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zas nuevas.

Ese vino nuevo, es el hombre nuevo que se forma en Cristo, se debe echar
en odres nuevos, esto es un cambio profundo y un nuevo sistema de vida.
Luego de haber escuchado la Palabra del Señor y de haber leído brevemente
la reflexión, vamos a dejar que la Palabra divina haga eco en nuestros corazones. De-
jemos que Dios nos interpele y que desnude nuestra conciencia.
¿Qué tipo de odre soy, nuevo o viejo?
¿De qué manera estoy recibiendo en mi vida el vino nuevo de Jesús?
¿Cuáles son aquellas actitudes que tengo que renovar en mi persona para
lograr una verdadera renovación personal y pastoral?

3.- Oratio (El texto, qué me hace decirle a Dios)


Luego de haber interiorizado en nuestro corazón la Palabra del Señor,
preparemos desde lo más íntimo de nuestro ser una oración. Nuestra oración puede ser
de perdón, de intercesión, de acción de gracias, de súplica, etc. A cada oración respon-
deremos: Gracias Señor por el vino de tu gracia.

Canto: Te doy gr acias J esús.

4.- Contemplatio– Actio (A qué me comprometo con Dios y con su Igle-


sia)
Hemos llegado a la parte más importante de la oración, el compromiso. Ha-
ber orado y no comprometernos es como no haber orado. De manera personal, nos
comprometemos con Dios.

¿Qué criterios, ideas, actitudes de mi persona debo de renovar para el bien de


la Iglesia?

