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Teoria
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Pedro Antonio Garcia Obando
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Lógica y Teoria de la Argumentación
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Este libro está dedicado a los tres amores de mi vida:
Pedro
Orlando y Gladys.
Javier
PRÓLOGO 7
CAPITULO U N O
Contextualización 9
La inferencia 9
Orígenes de la inferencia 16
Lógica y Filosofía 27
Qué es la lógica 33
Orígenes de la lógica 36
CAPÍTULO DOS
Lógica y Verdad 41
El concepto de verdad 41
La verdad material 43
Persuadir y convencer 53
CAPÍTULO TRES
Argumentos 57
Premisas y conclusiones 57
Argumentar y demostrar 69
La fuerza de la argumentación 73
CAPÍTULO CUATRO 'yroj · ar·,lfQ_,
Premisas de la Argumentacfón 79
Clases de falacias 95
CAPÍTULO SEIS
El Silogismo 125
CAPÍTULO SIETE
BIBLIOGRAFÍA 233
El presente libro está dedicado a tres de los desarrollos más representativos de la lógica:
sentido formal como en sentido retórico. Tal exigencia obedece a tres razones: primera,
porque los manuales de lógica se ocupan por lo general sólo del estudio formal del
con un estudio que abarcara tan sólo el aspecto formal de la lógica, por qué hay otros
porque, de este modo, hacemos indisoluble la separación entre lógica formal y teoría
retórico de la lógica m i s m a .
argumentos más extensos que los que se suelen usar en los m a n u a l e s de lógica formal, en
situaciones en las que se nos pide resolver un problema concreto, como propedéutica a
todos los problemas filosóficos con los que se enfrentarán aquellos que continúen en el
o nueva retórica. Vista de este modo, la lógica es el estudio de los métodos formales que
permiten distinguir los argumentos correctos de los incorrectos; nos enseña a practicar
incorrectas y las premisas de las que parte un autor; nos enseña a detectar el frecuente
uso de argumentos inválidos en la vida cotidiana; nos invita a evitar usar esa misma clase
empleadas en el discurso y a ser más críticos con nuestros propios puntos de vista y con el
Este libro ha sido elaborado pensando en los estudiantes del curso de lógica del programa
la Escuela de Filosofía (Mario Palencia, Judith Nieto, Mónica Jaramillo, Jorge Francisco
Maldonado, Francisco de Lara, Alonso Silva, Cristian Quintero, César Hernández, Martín
(amargo, Henry Flantrmsky y Carlos Raúl Díaz), y muy especialmente a nuestros estudiantes,
Este libro también fue posible porque, desde hace ya más de 30 años, se comenzó en
profesor Luis Enrique García, se extendería luego con el profesor Carlos Emilio García,
hasta prolongarse a Santander, desde donde los autores del presente libro emprendieron la
limitada, pues sólo podríamos hablar de aquello que en un momento dado estuviéramos
como: "es de día", "hay rosas rojas", "el sol ha salido esta m a ñ a n a " "el agua está salada",
"en el parque hay una iglesia", "está lloviendo"; afirmaciones que, como queda claro,
Sin embargo, nuestro conocimiento del m u n d o es mucho más amplio del que se nos ofrece
directamente a nuestra percepción, e, incluso, más amplio del que alcanzamos a recordar
cuando alguien es capaz de inferir que " u n extraño se acerca a la casa, ya que el perro está
extensiones de tierra estuvieron cubiertas hace cientos de años por el mar, pues se han
casos hacer inferencias, nunca atinaríamos a resolver problemas tan elementales como
"¿por qué está ladrando el perro?" o "¿por qué hay fósiles marinos en lugares distintos al
mar?" Sólo podríamos afirmar, en estos casos, que el perro ladra y que hay fósiles marinos
en determinado lugar de la tierra; es decir, afirmar sólo aquello que estamos observando.
Pero, como hemos dicho, somos capaces de ir más allá de estos escuetos datos y sacar
inferencias a partir de ellos: "si el perro ladra hay extraños en la casa", "si hay fósiles
marinos en la tierra, entonces el mar debió de haber llegado hasta esos lugares hace
cientos de años". Inferir es, por lo tanto, derivar información nueva a partir de otra
dada previamente; llegar a datos nuevos a partir de otros conocidos con anterioridad;
es, en otras palabras, sacar conclusiones con base en afirmaciones distintas de ellas pero
que se nos presente a la evidencia directa, en cuyo caso sólo podríamos hacer afirmaciones
Queda claro que las primeras dos proposiciones son verdaderas, y para ello sólo tenemos
que decir que nuestra experiencia así lo comprueba. En efecto, es sólo cuestión de mirar
y ver que en Bucaramanga hay vías que se vienen construyendo, y sólo tenemos que salir
de la universidad por la carrera 27 para ver que llegamos al sur; dicho de otro modo, no
necesitamos de n i n g u n a inferencia para saber que esas dos proposiciones son verdaderas.
