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Cultura de los Cuidados

Perspectiva de la enfermera ante el paciente


oncológico en fase terminal en Tampico,
Tamaulipas, México
Perspective from the nurse to the terminal cancer patient in
Tampico, Tamaulipas, Mexico
Perspectiva do enfermeiro ao paciente com câncer terminal em
Tampico, Tamaulipas, México
Dra. María Elena Pérez Vega1; Dr. Luis Cibanal Juan2
Facultad de Enfermería, Universidad Autónoma de Tamaulipas, México
1

Departamento de Enfermería, Universidad de Alicante


2

and changing, therefore he needs to have a ho-


listic and ethical care to improve their quality
of life wherever possible.
However, the results of this inquiry showed
that nurses experience the process of dying
with pain, sadness and powerlessness. The
pain and sadness are associated with the im-
portance that nurses give the patient, also by
their mutual relations. They experience impo-
tence, feeling they could not do more for him,
and believe that the effort, time and resources
Perspective from the nurse to the termi- devoted for his attention were vain.
nal cancer patient in Tampico, Tamaulipas, Keywords: Terminal cancer patient, ter-
Mexico minally ill patient, terminal phase, death.

ABSTRACT
This paper presents the results of a quali- Perspectiva do enfermeiro ao paciente com
tative study conducted in three hospitals in câncer terminal em Tampico, Tamaulipas,
Tampico, Mexico. It details a different per- México
spective from the last stage of human life, spe-
cifically, the work of the nurse in the care of RESUMO
terminal cancer patient, and her relationship Este artigo apresenta os resultados de
with him and his families when he dies. uma pesquisa qualitativa foi realizada em três
Within nursing practice, it must be given hospitais de Tampico, Tamaulipas, México.
special emphasis to the care of terminally ill Ele detalha uma perspectiva diferente da úl-
patients. During this phase, the patient expe- tima etapa da vida humana. Especificamen-
rience different symptoms, which are complex te, o trabalho do enfermeiro no cuidado de

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pacientes terminais de câncer e sua relação No obstante, los resultados de esta investi-
com ele e sua família quando o tempo está gación mostraron que las enfermeras viven el
se aproximando da morte. Dentro da prática proceso de muerte con dolor, tristeza e impo-
de enfermagem não é uma questão que deve tencia. El dolor y la tristeza se relacionan con
ser dada ênfase especial: o cuidado de doen- lo que les significa el paciente y por el tiempo
tes terminais. Durante esta fase, o paciente de convivencia mutua. La impotencia la ex-
experimenta sintomas diferentes, que são perimentan al sentir que no pudieron hacer
complexas e em mudança, então você precisa más por él o que no sirvieron de mucho todo
de uma atenção integral e ética para melho- el esfuerzo, tiempo y recursos dedicados a su
rar sua qualidade de vida sempre que possí- atención.
vel. No entanto, os resultados desta pesquisa Palabras Clave: Paciente oncológico, en-
mostram que as enfermeiras vivem o proces- fermo terminal, fase terminal, muerte.
so de morrer de tristeza, dor e desamparo. A
dor ea tristeza que lhes estão associados sig- CONSIDERACIONES TEÓRICAS
nifica que o paciente eo tempo de convivência Por las responsabilidades inherentes a su
mútua. A sensação de impotência experiência profesión, la enfermera continuamente en-
que poderia fazer mais por ele ou não serve frenta la realidad de la muerte de otras per-
muito de todos os tempo, esforço e recursos sonas. Este acercamiento genera emociones y
destinados a sua atenção. sentimientos de difícil manejo: confusión, do-
Palavras-chave: doentes com cancro, lor, pérdida de esperanza, miedo, rabia, agota-
doentes terminais, doentes terminais, a morte. miento, soledad, ambivalencia, necesidad de
escapar, sensación de ser intrusos, deseos de
evitar al enfermo y a la familia, fuertes deseos
RESUMEN de que el enfermo se alivie y viva, junto con
En este trabajo se muestran los resultados deseos igualmente fuertes de que ya muera
de una investigación cualitativa que se reali- (Reyes, 1996). La situación del paciente que
zó en tres hospitales de Tampico, Tamaulipas, atraviesa una agonía invadida de dolor, tanto
en México. En ella se detalla una perspectiva emocional como físico, puede despertar en ella
distinta respecto a la última etapa de la vida inquietudes, ansiedades e impotencia, ya que
humana. Específicamente, la labor de la en- por un lado, de forma inconsciente, le supone
fermera en el cuidado del paciente oncológico enfrentarse a su propia muerte, aumentando
terminal y su relación con él y su familia cuan- sus temores personales sobre ésta y por el otro,
do se acerca el momento de la muerte. el aceptar la muerte del paciente contradice el
Dentro de la práctica de enfermería existe objetivo esencial de la atención sanitaria, que
un asunto al que se le debe dar un énfasis espe- es conservar la salud y la vida.
cial: el cuidado de pacientes con enfermedades Yague y García (1994) señalan que la pre-
terminales. Durante esta fase, el enfermo expe- sencia de la muerte remueve también las ac-
rimenta diversos síntomas, que son complejos titudes del personal de enfermería y, recípro-
y cambiantes, por ello necesita tener una aten- camente, esas actitudes influyen positiva o
ción integral y ética para mejorar su calidad de negativamente en el proceso terminal del pa-
vida dentro de lo posible. ciente al que se está asistiendo. Cuando un in-

