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© Enrique Hernández-D’Jesús
© Fundación Editorial El perro y la rana, 2018
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Centro Simón Bolívar, Torre Norte, piso 21, El Silencio,
Caracas - Venezuela 1010.
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Teléfonos: (0212) 768.8300 / 768.8399
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Correos electrónicos
atencionalescritorfepr@gmail.com
comunicacionesperroyrana@gmail.com
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Páginas web
www.elperroylarana.gob.ve
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www.mincultura.gob.ve
Redes sociales
Twitter: @perroyranalibro
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Facebook: Fundación Editorial Escuela El perro y la rana
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Edición
Enrique Hernández-D’Jesús
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Corrección
Francesco Sarpi
Mónica Piscitelli
ISBN: 978-980-14-4240-0
641.692
H557
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128 p.
ISBN: 978-980-14-4240-0
DL: DC2018001269
TU
El Cantar de los Cantares.
Un libro de Sardinas para comerte mejor, algo muy
necesario por sus valores y por su valor económico.
C
Un libro de recetas, recetas imaginativas, recetas
poéticas, con historias, cuentos, anécdotas, recetas
LE
del corazón, descabelladas y amorosas, lo
realizamos para la degustación, en tus manos
la creación para prepararlas.
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SARDINAS DE CORAZÓN
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Este es un libro con sabor, poesía y pertinencia.
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Sus páginas acarician paladares, corazones y con-
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ciencias.
El poeta Enrique Hernández-D’Jesús, teórico y
práctico de las artes gastronómicas, nos ofrece una
C
obra singular, que constituye un aporte tanto a los sa-
bores como a la inventiva de nuestra cocina local. El
LE
viaje a través de estas páginas conjuga las delicias de
un alimento en otrora desdeñado por su bajo costo, no
obstante, como pieza principal de estos platos se am-
A
plía de manera inusitada su atractivo con recetas que
R
pueden ser apreciadas por paladares dentro y fuera
de nuestro país.
PA
lud humana.
PD
9
Refiere Beatriz que es importante incrementar el
consumo de ácidos grasos esenciales, es decir, aque-
A
llas grasas que son saludables y que nuestro cuerpo
no es capaz de fabricar por sí solo; grasas que se ob-
R
tienen a través de los alimentos que consumimos,
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las cuales se conocen con el nombre de omega-3 y
omega-6. La relación correcta entre los ácidos grasos
omega-6 y omega-3 debería ser entre 1:1 y 4:1, pero
C
la realidad es que la dieta estándar tiene una propor-
ción promedio de 20:1 y el desequilibrio en el consu-
LE
mo de omega-3 y omega-6 conlleva serios problemas
de salud.
La sardina es un alimento que reúne la demanda
A
de omega 3 necesaria en la dieta.
R
El aporte de ácidos grasos poliinsaturados ome-
ga-3, por una ración (200 gramos), casi cubre el 100%
PA
10
favorece la absorción del calcio y su fijación al hueso,
y regula el nivel de calcio en la sangre.
A
Bastan estos datos científicos aportados por Beatriz
López para reivindicar la dignidad de la sardina como
R
alimento y escudo protector de la vida en una Patria
TU
acechada.
Añádase a la ciencia la sucesión de caricias al pa-
ladar contenidas en cada receta aquí compilada, así
C
como los versos acompañantes que soban el alma y la
conciencia de quien los deguste. Revuélvanse unos mi-
LE
nutos con un toque de pasión y agradezcamos a nuestra
amiga sardina el beneficioso milagro de su compañía.
No hay sardina que por bien no venga. Gracias, de co-
A
razón.
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SARDINA ES SARDINA CON AMOR
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La sardina es la cenicienta de los mares
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es el subterfugio de la verdadera ola
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y en el encantamiento del paladar hay
Sardinas al horno con cebolla y romero
Sardinas marinadas con naranjas y limones
C
Sardinas fritas con papas y cebollas
Sardinas en salsa de tomate y albahaca
LE
Sardinas en escabeche
Sardinas guisadas
Sardina ciega al dejar a su amor
A
Esta humilde y amorosa pescadita
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llena de muchas escamas
es orgullosa atrevida y juguetona
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Sardinas en pasta con arroz
La sardina tiene mucho que hablarle al sardino
A
Empanadas de sardina
Sardinas amatorias
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El olor de las asadas es la gruta de la mujer
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Sardinas coquetas
Paté de sardinas
Puré de sardinas
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Sardiñada
Sardinas humanas
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Sardina madura
Sardinas intercambiables
cardiosaludables
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Sardina, una dosis de cariño y de mar
R
Sardina en boca del amor de la amada
Sardina para amarla mejor
PA
vitaminas A y D
disminuye los niveles de triglicéridos y colesterol
La sardina es sentimental, inteligente y musical
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Sardina es Sardina
Tiene los sentimientos comprometidos
Y decide quedarse en Pescado Azul
expuesta a las brasas
Sardinas en cazuela con laurel y vino rojo
que pinte los labios del amor
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Madurada en salazón como bocadillos
Sardinal la red para pescar sardinas
A
El olor de las sardinas al león ha resucitado
a la elefanta la aferra al horizonte
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y al colibrí lo convierte en amapola.
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SARDINAS QUE COMÍA RAMÓN
PALOMARES, CURADAS POR
MARÍA EUGENIA CHÁVEZ
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No sabías quedarte
Y no sabías
Irte para siempre
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Pero allí estás rozando el agua.
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RAMÓN PALOMARES
SARDINAS REBOZADAS
Ingredientes y preparación:
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4 latas de sardinas
1 cucharadita de mantequilla
1 cebolla
2 tomates
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Ajo
Sal
Pimienta negra recién molida
El jugo de medio limón
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Derrita la cucharadita de mantequilla en una sar-
tén, fría la cebolla en julianas con el ajo y el manojo
A
de apio españa durante 3 minutos. Libere las sardinas
de su armadura, colóquelas sobre las cebollas y cubra
R
con los tomates, también en julianas. Espolvoree con
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sal y pimienta, tape por 7 minutos y sírvalas calien-
tes bañadas en el jugo de limón.
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SARDINAS EN OLLA EXPRÉS
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Ingredientes y preparación:
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½ o 1 kilo de sardinas frescas
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1 cucharada de aceite
Orégano
Hojas de laurel
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Sal marina
Agua
LE
Limpie las sardinas de escamas y cabezas, cubra
el fondo de la olla con una capa de laurel, y sobre
A
estas una camada de sardinas, orégano, sal y así su-
R
cesivamente. Agregue un poco de aceite y agua que
las cubra al ras.
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SARDINAS AL HORNO
RECETA DEL DR. FEDERICO MOLEIRO
A
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Ingredientes y preparación:
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500 gramos de sardinas
1 cucharada de harina
Sal
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Pimienta
Aceite
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Envase con tapa
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ENSALADA DE VEGETALES Y SARDINITAS
DE LUCÍA MORÓN MOSCA
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En el fruto ceremonial preparo la ensalada del
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monje buscando iluminación.
Iluminación es el ardor destinado a los astros, es
la luz destinada al final de la noche. Reanimo el dia-
C
lecto de El ciervo vulnerado.
Preparo esta ensalada ahora mismo:
Ingredientes y preparación:
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7 sardinitas limpias, cortadas en pequeños trozos
A
1 lechuga criolla pequeña, lavada y en pedacitos
R
1 zanahoria cortada en cuadritos
Un poco de cebollín en tiritas
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Jonatán vive en Choroní. Su mamá lo dejó flotar
junto a sus hermanos en un balde, río abajo y se fue
A
a Maracay, y luego más lejos, adonde ya no vuelve.
Jonatán no puede entrar al colegio porque no tiene
R
papeles. Lo cría su abuela como a otros muchos nietos
TU
que se fue llevando la vida.
–Jonatán, el Niño Jesús te trajo un bate y un guante de
béisbol. Toma.
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–¿A mí? ¿En serio?
–Sí, para ti.
LE
–Ese Niño Jesús sí es gafo: yo le dije que quería una
patineta...
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STEFANIA MOSCA
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EL MAR DE JOSÉ LIRA SOSA
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La ola debe levantarse más alto
La ola que juega en la espalda de la Desconocida
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debe levantarse más alto.
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Es lo que digo
C
Tengo más de un siglo contemplando la Desconocida
y cada ola que acaricia la espalda de la Desconocida
LE
me hiere como un rayo
La ola busca nuevamente la espalda de la Desconocida
¿Se quitará esos absurdos guantes de goma
A
para acariciar la espalda y las nalgas
R
de la bella Desconocida?
Y yo podré morirme de rabia.
PA
Es lo que digo
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SARDINAS AHUMADAS
DE ESMERALDA TORRES
A
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Utensilios y procedimiento:
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Una olla grande con tapa que cierre a la perfección y
que se use solo como ahumador. Un aro metálico de 10
centímetros de alto y unos 15 centímetros de diámetro
C
que se elabora de cortar una lata cualquiera. Una plan-
cha redonda perforada. Sirve una tapa metálica que se
LE
perfora con un clavo. Debe ser un poco más pequeña,
en su diámetro, que la olla. Para ahumar sardinas y que
resulten deliciosas al paladar se debe usar un cierto tipo
A
de virutas de madera seca, que se pueden encargar en
R
una carpintería. Se debe tener cuidado de no usar ma-
dera de pino, pues esta puede envenenar el alimento.
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cuesta.
Dentro de la olla coloque el aro metálico. Alrededor
de él eche de 8 a 10 tazas de las virutas de madera
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Apague y retire del fuego inmediatamente. No
deje la tapa con las sardinas dentro de la olla porque
A
se quemarían o adquirirían un sabor a carbón.
Retire con la ayuda de una espátula o cuchillo. Se
R
pueden comer así, como bocados o entremeses o pre-
TU
parar otras recetas tales como: tortillas, vinagretas,
rellenos para panes o arepas, ensaladas, etc.