Pero que Juan es mortal, en c a m b i o , es algo que no podemos saber apoyándonos en nuestros
sentidos, pues hasta el momento Juan está vivo. ¿Diremos que es mortal cuando se haya
muerto? Eso sería tan trivial como decir que Juan era soltero hasta cuando se casó, o que
María está soltera porque aún no se ha casado. Es obvio que si Juan se muere él entonces
es un ser mortal; pero ... ¿cómo saber que es mortal en este momento? Como se darán
cuenta, no podemos determinar que Juan es mortal de la misma manera como sabemos que
las dos primeras proposiciones son verdaderas. Sin embargo, podemos hacer la siguiente
inferencia: "puesto que todos los hombres son mortales y Juan es un hombre (en todo caso
no es un ángel), entonces de ahí podemos concluir que Juan es m o r t a l " . Es decir, llegamos
a la verdad de que Juan es mortal apoyándonos en otras dos afirmaciones, de las cuales
derivamos la verdad de una tercera, valga decir, la afirmación de que Juan es mortal. Por
otra parte, la última proposición es a todas luces una proposición verdadera, aunque la
fuente de dicha verdad no esté en una comprobación empírica, y aunque tampoco tengamos
que construir n i n g u n a inferencia para lograr determinar la verdad de dicha proposición. Sin
más, la proposición "ningún triángulo tiene cuatro lados" es verdadera por el mero análisis
Ahora bien, muchas de nuestras inferencias son tan automáticas que pocas veces nos damos
cuenta de que estamos sacando conclusiones a partir de los datos que tenemos. Uno espera
nadie expresa verbalmente la siguiente inferencia: "puesto que el bus va a pasar por este
para la casa por la noche bajo el supuesto de que la casa sigue estando donde la dejamos
cuando salimos por la mañana; pero nadie se dice a sí m i s m o : "puesto que la casa está
ahí mismo donde la dejé por la m a ñ a n a , entonces me voy para la casa". Y, sin embargo,
es obvio que cuando decidimos irnos para la casa es bajo el supuesto de q u e la casa sigue
estando ahí, bajo el supuesto de que no la ha levantado un tractor y que tampoco los
talibanes le han dirigido un avión pocas horas antes. Como d i j i m o s , realizamos inferencias
de una manera tan rápida que pocas veces nos percatamos de q u e detrás de esas mismas
Ahora ... ¿qué pasaría si el bus que esperamos no llega; o si, de repente, cuando lleguemos
decir, la información o los datos que dábamos por hechos, no eran tales; en otras palabras,
que cuando nos paramos en el paradero era apenas un supuesto el de que iba a pasar el
bus, y que cuando nos vamos tan confiados para la casa es apenas un supuesto que la casa
sigue estando donde estaba horas antes. Así, m u c h a s de las inferencias que sacamos en
la vida diaria son tan automáticas que nos sorprendemos solamente cuando nos damos
modo, es una fortuna que en el m u n d o las cosas ocurran con una relativa regularidad, pues
las sillas en las que nos sentamos no están dañándose a cada momento, ni los pájaros viven
haciendo sus necesidades sobre las cabezas de los desprevenidos transeúntes. Si en estos
casos sucediera con frecuencia todo lo contrario, nadie se pararía debajo de una lámpara,
al lado de una pared, debajo de un árbol, e t c . , etc. Derivar conclusiones o sacar inferencias
lugar a dudas, uno de los logros más importantes de la especie h u m a n a . Con todo, no hay
que confiar demasiado en nuestras inferencias, pues puede resultar que muchas de ellas
se queden sin piso; menos aún confiar, sin ningún sentido crítico, en las inferencias de los
demás. Un estudiante le dice a otro: "ese profesor es un borrachín, sólo mírale cómo tiene
los ojos de h u n d i d o s " ; y el otro, más insensato todavía, agrega: "y no sólo eso, yo creo que
es alcohólico y tiene problemas con su esposa". ¿De dónde han sacado estas inferencias?
