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Revolución Cognitiva y Cambio Cultural

La mentalidad del mundo digital

El mundo cambio tras la segunda guerra mundial y no únicamente en el plano político, sino
que al ingresar al nuevo siglo sobre todo la influencia de la ciencia y de la técnica, porque
la aceleración de las cosas es más veloz e interesada por la `pista del conocimiento del
mundo que en la de su propio gobierno, los cambios que ha tenido y tienen lugar, ante todo
en el mundo del conocimiento, son los que permiten caracterizar nuestra época, el
conocimiento no se trata de un giro solo mental o intelectual sino apoyado y especialmente
significado por las tecnologías de la información, la revolución cognitiva no se limita pues a
una revolución científico técnica por que conmueve de paso aspectos no advertidos por la
ciencia y la técnica, la revolución cognitiva es la indiscutida e indiscutible acentuación del
conocimiento.
Una característica de esta es la tecnicidad del conocimiento, que no vale tanto por el saber
mismo como por su uso eficaz, el saber es cada vez más manipulativo y literalmente digital.
Otra característica es la priorización concedida al valor mismo del conocimiento, por delante
de otros valores de la cultura, también está la globalización del conocimiento evidenciando
que el saber es cada vez menos local y patrimonial por ser expansivo en el espacio y el
tiempo.
Los cambios que dio esta revolución no tienen límites sin embargo en el ámbito del
conocimiento, corresponden al marco de una sociedad metropolitana, el cambio al igual se
dio en el sistema laboral que aún nos rige el principio de la división del trabajo. Es evidente
que la revolución cognitiva ha trasformado también la visión del mundo en el más amplio
de los sentidos. Tras la revolución cognitiva, las ideas como ideas están después de los
hechos.
En la historia remota la condición ocupacional del individuo era la de ser nómada, con la
agrícola se hizo sedentario estable y la Revolución Industrial le ha hecho ser movible dentro
de su sedentariedad.
Con la revolución cognitiva tenemos que ir preparándonos para ser de nuevo nómadas
aunque en el sentido intelectual.
También ha cambiado la visión del mundo en el más amplio de los sentidos, la realidad. El
modo de transmitir información estipula nuestra idea de la realidad y este modo es el de la
media, más distal que la de la imprenta y más proximal- ocular y auricular directa-, lo que
incide en nuestra imagen conclusiva del mundo.
En la sociedad tribal no existía distinción entre ideas y la realidad. La sociedad moderna
disuelve esta visión en dos tiempos, el de la imprenta en la que las ideas complementan la
realidad, y la de internet que solo la cumplimentan, tras la revolución cognitiva las ideas
como ideas están después de los hechos.
La humanidad primitiva debió de mantener una espontánea unidad entre los hechos y la
cultura de las ideas y creencias. En la modernidad se intenta mostrar la equivalencia o
coexistencia de la igualdad de la cultura valorativa frente a la informativa.
La plasticidad de los valores: La evolución de códigos morales se da más por acumulación
que por superación de estratos y la escala de valores es en ética la compulsión al deber,
gracias a la sociedad Industrial se agregó el hecho de obligarse por sujeción a leyes de
crear obligatoriedad jurídicas al hecho heredado de la sociedad tradicional por seguimiento
de leyes morales, de hecho ética y derecho siempre han coexistido.
Pero en el mundo digital la obligación por obediencia está tomando la delantera a los
motivos propiamente éticos de cumplir con el deber.
La clave es saber hacia quienes nos sentimos responsables, ante Dios, la patria, los padres
pero mayormente por la sociedad o por la propia conciencia.

