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TEORIA
SOCIOLOGICA
CLASICA
GEORGE RITZER
CAPITULO 1
ESBOZO HISTÓRICO DE LA TEORIA SOCIOLOGICA: PRIMEROS AÑOS.
INTRODUCCION.
Por teoría sociológica clásica nos referimos a las teorías ambiciosas que se crearon durante la edad
clásica de la sociología en europa, siglos XIX y XX. Comte, Spencer, Marx, Durkheim, Weber y Simmel son
los grandes pensadores de estas teorías en Europa. Mead, Schutz y Parsons en los Estados Unidos.
Si analizamos a estos nueve teóricos es por dos razones. Primera, su obra cobró gran importancia en su
tiempo y sirvió para desarrollar la sociología en general. Segundo, sus ideas han sido y siguen siendo
importantes y leídas por los sociólogos contemporáneos.
Estos son los pensadores sociales que nos interesan y comenzamos con el examen de las fuerzas sociales
e intelectuales más importantes que configuraron sus ideas.
FUERZAS SOCIALES EN EL DESARROLLO DE LA TOERIA SOCIOLÓGICA.
El contexto social configura profundamente todos y cada uno de los campos intelectuales. Analizaremos
algunas de las condiciones sociales más importantes del siglo XIX y principios del XX, condiciones de
suma importancia para el desarrollo de la sociología.
Revoluciones políticas.
Desde la Revolución Francesa de 1789 se han desarrollado importantes revoluciones en el siglo XIX en
Europa, estas constituyeron el germen de la aparición de la teoría sociológica. La influencia en la
sociedad de estas revoluciones fue muy grande. Sin embargo, lo que atrajo a los teóricos de la sociología
no fueron los resultados positivos de esos cambios, sino sus efectos negativos. El caos y el desorden
resultante, sobre todo en Francia, atrajo a los escritores, sintiendo la necesidad de restaurar el orden de
la sociedad. Algunos de los más extremistas, anhelaban la vuelta a la Edad Media, otros más sofisticados,
reconocían que la vuelta era imposible. Este interés por la cuestión social fue una de las preocupaciones
principales de los teóricos clásicos como Comte, Durkheim y Parsons.
La revolución industrial y el nacimiento del capitalismo.
Si importante fue la revolución política, la revolución industrial no se quedó atrás. La revolución
industrial no es un único acontecimiento, sino muchos desarrollos interrelacionados que culminaron en
la transformación del mundo occidental, que pasó de ser un sistema fundamentalmente agrícola a otro
industrial. Gran cantidad de personas abandonaron el campo y se volcaron en las fábricas de las
ciudades. Se crearon inmensas burocracias para dar abasto a la industria y al naciente sistema
económico capitalista. El ideal era un libre mercado en el intercambio de productos del sistema
industrial. En este sistema unos pocos obtenían grandes beneficios, mientras la mayoría trabajadora,
trabajaba muchas horas por poco salario. La consecuencia de ello fue la reacción en contra del
capitalismo y del sistema industrial en general. Se creó el movimiento obrero en defensa de los abusos
del capitalismo. Todo esto provocó una revuelta en el mundo occidental, cuyos pensadores como Marx,
Weber, Durkheim y Simmel, pasaron su vida estudiando estos problemas y caminos de solución.
El nacimiento del socialismo.
Una serie de cambios cuyo objetivo era solucionar los excesos del sistema industrial y del capitalismo
pueden agruparse bajo el término de “socialismo”. Algunos sociólogos apoyaron el socialismo como
solución de los problemas de la clase obrera, la mayoría se manifestó en contra de él. Karl Marx apoyaba
activamente la caída del sistema industrial y el capitalismo y su sustitución por el sistema socialista. Marx
no desarrolló ninguna teoría del socialismo, aunque criticó activamente el sistema capitalista.
Weber y Durkheim reconocían las carencias del sistema capitalista, pero se opusieron al sistema
socialista. Buscaron una tercera vía de reforma social dentro del capitalismo. Como veremos más
adelante, la teoría sociológica se desarrolló como una reacción a la teoría socialista en general y a la
marxiana en particular.
Urbanización.
La revolución industrial atrajo a millones de personas del campo a la ciudad. El crecimiento desmesurado
de las ciudades produjo una lista interminable de problemas urbanos. La naturaleza de esta vida urbana
y sus problemas atrajo la atención de Weber y Simmel. De hecho, la primera escuela sociológica
estadounidense, la escuela de Chicago, se define por la preocupación por la ciudad y sus intereses en la
utilización de Chicago como laboratorio de estudio.
Cambio religioso.
Los cambios sociales que se produjeron a raíz de las revoluciones políticas, industriales y la urbanización,
tuvieron un profundo efecto en la religiosidad de la gente. Muchos sociólogos habían recibido una
educación religiosa, y querían aplicar la religión a la sociología. Su deseo era mejorar la vida de las
personas. Para Comte la sociología se convirtió en religión. Durkheim dedicó una de sus obras principales
a la religión. La moral jugó un papel importante para Parsons. Weber dedicó muchas de sus obras a las
religiones del mundo. Marx fue el más crítico con la religión. Spencer también discutió sobre las
“instituciones eclesiásticas” como un componente importante de la sociedad.
Crecimiento de la ciencia.
En el curso del desarrollo de la teoría sociológica tuvo lugar un creciente interés por la ciencia, no sólo en
las universidades, sino también en la sociedad en general. Los productos tecnológicos impregnaban
todos los campos de la vida. La física, biología y química fueron muy estudiadas. En la práctica, estos
estudios, quisieron modelar la sociología, según creía Comte, Durkheim, Spencer, Mead y Schutz. Sin
embargo, hay otros autores como Weber, que pensaban que las características particulares de la vida
social dificultaban la adopción de un modelo absolutamente científico.
1. Mientras que la mayoría de los filósofos de la Ilustración tendían a hacer hincapié en el individuo, la reacción
conservadora llevó a un mayor interés por la sociedad. La sociedad no era un mero agregado de individuos. La
sociedad existía per se, con sus leyes de desarrollo y raíces en el pasado.
2. La sociedad era la unidad de análisis más importante. Era la sociedad la que creaba al individuo a través del proceso de
socialización.
3. El individuo no era ni siquiera el elemento más básico de la sociedad. Una sociedad se componía de elementos tales
como roles, posiciones, relaciones, estructuras e instituciones.
4. Se creía que las partes de una sociedad estaban interrelacionadas y eran interdependientes. Estas interrelaciones
constituían la principal base de la sociedad.
5. Se contemplaba cualquier cambio como una amenaza. Cuando las instituciones se destruyen, la gente sufre y ese
sufrimiento desemboca en desorden.
6. Los diversos componentes de la sociedad eran útiles tanto para la sociedad como para el individuo.
7. Pequeñas unidades como la familia, el vecindario y los grupos religiosos son calificados como esenciales para los
individuos y la sociedad.
8. La industrialización, la urbanización y la burocratización tenían un efecto desorganizador en la sociedad.
9. La reacción conservadora llevaba a reconocer la importancia de los factores no racionales como el ritual, la ceremonia
y el culto en la vida social.
10. Los conservadores apoyaban la existencia de un sistema social jerárquico.
Aunque hay elementos de discordancia entre la Ilustración y la contra-Ilustración, Siedman defiende que hay
vínculos y afinidades entre ellas: Primero, la contra-Ilustración prolonga la tradición científica desarrollada por la
Ilustración. Segundo, la contra-Ilustración, adoptó el interés de la Ilustración por las colectividades, en oposición al
individuo, y las estudió en profundidad. Tercero, ambas se interesaron por los problemas del mundo moderno,
especialmente por sus efectos negativos sobre los individuos.
Pasamos a la fundación real de la sociología como disciplina con la obra de tres pensadores franceses:
Claude Henri Saint-Simon. Saint-Simon tuvo de discipulo y secretario a Comte, pero un amargo debate entre los dos
terminó a su separación final. Saint-Simon pretendía preservar la sociedad tal y como sera, pero no anhelaba las ideas de De
Bonald y Maistre y el regreso a la vida de la Edad Media. Saint-Simon era positivista, creía que el estudio de los fenómenos
sociales debía emplear las mismas técnicas científicas que las ciencias naturales. Saint-Simon previó la necesidad de reformas
socialistas, especialmente la planificacion centralizada del sistema económico. No fue tan lejos como Marx, aunque ambos
previeron que los capitalistas suplantarían a la nobleza feudal, Saint-Simon no creía que la clase trabajadora pudiera sustituir
a los capitalistas.
Auguste Comte. Comte fue el primero en utilizar el término “sociología”. Influyó mucho en Spencer y Durkheim. Comte
creía que el estudio de la sociología debía de ser un estudio científico. Contrario a la Revolución Francesa y la Ilustración, se
sentía profundamente perturbado por la anarquía que reinaba en la sociedad y se mostraba crítico con los que apoyaban a la
Ilustración. Desarrolló el positivismo para luchar contra la filosofía destructiva de la Ilustración. Comte se alineaba con De
Bonald y Maistre. Pese a ser un contrarrevolucionario, su obra debe ser analizada por dos motivos. Primero, no creía que
fuera posible un regreso a la Edad Media. Segunda, desarrolló un sistema teórico bastante más sofisticado que sus
predecesores. Comte desarrolló su física social para luchar contra las filosofías negativas y la anarquía perjudicial que
reinaban en la sociedad francesa. El uso del término física social evidencia el afán de Comte por modelar la sociología a partir
de las “ciencias duras”. Esta nueva ciencia debía ocuparse tanto de la estática social (de las estructuras sociales existentes)
como de la dinámica social (del cambio social). Comte percibía la dinámica social más importante que la estática social. Comte
recomendaba una evolución natural de la sociedad, eso mejoraría las cosas. Las reformas eran necesarias sólo para empujar
levemente el proceso de cambio. Esto nos lleva a la piedra angular de la teoría de Comte, su teoría de la evolución o ley de los
tres estadios. De acuerdo con Comte, no sólo el mundo atraviesa este proceso, sino también los grupos, las sociedades, las
ciencias, los individuos y las mentes de las personas. El primer estadio es el:
Teológico.- Define el mundo anterior a 1300. Se caracterizaba por la creencia de que los poderes
sobrenaturales, las figuras religiosas, diseñados a partir del hombre, constituían el origen de todo. Idea
de Dios como creador.
Metafísico.- Situado entre 1300 y 1800. La naturaleza lo explica todo mejor que lo sobrenatural.
Positivo.- A partir de 1800.Creencvia en la ciencia. Se abandona a Dios y a la naturaleza como explicación
de todo, para concentrarse en la observación del mundo físico y social y en la búsqueda de las leyes que
lo regían.
Comte afirmaba que el desorden intelectual era la cusa del desorden moral. El desorden se derivaba de
los antiguos sistemas teológico y metafísico que existian en la edad del positivismo. Tarde o temprano
llegaría el positivismo , aunque quizás no tan rápido como algunos afirmaban. Lo realmente necesario
para Comte era el cambio intelectual y apenas podían aducirse razones para apoyar la revolución social y
política.
Comte utilizaba como unidad básica de análisis entidades como la familia y no el individuo. Comte
recomendó elaborar teorías abstractas, hacer uso de la observación, la experimentación y el análisis
histórico comparado. Comte creía que la sociología se convertiría en la fuerza científica dominante del
mundo debido a su capacidad de interpretar las leyes sociales y de desarrollar reformas para solventar
los problemas del sistema.
Emile Durkheim.- También para Durkheim la Ilustración supuso una influencia negativa, aunque para la
obra de Comte y Durkheim tuvo efectos positivos. Durkheim era más conservador que Comte. Mientras
Comte se mantuvo alejado de los círculos académicos franceses, Durkheim legitimó la sociología en
Francia y su obra se convirtió en una fuerza dominante en el desarrollo de la sociología en general.
Durkheim era políticamente liberal, pero intelectualmente adoptó una postura más conservadora. Gran
parte de su obra está dedicada al desorden social, algo que temía y odiaba. Mientras Marx pensaba que
los problemas del mundo eran inherentes a la sociedad, Durkheim y la mayoría de los sociólogos,
disentían de Marx. La bibliografía de Durkheim es muy extensa. En Las reglas del método sociológico
Durkheim defiende que la tarea especial de los sociología era el estudio de lo que el denominaba hechos
sociales, que para Durkheim eran fuerzas y estructuras externas y coercitivas al individuo. En este libro
distinguía dos tipos de hechos sociales: los materiales y los no materiales. Analizó ambos, pero se centró
más en los hechos sociales no materiales, como la cultura, que en los hechos sociales materiales, como
la burocracia o el derecho.
En su obra La división del trabajo social se interesó por los hechos sociales no materiales y concluía que
las sociedades primitivas se mantenían unidas a través de hechos no materiales como la moral o
conciencia colectiva.
En El suicidio razonaba que si se podía vincular un comportamiento individual como el suicidio con
causas sociales, ello supondría una prueba irrefutable de la importancia de la sociología como disciplina
científica.
En Las formas elementales de la vida religiosa se embarcó de nuevo en el estudio de los hechos no
materiales, la religión. En esta obra, Durkheim examina las sociedades antiguas buscando el origen de la
religión. Llegó a la conclusión de que la fuente de la religión era la sociedad per se. A través del clan
como germen mismo de la religión y el totemismo, deificando plantas y animales, concluyó que la
sociedad y la religión era fenómenos indistintos. La religión era el modo en que la sociedad se expresaba
a sí misma bajo la forma de un hecho social no material. Como identificaba a Dios con la sociedad,
Durkheim era contrario a las revoluciones, era un reformador social dedicado a buscar la manera de
mejorar el funcionamiento de la sociedad. En 1898 Durkheim fundó una revista especializada en
sociología,” L’Année Sociologique”. Esta revista se convirtió en referente para la difusión de las ideas
sociológicas.
reside en que los individuos llegan a darse cuenta de que su realización esencial consiste en el desarrollo
y la expansión del espíritu de la sociedad como un todo. De esta manera, los individuos evolucionan
desde la comprensión de las cosas a la comprensión de sí mismos, y de aquí a la comprensión de su lugar
en el más amplio esquema de las cosas.
Ludwig Feuerbach fue un importante puente entre Hegel y Marx. Feuerbach criticaba el excesivo
idealismo de Hegel y pensaba que se debía centrar más en la realidad material de las cosas. Feuerbach
se centró en la religión para criticar a Hegel. Dios era una proyección de características positivas,
mientras el hombre se veía a sí mismo como un ser imperfecto y pecador. Feuerbach reclama que esa
religión debe de ser superada y que sea el hombre un fin en sí mismo. Marx tampoco estaba
plenamente satisfecho con la postura de Feuerbach, éste, se centraba demasiado en la religión y Marx
pensaba que se debía analizar el mundo social en su conjunto y, en particular, la economía.
Para Marx, el idealismo de Hegel era harto conservador y equivocado. Marx adoptó una postura muy
diferente al manifestar que la raíz de los problemas de la vida moderna podía encontrarse en fuentes
reales materiales, y que las soluciones, residían en la destrucción de esas estructuras por medio de la
acción colectiva de un gran número de personas.
Marx se quedó con la dialéctica de Hegel y el materialismo de Feuerbach, y los incorporó a su propia
orientación teórica, el materialismo dialéctico, que se centraba en las relaciones dialécticas en el mundo
material. El trabajo de Marx hizo que se acercara a la obra de Adam Smith y de David Ricardo. Para Marx,
el trabajo era la fuente de la riqueza. Ello condujo a Marx a la construcción de su teoría del valor del
trabajo, y las siguientes consideraciones de que el obrero era explotado y no recibía un salario justo, y las
ganancias de los capitalistas estaban basadas en la explotación del obrero. El valor añadido, retenido y
reinvertido por el capitalista, constituía la base de todo el sistema capitalista. Marx consideraba que
estos males no eran inevitables y criticaba la aceptación, como mal menor, del capitalismo, exigía un
cambio radical en el sistema productivo.
Marx no era sociólogo, pero podemos encontrar una teoría sociológica de la obra de Marx. La reacción
negativa en la sociología norteamericana constituyó un factor muy importante en la configuración de
gran parte dela teoría sociológica. La razón fundamental del rechazo a Marx era ideológica. Muchos de
los sociólogos heredaron la reacción conservadora y odiaban los desórdenes y las ideas radicales de
Marx. Los sociólogos estaban ávidos de una nueva ideología conservadora con un envoltorio de teoría
sociológica, pero no la teoría de Marx, que se encontraba en las antípodas de la teoría conservadora. A
Marx no le importaban los desórdenes, lo que le importaba era el carácter opresivo del sistema
capitalista, el interés de Marx era la revolución.
En resumen, Marx ofreció una teoría de la sociedad capitalista fundamentada en su imagen de la
naturaleza básica de los seres humanos. Marx creía que las personas eran esencialmente productivas; es
decir, para sobrevivir, las personas necesitaban trabajar en y con la naturaleza. Al hacerlo, producían
alimentos y otros bienes básicos que le permitían vivir. Su productividad era un modo perfectamente
natural del expresar sus impulsos creativos básicos. Las personas eran inherentemente sociales.
Necesitaban trabajar juntas con el fin de producir lo que necesitaban para su supervivencia. En el
transcurso del tiempo se habían creado estructuras que interferían el proceso productivo natural. Era en
la sociedad capitalista donde estas estructuras interferían con más fuerza. El capitalismo es en lo
fundamental una estructura que impone barreras entre el individuo y el proceso de producción, los
productos de ese proceso y los demás individuos, en última instancia, divide incluso al individuo. Este es
el significado básico del concepto de alienación. La alienación se produce debido a que el capitalismo se
desarrolla dentro de un sistema de dos clases en el que unos pocos capitalistas poseen los medios de
producción, los productos y el tiempo de trabajo de los que trabajan para ellos. Marx dedicó muy poco
tiempo en idear un estado socialista utópico.
Raíces y naturaleza de las teorías de Weber y Simmel. La teoría weberiana se desarrolló en gran parte en
oposición a la teoría marxista, en otra parte, Weber intentó “redondearla”. Weber reaccionó más hacia
la obra de los marxistas que contra del mismo Marx. Weber no creía en las teorías monocausales
económicas que defendían los marxistas. Weber, en lugar de concentrarse en los factores económicos,
dedicó más atención a las ideas y a sus efectos sobre la economía. En La ética protestante y el espíritu
del capitalismo estudió el protestantismo como sistema de ideas y las consecuencias en el sistema
capitalista. Algunos estudiosos llegaron a la conclusión de que Weber desarrolló sus ideas en oposición a
las de Marx. Otros estudiosos consideran que Weber intentó completar la perspectiva teórica de Marx.
Interpretando su trabajo sobre la religión, y el esfuerzo por mostrar que no sólo los factores materiales
afectaban a las ideas, sino que las propias ideas afectaban a las estructuras materiales. Esta
interpretación acerca a Weber y a Marx. Un buen ejemplo del proceso de redondeo de Weber sobre la
ningún intercambio entre ellas. Tras la muerte de Marx, la teoría marxista estuvo inicialmente dominada
por quienes entreveían en su teoría un determinismo económico y científico. Wallerstein denomina esta
etapa la época del “marxismo ortodoxo”. Engels fue el primer exponente de esta perspectiva. En lo
fundamental, la teoría científica de Marx relevaba que las leyes económicas que regían el mundo
capitalista estaban abocadas al colapso, y por lo tanto, el fin del sistema capitalista. Marx no tuvo en
cuenta la relación dialéctica entre los individuos y las grandes estructuras sociales. Eso de sentarse y
esperar que pase el cadáver de tu enemigo, para el capitalismo, no ha servido. El capitalismo es el único
sistema económico que es capaz de aprender de sus errores, modificarse y mutarse.
Estas ideas supusieron una reacción de los marxistas hegelianos que se negaron a reducir al marxismo a
una teoría científica que ignoraba el pensamiento y la acción del individuo. Se les llamó marxistas
hegelianos porque se esforzaron por combinar el interés de Hegel por la conciencia y el interés de los
deterministas por las estructuras económicas de la sociedad. El principal exponente de este punto de
vista fue George Lukács. Lukács fue el padre del marxismo occidental y el autor de Historia y conciencia
de clase, reconocida como la carta fundacional del marxismo hegeliano. Lukács comenzó a principios de
siglo a integrar marxismo y sociología.
CAPITULO 2
ESBOZO HISTÓRICO DE LA TEORIA SOCIOLOGICA: AÑOS POSTERIORES.
Es difícil datar la fecha exacta de la fundación de la sociología americana. Desde 1858 hasta 1892 se
impartieron diferentes cursos sobre problemas sociales. Albion Small se trasladó en 1892 hasta la
Universidad de Chicago y estableció el primer centro importante de la sociología estadounidense.
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inferiores a su condición presente. La humanidad había pasado de lo simple a lo complejo. Ward era un
convencido de que la sociología debía ocuparse de algo más que la vida social, en definitiva, que creía
necesaria una sociología aplicada. Ello implicaba el uso consciente del conocimiento científico para
lograr una sociedad mejor. De este modo Ward no era un darwinista social extremista, creía en la
necesidad y en la importancia de la reforma social.
La escuela de Chicago.
En 1892, Albion Small fundó el departamento de sociología de la Universidad de Chicago. Albion actuó
en pro de la creación de un departamento en la Universidad de chicago, que terminaría por convertirse
en el centro de la disciplina en los EE.UU. durante muchos años. En 1894 Small colaboró en el primer
manual de sociología. En 1895 fundó el American Journal of Sociology, en 1905 también fundó con otros
la American Sociological Society, asociación profesional de sociólogos. La A.S.S., por sus siglas no estaba
bien vista y pasó a llamarse en 1959 American Sociological Association.
Los inicios de la Escuela de Chicago. El inicio del primer departamento tuvo mucho que ver con la
religión. Algunos de sus miembros eran sacerdotes o hijos de sacerdotes. Albion Small pensaba que la
meta última de la sociología debía ser esencialmente cristiana. Esta creencia condujo a la sociología a
ocuparse de la reforma social a través de un carácter científico. Chicago fue su laboratorio.
W.I. Thomas se incorporó en 1895 e hizo hincapié en la necesidad de la investigación científica sobre
cuestiones sociológicas. Sus ideas se manifestaron en una obra publicada en 1918 “The polish peasant in
Europe and América”, obra coescrita con Florian Znaniecki. Tanto Martin Bulmer como Norbert Wiley
consideran a esta obra de gran importancia para la sociología en el sentido de que clarificaba el singular
espacio intelectual en el que esta disciplina puede observar y explorar la desorganización social de los
emigrantes polacos. La obra era sobre todo un estudio macrosociológico de las instituciones sociales.
Thomas, más adelante en su carrera, optó por un enfoque microscópico y socio-psicológico, que se
oponía a los estudiosos de grandes estructuras como Marx, Weber y Durkheim. El producto teórico de la
Escuela de Chicago fue el Interaccionismo simbólico.
Otra figura relevante de la Escuela de Chicago fue Robert Park. Su importancia para el desarrollo de la
sociología se debe a diferentes razones: Primera, se convirtió en la figura principal del departamento de
sociología. Segunda, Park había estudiado en Europa y llevó a américa filosofías continentales. Al mismo
tiempo, Park había seguido a Simmel, por lo que las ideas de Simmel, particularmente su interés por la
acción y la interacción, intervinieron decisivamente en la Escuela de Chicago. Tercera, antes de ser
sociólogo, había sido periodista, y su experiencia le dio un sentido de la importancia de los problemas
humanos y de la necesidad de salir al exterior para recabar datos mediante la observación personal. Así
surgió el duradero interés por la ecología urbana. Cuarta, Park jugó un papel importante en la dirección
de los estudiantes contribuyendo al desarrollo de un programa de investigación cualificada. Finalmente,
en 1921, Park y Burgess publicaron el primer manual importante de sociología, “An Introduction to the
Science of Sociology”, que se convirtió en un texto influyente durante muchos años. A finales de los años
20, Park se marchó a Fisk University, una universidad de negros.
El declive de la Universidad de Chicago no se debió a la marcha de Park. Antes de analizar el declive de la
Universidad de Chicago debemos conocer a Charles Horton Cooley y George Herbert Mead.
Charles Horton Cooley. Cooley no comenzó su carrera en Chicago, sino en Michigan, pero se veía muy
atraído por el interaccionismo simbólico. Aunque a Cooley se le recuerda por sus incursiones en los
aspectos socio-psicológicos de la vida social, se mostró más interesado por la conciencia y como se va
modelando con la interacción social, su concepto del self-espectacular. Otro concepto básico de Cooley
es el del grupo primario. Los grupos primarios son grupos íntimos, en los que la relación es cara a cara,
grupos primarios de jóvenes, familia y pares son esenciales en el desarrollo del ser social. En esos grupos
primarios es donde nace el self-espectacular, donde el niño egocéntrico aprende a ser consciente de los
demás y se convierte en un miembro de la sociedad. Cooley rechazaba la visión conductista de los seres
humanos. Creía que las personas tenían conciencia, un self, y que la responsabilidad de los sociólogos
era estudiar este aspecto de la realidad social. Cooley aconsejaba ponerse en el lugar de los actores que
estudiaban, que utilizaran el método de la introspección simpática para analizar la conciencia.
George Herbert Mead. Es el pensador más importante vinculado a la Escuela de Chicago y al
interaccionismo simbólico. NO era sociólogo, era filósofo. Mead impartió cursos de filosofía a sociólogos
de la Escuela de Chicago y sus ideas influyeron en un gran número de ellos. Los estudiantes combinaron
las ideas de Mead con las de Park y Thomas, a raíz de esta combinación, surgió el interaccionismo
simbólico. Estos estudiantes reunieron los apuntes tomados y publicaron un volumen póstumo “Mind,
Self and Society”. Este volumen constituye el pilar intelectual del interaccionismo simbólico.
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Es preciso analizar las ideas de Mead en el contexto del conductismo psicológico. Lo que inquietaba a
Mead era que el conductismo no iba lo suficientemente lejos. Es decir, no contemplaba seriamente la
conciencia, ya que mantenía la idea de que no era susceptible de un estudio científico. Se afanó por
extender los principios del conductismo al análisis de la mente. Para llevar a cabo esta tarea Mead
adoptó un enfoque similar al de Cooley. Mientras la postura de Cooley parecía acientífica, la postura de
Mead prometía una concepción más científica de la conciencia mediante la ampliación de los principios y
métodos altamente científicos del conductismo psicológico.
Mead legó a la sociología una teoría totalmente contraria a los principales teóricos europeos, a
excepción de Simmel. Así, el interaccionismo simbólico se desarrolló por el interés de Simmel por la
acción y la interacción y del de Mead por la conciencia. No obstante, esta idea tiene una debilidad, los
niveles societal y cultural.
La decadencia de la sociología de Chicago. Además de la muerte de Mead y la desaparición de Park,
Fred Matthews, identifica varias razones de su decadencia. Primera, La disciplina se mostraba cada vez
más preocupada por ser científica y la utilización de métodos sofisticados y el empleo del análisis
estadístico. Park comenzó a desdeñar la estadística o esa magia parlante, como el la denominaba,
porque parecía prohibir el análisis de la subjetividad, de lo idiosincrásico y peculiar. Se terminó buscando
la cantidad y no la calidad. Segunda, la excesiva influencia de la Escuela de Chicago a través de sus
publicaciones en el resto de las universidades estadounidenses. Esto llevó a la creación de la American
Sociological Review, en contraposición a la American Sociological Association. Su caída marcó el
desarrollo de otros centros poderosos como Harvard y en general de la Ivy League. El interaccionismo
simbólico perdió terreno frente a sistemas teóricos más explícitos y codificados como el funcionalismo
estructural.