Un análisis desprevenido del asunto nos enseñará que estas inferencias, y muchas otras
que derivamos en nuestra vida cotidiana, no tienen ningún sustento, pese a que queramos
hacerlas pasar por buenas inferencias, o pese a que no logremos captar que se trata de
inferencias incorrectas. Una buena dosis de Lógica nos enseñará a derivar conclusiones
correctas, nos enseñará a argumentar de una mejor manera y a defender nuestros puntos
Veamos ahora un ejemplo de inferencia paso a paso, algo complejo pero divertido a la hora
La famasa guerra de Troya duró diez años, y en ella participó un nutrido grupo de héroes
griegos, cuyas hazañas cantó el gran Homero. Averigüemos dónde nacieron cuatro de los
más destacados, y quiénes fueron sus esposas y padres relacionando todos los datos en el
cuadro de abajo. Se trata de llevar a cabo inferencias con la información que se tiene para
1•
dar con los nombres que se p i d e n La información de la que vamos a partir es la siguiente:
juegos/03_n.htm
1. El esposo de Crésida nació en la antiquísima ciudad de Argos.
Estos juegos o problemas lógicos son muy útiles para comenzar a comprender las principales
ejercicio que se nos propone, es decir, completar la tabla a partir de la información que se
nos suministra.
En este caso, con la información que tenemos, fácilmente podemos completar los siguientes
espacios, pues allí se nos dice claramente que a) Héctor nación en Troya, b) Odisea nació en
Diómedes
Héctor
Odisea
En principio, con la información que tenemos a la mano sólo podemos rellenar los anteriores
espacios. ¿Y los demás? Pues bien, este es justamente el problema que debemos resolver.
Para ello, podríamos pensar al menos en tres métodos. El primero consistiría en acudir a
nuestra " i n t u i c i ó n " . Esto quiere decir que podríamos intentar adivinar la información que
debe ir en cada cuadro e ir contrastando estos intentos con el resto de información que aún
no hemos usado. La apelación a la "fe" o a la intuición es una forma más común de lo que
Piénsese por ejemplo en estas aseveraciones: "Este año será el año de mi suerte", "yo
tengo un ángel que me cuida", "mi novia me es completamente fi e l " , "presiento que
Para el caso concreto de nuestro problema de los Héroes, podríamos intuir que Agamenón
fue el esposo de Crésida y que, por lo tanto, según lo que se nos dice en el numeral 1,
Diómedes Ti deo
Héctor Troya
Ahora bien, vemos que esta adivinanza es problemática porque en el numeral 7 se nos dice
claramente que Agamenón no nació en Argos. Así que hemos caído en un error. Podríamos
intentar otra adivinanza y suponer ahora que el esposo de Crésida es Odiseo, pero esto
tampoco puede ser porque ya sabemos que Odiseo nació en Ítaca. Este método de "adivinar"
es en realidad un método de "prueba y error" que no parece traer muchos resultados, pues
puede suceder que sólo lleguemos a la solución correcta después de haber intentado todas
las posibilidades. Adivinar es, con seguridad, mucho más fácil que pensar, pero también,
Una segunda forma de intentar resolver nuestro problema de rellenar las casillas puede
ser acudiendo directamente a una biblioteca en búsqueda de los libros adecuados que nos
puedan informar acerca del lugar en donde nacieron estos héroes, así como el nombre de
sus padres y de sus esposas. Si esto hacemos, fácilmente sabremos, por ejemplo, que Odiseo
fue el esposo de Penélope, y que fue hijo de Laertes. Muchos de nuestros conocimientos
comprobarlos empíricamente con ayuda de nuestros sentidos, como cuando queremos saber
si el día está soleado. Al respecto, no tiene mucho sentido que intentemos adivinarlo sino que
Recordemos, sin embargo, que este procedimiento es bastante limitado, pues no son muchas
las cosas que podemos comprobar basándonos en la experiencia directa de los sentidos.
Pues bien, una tercera forma mediante la cual podemos saber acerca de nuestros héroes es
los datos iniciales con que contamos. Como lo señalamos anteriormente, una gran parte de
psicológicas, ni porque los comprobemos directamente por nuestra propia cuenta, sino porque
son conocimientos que podemos derivar o inferir de otros conocimientos que ya hemos aceptado
como verdaderos. ¿Cómo puedo estar seguro de que mañana saldrá el sol? Sólo porque yo sé
que todos los días sale el sol, y que mañana será otro día como cualquier otro. Por lo tanto, de
En el caso de nuestro problema de los Héroes, simplemente necesitamos mirar toda la información
que tenemos en los numerales 1 a 7 y, a partir de ahí, sacar las conclusiones correctas que nos
permitan conocer la información que nos hace falta. Veamos; esto es lo que tenemos:
Agamenón Atreo
Diómedes Ti deo
���-�-t---��������--1-��������-t-��������-.
Héctar Troya
Odisea ltaca
El numeral 7 nos dice que Agamenón, quien fuera hijo de Atreo, no nació en Argos. Esto
quiere decir que Diómedes tuvo que ser el héroe que provino de aquella tierra, pues
ya sabemos que Héctor nació en Troya y Odiseo en Ítaca. Así que, con total seguridad,
Diómedes
; Héctor
I Odiseo
Ahora, si Diómedes nació en Argos, Héctor en Troya y Odisea en Ítaca, ¿quién sino Agamenón
pudo haber nacido en Micenas? En efecto, la información de los numerales 1 a 7 nos habla
de cuatro ciudades: Argos, Troya, Ítaca y Micenas; y ya hemos usado las tres primeras en
Diómedes
Héctor
Odiseo
Pues bien, si Agamenón nació en Micenas, podemos concluir, con toda tranquilidad, que fue
esposo de Clitemnestra, pues esto es lo que nos dice el numeral 3. Así que podemos escribirlo.