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dividuo entra en un proceso terminal se con- mica en la República Mexicana. Se caracteriza


vierte en un estímulo que despierta aversión y por estar dedicada casi exclusivamente al co-
genera respuestas de evitación y huida. Y aún mercio y es cuna de dos consorcios con gran
cuando el enfermo encuentre gran alivio y se escala en el noreste del país.
sienta confortado cuando puede hablar de sus En cuanto al sector salud, éste representa
sentimientos y compartir sus preocupaciones una significativa fuente de empleos e ingresos
respecto a la muerte, el profesional de enfer- en la zona. Se conforma por más de doce hos-
mería puede manifestar las siguientes actitu- pitales públicos y privados y un cuerpo médi-
des: a) tendencia a evitar que el enfermo se en- co compuesto por más de 1200 médicos que
tere de cuál es su verdadero estado, o posponer ejercen entre más de 45 especialidades de me-
al máximo esta información, b) apartarse física dicina. Además, se tienen al alcance varias clí-
o emocionalmente del moribundo, para evitar nicas especializadas, laboratorios, y gabinetes
pensar en la propia muerte y sentir miedo, y c) de diagnósticos con lo más avanzado en tecno-
tendencia a extremar las medidas terapéuticas logía y tratamientos médicos. La oferta médica
tratando de alcanzar la curación del paciente, en Tampico, es la más importante de la región.
consiguiendo que se disminuya la calidad de En Tampico los pacientes oncológicos re-
vida y se alargue la agonía. ciben tratamiento ambulatorio, es decir, se
Como vemos, no sólo se le teme a la muer- programa su sesión de quimioterapia y el pa-
te, sino que se le rechaza y niega. Estos cam- ciente acude el día señalado; en seguida de
bios actitudinales también han alcanzado a los recibir la sesión se va a su casa. Generalmen-
profesionales de la salud, generando muchas te son atendidos en el área de quimioterapia
veces que no quieran nombrar a la muerte o por enfermeras que en su mayoría no tienen
a las patologías “que la atraen” o no mirar cara la especialidad de Oncología, sino que son in-
a cara al enfermo terminal, (Gala, Lupiani y tensivistas, licenciadas o enfermeras genera-
Díaz, 1991) y el aumento de la atención tecno- les; por lo tanto, es posible que no tengan la
lógica en detrimento de la empático-afectiva, intervención adecuada para el paciente, ya que
con el riesgo del encarnizamiento terapéutico, requieren poseer no solamente conocimientos
empeorándose las condiciones de la muerte. sobre terapéuticas para el control sintomático,
Por consiguiente, una enfermera puede sentir sino también conocer y detectar las manifes-
como algo “positivo” la atención al enfermo en taciones y necesidades por las que transita el
fase terminal, pero no necesariamente actuar paciente oncológico terminal (emocionales,
de acuerdo a ese sentimiento. espirituales y físicas) para poder brindar una
atención activa, global y holista. Así, se puede
La atención de los pacientes oncológicos en suponer que con el paciente oncológico termi-
fase terminal en los hospitales de Tampico, Ta- nal se produce el denominado “triangulo del
maulipas: un contexto. sufrimiento”, donde no sólo sufre el paciente,
Tampico es una importante ciudad y puer- sino también la familia y el equipo de salud
to enclavada en el sudeste del estado de Ta- (Loncán et al., 2007).
maulipas, en México. Es la zona metropolitana Hemos visto que la muerte en el medio
costera con mayor población en el Golfo de hospitalario no se ve como un proceso natural.
México y la segunda en importancia econó- En los hospitales de Tampico, Tamaulipas, el

