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Voy a detallar ciertas ideas para que tengan en consideración a la hora de aplicar esta
práctica:
Si hay alguna cuestión postural de la cual tengan dudas (si la están haciendo bien o
mal), consulten videos en YouTube de grandes maestros del violín, son una
referencia simplemente excelente para luego “imitar” cuando estemos estudiando
nosotros. De esta manera se van a asegurar que están siguiendo el camino correcto.
Si van a clases particulares con un profesor, siempre evacúen estas dudas con ellos,
dado que son la mejor herramienta que tienen para corregir los propios hábitos
posturales.
Si están estudiando técnica, como ser por ejemplo octavas o arpegios, primero
asegúrense de poder desprenderse de la partitura, para tener la soltura de seguir
tocando sin cometer errores en las notas.
Mismo punto aplica si están estudiando un pasaje de una obra, dado que es
importante sacar el foco de las notas y poner atención en la técnica
Cuando estén practicando frente al espejo, no se vean a sí mismos en un “todo”,
intentando focalizar la atención a cada pequeño detalle. Pongan foco a cuestiones
técnica de a una a la vez. Por ejemplo, mientras repiten una y otra vez una escala de
3 octavas, obsérvense la estructura postural. ¿Están derechos? ¿encorvados? ¿están
levantando de forma antinatural los hombros?, ¿están apretando mucho el mentón
contra el violín? Una vez que ganen conciencia de lo anterior, pasen a otro sector de
su cuerpo, como ser la mano izquierda, la posición de los dedos, los cambios de
posición, etc.
Luego de estar practicando y observándose durante un rato frente al espejo, saquen
la mirada y repitan un poco más, pero prestando atención a las sensaciones. ¡Este
punto es importante! dado que es la forma en la que van a solidificar las
correcciones posturales que hayan revisado en los pasos anteriores. Acuérdense,
mirarnos a nosotros mismos es muy útil, pero fija nuestra atención en la vista, y no
en las sensaciones. Llevar un balance entre ambos es nuestra clave del éxito.