Excelente para preparar el “cuajao oriental”, que
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es tradicional comer durante la Semana Santa.
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RELLENO PARA AREPAS O PANES
DE ESMERALDA TORRES
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Licúe 6 sardinas ahumadas hasta que queden como
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una harina rústica. Pique 3 ajíes dulces, preferible-
mente ají cumanés o ají jobito.
1 cebolla mediana.
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1 cebollín.
1 trocito del tallo de un ajo porro, la parte blanca.
LE
1 ramita de cilantro.
Mezcle el picadillo y sazone a su gusto consideran-
do que las sardinas ahumadas ya tienen sal y que su
A
sabor es robusto e intenso.
R
“Queridísimo Catire, esta fórmula de ahumado es
propia, rigurosamente probada durante algunos años.
PA
Suelta su pelo,
PD
25
No limpia su mano la Magdalena.
Prefiere dejarlo caer,
A
grano a grano
en un viejo pañuelo
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que saca de su falda.
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Servirá para curar una herida vieja
que trae en el costado.
No se baja ilesa de una cruz.
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MEJILLONES, PULPO Y SARDINAS
EN SALSA PICANTE
COMO LO SOÑARÍA TED JOANS
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Cocine 3 pulpos robustos. Los hunde tres veces y
los saca. Cuando los vea sonrojarse entonces los hun-
de para siempre. Los deja cocinar hasta que sienta
C
que están blandos. Que no sean chiclosos, que su
cuerpo se mantenga con acento enfático. Los saca del
LE
caldo. Los deja reposar un rato. Con un cuchillo filoso
corte los pulpos en trocitos.
Aparte, después de que estén bien limpios los me-
A
jillones, los acuesta en una paellera grande, bañados
R
de cebollín cortado en rueditas. Los mete al horno
por 15 minutos a 250 grados.
PA
27
Si vieras un hombre
A
caminando
en una calle tumultuosa
R
hablando en voz alta
TU
hacia sí mismo
No corras
en dirección opuesta
C
Corre hacia él
Porque él es un poeta
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Y no tienes nada que
temer del poeta
sino la verdad.
A
TED JOANS
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SARDINAS EN EL ESPACIO
ARQUITECTÓNICO
A
PEDRO EL ILUMINADO
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Ingredientes y preparación:
½ kilogramo de filetes de sardinas sin escamas y sin
huesos
C
Póngale el picante de la palabra
Ajos, 4 o 5 dientes, cebollín, sal, algunas especias al
LE
gusto, ají dulce sin semillas
ELENA PONIATOWSKA
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MARINA
Botellas, rompan sus cascos contra el mar.
El muro de cascos, vil mar de botellas.
Con su pipa la nube un anuncio intenta.
Vean el cielo de los peces –el mar.
JEAN COCTEAU
29
VÍCTOR RODRÍGUEZ NÚÑEZ,
EL POETA CUBANO, DICE
A
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Las sardinas no existen, me dijo un día Pacheco.
TU
No son una especie de pez sino babe fishes.
En el año 1971, por seis meses, debido a la escasez,
solo comí sardinas.
C
Pero todavía me gustan.
LE
QUIEN se arranca el corazón del pecho hacia la noche,
[quiere
A
alcanzar la rosa.
R
Suya es su hoja y su espina,
a él le deposita la luz en el plato,
PA
y hablar de ti y de mí.
PAUL CELAN
30
SARDINAS AL HUEVO
DE MARÍA ALEJANDRA RENDÓN
A
R
Ingredientes y preparación:
TU
Para comer con todo (como la carne molida).
C
ños variados (para dos latas de sardina o 400 gramos
de sardinas frescas fileteadas y previamente sanco-
LE
chadas). Estos aliños pueden ser los que tenga en
su nevera (cebolla, cebollín, pimentón, ají, ajoporro,
apio españa, ajo).
A
Luego de sonreír con los aliños, use color (onoto) y
R
una media cucharadita de comino.
Luego licúe, sin retirar nada a la sardina, 3 huevos
PA
31
…Hasta cuándo este plato de vértigo a la boca
estas alas de cenizas
A
cayendo como un polvo de libélulas.
Ella cae
R
aquella cae con el peso de todas las lenguas
TU
todas caemos
como bombas mal hechas
ninguna detona en el silencio
C
se nos enfría la mecha en la mitad de nosotras…
LE
MARÍA ALEJANDRA RENDÓN
A
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PA
LO
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PD
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SARDINAS GRIEGAS COMIDAS
POR EL POETA COLOMBIANO
ARMANDO ROMERO, DEDICADAS
A
A JOTAMARIO ARBELÁEZ
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TU
Poeta del alto paladar, para saborear unas magní-
ficas sardinas es indispensable sentarse en un restau-
C
rante al lado del mar en Thessaloniki, Grecia, pedir
entonces un plato de “esmerides” fritas (sardinas grie-
LE
gas) acompañadas con pan bañado en aceite de oliva
de Kalamata o aceite de girasol y un vaso con ouzo con
un poco de hielo, encender un cigarro negro papastra-
A
tu, y luego mirar en dirección al monte Athos y orar.
R
Todo lo mejor para mi querido monje de las bue-
nas viandas.
PA
Ingredientes y preparación:
6 sardinas hermosas bien frescas
SO
2 limones y sal
3 cucharadas de orégano fresco
3 cucharas de aceite de oliva de Kalamata o aceite
de girasol
F
PD
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Una vez limpias, las colocamos en una bandeja
de pírex para horno. Entre los lomos de cada sardina
A
agregamos, donde estaba la tripa, ½ rodaja de limón.
Cubrimos con abundante sal por ambos lados y
R
rociamos el orégano, el jugo del limón y el aceite de
TU
girasol. Se dejan al horno a 190 grados durante 20 o 30
minutos. Se sacan del horno y se comen como si sin-
tieran el cuerpo de la mujer amada. Y se lee el poema
C
“El alma” de Jotamario Arbeláez:
LE
En cuerpo y alma en el amor estamos.
Como uña y carne por la vida vamos.
A
No hay un alma en el mundo que no busque
R
su cuerpo para hacer camino al cielo.
Yo te hice cuerpo mío, amado cuerpo.
PA
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BRAZO GITANO DE PAPAS
CON SARDINAS EN SALSA PICANTONA
DE MI SOBRINA VANESSA RUIZ
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TU
Ingredientes y preparación:
2 latas de sardinas
5 papas
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Aceite de oliva virgen o aceite vegetal
Zumo de 1 limón
LE
½ cebolla
1 zanahoria
100 gramos de champiñones fileteados
A
Sal al gusto
R
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Cortamos en rebanadas y servimos frío, o calenta-
mos con un golpe de microondas u horno, solo tiene
A
que entibiarse. Podemos preparar este brazo gitano
con sardinas en salsa picantona con antelación y
R
tenerlo en la nevera, solo nos quedará cortarlo y ca-
TU
lentarlo, si es que así lo deseamos.
C
Tu presencia y la mía
en el bosque la esperan hace tiempo los pájaros.
LE
MANUEL FELIPE RUGELES
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PD
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LAS SARDINAS MARGARITEÑAS
DE LA NEGRITA YASMIRA
A
JOSÉ PÉREZ
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I
Recuerda hermano poeta que la sardina la prepa-
ran asada, entera, sin limpiarla, a orilla de playa, para
C
acompañar los tragos de ron. También al vapor, sobre
capas de aliños verdes, en ollas de presión, enteras y
LE
sin cabeza ni escamas, para equipararlas a las enla-
tadas.
A
II
R
La negrita Yasmira López es la esposa del poeta
José Pérez, y es oriunda de Caicara del Orinoco. Ella
PA
37
a la casa natal del maestro de América, Luis Beltrán
Prieto Figueroa, mientras las sardinas aún saltan y
A
se asoman mirando la catedral más vetusta de la isla
de Margarita y de la era emancipadora de Venezuela.
R
Al llegar a la Quinta Cardumen y sentir la brisa
TU
fresca de playa Guacuco, bajan la carga en el patio, en-
tre las flores del vivero que tiene Yasmira para man-
tener su jardín y venderles a las vecinas que aman el
C
buen color dentro de sus casas, y comienza el proceso
de fileteo. Esto dura hasta cinco horas. Las escamas
LE
hacen una lámina acerada que el sol convierte en pla-
ta sobre el suelo limpio. Los limones espantan los olo-
res del mar y dejan la fragancia del amor confundida
A
con las de los lirios. En las manos de Yasmira cada
R
sardina fileteada queda como una mariposa, porque
ella les extrae el hueso del espinazo con suma deli-
PA
me mariposa.
Las mejores sardinas del mundo son las margari-
teñas. Pero deben comerse a las 6 de la mañana o a
las 6 de la tarde, bien rebozadas, como le gustaban al
F
38
andino con las brisas de El Vigía. Allá acompañaban
las sardinas con plátano y ensalada, una taza de café
A
y un tango de Gardel que le abrían el alma al poeta
Palomares.
R
La negrita Yasmira también prepara las albóndi-
TU
gas de sardinas. Primero las sancocha, después de
sacarle los huesitos; luego las mete en la licuadora
con los aliños de su preferencia. Después las saca y
C
amasa con harina de trigo para formar las bolitas. Es
importante sonreír ante las bolitas para que tengan
LE
buen gusto al terminar la cocción. Por último, siem-
pre que sirvan sardinas debe estar un limón abierto
sobre la mesa y una taza de café de cualquier tamaño
A
y color. Cuestión de secretos.
