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Zygmunt Bauman

LOS RETOS DE LA
EDUCACiÓN EN LA
MODERNIDAD LíQUIDA

PEDAGOGfA SOCIAL.tAít
LOS RETOS DE LA
PEDAGOGfA SOCIAL.tJ/t
EDUCACiÓN EN LA
El arte de combinar sonidos y silencios en el tiempo caracteriza
a la música, pero no menos a la educación. PedagogíaSocial.txt
MODERNIDAD LÍQUIDA
nace para dar cuenta de algunos de los compases pedagógicos
que marcarán nuevas melodías en los inicios del nuevo siglo.
Una colección polifónica no sólo en su creación, en sus escritu- Zygmunt Bauman
ras, sino también por la diversidad y peculiaridad de aproxima-
ciones al campo de la PedagogíaSocial y sus prácticas. Asimis-
mo, cual metafóricas brújulas o compases magnéticos, los libros
de Pedagogía Social.txt inspiran rumbos y evitan derivas, orien-
tándonos en la navegación por las nuevas potencialidades del
trabajo social educativo. Esto es, aportan claves para acceder a
un otro tiempo abierto a una novedosay apasionante acción pe-
dagógica: un tiempo del educador donde éste podrá pensar,
acordar con otros, revisar sus propios supuestos, proponer nue-
vos marcos pedagógicos y realizar, en fin, ese gesto de coraje
que supone dar a la luz pública sus trabajos y experiencias, los
cuales configuran una partitura abierta para que sus lectores es-
cuchemos, interpretemos, inventemos y puntuemos inéditos
compases.

EQUIPO NORAI
LA INQUIETUD AL SERVICIO DE LA EDUCACiÓN
La residencia infantil Norai y sus apuestas pedagógicas

ANTONIO ROSA
PARADOJAS ENTRE LA PROMOCiÓN SOCIAL
y LOS SERVICIOS SOCIALES
El servicio socioeducativo para adultos en Can Torner

XAVIER ORTEU
LA CONSTRUCCiÓN DE ITINERARIOS
DE INSERCiÓN LABORAL
Una propuesta metodológica

ge~
© Zygmunt Bauman, 2005 índice
© del prólogoVioleta Núñez, 2007

Diseñode la colección: Sylvia Sans

PRÓLOGO
Violeta Núñez . 9

Primera edición: septiembre de 2007, Barcelona


Primera reimpresión: julio de 2008, Barcelona Los RETOS DE LA EDUCACiÓN
EN LA MODERNIDAD LIQUIDA
Zygmunt Bauman . 16

El síndrome de la impaciencia . 21
El conocimiento .
26
El cambio contemporáneo . 31
© Editorial Gedisa,S.A. La memoria . 36
Avenida Tibidabo, 12,3° Conclusión .
45
08022 Barcelona(España)
Tel. 932530904
Fax93 253 09 05
gedisa@gedisa.com
www.gedisa.com

Preimpresión:
Editor ServiceS.L.
Diagonal299, entresol I" - 08013 Barcelona

ISBN: 978-84-9784-229-7
Depósito legal: B. 35103-2008

Impreso por Publidisa

Impreso en España
Printed in Spain

Queda prohibida la reproducción total o parcial por cualquier


medio de impresión, en forma idéntica, extractadao modificada,
en castellano o en cualquier otro idioma.
Prólogo

El reto de escribir un prólogo a un texto de Bauman


conlleva que una vuelva a preguntarse qué es esa es-
critura, qué pretende. Así, he vuelto a leer una refe-
rencia que me acompaña desde hace ya tiempo. Se
trata de un libro de Jorge Luis Borges que lleva por
título el irónico Prólogos con un prólogo de prólogos.
En el Prólogo de prólogos leemos:

Que yo sepa, nadie ha formulado hasta ahora una teo-


ría del prólogo. La omisión no debe afligirnos, ya que
todos sabemos de qué se trata. El prólogo, en la triste
mayoría de los casos, linda con la oratoria de sobreme-
sa o con los panegíricos fúnebres y abunda en hipérbo-
les irresponsables que la lectura incrédula acepta co-
mo convenciones del género. [. .. ] El prólogo, cuando
son propicios los astros, no es una forma subalterna del
brindis; es una especie lateral de la crítica.'

En efecto, la mencionada falta de teoría no debe afli-


girnos. Pero sólo en la medida en que Borges nos
proporciona una orientación para esa escritura de
prólogos: no se trata de una forma subalterna del
brindis ...
También podemos pensar que un prólogo no es
un mero comentario de lo que se supone que dice el
autor (cada lector realiza su propia experiencia de

1. Prólogos con un prólogo de prólogos, Alianza Editorial, Ma-


drid, 1998.

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LOS RETOS DE LA EDUCACIÓN EN LA MODERNIDAD LiQUIDA
PRÓLOGO

dotar de sentido o sentidos al texto), ni -menos aún- ;+i lizar algo de lo que allí se juega sin plenas condicio-
~!
una pretensión de explicar lo que vendrá a continua- g
j;;'
@
'\.:.
nes aún de inteligibilidad, es oficio de valientes.
ción: una suerte de didáctica del libro que escatima -d~ A comienzos del siglo xx, en un interesante artícu-
g
(J)

al lector su aventura de leer. Tal vez un prólogo debe- ~ g lo titulado «Las antinomias centrales de la Pedago-
~ t/)

ría de dar cuenta de la propia experiencia de lectura ;:- .~ gía», Gustav Wyneken planteó: «La perplejidad de la
y convidar a otros a que realizaran sus propios reco- ""

~
<.:J

~ pedagogía, su conflicto de conciencia están condicio-


rridos.
nados temporal e históricamente; son un fenómeno
Amparándome pues en la palabra de Borges, in- típico de una época de transición: una época de diso-
tentaré ejercer (y espero que los astros me sean pro- lución y nueva formación»."
picios) una especie lateral de crítica alojándola en Los discursos pedagógicos al uso (al igual que sus
mi experiencia de lectura y exponiendo tanto aque- homólogos en los campos de la filosofía, la sociología o
llas referencias que me ha permitido anudar como la antropología, por citar algunos) también acusan ta-
las reflexiones que me ha suscitado. les crisis. Pero, a diferencia de los pensadores de largo
En primer lugar, entiendo que este escrito de Zyg- aliento, se postulan como escaparates de venta de vie-
munt Bauman viene a dar nueva cuenta de las rela- jas certezas metamorfoseadas en «novedades». Son
ciones entre cultura y educación, pues las condiciones discursos que operan taponando (rápida y eficiente-
de la modernidad líquida las han transformado. Es mente) las posibilidades que toda crisis abre (recorde-
cierto que cada pensador que aborda temas pedagó- mos aquí la sugerencia de Hannah Arendt) para pensar
gicos ha de revisar y recorrer el hilo de la historia, es lo nuevo, para inventar otras maneras de decir y hacer.
decir, volver a explicar cómo pueden establecerse y Bauman asume ese reto. Su trabajo aporta al cam-
sostenerse tales vínculos en el tiempo histórico al po pedagógico elementos novedosos para pensar en
que hace referencia.
estos tiempos de pasaje e incertezas. En una breve
No obstante, en los momentos de cambio, de cri- introducción, el autor apunta que, de lo que se trata,
sis, esta tarea pasa de necesaria a imprescindible, es de reajustar el significado del tiempo. Un enun-
pues se trata de momentos en los que se disuelven o ciado enigmático que dispara la evocación de la edu-
mutan los vínculos existentes hasta entonces y es cación como tiempo, como tiempos diversos e incluso
necesario volver a afrontar las posibilidades mismas divergentes, que el acto educativo pretende anudar
de la educación como proceso de transmisión de la en un breve instante, en una duración ínfima, pero
cultura. Cabe añadir que no se trata de una empresa que deja huella.
fácil. Abrir la cuestión de las incertidumbres que los
cambios conllevan; percibir el vértigo de un vacío
que suele tornarse insoportable; tratar de conceptua- 2. WYNEKEN G., en LUZURIAGA, L., Ideas pedagógicas del
siglo XX, Losada, BuenosAires, pp. 53-62.

