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El TLC de América del Norte cumple 20 años. Estos son los aspectos más desconocidos
de esta zona económica.
Desde hace veinte años México, Estados Unidos y Canadá han formado una región
económicamente próspera gracias al Tratado de Libre Comercio de América del Norte
(TLCAN), según los especialistas.
En medio de este aniversaio, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, viaja este
miércoles a México para estrechar aún más los vínculos comerciales con sus socios del
bloque, en una cumbre de líderes que tendrá lugar en Toluca, al oeste de Ciudad de
México.
Pero detrás de la historia del TLCAN -cuyas siglas en inglés son NAFTA- hay algunos
aspectos que son poco conocidos, incluso para los habitantes de la zona, y que explican
las complejas relaciones entre estos socios comerciales.
BBC Mundo le presenta cinco de esos temas sobre el tratado que van más allá de los
números y el intercambio de mercancías.
Cada año, según cifras oficiales, más de 60 millones de personas, a pie o en automóvil,
cruzan de un lado a otro las distintas zonas aduanales.
En 2013, tan sólo por la garita de San Ysidro se registró un flujo de 13,6 millones de
automóviles, el doble de los que circulan en la ciudad de Sao Paulo, Brasil, y cuatro veces
más del parque vehicular registrado en Ciudad de México.
En esos vehículos viajan unas 34 millones de personas que son casi el total de la población
de Canadá que en 2013 fue de 34,8 millones de habitantes.
Así, la zona urbana que forman Tijuana y San Diego es una de las más activas del
continente. Todos los días miles de personas que no pueden cruzar a Estados Unidos o
fueron deportados, permanecen en la ciudad mexicana a la caza de un momento propicio
para reiniciar el viaje.
Por esta ciudad en la frontera con Texas, Estados Unidos, cruza el 38% de todo el
comercio binacional que entre enero y septiembre del año pasado fue de US$359.000
millones según datos de la Secretaría de Economía.
Las mercancías viajan por tierra, ya sea en camiones de carga o por ferrocarril, llegan a
las aduanas de la población y cruzan en pocos minutos a Laredo, Texas. De allí siguen la
ruta a prácticamente todas las capitales estadounidenses.
A pesar de la guerra que en junio próximo cumple nueve años, el comercio internacional
no se ha detenido.
Cada minuto México, Canadá y Estados Unidos intercambian, en promedio, más de US$2
millones en mercancías diversas.
Es uno de los resultados del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)
que el pasado 1º de enero cumplió 20 años de vigencia. En ese lapso las ventas mexicanas
a sus vecinos del norte aumentaron 753%.
Una de las razones de estos números es, coinciden especialistas, la forma como se
estableció el TLCAN que eliminó aranceles a miles de productos, estableció reglas para
la protección de inversión extranjera y la propiedad intelectual, así como también creó
organismos especiales para resolver diferencias comerciales.
Para México, que ha firmado decenas de tratados de libre comercio, el TLCAN con
Canadá y Estados Unidos es su asociación comercial más importante.
Pero quizá uno de los beneficios que México ha obtenido del TLCAN y del que poco se
habla, es que en 1995 durante la crisis financiera conocida como "Efecto Tequila" el
presidente estadounidense Bill Clinton pudo establecer, con base en el TLCAN, una línea
de crédito de US$50.000 millones que salvó al país de la bancarrota.
Es una cifra que puede ser sorprendente, pero es más la historia que hay detrás de los
números.
En 1993, meses antes de firmar el TLCAN, la Casa Blanca autorizó la compra limitada
de aguacate después de un intenso cabildeo del gobierno mexicano.
El primer lugar que recibió el producto fue Alaska, y posteriormente se autorizó para 19
estados. La prohibición terminó en 2009, aunque desde entonces ha habido varios intentos
de productores estadunidenses para impedir las importaciones.
Paradójicamente en ese lapso se presentó una amenaza casi tan grave como el embargo:
el cartel de narcotráfico de Los Caballeros Templarios impidieron la cosecha y venta a la
mayoría de los productores michoacanos, como una forma de aumentar el precio y
beneficiar a quienes le eran afines.
El bloqueo provocó el nacimiento de grupos de autodefensa que en las últimas semanas
han sido apoyados por el gobierno federal. Pero el problema aún no se resuelve por
completo.
El argumento fue que 9.400 mexicanos que viajaron a ese país como turistas solicitaron
refugio para permanecer en Canadá. Muchos argumentaron que huían de la guerra contra
el narcotráfico pero según las autoridades canadienses también abundaron casos de
personas que en realidad buscaban emigrar a Estados Unidos.
Desde entonces en todas las reuniones bilaterales, ya sea entre presidentes mexicanos y
el primer ministro canadiense Stephen Harper, o en los encuentros parlamentarios y
empresariales, el tema de las visas ha sido una constante.
"Es un tema que va a continuar negociándose, no tenemos ningún indicio de la parte del
gobierno canadiense sobre una solución sobre el tema de las visas", dijo recientemente el
embajador mexicano en Canadá, Francisco Suárez Dávila. "Nosotros estamos haciendo
nuestra tarea".