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El documento describe un grupo de trabajo en una fábrica de aviones compuesto por 8 maquinistas franco-canadienses que trabajaban en turnos para fabricar piezas de alta precisión. Pierre DuFresne inventó una nueva herramienta que mejoraba la eficiencia en un 50%, pero decidió no presentarla como sugerencia debido a que él y los demás del grupo consideraban que el sistema de recompensas por sugerencias no era adecuado y que en realidad los premios salían de los bolsillos de los trabajadores. En su lugar, decidieron ret
El documento describe un grupo de trabajo en una fábrica de aviones compuesto por 8 maquinistas franco-canadienses que trabajaban en turnos para fabricar piezas de alta precisión. Pierre DuFresne inventó una nueva herramienta que mejoraba la eficiencia en un 50%, pero decidió no presentarla como sugerencia debido a que él y los demás del grupo consideraban que el sistema de recompensas por sugerencias no era adecuado y que en realidad los premios salían de los bolsillos de los trabajadores. En su lugar, decidieron ret
El documento describe un grupo de trabajo en una fábrica de aviones compuesto por 8 maquinistas franco-canadienses que trabajaban en turnos para fabricar piezas de alta precisión. Pierre DuFresne inventó una nueva herramienta que mejoraba la eficiencia en un 50%, pero decidió no presentarla como sugerencia debido a que él y los demás del grupo consideraban que el sistema de recompensas por sugerencias no era adecuado y que en realidad los premios salían de los bolsillos de los trabajadores. En su lugar, decidieron ret
DE UNA HERRAMIENTA MEJORADA EN UN GRUPO DE TRABAJO1
La Whirlwind Aircraft Corporation era una de las empresas más importantes de su ramo y se destacaba especialmente por haber desarrollado el moderno súper compresor. El trabajo relacionado con este último mecanismo requería una pericia y una habilidad especial. Cada detalle del súper compresor tenía que ser perfecto para satisfacer las exigencias que en cuanto a precisión tiene la industria aeronáutica.
En 1941 (antes de Pearl Harbor) el departamento de Tornos 15-D maquinaba tres tipos de impulsor, cada uno de ellos con una tolerancia de 0,002 pulgadas (0,00508 cm) y maquinado a un acabado como de espejo. Los impulsores se fabricaban de una aleación de aluminio y eran acabados en un torno especial.
El trabajo se efectuaba en cuatro turnos de dos hombres cada uno. El personal de la sección de acabados era el siguiente:
1. Primer Turno: De 7 am a 3 pm. Domingo y lunes libres. a) Jean Latour, maestro mecánico, franco-canadiense, de cuarenta y cinco años de edad. Había organizado el trabajo y adiestrado a los hombres que trabajaban con él en el primer turno. b) Pierre DuFresne, maestro mecánico, franco-canadiense, treinta y seis años de edad. Estos dos hombres habían adiestrado a los obreros necesarios para los otros turnos.
2. Segundo Turno: De 3 pm a 11pm. Viernes y sábados libres a) Albert Durand, maestro mecánico, franco-candiense, treinta y dos años de edad; Adiestrado por Latour; empleaba su torno. b) Robert Benet, maestro mecánico, franco-canadiense, treinta y un años de edad; adiestrado por DuFresne; empleaba su torno.
3. Tercer turno: De 11 pm a 7 am. Martes y miércoles libres. a) Philippe Doret, maestro mecánico, franco-canadiense, treinta y un años de edad; Adiestrado por Latour; Empleaba su torno. b) Henri Barbet, maestro mecánico, franco-canadiense, treinta años de edad; adiestrado por DuFresne; empleaba su torno.
4. Turno escalonado: Lunes de 7 am a 3 pm.; Martes de 11 pm a 7 am.; Miércoles de 11 pm a 7 am.; Jueves libre; Viernes de 3 pm a 11 pm; Sábado de 3 pm a 11 pm; Domingo libre. a) George MacNair, maestro mecánico, escocés, treinta y dos años de edad, adiestrado por Latour, empleaba su torno.
