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DEL LENGUAJE: EL CONCEPTO COMO ENTE RECTOR DEL DISEÑO, UN PROBLEMA DE

INTERPRETACIÓN ETIMOLÓGICA.

El buen uso del lenguaje dista de un léxico amplio o de la correcta ortografía, va mas allá; el
lenguaje es en sentido subjetivo todo aquello que logre una comunicación, por ello podemos
hablar de lenguaje de signos, señas e incluso corporal, ya que permiten expresar y transmitir lo
que pensamos, sentimos, requerimos o entendemos; el lenguaje no es una ciencia, no es exacto,
el lenguaje es sentido, sensual, emotivo, el lenguaje es lo que se va diciendo, mostrando,
viviendo, somos en medida de lenguaje, lo que correspondemos al hecho de expresarnos, como
animales que de naturaleza somos, o como personas, entidad compartida con algunos miles de
millones a desdicha o gracia.

“EL HOMBRE SE POSEE EN LA MEDIDA QUE POSEE SU LENGUA”

Pedro Salinas

El lenguaje es un intercambio de información, el lenguaje es el momento sacro de transformar


sensaciones banales a expresiones formales a través de la interpretación intelectual del
sentimiento, la sensación o la emoción; el lenguaje es la prueba de que la razón y los sentidos
trabajan en pro de los mismo, el entendimiento del ser, de lo que se es o no y en ese sentido
estricto, el individuo se conoce así mismo en cuanto expresa lo de sí en los términos, que se
adecuen, es decir; la mejor forma de saber que tan seguro de sí esta una persona, es medirlo por
la seguridad de su leguaje, y en ese mismo sentido, la gracia de sí es la que encierra su léxico, que
bien sazonado o no, es la muestra de lo que como persona encierra en su mundo, en paráfrasis,
tomado del autor Pedro Salinas; no hay nada más triste que ver a un individuo divagar por los
términos que abarca su ignorancia, para retratar una idea compleja, sin éxito alguno, es por ello
que el lenguaje ese indispensable a la hora de la intercomunicación, pero es un primer
estandarte, cuando este lenguaje es estructurado de forma compleja y compartido por varias
personas en una zona, partiendo allí la segunda estructura de comunicación más importante, el
idioma(del latín: idiōma, y este del griego: ιδίωμα 'peculiaridad, idiosincrasia, propiedad') el
idioma y el manejo que se tenga del mismo es la mejor forma de demostrar la integralidad de ser
que se es, y la complejidad de conceptos que puede definir además de los argumentos que pueda
dar, catalogan a una persona en las dimensiones de su conocimiento.

EL lenguaje es el vehículo de la comunicación, es el motor de la información; él lleva de destino a


destino la información que en sí contiene, esperando un intérprete, , que le dé su justo precio y
asuma el debido tiempo por entenderlo y comprenderlo, es una tarea que requiere de una
precisión quirúrgica, además de una notable cualidad de catar uno a uno los ingredientes que
contiene en si el lenguaje, descomponerlo de forma fractal, para estudiar minuciosamente uno a
uno sus componentes, y así lograr interpretar el lenguaje en sus variadas dimensiones, la
semántica, la semiótica, la etimología, la sensitiva y pendiendo del mensaje que se transmita,
pueden aparecer una cantidad insospechada y virtualmente infinita, de dimensiones de
significativas para una sola pieza de lenguaje.

Cuando se toma a la ligera, el lenguaje se torna confuso, y de multiples significados, y lo que


quiere transmitir, la fuerza de lo que en el contiene se pierde haciéndolo ambiguo, de
interpretación in/significante, que no devela ninguna certeza, y pasa simplemente desapercibido,
y es que en realidad no hay lenguaje confuso, hay malos intérpretes y malas lecturas del mismo,
el lenguaje tiene todas las capacidades y las características óptimas para dar a entender cualquier
idea, forma, sentimiento, etc., es tan amplio como la capacidad de escudriñarlo, de su intérprete,
así es como nosotros mismos somos medidos por el lenguaje, ya que él nos determina como
amplios y bastos, como cortos y confusos; el aprendizaje correcto, de la interpretación y el
entendimiento del lenguaje, es una tarea que compete a todas las áreas del conocimiento sin
excepción alguna, ya que de allí parte la buena ejecución de su oficio.