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LOS RETOS DE LA EDUCACiÓN EN LA MODERNIDAD UQUIDA
PRÓLOGO

Cinco son los apartados de la exposición que reali- ;:g entendidas. De manera que no hay identidad (en sen-
za Bauman, aunque no todos tienen, a mi modo de
ver-leer, el mismo calado. En algunos recoge y relan-
~!tido sólido), sino multiplicidad de identificaciones par-
~' ~ ciales, lacunarias, que se reemplazan, se desplazan y
za cuestiones que ya han sido objeto de considera-
~ se articulan de manera desigual y combinada. En este
ción por otros autores, pero redimensionando sus al- ~~
;" '~ sentido, Bauman muestra cómo la modernidad líqui-
cances con vistas a la educación.
El primero de ellos, dedicado al tema de la con-
1 ~ da, al diluir los dispositivos productores de sentido de
la modernidad sólida, diluye también la eficacia sim-
ceptualización del tiempo en la modernidad líquida,
bólica de los mismos. Por ejemplo, la noción de identi-
registra la transformación del tiempo lineal en punti-
dad como unicidad o proyecto vital a cuya consecu-
lIista. Una eclosión fragmentaria que, respecto al tra-
ción van a parar todos los esfuerzos personales y
bajo educativo, puede articularse con la propuesta
sociales. En efecto, la fragmentación, como lógica de
que el autor realiza en otro apartado: una educa-
este momento, produce otras ilusiones. Bauman cita la
ción que aparece en momentos distintos y a lo largo
de anular el pasado, la de volver a nacer cada vez, sin
de la vida. Sin embargo, la vida, dirá el autor, va per-
causas ni consecuencias, excepto el riesgo de aburrir-
diendo densidad para ser en el puro instante, en un
se. Lo irónico, subraya Bauman, es que esta sucesión
lanzar y sustituir ahora, ya mismo. Un tiempo difícil
inagotable de renaceres (en un abanico consumista
para la educación. Imposible para las prácticas an-
compulsivo que va desde las liposucciones hasta lo úl-
cladas en el tiempo lineal de la modernidad sólida.
timo en complementos de moda) se hace en nombre
En lo referente a la identidad escurridiza, el trabajo
de la búsqueda de lo auténtico, de ser uno mismo a
de Bauman me reenvía a un libro ya clásico (de 1995),
cada momento. La cultura del presente urge a reinven-
de Sherry Turkle: La vida en la pantalla. La construc-
tarse de modo continuo. Y Bauman reseña, en distin-
ción de la identidad en la era de Internet, 3 en el que
tos apartados, las vicisitudes que aparecen de manera
la autora realiza una sugerente aproximación al tema.
más recurrente en esa búsqueda incesante.
Turkle plantea que Internet deja al descubierto lo ilu-
Ahora bien, hecho este breve recorrido por el tex-
sorio de atribuir una identidad, en el sentido de pre-
to (de una manera que entiendo no es subalterna del
tender totalizar y dotar de una entidad a la persona. La
brindis), debo decir que la lectura de Bauman está
autora también señala que las teorizaciones que al
atravesada y atraviesa mi oficio de enseñante universi-
respecto realizaron Lacan y Foucault avanzaban ya en
taria. Esta experiencia docente me permite reconocer a
esta dirección y que es justo ahora cuando pueden ser
aquellos jóvenes a los que les ha tocado (o en su expre-
sión: les ha rayado) algo de la transmisión; a los que al-
3. La vida en la pantalla. La construcción de la identidad en la go del efecto educativo les ha permitido construir un
era de Internet, Paidós, Barcelona, 1997.
lugar «otro» al del puro ruido y la pura instantaneidad.

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LOS RETOS DE LA EDUCACiÓN EN LA MODERNIDAD LIQUIDA PRÓLOGO

Sin duda, los fenómenos de conexión/desconexión ~ ro


Entiendo que Bauman nos aporta nueva luz a la
propios de la lógica del tiempo puntillista inscriben las ~ ! hora de nuestras reflexiones. En primer lugar, advier-
prácticas educativas en unos nuevos parámetros. La g~ :d te que hay pocas posibilidades, por no decir ninguna,
de que se corrija la trayectoria errática de la crea-
posición actual de los jóvenes como consumidores ~
ción de mercados y, por tanto, de que los cálculos rela-
sin tiempo que perder, si es tocada por algo educati- ~
vo, nos muestra a jóvenes lábiles pero atentos; en- 1 tivos a los «recursos humanos» devengan más realis-
tas. Por ello, repensar la educación nos lleva a otra
chufados a diversas fuentes simultáneas, aunque sa-
escena que no es meramente económica o economi-
bedores de la existencia de otros tiempos; sujetos
cista. Dice Bauman que se trata de otorgar poder, de la
dispuestos a aventurarse en lecturas diferentes a la
necesidad de que la educación apunte y aporte sus sa-
icónica, mas con grandes habilidades en el manejo
beres y quehaceres a la construcción de una nueva ciu-
de este signo de los tiempos ... que aún no sabemos
dadanía, situándola fuera de la trampa economicista.
encauzar en las prácticas docentes.
Esta formulación tal vez ayude a salir de la perple-
A la manera de los proyectiles inteligentes comen-
jidad pedagógica de este nuevo siglo (que ya señalaba
tados por Bauman, los jóvenes saben cambiar de di-
Wyneken respecto al anterior), y que podemos tomar
rección, adaptarse a circunstancias variables, detec- en sentido etimológico [perplexus: entrelazado, sinuo-
tar de inmediato los movimientos que comienzan a so, embroíteaot: Quizás podamos desplegar la pro-
producirse actualizando y rectificando su propia tra- puesta de Bauman, ponerla en práctica en cada lugar
yectoria ... De ello depende su supervivencia. Suelen donde se jueguen prácticas educativas, para que dé
ser escépticos respecto a las promesas y los supues- sus frutos. Pues no está claro cómo la educación a lo
tos valores que contradigan las tendencias del mundo largo de la vida, para salvar la trampa de la empleabi-
actual. Por ello la educación (en el sentido sólido, co- lidad puntual y precaria, puede dar soporte a cada su-
mo ~ro.mesa de futuro) es fuertemente cuestionada y jeto en sus particularidades yen sus dimensiones cul-
sustituida por la fórmula educación a lo largo de la vi- tural y social. Cómo cada sujeto, en lo particular y en
da. Ciertamente es una falacia prometer mundos de sus relaciones sociales yen sus conexiones culturales,
realización más que aleatoria o simplemente anacró- podrá reajustar el significado del tiempo.
nicos. Ello redunda en un mayor descrédito de la
educación a los ojos de los más jóvenes. Pero tam- VIOLETA N ÚÑEZ
bién ante los propios educadores (y adultos en ge- Barcelona, junio de 2007
neral) aparece clara una impostura que conlleva a
menudo desgastes, bajas laborales por causas psíqui-
cas, etcétera, inversamente proporcionales al vacia- 4. COROMINAS, J. y PASCUAL, J. A., Diccionario crítico eti-
miento de la educación. mológico e hispánico, Gredos, Madrid, 1996.