1 “Work-group ownership of an improved tool”
Traducido con permiso por José María Rodriguez, clasificado y aechivado en el
IESE de Barcelona. Harvard no asume la responsabilidad de la exactitud de la traducción. Prohibida la reproducción total o parcial sin autorización escrita del IESE. b) William Reader, maestro mecánico, inglés, treinta años de edad, adiestrado por DuFresne, empleaba su torno
Debido a varios factores (como por ejemplo el pequeño número de obreros que componían los turnos, la preponderancia de una nacionalidad y el hecho de que Latour y Du Fresne habían adiestrado a los demás obreros) estos ocho hombres se consideraban pertenecientes a un grupo de trabajo. No es corriente encontrar un sentimiento semejante de solidaridad entre obreros de distintos turnos, a pesar de que trabajen con las mismas máquinas.
Los hombres recibían un salario base de 1.03 dólares por hora y trabajaban a prima. Por lo general, cada operario producía 22 unidades por turno por lo que cobraba un promedio de 1.19 dólares por hora. La dirección proporcionaba cuchillas de gran velocidad Rex 95, que los operarios afilaban a su conveniencia. Se empleaban dos herramientas: una cuchilla cuadrada con un ligero radio para corte en retroceso, y otra cuchilla con ángulo de 45 grados para el achaflanado y el acabado. Cuando se empleaban, las dos herramientas se colocaban juntas y el operario tenía que ajustar el torno para pasar de una a otra operación. Con este dispositivo, la dificultad estribaba en que, durante la rotación del torno, los desperdicios de aluminio se fundían y se colocaban entre las dos cuchillas. Periódicamente se tenía que parar el torno para limpiar el aluminio fundido de las cuchillas y afilarlas de nuevo.
A petición del jefe del departamento 15-D, la sección técnica había estado trabajando en este problema de herramientas. Hasta el momento de este caso, no se había encontrado ninguna solución. A fin de estudiar directamente la dificultad, el departamento de métodos había asignado hacía poco a uno de sus miembros, Mr. Mac Bride para que realizara una investigación en el mismo departamento de tornos. Las horas de trabajo de Mr. Mac Bride comprendían parte del primer y segundo turno. Mac Bride era un joven de 26 años de edad, recién llegado al departamento de métodos. Tres meses antes de que se le asignara este trabajo había desempeñado el puesto de “hombre de las sugerencias”, posición que permitía a los novatos del departamento técnico familiarizarse con la organización de la fábrica. El trabajo consistía en recoger de los buzones que se encontraban en todos los departamentos de la fábrica las sugerencias presentadas por los empleados y en hacer una evaluación preliminar de estas ideas. La misión de estudiar la situación de las herramientas e el Departamento de Tornos 15-D con el propósito de rebajar costos era su primera tarea especial. Se dedicó a este problema con gran interés pero no consiguió ganarse la confianza de los obreros. Estos, siguiendo su acostumbrada filosofía de “mantén tu boca cerrada si ves a alguien con corbata”, no facilitaron ninguna información y adoptaron la postura de que si el hombre del departamento de métodos había sido designado para que cumpliera esta misión, a él le correspondía llevarla a cabo.
Mientras Mac Bride estaba trabajando en este problema, Pierre DuFresne topó con la solución. Un día ideó con éxito una herramienta que combinaba las dos herramientas en una. Con esto se eliminaba el espacio entre las dos herramientas, que era donde se depositaba el aluminio fundido y se soldaba a los filos del corte. La nueva herramienta de corte tenía dos ventajas: eliminaba las frecuentes interrupciones de la máquina para limpiar y la necesidad de volver a afilar las herramientas de tipo antiguo y permitía que el operario hiciera operar el torno a una mayor velocidad. Estas ventajas hacían posible que la eficiencia del operario aumentara en un 50%.
DuFresne trató de hacer copias de la nueva herramienta, pero fue incapaz de conseguirlo. Aparentemente el nuevo producto había sido un “accidente afortunado” surgido mientras afilaba y que no podía repetir. Después de varios intentos desafortunados, llevó la nueva herramienta a su antiguo maestro, Jean Latour. Este último consiguió hacer un dibujo y producir duplicados de la herramienta en una pequeña máquina de afilar. Al principio, los dos hombres decidieron reservarse la nueva herramienta pero más adelante comunicaron la mejora a sus compañeros del segundo turno y de modo similar fue pasando a los demás turnos. Pero todos estos hombres guardaron celosamente el secreto del nuevo producto por lo que afectaba a los “extraños”. Al terminar el turno, cada uno guardaba bajo llave su herramienta en su caja de herramientas.