R
PA
REFRANES DE LA SARDINA
Unas viejitas
en una casita
ni comen ni beben
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39
SARDINAS DEL POETA PERUANO
ROGER SANTIVÁÑEZ
A
R
Lo que recuerdo es a mi papá
TU
abriendo una lata de sardinas italiana
Pero no recuerdo la marca
sino que eran deliciosas y a mi viejo le encantaban
C
Me enseñó a degustarlas lentamente en el desayuno
Aquellos sabores cotidianos de mi niñez piurana
LE
[inolvidables
Se me quedaron prendidos a la casa de Santa Isabel
[los domingos
A
De vino y tallarines y su sardina con su pan tolete
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[más temprano
Adónde iré a buscar esas mañanas que ya no existen
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Que nos libren de la muerte
O por lo menos del olvido
A
O tal vez como ahorita
Para escribir estos versos
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Rememorando a mi viejo y sus riquísimas sardinas.
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SOBRE LA SARDINA
(ENVIADO POR UN POETA DESPECHADO
A
SACADO DE WIKIPEDIA)
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TU
La palabra española “sardina” puede designar dife-
rentes especies de peces de la familia de los clupeidos,
estrechamente emparentado con las anchoas y los aren-
C
ques.
La sardina es un pescado azul o graso –posee casi
LE
10 gramos de grasa por cada 100 gramos de carne– y
es muy buena fuente de omega-3, que ayuda a dismi-
nuir los niveles de colesterol y de triglicéridos, además
A
de aumentar la fluidez de la sangre, lo que disminuye el
R
riesgo de aterosclerosis y trombosis. Por este motivo, es
recomendable el consumo de sardinas y otros pescados
PA
42
y suprarrenales. Por su parte, la vitamina D favorece la
absorción de calcio y su fijación al hueso, y regula el nivel
A
de calcio en la sangre.
En cuanto a los minerales, la sardina contiene fós-
R
foro, magnesio, potasio, hierro, zinc y yodo. El fósforo
TU
está presente en huesos y dientes, interviene en el siste-
ma nervioso y en la actividad muscular, y participa en
procesos de obtención de energía. El magnesio se rela-
C
ciona con el funcionamiento del intestino, los nervios y
los músculos, y además forma parte de huesos y dientes,
LE
mejora la inmunidad y posee un suave efecto laxante. El
hierro es necesario para la formación de hemoglobina,
proteína que transporta el oxígeno desde los pulmones
A
a todas las células, y su aporte adecuado previene la
R
anemia ferropénica. En cuanto al contenido en yodo de
la sardina, este es significativo, si bien abunda más en
PA
43
QUE ME OFRENDA SUS PECES
A
Si vuelvo a ti
no habrá manera de recoger mis pasos
R
no podré regresar a mi cabaña segura del bosque
TU
a salvo del deseo del jaguar y el llamado del oso
Ya no habrá juegos con seres diminutos
que dancen mientras yo reposo
C
no más jaulas cerradas donde dormir a oscuras
cobijada por besos de rutina.
Si vuelvo a ti
LE
será para danzar sobre las piedras
A
en presencia de las fieras
R
y para amar al río que me ofrendará sus peces
y sus algas
PA
AMAPOLA TORRES
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PD
44
SARDINAS AHUMADAS
A
Las sardinas crean en el paladar viciosas sensacio-
nes, su color azulado y de plata en el vientre, y la raya
R
de oro a lo largo de su cuerpo son preparados con las
TU
intenciones más propicias para crearnos el asombro
gustativo. Las sardinas danzan en la bandeja con su
crema agria, con sus pepinillos, con tomillo fresco. Y
C
se pueden parecer a los arenques.
EL ARENQUE AHUMADO
Charles Cros LE
A
R
Érase un gran muro blanco – desnudo, desnudo, desnudo,
Contra el muro una escalera – alta, alta, alta,
PA
[desnudo.
PD
45
Desciende de la escalera – alta, alta, alta,
Se la lleva con el martillo – pesado, pesado, pesado,
A
Y se va a otra parte – lejos, lejos, lejos.
R
Y desde entonces el arenque ahumado – seco, seco, seco,
TU
En la extremidad de esta cuerda – larga, larga, larga,
Lentamente se balancea – siempre, siempre, siempre.
C
He compuesto esta historia – simple, simple, simple,
Para enfurecer a la gente – seria, seria, seria.
LE
Y divertir a los muchachos – pequeños, pequeños,
[pequeños.
A
VERSIÓN DE GUSTAVO PEREIRA
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SARDINAS EN SALSA DEL ALBA
COMIDAS POR THOMAS MANN,
ÉL LAS APRECIABA COMO ARENQUES
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Ingredientes y preparación:
13 sardinas limpias y saladas
100 gramos de mantequilla
C
2 cebollas moradas pequeñas
Salvia, tomillo, unas hojas de laurel
LE
4 dientes de ajo
Perejil y hierbabuena
Pimienta
A
R
Después de limpiar las sardinas, se ponen a re-
mojar con leche. Se dejan desde las 9 de la mañana
PA
47
SI EN EFECTO NOS LA DEBE / Thomas Mann
(fragmento de Doctor Fausto)
A
Y con una objetividad que solo podía ser fingida, pero
R
con el ceño fruncido y los labios perezosos, haciéndose
TU
comprender a medias, habló de la superioridad
estética del contorno sirénico comparado con la
horcajada estructura humana y describió la lineal
C
elegancia con que las caderas del cuerpo femenino
parecen predestinadas a resolverse en las brillantes y
LE
lisas escamas de la robusta, flexible y timonera cola
sirenal. Niego que haya aquí, decía Adrián, nada de
monstruoso, como en tantas combinaciones mitológicas
A
de lo humano y lo animal. Ni siquiera podía hablarse,
R
pretendía, de ficción mitológica. La hembra marina
tiene una realidad orgánica completa y convincente.
PA
48
ENSALADA DE EMILIANO
PARA ACOMPAÑAR SARDINAS
A
R
Se ponen a hervir 3 litros de leche a fuego lento. Ya
TU
con la leche caliente se le agrega una pizca de comino
en grano, una cucharadita de cúrcuma en polvo, sal,
pimienta y uno o dos granos de cardamomo. Se deja
C
reposar y se le agrega un vaso pequeño de vinagre
blanco. Se deja enfriar, se cuela el cuajo de la leche
LE
hasta que no quede suero y se pone en un trapo, se
aprieta hasta que pierda el líquido. Se hace una bola
compacta y se deja en el refrigerador uno o dos días.
A
Se corta el queso en pequeños trozos (2x2) y se
R
pasan por harina de trigo o maicena. Se fríen hasta
que queden dorados por todos lados y se reservan. En
PA
49
trozos (pimiento rojo, si no hay el ají), tres dientes de
ajo y se revuelve. Cocinar a fuego lento por unos minu-
A
tos y agregar uno o dos tomates sin semillas, pelados y
troceados. Dejar cocinar otros minutos y si hace falta
R
poner algo más de agua para mantener húmeda la pre-
TU
paración. Cuando el tomate se vea cocido pero no por
completo se agregan las papas, se revuelve, se deja un
minuto, se agrega el queso frito, se revuelve y se deja
C
otro minuto, se apaga el fuego y se agregan entre 5 a 6
cucharadas de yogur (natural sin azúcar), se revuelve
LE
y se espolvorea con cilantro picado muy fino.
Se come con hambre y se acompaña con arroz blan-
co y cualquiera de las recetas de sardinas que están en
A
el libro.
R
Si la hacen, me avisan...
PA
LO
SO
F
PD
50
SARDINAS MARINADAS
EN MANDARINA Y PIMIENTA SECHUAN
A
EMILIANO HERNÁNDEZ-SANTANA
R
TU
Receta para una persona.
Ingredientes y preparación:
C
1 mandarina
4 sardinas medianas
LE
8 pepitas de pimienta maceradas en cocuy
2 cucharadas de aceite
Maicena
A
Sal y pimienta al gusto
R
1 tomate
½ cebolla
PA
Vinagre
Cilantro
LO
se vean crujientes.
PD
51
Para servirlo se hace un abanico con las sardinas,
que se toquen por la cola, y en medio de las sardinas
A
el tomate con la cebolla.
R
Juan Sánchez Peláez es
TU
...más alado que el monte con rocío en su talle,
más ciego que el colibrí con su candela que golpea
C
las baldosas.
LE
A
R
PA
LO
SO
F
PD
52
SARDINAS DE LA ABUELA BÁRBARA
A
Ingredientes y preparación:
R
1 kilo de sardinas limpias
TU
Orégano
Pimienta
Migas de pan
C
Culantro
Ají dulce margariteño
LE
2 limones
53
INTERLUDIO LÍRICO
A
IV
R
Cuando en tus ojos me miro,
TU
Se apagan todos mis gemidos.
Pero cuando tus labios beso,
Sano enteramente me siento.
C
Cuando me apoyo en tu pecho,
LE
Llega hasta mí un gozo del Cielo.
Pero cuando me dices “Te amo”…
Sé que tendré un llanto amargo.
A
HEINRICH HEINE
R
(traducción: Miguel Covarrubias)
PA
LO
SO
F
PD
54
SARDINAS CON QUESO DE CABRA,
DE MI HIJO LUIS FELIPE
A
R
Este plato lo preparaba su abuelo Luis Felipe Ramón
TU
y Rivera, cuando investigaba sobre las culturas popu-
lares en los Andes venezolanos.
Como buen andino lo comía todas las mañanas con
C
una pizca andina y arepa de harina rellena con queso
de cabra.
Ingredientes y preparación:
13 sardinas naturales LE
A
¼ de kilo de queso de cabra
R
Mantequilla
Albahaca y nuez moscada
PA
Pimienta de cayena
En la noche canta
F
55
Brisas del Torbes
verdes colinas, dulce vivir. (bis)
A
Soy de los Andes,
soy todo corazón,
R
soy como el ruiseñor
TU
que canta y es feliz.
