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DAÑO DE HELADAS EN TRIGO: Cuando y como cuantificarlos?

D. J. Miralles 1,2,3; G. Tinghitella1,4 y M. Vazquez1


1
Catedra de Cerealicultura, Dto Prod. Vegetal, FAUBA; 2 IFEVA, 3 CONICET y 4
AACREA. Av San Martin 4453 (C 1417 DSE), C.A.B.A, miralles@agro.uba.ar

El daño por heladas es uno de los factores abióticos que tiene mayor impacto en las
pérdidas de rendimiento en los cereales (trigo, cebada, etc) y oleaginosas (colza)
invernales. De hecho, en la mayoría de los cultivos y en especial en los cultivos
inverno-primaverales, el periodo libre de heladas define la posibilidad de introducir
dicho cultivo en una determinada región. En este contexto, la caracterización de las
fechas de primera y última helada resultan clave para determinar el periodo libre de
heladas y establecer las fechas de siembra de los cultivos evitando el riesgo de heladas
en los momentos y/o etapas más susceptibles de los cultivos.

Momentos críticos del cultivo al riesgo de heladas.

En los cereales invernales la mayor parte de ciclo del cultivo esta expuesto a riesgos de
heladas, sin embargo, los momentos de susceptibilidad son diferentes asociados al
daños que causen en el cultivo en general y en los componentes de rendimiento en
particular. En este último punto las heladas pueden generar reducciones en el numero de
granos como en el peso de los mismos dependiendo del momento del ciclo ontogenico
de los cultivos en el que se registran, y la intensidad con la que afectan a los mismos al
momento de su ocurrencia. .

S Em IF DL ET Esp At MP Co Tiempo
Iniciación de hojas Iniciación espiguillas Muerte flores Cuaje Llenado de granos
Fases

Iniciación floral Crecimiento espiga Iniciación de hojas


Crecimiento de tallo
Fase
Fase Reproductiva Llenado de grano
vegetativa
del Rendimiento

Plantas por m2 Espiguillas por espiga


Componentes

Espigas por planta


Vastagos por planta (supervivencia)

Granos por espiga

Granos por m2
Peso granos

RENDIMIENTO

Adaptado de Slafer and Rawson (1994)

Figura 1: Esquema del ciclo ontogénico de un cultivo de trigo indicando las fases y los
componentes del rendimiento que se generan a lo largo de su ciclo.

Como se muestra en la Figura 1 el cultivo genera los distintos componentes del


rendimiento a lo largo de su ciclo ontogénico, definiendo inicialmente todos aquellos
vinculados con el numero de granos. El número de granos por unidad de superficie
comienza a definirse con la implantación del cultivo al momento de la emergencia,
donde se establece el número de plantas por unidad de área y finaliza con el
establecimiento del número final de granos por unidad de área unos días después de la
antesis del cultivo (Fig. 1). A partir de allí, la ocurrencia de heladas tardías afectará
principalmente el peso de los granos iniciados previamente. Adaptando los datos
publicados por el Servicio de Extensión Agrícola de la Universidad de Kansas (Warrick
y Miller (1999), se construyó la Fig.2. En la misma se puede observar que, inicialmente,
existe un periodo de sensibilidad a las heladas durante la emergencia del cultivo. Para
las condiciones de Argentina, este periodo no constituiría un riesgo importante para el
establecimiento del cultivo, ya que a diferencia de lo que ocurre en distintas áreas
productivas de Estados Unidos, no se produce un congelamiento del suelo al momento
de la siembra y/o la emergencia del cultivo..

Antesis
25
V. Engrosada

20
Temperatura del aire (ºC)

15
Emerg
10 Periodo de Macollaje

-5

-10

Siembra 4 Hojas Tiempo


Inicio Encañazon

Figura 2. Sensibilidad a la ocurrencia de heladas durante el ciclo ontogénico del cultivo


en función de la resistencia a distintas temperaturas (ver eje “y”). Adaptado de Warrick
y Miller (1999).