Tanto DuFresne, el creador de la nueva herramienta, como Latour, su artífice y proyectista decidieron no presentar la idea como sugerencia, sino retenerla como propiedad del grupo. ¿Por qué motivo adoptaron esa decisión?. La respuesta se basa, parte en el sistema de sugerencias y parte en la actitud adoptada por Latour y Du Fresne con respecto a otras facetas de la vida laboral de la fábrica y para con su propio grupo.
De acuerdo con un boletín informativo publicado por la empresa el propósito del sistema de sugerencias era “Proporcionar un método ordenado de propuesta y estudio de ideas y recomendaciones de los empleados a la dirección; proporcionar un medio para reconocer y recompensar la inventiva individual; y fomentar la colaboración”. Las sugerencias aceptadas eran premiadas del siguiente modo: “Después de comprobar los ahorros y gastos que trajese consigo la sugerencia adoptada (el comité de sugerencias) determinaba la cuantía del premio, basándose en la previsión de las economías conseguidas en un año de empleo de la sugerencia”. “Es intención del comité… ser liberal en los premios, que se espera recompensen de modo adecuado el interés mostrado al presentar sugerencias”. En cumplimiento de esta política era costumbre conceder al autor de la sugerencia un premio equivalente a las economías conseguidas en un mes completo.
Tanto DuFresne como Latour consideraban que un premio basado en las economías de un mes era inadecuado como recompensa monetaria. También sostenían que dichos premios eran sacados realmente de los bolsillos de los trabajadores. Su razonamiento era el siguiente: Todas las recompensas correspondientes a sugerencias adoptadas se pagaban de los beneficios sin distribuir. Como la empresa tenía también un plan de participación en beneficios, el dinero salía de un fondo que de todas maneras estaba destinado a los obreros, lo cual significaba que simplemente que robaban a Pedro para pagar a Pablo. En cualquier caso, la cantidad a cobrar no sería grande y probablemente sería menor que la que ellos pudieran reunir si, al no dar a conocer su descubrimiento se pudieran mantener primas más elevadas durante un tiempo prolongado. De este modo, la idea de presentar como sugerencia la nueva herramienta no tenía muchos puntos a su favor.
Latour y DuFresne presentían también que sobre el grupo se cernían peligros definidos si se descubría su secreto. Temían que, una vez que la herramienta pasara a ser propiedad de la empresa, su eficacia podría traer consigo el despido de algunos miembros de su grupo, o al menos, hacer que el trabajo sea menos tolerable por conducir a una cuota de producción más elevada a un precio más bajo por unidad. También temían que pudiera producirse un cambio en los programas de trabajo. Por ejemplo: el departamento de tornos trabajaba en tres tipos diferentes de impulsores. Uno de estos representaba un trabajo rutinario y aparte de las dificultades ocasionadas por la antigua herramienta, no ofrecía problema alguno. Por ciertas razones técnicas, los otros dos tipos eran más difíciles de hacer. Hasta Latour, operario excepcionalmente hábil, antes de producir la nueva herramienta, se había encontrado con dificultades para alcanzar la cuota prevista. Algunos de los operarios eran incapaces de lograr el tiempo estándar, a no ser que la carga de trabajo fuera cuidadosamente equilibrada programando los tipos más fáciles y difíciles en forma combinada.
La decisión de retener la herramienta para su propio grupo estaba de acuerdo con la filosofía de trabajo de Latour quien tenía un fuerte sentido de lealtad hacia su grupo y lo había demostrado en el pasado al ofrecerle para su empleo varias mejoras que él había introducido. Por ejemplo, facilitó a todos los operarios de su grupo un juego de calibradores especiales que se empleaban para alinear las piezas a los tornos. Para protegerse en el caso de que los errores pudieran atribuirse a estos calibradores escribió sobre ellos. “Propiedad personal – Prohibido emplearlos, Jean Latour”.