Yo no me voy de aquí
la montaña es mi flor
C
y flores como estas grandes
solo hay aquí
LE
y flores como estas grandes
solo hay aquí. (bis)
A
R
PA
LO
SO
F
PD
56
SARDINAS DE CHUITO, EL HIJO
DE AGUSTINA, DEL VALLE DE PEDRO
GONZÁLEZ, EN LA ISLA DE MARGARITA
A
R
TU
Chuito es un cultivador de mejillones de la isla de
Cubagua. Y él manifiesta que a la sardina la llaman
blue-jean porque combina con todo, combina con el
C
plátano, con la yuca, hacen ensaladas, hacen empana-
das, hacen arepas, la hacen guisada, sancochada; es la
LE
más popular, la preparan a la orilla de la playa, ponen
tres piedras con fuego y encima una plancha de zinc y
acuestan las sardinas a la plancha. Esta es la más po-
A
pular. Desde marzo están sacando sardinas, las sacan
R
en la playa de Manzanillo y las desembarcan en la pla-
ya de Zaragoza en el Valle de Pedro González, y hacen
PA
VUELVE, MUJER
Vuelve, vuelve, mujer
que te estoy esperando
SO
Porque es mi corazón
F
el que desesperado
PD
espera volver
a tener a su lado
ese cuerpo preciado
de tan bella mujer.
57
Hoy te sigo esperando, mujer
hoy te sigo extrañando
A
hoy te sigo esperando, mujer
hoy te sigo extrañando.
R
TU
Porque es mi corazón
el que desesperado
espera volver
C
a tener a su lado
ese cuerpo preciado
LE
de tan bella mujer. A
R
PA
LO
SO
F
PD
58
SARDINAS PARA ENAMORAR
AL MARIDO DE MERY CONTRERAS
Y QUE ÉL LA LLENE DE SARDINITAS
A
R
TU
Estas sardinas las prepara Mery cuando quiere ha-
cerle el amor a su marido en las tardes de luna llena.
C
Ingredientes y preparación:
17 sardinas limpias y sin escamas
LE
1 cebolla morada grande
1 pimentón amarillo
½ pimentón rojo
A
2 tomates margariteños
R
Ají dulce y picante
2 dientes de ajo
PA
1 cebollín
Paprika
Sal
LO
Pimienta al gusto
1 cucharadita de curry
Aceite
SO
Tomillo
59
PIEDRA DE MAR
FR ANCISCO MASSIANI
A
(fragmento)
R
TU
Estoy cansado. Cansadísimo. Pero me da miedo de-
jar la cama. Quizás escriba un cuento que pensé hoy,
cuando estaba en el café y no llegaba Flautín: se trata
C
de un muchacho que espera a la novia con un regalo.
Es el cumpleaños de la novia y el muchacho le compra
LE
un pollito. Se dice: “Je-je. Tú nunca pensaste que te
regalaría un pollito”. Y fuma. Por fin, como a las tres
horas, al ver que la novia no aparece por ninguna par-
A
te, agarra el pollito, lo estrangula, y el mozo encuentra
R
el cadáver con una servilleta donde se lee el nombre
de la muchacha cortado por una equis gigante.
PA
60
SOBRE SALVAJES
Gustavo Pereira
A
Los pemones de la Gran Sabana llaman al rocío
R
Chiriké Yetakú, que significa Saliva de las estrellas; a
TU
las lágrimas, Enú Parupué, que quiere decir Guarapo
de los ojos, y al corazón, Yewám Enapué: Semilla
del vientre. Los waraos del delta del Orinoco dicen
C
Mejokoji (el Sol del pecho) para nombrar al alma. Para
decir amigo dicen Ma Jokaraisa: Mi otro corazón. Y
LE
para decir olvidar dicen Emonikitane, que quiere decir
perdonar.
A
Los muy tontos no saben lo que dicen
R
Para decir tierra dicen madre
Para decir madre dicen ternura
PA
61
EREMUKS O CANTARES DE LA CULTURA PEMÓN
Gustavo Pereira
A
Toronkán daí
R
Toronkán daí
TU
Chintö tesán
Etek n-epuná-san
Sané
C
Sané
U-n-apömasán yamó
LE
Sörö-warö
Kapüí viyú yaí to etöpö
Sórö daú.
A
R
Toronkán daí
PA
Ciertamente
A la verdad
Esos son llamados por mí
SO
Ahora
Se fueron con la luz de la luna
En este día.
F
Koré-kaí
PD
Koré-kaí
Ad-apurö daí tanno pe
Koré-kaí
e-kaicharenkón iná man
Koré-kaí
E’pötö pok iná man
62
¿Ö-ünnüsé pokoí-pe au chi?
Koré-kaí
A
De verdad
R
Te amo mucho
TU
De verdad
Somos iguales uno al otro
De verdad
C
Nos queremos
¿Por qué estás triste?
Murumurutá yenú-kan
Murumurutá yenú-kan LE
A
ö-pök iná ichí.
R
Murumurutá yenú-kan
PA
63
DOS RECETAS DE SARDINAS
DEL RECETARIO DE RUBÉN SANTIAGO
LA VUELTA A LA ISLA EN 8O PLATOS
A
R
TU
CROQUETAS DE SARDINA
DE MARÍA ALEJANDRA
C
Ingredientes y preparación:
Filetes de sardina
LE
Ají dulce margariteño
Ajo, sal, pimienta y mostaza
Huevo
A
Harina de trigo
R
64
SARDINAS EN ESCABECHE
DE RAMONITA NARVÁEZ
A
Ingredientes y preparación:
R
Filetes de sardina
TU
Harina y mostaza
Perejil, sal y cerveza
Aceite onotado y vinagre
C
Ají dulce margariteño
Pimentón, ajo y cebolla
LE
Se toman unos filetes de sardina bien limpios, se
adoban al gusto y se dejan reposar. Aparte se prepara
A
una pasta con harina, mostaza, perejil picado, sal y un
R
poco de cerveza. Por esta pasta que debe quedar espe-
sa, se pasan los filetes y se fríen en el aceite caliente
PA
queñas.
En este sofrito se colocan los filetes de sardinas
haciendo camadas. Se deja reposar.
SO
F
PD
65
LA IDEA FIJA
A
Te traigo una pequeña alga que se revolvía
en la espuma del mar, y este peine.
R
Pero tus cabellos están mejor trenzados
TU
que las nubes con el viento con los rubores celestes
y están de tal manera estremecidos de vida y de sollozos
que al retorcerse a veces entre mis manos
C
mueren junto a las olas y los arrecifes de la orilla
con tanta abundancia que hará falta mucho tiempo
LE
para ya no esperar los perfumes y su huida
con la noche durante la que este peine marca sin moverse
las estrellas sepultadas en su rápido y sedoso curso
A
atravesado por mis dedos que solicitan aún a su raíz
R
la caricia húmeda de un mar más peligroso
que aquel donde esta alga fue recogida
PA
66
allá se acabaron las rosas y las esmeraldas
las piedras preciosas y las flores
A
La tierra se desmorona y se estrella
con el ruido de una plancha sobre el nácar
R
pero tus cabellos tan bien trenzados
TU
tienen la forma de una mano.
ROBERT DESNOS
(Versión de Jorge Fernández)
C
LE
A
R
PA
LO
SO
F
PD
67
SARDINADA DEL CREADOR CATALÁN
SALVADOR RODÉS
A
R
No pierdan nunca el control fascinados por la
TU
calidad de las sardinas. No coman cada día, ni
abusen de la frecuencia, tengan un poco de calma.
Procuren alternarlas, pongan un poco de aire en
C
la parrilla, si no lo hacen se fatigarán y acabarán
por aborrecerlas, debido a un exceso de felicidad.
LE
Ya lo decían los antiguos: De nada demasiado…
La vieja frase griega aplicada a la cocina y a
todas las cosas de la vida, proyecta sabiduría,
A
prudencia, equilibro y ecuanimidad. Es un buen
R
programa para vivir
como Dios manda y como la salud exige. Todo esto
PA
SARDINES A LA PEDRA
SO
68
también cultivadores de aceitunas y hortelanos de
una tierra áspera que se aboca a la inmensidad del
A
mar, llena de frutos del secano.
La abuela Lucía, una mañana a principios de vera-
R
no, nos invitó a una excursión con sardinada. Cuando
TU
nos recogió en el pueblo para iniciar la excursión, se
presentó con un fardo, donde luego vimos que llevaba
envueltas en paño un montón de sardinas y bien fres-
C
cas, pues las habían pescado de madrugada sus hijos
pescadores. También se había apañado con unos ajos
LE
y un par de limones. Después de una buena cami-
nata entre almendros, encinas y olivos, subiendo y
bajando por los desniveles de aquellos montes peque-
A
ños pero escabrosos, llegamos a una casita de campo.
R
Rodeada de árboles y entre el sonido persistente de
las chicharras o langostas que en verano mudan su
PA
69
piedra plana de pizarra y esperó a que se calentara
lo suficiente para que se hicieran las sardinas. Antes
A
empañó con aceite la piedra de pizarra y dispuso sua-
vemente encima las sardinas. Espolvoreó un poco de
R
sal gruesa y a los tres minutos les dio vuelta y echó
TU
entonces un poco de las hierbas y un chorrito de acei-
te de oliva o aceite vegetal. Pasados otros tres minu-
tos, las sirvió en los platos de aluminio y empezamos
C
a disfrutarlas. A registrar los gustos y aromas que
iban descubriendo los sabores de la delicada carne de
LE
las sardinas.
Ningún plato, ninguna cocina pese a su exquisitez
o riqueza de sabores, puede equipararse a un plato de
A
sardinas así cocinado.
R
Como colofón a la comida, la abuela Lucía senten-
ció:
PA
SARDINES A LA PEDRA
SO
70
Ingredientes: (para tres personas)
Dos docenas de sardinas frescas
A
Un diente de ajo
Un poco de tomillo y romero
R
Unas gotas de limón al servir el plato.