ORACIÓN
LECTIO DIVINA
“Vino nuevo en Odres nuevos”
Mateo 9, 16- 17

Diácono Lic. José Guadalupe Enríquez López

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“VINO NUEVO EN ODRES NUEVOS” Los obispos de Aparecida nos invitan a una verdadera conversión personal y
pastoral, que nos abran a una mentalidad de cambio y respondamos con eficacia a los
En el nombre del Padre… nuevos retos que la Iglesia y el mundo nos están planteando. No debemos de olvidar
que los documentos más recientes de la Iglesia, nos urgen a renovar y transformar las
Canto: Hoy en Or ación.
estructuras pastorales de la Iglesia para que favorezcan a la transmisión del Evangelio
Invocación al Espíritu Santo. y así ser capaces de romper con el fenómeno de la pastoral de conservación y de solo
Todos: Señor J esús, envía tu Espír itu, par a que Él nos ayude a leer la Bi- sacramentos.
blia en el mismo modo con el cual Tú la has leído a los discípulos en el camino de El documento de Aparecida insiste en que “la renovación de las parroquias,
Emaús. Con la luz de la Palabra, escrita en la Biblia, Tú les ayudaste a descubrir la al inicio del tercer milenio, exige reformular sus estructuras, para que sea una red de
presencia de Dios en los acontecimientos dolorosos de tu condena y muerte. Así, la comunidades y grupos, capaces de articularse logrando que sus miembros se sientan
cruz, que parecía ser el final de toda esperanza, apareció para ellos como fuente de y sean realmente discípulos y misioneros de Jesucristo en comunión.
vida y resurrección. Crea en nosotros el silencio para escuchar tu voz en la Creación y Desde la parroquia, hay que anunciar lo que Jesucristo “hizo y ense-
en la Escritura, en los acontecimientos y en las personas, sobre todo en los pobres y en ñó” (Hch 1, 1) mientras estuvo con nosotros. Su Persona y su obra son la buena noti-
los que sufren. Tu palabra nos oriente a fin de que también nosotros, como los discí- cia de salvación anunciada por los ministros y testigos de la Palabra que el Espíritu
pulos de Emaús, podamos experimentar la fuerza de tu resurrección y testimoniar a suscita e inspira. La Palabra acogida es salvífica y reveladora del misterio de Dios y
los otros que Tú estás vivo en medio de nosotros como fuente de fraternidad, de justi- de su voluntad. Toda parroquia está llamada a ser el espacio donde se recibe y acoge
cia y de paz. Te lo pedimos a Ti, Jesús, Hijo de María, que nos has revelado al Padre y la Palabra, se celebra y se expresa en la adoración del Cuerpo de Cristo, y, así, es la
enviado tu Espíritu. Amén. fuente dinámica del discipulado misionero. Su propia renovación exige que se deje
Gloria al Padre… iluminar siempre de nuevo por la Palabra viva y eficaz.
Como era en un principio… La renovación misionera de las parroquias se impone tanto en la evangeliza-
ción de las grandes ciudades como del mundo rural de nuestro continente, que nos
1.- LECTIO (Qué dice el texto) está exigiendo imaginación y creatividad para llegar a las multitudes que anhelan el
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 9, 16- 17 Evangelio de Jesucristo. Particularmente, en el mundo urbano, se plantea la creación
Nadie remienda un vestido viejo con un pedazo de tela nueva, porque el pe- de nuevas estructuras pastorales, puesto que muchas de ellas nacieron en otras épo-
dazo nuevo tiraría del vestido y la rotura se haría mayor. Y nadie echa vino nuevo en cas para responder a las necesidades del ámbito rural “ (DA 172-173)
recipientes de cuero viejos, porque si lo hacen, se reventarán los cueros, el vino se Somos conscientes de que el “vino nuevo” que Jesús nos ofrece puede cau-
desparramará y los recipientes se estropearán. El vino nuevo se echa en cueros nue- sando conflictos en muchos agentes de pastoral que se resisten a la renovación. Esto
vos, y así se conservan bien el vino y los recipientes.» sin duda sucede porque “el vino nuevo” no se puede echar en “odres viejos”, es nece-
saria la conversión personal y pastoral.
Releer de manera personal el texto bíblico y contemplar a Cristo Eucaristía. Todo lo nuevo siempre trae novedad. Es necesario que a la luz de la Palabra
del Señor repensemos nuestra misión y que descubramos si realmente buscamos los
Reflexión. intereses de Cristo o nuestros propios intereses. Si queremos que en nuestra comuni-
En el Evangelio, Jesús con suficiente claridad nos hace ver que las leyes del dad parroquial se conserve el “vino nuevo” que nos ofrece Jesús y el “cuero nuevo”
Antiguo Testamento, caducan con su venida para iniciar algo nuevo, un Nuevo Testa- de la misión que estamos llamados a realizar desde nuestra vocación específica, El
mento, una nueva Ley, una nueva vida. Todo esto requiere un nuevo espíritu, un cam- vino nuevo se echa en cueros nuevos, y así se conservan bien el vino y los recipientes,
bio de mentalidad, caen entonces las antiguas prescripciones y surge la nueva, le ley es necesario que empecemos por renovar nuestras ideas, que se impulse la conversión
de amor. personal y pastoral para asumir procesos; que se asuma una mentalidad de cambio;
No se puede echar “vino nuevo” en vasijas viejas…pues se pueden romper que se abandonen las estructuras que no favorecen la transmisión de la fe y que con
las vasijas y se pierde el vino. Esto lo dijo Jesús de Nazaret para explicar que su doc- humildad se superen los vicios en la pastoral: el activismo, individualismo, la impro-
trina (vino nuevo) necesitaba de nuevas estructuras religiosas (odres nuevos) para visación, dispersión, discontinuidad, inmediatismo y el paralelismo. Recordemos que
poder contenerse pues las estructuras de la “religión tradicional” no la resistirían, se una parroquia renovada es una parroquia misionera.
romperían y su doctrina se perdería. Y así ocurrió en la historia de nuestra iglesia.
Aquella doctrina de Jesús necesitaba de nuevas estructuras ya que la “religión oficial” 2.- Meditatio (Qué me dice el texto)
no la resistiría y la rechazaba. Lo mismo las personas que recibirían su doctrina ten- Con Jesús “vino nuevo, odres nuevos” se pone fin a un largo período de la
drían que “nacer de nuevo” (Jn.3, 3) para poderla recibir y asimilar. Se necesitaría una historia del pueblo judío, representado por los fariseos que se aferran a las viejas for-
“matanoia” (cambio interno radical); sino se “perdería el vino” en ellos. mas de una tradición basada en ayunos múltiples, y se oponen a las nuevas formas del
También nosotros corremos el riesgo de encerrar a Jesús en viejos esquemas tiempo presente de la salvación, tiempo de alegría, de amor y de fecundidad, represen-
religiosos o sencillamente pretendemos que responda sin más a nuestras expectativas tado por la imagen de una fiesta de bodas.
pastorales sin abrirnos de verdad a la novedad que nos trae. Jesús ha venido a traernos una vida nueva, vida de la gracia, y esa vida nos
Como diócesis y parroquia estamos viviendo un “Nuevo Pentecostés” y de- requiere como hombres nuevos, con una nueva mentalidad, con nuevos criterios, con
bemos de aprovechar intensamente esta hora de gracia que nos da la oportunidad de una nueva escala de valores, ahora debemos ver las cosas de una manera distinta, y
renovar las estructuras personales y pastorales para el bien de la Iglesia de Cristo. hacer un juicio renovado de los acontecimientos. En efecto Jesús, ha venido a terminar
con todo lo viejo y nos trae un hombre con un nuevo sentido de la vida, con esperan-
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