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paciente en fase terminal generalmente se en- edad promedio de las entrevistadas fue de 40
cuentra en el cuarto más alejado a la Central años, siendo la mínima de 25 años y la máxima
de Enfermeras y casi siempre está solo; o bien, de 55 años cumplidos. Todas las informantes
puede estar en uno de los cuartos cercanos a la profesan la religión católica.
Central de Enfermeras con otro paciente que Para el análisis de la información recabada,
esté en condiciones similares, pero de igual se emplearon diez documentos estenográficos,
manera solo. resultado de la trascripción de las audiogra-
baciones de entrevistas semiestructuradas. El
ASPECTOS METODOLÓGICOS procesamiento de la información fue de tipo
Para llevar a cabo esta investigación se manual al estilo tradicional antropológico.
diseñaron y aplicaron a cada informante dos
instrumentos de recogida de información: una RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN
cédula de datos sociodemográficos y una guía Con base en las narrativas analizadas, he-
de entrevista semiestructurada. Con la cédula mos encontrado que existe una fuerte confron-
sociodemográfica personal se obtuvieron da- tación emocional en las enfermeras, entre lo
tos acerca de la institución y servicio de hos- que sienten y lo que les han enseñado que son
pitalización, turno asignado, nivel académico, los límites y el distanciamiento emotivo desea-
edad, antigüedad laboral, antigüedad en el ser- ble. Hay una idea personal, hospitalaria y de
vicio de quimioterapia/hospice, realización de formación profesional de que la enfermera debe
cursos sobre pacientes oncológicos y religión. ser un ser escindido entre su yo personal y su yo
Por su parte, los ítems de la guía de en- profesional, que contradictoriamente rechazan
trevista fueron: concepto y significación de y aceptan en su discurso, lo que les origina una
la muerte, significación de la propia muerte, angustia existencial profunda, un torrente de
significación del paciente en fase terminal, ne- emociones contenidas y un caos en los paráme-
cesidades del paciente oncológico en fase ter- tros para el comportamiento cotidiano.
minal, contexto hospitalario de atención al pa- El enfermo terminal es visto por parte de
ciente, competencias para el manejo de estos las entrevistadas como alguien con padeci-
pacientes, quehacer de la enfermera, impacto mientos y cuya enfermedad tan avanzada no
emocional en la enfermera, acompañamiento le permite la pronta respuesta a tratamientos,
de la familia, experiencia vivida ante el primer por tanto sus síntomas, además de físicos cam-
paciente atendido. biantes, también son emocionales e intensos.
Las seleccionadas fueron diez licenciadas en El enfermo terminal es alguien que requie-
enfermería de tres hospitales de segundo nivel re del apoyo no sólo especializado (de ellas),
de atención de la ciudad y puerto de Tampico, sino de la familia, pero también de un entorno
Tamaulipas, México. De las diez informantes, o contexto hospitalario sensible e integral. La
dos cumplen el rol de docentes y siete tienen el actuación de la enfermera, entonces, sí es me-
referente de haber vivenciado personalmente dular, pero no independiente de la actuación
la muerte de un ser querido o cercano; dos in- de otros sujetos que deben o están implicados
formantes tienen la especialidad de Oncología de forma natural, pues aunque ellas están di-
y una declaró no haber realizado cursos sobre reccionadas a la asistencia y acompañamien-
cuidados paliativos o pacientes terminales. La to del paciente, las experiencias humanas que