Tal como se observa en la Fig. 2, a medida que avanza el ciclo ontogénico del cultivo, la
sensibilidad a las heladas se reduce, siendo minima durante el periodo de macollaje,
para volver a incrementarse posteriormente (menor tolerancia a bajas temperaturas), a
medida que comienza el periodo de elongación del tallo. El periodo de mayor
susceptibilidad a las heladas ocurre entre el estado de bota y antesis. El incremento en la
sensibilidad a las heladas está vinculado con: (i) el aumento de la temperatura base del
cultivo a medida que el mismo avanza en sus etapas de desarrollo (Angus et al., 1981;
Slafer y Savin, 1991) y (ii) generación de las estructuras florales dentro de las espigas,
que presentan una alta proporción de agua en los tejidos, y que comienzan a estar
expuestas a las bajas temperaturas con el consecuente riesgo de congelamiento en el
caso de ocurrencia de una helada tardía.

En frecuente preguntarse, cuando ocurre un daño por heladas, especialmente y cual es


la capacidad del cultivo para recuperarse de dicho daño. Aún durante el periodo de
macollaje, en algunos materiales susceptibles a heladas, es frecuente observar daños. En
estos casos, comúnmente denominados “heladas en pasto” el cultivo puede llegar a
perder completamente su área foliar, y su capacidad de recuperación dependerá de cómo
se produzca la regeneración de su área foliar, normalmente vinculada con la capacidad
de macollaje del material. En la mayor parte de los casos, los daños producidos por
heladas en pasto afectan el área foliar sin perjudicar los ápices meristemáticos que en
ese momento se encuentran debajo de la superficie del suelo y por lo tanto protegidos de
las heladas por el efecto de inversión térmica del suelo.

En los cereales invernales, la capacidad de macollaje y su mantenimiento, está


determinada por la oferta de recursos (radiación, agua y nutrientes entre otras). El
macollaje cesa una vez que el cultivo (i) alcanza una cierta relación Rojo:Rojo Lejano
(R/RL) dentro del canopeo y/o (ii) cuando cambia la partición de asimilados hacia los
tallos al momento del inicio de la elongación de los mismos (Evers et al., 2006). Si el
cultivo ha alcanzado una baja R/RL, cesará el macollaje aún cuando el tallo no haya
comenzado su elongación. Por el contrario, si el cultivo presenta una alta R/RL cuando
el tallo ha comenzado a alongarse, este podría continuar con el periodo de macollaje.
Por ejemplo, un daño severo por heladas a mediados del periodo de macollaje reduciria
la totalidad de macollos formados y por lo tanto el área foliar del cultivo. Este daño por
heladas, al reducir el área foliar incrementa la relación R/RL en la base de los tallos (o
pseudotallos) y las yemas de las axilas de las hoja comienzan a desbloquearse
nuevamente. Debido a que la capidad de producir macollos se reduce a medida que el
cultivo cubre el surco (i.e. menores relaciones R/RL) y/o comienza el inicio de la
elongación el tallo, la capacidad de recuperación del cultivo en términos de producir
nuevos macollos y por lo tanto para regenerar su area foliar, producto de una helada en
dicho periodo, se reduce a medida que se avanza hacia estadios avanzados d ela
elongación del tallo. Así el daño por heladas en pasto, considerando el periodo entre
incio de macollaje y encañazón, es más severo en la medida que este ocurre más tarde
en el ciclo del cultivo debido a una menor capacidad de poder regenerar el área foliar
perdida debido a las heladas. Adicionalmente, una vez que se identifican los nudos del
cultivo sobre la superficie, y por ende el ápice se encuentra expuesto directamente a las
condiciones ambientales desfavorables, las heladas en dicho periodo dañarán además
del área foliar, la conducción vascular en el tallo llegando a producir la muerte del tallo
afectado y por lo tanto de la espiga en desarrollo en dicho tallo.