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LOS RETOS DE LA EDUCACiÓN
EN LA MODERNIDAD LíQUIDA
Zygmunt Bauman

• 1
En el Washington Post del 2 de enero de 2001, Caro-
line Mayer informaba sobre una amplia variedad de
productos que habían invadido los supermercados
estadounidenses durante el año anterior, descritos
como productos de comida rápida que ahorran tiem-
po y esfuerzo y pueden consumirse instantáneamen-
te sin complicaciones.
Es verdad que los norteamericanos (y no sólo
ellos) hace tiempo que han llegado a identificar el
progreso con los atajos: con las cada vez más abun-
dantes oportunidades de comprar lo que antes había
que hacer. También es cierto (y tan cierto que parece
trivial) que, una vez que se ha instalado, esa con-
cepción de «mejoramiento» tiende a expandirse en
espiral ya situar en la categoría de tareas evitables y
desagradables una cantidad cada vez mayor de acti-
vidades que antes se realizaban de buena gana. La-
bores que solían efectuarse diariamente, en general
sin quejas y a menudo con placer, han llegado a con-
siderarse y experimentarse como una pérdida dese-
chable, aborrecible y detestable de tiempo y energía.
Esta tendencia no es de ningún modo novedosa, pero
la velocidad con que estos «nuevos y mejorados»
preparados que permiten ahorrar tiempo se han ins-
talado recientemente en las estanterías de los super-
mercados, para pasar velozmente a los carritos de los

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ZYGMUNT BAUMAN LOS RETOS DE LA EDUCACION ENLA MODERNIDAD liQUIDA

entusiastas consumidores, asombraría al más agudo ~ ::l a la vieja usanza primero hay que hervir agua, llenar
í la tetera, hacer el té y luego esperar a que el prepa-
observador de los mercados alimentarios y de los há- s ©
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bitos de sus ad ietos. ~' ~ rada se enfríe. Mucho trabajo y mucho tiempo. ¿So-
«
Caroline Meyer nos hace saber que cada vez hay ~ ~ brevivirían la sed y el deseo de saciarla todo el proce-
p.
más niños estadounidenses, y cada vez con mayor ;; g so? Afortunadamente, otro potentado de la industria
~~ de alimentos, Lipton, decidió calmar la impacien-
frecuencia, que consideran agobiante el esfuerzo que 1
implica comer una manzana: demasiado trabajo ar- cia de los amantes del té helado y ofrece a los afli-
duo para las mandíbulas y los dientes y, además, una gidos adictos unas bolsitas de té cuyo contenido es
inversión de tiempo excesiva para la cantidad de pla- soluble en agua fría (y hasta helada). Ahora la satis-
cer obtenida. A estos niños también les desagrada te- facción puede ser instantánea, como en el caso del
ner que pelar una naranja y prefieren beber un jugo recientemente comercializado atún instantáneo en
envasado. La nueva costumbre de beber cerveza di- polvo que pone fin a la engorrosa tarea de perder
rectamente de la botella, un hábito que se expande tiempo abriendo una lata. Ya no es necesario pospo-
por los bares estadounidenses y los pubs ingleses tan ner las necesidades. La espera -como prometieron
velozmente como un incendio forestal, ¿no se relacio- alguna vez los anuncios que tentaban a los futuros
na con una creciente sensación de que es un trabajo usuarios de las recién aparecidas tarjetas de crédito-
demasiado tedioso verter la cerveza de la botella en ha sido finalmente eliminada del deseo de consu-
una copa antes de saciar la sed? mir atún y té helado.
Smucker, una fábrica de comidas rápidas, presen-
tó no hace mucho una novedad ampliamente aclama-
da: han quitado la corteza a las rebanadas de pan so- El síndrome de la impaciencia
bre las que se unta la mantequilla de cacahuete y la
jalea de frutas de los emparedados preferidos de los En su artículo, Caroline Mayer cita al profesor David
niños estadounidenses. Aparentemente, la innovación Shi, de la Universidad Furman de Carolina del Sur:
da respuesta a una urgente necesidad puesto que el «Esperar se ha convertido en una circunstancia into-
éxito fue instantáneo. Según parece, los niños llega- lerable». Shi ha apodado como «síndrome de la acele-
ron a considerar que morder el borde más duro de la ración» a este nuevo estado de ánimo de los estadouni-
rebanada de pan era un reto demasiado laborioso pa- denses. Yo hablaría más precisamente del «síndrome
ra sus mandíbulas. de la impaciencia». Max Weber había elegido la pos-
Aunque los padres no parecen irles a la zaga. El té tergación de la gratificación como la virtud suprema
helado es una de las bebidas favoritas de los norte- de los pioneros del capitalismo moderno y como la
americanos. Pero, desgraciadamente, para prepararlo fuente primera de su asombroso éxito. El tiempo ha

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ZYGMUNT BAUMAN LOS RETOS DE LA EDUCACiÓN EN LA MODERNIDAD UQUIDA

llegado a ser un recurso (quizá el último) cuyo gasto 8 da por Oliver Burkman de The Guardian,l una joven
> !
se considera unánimemente abominable, injustifica- 8l> ~@
inglesa de 18 años declaraba: «No me gustaría, al
ble e intolerable; en realidad, un desaire y una bofe- g ~ hacer un repaso de mi vida, ver que encontré un em-
tada a la dignidad humana, una violación a los dere- ~ a pleo y permanecí en él para siempre sólo porque era
chos humanos.
~
;- I seguro». A los padres -que permanecieron en sus
En nuestros días, toda demora, dilación o espera t ~ empleos durante toda su vida (quiero decir, si toda-
se ha transformado en un estigma de inferioridad. vía quedan de esos padres)- se les mira como una
El drama de la jerarquía del poder se representa dia- advertencia y un freno disuasivo: éste es el tipo de vi-
riamente (con un cuerpo de secretarias cumpliendo da que debemos evitar a toda costa. M ientras tanto
el papel de directores de escena) en innumerables un panadero neoyorquino se quejaba ante Richard
salas de espera en donde se pide a algunas perso- Sennetf de la perplejidad que sentían los que esta-
nas (inferiores) que «tomen asiento» y continúen es- ban del bando de los padres: «No puede usted imagi-
perando hasta que otras (superiores) estén libres nar lo estúpido que me siento cuando les hablo a mis
«para recibirlo a usted ahora». El emblema de privi- hijos de compromiso. Como es una virtud abstracta,
legio (tal vez uno de los más poderosos factores de no la ven en ninguna parte». Seguramente tampoco
estratificación) es el acceso a los atajos, a los me- hay muchas pruebas de compromiso en las vidas de
dios que permiten alcanzar la gratificación instan- esos mismos padres. Éstos probablemente hayan in-
táneamente. La posición de cada uno en la escala tentado comprometerse con algo más sólido y dura-
jerárquica se mide por la capacidad (o la ineptitud) dero que ellos mismos -una vocación, una causa, un
para reducir o hacer desaparecer por completo el lugar de trabajo- sólo para descubrir que hay muy
espacio de tiempo que separa el deseo de su satis- pocos blancos sólidos y duraderos hacia donde apun-
facción. El ascenso en la jerarquía social se mide tar, o quizá ninguno, que reciban con interés su ofer-
por la creciente habilidad para obtener lo que uno ta de compromiso.
quiere (sea lo que fuere eso que uno quiere) ahora, El descubrimiento de Benjamin Franklin de que
sin demora. «el tiempo es dinero» era un elogio del tiempo: el
Como en el caso de otros bienes muy codiciados, tiempo es un valor, el tiempo es importante, es algo
el mercado está siempre dispuesto a suministrar pre-
mios de consolación diseñados según los modismos 1. BURKMAN, O., «My dad is a living deterrent [. ..]», The
de la nueva era: bolsitas de té helado, sobres de atún Guardian, 21 de marzo de 2001.
2. SENNETT, R., The corrosion of Character, W. W. Norton &
en polvo; o bien réplicas producidas masivamente de
Co., Nueva York, 1998, p. 25. [Trad. cast.. La corrosión del
los objetos auténticos de la haute-couture, reserva- carácter: las consecuencias personales del trabajo en el
dos para el goce de unos pocos selectos. Entrevista- nuevo capitalismo, Anagrama, Barcelona, 2000,]

