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La filosofía y la probabilidad han tenido una gran vinculación o relación desde hace muchos años
atrás, en líneas generales sabemos que la probabilidad es sinónimo de causalidad y que a esto esta
aunado la posibilidad de ocurrencia de algún evento ¨X¨ cómo se le denomina estadísticamente,
además de esta previa definición es importante definir la filosofía como aquel estudio de una gran
variedad de problemas que nos surgen día a día de una manera muy racional acerca de temas que
van desde la existencia, la belleza, la moral hasta el lenguaje propio pero sin desechar en un ciento
por ciento la información empirista.
Un caso muy particular y que colocaríamos como ejemplo para la explicación y comprensión
de esta relación (probabilidad-filosofía) es el aporte del prusiano Immanuel Kant a la filosofía, este
filósofo es considerado el más importante representante del criticismo y pensador más influyente
de la Europa. Este filósofo prusiano en sus obras más famosas conocidas como ¨critica de la razón
pura¨ y ¨critica de la razón práctica¨ enfrascaba problemas acerca del empirismo y racionalismo
destacando el hecho de que en ellas se estudia la estructura de la razón, al hacer énfasis en
empirismo y racionalismo, es evidente el uso de estos dos factores en las conclusiones de sus
obras.
El caso anterior es solo uno de los múltiples ejemplos que podemos reflejar, de manera que
es más que evidente que el uso de las probabilidades en la filosofía podríamos definirlo como un
proceso de comprobación cuantitativo de lo que ya se concluyó cualitativamente, de esta forma se
ampliaría el grado de confiabilidad de que la conclusión que se emita esta en lo cierto y que
además de estar razonablemente comprobado puede concluirse que esta estadísticamente
probado.
Una gran relación directa que existe entre la filosofía y la probabilidad es la siguiente:
En general digamos que la probabilidad en estos casos actúa como un complemento a la filosofía
para dar respuestas a aquellas situaciones que se deseen investigar pero que además esas
situaciones tengan un grado de confiabilidad probabilísticamente representativo.
A pesar de que muchos filósofos estén en contra del pensamiento empirista, es importante
resaltar que este método de análisis puede llegar a ser dependiendo del valor que se le atribuya
tan efectivo como el método racional, a la hora de trabajar con la probabilidad es importante
conocer algunos aspectos:
La probabilidad del vacío es 0, es decir, que la probabilidad de que ocurra un evento que jamás
podrá ocurrir es 0, ejemplo: si se quiere determinar la probabilidad de que una persona a sus 54
años de edad este viva y muerta a la vez, es verificable inmediatamente sin necesidad de ningún
tipo de calculo que esa probabilidad es 0, ya que una persona no puede estar viva y muerta a la
vez, o está viva o está muerta.
De manera general se puede concluir que este proceso de fusión o combinación entre estas dos
poderosas herramientas es totalmente positivo debido al nivel de importancia que adquiere cada
una por separado pero que al ser integradas generan un grado de satisfacción muy significativo
dentro de la sociedad.
Es importante reconocer el valor significativo que tiene cada una por separado:
La filosofía es una base supremamente importante porque nos permite cuestionarnos aquellas
situaciones que consideremos importantes acerca de nuestras existencias, hacia donde gira
nuestro entorno y todas las incertidumbres generales que nos podamos imaginar acerca de
nuestra espiritualidad y que luego son respondidas por la ciencia, lo que quiere decir que jamás
dejara de existir la filosofía porque nunca sabremos todo, es decir, siempre tendremos esa duda
del porque y para qué, y que no se sabe si más adelante serán respondidas por las ciencias.
Por otro lado tenemos la probabilidad que no es más que una herramienta súper importante ya
que nos permite tener una porción de confiabilidad de algún hecho o evento que vaya a ocurrir o
que ya haya ocurrido.
Entonces si unimos estos dos procesos que hemos venido trabajando anteriormente tenemos el
producto de una investigación eficiente y eficaz de tal forma que ninguno de los dos haga uno
menos que otro.
La filosofía actual ha tenido que implementar nuevas técnicas para ajustar su metodología a la
forma actual, en este proceso de cambio, lo ideal es recrear nuevas ideas utilizando los raciocinios
imaginando gran cantidad de cosas acerca del hombre como individuo fundamental de la tierra
para que luego estas atribuciones sean retomadas por la ciencia y podamos obtener una repuesta
si es que en algún momento se encuentra.
Una característica común entre la filosofía y la probabilidad es que ambas son utilizadas por la
ciencia, esto con el fin de contribuir a dar respuesta a las interrogantes que nos permite realizar
la filosofía pero con su respectivo nivel de confiabilidad, es decir, la ciencia utiliza a la filosofía y la
teoría de la probabilidad para determinar los factores causantes y posteriores de dicho estudio
con sus respectivas probabilidades de ocurrencia, cabe destacar que este proceso no se aplica en
todas las investigaciones científicas sino en algunas de ellas.
Regresando al tema principal para concluir, se puede deducir que la filosofía ha utilizado la
probabilidad para determinar si algunas de sus investigaciones son o no confiables generando a
través de esto una relación (filosofía-probabilidad), (cualitativa-cuantitativa) o lo que sería igual
(racionalista-empirista).