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TRIBUNAL DE TOKIO

TRIBUNAL PENAL MILITAR INTERNACIONAL PARA EL LEJANO ORIENTE, ESTABLECIDO


POR LAS POTENCIAS ALIADAS AL TÉRMINO DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL PARA
ENJUICIAR LOS CRIMENES DE GUERRA , CRIMENES CONTRA LA PAZ Y CRIMENES
CONTRA LA HUMANIDAD COMETIDOS POR JAPON

TRIBUNAL DE NUREMBERG

TRIBUNAL MULTINACIONAL ESTABLECIDO POR EL TRATADO INTERNACIONAL CONOCIDO


COMO ESTATUTO DE LONDRES (1946) PARA ENJUICIAR A LOS RESPONSABLES NAZIS
PARA ENJUICIAR LOS CRIMENES DE GUERRA , CRIMENES CONTRA LA PAZ Y CRIMENES
CONTRA LA HUMANIDAD.

Al finalizar la guerra las potencias vencedoras iniciaron una serie de procesos conocidos como los
Juicios de Núremberg, cuyo objetivo era determinar la responsabilidad de los dirigentes nazis y
sus colaboradores en determinados crímenes contra la Humanidad cometidos entre 1939 y 1945.

Sesión del Tribunal el 30 de septiembre de 1945

De entre esos procesos, el más importante fue el denominado Juicio Principal de Núremberg (o
simplemente Juicio de Núremberg), que se inició el 19 de noviembre de 1945 y terminó el 10 de
octubre de 1946. Se celebraron 403 sesiones presididas por Geoffrey Lawrence. En él fueron
juzgados 22 dirigentes del III Reich bajo las siguientes imputaciones:

 Crímenes contra la paz: aquellos que violan tratados, desencadenan guerras, etc.
 Crímenes de guerra: matanzas de prisioneros, bombardeos de población civil, torturas,
etc.
 Crímenes contra la humanidad: asesinatos, exterminio, deportaciones, etc.

Los responsables nazis fueron acusados de haber ocasionado la muerte de 12 millones de


personas.
De los enjuiciados 12 fueron condenados a la horca, otros tres a cadena perpetua, dos a 20 años
y dos a 15 y 10 años respectivamente. Otros responsables del nazismo se habían suicidado antes
de ser apresados, como ocurrió con Hitler y Goebbels.

En conjunto, muchos de los condenados, en este y otros procesos, no cumplieron la totalidad de


sus condenas, sino que fueron amnistiados en el clima de guerra fría que habría de vivirse en
adelante. El último de los condenados a cadena perpetua, Rudolf Hess, murió en la prisión de
Spandau en 1987.

Sesión del Tribunal Internacional Militar para el Lejano Oriente. 1946

En 1946 se formó otro tribunal, destinado en esta ocasión a jugar los delitos cometidos en Extremo
Oriente por los japoneses: el Tribunal Internacional Militar, con sede en Tokio. Inspirado en el de
Núremberg, el tribunal procesó a 25 dirigentes y funcionarios. Concluyó su labor en 1948. Todos
los imputados fueron declarados culpables y siete de ellos condenados a la horca.

Los Tribunales de Núremberg y Tokio ejercieron una gran influencia sobre otros posteriores, caso
de la Corte Penal Internacional, creada en 1998 con sede en Roma.

EL TRIBUNAL DE TOKIO

1. 1. Definición
El Tribunal Penal Militar Internacional para el Lejano Oriente fue el órgano jurisdiccional ante el que
se desarrollaron los Juicios o Procesos de Tokio, organizados contra los criminales de guerra
japoneses una vez terminada la Segunda Guerra Mundial.
El tribunal militar internacional para el Extremo Oriente (IMTFE), también conocido como Ensayo
de Tokio, Tribunal de los crímenes de guerra

Creación de la corte

La base jurídica para el ensayo fue establecida por la carta del tribunal militar internacional para el
Extremo Oriente (CIMTFE) que fue proclamado encendido 19 de enero 1946. CIMTFE estableció
los leyes y los procedimientos por los cuales los ensayos de IMTFE debían ser conducidos,
incluyendo los tipos de crímenes. En 25 de abril 1946 de acuerdo con las provisiones del artículo 7
del CIMTFE las reglas del procedimiento originales del tribunal militar internacional para el Extremo
Oriente con enmiendas fueron promulgadas.
Un panel de once jueces presidido el IMTFE, uno por cada uno de energías aliadas victoriosas
(Estados Unidos, República de China, Unión Soviética, Reino Unido, Países Bajos, Gobierno
provisional de la república francesa, Australia, Nueva Zelandia, Canadá, La India británica, y
Filipinas).

1.3. Los cargos

Imagen de la Corte con los jueces en la parte posterior y los acusados en la zona frontal.
Se determinaron, al igual que en Nüremberg, cuatro grandes crímenes o delitos: 1. Crímenes
contra la paz y crímenes de guerra, que se basaban en la existencia de una premeditación para
alterar la paz y la existencia de asesinatos, torturas, violaciones contrarios a las Leyes de la
Guerra. 2. Crímenes contra la humanidad cuando se trataba del exterminio y muerte en masa. 3.
Genocidio cuando se trataba de la misma muerte en masa pero de grupos étnicos determinados. 4.
Complot de guerra

Documentos relacionados

A comienzos del invierno de 1942, los gobiernos de las potencias aliadas anunciaron su
determinación de castigar a los criminales de guerra nazis.

El 17 de diciembre de 1942, los líderes de los Estados Unidos, Gran Bretaña y la Unión Soviética
hicieron pública la primera declaración conjunta donde se reconocía oficialmente el exterminio
masivo de judíos europeos y se determinaba que se enjuiciaría a los responsables de la violencia
perpetrada contra poblaciones civiles. Aunque algunos líderes políticos eran partidarios de
ejecuciones inmediatas en lugar de juicios, los aliados finalmente decidieron formar un Tribunal
Militar Internacional. Así lo expresaba Cordell Hull: “una condena después de un juicio como este
será la sentencia de la historia y los alemanes no podrán decir que se les arrancó por la fuerza una
confesión de culpabilidad”.

La Declaración de Moscú, firmada en octubre de 1943 por el presidente estadounidense Franklin


D. Roosevelt, el primer ministro británico Winston Churchill y el líder soviético Josef Stalin, afirmaba
que, durante un armisticio, las personas consideradas responsables de crímenes de guerra serían
enviadas al país donde se habían cometido los crímenes, a fin de que fueran juzgadas conforme a
las leyes de dicha nación. Destacados criminales de guerra cuyos delitos no podían asignarse a
una ubicación geográfica en particular serían castigados por decisiones conjuntas de los gobiernos
aliados.
Los juicios de los principales funcionarios alemanes ante el Tribunal Militar Internacional (TMI) (los
juicios contra crímenes de guerra más conocidos del período de posguerra) comenzaron
oficialmente en la ciudad alemana de Núremberg el 20 de noviembre de 1945, seis meses y medio
después de que Alemania se rindiera. Cada uno de los cuatro países aliados (Estados Unidos,
Gran Bretaña, Francia y la Unión Soviética) proporcionó un juez y un equipo de fiscales. Geoffrey
Lawrence, juez principal de Gran Bretaña, fue el presidente del tribunal. Los reglamentos del juicio
surgieron a partir de la delicada conciliación de los sistemas judiciales europeos y anglo-
estadounidenses. Un equipo de traductores interpretaron simultáneamente todos los juicios en
cuatro idiomas: inglés, francés, alemán y ruso.

Tras un extenso debate, se seleccionaron veinticuatro acusados que fueran una muestra
representativa de la dirigencia diplomática, económica, política y militar nazi. Adolf Hitler, Heinrich
Himmler y Joseph Goebbels nunca fueron juzgados, ya que se habían suicidado antes de que
finalizara la guerra. El Tribunal Militar Internacional decidió no hacerles un juicio póstumo para no
generar la sensación de que aún podrían estar vivos. En realidad, solo veintiún acusados fueron
enjuiciados. El empresario industrial Gustav Krupp había sido incluido en la acusación original,
pero era un anciano y estaba enfermo. Por ello, en audiencias preliminares se decidió excluirlo de
los juicios. Martin Bormann, el secretario del partido nazi, fue juzgado y condenado in absentia.
Robert Ley se suicidó en las vísperas del juicio.

El Tribunal Militar Internacional imputó a los acusados por los cargos de crímenes contra la paz,
crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. El Tribunal Militar Internacional definió los
crímenes contra la humanidad como “asesinato, exterminio, esclavitud, deportación… o
persecución por razones políticas, raciales o religiosas”. Se incluyó un cuarto cargo por
conspiración con el fin de abarcar crímenes cometidos conforme a la ley nacional nazi antes de
que comenzara la Segunda Guerra Mundial. A partir de esto, los tribunales posteriores contarían
con jurisdicción para enjuiciar a cualquier individuo miembro de una organización delictiva. Por lo
tanto, el Tribunal Militar Internacional también imputó a varias organizaciones nazis por
considerarlas delictivas, a saber: el Gabinete del Reich, la cúpula dirigente del partido nazi, la
guardia de élite (las SS), el Servicio de Seguridad (SD), la Policía Secreta del Estado (Gestapo),
las tropas de asalto o Stormtroopers (SA), y el personal general y el Alto Comando de las Fuerzas
Armadas alemanas.

Los acusados tuvieron el derecho a elegir sus abogados. Asistieron a los juicios diariamente más
de 400 visitantes, así como también 325 corresponsales de 23 países.

Robert Jackson, fiscal principal estadounidense, decidió fundar su caso en un conjunto de


documentos escritos directamente por los nazis, en lugar de declaraciones de testigos, para que no
pudiera decirse que el juicio se basaba en testimonios parciales o tendenciosos. Los testimonios
presentados en Núremberg revelaron muchos datos sobre el Holocausto, como detalles del
aparato asesino de Auschwitz, la destrucción del ghetto de Varsovia y las aproximadamente seis
millones de víctimas judías.

Los jueces dieron su veredicto el 1 de octubre de 1946. Se necesitaban al menos tres jueces para
efectivizar la condena. Doce acusados, entre los que se encontraban Joachim von Ribbentrop,
Hans Frank, Alfred Rosenberg y Julius Streicher, fueron sentenciados a pena de muerte. Los
condenados fueron enviados a la horca, los cuerpos se cremaron en Dachau y las cenizas se
esparcieron en el río Isar. Hermann Goering escapó de su sentencia de muerte suicidándose la
noche anterior. El Tribunal Militar Internacional condenó a tres acusados a cadena perpetua y a
cuatro acusados, a prisión por diez a veinte años. Tres fueron absueltos.

El juicio del Tribunal Militar Internacional de Núremberg fue apenas uno de los primeros y más
famosos de los juicios contra crímenes de guerra que se realizaron posteriormente. Después de
1945, la abrumadora mayoría de juicios por crímenes de guerra procesaron a funcionarios y
oficiales de rangos inferiores. Se incluyó a guardias y comandantes de los campos de
concentración, oficiales de policía, miembros de los Einsatzgruppen (equipos móviles de matanza)
y médicos que participaron en experimentos médicos. Estos criminales de guerra fueron juzgados
por tribunales militares en los primeros años del período de posguerra en las áreas británicas,
estadounidenses, francesas y soviéticas de Alemania y Austria ocupadas, y también en Italia.

El 17 de octubre de 1946, apenas un día después de la ejecución de los acusados del Tribunal
Militar Internacional, el presidente estadounidense Harry Truman nombró a Telford Taylor nuevo
fiscal principal estadounidense para los crímenes de guerra. Taylor enjuició a 183 funcionarios
alemanes de alto rango en doce juicios distintos. Estos tribunales militares estadounidenses en
conjunto suelen llamarse los juicios posteriores de Núremberg. Miembros de la Gestapo y de las
SS, junto con empresarios industriales alemanes, fueron juzgados por su participación en la
aplicación de las leyes de Núremberg, la “arianización”, los fusilamientos masivos de judíos en
campos de concentración, los fusilamientos de los Einsatzgruppen y las deportaciones.

Otros criminales de guerra fueron juzgados por los tribunales de los países donde habían cometido
los crímenes. En 1947, un tribunal en Polonia condenó a pena de muerte a Rudolf Hoess,
comandante del campo Auschwitz. En los tribunales de Alemania Occidental, muchos de los ex
nazis no recibieron condenas severas debido a que cumplir órdenes de superiores constituía a
menudo una circunstancia atenuante. Por consiguiente, varios criminales nazis volvieron a su vida
normal en la sociedad alemana, especialmente en el mundo de los negocios.

Los esfuerzos de los cazadores de nazis (como Simon Wiesenthal y Beate Klarsfeld) permitieron la
captura, la extradición y el juicio de varios nazis que se habían escapado de Alemania después de
la guerra. El juicio de Adolf Eichmann, llevado a cabo en Jerusalén en 1961, captó la atención del
mundo entero.

Sin embargo, muchos criminales de guerra nunca fueron juzgados ni castigados

La Primera Guerra Mundial (1914-1918) fue el resultado de la fricción permanente causada


por el imperialismo de las grandes potencias europeas.

La Gran Guerra, como era denominada antes de que sucediera la Segunda Guerra Mundial, fue un
conflicto a escala global. Comenzó en Europa e involucró los territorios coloniales.

Dos bloques enfrentados: la Triple Alianza formada por Alemania, Austria e Italia, y la Triple
Entente formada por Francia, Inglaterra y Rusia.

La guerra dejó 10 millones de soldados muertos y otros 21 millones resultaron heridos. También 13
millones de civiles perdieron la vida.

Causas de la Primera Guerra Mundial

Varios problemas llegaron a los principales países europeos a principios del siglo XX:

– Algunos países estaban extremadamente descontentos con el reparto de Asia y África,


ocurrida a finales del siglo XIX. Alemania e Italia, por ejemplo, habían quedado fuera en el
proceso neocolonial.

Mientras tanto, Francia e Inglaterra podían explorar diversas colonias, ricas en materias primas y
con un gran mercado consumidor. La insatisfacción de Italia y de Alemania, en este contexto,
puede considerarse una de las causas de la Gran Guerra.
– La muerte del heredero al trono de Austria Francisco Fernando y su esposa, el 28 de junio,
1914.

– A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, los países europeos empezaron a invertir
fuertemente en la fabricación de armamento. Los países estaban empeñados en una rápida
carrera armamentista, ya como una manera de protegerse, o atacar, en el futuro próximo. Esta
carrera bélica generaba un clima de aprehensión y miedo entre los países, donde uno intentaba
armarse más que el otro.

– La rivalidad ruso-alemán, causada por la demanda alemana de construir un ferrocarril que une
Berlín a Bagdad. Rusia reaccionó, pues la carretera ligaría a Alemania con Oriente Medio, rico en
petróleo y poseedor de un atractivo mercado consumidor, además de pasar por regiones donde los
rusos pretendían aumentar su influencia.

– Cabe recordar también que a principios del siglo XX había una fuerte competencia comercial
entre los países europeos, principalmente en la disputa por los mercados consumidores. Esta
competencia generó varios conflictos de intereses entre las naciones.

– Inglés antigermanismo como un resultado de la competencia industrial alemana. En


vísperas de la guerra los productos alemanes e ingleses concurrían en mercados que hasta
entonces habían sido dominados exclusivamente por Inglaterra. Cuando los productos
alemanes comenzaron a penetrar en la propia Inglaterra, la burguesía industrial y financiera
inglesa, pasó a alimentar la idea de que Alemania debía ser contenida.

– La cuestión del nacionalismo también estaba presente en Europa de la preguerra. Además de las
rivalidades (ejemplo: Alemania e Inglaterra). Había el pangermanismo y el paneslavismo.

En el primer caso era el ideal alemán de formar un gran imperio, uniendo los países de
origen germánico.

El paneslavismo era un sentimiento fuerte existente en Rusia y que implicaba a otros países
de origen eslava.

– También existía, entre dos naciones poderosas de la época, una rivalidad muy grande. Francia
había perdido, a finales del siglo XIX, la región de Alsacia-Lorena a Alemania durante la Guerra
Franco-Prusiana. El revanchismo francés estaba en el aire, y los franceses esperando una
oportunidad para reanudar la reconquista de la rica región perdida.

¿Que Países Participaron en la Primera Guerra?

Los países europeos comenzaron a hacer alianzas políticas y militares desde finales del siglo XIX.
Durante el conflicto mundial estas alianzas permanecieron. De un lado había la Triple Alianza
formada en 1882 por Italia, Imperio Austro-Húngaro y Alemania (Italia pasó a la otra alianza en
1915). En el otro lado la Triple Entente, formada en 1907, con la participación de Francia,
Rusia y el Reino Unido.

En la contienda participaron 17 países de los cinco continentes como: Alemania, Brasil,


Austria-Hungría, Estados Unidos, Francia, el Imperio Británico, Imperio Turco Otomano, Italia,
Japón, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal, Reino de Rumania, Reino de Serbia, Rusia, Australia
y China.

El Inicio de la Gran Guerra: Resumen


El 28 de junio de 1914, un estudiante bosnio asesinó al heredero del trono austríaco
Francisco Fernando y su esposa, en Sarajevo, capital de Bosnia.

Este doble asesinato fue el pretexto para la explosión de la Guerra que duró hasta el 11 de
noviembre de 1918.

El estallido del conflicto fue el asesinato de Francisco Fernando, príncipe del Imperio
Austrohúngaro, durante su visita a Sarajevo (Bosnia-Herzegovina). Las investigaciones llevaron al
criminal, un joven integrante de un grupo serbio llamado mano negra, contrario a la influencia de
Austria-Hungría en la región de los Balcanes.

El imperio austro-húngaro no aceptó las medidas tomadas por Serbia con respecto al
crimen y, el 28 de julio de 1914, declaró guerra a Serbia.

Desarrollo de la 1 Guerra Mundial

Al comienzo del conflicto, las fuerzas se equilibraban, en número de soldados, pero eran
diferentes en los equipos y los recursos que utilizaron por ejemplo:

La Triple Entente no tenía cañón de largo alcance, pero dominaba los mares, gracias al poderío
inglés.

Los tanques de guerra, los acorazados, los submarinos, los obuses de grueso calibre y la
aviación, entre otras innovaciones tecnológicas de la época, constituyeron artefactos
bélicos de gran poder de destrucción.

Después, que franceses y alemanes tomaron posiciones cavando trincheras a lo largo de todo el
frente occidental.

Protegidos por alambre de púas, los ejércitos se enterraban en trinchera, donde el fango, el
frío, las ratas y el tifus mataron tanto como las ametralladoras y los cañones.

Las batallas se desarrollaron principalmente en trincheras. Los soldados se quedaban a menudo


centenares de días atrincherados, luchando por la conquista de pequeños pedazos de
territorio. Este momento se llama Guerra de trincheras.

En 1917, los Estados Unidos, que se había mantenido fuera de la guerra, aunque ayudaba con
capital y venta de armas a los países de la Entente, principalmente a Inglaterra, entra en el
conflicto.

Declaró la guerra a Alemania, por temor a su poderío imperialista e industrial.

Ese mismo año Rusia salió del conflicto, debido a la revolución rusa de 1917 que derrocó al
zar e implementó el régimen socialista.

Fases de la Primera Guerra y principales características:

Primera Fase (1914)

– Inicio de la guerra con el asesinato de Francisco Ferdinando, heredero del trono del Imperio
Austro-húngaro, el 28 de junio de 1914.
– Ocurren varias declaraciones de guerra en el mes de agosto de 1914: a comienzos de mes,
Alemania declara guerra a Rusia y luego a Francia. El 4 de agosto, el Reino Unido declara la
guerra a Alemania. Un día después, el Imperio Austro-Húngaro declara guerra a Rusia.

