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Sobre la obra
En origen, la obra respondía a un encargo realizado por la Comisión ejecutiva del PSOE para
elaborar una biografía política de Pablo Iglesias Posse y una historia de los primeros tiempos de
las organizaciones política y sindical. Sin embargo, la obra termina siendo, en gran medida, como
señala el propio autor, una suerte de “Enciclopedia del socialismo español”, en la que aborda no
sólo la figura de su fundador, sino también su propia biografía y producción intelectual y la de
muchos otros miembros y dirigentes del PSOE y la UGT.
Andrés Saborit Colomer nació en Alcalá de Henares (Madrid) en 1889. Adquirió su formación de
tipógrafo en clases nocturnas. Miembro desde muy joven de la Asociación General del Arte de
Imprimir, sindicato de tipógrafos que será el germen del PSOE.
En 1909 se afilia a las Juventudes Socialistas. A partir de 1910, dirigió la revista “Renovación”,
de las Juventudes Socialistas, y en 1912 éstas lo eligieron presidente. Hasta 1914 ya había tenido
dos condenas por sus escritos y discursos antimilitaristas por oponerse a la guerra de Marruecos.
En 1921, junto a otros dirigentes destacados del PSOE, como Pablo Iglesias, Julián Besteiro o
Francisco Largo Caballero, se negó a que se aceptaran las condiciones del PCUS, que habrían
colocado al PSOE bajo las directrices de la Internacional Comunista. Así mismo, durante la
dictadura de Primo de Rivera fue uno de los promotores de la colaboración o participación
institucional del PSOE y la UGT, para que él sindicato estuviera representado en el Instituto de
Reformas Sociales (estrategia del intervencionismo propugnada sobre todo por Largo Caballero).
Fue él quien proclamó la II República desde el balcón del Ayuntamiento de Madrid el 14 de abril
de 1931. Durante la II República, fue secretario general del PSOE y vicepresidente de UGT. Tras
la revolución de 1934, se alineó con Julián Besteiro en el rechazo de la radicalización socialista.
Durante la guerra civil fue director general de aduanas y presidente del Banco de Crédito Oficial.
Al finalizar la guerra marchó al exilio en Francia. Aquejado de problemas de salud, abandonó sus
cargos orgánicos en 1950 y marchó a Ginebra, Suiza, donde escribió buena parte de su obra. No
obstante, presidió el Congreso de Toulouse del PSOE en 1970. Tras 39 años en el exilio, volvió a
España en 1977. Falleció en Valencia en 1980. 2.000 personas acudieron a su entierro en Madrid.
Su sepultura está en el cementerio civil de Madrid, junto a Julián Besteiro y Pablo Iglesias.
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influencia francesa en la recepción del pensamiento marxista en España: Lafargue, Guesde y
Deville.
- Este grupo, una vez expulsados de la Federación, entre los que se encontraban Pablo Iglesias,
Francisco Mora o José Mesa, fundan la Nueva Federación Madrileña, que actuaría como baluarte
de las tesis marxistas en España.
- La satisfacción por la sociedad de las necesidades de los impedidos por edad o por
padecimiento.
- “El ideal del PSOE es la completa emancipación de la clase trabajadora; es decir, la abolición
de todas las clases sociales y su conversión en una sola de trabajadores, dueños del fruto de
su trabajo, libres, iguales, honrados e inteligentes.”
- CASTILLO Los socialistas tratan de afirmar su singularidad respecto al anarquismo y el
republicanismo, al que tratan “arrebatar” su espacio entre las bases obreras, si bien el arraigo
republicano, a pesar de su fragmentación, obligaría a los socialistas a ser conscientes de la
imposibilidad de practicar la revolución en el corto plazo y de proyectar una lucha política mucho
más prolongada.
- Como los demás partidos socialistas marxistas europeos, el PSOE se vio afectado por las
tensiones entre comunistas y socialistas a raíz de la Revolución de Octubre. La reacción inicial
de los socialistas españoles ante la Revolución de octubre de 1917 en Rusia fue de mayor cautela
que el entusiasmo que manifestaron los anarquistas de la CNT, aunque en las manifestaciones
públicas del partido no se dejara de elogiar la Revolución.
