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Jacinto Convit

Hijo de madre venezolana Flora García Marrero, de origen canario, nació en la


parroquia La Pastora y un español de origen catalán naturalizado venezolano,
Francisco Convit.

Inició sus estudios en el Liceo de Caracas. Cursó el bachillerato en el colegio


Andrés Bello, siendo alumno destacado de Rómulo Gallegos en la cátedra de
Filosofía y Matemáticas, de quien afirmó: “Qué buenos recuerdos, un profesor
ejemplar de talante visionario”.

En 1932 ingresó a la escuela de Medicina de la Universidad Central de


Venezuela donde obtuvo el título de Doctor en Ciencias Médicas en 1938.

Sus calificaciones, le hicieron merecer menciones honoríficas en asignaturas


como fisiología y anatomía humana, clínica médica y clínica quirúrgica entre
otras. Años después de empezar a destacarse como científico, expresó que:

Estudiábamos mucho, con gran intensidad y había mucho que memorizar.


Hubo una época en la que llegué a sentir una especie de cansancio. El número
de horas que había que estudiar era grande.

Tras obtener por oposición la plaza de médico dermatólogo en el Hospital


Vargas de Caracas, se incorporó a la cátedra de dermatología del profesor
Leopoldo Briceño Iragorry, siendo nombrado instructor y director de su
laboratorio. Jacinto Convit desempeñó este cargo hasta 1950, fecha en que fue
nombrado jefe de Clínica Dermatológica.

Es amplia la carrera y proyección de la obra de Convit a nivel internacional. El


instituto de Bio Medicina recibe becarios enviados por la OMS/OPS
provenientes de América, África y Asia. En 1971 Convit fue nombrado por la
Organización Mundial de la Salud (OMS) Director del Centro Cooperativo para
el estudio Histológico y Clasificación de la Lepra, dirección que continuó
desempeñando, hasta antes de su fallecimiento.

En 1968 fue nombrado Presidente de la Asociación Internacional de la Lepra


(ILA) y reelecto en 1973, también fue designado presidente de la International
Journal of Leprosy Corporation. En 1976 fue electo director del Centro
Panamericano de Investigación y Adiestramiento en Lepra y Enfermedades
Tropicales.

Avances en la Lepra

En 1937, el doctor Martín Vegas, conocido pionero en los estudios sobre la


lepra, invitó a Convit a visitar la vieja casona del lazareto de Cabo Blanco en el
estado Vargas, donde se alojaban cientos de pacientes afectados por lacería o
lepra. En 1990, Convit escribía que su permanencia en Cabo Blanco fue
enriquecedora en el plano personal y profesional.

"Aprendí a cuidar a los pacientes desempeñando labores de médico, juez,


odontólogo y consejero, que sirvieron ampliamente para enriquecer mi
conocimiento sobre la enfermedad y profundizar sobre el aspecto humano de
los enfermos"

En aquel tiempo esta enfermedad era todavía motivo de prejuicios arraigados


socialmente; a los leprosos se les encadenaba y eran custodiados por
autoridades policiales, imagen que definiría el carácter humano de Convit,
quien ante tal maltrato, exigió a los guardias un mejor proceder con los
enfermos.

Luego de varias investigaciones con el único remedio empleado en estos


pacientes, el aceite de Chaulmoogra, pudieron comprobar que el compuesto de
Sulfota y Clofazimina podía fungir con gran efectividad en contra de este mal, lo
que conllevó al cierre de las leproserías.
Cura contra la Lepra (Enfermedad de Hansen)

Jacinto Convit inoculó el bacilo de la lepra en armadillos de la familia


Dasypodidae y obtuvo el Mycobacterium leprae, que mezclado con la BCG
(vacuna de la tuberculosis), produjo la inmunización. Este notable aporte a la
ciencia médica, le valió el Premio Príncipe de Asturias de Investigación
Científica y Técnica de 19871 , además de ser postulado en 1988 para el
Premio Nobel de Medicina.

Creación de Institutos

Luego de controlar la lepra y otras enfermedades endémicas, Convit se planteó


el reto de crear un centro de investigaciones científicas. Así, nació el Instituto
de Dermatología, que posteriormente se llamó Instituto de Biomedicina de
Caracas (IBC), el cual dirigió desde 1972, y es desde el 2 de julio de 1973, la
sede del Centro Internacional de Investigación y Adiestramiento sobre Lepra y
Enfermedades afines de la Organización Mundial de la Salud. Allí, después de
mucho esfuerzo conjunto y continuo, surgió la vacuna contra la lepra, que sirvió
de base para la vacuna contra la leishmaniasis.

En su trayectoria contribuyó a la fundación de diversas instituciones y


asociaciones relacionadas con la labor médica, dentro y fuera de Venezuela.
De esta forma, fue miembro fundador de la Sociedad Venezolana de
Dermatología y Venereología, de la Sociedad Venezolana de Alergología y de
la Sociedad Venezolana de Salud Pública.

El 28 de febrero de 2011 fue condecorado con la Legión de Honor, la más alta


distinción honorífica de la República Francesa.

Aportes

Jacinto Convit brindó importantes aportes en el conocimiento de enfermedades


infecciosas, como la vacuna contra la Leishmaniasis. Posteriormente, hace
importantes desarrollos en Oncocercosis y Micosis Profundas.
En el año 2013 los diputados de la Asamblea Nacional venezolana aprobaron
por primera vez un proyecto de reconocimiento a sus trabajos, con motivo del
centenario de su nacimiento y por su obra, que incluye sus logros científicos a
favor de la salud del pueblo venezolano y del mundo, por su dedicación al
ejercicio de la medicina sin fines lucrativos y de enriquecimiento personal.
Igualmente, los diputados del parlamento venezolano indicaron que se debía
“solicitar el Premio Nobel de la Medicina al Dr. Jacinto Convit para reconocer su
labor científica y los aportes que ha preservado para la salud de los pueblos del
mundo”

El Dr. Jacinto Convit, falleció el 12 de mayo de 2014. Luego de este suceso le


fue concedida la “Orden Libertadores de Venezuela” post-mortem, en su
primera clase mediante decreto presidencial.

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