TU
C
LE
A
R
PA
LO
SO
F
PD
71
SARDINAS CON ENSALADA
DE NARANJAS PARA MON AMOUR
A
R
...En el patio de mi casa altas palmeras
TU
sonaban sus anchos abanicos
y los naranjos oscuros
guardaban sus frutos de oro...
C
VICENTE GERBASI
Ingredientes y preparación:
8 sardinas limpias
2 manojos entre: acelgas, lechuga romana,
F
ajoporro
4 pepinos
4 naranjas
Aceite de oliva o aceite vegetal
Estragón
Pimienta blanca
72
Se cortan en pedazos pequeños los dos manojos
de corazones verdes y los pepinos en ruedas finas. Se
A
mezclan suavemente con una cuchara de madera. Se
alegra con un poco de aceite de oliva o aceite vegetal
R
y se incorporan los gajos de las naranjas, sin las semi-
TU
llas. Luego el estragón y la pimienta blanca. Un toque
de vinagre de uva blanca. Y se agregan las sardinas
cortadas en trocitos.
C
LE
A
R
PA
LO
SO
F
PD
73
NARANJAS RELLENAS DE SARDINAS
CON YOGUR
A
(tercera versión)
R
TU
Ingredientes y preparación:
3 naranjas
400 gramos de sardinas
C
Aceite de maíz y aceite de oliva o aceite vegetal
1 ½ cebolla y 3 tiras de cebollín
LE
Pimienta negra, paprika y curry
Vino blanco
2 cucharadas de soya
A
100 gramos de yogur natural
R
Comino (muy poco)
Albahaca natural
PA
74
Aparte, revolver bien el yogur natural con un po-
co de comino.
A
Verter sobre las naranjas las sardinas preparadas.
Luego, sobre las sardinas, colocar el yogur y agre-
R
gar un rocío de albahaca natural, muy menudita, que
TU
se deje caer como lluvia de oro.
C
Y pulpo con albahaca. Y si la quiere con atún natural,
con trocitos de aceitunas negras, orégano, aceite de
LE
oliva o aceite vegetal, como le gustaba a San Francisco
D’Jesús.
A
R
PA
LO
SO
F
PD
75
EL ENTIERRO DE LA SARDINA
EN SALSA PAGANA DE AJO
DE MÓNICA PISCITELLI
A
R
TU
Tome 6 sardinas frescas, mutile sus extremidades,
ábralas por la mitad y límpielas muy bien. Sazónelas
sutilmente a su gusto mientras recita el poema, un
C
fragmento, de “Los Amorosos” de Jaime Sabines:
LE
Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
A
Nadie ha de resignarse.
R
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.
PA
76
las sardinas en esta salsa, asegúrese de que no quede
un pedazo de su cuerpo que no sea penetrado por ella.
A
Deje macerar en la nevera.
Mientras tanto prepare un puré de papas y colo-
R
que una capa de aproximadamente 1 cm. En una ca-
TU
zuela de barro alargada y previamente enharinada,
entierre ligeramente las 6 difuntas encima de esta
capa y rocíeles por última vez el resto de salsa, tápe-
C
las con una capa más fina del puré de papas y encima
de esta 6 tiras de pimentón rojo y 6 puntos de mante-
LE
quilla, rocíe con aceite de oliva o aceite vegetal y oré-
gano fresco, puede también añadir aceitunas negras
picadas en rodajas.
A
Meta al horno por 30 minutos aproximadamente.
R
Este plato se sirve rodeado de las cabezas de sar-
dinas previamente sancochadas y encima de hojas de
PA
lechuga.
Asegúrese de que sea luna nueva.
Cada comensal deberá estar vestido de manera co-
LO
de limón.
F
PD
77
RAYUELA
JULIO CORTÁZAR
A
(fragmento)
R
TU
“Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca,
voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si
por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta
C
cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar,
hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que
LE
mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegi-
da entre todas, con soberana libertad elegida por mí
para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un
A
azar que no busco comprender coincide exactamen-
R
te con tu boca que sonríe por debajo de la que mi
mano te dibuja. Me miras, de cerca me miras, cada
PA
78
BOLAS DE SARDINAS,
DE MARUJA CARRILLO
A
R
Ingredientes y preparación:
TU
1 lata grande de sardinas
½ kilo de papas
Alcaparras
C
Huevos y harina
Salsa de tomate
LE
Las papas se cocinan peladas, se trituran muy
bien, se les añaden las sardinas bien desmenuzadas
A
con su salsa y las alcaparras, haciendo con esto unas
R
bolas. Se baten los huevos con un poquito de harina,
se mojan las bolas con esta mezcla y se fríen en man-
PA
79
PAJARITO QUE VENÍS TAN CANSADO
Ramón Palomares
A
Pajarito que venís tan cansado
R
y que te arrecostás en la piedra a beber
TU
Decíme. ¿No sos Polimnia?
Toda la tarde estuvo mirándome desde No sé dónde
Toda la tarde
C
Y ahora que te veo caigo en cuenta
Venís a consolarme
LE
Vos que siempre estuviste para consolar
Te figurás ahora un pájaro
Ah pájaro esponjadito
A
Mansamente en la piedra y por la yerbita te acercás
R
–“Yo soy Polimnia”
Y con razón que una luz de resucitados ha caído aquí
PA
[mismo.
Polimnia riéndote
Polimnia echándome la bendición
LO
–Corazón purísimo.
Pajarito que llegas del cielo
Figuración de un alma
SO
80
SARDINAS CON ALBAHACA Y TOMATE EN
ASPIC (GELATINA), DE CATALINA PASTOR
EN LAS AMANECIDAS
A
DE VÍCTOR VALERA MORA
R
TU
En todo caso sería mucho más útil pensar en lo de
la albahaca y los tomates, y los ríos grandes que atra-
C
vesamos llenos de lluvia y de barcos misteriosos que
pueden chocarnos, antes que andar en este plan todo
LE
el tiempo, riéndonos de los pájaros que de la madruga-
da salen. También es mejor ver los árboles de nísperos
donde duermen los murciélagos.
A
Víctor Valera Mora en Amanecí de bala, nos lo dice
R
en su poema “Masseratti 3 litros”: “... debemos ahondar
para seguir / no olviden cruzo el laberinto a seiscientos
PA
81
en el infierno, de tanta violencia y tanta locura en la
ciudad. El Chino Valera Mora sigue: “En este país hu-
A
millado al extremo / Donde me ofendo a pedrada limpia
/ Donde arranco tasajos a la vida / En este país donde
R
suceden más poetas / que kilómetros cuadrados / Donde
TU
soy el que orina fuera / de la bacinilla de las fulguracio-
nes / donde tengo destino / En este país donde me iré /
Donde me borraré para siempre / Donde seré olvidado al
C
día siguiente / porque sigo con estos benditos versos / En
este país donde a nadie permitiré / prolongar mi nombre
LE
/ no importa cuáles sean los presagios del cielo / Donde
al biógrafo que me toca le señalaré / con el dedo índice
y le gritaré / váyase a la otra paila donde se consume la
A
historia / y póngase a menear el esqueleto junto con ella
R
/ Habrase visto / Donde sin embargo vorazmente / me
celebro bajo la tierra / En este país donde siempre fui un
PA
82
SARDINAS CON ALBAHACA Y TOMATE EN ASPIC
A
Ingredientes y preparación:
R
Una gelatina con una textura suave y de un sa-
TU
bor delicado. Se prepara un día antes, y se guarda
en la nevera para vaciarla del molde justo antes
de servir. Se acompaña con rebanadas finas de ja-
C
món y una ensalada verde y panes calientes
12 sardinas limpias
LE
2 pintas de jugo de tomate
1 taza de mayonesa
3 cucharadas medianas de gelatina sin sabor
A
½ taza de cebollas moradas
R
3 cucharadas grandes de azúcar mascabado
2 cucharadas medianas de albahaca
PA
83
APABULLO DE HONGOS CON LECHUGA
ROMANA DEGUSTADO POR LA AMADA
A
R
El tiempo es todo y es la parte. Es donde la memo-
TU
ria acusa la medida del inconsciente, se tensa el arco,
la mano posee la intensidad, el carácter de las fuer-
zas, por medio de la chispita de luz contamino la al-
C
ternativa de mis fantasmas, consagro la imaginación,
la flexibilidad de las insinuaciones, el exceso de imá-
LE
genes excelentes. Inimaginables ríos dedicados a la
libre naturaleza, chispazos. Presuroso mito del paisa-
je. Presencia en varios términos, diferentes viajes, los
A
juegos de palabras dedicados a la animalidad, idea que
R
de junto a la distancia brota el tiempo, y despierto en
un clima bello, absoluto, captado y visto en lo esencial,
PA
84
peligro de ese sentimiento mal habido en la naturaleza
del delirio. La certidumbre es el juego de las fatalida-
A
des, insoluble. Y se dispone a descender a él (ella) como
lo exigen las palabras de Cioran”: “Si se busca un destino,
R
no lo encontrará más que en la ruina de todo lo que fue su
TU
razón de ser”. El ser es un escondite de la imaginación,
lo que comporta la debilidad, la apariencia, síntesis del
amor imposible.
C
Y en torno a la palabra apareció en una libreta:
“Los que esfuerzan en lograr una sinceridad absoluta, lle-
LE
gan al conocimiento de Sócrates en dominio del saber, su
mayor sinceridad reside en la conciencia de su falsedad”.
La vida se esfuma, la colina se aleja. El espacio es una
A
ilusión, es ternura, vigilia, sueños en medio del bos-
R
que, simple, así de simple. El mundo está poblado de
aves. Me ejercito en las sábanas lavadas colgadas en
PA
85
en el estante de las sorpresas. Elocuencia temeraria,
capaz de transformar el rojo de sus mejillas, me rega-
A
la el condimento.
