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Índice
4Etimología
6Filosofía de la historia
o 8.1Prehistoria
o 8.2Historia
9Véase también
10Referencias
11Enlaces externos
La «Ciencia Histórica», disciplina que estudia los acontecimientos y hechos pasados de acuerdo a
determinados principios metodológicos en sus diferentes ámbitos, en un marco interdisciplinar:
las «Ciencias Históricas».
El escriba sentado (Saqqara III milenio a. C. —IV o V dinastía de Egipto—). Representa a un funcionario
en actitud de comenzar a escribir, o sea, a registrar un hecho o una interpretación más o menos
interesada de hechos seleccionados —económicos, militares, legislativos, religiosos—; una función de
consecuencias trascendentales: sirve tanto para el ejercicio y la justificación del poder en su presente
como para la preservación de la memoria históricahacia la posteridad.
La identificación del concepto de historia con la narración escrita del pasado produce, por un
lado, su confusión con el término historiografía(historia se llama a la vez al objeto estudiado, a
la ciencia que lo estudia y al documento resultado de ese estudio); y por otro justifica el
empleo del término prehistoria para el período anterior a la aparición de la escritura,
reservándose el nombre historia para el periodo posterior.
Según ese uso restrictivo, la mayor parte de la humanidad queda fuera de la historia, no tanto
porque no accede personalmente a la lectura y la escritura (el analfabetismo fue la condición
común de la inmensa mayoría de la población, incluso para las clases dominantes, hasta
la imprenta), sino porque los reflejados en el discurso histórico han sido siempre muy pocos, y
grupos enteros quedan invisibilizados (las clases bajas, las mujeres, los discrepantes que no
pueden acceder al registro escrito), con lo que ha sido objeto de preocupación de algunos
historiadores la reconstrucción de la visión de los vencidos y la historia desde abajo.
Lo mismo ocurre con gran número de pueblos y culturas (las consideradas como culturas
primitivas, en una terminología ya desfasada de la antropología clásica) que no tienen historia.
El tópico los idealiza al considerar que son pueblos felices.23 Entran en ella cuando se produce
su contacto, habitualmente destructivo (aculturación),
con civilizaciones (sociedades complejas, con escritura). Incluso en ese momento no son
propiamente objeto de la historia sino de la protohistoria (historia realizada a partir de
las fuentes escritas producidas por los que generalmente son sus pueblos colonizadores por
oposición a los pueblos indígenas). No obstante, independientemente de que
los historiadores y los antropólogos ideológicamente tengan una
tendencia etnocentrista (eurocentrista, sinocentrista24 o indigenista) o, de forma
opuesta, multiculturalista o relativista cultural, existe la posibilidad de obtener o reconstruir un
relato fiable de los acontecimientos que afectan a un grupo humano utilizando otras
metodologías: fuentes arqueológicas (cultura material) o historia oral. En buena parte, esta
diferencia es artificial, y no necesariamente novedosa: el mismo Heródoto no puede sino usar
ese tipo de fuentes documentales cuando redacta la que se considera la primera Historia, o al
menos acuña el término, en la Grecia del siglo V a. C. para que el tiempo no abata el recuerdo
de las acciones de los hombres y que las grandes empresas acometidas, ya sea por los
griegos, ya por los bárbaros, no caigan en olvido; da también razón del conflicto que puso a
estos dos pueblos en la lid. Así comienza su obra titulada Ἱστορίαι (léase históriai, literalmente
«investigaciones», «exploraciones», latinizado Historiae —«Historias», en plural—), seminal
para la ciencia histórica, y que suele denominarse en castellano Los nueve libros de historia.
La lid citada son las guerras médicas y los bárbaros, persas.25
Etimología
La palabra historia deriva del griego ἱστορία (léase historia, traducible por «investigación» o
«información», conocimiento adquirido por investigación), del verbo ἱστορεῖν («investigar»). De
allí pasó al latín historia, que en castellano antiguo evolucionó a estoria (como atestigua el
título de la Estoria de España de Alfonso X el Sabio, 1260-1284) y se reintrodujo
posteriormente en el castellano como un cultismo en su forma latina original.