– Movimiento de tropas de las Tríplices Entente (Reino Unido, Francia y Rusia) y Alianza (Imperio
Austro-Húngaro, Italia y Alemania) en diversos puntos del territorio europeo.

– Desarrollo de batallas con equilibrio entre los dos bloques militares.

– Los países implicados en el conflicto pasan a producir armas bélicas a gran escala. Entre los
principales armamentos, podemos citar: tanques, cañones, ametralladoras, coches blindados y
lanzagranadas.

– Las mujeres fueron muy utilizadas como mano de obra en las industrias de armamento.

Segunda Fase (de 1915 a 1916)

– Fase conocida como guerra de trincheras. Disputas de territorio con muchas muertes y militares
heridos. Estas batallas ocurrían, principalmente, en áreas rurales y poco habitadas. Las conquistas
territoriales eran lentas y, también caracterizadas por el equilibrio entre los dos bloques.

– Después de salir de la Triple Alianza, Italia entra en mayo de 1915 en el bloque militar de la
Triple Entente, fortaleciéndolo militarmente.

Tercera – Fase Final (1917 a 1918)

– Salida de la Rusia de la guerra, en 1917, tras el evento de la Revolución Rusa.

– Entrada de los Estados Unidos, en abril de 1917, fortaleciendo el bloque militar de la Triple
Entente. La entrada de los Estados Unidos es señalada, por muchos historiadores, como el factor
decisivo para la victoria de la Triple Entente.

– En 1918, debilitados, los países de la Triple Alianza son derrotados. El Tratado de Paz se firma
en París el 11 de noviembre de 1918.

Fin de la Guerra

En 1917 ocurrió un hecho histórico de extrema importancia: la entrada de Estados Unidos en el


conflicto.

Estados Unidos entró al lado de la Triple Entente, pues había acuerdos comerciales a
defender, principalmente con Inglaterra y Francia. Este hecho marcó la victoria de la
Entente, forzando a los países de la Alianza a firmar la rendición.

Los derrotados tuvieron que firmar el Tratado de Versalles que imponía a estos países fuertes
restricciones y castigos.

Alemania tuvo su ejército reducido, su industria bélica controlada, perdió la región del corredor
polaco, tuvo que devolver a Francia la región de Alsacia Lorena, además de tener que pagar los
daños de la guerra de los países vencedores.
El Tratado de Versalles tuvo repercusiones en Alemania, influenciando el inicio de la
Segunda Guerra Mundial.

Consecuencias de la Primera Guerra Mundial

– Durante la 1 Guerra Mundial murieron, aproximadamente, 9 millones de personas (entre civiles y


militares). El número de heridos, entre civiles y militares, quedó en unos 30 millones.

– Desarrollo de varios armamentos de guerra como, por ejemplo, tanques de guerra y aviones.

– Desintegración del imperio otomano y austro-húngaro.

– Fortalecimiento de los Estados Unidos en el escenario político y militar mundial.

– Creación de la Liga de las Naciones, con el objetivo de garantizar la paz mundial.

– Firma del Tratado de Versalles que impuso una serie de sanciones a la derrotada Alemania.

– Generación de crisis económicas en Europa, en función de la devastación causada por la Gran


Guerra y también de los elevadísimos gastos militares.

– Fortalecimiento y desarrollo de la industrialización.

– Surgimiento del sentimiento de revanchismo en Alemania, en función de las duras penas


impuestas por el Tratado de Versalles.

Segunda Guerra Mundial

La Segunda Guerra Mundial (1939-1945) ha sido uno de los acontecimientos políticos y


militares de mayor impacto en la historia de la humanidad debido a su alcance y sus
consecuencias, así como al número de países que participaron y se vieron afectados.

Los países reconocidos como grandes potencias del mundo por su poderío económico, militar e
industrial, fueron gravemente trastocados durante el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial.

Alemania, Italia y el Imperio japonés conformaban las Potencias del Eje. Francia, Reino Unido y,
posteriormente, Estados Unidos y la Unión Soviética, entre otros, conformaron el grupo de los
Aliados.

Esta guerra dejó un saldo de víctimas cercano a 2,5% de la población mundial, y sus hechos más
resaltantes fueron el holocausto, en el cual fueron murieron millones de judíos, y la explosión de
dos bombas atómicas en las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, en Japón.
Monumento de la Paz en Hiroshima, Japón. Restos de un edificio que resistió la explosión de la
bomba atómica.

Esta guerra marcó la historia de la humanidad debido a su crueldad y capacidad de


destrucción. En actualidad existen diversos cuerpos políticos internacionales destinados a trabajar
para mantener la estabilidad política, la paz y la soberanía de las naciones, y para evitar el
surgimiento de una nueva guerra mundial mucho más potente y violenta que las anteriores.

Causas de la Segunda Guerra Mundial

Las causas de la Segunda Guerra Mundial derivan de diferentes factores, tanto políticos,
económicos y sociales como ideológicos que se arrastraron tras finalizar la Gran Guerra o Primera
Guerra Mundial con el Tratado de Versalles, y a los que se sumó la Gran Depresión, entre otros.

Tratado de Versalles

El Tratado de Versalles fue un convenio de paz firmado en Francia el 28 de junio de 1919, seis
meses después de la firma del armisticio, tras el cual hubo un cese al fuego y la aceptación de la
derrota de la Primera Guerra Mundial por parte de los alemanes.

Este tratado impuso en Alemania términos que generaron un descontento general entre los
ciudadanos, y que originaron la teoría de la “puñalada por la espalada” al sentirse los ciudadanos
bajo el dominio de otros países potencia.
Se estableció reducir el ejército de manera considerable, pagar una indemnización muy costosa a
los países vencedores, la desaparición del Imperio austrohúngaro, la pérdida de territorio, entre
otros.

Gran Depresión

La Gran Depresión o el Crack del 29 fue una crisis económica que inició el 29 de octubre de 1929
en Estados Unidos. Luego se extendió a otros países de Europa como Alemania, Austria y Francia,
donde muchas economías estaban creciendo gracias a los préstamos que recibían de Estados
Unidos, tras haber finalizado la Primera Guerra Mundial.

En 1933, Alemania atravesaba una gran crisis económica, política y social. La economía del país
se había desplomado, el gobierno en curso no supo responder de manera acertada a esta
situación, y la sociedad temía un avance de las ideologías del comunismo.

Esto dio pie a que el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, también conocido como Partido
Nazi, obtuviese la mayoría parlamentaria y Adolf Hitler, líder del partido, ganara poder político y
seguidores.

Enfrentamiento ideológico

Tras los acontecimientos de la Primera Guerra Mundial, se gestaron diferentes ideologías políticas
que debilitaron el liberalismo y afianzaron tanto el nacionalismo como el totalitarismo.

En Europa, los líderes de mayor influencia fueron Adolf Hitler en Alemania y Benito Mussolini en
Italia, ambos caracterizados por desarrollar sistemas de gobierno con políticas extremistas,
fortaleciendo el movimiento de ultraderecha y expansionista. También apareció el antisemitismo,
empleado para perseguir a los judíos.

Benito Mussolini llegó al poder en Italia el 30 de octubre de 1922 e impuso el fascismo, y Adolf
Hitler obtuvo gran poder político el 30 de enero de 1933, al ser nombrado canciller de Alemania.

Por su parte, la Unión Soviética había implantado el comunismo tras derrocar al zar Nicolás II
durante la Revolución Bolchevique en 1917.

Enfrentamientos bélicos

Antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial, se llevaron a cabo diferentes enfrentamientos
bélicos de importancia, como la Guerra Civil Española (1936-1939), en la que intervinieron las
fuerzas alemanas e italianas, el asalto de Italia en Albania y Etiopía, la Guerra Sino-japonesa en
una segunda fase y, la invasión de Polonia y Austria por parte de las tropas alemanas.

Tratado Ribbentrop-Mólotov

El 23 de agosto de 1939, en Moscú, los ministros de Asuntos Exteriores, el alemán Joachim


Ribbentrop y el ruso Viacheslav Mólotov, firmaron el Tratado de no Agresión entre Alemania y la
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, también conocido como el Pacto Ribbentrop-Mólotov.

Este tratado incluyó un protocolo secreto del cual solo tenían conocimiento los líderes de ambas
naciones, Hitler y Stalin, en el cual se acordaba la repartición de los territorios de Europa Central y
del Este, así como no intervenir en dichas zonas repartidas y no formar parte de las alianzas que
se establecieran en contra de ambas naciones.
1920 - 1933 Nazismo y su ideología

Ascenso del nazismo al poder


Con el paso del tiempo, el partido se transformó en una de las principales fuerzas políticas de
Alemania. Una vez electo, Adolf Hitler realizó lo necesario para gobernar sin el Parlamento y eliminó a
la oposición. El 30 de enero de 1933 el Presidente Hindenburg designó a Adolf Hitler como Canciller
del Reich (Primer Ministro).
El 27 de febrero de 1933 el edificio del Parlamento ardió en llamas. Los nazis se apresuraron a culpar a
los comunistas del incendio. Miles de comunistas fueron detenidos y enviados a campos de
concentración. Un decreto presidencial otorgó al Canciller Hitler poderes de emergencia que le
permitieron tomar todo tipo de decisiones y acciones sin mayores obstáculos.
Nazismo
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Adolf Hitler, canciller imperial de Alemania, y Ernst Röhm, cofundador y comandante de las SA,
realizando el saludo fascista (1933).

Nazismo

Esvástica o cruz gamada.

Organizaciones nazis

 Partido Nazi
 Sturmabteilung
 Schutzstaffel
 Waffen-SS
 Juventudes
Hitlerianas
 Lebensborn
 Volkssturm

Libros

 Mi lucha
 Zweites Buch

Relacionados

 Antisemitismo
 Fascismo
 Pangermanismo
 Racismo

 v
 d
 e

El nacionalsocialismo (en alemán, Nationalsozialismus), comúnmente acortado a nazismo, es la


ideología del régimen que gobernó Alemania de 1933 a 1945 con la llegada al poder del Partido
Nacionalsocialista Obrero Alemán de Adolf Hitler (NSDAP). Hitler instituyó una dictadura, el
autoproclamado Tercer Reich. Al Reich se unió Austria a partir de la Anschluss, así como la zona
de los Sudetes así como Memel y Dánzig. Durante la Segunda Guerra Mundial, los nazis ocuparon
tierras en Francia, Checoslovaquia, Hungría, los Países Bajos, Dinamarca y Noruega. La Alemania
de este periodo se conoce como la Alemania nazi.

El nazismo es una forma de fascismo que demostró un rechazo ideológico por la democracia liberal
y el sistema parlamentario. También incorporó un ferviente antisemitismo, el racismo científico y la
eugenesia en su credo. Su nacionalismo extremo provino del pangermanismo y del movimiento
Völkisch prominente en el nacionalismo alemán de la época, y fue fuertemente influenciado por los
grupos paramilitares anticomunistas Freikorps que surgieron después de la derrota de Alemania en
la Primera Guerra Mundial, de la cual surgió "el culto a la violencia" que estaba "en el corazón del
movimiento".1

Es una ideología alemana gestada en la década de los años 1920, pero que no alcanzará
importancia hasta los años 30, momento en que las duras condiciones de paz impuestas en el
Tratado de Versalles (1919) se juntan con la grave crisis mundial del Jueves Negro en 1929 (véase
Gran Depresión). En Alemania la situación es más acuciante aún, ya que a los devastadores
efectos económicos se sumaba la obligación de pagar el tributo de la derrota en la Primera Guerra
Mundial, y el descontento popular ante la injusta situación que hacía que las calles se llenaran de
manifestaciones extremistas de toda índole, tanto de izquierda como de derecha. 2
Esta situación culmina con el fuerte descrédito de las democracias liberales, dado que las
dictaduras que surgieron demostraron ser capaces de controlar y resolver las crisis más
efectivamente que las democracias.nota 1 Tanto la Italia de Benito Mussolini —quien fue elogiado por
«hacer que los trenes llegaran a tiempo», es decir, por poner fin a las huelgas y caos económico
que había dominado a ese país— como el Imperio del Japón, países en los que se impusieron
«gobiernos fuertes», no solo resolvieron la crisis a mediados de los 30 sino que fueron percibidas
como restaurando el orden social aún con anterioridad a esa solución a problemas económicos. nota
2

A esa crisis político-económica hay que agregar una crisis ideológica aún anterior que se extiende
desde 1890 a 1930 y que ha sido caracterizado como una «revolución contra el positivismo».3
Tanto los valores como las aproximaciones a la sociedad y la política que formaban la base de la
civilización occidental fueron percibidas como superadas reliquias del racionalismo proveniente de
la Ilustración. Específicamente, tanto el fascismo como los desarrollos intelectuales que lo
antecedieron buscaron transcender lo que se percibía como la decadencia del Occidente4 (véase,
por ejemplo, La decadencia de Occidente).

Consecuentemente, el Zeitgeist de esa época puede ser descrito como una amalgama o mezcla de
ideas caracterizado por un rechazo al racionalismo, proceso que es generalmente percibido como
iniciándose con Friedrich Nietzsche, junto a tentativas de incorporar «explicaciones científicas» a
preconcepciones o incluso prejuicios explicativos del mundo, por ejemplo, un racismo latente, que
dieron origen a propuestas tales como las de la eugenesia, y en lo político, bajo la influencia de
pensadores tales como Georges Sorel, Vilfredo Pareto,5nota 3 Martin Heidegger (supuestamente),nota
4 Gaetano Mosca, y, especialmente, Robert Michels; a percepciones político elitistas basadas en

un culto del héroe y la fuerza que culminan en una versión del darwinismo social.6 Percepciones
que adquieren connotaciones más extremas en su divulgación y vulgarización. 3

Como influencia importante en el desarrollo de ese Zeitgeist se puede mencionar la obra de Arthur
de Gobineau, que propuso que en cada nación hay una diferencia racial entre los comunes y las
clases dirigentes. Estos últimos serían todos miembros de la raza aria, quienes son no solo la raza
dominante sino también la creativa.7 Posteriormente, Houston Stewart Chamberlain identifica «los
arios» con los teutones; en adición a tratar de demostrar que todos los grandes personajes de la
historia —incluidos Jesucristo, Julio César o Voltaire, entre otros— fueron realmente arios, agrega:

Los teutones son el alma de nuestra civilización. La importancia de cualquier nación, en la medida
que es un poder actual, está en relación directa a la genuina sangre teutona presente en su
población

H. S. Chamberlain (1899). Foundations of the Nineteenth Century.

Múltiples autores también resaltan el papel que tuvo la teoría evolucionista, y el darwinismo social
incorporados a la ideología nazi, como factores que propiciaron la posterior generación de racismo,
la creación del nacionalismo, la propagación de la política neoimperialista y parte diversos pilares
ideológicos del nazismo basados en la aplicación política de la idea de la «supremacía del más
fuerte».891011121314

También de importancia fueron percepciones que se pueden ver ejemplificadas en la obra de, por
ejemplo, Benjamin Kidd, quien propuso:

Nuestra civilización ha sido dada a luz como resultado de un proceso de fuerza sin paralelos en la
historia de la raza. Por épocas incontables el combativo macho europeo se ha desbordado a través
de Europa en sucesivas olas de avance y conquista, venciendo, exterminando, aplastando,
dominando, tomando posesión. Los más aptos, que han sobrevivido esas sucesivas olas de
conquista, son los más aptos por el derecho de la fuerza y en virtud de un proceso de selección
militar, probablemente el más largo en la historia, el más duro, probablemente el más elevante al
que la raza ha sido sometida.

Benjamin Kidd (1919). The Science of Power, pp. 4-5.

Para Kidd, el combativo hombre europeo es un pagano que rinde homenaje pero no entiende ni
acepta en su corazón la validez de «una religión que es la total negación de la fuerza». Ese
hombre europeo ha introducido el «espíritu de la guerra» en «todas las instituciones que ha
creado» y «la creencia que la fuerza es el principio último del mundo». Ese «hombre de la
civilización occidental ha llegado a ser por la fuerza de las circunstancias el supremo animal de
combate de la creación. La Historia y la Selección Natural lo han hecho lo que es», 15 «por la fuerza
ha conquistado el mundo y por la fuerza lo controla». 15 Otras visiones de influencia en esa
percepción son las de Oswald Spengler, para quien Mussolini era el parangón del nuevo César,
que se levantará del Occidente en ruinas para reinar en la «era de la civilización avanzada», por
analogía a los césares de la Antigüedad.

En Alemania, específicamente esa rebelión contra el racionalismo dio origen, entre otras cosas, a
una variedad de asociaciones que promovían un retorno a visiones romantizadas del pasado
alemán (véase Völkisch), en lo cual Richard Wagner tuvo alguna influencianota 5 y una sociedad
ocultista y semisecreta, la Sociedad Thule —basada en la ariosofía y primeros en usar la esvástica
en el contexto de la época— que patrocinó el Partido Obrero Alemán (DAP), más tarde
transformado por Hitler en el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán.16

A lo anterior se ha sugerido que hay que agregar factores específicamente alemanes. A pesar que
Maurice Duverger considera tales consideraciones pocos convincentes a fin de explicar el
desarrollo del nazismo,17 se ha afirmado que no se puede explicar el nazismo sin considerar su
origen18 y que entre los factores que explican ese origen se debe mencionar una tradición cultural
(volkgeist)19 —que se remonta a personajes tales Lorenz von Stein y Bismarck (véase Estado
social)— en la cual el Estado adquiría poderes dictatoriales, demandando orden, disciplina y
control social estricto a fin de garantizar crecimiento y el bienestar económico de la población.20

Esa tradición se transforma, bajo la influencia de personajes tales como Ernst Forsthoff, jurista
conservador de gran influencia, quien, a partir del periodo de la República de Weimar, postula que
los individuos están subordinados ya sea al «Estado absoluto» o al Volk, bajo la dirección de un
líder o Führer.21

El nazismo transforma, sin mucha dificultad, ese culto a la fuerza del más fuerte que es el ario en
un antisemitismo puro y simple, utilizando la preexistente leyenda de una conspiración judía para
hacerse con el control mundial (véase Nuevo Orden Mundial (conspiración) y Los protocolos de los
sabios de Sion) para explicar la derrota alemana en la Primera Guerra Mundial: el ejército de ese
país fue traicionado y «apuñalado en la espalda» (véase Leyenda de la puñalada por la espalda)22
por los bolcheviques y judíos. Esa «traición» se extiende al gobierno socialdemócrata de la
República de Weimar que permite ahora que esos mismos judíos y otros financieros se beneficien
de la inflación, y otros problemas que afectan a los alemanes 23 (véase Hiperinflación en la
República de Weimar). Aduciendo además que muchos de los principales líderes comunistas son
también judíos, asimilan ambos conceptos en una gran «conspiración judeo-marxista».24

El nazismo se concreta como una ideología totalitario de índole fascista en la medida en que se
caracteriza por dar una importancia central y absoluta al Estado —a partir del cual se debe
organizar toda actividad nacional25 (véase Gleichschaltung)— representado o encarnado y bajo la
dirección o liderazgo de un caudillo supremo, en este caso Hitler, y por proponer un racismo,
nacionalismo e imperialismo visceral que debe llevar a conquistar los pueblos que se consideren
inferiores (véase Lebensraum). A partir de 1926, Hitler centralizó incrementalmente la capacidad de
decisiones en el partido. Los dirigentes locales y regionales y otros cargos no eran electos, sino
nombrados, de acuerdo al Führerprinzip (‘principio de autoridad’) directamente por Hitler, y a él
respondían, demandando, a su vez, obediencia absoluta de sus subordinados. El poder y autoridad
emanaba del líder, no de la base.262728

Índice

 1 Término
 2 Nazismo y Hitler
 3 El ascenso al poder del nazismo
o 3.1 De canciller alemán a Führer del Reich de los mil años
o 3.2 Persecución y represión
 4 Economía política de los nazis
 5 Propaganda
o 5.1 Uso de la economía como propaganda política
 6 Política de higiene racial
o 6.1 Eugenesia nazi
o 6.2 Antisemitismo nazi
o 6.3 El Holocausto
o 6.4 Persecución de los homosexuales en la Alemania nazi
 7 Política exterior
 8 Claves de la ideología nacionalsocialista temprana
 9 El nazismo en la actualidad
 10 Véase también
 11 Notas y referencias
o 11.1 Notas
o 11.2 Referencias
 12 Enlaces externos

Término

La vigésimo segunda edición del Diccionario de la lengua española define nazismo como el
«movimiento político y social del Tercer Reich alemán, de carácter pangermanista, fascista y
antisemita».29 Etimológicamente, el término nazi proviene de dos sílabas del nombre oficial del
partido: Nationalsozialistische Deutsche Arbeiter Partei.30 Los miembros del partido se identificaban
a sí mismos generalmente como nationalsozialisten (nacionalsocialistas) y solo raramente como
nazis. El origen y uso de nazi es similar al de sozi, palabra del lenguaje diario para designar a los
miembros del Partido Socialdemócrata de Alemania (Sozialdemokratische Partei Deutschlands).31
En 1933, cuando Hitler asumió poder en el gobierno alemán, el uso del término disminuyó en
Alemania, aunque en Austria sus oponentes lo continuaron usando con una connotación
despectiva.31 A partir de eso, el término ha adquirido una connotación crecientemente peyorativa. 32

Nazismo y Hitler

Se ha sugerido que Adolf Hitler "es uno de esos pocos individuos de los cuales se puede decir con
absoluta certeza que: sin él, el curso de la historia habría sido diferente", 33 o, que sin él, las cosas
habrían sido muy diferentes.34

Hay poca duda que Hitler poseía un carisma y capacidad oratoria, pero también una ambición
excepcional. Alguien quien -con una falta de escrúpulos absoluta- estaba dispuesto a sacrificar lo
que fuera y/o considerara necesario en aras de sus objetivos. Pero tampoco hay duda que tanto
los objetivos como los medios eran avalados por el Zeitgeist, y que Hitler encapsuló -voluntaria o
accidentalmente- lo peor de ese espíritu de su época.35 Si bien es posiblemente correcto que sin
Hitler el nazismo no habría sido lo que fue, no es menos cierto que sin ese zeitgeist Hitler no habría
sido lo que fue.

