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Cuenta una historia cautivadora. Puede ser una anécdota personal acerca de por qué sientes
pasión por el tema, una anécdota sobre otra persona de la que la audiencia pueda aprender
algo, un cuento de sabiduría, una fábula o un evento histórico, o anécdota que plasme los
puntos clave de tu argumento.[1]

La historia debe plasmar la esencia de tu argumento. Por ejemplo, puede explorar los desafíos
que enfrentaste en relación al tema, cómo los superaste y las lecciones que aprendiste.

Por ejemplo, “Como soy una persona que sufre de convulsiones, la marihuana medicinal fue
una gracia salvadora. Mi familia y yo tuvimos que mudarnos al otro lado del país para que yo
pudiera hacerme el tratamiento, pero el riesgo valió la pena. Mis convulsiones se han reducido
de cinco por día a solo una por semana”.

Cuenta una historia cautivadora. Puede ser una anécdota personal acerca de por qué sientes
pasión por el tema, una anécdota sobre otra persona de la que la audiencia pueda aprender
algo, un cuento de sabiduría, una fábula o un evento histórico, o anécdota que plasme los
puntos clave de tu argumento.[1]

La historia debe plasmar la esencia de tu argumento. Por ejemplo, puede explorar los desafíos
que enfrentaste en relación al tema, cómo los superaste y las lecciones que aprendiste.

Por ejemplo, “Como soy una persona que sufre de convulsiones, la marihuana medicinal fue
una gracia salvadora. Mi familia y yo tuvimos que mudarnos al otro lado del país para que yo
pudiera hacerme el tratamiento, pero el riesgo valió la pena. Mis convulsiones se han reducido
de cinco por día a solo una por semana”.

3 Expone una estadística impactante. La estadística tiene que estar directamente relacionada
con el objetivo principal de tu argumento. El impacto de la estadística puede persuadir a tu
audiencia a apoyar la forma en la que tratas el tema.[3]

Puedes decir, por ejemplo: “Mil millones de toneladas de plástico están flotando en el océano
en este mismo instante. Es la suficiente cantidad de plástico como para hacer una isla del
tamaño de Hawái”. Luego, procede a hablar acerca del tema y a explicarle a la audiencia por
qué tu resolución es la mejor.

4 Utiliza una cita poderosa. Usar citas en un discurso fortalece y le añade credibilidad a tus
ideas. Además, las citas demuestran que sabes acerca del tema. Si utilizas alguna, debe estar
relacionada con el tema y ser relevante para la audiencia. Intenta, además, citar a gente
bastante conocida o a gente que la audiencia conozca.[4]

Por ejemplo, imagina que estás dando un discurso sobre por qué crees que una mejor
educación resulta innecesaria para tener éxito en la vida. Podrías comenzar así: “Mark Twain
una vez dijo ‘No dejes que la escuela interfiera con tu educación’”.5

Utiliza utilería o un recurso visual creativo. Por ejemplo, una imagen, un video o un objeto que
capte la esencia de tu argumento. Utilizar un recurso visual creativo aumentará la
comprensión respecto del tema, le dará más atractivo estético e involucrará la imaginación de
la audiencia. Además, hará que el mensaje sea más fácil de recordar.[5]
Por ejemplo, si tu argumento es que el cambio climático existe, muestra fotos del antes y
después de un glaciar afectado por las cantidades excesivas de dióxido de carbón presentes en
la atmósfera.