La etimología remota procede del protoindoeuropeo *wid-tor- (de la raíz *weid-, «saber, ver»
—construcción hipotética—)26 presente también en las palabras latinas idea o visión, en
las germánicas wit, wise o wisdom, la sánscrita veda,27 y las eslavas videti o vedati, y en otras
lenguas de la familia indoeuropea.28
La palabra antigua griega ἱστορία fue usada por Aristóteles en su Περὶ τὰ ζῷα ἱστορίαι
(léase Peri ta zoa jistória, latinizado Historia animalium, traducible por Historia de los
animales [el título griego es plural y el latino es singular]). 29 El término se derivaba de ἵστωρ
(léase jístōr, traducible por «hombre sabio», «testigo» o «juez»). Se pueden encontrar usos de
ἵστωρ en los himnos homéricos, Heráclito, el juramento de los efebos atenienses y en las
inscripciones beocias (en un sentido legal, con un significado similar a «juez» o «testigo»). El
rasgo aspirado es problemático, y no se presenta en la palabra cognata griega εἴδομαι
(«aparecer»). La forma ἱστορεῖν («inquirir»), es una derivación jónica, que se expandió primero
en la Grecia clásica y más tarde en la civilización helenística.
Filosofía de la historia
Artículo principal: Filosofía de la historia
Tampoco deben confundirse los supuestos fines teleológicos del hombre en la historia con
los fines de la historia es decir, la justificación de la propia historia como memoria de la
humanidad. Si la historia es una ciencia social y humana, no puede abstraerse del porqué se
encarga de estudiar los procesos sociales: explicar los hechos y eventos del pasado, sea por
el conocimiento mismo, sea por que nos ayudan a comprender el presente: Cicerón bautizó a
la historia como maestra de la vida,32 y como él Cervantes, que también la llamó madre de la
verdad.33 Benedetto Croce remarcó la fuerte implicación del pasado en el presente con
su toda historia es historia contemporáea. La historia, al estudiar los hechos y procesos del
pasado humano, es un útil para la comprensión del presente y plantear posibilidades para
el futuro.34 Salustio llegó a decir que entre las distintas ocupaciones que se ejercitan con el
ingenio, el recuerdo de los hechos del pasado ocupa un lugar destacado por su gran utilidad.35
Un tópico muy difundido (atribuido a Jorge Santayana) advierte que los pueblos que no
conocen su historia están condenados a repetirla,36 aunque otro tópico (atribuido a Carlos
Marx) indique a su vez que cuando se repite lo hace una vez como tragedia y la segunda
como farsa.37
La radical importancia de ello se basa en que la historia, como la medicina, es una de las
ciencias en que el sujeto investigador coincide con el objeto a estudiar. De ahí la
gran responsabilidad del historiador: la historia tiene una proyección al futuro por su potencia
transformadora como herramienta de cambio social; y a los profesionales que la manejan, los
historiadores, les es aplicable lo que Marx dijo de los filósofos (hasta ahora se han encargado
de interpretar el mundo y de lo que se trata es de transformarlo).38 No obstante, desde otra
perspectiva se pretende una investigación desinteresada para la objetividad en la ciencia
histórica.39 Aunque llegar a conocer los hechos tal como fueron, como pretendía Leopold
Ranke, es imposible, sí es un imperativo de la investigación histórica acercarse al máximo a
ese objetivo, y además hacerlo con una perspectiva tal que sitúe los hechos en su contexto,
de modo que al conocimiento factual se añada el entendimiento de lo que realmente pasó; y
aunque sea inevitable que sesgos de todo tipo alteren la forma en que tal entendimiento se
produce, al menos ser conscientes de cuáles pueden ser y en qué grado actúan. 40
Véase también La objetividad en historiografía
Prehistoria
Edad de los
Edad de Piedra
Metales
Paleolítico Mesolítico N
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Prehistoria
Pinturas rupestres de Cueva de las Manos (Río Pinturas, Argentina, cerca de 9000 años de
antigüedad). Representan esquemáticamente a un hombre y a grupos de animales; también se
observan otros símbolos, destacadamente las manos que dan el nombre al lugar. Esta forma
de arte prehistórico, aunque es un testimonio valiosísimo para la reconstrucción del pasado, no
es una fuente histórica en el sentido clásico de la palabra, sino arqueológica.