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estructuras de la sociedad y la relación entre ellas. Percibía que estas estructuras se mantenían
recíprocamente y tendían hacia un equilibrio dinámico. El interés se centraba en el modo en que el
orden se mantenía entre los diversos elementos de la sociedad. A Parsons no sólo le preocupaba el
sistema social per se, sino también su relación con los otros sistemas de acción, en especial los sistemas
cultural y de la personalidad. Las estructuras intersistémicas e intrasistémicas se definían por la
cohesión, el consenso y el orden.
Su obra también tuvo algunas consecuencias negativas. Primera, sus interpretaciones de los teóricos
europeos parecía reflejar su propia orientación teórica en lugar de la de aquellos. Muchos sociólogos se
expusieron a recibir una interpretación errónea de las teorías europeas. Segunda, ignoró a Marx, por lo
que las ideas de Marx permanecieron durante muchos años al margen de la sociología. Tercera, su teoría
acusa importantes puntos débiles, aunque su fama apagó toda crítica.
George Homans. Acaudalado bostoniano, obtuvo su licenciatura en Harvard. A través del fisiólogo L.J.
Henderson entró en contacto con las teorías de Pareto. Homans siempre se preguntó por qué se sentía
atacado por los marxistas. Homans estaba dispuesto a creer en Pareto porque le proporcionaba una
defensa. La publicación de “An Introduction to Pareto” convirtió a Homans en sociólogo, aunque era lo
único leído por Homans. Sin llegar a leer su tesis doctoral en Harvard, Homans se convirtió en una de las
principales figuras de la sociología de su tiempo. En 1939 se propuso la su incorporación al
departamento de sociología, pero la guerra interrumpió esa propuesta. Después de la guerra, Parsons
había creado el departamento y Homans se incorporó a él. Parsons y Homans llegaron a estar
enfrentados. Homans afirmaba que la teoría de Parsons no era en absoluto una teoría, sino un vasto
sistema de categorías intelectuales en las que encajaban muchos aspectos del mundo social. Homans
creía que la teoría debía construirse a partir de una observación cuidadosa del mundo social y , sin
embargo, al teoría de Parsons partía del nivel teórico para luego descender al nivel empírico. Homans
acumuló gran cantidad de observaciones empíricas, pero hasta 1950mno dio un enfoque satisfactorio a
su teoría. Esa teoría era el conductismo psicológico, que alcanza su mejor expresión en las ideas de B. F.
Skinner. Sobre esta base Homans construyó su teoría del intercambio. Harvard y su principal producto, el
funcionalismo estructural, predominaron en los años treinta y desplazaron a la Escuela de Chicago y el
interaccionismo simbólico.
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volvió a Alemania, muchos pensadores relacionados con él, siguieron sus propios caminos. Al principio,
los investigadores relacionados con el Instituto tendían a ser marxistas tradicionales centrados en la
economía. Pero hacia 1930 se produjo un cambio importante a medida que este grupo de pensadores se
interesaba más por el análisis del sistema cultural. Esta orientación se alineaba con Georg Lukács,
marxista hegeliano. Los teóricos críticos combinaron ideas de Weber e ideas de Marx, esto sirvió para
legitimar años más tarde a los ojos de los sociólogos la teoría marxista. Otro paso fue el empleo de
rigurosas técnicas científico-sociales desarrolladas por los sociólogos americanos para investigar
cuestiones que interesaban a los marxistas. Y aún más. Los teóricos críticos se esforzaron por integrar la
teoría freudiana, centrada en el individuo, con los principios societales y culturales de Marx y Weber.
La escuela crítica ha venido realizando un trabajo bastante útil desde los años veinte, pero hubo de
esperar hasta los años cincuenta, para ser descubierta por un sinnúmero de teóricos estadounidenses.
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tradición marxista. Sin embargo, al final, su teoría del conflicto parecía más un reflejo especular del
funcionalismo estructural que una teoría marxista del conflicto. Su obra “Class and Class conflicto in
Industrial Society” influyó en la teoría del conflicto, pero ello se debía principalmente a que parecía
alinearse más con el funcionalismo estructural que con la corriente principal de la sociología. La teoría
del conflicto fracasó por ser cobarde en su apuesta marxista. Ere demasiado pronto, años 50 y 60, para
que la sociología estadounidense aceptara un enfoque plenamente marxista. Sin embargo, este esfuerzo
fue útil, ya que sentó las bases para que a finales de los años sesenta comenzara a aceptarse este
enfoque.
No debemos olvidar a Randall Collins en la teoría del conflicto. Collins acusa la misma debilidad que los
otros trabajos pertenecientes a la tradición del conflicto, su pobreza cuando se lo compara con la
tradición marxista.
El problema de la teoría del conflicto es que se centra generalmente en las estructuras sociales; tiene
poco o nada que decir sobre los actores y sus pensamientos y acciones.
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toda interacción social existía una región anterior que equivalía al proscenio de la representación teatral.
Los actores en el escenario y en la vida real se muestran interesados en su apariencia, su vestimenta y el
empleo de accesorios. También una región posterior, en la cual los actores podían retirarse y en el que se
preparaban su representación. Entre bambalinas, los actores podían desprenderse de sus papeles y ser
ellos mismos. El análisis dramatúrgico es coherente con sus raíces en el interaccionismo simbólico. Se fija
en los actores, la acción y la interacción. Goffman consideró que el teatro constituía una metáfora
brillante para arrojar luz sobre los procesos sociales de escala reducida.
Por otro lado, Goffman tuvo bastantes críticas. Primera, se le acusó de centrarse en cuestiones bastante
esotéricas. Segunda, era un teórico micro en una época en que se admiraba todo lo macro. Tercero,
atrajo pocos estudiantes capaces de construir teóricamente a partir de sus principios. Y cuarta, se ha
realizado escaso trabajo teórico dentro de la tradición dramatúrgica.
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intercambio no lo hace. En la década de los setenta, estas teorías adquirieron fuerza en la disciplina y amenazaron con
desplazar a las teorías de orientación macrosocial.
Teoría de sistemas.
Uno de los desarrollos más interesantes en la sociología ha sido la ascensión y declive de la teoría de
sistemas. Apareció a finales de los años sesenta y llegó a su punto culminante con la publicación por
parte de Walter Buckley de la obra “Sociology and Modern Systems Theory”. Esta teoría deriva de las
ciencias duras que consideran las entidades orgánicas como mecánicas en términos de sistemas. Esta
teoría ve a la sociedad como un enorme sistema constituido por una serie de partes interrelacionadas.
Hay que examinar las partes y la relación con otros sistemas. También se estudian las entradas (inputs)
que penetran en el sistema, el modo en que se procesan y los resultados. Durante de la década de los
sesenta el funcionalismo estructural era objeto de diversas críticas y los sociólogos se vieron atraídos por
la teoría de sistemas. Parsons escribió en 1951 The Social System, escrito en unos términos que se
asemejaban a los de la teoría de sistemas. Como estaba arraigada en las ciencias duras, los sociólogos se
vieron interesados en fomentar la sociología científica. Apenas se trabajo en ella y no consiguió arraigar.
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dudosas credenciales científicas de una teoría tan próxima al activismo político, y la precaución que
suscitó el reconocimiento de las implicaciones radicales de la teoría feminista, son las razones porque la
sociología ha esquivado la teoría feminista.
Las mujeres en general y los hombres y mujeres a los que el feminismo afecta en particular, constituyen
una fracción importante dentro de la comunidad sociológica.
Estructuralismo y posestructuralismo.
El estructuralismo, mejor conocido como estructuralismo francés, constituye actualmente un fenómeno
internacional. Aunque sus raíces se encuentran fuera de la sociología, el estructuralismo se ha hecho una
posición dentro de la sociología. No resulta fácil encontrar una única presentación del estructuralismo
que sea coherente ya que se ha desarrollado poco y el escaso desarrollo ha sido simultáneo en diversas
áreas. Para unos, son las estructuras profundas de la mente las que conducen a las personas a pensar y a
actuar como lo hacen. La obra de Freud puede considerarse un buen ejemplo de esta orientación. Para
otros las estructuras invisibles de la sociedad son las que determinan las acciones de las personas y la
sociedad en general. A veces, se puede considerar a Marx como un estudioso estructuralista de las
estructuras invisibles, como la economía. Un tercer grupo contempla las estructuras como los modelas
del mundo social que se pueden construir. Finalmente, otros estructuralistas se preocupan por la
relación dialéctica entre los individuos y las estructuras sociales. Al antropólogo Claude Levi- Strauss se le
suele relacionar con esta perspectiva.
El problema de la sociología estructural es que aún continúa siendo una mezcla de ideas derivadas de
diversas áreas, entre ellas la lingüística (Saussure), la antropología (Levi-Strauss), la psicología (Freud) y el
marxismo (Althusser). Hasta que estas ideas no se conjuguen de un modo coherente, el estructuralismo
seguirá siendo una corriente marginal dentro de la sociología. Los desarrollos en estas áreas han sido tan
intensos que probablemente en pocos años se desarrollará una teoría estructural propia de la sociología.
A medida que el estructuralismo se desarrolla dentro de la sociología, se produce un movimiento fuera
de ella que va más allá de las premisas originales de aquel movimiento, el posestructuralismo. El
principal representante es Michel Foucault. En sus primeras obras se centró en las estructuras para más
tarde ir más allá y se centró en el poder y en la relación que existía entre conocimiento y poder. Los
posestructuralistas aceptan la importancia de las estructuras, pero van más allá para tratar una amplia
gama de cuestiones diferentes.
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En la teoría social europea contemporánea se han producido cuatro grandes líneas de investigación:
1.- Anthony Giddens y su teoría de la estructuración. Contempla la acción y la estructura como una dualidad,
no pueden ser separadas, la acción está involucrada en la estructura y viceversa.
2.- Margaret Archer rechaza la idea de considerar la acción y la estructura como una dualidad y las ve más
bien como un dualismo. Es decir, la acción y la estructura pueden y deben ser separadas.
3.- Bourdieu y la cuestión acción-estructura, que se traduce en una preocupación por la relación entre el
habitus y el campo de acción. El habitus es una estructura mental o cognoscitiva interiorizada mediante la
cual la gente se maneja en el mundo social. El habitus produce la sociedad y la sociedad produce el habitus.
La estructura del campo de acción constriñe a los actores, ya sean individuales o colectivos. La preocupación
principal de Bourdieu es la relación entre habitus y campo de acción, que el concibe como una relación
dialéctica.
4.- Jurgen Habermas ha tocado la cuestión acción-estructura bajo la expresión de “la colonización del mundo
de la vida”. El mundo de la vida constituye un micromundo donde las personas interactúan y se comunican. El
sistema tiene sus raíces en el mundo de la vida, pero al final desarrolla sus propias características
estructurales. A medida que las estructuras son más independientes y poderosas, ejercen más y más control
sobre el mundo de la vida. En el mundo moderno, el sistema llega a colonizar el mundo de la vida, es decir, a
ejercer su control sobre él.
Síntesis teóricas. Las ideas micro-macro y la acción-estructura de los años 80 y 90 son la base para el
desarrollo más amplio hacia la síntesis teórica que se ha puesto en marcha a principios de los 90. La
síntesis teórica es un esfuerzo por sintetizar dos o más teorías sociológicas. No obstante, existen dos
aspectos distintivos de estos nuevos trabajos de síntesis. Primero, no constituyen intentos aislados de
síntesis, sino que están muy extendidos. Segundo, la meta es lograr una síntesis relativamente reducida
de ideas teóricas, y no el desarrollo de una gran teoría sintética que abarque toda la teoría sociológica.
Dentro del funcionalismo estructural, hemos hablado del neofuncionalismo, cuyo objetivo es superar las
muchas limitaciones del funcionalismo estructural incorporando ideas derivadas de otras teorías. Es una
reconstrucción del funcionalismo estructural según Alexander y Colomy.
En el interaccionismo simbólico se ha experimentado una drástica transformación, ya que, en palabras
de Fine, se ha compuesto una teoría a partir de otros planteamientos teóricos tomados de la sociología
fenomenológica, de la teoría feminista y de la teoría del intercambio, entre otras. Al mismo tiempo se
está redefiniendo a autores como Mead y Blumer.
En el ámbito de la teoría del intercambio, Richard Emerson comienza centrándose en los principios del
conductismo, pero posteriormente se esfuerza por vincularlos a la estructura social y a las relaciones de
intercambio social. Más recientemente, Cook, O’Brien y Kollock han llegado a definir la teoría del
intercambio en términos inherentemente integradores y a sintetizarla con ideas derivadas del
interaccionismo simbólico y la teoría de redes.
La teoría social posmodernista se basa en la idea de que en los últimos años hemos pasado de una
sociedad moderna a otra posmoderna. Mientras la sociedad moderna era racional y rígida, la
posmoderna se considera más irracional y flexible. Esta teoría es eminentemente integradora en el
sentido de que extrae ideas de una amplia gama de disciplinas: la filosofía, la teoría cultural y la teoría
social entre otras. Los modernistas defienden más bien esfuerzos sintéticos específicos más reducidos
del tipo de los que se han venido realizando en el ámbito de la teoría sociológica a principios de los
noventa.
La teoría marxista incluye tres desarrollos teóricos sintéticos:
1.- El marxismo analítico, que se esfuerza por aplicas los métodos habituales de la filosofía analítica y la
ciencia social a temas marxistas tradicionales. Wright.
2.- Laclau y Mouffe toman ideas prestadas de la teoría de la posmodernidad y las conjugan con aspectos dela
teoría marxista tradicional.
3.- Bowles y Gintis, cuyo objeto es integrar la teoría marxista y liberal.
Metateorización en sociología. La metateorización puede definirse como el estudio sistemático de las estructuras
subyacentes de la teoría sociológica. Mientras que el objeto de estudio de los metateóricos es la teoría, los teóricos
reflexionan sobre el mundo social. El trabajo metateórico ha formado parte dela sociología desde sus inicios.
Particularmente destacables son los estudios metateóricos de Marx sobre Hegel, los Jóvenes Hegelianos, los
economistas políticos y los socialistas utópicos. Paul Furfey presentó, aunque de forma fallida, el primer trabajo sobre
el esfuerzo sistemático por definir el trabajo metateórico. También, de forma fallida, Alvin Gouldner intentó definir una
sociología de la teoría sociológica, es un precedente de la metateorización. La metateorización sociológica ha llegado a
su mayoría de edad en la década de los años noventa y promete desempeñar un papel central en la clarificación de las
teorías sociológicas actuales.
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CAPITULO 3
AUGUSTE COMTE
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Comte distinguía entre leyes concretas y abstractas. Las concretas se descubren mediante la
investigación, las abstractas se descubren mediante la teorización.
Si bien Comte reconocía la sucesión inevitable de los tres estadios, también admitía que los tres estadios
podían coincidir en el tiempo en un momento determinado. Comte aplicó la ley de los tres estadios a
una gran variedad de situaciones. Los niños estaban en el estadio teológico, los adolescentes en el
estadio metafísico y los adultos en el estadio positivo, aplicable a la historia del mundo.
LA SOCIOLOGÍA DE COMTE.
Para hablar de la sociología de Comte debemos empezar por una de sus contribuciones, la distinción
entre estática social y dinámica social.
La estática social.
Comte define la estática social como la investigación de las leyes que gobiernan la acción y la reacción de
las diferentes partes del sistema social. Comte nos dice que las leyes que rigen los modos de interacción
entre las partes del sistema social no se derivan de un estudio empírico, más bien se deducen de las
leyes de la naturaleza humana. Con su estática social, Comte adelantó muchas ideas posteriores del
funcionalismo. Comte desarrolló una perspectiva sobre las partes o estructuras de una sociedad, el
modo en que ellas funcionan, y su relación funcional con el conjunto del sistema social. Las partes y el
conjunto se veían en un estado de armonía. La idea de armonía la transformarían más adelante los
funcionalistas en la palabra equilibrio. Ya que conocemos el todo, debemos estudiar también las partes,
decía Comte, por eso se dice que fue uno de los padres del funcionalismo estructural.
La estática social describe una sociedad que es “típico-ideal”. El sistema de estática social que concibió
Comte nunca existió en el mundo real; se trataba de un modelo ideal del mundo social en un momento
determinado.
El individuo en la teoría de Comte. El individuo constituye una fuente principal de energía en su sistema
social. Es el predominio de los sentimientos en los individuos lo que da energía y dirige las
actividades
intelectuales de las personas. Y los productos de esas actividades intelectuales son los responsables de
los cambios que se producen en el conjunto del sistema social. Comte pensaba que el individuo era
imperfecto, limitado, débil y estaba sometido por formas inferiores de egoísmo más que por formas
superiores de altruismo. Para Comte, el problema principal de la vida humana residía en la necesidad de
que el altruismo dominara al egoísmo. El hombre es egoísta por naturaleza y el cambio debe venir de la
sociedad, promoviendo impulsos altruistas. Comte, como Durkheim, su sucesor, pensaba que el ser
humano era en sí un problema y que sólo podía solucionarse mediante el control exterior de los
impulsos negativos. Consecuentemente, las personas no crean el mundo social, más bien es el mundo
social el que crea a las personas. Comte abordó esta cuestión de otro modo, entre lo subjetivo y lo
objetivo. El principio subjetivo implica la subordinación del intelecto al corazón, mientras que el principio
objetivo entraña la necesidad inmutable del mundo exterior, que realmente existe fuera de nosotros.
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Fenómenos colectivos. La familia y no el individuo es el pilar de la sociología de Comte. Las familias son
unidades macroscópicas similares a la sociedad, aunque más pequeñas que por tanto pueden constituir
la base de la gran sociedad. No sólo es el pilar de la sociedad, sino que también cumple la función de
integración del individuo en la sociedad. Puesto que la familia constituye la institución central, cualquier
cambio en ella influiría profundamente tanto sobre el individuo como sobre el conjunto de la sociedad.
Si la familia es una institución básica, para Comte, la religión es la más importante. Comte identificaba
dos funciones centrales de la religión: primera, servía para regular la vida del individuo al reprimir el
egoísmo y elevar su altruismo, segunda, cumplía la función más macroscópica de fomentar las relaciones
sociales entre las personas, sentando así las bases para la formación de estructuras sociales mayores.
Otra institución importante era el lenguaje, ya que esta institución le permitía a la gente interactuar con
sus contemporáneos, antecesores y sucesores.
Otro elemento de la sociedad era la división del trabajo. La solidaridad social se intensificaba en un
sistema en el que los individuos dependían entre sí. No obstante, le preocupaba la excesiva
especialización del trabajo en general y del intelectual en particular.
Otro elemento es el gobierno, que se basaba en la legitimación de la fuerza para mantener el orden
social. Aunque la fuerza pudiera mantener unida a la sociedad, si su uso llegara a descontrolarse, el
gobierno constituiría un factor más de destrucción que de integración.
La dinámica social.
Comte dedicó más tiempo a la dinámica social ya que la consideraba más importante e interesante. Sin
embargo, podemos poner en cuestión esta forma de actuar, ya que, ¿por qué es más interesante el
pasado y el futuro que el presente? Siempre hemos conocido más del presente que del pasado y del
futuro, y que el aquí y ahora es, con mucho, más interesante e importante que el pasado o el futuro.
El objeto de la dinámica social de Comte era el estudio de las leyes de sucesión de los fenómenos
sociales. La sociedad se encuentra siempre en proceso de cambio, pero un cambio que se produce
ordenadamente, de acuerdo con las leyes sociales. Comte veía a la humanidad en una continua
evolución hacia nuestras más nobles disposiciones, hacia el predominio del altruismo sobre el egoísmo.
Para Comte la sociedad sigue invariablemente la ley del desarrollo progresivo, en las cuales el individuo
no puede influir, o si influye, de una forma muy primaria. El individuo sólo puede intervenir en cosas que
hubieran sucedido de todos modos. Sin embargo, es el momento de señalar que la idea de que las
personas apenas pueden influir no le impidió a Comte trazar grandes planes para la futura sociedad
positiva. Comte había verificado estas leyes en su propia mente mediante los métodos de observación,
experimentación y comparación, y pensaba que estaba tan probada como cualquier otra ley admitida en
cualquier campo de filosofía natural. Comte contemplaba la historia del mundo en términos dialécticos,
esto significa, que ubicaba históricamente las raíces de cada estadio consecutivo en el estadio o estadios
precedentes. Dicho de otro modo, cada estadio histórico estaba dialécticamente relacionado con los
estadios pasados y futuros. Marx tenía un punto de vista similar cuando consideraba que el capitalismo
es consecuencia de otros sistemas económicos como el feudalismo. Comte se limitó al estudio de Europa
Occidental y de la raza blanca, debido a que ésta era la sociedad que más había evolucionado. Y había
evolucionado desde un estadio teológico de guerras a la fase positiva de la industria. Comte creía que el
siglo XIV fue un momento decisivo ya que la teología empezó a decaer, el catolicismo perdía fuerza a
favor del protestantismo, al que Comte consideraba poco más que una protesta creciente contra la base
intelectual del viejo orden social. El protestantismo sentó las bases de la negatividad al fomentar la
especulación libre e ilimitada. Tal doctrina negativa se había desarrollado gracias a Rousseau y Voltaire,
que en opinión de Comte, al no ser unos pensadores sistemáticos, no eran capaces de obtener
especulaciones coherentes. Estas teorías incoherentes de Rousseau y Voltaire obtuvieron gran apoyo de
las masas porque aparecieron en una época en la que la teología se debilitaba y el positivismo no estaba
preparado para reemplazarla. En conclusión, la negatividad superaba con creces al positivismo, y
todavía no se disponía de medios intelectuales para reorganizar la sociedad. Comte veía en esta anarquía
signos muy negativos de desorden moral y filosófico, pero también veía un desarrollo hacia el
positivismo en el arte, en el ámbito científico y en su actividad industrial. Contrario a las ideas de
Rousseau y Voltaire sobre el individuo y sus derechos, Comte aconsejaba sustituir al individuo por
fenómenos colectivos mayores como la familia y la sociedad. El deseaba una sociedad basada en los
deberes más que en los derechos individuales. Este hincapié en los deberes capacitaría a la sociedad
para controlar el egoísmo individual y sacar a la luz el altruismo innato en las personas.
TEORIA Y PRÁCTICA
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Comte quería algo más que teorizar, buscaba cambios sociales prácticos, su objetivo era la conexión
entre teoría y práctica. Para este objetivo Comte fijó dos objetivos al positivismo. El primero era hacer
avanzar la ciencia de la humanidad. El segundo, sistematizar el arte y la práctica de la vida. Así, el
positivismo se constituía tanto como filosofía científica como una práctica política. Una de las primeras
cuestiones políticas que abordó Comte fue la siguiente: ¿Qué grupos sociales sería más probable que
apoyasen la nueva doctrina del positivismo? Comte excluye a las clases altas, siervas de las teorías
metafísicas e interesadas sólo en sus problemas. Comte esperaba ayuda de tres grupos sociales, los
filósofos, la clase trabajadora y las mujeres. Comte pensaba que los trabajadores y las mujeres tenían
fuertes instintos sociales y entre ellos se encontraba el mayor fondo de sentido común y buenos
sentimientos. Comte tenía una idea muy romántica de los trabajadores y las mujeres. Comte como
alternativa al comunismo, que se iba afianzando cada vez más en la sociedad, proponía el positivismo.
Para Comte el comunismo era el desastre y explicaba varias diferencias entre el comunismo y el
positivismo. Primera, el positivismo buscaba respuestas morales más que políticas o económicas.
Segunda, el comunismo perseguía la supresión de la individualidad, mientras el positivismo fomentaba
tanto la individualidad como la cooperación entre individuos. Tercera, el comunismo suponía la
eliminación de los líderes de la industria, mientras el positivismo los consideraba esenciales. Cuarta y
última, el comunismo buscaba la abolición de la herencia, mientras el positivismo la consideraba muy
importante para la continuidad histórica de las generaciones.
Comte tenía ideas poco comunes sobre las mujeres. Su opinión central en relación con ellas era que
brindaban a la política la necesaria subordinación del intelecto al sentimiento social. Comte admiraba a
las mujeres, pero esa admiración, no impedía que él creyera que la mujer era inferior al hombre práctica
e intelectualmente. No creía en la igualdad de sexos.
El hincapié de Comte en las mujeres y su capacidad para el sentimiento representó un cambio general de
perspectiva. Al orden y al progreso añadió entonces la importancia de los sentimientos (el amor) que, en
su opinión, eran patrimonio de las mujeres. A resultas de lo cual, llegó a proclamar la máxima positivista,
“amor, orden y progreso”.
El énfasis en los sentimientos y el amor llevó a Comte a añadir la moralidad. En su escala de valores, la
moralidad era superior a la sociología. Para Comte la moralidad era el objeto último de toda filosofía, y
el punto de partida de toda política. Con esta filosofía, la moralidad se encontraba en el centro de la
relación entre teoría y práctica.
Después de añadir la moralidad a la lista de sus principales preocupaciones, Comte regresó a su ley de
los tres estados. Observó que los dos primeros estadios, teológico y metafísico estaban dominados por
los sentimientos, sin embargo, el positivismo, el último estadio, ofrecía finalmente una unidad y armonía
de pensamiento, sentimientos y acción. Bajo la guía de la moralidad, el positivismo llegaría a ocuparse
de los problemas más complejos, importantes, urgentes y fácilmente solubles de su época.
Incorporando la moralidad a su teoría, la convertía en religión. Comte y sus seguidores se convertían en
sacerdotes y Comte se declaró a sí mismo, con toda su humildad, como el fundador de la religión de la
humanidad. Su dio era la humanidad que más tarde la llamaría “gran ser”.
Contribuciones positivas.
1. Comte fue el primer pensador que utilizó la palabra sociología.
2. Comte definió a la sociología como una ciencia positiva con la creencia de las leyes invariantes.
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CAPITULO 4
HERBERT SPENCER
En las ideas teóricas de Herbert Spencer advertimos un avance considerable sobre las ideas de Comte. La
obra de Spencer es importante ya que muchas de sus ideas teóricas ocupan un lugar prominente y
seguro en la teoría sociológica contemporánea. A pesar de ello, Jonathan Turner, ha señalado que los
teóricos modernos no han tomado en serio a Spencer y lo han relegado al cubo de la basura en la
historia de la Sociología. Ese rechazo es imputable al conservadurismo de Spencer y a la teoría de la
supervivencia del más apto. Demostraremos que algunas de las ideas teóricas de Spencer siguen en
plena actualidad. No obstante, encontraremos otros puntos débiles que nos dirán que Spencer no
llegaba a la altura de otros grandes teóricos como Marx, Durkheim, Weber o Simmel.
SPENCER Y COMTE.
Aunque las vidas de Spencer y Comte se solaparon en el tiempo, pertenecían a países diferentes y se
llevaban muchos años de diferencia. Cuando Comte finalizaba su obra, Spencer publicó su primer libro,
“Estática social”. Sin embargo, tan pronto como Spencer publicó su libro, empezaron las comparaciones
con Comte. Spencer comentó el trabajo de Comte en varios lugares de su obra. A pesar de los elogios, a
Spencer le interesaba mucho situarse entre los adversarios de Comte y que sus propias ideas se
distinguieran de las de Comte. Spencer adoptó también el uso de la palabra sociología. Ambos derivaron
de la biología los términos de estructura y función, y tendían a usarlos con un significado similar. Spencer
y Comte jugaron un papel muy importante en el desarrollo del funcionalismo estructural.