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éste proceso conlleva, obliga a “socializar” esta En otro tenor, es notorio que se continua
actuación; es decir, compartirla a través del dando prioridad al tratamiento de los sínto-
discurso generado desde o hacia los miedos, mas que el paciente refiere, siendo el dolor el
la preocupación, el desdén, la desesperación o más importante, quizá porque el contacto cer-
la paciencia de quienes rodean al paciente e, cano con el deterioro progresivo que el pacien-
incluso, de quien ellos se hacen rodear: Dios, te presenta las va dejando vulnerables ante una
por ejemplo. escena que la mayor parte de las veces no se
Si evaluáramos el nivel de conocimientos quiere presenciar.
que posee la enfermera sobre los cuidados pa- Se evidencia en este estudio que muchas
liativos, sugeriríamos que éste se encuentra en actitudes de distanciamiento de la enfermera
un punto básico, es decir, limitado a cuidados ante el paciente en fase terminal pueden de-
físicos: aliviar el dolor, aunque sí se mencionen berse a: la respuesta personal de acatamiento
otros factores determinantes, el ayudar a la fa- al supuesto deber ser profesional, que plantea
milia a afrontar tal situación es un momento el control de sentimientos y la no vinculación
posterior o secundario. Una riqueza importante emocional; a la carga de trabajo y el poco tiem-
en este estudio radica en que la enfermera está po disponible; pero sobre todo, a mecanismos
consciente de la importancia de la actualización psico-afectivos de defensa ante los sentimien-
constante a través de cursos para su formación tos de un duelo prolongado y permanente o a
no sólo disciplinaria, sino emocional. efectos patológicos de este duelo profesional
Sobre la idea inicial de este estudio de una cotidiano, como sería la depresión..
vivencia en soledad del proceso terminal y la La enfermera ayuda a bien morir, enten-
muerte en los pacientes, el discurso de las in- diendo por esto, el morir con paz espiritual. El
formantes no muestra elementos para sostener paciente en fase terminal y su familia llegan a
tal planteamiento. Por el contrario, hay evi- la paz espiritual gracias a la presencia y actua-
dencia en el texto para afirmar que quien vive ción de la enfermera, quien vincula al paciente
en soledad el proceso de la fase terminal es la con Dios y contrarresta hasta cierto punto, el
enfermera, pues para ella no se refiere ningún contexto adverso hospitalario.
acompañamiento de apoyo y sí un fuerte im- Por otra parte, ante la muerte próxima del
pacto emocional. Los profesionales sufren en paciente y la reflexión sobre la muerte misma,
solitario la batalla entre la vida y la muerte, la enfermera busca su propia paz espiritual
evidenciándose que necesitan soporte emo- (emocional), la cual nunca es alcanzada de-
cional para experimentar el luto. bido a su rol profesional y a su afrontamiento
Por otra parte, fue notorio que la experien- continuo con la fase terminal. Su falta de paz
cia de tratar a estos pacientes y ver el deterio- se agrava si el paciente no logra la paz espiri-
ro progresivo que van presentando, así como tual por la no aceptación de él mismo o de su
la dinámica familiar que los rodea, sí afecta a familia, por el contexto hospitalario adverso a
las enfermeras, pues por lo menos dos de ellas bien morir o la incompetencia profesional de
(una del hospice y otra del servicio de quimio- ella misma como enfermera. Las enfermeras
terapia) lloraron al recordarlos, que fue cuan- también consideran que su preparación básica
do se les pidió que hablaran del paciente que en enfermería es inadecuada para proporcio-
les haya sido más significativo. nar cuidados al paciente en fase terminal.

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los permanentes y sucesivos por el complejo e