Tal como fuera descripto anteriormente, el cultivo alcanza la mayor susceptibilidad a las
heladas en el periodo que media entre el estado de bota y la antesis, ya que los
primordios florales están expuestos al congelamiento. Debido a que las variaciones en el
rendimiento están explicadas principalmente por los cambios en el numero de granos
por unidad de área más que por variaciones en el peso de los mismos, las reducciónes en
el numero de flores, y por lo tanto de granos, generadas por daños originados por
heladas determinaran perdidas de rendimiento. El periodo de alta susceptibilidad a las
heladas en términos de reducción del numero de granos puede continuar hasta una
semana luego de floración ya que en ese periodo se produce el cuaje de los granos. Una
vez comenzado el llenado de los granos la susceptibilidad a las heladas y las pérdidas de
rendimiento estarán asociadas a reducciones en el peso de los granos, aunque el riesgo
de ocurrencia de heladas es bajo en esa época del año, dentro de las regiones cerealeras
de nuestro país.
Caracterización y cuantificación del daño por heladas

A nivel nacional el momento de ocurrencia de heladas tempranas y tardías en distintas


regiones del país, esta correctamente caracterizado (Fernandez Long et al., 2005).
Tomando una vasta región del país desde el Norte de Argentina hasta el Sur de la Pcia
de Buenos Aires, las fechas medias de primeras heladas se registran hacia mediados de
Abril, mientras que la fecha media de últimas heladas ocurre hacia mediados de Octubre
(Fernandez Long et al., 2005), lo que determina que el periodo con heladas se extienda
en un rango que oscila entre 50 y 190 días, según la zona considerada (Fig. 3).

200
180
Periodo de heladas (dias)

160
140
120
100
80
60
40
20
0

Figura 3. Periodo de heladas medido en días para distintas localidades de Argentina.


Tomado de Fernandez Long et al. (2005).

En los últimos años, asociadas con las variaciones registradas en las temperaturas, las
fechas de primera y última helada han sufrido modificaciones. Dichas modificaciones
no fluctuaron en igual sentido y magnitud en las distintas regiones productivas del pais,
por lo que es necesario lograr una correcta caracterización de dichos cambios para poder
ajustar con mayor precisión algunas decisiones de manejo del cultivo.

En la Figura 4a se presenta a modo de ejemplo, las modificaciones experimentadas en la


primera y ultima fecha de helada, en la localidad cordobesa de Rio Cuarto. Allí se
observa que, mientras en las décadas del 70 y el 80, existía un 50% de probabilidad de
ocurrencia de primera helada (considerando el primer día con temperaturas mínimas
iguales o inferiores a 0ºC) alrededor del 15 de Mayo. Sin embargo, en las décadas del
90 y 00, se produjo un desplazamiento de casi 20 días ya que la fecha de ocurrencia de
primeras helada se retrasó hasta el 3 de Junio para la misma probabilidad de ocurrencia.

Cuando se consideraron probabilidades del 20% para la ocurrencia del primer día con
temperaturas iguales o inferiores a 0ºC se registraron retrasos de 25 días comparando
los registros de las décadas del 70 y el 80 respecto de las fechas de las décadas del 90 y
00. Tomando el 20% de los años donde la ocurrencia del primera con temperaturas
iguales o inferiores a 0ºC se registra de forma mas tardía, los retrasos fueron menos
notorios (i.e. 12 días comparando los registros de las décadas del 70 y el 80 respecto de
los registrados en las décadas del 90 y 00). De esta forma, se evidencia que la magnitud
del retraso en la fecha de ocurrencia del dia en el que se registra el primer día con
heladas tempranas (i.e. temperaturas mínimas menores o iguales a 0ºC) esta ocasionado
por el retraso registrado en los años donde dichos fenómenos ocurren de forma mas
temprana.