Retrato a lápiz de Adolf Hitler, 1923

Hitler conoció ese zeitgeist cuando vivió en Viena, entre 1908 y 1913, tratando de ganarse la vida
como pintor. La Viena que Hitler conoció no solo era la ciudad culta y cosmopolita de la visión
general sino también la que ha sido descrita como un cloaca de antisemitismo, racismo y políticas
corruptas, con un parlamento -que Hitler visitó numerosas veces- paralizado por disensiones
raciales y sectoriales intransigentes. Es ahí -se ha aducido- que Hitler adquirió su desprecio por la
democracia, ahí donde vio por primera vez el saludo "Heil" —entre los seguidores del
pangermanista y antisemita radical Georg von Schönerer— y ahí a donde aprendió acerca de la
propuesta de la eugenesia.36

Después de la Gran Guerra Hitler permaneció en el ejército donde fue asignado a una unidad
especial, el Departamento de Educación y Propaganda, del Ejército de Baviera, bajo el comando
del capitán Karl Mayr. Una función importante de ese departamento era dar a los soldados una
razón aceptable —desde el punto de vista del ejército— de su derrota en la guerra. Esa razón se
encontró fácilmente, dado el "espíritu de la época" y el del ejército, en "la traición de los judíos y
comunistas".

En julio de 1919, Hitler fue asignado a un "Comando de Inteligencia" y ordenado espiar un pequeño
grupo —autodenominado Partido de los Obreros Alemanes (DAP por sus siglas en alemán)— bajo
sospecha de ser marxista o, por lo menos, socialista.37- Hitler se impresionó con la visión
nacionalista y de solidaridad entre todos los miembros de la sociedad —pero anticomunista y
antisemita— de Anton Drexler, fundador del grupo, quien a su vez, fue impresionado por la oratoria
de Hitler: cuando uno de los miembros sugirió separar Baviera de Alemania y unificarla con Austria,
Hitler pronunció un discurso oponiéndose y llamando en su lugar a «engrandecer a Alemania».
Consecuentemente Drexler le ofreció al espía que se hiciera miembro de la organización, lo que
Hitler hizo el 12 de diciembre de 1919,38 convirtiéndose en el 55º individuo a ingresar39 Al mismo
tiempo se integró al Comité Ejecutivo del Partido, como séptimo integrante.40 Años después Hitler
proclamó haber sido el séptimo en unirse al partido, afirmación que se ha demostrado ser falsa. 41
Copia (falsificada) del Carnet de Afiliación al Partido Obrero de Hitler. El número real de su
membresía era el 550 (55, el 500 era agregado para dar la impresión de un grupo más grande)
pero con posterioridad el número de Hitler fue reducido para dar la impresión que Hitler fue uno de
los fundadores del "partido".42

Hitler llegó a ser el protegido de Dietrich Eckart, otro de los fundadores y miembro de la Sociedad
Thule, quien —junto con el resto de esa sociedad— creían en la llegada inminente de un "Mesías
alemán".43 Eckart -con ambiciones de poeta- había escrito acerca del "El Sin nombre", "El que
todos sienten pero ninguno ha visto" y en Hitler creyó encontrarlo, 44 lo que se vio reforzado por su
éxito como orador, pero el resto de los directores "del partido" lo encontraban prepotente y egoísta.
Hitler reaccionó -julio de 1921- ofreciendo dimitir o ser nombrado jefe del partido (reemplazando a
Drexler) con poderes ilimitados. El asunto fue finalmente puesto a una reunión general. La
propuesta de Hitler fue aprobada por 543 votos a favor y uno en contra. En la reunión siguiente (29
de julio de 1921) del recientemente renombrado Partido Nacional Socialista Obrero Alemán, Hitler
fue introducido -por primera vez- como Führer.

Esa posición fue conveniente para Hitler y su personalidad o estilo, librándolo de la obligación de
tener que seguir cualquier programa o compromiso que no fuera conveniente en el momento,
incluyendo las propuestas por él mismo. Pero de nuevo, no vemos la acción de un genio político,
sino el resultado de, por un lado, el de la ilusión de personajes tales como Eckart y, por el otro, de
la propuesta de sectores conservadores y nacionalista -tales como la de Forsthoff - que fueron
utilizadas para producir una situación tal que le permiten proclamar: "Yo soy el partido".45

Así, los principales ideólogos del partido cuando éste llega al poder - Walter Darré, Dietrich Eckart,
Hans Frank, Rudolf Hess, Heinrich Himmler, Robert Ley, Julius Streicher, Alfred Rosenberg, etc-
muestran, entre los elementos que los caracterizan, una fe ciega en un líder, Hitler, quien es
concebido como encarnando todas las calidades y Voluntad de poder o vida de "la nación" y -como
tal, el único que puede determinar qué es y qué no es correcto, aceptable o incluso ético. En las
palabras de un jerarca nazi: "Si el pueblo tiene confianza, y si la verdadera dirección popular esta
presente, el Führer será capaz de hacer lo que desee con la nación... la gente le obedecerá
ciegamente y ciegamente lo seguirán. El Führer siempre tiene la razón. Cada uno y hasta el último
ciudadano debe decirlo (...) Sí, Uds. que nos llamaban sin dios, hemos encontrado nuestra fe en
Adolf Hitler y a través de él hemos encontrado a Dios una vez más. Esa es la grandeza de nuestro
día. Y esa es nuestra buena fortuna"46
El libro Mein Kampf.

Poseen también un enemigo mortal, responsable de todos los problemas que han afectado a los
arios a través de la historia: las razas inferiores o Untermensch - (tales como los eslavos, los
gitanos, y, especialmente, los judíos, responsables de la Conspiración judeo-masónico-comunista-
internacional). Enemigos no solo mortales pero ineludibles, no solo porque así lo determina las
leyes biológicas mismas, sino porque así lo determina el único que puede determinar esas cosas:
Hitler, el Führer que nunca se equivoca, en su Mein Kampf. Los arios, como Raza superior es de
donde viene el hombre creador, viril y guerrero. De esa raza proceden todos los triunfos de la
especie humana. Sin embargo, también creen, como Spengler, que las civilizaciones creadas por
los arios decaían y morían una vez sus elementos representativos se mezclaban racialmente con
miembros de esas otras razas: "El resultado de todo cruce racial es, brevemente, siempre el
siguiente: (a) descenso de la raza más alta. (b) regresión física e intelectual y consecuentemente el
comienzo de una lenta pero inevitable enfermedad. Causar tal desarrollo es, entonces, nada pero
un pecado contra el creador eterno. Y como pecado será tratado".-47

Una de las primeras medidas de Hitler como 'Führer' de los nazis fue organizar un grupo selecto,
las Grupos de Asalto o SA -bajo control de uno de sus incondicionales, el ex oficial de ejército
Ernst Röhm - y ordenarles "confrontar" socialistas en las calles. Esto llevó a un incremento en la
popularidad del partido nazi entre sectores más extremos en los bares y cantinas en los que los
nazis organizaban sus reuniones y de ahí, entre los "nacionalistas extremos" de la población
general.48 Entre las figuras que se unieron a los nazis se puede destacar a Heinrich Himmler;
Hermann Göring y Joseph Goebbels. Las SA crecieron rápidamente, atrayendo miles de reclutas 49
al punto que -en 1922- se hizo posible y necesario crear una división para "novatos" de 14 a 18
años - la Jugendbund o Hermandad de los jóvenes- que eventualmente se transformó en las
Juventudes Hitlerianas.

Tras encabezar un fallido intento de golpe de Estado en 1923, contra la República de Weimar,
Hitler es condenado a prisión y recluido en un castillo. Una condena de 5 años, de la que
finalmente solo cumplió once meses, le permitió escribir el libro semiautobiográfico Mein Kampf '(Mi
lucha)' que pronto se convierte en el elemento que le faltaba al colectivo, un libro casi sagrado. En
él declara firmemente su antisemitismo y su anticomunismo y deja claro que los arios son una raza
superior a todas las demás.

En febrero de 1926 Hitler -en un discurso frente alrededor de sesenta de sus seguidores más
selectos, incluyendo los gauleiteres- repudió las posiciones "socialistas" anteriores del partido,
enfatizando que "el verdadero enemigo son los judíos", y que tanto el socialismo como la URSS -
como creaciones judías- debían ser destruidas y que la propiedad privada debía ser respetada por
los nazis.50 Esto horrorizó a algunos de sus seguidores más cercanos y llevó al comienzo de una
ruptura con la facción de Gregor Strasser, pero posibilitaba un acuerdo con sectores derechistas
en el gobierno. Uno de los resultados inmediatos de ese vuelco a la derecha fue que en 1927
Wilhelm Keppler -un empresario- se unió al partido nazi. Y a través de él algunos otros -tales como
Hjalmar Schacht (más tarde, ministro de economía de los nazis), Fritz Thyssen y el banquero Kurt
von Schroeder- aceptaron financiar al partido.51 52 Esto se vio facilitado por la llegada de la crisis de
1929, lo que aumentó el caudal electoral nazi, llegando éste a obtener el 37% del voto popular
(abril de 1932), con un aumento en la membresía de 27 000 en 1925 a más de 800 000 en 1931.

El ascenso al poder del nazismo

El gobierno de la República de Weimar fue un gobierno en crisis constante,53 con frecuentes


divisiones de alianzas faccionales formadas alrededor de personalidades. Desgraciadamente ni la
mayoría de los políticos -con la excepción de los social demócratas- ni los industrialistas, ni el
ejército, ni el pequeño sector de clases medias ni la aristocracia ni muchos sectores populares
tenían interés en la democracia.54 En las palabras de una declaración del Partido Conservador
Alemán: "Odiamos con todo nuestro corazón la presente forma del Estado Alemán porque nos
niega la esperanza de rescatar nuestra esclavizada patria, de purificar del pueblo alemán la
mentira de la guerra y de ganar el necesario Lebensraum en el Este".55

Una de las principales personalidades de la época -Franz von Papen- perdió posición frente a la
facción de Kurt von Schleicher, quien, nuevamente fue incapaz de obtener apoyo mayoritario. Von
Papen concibió reemplazarlo con "una cara nueva", la de Hitler, que sería -en la opinión de Papen-
fácil de manipular: el partido nazi comenzaba a mostrar desgaste electoral, perdiendo -julio de
1932- 34 escaños, reduciendo a 196 "diputados" sobre un total de 608. Adicionalmente, el partido
se estaba quedando sin fondos. Aparentemente el plan de von Papen era promover una dictadura
mediante un golpe de estado que -en su opinión56- sería inevitable siguiendo el caos que el
gobierno de Hitler produciría (dado que no solo una vez más el gobierno sería incapaz de funcionar
sino que el uso de confrontación y violencia por "el incapaz" Hitler produciría una demanda popular
por la restauración del orden).5758 Como se ha observado "Estupideces de ese tamaño son raras
en cualquier país o época".59 Von Papen arreglo una reunión con Hitler a través de los buenos
oficios del banquero von Schroeder, lo que se concretó -el 4 de enero de 1933 en la casa de este
último, llegando a un acuerdo.60 Hitler fue nombrado Canciller de Alemania el 30 de enero de 1933.
(la fecha es conocida como Machtergreifung). Sin embargo, la coalición que "apoyaba" al nuevo
canciller era minoritaria, contando con solo 247 escaños.

Con posterioridad a su nombramiento Hitler pidió al anciano presidente Paul von Hindenburg que
disolviera el Reichstag, lo que fue aceptado y se fijaron elecciones para el 5 de marzo de 1933. El
27 de febrero ocurrió el Incendio del Reichstag -posiblemente bajo órdenes de Hitler.61 Al día
siguiente Hitler declaró el estado de emergencia62 y demandó que Hindenburg firmara el Decreto
del Incendio del Reichstag, aboliendo la mayoría de las disposiciones de derechos fundamentales
de la constitución de 1919 de la República de Weimar.

Siguiendo lo anterior las elecciones de marzo dieron a los nazis y sus aliados el 44% del voto.
Todavía no una mayoría. La respuesta de Hitler fue demandar que el Reichtag le concediera
poderes plenos, en la forma de la Ley habilitante de 1933 -situación permitida por la Constitución
de Weimar para darle al Canciller el poder de pasar leyes a decretos, sin la intervención del
Reichstag en casos excepcionales- Los cálculos de von Papen parecía estar concretándose. Sin
embargo, si bien Hitler estaba a favor de una dictadura, no estaba dispuesto a implementarla a
favor de algún otro. El 23 de marzo de 1933 el parlamento se reunió a discutir la cuestión. En una
atmósfera de creciente intimidación los parlamentarios tuvieron que ingresar cruzando un anillo de
SA que gritaban" "Los poderes totales... o fuego y muerte". Solo los social demócratas se
opusieron (los comunistas habían sido arrestados o asesinados en su totalidad). Otto Wels -
presidente de los socialdemócratas- proclamó: "Nosotros los socialdemócratas nos
comprometemos en esta hora histórica a los principios de humanidad y justicia, de libertad y
socialismo. Ninguna acta habilitante lo habilita a Ud a destruir ideas que son eternas e
indestructibles". Mirando directamente a Hitler, agregó: "Uds. pueden quitarnos la libertad y la vida,
pero no pueden privarnos de nuestro honor. Estamos indefensos, pero no desgraciados".63- Hitler
se enfureció y respondió gritando:

Memorial en Berlín. Cada una de las pizarras representa a los 96 miembros del Reichstag
asesinados por los nazis, tras el acceso de éstos al poder

"Ustedes ya no son necesarios... la estrella de Alemania se alzará y la suya se hundirá. La hora de


su muerte ha sonado".64

Esa fue la última sesión de un Reichtag con oposición. Poco después, el partido social demócrata
fue prohibido y el resto (aparte de los nazis) se disolvieron. Von Papen tuvo que contentarse con el
puesto de vicecanciller, desde el cual había esperado poder manipular a Hitler, pero con resultados
de tan poca importancia que fue encontrado inocente en los Juicios de Núremberg.65

De canciller alemán a Führer del Reich de los mil años

El proceso empezó a culminar en la noche de los cuchillos largos (entre el 30 de junio y el 2 de


julio de 1934) cuando los últimos elementos que osaban dudar de la infalibilidad de Hitler -aun
implícitamente- fueron eliminados políticamente o asesinados, incluyendo Kurt von Schleicher -a
quien Hitler había reemplazado como canciller- y asociados de von Papen -quien fue arrestado.
También lo fueron asesinado antiguos camaradas de Hitler, como Gregor Strasser; Gustav Ritter
von Kahr y Ernst Röhm (este último bajo sospecha de deslealtad y, en todo caso, ya no
conveniente para un Hitler en el poder).

Horas tras la muerte del presidente Hindenburg (2 de agosto de 1934), Hitler publicó una ley
(fechada el 1.º de agosto) que establece: `La posición de Presidente del Reich será combinada con
la del Canciller. La autoridad del presidente será por lo tanto transferida al presente canciller y
Führer, Adolf Hitler. Él seleccionará su diputado. Esta ley es efectiva a partir de la muerte del
Presidente von Hindenburg".66 Comenzaba así el Tercer Reich, que la propaganda afirmaba
duraría mil años.

A continuación se anunció que tendría lugar un plebiscito, para dar la oportunidad al pueblo alemán
de expresar su aprobación. Éste tomó lugar el 19 de agosto del mismo año, y Hitler obtuvo un 90%
de aprobación -38 millones de votos-. Al día siguiente se introdujeron a través del Reich
juramentos obligatorios de lealtad personal no al estado o Alemania sino a Hitler, especialmente en
las escuelas, fábricas, servicio público y ejército. Así, la voluntad del Führer se transformaba en la
ley. La aplicación de este principio resultó en formas totalitarias de control y represión, ya que
cualquier oposición a los designios del Führer era, por definición, antinacional.
Judíos forzados a limpiar la calle- Austria - Marzo de 1938

El 12 de marzo de 1938 Austria fue anexada al Reich. (ver Anschluss

El programa original del partido nazi67 - que existía desde su creación como Partido Obrero Alemán
fue mantenido en principio, pero en realidad la percepción era que "Hitler es el partido", lo que creó
una situación más bien confusa en la práctica68 (ver especialmente Economía política de los nazis,
más abajo). Ese programa incluía: Abolición del Tratado de Versalles. Unificación en un territorio y
bajo un gobierno común a todos los alemanes con tierras y territorios (colonias) suficientes como
para mantener a los ciudadanos (La Gran Alemania). Solo los miembros de "la raza" pueden ser
ciudadanos. Expulsar de los territorios alemanes a todos lo no alemanes que hayan llegado desde
1914 y mantención del resto solo con permiso del gobierno y como huéspedes. Obligación del
Estado de proveer la oportunidad de buena vida para todos los ciudadanos. Obligación de los
ciudadanos de trabajar física y espiritualmente. Abolición de ingresos que no sean del trabajo.
Establecimiento y defensa de un "cristianismo positivo",69 gobierno en beneficio del interés nacional
sobre el particular, imponer el orden, etc.

El régimen que se implantó ejerció un fuerte control sobre cada aspecto de la sociedad, mostrando
especial interés en la educación de la juventud alemana. Desde la infancia, se enseña a los niños a
ser duros y a sufrir la lucha por ser el más fuerte, seleccionando poco a poco a unos escogidos que
irán conformando una nueva élite de guerreros sagrados (la SS) a modo de una nueva Esparta
naciente y victoriosa. La ciencia tampoco escapa a la influencia de partido que la utiliza para
justificar sus ideas o para buscar nuevas armas para la guerra que se venía preparando.