Los miles de guerreros del ejército de terracota (Xian, siglo III a. C.) servían para garantizar el
eterno mandato de Qin Shi Huang, autoproclamado primer emperador de China, temeroso de
los innumerables enemigos cuya venganza esperaba en la vida después de la muerte.
Las civilizaciones extremo-orientales se caracterizaron por su continuidad, que no se vio
interrumpida por la discontinuidad entre Edad Antigua y Edad Media propia de la civilización
occidental. Especialmente la civilización china, el ejemplo más estable de imperio hidráulico, vio
la repetición aparentemente perpetua de ciclos dinásticosde auge (interpretado tradicionalmente
como premio por respetar el equilibrio del mandato del cielo), descomposición interna
(interpretada como consecuencia del desequilibrio al no respetarlo) e invasiones exteriores
(interpretadas como castigo y oportunidad de reiniciar el ciclo), que continuó hasta el siglo XX.
El acueducto de Segovia, una construcción utilitaria romana de finales del siglo I, sigue
determinando la personalidad de una ciudad contemporánea, junto con otros hitos de su historia
como las murallas o la catedral. Otras muestras de la pervivencia de la romanización en la
actualidad son la lengua, el derecho, la religión, etc.
o Edad Antigua
Dos guerreros griegos en combate singular. Tras ellos hay carros de guerra. Fragmento de
una crátera ática de figuras negras, Selinunte, siglo VI a. C.(contemporánea a las reformas
de Clístenes). El equipamiento militar para el combate cuerpo a cuerpo (casco, lanza) es
similar al que usarán los hoplitas, pero ellos luchan agrupados en falanges, y el escudo estará
diseñado para proteger tanto al compañero de filas como al que lo lleva.
Sarcófago Ludovisi, hacia 250. Las legiones romanas luchan contra los godos, que en los
siglos siguientes (periodo de las invasiones bárbaras) contribuirán decisivamente tanto a la
continuidad como a la Caída del Imperio romano, tras la que instaurarán algunos de los más
importantes reinos germánicos de la Alta Edad Media.
Chac Mool (Chichén Itzá, ciudad mayafundada en el siglo VI). Las
civilizaciones mesoamericanasdesarrollaron una cultura peculiar ligada a la guerra
ritualizada entre ciudades-estado rivales, que incluía el sacrificiode los prisioneros para
garantizar el orden cosmológico, además de una antropofagia de debatida consideración.50
Un caballero, un clérigo y un campesino (los tres órdenes feudales) ilustran la miniatura de una
letra capitular en un manuscrito medieval.
Alta Edad Media: siglo V al siglo X. Una época oscura por la escasez de fuentes
escritas, debida al retroceso de la vida urbana y de la descomposición del poder
político que caracterizan al feudalismo. La Iglesia, sobre todo a través
del monacato, se convierte en la única continuidad de la tradición intelectual.