De acuerdo con sus compañeros de trabajo, Latour y DuFresne “fijaron la producción” en una cuota de eficiencia que, en su opinión, no despertaría las sospechas de la dirección, ni llevaría a un nuevo estudio del trabajo con un posible corte de la tarifa. Esto les permitió aumentar en un 10% las ganancias por primas. El 40 % restante de eficiencia adicional se empleó del siguiente modo: Los operarios ganaron una reputación por su alto grado de precisión y acabado, consiguieron disminuir al máximo los trabajos defectuosos y pudieron emplear el tiempo ganado en el tipo más sencillo de impulsor en trabajar en los otros tipos que requerían mayor cuidado y más habilidad.
El capataz del departamento de tornos tuvo noticia de la nueva herramienta poco después de iniciarse su empleo, pero se contentó con dejar que los obreros se las arreglasen a su modo. Pensó que podía conseguir una producción de alta calidad a muy poco precio. No se producía trabajo defectuoso y los hombres estaban contentos.
Mr. Mac Bride quedó en una situación poco satisfactoria. No había conseguido encontrar una solución propia. Igual que el capataz se olió que los obreros habían ideado una nueva herramienta. Les apremió a que presentaran dibujo de aquello a través del sistema de sugerencias, pero hicieron caso omiso de este consejo y le dijeron claramente que no se molestaban en explicarle las razones por las que adaptaban esa postura.
No teniendo éxito en su contacto directo con los obreros, Mr. Mac Bride acudió al capataz, pidiéndole que obtuviera una copia de la nueva herramienta. El capataz replicó que los obreros se negarían a darle la copia y que considerarían como una injusticia cualquier esfuerzo por parte suya para obligarle a entregar un dibujo. En lugar de esto, sugirió que Mac Bride intentara persuadir a DuFresne para que le enseñara la herramienta. Mac Bride intentó hacer esto último, pero no tuvo éxito en sus esfuerzos para conquistarse el favor de DuFresne. En vista de que persistía en sus tentativas, DuFresne decidió despistarlo. Dejo en su torno una cuchilla que era una copia fallida del descubrimiento inicial. En el cambio de turno, Mac Bride quedó encantado al encontrar lo que según suponía era la herramienta mejorada. Rápidamente la copió y presentó un dibujo en el departamento de herramientas. Cuando de acuerdo con estas especificaciones, se confeccionó una herramienta, está, como es natural, no alcanzó a realizar lo que de ella se esperaba. Los operarios, cuando tuvieron noticia de esto a través de comunicaciones extraoficiales, se frotaron las manos de contento. DuFresne no dudo en alardear delante de Mac Bride, señalando que sus métodos sinuosos de acción habían encontrado una justa recompensa.
El capataz no se dio por enterado del conflicto existente entre DuFresne y Mac Bride. Este último se quejó al capataz de que DuFresne estaba haciendo ostentación de su treta y de que lo ridiculizaba ante los otros trabajadores. Como consecuencia de esto, el capataz habló con DuFresne, pero este insistió en que su ardid estaba justificado como un medio de defensa propia.
Al ser rechazado por DuFresne, el capataz dio cuenta de que había perdido el dominio de la situación. No podía ocultarse por más tiempo que estaba enfrentando con una situación más compleja de lo que en principio había definido como “problema de herramientas”. Su atención fue atraída hacia el hecho de que el estado en que se encontraban los asuntos de su departamento era resultado de la combinación de diversos problemas relacionados entre si. Cada problema reclamaba urgentemente una decisión, para lo que eran necesarios comprensión y juicio práctico. Pero como había estado tanto tiempo sin ver la situación como un conjunto, ahora se encontraba ante un dilema.
El deseaba mantener la buena voluntad del grupo de trabajo, pero no podía apoyar el roce continuo entre DuFresne y Mac Bride. Ciertamente, no podía instigar abiertamente a sus operarios a que obstruyeran el trabajo de un elemento de la sección técnica. Era seguro que su superior se enteraría de ello y que no le gustaría saber que un capataz había dejado de comunicarle una mejora técnica tan importante. Además sabía que la industria aeronáutica estaba en plena expansión en esta época y que la demanda de impulsores había aumentado hasta el extremo que la dirección estaba planteando una nueva factoría dedicada a la fabricación de este producto.