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ZYGMUNT BAUMAN LOS RETOS DE LA EDUCACI6N EN LA MODERNIDAD LIQUIDA

que debemos atesorar y cuidar, como hacemos con ;i: <ti


des, aspiraciones y valores de la lengua, las matemá-
o
nuestro capital y nuestras inversiones. El «síndrome
»
G) í
oticas y todo el conocimiento acumulado sobre las re-
G)
@
'\.:)
de la impaciencia» transmite el mensaje inverso: el os ~ laciones del hombre con otros hombres, así como
(J)

-'
«:()

tiempo es un fastidio y una faena, una contrariedad, ~ 13


.o también su deuda con el pasado, el orden natural y
o
un desaire a la libertad humana, una amenaza a los ~~ I ·13«: su relación con él: en suma, todo aquello que nece-
@ o
derechos humanos y no hay ninguna necesidad ni ~ ~
¡¡¡ ~ sitaba saber, es decir, que se le exigía para obtener
obligación de sufrir tales molestias de buen grado. El
un determinado empleo.
tiempo es un ladrón. Si uno acepta esperar, postergar
A Myers no le gustó lo que comprobó; hubiera pre-
~asrecompensas debidas a su paciencia, será despo-
ferido que la educación fuera juzgada como una em-
J~do de las oportunidades de alegría y placer que
presa continua que dura toda la vida. Tampoco le
tienen la costumbre de presentarse una sola vez y de-
agradó la tendencia a cortar el pastel del conocimien-
saparecer para siempre. El paso del tiempo debe re-
to en pequeñas porciones, una para cada oficio o
gistrarse en la columna de débitos de los proyectos de
profesión. En opinión de Myers, una «persona culta»
vida humanos; trae consigo pérdidas y no ganancias.
tenía el deber de no conformarse con su propia «por-
El ~aso del tiempo presagia la disminución de opor-
tunidades que debieron cogerse y consumirse cuando ción profesional» y, además, no bastaba con cumplir
se presentaron. ese deber durante los años de educación formal. El
Después de comparar las ideas pedagógicas y los conocimiento objetivamente acumulado y potencial-
marcos educativos de trece civilizaciones diferentes mente disponible era enorme y continuaba expan-
Edward D. Myers- observó (en un libro publicado en diéndose, de modo que el esfuerzo por asimilarlo no
1960) «la creciente tendencia a considerar la educa- debería detenerse el día de la graduación. El «apetito
ción como un producto antes que como un proceso». de conocimiento» debería hacerse gradualmente más
Cuando es considerada como un producto, la intenso a lo largo de toda la vida, a fin de que cada
educación pasa a ser una cosa que se «consigue», individuo «continúe creciendo» y sea a la vez una
C?mpleta y terminada, o relativamente acabada; por persona mejor. Sin embargo, Myers dio por sentada
ejemplo, hoyes frecuente oír que una persona le pre- -y no la impugné- la idea de que uno podía apropiar-
gunte a otra: «¿Dónde recibió usted su educación?», se del conocimiento y convertirlo en una propiedad
esperando la respuesta: «En talo cual universidad». duradera de la persona. Como sucedía con cualquier
La implicación es que el graduado aprendió todo lo otra propiedad, en la por entonces «sólida» etapa de
que necesitaba saber acerca de las técnicas y aptitu- la modernidad, lo grande era bello y más equivalía a
mejor. Lo que Myers consideraba errado del pensa-
3. MYERS, E. D., Education in the Perspective of History miento educativo de la época era solamente esa no-
Harper, Nueva York, 1960, p. 262. ' ción de que los jóvenes podían obtener su educación

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ZYGMUNT BAUMAN LOS RETOS DE LA EDUCACiÓN EN LA MODERNIDAD LIQUIDA

de una vez y para siempre, como una adquisición te con porciones de sus experiencias vitales, ya no se
única, en lugar de considerarla una búsqueda conti- ! parece a los pasadizos ordenados, sólidos y «apren.di-
nua de posesiones cada vez más numerosas y ricas g ~_j bies» de los laberintos «de ratones de laboratorio»
que se agregaríana las ya adquiridas. ~ ~ que hace medio siglo se utilizaban para explorar los
~ .~ misterios de la buena adaptación a través del apren-
e o
~¡¡¡ ~ dizaje. John Kotter," profesor de la Harvard Business
El conocimiento School, aconseja a sus lectores que eviten quedar
atrapados en empleos de larga duración del tipo
La imagen del conocimiento reflejaba que el compro- «puesto permanente» y, en realidad, desaconseja de-
miso y la visión de la educación eran una réplica de sarrollar una lealtad institucional o dejarse absorber
las tareas que ese compromiso fijó en la agenda mo- demasiado en cualquier empleo durante un tiempo
derna. El conocimiento tenía valor puesto que se es- prolongado. No debe sorprendernos, pues, que ~~pa-
peraba que durara, así como la educación tenía valor nadero Rico se lamentara ante Sennett de lo dificul-
en la medida en que ofreciera conocimiento de va- toso que le resultaba explicar qué podía significar un
lor duradero. Ya fuera que se la juzgara como un epi- compromiso.'
sodio aislado, o bien que se la considerara una em- La historia de la educación está plagada de perío-
presa de toda una vida, la educación debía encararse dos críticos en los cuales se hizo evidente que las
como la adquisición de un producto que, como to- premisas y estrategias probadas y aparente~ente
das las demás posesiones, podía y debía atesorarse y confiables habían perdido contacto con la realidad y
conservarse para siempre. exigían ajustes o una reforma. Con todo, aparente-
mente la crisis actual es diferente de las del pasado.
Así llegamos al primero de los múltiples retos que
Los retos actuales están golpeando duramente la
la educación contemporánea debe afrontar y sopor-
esencia misma de la idea de educación tal como se
tar. En nuestra «modernidad líquida», las posesiones
la concibió en el umbral de la larga historia de la civi-
duraderas, los productos que supuestamente uno com-
lización: hoy está en tela de juicio lo invariable de la
praba una vez y ya no reemplazaba nunca más -y que
idea, las características constitutivas de la educación
obviamente no se concebían para ser consumidos una
que hasta ahora habían soportado todos los retos. ~el
única vez-, han perdido su antiguo encanto. Conside-
pasado y habían emergido ilesas de todas la~ CriSIS.
rados alguna vez como activos ventajosos, hoy tien-
Me refiero a los supuestos nunca antes cuestionados
den a verse como pasivos. Los que alguna vez fueron
objetos de deseo se transformaron en objetos de res-
quemor. ¿Por qué? Porque el «mundo vital» de la ju- -4. KOTTER, J., The New Rules, Dutton, Nueva York, 1995, p.
159.
ventud contemporánea, compuesto desmañadamen-
5. SENNETT, R., op. cit., p. 25.