Sin embargo, en el tema de estática social y dinámica social, encontramos grandes diferencias entre los
dos pensadores. Para Comte, estos conceptos podían aplicarse a todo tipo de sociedad, mientras
Spencer los relaciona con su sociedad ideal futura. Spencer defiende que la estática social se ocupa del
equilibrio de la sociedad perfecta y la dinámica social del estudio de las fuerzas motrices que hacen que
la sociedad avance hacia la perfección. Así, para Spencer, estos dos conceptos son normativos y para
Comte son descriptivos.
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Spencer se describe a sí mismo como un positivista al que le interesaba descubrir las leyes invariantes
del mundo social, pero se apresuraba a decir que Comte no fue quien inventó el positivismo. Tanto
Spencer como Comte estudiaron una amplia de ciencias, pero Spencer pensaba que era incorrecto
clasificar las ciencias según un orden lineal o jerárquico, Spencer pensaba que todas las ciencias estaban
interrelacionadas. Comte estaba interesado en la evolución de las ideas y Spencer se centró en la
evolución estructural y funcional.
El deseo de Comte era construir una sociedad, o incluso un mundo, dominados por una religión
positivista de la humanidad, Spencer afirmó que la fe de Comte en que la religión de la humanidad fuese
la religión del futuro, constituye una creencia que no se sostiene ni inductiva ni deductivamente.
Además, Spencer no veía con buenos ojos el control centralizado puesto que ese control sería más
perjudicial que beneficioso. El ideal de Spencer era una sociedad en la que el gobierno se redujera a su
mínima expresión y en la que se permitiera a los individuos la máxima libertad. A Spencer le parecía
absurda la idea de que la moralidad se pudiera enseñar. Spencer creía que esa moralidad surgía de la
acción individual, es decir, las personas eran recompensadas por conducirse moralmente, y penalizadas
por su comportamiento inmoral.
En suma, aunque Spencer y Comte compartían su interés por la sociología, había profundas diferencias
entre ellos, así como en sus teorías generales.
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3. Tercera, Spencer analiza los efectos de la segregación sobre la evolución. Esta segregación
sirve para el mantenimiento de las diferencias entre los sectores, y ello, a su vez, para
impulsar la multiplicación de los efectos cuando un sector se expone a las características
diferenciales de los otros sectores y las incorpora a su seno.
Teniendo en cuenta de que la evolución es un proceso inevitable… ¿a dónde se encamina la evolución?
En su camino hacia su estado final, los fenómenos atraviesan una serie de estados transitorios que
pueden describirse como de equilibrios en movimiento. Se puede pensar que nos movemos hacia un
estado de quietud, y entonces se plantea la pregunta… ¿acaso no progresamos claramente hacia la
muerte omnipresente debido a la disipación de las fuerzas motrices? Spencer responde que no,
afirmando que nos movemos hacia la vida universal a través de nuevos estadios del proceso evolutivo.
La evolución termina sólo cuando se alcanza la perfección total y la felicidad absoluta.
A pesar de su fe en la evolución, Spencer admitía, que el proceso de la disolución complementaba el
proceso de evolución y, periódicamente, lo conducía a su ruina. El proceso de disolución es probable que
se produjera cuando la evolución acababa y los fenómenos habían comenzado a decaer.
A nosotros nos importa el punto de vista de Spencer sobre la evolución de las sociedades humanas, su
desarrollo y la evolución de sus estructuras y funciones. La razón principal por la que Spencer dedicó
tanta atención a la evolución de la sociedad y sus instituciones reside en su idea de que para
comprender las relaciones sociales humanas era necesario entender su evolución, ciclos y disolución.
SOCIOLOGIA
Definición de la ciencia de la sociología.
Spencer define el objeto de la sociología como el estudio de la evolución en su forma más compleja. Sin
embargo, Spencer no limita la sociología al estudio histórico de las sociedades, sino que incluye también
el estudio de las organizaciones e instituciones que interactúan entre sí. La necesidad de la investigación
contemporánea, sólo tiene verdadero sentido cuando se sitúa en un contexto histórico evolucionista. La
sociología de Spencer se centra fundamentalmente en los fenómenos macrosociales (agregados sociales)
–las sociedades, las estructuras sociales y las instituciones sociales--, así como en sus funciones. Spencer
compartía con Comte la idea de que la sociología debía tratar las cuestiones sociales del mismo modo
que las ciencias naturales estudiaban sus fenómenos. Además, Spencer, como Comte, pensaba que la
sociología constituía la más compleja de las ciencias.
Aunque Spencer creía que la sociología no era exacta, ¿qué ciencia lo era? La sociología busca las leyes
de los fenómenos naturales. En su esfuerzo por sentar las bases para esa suerte de sociología científica,
Spencer se encontró con el mismo problema que tuvieron los sociólogos: la necesidad de legitimarla. Las
actitudes profanas en el campo dela sociología eran muchas y Spencer encontró muchas barreras. Por
ello, Spencer advertía que los sociólogos requerían hábitos disciplinados de pensamiento, y que estos
hábitos debían derivarse de un cuidadoso estudio de otras ciencias. Spencer puso de ejemplo a los
sociólogos las ramas de la biología y la psicología. Spencer pensaba que había tres vínculos básicos entre
la biología y la sociología:
1. Primero, creía que todas las acciones sociales estaban determinadas por las acciones
de los individuos, y que aquéllas acciones conformaban las leyes de la vida general.
2. Segundo, la sociedad en su conjunto es un organismo vivo y se caracteriza, entre otras
cosas, por el desarrollo, la estructura y la función.
3. Tercero, existe entre los campos una suerte de progresión y relación natural, puesto
que los humanos constituyen el problema último de la biología y el punto de partida
de la sociología.
El funcionamiento del proceso de supervivencia del más apto, tanto en los organismos vivos como en los
sociales, constituye una semejanza aún más específica entre la biología y la sociología.
Spencer también dedicó bastante tiempo al estudio de la psicología. Adoptó la perspectiva general de
que las verdades psicológicas yacen en la base de las verdades sociológicas. En su opinión, la psicología
es el estudio de la inteligencia, los sentimientos y la acción. Creía que una de las principales lecciones
que nos proporcionaba la psicología era que los sentimientos, y no la inteligencia, eran los que
determinaban la acción. Esta idea es bastante similar a la estudiada con anterioridad con Comte. Si bien
las personas han estado siempre dominadas por los sentimientos y los deseos, es bien cierto que los
hombres primitivos eran más impulsivos que las personas del mundo moderno, que se guían por los
hábitos de una vida más colectiva. Así, Spencer afirmaba que los hombres primitivos se caracterizaban
por un mayor egoísmo y que en el mundo moderno existía más altruismo.
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Spencer engasta su sociología en una serie de supuestos sobre las características psicológicas de los
individuos, no acepta la idea de que estas características sean invariables. Spencer pensaba que las
características psicológicas cambiaban cuando se producían cambios en la sociedad. A partir de su
estudio de la psicología, Spencer llega a la conclusión de que las unidades de la sociedad son los
individuos y de que los individuos constituyen la fuente de los fenómenos sociales. No obstante, Spencer
no dedicó demasiado tiempo a analizar el modo en que estos fenómenos psicológicos conducían al
desarrollo de la sociedad y de sus diversas instituciones. Spencer supone que los individuos son
unidades y constituyen la base de la sociedad y las instituciones, para luego pasar a un macronivel y
estudiar así la evolución de la sociedad y sus instituciones.
Métodos sociológicos.
Spencer se centra en los problemas metodológicos en la sociología. En su tiempo, existían problemas
metodológicos en lo tocante a la naturaleza intrínseca de los hechos que lo sociólogos deben analizar. La
sociología no son unas ciencias naturales en las cuales se puede percibir todo a simple vista. Los
fenómenos sociales no pueden medirse con relojes o termómetros, son mucho más difíciles de estudiar.
Otra dificultad metodológica consistía en que los sociólogos, a diferencia de los psicólogos, no podían
usar la introspección como método; los hechos sociales no pueden medirse con la introspección. El
tiempo y los datos altamente dispersos complican el estudio sociológico.
Otro problema añadido era la escasa fiabilidad de los datos de las sociedades pasadas y presentes. La
distorsión de los hechos y la poca objetividad del sociólogo, son problemas añadidos. Como ser
humano, el sociólogo corre el riesgo de aplicar profesionalmente los modos de observación y
razonamiento que emplea en la vida cotidiana, y estos hábitos pueden no ser los más adecuados. Las
emociones de los sociólogos pueden llegar a distorsionar el resultado fianl de su investigación.
Si bien Spencer reconocía que las dificultades objetivas son formidables, pensaba que la sociología podía
analizar científicamente las clases generales de hechos, pero no los hechos específicos.
Spencer analiza algunos prejuicios emocionales específicos.
1. En primer lugar está el sesgo educativo. Spencer encuentra su origen en el hecho de que
vivimos en una sociedad que combina elementos de sociedades militares y sociedades
industriales. El resultado es que se nos educa en una confusa mezcla de ideas derivadas de
ambos sistemas, y ello lleva a los sociólogos a interpretar erróneamente los fenómenos
sociales. El sociólogo debe de ser imparcial en sus apreciaciones.
2. En segundo lugar, el sesgo del patriotismo (y el antipatriotismo). Los sociólogos deben de
emanciparse del prejuicio del patriotismo, pero Spencer reconoce que no es fácil librarse de ese
prejuicio. Spencer creía que con el avance tecnológico disminuiría el sentido patriótico y
aumentaría la capacidad de objetivar.
3. El tercero es el sesgo de clase. Se halla entre las diferencias de clase. Todos los sociólogos
vienen de una clase u otra, por lo tanto llevan implícitos su sesgo de clase. Spencer cree que
con la futura armonía societal desaparecerá ese sesgo de clase.
4. El cuarto es el sesgo político. El gobierno, leyes y resto de instituciones influyen en el trabajo de
los sociólogos. Por ejemplo, el gobierno se encargara de hacer más visible sus acciones positivas
que las acciones negativas.
5. El quinto es el sesgo teológico. Por ejemplo, el sociólogo puede sentirse inclinado a analizar las
cosas relativas al creo de una religión determinada más que el modo en que influyen en el
bienestar general de la humanidad.
Spencer utilizó en su obra el método histórico comparado. Es decir, se comprometió principalmente con
el estudio comparado de los diferentes estadios por los que había atravesado las sociedades en el curso
del tiempo, así como de los diversos tipos de sociedades contemporáneas.
LA EVOLUCIÓN DE LA SOCIEDAD.
Spencer emplea su teoría de la evolución en su extensa obra en tres volúmenes The Principles of
Sociology. Spencer emplea las tres dimensiones generales, la integración creciente, la heterogeneidad y
la definición, añade una cuarta dimensión, la coherencia creciente de los grupos sociales (las
civilizaciones modernas se mantienen unidas durante mucho más tiempo que los primeros grupos
nómadas. Spencer no creía que la evolución fuera inevitable y unilineal. Las sociedades cambian
constantemente en función de los cambios que se producen en su entorno, pero esos cambios no tienen
que ser necesariamente evolucionistas. Sólo de vez en cuando, según Spencer, se producen un cambio
en el entorno que inicia en el organismo una alteración que da lugar a la formación de algo similar a una
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evolución de la sociedad militar a la industrial era un proceso lento y duradero pero no unilineal.
También menciona la posibilidad de un tipo superior de sociedad futura caracterizada por intereses
intelectuales y estéticos. Las sociedades militares se caracterizaban por sus organizaciones altamente
estructuradas para el ataque y la defensa en caso de guerra. El ejército es la nación movilizada, y la
nación es el ejército en reposo; nación y ejército son la misma estructura. La sociedad militar está
dominada por su sistema regulador, un gobierno centralizado y déspota, un control político ilimitado
sobre la conducta personal, y una población rígidamente controlada, disciplinada y organizada. La
cooperación que se da en este tipo de sociedad es producto de la coerción. En ella existe una jerarquía
social rígida y las posiciones individuales se determinan de acuerdo con el rango, la ocupación y la
localidad. La industria existe para satisfacer las necesidades del gobierno militar. Spencer cree que la
guerra es útil para las sociedades militares, ya que facilita la agregación social. Esta actitud hacia la
guerra está relacionada con su idea de supervivencia del más apto.
2. La sociedad industrial está dominada por un sistema mantenedor, y su sistema industrial es más
desarrollado y variado. El control regulador que sigue existiendo tiende a ser más negativo, las
personas no harán ciertas cosas, que positivo, las personas deben hacer ciertas cosas. No es necesario
un control despótico, y el gobierno tiende a ser democrático y a permitir que los representantes del
pueblo ejerzan cierto poder. Se da la cooperación voluntaria entre las personas, y la colectividad existe
para el bien de sus miembros. El sistema militar queda supeditado a las necesidades del sistema
industrial. La armonía, más que el conflicto, caracterizan a las sociedades industriales. Las sociedades
industriales son mucho más interdependientes desde el punto de vista económico. Las sociedades
militares son extraordinariamente rígidas, al contrario de las industriales, más flexibles y tolerantes.
Las sociedades descritas anteriormente son tipos ideales que, en realidad, pueden llegar a variar mucho
dependiendo de sus ambientes. Spencer especifica algunos factores que contribuyen a que las
sociedades oscilen entre uno u otro tipo, e incluye entre ellos la composición racial, la naturaleza de la
sociedad inmediatamente anterior, el hábitat y las sociedades del entorno.
Spencer también analiza las sociedades híbridas, parcialmente militares o industriales, y sostiene que
suelen ser más militares que industriales. Spencer reconoce la posibilidad de regresión hacia una
sociedad militar. Por ejemplo, un conflicto internacional puede hacer que una sociedad industrial pase a
ser más militar por el hecho de haber emprendido acciones externas más agresivas y desarrollado un
gobierno más represivo.
30
Spencer también pronostica una mayor igualdad de los sexos en la vida familiar, pero parece improbable
que se alcance una absoluta igualdad con los hombres.
Instituciones ceremoniales.
Spencer procede también a analizar las instituciones ceremoniales como estructuras que regulan las
vidas de las personas. En las sociedades más primitivas las ceremonias cumplen la función de ejercer
control social, político y religioso sobre las personas. Pero con el tiempo estas formas de control
cambian, pasan a ser autónomas, ejercen control por sí mismas y se convierten en ceremonias
independientes. La función del control ceremonial exige estructuras minúsculas, al contrario de otras
funciones sociales.
Todas las ceremonias son más apropiadas para las sociedades militares se desvanecen con el paso a la
más pacífica y armoniosa sociedad industrial.
Trofeos, mutilaciones, presentes, visitas, reverencias, tratamientos y títulos son instituciones
ceremoniales que de un modo u otro indican la sumisión, respeto, adhesión y el reconocimiento de unos
sobre otros.
Con la evolución al industrialismo, la riqueza y sus signos ya no equivalen al liderazgo militar. Se trata de
mismo fenómeno que la moda, más que evitar lo que hacen los líderes, los subordinados demuestran
respeto emulando las acciones e imitando las vestimentas de los líderes. Así, la moda suele producirse
en la sociedad industrial y no en la militar, porque la sociedad industrial tiende a una mayor igualdad.
Esta tendencia hacia una mayor igualdad e individualidad suele debilitar las ceremonias en general.
Spencer pronostica un decaimiento de la institución ceremonial.
Instituciones políticas.
En opinión de Spencer, la única fuente de poder político en estas sociedades la constituían los
sentimientos de la comunidad. Es más, las organizaciones políticas son producto de los sentimientos del
grupo y derivan su poder de esos sentimientos, que, a su vez, ejercen restricción sobre aquellas. La
opinión pública controla la autoridad política no sólo en las sociedades primitivas, sino también, en las
contemporáneas.
Existen pequeñas sociedades primitivas que carecen de organizaciones políticas. Pero a medida que las
tribus aumentan de tamaño comienzan a desarrollar una organización política rudimentaria como, por
ejemplo, la figura emergente de un jefe. Estas organizaciones políticas son funcionales en diversos
sentidos: fomentan el mantenimiento del orden, facilitan una división del trabajo algo más compleja. Sin
embargo, pueden también ser disfuncionales, como las sociedades tiránicas. Las organizaciones políticas,
como podemos ver, son necesarias para el desarrollo, pero también pueden impedirlo. Con todo,
Spencer creía que las organizaciones políticas eran positivas.
Después de analizar el desarrollo de estas organizaciones, Spencer procede a estudiar la integración del
sistema político en la evolución. La integración política ocurre cuando los elementos de la sociedad se
someten a fuerzas semejantes. Estas fuerzas pueden ser externas a la sociedad como puede ser el clima,
o internas, como la composición racial de esa sociedad, pero lo que sucede por regla general es que un
conjunto común de estas fuerzas transforma lo que al principio era un sistema político incoherente en
otro cada vez más integrado.
Además de analizar la evolución de la organización política, Spencer estudia la evolución de algunos
elementos específicos de aquélla, como, por ejemplo, los líderes políticos, los cuerpos consultivos, los
cuerpos representativos, etc.
Veamos algunos ejemplos.
El líder déspota es instrumental. El déspota es útil para conducir la guerra en las sociedades compuestas.
En la evolución a las sociedades industriales, el despotismo deja de ser una forma funcional de liderazgo
político.
Es en las sociedades industriales donde aparece la libre elección de los representantes y la formación de
los cuerpos representativos.
Los ministros se forman inicialmente de entre los ayudantes de los gobernantes. Con la evolución, los
ministros son cada vez más numerosos y definidos
Las sociedades militares, a medida que evolucionan, la organización militar se convierte en una entidad
separada de la política.
Al principio, el sistema judicial no se diferencia del militar, con el tiempo, el sistema judicial se separa y
se convierte en una organización centralizada y heterogénea.
31
El sistema impositivo gubernamental es inicialmente muy irregular e indefinido, pero más tarde adopta
una forma más regular y definida.
Spencer tiene la precaución de explicar que no habrá un único régimen político futuro, sino que variará
de una sociedad a otra. Y aunque las sociedades industriales sean menos propensas a la guerra que las
sociedades militares, es imposible pronosticar si las naciones entrarán en guerra o no.
En su estudio de las estructuras ideales futuras, Spencer describe una jefatura de gobierno electa y una
legislatura representativa que responda a la voluntad general. El gobierno será cada vez menos
centralizado y permitirá un control más local e individual. Las limitaciones impuestas a las estructuras y
las funciones políticas permitirán una mayor libertad individual.
Instituciones eclesiásticas.
Spencer analiza la religión fiel a su perspectiva evolucionista y conservadora. Spencer considera las
instituciones eclesiásticas como estructuras, e indaga la cuestión de su procedencia y las funciones que
satisfacen. Spencer explicita que la religión no es innata en la naturaleza del hombre, puesto que existen
sociedades primitivas que no profesan religión alguna, otra cosa es que no tengan creencias en espíritus.
En las sociedades primitivas, los curanderos son más poderosos que los sacerdotes debido a que son los
únicos que pueden hacer frente a los espíritus. Con el paso del tiempo, los sacerdotes están destinados a
ser superiores que los curanderos. Al principio, la función de los sacerdotes aparece desdibujada en la
sociedad, generalmente, es el varón más anciano y experimentado el que se erige como cuasi sacerdote.
Spencer piensa que las instituciones eclesiásticas se derivan del respeto y la veneración a los mayores.
En consecuencia, en las sociedades primitivas apenas encontramos distinción entre los mundos sagrado
y secular. Probablemente, el antiguo jefe era, al tiempo, el mejor guerrero y sacerdote.
Las instituciones eclesiásticas no evolucionan independientemente de la naturaleza cambiante de otras
estructuras sociales, sobre todo de la organización política. Allí donde la organización política apenas se
ha desarrollado, encontramos escaso desarrollo en las organizaciones eclesiásticas; por eso, un gobierno
civil coercitivo y centralizado va acompañado de un gobierno religioso no menos coercitivo y
centralizado. A medida que las sociedades ganan estabilidad y confianza, las instituciones eclesiásticas
tienden a definirse y desarrollarse.
Una vez que las instituciones eclesiásticas comienzan a distinguirse de las políticas, se produce una lucha
entre ellas por la supremacía. La religión tiene inicialmente una serie de ventajas en esta lucha. Por
ejemplo, como representante de la deidad, es la religión la que confiere autoridad al gobernante, tiene
influencia sobre los temidos y venerados seres sobrenaturales. A largo plazo, el poder terrenal se sitúa
por encima del poder espiritual, cambio que está estrechamente ligado con el nacimiento de la
industrialización. Finalmente, la propagación del conocimiento reduce la importancia y el poder del
conocimiento sacerdotal.
Para Spencer las instituciones eclesiásticas han sido de enorme influencia e indispensables en las
estructuras sociales desde la antigüedad hasta nuestros días. Entre otras muchas funciones, la religión
fomenta la cohesión social, actúa como freno de la guerra en la sociedad, sirve de sistema regulador
complementario al sistema político, y hace que los individuos sean respetuosos mediante la coerción
eclesial.
Instituciones profesionales.
Las profesiones constituyen para Spencer un caso paradigmático de su perspectiva general. Ningún
grupo de instituciones ilustra con tanta claridad el proceso de la evolución social; y ninguno demuestra
más indiscutiblemente el modo en que la evolución social cumple la ley general de la evolución.
Spencer comienza su análisis de las profesiones señalando que los grupos realizan una variedad de
funciones para la sociedad, entre ellas, la preservación de la sociedad ante la amenaza de su destrucción
por parte de sus enemigos, la regulación de la vida y su continuidad. Las profesiones constituyen una
estructura cuya función es la mejora de la vida.
Para Spencer, la religión se convierte en la fuente principal de las profesiones. Los sacerdotes eran
capaces de dedicar tiempo y energía a la labor y a la disciplina intelectual que resultan necesarias para
que las ocupaciones profesionales se diferencien de otras ocupaciones.
El origen de la profesión médica tiene su origen en los curanderos, quienes atribuían causas
sobrenaturales a las enfermedades y prescribían tratamientos de esa índole. A resultas de lo cual,
Spencer veía en los sacerdotes la fuente más importante de la profesión médica, puesto que fueron ellos
quienes intentaron acercarse a lo sobrenatural con buenas artes, en lugar de hacerlo de manera
antagonista. Finalmente, los médicos y cirujanos comenzaron a diferenciarse de los sacerdotes, pero
32
mientras los primeros médicos seguían pareciéndose a sacerdotes, los cirujanos comenzaron a centrarse
en las enfermedades físicas cuyas causas eran más naturales.
Con el tiempo se produjo un aumento de la división del trabajo. Esta creciente diferenciación hizo que
aumentara la integración profesional mediante las asociaciones profesionales. Al final, de acuerdo con su
orientación típicamente conservadora, Spencer concluye que todas las profesiones específicas, así como
las profesiones en general, son indispensables en la sociedad.
Instituciones industriales.
La industria es la última institución que Spencer examina desde su perspectiva evolucionista. Define la
división del trabajo como la especialización de las funciones directa o indirectamente relacionadas con la
satisfacción de necesidades materiales, y las ayudas materiales a las necesidades mentales.
Spencer comienza por examinar las diferencias que existen entre las aptitudes naturales de los
individuos, las diferencias sociales y las diferencias de sexos. Spencer culpa a los varones y a su
capacidad para obligar a las mujeres a realizar las ocupaciones menos deseables y satisfactorias…de
acuerdo con su fuerza, delegan en las mujeres la realización de los trabajos más tediosos y monótonos. A
Spencer le preocupa más el trato inhumano que daban los hombres a las mujeres en las sociedades
militares, aunque se tranquilizaba pensando que ese trato se humanizaba en las sociedades industriales.
Muchos sociólogos contemporáneos criticarían esta división, pero Spencer limita sus críticas a los
sistemas antiguos.
La siguiente cuestión que estudia es la evolución de la mera adquisición de lo que se necesita para la
supervivencia (por ejemplo, caza y recolección) a la producción de mercancías. El desarrollo inicial de la
producción se ve dificultado en las sociedades militares primitivas. Aunque estas sociedades necesitan
de cierta producción (armas de fuego), en la mayoría de los casos las actividades para la destrucción
inhiben las actividades productivas. Así, el estado de guerra permanente tiende a destruir todo brote de
organización industrial y a obstaculizar el desarrollo de las ocupaciones no relacionadas con la guerra. El
progreso de la industria está estrechamente relacionado con la decadencia de las instituciones militares.
Otra barrera al desarrollo industrial es la naturaleza humana. Para que la evolución industrial siga
adelante, se requiere una remodelación de la naturaleza humana. Spencer afirmaba que la naturaleza
humana no es estable sino que evoluciona con la sociedad. Los cambios sociales como el avance de la
industria, tienden a expandir la naturaleza humana, lo que permite a su vez un mayor progreso
industrial. Por tanto, la producción aumenta a medida que los deseos se multiplican y se hacen más
fuertes.
Un elemento añadido al aumento de la división del trabajo y la producción es la expansión del sistema
distributivo necesario para transportar los bienes de un lugar a otro. Con el tiempo, aumenta la
complejidad del sistema de distribución. La evolución del sistema distributivo lleva a la del sistema de
intercambio, lo que da lugar al desarrollo de un papel moneda, que facilita la distribución y la
producción.
Otro elemento del sistema industrial lo constituyen los medios de regulación del trabajo. Spencer esboza
la historia de la regulación del trabajo que parte de la regulación paternal, patriarcal, comunitaria, para
llegar a la regulación a cargo de los gremios y sindicatos.
Spencer analiza también la esclavitud y la servidumbre como formas primitivas de control laboral
relacionadas con las sociedades militares. Estos sistemas decaen a medida que la sociedad se inclina
hacia la cooperación voluntaria de la sociedad industrial.
Spencer se declaraba en contra del socialismo, puesto que lo consideraba más apropiado para la
sociedad militar que para otra de tipo industrial, caracterizada por la cooperación voluntaria. A Spencer
le preocupaba más el poder creciente del estado que la propagación del socialismo; vislumbraba una
tendencia hacia la regulación estatal de la industria, a resultas de la cual, la organización industrial
compulsiva usurparía el lugar de la organización industrial voluntaria actual. Temía que al final se
estableciera un estado en el que ningún hombre pudiera hacer lo que desease y tuviera que hacer lo que
le ordenasen. De hecho, hablaba de un estatalismo radicalmente opuesto al individualismo.
ETICA Y POLITICA.
Spencer manifiesta en su obra una postura ética y política bastante coherente. Las ideas políticas y
morales de Spencer se derivan en no poca medida de su individualismo metodológico. Spencer se centró
en los macrofenómenos, pero lo hizo partiendo de su idea de que la base de esos fenómenos eran
unidades individuales. Esta idea específica del mundo social se deduce de sus principios generales. Las
características de las unidades determinan las del grupo, como ningún cuerpo no puede exhibir
33
fenómeno alguno si sus miembros individuales carecen de la capacidad inherente de producirlo. Del
mismo modo que los macrofenómenos son producto de los individuos, también lo es la ley moral de la
sociedad. La conducta correcta de la humanidad en su estado de multitud se encuentra en la humanidad
es su estado de unidad. Spencer creía que los individuos nacen con un sentimiento moral que guía sus
acciones y, en última instancia, la estructura y las funciones de la sociedad.
Aunque los individuos son la causa inmediata de la moralidad social, la causa más lejana es Dios.
Teniendo a Dios por en medio, Spencer suponía que la sociedad evolucionaba hacia una mayor
perfección y felicidad.
