Sei sulla pagina 1di 8

ÍNDICE

DINÁMICAS LÚDICAS GRUPALES 2

- LO GRUPAL

- ¿ACTIVIDADES LÚDICAS VS. JUEGOS?

BIBLIOGRAFÍA DE CONSULTA 7

- LECTURAS SUGERIDAS

1
Dinámicas lúdicas grupales
LO GRUPAL

Al momento de plantear como temática Dinámicas Lúdicas


Grupales no se puede evitar “sentipensar” a qué nos referimos cuando
mencionamos el término grupo. Esto nos lleva a encontrarnos con
diversas definiciones. La psicología social define a un grupo como:

“Conjunto de personas que ligadas por


constantes de tiempo y espacio y articuladas
por su mutua representación interna, se
proponen en forma explícita o implícita una
tarea que constituye una finalidad,
interactuando a través de mecanismo de
asunción y adjudicación de roles”

- Enrique Pichón Riviere.

Tomando como punto de partida esta definición, no tenemos como


objetivo profundizar sobre la misma en este escrito pero si reflexionar
sobre algunos aportes nos brinda lo grupal.

- La posibilidad de ensayar diferentes roles sociales.


- Sostén y contención de otrxs.
- Visibilizar las formas de vincularse que posee el grupo y probar
otras.
- Comprender y aceptar que hay otrxs diferentes y que a partir de
esas diferencias podemos enriquecernos mutuamente.
- A partir de comprender esas diferencias podemos visibilizar como
aporta cada unx a la concreción del objetivo común.

Compartimos una pequeña lectura en la cual se podrá observar


algunos de los aspectos antes mencionados:

Asamblea en la carpintería

Hubo en la carpintería una extraña asamblea; las herramientas se


reunieron para arreglar sus diferencias. El martillo fue el primero en ejercer
la presidencia, pero la asamblea le notificó que debía renunciar ¿La

2
causa? Hacía demasiado ruido, y se pasaba el tiempo golpeando. El
martillo reconoció su culpa, pero pidió que fuera expulsado el tornillo: había
que darle muchas vueltas para que sirviera de algo. El tornillo aceptó su
retiro, pero a su vez pidió la expulsión de la lija: era muy áspera en su trato
y siempre tenía fricciones con los demás. La lija estuvo de acuerdo, con la
condición de que fuera expulsado el metro, pues se la pasaba midiendo a
los demás, como si él fuera perfecto. En eso entró el carpintero, se puso
el delantal e inició su trabajo, utilizando alternativamente el martillo, la lija,
el metro y el tornillo. Al final, el trozo de madera se había convertido en un
lindo mueble.

Cuando la carpintería quedó sola otra vez, la asamblea reanudó la


deliberación. Dijo el serrucho: ‘Señores, ha quedado demostrado que
tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso
es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos ya en nuestras
flaquezas, y concentrémonos en nuestras virtudes’.

La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo


unía y daba solidez, la lija limaba asperezas y el metro era preciso y
exacto. Se sintieron como un equipo capaz de producir hermosos muebles,
y sus diferencias pasaron a segundo plano.

Para concluir lo señalado en torno a la grupalidad nos remitiremos


al concepto de Goffman: Co-Presencia. El mismo significa: “Registro
que el otro me registra”. Es esencial que en lo grupal esto se dé. Que
podamos no solo empatizar con los miembros del grupo sino sentir
también que hay un vínculo establecido, un vínculo que me contiene y
me acompaña para poder desenvolverme. Un vínculo que nos ayude a
construir a partir del “Vos” y el “Yo” un “NOSOTROS” que se potencia
recíprocamente. Por lo cual como Promotores y Promotoras se nos
presenta como misión proponer accionares que nos ayuden a construir
vínculos de Co-Presencia.

Por momentos estas ideas no parecen utópicas, pero tal como


afirma Eduardo Galeano en “El libro de los abrazos”:

Ventana sobre la utopía

“Ella está en el horizonte. Yo me acerco dos


pasos y ella se aleja dos pasos. Camino diez
pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá.
Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré.

3
¿Para qué sirve la utopía? Para eso sirve, para
caminar…”

Las transformaciones se dan inevitablemente caminando junto a otrxs.


Es por ello que nos proponemos caminar juntxs los senderos necesarios
para propiciar la defensa del Derecho a jugar.

¿ACT IVIDADES L ÚDICAS VS. JUEGOS?

Ahora bien, es tiempo de establecer la diferencia conceptual entre


los juegos y las actividades lúdicas. Según Luciano Mercado, la
actividad lúdica es aquella que persigue un objetivo predeterminado,
mientras que el juego es de carácter autotélico, es decir que halla su
finalidad en sí mismo. Quizás el lugar más representativo de las
actividades lúdicas sea la escuela; allí ocurren un sinfín de veces y, para
ser honestos, muchas de éstas suelen estar predominantemente
cargadas de un objetivo educativo, alejándose bastante de lo que es “el
juego”. Vemos por ejemplo actividades lúdicas para el aprendizaje de la
lectoescritura, de idiomas, de técnicas deportivas y un sinfín de etc.

