a todos. A todos los que aún
miseria, abuso u otros factores de riesgo para el desenlace violento. tienen trabajo. A todos los que tienen una casa. Una familia. A todos los que
Las escuelas sí o sí deberían contar con un apoyo explícito que tienen las cosas esenciales de las que élfue privado. Odia también la vida,
favorezca, la construcción de redes soJidarias entre las familias del porque piensa que se la han quitado. Sólo se siente —otra vez—parte de la
barrio. Podrían ser la sede donde organizar, administrar, pensar y sociedad cuando arremete contra ella, cuando la lastima, cuando la hiere
elaborar proyectos cuyo objetivo sea ayudar a ayudarse a los que más en el corazón de cualquiera de los representantes. Aun cuando sea vida del
lo necesiten, convirtiéndose así en parte activa del conjunto de Ja kiosquero de la esquina o de un pequeño propietario al que seguramente le
comunidad. La comunicación sin prejuicios es fundamental. aguarda un destino parecido al suyo, ya que tal vez mañana lo expulsen del
Si bien la violencia escolar de ninguna manera está determinada trabajo que aún escasamente lepermite sostener lo que tiene. De este modo,
únicamente por la zona ni por las posibilidades económicas de la co- el delincuente criminal—con sólo tener un revólver, con sólo matar- ocupa
munidad educativa, es claro para todos que la miseria, el hacinamiento, la centralidad en el sistema que lo había excluido de sí. Vuelve a tener un
la falta de esperanza y la baja estima sobre la vida misma ("si mi vida no ser, se siente alguien, alguien temido, odiado, perseguido, pero alguien. No
vale nada, ¿por qué va a valer la tuya?") son factores importantísimos se sentía así el día que lo echaron del trabajo.
en la posible generación de accionares violentos e indiscriminados. (....) El excluido que se compra un revólver y asalta un restaurante
La violencia imparable que vivimos hoy se ha gestado en nuestro está tramado por un par de certezas: en el restaurante se come. El excluido
país durante años de políticas equivocadas que, con el objetivo de fa- no tiene cómo ganar su pan. O al menos, ha sido expulsado del lugar en
vorecer a unos pocos, promovieron el individualismo más vergonzoso que elpan se gana, el trabajo. El excluido —también— tiene una relación
y la ley del más fuerte, dilapidando así los valores de una sociedad toda de abierto conflicto con el incluido. Todo incluido ocupa el lugar que
que día a día luchaba por subsistir y no desaparecer del sistema. un excluido no tiene. Todo incluido es culpable. La relación ya no es
Para reflexionar entre clases. Es más personal, más individual, más íntima. Es de uno a
uno. En una sociedad de excluidos e incluidos, todos y cada uno de los
incluidos son culpables por la exclusión de alguien. (...) Ergo, no hay
"...La violencia ha crecido en las ciudades y en los
* suburbios. El mo- incluido inocente.
delo neoliberal ocluye la posibilidad de cambio, un sistema tan cerrado De aquí el odio. (...) Si creció la violencia es porque lo que erecto es
el odio. (...) Hoy el excluido ve, descarnadamente, a un ser individual,
32 «VIOLENCIA ESCOLAR. ¿SE PUEDE HACER ALGO?
singulary culpable, o aun cómplice, o aun indiferente. También a al-
guien que sepermite gozar de la vida en un tiempo de desdichas masivas.
Entonces, rabiosamente, lo golpea sin piedad. O lo mata.
¿Sólo nos resta el miedo? ¿El miedo y el desencanto?"3

Autoevaluación

El objetivo de la autoevaluación es que cada docente pueda llegar


a una conclusión personal sobre el capítulo presentado. Las pregun-
tas pueden ser dictadas a los docentes o pueden entregarse impresas
para agilizar la tarea. Se aconseja que los docentes cuenten con un
tiempo y un lugar determinados que favorezca su introspección y su
construcción personal.

a) Escriba en pocas palabras su opinión personal sobre la natu-


raleza de la violencia en los seres humanos.
b) A su entender, ¿cuáles pueden ser los motivos más frecuentes
por los que las personas realizan actos violentos?
c) Exponga su opinión personal sobre la función que tiene la
educación en relación con la prevención de la violencia en la
sociedad.
d) ¿Qué responsabilidad considera usted que tienen la tele-
visión, la computadora y los videojuegos en el aumento
de la agresividad y la violencia en los niños y adolescentes?
Fundamente su respuesta.
e) Relate algún acto de violencia escolar que se haya produ-
cido en los últimos tiempos y que le haya impresionado
mucho.
f) ¿Cree usted que se podría haber evitado?
g) A su entender, ¿qué responsabilidad tuvo la familia de los
involucrados?
h) ¿Qué responsabilidad tuvo la institución educativa?

3 FEINMANN, JOSÉ PABLO, La sangre derramada. Ensayo sobre la violencia política,


Buenos Aires, Seix Barral/Planeta, 2003, p. 331.

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