"Origen de los repobladores" - Mapa mostrando planeado traslado de población polaca a ser
esclavizada.

En relación a la Europa "no-occidental" o región en la cual "la raza" podría expandirse, existen
documentos que sugieren la intención era establecer formas de gobierno subservientes al alemán
y basadas sobre un sistema de castas, de acuerdo a las cuales la función de la población
(trabajador (esclavo/campesino/obrero) -supervisor y amo (sacerdote-guerrero) se establecería de
acuerdo a su “raza”, bajo la dirección de las Schutzstaffel, o SS. (ver Generalplan Ost): los eslavos,
polacos, rusos, etc, serían exterminados en su mayoría, y quienes sobrevivieran serían trasladados
"al este" donde, tratados como esclavos (negándoseles toda educación, tratamientos médicos, etc)
eventualmente se extinguirían. Dado que no había suficientes "arios", miembros de razas
"intermedias" ( letones, estonios, checos, ucranianos, etc) continuarían existiendo como
campesinos y mano de obra con algunas garantías, bajo control de amos y supervisores alemanes,
especialmente miembros de las SS, que recibirían tierras y esclavos en relación a sus "méritos".

En el caso de gitanos y judíos esos planes de largo plazo con "razas inferiores" fueron puestos en
ejecución incluso durante la guerra misma, en el llamado programa de Solución Final.

Persecución y represión

Formulario de declaración de renuncia a ser Testigos de Jehová- bajo pena de re-internamiento en


"Campo de concentración"

Hitler aplicó de inmediato la represión contra un amplio espectro de ciudadanos: judíos (definidos
como enemigos de la nación), comunistas, testigos de Jehová, homosexuales y todo aquello que
se opusiera a la estrecha definición nazi de la "nación".

La represión la llevaron adelante prioritariamente la SS, fuerzas paramilitares creadas en 1925 y


fortalecidas por el régimen, y la Gestapo, policía secreta nazi que respondía a las SS, y que
contaba con una densa red de espías y delatores.

El terror se ejercía de forma directa: por medio de la censura, las agresiones físicas, los arrestos y
las detenciones en campos de trabajo.

Economía política de los nazis

Artículo principal: Economía de la Alemania nazi

Esta es un área compleja. Los nazis no tenían un programa económico propiamente tal, lo que
creó una confusión en la práctica (ver Gottfried Feder), especialmente cuando llegaron al poder.
Hitler resume la posición así: "La característica básica de nuestra teoría económica es que no
tenemos ninguna teoría en absoluto.".70 Los nazis consideraban que lo realmente importante es la
"pujanza" o voluntad de las naciones: si esas tienen espíritu, decisión y dirección adecuada,
tendrán éxito, cualquiera sean las circunstancias,71 lo que posibilita o demanda que "el líder" tenga
la capacidad de tomar las medidas adecuadas en cada situación. Para Hitler en particular,
propuestas basadas en la solidaridad son un complot para destruir esa pujanza entre las razas
superiores, por lo cual rechazaba específicamente la concepción socialista. 72 A partir de eso, la
propuesta nazi acerca de la economía política era una mezcla imprecisa de darwinismo social con
el dirigismo,73 en la cual el estado permite tanto la propiedad privada como la competencia -lo que
es positivo "porque promueve los más capaces a posiciones superiores"74- pero reserva al Estado
el derecho a establecer el interés nacional.75
Cesare Santoro, un fascista que visitó Alemania en la época, lo pone así: "En la declaración
programática, ya citada al principio de nuestra obra, Adolf Hitler anunció que el nuevo gobierno se
proponía “velar por los intereses económicos del pueblo alemán no por el camino tortuoso de una
gran economía burocrática organizada por el Estado sino por el impulso más fuerte dado a la
iniciativa particular sobre la base del reconocimiento de la propiedad privada”. El reconocimiento
del principio de que, en contraste con lo que ocurre en la Rusia soviética, el Estado tiene por
misión dirigir la economía pero no administrarla por sí mismo (función que corresponde
exclusivamente a la economía misma) no puede ser más explícitamente expresado. También así
ha sido establecido solemnemente el principio de la propiedad privada con lo que se estimula al
patrono a ensanchar más su empresa para alcanzar los mayores resultados posibles. Estos dos
principios determinan las normas directivas para la reorganización nacionalsocialista de la
economía industrial; aquellas exigen una administración autónoma cuya misión consiste en
asesorar y tutelar a las asociaciones industriales o a los socios que forman parte de ella. Esta
administración tiene el deber de transmitir al gobierno los deseos de los patronos que toman parte
en la obra de reconstrucción económica".76

Hitler parece entender el papel del estado como dirigiendo pero también apoyando la industria
nacional a través de proporcionar estabilidad económica y diversos programas específicos, tales
como proporcionando "mano de obra barata", como es ilustrado en la famosa película La lista de
Schindler.

Sin embargo, lo anterior no produce una propuesta específica acerca de cómo resolver los
problemas económicos de Alemania cuando Hitler llegó al poder. Esto fue resuelto a través del
nombramiento de algunos "profesionales" en posiciones de responsabilidad. Esto dio a Hitler la
oportunidad de poder elegir entre diferentes y competitivas propuestas, seleccionando la que
considerara más adecuada.

Desfile de Fuerzas del Servicio del Trabajo - durante uno de los Congresos de Núremberg-
Septiembre de 1937- en estadio construido para el propósito

A partir de 1933 se implementó el llamado "Programa de Reinhardt", 77 que era un ambicioso


proyecto de fomento económico a través del desarrollo de la infraestructura -con la construcción
directa por el estado de proyectos de obras públicas - tales como autopistas (ver Autopistas de
Alemania), redes de ferrocarriles, canales -tanto de riego como transporte (por ejemplo, reinicio de
la construcción del Canal Rin-Meno-Danubio, estadios, etc (ver Arquitectura de la Alemania nazi)-
combinados con incentivos (tales como reducción o eliminación de impuestos a la inversión) y la
expansión del gasto militar, etc. En 1936, el gasto estatal en asuntos militares excedía a los gastos
en asuntos civiles y llegaba al 10% del Producto Nacional Bruto, más que cualquier otra nación
europea en la época.78 A nivel de los trabajadores, el "programa" significo la eliminación de los
sindicatos independientes (reemplazados por un organismo sindical/patronal único, bajo control
nazi- ver Frente Alemán del Trabajo), aproximación que se mantuvo durante todo el gobierno nazi.

En 1934 Hjalmar Schacht fue nombrado ministro de economía, con la intención (y bajo
instrucciones secretas) de lograr el rearmamento79 y desarrollar una política que lograra la
autarquía o independencia económica de Alemania. Para lograr eso fines Schacht necesitaba tanto
re industrializar Alemania como poder comprar materias primas en el extranjero, evitando al mismo
tiempo una vuelta a la inflación, lo cual a su vez requería estabilizar la moneda alemana (hacerla
aceptable a nivel internacional) y reducción del déficit presupuestario del Estado. Schacht propone
en un Nuevo "Plan de cuatro años"80 basados en el uso de "Billetes Mefo", una especie de
circulante pseudo monetario al estilo de "letras de cambio o títulos de crédito, teóricamente de una
empresa independiente (MEFO) pero que permitían al estado otorgar créditos a industrias sin
romper las reglas monetarias aceptada, dado que esas "letras de cambio" estaban relacionados no
con un lapso de tiempo sino con un resultado económico (por ejemplo, el valor de un ferrocarril,
usina, etc, a ser construida).81 - y en lograr que países extranjeros -especialmente en América
Latina y sureste de Europa- vendieran sus productos a Alemania pagados ya sea por medio de un
intercambio directo con productos manufacturados en Alemania o en "depósitos bancarios en
Alemania", que solo podían ser gastados en ese país, específicamente, que no podían ser
retirados en monedas extranjeras. En lo referente al proyecto autárquico, Schacht implemento el
desarrollo de productos substitutos o ersatz.82

Schacht también creó un sistema financiero que permitió al estado alemán utilizar el "dinero de
extranjeros" depositado en bancos alemanes. Ese sistema constituyó las bases del utilizado para la
administración, primero, de los fondos de judíos y, posteriormente, de los caudales en países
conquistados.83

Göring visitando cuartel de la Reichswerke

En 1935 todo lo anterior se combinó en la llamada "economía de guerra", lo que -a nivel práctico-
significó la introducción de medidas "militarizadas" de reducción del desempleo -el llamado
Reichsarbeitsdienst (o RAD: Servicio de Trabajo del Reich, introducido en julio de 1934). Esto a su
vez justifico la expansión del gasto militar bajo la excusa que eran medidas de reducción de
desempleo.

A partir de 1935-36, se desarrolló un debate entre los encargados de la política económica general.
Schacht -junto con Carl Friedrich Goerdeler, encargado de control de precios- encabezaron una
facción "pro mercado libre" que urgía a Hitler a reducir el gasto militar, abandonar el proteccionismo
implícito en el proyecto de autarquía y reducir la intervención estatal en la economía. Esa facción
fue opuesta por la encabezada por Hermann Göring, quien proponía mantener esas posiciones.78
Eventualmente la posición de Göring se impuso (lo que llevó a la renuncia de Schacht). Göring
tomó su cargo y en adición a la mantención en general de las políticas descritas, introdujo (julio de
1937) un organismo (el Reichswerke) dedicado a la promoción y construcción de fábricas y usinas,
que eventualmente llegó a ser uno de los complejos industriales más grandes del mundo,
empleando medio millón de trabajadores y con un capital de 2400 millones de marcos.84

Varios economistas -empezando con Michal Kalecki- han descrito esas políticas económicas como
un keynesianismo militar. Si bien es correcto que Alemania Nazi fue uno de los primeros países
que -con posterioridad al abandono del patrón oro- utilizó el déficit fiscal a fin de promover
crecimiento económico, conviene recordar no solo que Keynes publicó su Teoría general de la
ocupación, el interés y el dinero solo en 1936 (después de la implementación de muchas de las
políticas delineadas más arriba) sino también las palabras de Hitler mismo respecto a carecer de
una política económica. Así, parece más correcto sugerir que las políticas económicas nazis eran
eclécticas, mostrando no solo influencia "keynesiana" sino también las de otras escuelas, por
ejemplo, las propuestas económicas de los fascistas italianos, que, a su vez, se basaban
teóricamente en las propuestas de Pareto.85 Contrastese, por ejemplo, la descripción de las
políticas nazis ofrecida por Santoro con la siguiente de las políticas de Mussolini -proveniente de
Franz Borkenau: "En los primeros años de su gobierno Mussolini ejecutó literalmente las
prescripciones políticas de Pareto, destruyendo el liberalismo pero al mismo tiempo reemplazando
en general el manejo estatal de las empresas privadas, disminuyendo los impuestos sobre la
propiedad, favoreciendo el desarrollo industrial, imponiendo un educación (basada en la aceptación
ciega de dogmas...".86

Lo anterior se ha explicado de la siguiente manera: "La razón principal por esto fue la percepción
generalizada entre los nazis que la economía no era muy importante, y que, en todo caso, estaba
subordinada a los intereses del Partido o de la política del Partido. En relación a los individuos y
sus visiones, mientras que el régimen no fuera abiertamente criticado, había un margen
considerable para la discusión de economía política y teoría económica, no habiendo una línea de
partido en asuntos económicos. Segundo, en el campo de la política (económica) práctica había un
profundo nivel de pragmatismo: si las “fuerzas del mercado” podían lograr objetivos políticos, tanto
mejor".87

Con posterioridad a la segunda guerra, las políticas de la "economía de guerra" influyeron


tentativas de desarrollo de países del tercer mundo. Schacht -encontrado inocente en los juicios de
Núremberg- creó un banco -Deutsche Außenhandelsbank Schacht & Co.- y se especializó en dar
aviso económico a dirigentes de esos países,88 especialmente aquellos en los cuales el ejército
llegó a ser el instrumento de "progreso" (por ejemplo: Egipto, Turquía, Pakistán, etc.).

Propaganda

Intento de demostración de la separación de las razas humanas (ver Poligenismo y Craneometría)

Los nazis fueron unos de los primeros movimientos políticos que implementaron lo que puede ser
llamado la práctica moderna de la propaganda como ingeniería social. En las palabras de Joseph
Goebbels, quien llegó a estar a cargo del "Ministerio del Reich para la educación del pueblo y la
propaganda" -creado en 1933-: «Hoy podemos decir sin exageración que Alemania es un modelo
de propaganda para el mundo entero. Hemos compensado por las fallas del pasado y desarrollado
el arte de la influencia de masas al punto que avergüenza los esfuerzos de otras naciones. La
importancia que la directiva Nacional Socialista pone en la propaganda quedó clara cuando
estableció un "Ministerio para la educación del pueblo y la propaganda" después que tomó el
poder. Este ministerio está completamente dentro del espíritu Nacional Socialista y en él se origina.
Une todo lo que hemos aprendido como un movimiento de oposición confrontando el enemigo y
bajo la persecución de un sistema inimico, a veces más de la necesidad que del deseo.
Recientemente algunos han tratado de imitar este Ministerio y su concentración de todos los
medios de influencia sobre la opinión, pero aquí también se aplica el dicho: "a menudo imitado,
pero nunca igualado"».89

La teoría nazi sostenía que entre el Führer y su pueblo existía una armonía mística, una absoluta
comunión -en la medida que el Führer encarna y dirige todas las aspiraciones y voluntad del
pueblo- Pero en la realidad, ese pueblo -como individuos- puede fallar en entender esa “voluntad
general”, así, esa comprensión y adhesión de esos individuos debían ser logradas: "No es solo un
asunto de hacer lo correcto, la gente debe entender que lo correcto es lo correcto. La propaganda
incluye todo aquello que ayuda a la gente a darse cuenta de esto"..la “Propaganda es un medio
para un fin. Su propósito es llevar a la gente a una comprensión que les permitirá, voluntaria y sin
resistencia interna, dedicarse ellos mismos a las tareas y objetivos de una dirección superior”. y "La
gente debe compartir las preocupaciones y logros de su gobierno. Esas preocupaciones y logros,
en consecuencia, deben ser constantemente presentados y forzados sobre la gente de tal manera
que el pueblo considere que esas preocupaciones y logros son sus preocupaciones y logros. Solo
un gobierno autoritario, fuertemente ligado al pueblo, puede hacer eso en el largo plazo. La
propaganda política, el arte de basar las cosas del estado sobre las amplias masas de tal manera
que la nación entera se sienta parte de él, no puede por lo tanto, permanecer solo un medio de
ganar el poder. Debe ser un medio de construir y mantener poder".89

Ilustración en una postal austríaca (1919).

Desde ese punto de vista, la ‘propaganda política’ “está dirigida a las masas, habla el lenguaje del
pueblo porque desea ser entendida por el pueblo. Su tarea es el arte más creativo de poner
hechos y eventos a veces complejos en una forma simple, que pueda ser entendida por el hombre
en la calle.” y “La propaganda es por lo tanto, una función necesaria del estado moderno. Sin ella
es simplemente imposible, en este siglo de las masas, aspirar a grandes objetivos. (La
propaganda) Se sitúa al comienzo de la actividad política práctica en cada aspecto de la vida
pública. Es un requisito importante y necesario”.
"Cuidado que no se repita" (1920) .- " Caballero teutón" amenazado por soldado polaco y
traicionado por un socialista (gorra frigia roja).

Contrario a lo que algunos creen, la técnica básica de la propaganda no era, para Goebbels, la
mentira.,90 lo cual no quiere decir que no la empleara. - "Solo la credibilidad debe determinar si lo
que la propaganda propone debe ser cierto o falso"91 y "Si la propaganda va a ser exitosa, debe
saber lo que busca. Debe mantener clara y constantemente presente su objetivo y buscar los
medios y métodos apropiados para alcanzar ese objetivo. La propaganda, como tal, no es ni buena
ni mala. Su valor moral es determinado por el objetivo que busca".89 Lo anterior establece una
situación más bien confusa, lo que ha llevado a algunos a sugerir que se pueden derivar cuatro
principios de la "propaganda goebbeliana": 1. No hay verdad.- 2. Toda información (real) es
irrelevante.- 3. La historia y los mensajes de los medios son solo una narrativa.- 4. La verdad es lo
que se escoge creer.92 Alternativamente, se proponen los siguientes principios: Principio de
renovación: Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que,
cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. -Principio de la
verosimilitud: Construir argumentos a partir de fuentes diversas. -Principio de la silenciación:
Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen
el adversario. -Principio de la transfusión: Por regla general, la propaganda opera siempre a partir
de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios
tradicionales. -Principio de la unanimidad: Llegar a convencer a mucha gente de que piensa “como
todo el mundo”, creando una falsa impresión de unanimidad.93

Goebbels establece una diferencia entre la propaganda blanca — atribuible y dedicada a promover
— y la negra, dedicada a desprestigiar y no atribuible. La mayoría de las citas de Goebbels
generalmente usadas — por ejemplo: “mentir, mentir, que algo queda” — se refieren a ese tipo de
propaganda. Una vez que un rumor —correcto o no — es generalmente aceptado, se puede usar
como “verdad” en la propaganda blanca. Un ejemplo de su tiempo es la existencia de un putativo
“problema judío”. Una vez que se hizo general la percepción que los ciudadanos alemanes de
religión judía no eran alemanes, la propaganda blanca puede presentar la "solución al problema":
"Permitan que de algunos ejemplos recientes. Solo necesito bosquejar los detalles. Están muy
frescos en nuestra memoria para requerir elaboración.... El Marxismo no podría haber sido
eliminado por una decisión gubernamental. Su eliminación fue el resultado de un proceso que
comenzó con el pueblo. Pero eso solo fue posible porque nuestra propaganda le había mostrado a
la gente que el Marxismo era un peligro tanto para el Estado como para la Sociedad. La positiva
disciplina nacional de la prensa alemana nunca habría sido posible sin la eliminación completa de
la influencia de la prensa judía-liberal. Eso solo sucedió debido a nuestra propaganda de años... el
hecho que fue eliminada... no es un accidente, sino más bien dependió en las fundaciones
psicológicas que fueron establecidas por nuestra propaganda... Pudimos eliminar el peligro judío
en nuestra cultura porque la gente lo reconoció a consecuencia de nuestra propaganda.... el
prerrequisito fue y es la propaganda, que aquí también crea y mantiene la conexión con el
pueblo.89

Un ejemplo contemporáneo es el uso por ciertos sectores de la mentira que Barack Obama no es
nacido en EE. UU.94 y es musulmán.95 En la medida que el innuendo se divulga, 96 personajes tales
como Rand Paul, Glenn Beck, Sarah Palin, etc, sugieren hay falta de patriotismo de su parte y la
necesidad de defender los valores cristianos de los “padres fundadores”. 979899 Encontramos un
ejemplo concreto de Goebbels en su respuesta a la reacción internacional a la introducción de
legislación antisemita -por ejemplo, las Leyes de Núremberg- Goebbels no busca ocultar o
minimizar tal reacción al pueblo alemán, pero la presenta como “campaña de propaganda
internacional por los judíos”. Y esa reacción “a la solución” del “problema judío” por “medios
legales” no afecta el “derecho y determinación del pueblo alemán” a solucionar sus problemas con
“su acostumbrada responsabilidad y seriedad” — “que preferirían “las democracias”... que se
dejara la solución en las manos del pueblo?” pregunta Goebbels — Y concluye: Esa campaña del
judaísmo internacional solo tendrá un resultado: hacer las cosas aún más difíciles para sus
“parientes raciales” en Alemania.-.100

De acuerdo a Goebbels, la planificación de cualquier y todo acto debe considerar sus implicaciones
propagandísticas. Y todo debe contribuir a los objetivos políticos que la propaganda determina, no
en una repetición mecánica, pero para construir una visión general. 101 Consecuentemente, la
propaganda se desarrolló en varias direcciones a través de la totalidad de la sociedad y vida
pública alemana. Se utilizó no solo a los medios de comunicación masivos — libros, periódicos y
afiches que engrandecían a Hitler como salvador y líder de la raza aria cubrieron las ciudades,
prohibiéndose cualquier expresión de duda, llegando incluso a la quemas de libros considerados
"perniciosos", no tanto como acto de censura sino de "expurgación pública". Adicionalmente se
organizaron grandes actos públicos, manifestaciones y desfiles, que glorificaban un pasado alemán
mítico, místico y heroico, junto a la grandeza de Hitler y la disciplina impecable de su ejército; se
difundieron políticas de bienestar (vacaciones, pensiones, etc.), todo sugiriendo una nación de
guerreros liberados por un héroe seleccionado e inspirado por el destino, envueltos en una lucha a
muerte no solo por su supervivencia, pero por todo lo que es justo, bello y de valor, contra las
miserables razas inferiores que, motivados por la envidia y la malevolencia, solo saben destruir.