intenso manejo de los aspectos humanos y la
vivencia del proceso de morir.
El proceso de agonía en solitario no es vi-
vido por el paciente terminal sino por la enfer-
mera, quien enfrenta el paradigma profesional
entre el sentir y el no deber o no querer sentir.
Por supuesto, lo lógico y lo humano es que lo
sienta, y esto por empatía, pero que también
Ante el conocimiento de los recursos para
debe no confundir empatía con simpatía, don-
abordar la enfermedad, podemos decir que la
de en este caso se mete en el sufrimiento del
competencia o capacidad profesional, se en-
otro sin salir de él, lo que ya no es empatía; con
tiende como la posibilidad de hacer lo debido,
el consiguiente peligro de que se queme. La en-
sin embargo, en el concepto expresado en la
fermera, si ha habido relación con el paciente,
narrativa sobre el deber ser, se evidencia una
lógicamente tendrá que hacer también el duelo
fuerte noción de ambigüedad y contradicción
al morir éste, esto es lo humano; pero claro, su
que pone en confrontación permanente polos
duelo no es lo mismo que el de la familia, pues
de acción y valor: sentir y no sentir, priorizar la
no forma parte de la familia del paciente.
atención corporal, para lo que la enfermera se
Por otra parte, al identificar el papel que
siente profesionalmente capacitada, o priorizar
desempeña la familia en el proceso termi-
la atención espiritual, que en lo personal consi-
nal del paciente oncológico, se reflexionó que
dera el deber ser humanitario de la enfermera
ésta, más allá de ser una estructura conforma-
y de ella como ser humano. Frecuentemente
la enfermera, según su narración, prioriza lo da desde una visión clásica como un órgano
espiritual, pero se asume por ello como irre- de parentesco y dependencia que actúa como
verente a su aprendizaje escolar. Además, para agente socializador; conjuga más bien cierto
atender lo espiritual no posee formación ni re- sentido de existencia entre sus integrantes, que
cursos como enfermera, sino sólo los que sus brinda un significado de vida, sea éste negativo
experiencias y vivencias personales le proveen. o positivo. Así, al interior de las familias pue-
El dolor y el sufrimiento también constitu- den encontrarse miembros que se interesan en
ye un eje de contradicción narrativa, ya que se brindar cuidado y protección al familiar en fase
ve, por una parte, como algo negativo a evitar y terminal; pero desafortunadamente esto no su-
que constituye el foco central de la idea de “bien cede con regularidad. La enfermera observa
morir” y de paz emocional, mientras que, por entonces, que el mayor reto al que se enfrenta
otra parte, se le ve como una fuerza positiva que el paciente oncológico en fase última es a la in-
purifica al paciente en fase terminal y le permite comprensión y ésta, indudablemente, se halla
conseguir la paz espiritual y llegar a Dios. en la mayoría de los casos en el seno de la fa-
La enfermera establece una relación de milia, pues implica llegar a un nivel superior de
contacto físico y emocional con el paciente en relación con el otro, por el otro y para el otro.
fase terminal. Esta cercanía le provoca senti- En la perspectiva menos favorable, la fa-
mientos fuertemente dolorosos que la impac- milia también puede convertirse en un obsta-
tan emocionalmente, ya que transita por due- culizador para la comprensión de la enferme-

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dad ya que al ser un sistema, tiene relaciones • Reorientar la atención hospitalaria del pa-
económicas, sociales y políticas que la hacen ciente en fase terminal bajo criterios tana-
estar vulnerable al contexto y al ambiente, de tológicos. Esto es, la muerte como proceso
tal manera que más allá de convertirse en una multidimensional por su carácter biológico,
responsabilidad ética, se convierte en una psicológico, social y religioso o espiritual,
obligación, que no siempre es amable ante requiere ser abordado por un equipo mul-
carencias, limitaciones y salvedades muchas. tidisciplinario capacitado para disminuir el
En lo ideal la familia, desde los discursos ana- sufrimiento físico y psicológico por el que
lizados, debiera ser un punto de encuentro, está transitando el paciente, apoyar a la fa-
de corresponsabilidad, de colaboración y de milia para reducir la aprehensión y los senti-
confianza. mientos de culpabilidad y pérdida y evitar la
Finalmente, observamos que la relación de frustración y favorecer el manejo de los due-
todos los actores involucrados en el proceso los en el equipo de salud; especialmente en
de confrontación y aceptación de la muerte se la enfermera, quien no escapa fácilmente del
define a través de dos dimensiones, una reduc- conflicto generado por la muerte y la agonía.
cionista y la otra con paradojas y conflictos de • Preparar al personal de enfermería para:
identidad. La primera, remite a que el hombre - Enfrentar una pérdida, manejar una en-
es sólo una entidad física, sin distinción de fermedad
otro de su misma especie; lo que hace que len- - Apoyar al familiar y al paciente en el
guajes, relaciones y tratamientos se unifiquen transcurso de la enfermedad terminal
hacia una sola dirección, desconociendo que - Manejar su duelo personal de manera
el paciente y su enfermedad no son sólo pro- que no genere bloqueos emocionales
ducto de un “problema de su organismo”, sino que se reflejen en tensiones corporales
de un sistema de eventos que tienen que ver o enfermedades.
con sus formas de vida económica, anímica, • Romper con el paradigma profesional que
existencial, social e incluso política. confronta a la enfermera entre el sentir y el
La segunda implica que, ante el rechazo no deber o no querer sentir y
de las narrativas espirituales frente a la rígida • Brindar apoyo especializado al personal de
doctrina científica en la que ha crecido la me- enfermería, como una medida urgente de
dicina, la aceptación de que sólo se cumple un salud mental laboral, ya que el riesgo de de-
papel y la negación a observarnos como suje- presión y afectación del Síndrome de Bur-
tos morales y con fe, se genera un conjunto de nout es muy alto.
contradicciones que obligan, sobre todo a los
profesionales de la salud, a decidir si siguen lo CONCLUSIONES
que debe ser (socialmente sancionado y acep- Con base en el estudio realizado en Tam-
tado históricamente) o asumen su condición pico, México, se tuvo la oportunidad de iden-
humana para las relaciones con los pacientes. tificar algunos aspectos de gran interés en el
área de atención a enfermos terminales. Prin-
Propuesta de mejora cipalmente, se identificaron, al interior de los
A raíz de esta investigación, advertimos hospitales, algunas carencias en este tipo de
necesarias las siguientes acciones urgentes: servicios.