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ZYGMUNT BAUMAN LOS RETOS DE LA EDUCACiÓN EN LA MODERNIDAD LIQUIDA

y mucho menos sospechosos de haber perdido vigen- 8 "' cuerda cada vez más la «ciudad invisible» de Leonia
J> í
cia, con lo cual, necesariamente, deberían reexami- go;;- e
'\.:>
de Italo Calvino, donde «la opulencia puede medirse,
narse y reemplazarse. g ~

no tanto por las cosas que se fabrican, se venden y se
En el mundo de la modernidad líquida, la solidez ~ ~ compran cada día; [ .. .] sino, antes bien, por las cosas
~
de las cosas, como ocurre con la solidez de los víncu- ;" .~ que se tiran diariamente para dejar lugar a las nue-
los humanos, se interpreta como una amenaza. Cual- 1 ~~ vas».' La alegría de «deshacerse» de las cosas, d e
quier juramento de lealtad, cualquier compromiso a descartarlas, de arrojarlas al cubo de la basura, es la
largo plazo (y mucho más un compromiso eterno) au- verdadera pasión de nuestro mundo.
guran un futuro cargado de obligaciones que (inevi- La capacidad de durar mucho tiempo y servir in-
tablemente) restringiría la libertad de movimiento y definidamente a su propietario ya no juega a favor de
reduciría la capacidad de aprovechar las nuevas y to- un producto. Se espera que las cosas, como los vín-
davía desconocidas oportunidades en el momento culos, sirvan sólo durante un «lapso determinado» y
en que (inevitablemente) se presenten. La perspecti- luego se hagan pedazos; que, cuando -tarde o tem-
va de cargar con una responsabilidad de por vida se prano, pero mejor temprano- hayan agotado su vida
desdeña como algo repulsivo y alarmante. útil, sean desechadas. Por lo tanto hay que evitar las
Hoy se sabe que las cosas más preciadas enveje- posesiones, y particularmente las posesiones de larga
cen rápido, que pierden su brillo en un instante y que duración de las que no es fácil librarse. El consumis-
súbitamente y casi sin que medie advertencia algu- mo de hoy no se define por la acumulación de cosas,
na, se transforman de emblema de honor en estig- sino por el breve goce de esas cosas. Por lo tanto,
ma de vergüenza. Los editores de las lustrosas revistas ¿por qué el «caudal de conocimientos» adquiridos
de moda saben tomar bien el pulso de la época: junto durante los años pasados en el colegio o en la univer-
con la información sobre las nuevas tendencias acer- sidad habría de ser la excepción a esa regla univer-
ca de «lo que hay que hacer» y «lo que hay que tener», sal? En el torbellino de cambios, el conocimiento
proporc ionan regu larmente a sus lectores consejo se ajusta al uso instantáneo y se concibe para que se
sobre lo que «ya no se usa» y debe descartarse. Ade- utilice una sola vez. Los conocimientos listos para el
más, hoy se espera que ni siquiera los hábitos que uso instantáneo e instantáneamente desechables de
supuestamente habrían de durar un poco más perma- ese esti lo que prometen los programas de software
nezcan inalterables. Un anuncio reciente de oferta de -que aparecen y desaparecen de las estanterías de
teléfonos móviles atrae a los curtidos usuarios de te-
léfonos con esta exhortación: «Usted ya no puede
6. CALVINO, l., Invisible Cities, Picador, Londres, 1971, p.
presentarse en público con ese móvil que tiene aho- 91. [Trad. cast.: Las ciudades invisibles, Siruela, Madrid,
ra ... vea los nuevos modelos». Nuestro mundo re- 1998.]

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ZYGMUNT BAUMAN LOS RETOS DE LA EDUCACiÓN ENLA MODERNIDAD LIQUIDA

las tiendas en una sucesión cada vez más acelerada-, 8» una manera de devaluar, oblicuamente, el resto del
i
resultan mucho más atractivos. g:;;- ,:; conjunto, el resto que no ha sido afectado por el carn-
Todo este encogimiento del lapso de vida del sa- g ~ bio, el resto que «sigue siendo igual».
ber, provocado por un «contagio» completo -por el ~ ~ Así es como se desalienta la idea de que la educa-
~ dO

impacto de degradar la durabilidad de la posición, al- ;" '8 ción puede ser un «producto» que uno gana y conser-
~~ va, atesora y protege y, ciertamente, ya son pocos los
guna vez venerable, que ocupaba en la jerarquía de 1
valores-, está exacerbado por la mercantilización del que hablan a favor de la educación institucionalizada.
conocimiento y del acceso al conocimiento. Antes, para convencer a sus hijos de los beneficios
Hoy el conocimiento es una mercancía; al menos del aprendizaje, los padres y madres solían decirles:
se ha fundido en el molde de la mercancía y se incita «Nadie podrá nunca quitarte lo que has aprendido».
a seguir formándose en concordancia con el modelo Semejante consejo puede haber sido una promesa
de la mercancía. Hoyes posible patentar pequeñas alentadora para aquellos niños a los que se les ense-
porciones de conocimiento con el propósito de impe- ñaba a construir sus vidas como casas -desde los ci-
dir las réplicas, al tiempo que otras porciones -que mientos hasta el techo, mientras en ese proceso iban
no entran en el marco de las leyes de la patente- cons- acumulando el mobiliario-, pero lo más probable es
tituyen secretos cuidadosamente guardados mientras que la juventud contemporánea lo considere una
están aún en el proceso de desarrollo (como un nuevo perspectiva aterradora. Hoy los compromisos tienden
modelo de automóvil antes de que se exhiba en el a ser muy mal vistos, salvo que contengan una cláu-
salón del año siguiente), siguiendo la bien fundada sula de «hasta nuevo aviso». En una cantidad cada
creencia de que, como en el caso de cualquier otra vez mayor de ciudades de Estados Unidos, los per-
mercancía, el valor comercial refleja lo que diferen- misos para construir sólo se entregan junto con su
cia al producto de los ya existentes antes que la cali- correspondiente permiso de demolición ...
dad del producto en su conjunto. Lo que diferencia al
producto, por regla general, es de corta vida, pues el
impacto de la novedad se desgasta rápidamente. Por El cambio contemporáneo
lo tanto, el destino de la mercancía es perder valor de
mercado velozmente y ser reemplazada por otras El segundo reto a las premisas básicas de la educa-
versiones «nuevas y mejoradas» que pretenden tener ción procede de la naturaleza errática y esencialmen-
nuevas características diferenciales, tan transitorias te impredecible del cambio contemporáneo Y agrega
como las de los productos que acaban de ser dese- nueva fuerza a la primera amenaza.
chados porque ya perdieron su momentáneo poder de En todas las épocas el conocimiento fue valorado
seducción. Concentrar el valor en lo diferencial es por ser una representación fiel del mundo; pero ¿qué

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ZYGMUNT BAUMAN LOS RETOS DE LA EDUCACiÓN EN LA MODERNIDAD LIQUIDA

ocurre cuando el mundo cambia de una manera que 8 A diferencia del laberinto de los conductistas, el
continuamente desafía la verdad del conocimiento ~
t
@ mundo, tal como se vive hoy, parece más un artefacto
existente y toma constantemente por sorpresa hasta a ~ ""
~ proyectado para olvidar que un lugar para el aprendiza-
«
las personas «mejor informadas»? Werner Jaeger, au- ~ ~ je. Los tabiques divisorios pueden ser, como en aquel
~ «
tor de la clásica indagación de las raíces antiguas del ~ '8 laboratorio laberíntico, opacos e impenetrables, pero
concepto occidental de pedagogía y aprendizaje.' 1 ~
~ éstos marchan sobre ruedas y están en continuo mo-
creía que la idea de educación (Bildung, formación) vimiento, arrastrando consigo los pasajes probados y
había nacido de un par de supuestos: el primero era explorados anteriormente. ¡Desdichados aquellos con
la idea de que, debajo del desmenuzable estrato de recuerdos persistentes cuando encuentran que las
diversidad, de la variada y cambiante experiencia hu- confiables sendas de ayer al poco tiempo terminan
mana, se asienta la roca dura del orden inmutable en callejones sin salida o en arenas movedizas, o
del mundo y, el segundo, que las leyes que sustentan cuando descubren que las pautas de conducta con-
y gobiernan la naturaleza humana son igualmente só- vertidas en hábitos y que alguna vez contaban con
lidas. El primer supuesto justificaba la necesidad y garantía absoluta comienzan a provocar desastres
los beneficios de transmitir los conocimientos de los en lugar del éxito asegurado! En semejante mundo,
maestros a los discípulos. El segundo imbuía a los do- el aprendizaje está condenado a ser una búsqueda
centes de la confianza en sí mismos necesaria para interminable de objetos siempre esquivos que, para
tallar la personalidad de sus alumnos, como el escul- colmo, tienen la desagradable y enloquecedora cos-
tor talla el mármol, para darle la forma que, en todos tumbre de evaporarse o perder su brillo en el momen-
los tiempos se estimaba que debía ser justa, bella y to en que se alcanzan. y puesto que las recompensas
buena y, por esas mismas razones, virtuosa y noble. por obrar apropiadamente tienden a trasladarse diaria-
Si los descubrimientos de Jaeger son acertados (y mente a diferentes lugares, los esfuerzos redoblados
nunca fueron refutados), la educación «tal como la pueden ser reconfortantes, pero también engañosos:
conocemos» está en serias dificultades, pues hoy re- son trampas de las que hay que cuidarse y que con-
quiere un enorme esfuerzo sostener cualquiera de los viene evitar, pues pueden instilar hábitos e impulsos
dos supuestos y aún más esfuerzo percibirlos como que en poco tiempo habrán de revelarse inútiles, si
conceptos evidentes por sí mismos. no ya dañinos.
Nigel Thrift, el perspicaz analista de la gente de
negocios contemporánea, ha hecho notar el extraordi-
7. VéaseWERNERJAEGER, Paideia, Die Formung des grie-
chischen Menschen, Walter de Gruyter, Berlín, 1958. nario cambio de vocabulario y el marco cognitivo que
[Trad. cast.: Paideia: los ideales de la cultura griega, F.C.E., caracteriza a la nueva elite mundial de la industria, el
Madrid, 1990.] comercio y las finanzas y cómo, entre ellos, los de