El sabor del amor, y más nada. Es la ruta a la ar-
R
bitrariedad.
TU
El sabor duerme y se despierta.
Al lado la presencia constante.
La visión, lógica espontánea. Locura interior, lo
C
que permite volcar la poética, la pasión y el corazón,
ligarlos a la mano del arco, donde el armónico nota la
LE
fuerza de los deseos.
86
POSESIÓN DEL AYER
Jorge Luis Borges
A
Sé que he perdido tantas cosas que no podría contar-
R
las y que esas perdiciones, ahora, son lo que es mío.
TU
Sé que he perdido el amarillo y el negro y pienso en
esos imposibles colores como no piensan los que ven.
Mi padre ha muerto y está siempre a mi lado. Cuando
C
quiero escandir versos de Swinburne, lo hago, me di-
cen, con su voz. Solo el que ha muerto es nuestro, solo
LE
es nuestro lo que perdimos. llión fue, pero llión per-
dura en el hexámetro que la plañe. Israel fue cuando
era una antigua nostalgia. Todo poema, con el tiem-
A
po, es una elegía. Nuestras son las mujeres que nos
R
dejaron, ya no sujetos a la víspera, que es zozobra, y
a las alarmas y terrores de la esperanza. No hay otros
PA
87
PREPARACIÓN DE HONGOS
CON LECHUGA ROMANA
COMO LE GUSTA A LA POETA
A
R
TU
Se pone una música de Thelonious Monk, se es-
cucha el piano por un rato, y se le dice a una dama
que tenga una copa con cerveza oscura en la mano
C
que corte los hongos finitos y la lechuga romana res-
plandeciente descenderá a la divinidad de lo menudo.
LE
Cambia la música por Klaus Nomi, y decide quitarla
rápidamente. Y se puede escuchar Taboga, y otras
por Margarita Cueto y Juan Arvizu. Se unen la lechu-
A
ga romana y los hongos frescos finitos. Se dividen y
R
se ponen en ensaladeras distintas. Se dejan así por
un rato. Y se recuerdan algunos fragmentos de Las
PA
concentrada
en el tiro, más que ella misma...
...En verdad, resulta extraño no habitar más en la tierra,
no seguir las costumbres apenas aprendidas,
F
88
A la otra un yogur natural. Eso es todo.
Estas ensaladas pueden estar acompañadas de pe-
A
chugas de pollo con célery, pimentones rojos y soya,
también chuletas ahumadas con salsa de guayaba y
R
mostaza natural. Y de un arroz con hojas de albahaca.
TU
Al comer estos platos ponga un concierto de Mozart
de oboe.
Y para ser más contemporáneo a la poeta amada
C
prepárele unas sardinas limpias condimentadas con
sal y pimienta, las pone a la plancha hasta que sienta
LE
el dorado de su corazón. Las agrega a la ensalada y
sentirá que la pasión le arropará la ternura.
A
R
PA
LO
SO
F
PD
89
MOJITO DE SARDINA
AL ESTILO TRUJILLANO,
DE XIOMARA HERNÁNDEZ DE PEÑA
A
R
TU
Ingredientes y preparación:
Ajo, cilantro, ajo porro, cebollino, ají dulce y unas
hojitas de culantro que le dan un especial sabor an-
C
dino, una pizca de comino, sal al gusto, una cucha-
radita de mostaza y una cucharadita de zumo de
LE
limón.
picante trujillano.
LO
SO
F
PD
90
PASTEL DE PAPAS CON SARDINA
A
Ingredientes y preparación:
R
Papas cocidas en ruedas, se prepara una crema be-
TU
chamel (harina, mantequilla, leche y cúrcuma); aparte
se prepara una salsa con tomate, ajo porro, cebollín y
se le agrega una lata de sardinas. Todo esto se prepara
C
como un pastel y al final queso mozarella. Se preca-
lienta el horno, luego al pírex se le colocan mantequi-
LE
lla, las papas cocidas, crema bechamel y la salsa ya
previamente preparada con todos los ingredientes y la
sardina al final, de nuevo las papas y queso mozarella
A
y se deja 30 minutos en el horno... rico pastel.
R
PA
91
SARDINAS A LA SAL,
DE BLANQUITA QUEVEDO
A
R
Ingredientes y preparación:
TU
8 sardinas frescas grandes
Sal marina
C
Se limpian las sardinas, se les quitan las tripas y
cabeza, se lavan y secan con un paño de cocina, se
LE
pueden aderezar con limón. En una fuente de cris-
tal o bandeja de horno se coloca una camada de sal
marina, hojas de tomillo y encima las sardinas, se
A
cubren con sal marina y al horno unos 12 o 15 mi-
R
nutos. Luego se retira la sal y las sardinas enteras se
presentan en un plato listas para comer.
PA
¡Buen provecho!
EL TARANTÍN DE LUCÍA
LO
92
SARDINAS EN ESCABECHE
PREPARADAS POR
BLANCA HERNÁNDEZ-D’JESÚS
A
R
TU
Lomos de sardina, vinagre, perejil, ajo.
Lavamos los lomos de sardina con agua bien fría,
los secamos, se colocan en un recipiente y les pone-
C
mos el vinagre blanco. Por tres días deben estar en
la nevera. Una vez que ya los lomos estén blancos, se
LE
les tira todo el vinagre. Los lomos se colocan en otro
envase limpio y seco porque haremos capas, se pica
perejil rizado sin tallo, solo las flores bien picadas y
A
aceite de oliva extravirgen o aceite vegetal.
R
Entonces colocamos los lomos de sardinas bien
extendidos, la parte blanca hacia arriba y les coloca-
PA
93
SARDINAS AL HORNO,
DE BLANCA MARGARITA
A
R
Ingredientes y preparación:
TU
Sardinas, tomate, cebolla roja, orégano, patatas. Se
limpian las sardinas, se les quitan las tripas y cabeza.
Machacamos los ajos con sal al gusto, adobamos las
C
sardinas. En una fuente de horno colocamos aceite de
oliva virgen o aceite vegetal, luego las sardinas, toma-
LE
tes cortados en cuatro partes; las patatas las cocemos
un poco y luego las cortamos en cuatro, las coloca-
mos en la fuente, luego el orégano en hojas silvestres,
A
el zumo de dos limones o chorro de vinagre, un poco
R
de vino y al horno a 180 grados por 30 minutos.
Es exquisito.
PA
94
TRES RECETAS DE JOSÉ CESARINO
A
PARRILLA DE SARDINAS A LA JESUSÍN
R
TU
Sardinas enteras frescas sin escamar, cantidad de
acuerdo con el número de invitados. Prepare en reci-
piente salmuera con sal marina, limón, orégano, ro-
C
mero, comino y lo que tenga a mano, déjelas macerar
en la nevera por 2 días mínimo, la salmuera debe cu-
LE
brir las sardinas.
Encienda su carbón, preferiblemente al aire libre,
hasta que esté rojo, rojito. Sardinas a la parrilla, asar
A
por ambas caras 1 minuto, límpielas con cuchillo, de-
R
gústelas y agradezca en la eternidad al recordado ami-
go Jesús Vázquez.
PA
dor que les quite cabeza, las limpie y las tasajee varias
veces. Consiga plátano pintón, píquelo por la mitad y
haga patacón. Salpimiente las sardinas, abra todas las
ventanas, vea bien los azules del mar, abra también la
F
95
SARDINAS ESPERANZA
A
Filetes de sardinas limpios. Salpimiente. En un
recipiente refractario, organice las sardinas, cúbralas
R
con jugo de naranjas, 2 hojas de laurel y al horno por
TU
20 minutos.
C
LE
A
R
PA
LO
SO
F
PD
96
EL OLOR Y LA MIRADA
César Moro
A
El olor fino solitario de tus axilas.
R
TU
Un hacinamiento de coronas de paja y heno fresco
cortado con dedos y asfodelos y piel fresca y galopes
lejanos como perlas.
C
Tu olor de cabellera bajo el agua azul con peces ne-
LE
gros y estrellas de mar y estrellas de cielo bajo la
nieve incalculable de tu mirada.
A
Tu mirada de holoturia de ballena de pedernal de
R
lluvia de diarios de suicidas húmedos los ojos de tu
mirada de pie de madrépora.
PA
97
Todo es, se es hombre de mujer, mujer de hombre,
A
ventolera de Dios:
ánimula vágula blándula, mortala de mortal, útero de
R
la Tierra,
TU
atánatos espérmatos se es, mariposa y sangre para
hilar el pez del que vinimos viniendo.
-Sigue tú:
C
el Tao eres tú.
LE
GONZALO ROJAS
A
R
PA
LO
SO
F
PD
98
RECETAS DE SARDINAS DEL LIBRO
EL ARTE DE PREPARAR LAS SARDINAS,
PUBLICADO HACE MÁS DE 30 AÑOS
A
R
TU
El arte de preparar las sardinas. Riquísimos platos
al más bajo costo, editado por Eddie Rojas, produc-
ción de Gallo, Grupo Editor Interarte.
C
En la presentación dice:
LE
De todos los peces estudiados por científicos y médi-
cos de Medicina Experimental de la UCV, se determinó
que la sardina es la más rica en ácidos grasos polisa-
A
turados, que es una grasa protectora que actúa contra
R
las enfermedades cardiovasculares. Este descubrimiento
lo realizaron científicos americanos y europeos, quienes
PA
99
la serie N3”. Este componente se halla en casi todos los
peces que tenemos en el mar Caribe, unos con mayor
A
concentración que otros, por lo que es más provechoso
consumir los que tienen mayor cantidad de grasa.