El cine sufrió no solo la censura, sino además la manipulación. Todas las películas debían
contener algún mensaje pronazi. El propio estado se ocupó de producir películas documentales de
propaganda, utilizando todos los adelantos de la técnica y arte. La radio se convirtió en un medio
muy importante para el régimen, ya que permitía que la voz del Führer entrara en los hogares
alemanes, del mismo modo que la propaganda nazi.

La propaganda no buscaba solo fortalecer la fidelidad al régimen o el odio hacia los judíos, sino
también -en una actitud derivada de la Kulturkampf bismarckiana- difundir formas culturales
consideradas propias o saludables para la nación, identificadas con la raza aria. De esta manera,
se instaba a los jóvenes sanos a casarse, informándoles previamente de los antecedentes raciales
de su pareja, y a procrear familias numerosas. Las mujeres eran alentadas a permanecer en el
hogar y a dedicarse a la crianza de los niños.

Los jóvenes fueron un blanco importante para la propaganda nazi. Se crearon instituciones
destinadas a la socialización de niños y jóvenes, como las Juventudes Hitlerianas. En ellas los
jóvenes recibían una cuidadosa educación física y adoctrinamiento político. La Liga de Muchachas
Alemanas formaba a las niñas para sus futuras tareas en el hogar, mientras los niños aprendían
destrezas militares. No obstante lo anterior, un gran número de mujeres también formó parte de las
Hitlerjugend.
Uso de la economía como propaganda política

Para Hitler, su régimen había restablecido la "primacía de la política", a la cual debía someterse la
economía del Tercer Reich. Sin embargo, la legitimidad del régimen dependía de su habilidad en
proveer un nivel de vida aceptable a la población en general.

Así las demandas (por menores costos) de los industriales se enfrentaron con la necesidad de la
legitimación del régimen, dotando de cierto bienestar a los trabajadores. Estos objetivos
contrapuestos llevan a la adopción de medidas de incremento de productividad, provisión de
productos populares (de bajo costo) y algunas medidas de bienestar públicas. Ejemplos de estas
políticas se encuentran en las competencias nacionales de destreza en el oficio, el lanzamiento de
Volkswagen -el auto del pueblo- y el establecimiento de "centros de vacaciones populares" ('Ver
Prora).

Esas medidas de “bienestar” han sido denominadas por algunos como un “estado del bienestar
nazi”, financiado a través del “botín de guerra”. El régimen nazi consideraba la propiedad del fisco y
los ciudadanos de los países conquistados como propiedad del estado alemán, lo que permitió
mantener - para los “miembros de la raza superior”- bajos niveles de impuestos y altos niveles de
consumo incluso durante la guerra misma. Por ejemplo, a pesar que al comienzo de la guerra Hitler
estableció un impuesto de guerra -50% de todos los salarios- solo el 4% de los alemanes lo pagó.
Para mantener esa situación, el régimen recurrió a la expoliación y al robo organizado desde el
estado a nivel industrial, primero de los comunistas, gitanos y judíos alemanes, posteriormente de
los países ocupados. El 70% de los ingresos del estado alemán durante la guerra vino de la
expoliación, confiscaciones y robos en los países ocupados, algunas de cuyas empresas llegaron a
tener que pagar un impuesto del 112% de sus ganancias para un “fondo de lucha contra el
bolchevismo”.102

Política de higiene racial

Véase también: Experimentación médica nazi

Eugenesia nazi
Artículo principal: Eugenesia nazi

Los nazis instauran también el control reproductivo de la sociedad alemana. Es imperiosa la


necesidad de crear nuevos arios y de sacar de la circulación aquellos que presenten defectos en
nombre de la higiene racial, promoviendo la eugenesia y recurriendo a la eutanasia si hacía falta.
Así mismo, se buscó la fecundación de todas las alemanas de buena sangre por parte de la élite
aria para que poco a poco la raza perdida recupere su esplendor. El resultado de esto fue el
establecimiento de los campos Lebensborn en los cuales mujeres de origen ario eran inseminadas
con padres seleccionados para la creación de niños racialmente puros.
Czesława Kwoka - Polaca- 14 años de edad. Internada en Auschwitz: 13 de diciembre de 1942-
Muerte: 12 de marzo de 1943 -

El nazismo está imbuido de una paranoia racial que le lleva a tejer todo un entramado científico-
místico.[cita requerida] Por una parte, pretende demostrar mediante la moderna ciencia de la biología, la
selección natural de Darwin y las leyes de la herencia de Gregorio Mendel, de modo
pseudocientífico la realidad de la raza pura y, por otro lado, presenta la creencia mística de que
esta debe recuperar unos poderes que se le suponen perdidos por los cruces con razas
supuestamente degeneradas, como serían los judíos o, en menor medida, los eslavos. En los
judíos se centra el mal de males y hacia mediados de la Segunda Guerra Mundial empezarán a ser
exterminados en los campos de concentración.

El 1 de septiembre de 1939 Hitler firmó un decreto autorizando el exterminio de los discapacitados


físicos y mentales, acto que era ejecutado por médicos y enfermeras alemanes. Se calcula [¿quién?]
que alrededor de unos 70 000 pacientes alemanes y austríacos fueron asesinados bajo este
decreto.103

Más de 5000 niños alemanes menores de 10 años y más de 10 000 adolescentes fueron
ejecutados o dejados morir por inanición. Los médicos aconsejaban a los padres deshacerse de
cualquier niño menor de tres años que tuviera alguna dificultad o no pareciera ario. 104

Durante el nazismo se asesinaron enfermos mentales, psicóticos, esquizofrénicos, débiles


mentales, discapacitados, disminuidos físicos, débiles de espíritu, inválidos y todo tipo de enfermos
incurables. Todo aquel que no fuera perfecto para los parámetros del nazismo y que era
considerado una amenaza para la pureza genética del pueblo alemán. 105

Alrededor de 5000 veteranos de guerra alemanes, que estaban hospitalizados por estrés
postraumático, fueron asesinados en razón de la limpieza y la eugenesia sobre todo aquel que
fuera considerado débil. Esto contradecía[cita requerida] las ideas de Hitler que criticaba a la República
por no proteger a los veteranos.106

Antisemitismo nazi

Para Hitler, los comunistas eran enemigos de la nación alemana. Pero había un enemigo mayor
aún que se fusionaba con ese y con los otros posibles: los judíos. Partiendo de una concepción
racista, desde principios de los años veinte Hitler fue reconstruyendo un estereotipo racial del judío,
a partir de las teorías de Walter Darré, Alfred Rosenberg, Spengler (Siglo XX), Houston Stewart
Chamberlain y el conde de Gobineau (Siglo XIX).

Los judíos encarnaban, para Hitler, todos los males que aquejaban a la nación alemana (no judía):
eran los proletariados agitadores, los financistas avaros y los grandes industriales que exprimían al
pueblo alemán; eran la prensa que difamaba a la nación, y también los débiles y corruptos
parlamentarios cómplices de los humillantes tratados de paz y de la debilidad de la nación. Eran,
en síntesis, el enemigo racial, que desde el interior corrompía y contaminaba a la nación,
debilitándola.

El judío era el enemigo absoluto que tanto necesitaba el sistema totalitario para la movilización
política y social, así como para distraer la opinión pública de los propios problemas.

En 1935, las leyes de Núremberg privaron a los judíos de la ciudadanía alemana y de todo
derecho. Se les prohibió el contacto con los arios y se les obligó a portar una identificación. Las
leyes afectaban a todos aquellos a quienes el Estado definía racialmente como judíos. Continuaron
la violencia y el acoso de las SS y de la policía a los judíos, produciéndose masivas emigraciones.
Luego siguió una segunda fase de expropiación, caracterizada por la "arianización" de bienes, los
despidos y los impuestos especiales.

En 1938 se les prohibió a los abogados y médicos judíos el libre ejercicio de sus profesiones y se
obligó a que los que tenían nombres de pila no judíos que antepusieran los de "Sara" o "Israel" a
los propios, para la identificación en los campos de trabajo y en los mismos guetos). El resultado,
distinguirlos.

Página 3 de "Telegrama urgente (secreto)" ( 1:20 a.m, 10 de noviembre,1938),. firmado por


Reinhard Heydrich, acerca de "medidas contra los judíos esta noche" e instruyendo que los “ judíos
arrestados” sean trasladados a "campos de concentración"

En noviembre, esgrimiendo como excusa el asesinato de un diplomático alemán en París a manos


de un joven judío, fueron atacados por miembros de las SS, en lo que se llamó la "noche de los
cristales rotos". El resultado fue de tal magnitud que el mismo Estado hubo de restaurar el orden
que él mismo había perturbado.

Los judíos fueron considerados globalmente responsables del ataque y obligados a reparar los
daños, a indemnizar al Estado alemán por los destrozos y a entregar el dinero recibido a
compañías de seguros. Se los excluyó de la vida económica, se les prohibió el acceso a las
universidades, el uso de transportes públicos y el frecuentar lugares públicos como teatros o
jardines. Adicionalmente ese momento marcó el comienzo de un programa organizado de
internamiento de los judíos en campos de concentración: en un telegrama de instrucciones firmada
por Reinhard Heydrich — marcado “Urgente y secreto” — en preparación a la Kristalnacht se
establece (punto 5): "Tan pronto como el curso de los eventos durante esta noche permita el uso
de los oficiales de policía asignados para este propósito, serán arrestados tantos judíos como sea
posible acomodar en los lugares de detención de cada distrito. —especialmente judíos ricos. Por el
momento solo serán arrestados judíos varones en buen estado de salud, de edad no muy
avanzada. Inmediatamente que el arresto tenga lugar, se contactara el campo de concentración
adecuado para ubicar a los judíos tan rápidamente como sea posible en esos campos....". 107 —
esos campos en realidad eran “campos de trabajo forzado” en los cuales se explotaba a los
internados hasta la muerte.108

Finalmente, los judíos fueron concentrados en guetos (barrios especiales donde vivían hacinados)
o en campos. A esto seguiría la esclavización y el exterminio durante la guerra. Los campos de
concentración, inicialmente destinados a la prisión preventiva de "enemigos del estado" (por
ejemplo: comunistas y social demócratas), se convirtieron en lugares de trabajo forzoso, para
experimentos médicos y para la eliminación física de judíos, gitanos, homosexuales y
discapacitados.

Escena en Buchenwald, el 16 de abril de 1945 - día de su liberación

Sobre este último punto, hay quienes sostienen la inexistencia del holocausto judío, ya sea en su
totalidad o en las proporciones que son comúnmente aceptadas, lo que ha dado lugar a algunos
juicios.109 Los principales expositores de esta visión son Robert Faurisson, Paul Rassinier y David
Irving, Los casos más conocido son A) el del Commonwealth de Canadá contra Ernst Zündel,
ciudadano alemán que vivió en Canadá entre 1958 y el 2000 y quien publicó varios panfletos
cuestionando el holocausto, por lo que fue procesado por "publicar literatura capaz de incitar odio
contra un grupo identificable".110 En dicho proceso, Alfred Leuchter, quien falsamente proclamó ser
ingeniero, el "máximo experto mundial en" y "constructor" de cámaras de gas para las prisiones de
los Estados Unidos111 evacuó el Informe Leuchter, en el que concluyó que "no hubo cámaras de
gas para la ejecución en ninguno de esos lugares" y B) el de Irving contra Lipstadt y otros, en el
cual Irving fue encontrado "un activo negador del Holocausto... un antisemita y un racista".

El Holocausto
Artículo principal: Holocausto

Estrella de David con que se marcaba a los judíos en la Alemania nazi.

El Holocausto fue el genocidio llevado a cabo por el régimen nacionalsocialista del Tercer Reich
sobre los judíos y otros pueblos entre los años 1933 y 1945. Este genocidio fue la culminación de
un largo proceso que se desarrolló paralelamente a la implantación del régimen nazi y que tenía
como objetivo la creación de una comunidad nacional –Volksgemeinschaft– racialmente pura. Lo
que Hitler se proponía –y así lo había anunciado el 30 de enero de 1939- era el exterminio de la
raza judía de Europa.112
Finalmente, en la conferencia de Wannsee, 20 de enero de 1942, se aprobó la "Solución final a la
cuestión de los judíos" - Endlösung der Judenfrage o endgültige Lösung der Judefrage, acortado
simplemente a "la Solución Final - Endlösung. Esta solución consistía en la eliminación física, por
medio de los trabajos forzados, el hambre y las cámaras de gas, de los judíos (y otros
"indeseables") internados en campos de exterminio (Auschwitz-Birkenau, Chelmno, Belzec,
Majdanek, Mauthausen, Sobibor y Treblinka). La estimación histórica del número de víctimas judías
es alrededor de seis millones, aunque los historiadores contemporáneos creen que el número
exacto se encuentra entre los 5 y 7 millones.113

Otros grupos que el régimen nazi definió cómo "indeseables" eran los homosexuales, los testigos
de Jehová, los minusválidos y disidentes y los opositores políticos de varias nacionalidades y
religiones (polacos, ucranianos, bielorusos, lituanos, letones, estonios,114 rusos, otros eslavos,
gitanos y católicos).

Persecución de los homosexuales en la Alemania nazi


Artículo principal: Persecución de los homosexuales en la Alemania nazi

El Triángulo rosa, símbolo con el que se marcaba a los homosexuales en los campos de
concentración nazis.

Ángel de Frankfurt
La persecución de los homosexuales en la Alemania nazi se fundamentó principalmente sobre la
premisa de que la homosexualidad era incompatible con la ideología nacionalsocialista porque los
homosexuales no se reproducían y por tanto no perpetuaban la raza aria. La homosexualidad
constituía una de las pruebas de degeneración racial que, además, se transmitía por vicio de unos
individuos a otros; por ello las autoridades debían poner todos los medios a su alcance para evitar
su extensión.115

El ángel de Frankfurt fue el primer monumento de Alemania en memoria de los homosexuales


perseguidos por el nazismo, y posteriormente, bajo el artículo 175 del código penal alemán. Como
su nombre indica el monumento es la estatua de un ángel sujetando una banda. La obra fue el
primer monumento conmemorativo de las víctimas homosexuales del holocausto en Alemania. Los
siguientes en ser erigidos en Alemania fueron el Triángulo rosa de Colonia (1995) y Monumento a
los homosexuales perseguidos por el nazismo en Berlín (2008).

En la base de la estatua hay una inscripción en alemán que dice: "Los hombres y mujeres
homosexuales fueron perseguidos y asesinados durante el régimen nacionalsocialista. La matanza
fue ocultada y negada, despreciando y condenando a los supervivientes. Por ello los recordamos y
a los hombres que aman a otros hombres y las mujeres que aman a otras mujeres que
frecuentemente todavía siguen siendo perseguidos. Frankfurt del Meno. Diciembre 1994." La
inscripción alude a que los homosexuales no sólo fueron perseguidos durante el régimen nazi, sino
que el artículo 175 siguió vigente y no se reformó la prohibición respecto a las prácticas
homosexuales entre adultos hasta 1973, sirviendo para condenar incluso a los supervivientes de
los campos de concentración. Hasta que fue derogado completamente en 1994. Lo que causó que
los homosexuales no pudieran hacer durante años ninguna reclamación y fueran el último grupo de
víctimas en ser oficialmente reconocido.

Política exterior

El objetivo final de la política exterior nazi era la conquista del Lebensraum o espacio vital alemán.
Su imperialismo era a la vez económico y racial. Hitler sostenía que el pueblo elegido (la raza
superior) debía disponer de suficiente espacio, definido como una relación entre los recursos
(tierras, alimentos) y la población. Su objetivo inmediato eran las tierras de Europa Oriental,
pobladas por razas consideradas inferiores.

La política interior totalitaria del Tercer Reich estaba al servicio de su política exterior
expansionista. El totalitarismo creaba las bases materiales y psíquicas para la conquista exterior y,
al mismo tiempo, los grandes éxitos y la conciencia de la "misión" de la raza distraerían a la
población de la represión interna.

Hitler expresó desde un principio su voluntad de rearme a Alemania. Realizado primero en secreto,
se hizo público después de 1935 y fue tolerado por las naciones europeas que estaban más
preocupadas por el avance del comunismo que el nazismo. La política inglesa y francesa fue la del
"apaciguamiento", que consistía en conceder a Hitler aquello que reclamaba y firmar nuevos
pactos, apostando con esto a mantener a los nazis bajo control.

Ejércitos mayores y mejores entrenados, producción de barcos de guerra, aviones, tanques y


municiones, e investigación de nuevos tipos de armamento, absorbieron crecientes recursos
estatales. Por otro lado, el rearme permitió llegar al pleno empleo y dejar atrás la crisis de 1929.
Esto reactivó la economía alemana y trajo un nuevo prestigio al reich.

En 1936, las fuerzas militares alemanas reocuparon sorpresivamente Renania. Desde ese
momento y hasta 1939, la táctica consistió en ataques justificados por el derecho alemán al
Lebensraum, seguido por nuevas promesas de paz.
Al episodio de Renania le siguió la intervención en la guerra civil española y la anexión de Austria
en 1938. La semidictadura austríaca intentó en vano impedir la campaña de anexión de los
nacionalistas austríacos y dejó finalmente el poder a los alemanes en 1938. Un plebiscito a favor
de la "Gran Alemania" confirmó luego la Unión.

El siguiente objetivo fue Checoslovaquia, donde un conflicto con la minoría alemana de los
Sudetes le sirvió de excusa para la anexión de la región en 1938. Inglaterra y Francia accedieron a
estas pretensiones alemanas por medio de los Acuerdos de Múnich y Chescolovaquia debió ceder.
Pero Hitler invadió el resto de Checoslovaquia en 1939. Esto puso de manifiesto su verdadera
intención y el fracaso de la política de "apaciguamiento" de Inglaterra y Francia. Cuando, tras firmar
un pacto de no agresión con la Unión Soviética (URSS), Hitler se lanzó en septiembre de 1939 a
invadir Polonia, Francia e Inglaterra le declararon la guerra. Así comenzaba la Segunda Guerra
Mundial.