Lo cierto es que estas intervenciones, según Mercado, no serían


juegos propiamente dichos ya que, como explicábamos, son guiadas por
un objetivo determinado. Podemos leerlo en las propias palabras de
Mercado: “El que consideremos educativa la actividad lúdica no quiere
decir que pensemos que todo juego ha de tener una dimensión didáctica
clara y explícita. Es el mero hecho de jugar (como lo era el de escuchar
un cuento tradicional) el que forma al niño o niña, independientemente de
las utilidades concretas (psicomotoras, cooperativas, de lenguaje, etc.)
que proporcione la actividad (éstas serían el equivalente a la moraleja
añadida a los cuentos tradicionales en algunas transcripciones, como la
de Perrault). Incluso, si nos obsesionarnos con la eficacia pedagógica del
juego, podemos llegar a suprimir la esencia lúdica de la actividad, como
ocurre con cierto número de juegos didácticos, que tienen mucho de
didáctico pero poco de juego.” (Luciano Mercado, Juego Social y Escolar,
2009).

Existen otras características que acercan y alejan a los Juegos de


las Actividades Lúdicas y quedan expresadas en el siguiente cuadro:

4
Una vez realizada esta diferenciación, pasaremos a referirnos a la
clasificación de los juegos o actividades lúdicas según su lógica interna.

Lo primero que mencionaremos es que, si bien ha quedado más


que claro que los juegos se diferencian de las actividades lúdicas, esta
clasificación funciona de igual manera en los dos casos.

Lo segundo a mencionar es que existen muchísimas y muy


interesantes clasificaciones de juegos; nosotros aportamos la nuestra
que se basa en la obra de Raúl Gómez, y puede encontrarse de forma
original y con mayores detalles en La enseñanza de la Educación Física
en el nivel Inicial y el Primer ciclo del ya nombrado autor. Comenzaremos
agrupando los juegos en 3 grandes grupos según la lógica interna dada:

Por un lado encontraremos a los juegos de Cooperación (sin


oposición). Estos son los juegos donde todos los participantes procuran
dar lo mejor de sí para lograr un objetivo común; de esta manera no
encontramos una pugna facciosa sino una instancia de apoyo mutuo en
pos de un objetivo común. Si pensamos nuestro encuentro podemos
rastrear por ejemplo, el juego donde todos deberíamos avanzar de una
zona A a una zona B utilizando un número determinado de apoyos, o
bien donde todo el grupo debía alinearse y desplazarse entrecruzando
los cordones de sus zapatillas. En estos casos vemos como el grupo

5
perseguía un objetivo común y de esta manera se ayudaba para
acercarse a dicho objetivo.

La siguiente categoría es la de juegos de Oposición (sin


cooperación) en este caso encontramos lo contrario al anterior caso. Este
es el juego donde cada quien persigue un objetivo particular y la
consecución de ese objetivo implica la no consecución del objetivo del
otro. Los ejemplos que hemos vivenciado son el “Piedra-papel-tijera”, el
“Tenis palma”, “Juego del espejo” … por nombrar algunos. También cabe
la posibilidad que estos juegos se estructuren en bandos, pero lo
determinante será la no cooperación de los participantes de un mismo
bando. Cuando jugamos a una mancha, donde quien es tocado se
convierte en mancha no existe la posibilidad de cooperar entre quienes
tratan de no ser tocados. Es cierto que forman un bando, pero ese bando
no coordina sus acciones en base a objetivos colectivos, es por eso que
sigue tratándose de un juego de oposición sin cooperación.

Por último, abordaremos los juegos de Cooperación-Oposición.


En estos suceden las dos cosas al mismo tiempo, ya que los jugadores
pertenecientes a un mismo equipo colaboran entre sí, pero se oponen a
otro u otros equipos que se interponen en la consecución de su victoria.
Hemos realizado por ejemplo “el juego de los barcos”, donde cada
equipo trataba de hundir a los otros barcos y escapar de los ataques de
los rivales. Para concluir queremos señalar que a nuestra forma de ver
no existen categorías mejores y peores, es tan importante recrear las
posibilidades de cooperar con otro como las de oponerse sanamente. Lo
que también debemos señalar es que cada categoría de juego va a
propiciar distintos tipos de aprendizaje, igualmente valiosos aunque a su
vez diferente.

6
BIBLIOGRAFÍA DE CONSULTA

- Algava, Mariano. ¿Cómo está el grupo para participar de un


campamento? Apunte de cátedra: Didáctica de las prácticas en la
Naturaleza y al Aire libre I. Colegio Ward
- Galeano, Eduardo (1989). El libro de los abrazos. Buenos Aires,
Editorial Siglo XXI.
- Goffman, Emile. Análisis de los elementos en la interacción social.
- Gómez, Raúl (2002). La enseñanza de la Educación Física en el
Nivel Inicial y el primer ciclo de la Educación General Básica: una
didáctica de la disponibilidad corporal, Argentina.
- Mercado, Luciano (2009). El juego social y escolar. Manual
teórico. 1º reflexión, Argentina.

Potrebbero piacerti anche