En el caso de las heladas tardías, considerando un 50% de probabilidad de ocurrencia, la


fecha de la primer heladas tardía en las décadas del 70 y el 80, se hallaba alrededor del
15 de Setiembre, mientras que en las decadas de los 90 y 00 (considerando la misma
probabilidad), ocurría alrededor del 8 de Setiembre. En el caso de las heladas tardías la
retracción no fue tan manifiesta como en el caso de las heladas tempranas. No obstante
si solo consideramos los datos de la última década, encontramos un marcado
adelantamiento de la fecha en la que se registra el último dia con temperaturas iguales o
inferiores a 0ºC con relación a los registros de las décadas del 70 y 80.

Tomando el 20% de los años de ocurrencia de heladas tardías, la magnitud del retraso,
comparando los registros de las décadas del 70 y el 80 respecto del 90 y 00, volvio a ser
de mas de 20 días (23). Sin embargo, en el 20% de los años donde la ocurrencia del
ultimo día con temperaturas iguales o inferiores a 0ºC se registra de forma mas tardía,
los retrasos volvieron a ser poco notorios (5 días comparando los registros de las
decadas del 70 y el 80 respecto del 90 y 00). Nuevamente queda demostrado, que la
magnitud del retraso en la fecha de ocurrencia de la fecha de última helada esta
ocasionado por el adelanto registrado en los años donde dichos fenómenos ocurren de
forma más temprana. El sentido y la magnitud de los cambios en la fecha de ocurrencia
de primera y última helada varia según la localidad considerada.

En la figura 4b, se muestra, para la misma localidad, la probabilidad de ocurrencia de


periodos libre de heladas (expresados en dias julianos) para distintas épocas. Lo datos
de la Fig. 4b, muestran que considerando una probabilidad de 50%, dichos periodos son
20 días mas largos comparando los registros climáticos de las décadas del 90 y 00
respecto de las del 70 y 80. Nuevamente, vale la pena aclarar que el sentido y la
magnitud de los cambios en la duracion de dichos periodos varia según la localidad
considerada.
Probabilidad acumulada

1,2 1,2
1 a 1 b
Heladas
0,8 tardías 0,8
0,6 0,6
Heladas 70´s
0,4 0,4
tempranas 80´s

0,2 0,2 90´s


00´s
0 0
100 150 200 250 300 180 240 300 360
Días Julianos
Figura 4: a) Probabilidad acumulada de ocurrencia de temperaturas menores o iguales a
0ºC en funcion del momento del año (expresado en días julianos). b) Probabilidad
acumulada de ocurrencia de periodos de tiempo (expresados en dias julianos) con
temperaturas iguales o superiores a 0ºC (libre de heladas). En ambos casos, las series
representan distintas décadas. Los gráficos fueron construidos sobre la base de una serie
climática histórica (1971-2008) de registros diarios de temperaturas mínimas
correspondientes a la localidad de Río Cuarto (Pcia. de Córdoba).
La cuantificación del daño por heladas sobre los cultivos resulta bastante complejo
debido a que los mismos dependen de (i) la intensidad de las bajas temperaturas y (ii) el
periodo de tiempo que perduran. De cualquier modo, existen diferentes formas
indirectas de cuantificarlo. Una de ellas es a través de la reducción del area foliar del
cultivo para simular el efecto causado por el daño. En ese sentido es posible simular el
daño por heladas mediante metodologías que reduzcan el área foliar en proporciónes
diversas (ej. mediante el uso de desecantes)

La Foto 1 muestra un experimento conducido en la FAUBA (mediante un convenio


tecnológico con la empresa SANCOR Seguros) donde se simularon diferentes grados de
daño mediante el uso de desecantes químicos aplicados en diferentes dosis.

Control Dosis 1: 200 ml Paraquat/ha

Dosis 2: 400 ml Paraquat/ha Dosis 3: 600 ml Paraquat/ha

Foto 1: Niveles daño producido por el desecante paraquat aplicado en diferentes dosis,
para simular distintos grados de daño por heladas en trigo, al final del macollaje.
(Tomado de Miralles & Vazquez, 2007; Informe Convenio FAUBA-Sancor Seguros
SA).