Ver: Cronología de la Segunda Guerra Mundial

Claves de la ideología nacionalsocialista temprana

 Nacionalismo alemán.
 Pangermanismo
 Corporativismo, la creación de un cuerpo colectivo entre el Estado, empresarios y
trabajadores.
 Economía dirigida por el Estado y keynesianismo militar.
 Romanticismo y tercera posición. Rechazo de las ideologías herederas de la Ilustración
favoreciendo en su lugar los mitos nacionalistas.
o Anticapitalismo, y en general oposición a toda forma de ideología liberal, al
capitalismo y la economía de mercado.
o Anticomunismo y, en general, oposición a toda forma de ideología marxista y
materialista y a la lucha de clases.
 Protección de la propiedad privada (bajo la intervención del Estado).
 Populismo, la representación de los sectores pobres y medios de la sociedad.
 Racismo.
o Especialmente el antisemitismo.
o Creación de la Herrenrasse por el Lebensborn (un departamento del Tercer Reich)
o Antieslavismo (al menos hasta la II Guerra Mundial).
o Creencia de algunos ideólogos en la superioridad de la raza aria, alemana y
nórdica, aunque también de la raza blanca europea.
 Eutanasia y eugenesia buscando la supuesta "higiene racial".
 Negación de la democracia (especialmente la democracia liberal), con la consiguiente
prohibición de la existencia de partidos políticos, sindicatos.
 Führerprinzip/creencia en el líder (Responsabilidad ascendente y autoridad descendente).
 Fuerte exhibición de la cultura local.
 Regeneración del arte.
 Amor a la Naturaleza y creación de reservas naturales y leyes de protección de la
Naturaleza (ecofascismo).
 Darwinismo social
 Defensa de Sangre y Tierra (en alemán: "Blut und Boden" - idea representada por los
colores rojo y negro de la bandera nazi)
 "Lebensraumpolitik", "Lebensraum im Osten" (Creación de más espacio vital para los
alemanes en el Este de Europa).
 Relación con el fascismo italiano de Benito Mussolini y el español de Francisco Franco.
 Creación del Frente de Trabajo, que aglutinaba a los trabajadores de Alemania para un
mejor entendimiento de los problemas de estos.
 Proyecto "Belleza en el trabajo" para mejorar las condiciones laborales de los obreros.
 Creación de la "Ayuda de Invierno" para acabar con el hambre y la penosa situación de
muchos alemanes antes del Reich.
 Grandes actos de masas para fomentar el espíritu colectivo.
 Ser miembro de las Juventudes Hitlerianas era voluntario (obligatorio desde 1936), a partir
de los 10 y hasta los 17 años.

El nazismo en la actualidad

Tras la Segunda Guerra Mundial, el nazismo ha continuado inspirando a movimientos neonazis.

En Perú en 2010, un partido nazista antichileno fue aprobado por el Jurado Nacional del
Elecciones (JNE) para inscripción en planillas electorales. 116

En muchos países, entre ellos la Alemania actual, está prohibido hacer apología del nazismo y hay
leyes estrictas en contra del nazismo, que es considerado un delito; también está prohibido hacer
apología del Holocausto o negar su existencia, práctica conocida como negacionismo del
Holocausto.

En noviembre del 2017 se hizo público un audio del presidente de la Sociedad de Fomento de
Ingeniero Maschwitz (Buenos Aires, Argentina, partido de Escobar) afirmando ser "simpatizante del
nacional socialismo" y discriminando a una chica por su condición sexual.117118

Anexo:Líderes de las Potencias del Eje en la Segunda Guerra Mundial


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Los líderes de las Potencias del Eje durante la Segunda Guerra Mundial fueron importantes
figuras políticas y militares durante dicho conflicto. El Eje fue establecido por la firma del Pacto
Tripartito en 1940 y siguió una fuerte ideología militarista, racista y nacionalista, con una política
anticomunista. Durante la primera fase de la guerra, se establecieron gobiernos títere en las
naciones ocupadas por el Eje. Cuando acabó la guerra, varios dirigentes fueron juzgados por
crímenes de guerra. Los principales líderes fueron Adolf Hitler de la Alemania nazi, Benito
Mussolini de Italia, y el emperador Hirohito de Japón. A diferencia de lo que ocurrió con los Aliados,
nunca hubo una reunión conjunta de los principales líderes del Eje, aunque Mussolini y Hitler
mantuvieron encuentros regulares.
Afiche japonés de propaganda, donde aparecen Adolf Hitler, Fumimaro Konoe y Benito Mussolini
(el uso de la imagen del emperador en postales, diarios u otras publicaciones se consideraba
irreverente en el Japón de la época).

Índice

 1 El Eje
o 1.1 Alemania
o 1.2 / Italia
o 1.3 Japón
 2 Socios del Eje
o 2.1 Hungría
o 2.2 Rumania
o 2.3 Bulgaria
o 2.4 Reino de Yugoslavia
o 2.5 Finlandia
o 2.6 Tailandia
o 2.7 Irak
o 2.8 España Franquista
o 2.9 Iran
 3 Gobiernos títeres de Alemania
o 3.1 República Eslovaca
o 3.2 Francia de Vichy
o 3.3 Estado Independiente de Croacia
o 3.4 Gobierno de Salvación Nacional de Serbia
o 3.5 Noruega ocupada
 4 Gobiernos títeres de Italia
o 4.1 Albania
o 4.2 Reino de Montenegro
o 4.3 Estado Helénico
 5 Gobiernos títeres de Japón
o 5.1 Manchukuo
o 5.2 Mengjiang
o 5.3 Gobierno nacionalista de Nankín
o 5.4 Filipinas
o 5.5 Estado de Birmania
o 5.6 Laos
o 5.7 Vietnam
o 5.8 Camboya
o 5.9 Gobierno Provisional de la India Libre
 6 Véase también
 7 Referencias

El Eje

Alemania

Adolf Hitler fue el líder de origen austríaco del Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores
Alemanes (NSDAP).

 Adolf Hitler, Canciller de Alemania, 1933-45, Führer, 1934-45. Hitler creía que los
germánicos eran superiores a cualquier otra etnia. Se convirtió en el Führer de Alemania
desde 1934 hasta su suicidio en 1945. Hitler llegó al poder durante el período de crisis de
Alemania después de la Primera Guerra Mundial. Durante su mandato Alemania se
convirtió en un Estado nazi con una política antisemita que condujo al Holocausto. Siguió
una extremadamente agresiva política exterior que desencadenó la Segunda Guerra
Mundial.
 Karl Dönitz, Presidente, 1945. Fue nombrado Großadmiral de la Kriegsmarine el 30 de
enero de 1943 y fue Presidente durante 23 días después del suicidio de Hitler. Bajo su
mando, la flota de submarinos U-boat libró una guerra submarina ilimitada durante la
Batalla del Atlántico. Tras la guerra, fue juzgado en Nüremberg.
 Joseph Goebbels, Canciller, 1945. Fue ministro de Propaganda e Información desde 1933
hasta 1945. Ferviente partidario de la guerra, Goebbels hizo cuanto estuvo en su poder
para preparar al pueblo alemán para un conflicto militar a gran escala. Fue uno de los más
cercanos colaboradores y más devotos seguidores de Hitler. Después del suicidio de Hitler,
Goebbels y su esposa Magda envenenaron a sus seis hijos y, después, cometieron
también suicidio.
 Conde Lutz Schwerin von Krosigk, Canciller, 1945. Ejerció las funciones de canciller, bajo
la presidencia de Karl Doenitz, tras el suicidio de Goebbels.
 Hermann Göring, ministro y comandante supremo de la luftwafe, lugarteniente de Hitler, y
nombrado mariscal del reich (reichsmarschall). Nombrado sucesor del Führer.
 Reinhard Heydrich, Fue el líder fundador del Sicherheitsdienst (SD), organización de
inteligencia encargada de buscar y neutralizar la resistencia al Partido Nazi a través de
detenciones, deportaciones y asesinatos. Además el Lider principal de la gestapo:Policía
Secreta del Estado. (Geheime Staatspolizei). Durante la ocupación Alemana en
checoslovaquia fue protectorado adjunto de Bohemia y Moravia.

/ Italia

Benito Mussolini, líder de la Italia fascista.

 Benito Mussolini, Primer Ministro y duce con poderes dictatoriales, 1922-43, Jefe de
Estado de la República Social Italiana, 1943-45. Mussolini fue el jefe oficial de la Milizia
Volontaria per la Sicurezza Nazionale, MVSN ("Milicia Voluntaria para la Seguridad
Nacional"), a menudo llamada los "camisas negras", que eran activistas fascistas
exclusivamente leales a él. Mussolini fue más tarde jefe del Estado de la República Social
Italiana (régimen bajo control de la Alemania nazi), que sucedió al Reino de Italia en el Eje
entre 1943 y 1945. Mussolini fue el fundador del fascismo e hizo de Italia el primer Estado
fascista usando las ideas del nacionalismo, militarismo y el anticomunismo, así como la
propaganda de Estado. El régimen de Mussolini influyó en Adolf Hitler y la Alemania nazi.

 Víctor Manuel III de Italia, Rey, 1900-46 (cambió de bando en 1943).


Japón

Hirohito, el Emperador de Japón.

 Hirohito, Emperador, gobernó desde diciembre de 1926 hasta agosto de 1945, aunque
reinó, permaneciendo en el trono, hasta su muerte en enero de 1989. Era visto como un
líder divino, descendiente de la diosa Amaterasu. Fue el Comandante en jefe del Cuartel
General Imperial desde 1937 hasta 1945 y autorizó en 1936, por decreto imperial, la
expansión de la unidad de investigación bacteriológica de Shiro Ishii,1 mientras, según
varios autores, asumió el control sobre el uso de las armas químicas y bacteriológicas. 2
Sus generales cargaron con todas las culpas mientras él era exonerado de persecución
criminal, junto con todos los miembros de la familia imperial o la mayoría de los integrantes
de la unidad 731 como el propio Shiro Ishii, por el Comandante Supremo de las Fuerzas
Aliadas (CSFA o SCAP).

 Fumimaro Konoe, Primer Ministro, junio de 1937-enero de 1939, julio de 1940-octubre de


1941. Autorizó la publicación de Kokutai no Hongi (1937) y Shinmin no Michi (Camino de
los Súbditos, 1941). Se unió a los militares para recomendar al emperador Hirohito la
invasión de China y lanzó el Movimiento de Movilización Espiritual Nacional, la Liga de
Miembros de la Dieta que Ayudan a la Guerra Sagrada y la Taisei Yokusankai para
promover el esfuerzo de guerra total. Konoe se opuso a la guerra contra las potencias
occidentales. Durante la ocupación de Japón, rehusó colaborar con el Comandante
Supremo de las Fuerzas Aliadas para exonerar a Hirohito y la Familia Imperial de
responsabilidad criminal y fue puesto bajo sospecha de crímenes de guerra. Se suicidó en
1945.
 Hideki Tōjō, Primer Ministro, octubre de 1941-julio de 1944. Tōjō fue un decidido partidario
del Pacto Tripartito entre Japón, Alemania e Italia. Ministro de la Guerra en el segundo
gabinete de Fumimaro Konoe, fue elegido como primer ministro por el emperador en
octubre de 1941. Fue uno de los principales partidarios de la guerra contra las potencias
occidentales. Fortaleció la Taisei Yokusankai para favorecer un Estado de partido único.
Fue destituido por el emperador en julio de 1944, después de la derrota en la Batalla de
Saipán. Tras la guerra, fue condenado a muerte por el Tribunal Penal Militar Internacional
para el Lejano Oriente y ejecutado en 1948.
 Kuniaki Koiso, Primer Ministro, julio de 1944-abril de 1945. Fue un veterano almirante de la
Armada que sirvió como primer ministro tras el cese de Tōjō. No se le permitió tomar parte
en decisiones militares.
 Kantarō Suzuki, Primer Ministro, abril de 1945-agosto de 1945. Almirante de la Armada,
estuvo de acuerdo en aceptar la rendición ante los aliados en agosto de 1945, aunque
cesó en su cargo antes de la firma oficial de la misma.

Socios del Eje

Hungría

 Miklós Horthy, Regente, 1920-44.


 Ferenc Szálasi, Jefe de Estado, 1944-45, líder del gobierno títere de los nazis, y también
Primer Ministro de Hungría, 1944-45.
 Pál Teleki, Primer Ministro, 1939-41.
 László Bárdossy, Primer Ministro, 1941-42.
 Miklós Kállay, Primer Ministro, 1942-44.
 Döme Sztójay, Primer Ministro, 1944.
 Géza Lakatos, Primer Ministro, 1944.

Rumania

 Ion Antonescu, Primer Ministro y conducator con poderes dictatoriales, 1940-44.


 Miguel I de Rumania, Rey, 1940-47, instalado por Antonescu para reemplazar al padre de
Miguel, Carol II, y no trató de poseer mucho poder. Lideró un golpe para derrocar a
Antonescu y cambió al bando aliado en 1944.

Bulgaria

 Boris III, Zar, 1918-43.


 Simeón II, Zar 1943-46, era menor de edad y no tenía poder alguno.
 Kyril de Bulgaria, Príncipe de Bulgaria, Jefe del Consejo de Regencia, 1943-44.
 Bogdan Filov, Primer Ministro de Bulgaria, 1940-43, miembro del Consejo de Regencia,
1943-44.
 Petur Gabrovski, Primer Ministro, 1943.
 Dobri Bozhilov, Primer Ministro, 1943-44.
 Ivan Ivanov Bagrianov, Primer Ministro, 1944, intentó sacar a Bulgaria de la guerra y
declarar la neutralidad.

Reino de Yugoslavia

 Pablo Karađorđević, Regente del Reino de Yugoslavia, 1934-41

Finlandia

 Risto Ryti, Presidente, 1940-44, su dimisión permitió sacar a Finlandia de la guerra.


 Carl Gustaf Emil Mannerheim, Comandante en Jefe (1939-46), Presidente (1944-46),
Mariscal de Finlandia, lideró a Finlandia como co-beligerante tanto con Alemania (Guerra
de Continuación) como con los aliados (Guerra de Laponia).

Tailandia

 Ananda Mahidol, Rey de Tailandia, 1935-46.


 Plaek Phibunsongkhram, Primer Ministro, 1938-44.
 Khuang Abhaiwongse, Primer Ministro, 1944-45.

Irak

 Rashid Ali al-Kaylani, Primer Ministro, 1940-41.

España Franquista

 Francisco Franco, Caudillo con poderes dictatoriales

Iran

 Reza Pahlaví, Shah, (emperador) de Irán-Persia

Gobiernos títeres de Alemania

República Eslovaca

 Jozef Tiso, Presidente, 1939-45.


 Vojtech Tuka, Primer Ministro.

Francia de Vichy

 Philippe Pétain, Presidente, 1940-44, y Primer Ministro, 1940-42


 Pierre Laval, Primer Ministro, 1942-44

Estado Independiente de Croacia

 Tomislav II, Rey, nacido en Italia, con poder simbólico, abdicó en 1943.
 Ante Pavelić, Poglavnik (Jefe de Estado), 1941-45.
 Nikola Mandić, Presidente, 1943-45.

Gobierno de Salvación Nacional de Serbia

 Milan Nedić.

Noruega ocupada

 Vidkun Quisling, Primer Ministro, 1940-1945.

Gobiernos títeres de Italia

Albania

 Francesco Jacomoni di San Savino, Virrey de Albania, 1939-1943.


Reino de Montenegro

 Sekula Drljević, Primer Ministro 1941-1944.

Estado Helénico

 Georgios Tsolákoglu, Primer Ministro, 1941-1942.


 Konstantinos Logothetopoulos, Primer Ministro, 1942-1943.
 Ioannis Rallis, Primer Ministro, 1943-1944.

Gobiernos títeres de Japón

Manchukuo

 Puyi, Emperador de Manchukuo (antiguo emperador de China), 1932-45.


 Zhang Jinghui, Primer Ministro.

Mengjiang

 Demchugdongrub.

Gobierno nacionalista de Nankín

 Wang Jingwei, Jefe de Estado, 1938-44.


 Zhou Fohai, Jefe de Gobierno.
 Chen Gongbo, Jefe del Legislativo.

Filipinas

 José P. Laurel (José Paciano Laurel y García), Presidente, 1943-45.

Estado de Birmania

 Ba Maw, líder político.

Laos

 Phetsarath Rattanavongsa.

Vietnam

 Bảo Đại, rey.


 Tran Trong Kim, Primer Ministro.

Camboya

 Sisowath Monivong, rey, 1927-1941.


 Son Ngoc Thanh, Primer Ministro.

Gobierno Provisional de la India Libre


Subhas Chandra Bose.

A. M. Sahay.
Por qué siguen siendo importantes los juicios de Nuremberg hoy en día?
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04 October 2016

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Europe

Topics

Crímenes de la CPI

Crímenes de guerra

Crímenes de lesa humanidad

En este artículo de RightsInfo, Karina Weller examina los juicios de Núremberg de 1946
considerados hoy en día como el nacimiento del Derecho Internacional. Siendo esta semana el 70°
aniversario del fin de estos juicios, miramos hacia atrás para conmemorar el primer paso en la
lucha en favor de la justicia global.
Esta semana se cumple el 70° aniversario del fin de los juicios de Núremberg. Los juicios
terminaron con la condena de muchos de los culpables de los abominables crímenes
cometidos durante el Holocausto. El viernes pasado se proyectó una película sobre un
personaje clave en este proceso, David Maxwell Fyfe, que también fue clave en la redacción
del Convenio Europeo de Derechos Humanos. Por eso nos preguntamos ¿por qué se
consideran los ‘juicios más importantes de la historia’ y cómo sucedieron?

¿Qué fueron los juicios de Núremberg?

Los juicios de Núremberg fueron una serie de tribunales militares basados en la ciudad alemana de
Núremberg. Numerosos Nazis fueron juzgados por los crímenes cometidos durante la Segunda
Guerra Mundial. En un primer momento se dudó incluso si este tipo de juicios podrían llevarse a
cabo. Churchill era partidario de ejecuciones sumarias, Rusia pedía ‘juicios espectáculo’, pero el
deseo de Estados Unidos de un juicio justo fue el que finalmente prevaleció.

El Juicio Principal

El primero y más conocido de los juicios fue contra los criminales de guerra más importantes,
celebrado entre el 20 de noviembre de 1945 y el 1 de octubre de 1946. Los cargos fueron por
crímenes contra la paz, crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad. El genocidio no era
considerado un crimen diferente, sino que estaba considerado como un crimen de guerra.
Veinticuatro personas físicas y siete organizaciones fueron acusadas, entre ellas se encontraba
el secretario del partido nazi, elcomandante de las fuerzas armadas alemanas, uno de
los adjuntos de Hitler y el editor de un periódico antisemita.

Hubo cuatro jueces: un británico, otro ruso, ofro francés y otro de Estados Unidos, en lugar de un
jurado. El juez británico fue Lord Geoffrey Lawrence. Sir Hartley Shawcross y David Maxwell Fyfe
fueron los fiscales nombrados por Gran Bretaña. Maxwell Fyfe acabó realizando las tareas diarias
más importantes, excepto los discursos de apertura y clausura.

Los jueces analizaron 100.000 documentos y escucharon a 94 testigos. Al final de proceso,


declararon a 19 acusados culpables de al menos uno de los cargos de los que se le acusaban
y declararon tres organizaciones como organizaciones criminales. Las sentencias oscilaron entre
diez años de prisión a muerte por horca, que se impuso a 12 de los acusados. A pesar de los
rumores de que los cuerpos fueron quemados en un horno de Dachau, los acusados fueron
ahorcados y según lo establecido en la propia sentencia sus cenizas se vertieron en el río Isar.

Los juicios también dieron lugar a la declaración de siete principios de Núremberg, que hacen
referencia a la lista de principios legales que fueron reconocidos por la Carta para los Tribunales
Militares Internacionales y sus sentencias. Los principios incluyen el de responsabilidad individual,
la idea de que los jefes de Estado y de Gobierno pueden ser considerados culpables según el
derecho internacional, que el hecho de seguir las órdenes de un superior no puede ser argumento
para evitar ser declarado culpable según el derecho internacional, entre otros. Estos principios
fueron también adoptados por laAsamblea General de la ONU y son considerados todavía hoy
como derecho internacional consuetudinario (que hace referencia a la legislación adoptada en
base a costumbres adoptadas).
Otros Juicios

Hubo además otros 12 juicios, incluyendo el Juicio de los Jueces, en cuyo caso los acusados
fueron jueces y abogados responsables del avance y progreso del programa de “pureza racial” a
través de leyes y abuso en los procesos judiciales. También se enjuició al escuadrón nazi de la
muerte y los directores de la compañía que elaboró el Zylon B, el gas químico utilizado en las
cámaras de gas.