La mutación de los sentidos


Con la tecnología de hoy en día los humanos hemos perdido la fuerza y la precisión de los
sentidos, ya no se posee el potencial que tuvimos hasta la edad moderna ese era el órgano
imprescindible de nuestra supervivencia, la tecnología ha prolongado el alcance de uno y
otro mediante el telescopio y el microscopio, la tomografía o la robótica, aun así ni la mirada
ni la palpación se han refinado más, en los 60 el movimiento hippie el reencuentro con la
naturaleza se propuso una cultura de la hiperestesia, con la reacción conservadora y el
miedo a las enfermedades como el sida los 80 le devolvieron otra vez la retractación y la
ansiedad frente al cuerpo y la desconfianza ante una comunicación sensitiva veinte años
después en el cambio del siglo , el mundo digital nos anuncia una nueva fiesta para los
sentidos con el efecto multiplicador , en lo que se refiere al tacto , la sociedad
contemporánea ha incrementado su actividad por lo menos en su relación familiar y de
pareja , lo siguiente que viene del tacto es la vista, se ha caracterizado a la sociedad agraria
bajo el imperio de lo auditivo y la industrial bajo el de lo visual, en la primera analfabeta se
conoce y espía por el oído, Oír es creer, en contaste en la urbe alfabetizada se capta la
realidad y su detalle por el ojo ver es creer.
Pero las rutinas basadas en este principio tienen la frialdad distintiva de la cultura visual,
por lo que se comprende que del mundo dependiente de los oídos facilitaría la existencia
de la colectividad y que el sujeto, por el contrario a la visión, muestra su interés por el
individualismo.
La persona reintegrada a esta época, audiovisual, del mundo cognitivo actual, oye y ve no
solo cosas distintas si no de manera diferente que la del mundo industrial cl‫ن‬sico.
En esta época la interacción entre usuarios se da necesariamente en un espacio distinto o
no compartido, en un tiempo que a veces hasta es asincrónico. Este tipo de interacción se
priva de dos requisitos tan esenciales como que se produzcan en iguales y simultaneas
unidades de espacio y tiempo, parece que en Internet hay una especie de acción mutua
precisamente porque las redes no hacen necesaria la presencia física y simultanea de sus
participantes.
La idea básica de la telecomunicación es sugerir la sensación del ¨estar ahí¨ en todo hecho
comunicado, la tele presencia no deja de ser solo presencia a distancia y mediatizada
cuando no presencia expresamente simulada.
Con el espacio televisivo la relación con el ser en el sentido de la existencia es casi nula ya
que no estamos ahí, ni nada está aquí.
El ver sin estar nos termina llevando a ver sin sentir, por ejemplo cuando hay imágenes de
horror ya no son una excepción y el marco de nuestra sensibilidad es expuesto a una nueva
sustitución ya que en la civilización audiovisual las imágenes del horror nos sorprenden sin
el decodificador personal de la imaginación como no pasaba en la época de la mera
escritura.
Por lo menos el ser y la acción que unen a los tele comunicantes ya no se disponen de
todas las modalidades de lo presencial que se ha venido suponiendo para comprender del
ser existencial y de la acción práctica.

Repercusiones de la ética
Los medios de información han ejercitado un cambio fundamental se han levantado voces
de alarma por los aparentes peligros de ese cambio, es la natural inquietud por hacer al
hombre una víctima de sus obras o del espíritu un ser sujeto a la técnica , Platón por
ejemplo, acabo por poner sus ideas por escrito como si la escritura misma concluyera con
el contenido del espíritu, la escritura era la chance del olvido, la imprenta vino a degenerar
la forma del saber, ahora al alcance de cualquiera, la filosofía se hace tosca y se pierde
brillo; al dejar de ser manuscrita la literatura se transforma en un hábito público e induce a
su vez nuevos hábitos, con la imprenta se escribe lo que se habla y se lleva a cabo lo que
está escrito, la siguiente queja fue la televisión y esto se debe a ya por sentirse víctima de
este medio, la televisión ha acabado de transformar también lo íntimo, y con la cultura digital
el comportamiento está cambiando a la velocidad de la luz , las telecomunicaciones han
intensificado, en términos evolutivos, la transmisión de la cultura necesaria a nuestra
especie, la revolución cognitiva ha llegado a transformar con la tecnología genética, la
reproducción de la vida y finalmente la esperanza de vida para cada uno, si estas
tecnologías de la información van a cambiar nuestra forma de vida lo van a hacer todos los
sentidos, la pérdida de un contacto real entre estas es fácil que provoque una crisis añadida
a la ya existente en la ética y la política dos formas de conductas basadas precisamente en
la interacción.
Es así que donde había habido hasta ahora el espacio para un obrar prioritariamente
presencial y proximal se ha introducido una actuación distal y no presencial, sonde no existe
el encuentro interpersonal, la del contacto y buen tacto.
Uno de los principales problemas de la ética de hoy proviene de la dificultad de ponerse a
pensar por la falta de disposición para usar la propia inteligencia y de sentir sus posibles
contradicciones.
También existe una conducta amoral que presentaba en sus orígenes una carencia de
inmadurez emocional y sensitiva del sujeto, y este es la famosa anestesia de los sentidos
que una cultura muy baja en interacción directa podría generar un factor de crisis tanto en
la ética como en la política.
El más duro escollo para la ética en una sociedad de la información es saber impedir que
prosperen inviduos informados pero indiferentes. Lo ético sería evitar la apatía y que se
duerman los sentidos.

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