Diario de Campo

Mes de Marzo

Viviana Andrea Toro Núñez

 Comenzamos éste mes con la llegada de la primavera, donde
todas las cosas comienzan nuevas, así como las ganas y la
fortaleza de seguir el plan del Señor en mi vida.

Las niñas regresan a clase con la mejor disposición y algunas

muy motivadas por la celebración de la izada de bandera…
También las acompaño en esa motivación ya que es primera vez
que, como Docente, estoy a cargo de un punto del acto cívico.
Ellas demostraron valentía y disposición para realizar la actividad
y salió muy bien, me sentí muy orgullosa de ellas.

Tuvimos la visita a la Fábrica de Noel y fue una experiencia muy

agradable para ellas, pues conocer un lugar como ese hace que
todas ganemos conocimiento en el proceso de fabricación de
alimentos que se vuelven cotidianos para nuestras vidas. Ésta
visita ayudó a que se fortaleciera el tema en informática sobre la
fabricación y transformación de alimentos, las niñas
comprendieron la diferencia de un producto artificial y uno
natural.

En esta semana el trabajo fue arduo y pesado pero siempre con la

satisfacción de llevar a cabo el plan Santifico del Señor por medio
de las educadoras y hermanas a las niñas. Siempre pido ver en
cada una de ellas el Rostro del Señor para comprender sus
situaciones y poder entregar mis mejores palabras y actitudes para
su fortalecimiento educativo.
En esta segunda semana doy gracias al Señor por su
gran amor y maravillas, entrego a él todas mis
acciones y palabras para que todo sea según su
voluntad.

Continuo trabajando en la escucha y atención de las

necesidades de cada niña, aunque siempre se me
dificulta por mi temperamento; trato de mantener una
actitud serena para cada una, pero siempre hay
momentos en los que debo ser muy fuerte con ellas.

En las clases aun manifiestan mucho agrado y empeño

en la clase de matemáticas, porque llegamos al
acuerdo de que todas íbamos a aprendernos las
tablas y cooperar entre todas para que
aprendiéramos divisiones por 1 y 2 cifras. Continúo
también fortaleciendo el saber tener paciencia en la
explicación cuando ellas me expresan que no
entienden, ha sido difícil pero todo ello me ayuda a
mejorar.

Doy gracias a Dios por ésta semana, porque en cada

acto de amor que logro realizar es gracias a él, el me
sostiene y me mantiene firme en la vocación
educativa.
Un Nuevo comienzo de semana con los propósitos y expectativas puestas en
primer lugar, para cumplir y permanecer en ésta misión.

Los lunes siempre es divertido acompañar a las niñas en espacios educativos

donde ellas pueden experimentar nuevas formas de aprendizaje, es grato ver
cómo ellas saben comportarse en diferentes espacios y compartir cuando se es
necesario.

En el aspecto de las clases, ellas expresan agrado y dedicación por las

actividades propuestas y para mí eso es también como una puerta siempre
abierta por parte de ellas hacia mí, dejo en ocasiones que ellas me expresen qué
quieren aprender; tomamos como iniciativa compartir reflexiones y abrir espacios
de expresión por parte de ellas, no todo debe ser clase, ellas también deben
tener espacios de socialización y debate frente a asuntos que están presentes
en nuestras vidas.

El clima en esta semana ha sido muy frío, lo cual no ha permitido que ellas
disfruten de la piscina y ha generado un poco de agresión entre las niñas
pequeñas, tuvimos un momento muy fuerte por parte de ellas, en el cual me
desconcerté mucho, al final no optamos por regañarlas sino que entramos en un
momento de reflexión, después de eso se bajó un poco la guardia y esas
emociones reprimidas que tenían, pudiendo culminar la semana con buena
disposición.

Siento que en esta semana tuve una actitud de escucha y comprensión, no fue
fácil porque en ocasiones me deje llevar por la impaciencia.

En la parte de los oficios me gusta mucho como trabajamos en equipo, y

animarlas a hacer las cosas con amor para que después no deban repetir de
nuevo los oficios.
Fue la una semana corta pero sustanciosa, se optó por cambiar
algunos horarios para tratar de que las niñas pudieran disfrutar
de la piscina, lo cual dio como resultado que se sintieran más
dispuestas al trabajo en los talleres y con menos actitudes
agresivas.

Recogí los talleres de matemáticas que les había dejado el fin de

semana, la mayoría de niñas lo entregaron y con disposición
comenzamos a resolverlo en clase, con la participación de las
niñas. Evidencie que algunas niñas no les fue muy bien en el
desarrollo del taller, ellas conocen el proceso pero por falta de
concentración olvidan la posición de los números y comprensión
de los problemas.

En la clase de español hemos trabajado mucho la letra, la

transcripción de textos y buscar palabras desconocidas en el
diccionario, para así fortalecer la ortografía y el léxico en las niñas.
Con esto vi que no todas saben buscar palabras en el
diccionario.

El trabajo con las niñas de primero a tercero fue muy agradable,

ellas siempre tan dispuestas y animadas a realizar los trabajos,
aunque siempre se ve perturbada por la disciplina de Algunas
niñas, en ocasiones se me hace difícil poder manejar éstas
situaciones.

Finalizamos la semana, entregando en cada momento y cada

acción lo mejor de mí, y como madre Mazzarello haciendo de
cada puntada una prueba de amor al Señor.