Otro de los juicios fue el Juicio de los Doctores, en el que 23 doctores fueron acusados de
crímenes de guerra por la experimentación con seres humanos, asesinatos en masa disfrazados
como eutanasia y esterilizaciones. Este tribunal identificó diez principios, que a día de hoy forman
parte del texto base de ética en la medicina, conocido como el Código Núremberg. Fue
desarrollado en la Declaración de la Asamblea General de las Naciones Unidas, recientemente
en 2013. A pesar de no ser legalmente vinculante, la declaración cuenta con un fuerte sentido
moral entre los médicos.

Lo que se nos olvida a menudo es que al tiempo que se producía el Juicio Principal en
Núremberg, se producían juicios similares en Tokio.
¿Por qué los juicios de Núremberg siguen siendo relevantes a día de hoy?

Los juicios de Núremberg fueron efectivamente el comienzo del Derecho Penal Internacional, una
especialidad que aún hoy podemos considerar que se encuentra en su fase inicial de desarrolllo.
Significa que tanto personas concretas como organizaciones pueden ser consideradas culpables
por algunos de los crímenes más difícilmente imaginables.

Durante la Guerra Fría no se produjo ningún otro avance en el campo del derecho internacional
penal, excepto el enjuiciamiento en Israel de Adolf Eichmann. Pero las cosas cambiaron con el
retorno de los campos de concentración en Europa en la Antigua República de Yugoslavia. En
1993, se estableció el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia para responder por
las atrocidades masivas que estaban teniendo lugar en ese momento en los Balcanes. Tras el
genocidio de Ruanda en 1994, también se estableció el Tribunal Penal Internacional para Ruanda.

Cuando la ONU adoptó el Convenio del Genocidio el 9 de diciembre de 1948, también invitó a la
Comisión Internacional de Derecho a estudiar la posibilidad de establecer un tribunal encargado de
juzgar a las personas acusadas de genocidio y otros crímenes internacionales.
Este tribunal no se creó hasta el 17 de julio de 1998, cuando el Estatuto de Roma estableció la
creación de la Corte penal Internacional. Este tribunal se encarga de juzgar los ‘más graves
crímenes interncionales’. Los juicios de Núremberg fueron el primer paso de un camino todavía
largo para alcanzar la justicia global.

Juicio de Tokio, 1946: para los vencidos la horca.

Tras la derrota de Japón, un tribunal aliado de guerra reunió a los altos cargos del gobierno
nipón, buscando asignar la culpabilidad la guerra, y acusándoles de crímenes de guerra
similares a los invocados en Nuremberg. Sin embargo, los jueces hallaron dificultades al
condenarles, tanto por iniciar la guerra, como por cometer crímenes que eran ajenos a su
código de valores y eran muy parecidos a los cometidos por los vencedores.

El proceso internacional era el punto central de una


política que buscaba depurar el gobierno Japonés de
los responsables del régimen militarista llevada a
cabo por el general MacArthur, a todos efectos
autoridad máxima del país. Esta política llevo a la
criba del gobierno, la burocracia, el mundo de la
enseñanza, de la comunicación y de la industria,
llegando incluso a depurar a 212.000 empleados
publicas a ordenes de Stalin, como represalia por los
malos resultados de los comunistas en las primeras
elecciones en abril.

En contraste con el reciente proceso de Nuremberg,


no hubo problemas a la hora de encontrar a los
acusados, el problema mas bien fue encontrarlos vivos, ya que varios de los altos mandos
prefirieron hacerse el harakiri antes de sufrir la humillación del juicio. Pero el tribunal,
formado de representes de todos los países Aliados, halló más problemas a la hora de culpar
a los imputados. Los problemas fundamentales que tuvieron que solventar los jueces fueron
los motivos de la guerra, la obediencia debida y la arbitraria desigualdad a la hora de
justificar a los vencidos por atrocidades cometidas por los vencedores. ¿Como acusar, por
ejemplo, al jefe de las fuerzas aéreas japonesas por bombardear a la población civil al ver
las calles carbonizadas de Tokio y conociendo el horror de Hiroshima y Nagasaki?

También había problemas al condenarles por crímenes de guerra, tales como el maltrato de
prisioneros de guerra, ya que la ideología militar japonesa del Bushido consideraba la
rendición la peor deshonra para un soldado, y no daba valor a la vida de los prisioneros. Las
pésimas condiciones sanitarias y la crueldad que sufrieron los prisioneros no eran tan
excepcionales al considerar que los soldados Japoneses eran tratados poco mejor, obligados
a hacer largas marchas forzadas y en muchas ocasiones mal abastecidos y faltos de víveres.

Finalmente, en el juicio resultó muy difícil condenar la actitud Japonesa al empezar la


guerra, al salir a la luz la presión de los americanos que ofician términos inaceptables,
dejando a los Japoneses sin otra alternativa que ir a la guerra o someterse a unas exigencias
que dejarían a Japón sin la capacidad para sostener su numerosísima población. David
Solar recuerda otro de los juicios de la posguerra, y explica como la inflexibilidad
diplomática americana que llevó a la guerra era parte de una estrategia premeditada por
Roosevelt para provocar el ataque japonés e implicar a América en la guerra.

GENEALOGÍA DEL SISTEMA PENAL INTERNACIONAL: LOS TRIBUNALES MILITARES DE


NUREMBERG Y TOKIO: (PRIMERA PARTE)

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Publicado: 30 Noviembre -0001

La primera oportunidad en que el incipiente sistema penal internacional debió perseguir y


enjuiciar a responsables de delitos contra la humanidad aconteció -como sabemos- al finalizar la
Segunda Guerra Mundial, ocasión en que fueron sometidos a proceso los jerarcas de las potencias
del eje derrotado en la contienda, en los juicios de Nuremberg y Tokio[1].

Ambos procesos, y en especial el primero, por la enorme difusión y el efecto simbólico sin
precedentes que adquirió con posterioridad a su realización, significaron una primera puesta a
prueba de un sistema penal hasta entonces embrionario, poniendo en buena medida de manifiesto
las peculiaridades que habrían de caracterizar y condicionar al derecho global hasta el presente.

Hasta 1946, en efecto, no existían antecedentes de un juicio internacional llevado a cabo


contra las máximas jerarquías de un Estado nación que había perdido una guerra, por los crímenes
cometidos fundamentalmente durante esa conflagración global. La principal dificultad para llevar a
cabo la persecución y el enjuiciamiento de estos dirigentes, radicaba en el escaso desarrollo que
hasta entonces tenían las instituciones de resolución internacionales de los conflictos. La vigencia
plena de los principios de no intervención y de soberanía de las naciones, impedía toda ingerencia
foránea en la resolución de los mismos.
Dicho en otros términos, la evolución del Derecho de gentes impedía por entonces que los
crímenes contra la humanidad pudieran ser juzgados por otros tribunales o agencias que no fueran
los de los propios países a los que pertenecían los presuntos perpetradores[2].

Sin perjuicio de este panorama, no es menos cierto que mientras se producía la


reconquista por parte de los aliados de los territorios ocupados, crecían gradualmente las
evidencias de la comisión de horrendos crímenes de masa, que alcanzaban proporciones
inimaginables hasta ese momento.
Abstracción hecha, claro está, de las que cometían los propios aliados, entre las que debe
enumerarse los bombardeos destructivos sobre la población civil de la ciudad alemana de
Dresden, y la utilización por única vez en la historia de armas atómicas en un conflicto bélico,
lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki.

Mientras se avanzaba en esas horrendas constataciones, tales como la existencia de


campos de concentración y las groseras violaciones al derecho de la guerra por parte de los nazis,
se iba dando forma a una propuesta de enjuiciamiento de esos crímenes, previendo ya desde 1942
el desenlace militar favorable a los aliados.

Wiston Churchill fue el primero en denunciar la comisión de crímenes de guerra y de


destacar que “el castigo por estos crímenes debiera tener lugar cuando se produjera el desenlace
definitivo de la contienda”[3]. Definía, en plena guerra, aspectos que resultaban medulares. El
primero de ellos, es que finalizada la conflagración los alemanes iban a ser castigados por sus
crímenes[4].

La forma de reparar las iniquidades iba a ser el castigo, y que el mismo se iba a producir
una vez ganada la guerra por parte de los aliados. Luego dejaba instalada una cuestión que se
saldaría no sin discusiones entre los aliados, vinculada a la forma en que se habría de arribar a
esas instancias sancionatorias, como habremos de ver. No debe olvidarse que, además de
compatibilizar las tradiciones jurídicas diferentes de las potencias vencedoras, se debió
contrarrestar algunos intentos de ajusticiar sumariamente a los criminales de guerra nazis.

Ya por entonces se dispuso crear una comisión que tenía por objeto comenzar la
confección de una “lista” con la identidad de presuntos perpetradores de los referidos crímenes, a
fin de que fueran juzgados cuando se pusiera fin a la guerra[5].

Durante la conferencia de Yalta, en 1945, Stalin, Churchill y Roosevelt se ocuparon


también de este tema, y establecieron las primeras pautas respecto de las formas en que los
eventuales juicios deberían llevarse a cabo, coincidiendo con el avance de sucesivas decisiones
que en esa misma dirección se habían adoptado en las cumbres de Teherán, en 1943, y
posteriormente en Potsdam, en 1945. Esas formas fueron, desde siempre, motivo de arduas
controversias jurídicas y políticas[6].

Una vez finalizada la guerra, más precisamente el 26 de junio de 1945, tuvo lugar en
Londres la celebración del acuerdo entre todas las potencias que habían enfrentado a la Alemania
nazi, para la creación de un Tribunal Internacional que debería juzgar a los acusados de haber
cometidos crímenes contra la humanidad y otros delitos aberrantes durante el enfrentamiento[7].

En esa oportunidad, en el marco de la celebración de la Conferencia Internacional sobre


Tribunales Militares, se acordó la Carta Orgánica del Tribunal Militar que juzgaría a los criminales
de guerra alemanes en la ciudad de Nuremberg[8].

Esta fue, sin duda, la primera construcción cultural y también formal, de un tribunal de
enjuiciamiento especialmente concebido para el juzgamiento de hechos ocurridos con antelación a
esa creación, cosa que no resultó para nada sencilla. Al respecto se ha puesto de relieve: “Hubo
fuertes discrepancias en cuanto al aspecto formal del proceso. Stalin se inclinó por una justicia lo
más expeditiva posible, y esa sería la idea mantenida finalmente por Churchill cuando en los
últimos meses de la guerra manifestaba desear fusilar a los jefes nazis en menos de seis horas,
pero los americanos se decidieron desde un principio por rechazar la ejecución sumarísima, y ésta
era la opinión del Presidente Truman, antiguo juez y partidario de constituir un Tribunal Militar
Internacional. De este modo, y por influencia americana, triunfó la vía procesal sobre la vía sumaria
y se estableció un proceso público sobre bases jurídicas”[9].

En puridad, los antagonismos enfrentaban a un sistema inquisitivo propio del derecho


continental europeo, con el sistema acusatorio del common law y el derecho socialista de primera
generación[10].

GENEALOGÍA DEL SISTEMA PENAL INTERNACIONAL: LOS TRIBUNALES MILITARES DE


NUREMBERG Y TOKIO (SEGUNDA PARTE)

.
La dificultosa síntesis de esas distintas concepciones fue uno de los más importante
legados culturales del juicio de Nuremberg de cara al futuro del Derecho penal internacional. Ahora
bien, el artículo 6ª de la mencionada Carta Orgánica del Tribunal Militar, determinaba que eran
crímenes que generaban responsabilidad individual, y sujetos a la jurisdicción del Tribunal, a los
crímenes contra la paz, los crímenes de guerra y los crímenes contra la humanidad.

La primera tipificación aludía a aquellas conductas enmarcadas en la planificación y


preparación de la guerra por parte de la potencia agresora[1].

La segunda atendía a la violación del derecho de guerra existente en esa época, y la


tercera se proponía sancionar los asesinatos, el exterminio, la esclavitud, las deportaciones y otros
tratos crueles e inhumanos que se hubieran cometido contra la población civil. También alcanzaba
las persecuciones motivadas por razones políticas, raciales o religiosas, aunque las mismas
pudieran no infringir las leyes del o los países donde las mismas se hubieren cometido[2].

Esa última cuestión resulta de suma importancia, habida cuenta que era la primera
oportunidad en que aparecían plasmadas en una norma internacional, conductas calificadas como
criminales, con independencia de que las mismas estuvieran o no tipificadas de esa manera en los
derechos internos respectivos[3].
El Tribunal estaría compuesto por cuatro jueces, cada uno de los cuales representaba a las
cuatro potencias principales vencedoras: la URSS, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia[4].

En el juicio de Nuremberg comparecieron como acusadas 21 personas, escogidas entre


varios centenares de referentes nazis detenidos en las postrimerías del conflicto, cuando la caída
de Alemania estaba asegurada. En principio, se había pensado en llevar a proceso a 24
imputados, de los cuales el industrial Gustav Krupp, fundamental en la tarea de proporcionar
armamento bélico a los nazis, acusado de mantener en sus empresas un gran número de esclavos
provenientes de distintos países ocupados y de campos de concentración, fue sobreseído por
razones humanitarias, dada su avanzada edad y su precario estado de salud[5].

El responsable de campos de exterminio, Robert Ley se suicidó antes del juicio y Martin
Bormann fue juzgado en ausencia dado que se desconocía si en realidad había muerto en su
intento de huir del asalto final a Berlín[6]. Después de un largo proceso, sobre cuyas incidencias
habremos de reflexionar más adelante, el 1 de octubre de 1946 se dictó sentencia definitiva en el
proceso.

El Tribunal encontró culpable de alguno de los cargos endilgados a 19 de los 22 acusados.


Göering, Ribbentrop, Keitel, Kaltenbrunner, Rosenberg, Frank, Frick, Streicher, Seyss-Inquart,
Sauckel, Jodl y Bormann (en ausencia) fueron condenados a morir en la horca; Hess, Raeder y
Funk fueron sentenciados a cadena perpetua; Speer y Schirach sufrieron una condenada de veinte
años de prisión; Neurath a quince años; Doenitz a diez años. Fueron absueltos únicamente tres
imputados: Schacht, Fritzsche y Von Papen[7].

Vale destacar que el tribunal no pudo arribar a un acuerdo unánime a la hora de dictar su
sentencia. El magistrado soviético dejó a salvo su disidencia en dos aspectos no menores: las tres
absoluciones que se dictaron y la denegatoria respecto de su pedido de que la condena a dictarse
alcanzara a organizaciones e instituciones políticas tales como el Gobierno Alemán y los altos
mandos de sus fuerzas armadas, introduciendo en este caso un inquietante requerimiento
extensivo de responsabilidad penal respecto de personas jurídicas públicas, que daba la pauta de
las dificultades que en futuro sobrevendrían para articular y compatibilizar en un único sistema
jurídico las tendencias políticas y las perspectivas jurídicas disímiles que coexistían en el mundo
de posguerra[8].

Una vez finalizado este proceso, los norteamericanos llevaron a juicio a 199 imputados
más, también acusados de haber cometido crímenes durante la segunda guerra. De todos ellos,
fueron absueltos únicamente 38 personas. Otras 36 fueron condenadas a muerte, resultando
ejecutadas finalmente 18; hubo 23 condenados más a cadena perpetua y 102 condenas a penas
de prisión de menor gravedad[9].

Las cruentas y terribles ejecuciones de los condenados tuvieron un ingrediente simbólico


tortuoso adicional. Fueron llevadas a cabo por un verdugo militar profesional, que llevaba
ejecutadas por entonces a casi 300 personas. A fin de prevenirse del “riesgo” de cualquier
reivindicación de la memoria de los alemanes condenados a muerte, se ordenó que sus cuerpos
fueran incinerados en un horno crematorio.

Paradojas de los crímenes masivos, se utilizó el mismo procedimiento de eliminación


utilizado por los nazis, y se los privó de los ritos funerarios, en lo que supone una anticipación de
las prácticas genocidas de Argelia y América latina en lo que hace al daño adicional que se causa
a los familiares de los muertos al no poder elaborar debidamente sus respectivos duelos.

Más allá de estas formas punitivas brutales, se pusieron en práctica también los
denominados tribunales alemanes de “desnazificación”, en las zonas ocupadas por Estados
Unidos[10].

La desnazificación, sobre cuyas formas y duración mucho se había polemizado entre las
potencias vencedoras, era un verdadero proceso de contraculturación. Un intento de derogar la
cultura nacionalsocialista y sustituirla por otra, compatible con las democracias indirectas de
occidente, presentado como un intento de “reeducación” sobre las personas y las instituciones
germanas.
Pero además, y fundamentalmente, la desnazificación implicaba una formidable campaña
de propaganda masiva destinada a inculcar un sentimiento de culpa colectiva a los ciudadanos
alemanes[11].

La dificultad de establecer niveles objetivos de participación y responsabilidad, llevó a


determinaciones de un simplismo realmente humillante, tales como la división entre distintas
categorías de nazis, a quienes se denominaba “delincuentes” principales (un símil de la
denominación de “delincuentes” subversivos al que recurrió la dictadura en la Argentina, para
intentar evitar el cumplimiento de pactos y tratados internacionales respecto de prisioneros que
ellos mismos identificaban como miembros de uno de los “bandos” en supuesta “guerra”),
“delincuentes” a secas, “delincuentes menores” y meros adherentes. Los crímenes horrorosos
cometidos durante la segunda guerra mundial, revelaron la debilidad del sistema jurídico
internacional existente hasta ese momento.

Esa evidencia, y la nueva relación de fuerzas imperante en un mundo bipolar, fueron


factores que contribuyeron decididamente a la Creación de la Organización de las Naciones
Unidas, que se constituye rápidamente en el ámbito dentro del cual comienza la construcción de un
nuevo Derecho Internacional[12].

En ese sentido, el 9 de diciembre de 1948, la Asamblea de la ONU aprobó por 55 votos


contra ninguno en contra, y sin abstenciones, la creación de la Convención sobre Prevención y
Castigo del Delito de Genocidio (conug)[13].

Las palabras que preceden a la aprobación dan cuenta de la convicción y la urgencia en la


consolidación de un sistema jurídico internacional: “En este campo que se relaciona con el sagrado
derecho que tienen los grupos humanos a subsistir, declara Evatt, presidente de la Asamblea de
las Naciones Unidas, vamos a proclamar hoy la eterna supremacía del Derecho Internacional”[14].

Previamente, en 1946, la Asamblea había declarado que el genocidio era un delito


internacional, un delito iuris gentium[15].
EL DESARROLLO DE LA COMPETENCIA INTERNACIONAL.

PRIMEROS APORTES DESDE NÜREMBERG Y TOKIO

Jaime Alberto Sandoval Mesa

Fecha de recibido: 30 de marzo de 2012

Fecha de aprobación: 20 de junio de 2012

Artículo resultado de investigación.

Resumen

El presente artículo analiza las experiencias para la construcción de la justicia penal

internacional que desde los Tribunales de Nüremberg y Tokio construyeron y adicionaron

los principales factores de competencia que sirven de base en la actualidad para la realidad

que se representa en la Corte Penal Internacional. A través del presente documento se

pretende mostrar que antes de abordar la cuestión de admisibilidad contemporánea ante

la CPI, es importante conocer como se han construido sus bases y de donde devienen

sus principales instituciones.