Otro factor de esta evolución hacia un estado moral de perfección era que el mal llegaría a desaparecer
de forma progresiva. Spencer recurría al argumento de la supervivencia del más apto. Spencer pensaba
que el mal era una consecuencia de la inadaptación a las condiciones externas. Spencer pretende que la
felicidad del hombre proceda de la satisfacción de sus deseos. Por tanto, las personas deben practicar el
libre ejercicio de sus facultades, es decir, deben tener libertad. Además, esta libertad no debe constituir
el derecho de unos pocas exclusivamente; como todos los hombres nacen con esas facultades, todos los
individuos tienen el derecho a su libre ejercicio. Sin embargo, esta libertad personal tiene sus
limitaciones. Cuando un individuo ejerce su derecho, no debe permitírsele coartar la libertad del otro.
Este pensamiento conduce s Spencer a una perspectiva política libertaria en la que el papel del estado es
muy limitado. El estado debe limitarse a proteger la libertad individual y no intervenir en la propia
marcha de la evolución, permitiendo así que se cumpla la ley y la dinámica del proceso evolutivo.
Spencer no considera que las duras realidades como el hombre y la enfermedad constituyan un mal, sino
que son producto de la más alta benevolencia. Para decirlo de otra manera, los que no disfrutan de
salud, no son listos, no son decididos, y no creen en lo divino que en beneficio de la sociedad deban
morir. Si se permite la supervivencia de los ineptos, la sociedad se verá infectada de ineptos e impide
que se reproduzcan los más aptos y detiene el proceso purificador de la evolución natural. Spencer se
opone a la caridad administrada por el estado y a la educación estatal. Incluso se opone a que el
gobierno se implique en cuestiones sanitarias como la recogida de basura. En suma, se debe frenar la
intervención del gobierno no sólo porque impide la marcha natural de la evolución, sino porque además
recorta los derechos individuales. Para Spencer, el liberalismo defiende la libertad individual frente a la
coerción del estado.
En respuesta a sus críticos, Spencer expresaba su sorpresa ante el hecho de que lo tomasen por un
enemigo de los pobres y otros miembros desafortunados de la sociedad. Aducía que no estaba de
acuerdo con la pasividad ante los problemas sociales, pero que se debían de tomar las medidas
adecuadas. Spencer tenía muy mala opinión de los que vivían a costa del estado y pensaba que unos
trabajadores no debían de cargar con la carga de otros trabajadores.
Obviamente, de la oposición de Spencer a la intervención estatal se deduce su oposición a cualquier
cambio radical de la sociedad. (Socialismo o Comunismo). Spencer distinguía su sociedad ideal de la de
los socialistas cuando afirmaba que no era partidario de dar a las personas una porción igual de bienes,
sino de dar a cada uno la oportunidad de adquirir los objetos que deseen. Spencer creía que las
personas nacían con un instinto de sus derechos, y uno de esos derechos era el deseo de la propiedad.
Por lo tanto, el socialismo se oponía radicalmente a este elemento de la naturaleza humana y,
consecuentemente, el socialismo no podía sobrevivir.
Los teóricos contemporáneos de la sociología, liberales o radicales, tienden a rechazar el tipo de
moralidad y de política conservadora de Spencer. Turner decía que no se debe rechazar una teoría
simplemente porque no se es partidario de la moral o la política de su creador. Sin embargo, hay otra
razón para poner en cuestión la teoría de Spencer, y reside en la percepción de que su sociología está
influida y distorsionada por sus prejuicios morales y políticos.
Dicho esto, no debemos perder de vista el hecho de que en la teoría sociológica de Spencer hay más
mérito del que se le concede en la actualidad.
34
CAPITULO 5
KARL MARX
En algunas zonas del mundo, al menos hasta el final de la guerra fría, la teoría sociológica era
virtualmente idéntica a la teoría marxista y neomarxista, pero en otros países, como los EE.UU., Marx ha
sido prácticamente ignorado como pensador de relevancia sociológica. La influencia de Marx en Europa
del Este era inmensa. Sin embargo, en la Europa Occidental, esa influencia ha sido variable. En los
EE.UU., salvo C. Wright Mills, tendían a ignorar a Marx. Por ejemplo, Talcott Parsons despreció la obra de
Marx en unas pocas páginas, y dedicó, sin embargo, cientos de ellas a Weber, Durkheim y Pareto. En los
años sesenta, debido a la fiebre por los derechos civiles, feminismo y la Guerra del Vietnam, comenzaron
a considerar seriamente a Marx como teórico de la sociología. Desde finales de la década de los sesenta
se ha venido realizando un serio esfuerzo por integrar las teorías marxista y neomarxista en la teoría
sociológica estadounidense.
El reciente fracaso de las sociedades comunistas y su giro hacia una economía más capitalista hace
necesario plantearse el papel que juega la teoría de Marx en la sociología. A primera vista parece que
estos cambios sugieren una decadencia de la teoría marxista. Los nuevos teóricos están menos
dispuestos a buscar en la obra de Marx las respuestas a los problemas de las sociedades capitalistas
35
modernas. Sin embargo, el alejamiento de la teoría sociológica marxiana será menos limitado por
diversas razones.
1. La mayoría de los sociólogos tienen un largo y profundo compromiso con ellas.
2. Muchas de las ideas de Marx han sido integradas en diversas teorías sociológicas.
3. La teoría sociológica de Marx es mucho más importante que su teoría económica. Marx ofreció
una teoría sociológica abstracta, coherente y sumamente satisfactoria que puede emplearse
para analizar cualquier sociedad.
Los estudiantes formados en una tradición antimarxiana se han socializado en la creencia de que Marx
era un sanguinario radical, es preciso destruir este mito.
Se puede ofrecer un par de argumentos básicos a los antimarxistas que rechazan a Marx como sociólogo
debido a su orientación ideológica.
1. En el enfoque marxista se percibe una poderosa influencia de su ideología, es importante
admitir que todos los sociólogos tienen su sesgo ideológico. Es más, Marx nunca intentó evitar
u ocultar su sesgo ideológico.
2. Marx no era un sanguinario enloquecido. Marx era un humanista al que hería profundamente el
sufrimiento de la clase trabajadora. Su humanismo le llevó a predicar una sociedad más justa y
más humana que la capitalista. Marx no creía que ese cambio implicaría forzosamente un
derramamiento de sangre. La transición al socialismo podía hacerse pacíficamente.
Aunque estos argumentos puedes disipar dudas a los lectores con prejuicios antimarxistas, seguramente
no satisfacen a los que comparten una orientación promarxista. Estos estudiantes pueden objetar que
pensar en Marx como simplemente un sociólogo, es limitarle demasiado. Marx era filósofo,
revolucionario, panfletista, periodista y pensador dialéctico.
Hay varias escuelas de teoría neomarxista, y muchas de sus diferencias nacen de las diversas
interpretaciones que hacen de la teoría marxista. Por ejemplo, algunos subrayan la obra temprana de
Marx sobre el potencial humano y consideran el resto de su trabajo una consecución de sus primeros
trabajos. Otros, sin embargo, hacen hincapié en la obra madura de Marx sobre las estructuras sociales,
en especial las estructuras económicas, y consideran que estos trabajos son distinguibles de su
producción temprana.
LA DIALÉCTICA.
Marx adoptó el modo dialéctico de la lógica de Hegel. Si Hegel se ocupó de la dialéctica de las ideas, el
enfoque dialéctico de Marx lo aplicó al mundo material. Marx tomó la dialéctica de la filosofía y lo aplicó
a las relaciones sociales existentes en el mundo material.
Dos características básicas del análisis dialéctico distinguen el pensamiento de Marx de la mayor parte
del pensamiento sociológico.
1. El método dialéctico de análisis no contempla una única y unidireccional relación causa-efecto entre las
diversas partes del mundo social. Para el pensador dialéctico, las influencias sociales nunca se dan en
una sola dirección, como ocurre para los que piensan en términos de causas y efectos. Este tipo de
pensamiento no implica que el dialéctico nunca tenga en cuenta las relaciones causales existentes en
el mundo social. Significa que cuando los pensadores dialécticos hablan sobre causalidad, siempre se
refieren a las relaciones recíprocas entre los factores sociales, así como a la totalidad dialéctica de la
vida social en la que se dan.
2. La segunda característica del análisis dialéctico es que los valores sociales no son separables de los
hechos sociales. El pensador dialéctico piensa que no sólo es imposible apartar los valores del estudio
del mundo social, sino que tampoco es deseable, porque produce una sociología inhumana y
desapasionada que apenas tiene algo que ofrecer a las personas que buscan respuestas a sus
problemas. Hechos y valores están entretejidos. Así, para Marx no era posible ser desapasionado
cuando se trataba de analizar las dos principales clases del capitalismo: la burguesía y el proletariado.
Por ejemplo, en El Capital, cuando Marx se refería a los capitalistas les llamaba licántropos y vampiros
que chupaban la sangre de los trabajadores y se solidarizaba con la penosa condición del proletariado.
De la implicación tan emocional de Marx no se deduce ningún tipo de imprecisión en sus
observaciones. Un estudioso menos apasionado habría ahondado menos profundamente en la
dinámica del sistema.
Estas dos características de la dialéctica reflejan la idea de Marx de que no existen líneas divisorias
definidas entre los fenómenos del mundo social. Marx creía que los diversos componentes del mundo
social se entremezclaban gradual e imperceptiblemente. Marx afirmaba que los capitalistas y el
36
EL POTENCIAL HUMANO.
La base de gran parte del pensamiento de Marx la constituyen sus ideas sobre el potencial humano.
Tenía que haber una oportunidad histórica para que los individuos pudieran llegar a realizarse en
plenitud, pero los individuos estaban muy ocupados en conseguir comida y protección, por lo tanto les
era prácticamente imposible realizarse como personas en plenitud. El capitalismo constituía un medio
demasiado opresivo para estos fines humanistas. Así, Marx no podía describir con precisión el potencial
humano porque aún no se le había permitido desarrollarse y expresarse adecuada y plenamente.
Capacidades y necesidades.
El fundamento de la concepción marxista del potencial humano son sus ideas sobre las capacidades y las
necesidades de las personas. Las capacidades pueden definirse como las facultades y aptitudes de las
personas. Las necesidades constituyen los deseos de las personas de cosas que normalmente no se
pueden obtener de forma inmediata.
Las necesidades, como las capacidades, varían mucho según los entornos sociales en los que viven las
personas.
Es necesario distinguir entre necesidades y capacidades naturales y de la especie. Las capacidades y
necesidades naturales son las que compartimos con otros animales, mientras que las específicas son
exclusivamente humanas. Las capacidades y necesidades naturales per se apenas nos interesan, porque
el hombre natural aún no es un hombre, sino un animal. Sin embargo, todas las capacidades y
necesidades pueden expresarse en formas distintivamente humanas. El sexo, por ejemplo, es un
comportamiento común a los seres humanos y a otros animales, pero cuando se expresa de formas
particularmente humanas entra dentro de la categoría de capacidades y necesidades de la especie.
Conciencia.
El núcleo de la noción del potencial humano reside en la idea de Marx de que los hombres se distinguen
de otros animales pro su conciencia y por su capacidad de ligar esa conciencia a sus acciones. Estas ideas
vienen de la filosofía hegeliana, aunque Marx critica el que analice la conciencia como si ésta existiera
37
Actividad.
La actividades puede ser considerada como el medio que utilizan las personas para apropiarse de los
objetos de la naturaleza. Es importante señalar que el concepto de actividad que emplea Marx es
virtualmente inseparable de sus conceptos de trabajo y creatividad. Para Marx, el trabajo constituye una
expresión de las capacidades distintivas de las personas. De hecho, el trabajo no se limita a las
actividades económicas, sino que entraña todas las actividades productivas que requieren las
capacidades creativas del actor.
Aunque Marx no hizo una distinción entre actividad, trabajo y creatividad, tendió a usar diferentes
términos en las distintas épocas de su carrera. Actividad hacer referencia al movimiento implicado en los
esfuerzos deliberados; el trabajo, al proceso de producción material; y la creatividad, a la capacidad de
las personas para hacer productos únicos. Bajo el capitalismo, el trabajo estaba separado de la actividad
y la creatividad, bajo el comunismo era probable la integración del trabajo, actividad y creatividad.
38
Objetivación. Para apropiarse del mundo natural, la gente debe comprometerse siempre con un proceso
de, que implica la producción de objetos como ropas y alimentos. Para Marx el proceso de objetivación
era importante por varias razones. Primera, reafirma su orientación materialista y su interés por el
mundo real de los actores reales. Segunda, Marx creía que la objetivación era el auténtico proceso en el
que las personas expresaban sus capacidades humanas.
Este proceso de objetivación constituye una expresión del potencial humano siempre que presente
ciertas características. Primera, que la conciencia de los actores esté implicada en la actividad. Segunda
que los actores expresen sus capacidades de forma comprehensiva. Tercera, que expresen su carácter
intrínsecamente social en el proceso de objetivación. Y cuarta, que el proceso de objetivación no
constituya simplemente un medio para lograr otros fines.
Trabajo. En el contexto de esta imagen de la objetivación específicamente humana, Marx analiza el
trabajo en la sociedad capitalista. Para el estudio de este tipo de sociedad, Marx, apenas utiliza los
conceptos interrelacionados de trabajo, actividad y creatividad. En las ideas de Marx, el concepto de
trabajo implica la apropiación, objetivación y la plena expresión del potencial humano. Sin embargo,
Marx pensaba que el trabajo en la sociedad capitalista adoptaba ciertas formas distintivas y pervertidas.
En lugar de constituir un fin en sí, el trabajo en el capitalismo se reduce a un medio para alcanzar un fin:
ganar dinero. Bajo el capitalismo, el trabajo no equivales a trabajo, actividad, creatividad.
Socialidad.
Otro aspecto de la imagen de Marx del potencial humano es la idea de que las personas son
intrínsecamente sociales. Para Marx, el hombre no sólo es un animal social, sino también un animal que
sólo dentro de la sociedad se convierte en individuo. Esto significa que todas las capacidades humanas
no tienen sentido si se expresan aisladamente. Desde el punto de vista de Marx, las personas no pueden
expresar su humanidad sin la interacción con la naturaleza y con las otras personas. Por otro, la
socialidad constituye una parte integrante de la naturaleza humana. Es decir, las personas necesitan
relacionarse con otras personas tanto por el mero hecho de relacionarse, como para poder apropiarse
de la naturaleza adecuadamente.
Consecuencias imprevistas.
Finalmente, un aspecto apenas analizado hace referencia al hecho de que las personas hayan producido
el capitalismo, una estructura que distorsiona su naturaleza esencial. Si bien solemos relacionar esta idea
con Weber, parece evidente que Marx también tuvo en mente, “he aquí, pues, la espiral dialéctica: al
tiempo que solemos lograr resultados inmediatos de nuestras intenciones conscientes, demasiado a
menudo no anticipamos ni prevemos las consecuencias no deseadas más remotas de esos resultados”.
En términos generales podemos deducir que el capitalismo constituye una consecuencia imprevista que
resulta de un sinnúmero de acciones. La intención de la gente no era crear una estructura que
distorsiona la naturaleza humana, pero ese fue el resultado. Marx habría especificado que
probablemente las consecuencias imprevistas no constituyen una característica de la sociedad. Es decir,
el comunismo no necesariamente se verá perturbado por las consecuencias imprevistas ya que estas
consecuencias imprevistas dependen del contexto social.
ALIENACIÓN.
Hasta aquí hemos analizado varios componentes a un nivel micro: el potencial humano, las capacidades,
las necesidades, la autoconciencia y la conciencia, la actividad, el trabajo, la creatividad, el trabajo
(percepción, orientación y apropiación), la objetivación, la sociabilidad y las consecuencias imprevistas.
Estos componentes pertenecen a la etapa temprana de Marx. En sus primeras obras, Marx denominaba
alienación a las distorsiones que causaba la estructura de la sociedad capitalista en la naturaleza
humana. Aunque era el actor el que sufría la alienación en la sociedad capitalista, Marx centró su análisis
en las estructuras del capitalismo que causaban tal alienación. Marx ofreció básicamente una teoría de
la alienación, que según Marx, “es la estructura social la que rompe las interconexiones naturales que
caracterizan la naturaleza humana en un sentido ideal”. Aquí es sumamente importante el sistema de
dos clases, en el cual los capitalistas emplean a los trabajadores y son propietarios de los medios de
producción, así como de los productos resultantes. Para sobrevivir y tener acceso a las herramientas y
materias primas, los trabajadores se ven obligados a vender a los capitalistas su fuerza de trabajo.
Aunque los trabajadores usen las herramientas y actúen sobre la naturaleza, las interrelaciones naturales
están rotas.
39
Componentes de la alienación.
Puede considerarse que el concepto de alienación incluye cuatro componentes básicos.
1. En la sociedad capitalista los trabajadores están alienados por su actividad productiva. Trabajadores y
capitalistas creen que el pago de un salario significa que la actividad productiva pertenece al
capitalista. En lugar de ser el trabajo un producto satisfactorio, la actividad productiva se reduce a un
aburrido e idiotizante medio de cumplir el único objetivo que de verdad importa en el capitalismo:
ganar el suficiente dinero para sobrevivir.
2. Los trabajadores están alienados por el objeto de esas actividades: el producto. El producto, como el
proceso de producción, pertenece a los capitalistas, que pueden usarlo como deseen. Los trabajadores
no sólo no ejercen control alguno sobre el producto, sino que, tampoco tienen una percepción
concreta de lo que producen. Las cadenas de montaje suelen ser tan largas y tienen tantos eslabones
que los individuos se limitan a cumplir un papel insignificante en el proceso global.
3. En el capitalismo, los trabajadores están alienados por sus compañeros de trabajo. Las personas
necesitan y desean trabajar en colaboración con otras personas para extraer de la naturaleza lo que
necesitan para sobrevivir. Pero el capitalismo destruye esa cooperación natural, y las personas se ven
obligadas a trabajar codo con codo para los capitalistas. Y lo que todavía es peor, los trabajadores
suelen verse obligados a competir por su puesto de trabajo. El capitalismo enfrenta a los trabajadores
para ver cuál es el más rentable. A los que son más productivos se les recompensa con dádivas. En
cualquier caso, estas situaciones generan hostilidad.
4. Los trabajadores están alienados por su propio potencial humano. Los individuos se realizan cada vez
menos como seres humanos y quedan reducidos en su papel de animales de carga. El resultado es una
masa de personas incapaces de expresar sus capacidades específicamente humanas.
Emancipación.
La crítica marxiana a la sociedad capitalista no era un fin en sí misma, sino un esfuerzo cuyo objetivo era
que se llevaran a cabo los cambios necesarios para crear una nueva sociedad. Podemos afirmar que el
objeto de la sociología de Marx era la emancipación de la humanidad de la esclavitud de la sociedad
capitalista.
La transición hacia la sociedad socialista y la emancipación podía lograrse sólo mediante la acción
concreta o praxis. No debemos sólo filosofar, hay que actuar. El proletario no puede esperar pasivamente
a que llegara el derrumbe final del capitalismo como fruto de sus contradicciones internas.
La sociedad comunista creada mediante la praxis “no gobernará sobre los individuos, pues en sí misma,
no es otra cosa que los individuos concretos en sus mutuas relaciones sociales, eliminará la alienación,
reunirá a las personas con sus productos, actividades y con otras personas”. La meta de la emancipación
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es el ser genérico y el comunismo, que constituye, la primera expresión real y la realización auténtica del
hombre, de la esencia del hombre y de su esencia real.
Mercancías.
El concepto de mercancía de Marx arraiga la orientación materialista de su análisis sobre las actividades
productivas de los actores. Para Marx, las personas producen los objetos que necesitan para sobrevivir
mediante su interacción con la naturaleza y otros actores; la objetivación constituye un aspecto
necesario y universal de la vida humana. Estos objetos se producen para el uso de una persona o para el
de otras en su entorno inmediato: constituyen valores de uso. Los productos en vez de ser usados
inmediatamente en el sistema capitalista, son intercambiados en el libre mercado a cambio de dinero
(valores de cambio). Aunque son las personas las que producen objetos en el capitalismo, el papel que
desempeñan en la producción de mercancías, y su control sobre ellas, se mistifica. La mercancía aparece
como una realidad externa, mística, independiente.
Fetichismo de la mercancía. El fetichismo de las mercancías implica el proceso por el que los actores
olvidan que es su trabajo el que confiere a las mercancías su valor. Llegar a creer que su valor procede de
las propiedades naturales de las cosas o que el funcionamiento impersonal del mercado es lo que les
otorga su valor. Al conceder realidad a las mercancías y al mercado, el individuo en el capitalismo pierde
el control sobre ellos. El análisis de Marx sobre las mercancías y su fetichismo consiste en que parte del
micronivel del actor y la acción individual para luego elevarse al macronivel de las grandes estructuras
sociales. El fetichismo de las mercancías confiere a éstas y al mercado una realidad objetiva
independiente que es externa y coercitiva.
Reificación. Es necesario señalar que las personas producen no sólo objetos económicos como comida,
ropa p alojamiento, sino también relaciones sociales y, en última instancia, estructuras sociales. La
reificación puede considerarse como el proceso por el que se llega a creer que las formas sociales
humanamente creadas son naturales, universales y absolutas y, consecuentemente, que esas formas
sociales adquieren, de hecho, esas características. El concepto de reificación implica el convencimiento
de las personas de que las estructuras sociales están fuera de su control y son inalterables. El uso de este
concepto implica que las personas reifican no sólo las mercancías, sino también el conjunto total de las
diversas estructuras sociales.
Marx afirma que bajo las circunstancias específicas del capitalismo, el trabajo, como fenómeno social, se
convertía en una mercancía. “La fuerza del trabajo aparece en el mercado como una mercancía
exclusivamente si, y en la medida en que su poseedor, el individuo propietario de esa fuerza de trabajo,
la pone en venta o la vende como una mercancía”. Del mismo modo en que se reifican las mercancías
también se reifican las estructuras religiosas, políticas y organizativas.
Capital.
Como estructura independiente, el capital explotaba a los trabajadores, responsables de su creación.
Marx pensaba que el poder del capital aparecía como “un poder otorgado por la naturaleza, un poder
productivo inherente al capital”. Los trabajadores eran explotados por un sistema y habían olvidado que
ellos lo habían producido mediante su trabajo, por lo que no se percataban de que podían cambiar. Esta
es la idea que llevó a Marx a la conclusión de que el capitalismo era un mundo invertido.
Circulación de mercancías. Marx examinó la circulación de mercancías y lo consideró como el punto de
partida del capital. Marx distinguía dos tipos de circulación de mercancías. Uno de esos tipos de
circulación Dinero-Mercancías Dinero (D-M-D) es característico del capital; no ocurre así con el otro:
Mercancías-Dinero-Mercancías (M-D-M). O buscas satisfacer tus necesidades con el sistema de cambiar
lo que produces por dinero y así comprar otras mercancías, u optas por hacer lo contrario, con tu dinero
compras mercancía para volver a vender con una plusvalía. El fin de este último circuito no es el
consumo del valor de uso, el fin es el dinero en una forma más extensa, un dinero que cualitativamente
es idéntico, pero no cuantitativamente.
41
El sistema D-M-D es un proceso más abstracto y por lo tanto más vulnerable a la reificación.
Propiedad privada.
Para Marx, la propiedad privada se deriva del trabajo alienado de los trabajadores. Los trabajadores no
se dan cuenta de esa situación. En lugar de controlar la propiedad privada, es la propiedad privada lo
que controla al trabajador. El concepto de Marx de la propiedad privada está directamente relacionado
con su obra temprana sobre el potencial humano y la interacción. Para que las personas puedan
expresar su potencial humano deben destruir la propiedad privada y los demás componentes
estructurales de la sociedad capitalista
Clase social.
La clase social constituye otra de las cuestiones a las que Marx desarrollo más tiempo en su estudio dela
estructura social. Marx consideraba a las clases sociales como estructuras externas y coercitivas para las
personas. Para Marx, las clases sociales se derivan de los actos de producción; las personas llegan a
Reificar las clases y, consecuentemente, comienzan a cobrar una vida independiente que constriñe al
actor.
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que le espera al proletariado y que puede ayudarle a realizar el cambio de una sociedad capitalista a otra
comunista.
Ideología.
La otra gran dimensión cultural del análisis de Marx es la ideología. Puede definirse la ideología como el
sistema integrado de ideas que es externo a los individuos y resulta coercitivo para ellos.
Podemos destacar al menos tres ideas fundamentales interrelacionadas sobre el conceptualización que
hace Marx de las ideologías.
1. Las ideologías representan los intereses de la clase dominante.
2. Constituyen un reflejo invertido y truncado de la realidad.
3. Las ideologías tienen una existencia independiente que resulta coercitiva para las personas.
El papel de las ideologías es asegurar la sumisión de los oprimidos y explotados.
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CAPITULO 6
EMILE DURKHEIM
La orientación teórica de Durkheim muestra muy pocas ambigüedades. Su mayor preocupación fue la
influencia de las grandes estructuras en la sociedad. Durkheim contribuyó enormemente a la formación
de la teoría estructural-funcional, que se centra en el análisis de la estructura social y la cultura a nivel
macroscópico.
El desarrollo y uso del concepto de hecho social constituye el núcleo de la sociología de Durkheim. En
términos modernos, los hechos sociales son las estructuras sociales, así como las normas y los valores
culturales que son externos y coercitivos para los actores.
Para entender la razón por la que Durkheim desarrolló el concepto de hecho social y su significado
necesitamos examinar al menos algunos aspectos del contexto intelectual en el que vivió.
Para Durkheim, la sociología nació en Francia en el siglo XIX. Reconoció sus raíces en Platón y Aristóteles
y como fuentes más próximas, Montesquieu y Condorcet. Para Durkheim estos filósofos no llevaron lo
suficientemente lejos y ofrecieron ideas novedosas o ingeniosas sobre los hechos sociales, pero no
intentaron el desarrollo de una nueva disciplina. Durkheim le concedió a Saint- Simon el mérito de haber
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sido el primero en formular la noción de una ciencia del mundo social, aunque imperfecta y difusa.
Desde el punto de vista de Durkheim, fue Comte el que perfeccionó esas ideas.
Aunque el término de sociología fue acuñado por Comte algunos años antes, no existía un área
específica para la disciplina en la Francia del siglo XIX. Las disciplinas existentes, como la psicología y la
filosofía, se oponían radicalmente a la fundación de la sociología. La obsesión de Durkheim era crear un
nicho separado e identificable para la sociología.
Durkheim afirmaba que, para diferenciarse de la filosofía, la sociología debía orientarse hacia la
investigación empírica. Esto parece bastante obvio, pero Durkheim también pensó que la sociología
estaba amenazada desde el interior de la escuela filosófica que existía dentro de la sociología.
En su opinión, Comte y Spencer, se interesaban más por la filosofía y las ideas que por el estudio
empírico del mundo social. Durkheim se vio en la necesidad de atacar a Comte y Spencer para
diferenciarse de ellos. Acusó a ambos de teorizar demasiado sobre la realidad social y hacía falta un
método científico de trabajo. A Comte le acusó de suponer teóricamente que el mundo social
evolucionaba hacia la perfección en lugar de llevar a cabo un estudio minucioso de la naturaleza
cambiante de las diversas sociedades y a Spencer de dar por supuesta una armonía social en lugar de
estudiar si realmente existía dicha armonía social.
HECHOS SOCIALES.