1 Establece definiciones. El primer orador debe explicar y definir los términos clave del debate.
Asimismo, debes definir los términos clave que la audiencia quizá no conozca tan bien.[6]

Identifica los términos clave de tu argumento y busca sus definiciones en distintos diccionarios.
Elige la definición más apropiada para cada palabra. Lo mejor es escoger una neutral y
convencional.[7]

Las definiciones pueden ser literales y, a su vez, contextualizadas. Una definición


contextualizada agrega ejemplos de cómo el concepto se aplica al mundo real. Por ejemplo,
una definición contextualizada del dinero mostraría que lo utilizamos para comprar servicios,
como la comida y la gasolina.[8]

2 Resume tu argumento. Luego de definir los términos clave, debes decirle a la audiencia qué
es lo que tú y tu grupo argumentarán y por qué. Para reforzar los argumentos, repite tu
posición de distintas maneras.[9]

Por ejemplo, “Mi equipo y yo les mostraremos la necesidad, la utilidad y los beneficios de la
marihuana medicinal. Juntos, les mostraremos que miles de pacientes que sufren de
convulsiones, incluso niños pequeños, se sienten aliviados por la marihuana medicinal. Los
estudios muestran que la marihuana medicinal reduce las convulsiones en un 80%. Asimismo,
los efectos secundarios de la marihuana medicinal no son tan graves como los efectos
secundarios de las medicinas convencionales que se utilizan para tratar las convulsiones,
particularmente para los niños. Mostraremos que la marihuana medicinal es una solución
práctica, segura y rentable para los pacientes y para sus familias”.

3 Define una norma para resolver el problema. El argumento de tu equipo debe incluir una
propuesta de cómo abordar el problema acerca del cual debaten. Para esto, los equipos de
debate determinan la norma que desean promulgar. En lugar de dar una explicación detallada
al respecto, el primer orador debe resumir la idea principal de la norma.[10]

Para demostrar que la norma propuesta funcionará, básala en aquellas que ya están vigentes.
Por ejemplo, puedes recalcar que la prohibición de utilizar el celular al manejar es parecida a
prohibición de tomar al manejar.

Intenta focalizar en tres razones importantes de por qué la norma es necesaria o debe
cambiar.[11]

1 Saluda a la audiencia. Siempre debes saludar a la audiencia, ya que esto muestra que te
sientes seguro y que eres serio respecto del tema que vas a debatir. Además, muestra que
respetas su opinión. [12]

Puedes saludar a la audiencia así “Buenos días, miembros y empleados de la facultad. Hoy
debatiremos acerca del estacionamiento de los estudiantes” o así “Buenos días, profesores y
estudiantes. Gracias por tomarse el tiempo de venir a este debate. El tema de hoy es el
estacionamiento de los estudiantes”. Expone el argumento. Luego de saludar a la audiencia,
expone de manera concisa el argumento de tu equipo. Si dices demasiadas palabras, es posible
que la audiencia se distraiga o pierda el interés. También debes explicarle a la audiencia los
roles de cada orador.[13]
Para exponer el argumento de tu equipo, puedes decir “Creemos que los estudiantes
matriculados no deberían pagar por estacionar en el campus” o “Creemos que los estudiantes
matriculados deberían pagar para estacionar en el campus”.

Para explicar los roles de cada orador, puedes decir: “Como el primer orador, definiré los
términos y delinearé el argumento principal. El segundo orador explicará las razones que
sustentan nuestro argumento y el tercer orador resumirá el argumento”. Haz contacto visual
con los miembros de la audiencia. Intenta mantener contacto visual con personas individuales
de la audiencia. Al hacerlo, podrás medir sus reacciones si lees sus expresiones faciales.
Asimismo, podrás conectarte con los miembros de la audiencia de manera más personal y, por
consiguiente, hacer que tu argumento sea más persuasivo.[14]

Recuerda hacer contacto visual con la audiencia al final de una oración.

Mantén el contacto visual con una persona solo de tres a cinco segundos, y luego mira a otra.

4 Habla lenta y claramente. Para disminuir la velocidad de tu discurso, recuerda respirar


mientras hablas. Luego de terminar una oración, respira profundo y comienza con la
siguiente.[15]

También recuerda hacer pausas. Las pausas te permiten recobrar el aliento y planificar lo que
dirás después. Además, dejan que tu audiencia procese lo que acabas de decir.

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