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Veamos, entonces cómo disfrutar los sabores del vino, sin tener que ahondar en el proceso
biológico y otros fundamentos para conocedores.
Ingredientes:
15 gramos de levadura
Herramientas:
Triturador de madera
Colador
Guantes
Modo de preparación:
Paso 1
1. Hervir el agua durante 3 o 4 minutos para que sea lo más pura posible. Y dejar que enfrie
hasta que esté a temperatura de ambiente.
3. Por otro lado, limpiar las uvas entre 3 y 4 veces. Escurrir el exceso de agua.
4. Lavar el trigo unas 3 o 4 veces y asegurarse qué se seque para ser utilizado.
Pasó 2
1. Poner las uvas en el frasco y aplastarlas con el triturador de madera. La idea es romper las
uvas no triturarlas por completo.
2. Verter el agua a temperatura de ambiente y añadir la levadura (seguir las instrucciones de
la caja para prepararla).
3. Añadir el trigo en el frasco y la mitad de la medida de azúcar que dicta la receta (750gr.).
4. Mezclar con la cuchara de palo el contenido y tapar bien el frasco con papel film.
5. Guardar en un lugar fresco y oscuro durante 21 días y remover todos los días a una hora
determinada.
Pasó 3
1. Después de los 21 días, abrir el frasco y pasar el contenido por un colador hacia otro
recipiente.
3. Luego verter el contenido del recipiente en un frasco, agregar la segunda parte del azúcar
(750gr.) y mezclar suavemente.
4. Cerrar el frasco (como antes o con tapa hermética) y dejarlo en un lugar fresco y oscuro.
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Después de 42 días tendrás un vino hecho por ti mismo. Ahora que sabes cómo hacer vino casero,
¿estás dispuesto a tener tu propia cosecha? Date el gusto y luego nos cuentas qué tal te ha
quedado.
25 gramos de lúpulo
Nota: Antes de comenzar, comprobar la limpieza de los elementos a utilizar, ya que la presencia
de bacterias no gratas puede arruinar el sabor de la cerveza casera, para sanitizar los mismos lo
correcto es hacerlo con alcohol y no con detergente.
Se coloca por 90 minutos la malta de cebada en una olla de agua caliente, que tenga una
temperatura de entre 67 y 70 grados, teniendo en cuenta que por cada kilo de malta se deben
utilizar 3 litros de agua. Revolver para que no se generen grumos indeseados.
Hervor
El mosto debe hervirse durante una hora. Mientras tanto, se le va agregando, por partes, el lúpulo,
que es lo que le da el amargor y aromatiza a la cerveza. Terminado el hervor, la mezcla de mosto y
lúpulo debe revolverse para que los residuos que se generaron en el proceso caigan al fondo de la
olla.
Enfriado
Una vez que el mosto fue hervido debe pasarse a un fermentador, y para ello, la temperatura del
mismo debe descender lo más rápido posible. Esto puede llevarse a cabo de varias maneras, desde
la más casera, que es colocar la olla en una bacha con hielo, hasta el método serpentina, el cual
consiste en pasar la cerveza por un caño de cobre enrollado y enfriado con hielo.
Fermentación
A la mezcla de mosto y lúpulo se la vierte en un recipiente para la fermentación, que puede ser un
bidón de agua o una heladera de camping. Allí se le agrega la levadura, que convertirá los azúcares
del mosto en alcohol. Al recipiente debe hacérsele una trampa de aire para que salga el aire pero
para que no entre. Una técnica habitual para este paso es utilizar un bidón de agua y colocarle en
su extremo un globo pinchado. La fermentación lleva aproximadamente 10 días y como resultado
se obtiene cerveza sin gas. El recipiente para la fermentación debe ser conservado en un ambiente
oscuro cercano a los 19 grados.
Maduración y embotellamiento
Una vez terminada la fermentación debe pasarse la cerveza a otro bidón. Esto se hace para
descartar toda la cama de levaduras que se formó en el fermentador y dejar descansar el mosto
antes del embotellado. Si este proceso, que dura una semana, se puede realizar en frío mucho
mejor, ya que se clarificará de mejor manera la cerveza.
Aquí también debe hacerse la técnica de carbonatación natural con azúcar en el embotellado. Para
ello se crea un almíbar, el cual se coloca en el madurador antes de embotellar. Para realizar el
almíbar se calcula 7 u 8 gramos de azúcar por litro. Con una mínima cantidad de agua se calienta el
azúcar hasta dejarlo hervir por unos minutos, luego se lo añade al mosto, revolviendo
suavemente, sin que la cerveza tome contacto con el aire para evitar su oxidación.
Posteriormente, la cerveza se coloca en las botellas, las cuales deben ser tapadas y luego se
aguarda 10 días más. La manera de darse cuenta si las cervezas están listas es abriendo alguna
botella y servirla en un vaso, si se observa que tiene gas, las mismas ya están óptimas para
consumir, sino hay que esperar unos días más.
Un dato importante es que para que el proceso de carbonatación sea exitoso las botellas deben
guardarse a temperatura ambiente y nunca en la heladera, ya que el frío afectaría a las levaduras,
por lo cual no se realizaría la carbonatación y se arruinaría la cerveza.
Una vez finalizado el proceso se puede degustar y consumir la cerveza artesanal casera junto a
familiares y amigos. ¡Salud!