R
Investigadores venezolanos del Instituto de Medicina
TU
Experimental (UCV), han determinado que la grasa de
los peces que se obtienen en nuestras costas es benefi-
ciosa para combatir las trombosis y las enfermedades
C
cardiovasculares en general, grasa que también tiene un
alto poder para disminuir los triglicéridos y el colesterol
LE
(grasa en la sangre).
Entre los peces de nuestras costas, el que contiene el
más alto grado de grasa es la sardina, siguiéndole en
A
orden el atún, la caballa, el bonito y el corocoro. El pargo
R
y el mero contienen la más baja concentración de grasas,
además de ser los más caros del mercado.
PA
100
contienen mayor cantidad de esta beneficiosa grasa. Lo
mejor de esta recomendación es que los peces más ricos
A
en ácidos grasos polisaturados tienen un precio bastante
asequible para el público y están muy lejos de la especu-
R
lación que impera en este país…
TU
Hoy presentamos en Sardinas para comerte mejor,
una pequeña selección de estas ricas sardinas vene-
C
zolanas:
PAN DE SARDINAS
LE
A
Ingredientes:
R
6 papas medianas, una lata de sardinas en aceite,
3 cucharadas colmadas de mantequilla, el zumo de
PA
Preparación:
Hacer un puré con las papas bien espeso. Agregarle
SO
101
SARDINAS ESCABECHADAS
A
Ingredientes:
Un kilo de sardinas, vinagre, orégano, pimiento mo-
R
lido, perejil picadito, ajo, sal, aceite, harina y limón.
TU
Preparación:
Se les quita la cabeza y se limpian bien las sardi-
C
nas. Se fríen en aceite caliente y se colocan en un
recipiente. Se les echa un vaso de vinagre, un poco de
LE
orégano, una cucharada de pimiento molido, perejil,
ajo y sal. Se dejan las sardinas remojando en este pre-
parado durante 3 horas. Seguidamente se calientan 2
A
cucharadas de harina, revolviendo constantemente,
R
y por último una taza del preparado hecho anterior-
mente. Se deja hervir y se retira la salsa del fuego.
PA
SARDINAS DORADAS
SO
Ingredientes:
½ kilo de sardinas (sin espinas), 2 papas grandes,
3 huevos, aceite, pimienta y sal.
F
PD
Preparación:
Partir las sardinas en dos mitades a lo largo. Cortar
las papas en cuadritos. Se pone aceite en una sartén y
se fríen las sardinas. Una vez fritas, se sacan y se fríen
las papas, se sacan y se retira parte del aceite. Juntamos
las papas y las sardinas en la sartén nuevamente, se
102
añade el huevo, removiendo todo hasta formar una
especie de rovoltillo. Se le pone un poco de pimienta
A
negra y listo.
R
TU
SARDINAS A LA CARUPANERA
Ingredientes:
C
12 sardinas grandes, 2 dientes de ajo, 1 taza de pan
rallado, 1 pimiento morrón cortado en tiras, almen-
LE
dras picaditas, leche, perejil, sal y pimienta.
Preparación:
A
Se limpian las sardinas, se les quita la cabeza y se
R
abren y quitan las espinas. Se prepara el ajo macha-
cado y el perejil, se remoja el pan rallado en un po-
PA
SARDINAS EN ESCABECHE
F
PD
Ingredientes:
Sardinas, harina, sal, ajos, vinagre y aceite.
Preparación:
Se limpian las sardinas quitándoles la cabeza y las tri-
pas. Se les echa la sal, se untan con harina y se fríen en el
103
aceite; a medio freír se les echa ajos picados y ½ taza de
vinagre, se dejan un poco en el fuego y ya están listas. Se
A
pueden comer a gusto del consumidor, frías o calientes.
R
TU
VOLCÁNICA VENUS
David Herbert Lawrence
C
¿Qué ha pasado en el mundo?
Las mujeres son como pequeños volcanes,
LE
todos más o menos en erupción.
SARDINAS AL HORNO
SO
Ingredientes:
Una docena de sardinas grandes, 4 dientes de ajo
picaditos, 1 taza de pan rallado, 4 limones, perejil,
F
aceite y sal.
PD
Preparación:
Se limpian las sardinas, se les quita la espina y
se lavan. Se sazonan con sal y el zumo de 2 limones.
Se untan con aceite; se espolvorean con perejil y ajo
picadito y se rocían con un poco de aceite. Se meten
104
en el horno hasta que el pan esté tostado y se sirven
en una fuente con rodajas de limón.
A
R
SARDINAS CON SALSA DE TOMATE
TU
Ingredientes:
Sardinas, lechuga, pepinillos, aceitunas deshuesa-
C
das, salsa de tomate y sal.
LE
Preparación:
Se limpian las sardinas quitándoles la cabeza, las tri-
pas y las espinas. Se abren por la mitad, se sazonan con
A
sal y se colocan sobre el fuego en una parrilla. Cuando
R
estén asadas, se les quita la piel, se colocan en una fuen-
te con lechuga, pepinillos y aceitunas deshuesadas, y
PA
SARDINAS RELLENAS
Ingredientes:
SO
Preparación:
F
105
SARDINAS AL VINO
A
Ingredientes:
1 kilo de sardinas, ½ kilo de almejas, 1 pimentón
R
rojo, 1 cebolla, 4 dientes de ajo, 4 huevos cocidos, ½
TU
taza de vino seco, aceite, harina y sal.
Preparación:
C
Se limpian las sardinas, se rebozan en harina y
se fríen en aceite hasta que estén doradas. Aparte se
LE
fríen la cebolla y el ajo picados y cuando estén do-
rados se añaden las almejas, rehogándose todo bien
hasta que se abran. Se le añade el vino seco y se echa
A
en una olla donde previamente se han colocado las
R
sardinas. Se pone al fuego, se le añade media taza de
agua, el pimentón en tiritas y los huevos duros cor-
PA
Ingredientes:
1 docena de sardinas, ½ docena de huevos duros, 2
huevos crudos, especias, aceite, vinagre, azafrán,
harina, limón y sal.
F
PD
Preparación:
Las sardinas se limpian, se les quita espinas y ca-
beza y se abren por la mitad. Los huevos duros se po-
nen es un mortero y se deshacen, se sazonan con sal
y especias y se añaden a los huevos crudos. De este re-
lleno se pone un poco en cada sardina, se cierran, se
106
rebozan en harina y se fríen en aceite muy caliente.
Una vez fritas, se prepara un escabeche con vinagre,
A
especias, agua y un poquito de azafrán. Se colocan
las sardinas en un recipiente con rodajitas de limón y
R
se les agrega por encima el escabeche. Se conservan
TU
frías.
C
SARDINAS FRITAS CON ESPINACAS
LE
Ingredientes:
Sardinas, un paquete de espinacas, 2 huevos, pan
rallado, queso amarillo rallado, aceite, vino blan-
A
co, perejil, sal, pimienta y 2 limones.
R
Preparación:
PA
107
SARDINAS AL CHORIZO
A
Ingredientes
½ kilo de sardinas, 5 dientes de ajo, 1 chorizo pe-
R
queño, aceitunas, vino blanco y sal.
TU
Preparación:
Las sardinas se limpian sin quitarles las espinas.
En una sartén con aceite se fríen los ajos cortados en
C
rodajitas y el chorizo picado. Se añaden las sardinas,
sazonadas con un poquito de sal y se dejan a fuego
LE
lento durante 10 minutos. Al retirarlas del fuego se
les echa un chorrito de vino blanco.
A
R
SARDINAS CON ESCAROLA
PA
Ingredientes:
1 kilo de sardinas, 100 gramos de jamón, 4 huevos
duros, 1 tomate, ½ cebolla, harina, huevo batido,
LO
Preparación:
SO
108
ENSALADA DE SARDINA
CON PALMITO Y ESPÁRRAGOS
A
Ingredientes:
R
2 latas de sardinas en aceite, 2 cebollas, 1 pimen-
TU
tón, 1 lata de palmitos y otra de espárragos, vina-
gre, sal y 2 limones.
C
Preparación:
Se limpian las sardinas quitándoles el espinazo y
LE
las escamas, se colocan en un plato llano en todo el
centro, adornándolo con aros de cebolla alrededor,
luego colocarle los palmitos y los espárragos adornan-
A
do en forma circular. Agregarle vinagre y sal al gusto
R
y exprimir los limones sobre esta rica ensalada.
PA
EMPANADAS DE SARDINAS
LO
Ingredientes:
3 cebollas, 1 tomate, 3 huevos duros, ½ kilo de ha-
rina de trigo, ají, pimienta, orégano y sal.
SO
Preparación:
Se fríen en aceite las cebollas cortadas y el ají, se
le agrega un tomate picado, se sazona con pimienta,
F
109
pedacitos de queso, quedará un exquisito plato. Se cie-
rra la masa de la empanada y se dora bien en el aceite
A
muy caliente.
R
TU
SARDINAS A LA CAZUELA
Ingredientes:
C
½ kilo de sardinas, 1 pimentón verde, 1 cabeza de
ajo, una cebolla, ½ kilo de papas, sal, aceite y vino.
Preparación:
LE
Se limpian las sardinas, quitándoles la cabeza y
A
las espinas. Se pone en una cazuela de barro el aceite.
R
Se pone al fuego y cuando el aceite esté caliente, se le
agrega la cebolla, el ajo y el pimentón, todo bien pica-
PA
Ingredientes:
F
sardinas)
800 gramos de espinacas lavadas, cocidas y picadas.