Diómedes
Héctor
Odiseo
Además, también podemos estar seguros por lo que nos dice el numeral 1 que Diómedes
Héctor
Odiseo
Por su parte, el numeral 4 nos dice que el suegro de Andrómaca fue Príamo; lo que quiere
decir que uno de los héroes tuvo que haber sido esposo de Andrómaca y, a la vez, hijo de
Príamo. Ahora bien, el mismo numeral nos dice que este héroe no puede ser Odisea; por lo
tanto, podemos c o n c l u i r que debe ser Héctor, pues a los otros héroes ya les hemos asignado
\ >.M'�'
Héctor :1:
Troya ¡
, ' Príamo Andómaca
Odiseo !taca
Finalmente, el numeral 2 nos ha bl a de una cuarta esposa que contrajo matrimonio con
el hijo de Laertes. La tabla nos muestra que el único héroe al que no le hemos asignado
esposa es a Odiseo. Por lo tanto, podemos estar seguros de que Odiseo fue el esposo de
hemos completado la tabla que antes parecía tan difícil de completar. Y lo hemos hecho
Crésida
"dada esta información, (A), puedo concluir otra, ( B ) , siendo (A) la información aceptada
previamente, o dada, y (B) la información nueva que se deriva de (A)". La lógica estudia
otra información nueva relacionada con la primera. Como veremos, estos procesos son
Ejercicio
a. Dé cinco ejemplos de inferencias correctas, con sus propias palabras, partiendo del caso
anterior.
b. Derive cinco inferencias a partir de la siguiente afirmación: "Todos los banqueros son
capitalistas".
pagaban una condena de cadena perpetua. Uno de ellos tenía una visión normal, otro
sólo contaba con un ojo y, el tercero, era completamente ciego. Un buen día el carcelero
les propuso un reto: "Tengo 5 sombreros. Dos de ellos son rojos y tres son blancos. Voy
a seleccionar tres sombreros para colocarlos en sus cabezas de forma tal que ninguno de
ustedes pueda ver el sombrero que tiene en su cabeza, pero, si lo desean, puede ver el
el sombrero que tiene en su cabeza le daré la libertad. Pero sepan que si se equivocan les
cambiaré su cadena perpetua por la pena de muerte. Claro, también pueden escoger "pasar"
y su pena seguirá siendo la m i s m a " . Primero que todo el carcelero le peguntó al prisionero
con vista normal. Este prefirió pasar. Después le preguntó al prisionero con un solo ojo, quien
también decidió pasar. El carcelero, al ver esto, no iba a preguntarle nada al ciego, pero éste
se apresuró a decirle: "¡Carcelero! No tengo necesidad de ver. De lo que mis compañeros con
ojos han dicho o no han dicho yo puedo "ver" con toda claridad que mi sombrero es de color
__ " Y efectivamente el prisionero ciego recobró su libertad. ¿De qué color era el sombrero
e. En cierta sociedad, muy diferente de la nuestra, los políticos siempre mienten mientras que
los no políticos siempre dicen la verdad. Un extraño se encuentra con tres nativos de dicha
pregunta. Después, el segundo nativo afirma que el primero negó ser un político. Finalmente el
tercer nativo dice que el primer nativo es un político. ¿Cuántos de los nativos son políticos?
f. En la siguiente "suma de letras" cada letra debe ser reemplazada por un número único de O a
- - r:
--�,.;,_ ' L-\.-� J�.:t..-�·
D
G
o
E
N
R
A
A
L
L
D
R o B E R T
O R Í G E N E S DE LA I N F E R E N C I A
Para nadie es un secreto que los seres humanos tenemos la capacidad de razonar, de inferir,
de sacar conclusiones. Ya lo hemos comprobado. Pero, ¿existe alguna prueba científica que
nos asegure que dicha capacidad nos diferencia de otras criaturas del universo?
de Buytendijk, que "muestra mejor que otros - según palabras del psicólogo ruso
Alexander Romanovich Luria - las diferencias entre el pensamiento del hombre y el de los
2•
animales"
animal se dirigía entonces al lugar y lo encontraba. Después, y sin que el animal se percatara
2 LURIA, Alexander. Conciencia y lenguaje. Madrid: Pablo del Río- Editor, S . A. 1979 p . 1 2 .