Con el fin de lograr que la sociología se alejara de la filosofía y de darle una entidad clara y particular,
Durkheim afirmó que el objeto distintivo de la sociología debía ser el estudio de los hechos sociales de
una forma empírica y no filosófica. Durkheim creía que las ideas podían concebirse introspectivamente
(filosóficamente), pero las cosas no pueden concebirse mediante una actividad puramente mental.
Aunque tratar los hechos sociales como cosas contrarrestaba la amenaza que planteaba la filosofía, era
sólo parte de la respuesta al problema de la amenaza planteada por la psicología. Ambas ya eran
empíricas y para diferenciarlas, Durkheim, afirmó que el objeto de la sociología debía ser el estudio de
hechos sociales externos y coercitivos, mientras que la psicología apuntaba al estudio de hechos
psicológicos internos y heredados.
Al optar Durkheim por una postura muy radical hacia sus objetos de estudio, en un futuro, limitaría
algunas ramas de la sociología actual.
Durkheim distinguía entre dos tipos de hechos sociales:
1. Hechos sociales materiales. Son los más claros de ambos tipos, porque son entidades reales y
materiales. La arquitectura y el derecho son dos ejemplos de hechos sociales materiales. Son
secundarios para el estudio de Durkheim.
2. Hechos sociales inmateriales. Ocupan gran parte de su obra. Hechos sociales inmateriales son las
normas y valores (cultura) que rigen una sociedad.
¿Cómo es posible que hechos sociales inmateriales tales como normas y valores sean externos al actor? ¿Dónde
pueden residir sino es en la mente del actor? Y en el caso de residir en la mente del actor, ¿acaso no son entonces
internos en lugar de externos?
La mejor manera de conceptualizar los hechos sociales inmateriales es pensar en ellos como externos y
coercitivos respecto de los hechos psicológicos. Entonces, deducimos que tanto los hechos psicológicos
como algunos hechos sociales, existen dentro de las conciencias y entre ellas. Es preferible considerar a
los hechos sociales inmateriales como fenómenos mentales, pero externos y coercitivos respecto a otros
aspectos del proceso mental: los hechos psicológicos. Esto difumina un poco la distinción de Durkheim
entre sociología y psicología, pero sirve para hacer más realista la distinción y, por lo tanto, más
defendible. La sociología se ocupa de los fenómenos mentales distintos de aquellos de los que trata la
psicología. Durkheim afirmaba que mientras la sociología se interesa por las normas y los valores, la
psicología se preocupa por los instintos humanos.
El análisis de Durkheim comienza por el nivel de los hechos sociales materiales, no porque fuera un nivel
más importante para él, sino porque sus elementos suelen tener influencia en los hechos sociales
inmateriales.
Los principales niveles de la realidad social en la obra de Durkheim son:
A.-Hechos sociales materiales.
1) Sociedad.
2) Componentes estructurales de la sociedad (Iglesia, Estado)
3) Componentes morfológicos de la sociedad (Demografía, Canales de comunicación, etc.
B.-Hechos sociales inmateriales.
1) Moralidad.
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2) Conciencia colectiva.
3) Representaciones colectivas.
4) Corrientes sociales.
Los niveles dentro de las dos categorías figuran en orden descendente en lo que se refiere a generalidad.
Su análisis de los hechos sociales en el macro nivel constituye una de las razones que explican el
importante papel de Durkheim en el desarrollo del funcionalismo estructural, que ofrecía una similar
orientación macro. Durkheim se inspiró en la biología para explicar el funcionamiento de la sociedad.
Densidad dinámica.
La división del trabajo para Durkheim, constituía la principal pauta de interacción en el mundo social.
Otro hecho social material estrechamente relacionado con la división del trabajo es la densidad
dinámica. Este concepto hace referencia a la cantidad de personas de una sociedad y al grado de
interacción que se produce entre ellas. Un aumento de la cantidad de personas más un aumento de su
interacción conduce a la transición de la solidaridad mecánica a la orgánica, dado que, si se producen
simultáneamente, provocan un aumento de la competencia por los recursos escasos y una lucha más
intensa por la supervivencia entre los diversos componentes paralelos y similares de la sociedad
primitiva.
El nacimiento de la división del trabajo permite a las personas y a las estructuras sociales creadas por
ellas cooperar, en lugar de entrar en conflicto, lo que hace más probable a su vez la coexistencia pacífica.
Además, el aumento de la división del trabajo produce una mayor eficacia, lo que produce un aumento
de los recursos que hace que más y más gente pueda vivir en paz. Durkheim mostró especial interés en
el efecto que tenían estos cambios materiales en los hechos inmateriales y su naturaleza.
Para estudiar los hechos sociales inmateriales de una manera científica el sociólogo debe buscar y
examinar los hecho sociales materiales que reflejan la naturaleza de los hechos inmateriales y sus
cambios. Esa función la cumple el derecho, sus diferentes formas en distintas sociedades, en la división
del trabajo social.
Derecho.
1. Durkheim afirmaba que una sociedad que presenta solidaridad mecánica se caracteriza por su derecho
represivo. Como las personas son muy similares en este tipo de sociedad, y como la totalidad de sus
miembros creen profundamente en una moralidad común, cualquier ofensa contra su sistema de
valores compartido suele ser de la mayor importancia para la mayoría de los individuos. El transgresor
suele ser severamente castigado si comete una acción considerada ofensiva para la moral colectiva. La
administración del derecho represivo está en manos de las masas. Amputaciones pro robo o
blasfemia.
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2. Por el contrario, una sociedad con solidaridad orgánica se caracteriza por su derecho restitutivo. En lugar
de ser duramente castigado por la más mínima ofensa contra la moralidad colectiva, a los individuos se
les suele pedir que tan sólo cumplan con la ley o que restituyan a los que han resultado perjudicados
por sus acciones. Apenas existe una moralidad común, o en el caso de que la hubiere, tiene escasa
influencia. El mantenimiento del derecho restitutivo está en manos de una única entidad especializada
como la policía y los tribunales.
En el sistema teórico de Durkheim, los cambios que se producen en un hecho social material, como el
derecho, son simplemente reflejos de aquellos otros que se producen en los hechos sociales
inmateriales, tales como la moralidad o la conciencia colectiva.
En el nivel más general e inclusivo, Durkheim fue un sociólogo de la moralidad. El interés de Durkheim
por la moralidad de su época le llevó, como sociólogo, a dedicarse casi totalmente al estudio de los
elementos morales de la vida social y el debilitamiento de esa moral en el mundo moderno. Estos
vínculos morales eran tan importantes que pensaba que sin su existencia, el individuo llegaría a ser
esclavo de pasiones insaciables. Durkheim mantenía la opinión aparentemente contraria de que el
individuo necesitaba de una moralidad y un control externo para ser libre.
Anomía.
Como bien sabemos Durkheim estaba muy preocupado por la moralidad común. La anomía es el
debilitamiento de la moral en la sociedad, cuando los conceptos morales y apropiados no están claros.
Para Durkheim la anomía es una patología, por lo tanto susceptible de ser curada. La división del trabajo,
que Durkheim la consideraba un punto de cohesión, no era suficiente para evitar la relajación moral. La
anomía era consecuencia del nacimiento de la solidaridad orgánica. Los individuos también se pueden
encontrar aislados y abandonados en la realización de sus actividades altamente especializadas, es fácil
sentirse aislado y no percibir los vínculos comunes con los que trabajan a su alrededor. Pero esta
aislabilidad es anormal, porque sólo en circunstancias no normales la división moderna del trabajo
relega a las personas a tareas y empleos aislados y carentes de sentido. El concepto de anomía no está
sólo en la división del trabajo, sino también en El Suicidio como una de las principales causas de suicidio.
Conciencia colectiva.
Durkheim analizó el problema de la conciencia colectiva como ejemplo social inmaterial.
1. Es evidente que cuando Durkheim hablaba del conjunto de creencias y sentimientos comunes, hace
referencia a la conciencia colectiva de una sociedad dada.
2. Durkheim concebía la conciencia colectiva como un sistema cultural independiente, aunque sostenía la
perspectiva de conciencia colectiva, también especificó que se realizaba en las conciencias
particulares.
La lógica de la conciencia colectiva desarrollada en la división del trabajo es que el aumento de la
división del trabajo, que se produce como consecuencia del aumento de la densidad dinámica, causa una
reducción de la conciencia colectiva. Es más probable que en una sociedad moderna se mantengan
unidos mediante la división del trabajo y la mutua necesidad. En otras palabras, la conciencia colectiva
es mucho menos importante en una sociedad con solidaridad orgánica que en otra con solidaridad
mecánica.
Anthony Giddens señaló que la conciencia colectiva en los dos tipos de sociedad difiere en cuatro
dimensiones:
1. Volumen. Se refiere a la cantidad de gente que comparte una misma conciencia colectiva.
2. Intensidad. Se refiere al grado en que sienten esa conciencia colectiva.
3. Rigidez. Se refiere a su nivel de definición.
4. Contenido. Se refiere a la forma que adopta la conciencia colectiva en los dos tipos polares de sociedad.
En una sociedad caracterizada por una solidaridad mecánica, casi todos los individuos comparten la
misma conciencia colectiva. En una sociedad con una solidaridad orgánica la conciencia colectiva es
menor y la comparten una cantidad de gente inferior, se percibe con menor intensidad, consecuencia del
cambio de derecho penal por el restitutivo.
Representaciones colectivas.
El concepto de conciencia colectiva, vago y amorfo, fue abandonado por Durkheim progresivamente. Lo
cambió por otro concepto mucho más específico, las representaciones colectivas. Las representaciones
colectivas pueden considerarse estados específicos o substratos de la conciencia colectiva. Desde una
perspectiva contemporánea, las representaciones colectivas hacen referencia a las normas y valores de
47
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sociedades con corrientes sociales débiles, los individuos pueden fácilmente sobrepasar la conciencia
colectiva y hacer lo que desean debido a su insatisfacción personal y descontento. Durkheim pensaba
que la desintegración societal conducía a corrientes de depresión y desilusión. La desintegración moral
de la sociedad predispone al individuo al suicidio, pero las corrientes depresivas también pueden ser la
causa de diferencias en las tasas de suicidio egoísta. No obstante, Durkheim reafirmaba la importancia
de las fuerzas sociales ya que los individuos nunca pueden sentirse libres de la fuerza de la
colectividad. El estudio del suicidio egoísta indica que incluso en el caso de los actos más
individualistas y privados, la causa determinante son los hechos sociales.
2. Suicidio altruista. El suicidio altruista se lleva a cabo cuando la integración es demasiado fuerte. El
individuo se ve literalmente obligado a suicidarse. El suicidio en Guyana es un buen ejemplo. Se
suicidaron porque sintieron el impulso de dar sus vidas por la sociedad intensamente integrada de los
fanáticos seguidores de Jim Jones. Se suicidaron porque se vieron obligado a ello.
A diferencia de lo que ocurre con el suicidio egoísta, el alto grado de integración no constituye la principal causa del
suicidio altruista. Los diferentes grados de integración producen diferentes corrientes sociales que, a su vez, influyen
en las tasas de suicidio. Mientras que el hastío y la depresión son la causa del suicidio egoísta, la melancolía y la
esperanza de una nueva vida después de la vida mortal, son la causa del suicidio altruista.
3. Suicidio anómico. Es el principal tipo de suicidio para Durkheim. Es el suicidio cuya probabilidad aumenta
cuando dejan de actuar las fuerzas reguladoras de la sociedad. Son fuerzas externas llamadas
interrupciones, una depresión económica o un crecimiento súbito de la economía suelen
desencadenar el suicidio anómico por crearse actitudes desarraigas y desreguladas. Si normal
podemos considerar el suicidio anómico en una depresión económica, no es menos normal que el
éxito súbito aleja a los individuos de las estructuras tradicionales en las que se está inmerso.
4. Suicidio fatalista. Mientras el suicidio anómico es más probable que ocurra cuando la regulación es
demasiado débil o laxa, el suicidio fatalista sucede cuando la regulación es excesiva. Durkheim
describía esta tipo de suicidio como “personas cuyo futuro esta implacablemente determinado, cuyas
pasiones están violentamente comprimidas por una disciplina obsesiva”. Lo mostramos con el clásico
ejemplo del esclavo que se quita la vida debido a la desesperación que le provoca la reglamentación
opresiva de todas sus acciones.
¿Mente colectiva?
El problema de pensar que las corrientes sociales independientes atravesaban el mundo social como si
flotaran suspendidas en el vacío social, llevo a acusar a Durkheim de ser el promotor de la existencia de
una mente colectiva. Los fenómenos culturales no pueden flotar por si mismos en un vacío social,
Durkheim era consciente de ello.
En términos contemporáneos, las corrientes sociales pueden considerarse como conjuntos de
significados que comparten intersubjetivamente los miembros de una colectividad. Se deduce que esta
definición que no pueden derivarse de la mente de un solo individuo, sino que son mentalmente
compartidas por un conjunto de actores miembros de la colectividad y que son variables de una
colectividad a otra, entre ellas, el suicidio.
En defensa de Durkheim podemos aducir que tenía un concepto muy moderno de los hechos sociales
inmateriales como son las normas, valores y cultura. Durkheim solía hacer afirmaciones muy exageradas
sobre los hechos sociales y cometía contradicciones sobre la relación existente entre los hechos sociales
inmateriales y los procesos mentales de los individuos.
RELIGIÓN.
Para Durkheim, la religión es el hecho social inmaterial por excelencia. La religión para Durkheim tiene
una naturaleza dinamogénica, es decir, tiene la capacidad no sólo de dominar a los individuos, sino de
elevarles por encima de aptitudes y capacidades.
La principal fuente de datos, por diversas razones, que utilizó Durkheim para el estudio empírico de la
religión fue sobre una tribu primitiva australiana.
1. Creía que era mucho más fácil entender la naturaleza esencial de la religión en la sociedad primitiva que
en la moderna.
2. Los sistemas ideológicos de las religiones primitivas presentaban un menor desarrollo que los de las
religiones modernas.
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3. Mientras la religión adopta las más variadas formas en las sociedades modernas, en las sociedades
primitivas hay conformidad moral e intelectual. En las sociedades primitivas aparecía la religión en su
forma más clara.
4. Si Durkheim empezó por estudiar una religión primitiva no fue por que le interesara esa religión per se,
sino que lo hizo con el fin de entender la naturaleza religiosa del hombre.
Dado el carácter uniforme y omnipresente de la religión en las sociedades primitivas, podemos
equiparar esa religión con la conciencia colectiva. Pero a medida que aumenta la especialización en la
sociedad, se reduce el dominio de la religión. En vez de ser la conciencia colectiva de la sociedad, la
religión pasa a ser una representación colectiva más. Ya no es sólo la religión, sino la ciencia y el derecho,
las que conforman esa conciencia colectiva. Durkheim acepta que cada vez el dominio de la religión es
más reducido, no obstante, las diversas representaciones colectivas de la sociedad moderna tienen su
origen en el tipo de religión omniabarcante de la sociedad primitiva.
Lo sagrado y lo profano.
La cuestión importante es saber la fuente de la religión moderna. Durkheim deduce que todo hecho
social podía ser la causa de otro hecho social. Durkheim concluyó que la sociedad era la fuente de toda
religión. La sociedad, a través de los individuos, clasificaba a ciertos fenómenos como sagrados y otros
profanos. Los aspectos de la realidad social que entran en la definición de lo sagrado (prohibidos y
apartados) forman la esencia de la religión. El resto constituye lo profano, lo mundano y cotidiano.
No sólo la diferenciación entre fenómenos profanos y sagrados es condición necesaria para el desarrollo
de la religión. Se requieren otras tres condiciones.
1. Tiene que desarrollarse un conjunto de creencias religiosas. Esas creencias constituyen las
representaciones que expresan la naturaleza de las cosas sagradas y las relaciones que sostienen entre
sí o con las cosas profanas.
2. Se requiere un conjunto de ritos, que son reglas de conducta que prescriben el comportamiento del
hombre en relación con las cosas sagradas.
3. Toda religión necesita de una iglesia, una comunidad moral.
Durkheim definió la religión como: “Una religión es un sistema solidario de creencias y de prácticas
relativas a las cosas sagradas; es decir separadas, interdictas, creencias y prácticas que unen en una
misma comunidad moral, llamada Iglesia, a todos aquellos que se adhieren a ellas”.
Totemismo.
El totemismo es un sistema religioso en el que ciertas cosas, en particular, animales y plantas, llegan a
considerarse sagradas y emblemas del clan. Durkheim lo considera como la forma más simple y primitiva
de religión, comparable a una primitiva organización social, el clan.
Un clan podía poseer varios tótems. No eran diferentes religiones, sino que los consideraba como un
conjunto de ideas interrelacionados entre ellas que proporcionaban al clan una representación más o
menos completa del mundo. Los tótems son representaciones materiales de la fuerza inmaterial que
mana de ellos. Y esa fuerza inmaterial no es sino la ya familiar conciencia colectiva de la sociedad. El
totemismo, y la religión en general, se derivan de la moralidad colectiva y se convierten en una fuerza
impersonal.
Efervescencia colectiva.
¿De dónde proviene la conciencia colectiva? Según Durkheim, del clan. El clan es la fuente de la
conciencia colectiva, del totemismo y de la religión. Pero, ¿cómo crea el clan el totemismo? La respuesta
reside en un concepto: la efervescencia colectiva. La efervescencia colectiva no fue definida por
Durkheim, pero a grandes rasgos, eran grandes movimientos históricos en los que una colectividad
alcanza un nuevo y alto nivel de exaltación colectiva, que produce marcados cambios en la estructura de
la sociedad. La Reforma y el Renacimiento podrían ser dos de estos movimientos históricos de
efervescencia colectiva. Es durante los periodos de efervescencia colectiva cuando los miembros del clan
crean el totemismo.
El totemismo es la representación simbólica de la conciencia colectiva, de la religión, del concepto de
Dios y de todo lo sagrado. Por esta razón, podemos afirmar que lo sagrado, y Dios en última instancia, y
la sociedad son lo mismo. Esta relación estaba clara en la sociedad primitiva, pero en la moderna, esa
relación está oscurecida por las complejidades de la sociedad moderna.
REFORMISMO SOCIAL.
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Hemos analizado los conceptos más importantes para Durkheim: la moralidad, la conciencia colectiva,
las representaciones sociales y la religión. Hemos analizado que los hechos sociales inmateriales eran
más importantes que los materiales. Pero para Durkheim, los hechos sociales materiales cumplen otro
papel importante, constituyen soluciones estructurales a los problemas morales de nuestro tiempo.
Durkheim era un reformador y creía que los problemas de la sociedad moderna eran aberraciones
temporales y no dificultades intrínsecas. Por ello se oponía tanto a los radicales como a los
conservadores de su época. Ni el conservadorismo de Louis de Bonald, ni el revolucionario Marx, eran la
solución para los problemas de la sociedad.
Durkheim afirmaba que los problemas de la época constituían patologías, como la anomía o la
desigualdad social en el mundo del trabajo, pero que admitían remedios si se administraban con la
racionalidad de un médico.
Asociaciones profesionales.
La principal reforma que Durkheim propuso para aliviar las patologías sociales fue el desarrollo de las
asociaciones profesionales. Opuesto a Marx, Durkheim no creía que hubiera un conflicto básico de
intereses entre propietarios, administradores y trabajadores. El conflicto entre propietarios y
trabajadores era debido a una falta de moralidad común.
Sugirió que la estructura necesaria para proporcionar esta moralidad integradora era la asociación
profesional, que podía agrupar a los actores de un mismo gremio, unidos y organizados en un grupo
propio. Estas asociaciones tenían un nivel superior a los sindicatos y organizaciones empresariales, ya
que éstas últimas, no servían más que para acrecentar las desigualdades entre empresarios y
trabajadores. Estas asociaciones deberían de tener un sistema moral integrador. Este sistema moral, con
sus reglas y leyes, contrarrestaría la tendencia hacia la atomización de la sociedad moderna y
mantendría una moralidad colectiva.
Culto al individuo.
Durkheim creía que los problemas esenciales de la sociedad moderna eran de índole moral y que la
única solución real residía en reforzar la intensidad de la moralidad colectiva. Si bien era difícil regresar a
la conciencia colectiva de sociedades con solidaridad mecánica, Durkheim veía un germen de aquella,
aunque débil.
A esta versión moderna de la conciencia colectiva, culto al individuo. Era un concepto confuso, ya que,
parecía fusionar la conciencia colectiva y el individualismo. El individualismo ganaba terreno y, para bien
o para mal, se estaba convirtiendo en un sistema moral aceptable para la sociedad de la época. No deja
de ser irónico y paradójico que aunque Durkheim se siguiera oponiendo al egoísmo, propusiera el culto
al individuo como solución al egoísmo moderno.
Uno de los muchos problemas que plantea esta perspectiva es la virtual imposibilidad de diferenciar en
la vida real entre las acciones que podrían entrar en un individualismo moral y las que podrían entrar en
el egoísmo. Durkheim afirmaba que sí se podían distinguir.
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En un nivel básico, aceptaba la existencia de los impulsos biológicos. Pero para la sociología, eran más
importantes los sentimientos sociales como el afecto, el amor o la solidaridad.
Durkheim pensaba que las personas tenían una naturaleza social porque si los hombres no estuvieran
inclinados por naturaleza hacia sus semejantes, nunca hubieran surgido.
Las personas eran capaces de pensar. Durkheim mantenía que los hombres difieren de los animales
debido a que las imágenes y las ideas intervienen entre los impulsos innatos y la conducta.
Y la base de su sociología. Las personas nacen con una diversidad de impulsos egoístas que, si no se
contienen, constituyen una amenaza para ellas y para la sociedad. Las personas tienen multitud de
pasiones, si estas pasiones no se contienen, el individuo se hace esclavo de ellas. Para Durkheim, las
personas son libres siempre que las fuerzas externas controlen sus pasiones; de éstas fuerzas, la más
general e importante es la moralidad común.
Esta cuestión queda manifiesta en la distinción que hace Durkheim entre el cuerpo y el alma. El cuerpo
representa las pasiones y el alma, la moralidad común de la civilización. Es la civilización la que ha hecho
al hombre tal como es; es lo que le distingue del animal: el hombre sólo es hombre debido a que ha sido
civilizado.
Pero la libertad para Durkheim tiene otra acepción: la libertad se deriva de la internalización de una
moralidad común que acentúa el significado y la independencia de los individuos.
Podemos incluir también las representaciones individuales dentro de los supuestos de Durkheim sobre la
naturaleza humana. Mientras las representaciones colectivas se crean mediante la interacción entre la
gente, las representaciones individuales se forman a raíz de la interacción entre las células cerebrales.
Las representaciones individuales quedan relegadas al ámbito de la psicología, y Durkheim no quería
entrar en ese ámbito. Fue su punto flaco más vulnerable. Hoy la psicología estudia fenómenos sociales
que Durkheim hubiera considerado dominio de la sociología. Según Homans, hoy en día, es difícil
separar con claridad la sociología de la psicología actual.
Variables dependientes.
En todas las obras de Durkheim la conciencia aparece como una variable dependiente determinada por
diversos hechos sociales materiales y, en especial, por los inmateriales.
En El Suicidio, por ejemplo, se mostró bastante ambiguo respecto al modo en que las corrientes sociales
influían en la conciencia individual y a la manera en que esta conciencia alterada elevaba, a su vez, las
tasas de suicidio.
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En La división del trabajo, Durkheim analiza la conciencia de un modo indirecto, pero se ve con claridad
que la considera una variable dependiente. Es decir, sostiene que los cambios en los niveles culturales y
societal producen cambios en los procesos de la conciencia individual. En El Suicidio, sin embargo, el
estatus de la conciencia como variable dependiente resulta mucho más claro. En otras palabras, la
principal variable independiente es la moralidad colectiva, y la variable dependiente más importante son
las tasas de suicidio; sin embargo interviene también otro conjunto de variables dependientes que,
simplemente, son los estados mentales.
Durkheim percibía los estados de conciencia concretos que acompañaban a cada tipo de suicidio. Es
evidente que estos estados le interesaban poco debido a su mayor preocupación por los fenómenos de
mayor alcance.
Categorías mentales. Un ejemplo específico de esta tendencia a asignar prioridad al nivel de la sociedad lo
constituye la obra de Durkheim y Mauss en torno a la influencia de la estructura de la sociedad en la forma
del pensamiento individual. En lo fundamental, Durkheim y Mauss afirmaban que la forma que adopta la
sociedad influye en la forma que adopte el pensamiento. Frente a los que creían que las categorías mentales
moldeaban el mundo, ellos afirmaban que era el mundo social el que daba forma a las categorías mentales.
Durkheim hubiera creado una sociología más satisfactoria si se hubiera detenido a analizar la conciencia en
lugar de considerarla una misteriosa variable dependiente. Durkheim se equivocó al presumir que la
conciencia no era susceptible de investigación y explicación científica. Tal investigación debe emprenderse si
se desean superar las teorías parciales de la vida social. El compromiso de Durkheim con una perspectiva
restringida de la ciencia, así como su tendencia a hacer enunciados radicalmente sociológicos, que excluyen el
recurso a la conciencia, le llevaron por mal camino.
Durkheim también se equivocó al no asignar a la conciencia un papel activo en el proceso social. En su
sistema teórico las personas están, por lo general, controladas por fuerzas sociales, pero aquéllas no
controlan activamente esos sistemas de fuerzas. Al mismo tiempo, Durkheim atribuía muy poca
independencia a los actores. Los actores pueden rechazar algunos, la mayoría o incluso todos los principios
morales que les rodean. Cuando Durkheim hablaba de autonomía, se refería a la aceptación de las normas
morales de la autonomía.
Pero para Wallwork, la autonomía tiene un componente bastante más activo. La autonomía también implica
una exploración voluntaria, una iniciativa espontánea, una destreza competente y la autorrealización creativa.
La investigación sobre los procesos cognitivos llevados a cabo por Piaget, indican que la creatividad individual
constituye un importante componente en la vida social.
En otras palabras, una sociología satisfactoria requiere un actor más creativo y una investigación más
profunda sobre los procesos creativos.
Las ideas de Durkheim, la pasiva imagen de los actores y el carácter periférico que tienen los procesos
mentales confieren vaguedad e indeterminación a su investigación sobre estos procesos.
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CAPITULO 7
MAX WEBER.
Max Weber es probablemente la figura mejor conocida y más influyente en la teoría sociológica. Si son
abundantes sus obras, mayor aún es la producción de sus críticos y estudiosos. Una gran parte del
trabajo de sociología de las organizaciones procede de su trabajo sobre burocracia. Asimismo, sus ideas
acerca de la relación entre el protestantismo y el capitalismo son extraordinariamente polémicas. Weber
dificulta bastante la síntesis de su trabajo debido a su inconsistencia y a su capacidad para decir lo que
pensaba. Weber influyó en el funcionalismo estructural a través de Talcott Parsons, en la tradición del
conflicto y en la teoría crítica, donde ha provocado casi tantos estudios como la orientación de Marx, y
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sobre todo en la obra de Jurgen Habermas, principal heredero de la tradición de la teoría crítica. Los
interaccionistas simbólicos se han visto afectados sobre todo por las ideas de Weber acerca de la
verstehen. Weber se opuso a la utilización del razonamiento abstracto puro, prefiriendo siempre una
investigación empírica y a menudo histórica. Su metodología modela su investigación, y la combinación
de ambas fundamenta su orientación teórica.
METODOLOGÍA.
Historia y Sociología.
