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Concepto de comunidad en Aristóteles y la justificación de la

organización y el trabajo

Partamos del hecho de que Aristóteles como filósofo griego, y teniendo en cuenta
sus diversos tratados filosóficos, nos centramos específicamente en el gran aporte
que realiza en base al hombre como parte de una comunidad. Este filósofo griego
argumenta de que la sociedad es en gran medida un hecho natural al hombre, al
cual define como un ser naturalmente sociable, como un animal social, así mismo,
como animal económico, ya que la casa, la familia y todo lo que ella lleva consigo
le son tan naturales al hombre como la ciudad en que vive, y esto no como los
animales, dice Aristóteles, que se juntan, macho y hembra, al azar, sino que el
hombre desea asociarse con quienes tienen con él una afinidad o simpatía, y así, la
familia humana es ya una forma de comunidad, de justicia y de amistad . En este
orden Aristóteles cree que la vida social es un fin al que se dirige el hombre. Y una
prueba de esta afirmación la encuentra en el hecho de que el hombre es el único
animal que posee razón, con capacidad, además, para expresarse. Por tanto este
Aristóteles expone que sólo el hombre posee el sentimiento del bi en y del mal, de
lo justo y de lo injusto. La comunicabilidad y expresión de estos sentimientos son
la base de la vida en sociedad. En consecuencia, observa Aristóteles que sólo en la
vida social puede el hombre realizar la virtud y la felicidad propia de su naturaleza
activa de hombre. Con lo anterior se enfatiza al hecho de que el hombre como dice
Aristóteles en la página 16 no se concibe al margen de una sociedad es decir que
no podemos vivir fuera de una comunidad, ya que es ahí donde nos desarrollamos
activamente, mediante una debida organización donde cada uno tenga una función
a desarrollar para contribuir en una sociedad digna de valores, en lo que más
adelante Aristóteles denomina que el fin de una sociedad o ciudad es el vivir bien.
Una ciudad es la comunidad de familias y aldeas para una vida perfecta llena de
valores y principios, los cuales posibiliten un pleno desarrollo y convivencia entre
las personas que la conforman. Aristoteles pretende entonces mediante este
documento dar a conocer de cierto modo una justificación clara y segura de la
sociedad partiendo de una organización y el desempeño que cada uno de sus
miembros debe tener frente a un trabajo. La ciudad es para Aristóteles una
sustancia, es decir, un ser que se basta a sí mismo, que no depende de otro para
la satisfacción de todas las necesidades, no sólo materiales sino también
espirituales, de manera que sus miembros, los ciudadanos, no simplemente vivan
sino que puedan “vivir bien”, o sea, realizando todas sus potencialidades humanas.
La participación del hombre como ciudadano en la polis, es algo “por naturaleza”,
es decir, algo esencial al ser humano. La polis es, pues, el ámbito esencial del
hombre, lo que determina pues que el hombre es un animal social (zóon politikon),
es decir, un ser que necesita de los otros de su especie para sobrevivir; no es
posible pensar que el individuo sea anterior a la sociedad, que la sociedad sea el
resultado de una convención establecida entre individuos que vivían
independientemente unos de otros en estado natural: "La ciudad es asimismo por
naturaleza anterior a la familia y a cada uno de nosotros". El todo, argumenta
Aristóteles, es anterior a las partes; destruido lo corporal, nos dice, no habrá "ni pie
ni mano a no ser en sentido equívoco". De lo dicho podemos concluir que la forma
sociológica auténtica, en cuanto natural y de la esencia humana, es la Comunidad.
La Asociación es más reflexiva y elevada. Son como dos ideas regulativas en lucha
constante. La primera es el verdadero fundamento social. La segunda es la obra
humana, que ha hecho de los grupos sociales, un producto racional de bienestar y
de progreso.

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