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mayor éxito, digamos «los que llevan la voz cantan- ~ '" mejor. Y, como sucede con todo lo demás, en seme-
~
te», fijan las pautas de conducta de los de menor éxi- g !~ jante mundo líquido toda sabiduría y todo conocí-
);'

to o de los miembros que aún aspiran a emularlos." g ~ miento de cómo hacer algo sólo puede envejecer rá-
«
Para afianzar las reglas de sus estrategias y la ló- ~ ~ pidamente y agotar súbitamente la ventaja que alguna
~
gica de sus acciones, los líderes contemporáneos del ;" 'g vez ofreció. De ahí que hoy se presenten como pre-
mundo de los negocios utilizan los tropos de la «dan- 1 ~ ceptos de la efectividad y la productividad «la negativa
za» y del «surf». Ya no hablan de la «ingeniería» co- a aceptar el conocimiento establecido», la renuencia a
mo lo hacían sus abuelos y todavía sus padres, sino guiarse por los antecedentes Y la sospecha que des-
de «culturas» y «redes», de «equipos» y «coalicio- pierta la experiencia acumulada. Uno es tan bueno
nes», y antes que hablar de control, liderazgo o, más como sus éxitos, pero en realidad sólo es tan bue-
específicamente, de dirección, prefieren hablar de no como su último proyecto de éxito.
«influencias». En oposición a tales conceptos aban- En los años pioneros de la cibernética ya hubo
donados o evitados, estos nuevos términos transmi- quienes hicieron notar que no podía existir la «organi-
ten un mensaje de volatilidad, de fluidez, de flexibili- zación perfecta». No hay manera de afirmar con nin-
dad y de corta vida. Las personas que despliegan gún grado de certeza cuál de las organizaciones al-
estas expresiones andan en busca de organizaciones ternativas es «mejor», salvo que se haya tenido en
de estructura no muy firme fáciles de reunir, des- cuenta el ambiente en el cual está destinada a funcio-
mantelar y reorganizar según lo requieran las cam- nar esa organización. Podemos juzgar que los com-
biantes circunstancias notificándolas con muy poca plejos organismos multifuncionales de los mamíferos
antelación o directamente sin previo aviso. Esta for- superiores son los logros de primer orden de la evolu-
ma fluida de montar y desmontar es la que mejor se ción de las especies, únicamente porque el planeta
ajusta a la percepción que tienen del mundo que los Tierra que habitan está protegido del espacio exterior
rodea: un mundo «múltiple, complejo y en veloz mo- lleno de meteoritos errantes por una gruesa capa de
vimiento» y, por lo tanto, «ambiguo», «enmarañado» atmósfera. Si éste no fuera el caso, una forma mucho
y «plástico», incierto, paradójico y hasta «caótico». más «perfecta» de vida sería una masa de un plasma
Las organizaciones comerciales de hoy tienden a fluido e informe. Podemos decir que la tierra de fron-
tener un considerable elemento de desorganización tera que todos habitamos en estos días parece favo-
deliberadamente construido; cuanto menos sólida y recer el plasma y desfavorecer los organismos com-
prontamente alterable sea una organización, tanto plejos, estrechamente integrados, que se reproducen
monótonamente a sí mismos.
Como señaló Ralph Waldo Emerson hace ya mu-
8. THRIFT, N., « The rise of soft capitalisrn», en Cultural Va-
lues, abril de 1997, p. 52. cho tiempo, cuando uno se desliza sobre una capa

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delgada de hielo, la salvación está en la velocidad. Pa- rii '" llegar y cuanto más tiempo se conservara. Hoy, una
§;
G) ~
ra los que están buscando su salvación sería un buen g @
'\.;)
memoria tan sólidamente atrincherada parece, en
i>
consejo que intentaran moverse con la rapidez sufí- g ~
«:
muchos casos, potencialmente inhabilitante, en rnu-
ciente como para no correr el riesgo de quedarse de- ~ ~ chos más engañosa y, en la mayoría, inútil. Uno no
~ «:
masiado tiempo poniendo a prueba la resistencia del ;" 'g puede dejar de preguntarse en qué medida el rápido
~
lugar. En un mundo volátil como el de la modernidad ~
¡¡¡ ~ y espectacular crecimiento de los servidores y las re-
líquida, en el cual casi ninguna estructura conserva su des electrónicas se debió a la promesa que ofrecían
forma el tiempo suficiente como para garantizar algu- esos servidores de mitigar las preocupaciones relati-
na confianza y cristalizarse en una responsabilidad a vas al almacenamiento, la evacuación y el reciclado
largo plazo (al menos nunca se dice si habrá de crista- de desechos. Puesto que el trabajo de memorizar pro-
lizarse ni cuándo y hay muy pocas probabilidades de duce más desperdicios que productos útiles y puesto
que alguna vez lo haga), andar es mejor que estar sen- que no hay una manera confiable de decidir de ante-
tado, correr es mejor que andar y hacer surf es mejor mano qué será conveniente y qué no (cuál de los pro-
que correr. El surfingmejora con la ligereza y la vivaci- ductos aparentemente útiles pronto caerá en desuso
dad de quien lo practica; también es conveniente que y cuál de los aparentemente inútiles gozará de un sú-
el deportista no sea melindroso para elegir las olas bito resurgimiento de la demanda), la posibilidad de
que llegan hasta él y esté siempre dispuesto a dejar de almacenar toda la información en contenedores que
lado el saber recibido, junto con las preferencias habi- se mantienen a prudente distancia del cerebro (don-
tuales que ese saber garantiza. de la información acumulada podría tomar subrepti-
ciamente el control de la conducta) fue una proposi-
ción oportuna y tentadora.
La memoria En nuestro volátil mundo de cambio instantáneo y
errático, las costumbres establecidas, los marcos cog-
Todo esto va en contra de la esencia de todo lo que nitivos sólidos y las preferencias por los valores es-
representaron el aprendizaje y la educación a lo largo tables, aquellos objetivos últimos de la educación
de la mayor parte de su historia. Después de todo, el ortodoxa, se convierten en desventajas. Por lo menos,
aprendizaje y la educación fueron creados a la medi- ésa es la posición en que las sitúa el mercado del co-
da de un mundo que era duradero, esperaba conti- nocimiento, para el cual (como sucede con las demás
nuar siendo duradero y apuntaba a hacerse aún más mercancías en los demás mercados) toda lealtad, to-
duradero de lo que había sido hasta entonces. En se- do vínculo inquebrantable y todo compromiso a largo
mejante mundo, la memoria era un valor positivo, plazo son anatema y también un obstáculo que hay
tanto más rico cuanto más lejos en el pasado lograra que apartar enérgicamente del camino. Pasamos del