Weber se centraba en lo sustancias: “Las ciencias solamente pueden ser establecidas y pueden
desarrollar sus métodos empleando la claridad y resolviendo problemas sustantivos. Por otro lado,
nunca en tales desarrollos han jugado un papel crucial reflexiones puramente epistemológicas y
metodológicas. Es importante examinar la orientación metodológica de Weber, no sólo porque nos
ayuda a entender su postura ante la sociología, sino también porque muchas de estas orientaciones son
hoy en día trascendentales en lo que se refiere a la metodología sociológica”.
Weber empezó como historiador, años más tarde se dedicó al estudio de la sociología. Desde su punto
de vista consistía en que la tarea de la sociología consistía en proveer a la historia de un servicio que ésta
necesitaba.
Así explica la diferencia entre dichas disciplinas: “La sociología persigue formular conceptos distintivos y
generalizar las uniformidades de los procesos empíricos. Esto la distingue de la historia, que está
orientada al análisis causal y a la explicación de acciones individuales, de estructuras y de personalidades
poseedoras de una significación cultural”. A pesar de tenerlo tan claro Weber, fue incapaz de combinar
ambas ideas.
Definió su proceder ideal como “la segura imputación de hechos individuales y concretos ocurridos en la
realidad histórica para concretar las causas históricamente dadas a través del estudio de precisos datos
empíricos que han sido seleccionados desde puntos de vista específicos”. Así pues, podemos pensar que
Weber era un sociólogo histórico.
Su pensamiento se vio influido por los debates que se hacían en Alemania que abordaban la relación
entre historia y ciencia. En los extremos de esos debates estaban los positivistas, que pensaban que la
historia se rige por leyes generales (nomotéticas) y los subjetivistas, que reducen la historia a acciones y
acontecimientos idiosincrásicos (idiográficos). Por ejemplo, un pensador positivista generalizará acerca
de las revoluciones sociales, mientras que un analista subjetivista se fijará en los hechos específicos que
conducen a la revolución norteamericana. Weber rechazó ambos extremos, según Weber, la historia se
compone de acontecimientos empíricos y únicos; no puede haber generalizaciones en el nivel de la
experiencia. Los sociólogos deben separar el mundo empírico del universo conceptual que construyen.
Aunque Weber se muestra claramente a favor de las generalizaciones, rechaza a los historiadores que
intentan reducir la historia a un simple conjunto de leyes, ya que una ciencia sistemática de la cultura, no
tendría sentido en sí misma. Weber concluye que la larga y continua historia de la civilización
mediterránea europea no nos muestra ni ciclos cerrados ni una progresión lineal.
Weber adaptó su propia perspectiva que constituía una fusión de las dos posiciones. Weber intuye que
la historia, esto es, la sociología histórica, debe interesarse tanto por la individualización como por la
generalización. Los puntos de vista de Weber ante la sociología histórica están construidos por la
disponibilidad de datos empíricos, así como su compromiso de estudiarlos. Weber se inclinaba más a
estudiar esos datos que a construir generalizaciones abstractas acerca de las verdades básicas de la
historia.
En resumen, Weber creía que la historia se compone de una inagotable fuente de fenómenos
específicos. Para estudiarlos era necesario elaborar una gran variedad de conceptos destinados a ser
útiles para la investigación del mundo real. Weber trataba de combinar lo específico y lo general en un
esfuerzo por hacer evolucionar una ciencia, que hiciera justicia a la compleja naturaleza de la vida social.
Verstehen.
Weber creía que los sociólogos tenían una ventaja sobre los científicos naturales. Esta ventaja residía en
la capacidad de los sociólogos para comprender fenómenos sociales, mientras que el científico natural
no podía conseguir una comprensión similar del comportamiento de un átomo o de un componente
químico. La palabra alemana para comprensión es verstehen.
Las ideas de Weber sobre la verstehen eran relativamente comunes entre los historiadores alemanes de
su tiempo y se derivaban de un campo conocido como hermenéutica. El objetivo de la hermenéutica es
la comprensión del pensamiento del autor, así como la estructura básica del texto. Tanto Weber como
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otros autores, intentaron ampliar esta idea, llevándola desde la comprensión de textos a la de la vida
social. En otras palabras, Weber trató de usar las herramientas de la hermenéutica para entender los
actores, la interacción y asimismo toda la historia de la humanidad.
Weber rechazó categóricamente la idea de que la verstehen implicara el significado de intuición,
participación armónica o empatía. Para Weber, verstehen es un procedimiento de estudio racional.
La cuestión clave al interpretar lo que Weber entendía por verstehen es si éste pensó que era la
aplicación más apropiada para los estados subjetivos de los actores individuales o para los aspectos
subjetivos de las unidades de análisis de gran escala, por ejemplo, la cultura. Podemos encontrar
elementos de la obra de Weber que apoyan las dos concepciones, y entre sus intérpretes encontramos
defensores de ambas posturas.
Las múltiples interpretaciones del concepto de verstehen nos ayudan a entender por qué Weber ocupa
un lugar tan destacado en la teoría sociológica. La interpretación a escala cultural sería coherente con las
teorías en sentido amplio (como el funcionalismo estructural), mientras que, desde una perspectiva
individual, es apropiado para teorías en sentido estricto (por ejemplo el interaccionismo simbólico).
Causalidad.
Otro aspecto importante de la metodología weberiana es su empeño por el estudio de la causalidad. La
causalidad es importante porque supone otro espacio en el que Weber intentó combinar sus
aproximaciones idiográficas y nomotéticas.
Weber entendía por causalidad la probabilidad de que un acontecimiento fuera seguido o acompañado
por otro. No es suficiente fijarse en las constantes, las repeticiones, las analogías o los paralelos
históricos, el investigador tiene que observar tanto las razones como el significado de los cambios
históricos.
Weber fue bastante explicito acerca de su postura sobre la causalidad múltiple en el estudio de la
relación entre el protestantismo y el espíritu del capitalismo. Weber afirmaba que la ética protestante
fue uno de los factores causales de la aparición del moderno espíritu del capitalismo, pero no fue el
único.
En La ética protestante y el espíritu del capitalismo, se muestra muy interesado en el problema de la
causalidad, pero no opera simplemente con el modelo de una única dirección; tiene en cuenta siempre
las interrelaciones de un gran número de factores sociales.
Las ideas de Weber sobre el concepto de causalidad están ligadas a sus esfuerzos por resolver el
conflicto entre el conocimiento nomotético e idiográfico. Aquellos que se adscriben al punto de vista
nomotético sostienen que existe una relación necesaria entre los fenómenos sociales, mientras que los
defensores de la perspectiva idiográfica se inclinan a ver relaciones aleatorias entre esas entidades.
Weber toma una postura conciliadora, que se resume en su concepto de causalidad adecuada. Esta
noción supone que lo mejor que se puede hacer en sociología es establecer proposiciones probabilísticas
acerca de la relación entre los fenómenos sociales; o lo que es lo mismo, si ocurre (x) entonces es
probable que ocurra (y). El objetivo es estimar el grado en que cierto efecto es favorecido por
determinadas condiciones.
Tipos ideales.
El tipo ideal es una herramienta creada por Weber como un instrumento conceptual. Según Weber, un
tipo ideal está formado por la acentuación unidimensional de uno o más puntos de vista y por la síntesis
de gran cantidad de fenómenos concretos individuales, difusos, distintos, más o menos presentes,
aunque a veces ausentes, los cuales se colocan según esos puntos de vista enfatizados de manera
unilateral en una construcción analítica unificada. Dicha construcción mental, puramente conceptual, no
puede ser encontrada empíricamente en ningún lugar de la realidad.
No obstante, Weber no fue coherente en su manera de usar el concepto de tipo ideal. Un tipo ideal es
un concepto construido por un científico, a partir de su interés y orientación teórica, para aprehender los
rasgos esenciales de ciertos fenómenos sociales. Los tipos ideales funcionan como aparatos heurísticos.
Como dice Lachman, un tipo ideal es esencialmente una vara de medir y su función consiste en
compararla con la realidad empírica a fin de establecer sus divergencias o similitudes, de describirla por
medio del más inteligible e inequívoco de los conceptos, y de comprenderla y explicarla causalmente.
Por ejemplo, los científicos sociales construirían un tipo ideal de burocracia a partir de su análisis de los
datos históricos. El investigador buscará divergencias en el caso real respecto al tipo ideal exagerado. El
paso siguiente constituye la búsqueda de las desviaciones, que pueden ser:
1. Burócratas cuyas acciones están motivadas por la desinformación.
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Valores.
El pensamiento sociológico moderno de los EE.UU. se ha visto en gran medida modelado por la noción
weberiana de la sociología libre de valores. Una percepción común de los científicos sociales no tienen
que dejar de ninguna manera que sus valores personales influyan en su investigación científica. El
trabajo de Weber a propósito de los valores es mucho más complicado, y no debe reducirse a una noción
simplista el hecho de que dichos valores se mantengan fuera de la sociología.
Valores y enseñanza. Desde este punto de vista, los académicos tienen perfecto derecho a expresar sus
valores personales de forma libre en discursos, en la prensa, y en tantos otros lugares, pero en el aula
académica es distinto. La diferencia básica entre un discurso público y una conferencia académica radica en la
naturaleza de la audiencia. Una multitud que escucha a un orador público ha elegido estar allí y de puede
marchar cuando guste. Pero los estudiantes, no tienen más alternativa que escuchar atentamente las
posiciones del profesor cargadas de valores. Weber pudo pensaba que se podía separar hecho y valor, al
contrario que Marx, que pensaba que desde su punto de vista, hecho y valor estaban entretejidos.
Valores e investigación. La postura de Weber sobre el lugar de los valores en la investigación científica es
mucho más ambigua. Éste creía posible separar hecho de valor, y su posición podía ser ampliada al mundo de
la investigación: el investigador y el profesor deben mantener separados incondicionalmente el
establecimiento de datos empíricos y sus propias evaluaciones personales. Weber solía distinguir entre el
conocimiento existencial de lo que es y el conocimiento normativo de lo que debe ser. Sin embargo, algunos
hechos apuntan a una dirección distinta. Weber no operaba con la postura simplista de que los valores han de
ser eliminados de la investigación social. Weber quería decir que debemos emplear los procedimientos
regulares de la investigación científica, tales como la precisa observación y la comparación sistemática. Los
valores deben restringirse a los momentos previos a la investigación social. Weber deriva hacia la relevancia
valorativa de Heinrich Rickert, para quien, en la investigación histórica esto significaría que la elección de los
objetos de estudio estaría hecha en razón de lo que se considera importante en la sociedad donde los
investigadores viven. Para Weber, los juicios de valor no deben ser totalmente eliminados del discurso
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científico. Aunque Weber se opusiera a la confusión de hecho y valor, no creía que los valores tuvieran que ser
separados totalmente de las ciencias sociales.
Hay una discontinuidad entre lo que Weber dijo y lo que realmente hizo. Este no tuvo miedo de expresar un
juicio de valor, incluso en el centro del análisis de datos históricos.
Otro aspecto de la obra de Weber respecto a los valores, es el que se refiere a sus ideas sobre el papel de las
ciencias sociales como ayuda para que el hombre elija entre varias posiciones de valor últimas. El científico
social debe derivar ciertas conclusiones fácticas de su investigación social, pero esta investigación no puede
decirle a la gente lo que debe hacer. La investigación empírica puede ayudar a la gente a elegir un significado
adecuado para un fin, pero no debe ayudarlos a elegir ese fin en vez de otros fines.
SOCIOLOGIA SUSTANTIVA.
Vamos a estudiar la anomalía básica de su obra, a pesar de su compromiso con la sociología de los
procesos a pequeña escala, su trabajo se sitúa en los niveles a gran escala del mundo social.
¿Qué es la sociología?
Dentro de las incoherencias entre sus declaraciones programáticas y su sociología sustantiva, los
estudiosos de Weber piensan que esas incoherencias sean debidas a las diferencias inherentes entre sus
programas y su trabajo sustantivo. Weber desde un principio se opuso a la sociología evolucionista que
reinaba en aquellos momentos. Se adhirió al método individualista, reconociendo que era imposible
sustraerse de la sociología de las ideas colectivas. No obstante, sea sociología de las ideas las redujo a
patrones y regularidades de la acción individual. A escala individual, Weber estuvo muy interesado por el
significado y por la manera en que la acción social se produce. Si Weber cree en la microsociología,
¿cómo pudo desarrollar teorías colectivas como la de los tipos ideales? Weber usa una metodología
individualista y subjetivista. A Weber le interesa reducir las colectividades a lo que hacen los individuos y
el por qué lo hacen. Sin embargo, en la sociología sustantiva, Weber pone el énfasis en las grandes
estructuras como la burocracia o el capitalismo y no se preocupa de lo que los individuos hacen ni el
porqué de sus actos. ¿No es contradictorio?
Con estos antecedentes vamos a describir la sociología weberiana: ”sociología es una ciencia a la que
compete la comprensión interpretativa de la acción social y, por tanto, la explicación causal de su curso y
sus consecuencias”.
Entre los temas que vamos a tratar tenemos:
La sociología debe ser una ciencia.
La sociología debe ocuparse de la causalidad.
La sociología debe emplear la comprensión interpretativa o verstehen.
Acción social.
La acción social es cualquier actitud o conducta en la medida en que el agente o agentes de la misma asocien un sentido
subjetivo a la misma. La acción social entraña la actividad y actos de los demás y está orientada hacia ellos. La conducta es el
comportamiento automático que implica procesos no pensados. Weber estaba más interesado en la acción que supone la
intervención de procesos reflexivos entre el origen del estímulo y la conclusión de la respuesta.
Es erróneo considerar la psicología como la base de la interpretación sociológica de la acción. Los sociólogos están
interesados en los procesos mentales, pero no de la forma en que a los psicólogos les concierne la mente, la personalidad,
etc.
La teoría de la acción: el propósito más claro de Weber consistía en centrarse en los individuos y en las pautas y regularidades
de su acción, no en la colectividad. A la sociología de la acción le conciernen en último término los individuos, no las
colectividades.
La diferenciación de Weber entre los dos tipos básicos de acción racional es de gran importancia:
1. El primero es la racionalidad con arreglo a fines, o acción que “está determinada por expectativas en el
comportamiento y utilizando estas expectativas como condiciones o medios para el logro de fines propios
racionalmente sopesados y perseguidos”.
2. El segundo es la racionalidad con arreglo a valores, o acción que “está determinada por la creencia consciente
en el valor: ético, estético, religioso... propio y absoluto de una determinada conducta, sin relación alguna con
el resultado”.
La acción afectiva está determinada por el estado emocional del actor.
La acción tradicional está determinada por los modos de comportamiento habituales del actor y por sus costumbres.
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Para esclarecer su complejidad Weber subdividió la acción social en cuatro categorías generales:
Por su finalidad racional: acción calculada al margen del valor moral. Posee una racionalidad instrumental. Se juzga por
su grado de eficacia.
Su valoración racional: conducta racional que se ejecuta bajo ciertos principios morales.
Su carga emocional: acciones sociales guiadas por la emoción y las pasiones
En realidad los cuatro grupos se encuentran entremezclados.
ESTRUCTURAS DE AUTORIDAD
Aunque Weber criticara el capitalismo moderno casi tanto como Marx, no defendía la revolución. Pretendía un cambio
gradual de la sociedad. Prefería la democracia como forma política, no porque creyera en las masas, sino porque ofrecía el
máximo dinamismo y el mejor medio de generar líderes políticos.
La autoridad se legitima ante los seguidores mediante tres bases: racional, tradicional y carismática.
La autoridad legitimada sobre fundamentos racionales descansa “en una creencia en la legalidad de las ordenaciones
establecidas y de los derechos de mando de los llamados por esas ordenaciones a ejercer la autoridad” la autoridad
legitimada sobre fundamentos tradicionales se basa en “la creencia cotidiana en la santidad de las tradiciones inmemoriales y
la legitimidad de los señalados por esa tradición para ejercer la autoridad”. Finalmente, la autoridad legitimada por medio del
carisma reside en la devoción de los seguidores hacia el carácter excepcional de los líderes.
Todos estos modos de legitimación de la autoridad implican claramente actores individuales, procesos de pensamiento
(creencias) y acciones.
a. La autoridad legal: formada por representantes elegidos por los ciudadanos y pueden ser revocados en caso
de incumplirse sus mandatos. En estos sistemas racionales - legales permanecen otras formas de autoridad:
monarquía en España como tradicional y además el carisma permanece en algunos personajes políticos.
La que más despertó el interés de Weber fue la burocracia: “el tipo más puro de ejercicio de autoridad
legal”. Weber ve en la burocracia aspectos políticos como la igualdad y la eficacia pero prevé los problemas
que va a acarrear la excesiva burocracia de la sociedad. Eso hace que el individuo no cuente, queda diluido. Se
acaba convirtiendo en una “jaula de hierro”. Los procedimientos se hacen cada vez más complejos en vez de
simplificarse, y se pierde la relación interpersonal.
La burocracia típica - ideal: es un tipo de organización. Weber dijo: “El futuro pertenece a la
burocratización”. Características de la burocracia típico- ideal:
Organización continúa de funciones (cargos) oficiales limitadas por reglas.
Cada cargo tiene una esfera de competencias limitada.
Los cargos están organizados en un sistema jerárquico.
Los cargos pueden llevar consigo cualificaciones técnicas.
El personal que ocupa estos cargos no es dueño de los medios de producción a los que está
vinculado.
Al titular de un cargo no se le permite apropiarse de su posición, que siempre sigue formando parte
de la organización.
Los actos administrativos, las decisiones y las reglas son formulados y grabados por escrito.
No hay alternativa posible a la burocratización. En el sistema capitalista al menos los propietarios no
son burócratas, pero en un sistema socialista, los líderes incluso del nivel más alto son burócratas. El
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capitalismo ofrecía la mejor alternativa para la preservación de las libertades individuales y los
liderazgos creativos en un mundo burocrático.
b. Autoridad tradicional: se basa en la pretensión de los líderes y en la creencia, por parte de los seguidores,
de que existen virtudes en la santidad de las normas y los poderes antiguos. En tal sistema, el líder no es un
superior, sino un maestro. El personal administrativo está constituido no por funcionarios, sino
principalmente por partidarios personales. La lealtad personal es lo más importante.
Diferenció entre dos formas tempranas de autoridad tradicional:
La gerontocracia implica el gobierno de los más viejos.
El patriarcalismo primario implica líderes que heredan sus posiciones.
Ambas formas carecen de personal administrativo, por tanto, de burocracia. La forma más moderna es
el patrimonialismo, que es una forma de dominación tradicional con una administración y una fuerza militar
que son puros instrumentos personales del señor. Todavía más moderno es el feudalismo, que limita el poder
del señor mediante el desarrollo de relaciones más rutinizadas, incluso contractuales.
Las estructuras y prácticas de la autoridad tradicional constituyen una barrera para el crecimiento de las
estructuras económicas racionales.
c. Autoridad carismática: el sentido del carisma depende más del grupo de seguidores y del modo en que
definen a su líder carismático. Si los seguidores definen a su líder como carismático, entonces es probable que
se convierta en ese líder independientemente de si posee o no cualidades sobresalientes.
Carisma y revolución: el ascenso de un líder carismático puede muy bien representar una amenaza para el
sistema y conducir a un cambio dramático del mismo. Lo que distingue el carisma como forma revolucionaria
es que lleva consigo cambios en las mentes de los actores. La otra gran fuerza revolucionaria en el sistema
teórico de Weber, que fue mucho más de su interés, es que la racionalidad (formal) es externa; cambia las
estructuras de la sociedad primero, y luego los pensamientos y las acciones de los individuos.
d. Organizaciones carismáticas y rutinización del carisma; comparada con la burocracia típica ideal, la plantilla
del líder carismático carece virtualmente de todos sus elementos. La organización no se rige por normas
formales, ni órganos administrativos establecidos. A largo plazo, el carisma no puede ser rutinizado; debe ser
transformado en una autoridad tradicional o legal racional. Weber sostenía que la racionalidad - no el carisma
- es la fuerza revolucionaria más irresistible.
La gerontocracia implica el gobierno de los más viejos.
El patriarcalismo primario implica líderes que heredan sus posiciones.
Ambas formas carecen de personal administrativo, por tanto, de burocracia. La forma más moderna es
patrimonialismo, que es una forma de dominación tradicional con una administración y una fuerza militar
que son puros instrumentos personales del señor. Todavía más moderno es el feudalismo, que limita el poder
del señor mediante el desarrollo de relaciones más rutinizadas, incluso contractuales.
Las estructuras y prácticas de la autoridad tradicional constituyen una barrera para el crecimiento de las
estructuras económicas racionales.
Racionalización.
La racionalización se sitúa en el corazón de la sociología sustantiva de Weber. Tiene varias definiciones distintas del término:
define la racionalidad con arreglo a fines y la racionalidad con arreglo a valores, dichos conceptos se refieren a tipos de
acción.
El primer tipo es la racionalidad práctica: toda forma de vida que mira y juzga la actividad mundana en relación a los intereses
puramente pragmáticos y esencialmente egoístas de los individuos. Los que practican la racionalidad práctica aceptan
realidades dadas y se limitan a calcular las formas más oportunas de tratar las dificultades que presentan. No se restringe al
mundo occidental.
La racionalidad teórica implica un esfuerzo cognitivo para dominar la realidad mediante conceptos crecientemente
abstractos: inducciones lógicas, deducciones, atribución de causalidad, etc. La racionalidad teórica conduce al actor a
trascender las realidades cotidianas en un intento de entender el mundo como un cosmos significativo. No necesita influir en
la acción.
La racionalidad sustantiva implica la elección de medios en función de fines en el contexto de un sistema de valores.
La racionalidad formal implica el cálculo de medios y fines. En referencia a reglas, leyes y regulaciones universalmente
aplicadas.
La racionalidad formal se presentó en Occidente sólo con la industrialización.
Weber describió el capitalismo y las burocracias como dos grandes fuerzas racionalizadoras.
Racionalidad formal y sustantiva: la racionalidad formal puede definirse mediante seis características básicas:
Las estructuras racionales y las instituciones enfatizan la calculabilidad.
La eficiencia o empleo del mejor medio para alcanzar un fin dado.
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La religión y el nacimiento del capitalismo: analiza las fuerzas económicas que influyen el protestantismo; las fuerzas
económicas que influyen en otras religiones; los sistemas de ideas religiosas que influyen en los pensamientos y acciones
individuales (económicamente); los sistemas de ideas religiosas que han influido a través del mundo; los sistemas de ideas
religiosas que han tenido un efecto único en Occidente, posibilitando la racionalización de los sectores económicos y
virtualmente de cualquier otra institución; y los sistemas de ideas religiosas en el mundo no occidental que han encontrado
barreras estructurales insalvables para la racionalización.
Weber desarrolló una tipología de las rutas de salvación al analizar las relaciones entre las religiones del mundo y la
economía. El ascetismo combina la orientación hacia la acción con el compromiso de los creyentes de autonegarse los
placeres terrenales. Dividido en dos: el ascetismo ultramundano que obliga a los creyentes a trabajar dentro del mundo
secular y el ascetismo intramundano, que incluye el calvinismo, sin rechazar el mundo. El misticismo implica contemplación,
emoción e inactividad. El misticismo de rechazo del mundo (ultramundano) conduce a un apartamiento total del mundo,
el misticismo intramundano requiere esfuerzos contemplativos para comprender el significado del mundo, dentro del
mundo.
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Las condiciones económicas son importantes pero hay otros aspectos culturales que fomentan una actitud racional. Enlaza
una mentalidad cultural y religiosa con una mentalidad económica. Señala Weber cómo el protestantismo fomenta las
mentalidades afines en el trabajo y la adquisición de riquezas a través del trabajo y no para el disfrute inmoderado personal.
Trabajo como vocación: trabajo duro y no disfrute. Estas ideas las ve sobre todo en el calvinismo (dos aspectos).
La idea de la predestinación: cuando nacemos ya estamos predestinados a salvarnos o condenarnos. Esto crea
una angustia tremenda en el hombre, y para solventarla Calvino decía que la única muestra de que nos vamos
a salvar es el éxito material en vida. Para ello nos esforzaremos en trabajar duro para conseguir éxito y saber
que estamos salvados, crean una mentalidad muy en consonancia con el capitalismo. La religión protestante,
por ejemplo, llevan una vida metódica con un gran control de uno mismo.
La idea del ascetismo intramundano: tradicionalmente dentro del ascetismo se había considerado
únicamente con aspecto religioso. Pero Calvino asegura que puede haber un acercamiento a Dios dentro del
propio mundo, considerando también que el trabajo es una vocación (también en consonancia con el
capitalismo) Trató el efecto del protestantismo ascético (sobre todo del calvinismo) en el nacimiento del
espíritu del capitalismo. Relación entre la religión y el capitalismo moderno.
El capitalismo no es más que un componente de este sistema de desarrollo (emergencia de la racionalidad característica del
mundo occidental). Trata del origen de un espíritu peculiar que finalmente hizo que el capitalismo moderno y racional se
extendiera y llegara a dominar la economía. El protestantismo ha logrado con éxito convertir esa búsqueda de beneficios en
una cruzada moral.
El espíritu del capitalismo se puede considerar como un sistema normativo que implica diversas ideas interrelacionadas: una
actitud que persiga el beneficio racional y sistemáticamente predica la renuncia a los placeres terrenales. Es un deber de las
personas incrementar constantemente su riqueza; esto sitúa al espíritu del capitalismo fuera del espacio de la ambición
individual y dentro de la categoría de los imperativos éticos. El protestantismo fue crucial para el nacimiento del espíritu del
capitalismo. El capitalismo fue una consecuencia imprevista de la ética protestante (idea de Marx).
El calvinismo y el espíritu del capitalismo: El calvinismo constituye la versión del protestantismo que más le interesaba a
Weber. Sólo es elegido para la salvación un pequeño número de personas. Las personas estaban predestinadas a estar o bien
entre las que se salvarían o bien entre las que se condenarían. Existían unos signos que indicaban si una persona se salvaría,
como el éxito económico. Así estaban obligadas a trabajar con ahínco. El protestantismo proveyó al capitalismo de
trabajadores sobrios, sensatos e industriosos.
Proceso de la racionalización de la religión más el análisis de la época protestante en el capitalismo:
Weber se plantea por qué se produce la racionalización de la religión en Occidente:
La racionalización en un ámbito conlleva la racionalización en los demás ámbitos. Él analiza esto en la
economía, el arte, la religión... en su libro “Economía y Sociedad”. Cuando se produce la racionalización de un
ámbito se produce una profesionalización.
Se produce también una normalización y una formalización.
Posteriormente se produce una burocratización (esta idea será retomada por la Escuela de Frankfurt).
Los aspectos culturales ayudan al desarrollo de la racionalización de la religión. En su obra “Economía y
Sociedad” es crítico con la excesiva racionalización del mundo. Este proceso es un reflejo de los lazos
comunitarios, ve negativa la excesiva secularización del mundo, el desencantamiento de la primacía de la
razón. Los hombres acaban siendo esclavos y la sociedad se acaba convirtiendo en una “jaula de hierro”.
La primera forma organizativa desde un punto de vista simbólico es la magia: se dan dos importantes características:
1. No se puede separar la magia de la acción comunitaria (surge dentro de la propia acción comunitaria (se
produce ya una división entre administradores y administrados).