La nobleza y el clero, vinculados familiarmente, son los señores que ejercen el
poder político, social y económico sobre los campesinos sometidos a
servidumbre. Castillos y monasterios se imponen en un paisaje de bosques,
baldíos y pequeñas aldeas casi incomunicadas.51
Baja Edad Media: Del siglo XI al siglo XV. A veces se restringe al siglo XIV y
al siglo XV, como Crisis de la Edad Media o Crisis del siglo XIV; denominándose el
periodo del siglo XI al siglo XIII como Plenitud de la Edad Media. Se produce
una revolución urbana y un aumento de la actividad comercial y artesanal de una
incipiente burguesía, al tiempo que se fortalece el poder de las monarquías
feudales. Los poderes universales (Pontificado e Imperio) se enfrentan y entran en
crisis. Las Cruzadas demuestran la capacidad de expansión europea hacia el
oriente del Mediterráneo, mientras en Al-Ándalus(España musulmana) se
imponían los reinos cristianos del norte peninsular. La universidad
medieval reelaboró el saber antiguo a través de la escolástica (revolución del siglo
XII). En los siglos finales se conforman los rasgos que caracterizarán todo el
periodo del Antiguo Régimen: una economía en transición del feudalismo al
capitalismo, una sociedad estamental y una monarquía autoritaria en transición a
la monarquía absoluta.52
Edad Moderna: De mediados o finales del siglo XV a mediados o finales del siglo
XVIII. (Para los anglohablantes, Early Modern Times, es decir, «Primera Edad
Moderna» o «Edad Moderna Temprana»). Se toma como hitos que marcan su
comienzo la Imprenta, la toma de Constantinopla por los turcos o
el descubrimiento de América; como final, la Revolución francesa,
la Independencia de los Estados Unidos de América o la Revolución industrial. Es
por primera vez, un periodo de validez casi mundial, puesto que para la mayor
parte del mundo (con la excepción solo parcial de China o Japón —que tras unos
primeros contactos optan por cerrarse a la influencia exterior en mayor o menor
medida— o de espacios recónditos de América, África y Oceanía —colonizados en
el siglo XIX—), significó la imposición de la civilización occidental y la
denominada economía-mundo. Se inició con la era de los descubrimientos y la
expansión del imperio español y el portugués, mientras el mundo de las ideas
experimentaba las innovaciones del Renacimiento, la Reforma Protestante y
la Revolución científica; contrapesadas por la Contrarreforma y el Barroco.
Mientras en la Francia de Luis XIV triunfaba el absolutismo, en otras partes de
Europa noroccidental lo hacían las primeras revoluciones burguesas que
desafiaban al Antiguo Régimen (revolución holandesa, revolución inglesa) y en el
sur y este del continente se observaba un proceso de refeudalización. El eje de la
civilización se desplazó de la cuenca del Mediterráneo al océano atlántico.
La crisis del siglo XVII y los tratados de Westfalia reedificaron un nuevo equilibrio
europeo que imposibilitaba las hegemonías española o francesa, y que se
mantuvo durante el siglo XVIII, caracterizado intelectualmente por la Ilustración. A
lo largo de todo el periodo se van gestando los modernos conceptos
de nación y estado.53
Prueba nuclear en el atolón de Bikini, 26 de marzo de 1954, en plena Guerra
fría. La era nuclear se inauguró en 1945, cuando los Estados Unidos lanzaron
en Hiroshima y Nagasaki las primeras bombas atómicas. La Unión
Soviética la siguió en lo que se denominó carrera nuclear o carrera de
armamentos (simultánea a la carrera espacial), así como las otras tres
potencias con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de Naciones
Unidas: Reino Unido, Francia y China. Otros países no firmantes del tratado
de no proliferación nuclear han desarrollado este armamento:
abiertamente India y Pakistán; sin reconocerlo Israel, Sudáfrica —lo
desmanteló al caer el régimen de apartheid— y quizá otros.
Cronología
Demografía histórica
Gran Historia
Genealogía
Geohistoria
Historia universal
Historiografía
Historia e historiografía
Método histórico
Día D (cómic)
Referencias
1. ↑ A partir del hombre surge la historia al poder estudiar y reflejar por
escrito su propio pasado y el que le precede (Prehistoria o Historia
Natural). El concepto de "prehistoria" es un convencionalismo, que
hacía alusión a una historia previa a la historia oficial de la Iglesia
(sobre la creación del mundo, Adán y Eva, etc.), cuya
denominación, que también representa un campo académico, se
mantiene por tradición. Actualmente la disciplina académica de
la Historia se centra, fundamentalmente, en la historia del hombre,
aunque etimológicamente también abarque, por ejemplo, la historia
natural (actualmente estudiada por la Biología y Geología); pero no
debemos olvidar que las Ciencias Históricas estudian muchas y
diferentes realidades del pasado.