Los resultados de estos ensayos mostraron que las pérdidas de radiación interceptada
como resultado de la reduccion del area foliar del cultivo, se tornaban irreversibles a
medida que la simulación del daño por heladas ocurría en estadios cada vez mas
avanzados del ciclo ontogénico del cultivo (Fig. 5). Así una reducción casi total del área
foliar del cultivo en inicios o mediados del periodo de macollaje, solo redujo un 20% el
área foliar remanente del cultivo al momento de floración, respecto del testigo sin
aplicación de desecante, demostrando la alta capacidad de recuperación del área foliar y
por ende de intercepción de radiacion. Sin embargo, una simulación de daño por heladas
cercana al momento de floración generó perdidas cercanas al 40% (dependiendo de la
dosis de desecante aplicada) que se incrementaron a medida que el cultivo progreso en
el llenado de los granos, evidencianciando la pobre o nula capacidad del cultivo para
regenerar área foliar luego de antesis (Fig. 5). Este efecto se agravó a medida que el
daño fue mayor, es decir a medida que se incrementó la dosis del desecante.

1 Baguette 13 1 Klein Chaja


Dosis 1 Dosis 1
0,8
0,8
Perdida de Intercepcion

Dosis 2 Dosis 2

Reducción de intercepcion
respecto del testigo

0,6 Dosis 3 Dosis 3

respecto del testigo


0,6
0,4
0,4
0,2
0,2
0
-40 -30 -20 -10 0 10 20 30 0
-0,2
-40 -30 -20 -10 0 10 20 30
-0,2
-0,4
Dias desde antesis -0,4 Dias desde Antesis

Figura 5: Perdida de radiación interceptada por el cultivo a lo largo de su ciclo


ontogénico para distintas dosis de desecante paraquat (ver foto 1) respecto de un
tratamiento testigo sin aplicación de desecante en dos materiales de ciclo corto de trigo
(Miralles & Vazquez, 2007; Informe convenio FAUBA-Sancor Seguros SA)

De esta manera, es posible concluir que la aplicación del desecante simulando el efecto
de una helada fue más severo en estadios mas avanzados del ciclo ontogénico de los
cultivos. Así, desde el momento de inicio del macollaje hasta el llenado de los granos, la
perdida de área foliar como resultado de la ocurrencia de una helada se incrementó de
forma consistente, reduciendo el porcentaje de intercepción de radiación solar incidente
por el cultivo. Este efecto está dado por la menor capacidad de compensación que tiene
el cultivo a medida que avanza en sus estadios de desarrollo. No obstante, a pesar que el
cultivo experimentó una reducción consistente del área foliar remanente a medida que la
simulación del daño por heladas ocurrió en estadios mas avanzados del ciclo ontogenico
de los cultivos, el efecto sobre la generación del rendimiento y la biomasa del cultivo no
siguió el mismo patrón debido a que existen periodos que resultan aun mas críticos a lo
largo del ciclo de los cultivos que pueden compensar las perdidas de área foliar.

Sobre la base de las distintas experimentaciones que el grupo de la FAUBA ha realizado


en relación con la aplicación de desecantes para simular la perdida de área foliar
asociada a un potencial daño por heladas, fue posible construir un modelo sencillo de
predicción de pérdidas de rendimiento, definiendo zonas de daño con diferente grado de
recuperación en función del momento de ocurrencia de la pérdida de área foliar del
cultivo segun la dosis del desecante empleado (Fig. 6). En la Figura 6, que representa la
reducción en el rendimiento a lo largo del ciclo ontogenico del cultivo para diferentes
niveles de pérdida de área foliar generados por el uso de desecantes, se observó que el
mayor impacto por la perdida de área foliar se registró en el periodo que media entre los
20 días previos a floración y los 10 días posteriores a la misma. Sin embargo, dicho
periodo fue modificado por el grado de reducción del área foliar ya que a medida que la
dosis de desecante se incrementó genero mayores pérdidas de rendimiento, y un periodo
de sensibilidad a la reducción de pérdidas de rendimiento mas extenso.