Palabras clave

Jurisdicción internacional, Tribunales de Nüremberg y Tokio, Crímenes contra la Paz,

Crímenes contra la Humanidad, Crímenes de Guerra. Responsabilidad individual,

Responsabilidad del superior y Responsabilidad por la organización.

THE DEVELOPMENT OF INTERNATIONAL COMPETITION.

FIRST CONTRIBUTIONS SINCE NUREMBERG AND TOKYO

Abstract

This article analize the experiences for the construction of international criminal justice

which they built and added the main factors of competition serve basis today for the

reality depicted in the International Criminal Court since the courts at Nuremberg and

Tokyo. Through this paper is intended to show that before addressing the question of

contemporary admissibility before the ICC, it is important to know as their bases have
been built and where become its main institutions.

Docente e Investigador Facultad de Derecho Universidad Militar Nueva Granada Bogotá . Magíster
en Derecho Penal. Universidad

Santo Tomás Bogotá D.C., - Universidad de Salamanca, España. Especialista en Derecho Público
de la Universidad Nacional

de Colombia. Estudios de Posgrado en Derecho Constitucional Universidad de Salamanca,


España. Abogado y Especialista en

Derecho Penal Universidad Santo Tomás Bogotá. Profesor Visitante del Instituto Técnológico de
Monterrey, México, dentro del

programa Líderes Académicos. D.C. Producto de investigación: Proyecto –Admisibilidad de la CPI


frente al Derecho Interno,

aspectos sustanciales y procesales. E-Mail: jaime.sandoval@unimilitar.edu.co

; jaisandoval@yahoo.com.

Revista Prolegómenos - Derechos y Valores - pp. 35 - 55, 2012 - I

Bogotá, D.C. Colombia - Volumen XV - No. 29 - Enero - Junio 2012 - ISSN 0121-182X

35

EL DESARROLLO DE LA COMPETENCIA INTERNACIONAL

Prolegómenos - Derechos y Valores

Bogotá, D.C. Colombia - Volumen XV - No. 29 - Enero - Junio 2012 - ISSN 0121-182X

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Keywords:

International Jurisdiction, Trials of Nuremberg, of Tokyo; Crimes: Against peace; Against

humanity; of war. Responsibility: of the Superior. Individual responsibility; responsibility

by the organization.

O DESENVOLVIMENTO DA CONCORRÊNCIA INTERNACIONAL.

PRIMEIRAS CONTRIBUIÇÕES DESDE NUREMBERG E TÓQUIO

Resumo

Este artigo analisa as experiências para a construção de Justiça penal internacional que

desde que tribunais de Nuremberg e Tóquio construídos e adicionados que os principais


fatores de concorrência baseiam-se em apresentam a realidade retratada no Tribunal Penal

Internacional. Através deste livro destina-se a mostrar que antes de abordar a questão da

admissibilidade contemporânea antes do ICC, é importante saber como suas bases foram

construídas e se tornam-se suas principais instituições.

Palavras-chave

Competência internacional, julgamentos de Nuremberg, de Tóquio; Crimes: contra a

paz; Contra a humanidade; da guerra. Responsabilidade: do Superior. Responsabilidade

individual; responsabilidade pela organização.

INTRODUCCIÓN

La competencia de la CPI en el plano Internacional

obedece a la construcción progresiva superior a los

50 años de la Justicia Penal Internacional; ámbito

que plantea nuevos desafíos para los Estados

que presentan fenómenos de violencia a gran

escala, que pudieran catalogarse en el contexto

de los graves crímenes contra la humanidad

y por ende son proclives a la intervención del

organismo internacional.

Este nuevo plano de análisis que ejerce notable

influencia en el derecho interno, se erige en la

actualidad como el factor principal de preocupación

de un sistema penal como el nacional, que desde

la intervención de instancias internacionales en

el marco de los derechos humanos, ha generado

importantes consecuencias en el fuero interno.

En la actualidad la competencia de la CPI ya

no obedece a una esperanza como hace diez

años, sino que constituye una realidad que se


encuentra plasmada en los condicionamientos del

Estatuto de Roma de 1998 y en sus instrumentos

adicionales, como las reglas de procedimiento y

prueba y los elementos del crimen.

Para los efectos previstos, se tiene como punto

de partida la vigencia de la CPI en Colombia,

la cual se produjo el 1º de noviembre de 2002

frente a los crímenes de lesa humanidad y

genocidio y el 1º de noviembre de 2009 en

virtud de la vigencia de los crímenes de guerra

en el derecho interno, luego del vencimiento

del término de 7 años descrito en el artículo

124 del ER, relativo a la cláusula transicional

que Colombia adoptó en el momento del

depósito de los instrumentos internacionales.

En todo caso, es importante tener en cuenta

que ello obedece al criterio establecido sobre

la competencia suplementaria que los mismos

instrumentos desarrollan en el orden interno

Tribunal de Núremberg

A comienzos del invierno de 1942, los gobiernos de las potencias aliadas anunciaron su
determinación de castigar a los criminales de guerra nazis. El 17 de diciembre de 1942, los líderes
de los Estados Unidos, Gran Bretaña y la Unión Soviética hicieron pública la primera declaración
conjunta donde se reconocía oficialmente el exterminio masivo de judíos europeos y se
determinaba que se enjuiciaría a los responsables de la violencia perpetrada contra poblaciones
civiles. Aunque algunos líderes políticos eran partidarios de ejecuciones inmediatas en lugar de
juicios, los aliados finalmente decidieron formar un Tribunal Militar Internacional. Así lo
expresaba Cordell Hull: “una condena después de un juicio como este será la sentencia de la
historia y los alemanes no podrán decir que se les arrancó por la fuerza una confesión de
culpabilidad”.
La Declaración de Moscú, firmada en octubre de 1943 por el presidente estadounidense Franklin
D. Roosevelt, el primer ministro británico Winston Churchill y el líder soviético Josef Stalin, afirmaba
que, durante un armisticio, las personas consideradas responsables de crímenes de guerra serían
enviadas al país donde se habían cometido los crímenes, a fin de que fueran juzgadas conforme a
las leyes de dicha nación. Destacados criminales de guerra cuyos delitos no podían asignarse a
una ubicación geográfica en particular serían castigados por decisiones conjuntas de los gobiernos
aliados.
Los juicios de los principales funcionarios alemanes ante el Tribunal Militar Internacional,
comenzaron oficialmente en la ciudad alemana de Núremberg el 20 de noviembre de 1945, seis
meses y medio después de que Alemania se rindiera. Cada uno de los cuatro países aliados
(Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y la Unión Soviética) proporcionó un juez y un equipo de
fiscales. Geoffrey Lawrence, juez principal de Gran Bretaña, fue el presidente del tribunal. Los
reglamentos del juicio surgieron a partir de la delicada conciliación de los sistemas judiciales
europeos y anglo-estadounidenses. Un equipo de traductores interpretó simultáneamente todos los
juicios en cuatro idiomas: inglés, francés, alemán y ruso.
Tras un extenso debate, se seleccionaron veinticuatro acusados que fueran una muestra
representativa de la dirigencia diplomática, económica, política y militar nazi. Adolf Hitler, Heinrich
Himmler y Joseph Goebbels nunca fueron juzgados, ya que se habían suicidado antes de que
finalizara la guerra. El Tribunal Militar Internacional decidió no hacerles un juicio póstumo para no
generar la sensación de que aún podrían estar vivos. En realidad, solo veintiún acusados fueron
enjuiciados. El empresario industrial Gustav Krupp había sido incluido en la acusación original,
pero era un anciano y estaba enfermo. Por ello, en audiencias preliminares se decidió excluirlo de
los juicios. Martin Bormann, el secretario del partido nazi, fue juzgado y condenado in absentia.
Robert Ley se suicidó en las vísperas del juicio.
El Tribunal Militar Internacional imputó a los acusados por los cargos de crímenes contra la paz,
crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. El Tribunal Militar Internacional definió los
crímenes contra la humanidad como “asesinato, exterminio, esclavitud, deportación… o
persecución por razones políticas, raciales o religiosas”. Se incluyó un cuarto cargo por
conspiración con el fin de abarcar crímenes cometidos conforme a la ley nacional nazi antes de
que comenzara la Segunda Guerra Mundial. A partir de esto, los tribunales posteriores contarían
con jurisdicción para enjuiciar a cualquier individuo miembro de una organización delictiva. Por lo
tanto, el Tribunal Militar Internacional también imputó a varias organizaciones nazis por
considerarlas delictivas, a saber: el Gabinete del Reich, la cúpula dirigente del partido nazi, la
guardia de élite (las SS), el Servicio de Seguridad (SD), la Policía Secreta del Estado (Gestapo),
las tropas de asalto o Stormtroopers (SA), y el personal general y el Alto Comando de las Fuerzas
Armadas alemanas.
Los acusados tuvieron el derecho a elegir sus abogados. Asistieron a los juicios diariamente más
de 400 visitantes, así como también 325 corresponsales de 23 países.
Robert Jackson, fiscal principal estadounidense, decidió fundar su caso en un conjunto de
documentos escritos directamente por los nazis, en lugar de declaraciones de testigos, para que no
pudiera decirse que el juicio se basaba en testimonios parciales o tendenciosos. Los testimonios
presentados en Núremberg revelaron muchos datos sobre el Holocausto, como detalles del
aparato asesino de Auschwitz, la destrucción del ghetto de Varsovia y las aproximadamente seis
millones de víctimas judías.
Los jueces dieron su veredicto el 1 de octubre de 1946. Se necesitaban al menos tres jueces para
efectivizar la condena. Doce acusados, entre los que se encontraban Joachim von Ribbentrop,
Hans Frank, Alfred Rosenberg y Julius Streicher, fueron sentenciados a pena de muerte. Los
condenados fueron enviados a la horca, los cuerpos se cremaron en Dachau y las cenizas se
esparcieron en el río Isar. Hermann Goering escapó de su sentencia de muerte suicidándose la
noche anterior. El Tribunal Militar Internacional condenó a tres acusados a cadena perpetua y a
cuatro acusados, a prisión por diez a veinte años. Tres fueron absueltos.
El juicio del Tribunal Militar Internacional de Núremberg fue apenas uno de los primeros y más
famosos de los juicios contra crímenes de guerra que se realizaron posteriormente. Después de
1945, la abrumadora mayoría de juicios por crímenes de guerra procesaron a funcionarios y
oficiales de rangos inferiores. Se incluyó a guardias y comandantes de los campos de
concentración, oficiales de policía, miembros de los Einsatzgruppen (equipos móviles de matanza)
y médicos que participaron en experimentos médicos. Estos criminales de guerra fueron juzgados
por tribunales militares en los primeros años del período de posguerra en las áreas británicas,
estadounidenses, francesas y soviéticas de Alemania y Austria ocupadas, y también en Italia.
El 17 de octubre de 1946, apenas un día después de la ejecución de los acusados del Tribunal
Militar Internacional, el presidente estadounidense Harry Truman nombró a Telford Taylor nuevo
fiscal principal estadounidense para los crímenes de guerra. Taylor enjuició a 183 funcionarios
alemanes de alto rango en doce juicios distintos. Estos tribunales militares estadounidenses en
conjunto suelen llamarse los juicios posteriores de Núremberg. Miembros de la Gestapo y de las
SS, junto con empresarios industriales alemanes, fueron juzgados por su participación en la
aplicación de las leyes de Núremberg, la “arianización”, los fusilamientos masivos de judíos en
campos de concentración, los fusilamientos de los Einsatzgruppen y las deportaciones.
Otros criminales de guerra fueron juzgados por los tribunales de los países donde habían cometido
los crímenes. En 1947, un tribunal en Polonia condenó a pena de muerte a Rudolf Hoess,
comandante del campo Auschwitz. En los tribunales de Alemania Occidental, muchos de los ex
nazis no recibieron condenas severas debido a que cumplir órdenes de superiores constituía a
menudo una circunstancia atenuante. Por consiguiente, varios criminales nazis volvieron a su vida
normal en la sociedad alemana, especialmente en el mundo de los negocios.
Los esfuerzos de los cazadores de nazis (como Simon Wiesenthal y Beate Klarsfeld) permitieron la
captura, la extradición y el juicio de varios nazis que se habían escapado de Alemania después de
la guerra. El juicio de Adolf Eichmann, llevado a cabo en Jerusalén en 1961, captó la atención del
mundo entero.
Sin embargo, muchos criminales de guerra nunca fueron juzgados ni castigados.
El juicio llevado a cabo por el Tribunal Penal Militar Internacional, instituido por medio de la Carta
de Londres, en 1945, es lo que se conoce como el Juicio de Núremberg. Hubo además una serie
de juicios donde se juzgaron a los funcionarios menores del Estado, Ejército, doctores e
industriales alemanes.
El Tribunal estuvo compuesto por las fuerzas aliadas, con un juez por cada uno de los países
vencedores, con su suplente, sus jueces fueron:
1.- Geoffrey Lawrence titular GB Norman Birkett (suplente)
2.- Francis Biddle (titular EU) John J. Parker (suplente)
3.- Henri Donnedieu de Vabres (titular Francia) Robert Falco(suplente)
4.- Iona Nikítchenko (titular URSS) Alexander Volchkov (suplente)
El fiscal jefe de la Corte fue el juez estadounidense Robert H. Jackson, con la ayuda de los
fiscales Hartley Shawcross, del Reino Unido; el general Román Rudenko, por la URSS;
François de Menthon y Auguste Champetier, de Francia.
La validez del tribunal ha sido cuestionada por varias de razones, a saber:
A los acusados no les estaba permitido apelar o intervenir en la selección de jueces. A. L.
Goodhart, profesor en la Universidad de Oxford, se opuso a la opinión de que, como los jueces
eran nombrados por los vencedores, el Tribunal podía no ser imparcial y no ser reconocido como
tribunal en el verdadero sentido. Escribió:
“Atractivo como puede sonar este argumento en teoría, ignora el hecho de que va en contra
de la administración de la justicia en cada país. Si fuera verdad, entonces a ningún espía se
le podría dar un juicio legal, porque en ese caso es siempre escuchado por jueces
representando al país enemigo. Nadie ha argumentado todavía que en esos casos fuera
necesario llamar a jueces neutrales. El prisionero tiene el derecho de pedir que esos jueces
sean justos, pero no que sean neutrales. Como apuntó Lord Writ, el mismo principio es
aplicable a la ley de criminales comunes porque “un ladrón no se queja de estar siendo
juzgado por un jurado de ciudadanos honestos”.
Uno de los cargos contra Wilhelm Keitel, Alfred Jodl y von Ribbentrop incluía conspiración por
cometer agresión contra Polonia en 1939. Los Protocolos Secretos del Pacto Nazi-Soviético
(conocido también como Pacto Mólotov-Ribentropp) del 23 de agosto de 1939, proponía el reparto
de Polonia entre alemanes y soviéticos (el cual se llevó a cabo en septiembre de 1939); no
obstante, los líderes soviéticos no fueron juzgados por formar parte de la misma conspiración. En
cambio, el Tribunal proclamó que los Protocolos Secretos del Pacto eran una falsificación. Además,
las fuerzas Aliadas británicas y la URSS no fueron juzgadas por preparar y dirigir la invasión anglo-
soviética de Irán y la Guerra de Invierno, respectivamente.
En 1915, Reino Unido, Francia y Rusia emitieron conjuntamente una declaración explícita, por
primera vez, acusando a otro gobierno, el de la Sublime Puerta, de cometer un crimen de lesa
humanidad. Sin embargo, estos crímenes no obtuvieron un significado específico hasta su mayor
desarrollo en la “Carta de Londres”. Como la definición de lo que constituía un crimen contra la
humanidad era desconocido cuando la mayoría de los crímenes se cometieron, se puede
argumentar que es una ley retrospectiva, en violación de los principios de ex post facto y del
principio general de la ley penal nullum crimen, nulla poena sine praevia lege poenali.
El Tribunal estuvo de acuerdo en eximir al mando soviético de acudir a los juicios como criminales
de guerra, con objeto de ocultar los crímenes de guerra contra civiles cometidos por su ejército, y
que incluían el reparto de Polonia en 1939 y el ataque a Finlandia tres meses después. Esta
“petición de exclusión” fue iniciada por los soviéticos y posteriormente aprobada por la
administración del jurado.
La Carta del Tribunal Militar Internacional permitió el uso de “evidencias” normalmente
inadmisibles. El artículo 19 especificaba que: “El Tribunal no estará sometido a las reglas
técnicas sobre pruebas… y admitirá cualquier evidencia que estime que tiene un valor
probatorio”.
El artículo 21 de la Carta del Tribunal Internacional de Núremberg (IMT) estipulaba:
“El Tribunal no exigirá pruebas o hechos de dominio público, pero las incluirá en el sumario.
Incluirá también en el sumario los documentos oficiales y los informes de los gobiernos de
las Naciones [Aliadas] Unidas, incluyendo actas y documentos de los comités establecidos
en varios de los países aliados para la investigación de crímenes de guerra, así como las
grabaciones y hallazgos de militares y otros Tribunales de cualesquiera de las Naciones
[Aliadas] Unidas.”
El fiscal en jefe soviético presentó documentación falsa en un intento de acusar a los imputados del
asesinato de miles de oficiales polacos en el bosque de Katyn, cerca de Smolensk. Sin embargo,
los otros fiscales Aliados se negaron a apoyar la acusación y los abogados alemanes prometieron
montar una defensa embarazosa. Ninguno fue acusado o encontrado culpable de la masacre de
Katyn.
Freda Utley, en su libro de 1949 titulado “El alto coste de la venganza” acusaba al tribunal de,
entre otras cosas, medir con doble rasero. Desveló el uso de mano de obra esclava y la privación
intencionada de víveres a civiles por parte de los Aliados. El personal militar estadounidense y sus
esposas estaban bajo órdenes estrictas de destruir, o si no, de hacer incomestibles sus excedentes
sobrantes de comida para asegurarse de que no pudieran ser aprovechadas por civiles alemanes
en los territorios ocupados.
También destacó que el general Rudenko, el fiscal en jefe soviético, después de los juicios se
convirtió en comandante del campo de concentración de Sachsenhausen. Tras la caída de RDA,
los cuerpos de 12.500 víctimas de la era soviética serían descubiertos en el campo, en su mayoría
“niños, adolescentes y personas mayores”.
Luise, la mujer de Alfred Jodl, se unió ella misma al equipo de defensa de su marido.
Posteriormente entrevistada por Gitta Sereny, mientras investigaba para su biografía de Albert
Speer, Luise alegó que en muchas ocasiones la fiscalía de los Aliados había lanzado acusaciones
contra Jodl basadas en documentos que se negaban a compartir con la defensa. Jodl, sin
embargo, demostró que algunas de las acusaciones hechas contra él eran falsas, como la de que
ayudó a Hitler a ganar control sobre Alemania en 1933. En una ocasión fue ayudado por un
oficinista del ejército estadounidense, que decidió dar a Luise un documento mostrando que la
ejecución de un grupo de comandos británicos en Noruega había sido legítima. El militar advirtió a
Luise que si no lo copiaba inmediatamente no volvería a verlo.
El mismo Tribunal discutió fuertemente que la Carta de Londres fuera una ley “ex post facto”,
señalando la existencia de acuerdos internacionales firmados por Alemania que hacían ilegales las
guerras de agresión y ciertas acciones de guerra, citando el Pacto Briand-Kellogg, el Pacto de la
Sociedad de Naciones (parte IX del Tratado de Versalles), y las Conferencias de la Haya.
En una editorial del periódico semanal británico “The Economist”, se criticó la hipocresía de Gran
Bretaña y Francia por apoyar la expulsión de la URSS de la Sociedad de Naciones en 1939 por su
ataque no provocado a Finlandia y seis años después cooperar con la URSS con respeto de
igualdad en Núremberg.

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