2. No se pueden separar acción social - magia porque ambas surgen del mismo punto. Los hombres empiezan a
pensar de forma religiosa y mágica dentro de sus acciones y en la vida cotidiana. En esta interacción, una vez
que este pensamiento se orienta sobre otra persona se delega este pensamiento en alguien.
Desde este momento ya se está racionalizando (incipiente especialización, profesionalización). A partir de aquí se separan
administradores de administrados. El mago, o persona cualificada se opone al lego, marcándole ciertas normas motivadas por
su saber. Se produce esto porque el mago tiene estas cualidades y las utiliza, las institucionaliza (lo que institucionaliza es la
lucha contra las fuerzas adversas a través de conjuros, hechizos...). El mago es una personalidad carismática, es capaz de
situarse en distinto plano, “above the line”.
Lo que ha ido pasando a lo largo de la historia es que la magia y su evolución (teología) se ha convertido en un instrumento
de dominación, burocratizándose y perdiendo su propia significación. Por ejemplo el surgimiento de las sectas.
El siguiente paso de este proceso de burocratización dice que la magia llega a producir una sistematización del objeto que
hemos trascendentalizado. Posteriormente se van empleando divinidades (a medida que el proceso va especializándose estas
divinidades se sistematizan y el mago se convierte en sacerdote). Incluso la adoración se realiza de una forma más estable,
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precisa, normada... y una vez que están los dioses establecidos (dogmados) estos sacerdotes se funcionarizan dedicándose a
la administración de lo religioso y se centralizan (Roma).
La incorporación del elemento jurídico es importante en el proceso. Se introduce un elemento coactivo (normas, castigos) y
se convierte en elemento de dominación.
Del politeísmo al monoteísmo. Este paso posibilita una mayor universalización, menos local. Desde el punto de vista de los
elementos personales de la organización:
Sacerdotes.
Profetas.
Laicos
Se produce un conflicto entre los tres ámbitos. Entre 1 y 2: los sacerdotes representan más la tradición y los profetas más la
innovación. Entre 1, 2 y 3: los laicos pueden demandar determinadas transformaciones a los estamentos “profesionales”, se
caracteriza por el conflicto.
Formalización de las normas: las normas se acaban convirtiendo en dogmas (unión sacerdocio y profeta). Normalmente se
considera que la base de la religión era rural y de las clases bajas. Weber dice que en las ciudades los burgueses están más
racionalizados y por ello resulta más fácil.
La racionalización se produce más en la burguesía que en la nobleza porque ésta última entiende más las visiones de magia
que la racionalización.
La religión y el capitalismo en China. China pudo ser comparada con el mundo occidental ya que en
China existía una tradición de intenso espíritu adquisitivo y competencia carente de escrúpulos. Una
industria en auge, gremios y un exceso de población parecía ser el caldo de cultivo idóneo para que
surgiera el capitalismo. ¿Por qué no se desarrolló el capitalismo en China? Factores sociales,
estructurales, como por ejemplo, los fuertes lazos de parentesco entre los miembros de la familia (sibs),
la distribución de la tierra, la producción agrícola meramente campesina, la estructura del Estado chino
tradicional y alegal en temas de comercio, el idioma chino y mentalidad de los chinos y religiosos como
la filosofía confucionista que debías pertenecer a una élite literata pero con pocos conocimientos de
mercado, el trabajo de la administración era un trabajo muy bajo para tenerlo en consideración, no
obstante, los no confucionistas tenían vedado el acceso a la administración, todo estos puntos
impidieron dicho desarrollo. Esto no significaba que no hubiera capitalistas en China, los había, pero de
una forma rudimentaria, prestamistas y proveedores, pero faltaba el mercado. Desde la perspectiva de
Weber, el capitalismo rudimentario de China apuntaba hacia una dirección opuesta al desarrollo de
empresas corporativas económicas y racionales.
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CAPITULO 8
GEORG SIMMEL.
El impacto de las ideas de Georg Simmel tuvo poca influencia en la teoría sociológica americana de
principios del siglo XX. Si bien Simmel fue conocido por los primeros sociólogos norteamericanos, pronto
se vio eclipsado por Marx, Weber o Durkheim, aunque Simmel ejerce una influencia superior a Comte o
Spencer. Dicha influencia se aprecia en la teoría del conflicto, el interaccionismo simbólico, la teoría del
intercambio y la teoría de redes. Su obra más importante es La filosofía del dinero.
PREOCUPACIONES PRINCIPALES.
Simmel fue un filósofo y sus publicaciones trataban temas filosóficos y sobre otros filósofos como Kant.
Simmel es el microsociólogo mejor conocido de los que jugaron un papel esencial en el estudio de
pequeños grupos, del interaccionismo simbólico y de la teoría del intercambio. Refleja su creencia de
que los sociólogos deben estudiar la interacción social.
Según David Frisby la fundamentación de la sociología en ciertas categorías psicológicas puede ser una
razón de por qué la sociología de Simmel se considera tan atractiva, no sólo por los interaccionistas, sino
también para la psicología social. El trabajo microsociológico de Simmel sobre las formas de interacción
se enmarcaba en una teoría más extensa de la relación entre los individuos y la sociedad en sentido
común. En su teoría existen cuatro niveles básicos de preocupación en la obra de Simmel.
1. En primer lugar se encuentran sus suposiciones microscópicas sobre los componentes psicológicos de la
vida social.
2. En segundo lugar se encuentran sus análisis de los componentes sociológicos de las relaciones
interpersonales.
3. En tercer lugar, de forma más macroscópica, esta su estudio sobre la estructura y los cambios sociales y
culturales.
4. En cuarto lugar, adoptó el principio de emergencia, la idea de que los niveles más altos emergen desde
los más bajos.
Su preocupación por los múltiples niveles de la vida social se refleja en su definición del problema de las
tres áreas separables de la sociología.
1. Describió la primera como sociología pura. En esta área, las variables psicológicas se combinan con
formas de interacción. Su trabajo más microscópico versa sobre las formas que adopta la interacción,
así como sobre los tipos de personas que se ven envueltos en esa interacción. La subordinación, la
supra-ordenación, el intercambio, el conflicto y la sociabilidad se incluyen dentro de sus formas.
Distinguía entre posiciones en las estructuras de la interacción tales como, el competidor, la coqueta y
orientaciones sobre el mundo, tales como el avaro o el aventurero.
2. En el nivel intermedio se encuentra la sociología en general, que trata de los productos culturales y
sociales de la historia del hombre. Simmel se interesó por fenómenos de mayor escala como los
grupos, la estructura y la historia.
3. Finalmente, en su sociología filosófica, trató de las perspectivas de la naturaleza básica y del destino
inevitable de la humanidad.
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presente, sino en el pasado y el futuro. A pesar de las similitudes, hay diferencias importantes entre
ellos. Por ejemplo, mientras Marx optaba por el optimismo revolucionario, Simmel tiene una visión más
cercana a “la jaula de hierro” de Weber, de la cual no se puede salir.
Simmel demostró su compromiso con la dialéctica de varias formas. Por un lado, la sociología de Simmel
tuvo siempre en cuenta la interacción y se fijó siempre en los dualismos, conflictos y contradicciones que
existen en cualquier campo del mundo social. Simmel recurrió a la moda, la cultura subjetiva-objetiva y
los conceptos de “más vida” y “más-que-vida” para el análisis del pensamiento dialéctico.
La moda. Simmel describió las contradicciones de la moda de muchas formas.
La moda es una forma de relación social y de integración, por otro lado, el que se quiere distinguir también usa la
moda para ello. La moda también es dialéctica en el sentido de que el éxito y la propagación, es decir, el distinguirse
de algo conduce a inaugurar una moda, sin embargo, ya que mucha gente la acepta, esta conducta deja de ser
distinta y por consiguiente pierde su atractivo. Otra dualidad es el liderazgo que se produce en el mundo de la moda,
ese liderazgo guía al grupo, siguiendo una norma. En resumen, Simmel nos dice que la dualidad se lleva a cabo tanto
siguiendo la moda como no siguiéndola. Todas las tendencias antitéticas dominantes están representadas de una
manera u otra.
La cultura individual (subjetiva) y la cultura objetiva. Las personas están influidas por sus producciones
culturales. Hay que distinguir entre cultura individual y cultura objetiva. La cultura objetiva se refiere a
aquellas manifestaciones que las personas producen, el arte, la ciencia, etc. La cultura individual
(subjetiva) es la capacidad del actor para producir, absorber y controlar los elementos de la cultura
objetiva. Es decir, la cultura individual modela y es modelada por la cultura objetiva. El problema que
se plantea es que la cultura objetiva llega a tener vida propia, en otras palabras, la existencia de estos
productos culturales entra en contradicción con los actores que los crean porque son ejemplo del
profundo extrañamiento o animosidad que existe entre los procesos orgánicos y creativos del alma y
sus contenidos y productos. Para K. Peter Etzkorn “en la dialéctica simmeliana, el hombre está
siempre en peligro de ser asesinado por esas criaturas de su creación, que han perdido su coeficiente
humano orgánico”.
Más-vida y más-que-vida. La sociología filosófica de Simmel supone una manifestación de su
pensamiento dialéctico. Al analizar las estructuras sociales y culturales, Simmel y Marx tienen una
postura muy parecida. Marx utilizaba el concepto de fetichismo de la mercancía para remarcar la
separación entre las personas y los productos. Esta separación podría superarse con una etapa
socialista. Para Simmel, esta separación es inherente a la naturaleza de la vida humana. La cuestión de
más-vida y más-que-vida nos dice que las personas poseen una capacidad doblemente trascendente
por dos motivos, primero por su inquietud y sus capacidades creativas (más-vida) y en segundo lugar,
esta capacidad trasciende, es creativa y les permite producir constantemente conjuntos de objetos
que les trascienden. La existencia objetiva de estos dos fenómenos establecen una posición
irreconciliable. En otras palabras, la vida social crea y produce por sí misma algo que no es vida pero
que tiene su propia significación y se rige por sus propias leyes. La vida se encuentra en la unidad, y en
el conflicto, entre ambas. Simmel concluye afirmando que “la vida encuentra su esencia, su proceso,
siendo más-vida y más-que-vida.
CONCIENCIA INDIVIDUAL.
Simmel trabajaba desde el supuesto de que los seres humanos poseen una conciencia creativa. Las bases
de la vida social para Simmel estaban formadas por individuos conscientes o grupos de individuos que
interactúan cada uno por gran variedad de motivos, propósitos e intereses. Este interés en la creatividad
viene dado debido a otra creación de los seres humanos como son las estructuras sociales y los efectos
que tienen sobre la creatividad.
Para Simmel, la interacción implica que los actores han de ser conscientemente orientados unos hacia
otros, y esto requiere que los supraordenadores y los subordinados se orienten, de lo contrario el
sistema de estratificación fracasaría. Lo mismo se puede decir de todas las otras formas de interacción.
La sociedad no es ente que está “ahí fuera” sino que es también mi representación, algo dependiente de
la actividad de la conciencia. Los valores de la sociedad se interiorizan en la conciencia individual.
Además, Simmel tenía una concepción sobre la capacidad de las personas para enfrentarse a sí mismas
mentalmente, una concepción muy parecida a Mead y al interaccionismo simbólico. El actor puede
recibir estímulos externos, calcularlos, probar diferentes vías de acción, y entonces decidir su proceder.
No obstante, existe una paradoja, la mente puede proteger a los actores de ser esclavizados por
estímulos externos, pero también tiene la capacidad de volver sobre sí misma, de crear objetos que
llegarán a esclavizarlos. Por lo tanto, aunque la inteligencia de las personas las capacita para evitar ser
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esclavizadas por los mismos estímulos externos que someten a los animales, crea asimismo estructuras e
instituciones que coaccionan sus pensamientos y acciones.
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los estratos de la sociedad, si los miembros de la clase alta tienen menos que sus iguales, entonces es
probable que se sientan pobres en comparación a ellos.
FORMAS SOCIALES.- Simmel observó una amplia gama de formas sociales, incluyendo el intercambio, el conflicto, la
prostitución y la sociabilidad. Se puede ilustrar a través de su análisis de la dominación, es decir, de la supraordinación
y la subordinación.
Supraordinación y subordinación.- Estos conceptos tienen una relación recíproca. El líder no quiere influir
completamente en los pensamientos de los otros, espera del subordinado que reaccione positivamente o
negativamente. Ni esta ni ninguna otra forma de interacción puede existir sin relaciones mutuas. Simmel
argumentó que uno puede estar subordinado a un individuo, a un grupo, o a una fuerza objetiva. El liderazgo
de un solo individuo generalmente conduce a un grupo bien entretejido, ya sea para apoyar al líder, ya sea
para oponerse a él.
ESTRUCTURAS SOCIALES.
Simmel negaba la existencia de este nivel en la realidad social y rechazaba la posición realista
ejemplificada por Durkheim, según la cual la sociedad en una entidad real, material. Sin embargo,
Simmel se sentía incómodo con la concepción nominalista de que la sociedad no es nada más que un
conjunto de individuos aislados. Entonces adoptó una posición intermedia, concibiendo la sociedad
como un conjunto de interacciones. Aunque Simmel enunció esta posición interaccionista, en la mayor
parte de su obra trabajaba como un realista, como si la sociedad fuera una estructura real y material. En
esta contradicción, Simmel afirmaba que la sociedad trasciende al individuo y vive su propia vida, que
sigue sus propias leyes. Se enfrenta, además, al individuo con una firmeza histórica e imperativa.
La solución a esta paradoja descansa en la diferencia entre la sociología formal simmeliana,
interaccionista, y sus sociologías histórica y filosófica, que le hacían decantarse más por una visión de la
sociedad como una estructura social coercitiva e independiente.
CULTURA OBJETIVA.
Uno de los principales enfoques de la sociología filosófica e histórica de Simmel es el nivel cultural de la
realidad social, o lo que él llamaba la “cultura objetiva”. En su opinión, las personas producen cultura,
pero dada esa capacidad de Reificar la realidad social, el mundo cultural y el mundo social llegan a tener
vida propia, vida que dominan a los actores que la crean. Para Simmel los objetos culturales llegan a
vincularse cada vez más entre ellos en un mundo auto-contenido que tiene cada vez menos contactos
con la psique subjetiva (individual) y con sus deseos y sensibilidades.
En diversas partes de su obra, Simmel identificaba diversos componentes de la cultura objetiva, por
ejemplo:
Herramientas
Productos de la ciencia
Artes
Esfera intelectual
Ideales (patria)
La cultura objetiva crece y se expande de varias formas.
Su tamaño absoluto crece cuando aumenta la modernización. El conocimiento científico, por ejemplo.
Crece asimismo el número de los diversos componentes del reino de la cultura.
Los diferentes elementos del mundo de la cultura se van engarzando más y más en un mundo poderos e
independiente, que se encuentra crecientemente bajo el control de los actores.
Simmel estaba impresionado por el desconcertante número y variedad de los productos humanos que
en el mundo contemporáneo rodean y asedian al individuo. Simmel se mostraba a favor de que la
cultura individual dominara el mundo, pero esta posibilidad le parecía cada vez más improbable. La
realidad nos dice que se produce un crecimiento de la cultura objetiva, a costa de la individual subjetiva.
En la Metrópoli y la vida mental, Simmel analiza los tipos de interacciones que se producen en las
ciudades, concluye que las relaciones genuinas disminuyen y las relaciones sociales tienden a estar
dominadas por actitudes distantes y reservadas. La ciudad es el centro dela división del trabajo y la
especialización juega un papel central en la producción de una cultura objetiva siempre en expansión,
con la consiguiente disminución de la cultura subjetiva o individual.
Es necesario indicar que una de las muchas ironías de la influencia de Simmel en el desarrollo de la
sociología es que se utilizara su microanálisis, pero que sus implicaciones más atrevidas se ignorasen casi
en su totalidad.
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distancia, un conocimiento mutuo y la mutua ocultación. El secreto es una parte integral de todas las
relaciones sociales.
El secreto está vinculado con el tamaño de la sociedad. En los pequeños grupos es más difícil que se
desarrollen secretos. En los grandes grupos, por el contrario, los secretos pueden desarrollarse más
fácilmente y se necesitan más porque hay grandes diferencias entre las personas.
Sobre la cuestión del tamaño, en el nivel más macroscópico, debemos hacer notar que el secreto no sólo
es una forma de interactuar, sino también, puede llegar a caracterizar a un grupo en su totalidad, por
ejemplo las sociedades secretas.
Hay factores como la confianza, la amistad, la discreción y el matrimonio que son fundamentales a la
hora de hilvanar el concepto de secreto y su funcionamiento.
Simmel considera el secreto como una de las más grandes conquistas de la humanidad, el secreto
supone una gran ampliación de la vida, porque en completa publicidad muchas manifestaciones de ésta
no podrían producirse. El secreto ofrece un segundo mundo, junto al mundo patente.
La interacción humana se modela por medio del secreto y su oposición lógica, la traición. El secreto
siempre va acompañado dialécticamente por la posibilidad de ser descubierto. La traición puede
producirse por dos causas, o te descubren o lo revelas. Del contraste entre ambos intereses, el de ocultar
y el de descubrir, brota el matiz y el destino de las relaciones mutuas entre los hombres.
Simmel vinculó sus ideas sobre la mentira a sus consideraciones sobre la sociedad en el mundo
moderno. Para Simmel, el mundo moderno es mucho más dependiente de la honestidad que las
sociedades anteriores.
CAPITULO 9
GEORGE HERBERT MEAD.
George Herbert Mead influyó en el conductismo psicológico. Mead define el conductismo en su sentido
más general como simplemente un enfoque sobre el estudio de la experiencia del individuo desde el
punto de vista de la conducta.
El conductismo de la época de Mead se inspiraba en la psicología animal. Watson, contemporáneo de
Mead, aplicó los principios de la conducta animal a los humanos. Para Watson, las personas eran poco
más que máquinas orgánicas. Desde el punto de vista de Mead, Watson intentaba partir de la conducta
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para explicar la experiencia del individuo, sin preocuparse de la experiencia interior, la conciencia y las
imágenes mentales. A diferencia de Watson, Mead pensaba que incluso las experiencias internas podían
estudiarse desde el punto de vista del conductista. Así Mead, es un conductista, aunque él mismo se
denominaba “conductista social”. La teoría del interaccionismo simbólico es muy diferente de las teorías
conductistas, como la teoría del intercambio, y ambas, se inscriben en paradigmas sociológicos distintos.
El deseo de Mead era estudiar la mente partiendo de la propia conducta, no empleando el método
introspectivo. En lugar de estudiar la mente introspectivamente, Mead se centró en el acto social. Los
actos son conductas que pueden definirse a partir de nociones conductistas de estímulo y respuesta. En
otras palabras, ciertos estímulos externos causan el que las personas respondan con un acto. Mead
afirmaba que parte del acto reside dentro del organismo y sólo más tarde cobra expresión.
Consecuentemente, mantiene que debe admitirse la existencia de algo como la mente o la conciencia,
en un sentido o en otro.
Mead define la mente en términos funcionales, no idealistas. La mente se define en términos de lo que
hace, del papel que desempeña en el acto, más que como un fenómeno subjetivo trascendental. La
mente forma parte del sistema nervioso central, y Mead intenta extender el análisis del acto,
especialmente del acto social, a lo que se deja observar en el sistema nervioso central. Mead se negó a
pensar en la mente en términos subjetivos y la estudió como algo que forma parte de un proceso
objetivo.
Otro aspecto intelectual del pensamiento de Mead es el pragmatismo. Mead es una de las figuras claves
en el desarrollo de la filosofía pragmática. El pragmatismo reflejaba el triunfo de la ciencia y del método
científico en la sociedad estadounidense y su extensión al estudio del mundo social. El pragmatismo
estudia el mundo real, la realidad empírica. Los pragmatistas creen en la superioridad de los datos
científicos sobre los dogmas filosóficos y cualquier otro tipo de conocimiento. Los pragmatistas rechazan
la idea de la existencia de verdades absolutas. De acuerdo con el conocimiento científico, creen que las
ideas son provisionales y están sujetas al cambio, a la luz de la investigación futura.
El pragmatismo también implica una serie de ideas como que la verdad y la realidad no existen fuera del
mundo real, que la gente recuerda el pasado y basa su conocimiento del mundo en lo que se ha revelado
útil, que las personas definen los objetos sociales y físicos que encuentran en el mundo de acuerdo con
el uso que hacen ellos, y si queremos comprender a los actores, debemos basar nuestra comprensión en
lo que realmente hacen en el mundo.
Lewis y Smith distinguieron entre dos corrientes del pragmatismo:
El pragmatismo nominalista (Dewey y William James) que defiende que, si bien los fenómenos societales
existen, no existen independientemente de las personas y no tienen una influencia decisiva en la
conciencia y la conducta individual. Ideas opuestas a Marx y Durkheim. Esta perspectiva concibe a los
individuos como agentes existencialmente libres que aceptan, rechazan, modifican o, en cualquier
caso, definen las normas, los papeles y las creencias.
El pragmatismo filosófico (Mead) pone el énfasis en la sociedad y en el modo en que ésta crea y controla
los procesos mentales individuales. Más que construir agentes libres, los actores y sus procesos
cognitivos y conductas están controlados por el conjunto de la comunidad.
En el pensamiento de Mead encontramos ambos elementos pragmáticos. La obra de Mead se
caracteriza por una dialéctica entre el realismo y el nominalismo. Esto nos lleva a otra importante fuente
intelectual del pensamiento de Mead, la filosofía de Hegel y su dialéctica.
LA PRIORIDAD DE LO SOCIAL.
Según Mead, para poder comprender la experiencia social había que darle prioridad al mundo social. El
todo social precede a la mente individual. En su análisis del acto, el cual implica a una sola persona, se
centra en el estímulo y la respuesta. Para el vemos el estímulo como una oportunidad para actuar y no
como un mandato. Identifico cuatro fases fundamentales, que se interrelacionan, del acto.
-El impulso es un estímulo sensorial inmediato y la reacción del actor al estímulo es la necesidad de
hacer algo como respuesta. El impulso puede estar relacionado con un problema en el entorno.
-La percepción es donde el actor busca y reacciona a un estímulo relacionado con el impulso. Son
capaces de percibir o sentir el estímulo a través del oído, el tacto, el gusto, el olfato, etc. Implica
estímulos entrantes como imágenes mentales que crean. Las personas seleccionan las características de
un estímulo y eligen entre diferentes estímulos.
-La manipulación ocurre luego de que se manifiesta el impulso y se percibe el objeto. Es la acción o
manipulación que la persona emprende sobre el objeto. Para Mead es una pausa temporal pues en el
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proceso por que no ocurre ninguna respuesta inmediatamente permitiendo que los humanos puedan
contemplar diferentes respuestas.
-La consumación es donde el actor emprende la acción que satisface el impulso original.
El acto social implica dos o más personas. Su mecanismo básico son los gestos. Los gestos son
movimientos del primer organismo que actúan como estímulos específicos de respuestas socialmente
apropiadas del segundo organismo. En otras palabras, la acción de un individuo causa automáticamente
la reacción de otro individuo. Los humanos participan en conversaciones inconscientes de gestos. Hay
acciones inconscientes de gestos no significantes donde el individuo responde instintivamente a las
acciones del otro, y los significantes donde el individuo reflexiona antes de que se produzca la reacción.
En el desarrollo de los gestos significantes es importante el gesto vocal. La función del gesto es posibilitar
la adaptación entre los individuos involucrados en cualquier acto social dado.
SELF
¿Cómo es posible que un individuo salga experiencialmente de tal modo que pueda ser objeto para sí
mismo? Mead llama a este proceso auto-indicación (Self indication) y lo refiere como un problema de
naturaleza psicológica referida a la mismidad (Selfhood) o auto-conciencia. La auto-conciencia incluye un
proceso racional, objetivo que se manifiesta en una actitud no afectiva hacia el individuo. También la
situación social donde la persona está inmersa influye el proceso. En la medida en que el individuo
puede reflexionar objetivamente, en esa medida, se objetiviza. El contenido social de esta objetivación
es la capacidad del individuo de verse a sí mismo desde los diferentes puntos de vista de los miembros
del grupo o desde un punto de vista generalizado del grupo al que pertenece. El individuo, pues, se
convierte en "Self" en la medida en que introyecta e incorpora las actividades que otros tienen hacia él
dentro de un ambiente o contexto social de experiencia o conductas donde todos (el individuo y los
otros) están involucrados.
La característica más importante de la explicación anterior es el reconocimiento de Mead de las
habilidades reflexivas sus del es decir, la capacidad del individuo de ser propio objetivo de conocimiento.
Estas habilidades son posibles gracias a que se percibe como parte de un todo social: su grupo. Entonces,
la auto-conciencia o la conciencia de sí mismo no puede surgir en aislamiento, no es concebible en un
vacío social. La autoconciencia, pues, es posible tanto porque el individuo se experimenta como el
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destino de las reflexiones (de los otros hacia él como por la conciencia del individuo de que " parte de un
todo social constituido por otros individuos que también son parte y todo.
La explicación de la auto-conciencia responde claramente a la cuarta tesis del Holismo I de Phillips: "Las
partes no pueden ser entendidas si son consideradas aisladamente (por separado) del todo". En
términos de la explicación de Mead: la auto-conciencia (la parte) no puede ser concebida por separado,
independientemente, del grupo (del todo). Más específicamente, la auto-conciencia no puede ser
entendida aisladamente del grupo social: "es posible concebir el surgimiento de un "Self" fuera de la
experiencia social".
Según Mead la comunicación es una conducta que le permite al individuo ser un objeto para sí mismo.
La comunicación humana, pues, es una instancia de expresión del "Self": al tiempo que afecto a mi
interlocutor con lo que digo, me afecta a mí mismo con lo dicho. Cuando un mensaje es estímulo tanto
para la persona que lo transmite a una segunda como para sí misma, se convierte del mensaje en un
conjunto de símbolos significantes.
Mead nos dice que existe tina diferencia entre la comunicación humana y otras formas animales de
comunicación. Ilustra su punto estableciendo que no es lo mismo el llamado de una gallina a sus
polluelos o el aullido de un lobo a su manada y la comunicación de símbolos significantes. La
comunicación humana involucra al "Self".
La comunicación humana, en tanto conversación con símbolos significantes, nos remite a lo que Mead
refiere como el discurso o la argumentación significativa (significant speech). Esta consiste en una, acción
"que afecta al propio individuo y este electo es parte del llevar a cabo inteligentemente la conversación
con otros,... Uno conversa con su "Self" como uno conversaría con otra persona" (p. 205).
En esta instancia particular, Mead explica la comunicación humana como el resultado, la consecuencia
de la capacidad del individuo de objetivarse. Esto es, reconoce que el individuo tiene habilidades
reflexivas (v. gr., auto conciencia) y, a través de símbolos significantes, se puede comunicar, con los
demás y afectarlos de la misma manera en que sé afecta a sí mismo. La comunicación entre humanos
está, pues, determinada por la capacidad reflexiva de las personas, por su autoconciencia (Self-
consciousnéss). Esta explicación está, en espíritu, cerca de, la tercera tesis del Holismo I de Phillips: "El
todo determina la naturaleza de las partes". Sin embargo, en, seguida esto no es claro prima face como
lo veremos en seguida.