Cuantificar el daño producido por heladas en distintos momentos del ciclo ontogénico
del cultivo, constituye uno de los aspectos mas complejos de caracterizar, ya que es
necesario conocer y/o proyectar la intensidad y duración de las heladas a lo largo del
ciclo del cultivo. Una aproximación para la cuantificación de dichos daños puede ser
realizada trabajando en cámaras de crecimiento donde puede manipularse la intensidad
de frío y los tiempos de exposición de los cultivos a temperaturas que produzcan daños
por congelamiento. Con este objetivo y en el marco del convenio FAUBA-Sancor
Seguros SA, se simuló el daño producido por heladas en el cultivo de trigo mediante
exposición a bajas temperaturas (-7 ºC a lo largo de su ciclo ontogenico, por distintos
periodos de tiempo variables -25’ a 125’-) comparando los distintos tratamientos contra
un testigo sin exposición a bajas temperaturas (Foto 2).

Zona Recuperación Zona Daño Zona Recuperación


Reducción en el Rendimiento respecto del testigo

Zona recuperación Zona Daño Zona recuperación


1,2
Zona Recuperac Zona Daño Zona Recuperac

1,0

0,8

0,6

0,4
Daño leve
0,2 Daño Moderado
Daño alto

0,0
-40 -30 -20 -10 0 10 20 30
Dias desde antesis

Figura 6: Perdidas de rendimiento, respecto de un tratamiento testigo sin daño, debido a


reducciones en el área foliar para distintos niveles de daño sobre la misma, producidas
por efectos de la aplicación de desecantes en distintos momentos del ciclo ontogenico
de los cultivos (Miralles & Vazquez, 2007; Informe convenio FAUBA-Sancor Seguros
SA).

La cuantificación de la exposición a temperaturas dañinas para el cultivo se realizó con


la misma metodología empleada para calcular la suma térmica, pero en este caso, con
valores negativos. Por ejemplo si el tiempo de exposición fue 100 minutos a -7 ºC, el
valor de unidades de frío resultante fue -700 ºCd. Los resultados obtenidos en los
experimentos en cámaras de crecimiento mostraron que el daño por heladas que
producían sumas térmicas negativas de hasta -350 °Cd (calculados sobre temperaturas
de -7 C) afectaban la biomasa del cultivo hasta en un 20%, si el daño ocurria en un
periodo cercano a la floración del cultivo, extendiéndose hasta 10 días post-floración.
25´ 50´

75´ 100´

Foto 2: Daño causado a plantas de trigo expuestas a temperaturas de -7°C durante


distintos periodos de tiempo (25 a 100 minutos) durante hoja bandera expandida
(Miralles & Vazquez, 2007; Informe convenio FAUBA-Sancor Seguros SA)

La exposición de plantas a temperaturas inferiores a 0 ºC que generaron sumas termicas


negativas de entre -350 a -700 ºCd determinaron reducciones de biomasa aérea de hasta
un 35% en un periodo comprendido entre los 10 dias pre y postfloracion. Exposiciones
a sumas termicas inferiores a -700 °Cd ampliaron el periodo de riesgo de daño, ya que
la biomasa aerea del cultivo resulto afectada entre los 30 días prefloración y los 10 días
postfloracion

Como conclusión de los experimentos en cámaras de crecimiento es posible decir que


estos permitieron generar una variable (suma de unidades térmicas negativas) que
podría ser correlacionada con los daños que se observan en distintos atributos del
cultivo (i.e.: biomasa por planta, numero de granos por planta y peso seco de espigas). .

Debido a que en esta aproximación se utilizó un único valor de temperatura del aire de -
7 °C queda por validar si dicha suma negativa es representativa para otros valores de
temperaturas. Por ejemplo si 30 min. a -7 C (i.e. .-210 °Cd) es análogo a 60 min a -3,5 °
(i.e. -210 °Cd).

Referencias:

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