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I
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laberinto inmutable creado en los laboratorios con- ~ ro la negativa al compromiso traspasan el onus probandi
i: 1 al otro, al bando dominante. Ahora le corresponde al
ductistas y la monótona rutina modelada por los cola- g @
'\..::.

boradores de Pavlov al mercado abierto, donde cual- ~


g
"! subordinado comportarse (y hacerlo diariamente) de
«
quier cosa puede pasar en cualquier momento pero ~ ~ un modo que atraiga el favor de sus jefes y despierte
~ .~ en éstos el interés por «comprar» sus servicios y sus
en el que nada puede hacerse y fijarse de una vez y ~
C')

para siempre y donde cada paso logrado es una cues- ~¡¡¡ ~ «productos» individualmente diseñados, del mismo
tión de suerte que de ninguna manera garantiza que, modo en que los demás prod uctores y vendedores se-
si se repite, se obtendrá otro éxito. y lo que debemos ducen a sus posibles clientes para que deseen las
recordar y apreciar con todas sus consecuencias es mercancías que ponen en venta. «Seguir la rutina»
que en nuestros días el mercado y la totalidad del no bastaría para alcanzar ese propósito. Como com-
mappa mundi et vitre se superponen. Como observa- probaron Luc Boltanski y Eve Chiapello," quien quie-
ba recientemente Dany-Robert Dufour, «el capitalismo ra tener éxito en la organización que ha reemplazado
sueña no sólo con ampliar [. . .] el territorio en el que las situaciones laborales del tipo «laberinto de rato-
todo objeto es una mercancía (derechos sobre el nes de laboratorio», debe mostrarse jovial, dueño de
agua, derechos sobre el genoma y sobre todas las es- aptitudes comunicativas, abierto y curioso, ofrecien-
pecies vivas, órganos humanos [. ..]) hasta los límites do a la venta su propia persona, la persona completa,
del globo; también procura expandirlo en profundi- como un valor único e irremplazable que mejorará la
dad a fin de abarcar los asuntos privados, alguna vez calidad del equipo. Ahora es responsabilidad del em-
a cargo del individuo (subjetividad, sexualidad [ ... ]) y pleado en funciones o del que aspira a serlo «rnonito-
ahora incluidos en la categoría de mercancía»." rearse- para poder estar seguro de que su forma de
En el actual estadio «líquido» de la modernidad, actuar es convincente y tiene probabilidades de ha-
la demanda de las funciones directivas ortodoxas de llar aprobación no sólo en el presente sino en cual-
«disciplinar y vigilar» se agota rápidamente. y es fácil quier ocasión, en caso de que el gusto de quien lo
comprender por qué: la dominación debe lograrse y examina cambie. Ya no es tarea de los jefes moderar
asegurase dedicando mucho menos esfuerzo, tiempo las idiosincrasias de sus empleados, homogeneizar
y dinero, mediante la amenaza de quedar excluido de sus comportamientos ni mantener sus acciones den-
todo compromiso o, mejor aún, mediante la negativa tro del rígido marco de la rutina.
a priori a comprometerse, antes que aplicando el La receta para el éxito es «ser uno mismo», no ser
control y la vigilancia obstructivos y continuos, día «como todos los demás». Lo que mejor se vende es la
tras día. La amenaza de exclusión del compromiso o

10. BOLTANSKI, L. y CHIAPELLO, E., Le nouvel esprit du ca-


9. DUFOUR, D.-R., «Malaise dans I'éducation», Le Monde Di- pitalisme, Gallimard, París, 1999, p. 171. [Trad. cast.: El
plomatique, noviembre de 2001, p. 11. nuevo espíritu del capitalismo, Akal, Madrid, 2002.]

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diferencia y no la semejanza. Tener conocimientos y ~ reprochar probablemente la pereza o la negligencia


§; te
aptitudes «adecuados para el empleo» y ya exhibidos 2s ~
de sus clientes antes que su ignorancia y les enseña-
por otros que hicieron ese mismo trabajo antes o se g
en
~ rán el «cómo», es decir, el savoir étre o el savoir vivre
<!:

postulan para hacerlo ahora, no sería suficiente; lo ~ ~ antes que el «saber» a secas, en el sentido de sabidu-
~
más probable es que se considere una desventaja. ;; '~ ría, ese saber que los educadores ortodoxos deseaban
~~ impartir a sus discípulos y que sabían transmitir muy
En cambio, hacen faltas ideas insólitas, proyectos ex- 1
cepcionales nunca antes sugeridos por otros y, sobre bien. El culto actual a la «educación permanente» se
todo, la gatuna propensión a marchar sol itariamente concentra en parte en la necesidad de actualizarse
por caminos propios. No parece sencillo cosechar y en cuando a las «novedades últimas» de la informa-
aprender semejantes virtudes en los libros de texto ción profesional pero también, en una parte igualo
(y sí, quizás, en los cada vez más numerosos libros mayor aún, debe su popularidad a la convicción de
de bolsi 110 que enseñan o prometen enseñar cómo que el yacimiento de la personalidad nunca se agota
impugnar y apartar del camino el conocimiento y la y a la firme creencia de que todavía pueden encon-
sabiduría recibidos y cómo cobrar los ánimos necesa- trarse maestros espirituales que sepan cómo llegar
rios para recorrerlo solo). Por definición, tales virtu- hasta los depósitos aún inexplorados que los demás
des deberían desarrollarse «desde dentro», mediante guías no pudieron alcanzar o pasaron por alto, es de-
la liberación y la expansión de las «fuerzas interio- cir, pueden encontrarse dedicando el debido esfuerzo
res» que están latentes en las oscuras entrañas de la y el suficiente dinero para pagar el precio de sus ser-
personalidad, unas fuerzas que esperan ser desperta- vicios.
das para ponerse a trabajar. La marcha triunfal del conocimiento a través del
Éste es el tipo de conocimiento (o más precisa- mundo habitado (vivido) por los hombres y mujeres
mente inspiración) que ambicionan los hombres y modernos se desarrolló en dos frentes: en el primero
mujeres de la modernidad líquida. Quieren tener ase- se procedió a invadir, capturar, domesticar, proyectar,
sores que les enseñen cómo «marchar», antes que colonizar y convertir en tierras de cultivo los nuevos
maestros que les aseguren que están recorriendo la territorios aún inexplorados del mundo. Gracias a los
única carretera posible, ya abarrotada. Los asesores avances del primer frente, la construcción del impe-
que buscan, y por cuyos servicios están dispuestos a rio fue la de la información destinada a representar el
pagar lo que haga falta pagar, deberían ayudarlos (y mundo: en el momento de la representación, la parte
lo harán) a excavar en la profundidad de su carácter y representada del mundo se consideró conquistada y
de su personalidad, donde se presume que están los reivindicada para los seres humanos. El segundo fren-
yacimientos de precioso y sólido metal pidiendo a vo- te fue el de la educación, que progresó expandiendo
ces que se les descubra. Estos consejeros habrán de el canon de los «hombres educados» y ampliando las

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ZYGMUNT BAUMAN
LOS RETOS DE LA EDUCACI6N EN LA MODERNIDAD LIQUIDA

capacidades de percepción y de retención de los edu- ~ ro


'" do el tiempo deslizándose, escurriéndose silenciosa-
candos. En ambos frentes, la «meta final» del largo y
o