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Primeramente, se observó que es necesario


orientar el concepto y la práctica médica en su
enfoque perceptivo, para que tanto institución
como actores estén involucrados en el mismo
sentido denominador dentro de la actividad
de preservar la vida y comprender la muerte, a
través de la creación de algo más que un lugar
donde los padecimientos se vean como orgáni-
cos, con un ambiente y un escenario en el que dback, la paciencia, el entusiasmo, la recipro-
cidad, la responsabilidad, la ética, la compren-
los desequilibrios de los seres humanos son el
sión e, incluso, el sentido de ciudadanía. La
producto de múltiples factores que definen y
existencia es el valor más preciado de todos los
orientan la situación de salud de las personas,
seres humanos; por eso, tanto médicos como
no sólo del paciente, sino de los demás, lo que
enfermeras deben esforzarse por brindar los
implicará que en lugar de ser centros hospitala-
mejores cuidados a los pacientes terminales, y
rios, se vuelvan comunidades de salud integral.
un servicio óptimo a sus familiares. El mundo
De hecho, es preciso que el médico se vea
de la enfermería puede ser uno de los mayores
como paciente y/o familiar, que el mismo pa-
ejes para lograr un vivir mejor. No se trata de
ciente se vea como “cuidador” o familiar, la en-
palabras sordas, es más bien un principio es-
fermera como sanadora y paciente, la familia
peranzador.
como paciente o institución médica, para que
a través de este punto de vista se asuma que
REFERENCIAS
alguien puede vivir esas situaciones y con ello
- Bregel, F., (2004) “Hablando de la muerte en el aula” [En
entender al otro de esa manera y atenderlo en línea], disponible en: http://www.metas.org/educare/
consecuencia, en definitiva esto se traduciría educare11/ensenando/ensenando1.pdf
en una empatía continua ante cualquier situa- - Gala, J., Lupiani, M. y M. Díaz, (1991) Sobre las concep-
ción de las que estamos señalando. Para ello, se ciones de la muerte. Rev. Rol., 159: 63-66.
requiere integrar a la dinámica de esos lugares - Loncán, P., Gisbert, A., Fernández, C. et al. (2007) Cuida-
integrales de bienestar, los discursos religiosos dos paliativos y medicina
y emocionales, no como terapias alternativas, - Intensiva en la atención al final de la vida del siglo XXI.
sino como elementos que posibilitan un sen- Anales Sis San Navarra [En línea], disponible en: http://
timiento de pertenencia a un mundo que es www.cfnavarra.es/salud/anales/textos/vol30/sup3/su-
espiritual e inyectar a estos lugares de ese halo ple9.html
de “misterio” que es necesario en los momen- - Reyes, L., (1996). Curso Fundamental de Tanatología.
tos de alivio añorado. Se trata de “entrar” en la Acercamientos tanatológicos al enfermo terminal y a su
comprensión de la realidad del paciente termi- familia. México, Edición de autor.
nal y de los demás sujetos. - Scott, D., (1988). Is paliative care a discipline? Palliat
Finalmente, el cuidado enfermero no es Care, 4: 10-11
algo acabado. En concreto, lo que siempre - Yague, A. y García, M., (1994) “Actitudes de los profesio-
debe estar en proceso de conformación es un nales de enfermería ante los pacientes terminales” [En lí-
alto sentido de comunicación humanista en el nea], disponible en: http://www.uclm.es/ab/enfermeria/
que dominen: la tolerancia, la empatía, el fee- revista/numero%204/terminales4.htm

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