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LA CASA DEL

MORAL
La denominada casa del moral es una construcción del siglo XVIII primorosamente labrada
tanto en su cantería en sus portadas en sus patios. La casa está totalmente ambientada y
alberga una de las colecciones numismáticas más importante del país.

La casa del moral según consta en documento, que este inmueble perteneció al convento de la
merced y luego adquirido por Manuel Santos de San Pedro, un español procedente de
Valladolid. Pero después fue comprada muchas veces, en lo cual tendría varios propietarios
pero la persona que realizó verdaderos cambios y reconstruyó el lugar cuando este era una
casa abandonada fue Arthur Howel Williams, quien la adquirió, refaccionó su estructura y
decoró en 1948. Años más tarde, la casa pasó a manos del Banco Industrial, en 1975, después
a Banco Sur en 1994, en 1997 a Banco Santander hasta que en el 2003 el Banco de Crédito del
Perú tomó la posta hasta nuestros días. La casa debe su nombre a un antiguo árbol de moras
que crece en su patio principal donde posee muchos muebles de la época colonial y
republicana. La portada en sillar constituye una obra de arte en la que se aprecian figuras
cuidadosamente talladas donde se observa que el escudo nobiliario que ostenta el
frontispicio de la portada de gran tamaño hecho a base de sillar la casa del moral fue
calificada por el arquitecto Emilio Harthy considerada en el año 1974 como el más hermoso de
la arquitectura mestiza arequipeña. Decorada con motivos de fauna y flora de la región
elementos antropomorfos y míticos de la cultura andina donde se observa la historia de la
ciudad desde su ingreso y en la parte superior un querubín que es la cara de ángel rodeado de
flores como también se observa dos arcángeles a lados y ambos están agarrando un corona y
debajo de esta corona se encuentra el escudo de armas de santos de san pedro y este escudo
describe refiriéndose que el gallo y las llaves corresponden al apellido santos de san pedro
donde también se puede observar otros elementos en la portada como un castillo, un león
,cabezas parlantes y en la parte inferior armas que aluden al dueño quien probablemente fue
un militar estos componentes hacen de la portada una de las más hermosas de la ciudad
asimismo en la fachada se ve el típico coronamiento escalonado entrante de la pared que se
articula con la forma ondulante de la bóveda, de aquí aparecen bloques de donde surgen las
gárgolas. Destaca también la pilastra ubicada en la misma esquina, como elemento articulador
y de solución formal (visual) de la esquina, hecho característico en esta arquitectura, que
además de tener una razón en la composición formal, tiene una función estructural, ya que
estos elementos fueron colocados para reforzar el encuentro de muros en las esquinas. Siendo
el color una parte importante de esta arquitectura, en la fachada de esta casona no ha sido
recuperada esta cualidad en las restauraciones realizadas, tal como sí se da en los interiores
del patio principal que nos va a mostrar proporciones armónicas y sus paredes tratadas a
modo de fachadas, con presencia del color , y el piso que en este caso presenta una
originalidad por su piso tratado con bloques de sillar y canto rodado que forman círculos
entrelazados, por otra parte la presencia del elemento verde como generador de un ambiente
agradable, estas relaciones proporcionales de los elementos formales que constituyen una
adecuada sensación de transicionalidad entre sus espacios internos y externos, entre otras
cualidades, la organización de la vivienda arequipeña recogía la tradición mediterránea de la
"casa de patio" que regulaba a través de sus espacios abiertos la actividad de los diversos
recintos. Es así que rodeando el patio de la Casa del Moral se encuentran las principales
habitaciones con ventanas enrejadas y puertas de madera sobriamente talladas. El piso de
estas habitaciones posiblemente era enladrillado y cubierto de alfombra. De su techo pendían
arañas de bronce o fierro y cristales, atadas por una cuerda con la que las bajaban para
encender las velas de cera, ya que estas eran para luminarlas. El salón de recibo y el comedor
eran los ambientes con mayor decorado. Los amplios dormitorios lucían alfombras sobre las
cuales descansaban las camas, generalmente de madera, baúles y algunas sillas. Cerca de la
cama estaban los utensilios de aseo que consistían en una palangana con agua y una bacinica
que la servidumbre se encargaba de mantener siempre limpias. A un costado del dormitorio
principal, o de la sala de recibo, se ubicaba el oratorio, Servía tanto para la oración como para
el adoctrinamiento de los niños de la casa, así como para velatorio cuando algún miembro de
la familia fallecía. La religiosidad era muy marcada, de modo que todas las habitaciones
poseían imágenes sagradas. En la Casa del Moral se encuentra anagramas de Jesús, María y
José tallados en el centro de las bóvedas de habitaciones y encima de las ventanas que dan a la
calle .Alrededor del segundo patio se ubicaban la cocina, despensa, depósitos, habitaciones de
los sirvientes, caballerizas y la huerta. Lamentablemente en la Casa del Moral gran parte de
este sector se ha perdido por cuanto en el año 1940 se dividió la propiedad y la "huerta y
corralones" fueron vendidos a la Compañía de Bomberos de Arequipa. En lo que queda del
segundo patio, es admirable un corredor de cuatro arcos, utilizado posiblemente como un área
de reposo o un comedor de verano por lo agradable de su ambiente y su clima al medio día o
al atardecer. En el patio, es colorido por el tratamiento de sus muros y el verde de los jardines
y la huerta, las texturas modificadas permanentemente por la luz acompañan el secular
silencio de esos espacios.

Este es una de las casonas más notable de la arquitectura colonial civil considera como una de
la más finas en cuanto su riqueza estética y su tallado en sillar en el que se manifiesta el arte
barroco mestizo tan presente en su arquitectura. Y en la actualidad es considerado como un
museo que, como tal, no es un simple repositorio de objetos antiguos, sino más bien un
espacio dinámico de encuentro con el pretérito y la identidad regionales, de activa y
enriquecedora interacción con una sociedad que busca verse reflejada en el espejo de su
pasado. Visitarla nos permite conocer aspectos muy interesantes de la vida secular, doméstica
y cotidiana de la Arequipa virreinal, para ofrecernos una visión panorámica de la sociedad
virreinal

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