Mead nos ha hablado de cómo un individuo se transformara en persona al aparecer el "SeIf". Esta
persona desarrolla habilidades reflexivas al adquirir un lenguaje y experimentar su como parte de un
todo social. Sin embargo, la persona surge también y paralelamente, como, un todo social. Es
precisamente, aquí donde la naturaleza de la comunicación humana es relevante, en tanto que la
persona no sólo es un individuo sitio una persona en posesión de un "SeIf" social, es decir, un individuo
con auto conciencia. La persona, como un todo, determina la naturaleza de su comunicación con los
demás. Es el todo (la persona, el individuo con auto-conciencia, el individuo con habilidades reflexivas) el
que determina la naturaleza de sus partes (la comunicación con los demás). El individuo incorpora los
procesos sociales generales y los organiza en su experiencia personal, lo cual constituye la base y
prerrequisito para el máximo desarrollo del "Self" individual. Queda claro que para Mead la sociedad es
a la persona corno la persona es a su conducta consciente (conducta con la presencia reflexiva del
"Self"). Este paralelo "todo partes" es posible por la presencia del "otro generalizado" que Mead explica
así "La comunidad organizada grupo social que da al individuo su unidad de "Self" puede ser llamado ´el
otro generalizado. La actitud del otro generalizado es la actitud de toda la comunidad. Esta es, sin duda,
una de las instancias más elocuentes donde Mead presenta su posición frente a lo que es la acción social
y la formación de actitudes.
SOCIEDAD.
Los espíritus, las personas, la conciencia y la inteligencia no podrían haber surgido de otro modo: tiene
que haber existido alguna clase de proceso social en desarrollo. Mead busca la base de la sociedad
humana a través de dos vías: lo biológico y lo institucional.
Desde el polo biológico Mead va a buscar una continuidad entre el hombre y el animal.
Desde el polo institucional el ubica como punto de partida a la familia y todas las formas de organización
social humana mas amplia, están en definitiva basadas en la familia.
Las normas sociales pueden ser transformadas por los mismos individuos ya que todos tienen
posibilidad de generar algo nuevo en la experiencia pues pueden ubicarse en cualquier lugar de la
sociedad y gracias a su discurso influir en el otro. La sociedad para este autor adquiere sustento en base
a la comunicación que posibilita el intercambio económico y el bien por el prójimo y es la misma
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interacción social la que genera los mecanismos de control pues la comunicación nos lleva a buscar el
bien común.
Mead hace derivar la sociedad humana de alguna forma anterior en que no existía aun la interacción
simbólica: la sociedad humana se entiende desde dos polos
Polo fisiológico: el hombre, como los animales, tiene impulsos que solo puede satisfacer son su
semejante: sexo, paternidad y vecindad. Se satisface, sobretodo, la familia, comunidad originaria de la
vida social.
Polo institucional: las instituciones o conjuntos de reacciones idénticas a los otros, con las que surge el
lenguaje simbólico, y que controlan la realización de los instintos. Los vertebrados tienen familias y se
unen en rebaños, pero sin personas no hay sociedades humanas, y las personas surgen e la
comunicación social.
EVOLUCION.
Mead comienza por distinguir entre el organismo fisiológico como tal y el "SeIf". El primero está allí
cuando nacemos, el segundo se desarrolla en el proceso de interacción del individuo con su ambiente.
Dentro del ambiente que rodea al individuo, Mead destaca el conjunto de relaciones humanas. Es
precisamente esta experiencia evidenciada y dramatizada por la adquisición del lenguaje, que sirve de
fundamento al "Self".
En esta observaciones primeras de su teoría, Mead hace clara su adherencia al punto de vista holista del
desarrollo del "Self" y a una concepción dinámica, vis-a-vis estática, del ser humano. Esto se hace
evidente al notar su viso de los conceptos de desarrollo, proceso y relaciones. También es importante
destacar el espíritu dinámico que pernea el texto.
Al establecer la diferencia entre el organismo fisiológico y el "Self", Mead apunta -Implícitamente- a una
tesis de lo que Phillips identifica como Holismo 1: "el todo es más que la suma de sus partes". El
siguiente análisis de Mead nos da más material para apoyar un cuerpo y un "Self". Un cuerpo "está allí" y
puede operar, incluso de manera inteligente, sin la presencia de un "SeIf". El "Self", como ya se apuntó
antes, tiene la capacidad del individuo de objetivarse, es decir, de ser su objeto y objeto de conocimiento
al mismo tiempo. Es perfectamente aceptable decir que el ojo ve al pie, sin embargo, no puede ver al
cuerpo como un todo. Las experiencias corpóreas están organizadas alrededor de un "Self" Las partes
del cuerpo pueden distinguirse de este "Self". Es más, podemos perder partes del cuerpo sin afectar
seriamente al "Self" El cuerpo entonces, no se experimental sí a mismo como el "SeIf " lo experimenta.
Uno de los aspectos más conocidos y mejor logrados de la teoría del "Self" de Mead es su explicación del
"yo" y del "mi". Ya habíamos mencionado que algunas explicaciones de Mead caen dentro de lo que
algunos autores en ciencias sociales han llamado el pensamiento holista. También citamos la tesis holista
acerca de la influencia del todo en sus partes. La descripción mediana del "yo" del "mi" ilustra
claramente esta tesis. El "SeIf", es decir, la capacidad reflexiva de la persona es el todo que tiene dos
partes: el "yo" y el "mi".
El "yo" es la parte reactiva de la persona en las actitudes de los demás. Es, por decirlo de alguna manera,
la parte originalísima que la persona aporta -a través de sus respuestas -en su interacción con los otros.
Estas actitudes que toma ante los demás son el elemento novedoso, la aportación de la persona. El "yo",
afirma Mead, da un sentido de libertad, de iniciativa.
El "mi", por el otro lado, "representa una organización definida de la comunidad ahí en nuestras
actitudes, la cual demanda una respuesta, pero la respuesta que tiene lugar es algo que sólo pasa. No
hay seguridad en cuanto a ella".
La relación del "yo" y del "mi" es curiosa e interesante. Son entidades que existen de manera
independiente y, sin embargo, se pertenecen, están juntas. Son partes de un mismo todo. Su separación,
nos dice Mead, no es ficticia, es real. No. son idénticos. El "yo" no es calculable, predecible. La "mi"
demanda una respuesta del individuo de acuerdo con una situación, sin embargo, el "yo" que es la
entidad que provee la respuesta nunca llega a dar la respuesta perfectamente adecuada a la situación.
"El "yo" tanto llama al "mi" como responde a él. Tomados juntos constituyen una personalidad tal y
como aparece en la experiencia social. El "Self" es esencialmente un proceso social en marcha con dos
fases distinguibles. Si no tuviese estas dos fases, no podría haber responsabilidad consciente y no habría
nada novedoso en la experiencia.
En lo anterior encontramos en el trabajo de Mead una instancia teórica difícil de analizar. El problema de
la dualidad en la unidad está presente cuando Mead discute las dos partes estructurales del "SeIf": el
"yo" y el "mi". El autor ¡lo se refiere explícitamente a ninguna estructura, sin embargo, establece un
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paralelo entre el "yo" y el "mi" y la estructura tripartita de la personalidad según Freud; el id o ello, el
ego y el superego.
Por un lado, uno está tentado a tratar al "Self" como un término holista que, corno antes dijimos, define
su unidad en la dualidad. Aquí las partes (el "yo" y el "mí") están concebidas y explicadas como
entidades interrelacionadas y, dinámicas de un todo (el "Self"). Están interrelacionadas porque se
afectan mutuamente. Son interdependientes porque el "yo" es inconcebible sin el "mi" y el "mi" es
contingente de la existencialmente "yo" para su surgimiento.
Por otro lado, la concepción del "mi" es holista en el sentido de que no es solamente una mera
internalización de normas sociales por parte del individuo sino de alguna manera se refiere al mismo
contenido del otro generalizado, es decir, la completud del grupo social, una actitud a un todo social
externo, organizado y unitario. El "mi" incorpora esta alteridad otherness) al "SeIf".
La argumentación no puede ser positiva en cuanto a que el "yo" y el "mi", corno en el caso del otro
generalizado, necesitan nuevos conceptos para definir partes de la estructura del "Self". A pesar' de que
la descripción estructura del "Self" de Mead está llena de colorido y utilidad, su explicación conlleva
problemas de definición.
PENSAMIENTO DIALECTICO.
Los conceptos de Mead están dialécticamente relacionados unos con otros. Su enfoque se inspira en
Hegel y se asemeja a la dialéctica de Marx.
Es imposible separar claramente los conceptos de mente, self y sociedad.
Pasamos a estudiar los principales elementos de la dialéctica y el modo en que se manifiestan en la obra
de Mead.
1. El pensador dialéctico rehúsa analizar el mundo en términos causales unidireccionales. Por ejemplo, el
self surge de la sociedad, y lo selfs contribuyen al desarrollo de una sociedad más compleja y
organizada, a una mayor diferenciación, evolución y organización de la sociedad.
2. El pensador dialéctico se niega a separar hecho y valor. Mead no se opuso a hacer juicios de valor, como
con su aversión a la Iglesia como institución represora.
3. El pensador dialéctico no encuentra líneas divisorias rígidas y marcadas entre los fenómenos sociales. Se
niega a separar mente, self y sociedad.
4. El pensador dialéctico adopta una perspectiva relacional del mundo. Esto se manifiesta en el análisis de
la relación entre el yo y el mí, que se necesitan mutuamente para existir.
5. El pensador dialéctico se preocupa no sólo por el presente, sino también por su relación con el pasado y
con el futuro. Esta preocupación por el pasado, presente y futuro se manifiesta en la reflexión que
hace acerca de la evolución social.
6. El pensador dialéctico nunca adopta una perspectiva determinista del futuro. Mead cree un estado ideal,
pero lo que importa y lo que determina el grado de progreso hacia la evolución ideal es lo que hacen
los actores.
7. El pensador dialéctico se preocupa por el conflicto y la contradicción. Hay importantes conflictos y
contradicciones en la obra de Mead, como los que se dan entre el yo y el mí, así como entre la
necesidad de amoldarse a la sociedad y la necesidad de ser innovador y cambiarla.
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CAPITULO 10
ALFRED SCHULTZ
76
firmeza de las matemáticas para lograr su método, Husserl hace una distinción en la evidencia que
aparece a nuestro espíritu, de la cual dice que hay dos clases:
Evidencias acertóricas, que se refiere a una verdad pero no hace imposible que lo contrario sea
verdadero, este tipo de evidencias se encuentran en los hechos que continuamente palpamos.
Y evidencias apodícticas, es superior a la anterior pues no sólo se refiere a algo verdadero sino a lo
necesario, de tal modo que sería absurdo pensar lo contrario como verdadero; este tipo de evidencias
lo encontramos en verdades rigurosas como las de las matemáticas.
"Husserl piensa que todas la ciencias han procurado basarse en verdades apodícticas, mientras que la
filosofía todavía no lo ha hecho, pues continúa enunciando proporciones que carecen de validez
universal, o sea, que no son válidas para toda conciencia. En consecuencia Husserl propone para tal fin
un método que él denomina fenomenológico".
En síntesis esta fenomenología consiste en remontarse por intuición hasta las esencias que posibilitan las
captaciones ordinarias; así por ejemplo, hacer la fenomenología del amor no consistirá en describir
experiencias concretas y realistas del amor, sino las vivencias necesarias para experimentar el amor
como un valor.
"La fenomenología echa mano de la descripción de lo que aparece, pero de aquello que surge con
evidencia apodíctica. Deja entonces de lado la explicación de las cosas por los primeros principios y por
las causas, y establece que es la intuición intelectual el procedimiento propio de la filosofía, pues no se
puede aceptar nada con evidencia apodíctica si no se capta directamente en su manifestación donde el
objeto aparece".
Descripción neutra se refiere a la descripción del objeto presente sin asociarlo con ideas o creencias
corrientes e ingenuas acerca de su existencia real. La aceptación de esa existencia real es necesaria en la
vida cotidiana pero no en el rigor filosófico, esto no quiere decir que se niegue tal existencia, pero
tampoco que se afirme, simplemente se permanece en una postura neutral.
2) El Centro de la Fenomenología y su Objeto Principal. Son las esencias, dejando de lado que es
simplemente fáctico o contingente o singular, interesándose sólo por ese centro o unidad de
características que se entrelazan. Pero estas esencias no son de cualquier tipo sino que son aquellas que
caracterizan las vivencias o sea, a los modos de captar por la conciencia algún objeto.
3) La Reducción. El término central utilizado por Husserl en su fenomenología es el término Reducción o
Apojé, que en resumen, es la operación mental por la cual se coloca entre paréntesis o se prescinde o se
deja fuera de consideración, algún dato que ordinariamente se presenta.
4) La Intencionalidad. Es una propiedad esencial de la conciencia por la cual ésta se tiende hacia un
objeto, gráficamente se podría representar como una flecha tendida hacia el objeto. La conciencia no
debe entenderse entonces como una substancia sino como una actividad, como un estar lanzado hacia
la conciencia, es siempre conciencia de, y cada tipo de objeto tiene siempre un tipo de intencionalidad.
77
determinadas. El hombre también presupone que otros existen en ese mundo, dotados de una
conciencia que es esencialmente igual a la suya. De esta manera, su mundo cotidiano no es un mundo
privado, es más bien un mundo intersubjetivo, en el que puede actuar sobre sus semejantes y ellos
pueden actuar sobre él, dando lugar a múltiples relaciones. El ámbito de las cosas del mundo exterior es,
así mismo, intersubjetivo. El mundo de la vida, entendido en su totalidad, como mundo natural y social,
es el escenario y lo que pone límites a las acciones reciprocas. Los objetivos deben ser dominados y
transformados, mediante nuestros actos, para ser reales. De esta manera, los hombres no solo actuamos
y operamos dentro del mundo de la vida sino también sobre él. En resumen, nuestra actitud natural de
la vida está determinada totalmente por un motivo pragmático.
TIPIFICACIONES Y RECETAS.
Las tipificaciones ignoran los rasgos individuales y particulares y se centran sólo en características
genéricas y homogéneas. En términos generales, siempre que hacemos uso del lenguaje estamos
tipificando.
Las recetas tienden a tener relación con las situaciones. Las personas utilizan las recetas para controlar
las miles de situaciones a las que se enfrentan día con día en la vida cotidiana. La mayoría de nuestras
actividades diarias, desde levantarnos hasta dormir, son de este tipo. Se realizan de acuerdo con recetas
que se reducen a hábitos culturales de trivialidades que no se cuestionan.
INTERSUBJETIVIDAD.
El mundo es cultural e intersubjetivo. Es intersubjetivo porque vivimos en él como hombres entre
hombres, con quienes nos vinculan influencias y valores comunes, comprendiendo a los demás, y siendo
comprendidos por ellos. Es un mundo de cultura, porque, desde el principio, el mundo de la vida
cotidiana es un universo de significación para nosotros, vale decir, una textura de sentido que debemos
interpretar para orientarnos y conducirnos en él. Pero esta textura de sentido, se origina en acciones
humanas, y ha sido instituida por ellas, por las nuestras, y las de nuestros semejantes. Todos los objetos
culturales (herramientas, arte, sistemas de lenguaje, etc), señalan en su mismo origen y significado las
actividades de sujetos humanos. Debido a ello siempre somos conscientes de la historicidad de la cultura
que encontramos en las tradiciones y las costumbres. Esta historicidad es plausible de ser examinada en
su referencia a actividades humanas cuyo sedimento constituye. Por la misma razón, no se puede
comprender un objeto cultural sin referirlo a la actividad humana en la cual se origina.
El mundo, no es un mundo privado, sino intersubjetivo, y que, por la tanto, el conocimiento de él, no es
privado, sino intersubjetivo y socializado desde el principio. Es por ello que se deben considerar los
siguientes tres aspectos del problema de la socialización del conocimiento.
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conocimiento que un individuo tiene a mano. Esta estructura se origina en el sistema de significatividades vigente, y
por ende, esta biográficamente determinado. El conocimiento de esas diferencias individuales constituyen en sí
mismo un elemento de la experiencia de sentido común: Se sabe a que abogado o medico hay que consultar, y en
qué circunstancias hay que hacerlo.
Para resumir, en la vida diaria, se construyen tipos acerca del campo de trato directo del otro, y del
alcance de su conocimiento. Al hacerlo, se presume que el otro se guiará por determinadas estructuras
de significatividades, que se expresan en un conjunto de motivos constantes que conducen a una pauta
particular de acción, y hasta codeterminan su personalidad.
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CAPITULO 11
TALCOTT PARSONS
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PRINCIPIOS GENERALES.
Los principios generales que su construcción teórica debía tener son:
1. Teoría de acción en la que los mecanismos centrales debían ser los actores orientados hacia ciertas
situaciones con diferentes metas, valores y modelos normativos.
2. Voluntarismo: elección de un actor entre valores y cursos de acciones libres.
3. Fenómenos culturales: ideas, ideales, metas, normas.
4. Idea de emergencia: los sistemas de un orden más alto emergen de los sistemas de orden inferior.
Teoría de la acción.
Tiene su origen en la obra de Max Weber sobre la acción social. Parsons escogió el término acción
porque tenía una connotación diferente a la de conducta. Conducta implica una respuesta mecánica a
los estímulos, mientras acción entraña un proceso mental activo y creativo. Parsons tuvo la precaución
de distinguir explícitamente la teoría de la acción del conductismo.
EL ACTO UNIDAD está compuesto por el actor, el fin, la situación en la que tiene lugar la acción, las
condiciones que el actor no puede controlar y los medios que el actor puede controlar.
Las normas y valores. Sirven para determinar la elección del actor de los medios para alcanzar los fines.
Parsons afirmó que la acción no es más que un esfuerzo por acatar las normas.
EL VOLUNTARISMO. Hace referencia a las elecciones que hacen los actores en las situaciones sociales en
las que se encuentran. Esto no significa que los actores sean totalmente libres al hacer su elección, el
concepto de voluntarismo implica una mente, una conciencia, e individuos que toman decisiones.
LA VERSTEHEN. La necesidad de analizar la acción desde una perspectiva subjetiva.
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El acto unidad hace referencia a actores y su acción mientras que el estatus-rol a la posiciones dentro de
una estructura de la interacción. Parsons desarrolló el concepto de disposición de necesidad como la
unidad más relevante en el nivel de la personalidad. Éstas son necesidades biológicas configuradas por
fuerzas externas, y las orientaciones de valor son pautas culturales internalizadas.
PAUTAS VARIABLES.
Son un conjunto conceptual de cinco elecciones dicotómicas de acción que los actores pueden hacer en
cada situación. Las pautas variables son elecciones universales que hace un actor antes de que la
situación tenga un significado determinado.
AGIL
La función es un complejo sistema de actividades dirigidas hacia la satisfacción de una o varias
necesidades del sistema. Hay cuatro imperativos funcionales necesarios de todo sistema:
(A) Adaptación (al entorno)
(G) Goal attainment (capacidad para alcanzar metas)
(I) Integración (interrelación entre sus partes)
(L) Latencia (mantenimiento de patrones)
Estos están vinculados a los cuatro sistemas de acción siguientes:
1. Organismo conductual. Adaptación o transformación al mundo externo.
2. Sistema de la personalidad. Logro de metas.
3. Sistema social. Integración.
4. Sistema cultural. Normas y valores que motivan acción.
EL SISTEMA DE LA ACCION
El sistema social expone las interrelaciones entre los subsistemas y es un modo de organización de los
elementos de la acción en el que se dan relaciones actor-situación, siendo el protagonista el que
orientará sus acciones hacia el logro de sus metas, buscando gratificaciones y evitando privaciones. La
sociedad como sistema regula las actuaciones de los hombres manteniendo el equilibrio y el orden.
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3. Evaluativos: son estándares éticos, religiosos a partir de los que el actor evalúa las alternativas que tiene
para realizar una acción. Son Factores Racionales.
En cuanto al problema del orden, surge de cómo integrar las motivaciones de los actores con criterios
normativos-culturales orientados hacia un valor. Por lo tanto se dan dos planos:
• El de la adaptación, la cual se obtiene por los mecanismos adecuados que permitan adaptar al individuo con
la sociedad, pero éste no siempre funciona.
• El de la desviación, para lo cual se deben usar mecanismos de control y ajustes, y se da cuando no existe una
motivación adecuada en la relación ego-alter, por lo que se producen conductas lesivas, es decir se interfiere
en el rol de la otra persona, por lo que se van acumulando tensiones que pueden llevar al cambio.
83
Sistema social.
Los contenidos de la acción se organizan, analíticamente, de acuerdo con tres modos (que son
abstracciones de la conducta social concreta): el sistema social, el sistema de la personalidad y el sistema
cultural. El sistema social es un modo de la acción motivada que se organiza alrededor de las relaciones
mutuas entre los actores (individuales o colectivos). Es el proceso de interacción en sí. El sistema social
se revela por medio de tres características propias de la noción de sistema: 1) la existencia de partes
mutuamente interdependientes, 2) las partes contribuyen al funcionamiento del sistema, y 3) la
búsqueda constante del equilibrio.
El sistema cultural
Es el sistema de patrones simbólicos, integrados por la organización de los valores, normas y símbolos,
que orientan las elecciones de los actores y limitan las interacciones entre estos. Con otras palabras, es
el sistema que sustenta y hace posible la acción motivada. Provee los contenidos (valores, normas y
símbolos) que sustenta la posición y orientación de los actores individuales. Para Parsons la integración
dentro de los sistemas de acción tiene dos aspectos: un aspecto negativo y otro positivo. El negativo
persigue la disminución de todo aquello que tiende a obstruir la estabilidad del sistema por destrucción
o por obstaculización reciprocas (reglamentaciones prohibitivas). El aspecto positivo se refiere a las
relaciones de apoyo, de cooperación, tendientes a posibilitar el funcionamiento total del sistema
(trabajo común).
El sistema de la personalidad
Es el modo de la acción motivada que se configura alrededor del carácter orgánico del individuo. Es
decir, el sistema de la personalidad se refiere a las acciones de un individuo organizadas de acuerdo con
lo que Parsons llama necesidades-disposiciones incluyen necesidades tanto orgánicas como aprendidas.
En su conjunto, el sistema de la personalidad pone de relieve el aspecto orgánico (biológico) que se
mencionó con anterioridad.
Organismo conductual.
En su análisis, los sistemas inferiores proporcionan las condiciones que requieren los sistemas
superiores, y los sistemas superiores controlan a los que están en un nivel inferior en la jerarquía. El
funcionalismo estructural se establece con los siguientes supuestos:
1.-Los sistemas tienen como característica el orden e interdependencia de las partes-
2.-Tienden hacia un orden o equilibrio que se mantiene por sí mismo-
3.-Los sistemas pueden ser estáticos o entrar en un proceso ordenado de cambio.-
4.-Un parte del sistema influye en la forma que adoptan las otras partes.-
5.-Los sistemas mantienen límites con sus ambientes.- 6.-
La distribución e integración son procesos fundamentales para el equilibrio de un sistema- Los sistemas tienden al
automantenimiento.
TEORÍA EVOLUCIONISTA
Parsons hizo el estudio del cambio social, denominado como un paradigma del cambio evolucionista.
Primero, había que definir la diferenciación entre la estructura y su función.
Un momento importante en la sociología de Parsons es el que se revela en la revalorización o
renacimiento de las concepciones evolucionistas en ciencias sociales: El renacimiento que señalamos
expresa Parsons- obedece en gran parte al desarrollo de un nuevo tipo de relación entre las ciencias
sociales y biológicas, que hace cada vez más evidente que el establecimiento de una continuidad entre
ambas dentro de la categoría general de ciencias de la vida es fundamental. Esta nueva orientación parte
de una continuidad directa entre lo humano y lo subhumano. Así la articulación entre los dos
niveles es el resultado necesario de un proceso ya gestado en las etapas inferiores del desarrollo
evolucionario y que se extiende hasta las perspectivas del presente .En esta línea de las ciencias, Parsons
se interesa por aquellas capacidades presentes en las estructuras (a cualquier nivel) que por su
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importancia son capaces de facilitar (y aun de producir) la continuidad del proceso evolucionario. El
autor designa a tales desarrollos con el término evolucionarios universales y define el concepto con
especial atención a la adaptación(relación de equilibrio de un sistema vivo con su medio):Un
evolucionario universal, entonces, es un complejo de estructuras y procesos asociados cuyo desarrollo
incrementa tanto la capacidad adaptativa a largo plazo de los sistemas vivos en una clase dad, que solo
los sistemas que desarrollen este complejo pueden alcanzar ciertos niveles superiores de capacidad
general adaptativa .En el plano de la cultura y la sociedad, Parsons distingue un conjunto de pre-
requisitos que mantienen un vínculo fundamental con el surgimiento de las primitivas formas de las
sociedades. Estos pre-requisitos son: religión, comunicación con lenguaje, organización social a través
del parentesco, y tecnología.
Parsons explica el contenido y la importancia de cada una de estas características consideradas como
pre-requisitos y observa en ellas las bases de una línea universal del desarrollo que conduce hasta las
sociedades modernas. Podemos decir que en este último sentido el interés del autor es retomar los
esfuerzos de Max Weber para establecer los rasgos que particularizan el desarrollo de occidente. Las
sociedades modernas representan la culminación de la gran línea de la evolución social. En tal sentido,
Parsons distingue un conjunto de evolucionarios universales, constituidos por un sistema de mercado
basado en el dinero, organizaciones burocráticas, normas universales generalizadas y la organización
política democrática (democracia formal). Estas cuatro características pueden ser rápidamente
reconocidas como inherentes al desarrollo de la sociedad capitalista contemporánea. Durante los años
60 se debatió sobre la eficacia de esta concepción para ser aplicada a las modernas sociedades
socialistas que lograron un desarrollo paralelo al del capitalismo sin presentar el cuadro completo de los
evolucionarios parsonianos. Específicamente las sociedades socialistas rechazaban explícitamente el
sistema de mercado basado en el dinero y la asociación democrática (burguesa).Los evolucionarios
parecieron encontrar un límite de su universalidad, pero el autor enfrento las críticas por medio de la
afirmación de que las sociedades socialistas tenían dos caminos: la adopción del conjunto completo de
requisitos o el retroceso de estadios inferiores de la evolución. Puede decirse, ciertamente, que esta
proposición que se presentaba como universal encontró un obstáculo o limite histórico en los marcos
geográficos del capitalismo de la época. En el debate político, la sociología de Parsons era vista por
muchos como un aspecto más de la Guerra Fría. Se llegó a denunciar el trasfondo imperialista de estas
nociones. Los cambios históricos resientes como en las sociedades como en la teoría nos colocan en otra
situación que nos informa, hasta cierto punto, el cumplimiento de las predicciones de Parsons.
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86
1815-1840
europeas
LINEA DE VIDA
Revolución Francesa y I Comuna de Paris II Comuna de Paris
Revoluciones
1550 1600 1650 1700 1750 1800 1850 1900 1950 2000
87
DESCARTES (1595-1650)
JOHN LOCKE (1632-1704)
MONTESQUIEU (1689-1755)
ROUSSEAU(1712-1778)
ADAM SMITH (1723-1790)
SAINT-SIMON (1760-1825)
ALEXIS DE TOCQUEVILLE (1805-
1859)
COMTE (1798-1857)
DE MAISTRE (1753-1821
DE BONALD (1754-1840)
DAVID RICARDO (1772-1823)
C. DARWIN (1809-1882)
HERBER SPENCER (1820-1903)
WILFREDO PARETO (1848-1923)
KARL MARX (1818-1883)
DURKHEIM (1858-1917)
WEBER (1864-1920)
GEOR SIMMEL (1858-1918)
GEORGE HERBERT MEAD (1863-
1931)
ALFRED SCHÜZT (1899-1959)
TALCOTT PARSONS (1902-1979)
Revolución Industrial
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