2 cebollas picaditas y fritas en mantequilla
2 cucharadas de crema de leche agria
Pimienta y sal
2 huevos
110
Preparación:
Se pican o se machacan muy bien las sardinas. Se
A
mezclan con las cebollas los huevos, la crema agria,
sal y pimienta. Se revuelve la espinaca con la mitad
R
de la mezcla. Se unta un molde refractario con man-
TU
tequilla y se vierte la mitad de la mezcla del pescado
con las espinacas. Se le agrega jugo de limón y sobre
esta mezcla se le agrega la otra mitad de las sardinas
C
con espinacas. Se cubre el molde con papel de alu-
minio y se hornea en baño María por espacio de una
LE
hora. Se deja enfriar antes de guardarlo en el refrige-
rador, donde debe reposar 24 horas. Se sirve acom-
pañado de una salsa compuesta por crema agria, ajo
A
machacado y perejil.
R
PA
MARES
Saint-John Perse
(fragmento)
LO
polen negro.
En la época en que se anudan los melocotoneros y se
desbrozan las vides,
yo corté el nudo de cáñamo que mantiene el casco
sobre su anguila,
en su cuna de madera. ¡Y mi amor está en los mares!
111
¡Y mi quemadura está en los mares!...
Estrechos son los bajeles, estrecha la alianza;
A
y más estrecha tu medida, oh cuerpo fiel de la
Amante...
R
¿Y qué es ese cuerpo mismo, sino imagen y forma de
TU
bajel?
Barquilla y navío, y nave votiva, hasta en su apertura
mediana;
C
industriado en forma de carena, y sobre sus curvas
modelado,
LE
plegando el doble arco de marfil al gusto de las curvas
nacidas de mar.
...Los ensambladores de cascos, en todo tiempo,
A
tuvieron esta manera de ligar la quilla al juego de las
R
cuadernas y varengas.
PA
jacintos
como un pueblo de amantes!
112
SANTOPLATO
LARRY OTTOP1
A
Servido en una pasión pictórica del gracitano mayor.
R
Que el anzuelo reciba el mordisco de la sardina,
TU
no garantiza nada, pues es la sardina quien nos pesca
y nos devora. En romero, aceite de oliva, perejil, ajos,
o así no más con saliva.
C
Carbón henchido de ilusión, o un paso al abismo
de la sardina, es lo mismo. Enlatada en cocina futu-
LE
rista, magreada por Luigi Colombo, homodonta, de
cualquier forma nos zampa.
¼ de vino Chinato.
A
¼ de jugo de mandarina.
R
¼ Giacomo Justerini & Brooks en el Snowball de
Capote.
PA
A
Hígados quebrados, por aquello de pagarle al sol
con nuestros cuerpos la resaca.
R
Romero, porque Pound bendijo y condenó a los
TU
editores.
Papas colombianas y sardinas de Venezuela, por-
que algo en el mundo tiene que estar bien.
C
Y el orden de los factores no altera el caos de mi
trópico.
LE
A
R
PA
LO
SO
F
PD
114
PAN DE LOS MARES
ANTONIO TRUJILLO
A
R
El amolador de cuchillos se siente ungido más allá
TU
de sus fugitivas estrellas cuando dice: “Las sardinas
nacen en el Cantábrico”. Y un sembrador de alcacho-
fas le responde que son originarias de África, mien-
C
tras un vendedor de cobijas y sábanas jura conocerlas
desde su infancia en las riberas de un mar rojo.
LE
En ese contrapunteo de las aguas busco en mi me-
moria la multiplicidad de una escama viva en el oscu-
ro mundo de las corrientes. Allá donde las sardinas
A
son el pan de los mares, y un dios antiguo señala su
R
fulgor en el nombre de los grandes abismos para que
lo humano de la tierra busque su esencia mar aden-
PA
115
Tan plena es su misión de ser útiles al universo que a
veces de un mar afuera regresan a ciertas corrientes
A
para ser ellas mismas quienes saltan a las redes de
los pescadores, tanto saben dónde son necesarias que
R
llegan por voluntad de un misterio abiertas como alas
TU
de pájaros a las piedras y al fuego del hombre.
Las sardinas del Cantábrico, las de África, las del
mar Rojo y las de Boca de Uchire, todas aguardan un
C
tiempo lunar, y en su fiesta astral reciben a las sardi-
nas de los nacientes, lagunas y quebradas (el diminu-
LE
to pez de los montes) todas envueltas en otras aguas
con los nombres de sus ríos.
De ese encuentro se oyen historias de arrecifes,
A
delfines y deslaves, movimientos de enormes piedras
R
y la voz del viento cuando funda otra playa.
PA
116
SIGUE TU DESTINO
Fernando Pessoa
A
Sigue tu destino,
R
riega tus plantas,
TU
ama tus rosas.
El resto es la sombra
de árboles ajenos.
C
La realidad
es siempre más o menos
LE
de lo que queremos.
Solo nosotros somos siempre
iguales a nosotros mismos.
A
Suave es vivir solo.
R
Grande y noble es siempre
vivir simplemente.
PA
No la interrogues nunca.
Que ella nada puede
decirte. La respuesta,
SO
porque no se piensan.
117
COSTUMBRE DE SEQUÍA. EL GUSTO
DE LUIS ALBERTO CRESPO
A
R
El gusto es un gran espacio que está entre el cora-
TU
zón y la sombra que uno proyecta, ese camino pasa
por todos los rincones del cuerpo. Es una sensación,
y uno es una gran boca, un gran oído, una gran piel,
C
y sobre todo un estar en el estado de gracia perma-
nente. El gusto es la verdadera posesión física del
LE
universo. El gusto es un gran cuerpo, es un cuerpo
femenino. Es la poesía, es la bebida, es la música, el
agua de colonia, la lectura, la sal. Todos los sabores
A
son femeninos, el gusto espiritual es femenino, y el
R
gusto supremo que es la muerte también es una hem-
bra. El gusto es hembra. Y desde que uno se levanta
PA
118
porque la hueles, porque la penetras, porque te la co-
mes, porque la escuchas, como Mahler, como Vivaldi
A
y la Sonora Matancera, como la viola de gamba, como
la bandola, como una flauta o una bofetada, en todos
R
esos instantes, el gusto es la posición de un cuerpo
TU
femenino, es un goce y lo contrario al goce una gran
orfandad sensual. Te sacias o te vuelves loco. O as-
piras a ella y te das contra la pared. Crees que es el
C
elixir de los dioses y es más amargo que el amargo de
Angostura. Toda teoría o práctica del gusto comienza
LE
y termina con una mujer, ya sea una mujer de carne
y hueso, su imagen, ya sea ella, o su invocación. Su
carne, su hueso o su espectro. Cuando tú conoces.
A
Cuando tú comes un plato fantástico, cuando bebes
R
un vino que pone la cabeza en las flores o no te pones
la cabeza sino que te pone el cuerpo en el cielo, cuan-
PA
119
LOS CÁNTICOS
DE LA SARDINA Y EL SARDINO
A
R
La encontraron.
TU
¿Qué? —La Eternidad.
Es la mar que se fue
con el sol.
C
ARTHUR RIMBAUD
LE
En el rocío y el lapsus del movimiento
improvisan un solo de saxofón
A
encantan la
R
caligrafía del espíritu
la de la vida y la de la muerte
PA
se besan se aman
PD
120
se arrastran girando
en la tormenta de aire
A
del sol suspendido en las zonas costeras
en el fondo cubren el equilibrio
R
de los disfraces que los unen
TU
Suben las olas del mar
para enrollarse en los sonidos
Se abren paso entre las algas
C
en la batalla se dejan atrapar
y escriben en el aire
LE
con la pluma de las redes de arrastre
la más bella balada que los Sardinos
hayan escrito en lo profundo del mar
A
en la presencia de la piel
R
en las escamas plateadas
con sus tormentos flotando bailando
PA
121
PD
F
SO
LO
PA
R
A
LE
C
TU
R
A
A
R
ÍNDICE
TU
C
Sardinas de corazón. Ernesto Villegas 9
LE
Sardina es sardina con amor 13
Sardinas que comía Ramón Palomares, curadas
por María Eugenia Chávez 16
A
Sardinas rebozadas16
R
Sardinas en olla exprés18
Sardinas al horno: receta del Dr. Federico Moleiro19
PA
A
sacado de Wikipedia) 42
Sardinas ahumadas 45
R
Sardinas en salsa del alba comidas por Thomas
TU
Mann, él las apreciaba como arenques 47
Ensalada de Emiliano para acompañar sardinas 49
Sardinas marinadas en mandarina y pimienta
C
sechuan. Emiliano Hernández-Santana51
Sardinas de la abuela Bárbara 53
LE
Sardinas con queso de cabra, de mi hijo Luis Felipe 55
Sardinas de chuito, el hijo de Agustina, del Valle
de Pedro González, en la isla de Margarita 57
A
Sardinas para enamorar al marido de Mery
R
Contreras y que él la llene de sardinitas 59
Dos recetas de sardinas del recetario de Rubén
PA
A
Mojito de sardina al estilo trujillano de Xiomara
Hernández de Peña 90
R
Pastel de papas con sardina 91
TU
Sardinas a la sal, de Blanquita Quevedo 92
Sardinas en escabeche, preparadas por Blanca
Hernández-D’Jesús 93
C
Sardinas al horno, de Blanca Margarita 94
Tres recetas de José Cesarino 95
LE
Parrilla de sardinas a la jesusín95
Patacón de sardinas al castillete95
Sardinas esperanza96
A
Recetas de sardinas del libro El arte de preparar
R
las sardinas publicado hace más de 30 años 99
Pan de sardinas101
PA
Sardinas escabechadas102
Sardinas doradas102
Sardinas a la carupanera103
LO
Sardinas en escabeche103
Sardinas al horno104
Sardinas con salsa de tomate105
SO
Sardinas rellenas105
Sardinas al vino106
Sardinas en escabeche con huevo106
Sardinas fritas con espinacas107
F
A
Costumbre de sequía. el gusto de Luis Alberto
Crespo118
R
Los cánticos de la sardina y el sardino 120
TU
C
LE
A
R
PA
LO
SO
F
PD
A
R
TU
C
LE
A
R
PA
LO
SO