6. ↑ [1]
7. ↑ [2]
12. ↑ Scott Gordon and James Gordon Irving, The History and
Philosophy of Social Science. Routledge 1991, p. 1. ISBN 0-415-
05682-9. Ritter, H. (1986). Dictionary of concepts in history.
Reference sources for the social sciences and humanities, no. 3.
Westport, Conn: Greenwood Press, p. 416.
18. ↑ [3]
19. ↑ [4]
20. ↑ Ursula Goodenough (10 de febrero de 2011). «It's Time for a New
Narrative; It's Time for 'Big History'». NPR. Consultado el 13 de
diciembre de 2012.
22. ↑ «Constitution».
26. ↑ Joseph, Brian (Ed.); Janda, Richard (Ed.) (2008), The Handbook
of Historical Linguistics, Blackwell Publishing (publicado el 30 de
diciembre de 2004), p. 163, ISBN 978-1405127479
33. ↑
Si a esta [historia] se le puede poner alguna objeción cerca de
su verdad, no podrá ser otra sino haber sido su autor arábigo,
siendo muy propio de los de aquella nación ser mentirosos;
aunque, por ser tan nuestros enemigos, antes se puede
entender haber quedado falto en ella que demasiado. Y ansí
me parece a mí, pues cuando pudiera y debiera estender la
pluma en las alabanzas de tan buen caballero, parece que de
industria las pasa en silencio: cosa mal hecha y peor pensada,
habiendo y debiendo ser los historiadores puntuales,
verdaderos y nonada apasionados, y que ni el interés ni el
miedo, el rancor ni la afición, no les hagan torcer del camino de
la verdad, cuya madre es la historia, émula del tiempo,
depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso
de lo presente, advertencia de lo por venir.
38. ↑ Carlos Marx, Tesis sobre Feuerbach, tesis IX. Citado y comentado
por José Pablo Feinmann "Filosofía aquí y ahora" (trascripción del
programa de televisión).
41. ↑
En el siglo XVI los historiadores de la literatura y los filólogos,
estudiando el latín señalaron tres fases en su gradual
evolución: la "alta edad" o "superior" que llegaba
hasta Constantino, etapa del latín clásico; la "edad media" de la
lengua, que alcanzaba desde Constantino
a Carlomagno (siglos IV al IX), y la "edad ínfima" iniciada en el
842 con el primer texto en romance, Los Juramentos de
Estrasburgo. Por eso precisamente Ch. D. Du Cange tituló su
famoso diccionario Glossarium ad scriptores mediae et infimae
latinitatis (Paris, 1678). La primera ocasión en que se designa
el término Edad Media con sentido histórico parece haber sido
en 1639, por el liejense Rasuin en su Laodium. La expresión
pasaría desde ese mismo siglo XVII a designar el período de
transición entre la antigüedad clásica y el renacer de su cultura
experimentada en la Edad Nueva que habita tomado cuerpo a
lo largo del siglo XV. Y, en consecuencia, su uso tendía a
menospreciar los valores de dicha edad intermedia como un
puente o una noche de “mil años”. Los pedagogos fueron los
responsables de que este nuevo concepto de la Edad Media
adquiriera carta de naturaleza en los manuales o síntesis de
historia. Un profesor de fines del siglo XVII, Cristóbal
Séller (1634-1707) o Celarius —como gustaba llamarse
latinizando su nombre a la manera humanista— introdujo la
modalidad en uno de los manuales escolares de Historia
Antigua editado en 1685, y la claridad que implicaba para la
explicación histórica le indujo a repetirla en otro,
titulado Historia Medii Aevi a temporibus Constanini Magni ad
Constaninopolim a Turcis captam deducta (Jena, 1688). Otro
profesor, Loescher, la repitió en un manual
alemán: Geschicchte der Mittleren Zeiten (1725), y no tardó en
generalizarse el nuevo concepto, porque resultaba cómoda esa
división de la historia.
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