Gl t
o
Gl
@
'\..:.
merite»."
s
tortuoso esfuerzo -el fin de la guerra- se tuvo clara- V>
o
~ _j Con todo, desde el segundo frente, desde el frente
(")
«:
mente presente desde el comienzo: todos los espa- ~ I i3
educacional, el de la distribución del conocimiento,
~~ ! 55
«:
cios en blanco se llenarían eventualmente hasta tra- ';:; llegan noticias todavía más seminales. Por continuar
e o
<.:J
'[ «:
zar un mappa mundi completo y toda la información
~ ~ citando a Virilio, «lo desconocido ha cambiado de po-
necesaria para moverse libremente por el mundo car- sición: ha pasado del mundo, que era demasiado vas-
tografiado se pondría a disposición de los miembros to, misterioso y salvaje», a la «galaxia nebular de la
de la especie humana mediante la provisión de la imagen»." Los exploradores deseosos de examinar
cantidad necesaria de canales de transmisión educa- esa galaxia en su totalidad son pocos y sólo aparecen
cional. esporádicamente, y los que están capacitados para
Sin embargo, cuanto más progresaba esta guerra hacerlo son aún menos. «Hombres de ciencia, artis-
y a medida que las crónicas de las batallas victorio- tas, filósofos [. .. l, todos nosotros nos encontramos en
sas se hacían más largas, tanto más parecía retroce- una especie de "nueva alianza" para la exploración
der la «línea de meta». En esta fecha ya es prudente de esa galaxia, un tipo de alianza de la que también
suponer que la guerra fue, continúa y continuará la gente común podría abandonar toda esperanza de
siendo imposible de ganar tanto en un frente como llegar a formar parte. La galaxia es, pura y sencilla-
en el otro. mente, inasimilable. Aún más, mucho más, en el
Para comenzar, trazar el mapa de cada territorio mundo al que se refiere la información, la informa-
recién conquistado parece aumentar antes que dis- ción misma ha llegado a ser el principal sitio de lo
minuir el tamaño y la cantidad de espacios en blan- "desconocido".» Hoy lo que parece «demasiado vas-
co, por lo cual el momento de esbozar un mapamundi to, misterioso y salvaje» es la información misma. Los
completo no parece inminente. Además, el mundo hombres y mujeres comunes de la actual idad esti-
«de ahí fuera», que alguna vez pareció fácil de captu- man mucho más amenazadores esos volúmenes gi-
rar y aprehender, de encarcelar e inmovilizar en el ac- gantescos de información ávidos de atención que los
to de representación, hoy consigue escurrirse de toda pocos «misterios del universo» que quedan y que sólo
forma registrada y se parece más a un jugador (por son objeto de interés para un pequeño grupo de adic-
cierto astuto y taimado) que participa del juego de la
verdad que a la apuesta en juego y el premio que los 11. «Frorn modernism to hypermodernism and beyond», en
jugadores humanos esperaban compartir. Según la JOHN ARMITAGE (ed.), Virilio Uve: Selected interviews,
vívida descripción de Paul Virilio, «el mundo ac- Sage, Londres, 2001, p. 40.
12. Entrevista a Jérórne Sans, en JOHN ARMITAGE (ed.), op.
tual ya no tiene ningún tipo de estabilidad, está to-
cit., p. 118.

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ZYGMUNT BAUMAN LOS RETOS DE LA EDUCACiÓN EN LA MODERNIDAD LIQUIDA

tos a la ciencia y un puñado aún más pequeño de as- 8 ~ En esa masa se han ido derrumbando y disolviendo
pirantes al premio Nobel. 2
G)
<i}
'\.:, progresivamente todos los mecan ismos ortodoxos de
Todo lo desconocido tiende a sentirse como una ~ ~ ordenamiento: temas relevantes, asignación de im-
g ;;t
amenaza, si bien las diferentes variedades de «lo ~ ~ portancia, necesidad de determinar la utilidad yau-
desconocido» provocan distintas reacciones. Los es-
P.
~
dO
(5
6 o toridades que determinen el valor. La masa hace que
pacios en blanco del mapa del universo despiertan la "" ~ sus contenidos parezcan uniformemente descolori-
~ ~
curiosidad del aventurero, lo incitan a la acción yau- dos. Podríamos decir que en esa masa cada pizca de
mentan su determinación, valor y confianza. Prome- información fluye con el mismo peso específico. Y la
ten una interesante vida de descubrimientos, auguran gente, a la que se le niega el derecho a opinar por sí
un futuro mejor librado poco a poco de las molestias misma por falta de pericia pero que es constante-
que envenenan la vida. Pero es muy diferente el caso mente abofeteada por las corrientes cruzadas de las
de la masa impenetrable de información «objetiva- contradictorias declaraciones de los expertos, no tie-
mente disponible»: todo está aquí, accesible ahora y ne manera de separar la paja del trigo.
al alcance de la mano y, sin embargo, insolente yen- En la masa, la parcela de conocimiento recortada
loquecedoramente distante, obstinadamente ajeno, para el consumo y el uso personal sólo puede evaluar-
más allá de toda esperanza de ser comprendido ca- se por su cantidad; no hay ninguna posibilidad de
balmente alguna vez. El futuro ya no es un tiempo comparar su calidad con el resto de la masa. Una
que se persiga. Sólo aumentará las complicaciones porción de información es igual a otra. Los programas
presentes, acrecentando exponencialmente la inútil y de preguntas y respuestas de la televisión reflejan
sofocante masa de conocimiento, impidiendo la sal- fielmente esta nueva informidad obtusa y desconcer-
vación que seductoramente ofrece. La completa masa tante del conocimiento humano: el competidor reci-
de conocimiento en oferta es el principal obstáculo be la misma cantidad de puntos por cada respuesta
que impide aceptar esa misma oferta. y también es acertada, independientemente del tema a que se re-
la principal amenaza a la confianza humana: segura- fiera la pregunta. La importancia de las preguntas y
mente debe de haber en alguna parte, en esta aterra- la consecuente trascendencia de las respuestas no
dora masa de información, una respuesta a cualquiera cuentan. Y si contara, ¿cómo se las arreglaría uno pa-
de los problemas que nos atormentan y así es cómo, ra compararlas y medirlas?
si no se consigue hallar la respuesta, sobrevienen in-
mediata y naturalmente la autocrítica y el menospre-
Conclusión
cio por uno mismo.
La masa de conocimiento acumulado ha llegado a Asignar importancia a las diversas porciones de infor-
ser el epítome contemporáneo del desorden y el caos. mación y más aún asignar a algunas más importancia

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ZYGMUNT BAUMAN

que a otras probablemente sea una de las tareas más 8


~
complicadas y una de las decisiones más difíciles de 8
l>
tomar. La única regla empírica que puede guiarnos es g
la relevancia momentánea del tema, una relevancia ~
~
que, al cambiar de un momento a otro, hace que las :;
porciones de conocimiento asimiladas pierdan su sig- '[
~
nificación tan pronto como fueron adquiridas y, a me-
nudo, mucho antes de que se les haya dado un buen
uso. Como otras mercancías del mercado, son pro-
ductos concebidos para ser consumidos instantánea-
mente, en el acto y por única vez.
En el pasado, la educación adquiría muchas for-
mas y demostró ser capaz de ajustarse a las cambian-
tes circunstancias, fijándose nuevos objetivos y dise-
ñando nuevas estrategias. Pero, lo repito, el cambio
actual no es como los cambios del pasado. En ningún
otro punto de inflexión de la historia humana los edu-
cadores debieron afrontar un desafío estrictamente
comparable con el que nos presenta la divisoria de
aguas contemporánea. Sencillamente, nunca antes
estuvimos en una situación semejante. Aún debemos
aprender el arte de vivir en un mundo sobresaturado
de información. y también debemos aprender el aún
más difícil arte de preparar a las próximas generacio-
nes para vivir en semejante mundo.

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