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- En 1919 se celebra en Berna (Suiza) la Conferencia de la Segunda Internacional, a la que asistió
una delegación del PSOE encabezada por Julián Besteiro, en la que se aprueba reconstruir la
vieja internacional que los bolcheviques habían abandonado, ratificando así su apuesta por la
vía reformista-revisionista (en el lenguaje de los marxistas más ortodoxos y bolcheviques), que
respetaba las reglas de la democracia liberal frente a la vía revolucionaria que abogaba por la
dictadura del proletariado. La respuesta de Lenin fue convocar en Moscú para el mes siguiente
una reunión de los dirigentes socialistas contrarios a la resolución de la Conferencia de Berna,
de la que nacería la Tercera Internacional o Internacional Comunista (Komintern).
- En 1920 Fernando de los Ríos visita Rusia para conocer directamente de Lenin las
condiciones que éste imponía al Partido Socialista de España en el caso de que ingresase en
la Tercera Internacional. No hubo acuerdo posible. El PSOE rechaza las 21 condiciones para
el ingreso en la Internacional Comunista, y se adhiere a la denominada Internacional Dos y
Medio o Internacional de Viena, que se fusiona con los restos de la II Internacional para crear
la Internacional Obrera y Socialista.
- Escisión del Partido Comunista Español y del Partido Comunista Obrero Español (PCOE), que se
fusionan en 1921 y cran el Partido Comunista de España (PCE) en 1921.
- Para Andrés Saborit, Pablo Iglesias fue un agitador, uno de los más inteligentes agitadores
españoles del siglo XIX, pero sobre todo, fue un educador (“Educador de muchedumbres”).
“En nuestro campo no queremos palabreros, ni hipócritas ni informales, sino hombres rectos,
esclavos de sus convicciones y de espíritu abnegado. Sólo con luchadores que reúnan estas
cualidades puede el Socialismo progresar y vencer.”
“Es la pésima educación política dada a la masa proletaria y la tremenda ignorancia en que los
explotados se hallan sumidos, lo que impide en España que los ideales de redención vean
aumentado su ejército en proporción considerable”
“Cuanto más reflexivos sean los obreros, cuanto menos se dejen llevar por el arrebato y la
impulsión, mejor lucharán contra sus patronos, con más acierto ejercerán la acción política y
con mayor entereza pelearán en el campo revolucionario cuando llegue el momento de hacerlo.
Para ser buen soldado de la causa del trabajo no hay que ser chillón ni alborotador, sino
prudente y sereno, porque los que chillan y alborotan la comprometen y ponen en ridículo,
mientras los que se conducen con prudencia y serenidad la acreditan y hacen respetable, cosas
necesarias ambas para vencer el capitalismo.”
“La fuerza de un partido popular depende de la educación que él dé a la masa que le forma.
¿Enseña a ésta a ser tolerante, seria, moral, arraigando en ella lo más posible las ideas que va a
defender? Pues el partido que eso haga será fuerte, disciplinado, consecuente, capaz de luchar
con fortuna con todos los partidos que le combaten. ¿Limita su obra a ensalzar sus doctrinas, a
entusiasmar a las masas, a enardecerlas a fanatizarlas? Pues partido que labore así, aun siendo
numerosísimo, no será propiamente fuerte, cometerá inconsecuencias, se indisciplinará y será
incapaz de sufrir la crítica que de él hagan sus adversarios.”
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Santiago CASTILLO
- Apunta a la debilidad teórica del socialismo español, en relación con el francés o el italiano.
- Si bien, éstas últimos hacían una lectura distinta del positivismo darwinista a la que se hacía
desde el pensamiento liberal o republicano, ya que frente a la sociedad competitiva y del mérito
personal, socialistas y anarquistas ponían el acento en la solidaridad de clase.
- Este marco no estuvo contrarrestado por ninguna tradición filosófica potente que pudiera
servir de abono intelectual para el pensamiento de Marx.
- Acción política de los primeros socialistas se dirige principalmente a plantear una alternativa a
los anarquistas en el terreno teórico. En este enfrentamiento destacan dos elementos clave:
- RIBAS apunta a una cierta incoherencia en la difusión teórica de las ideas marxistas por los
socialistas españoles, en la medida que si bien el PSOE hacía gala de su adhesión al “socialismo
científico”, por otro lado, prácticamente no hay una difusión de la obra de Marx, más allá del
Manifiesto.