ENSAYO CRITICO SOBRE LA LECTURA EL MODELO

NEUROBIOLÓGICO DE LA CONCIENCIA

1. Introducción

Luis Álvarez Munárriz autor de “El modelo neurobiológico de la conciencia” en

el que explica los nuevos progresos desde un campo determinado de la Neurociencia y de
los modelos que surgieron para la conciencia. En el texto encontramos como el autor
crítica al neurocentrismo debido a que este cierra el camino a nuevas investigaciones que
permitan integrar diversos enfoques de distintas ciencias humanas para determinar nuevos
modelos de la conciencia que den una respuesta a ciertas interrogantes, concentrándose
únicamente en el cerebro como respuesta ante cualquier situación dentro de los campos
de la vida humana. Mi pregunta ante aquella situación seria el de ¿Por qué centrarse
únicamente en un solo enfoque interrumpiendo el paso al resto de ciencias que bien
pueden aportar nuevas teorías sobre la existencia y representación de una conciencia?

2. Desarrollo

Si bien comienza por tratar de responder <<quiénes somos nosotros los

humanos>>, una pregunta repetida a lo largo de la historia, se da cuenta de que ya no es
posible aceptar las ideas que derivan de la Antropología debido a que esta no ha podido
avanzar y presentar progreso alguno. Sin embargo, la ciencia responsable de clasificarnos
como Homo sapiens y capaz de responder a esa interrogante es la Neurobiología. Esta
ciencia explica que todo lo que pensamos, hacemos y dejamos de hacer proviene de
nuestro cerebro que nos comanda a través de impulsos nerviosos y potenciales de acción,
trabajando junto con el tronco encefálico, tálamo y corteza cerebral formando la base
física del pensamiento humano. Para debatir la propuesta de que, somos nuestro cerebro,
se busca el saber en qué consiste la conciencia y en que partes del cerebro se encuentra.

Al tratar de descifrar el misterio de la conciencia, se asevera a través de la

Neurociencia cognitiva que la sociedad nos forma mediante procesos neurales del
cerebro, por la cual generamos conocimientos y sentimientos ya preestablecidos por la
cultura creada por el cerebro y como la cultura conforma al cerebro a través de un proceso
de retroalimentación.
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 El cerebro humano se establece como una entrada a la mente consciente,
explicando nuestro comportamiento. Ahora bien, existe una sobrevaloración del cerebro
que busca imitar las funciones cerebrales a todos los niveles dentro de los campos
relacionados a la vida humana. No se puede negar la relevancia del cerebro dentro de la
formación de la experiencia consciente, pero no basta para responder completamente cuál
es la naturaleza de la conciencia. Al aceptar los principios de la Neurobiología se tiene el
riesgo de renunciar a la función más importante de la conciencia: dar sentido a la vida de
las personas, formar relaciones que establezcan diversidad y riqueza cultural que
conformen su presencia. Existen ciertos límites que se encuentran dentro del modelo
neurobiológico de la conciencia: la mente consciente, la libertad humana y la salud
humana debido a la falta de aplicaciones clínicas del modelo.

La mente consciente es una de las limitaciones debido a que esta ocurre emergente
de la información que se procesa en las diferentes zonas del cerebro y que sus células
son los átomos de la conciencia. Para los investigadores neurobiológicos no ha habido
avance en la demostración sobre que las neuronas contengan información semántica,
nadie ha podido eliminar el abismo entre la representación formal y la realidad
representada, tampoco manifestar científicamente la igualdad de forma, identidad o
correspondencia que existe entre la simulación de neuronas y las neuronas reales, es decir,
sigue sin aclararse el mecanismo del cual las neuronas convierten los estímulos en
conocimiento. Las reacciones químicas y eléctricas que se producen en las células
nerviosas forman la conciencia. Por lo que, no es posible encontrar a la conciencia
físicamente, debido a que la conciencia sale de cada una de las neuronas individuales.
Siendo así la conciencia una información general compartida entre varias zonas del
cerebro.

Para la libertad humana, se convierte en una ficción cerebral, ya que el cerebro se

encuentra programado para decidir sin que nosotros nos diéramos cuenta, para que la
toma de decisiones se origine desde zonas inconscientes para luego pasar al estado
consciente y ejercer el movimiento o acción voluntario. Hans Libet demostró que existe
una activación del cerebro antes de que seamos conscientes sobre lo que vamos a decidir.
Antes de que una persona tome una decisión se produce una actividad eléctrica del
cerebro de la que no somos conscientes (Álvarez, 2014, pág. 20), volviendo una acción
voluntaria en una producción hecha de manera inconsciente por el cerebro. Por lo que el
cerebro elige por nosotros, no existe el libre albedrio. Sin embargo, aceptar esta forma de

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pensar sobre la libertad traería consigo grandes consecuencias en el ámbito jurídico, la
responsabilidad y la culpabilidad se reducirían a meras explicaciones sobre impulsos
eléctricos que recorren por las neuronas del cerebro. Aceptar la libertad humana rompe la
base de modelo neurobiológico que solo nos condena a admitir que lo único que podemos
hacer es cambiar el cableado de nuestro cerebro. Esta tesis trata de explicarnos sobre
cómo debemos comportarnos, lo que podemos hacer regido por la explicación sobre cómo
funciona el cerebro sin darnos paso a escoger que mejor decisión tomar para vivir de la
manera que queramos.

En cuanto a la salud humana, es necesario saber que somos para poder

diagnosticar a personas con problemas de tipo psicológico, psiquiátrico o neurológico.
Sin embargo, los estudios que provienen de la Neurobiología son de tipo descriptivo, no
prescriptivo. Es decir, no revela información acerca de las causas de las patologías que
estudia ni busca una cura o tratamiento para esta misma. Es difícil diagnosticar y tratar
las patologías debido a la escasez de información. Por lo que se considera necesario
vincular los factores tanto neurogenéticos como ambientales para llegar a una manera
adecuada de tratar la enfermedad.

3. Conclusión

Al darse cuenta de la debilidad de este modelo y preguntarse si realmente ¿Solo

el cerebro nos hace ser lo que somos?, muchos investigadores indican que es necesario
crear una teoría de la realidad humana que reemplace los modelos que provienen de la
Neurobiología. Aceptar que la actividad cerebral presenta un papel importante en el
origen de la formación de una experiencia consciente, pero solo es parte de toda la
incógnita. Si bien la neurociencia pudo aclarar muchas dudas acerca del comportamiento
humano, se enfoca mucho dentro de lo visible y experimentable sin tomar en cuenta
factores psíquicos y ambientales que influyen en la formación y representación de la
conciencia y de cómo actúa dentro de cada uno de nosotros. Por lo que se debería dar
apertura a que diversas disciplinas intervengan para crear nuevos modelos y mejorar la
calidad de vida y salud de las personas

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Bibliografía

Álvarez, L. (2014). El modelo neurobiologico de la conciencia. Madrid: AIBR. Revista

de Antropología Iberoamericana.