El arquitecto no es entonces ajeno a esta realidad tan evidente, y como en las demás áreas del
conocimiento, contiene en sí un lenguaje propi que es fácil acogida y entendimiento entre colegas,
pero lejos de estos micro-universos los términos del lenguaje propio del oficio pierden esa
facilidad de compresión, esa fuerza que dentro de su campo tienen, y empiezan a ser tecnicismo
sofisticados de exclusiva comprensión, problema que afecta todas las áreas del conocimiento; en
algunos sin repercusión alguna; sin embargo, hay campos en los cuales esta ignorancia común
cuesta, y se paga en forma de errores, abusos, tergiversación y manipulación de la información;
sólo por citar un ejemplo, la ignorancia sobre los términos de la ley ha ocasionado a nivel histórico
los más grandes abruptos políticos y los abusos de poder más ilegítimos y descarados a cuestas de
la ignorancia masiva, pero a lo que me compete, y la razón de este preámbulo, es el oficio de la
arquitectura, mi oficio y el área de mi preocupación diaria.

Resulta que la arquitectura es afectada de forma muy incidente por la ignorancia del lenguaje;
pero de todo, lo más preocupante es la ignorancia de los términos propios de la arquitectura
<<Lenguaje Arquitectónico>>, que hay en el gremio, es preocupante la poca educación en
lenguaje, comunicación e idioma, que se nos da y se ha dado a los arquitectos profesionales y en
formación; el arquitecto en su cualidad artista, vive de transmitir idea, emociones, sensaciones
<<del lenguaje>>, pero en su oficio neto la arquitectura moldea de forma física estos conceptos,
entregando un resultado vivaz de lo que fue su interpretación del mismo que le compitió resolver;
allí es cuando el objeto arquitectónico cobra su papel en el lenguaje, en cuanto comunica una idea
<<significa algo>> ya sea por semántica o semiótica, es lenguaje en sí, porque transmite/o tiene la
necesidad/¿obligación? De transmitir una información creando así un puente/ transporte entre
locutor/ arquitecto función, receptor/ humano/ necesidad/ uso que permite la comunicación
entre una y dos o más partes, es allí donde el arquitecto entra a ser parte activa del lenguaje, pero
no como locutor o moldeador del mismo, sino como intérprete del lenguaje arquitectónico; el
buen resultado de una arquitectura dependerá entonces de la capacidad que tiene el arquitecto
de interpretar de forma adecuada, concienzuda, crítica y analítica el concepto que lo ocupa, es allí
cuando el concepto cobra su fuerza y autonomía, entendiendo por concepto el término complejo
que se usa para definir la base real de un objeto o cosa; ejemplificando la anterior afirmación “la
casa” como concepto, es decir lo que significa, lo que es, puede ser como objeto arquitectónico
muchas y muy variados resultados, pero como concepto reúne unas características intrínsecas,
que lo constituyen como tal en una casa, es decir, lo que es, es imposible que siendo casa, sea otra
cosa sin el debido concepto que lo modifique como tal (prefijos, sufijos, adjetivos calificativos)
<<casa-finca, casa-campestre>>. Pero el concepto de casa no es gratuito, ni descuidado, se ha
formado a partir y sólo desde el proceso histórico del que se derivó el término << historia,
etimología>>, correspondiendo entonces de forma real a lo que como objeto arquitectónico,
incluye a sus características sus cualidades intrínsecas que contiene de forma inherente el
concepto que aplica a la medida del ejemplo, la “casa”; el triunfo de esa casa será entonces la
interpretación que le dé el arquitecto al concepto que lo compete, entregando de forma obligante
las características impajaritables de una casa; estas características pueden varias en su forma
física, pero nunca en su función, es decir lo que su etimología debela y en lo que ha resultado su
evolución histórica, siendo entonces la arquitectura una relación directa entre la comprensión del
término <<su valor y sentido histórico, además de su semántica y semiótica>> y la interpretación
del lenguaje, que el arquitecto dé al concepto, y el uso correcto del mismo, siguiendo entonces
con el ejemplo de la casa, las hábitats/ ciones deben cumplir con las especificaciones técnicas y
características adecuadas, para generar el ambiente puntual de lo que cada una de sus funciones
tiene; es allí donde el arquitecto demuestra su destreza en la interpretación de términos que los
compete para así determinar cuáles son los umbrales de libertad que el término le permite,
obedeciendo a su concepto inicial.

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